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1.314. FIESTA EN EL CORTIJO DE ‘LAS BEATILLAS’. Hace 100 años..

Se cumplen hoy 100 años de la celebración de una fiesta típica andaluza en el Cortijo de ‘Las Beatillas’, organizada por el alcalde de El Puerto, en homenaje al Gobernador Civil en el que fue hasta hace unas fechas, complejo hostelero “Hacienda las Beatillas” de la Sierra de San Cristóbal, próxima al casino “Bahía de Cádiz” y al parque acuático “Aquasherry Park” era el caserío de una extensa cortijada que se extendía a los pies de la elevación apuntada, en una la zona denominada “Bellavista” en las lindes de El Puerto con Jerez.

El Cortijo de Las Beatillas antes de su restauración.

Y su edificio principal, un alcázar rústico de severa portada y amplias instalaciones interiores, viviendas de los colonos, almacén para los aperos de labrar, cuadra, establos y granero, construido sobre una plataforma rocosa que se eleva apenas cien metros sobre el nivel del mar, a la izquierda de la actual carretera general IV, yendo en dirección Jerez, altura suficiente para contemplar desde allí el cáliz azul de la bahía, al sur, la serranía de Medina y los meandros del Guadalete al este y las esplendorosas puestas de sol otoñales, empapelado el cielo de nubes malvas, por el otro extremo, lugar elegido por el alcalde portuense Luis Portillo Pineda, dos meses después de su nombramiento para homenajear al gobernador civil de la provincia, Luis López García. Al acto, prácticamente una convención política, asistieron como invitados más de un centenar de personas de diversas siglas y nomenclaturas afines a los organizadores y, en cierto modo, pudo ser el germen de la coalición electoral conservadora que unos años mas tarde se presentarían a las elecciones municipales.

FIESTA VIP ANDALUZA.
Todo estaba perfectamente programado para agasajar a los asistentes, haciéndoles agradable y entretenida su estancia, que se prolongaría durante todo el día, el tiempo que durase la luz natural, estableciéndose un servicio de transporte con el que trasladar a los invitados que podrían degustar buen cante flamenco, presenciar lidia de vacas bravas y participar en una comida campestre de hermandad, algo realmente atrevido considerando las dificultades logísticas, el número de invitados y la falta de medios adecuados en el entorno rural en el que tendría lugar circunstancias que, por otra parte, suponía todo un atractivo añadido, según nos refieren los contemporáneos, al ser un enclave natural privilegiado, tal como hoy podemos comprobar visitando las que fueron instalaciones hosteleras antes mencionadas existentes en ese mismo lugar con la única diferencia en aquellos años de que el caserío estaba rodeado de vegetación: prietas chumberas, elegantes pitas y altas retamas.

HACE 100 AÑOS.
La fecha elegida para esta fiesta homenaje a la primera autoridad provincial fue la del 9 de Marzo de 1912, sábado, aunque inicialmente se barajó la posibilidad de hacerla el lunes 11, fecha en la que los hermanos Gallo, José y Rafael podían participar en la fiesta taurina, descartándose finalmente, debido a la imposibilidad de que asistieran muchos de los invitados. Con ello se perdió la oportunidad histórica de ver a tan afamados diestros en tan singular escenario, al estar comprometidos ambos de antemano para asistir el sábado a un herradero y tienta en la finca de los Sres. Moreno Santamaría. Aún surgió otro contratiempo que estuvo a punto de dar al traste con la gran fiesta programada por el alcalde Sr. Portillo. Unas fechas antes del evento se produjo la muerte de un amigo personal del gobernador, el teniente coronel Sr. Luque, hijo del titular de la carretera del ministerio de la guerra. Solicitó a los organizadores que se pospusiese el acto aunque, finalmente, a ruegos de sus amigos, acepto la invitación y la fecha acordada.

VARIOPINTOS PERSONAJES.
La estación de ferrocarril fue el punto de cita inicial para los numerosos invitados que esperaron la llegada del homenajeado, procedente de la capital. En el variopinto grupo de personajes locales, con afinidades políticas todos ellos, encontramos a Dionisio Pérez, diputado a Cortes, periodista y escritor, Manuel Ruiz Mateos, alcalde de Rota, acompañado de su hermano Ernesto, Francisco Dosal, diputado provincial, Luis Pérez, también diputado provincial, comerciantes y empresarios como Emilio Díaz Dosal, Manuel Tosar Zurustuza, Manuel Pico Lobo, Santiago Jiménez Dávila, y Juan García Rico. Ganaderos y bodegueros tales como Francisco González Monge, el “alma mater” de la organización de la fiesta, responsable de todos los detalles de la misma o los hermanos Fernando y Rafael Osborne y José María Heredia, propietario de la célebre ganadería de “Los Castillejos”. Funcionarios y profesionales como Félix Sancho, director de la estación agrícola “La Sericícola”, Gonzalo Cabe, José Aquino, profesor de veterinaria, Enrique Maíquez, médico, Antonio Sancho, abogado y Justino Castroverde, prestigioso fotógrafo, que perpetuó en varias placas diversos momentos del acto y sus asistentes. Otros personajes del mundillo político local estaban presentes en la coqueta estación portuense como eran Ernesto Piury, José Sanz, Ángel Alberti, Pedro y Nicolás Colón, el hermano del alcalde, Mariano Portillo, Fernando Puente, Juan Ávila, concejal de la mayoría y compañero de corporación de Portillo, así como Ramón Ameneiro, colaborador de la “Revista Portuense”.?? /En la imagen, Justino Castroverde.

DESDE LA ESTACIÓN DE FFCC
Con puntualidad llegó el tren de línea, el tren correo, primero de la mañana, en el que viajaba el gobernador acompañado de su secretario, Sr. González Junguitu, y de los señores Ramón Bocanegra, Joaquín Manjón – diputado pagador de hacienda- y el diputado provincial Sr. Ortega. Después de saludar al comité de recepción encabezado por el alcalde los invitados se trasladaron camino de la Sierra de Bellavista o San Cristóbal en una vistosa comitiva formada por una docena de coches que hicieron un alto en la hacienda “María Antonia”, finca propiedad de Emilio Lorite, situada al borde de la carretera general, a mitad de camino entre la estación de ferrocarril y el cortijo de “Las Beatillas”. Allí, acompañado de su hermano Luis, médico forense, y dirigente del partido Demócrata, agasajaron a los invitados al acto con café, leche, coñac y un licor aperitivo fabricado por Manolo Pico denominado “Canono”, que tuvo una gran aceptación entre los invitados que lo paladearon mientras escuchaban las historias, parodias y chascarrillos de un humorista de raza gitana llamado Antunez, contratado al efecto.

LLEGADA AL CORTIJO 
El día no prometía nada bueno en cuanto al tiempo, comenzando a descomponerse y amenazando con llover justo cuando la expedición llegaba a la hermosa portada de la finca, donde les esperaban Ramón y Francisco Vaca, labradores de dicho cortijo y los ganaderos José García y Fernando Gómez. Con un pequeño retraso sobre los demás invitados, procedentes de Jerez llegaron D. Joaquín María Rivero, Mayordomo de S.M., González y de Fernando Osborne, ocupantes todos ellos de un elegante carruaje “pitter” propiedad de este último, que había anunciado su llegada antes de superar la amplia curva de la cuesta con el alegre tintineo de las numerosas campanillas sujetas a los correajes y arreos de sus briosos caballos.??El blanco deslumbrante de las dependencias del cortijo, recién encaladas entonces [el color almagra actual no se corresponde con la edificación], hacían resaltar aún mas los vivos colores de las numerosas macetas distribuidas por los vestíbulos y galerías paralelas del patio, que se había dividido y acotado con unas vallas protectoras a modo de barreras para permitir ver el espectáculo taurino con cierta comodidad y sin ningún peligro. El amplio granero fue utilizado de comedor principal, con asientos para setenta comensales, adaptándose el vestíbulo de la casa para el mismo uso y hasta en una parte del patio, al aire libre, hubo que improvisar comedores para los demás asistentes, los artistas invitados y el personal de servicio y seguridad. /En la imagen, portada de 'Las Beatillas', antes de su restauración.

LA NIÑA DE LOS PEINES.
Aprovechando la estancia en Jerez, en cuyo teatro actuaba, de la genial Pastora Pavón, “ Niña de los Peines”, artista muy reconocida y prestigiada, se la invitó a la fiesta, viéndose asediada desde su llegada al cortijo por los admiradores de su arte, teniendo que cantar bajo techado al torcerse la mañana en agua. Sabemos por la crónica del acto, recogida en la “Revista Portuense” de aquella época que fue acompañada de su madre y de su “tocaor” habitual, de nombre artístico: “El Huelvano”, calificándose de apoteósica la actuación de la artista que “puso el alma en sus cantes”, premiando los oyentes con largas ovaciones todas sus intervenciones.?? /En la imagen, Pastora Pavón 'Niña de los Peines'.

CATERING ‘LA FUENTECILLA’
El Sr. Portillo Pineda debió multiplicarse, realizando un completo ejercicio de relaciones públicas, especialmente con los invitados procedentes de las ciudades vecinas. A la una y media de la tarde mandó servir el almuerzo, un autentico “catering” realizado por José Sánchez Gil, dueño del acreditado restaurante local de “La Fuentecilla”, estando compuesto el menú por entremeses variados tortilla a la española, paella ala valenciana, realizada en la finca y ternera fiambre. Los vinos fueron de la casa Osborne y el coñac de Domecq. También se tomó café, abreviándose la sobremesa a la vista de la mejoría del tiempo, para aprovechar las horas de luz y poder disfrutar de la lidia de varias vacas bravas de la ganadería de Muruve, vacada que pastaba cerca de allí, en la finca del Marqués del Castillo de San Felipe [alcalde de El Puerto en 1900].

LA LIDIA.
La primera vaquilla que salió al improvisado ruedo del patio de “Las Beatillas” sería lidiada por nuestro paisano Manuel Díaz Domínguez, pasándola de capa los restantes aficionados invitados. Tras colocarle tres pares de banderillas, Domínguez brindó al anfitrión Sr. López García y después de una corta faena acabó con la res, escuchando palmas, la segunda le correspondió matarla a uno de los colonos, Curro Vaca, que lo hizo de media estocada y una entera, demostrando condiciones para el toreo por lo que fue aplaudido. El aficionado sevillano Carlos Vázquez se encargó de la tercera, demostrando mucho oficio al enjaretar una completa faena, llena de maestría y enjundia. Mató de una estocada hasta el puño, recibiendo “ovación delirante, oreja y música”. La cuarta y última vaca fue despachada por otro aficionado sevillano: Dionisio Fernández. Después de una lucida faena acabó con media estocada en su sitio, reicibiendo muchas palmas. Minutos antes de iniciarse la lidia de las vaquillas llegó a la hacienda, procedente de Cádiz, en automóvil de su propiedad, el diputado a Cortes Sr. Conde de los Andes.?? /En la imagen, Manuel Díaz Domínguez.

Finalizado el espectáculo taurino, de vuelta a la casa, volvió la “Niña de los Peines” a deleitar a la concurrencia que premió con una salva de aplausos el nuevo trabajo de la joven artista, dándose por concluida la reunión a las seis de la tarde, hora en que fueron desfilando los diversos grupos de invitados dejando constancia de su agradecimiento y satisfacción a los organizadores. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

3 comentarios en “1.314. FIESTA EN EL CORTIJO DE ‘LAS BEATILLAS’. Hace 100 años..

  1. ana

    Antonio, como siempre has bordado el artículo, y a mí en especial me ha gustado, porque mi padre siempre recordaba los juegos de pequeño en la casa de Emilio Lorite, hijo por edad supongo de ése al que nombras.
    Y QUE NOS SIGAS DELEITANDO CON TUS HISTORIAS, SIEMPRE BIEN ESCRITAS Y DOCUMENTADAS

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