Miguel López-Cepero Gallardo, porteño de 78 años casado con Victoria Panadero, jerezana de 79 pero porteña, --cariñosamente presa en El Cepo del negocio familiar--, son los patriarcas de una familia hostelera de reconocida fama, buen trato y mejor atención gastronómica a sus clientes y amigos. Tres hijos y cuatro nietos son la descendencia familiar; del negocio de dar de comer, comen a su vez, además de los clientes, siete familias y los eventuales y extras de los fines de semana y temporada alta.
Quien iba a decir, hace cerca de 50 años, que la pequeña venta que Miguel López Cepero regentaba en la carretera de Jerez a Rota, en las inmediaciones de lo que hoy es el complejo presidiario mas grande de Europa, llegaría a alcanzar la merecida buena fama de la que goza en tantos ambientes de la Ciudad. Por entonces, cuadrillas de Arcos, Bornos y Villamartín venían a trabajar semanas completas a los campos de la zona. Allí estaba Miguel, quien lo mismo los avituallaba en la Venta desde un improvisado ultramarinos en el que también se econtraban repuestos de motos, y quien actuaba como barbero o ventero, vocación final de El Cepo. (Fotografía: La Venta El Cepo en sus comienzos. A la derecha Miguel López-Cepero con su hijo mayor).
También daba Miguel López-Cepero Gallardo pequeños portes con las mercancías de los campos cercanos, e incluso en una ocasión actuó como ambulancia ocasional ante un inminente parto que se adelantó a resultas de un seísmo. Frente a la analogía que muchos establecen sobre el nombre de la popular venta con los presidios próximos, hay que decir que mientras la cárcel solo lleva veintiséis años, El Cepo tiene casi cincuenta. “Ya caímos en el cepo”, era la frase que mas se oía en las cuadrillas del campo, al finalizar la jornada en el establecimiento de López-Cepero, y así ‘El Cepo’ se le quedó. (En la ilustración, cuadro del arqueño Montero realizado a finales de la década de 1960).
Dos meses antes de la vendimia, las mujeres de los integrantes de las cuadrillas venían por los cortijos de la zona buscando paja para preparar los colchones de sus hombres que luego cortarían la uva. Hogaño difícilmente se encuentran vendimiadores. Cuando se bebía vino, recuerdan en la Venta, todas las semanas se vendían 20 arrobas de 16 litros, y el consumo habitual, lejos de las cervezas y otros bebestibles, eran las medias botellas de vino, como medida para el trasiego en las reuniones de la parroquia. Aquella pequeña superficie comercial de hace 50 años, se resintió con la llegada del primer Simago a Jerez: ya las mujeres no se avituallaban tanto en la venta y por el contrario se las veía cargadas bajando desde la parada del autobús próximo, lo que hizo que el negocio se enfocara más a una casa de comidas y bar, que a almacén de conveniencia. (En la fotografía a color de la izquierda, arriba, Pedro y Pepe, de Arcos, Zapata el Pescadero y Rosillo, ya fallecido; abajo a la izquierda el guarda de la obra de Puerto I, ya fallecido y Miguel López-Cepero Gallardo).
Una reunión en los exteriores de la Venta. De izquierda a derecha: González Barba, Rafael Navas, director de Diario de Cádiz, Miguel López-Cepero Panadero, el diestro Diego Simón, el Bimbo (en breve con nótula propia en Gente del Puerto), Benito López-Cepero Panadero y Modesto Barragán, Director Territorial de Canal Sur en Cádiz.
En la fotografía, Miguel López-Cepero con sus hijos de pequeños: a la izquierda Miguel Angel, en el centro Antonio y a la derecha, Benito. ¿Estaría señalando para la bandera de España que pronto ondearía en el mástil de la Venta?
Hoy se puede ver en sus salones al torero Alejandro Morilla, a los integrantes de la Peña El Bimbo, o a policías nacionales y familiares de presos de ETA que vienen a un ‘vis a vis’. Si antes fue imprescindible la Venta El Cepo para los habitantes del Pago de La Arreijanal, hoy lo es mas en el panorama gastronómico con su comida casera, elocuentemente llevada por sus hijos, Miguel Ángel, Benito y Antonio López-Cepero Panadero, quienes diversificaron el negocio abriendo el Rincón Español, en la calle Misericordia (son propietarios del local tanto de ese bar como de La Trastienda de Concha) y regentan en la actualidad un Estanco en la calle Valdés.
Los actuales gestores de la venta, los hermanos López-Cepero Panadero: de izquierda a derecha: Antonio, Miguel Ángel y Benito, posando ante un suculento fondo de jamones y paletillas de la serranía de Huelva.
Conozco este sitio dese hace relativamente poco tiempo, y después de pasar infinidad de veces por la puerta porque tengo un pequeño apartamento en Rota, un día decidí parar. Me he hecho cliente habitual y casi cada vez que voy a Rota, intento algún día acercarme a comer o cenar. El trato del personal es fenomenal. D. Miguel es un cachondo y un fenómeno NACIONAL. La comida espectacular lo que se pida. Carnes, pescados, mariscos, guisos, frituras...... y los precios son mas que razonables. Para los que saben lo que están comiendo, hasta baratos.
Hace tiempo que no bicheaba por internet y me he encontrado con mis amigos de EL CEPO buena familia y amigos para toda la vida miguel padre y dña victoria un encanto los actuales sin comentarios Miguel, Beni y Antonio os deseo todo lo lo mejor en lo profesional como lo personal, espero poder pasar pronto por esa, mi casa y echar un rato con todos vds un abrazo. Saludo a vuestro primo fernando panadero que tiene mas huevos que ninguno, un abrazo Pp Calderon
buenas jentes donde las allas sobre todo el padre porque los niños que ya no son tan niños le quedan mucha calle para tener el arte del padre os quiero familia kiko porque asi os conocemos en el pago la arrejanal
Viva el Beni y la Peña Tendido 7
En la foto de la "reunión en los exteriores" con Rafael Navas, Modesto Barragán y El Bimbo, el primero de la izquierda es CURRO EL DE LA BLANQUITA. No digo que no tenga esos apellidos... pero hombre, sería como haber puesto Diego Simón Montes (aunque así se llama) sin añadir "el Bimbo" que es como es universalmente conocido. Pues lo mismo.
La Blanquita es una de las viñas que hay por aquellos predios y aportan la celestial medicina llamada "mosto de Balbaína", y que por la gracia de Dios y el trabajo de sus criaturas se transforma en FINO DE EL PUERTO.
Entrañable Curro. Cariñoso, afable, trabajador, hospitalario... y qué decir de mis hermanos en la Fe y en Helo-libo Beni, Miguel y Antonio. Viva la gente constante. CAFE!!
Hola , mi nombre es Ruben ROSILLO PANADERO gracias por su rapidez en la modificación, es un placer tener gente tan comprensiva trabajando aquí. Os felicito por vuestra página y vuestro trabajo
por favor podrian rectificar el apellido de ( ROSELLO ) por ROSILLO que asi es como se llama mi familiar en la fotografia que sale (Pedro y Pepe, de Arcos, Zapata el Pescadero y (ROSELLO), ya fallecido; abajo a la izquierda el guarda de la obra de Puerto I, ya fallecido y Miguel López-Cepero Gallardo).
MUCHAS GRACIAS
Desde aquí quiero agradecer a esta familia, tantos ratos agradables que nos han regalado, en el cepo somos muchos los que nos encontramos como en casa.
GRACIAS.
Y Recordar las mejores anchoas del cantábrico del mundo mundial y de los pueblos blancos encalaos de España.
Viva España, Viva el Beni. y sus San Jacobos con albondigas. Arriba siempre beni.