Corral-arboleda de la finca donde estuvo instalada la Taberna “El Ocho”, la puerta se comunicaba con el despacho. Delante, la imponente figura de “Arnay” con terno blanco de maestro albañil.
En los años de mil novecientos cuarenta y mil novecientos cincuenta del siglo pasado, existían en el barrio alto de nuestra ciudad un porcentaje importantes de corrales-arboledas. Recuerdo los que había en las calles Zarza, Cruces y Santa Clara. Corrales que con el paso de los años fueron desapareciendo, convertidos en viviendas en toda su superficie o en parte. Los corrales formaba parte de la despensa de los propietarios, eran pequeños huertos dentro de la ciudad, en algunos casos eran bonitos jardines.