Como si estuviera haciendo una gestión multitarea entre su variadas ocupaciones, se nos ha ido Miguel Sánchez Ivars, Miguelito de Durango, con 43 años. No hay tiempo ya para esperarlo. Solo recordarlo y, en esa remembranza, aprender de sus entusiastas emprendimientos por El Puerto. Creativo, hombre de marketing, colaborador necesario, portuense hasta las últimas consecuencias, pionero en cualquier campo y de cualquier tipo, creador de sinergias, buen y ameno conversador, fotógrafo artístico con atrevidas exposiciones en su tiempo —toreras, costaleras—, fotógrafo profesional, productor de videos, gran comercial e innovador en el regalo de empresa, … era una caja de sorpresas con una mente que no paraba de imaginar, y de realizar lo que antes había visto en su mente, Si Quiero, Bodalia, Filma Pro, Ancálagüela, Gambrinus, ….
Se nos ha ido a pleno rendimiento, a veces quejoso de la incuria portuense, pero siempre creyendo en El Puerto de Santa María, con el que tenía una relación de hijo predilecto. Familia, amigos, cofrades, compañeros le vamos a echar de menos, pero celebrando haber formado, de alguna manera, parte de su vida. Ya está con ese selecto grupo de portuenses en el Cielo. | Texto: J.M. Morillo-León.
Qué tragedia! Aún no me lo creo! Era uno de esos porteños con un fino espíritu crítico pero enamorados de su ciudad. Muy buena gente. Un abrazo enorme para su familia.