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José Ángel Chacón Tenllado nació a finales de 1933 en Aguilar (Córdoba), hio de Ángel Chacón Crespo y Enriqueta Tenllado Pérez pero pasó la primera parte de su infancia, que recuerda nítidamente, en El Puerto de Santa María, con sus abuelos Rafael Tenllado y Enriqueta Pérez y su madre, también Enriqueta, joven viuda por la barbarie de la Guerra Civil, hija única con dos hijos de cuatro y seis años que se vino a nuestra Ciudad, donde sus padres tenían una tienda de tejidos y confecciones en la calle Ganado, junto a una tienda de ultramarinos que hacía esquina con Nevería.

«Hace unos años pasé por esa calle, como hice siempre que visité El Puerto; aún existía la casa donde viví y tenía un letrero de “Se vende”. Desde ese día, en sueños, la he comprado varias veces. Me imagino que ya la habrán vendido y derribado. Todavía existía el cierro donde, desde el recuerdo, puedo ver a mi madre, pegando tiras de papel en diagonal sobre sus cristales, ante posibles bombardeos, para que los cristales rotos quedasen pegados al papel»

José Ángel Chacón Tenllería y José Ángel Chacón Escobar, padre e hijo, ambos luthiers.

En 1943, la familia se trasladó primero a Lucena y luego a Málaga. Allí estudiaría  Peritaje Industrial, trabajaría en diversos oficios y continuaría los pasos que había empezado en El Puerto, hacia sus dos pasiones la música y la lutheria (construcción de instrumentos musicales de cuerda). Mas tarde trabajaría en Mercedes Benz, en Alemania, como modelista y en Málaga en una Inmobiliaria. Pero su pasión por la construcción de instrumentos musicales le llevarían en 1974 a la ciudad italiana de Biella, ciudad del Piamonte, entre Turín y Milán y cercana a Cremona. Allí perfeccionaría sus conocimientos hasta que, en 1983 regresaría a Málaga, donde establecería su taller y crearía una Escuela de Lutheria. Medalla de Plata de las Bellas Artes, su hijo continúa en la profesión de constructor de instrumentos musicales cordófonos.

A sus 77 años, estos son sus recuerdos de El Puerto.

MEMORIAS DE EL PUERTO: 1937 – 1955
«Mis recuerdos de niño grabados con bastante claridad, empiezan en El Puerto de Santa María, hacia el año 1937. Yo era el más joven de una familia acomodada, compuesta por mi abuelo Rafael Tenllado, como cabeza de familia, mi abuela Enriqueta, como mi madre, y mi hermano Rafael, casi dos años mayor que yo, con una minusvalía psíquica que lo hacía diferente de los demás. Mi padre, Ángel Chacón murió trágicamente en Puente Genil, en Julio del treinta y seis y nos fuimos a vivir con nuestros abuelos. Yo tenía cerca de cuatro años, y el cambio que originó su muerte no podía apreciarlo entonces, de él solo me quedaron vagos recuerdos, pero no pasó mucho tiempo para sentir su falta, más de lo que podía imaginar. (En la imagen de la izquierda, los abuelos de José Ángel, Rafael Tenllado Lechado y Enriqueta Pérez).

A pesar de la tragedia familiar, en aquel tiempo éramos una familia privilegiada, con medios económicos suficientes para vivir cómodamente dentro de la escasez que había en aquellos años de guerra. Entonces no podía saber la tragedia que vivían miles de personas, sufriendo los horrores de la guerra civil; perseguidos o encarcelados, humillados y pasando mucha hambre, víctimas de la barbarie, del odio o del fanatismo. Para muchos, la guerra no había terminado. Recuerdo que jugábamos en un llano, junto a las puertas del célebre Penal, sin saber que detrás de ellas solo había tortura, odio, desesperación y muerte. (En la imagen de la izquierda, el padre de nuestro protagonista, Ángel Chacón Crespo, natural de Puente Genil).

Mi familia no tenía una afiliación política definida, pero estaban con los nacionales. La muerte de mi padre ya era un motivo suficiente, y en casa solo se hablaba de los horrores que habían cometido los “Rojos”. Durante algún tiempo, esos comentarios me produjeron horribles pesadillas que me despertaban temblando y corría a la cama de mi madre.

Recuerdo que en aquellos días, en casa se escuchaban las charlas radiofónicas de Queipo de Llano. Pasarían años, antes de saber que se trataba de uno de los generales más controvertidos, entre los sublevados, al mando de Andalucía. Su audacia al tomar Sevilla con escasos recursos, abrió las puertas de la península a las tropas africanistas y su chulesca actitud en las charlas radiofónica, con el menosprecio de la vida de sus semejantes, durante la contienda como “Virrey de Andalucía” no tuvieron límites;  “darle café” era la orden de fusilamiento para muchos infelices. A la muerte del general, en el año 1951, sus restos mortales serían enterrados en una popular Iglesia sevillana. Este es un hecho por el que considero lógica, la pregunta que muchos se hacen, ¿Cómo se puede hablar hoy de abrir heridas, cuando se intenta poner nombre a los miles de andaluces anónimos, “que tomaron su café”, antes de ser enterrados en fosas comunes? (En la imagen de la izquierda, el general Gonzalo Queipo de Llano).

Tampoco entendía entonces, cuando se comentaba que algunos niños  se comían las cáscaras de plátanos y unas bolas de maíz, que daban racionadas, mientras mi hermano y yo teníamos nuestros caprichos para comer. A los pocos años, con la familia arruinada, empecé a entenderlo, y de aquellos niños pobres del Puerto, de los que llegábamos a pensar que estaban tontos por comer desperdicios, me acordé durante mucho tiempo, y empecé a comprender muchas cosas que antes no entendía.

LA MÚSICA

De aquel pasado recuerdo con envidia algo que desgraciadamente se ha ido perdiendo, se cantaba o canturreaba acompañando los quehaceres cotidianos dentro de la casa, incluso en algunos trabajos. Esta costumbre fue el primer estímulo a mis sentidos que despertó mi pasión por la música. Mi abuelo cantaba en el baño, de “El Puñado de Rosas”, “Pues óyeme paloma, tengo yo allá en Triana, en medio de los campos….”, mi madre cantaba y tocaba el piano y tenía un repertorio mucho más extenso, que abarcaba varias zarzuelas, tangos de Gardel y algunas canciones populares. Además teníamos una lavandera que cantaba flamenco, con exquisita gracia repetía todos los cantes de Canalejas de Puerto Real. Ella fue el principio de mi amor por nuestro flamenco, nunca olvidaré cuando cantaba aquella petenera que decía, “niño, que encuero y descalzo, va llorando por la calle…”.

COLEGIOS CLASISTAS.
Mis abuelos no tuvieron más hijos que a mi madre y disponiendo de los medios económicos suficientes, se volcaron en su educación. Desde los cuatro años la internaron en los mejores colegios de religiosas, en Sevilla, Antequera y Lucena. Aprendió lo que en la época se entendía como educación para una ‘señorita de clase’.

Relacionado con las clases, me contaba mi madre, que en uno de los colegios, tenían niñas pobres de forma gratuita, y que estas niñas tenían que hacerle las camas y limpiarles el cuarto a las internas de pago, además de hablarles de usted. Las religiosas, en casi todos los tiempos han sido fieles conservadoras de las diferencias de clase, a las que han sabido sacarle partido. Me imagino que a las niñas pobres, aplicando su personal interpretación de los Evangelios, las educaban para que fuesen buenas, respetuosas y humildes criadas para todo.

A mi hermano y a mí nos pusieron en una de las mejores escuelas privadas del Puerto. Desde el principio la escuela me encantó, tenía cinco años y en poco tiempo empecé a destacar, los maestros le decían a mi madre que yo era un niño muy inteligente. Podía haber sido muy bonito, y de hecho lo era, pero sufría mucho cuando algunos alumnos me llamaban “el hermano del tonto”, por el comportamiento anormal de mi hermano, y más tarde comentarios familiares relacionado con mi madre y su pretendiente, que mi hermano se encargaba de hacer, hábilmente manipulado por uno de los maestros, que a pesar de no comprenderlos, sabía que eran ofensivos para ella. Dentro de la clase me sentía feliz, era distinta a la de mi hermano que estaba más atrasado. (Los hermanos Chacón Tenllado, en una fotografía de estudio coloreada, tomada en Cádiz).

LOS ITALIANOS.
En 1938 mi madre tenía treinta años, era una viuda guapa, con una exquisita educación y buena posición, que a pesar de tener dos hijos, su situación le habría permitido elegir entre algunos pretendientes conocidos de nuestro entorno, pero la fatalidad quiso que se enamorara de un soldado italiano de los que mandó Mussolini en ayuda de Franco: Nicolás Monteleone.

Tropas italianas acuarteladas en El Puerto, recibiendo un homenaje en la Plaza de Isaac Peral el 1 de octubre de 1938. (Foto: Francisco Sánchez Pérez).

Mi madre contra viento y marea defendió sus sentimientos hacia esta ‘oportunidad’, con la habilidad propia de una mujer inteligente dominada por la pasión, frente a los razonamientos de sus padres y algunas amistades. Este tipo de relaciones estaban mal vistas, y a ciertos niveles eran muy criticadas por la sociedad de entonces. Se hicieron populares unas coplillas que se cantaban por las calles, dedicadas a las señoritas de El Puerto, con música y estribillo de una canción muy conocida en los frentes de guerra. La letra decía:

«Las señoritas del Puerto- Puerto
le piden a Mussolini- ini
que deje a los italianos- anos
para poder ir al cine».
Y seguía el estribillo:
«Carrascá- carrascá
que bonita serenata,
carrascá- carrascá
ya me estás dando la lata»

que terminaba siempre con gritos que yo no entendía.

Yo adoraba a mi madre y todo lo que ella decía era la verdad absoluta, por tanto, el italiano era para mí un héroe, guapo e inteligente, casi un médico. Por lo visto se hizo practicante en la guerra.

La madre de José Ángel viajaría desde Barcelona a Roma en avión.

CASAMIENTO POR PODERES.
El italiano se marchó con las demás tropas italianas, y siguió su relación por carta, hasta su casamiento por poderes, en el 1941. Para hacernos una idea de la odisea del casamiento y su viaje a Italia, habría que tener en cuenta las dificultades que existían para salir fuera de España en aquella época.

Aún estando Italia metida hasta el cuello en la segunda guerra mundial, mi madre consiguió pasaporte italiano y permiso de salida. No hay que olvidar que mi padre fue víctima de los llamados rojos, así, además de víctima de la Guerra Civil, era caído por Dios y por La Patria. Resulta triste pensar que la pérdida trágica de un ser querido, la sociedad dañada por la guerra, le diese distintas categorías que determinaban quién podía andar libremente con un salvoconducto, sin problemas, y quién tenía que moverse con miedo, solo por ser familia de algún fusilado, también por Dios y por La Patria.

Resuelta la documentación necesaria, marchó de Cádiz a Barcelona en barco, y de Barcelona a Roma en avión. Tenía dinero suficiente, pero salir de España en avión, en plena Guerra Mundial, era una proeza al alcance de pocos. Allí la esperaba su marido, soldado del Ejército Italiano con un permiso de cuatro meses, y pienso que con un sueldo ‘de acuerdo a su categoría’.

LANJARÓN
En estos cuatro meses cambió todo en la casa. Mi abuelo, que padecía del hígado, tuvo una crisis y se marchó a Lanjarón para tomar las aguas, aconsejado por su médico. Mi abuela, mi hermano y yo nos marchamos, primero a Granada, donde estuvimos hospedados por unos días en el hotel La Perla, (recuerdo de haber comido chirimoyas por primera vez), y luego a Pinos Puente, en casa de una hermana suya. Aquello fue una aventura para mí hermano y para mí. Algunos años después, pensando en estos desplazamientos, me preguntaba ¿estarían huyendo mis abuelos de la crítica que había despertado, en El Puerto, la relación de mi madre con el italiano?, si no fue así ¿porque cerrar un negocio próspero, que gozaba de prestigio, recién ampliado y reformado, los cuatro últimos meses de ese año 41, y dejarnos sin Escuela?

Rafael, Enriqueta y Ángel; siempre se que se hacían una fotografía de estudio se desplazaban a Cádiz o Jerez. «Con el tiempo me haría más preguntas relacionadas con esta época, sin encontrar una respuesta lógica. Hoy se, que el día que mi madre nos sacó de paseo, a mi hermano y a mí y conocimos al italiano, marcaría un antes y un después en nuestras vidas. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, veo al soldado acercarse a nosotros y preguntarle a mi madre si los dos niños eran suyos.»

REGRESO A EL PUERTO.
Con su vuelta se volvió a la vida normal en El Puerto, al menos así lo veía yo, feliz por mi incorporación al Colegio, mi abuela en su tienda, y mi abuelo en una actitud de silencio total o perdido en viajes. Paraba poco en casa y los pocos días que estaba comía solo en su dormitorio. (En la imagen de la izquierda, Enriqueta Tenllado).

Del embarazo de mi madre me enteré cuando ya se le notaba, aunque ella ya me había dicho algo de un hermanito, sin explicarme el porqué de la gordura, yo lo sabía por los comentarios que los niños hacíamos en el colegio. Lo sabía mal, como sabíamos los niños de entonces todo lo relacionado con el sexo.

Recuerdo mi primera comunión, junto a mi hermano, a la vuelta de mi madre y antes del nacimiento de Fernando. Mi ingenuidad de entonces me hace reír y asombrarme hoy. En el equipo de comunión teníamos unos rosarios que mi madre trajo de Italia, bendecidos por el Papa Pío XII, que imagino los compraría en la Plaza de San Pedro en algún tenderete de artículos para regalos, pero yo lo imaginaba de otra manera. Estaba convencido, teniendo en cuenta la influencia que yo atribuía a mi padrastro, que el Papa en persona, le había entregado los rosarios a mi madre para sus hijos y me sentía tan orgulloso que se lo contaba a todos mis compañeros de Colegio como un hecho real. Quizás, en mi subconsciente se fraguaban esas fantasías en mi deseo de ayudar a mi madre, convertida en blanco de algunas críticas.

UN NUEVO HERMANO.
Llegamos al acontecimiento de mayor trascendencia que cambiaría muchas cosas, el nacimiento del hermanito. La noche en que nació, a mi hermano y a mí nos cambiaron de dormitorio en una habitación que daba al pasillo y recuerdo un tráfico de personas que llevaban palanganas de agua caliente al dormitorio de mi madre. Al fin de tanto ajetreo me quede dormido y por la mañana todo había terminado. Mi madre estaba radiante, no paraba de comentar lo guapo que era el niño y los ojos que tenía.

Al principio sentía envidia por mi nuevo hermano, y era lógico, mi madre seguía siendo cariñosa conmigo, pero le faltaba tiempo para serlo como antes, mi abuela que demostró en la dificultad ser una mujer maravillosa, entregada a los demás, nunca fue cariñosa, mi abuelo no hablaba con nadie y mi hermano mayor seguía  en su mundo particular, ¿Qué otra cosa podía sentir un niño con menos de diez años? Estos sentimientos modifican nuestro comportamiento, guardando lo que pensamos sin compartirlo con nadie. Son los primeros brotes de aislamiento e  independencia y los primeros desengaños.

CIERRE DEL NEGOCIO: LUCENA Y MÁLAGA.
Mi abuelo empezó a decir que quería morirse en Lucena, pueblo que le vio nacer, pero la verdad es que no podía aguantar por más tiempo vivir en El Puerto. Dicho y hecho, quitó el negocio, que acababa de ampliar y nos mudamos a Lucena. Allí alquiló una casa amplia, de dos plantas y un patio con una zona cubierta, donde se acopló todo el mobiliario del negocio y las existencias en una de las habitaciones repartidas en estanterías.

Como he dicho antes, estaba más tiempo en la calle, por tanto no dispongo de recuerdos directos de cómo se fue desarrollando el encuentro de este hombre con la realidad y tampoco recuerdo como se decidió venirnos a Málaga, seguramente, pensando en que una ciudad ofrecería mejores oportunidades que un pueblo, para una familia arruinada. Para financiar la operación, se malvendió el mobiliario junto con las existencias, de lo que fue un negocio y nos vinimos para Málaga en tren, cargados de muebles y enseres. De nuestra llegada a Málaga, recuerdo los dos carros, tirados por mulos, que transportaron nuestros muebles y sentir el aroma del mar que me transportó al Puerto de Santa María

EVOCACIÓN DE EL PUERTO.
Para terminar incluyo el último fragmento de mis recuerdos relacionados con El Puerto. Se trata del recuerdo de una evocación mucho más reciente, de un día especial, en los últimos años que viví en Italia. Recuerdo uno en especial, mi último viaje a Génova para una gestión de pasaporte. Me encontraba bastante deprimido y distraído con mis pensamientos, cometí algunas torpezas conduciendo y decidí pararme a descansar un poco. Ya había coronado los Apeninos; aquella cordillera me recordaba algo. Intentando descansar un rato, y distraído en el paisaje pensaba que estaba cerca de la costa. Efectivamente, Genova y la Costa Lígure se dibujaban al fondo. Fue entonces cuando mis sentidos, ante el paisaje y el aroma del mar, se concentraron en lejanos  recuerdos del Puerto de Santa María. No sé, el por qué, en aquel momento, empecé a evocar sensaciones vividas en la niñez, del Puerto y no de Málaga; quizás porque el final de mi niñez, vivida en Málaga, siempre quise borrarla de mi memoria. Al final reanudé mi viaje contento, en un estado de placidez y concentración,  distinto al que traía cuando salí de Biella.

Falangistas en formación, en la calle Larga.

La casa donde vivíamos en la calle Ganado en 1937, entre las dos plantas que tenía, vivíamos tres familias: Joaquina, su marido Alfonso y su hija, recién nacida, que vivían en la planta baja, y arriba mi familia y otra, que llegó poco antes de irnos, quiero recordar que eran los dueños del Cacao Pico.

Saliendo del portal, a la derecha estaba la calle Luna, y al fondo a la izquierda, la Plaza Peral y el Ayuntamiento. Frente había una tienda de muebles, de un tal Pedregal que estaba en el mismo colegio de mi hermano y mío. Era el Colegio de Don Alfonso Cárdenas, en la calle Luna. De este primer Colegio, conservo recuerdos muy bonitos en la clase de la señorita Paca. Lamenté dejarlo cuando nos fuimos del Puerto en el año 1943. Recuerdo la muerte del alumno Jaime Benjumeda  Osborne --hijo de Manolo Benjumeda y Margot Osborne-- por tétanos, que desarrolló después de una caída  en la parada de coches de caballo, de la Plaza Peral, junto al Bar Paquito.

La parada de coches de caballos en la Plaza de Isaac Peral.

Más recuerdos: la playa de la Puntilla, la Plaza de Toros, la Virgen de los Milagros. El orgullo que sentía entonces, por haber recibido la Confirmación por el Cardenal Segura en La Prioral, y por haber incorporado a mi nombre José, el de Ángel en memoria de mi padre. El pasar de las Cuadrillas en coches de caballo, por la calle Nevería en días de Toros. También una Corrida con Manolete y El Estudiante, en la que no se pudo ver nada de Manolete, por una cogida en su primer toro. Lo guardo en mi memoria, por los comentarios de mi vecino, buen aficionado que además, creo que tenía algún empleo en la Plaza de Toros.  También había un magnífico artesano que hacía figuras de Nacimiento; las modelaba y policromaba con verdadero arte. Les ponía un sello con su nombre, ¿podría ser Ángel Martínez?

Mi madre nos llevaba a la playa de La Puntilla, a mi hermano Rafalito y a mí, y a la niñera uniformada con su delantal blanco, me imagino que para distinguir nuestro rango. Lo más desagradable era la zambullida obligada que nos daba, una especie de marengo que cobraba por ello, cuando mi madre comprobaba que nos habían mojado bien la cabeza. Estoy seguro que aquel marengo es el responsable del exagerado respeto, por no decir miedo, que siempre le tuve al mar. (En la imagen, la madre de José Ángel con sus hijos en la Playa de La Puntilla. Cuando no le gustaba una fotografía a la madre de José Ángel, rayaba la cara).

Otras veces, con otros niños del colegio, íbamos al puerto a coger cangrejos, y en El Parque, paralelo al puerto, nos ocurrían cosas propias de una edad, que las hace inolvidables; yo tendría nueve años y mi hermano cerca de once. Había tres niñas quinceañeras o más, no sabría precisar, solo recuerdo que eran guapas, que tenían buen porte y cuyos nombres, que recuedo, voy a omitir. A él y a mí nos separaban del grupo, sabían nuestros nombres, y nos llevaban a los sitios más solitarios del Parque, nos cogían la mano y nos la ponían entre sus piernas, jugaban con nosotros y se reían de nuestra excitación. Aquel secreto de mi intimidad, que comparto por primera vez, se repitió varias veces, y aunque mi sentido de culpa me avergonzaba, recuerdo que sentía verdadero placer.

El taller del luthier, en Málaga.

A pesar de haber vivido muchos años en Málaga, solo de aquella época de El Puerto, mi memoria se impregnó del intenso olor de su puerto y de sus barcos, en contraste con el suave aroma de sus playas, ¡siempre ese olor que llevo conmigo! También de sus ardientes y luminosos colores del verano o de los grises violáceos del invierno, y la sensación de infinito en aquellos días en que el horizonte se funde con el cielo, o el rugido de las olas embravecidas, frente al murmullo de las mismas  olas, ya en calma, cuando mueren sobre la playa adornadas con su espuma blanca. Al contemplar, aunque solo sea en el recuerdo, toda la riqueza sobrecogedora que nos brinda la naturaleza desde el mar, nuestros sentidos se tranquilizan y olvidan lo cotidiano, gozando la nostalgia de lejanas alegrías y melancólicas tristezas.

Al despertar de aquella evocación, comprendí mejor los versos de aquel poeta de El Puerto, Rafael Alberti, en su Marinero en tierra: «Si mi voz muriera en tierra/ llevadla a nivel del mar/ y dejadla en la ribera.»

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Alejandro Joaquín Ramos Malia, es un joven diseñador portuense nacido el 25 de noviembre de 1987, hijo de Ignacio Ramos Bononato y la barbateña afincada en El Puerto de Santa María, Emilia Malia Barroso. Su bisabuelo materno era Paco Bononato, encargado de las casetas de playa y su abuelo era el propietario de la Panadería La Flor, cerca de la plaza del Ave María, en la calle Cruces, donde vive junto a otro hermano. Por poco tiempo pues, a mediados de enero de 2011 se marchará a Nueva York donde la compañía de diseño gráfico Infinited Vision le ha fichado como Director Creativo, a sus 23 años.

1987.
El año de nacimiento de Alejo, 1987 era alcalde de la Ciudad, Juan Manuel Torres Ramírez (PSOE) gobernando en coalición con el Partido Popular (PP).  Rafael Alberti publica sendos libros: ‘Accidente. Poemas de hospital’ y ‘Cuatro Canciones’. En febrero, se inaugura el Hospital General ‘Santa María del Puerto’, de gestión privada concertado con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, propiedad de el grupo sanitario José Manuel Pascual En marzo, la única compacorogota del mundo organiza el I Concurso de Feos Ciudad de El Puerto. La Peña Los Majaras saca la comparsa ‘Caballos Andaluces’. En abril son declaradas como Reservas Integrales Zoológicas las lagunas de Salada, Juncosa y Chica, por la Junta de Andalucía.

Alejo Malia, en un automontaje sobre si mismo.

Ese año 1987 el cartel anunciador de la Feria de Primavera, será una reproducción de Juan Lara que ya anunciara la fiesta en 1963. Ese verano, Diego Ruiz Mata, catedrático de arqueología de la Universidad de Cádiz, continuaba con los trabajos de excavación en el Yacimiento Arqueológico de Doña Blanca. Keka Raffo, la pintora chilena afincada en El Puerto expone sus creaciones en la Galería Al Andalus, en una muestra colectiva. Franco Policastro, pintor y restaurador italiano afincado en El Puerto, expone en la Sala Caype, en Valdelagrana.

Nuestro protagonista estudió en El Vaporcito, el Colegio La Merced y en SAFA, terminando sus estudios de ESA (Enseñanza Obligatoria de Alumnos) en el Instituto Santo Domingo. Más tarde, en 2007 estudiará en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez Diseño Gráfico Publicitario, donde obtendrá dicha titulación, especializándose en técnicas fotográficas, de dibujo y pintura y publicitarias.

Alejo Malia, con la guitarra en su cuarto de estudio.

Alejo es, además, aficionado a la escritura –conserva relatos inéditos--  y a la música. Hace unos años le regalaron una guitarra eléctrica y acabaría aprendiendo a tocarla por internet, así como también el piano. Hace composiciones musicales y se adentra por circuitos musicales no convencionales. Polifacético de las artes.

PERDIDOS.
Alejo ha ganado el primer premio en la primera edición de Fotografía Artística de la Escuela de Artes de Jerez. Realizó, también, los dos primeros diseños de ‘El Cocinero Fiel’ y, en la actualidad, uno de los encargos en los que trabaja desde El Puerto para la compañía norteamericana Infinited Vision, es la creación de la identidad corporativa –la marca o ‘firma’— de Laz Alonso, actor secundario de la película Avatar. Para la serie ‘Perdidos’ o ‘Lost’, como prefieran, realizó un cartel que resultó ser uno de los tres ganadores y que fueron expuestos por la cadena de TV Cuatro, en sendas exposiciones del FNAC que dieron la vuelta por diferentes capitales españolas, cuyo montaje podemos ver pulsando en este enlace de TV Cuatro. (En la imagen de la izquierda, el cartel de Alejo, premiado de ‘Perdidos’).

GOOGL’ES WORLD.
Pero donde el joven Alejo ha saltado a la fama, a nivel internacional a través de Internet, ha sido a raíz de unos dibujos de una serie que titula ‘Googl’es World’ que ha dado la vuelta al mundo, que le ha dado a conocer en los ámbitos del diseño profesional y que le ha promocionado de tal manera que una compañía de comunicación e imagen ha requerido sus servicios como Director Creativo. Desde Septiembre están trabajando a través de Internet y a partir de enero de 2011, Alejo se trasladará a vivir a Nueva York, donde trabajará con la compañía.

COMO NACIÓ GOOGLE’S WORLD.

De regreso de la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, en junio de 2009, en el tren camino de El Puerto de Santa María, reflexionaba Alejo –siempre está imaginando proyectos e ideas— sobre los iconos de Google Maps y empezó a hacer los bocetos que hoy forman la serie, mezclándolos con escenarios reales. Este año 2010, para darle movimiento a su blog en Internet, se decidió a recuperarlos, modificándolos y colgándo y, por medio de los sistemas de intercambio, --el marketing viral de internet—han recorrido los portales de algunos de los medios especializados en tecnología más leídos del mundo.

Alejo explicaba a la web de RTVE que “recuperó estas ilustraciones para dar un impulso a su blog lanzado este año. Lo que el concibe como una especie de "storyboard" pronto empezó a circular por diversas webs. Ufuntu, un blog francés especializado en tecnología, recogió los dibujos. Este post fue referenciado en GeekoSystem que a su vez fue enlazado por Gizmondo, una de las bitácoras tecnológicas más seguidas del mundo. Las fotos han saltado finalmente a Mashable, un blog de noticias de internet que se sitúa entre los más importantes de la Red y así a este joven creador le han llamado de "hasta un periódico de Berlín". "Nunca ninguna de mis obras había tenido repercusión internacional", cuenta sorprendido.

El pilar de su técnica es la imaginación, "--Siempre estoy imaginando cosas, mi cabeza no para". Después de "ver" la escena, llega el boceto en papel. Por último Alejo lo escanea y trabaja con él en Photoshop. No es la única vez que Alejo fusiona realidad con las nuevas tecnologías. En su blog también se puede ver un fotomontaje en el que aparece el botón de "me gusta" de Facebook asociado a un elemento de la vida real: unas tortitas. Al fotógrafo y diseñador gráfico le han llegado mensajes de diversas partes del mundo que le "piden vender copias" y espera poder compartir pronto en la Red más ideas que tiene para esta serie basada en Google Maps que ya acumula miles de visitas en Flickr."

Desdoblándose.

SUS DISEÑOS, POR EL MUNDO.
Web tecnológicas de prestigio internacional, periódicos online y demás medios internacionales en países tales como, EEUU, Japón, Francia, Suiza, Australia, etc..  se han puesto en contacto con Alejo Malia para concertar entrevistas escritas, radiofónicas y por videoconferencias, llegando a contactarle medios tales como, la web de RTVE, TV de Sacramento, CNN, etc...

Globos de Alejo Malia, despegando...

Sus diseños han aparecido en diferentes medios de comunicación de Internet, por el mundo, entre otros: American On Line (AOL.com USA), Mashable (USA), Trendhunter.com (USA), Goopilation.com (USA), Switched.com (USA), Vrt Agency (Reino Unido), Diskursdisko (Alemania), Malufor (Suiza), Tech News (Armenia), Forum Kobierzyce (Polonia), 20minutos (Francia y Suiza), Digital Excite.fr (Francia), Abduzeedo.com (Brasil), Giganize (Japon), 19Talk (China), BlueBus (Portugal), Minute Buzz (Francia), Sudouest (Francia), Gizmodo (Francia y Australia), BuzzFeed.com (Reino Unido), Monkeyzed.com (Latinoamerica), Akouseto.gr (Grecia) y las españolas Rtve.es (España), Microsiervos.org (España), Meneame (España). Además de blog personales, páginas relacionados con el diseño y publicaciones en perfiles de Facebook y Twiter de todo el mundo.

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Fila superior, de izquierda a derecha: Mari Luz Gallo, Lucía Guerra, Mariló King, Encarni Cubero, Milagros. Fila de en medio: Milagros Arjona, Paqui Patrón, Inma Parrado, Montse Guerra y Lourdes Marín. Fila inferior: Carmen Gil, Inma Gómez, Mercedes y Remedios Peña Cabrera. (Foto: Padre Martínez. Colección: Remedios Peña).

Fotografía está tomada hace 23 años en las escaleras de azulejos verdes, un día de mayo de 1987, a las alumnas de 5ª de Jardín de Infancia. Era la primera promoción de Técnicos Superiores de Jardín de Infancia que salían de las Escuelas Profesionales Sagrada Familia (SAFA) aunque, en la fotografía, falta la mitad de la clase ya que ese día estaban de prácticas en la Guardería Municipal en la calle Micaela Aramburu, cuya directora de prácticas entonces y actual directora del Centro es Inmaculada Paramio. Empezaron Formación Profesional del Primer Ciclo (2 años) en 1982; luego pasaron a Formación Profesional de Segundo Ciclo (3 años), sumándose las alumnas procedentes de Enfermería, estudios que quitaron ese año y que, años mas tarde, volverían a ofertar.

La propietaria de la foto del recuerdo, Remedios Peña, rememora a profesores como el ya desaparecido Padre Martínez, S.J., que daba clases de religión y fue el autor de la fotografía; José Peinado Matiola que daba clases de matemáticas junto a Herrador, Rafael, de Historia, … Era director del centro en aquellas fechas Antonio Ariza Albaiceta.

De izquierda a derecha, Antonio Ariza Albaiceta, el Padre Martínez, S.J. y José Peinado Matiola.

Como mantiene una de las protagonistas de la fotografía se llevaba el pelo cardado, que consiste en una técnica usada en peluquería para dar volumen artificialmente al cabello. Es un peinado batido que consiste en cepillar el pelo estirándolo todo hacia atrás y peinándolo en dirección contraria para dar un efecto de cabellera espesa y abundante. Algunas de las chicas, además de El Puerto, procedían de Rota y Chiclana.

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Presentación: Comparsa de El Puerto de Santa María que representan en su tipo a Miguel de Cervantes con la ironía y seriedad que se le supone, y haciendo una escueta exposición de su vida y que el personaje se refiera a Cádiz; "y en tu pena mojaría la pluma mía"

Antonio Leal Jiménez, de padres alicantinos, nació durante la madrugada de un caluroso mes de verano, en la población manchega de Alcázar de San Juan, Corazón de la Mancha, en la provincia de Ciudad Real. Es una de las siete ciudades que se disputan el nacimiento de Miguel de Cervantes. A los cuatro años no quería ser nada, solo niño, a los nueve tener el pelo blanco  y a los doce Maestro.

Allí viviría, una infancia feliz, entre viñas, trenes y jugando alrededor de los molinos de El Quijote. Antes de concluir sus estudios de bachillerato cayó enfermo, y por ello durante casi un curso académico, se vio obligado a guardar reposo absoluto. Este acontecimiento le permitió que, además de crecer en altura, le naciera  una gran pasión por la lectura y la reflexión. Aprendió a conocerse descubriendo algunas de sus potenciales capacidades y sus muchas debilidades. También comenzó a comprender la importancia de la familia, del respeto, de la solidaridad, de la honestidad, la importancia del trabajo, la lealtad...

PRIMER ENCUENTRO CON EL PUERTO.
Viajó a El Puerto de Santa María, siendo jugador de baloncesto del Colegio de la Santísima Trinidad, donde estudió. Muy joven vino a San Fernando a jugar un partido clasificatorio para fase de ascenso. Los frailes Trinitarios les instalaron en la Pensión Frasquita en la calle Ganado en El Puerto, porque entre otras cosas tenía muy buena fama de ser un sitio “muy serio” y que se comía bien. A partir de ese viaje, tuvo muy claro donde quería vivir en el futuro. La ciudad, los habitantes y las gentes de El Puerto le sedujeron profundamente.

Inicia sus estudios superiores en la Universidad Complutense en Madrid. Siendo aún estudiante es seleccionado para trabajar en una de las compañías de comunicación más importantes del mundo. Sin duda alguna, fue su mejor escuela de aprendizaje. Tuvo la oportunidad de trabajar junto a grandes y famosos profesionales de Marketing y Creativos publicitarios.

VIVIR EN EL PUERTO.
Años más tarde tuvo la posibilidad de hacer realidad su deseo. Rechazó una importante oferta profesional de la empresa Carbonell, líder en el sector  de aceite, ubicada en Córdoba, precisamente donde nació su esposa, para venir a vivir a El Puerto de Santa María en los comienzos de los años setenta para trabajar en Bodegas Terry, donde desarrolló toda su vida  profesional. Importantes campañas de los vinos y brandies salieron de su departamento.

Si bien es verdad que los ejecutivos que se dedican a la publicidad tienen fama de manipuladores porque tratan de crear mercados, conduciendo al potencial cliente hacia el producto de la empresa para la que trabajan, este que nos ocupa, no es el caso. Posee el necesario gramo de locura para que muchas de sus actuaciones puedan ser consideradas genialidades.

La empresa Domecq en la década de los 80, intentó que formara parte de su equipo de Marketing en Madrid, ofreciéndole un importante puesto de ejecutivo con muy buenas motivaciones económicas. Por aquellos tiempos en Terry había grandes dificultades de supervivencia. Sin embargo su  decisión fue inmediata y clara: dar las gracias y continuar en Terry y en El Puerto de Santa María.

En la actualidad Antonio piensa , en relación a los vinos del Marco que «--Tenemos un producto singular, pero faltan talentos para manejar el tema. La mayoría de las bodegas se han dedicado a pelearse entre ellas, y la competencia consiste en construir, no en destruir. El mercado del vino de Jerez está especializado en Andalucía y nadie se ha preocupado en internacionalizarlo».

LA FAMILIA.
Casado con Adela Quintanilla, cordobesa, filóloga anglo-germánica y francesa, que desarrollo su vida profesional en los colegios porteños de Las Esclavas, Grazalema y La Salle. En El Puerto nacieron sus cuatro hijos, Silvia (licenciada en Filología Anglo-Germánica), Ricardo (Licenciado en Farmacia), Adela (licenciada en Derecho) y Borja (licenciado en Dirección y Administración de Empresas).

MARKETING SOCIAL.
Se siente feliz aportando toda su experiencia y conocimiento ayudando a colectivos desfavorecidos, o a cualquier causa social en general. «--Ahora tengo varios retos personales, como el tema del hambre, la educación y la recuperación de valores en los jóvenes». Su tesis doctoral fue un intento de  utilizar  técnicas de Marketing para mejorar la imagen social de las familias con hijos que padecen desajustes de comportamiento a nivel mental principalmente esquizofrénicos. (Su libro Gestión del Marketing Social, editado por McGraw-Hill /Interamericana de España es utilizado como Manual en varias universidades americanas y es consultado en temas de Solidaridad y Cooperación internacional).

Para Antonio «--La reforma psiquiátrica de 1984 supuso la desaparición de los hospitales psiquiátricos, y muchos enfermos regresaron a su entorno familiar. En la tesis lo que me preocupa son las actitudes que tenía la gente hacia los familiares con hijos esquizofrénicos y la aplicación de técnicas de marketing para conseguir un cambio de las actitudes y comportamientos hacia esas familias. En este trabajo me ayudó mucho el Centro de Salud Mental de El Puerto, porque hay unos profesionales magníficos».

ACADEMIA DE BELLAS ARTES.
El pasado cinco de febrero tomó posesión como Académico de Bellas Artes, con un discurso muy vinculado con la historia reciente de la Ciudad: «La malla de Terry, la Neurociencia y el Neuromárketing», donde ofreció un discurso científico y con rigor académico. En su intervención de ingreso enlazó cómo a principios del siglo XX alguien tuvo en El Puerto la idea de poner en una botella de brandy un estímulo distinto del resto de las presentaciones del momento. «--En 1905 doña Pepa Cuvillo, en su desaparecida casa de la calle San Juan esquina con Cruces, pensó que si le ponía una malla a una botella iba a conseguir un valor diferencial e iba a producir un estímulo en el cerebro del consumidor. Quise hacer un homenaje a toda la gente que ha trabajado en Terry. El Puerto se ha dado a conocer gracias a esas personas, que han contribuido a que la Ciudad y Terry sean una marca conocida en todo el mundo». Le respondió, el también académico Enrique García Máiquez.

De izquierda a derecha, Ana “Toti” Pérez, Carmela Bernal, Carmen Aguilar, Rosa Valiente, Francisca Pérez, Chari, Milagros Martínez Mulero y Gertrudis. 18 de Octubre de 1958. Patio de la casa esquina de Cruces con Arenas, donde estaba la lechería de 'el Pelao'. (Colección Encarni Pulido. Foto Rafa).

UNIVERSIDAD DE CÁDIZ.
En la Universidad de Cádiz, ha realizado importantes innovaciones es aspectos docentes e investigadores intentando llegar a conseguir los quería cuando tenía doce años: maestro. Desde la mítica Escuela de Turismo en la jerezana calle Compañía y la Escuela Universitaria de Estudio Empresariales allá por 1972, hasta llegar a ser un principal contribuidor para la creación de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación en el campus de la vecina población de Jerez. Su última etapa en la Universidad en este año 2010 se substanció, principalmente, colaborando con el Rector en la responsabilidad de Director General de Marketing Institucional de la UCA. En la actualidad, se encuentra en situación de prejubilación, sin haber perdido vinculación con el organismo educativo, donde continúa colaborando desde otros ámbitos docentes, dirigiendo tesis doctorales, impartiendo lecciones magistrales de su especialidad, y como profesor honorario de la misma. 6000 alumnos han recibido sus enseñanzas.

Campus de Jerez, edificio universitario.

PLAN BOLONIA.
Su opinión sobre este plan de estudios universitarios es elocuente: «--Bolonia representa una excelente oportunidad para renovar las metodologías educativas y mejorar la oferta académica oficial. Supone una decidida apuesta institucional por participar en el proceso de armonización europea del sistema universitario español. Se trata de formar alumnos con una visión global, con mayores destrezas y habilidades. El alumno se convierte en el principal protagonista del nuevo escenario de educación, que está basada en el aprendizaje, en oposición a la educación tradicional basada en la enseñanza del profesor. También conlleva un cambio de paradigma educativo (pasándose de centrar la atención en la enseñanza y en el profesor a centrarse, ahora, la atención en el aprendizaje y el alumno), no basta con impartir docencia, pues hay que organizar, orientar y supervisar el trabajo y el aprendizaje de los estudiantes. Las universidades deberán seguir pendientes de los cambios que se producen en la sociedad, no sólo a nivel estatal sino también mundial, y, sobre ellos, deberán seguir adaptando su oferta académica, pues no puede pensarse que ningún título permanecerá en el tiempo sin la necesidad de introducir los cambios demandados».


Sus conferencias por importantes universidades europeas y americanas y sus publicaciones, así como su el trabajo realizado en el mundo de la empresa llevando el nombre de El Puerto de Santa María por todos los lugares, han hecho que Antonio, a sus 63 años, sea una referencia en el mundo académico y profesional en Comunicación y Marketing.

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(continuación)

«Durante la Guerra Mundial he sido el dibujante de la Casa Americana en Madrid, desde donde he ilustrado artículos para la prensa. En el año 1940 me llamaron para ilustrar la Revista literaria "Novelas y Cuentos", y he sido su dibujante portadista durante 17 años.

Y quedé como nos dejó Franco a todos los madrileños, porque el dinero de la Republica quedó sin valor. Guardando colas para recoger una lata de sardinas y mis hermanas en las colas de Auxilio Social para coger en una cacerola el rancho que nos daban, y así muchos días, por la mañana y por la tarde.

A los amigos que venían de zona Franquista, a esos había que huirles, no se sabía nunca como iban a reaccionar, y a los que les había cogido aquí pero se habían acomodado enseguida, te decían que te escondieras y que ya te avisarían cuando el pastel fuera repartido por si quedaban migajas o te metían en la cárcel.

Portadas de novelas y cuentos, que estaría realizando por espacio de 17 años.

Así y todo había que trabajar y buscar por donde fuera. Un día me avisaron de la Cámara de Comercio Alemana, que en aquellos días ya estallada la Segunda Guerra Mundial, victoriosas sus armas y amigos de Franco, era lo mas ambicionado por todos.

Y empezaron a darme trabajo. Cuando esto se supo, me pusieron una denuncia a la Embajada, con el deseo de que me hubieran detenido y haberse quedado con el trabajo, porque en la denuncia ya se ofrecían a cubrir mi puesto. Esto en aquellos días era muy peligroso. Pero esta denuncia cayó en manos de D. Juan Frank, alemán, Director de la Cámara, que me llamó y me dijo: --¡Ud. Tiene muchos enemigos! Pero nosotros no nos dirigimos a nadie sin antes tener todos los informes. Sabemos de Ud., tanto como Ud., y además sabemos que es Ud., honrado. Me preguntó que documentación tenía. Yo le enseñé la que teníamos todos en aquella fecha, un papel en el que constaba como que era prisionero de guerra, con la clave E, clave que nadie sabía el significado. Me dió un puro, creo como desagravio, y me mandó a su abogado. El abogado me dijo que estaba clasificado como indiferente, que volviera a mi trabajo que ellos se ocuparían de todo. Esto se supo y a partir de entonces me dejaron tranquilo. Luego supe que el que me puso la denuncia estaba en un Organismo Oficial y lo echaron a la calle.

Yo cobraba de los alemanes por trabajos hechos. No tenía sueldo de ninguna clase. ??Mediada la Guerra Mundial me ofrecieron una colocación con sueldo en la Embajada de los Estados Unidos y fui a comunicárselo a los alemanes. Ellos comprendieron que esto significaba una seguridad. Yo ya estaba casado y tenía una hija, y me autorizaron, agradeciéndome los servicios prestados. Aún después de terminada la Guerra, varios años he recibido por Navidad felicitaciones de D. Juan Frank. Y pasé a pertenecer a la Sección de Prensa de la "Casa Americana", desde donde he ilustrado artículos para toda la prensa con el seudónimo   de "Tete". Cuando llego Truman a la Presidencia de los EEUU empezó reduciendo gastos, y el mío tenía que ser insoportable para el país americano y fui uno de los primeros despedidos. (En la imagen de la izquierda, cartel de la Feria de El Puerto del año 1953, realizado por Manolo Prieto).

Estuve dando tumbos hasta que me avisaron de "Publicidad Azor" en donde he sido Director Artístico y Jefe de Estudio durante 17 años, y allí hubiera seguido si otro americano no me hace la puñeta.

En 1954 Manolo Prieto crea en "Publicidad Azor", de donde es Director Artístico y Jefe de Estudio, la famosa valla publicitaria para la empresa Osborne, "El toro de las carreteras", valla que no es aceptada con mucho entusiasmo por el cliente, pero que acabará convirtiéndose en icono para   la sociedad española llegando incluso a traspasar su fama las fronteras españolas.

Cuando llegó Kennedy, el Mundo entero padeció el sarampión de la juventud, y en España el sarampión y la tos ferina. Todo aquel que no fuera con el pecho sacado y no se subiera la escalera a la pata coja, había que echarlo a la cuneta. Llegó el dinamismo ¡No había tiempo que perder!.Se necesitaban en todas partes hombres "con 20 años" y mucha experiencia. A mí me cogió con 50, no había más remedio que sucumbir, y me echaron.

Uno de los 90 toros existentes en las carreteras españolas.

Y otra vez a empezar, y era la tercera. Esta vez me costó mas trabajo, por mi edad el clima era contrario, y por lo que era, por mis éxitos y por el puesto que ocupaba en la profesión, puesto jerárquico, había muchas envidias solapadas. Este final que yo no esperaba me desmoralizó y baje la guardia y todos a una como manadas de lobos, se cebaron conmigo. En esta fecha, también terminó mi colaboración como dibujante de "Novelas y Cuentos", después de 17 años ininterrumpidos. (En la imagen de la izquierda, autorretrato de Manolo Prieto).

Reaccioné y gracias a mis hijas que me ayudaron a mantenerme a flote, mandé a todos a hacer puñetas y viré en redondo, empecé una nueva profesión, donde los principios no han sido fáciles porque los escultores me recibieron con recelo y se cerraron como almejas. Ellos también sabían que yo en cualquier especialidad en el Arte fuera lo que fuera, tenía lo importante, la materia prima, solamente necesitaba el oficio y eso era lo que me negaron, pero yo con constancia me lo he inventado, y aquí estoy. Hoy soy profesional de la medalla, con piezas en Museos y premios en Concursos Nacionales e Internacionales, y considerado como escultor de medallas de primera clase».

"En el Museo Municipal de El Puerto de Santa María encontramos una colección de monedas así como una selección de dibujos preparatorios. Esta obra es testigo de la madurez intelectual, la destreza técnica y la seguridad y determinación del artista por adentrarse en referencias universales que traspasan las de la propia Literatura. “Eva y la manzana”, “El campo”, “Casada infiel”, “Abelardo y Eloísa” y “El manantial de la doncella” son los títulos de estas medallas de la que vemos  el anverso y el reverso. En esta última, la cual aparece en la fotografía, el artista va más allá de la referencia literaria  acercándose al mito del amor. La escena encuadrada muy cuidadosamente en el paisaje presenta a los personajes por un lado de la medalla, por el otro el amor, el deseo, “El manantial de la Doncella”, lo tituló él" (Lola Caballero, Restauradora de Obras de Arte).

Manolo Prieto escribió esta autobiografía a los 66 años de edad. Una lástima que dejara 12 años de su vida sin relatar, pero quizás esta autobiografía sea la que más nos acerca a sus sentimientos y a su modo de ver la vida. Falleció el día 5 de mayo de 1991 a los 78 años de edad. Durante este tiempo siguió con su faceta de escultor de medallas, cosechando éxitos, tanto nacionales como internacionales, que le alzaron como uno de los más prestigiosos medallistas españoles del siglo XX, exponiéndose sus creaciones en las más importantes ferias internacionales de la FIDEM (Federación Internacional de la Medalla).

Calle Manuel Prieto, por el Paseo de los Enamorados.

En 1980 el Ayuntamiento de El Puerto le rinde homenaje poniendo su nombre a una calle En 1986 es nombrado académico de la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’, lugar donde comenzaron sus primeros pasos como artista. Su discurso de ingreso, en 1987,  versó sobre "El cartel, arte y ciencia y lo que sé de su historia", siendo contestado por el académico Juan Ignacio Varela Gilabert.

Al año siguiente, en 1988, se inaugura una Exposición antológica de Manolo Prieto bajo el nombre "50 años de bocetos de carteles y medallas" en el Palacio de Oneto de nuestra Ciudad, y para la que el artista portuense realiza un autorretrato como cartel anunciador de la Exposición. Manolo Prieto hace donación de las obras expuestas al Museo Municipal de la ciudad. Coincidiendo con la exposición se celebra un curso sobre realización de medallas impartido por Manolo Prieto. Esta es la última visita del artista a su ciudad natal.

Hasta días antes de su fallecimiento estuvo trabajando en la colección de medallas sobre las   Comunidades Autónomas de España. Nunca aceptó que un artista se pudiera jubilar, ya que según su pensamiento, un artista siempre debe estar ideando y creando nuevas obras que ofrecer. (Textos: Fundación Manolo Prieto)

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Fernando Mora Eliso nace el 17 de agosto de 1948, hijo del marinero Fernando, natural de Sanlúcar y de la porteña Antonia quienes tuvieron tres hijos: Salvador, Fernando y Pepita (cocinera en el Centro Inglés y, posteriormente del Colegio Guadalete donde ha trabajado, hasta su jubilación, 30 años).

Ese año de 1948 en El Puerto, Fernando C. de Terry se hace con una punta de caballos cartujanos y empieza a crear la famosa ganadería que sería símbolo de sus bodegas. El Club Náutico se refunda en 1948 y se celebra la primera Regata Snipes que se celebra en El Puerto.  Rafael Alberti termina su libro de poemas ‘A la Pintura. Poema del Color y la línea (1945-1948)’.  La población reclusa del tristemente conocido Penal del Puerto fue el 1 de enero de ese año de 245 penados.  Manolo Girón es nombrado sacristán de la Iglesia de San Joaquín. También en 1948, el Racing Club Portuense recibía la visita del Puerto Real, ganando por 5-1. Fueron alcaldes de la ciudad ese año, Joaquín Calero Cuenca y Eduardo Ciria Pérez.

Se cría en la calle Zarza, en el número 25 antiguo, 57 moderno y 65 actual, --donde ‘El Portugués’ tenía una tienda de frutas, chucherías e incluso intercambiaba novelas y tebeos-- y estudiará en el Colegio del Hospitalito, entre los años 1953 y 1955.

LA CASA DE ZARZA.
El investigador Antonio Gutiérrrez ha estudiado la historia de edificio donde nació Fernando y sus moradores anteriores, que se remonta a 1670, cuando Ana de las Casas recibió esta finca como parte de su dote nupcial: “Han pasado familias de la nobleza local, de la clase media y otras –la gran mayoría—muy humildes, a semejanza de una Torre de Babel en miniatura en el transcurso de los lustros. Artesanos, comerciantes, empleados, militares, hombres letrados, industriales, de la mar, del campo…”

La casa se encontraba ruinosa y deshabitada,  siendo reedificada recientemente en su interior por sus últimos propietarios: “En la remodelación del inmueble se ha respetado con fidelidad el aspecto externo de la finca, especialmente su hermosa fachada de cantería, las cenefas y ménsulas de piedra que adornan la portada y el balcón principal, [al que ya le faltaba la visera de pizarra], incluso el diminuto ventanuco o tragaluz lobulado que proporciona luz y ventilación a la caja de escalera, así como la caída a dos aguas de su techumbre.”

Típico posado escolar de una época. Año 1957.

ENCUENTRO CON SAFA.
Un primo de la madre de Fernando trabajaba en el huerto de los Jesuitas y, por su mediación, entrará en dicho centro, tras dos años en el Hospitalito, donde estudiará Primaria. Aún recuerda a sus profesores, Manolo Moreno Romero, Diego Mora y especialmente a Antonio Nogués Ropero que, siempre que podía lo hacía pasar al comedor. Y es que los hijos de las familias más necesitadas tenían plaza fija en el Comedor de las Escuelas, siendo los eventuales los que suplían las faltas; siempre que había una plaza libre –se supone que Fernando ya venía comido de su casa—y a Nogués le tocaba guardia de comedor, señalaba a Fernando, algo que éste aún recuerda.

En el Patio de Talleres de SAFA. Fila superior, de izquierda a derecha, Alfaro Teruel, Gallardo, Blas Lama (+), Fernando Mora, Pepe Pellicer, José María bollullo Barquero, Blas (+). Fila inferior: Juan Flor, Morales, Morro, Zamorano, Villagrán y Carpintero. Año 1965.

ÚBEDA.
En 1965 Fernando estudiará interno en la central del colegio SAFA en Úbeda (Jaen): los dos primeros de la promoción, José María Bollullo y Fernando, fueron los seleccionados. En aquellos años allí se encontraban Macías Camacho, Emilio Mariscal, Juan Yuste Palomeque (que estuvo emigrado en Brasil), Camacho, Ramón Rojas Parrao hoy encargado general de Coca-Cola en Sevilla,… Allí permanecerá por espacio de dos años.

Explotación minera de Alquife (Granada), hoy cerrada.

CONOCE A FINA.
Fernando quería conocer el mundo de la empresa privada antes que el de la Enseñanza. En 1967 marchará a hacer prácticas a una empresa de minería en Alquife (Granada) gestionada por ingleses y conoce a la que será su mujer, Fina, tal día como antesdeayer, fiesta de Santa Bárbara, patrona de la Minería. De ello hace 43 años. Con Fina tendrá dos hijos  y, con ellos se han criado, como si fueran dos hijos también, una pareja de hermanos, negros, de madre sevillana y padre senegalés.

BUJALANCE.
El 28 de diciembre de 1971 fallecerá su padre, contramaestre en un pesquero, a la altura de Villa Cisneros (Sahara Occidental) hoy Dajla. Al año siguiente dejará su estadía en el municipio granadino y el director del centro, Antonio Ariza, le ofrece trabajar en SAFA en la asignatura de Automoción, algo que no supo defender con la suficiente contundencia pues, a instancias del Rector de las Escuelas lo mandan a abrir, como director, el centro de Bujalance (Córdoba), por un año, con la promesa de un próximo destino en El Puerto. Pero lo que iba a ser por un año duró hasta 1983. Allí participaría en una de los dos Experiencias Pedagógicas que la SAFA implantó en Andalucía, además de en Río Tinto, con metodologías diferentes, conciliando la vida laboral de los trabajadores con la de estudio.

Fernando, con papeles en las manos, atiende a José María Cirarda Lachiondo, Obispo de Córdoba, en una visita al centro educativo de Bujalance.

PRIMER TENIENTE DE ALCALDE.
En Bujalance fue impulsor de una Agrupación Independiente de Izquierdas formada por profesores del Centro, que obtuvo mayoría, ocupando la Primera Tenencia de Alcaldía. “Eran tiempos de incertidumbre, pero también de esperanza e ilusión por tratar, desde un puesto de responsabilidad pública, de ayudar a la ciudadanía”. Pero  la política no era lo suyo y lo dejó. De allí se sienten sus hijos.

En El Puerto milita en el PSOE, si bien fue tentado en su día por Hernán Díaz para que se integrara en la candidatura independiente en una conversación que duró hasta las cuatro de la mañana, algo que agradeció pero que declinó, al ser sus ideas de izquierdas. Es un importante activo de la agrupación local socialista pendiente de recuperar para otros cometidos, ahora que cuenta con tiempo suficiente, tras su prejubilación.

Con S.M. la Reina doña Sofía, en una visita al Centro de SAFA en Úbeda. 1986.

Allí, el tiempo que le dejaba libre la dirección, lo dedicaba a impartir clases de Automoción, Tecnología, Dibujo Técnico, Administrativo, … Alumnos suyos de aquella etapa serían el actual Jefe de la Policía Local de El Puerto, Manuel Cuenca Ojeda, natural de Cañete de las Torres, al que trajo a El Puerto y donde vio por primera vez el mar y conoció a la que sería su mujer y donde elegiría vivir. También lo fue  Francisco Carbonero, actual Secretario General de CCOO de Andalucía.

BAENA.
A partir de 1983 el nuevo destino como director será Baena, a 50 kilómetros de Bujalance. Allí Fernando recuerda que fueron tiempos duros: había que sacar adelante un internado con 300 alumnos con edades comprendidas entre los 5 y los 20 años, con escasos recursos económicos. Con el tiempo el internado se iría reduciendo y los últimos internos marcharían al centro de Úbeda.

Con el Príncipe de Asturias, en una visita al Centro de SAFA en Úbeda. 1999.

Precisamente su hijo al que inculcó “el espíritu colaborador y responsable” llegaría a ocupar en las elecciones municipales de 2003 el puesto de Primer Teniente de Alcalde del ayuntamiento de Baena, con Luis Moreno de alcalde –famoso por el debate suscitado en su Ayuntamiento para que se retirara el crucifijo del Salón de Plenos--, que puede verse en YouTube.

HUELVA.
Y en el año de la Expo, en 1992, como cada diez años mas o menos, traslado. A Huelva. Quizás la etapa más plena de Fernando,  quien con 44 años se hará cargo de la Fundación Carlos Díaz (FUNCADIA) colegio hasta entonces regentado por los Jesuitas que pasará a estar dirigido por la SAFA. De un rector a un director. Mucho trabajo, en una etapa en la que la SAFA fue el eje de la sociedad onubense en lo pedagógico, cultural y deportivo. Donde acogían sin fisuras al que llegaba de fuera.

Con el Embajador de Cuba en España y la ONG Cuba 98.

Crea la ONG Cuba 98, para traer a chicos cubanos a España a jugar en los juveniles del Trofeo Colombino. “La primera vez que visité Cuba, recordé la Bahía de los años 50. Supe lo que significaba una cucharada de jarabe para un niño, el pueblo humilde y sencillo que sufre las consecuencias de una política de hiperliderazgo. Aunque sí digo una cosa: cualquier persona que tenga una relación con Cuba siempre tendrá en su mente esta palabra: ayuda. Como la que en otra época nos brindaron los países hispanoamericanos y que hoy hemos de devolverles”.

En 1994, la SER lo nombra personaje del año.

Crea la Escuela de Fútbol ‘Maestro Salvador López’ y un campo de fútbol. Crean una cooperativa economato para los más desfavorecidos, formada por antiguos alumnos, Padre Laraña, en 1994. Y un Grupo de Teatro que todos los años representa con éxito la ópera Jesucristo Superstar, que aún no ha podido venir a actuar a El Puerto pese a los infructuosos intentos de Fernando. Fueron años de madurez y de trabajo satisfactorio. En Huelva todavía es una persona recordada y querida y fue multitudinario su despedida de aquella población.

El alcalde de Huelva, entregándole 'Las Tres Carabelas' en su despedida de Huelva.

REGRESO A EL PUERTO.
Con el cambio de milenio, cambio de ciudad y de centro y regresará a El Puerto en el año 2000, ciudad en la que se prejubilará, también, como director, en 2008. Al igual que en Huelva, abre las instalaciones del centro a la Ciudad –se pone de moda una costumbre perdida hogaño: ceder sus instalaciones como aparcamiento los días de corrida de toros--. A propuesta de la FLAVE, de su presidente Pepe Rodríguez, fue rey Gaspar en la Cabalgata de 2006 y sería nombrado socio de honor de la Asociación de Vecinos Puerto Nuevo.


Rey Gaspar en la Cabalgata 2006, a propuesta de la FLAVE, en la Residencia de Ancianos.

HÉROE DESCONOCIDO.
Algo que pocos saben es que el año de su llegada a El Puerto, viviendo en la calle San Francisco Javier, protagonizó un acto heroico: un niño se deslizaba por entre las rejas del balcón superior de su vivienda.  Alertado por los gritos de su hija, no se lo pensó dos veces y, con 52 años se subió a la baranda jugando con su integridad, logrando salvar al pequeño. Nunca se supo, los medios acataron sus deseos, que él vecino héroe era nuestro protagonista.

NUEVOS TIEMPOS.
En la actualidad pertenece a un equipo de trabajo formado por el Rector, un Director General de SAFA, otro director, el Administrador General y el propio Fernando, cuyo cometido es trabajar en la reestructuración que está experimentando la organización educativa de SAFA, contenidos, objetivos, etc…

Con su familia y amigos de varios centros en Úbeda, recibiendo la medalla de oro de SAFA (solo la tienen Fernando Mora y el Padre Martínez), con sus nietos mellizos, otra nieta, sus hijos, apadrinados y amigos.

Observa mucha diferencia entre El Puerto que dejó en los sesenta y éste de la primera década del milenio: “Si pudiera ahora mismo haría el cambio siguiente: la ciudad de los años sesenta con los avances socioeconómicos y tecnológicos previos a la crisis. El futuro de la Ciudad está hoy en las aulas; tenemos que ponernos de acuerdo familias y escuela en como queremos formar a nuestros hijos; ambas fuerzas tienen que interactuar y no contraponerse”

El 13 de agosto de 1981, va ya para veinte años, la periodista Lola Galán publicaba una crónica de ambiente sobre El Puerto, en El País, con el título: «Puerto de Santa María: el descanso de la aristocracia de la botella. Cuando el atlántico huele a Fino».

«Teresa Osborne, por favor, la llaman por teléfono». Los altavoces de El Buzo, club deportivo y social de la urbanización Vista Hermosa, repiten un par de veces la llamada. Luego, una muchachita rubia, delgada, cubierta con una camiseta, atraviesa la plataforma ardiente al borde justo de la piscina y desaparece por una puerta discretamente. Un grupo de invitados, que obviamente no residen en Vista Hermosa, persigue con la vista a la rubia, mientras a golpe de codo confirman que efectivamente se trata de una Osborne. Con un poco de paciencia, y unos cuantos finos vivificadores, el grupo podrá tropezarse en esa terraza con la flor y nata de las familias de Jerez, Cádiz o de El Puerto de Santa María, tomando un refresco y mirando indolentes la playa de arena blanquísima. Nietas de la frondosa familia del desaparecido José María Pemán, domecqs, osbornes y terrys de piel oportunamente dorada pasan ante sus ojos con majestuosa indiferencia.

Piscina del Club El Buzo. (Foto: Archivo Municipal).

Decenas de imitadores de Bertín Osborne ensanchan sus espaldas nadando a mariposa con leve golpeteo de medallas e insignias al cuello. Como Bertín los hay que han ido arrinconando hasta dejar reducido al esqueleto de una inicial el primer apellido para llegar al codiciado Osborne tranquilamente. La playa de El Buzo no tiene tan siquiera la visión de las playas populares de El Puerto de Santa María, cercanas en kilómetros, pero escondidas en un entrante de la costa. Sólo está al fondo Cádiz, el puerto y la bahía.

Una chica de unos quince años se acerca al grupo de mirones pidiendo fuego para su cigarrillo. En torno a las muñecas lleva varias cadenas de oro con alguna insignia ultra entrelazada.

Para Angel Moresco, director y residente en Vista Hermosa, que ha visto poblarse de niños e infernales jovencitos motorizados estas calles privadas de la urbanización, hoy aquí hay de todo. A pesar de que fueron Osborne los promotores de este recinto, la gente que vive hoy es, en un alto porcentaje, profesionales de alto nivel de vida, ente que viene de Madrid, de Sevilla, de Cádiz, de El Puerto y, claro, también de Jerez. Además, los Osborne que tenemos no están relacionados directamente con las bodegas».

Karina, actuando en una gala en las instalaciones de El Buzo. (Foto: Archivo Municipal).

Soportando el fuego líquido del mediodía. Angel Moresco, amable y eficiente, da unas vueltas a la urbanización, señalando a quienes le seguimos el peligro de los badenes que, con sus buenos centímetros de altura, pueden acabar con los amortiguadores de cualquier coche. «Es que hemos tenido, algún accidente, ya ven que hay muchos niños montando en bici o en moto, y claro, como la urbanización tiene mucho tráfico, existía siempre ese peligro, por eso pusimos los badenes». Pero ni badenes, ni rótulos de propiedad privada, ni guardas, que no desentonarían junto al oso Yogui, han podido evitar que la calle principal que baja directamente a la playa, una de las más hermosas de toda esta costa, esté tan frecuentada como la carretera que lleva a El Puerto de Santa María. Es un concepto nuevo del lujo que llega a paroxismos torremolinescos los fines de semana, cuando a las prolíficas familias propietarias de chalés o apartamentos se suman los innumerables amigos, ya se sabe, la gente es campechana aquí, en el Sur, dispuestos a disfrutar de las delicias de una aglomeración con alcurnia.

UN LITIGIO CON EL AYUNTAMIENTO.
La gente de El Puerto, en cambio, lo tiene difícil. A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento comunista de El Puerto de Santa María, en cuyo municipio se encuentra Vista Hermosa, que ha llevado a juicio a la urbanización acusándola de apropiarse de los caminos públicos que bajaban a la playa, hoy por hoy nadie sin una invitación especial puede llegar hasta ella. El litigio se presenta sencillo, por el contrario, para José Luis Kutz Muñagorri, el propietario del hotel Fuentebravía, que se levanta a muy pocos metros de la barrera metálica que delimita la base naval de Rota.

«Los dos tienen razón», señala, con un gesto conciliador de sus gruesos brazos, este navarro enamorado de Andalucía y casado con una francesa, que parece conocer todas las claves de la vida en El Puerto. «El Ayuntamiento, que, además, tiene muy buena voluntad, aunque no lo esté haciendo demasiado bien, tiene razón; Vista Hermosa cegó un camino público que bajaba a la playa. Pero también la urbanización la tiene, porque las calles son particulares, y la solución para que sigan siendo de uso casi exclusivo de sus habitantes está en dejar libre el acceso a todo el mundo, pero impedirles aparcar abajo. ¡A ver quién es el guapo que es capaz de ir a esa playa si tiene que aparcar el coche dos kilómetros más arriba!».

El Parador de Fuentebravía, en su úlitma etapa.

Un helicóptero sobrevuela la playa de Fuentebravía, donde se bañan unos pocos clientes del hotel. José Luis Kutz, presidente del Centro de Iniciativas del Turismo, vocal nacional de Hospedaje, presidente de la Confederación Empresarial de Cádiz, entre otras muchas cosas, no oculta su desánimo por el descenso en picado del turismo, ni sus críticas ácidas a la actual situación política. De ideas falangistas, el director del hotel Fuentebravía considera que ha sido un gran error por parte de los empresarios europeos el poner sus industrias en manos del petróleo. «Lo que habré luchado yo con mi mujer por este motivo, que si el gas es mejor, que si el fuel, nada, que quería propanizarme hasta la cocina. Pero yo me he mantenido fiel al carbón, que, poco o mucho, por lo menos es la energía que producimos». Carbón que ha sido más fiel que aquella primitiva clientela de americanos, que llegaron a la base de Rota a montar sus Polaris a un costado del hotel. Polaris ya no hay, y americanos quedan pocos.

EL ARRUMBADOR QUE LLEGÓ A ALCALDE.
A pesar de estar en contra de casi todo, José Luis Kutz paga religiosamente sus impuestos al nuevo ayuntamiento comunista, a cuyo frente está Antonio Alvarez Herrera, un antiguo arrumbador de las bodegas de El Puerto de Santa María. A las diez de la mañana entra un bedel delgado en el despacho de su secretaria: «Que llamen a la casa Osborne», anuncia sin más protocolo. Los Osborne otra vez. Aunque se dice que las grandes bodegas van a pique, aunque se destiñe ya el viejo esplendor de los nombres ingleses españolizados, y hasta la casa Terry ha vendido por varios millones de pesetas bodegas, caballos, todo, a una firma catalano-canadiense. (Antonio Álvarez Herrera, alcalde en 1981. Foto: Archivo Municipal).

A las 10.05 horas ha llegado el alcalde, con un traje de safari adaptado posiblemente a la jungla tórrida de El Puerto de Santa María, ciudad de cien palacios en ruinas, como rezan los carteles colocados por la Delegación de Cultura del nuevo Ayuntamiento en cientos de muros. Sobre la mesa de madera noble, el retrato del rey Juan Carlos se ha desplazado galantemente ante la imagen de la Milagrosa, la patrona de El Puerto. En la pared de enfrente, amorosamente enmarcado, hay un verso de Alberti, a quien el Ayuntamiento va a dedicar una casa-museo, en el que Juan Panadero saluda a los «nuevos alcaldes de Andalucía».

«Que han llamado de la casa Osborne». La joven secretaria, que ha venido de Madrid, transmite el mismo mensaje. «Contra lo que pudiera parecer, no hemos notado ninguna actitud saboteadora, ni nada parecido, por parte de la burguesía de El Puerto», aclara Antonio Alvarez. «Incluso han venido a explicarme sus planes de cerrar algunas bodegas de las que se visitan, y yo sencillamente les he dicho que toda mi vida, desde pequeño, estoy acostumbrado a este paisaje de bodegas, y que El Puerto es una ciudad turística y hay que mantener su personalidad y su belleza, y me han dicho que sí, que de acuerdo, y han salido por esta puerta tan amigos". (Textos: Lola Galán).

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Nació en El Puerto el 2 de diciembre de 1891, siete años antes de los  tristes sucesos para España de 1898 frente a Cuba, Filipinas y los EEUU. Hijo de Rafael Pineda y de María Asunción Gutiérrez,  nació en la calle Luna, siendo el mayor de cinco hermanos (Pedro, José, María Asunción, Carmen y María Dolores, falleciendo un hermano mayor, Rafael). En el Instituto Padre Luis Coloma de Jerez hará el examen de ingreso en 1901.

A continuación cursará primero y segundo en el colegio  de Manuel Ruiz Catelín en nuestra Ciudad . Tercero lo estudiará en los Jesuitas,  donde será contemporáneo de Rafael Alberti Pedro Muñoz Seca y Juan Ramón Jiménez y Fernando Villalón, entre otros interesantes protagonistas del mundo de las letras del siglo XX. El curso de cuarto lo estudiará en Algeciras y vuelta a El Puerto, donde se formará en los valores de austeridad y estudio de dicha orden, obteniendo el Bachillerato, tras examinarse en el ya citado Instituto jerezano Padre Luis Coloma, el 16 de junio de 1908.

Los hermanos Pedro y José Pineda, posando en el patio de San Luis Gonzaga. Tercera fila superior, segundo y tercero por la izquierda.

TRASLADO A MADRID.
Ese año, la familia, huérfana de padre, se trasladará a Madrid y Pedro, aunque con inquietudes por una carrera que no estaba entonces prestigiada y un oficio que no sería oficial hasta 1915,  se matriculará en varias academias preparatorias para el ingreso en la Escuela de Ingenieros de Caminos, en la Escuela Central de Artes Industriales e Industrias y, como alumno ‘por libre’ en diversas asignaturas de la carrera de Exactas. Ya en el último curso se decanta esencialmente por su vocación: las matemáticas, obteniendo la licenciatura en 1915 año en el que inicia los estudios de Doctorado que culminará con sobresalientes.  El ambiente que existía para las matemáticas había cambiado a mejor en el país, gracias al apoyo de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, además de haberse creado, en 1911, la Sociedad Matemática Española, en la que ingresaría Pedro Pineda. Había nacido un nuevo oficio, el de Matemático.

Memoria  premiada en 1924 por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y publicada en el año de 1930

En el que sería conocido más tarde como Laboratorio y Seminario Matemático de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) Pedro Pineda se incorporará integrado en el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales. Simultáneamente y, desde un año antes, es decir en 1914 empezaría a impartir clases en academias particulares, sobre Geometría Descriptiva, Análisis Matemático y Cálculo Infinitesimal.

BECADO EN BASILEA Y ZURICH.
El panorama científico está cambiando en España como se ha dicho y, becado por la JAE pide ampliar estudios en Basilea y Zurich, durante algunos periodos de 1916 y 1917, no sin terminar antes su tesis doctoral calificada como sobresaliente «Representaciones conformes según el método de Bieberbach».

(En la imagen de la izquierda, suelto de ABC, en el que se señala que Pedro Pineda obtuvo el premio otorgado por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en el concurso ordinario de 1924).

CÁTEDRO EN ZARAGOZA.
En 1917 el matemático accede, como  auxiliar interino, a la Facultad de Ciencias de Madrid, a la par que continúa investigando en el Laboratorio y Seminario Matemático perteneciente a la JAE, mientras preparaba oposiciones para la Cátedra de Geometría Descriptiva en la Facultad de Ciencias (Exactas) de la Universidad de Zaragoza, lo que consigue al año siguiente, es decir en 1918, con 26 años. En 1919 será nombrado Secretario de la Facultad y, ese mismo año concursará, en el mismo recinto universitario a cátedro de Elementos de Cálculo Infinitesimal simultaneándolo con la opción a catedrático de Cosmografía en Madrid, sin conseguir ninguna de las dos. En Zaragoza, pues se va especializando en lo suyo: la geometría, mientras mantendrá una fuerte relación con sus colegas madrileños, publicando en revistas y glosarios.

ALBERT EINSTEIN.
En 1923 visita Madrid, Barcelona y Zaragoza Albert Einstein, en su gira mundial, como referente científico con su Teoría de la Relatividad. El hecho de dominar el idioma alemán de forma fluida hizo que fuera el interlocutor de la Facultad con el científico, relación que se trasladaría al plano de lo personal ya que Einstein visitaría al científico portuense en su casa zaragozana.

ESPASA
Por encargo de la Enciclopedia Espasa participará en aquella importante empresa editorial, cultural y científica, redactando las voces ‘superficie’ y ‘volúmen’ de dicha obra. Para Pineda, “el capítulo más extenso de la Geometríaa es, sin duda, el que se refiere a superficies”, dado que “en el estudio de éstas y los fundamentos para hacerlo está comprendida toda la Geometríaa y gran parte del Análisis”. Esta densa contribución que algunos han considerado casi como un manual de la materia, con 46  páginas  a dos columnas, se divide en 7 partes, completadas con un Índice de Superficies y la bibliografía específica.

VUELTA A MADRID
En 1932 Pineda optará a la Cátedra de Geometría Diferencial en Madrid, compaginándolo al principio con una extensa labor de publicaciones, año en el que una nueva revista verá la luz: Matemática Elemental. En 1933 obtendrá por oposición la Cátedra en la Unviersidad Central de Madrid y, al año siguiente será designado profesor del Laboratorio y Seminario Matemático de la JAE y en 1935 nombrado subdirector de la Revista Matemática Hispano Americana (RMHA) (En la iamgen de la izquierda, voz 'Volúmen', del tomo 69 --curioso número para un matemático-- de la Enciclopedia Espasa. Año 1930).

GUERRA CIVIL.
La guerra truncará la actividad cientíica y docente, trasladandose a Valencia como Catedrático de su Universidad, mientras intentaba continuar en los esfuerzos de orden intelectual, llegando a dar clases, a petición propia en el Instituto de Bachillerato ‘Blasco Ibáñez’ de Valencia, en 1938. Regresará a Madrid en 1939 y, aunque el Servicio de Inteligencia Militar y Policía le consideraban ‘neutro aunque tirando a las izquierdas’, fue rehabilitado sin recibir sanción, en noviembre de dicho año.

MUTUALIDAD DE CATEDRÁTICOS.
Fue uno de los impulsores de la Mutualidad de Catedráticos, después de la contienda, de la que llegaría a ser su Secretario y que jugaría un papel destacado en la defensa de los intereses de los profesores depurados por el franquismo.

ACADÉMICO Y CONDECORADO.
En 1950 recibió el reconocimiento de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, siendo elegido a propuesta de cuatro académicos de prestigio constrastado, aunque no llegaría a ocupar el sillón por renuncia expresa, tras dilaciones varias que duraron 16 años, por lo que en 1966 se sustanció la aceptación de aquella renuncia.

Cinco años antes obtendría la Gran Cruz de Alonso X ‘el Sabio, poco antes de jubilarse. Pedro Pineda, alejado del mundo académico y de las publicaciones científicas, por la enfermedad que le aquejaba, fallecería en Madrid el 7 de enero de 1983, con 92 años.

En la caricatura de la izquierda, aparecida en la Revista Atenea. El poema que acompaña a la ilustración, en su primera estrofa dice. 'Hombre que empieza por 'pi'/ debe ser algo enigmático:/ en efecto, es matemático/ de lo mejor que yo ví.

(Textos: Extracto del artículo publicado en la Gaceta de la Sociedad Médica Española, por Francisco A. González Redondo y Lourdes de Vicente Laseca. Fotos: Familia Pineda).

3

Las bodegas de El Puerto, Sanlúcar y Jerez reúnen un nutrido grupo de capataces concienzudos y dedicados, mayores y más jóvenes, algunos casi retirados, que son  un pozo de conocimientos acumulados, donde beber de su maestría.

De izquierda a derecha, Antonio Morión Monge, Capataz de Williams & Humbert Ltd., de Jerez;  José Lobato Peralta,  Capataz de Fernando A. de Terry, padre de Mari Carmen Lobato, casada con Javier Benjumeda; Luis Moreno Paz, Capataz de Fernando A. de Terry  padre de Juan Luis y Tatín Moreno; y Manuel Camacho Cala, Capataz de Osborne y Cía., hermano de Milagros, la segunda mujer de Pepe Romero Zarazaga, de Romerijo. A estos capataces de la fotografía les dieron un homenaje en una Fiesta de la Vendimia de Jerez, en la década de los sesenta del siglo pasado.

En la imagen de la izquierda, un joven José Antonio Gómez Sánchez, Capataz General de Bodegas Osborne, en una instantánea tomada 24 de marzo de 1939.

«Una frase habitual entre los obreros que llegaban a encargado de departamento era, medio en broma, la de que "ya podían ir a trabajar vestidos con una chaqueta". Pero ni eso ni la habilidad con la venencia son garantía de buen criterio en la selección y valoración de los vinos. La selección no ha estado nunca en manos de cualquiera, sino en la de los máximos responsables de las casas vinateras. Hay que tener ciertas cualidades para ello. Lo más difícil es la selección de los vinos y conservar el patrón sensorial de cada tipo de vino. Siempre serán necesarios, la venencia, la copa, la tiza y la presencia e intervención del capataz. Todo vino es un producto de la intervención humana, y cuanto más cercana y exigente sea ésta, mejor será el vino». (Rafael García. Capataz de Bodega).

5

José Luis García Ruiz, hijo del porteño Victoriano García Linares y de la jerezana Victoria Ruiz Flores, nació en Jerez, el 24 de abril de 1947, pues su madre fue desde El Puerto a dar a luz a casa de su abuela, como era costumbre por entonces. Aquel año, mientras le cuidaba una tía abuela en la casa de la Plaza de la Herrería y sus padres estaban en el Cinema España, ‘vivió’ la Explosión de Cádiz. Tiene otra hermana menor, Mariví, que vive en Cádiz. Está casado y tiene tres hijos. Y una carrera profesional de lo mas variada, que hace que nos sintamos orgullosos de tener un paisano de su capacidad y su valía, como podrán comprobar.

Su padre, Victoriano García Linares, era natural de El Puerto, pero hijo de santanderino de La Montaña (Cabanzón). Así que José Luis está emparentado con varias y conocidas familias de montañeses en El Puerto: los Sordo, Rábago, Gutiérrez, etc. Su abuela paterna, Efigenia Linares, murió teniendo Victoriano semanas de vida. Fue criado por su tía Nieves Linares, de los propietarios del Rancho Linares –frente al Parque Acuático—y el Bar Los Pepes.

Su madre, Victoria Ruiz Flores, era natural de Jerez. Los abuelos de José Luis se instalaron en la casa de la Plaza de la Herrería del siglo XVIII que todavía subsiste  reformada, esquina a la calle Ribera del Río –en la actualidad hay una pizzería--, propiedad de su bisabuela materna que instaló en aquel edificio una sucursal del negocio de fabricación de fundas de paja para botellas, explotado por su abuelo materno. Los abuelos maternos volverían a Jerez a hacerse cargo del negocio principal al inicio de los años cuarenta del siglo pasado.

LA CALLE SAN JUAN.
De pequeño vivió en la casa número 5 de la calle San Juan esquina a Postigo. En ella su abuelo, Luis García Caso abrió un almacén de Ultramarinos complementado con mayoreo de todo lo necesario para sus clientes. Fue, al parecer, un negocio boyante pues en él se surtían la gente de campo –los mayetos—que cultivaban múltiples huertos que ocupaban los terrenos que fueron expropiados para lo que luego fue la Base Naval de Rota, en su parte del término de El Puerto. Allí tenían crédito indefinido, hasta la recogida de las cosechas. Con dicha expropiación el negocio empezó un lento pero continuado declive. Desapareció al inicio de la década de los ochenta. Su padre vendió el inmueble –está previsto que en esa esquina junto con la finca colindante de Postigo se construya la plaza José Morillo León—y se marcharon a vivir a Jerez, a poca distancia de la casa de José Luis, hasta el fallecimiento de ambos.

Con sus padres, en la azotea de la casa de la calle San juan, al fondo podemos ver la calle  San Juan esquina con Meleros. En esa casa vivía la familia Barbudo. Eran cuatro hermanas, Marina, Juani, Cecilia e Isabel y un hermano, José Juan --Pepe Barbudo--. En su casa pasó nuestro protagonista muchas horas; se iba muchas tardes porque D. Arturo padre tenía la colección completa del Coyote y otros libros interesantísimos y José Luis era ya, desde los seis años, un lector empedernido.

Hoy lunes 29 de noviembre ha comenzado la demolición de la casa de la calle San Juan, 5,  esquina con Postigo, la que fuera vivienda de José Luis. Tras la demolición ha quedado este solar.

PORTUENSE TRUNCADO.
Su condición de portuense se frustró como consecuencia de una enfermedad de su madre. Así pasó a vivir con unos tíos jerezanos que no tenían hijos y que en la práctica le prohijaron. Por eso anduvo desde los cuatro a los nueve años en un movimiento permanente entre Jerez y el Puerto, que se decantó finalmente por Jerez cuando realizó el ingreso en el Colegio de los Marianistas  en el que  ya continuaría hasta los diecisiete. Pero cada verano, hasta los catorce años en que empezaron a mandarle al extranjero por aquello de los idiomas, volvía puntualmente a El Puerto con sus padres.

Fotografía en el colegio de la calle Luna, de los 6 a los 8 años. El colegio de la calle Luna, sucursal infantil del de la Pescadería y el cariño de la señorita Adela. Al año siguiente, el respeto imponente que causaba D. Ciro Morata Torres, hombre admirable hecho a si mismo que pasó de guardia civil a practicante, a costa de sacrificios y esfuerzos…

IMÁGENES DE LA INFANCIA.
Recuerda José Luis “las primeras imágenes son infantiles, algo imprecisas, de contornos vaporosos, casi misteriosos. Aquella casa de la calle San Juan, esquina a Postigo, con su patio de losas de tarifa y aquella sillita con que me cruzaban la calle para recibir mis primeras letras de las hijas de Don Antonio Cosmen en el bajo de su casa. Aquellas monjas del asilito de la calle Cielo, con sus tocas almidonadas…  Las ululantes lechuzas de la Prioral que escuchaba despavorido por las noches…  La inmensidad de la playa de la Puntilla, con el Himalaya de los montes de arena que la separaban de la selva inabarcable que eran los pinares de San Antón… (En la imagen de la izquierda, con su hermana Mariví, en la playa de La Puntilla).

Los azules coches Bootello… La barbería de Rojita en la calle Luna donde me cortaron por vez primera unos casi tirabuzones rubios que yo tenía….La misteriosa casa de la plaza de la Herrería, propiedad de mi bisabuela jerezana, alquilada por cuartos a una multitud de  pescadores alicantinos y en la que se había refugiado  la Yaya, que era una tía de mi madre, jacarandosa y aflamencada, indistinguible, en mi penumbra evocadora, de las conocidas fotos de Estrellita Castro, y llena de las historias mágicas derivadas de una existencia aventurera vivida hasta la última peseta y la última copa. y en cuya compañía, según me contaron años mas tarde, viví con pocos meses la explosión de Cádiz, mientras mis padres estaban en el Cinema España…”

Luis Suárez Ávila ha escirto del que fuera su vecino José Luis: "Me traslada a nuestras infancias felices, en nuestras casas, la tuya el número 5 y, la mía en el número 19, de la calle San Juan de El Puerto de Santa María, y  a un día de Reyes, en que te pusieron a ti una moto,  casi de verdad, con su faro y su piloto que se encendían, y hacía, al darle a los pedales, un  ruido como de fingido motor. A mí se me iban los ojos detrás de esa moto, porque a mí me habían puesto Sus Majestades de Oriente un caballo de cartón, enorme, con una de las manos levantadas, tordo habado, con su montura vaquera, obra de Brotóns, el artesano de Jerez.    Y envidiar la moto de José Luis, no sé si fue una temprana opción por la vanguardia  frente a lo caduco; por la modernidad frente a  la tradición. O, a lo mejor, simple arrebato, curiosidad y capricho por lo apetecible en aquel momento. Más bien esto último". (En la imagen de la izquierda, con la recordada moto roja y su hermana Mariví, en el Parque Calderón).

"Y luego, --continúan los recuerdos de nuestro protagonista-- los mejores meses de Agosto de mi vida, pues aquí los pasé todos los años siguientes hasta que cumplí los catorce, y que vieron mi tránsito de la infancia a la adolescencia en un decurso de recuerdos que empieza con aquellas jornadas temporalmente infinitas de playa y, sin solución de continuidad, parque --Calderón, claro está, ¿cuál otro podría ser?--. Y la torta del Canal y el cruce de éste hasta la terra incognita del otro lado; y el Castillito; y las excursiones a la punta La Colorá; y  los cines de verano --Macario, Colón, España, mucho más tarde creo recordar que el Avenida--. Y el Bar Central, su ensaladilla y las copitas de Padre Lerchundi, el primer vino que probé en mi vida… "

LAS NIÑAS DE EL PUERTO.
Y a vueltas con sus recuerdos de aquellos años, José Luis rememora "Decurso  que continua sobre todo con el recuerdo de  la efervescencia hormonal de aquella edad y el descubrimiento de aquellas niñas de El Puerto tan rematadamente guapas que hacían verdad la copla del arropiero tantas veces cantada, con aquella su americana blancuzca doblada sobre el brazo que sostenía el canasto de las arropías: “Tres cosas hay en el Puerto que no las tiene la Habana: Las bodegas de Terry y Osborne,  mujeres muy guapas muy guapas y el tío de la americana….lan laralan lanlana”

“Esas niñas de El Puerto y algunas veraneantes que, es otra evocación que me viene, solían ser casi siempre parejas o tríos de hermanas: Las Insua, las Merchante, las León, las Gay, las Bellvis… aunque os confieso que yo bebía los vientos por Mery Nuchera y como un flash irresistible se me viene a la mente el temblor con que, sentado a su vera,  vi una película inolvidable, aunque no recuerde cual era, en el Cinema España”.

De izquierda a derecha, fila superior: Mery Nuchera, Celia Insúa, Lalo Muñoz, Ana María Insúa. Elisa Muñoz Manzanera. Fila inferior: José Luis García Ruiz, Aldo –italiano con familia en El Puerto–, José Luis Calle, periodista de ABC con casa, todavía, en El Puerto, Juanele y Jose Miguel Merchante. Verano de 1960. (Foto Aguilar. Colección: Celia Insúa Lavín).

LOS AMIGOS.
“Y de aquella época también quiero evocar a los amigos de El Puerto. En primer lugar los clanes familiares que compartían con nosotros la franja de la Puntilla en que se ponían concordadas las casetas: Los Py, más que amigos familia, los González Herrero, los Thuilliers, los Paullada Porras… Y a continuación los amigos coetáneos: los Suárez, Luis, Juan, Jesús, y su batería de primos; los Merchante –Manuel Jesús, José Miguel, Fernando, Javier, y su otra batería de primos sevillanos, creo recordar que Cobos de apellido; los Gutiérrez Colosía, los Rodríguez Rendón –Paco y Pepe- y otros apellidos que me vienen a la mente como Rábago, Peralta, González Muñoz… En fin, tantos y tantos…”

PERIODISMO EN MADRID.
José Luis marcharía a Madrid para estudiar en la Escuela Oficial de Periodismo, en unos convulsos años universitario, reflejo del mayo francés. Y se incorporará con su correspondiente titulación, como redactor y miembro del Consejo de Redacción de la revista “Cuadernos para el Diálogo”, bajo la dirección de Joaquín Ruiz Jiménez, revista que en los setenta de siglo pasado se erigió en un foro de sectores democráticos. Ruiz Giménez, democristriano, se convertiría en el primer Defensor del Pueblo de la nueva era democrática. José Luis permanecerá en 'Cuadernos' entre 1968 y 1972, con el paréntesis del Servicio Militar. (En la imagen de la izquierda, Joaquín Ruiz Giménez, fallecido en 2009).

MILITAR DE DOS ARMAS.
Nuestro protagonista estuvo como aspirante a Alferez de Infantería en el Campamento de Montejaque (Málaga) y también en la Marina. Y es que es de los pocos españoles, además del Rey, que pueden presumir de haber vestido distintos uniformes militares. La explicación no es otra que la de ser un represaliado –modestísimo, según él-- en el Franquismo y su condición de agitador en la Universidad de Madrid, exagerada por el Servicio de Información Militar,  dio lugar a su expulsión de las Milicias Universitarias y reenvío a la Marina. Tras pasar por el Cuartel de Instrucción de San Fernando pasó el resto del servicio militar en El Ferrol. Afortunadamente ello ocurrió cuando acababa de terminar ya en la Universidad, así que no le causaron grandes perjuicios. (En la imagen, José Luis, vistiendo uniforme de dos armas: tierra y mar).

EL MUNDO DEL DERECHO.
También obtendrá su Licenciatura en Derecho, emprendiendo su devenir  como abogado en ejercicio del Ilustre Colegio de Madrid y como socio en el Bufete Peces-Barba y Asociados, “como una premonición de tu devoción por el estudio del Derecho Constitucional, al lado de quien, con los años, sería uno de los padres de nuestra Constitución vigente” como afirma el letrado y paisano de la calle San Juan, Luis Suárez. Luego, el doctorado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, su incorporación a la Universidad como Profesor Adjunto por oposición, mas tarde en excedencia, de Derecho Político, y su vuelta al sur, a la ciudad donde vivió su adolescencia:  Jerez, en la que se implica en la aventura docente del Colegio Universitario y la Facultad de Derecho de la Universidad de Cádiz, también en Jerez. (En la imagen de la izquierda, Gregorio Peces-Barba).

CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL.
Acaso de su etapa con Peces Barba le viniera la inspiración para animarse a estudiar y obtener con brillantez la Cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad que compatibilizará con diversas ocupaciones en el mundo de la empresa y, más adelante con la Dirección del Departamento de Disciplinas Jurídicas de la Universidad de Cádiz.

José Luis García Ruiz con Luis Caballero Florido.

En el Palacio de la Moncloa, en 1988, entrevistándose con el presidente del Gobierno, Felipe González, en calidad de presidente de FEDEJEREZ.

LA EMPRESA Y LAS ORGANIZACIONES EMPRESARIALES.
Se incorpora al mundo de la empresa en 1974 como Director General de las Bodegas Sánchez Romate, S.A. y Viñas, S.A. puestos que desempeñará hasta el año 1986. Al año siguiente, en 1987 y hasta 1996 ocupará dado su prestigio en alza, la presidencia de la Federación de Bodegas del Marco de Jerez (FEDEJEREZ); la Vicepresidencia de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), y una Vocalía de la Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Además en 1992 será el presidente de la Comisión de Negociación Colectiva de la CEOE.

El 12 de abril de 2002, S.A.R. don Felipe de Borbón, firmando una bota en la Bodega de San Ginés, en presencia de García Ruiz.

José Luis, acompañando al entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en una visita a la sede del Consejo Regulador del Sherry.

PRESIDENTE DEL CONSEJO REGULADOR DEL SHERRY.
En 1997 ocupará la Presidencia del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez, así como miembro del Consejo Social de la Universidad de Cádiz y de la Fundación Universidad-Empresa, puestos en los que permanece hasta el año 2003.

Tomando posesión por cuarta y última vez en el Consejo Económico y Social del Estado.

MIEMBRO DEL CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL ESTADO.
Ha sido  miembro del Consejo Económico y Social del Estado desde 1991 a 2009, y es miembro, actualmente, del Consejo Consultivo de la Junta de Andalucía, del Consejo Andaluz de Universidades, del Consejo Asesor de Diario de Jerez y es además asesor del Grupo Editorial Joly, que publica nueve periódicos en Andalucía.

PUBLICACIONES.
Es autor de los libros “Desarrollo Político y Constitución Española”, “El Recurso de Amparo en el Derecho Español”, “El Derecho Propio de Andalucía”, “El Consejo Económico y Social” e “Introducción al Derecho Constitucional” y de más de cuarenta trabajos de su especialidad publicados en revistas científicas o en libros colectivos.

Durante su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes, de izquierda a derecha, José Luis García Ruiz, Luis Suárez Ávial, María del Carmen Cebrián y José Luis Lojo. Mayo 2010.

ACADÉMICO DE SANTA CECILIA.
Es el último académico hasta la fecha elegido por la Academia de Bellas Artes, en sesión celebrada el 21 de enero de este año, tomando posesión en el Castillo de San Marcos el pasado 28 de mayo de 2010, con el discurso de ingreso: “Un problema secular en España: la cuestión territorial”. En los prolegómenos de su intervención afirmaba: “Para mi este acto y este marco significan mucho más que una satisfacción académica porque constituyen más que cualquier otra cosa, un reencuentro. Pero no es un reencuentro cualquiera sino uno muy especial porque está impregnado de un sin fin de evocaciones que, como en una situación de duermevela, han ido viniendo a mi mente haciendo renacer un cúmulo de imágenes, aparentemente olvidadas pero que estaban en mi subconsciente, de aquellos tiempos discontinuos en que fui tan feliz en este Puerto de Santa María al que ahora formalmente retorno. Tiempos eternos de la infancia y la adolescencia, tan diferentes de los fugaces y efímeros que enmarcan la madurez”. Fue contestado por el letrado, académico y colaborador de Gente del Puerto, Luis Suárez Ávila. Pertenece además, como Académico de número, a la Real Hispanoamericana y al Ateneo de Cádiz.

Casado con María Antonia Prado Peinado, periodista y abogado y desde hace muchos años, letrada de carrera en el Ayuntamiento de Jerez. En la imagen, con sus tres hijos, de mayor a menor Luis, Andres y Jaime en el año 2000, día de la graduación del pequeño.

Hablando sobre el vino del Marco del Jerez en la web Biografía Moderna del Vino de Jerez, un docuweb en torno al Jerez y su mundo, impecable sitio en internet de Antonio Lobo.

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