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¡Mi plata aquí en el sur, en este sur,
conciencia en plata lucidera, palpitando
en la mañana limpia,
cuando la primavera saca flor a mis entrañas !

Mi plata, aquí, respuesta de la plata
que soñaba esta plata en la mañana limpia
de mi Moguer de plata,
de mi Puerto de plata,
de mi Cádiz de plata,
mi Sevilla de plata,
niño yo triste soñeando siempre
el ultramar, con la ultratierra, el ultracielo.

Y el ultracielo estaba aquí
con esta tierra, la ultratierra,
este ultramar, con este mar;
y aquí, en este ultramar, mi hombre encontró,
norte y sur, su conciencia plenitente,
porque ésta le faltaba.

Y estoy alegre de alegría llena,
con mi mitad allí, mi allí, complementándome,
pues ya tengo mi totalidad,
la plata mía aquí en el sur, en este sur.
___________________________________
Juan Ramón Jiménez, "Con mi mitad allí", Animal de fondo (1949), Obra poética I.


1. Juan Ramón Jiménez; 2. Pedro Muñoz Seca; 3. Fernando Villalón; 4. Dionisio Pérez.  Al lado de Villalón, a la derecha de la Virgen,  Francisco Ciria y Vergara de la Concha. En la fila de abajo, segundo por la derecha,  Juan Ávila González. (Foto Colección LSA).

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Pocos, muy pocos, conocen la magnífica obra poética del gaditano José Luis Tejada (1927-1988), para mi entender una de las voces más imprescindibles de la lírica española del último medio siglo , poco pródigo en valores genuinos, salvo contadas excepciones que trascienden la mercadotecnia y la alharaca.

Su muerte hizo el ‘milagro’ de que su nombre apareciera en la prensa nacional. Por ello, para abreviar pero también para situarlo, reproduzco la nota necrológica publicada en El País , el día 13 de mayo de 1988: "El poeta José Luis Tejada Peluffo falleció repentinamente el pasado miércoles en El Puerto de Santa María (Cádiz). Tejada, que tenía 61 años, era amigo personal de su paisano y también poeta Rafael Alberti, sobre cuya obra versó su tesis doctoral y del que fue padrino cuando Alberti fue nombrado doctor  honoris causa  de la universidad de Cádiz, en la que Tejada ejercía como profesor de Literatura. El fallecido obtuvo numerosos e importantes premios literarios, entre ellos el Alcaraván. En su obra figuran libros como  La razón de ser,  finalista del Premio Leopoldo Panero,  Hoy por hoy y  otros trabajos poéticos y de ensayo. También consiguió el Premio de Poesía Rafael Alberti, de la Caja de Ahorros de Cádiz. Miembro del grupo, en los últimos cuarenta y primeros cincuenta, de la revista gaditana  Plater o, donde colaboró buena parte de los autores españoles en el exilio, Tejada desempeñó el lectorado de español en la universidad francesa de Nantes. El propio Alberti manifestó ayer su sorpresa por la noticia de la muerte de su amigo Tejada, "del que no tenía noticias de que estuviera enfermo", y desde Madrid ha enviado un telegrama de pésame a la familia”. (Texto: Alfredo Pérez Alencart).

PUEBLO FUTURO.
Tú, pueblo mío, seguirás creciendo
sobre mi tumba, hasta rascar los cielos,
encaramándote en mis huesos.

Entre tus lindes seguirán naciendo
niñas con alas. Seguirá latiendo,
tremendo, el turbio amor. Seguirán yéndo-
se agotando y muriendo,
añadiendo sus muertes a la mía,
los hijos de mis hijos. Hijos tuyos
darán quizás también sus cuerpos
para tu elástico esqueleto
y el roce de sus pies te habrá ido haciendo
?y su peso pequeño?
cada vez más y más humano, pueblo.

Crisol, al sol, de almas
de muertos vivos y de muertos muertos
que te alimentas de miradas, de palabras
y de sombras sagradas y sangradas. Misterio
voraz, que nutres tu no ser apenas
con tantos seres verdaderos.

__________________________________
José Luis Tejada (1927-1988), “Pueblo futuro”, Del río de mi olvido (Primeros versos gaditanos) (1978)

1.562.

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Verano de 1973, mis padres deciden que irnos a vivir a España es lo que más desean. Así que se organiza el viaje y emprendemos destino a El Puerto de Santa María desde Oberhausen (Alemania), una gran ciudad de la cuenca minera del Ruhr en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia.

Mi padre era oriundo de El Puerto. Nos acababan de escolarizar a mi hermano y a mi en Alemania. Allí las clases empezaban unas semanas antes que aquí. Pero fue por poco tiempo. Cuando llegamos a El Puerto, la intención de mi padre era que mi hermano Dirk fuera al colegio de los Jesuitas y yo al de las monjas de la Calle Cielo. Pero afortunadamente no había plazas. Y digo afortunadamente porque eso supuso aterrizar en el Colegio Nuestra Sra. de la Merced. Sin hablar castellano y comparando mi colegio de Alemania con el de aquí, tengo que decir que me quedé impresionada. Literalmente mi alma se cayó a los pies.

Lo primero que ves del colegio es el portón de entrada que impresionaba. Cuando se abría se veía el gran patio y al fondo unas escaleras que subían a las clases de arriba. En el patio se impartían las clases de párvulos. A la clase se llegaba cruzando la azotea. Las paredes de la clase eran de grandes piedras tipo adoquín, con rendijas entre ellas, donde alguna vez podías encontrar trocitos de gomas de borrar o pequeños lápices. Una pizarra cubría la pared. Una tarima de madera sobre la que se situaba la mesa y la silla de la Srta. Nena, con su baby impecable, sus mejillas sonrojadas y su fuerte caracter.

A mi hermano y a mi nos sentaron lo más alejados posibles para impedir cualquier comunicación. Supongo que la idea era que aprendiéramos español lo antes posible. Había tres filas de bancos-mesa de color rojo. En cada banco-mesa se acomodaban dos alumnos. A mí me tocó sentarme en la primera fila en la punta de delante, justo frente a la Srta. Nena y como compañera tuve a una chica, que creo recordar que se llamaba Paqui. A mi hermano lo ubicaron en la tercera fila y al fondo, o sea, en la otra punta de la clase. /Susana y Dirk Villarreal Wittich

Pese a estos principios aparentemente desoladores, tengo que decir que poco a poco me fui adaptando. Aprendí el idioma, empecé a relacionarme con mis compañeros y a sentirme orgullosa de poder pertenecer a un colegio mixto, cuando la mayoría de niños y niñas que vivían en mi barrio, asistían a colegios segregados. Si no recuerdo mal, en segundo curso se realizaron las reformas en el colegio, adquiriendo las aulas un aspecto moderno más parecido a lo que había visto en Alemania. Las mesas y sillas pasaron a ser individuales. Había grandes ventanas en las clases que le daban mucha claridad, así como las paredes pintadas de blanco y lisas. Fue una mejora espectacular.

Pero también hubo un cambio en la plantilla brutal al poco tiempo. Ya no estaban la Srta. Nena ni la Srta. Rafaela, la que nos vendían golosinas a la hora del recreo así como lápices, gomas de borrar o sacapuntas y cuadernos para "emergencias". Una mañana de 1975 nos encontramos las puertas del colegio cerradas. Una profesora informaba a los padres que Franco había muerto y que el colegio no abriría sus puertas ese día.

Colegio La Merced. Promoción 1992/99.

Estábamos en tercero y nuestro profesor era Don Manuel. Lo recordaré siempre por el profesor que dividió la clase entre voces blancas y voces negras. Yo pertenecí prácticamente todo el curso a las voces negras, el canto nunca fue lo mío. Una vez conseguí pertenecer al coro de las voces blancas y ahí comprendí el fundamento del playback. Hacía como que cantaba en la mayoría de las ocasiones, no quería perder mi nuevo estatus que tanto me había costado conseguir. Pero no me duró mucho. Acabé volviendo al grupo de voces negras. Ja. Pero ahora lo recuerdo con cariño. En 4º de E.G.B. le tocó al profesor Paco Jaén darnos clase, al que todos llamábamos con mucho respeto Don Francisco. Era un profesor grande y con barba y la verdad es que impresionaba mucho. Pero a medida que iba dando clases me percaté de que en el fondo era un buenazo. Me permitió en una ocasión dar clases de alemán a mis compañeros en clase. Pero me temo que no conseguí retransmitir muchos conocimientos. Al final de curso y por razones laborables de mi padre, dejamos el colegio y la ciudad que nos había acogido para marcharnos a Barcelona.

A principios de 1980 regresamos a El Puerto y mis padres nos volvieron a matricular en el mismo colegio. Era mediado del curso de 7º de EGB. Ahora las asignaturas estaban diversificadas de forma que ya no era un mismo profesor quien impartía todas las clases. Teníamos a la Srta. María que nos impartía Ciencias Naturales y Matemáticas, la Srta. Milagros que nos impartía Inglés y Lengua y Don Antonio que nos daba Religión. Ciencias Sociales y Dibujo. Si hubo clases de gimnasia, ya ni lo recuerdo, alguna que otra vez subimos a la azotea para hacer una tablas de ejercicios, pero no recuerdo que fuera con asiduidad. Y quizás esté equivocada, pero puede que dejaran poca huella en mí.

En 8º realizamos actividades y ventas de boletos para poder recaudar dinero con el fin de organizar un viaje fin de curso. Se ve que debimos ser malísimos organizándolo, porque el viaje consistió en una excursión en autocar hasta Algeciras, tomar el ferry en dirección a Ceuta, pasar el día allí, volver al ferry y de vuelta en autocar hasta El Puerto. Como anécdota, comentar que en una parada de Algeciras a El Puerto, en una gasolinera para estirar las piernas, comprar alguna golosina e ir al baño, nos dejaron a mi amiga Manoli y a mí atrás. Vimos con estupor cómo el autocar se alejaba sin nosotras. Menos mal que a alguien le dió por hacer el recuento de alumnos y se percataron de que faltábamos las dos. Así que fuimos recogidas y aquello se convirtió en una anécdota divertida.

Conservo muy buenos recuerdos de aquellos años. Seguro que hubo momentos malos, tristes, incómodos. Pero me quedo con los buenos recuerdos que son los que inclinan la balanza de mis percepciones. (Texto: Susana Villarreal Wittich)

Más información del Colegio de la Merced en GdP

Oscar Franco Bermúdez nació circunstancialmente en Jerez de la Frontera el 27 de mayo de 1984, hijo de padres portuenses, Antonio Franco Núñez y Silvia Bermúdez: en aquel entonces El Puerto no tenía clínica. Desde los 4 años hasta 1º de ESO estudió en el colegio de Las Carmelitas (ver nótula núm. 917 en GdP) estudiando posteriormente desde en el Colegio Guadalete.

Como tantos otros portuenses estudió fuera de la provincia: Derecho y un Título Propio en Marketing en el Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.  Durante aquellos veranos realizó  prácticas en la notaría de El Puerto de Santa María de Antonio Torres y José Ramón Salamero (ver nótula núm. 1.204 en GdP), en la Inmobiliaria de su padre (Inmobiliaria Antonio Franco), en una Inmobiliaria en Madrid (Grupo Inmobiliario Singer), y en sendos despachos de abogados de Madrid (Dutilh Abogados)  y Díez & Romeo Abogados).

Con la familia, en la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino.

TRABAJOS EN MADRID.
Al acabar su formación académica comienza a trabajar en el Grupo Leche Pascual en el Departamento de Relaciones Institucionales, trabajando codo a codo con el Director de Relaciones Institucionales, el Director de Relaciones Externas y el Jefe de Gabinete de la Presidencia.  Pero rápidamente se dio cuenta Oscar que aquello no era lo suyo.  Y a los 6 meses regresó al despacho de Díez & Romeo Abogados, donde anteriormente había realizado prácticas; luego vendría el despacho de Gómez de Arriba Abogados donde asistirá a su primer juicio como Letrado el 16 de julio de 2009, Nunca olvidará las palabras de su jefe, Daniel: «·--Óscar, tengo dis noticias para ti, una buena y una mala.  La buena es que vas a asistir a tu primer juicio, la mala es que es mañana.  Aquí tienes la documentación».  Nuevo despacho y nueva experiencia también en Madrid, durante dos años: Espejo y Andrino Abogados, siendo el Responsable Judicial de la cuenta del BBVA.

En su despacho en El Puerto, en la Avda. del Descubrimiento.

DESPACHO PROPIO.
Tras esos más de tres años de ejercicio como Letrado colegiado, habiendo asistido a juicios por toda España: Madrid, Barcelona, Cádiz, Sevilla, Córdoba… y a su vez habiendo asistido a reuniones por tema de trabajo a Burgos, Santander, Mérida, Granada… y habiéndose preparado en todas las áreas del derecho, desde la rama civil, a la penal, administrativa, laboral y mercantil, debido a las diferentes áreas que tuvo que abarcar por sus diferentes tareas, decide abrir su propio despacho.  «--Pero mi idea era la de no seguir viviendo a 650 km de mi tierra.  Y es por eso por lo que decidí volver a El Puerto y hacer lo que siempre había sido mi sueño, montar mi propio despacho de abogados en mi Ciudad.  Convertirme en un joven emprendedor e intentar abrirme camino por mi cuenta y riesgo».

En Limerick (Irlanda) donde perfeccionó el inglés.

INGLÉS EN IRLANDA.
En abril de este año se fue a Limerick (Irlanda), para hacer frente a su última tarea pendiente, el perfeccionamiento del inglés, y diezmando prácticamente la totalidad de sus ahorros, estuvo casi seis meses viviendo en Irlanda haciendo un curso de inglés con profesionales de todo el mundo: japoneses, chinos, árabes, rusos, alemanes...

Regresa a El Puerto en agosto de este año comenzando los trámites para montar su despacho, Franco Bermúdez Abogados con asesoría jurídica, fiscal y laboral  en la Avenida del Descubrimiento. Actualmente está realizando el Curso de la Escuela de Práctica Jurídica y Forense del Colegio de Abogados de Cádiz

Entre sus aficiones destaca el fútbol, (es seguidor del Cádiz CF y del Real Madrid, habiendo asistido en numerosas ocasiones tanto al estadio Ramón de Carranza como al Santiago Bernabéu, jugando durante toda la carrera en el equipo de de fútbol 7 de la Universidad), el cine, la historia, los coches, viajar y la lectura.

En el campo de concentración de Auschwitz

Viajero empedernido, ha estado en Estados Unidos en New York, Philadelphia, Washington, Las Vegas, San Diego, Los Ángeles, San Francisco, el Cañón del Colorado. Conoce, a su vez, gran parte de Europa: Dublín, Belfast, Londres, Praga, París, Roma, Lisboa, Berlín, Amsterdam, Bruselas, Varsovia, Cracovia, Rotterdam…  Además de conocer Tánger… y La Habana en Cuba. Le encanta el concurso del Teatro Falla, las comparsas y chirigotas.

Emilio José Rodríguez Posada es Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas, siendo becario en la ‘Oficina de Software Libre y Conocimiento Abierto’ de la UCA (Universidad de Cádiz). Sus cursos de doctorado los realiza en la Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz. A pesar de su juventud,  aglutina una considerable  selección de méritos que lo hacen imprescindible en estas páginas de Gente del Puerto. Con seguridad volverá a aparecer de nuevo, con otras novedades y noticias, dada su febril actividad y su capacidad de trabajo.

Es colaborador habitual de Wikipedia (Emijrp es su seudónimo desde abril del año 2005) tanto en español como en inglés, donde ha realizado artículos sobre El Puerto de Santa María e, igualmente, miembro fundador del Capítulo Español de WikiMedia. Acumula mas de 50.000 contribuciones en Wikipedia en español y más de 5.000.000  entre todas las cuentas que maneja (Emijrpbot es la cuenta de usuario con más ediciones de todos los proyectos Wikimedia). Ha ofrecido diversas charlas y talleres para difundir Wikipedia en su entorno mas inmediato.

Emilio es desarrollador de diverso software libre: AVBOT: un robot que automáticamente corrige la Wikipedia en español. StatMediaWiki: un software para analizar el trabajo en grupo de alumnos (software usado en el proyecto primer premio de la  III. Edición de los Premios a la Innovación Docente 2011 UCA). Lidera el proyecto Wiki Team para preservación de wikis libre.


De izquierda a derecha: Joaquín Ayuso de Paúl (fundador de Tuenti.com); Mariano Ventosa Rodríguez (Director de la Escuela de Ingeniería ICAI-Comillas); Emilio José Rodriguez Posada (ganador de la V Edición del Premio Novática); Rafael Fernández Calvo (Presidente del Consejo Editorial de Novática); Llorenç Pagés Casas (Director de Novática). El miércoles 26 de octubre de 2011 recogió en Madrid en el Aula Magna de la Universidad Pontificia Comillas el Premio al mejor artículo publicado en 2010 en la revista Novática por su artículo «AVBOT: Detección y corrección de vandalismos en Wikipedia».

Está en posesión del Premio al mejor estudiante universitario de El Puerto, así como del Premio ‘José Enrique Díaz Arozamena’ al mejor Proyecto Fin de Carrera de la Universidad de Cádiz y del Premio al "Mejor proyecto Comunitario en el III Concurso Universitario de Software Libre". Ha sido ganador de la V Edición del Premio Novática, destinado al mejor artículo publicado en 2010 la revista Novática. Hacemos hincapié en  su importancia, pues en la revista se publican trabajos de tesis y experiencias empresariales, entre otros.

PUBLICACIONES.
Ha sido autor y coautor en congresos y revistas nacionales e internacionales, con los resultados de algunas de sus investigaciones.

...continúa leyendo "1.534. EMILIO JOSÉ RODRÍGUEZ POSADA. Wikipedista. Ingeniero Técnico en Informática."

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Antonio García Flores, director durante muchos años del Colegio La Merced, entre dos alumnas.

Tras el fallecimiento de nuestra querida Directora --Doña Francisca González Sosa-- el Colegio La Divina Pastora, cerró  definitivamente sus puertas. Para las alumnas la noticia fue más que tremenda, pues en este centro, habíamos  aprendido, desde nuestras primeras letras, hasta las más  provechosas normas de urbanidad, amén del compañerismo  y las amistades sinceras. Nuestros padres, de repente, se vieron inmersos en la tarea de buscarnos realojo en otros colegios. Buscaban, a poder ser, cerca de nuestras  viviendas. Nada  fácil por cierto. El primer escollo, fue  como lograr que admitieran a todos los hermanos en el mismo centro. En nuestro caso no iba a ser una excepción así que, por la amistad de mi familia con doña María Jesús, directora del Colegio San Agustín, mis  dos hermanas mayores pasaron a dicho colegio, mientras que yo  pase a La Merced, en la calle Ganado.

MI PRIMER DÍA.
El primer  día, a pesar de la compañía  y los ánimos de mi Tato --Milagros Gálvez--,  era más que notable que temblab como una hoja. Lo primero que me impactó, fue su escalera,  pues era amplia y preciosa. Lo segundo, que era un colegio mixto, y por tanto eso haría que me sintiera insegura, dada mi timidez. Desde el primer día, mi profesor Don Fernando Vela Morillo --nada que ver con mi familia-- con su cordialidad, hizo  que me sintiera cada vez más cómoda. La mayoría de los alumnos,   me acogieron con agrado y pronto  dejé de ser ‘la nueva’, para pasar a ser una más de ellos.

Fachada del colegio en la calle Ganado.

Que no fue fácil, ya se los digo yo que no, acostumbrada como estaba a los hábitos de mi   anterior Colegio y a la reconfortante  compañía de mis amigas,  con las que desgraciadamente, no coincidí en esta nueva andadura. Creí  que no llegaría a adaptarme pero, ciertamente, lo hice, especialmente por una compañera: María. María era una niña dulce y cariñosa  a la par que  responsable que sin apenas elevar la voz, todo cuánto decía, y hacía era coherente y lleno de sensatez. Desde primera hora, nos caímos bien, entre nosotras no había celos ni malos entendidos, si no todo lo contrario.

DON FERNANDO.
El curso fue muy animado, Don Fernando  era un magnifico maestro, estricto cuándo tenia que serlo, pero a la vez, desparramaba alegría, optimismo y simpatía a raudales. En este centro, todo era diferente, empezando por ese gran patio, que albergaba, a la derecha la clase  de los párvulos, a cargo de la señorita Milagros Leveque. Una mujer encantadora, con la que solía hablar a menudo, y a la que recurrí en algún momento en busca de alguna chuchería, pues aunque poca cosa, algo vendía, al igual que su hermana Rafaela. Esta última, junto con Nena  se ocupaban del resto de los menores. Estas clases estaban en la azotea. Me cuentan que, al tener el reloj del Ayuntamiento tan cerca, los alumnos aprendían a descifrarlo asomándose a mirarlo. Nena, ha sido con la que más trato he tenido durante todos estos años. Era pequeñita de  tamaño, pero muy grande, en  simpatía, y calidez.

La autora de esta nótula, María Jesús Vela, en una imagen de su paso por el colegio La Merces.

También en el patio, estaban los servicios, pero lo que realmente me encantaba como ya he dicho, era esa impresionante escalera, acostumbrada a la alta y empinada de la Divina Pastora, esta me parecía muy señorial.

Tras traspasar el umbral de la puerta, a la derecha del recibidor, estaba un pasillo  que  nos llevaba directos a la cocina, y las habitaciones privadas de la familia de nuestro director, Antonio García Flores. Desgraciadamente no tuve el placer de conocer a su  primera esposa, pues había fallecido, pero no sé si mucho o poco tiempo antes de mi ingreso en el centro. Quién sí estaba era María, hermana de Don Antonio, ella era la encargada, de  la cocina y de paliar en lo que podía  las necesidades derivadas de esta como algún pequeño accidente  casero sin importancia que requiriera  de  una  simple tirita, o un  sorbo de agua. María era muy agradable, pero sabía ponerse en su sitio, para que no nos desmandáramos en sus dominios.

A la izquierda del recibidor, el despacho de nuestro director, al que rara vez entrábamos. No así a una habitación continua,  que si mi memoria no me falla, daba al pasillo de acceso a las clases. Para entrar a éstas, pasábamos por una amplia galería, a la que años posteriores,  convirtieron en clase. En esta zona, recuerdo especialmente a un  chiquillo muy guapo --hijo de unos conocidos comerciantes  n el arte de freír  como nadie,  el pescado--  frente a lo más castizo de nuestro Puerto ¡El Vaporcito! Debía ser un poco trasto, pues  a menudo estaba castigado. Lo malo era que su hermano pequeño, aguantaba estoicamente, la más que aburrida espera. Las primeras veces que le vi, le pregunte: «--¿Otra vez estas aquí. Criatura que has hecho ahora?  Se bueno hombre por Dios! Hazlo por tu hermano, pobre».

El director del colegio y algunos profesores: Antonio García Flores, María Pulido Vega y Milagros Barba Lloret. Curso 1987/88.

Tras la galería, la clase de Don Fernando, y a continuación la del director. Frente a ésta había una habitación, que más tarde seria la clase de doña Lola Castilla. Lola  era una mujer muy  alegre,  y de colorida sonrisa. Dotada con un buen torrente de voz, parecía que pudiera amedrentar, pero ¡que va! No era el león tan fiero, apenas un gruñido.

GIMNASIA.
Volviendo a mi primera aula, una novedad fue  la noticia de que debíamos hacer gimnasia --yo no la había hecho hasta entonces--. Para ello,  frente al colegio estaba Denia, un establecimiento de ropas,  en el que creo recordar compramos unos puchos azules --pantalón corto bombachos-- con los que estábamos como un “cuadro surrealista”. Muy feas, ¡la verdad sea dicha! O cuánto menos poco agraciadas. Nuestra profesora fue Fina Rosso, Sánchez,  una mujer simpática y dicharachera, con la que nos lo pasábamos genial, tanto que a veces charlábamos más que hacíamos ejercicio. No quiere decir que fuera descuidada, ¡eso no! Solo que la camelábamos, para que nos contara historias y no fuera muy dura.

...continúa leyendo "1.530. COLEGIO NTRA. SEÑORA DE LA MERCED. (I)."

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Sor María Aguilar nació en 1925 en Alborada (Valencia), descubriendo su vocación reliiosa en Madrid, trabajando en una oficina, ocupación de abandonó para tomar los hábitos en la comunidad religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, también conocida como Hermanas de la Caridad o vicencianas.  /En la ilustración, cartel de la convocatoria del I Certamen Escolar de Relatos Cortos 'Memorial Sor María Aguilar' que ya ha alcanzado su décima edición.

Sor Aguilar llegó a El Puerto de Santa María el 15 de julio de 1949 (cuando aún no hacía un año de la profesión de sus votos), queda incorporada de forma activa y plena a la Casa de Huérfanas que las Hijas de la Caridad poseían en esta Ciudad en la calle Cielos esquina con Cervantes y Diego Niño, haciéndose cargo, junto con otras dos hermanas, de 35 niñas huérfanas de padre, madre o ambos, niñas que recibían asistencia, alimentación, educación y todo cuanto precisaban. Fue una discípula aventajada de Sor Bonifacia García.

PROTECCIÓN DE MENORES.
En plena postguerra, y con el progresivo incremento del número de niños acogidos en la Casa, fue necesario firmar un Acuerdo con Protección de Menores, del que fue principal impulsora Sor Aguilar, que señalaba un precio acordado por cada niño acogido. No obstante, dicha asignación resultaba insuficiente para cubrir sus necesidades, por lo que Sor Aguilar tuvo que salir a casas e industrias portuenses, tales como Osborne, Caballero, Terry, 501, Destilerías Rives, etc, quienes, junto al Ayuntamiento, aportaban los recursos materiales y dinerarios requeridos por la Institución de Acogida.

Los Reyes Magos en el colegio de las Hijas de la Caridad, en 1952.

LA SIERRA DE CÁDIZ.
A pesar de todos los esfuerzos desplegados, continuaban siendo crecientes las necesidades asistenciales, por lo que Sor Aguilar extendió su labor a Arcos de la Frontera, en donde, junto con las hermanas de la Casa Hospital de allí, recorrían los cortijos pidiendo grano, el cual repartían luego entre las dos casas; de igual modo, en Jerez y Cádiz obtenían frutas, verduras y hortalizas, teniendo que articular un complicado sistema de transporte, que pasaba, desde el motocarro del Hospital Psiquiátrico de Cádiz, siguiendo por el Vapor del Puerto, hasta otro vehículo desde el muelle de El Puerto para el traslado a la Casa de Acogida, servicios éstos que Sor Aguilar consiguió que se prestaran  de forma desinteresada.

Otra actuación destacada en este ámbito fue la consecución de la ayuda procedente de los EE.UU., con métodos artesanales e ingeniosos para una rápida transformación de leche en polvo a líquida (haciendo uso del centrifugado de una lavadora de ropa, ya que había que preparar grandes cantidades), teniéndola dispuesta para la hora en que presentaban las personas necesitadas, a las que dispensaba la leche, así como quesos y harina igualmente obtenidos en la cuestación.

Sor Bonifacia, superiora de las Hijas de la Caridad, durante la celebración de las Bodas de Oro de permanencia en el Asilo de San José de Niñás Huérfanas de Rosario Estévez, aparecen de izquierda a derecha, Antonia Lerma Meseguer, Sor Bonifacia, Rosario Estévez y Manuel Girón, quien junto a su esposa apadrinaron a Rosarito. 15 de octubre de 1968.

COMEDOR SOCIAL.
En el comedor de la Parroquia, Sor Aguilar, junto con otras dos hermanas, daba de comer a muchas personas necesitadas, al tiempo que se desplazaba a hacer repartos de comida en casas particulares, como a obreros en tiempo de necesidad, cuando realizaban trabajos en las inmediaciones de la Casa de Acogida. Sor Aguilar se prestaba solícita a mediar para conseguir empleos a otras personas, así como a prestar asistencia médica o a realizar las gestiones más variadas en beneficio de quien requería su intervención.

EDUCACIÓN.
En el terreno educativo, Sor Aguilar ha contribuido a la educación de miles de niños portuenses. Primero, en las clases de Párvulos que la Orden tenía en las Calles Cielo y Diego Niño de la Ciudad. Posteriormente, viendo la necesidad de trasladar las instalaciones --entonces Colegio y Orfanato-- a otra zona de El Puerto, promovió la construcción, trabajando de forma activa, central y plena en la construcción y traslado del nuevo centro docente Luisa de Marillac, interviniendo decisivamente en la obtención del suelo necesario y de los recursos financieros indispensables para acometer tan ingente obra. Allí se crearon dos instituciones: el colegio que educaba a los niños de la localidad y la escuela  hogar, que atendía a más de cien niñas de la sierra de Cádiz y de familias desfavorecidas de la ciudad. La obra fue completada en 1997 años con la adaptación del Centro a la LOGSE como Centro de Secundaria.


En la imagen, la iglesia y la casa de la calle Cielos del Asilo de Huérfnas.

TODOTERRENO.
Otras múltiples actividades jalonan la incansable vida de más de 50 años de servicio a los demás, tales como actividades culturales, catequesis, retiros espirituales, integración en instituciones sociales, dando testimonio de su religiosidad, así como su participación directa en tareas manuales: en el arreglo de averías eléctricas, construcción, o fontanería, actividades íntimamente ligadas a las necesidades que se iban presentando en su incesante labor. O transportando niños, enseres, viandas o lo que fuera necesario en su sempiterna furgoneta DKW, cuando la Superiora de la comunidad le decía «--Sor Aguilar, despacio».

...continúa leyendo "1.520. SOR MARÍA AGUILAR AGUILAR. Hija Adoptiva de El Puerto."

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El Convento de Santo Domingo fue destinado a Instituto Laboral, habiendo recibido con posterioridad diferentes denominaciones. (Ver nótula núm. 56 en GdP). Reproducimos aquí sendas imágenes de la bendición del edificio como tal Instituto Laboral, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Fotos: Colección Vicente González Lechuga.

En la imagen vemos al niños Antonio Ortega Rojas hablando con el ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Jiménez Cortés, y los niños Alejandro Muñiz, José Crespo LLorca, Francisco Ferrer Palacios, Manuel Moreno Romero; el Marqués del Arco Hermoso Alejandro Romero Osborne; a la izquierda de la imagen aparece el Conde de Osborne y a la derecha,  Luis Caballero Noguera y el que fuera director del centro, Manuel Martínez Alfonso.

En la imagen, el arcipreste de la Ciudad, Antonio Cía Moreno bendiciendo las instalaciones del Instituto ante el ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Jiménez, en presencia del presidente de la Diputación, Juan Luis Martínez del Cerro y el Gobernador Civil, José María Rodríguez de Valcárcel.

El historiador, profesor y político Jesús Pabón Suárez de Urbina (Sevilla, 1902-Madrid, 1976) nació en un hogar tradicionalista (mitad integrista, mitad carlista), siendo el séptimo de diez hermanos. Cuando Pabón inicia en septiembre de 1911 su primer año de bachillerato en el colegio de los jesuitas de El Puerto de Santa María, ya le habían precedido los otros tres varones: José Manuel -futuro catedrático de Griego- y Benito -luego, abogado y diputado anarquista- salen del internado en 1908 y 1910, respectivamente, mientras que con Antonio -que será también abogado- coincide tres cursos, hasta que este termina sus estudios en 1914. /En la imagen Jesús Pabón Suárez de Urbina , en 1968.

El colegio de San Luis Gonzaga al que se incorpora Jesús Pabón en 1911 está próximo a cumplir su medio siglo de historia, que arranca en 1864. De 1909 a 1915 es rector el padre Rodolfo Velasco. Le suceden Raimundo Zamarripa -que desempeña el cargo solo un año- y Martín Mendoza, cuyo mandato concluye en 1920. En el prólogo al libro de Diego Sevilla Canalejas (1956), Pabón evoca con afecto al asturiano P. Velasco, "cuyo rostro ascético (…) nos inspiraba el respeto de una auténtica santidad". También recuerda al prefecto del colegio, Manuel Abreu, a la vez severo y cordial, y a Mariano Ayala, padre espiritual, "en quien la simpatía andaluza era nuestro paño de lágrimas de cada día". ¿Y de qué alumnos se acordará Jesús Pabón, de entre los 215 de media -en su mayoría internos- que había en su época? Sobre todo del novelista sevillano Manuel Halcón, a quien Pabón dedicará su obra Los virajes hacia la guerra (1946) con estas palabras: "Mi memoria no guarda una amistad anterior a la tuya". En el homenaje que los "sevillanos en Madrid" tributarán a Halcón en 1961, Pabón menciona además estos nombres: "Joaquín Peñuela -jesuita hoy, y primer orientalista español-; Julián Pemartín -excelentísima pluma-; un poeta como Rafael Alberti". Manuel Halcón, por su parte, cuenta en "Los dos macferlanes" (1949) cómo Pabón y él mismo, portadores de unos abrigos anticuados, tuvieron que hacer frente común ante las burlas de sus compañeros en el primer año de bachillerato, mientras que en otro relato, "El pecado insepulto" (1959), vemos que Pabón -"con sus ojos vivaces y su imborrable gesto de guasa"- es uno de los castigados de rodillas en el patio central por el P. Hurtado, profesor de Física en el curso 1915-16.

Niños haciendo gimnasia en el patio principal del Colegio.

Jesús Pabón hizo alguna travesura más en el internado, según Halcón: "Juntos, trabajando en equipo, hacíamos reír a las dignidades en las horas de silencio". Pero debemos clasificar a Pabón en el bando de los buenos y de los estudiosos. En el curso 1912-13 pertenece a la congregación de San Estanislao y al año siguiente es admitido -al igual que Alberti- en la de San Luis, cuyo prefecto era el alumno cordobés Ildefonso Porras. Jesús Pabón muestra a edad temprana sus grandes dotes para la oratoria: el 8 de diciembre de 1912, cuando aún no ha cumplido los 11 años, impresiona a la audiencia con su intervención en el mitin católico de protesta contra las escuelas laicas que -organizado por el padre Gabino Márquez- se celebra en el colegio, siendo otro de los oradores su compañero portuense Rafael Muñoz Ávila. En cuanto al rendimiento académico de Pabón, su expediente refleja que a lo largo de los seis años de bachillerato cursa 25 asignaturas, que revalida en el Instituto de Jerez con estas calificaciones: 13 aprobados, 7 notables y 5 sobresalientes. Es sintomático que en las materias de Historia de España e Historia Universal obtuviera la máxima calificación.

Concluido el bachillerato en 1917, Jesús Pabón estudió Filosofía y Letras en las Universidades de Granada y Sevilla, doctorándose en la Universidad Central en 1924. Tanto en la licenciatura como en el doctorado obtuvo premio extraordinario. Dio clases de Literatura Española y Latina en la Universidad de Zaragoza hasta 1930, cuando ganó por oposición la cátedra de Historia Universal Moderna y Contemporánea de la Universidad de Sevilla, de la que pasará diez años más tarde a la misma cátedra en Madrid (ocupándola hasta su jubilación en 1972). De 1931 a 1934 fue director del diario católico El Correo de Andalucía, diputado de Acción Popular (1933-35), Director General de Trabajo (1935) y diputado de la CEDA (1936-39). Designado jefe de Prensa Extranjera por la Junta Técnica del Estado, Pabón rompe con el régimen de Franco tras la Guerra Civil, siendo multado y confinado en Tordesillas (Valladolid) en 1944 por promover el retorno de la monarquía. Entre 1963 y 1966 ejercerá como delegado político de D. Juan, conde de Barcelona, en España (Pabón tuvo como discípulo al entonces príncipe D. Juan Carlos). Ganador del premio Camoens (La revolución portuguesa, 1941) y del Nacional de Literatura (Bolchevismo y literatura, 1949), su obra cumbre es Cambó (3 vols., 1952-1969), exhaustivo fresco de la España de la Restauración. Miembro de la Real Academia de la Historia desde 1952, fue elegido director de la institución en diciembre de 1971 (y reelegido en 1974). Tras su muerte el 26 de abril de 1976, el historiador Carlos Seco Serrano escribió: "Su vida ejemplar ha sido la mejor lección para cuantos nos honrábamos en llamarnos sus discípulos".

El 12 de noviembre de 1912, el jesuita Manuel Abreu interrumpió la cena de los alumnos del colegio de San Luis para comunicarles el asesinato -esa misma mañana- de D. José Canalejas (en la imagen de la izquierda), presidente del Consejo de Ministros, víctima de un atentado anarquista. Luego, puestos todos en pie, rezaron por su alma. Jesús Pabón reflexionará sobre los hechos en 1956: "De una parte, Canalejas, el terrible hombre de izquierda, el gobernante que encarnaba y obedecía al desorden, había caído por obra del anarquismo. Algo no era correcto en mi opinión infantil sobre él. Por otra parte, la Iglesia, sin duda combatida por Canalejas durante su vida, ante su muerte me enseñaba a rezar por él: toda la Iglesia estaba, para mí, en la plegaria del Padre Abreu. (…) Transcurrieron los años y los años. Hablé con familiares, con amigos y con partidarios de Canalejas. Estudié lo que él escribió, dijo e hizo, y cuanto se escribió sobre su vida y sobre su obra. Guiado siempre e invariablemente por las dos verdades que el Padre Prefecto del Colegio del Puerto me enseñó con ocasión de su muerte: le había asesinado la anarquía; y yo debía rezar por él, ejercitar la caridad al recordarle". (Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini).

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Nadie podría pensar que la costa y el fondo marino de la Bahía Gaditana, guardara bajo sus sedimentos los restos de la fauna marina que hace millones de años habitaban nuestras aguas. Fósiles con una conservación extraordinaria, que el tiempo ha permitido que llegase hasta nuestros días.

Acantilados en la playa del Almirante, Bahía de Cadiz, en el interior de la base naval de Rota (término municipal de El Puerto). Se observan su altura, y los diferentes estratos, los fósiles se encuentran en los que están mas a nivel del mar.

La geología de una bahía tan dinamizada como ésta, turismo, industria naval y pesquera, o comercio, han desfigurado la costa hasta el punto de ocultar la mayoría de sus testigos geológicos. Sin embargo queda un área con una extensa estratigrafía geológica de la Bahía Gaditana, con más de 30 metros de altura, contienen los estratos geológicos que guardan los cambios producidos y que ahora se estudiaran con precisión, se encuentra en el interior de la base Hispanoamericana de Rota (término municipal de El Puerto de Santa María), donde se localiza una gran parte del yacimiento paleontológico de El Manantial.

En la imagen, distintas vértebras fósiles, posiblemente de Delfín, que guardan conexión anatómica.

IMPORTANTES INVESTIGADORES.
Un importante elenco de investigadores de todo nuestro país, están estudiando los restos fósiles contenidos en dos colecciones pertenecientes a los fondos del Museo Municipal de El Puerto de Santa María. La primera depositada en el Ayuntamiento de la ciudad en el año 1979, proveniente de un rescate efectuado después de unos temporales, en ese mismo año, y la segunda una significativa donación de la Familia Castilla al Ayuntamiento. En total podemos estar hablando de cerca de mil piezas.

El estudio que se está llevando a cabo pretende conocer los restos paleontológicos que se han hallado en la Bahía de Cádiz. Una serie de especialistas han estudiado, y aun estudian, los fósiles de la Era Terciaria, recuperados en un yacimiento situado en la costa, El Manantial. En el futuro, cuando haya dinero para estas cosas, un catalogo recogerá el estudio de dicha colección, ofreciendo el conocimiento de las especies localizadas.

COMO SE FORMÓ LA BAHÍA.
En pleno corazón de la Bahía de Cádiz se encuentra un yacimiento Paleontológico de origen marino que esta ofreciendo una información importante  de cómo se formó la bahía gaditana, y cuales fueron los  cambios geológicos, y que fauna habitaba estas costas y mares hace al menos cinco millones de años. En la playa del Manantial, en El Puerto de Santa Maria, encontramos el afloramiento de margas azules Mioceno-Plioceno, entre 20 y 3´5 millones de años, con un depósito de restos macro y microfósiles de primera magnitud. /En la imagen de la izquierda, gran diente fósil de Carcharodon Megalodon, se trata de un tiburón gigante.

Durante años, y sobre todo cuando arrecian los temporales, en una zona de la costa de El Puerto de Santa María, se han recogido un sin fin de restos fósiles. Estos, proceden en su mayoría de un sustrato margo-arenoso, totalmente repleto de fósiles, que queda al descubierto al retirarse la arena que los cubre normalmente, durante los temporales. El oleaje va desgranando el sustrato que esta compuesto por dos tipos de sedimentos, aunque formados por el mismo sustrato, uno blando, donde la conservación de los fósiles es extraordinaria, y formando parte del mismo, uno duro, donde los fósiles se conservan también en buen estado, aunque la dureza del sedimento que los cubre sea tan dura en algunos casos como el granito. En un tiempo extraordinariamente breve, los restos fósiles son esparcidos por las playas, quedando en poco tiempo solo los elementos mas duros, como los dientes de tiburón; los restos óseos no cubiertos de sedimento duro son totalmente fracturados y posteriormente disueltos, desapareciendo. /En la imagen de la izquierda, caja timpánica de ballena.

DESDE HACE TRES AÑOS.
Desde el Servio de Arqueología y Conservación del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, hemos estado durante más de tres años (aún continuamos), restaurando una gran parte del material paleontológico, perteneciente a los fondos del Museo Municipal de esta ciudad, esto ha permitido no solo poder estudiar de que especies se trata, sino que además se ha dotado a esta ciudad de un patrimonio Paleontológico de la Era Terciaria, uno de los pocos existentes en el mundo, por la gran variedad de especies que se están conociendo, que habitaban esta aguas.

LAS ESPECIES ANIMALES.
Los restos fósiles pertenecen en su gran mayoría a mamíferos marinos, sobre todo cetáceos (ballenas), vértebras, costillas, mandíbulas, etc., también están presentes sirénidos (manatí), de delfín hay tres cráneos, además de vértebras y otros restos. Pero son sin duda los dientes de tiburón, desde minúsculas mandíbulas a gigantescos dientes, pertenecientes al Charcharadon megalodon, los hallazgos más frecuentes. También son frecuentes hallazgos de vértebras de peces pequeños como sargos, o aguijones de rayas. Posiblemente hay restos de foca, los caparazones de tortuga tienen una conservación excepcional. Son muy abundantes los fósiles de corales y algas, así como de una gran variedad de moluscos y crustáceos. Hay hallazgos significativos  como el de restos de un ave (Alca). /En la imagen de la izquierda, lámina con cabeza de Delfín fósil, arriba, antes de la restauración, y abajo distintas vista una vez restaurado.

LAS ESPECIES VEGETALES.
Pero sin duda algunos de los hallazgos mas destacados, lo forman los restos de maderas entre ellas dos grandes fragmentos de troncos, semillas entre las que destacan las piñas, fósiles vegetales que no son muy abundantes. Los análisis que se han realizado a los sedimentos, han puesto al descubierto una abundante presencia de vida orgánica fósil, foraminíferos, (bentónicos) que viven en el sedimento, (planctónicos) que viven en la columna de agua. /En la imagen de la izquierda, diferentes vistas de una piña fósil.

Lo que se pretende, tanto con los estudios específicos, como con los criterios de conservación-restauración elegidos para los fósiles, y por este orden, es: salvar lo más posible de su estructura y conservarla adecuadamente para el futuro, facilitar su estudio, catalogación, y difusión, además de dotarlos de una visión museográfica y a la vez estética, para el disfrute del ciudadano.

Playa de El Almirante en el interior de la Base Hispanoamericana de Rota, en la Bahía de Cádiz, continuación de la playa de El Manantial y del yacimiento Paleontológico

Tenemos la ocasión de conservar unos restos paleontológicos que son algo más que buenas piezas para la investigación. Desde nuestro concepto y visión de conjunto, lo vemos como un rico Patrimonio, fuente de proyectos para su explotación racional, un engranaje más para el motor social que el futuro necesitará para generar recursos económicos. En definitiva, podemos estar de enhorabuena, los estudios que sobre el yacimiento se están realizando seguro aportaran un mayor conocimiento de la Vida durante la Era Terciaria en el Sur de la Península Ibérica, y específicamente en  la Bahía de Cádiz. (Texto: Juan José López Amador).

Vista aérea de las playas de Santa Catalina, El Manantial, Fuenterrabía y El Almirante.

EL ESTUDIO LO REALIZAN.

  • Geología, Javier Gracia, Profesor Titular, Laura Del Río, Profesora Ayudante, Doctora, Departamento de Ciencias de la Tierra, Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales, Universidad de Cádiz.
  • Foraminíferos, Juan Manuel Usera, Catedrático de Paleontología, y Carmen Alberola, colaboradora, Departamento de Geología. Universidad de Valencia.
  • Vertebrados marinos, Maria del Carmen Lozano Francisco, Grupo de Investigación Andaluz RNM353 Paleobiología, Bioestratinomía y Tafonomía. Investigación y Gestión.
  • Moluscos, etc., José Luís Vera Peláez, Investigador, Director,  Museo Municipal Paleontológico de Estepona.  Ayuntamiento de Estepona.
  • Ave, Antonio Sánchez Marco, Investigador del  Instituto Paleontológico de Cataluña.
  • Maderas y semillas, José María Postigo Mijarra, Profesor Asociado. ETSI Montes (UPM, Madrid), y Eduardo Barrón López, Titular. Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.
  • El Yacimiento como Patrimonio Cultural, José Antonio Ruiz Gil, Profesor Contratado Doctor, Departamento de Historia, Geografía y Filosofía, Universidad de Cádiz.
  • Coordinación del estudio, Conservación y restauración, Juan José López Amador, Técnico del Servicio de Arqueología y Conservación, Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, Cádiz.

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