Por segundo año consecutivo las alumnas de las Hermanas Carmelitas, que salieron del centro el año 1976 (hace cuarenta años), se han reunido. En esta ocasión, en el restaurante El Arriate de nuestra ciudad, para pasar juntas unas horas de amistad y complicidad. Es verdad que en esta edición la asistencia ha sido menor que la registrada el año pasado, organizada en la Bodega de las Siete Esquinas, pero también es cierto que se han pasado unas horas entrañables, llenas de anécdotas y risas, y que como está el mundo hoy en día, se agradecen.
En la imagen superior, de izquierda a derecha, sentadas, María Montaner, Milagros Tejada, Laly Ojeda, María Grandes. De pie, Marisa Áspera, Pepi Crespo, Emilia Vázquez. María Luisa Arenas, Tere Morato, Sonia Hernández, Paqui Boronat, Pepa Rodríguez, Ana María de Serdio, Cristina Rodriguez, María José Gutiérrez, Cati Gil, Pipi Gago; Gloria Callealta; Loli Martínez, Tenti Roselló, Eva Ramírez y María Terry.
El nuevo encuentro ha servido para conmemorar los cuarenta años transcurridos desde que abandonamos las aulas hasta hoy. Años que transcurrieron en las aulas de la Casa Terry, con entrada por la calle Santo Domingo y, que finalizaron en las clases que rodeaban el patio de la Palmera. Allí con el libro de Can y Ben aprendimos a leer y escribir con la hermana Matilde, mientras que la hermana Rosario atendía la portería con la ayuda de nuestra querida Faly. No nos podemos olvidar de la hermana Enriqueta que nos preparó para la primera comunión, celebrada por la mayoría, el 15 de mayo de 1969, en la Iglesia Mayor Prioral, eso sí, después de haber pasado por la rápida confesión de Don José.
Fantásticas eran las clases de flauta impartidas por nuestra querida hermana Emilia y magistrales e intrépidas nuestras interpretaciones de cánticos religiosos como “Ven Señor no tardes”, “Tengo un gozo en el alma”, o “Hacia ti morada santa”. Si recordáis esto creo que tendréis claro que ninguna triunfara en algún grupo musical de éxito de la época, aunque, es verdad, que alguna sí hizo sus pinitos en las fiestas del colegio, donde se conmemoraba la festividad de la fundadora Joaquina de Vedruna. Por cierto, madre de numerosos hijos, viuda y monja. ¡¡¡Y sin conciliación familiar en la época!!!
En la mesa, de izquierda a derecha, Gloria Callealta, Eva Ramírez, Cristina Rodríguez, Aurora Camacho, Milagros Tejada, Emilia Vázquez, Tenti Roselló, Tere Morató, Cati Gil, María Luisa Arenas, María Montaner y Loli Martínez.
Me gustaría tener aquí un recuerdo para mi querida hermana Juana, a la que nunca se le olvidaba poner una sonrisa y es dulce por naturaleza y, a la hermana Emiliana, pequeña pero grande en todos los sentidos. Hace poco nos abandonaba la hermana María Antonia Palomino, que le tocó estar con nosotras en séptimo y octavo de EGB, con el pavo en todo su esplendor. ¡¡¡Eramos sus guagüitas!!!
Junto a todas ellas, estuvieron también las hermanas Elsa, Carmen, Josefa, Pilar y otras muchas de las que ahora no recuerdo de nombre pero a las que también tenemos presentes. Recordamos también con mucho cariño a Chati, que nos organizaba unas tablas musicales-gimnásticas que hoy en día serían la envidia de muchos centros. Ya que hablo de gimnasia no me puedo olvidar de dedicarle unas líneas a los puchos. Esos pantalones blancos con elásticos que impedían que dejáramos ver nuestras intimidades. ¡¡Más que un recuerdo esos puchos se merecen que le hagamos la ola!!
En la mesa, de izquierda a derecha, Ana María de Serdio, María José Gutiérrez, Pepa Rodríguez, Laly Ojeda, Pipi Gago, Marisa Áspera, Paqui Boronat, Sonia Hernández, y Milagros Bootello.
Vuelven ahora a mi memoria, mientras estoy escribiendo, algunas caras como la de María, la cocinera; de Don Gonzalo, el profe de dibujo, o de María Merello, que nos introdujo en la lengua inglesa.
Todos, de alguna manera con su saber hacer y paciencia participaron en nuestra educación, y les debemos mucho de lo que hemos llegado a ser. Después, una vez que tuvimos el Graduado Escolar en nuestras manos, cada una fue por donde la vida llamaba. Aunque todo sea mejorable, hay que quedarse con lo bueno. Por ello, queremos reunirnos para recordar una época que no volverá pero que nunca olvidaremos y que es parte importante de nuestras vidas.
La reunión del pasado año 2015, tomada en la capilla del Colegio.
Por último, y antes de un hasta pronto, decir que vivan las excursiones a Los Naveros y al Pinar de los Franceses de Las Rutas; las excursiones a la playa de la Puntilla y a la azotea del colegio; los ejercicios espirituales en el Camino Viejo de Rota; las actuaciones en Navidad con Amor en el desaparecido Teatro Principal; las películas de Marisol, Rocío Dúrcal y Pily y Mili, en el salón de actos; ¡¡y que vivan José Maria Amosa con su guitarra y Don Pepito con sus matemáticas!! Que más se puede pedir…
Hemos realizado el pacto de volver a repetir la celebración los años venideros. Incluso alguna que otra ha amenazado con organizar “el amigo invisible”. ¡Miedo me da¡ /Texto: Milagros Gago Fornells. Fotos: Teresa Ojeda Guerrero.
Gracias Pipi por el artículo y todos los recuerdos que traes a nuestra memoria. Pasamos un gran día. Lástima que el grupo ha sido más pequeño. También un recuerdo a las que han dejado de estar entre nosotras como Inma Grant.
Me lo pase genial. Parece que fue ayer y sin embargo han pasado muchos años aunque a nosotras no se nos noté!! Para mi una época de mi vida fantástica que disfrute rodeada de todos estas niñas!!! Nada lo he hecho desde el cariño
Enhorabuena por el artículo. Precioso.
Me parece precioso como ha quedado reflejado el encuentro para mi ha sido imposible estar este año pero para el año que viene espero estar!!!! Bsssss a todas
No se pueden describir mejor unos recuerdos tan entrañables , espero y deseo que podamos seguir reuniéndonos
Muchas gracias Pipi Gago