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25 años de la publicación de “El Puerto en Imágenes” #5.550

| Texto: José Antonio Tejero.

Siempre se ha dicho que en la década de los noventa El Puerto de Santa María tuvo cierto esplendor frente a otras poblaciones de la Bahía. Podemos decir que disfrutó de un importante desarrollo y que se puso en el mapa del sector turístico nacional. Sus atributos fueron varios para ese impulso. Unos tenían connotaciones históricas, como nuestros vinos y su industria, las peculiaridades de los monumentos religiosos y civiles, o las Fundaciones literarias; Alberti, Muñoz Seca, Goytisolo, Tejada. Otros se desarrollaron al albur de una ciudadanía valiente, emprendedora y por qué no decirlo, con tintes sentimentales verdigualdas. Por aquellas fechas, marcas de la restauración porteña ofrecían una gran calidad en productos y sonaban de manera transfronteriza. | De izquierda a derecha y de arriba a ajo, Agustín Álvarez, Fito Carreto y Jorge Roa, Pepe Ferrer, José Antonio Tejero. Falta Soledad Castillo.

El deporte de vela se encontraba con toda suntuosidad, donde incluso nuestro actual Rey participaba activamente en las regatas con epicentro en el Real Club Náutico. Conciertos y vida nocturna de calidad hacían su agosto y recibían una audiencia de lo más variopinto; sevillanos, madrileños, jerezanos y otras faunas geográficas, que terminaron comprando su segunda vivienda, hoy denominada vacacional. La Plaza de Toros ofrecía un cartel que se extendía de mayo, con las corridas de la Feria de Primavera, al mes de agosto donde se acababa el papel para ver el arte de las primeras figuras de la tauromaquia. El flamenco también tenía su lugar en las actividades culturales con la programación de “Cante de los Puertos”, y en materia política el partido Independientes Portuenses supo darle un nuevo aliento a la administración local, antes de que ciertas actitudes endogámicas y corruptas aparecieran en escena y en los juzgados. 

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente descrito, era muy común en los ayuntamientos y diputaciones de la época la publicación de libros gráficos que pudieran ayuntar todas esas bondades municipales. Estas iniciativas editoriales eran importantes ya que de forma extraordinaria comunicaban y enseñaban la esencia e idiosincrasia del lugar. Asimismo, aún quedaba trayecto para el gran salto que ha dado Internet o las Redes Sociales, plataformas de suma importancia en materia de marketing turístico. De esta guisa, en el año 1997, desde el Ayuntamiento (Concejalía de Turismo y Promoción de la Ciudad y el Servicio de Publicaciones) se planteó la necesidad de tener un libro que pudiera servir también como regalo institucional.

Así, se coordinó el trabajo de cinco miradas fotográficas que ofrecieran su visión de la ciudad y su conjunto; Jorge Roa, fotógrafo municipal y que había desarrollado una intensa actividad desde dentro de la administración como funcionario. Agustín Álvarez, redactor gráfico que trabajaba para la empresa editorial Publicaciones del Sur. Soledad Castillo que traía una larga experiencia en fotografía de moda y para agencias publicitarias. José Ferrer, conocido por su trabajo para revistas especializadas en viajes y como reportero para el periódico El Mundo. Fito Carreto, conocido periodista gráfico en las páginas de Diario de Cádiz. Y un servidor, el más joven del quinteto, que ya llevaba unos años publicando en prensa y en la enseñanza del medio. 

Tras varios meses de trabajo, que quedó dividido por espacios públicos, arquitecturas, actividades y personajes populares, y un buen número de diapositivas (aún no existía el formato digital) el libro, que llevó por título el simple “El Puerto en imágenes”, vio la luz un año después, con textos del poeta Rafael Alberti, del escritor Fernando Quiñones y del crítico gastronómico Joaquín Merino. Los pies de fotos corrieron a cargo de Eduardo Pardo, responsable del Servicio de Publicaciones y de Mercedes García Pazos, técnico del Área de Cultura y Patrimonio Histórico. La portada ilustraba la Ejecutoria de Felipe II sobre la nobleza de las familias Toledo y Carvajal de 1570 conservada en el Archivo Histórico Municipal. 

Viene a cuento esta nótula, ya que aunque parezca increíble, desde hace cinco lustros, nunca más se ha publicado un libro de estas características en nuestra Ciudad, ni con inversión pública y por supuesto, aún menos, de forma privada. Me consta que a muchos libreros se les solicita poder comprar una edición de estas características por turistas que quieren llevarse un recuerdo de su visita a El Puerto. O incluso por investigadores y coleccionistas interesados en estos fotolibros. Pero las nuevas tecnologías de la comunicación, unido al desinterés de nuestros munícipes, hacen que no vean la luz libros tan interesantes para comprender un periodo de la historia gráfica de El Puerto. 

1 comentario en “25 años de la publicación de “El Puerto en Imágenes” #5.550

  1. Lolo Chaparro

    Fotógrafo municipal, qué tiempos. Ahora, smartphones de precios grotescos y calidad gráfica nula.

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