| Texto: Emilio Martínez
La cuadratura del círculo que sólo los genios sublimes sin interrupción son capaces de lograr. Como este polifacético en grado sumo que es un Javier Ruibal único e irrepetible. Un 'primus inter pares', una bendición laica artística que va más allá de lo musical. Hasta el punto de que no es sólo un extraordinario cantante, ¡quiá! Porque en su vasta carrera ya había mostrado sus cualidades de compositor de música y letras, de fabulosa y variada voz dominante de todos los géneros, de guitarrista, arreglista y poeta de la cotidianidad en mezcolanza con el humor como denominador común. Sí, pero ahora se lanza a una original nueva dimensión en que reúne todo y lo borda como solo los genios elegidos por Dios sabe quién saben. Pongamos que se habla/escribe de 'Saturno Cabaret'. Este original trabajo se estrenará en directo el 17 de enero en el Teatro Circo Price.
La genialidad 'ruibalista' nos lleva a los años cincuenta de la pasada centuria, cuando la dictadura franquista se beneficia de la llegada de cierta mejora económica gracias a los convenios entre el Régimen y los Estados Unidos. Con ello, un tibio y temeroso aroma de libertad vigilada llega a España, sobre todo a Barcelona. De modo que es menester envolverse con las músicas entonces de moda: bolero, rumba, bugui bugui, zambra, tango, Rock&Roll, pasodoble y cuplé. Por supuesto interpretados por el cantante del cabaret, un alter ego de Javier Ruibal, más versátil y con más perfiles que nunca.
De entrada, con estos versitos explicativos con todo el sabor ruibalista y olé: "Bienvenido al Saturno/ dese usted mismo las gracias/el más famoso del mundo/el mejor de la galaxia”. Un resumen perfecto para esta más que atractiva obra coral concebida para rendir tributo de emoción a los supervivientes de un naufragio.
Arrastrados por una corriente de autoridad y prohibición, arriban al cabaret, una playa libre, tan feliz como engañosa, donde al amparo de la noche y el destello de luces y lentejuelas, juegan a ser otros, esos que pudieron haber sido. Ni que decir tiene que la idea, letra y música originales son del sublime Javier Ruibal. Que cuenta con arreglos de Javier López de Guereña, dramaturgia de Bernardo Sánchez y Juan Echanove, y escenografía de Ras.
La libertad en un planeta quimera
No es un disco al uso, tiene más de película en plano secuencia, donde la cámara, en este caso el espectador, va siguiendo los avatares de todos los personajes, presenciando cómo se entremezclan y se ven reflejados en el espejo de los otros. No son un puñado de canciones lo que escuchará, sino un continuo retrato sonoro, y en el trasfondo, un mismo deseo latente: defender la libertad fugándose cada noche a ese planeta quimera que es el Saturno Cabaret.
En definitiva que para disfrutar a tope es menester, justo y necesario dejarse llevar por una banda poderosa de nueve músicos y dos bailarines en escena. Para luego completar con la imaginación de cada afortunado espectador este retrato de época. Además, en todos los conciertos habrá destacados artistas invitados con su aportación a un disco concebido especialmente para el directo en plena producción de la gira. Así es el Saturno Cabaret: “Las penas se quedan fuera,te esperan a la salida”. Un disco producido por Lo suyo producciones y distribuido por Karonte.
Esto dicen otros grandes artistas de esta nueva genialidad de Ruibal: “Mi inquieto primo Ruibal no para de sorprenderme. Está mordido por las musas. Este ¡lo demuestra!” Miguel Ríos."Saturno o Ruibal. Para mí son anverso y reverso de la misma moneda. Es el canto de trabajo de los que se han de liberar. El blues del Paralelo. Lágrimas para llorar un río. Mordacidad y brillantez como respuesta a la soledad. Esto es Arte señores. Y a veces el arte duele.” Juan Echanove | Fuente: Madridiario
El pasado miércoles 17 de enero Javier Ruibal presentó su último trabajo en el Teatro Circo Price de Madrid. Saturno Cabaret es todo un espectáculo que supera los límites en los que hasta ahora se había movido este portuense de culo inquieto que no para de reinventarse. Javier nos cuenta y nos canta una historia de la que visualizamos su desarrollo al mismo tiempo.
Asistimos, guiados por su saber hacer, a la vida y vicisitudes de un cabaret de los años cincuenta en nuestro país, uno de los pocos lugares en que se podía percibir algo de color y de libertad entre la grisura y el totalitarismo impuestos en aquellos años. Nos lo muestra a partir de una serie de personajes que componían su núcleo “familiar”. Desde la chica del guardarropa al comisario pasando por la cupletera, la corista, el galán venido a menos, Paquito el que cuida de todos los detalles de las chicas, las bebidas, el ambiente y algunos prototipos de los clientes habituales incluidos los marineros americanos cuando desembarcaban. El colofón es la redada final que remata la historia con una explosión de luz y sonido: Aú, Aú...
Todo ello lo hace acompañado de un grupo de músicos extraordinarios y una pareja de bailarines (ella es su hija Lucía) que lo arropan y que junto a la iluminación conforman el contexto en que se desarrolla el espectáculo. Por si fuera poco tres artistas "primerizos" lo han acompañado en algunas de las canciones: Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos y Miguel Poveda, casi ná.
Javier lo ha vuelto a hacer: no se conforma con la trayectoria conocida, explora un nuevo terreno en que ha combinado músicas distintas, propias del lugar donde se desarrolla la acción, se ha desdoblado en los papeles de anfitrión y galán, ha sido capaz de ilustrar la narración que nos quería contar con la música, la luz y su voz que permanece con la brillantez y peculiaridad que siempre ha tenido. Es un gran espectáculo que se podrá ver en Cádiz en marzo y que recomiendo sin duda alguna. Porque este muchacho promete.