
Antonio Arcas es, un veraneante en El Puerto experto en Turismo, con residencia en El Manantial: caseta de mampostería propia a pie de la Playa de Fuenterrabía (*) -cerquita del Parador-. Una adquisición de hace veinte años cuando se casó, puesta de moda hace cincuenta cuando aquella zona empezaba a despertar para el turismo internacional. Jerezano de nacimiento y economista de profesión, de jovencito era asiduo visitante del Club Náutico y la sala de fiestas El Oásis. (Antonio Arcas, a las puertas de su caseta a pie de playa en El Manantial. Foto: Fito Carreto).
Antonio Arcas is an expert in tourism who summers in El Puerto, he lives in El Manantial: his own masonry house right on the Fuenterrabía beach, quite near the Parador. He acquired it twenty years ago when he married, it was made fashionable fifty years ago when that area began to wake up to international tourism. He was born in Jerez and has a degree in Economics, as a youngster he was a regular visitor of the Sailing Club and the discoteque.
Es Doctor en Ciencias Económicas, Consultor, Director del Observatorio Turístico, Profesor de Economía Aplicada de la UCA (Universidad de Cádiz), Director del Master de Turismo de dicha Universidad. Ha trabajado y dirigido estudios sobre grandes eventos económicos recientes en la provincia, ecuestres, náuticos y de la naturaleza. Es miembro de AECIT (Asociación Internacional de Expertos Científicos en Turismo ¿Sigo?
Fue Animador Turístico (tuno) mientras estudiaba la carrera, en la Costa del Sol. Allí conoció a influyentes personajes del turismo nacional que le llevaron a recorrer medio mundo promocionando a España: repartiendo folletos por la mañana y cantando en la tuna por la tarde/noche en las promociones de Turespaña. Le gustaría definir modelos turísticos en nuestra provincia y plantear actuaciones a medio y largo plazo en el desarrollo sostenible de nuestro territorio. De sentido del humor amplio y ganas de vivir, toda Independientemente de su anchura, porque tiene el corazón de doble ancho. Amigo de sus amigos y amante de su familia, sabe vivir y trabaja como el que más este visionario, con los pies en el suelo, del turismo provincial. Confiesa que está a dieta. Y continúa viniendo a El Puerto, desde chiquitito, ahora con su mujer y sus hijos. (Foto: El Hotel Parador Fuenterrabía en la década de los ochenta del siglo pasado. Colección J.M.M.)
ENTREVISTA
Pregunta para el Economista: ¿tiene que trabajar mucho para darle de comer a sus 4 hijos? --Evidentemente, no hay más remedio, Hoy dia el valor “profesional” no es un valor en alza y su cotización sigue baja.
Y dígame Profesor, ¿es cierto que, por economizar puso a sus hijos gemelos dos nombres ‘mellizos’? --Apliqué Economía de Escala, poniéndole a uno Jacobo y a otro Jaime. El mismo día los dos santos.
Su parecido con el Profesor Shorofsky, de la serie de TV Fama, ¿es una pose, o además lo imita Vd. a él en su bonhomía? --Es una coincidencia muy divertida. Recuerdo de este personaje la capacidad de diálogo con sus alumnos.
Las buenas lenguas me dicen que se ha especializado en impartir conferencias –-lecciones magistrales- sobre gastronomía. ¿Afición, devoción u obligación? --De todo un poco. Llevo años intentando, en la medida de mis posibilidades, poner la Gastronomía Gaditana en el lugar que le corresponde dentro de los recursos turísticos autóctonos. Pero ahora estoy a dieta. (Foto: El Prof. Dr. Arcas de los Reyes, en una fotografía tomada el 11 de diciembre de 2008 en El Puerto).
La Playa de Fuenterrabía, a principio de la década de 1970.
Es Vd. veraneante de la playa El Manantial desde hace 20 años, ¿en que han cambiado los usuarios que la pueblan de antaño a hogaño? --Menos americanos y mas Spankas (Españoles). Cada vez son más los que viven en El Manantial todo el año.
Se hizo famoso, en los ambientes universitarios, que su tesis doctoral, versaría sobre la calidad en los municipios turísticos. ¿cuál es mejor virtud dar calidad o ser cálido? --La calidad turística se puede conseguir cubriendo las expectativas del cliente, la calidez es una condición, y esa hay que tenerla. Ambas son necesarias y complementarias.
Dirige el Observatorio Turístico gaditano. ¿Se ven muchos pájaros desde la mirilla de ese observatorio? --A veces más de los que uno quiere. Estamos en un buen camino, pero el que nos queda es mas duro y necesitamos el esfuerzo de todos. Todos juntos hacemos el destino.
Señor Arcas, pasar con holgura de los cincuenta, ¿le ha cambiado en algo, o le ha reafirmado en lo que ya creía en el lejano siglo pasado? --Amigo, si han cambiado las cosas, podría cansarle enumerándolas. Si reafirmo que no te regalan nada y todo hay que currarlo.
¿Puede Vd. presumir, no hay que tener falsa modestia, de algo en esta cainita provincia de Cádiz?. --La satisfacción que da ver a tantos antiguos alumnos en diferentes empresas de la zona, que me saludan y me recuerdan con alegría.
El futuro de la Bahía de Cádiz, pasa por... --Mejora en infraestructura y en servicios. Estamos muy por debajo de las necesidades y expectativas. (Ilustración: Publicidad antigua).

El primitivo Parador de Fuenterrabía y Fuente Bermeja.

Otra vista de la Playa de Fuenterrabía.
(*) Fuenterrabía. Nombre original por el que era conocida la playa de dicho nombre. Ya mediado el siglo pasado, José Luis Kutz Muñagorri, propietario de Hotel-Parador, navarro y primer presidente de la patronal de Hostelería en la provincia de Cádiz, HORECA, propuso que se le cambiara el nombre a nuestra playa, pasando a ser denominada como Fuentebravía, con objeto de no confundirla con la playa de Fuenterrabía (hoy Ondarribia) de la provincia guipuzcuana. Aquello se aceptó, con criterios de la época, pero, aproximadamente cuarenta años más tarde, a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, el Ayuntamiento, mediante acuerdo de sesión plenaria volvió a retornarle su nombre original: Playa de Fuenterrabía. Pero la confusión continúa en mapas, señalizaciones y planos, apareciendo indistintamente, con los dos nombres, en documentos oficiales, planos y demás elementos geolocalizadores.


se afincó en nuestra Ciudad en 1894. A su muerte, en 1956, su hijo Eugenio Mena Ponce se hace cargo del negocio, donde Antonio echó los dientes, y aquí continúa él, -tercera generación- al frente del establecimiento: corregido, mejorado y aumentado, cuando falta un año para que el Bar cumpla un siglo de existencia.
Eugenio, el padre de Antonio -Añoño para los chiquillos del Barrio donde se crió- se hizo famoso -y continúa la fama hogaño- por los guisos de caracoles, siendo pionero en la introducción de los pinchitos morunos, la merluza rebozada y los ostiones fritos, cuando se podían conseguir éstos en la desembocadura del Guadalete. Rociero desde que tenía pantalones cortos, Añoño se enamoró de una chipionera -Regli- a la que iba a ver en moto todos los días a la villa del Faro. Y se casó y hoy está con él, hombro con hombro en el negocio de hostelería, donde ha sabido imprimir su propio estilo en la preparación de guisos marineros y los diversos tratamientos que le aplica al atún. «Otra recomendación para este bar: el atún en manteca. A imagen pero no semejanza absoluta de nuestro bienamado lomo en manteca, lomos de esta increible criatura marina de almadraba son untados y macerados en este manjar de los dioses que se denomina manteca. Grasa porcina con su sabor elevado a la enésima potencia gracias a la sublimación palato-lingual que produce la adición de especias como el pimentón, que con el sabor rancio de la manteca combina perfectamente para hacer caer al visitante asiduo o parroquiano típico en el éxtasis gastronómico.» (La Taberna de You).
El padre de Antonio tuvo cinco hijos con María Luisa Rodríguez Pantoja, natural de Jerez -uno de ellos es Miguel, presidente de ACOCEN y otro, emparentado con Roque el de la Droguería, trabaja como bancario en una entidad de ahorro andaluza-. La calle del Vicario era uno de los centros de la vida de El Puerto cuando nace nuestro amigo: el Bar Número Tres, muy cerquita a su izquierda, la tienda de zapatos de Mauricio León, Tejidos el Metro, y enfrente la calle Sierpes, repleta de comercios y puestos; el almacén de de Ultramarinos de Eloy Fernández Moro, Tejidos Muro -hoy regentada por su hermano Miguel-, la Barbería de Muñoz, la Pensión las Columnas -al lado, Pansequito tenía una tienda de venta de ropa y baratijas- el Liberato de Librada, Casa Juana, el Bar Ramiro, la Pensión Bartolo, el Bar de Juanito Ceballos, y en la esquina Paco Buhigas con su Lechería e Isidro con un Ultramarinos. Corrían los finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. (Fotografía: Busto de Eugenio Mena Ponce, en 1984, año de su fallecimiento. )
Los vinos que se bebían en El Brillante eran de Bodegas Sancho -Fino Caribe- y manzanillas para continuar surtiendo el altar de botas situado en El Brillante, cuando se cierra esta bodega, con los vinos de Pepín Velarde. Un tal Rubichi, repartía en burro el repuesto para las botas y las melopeas del ciudadano eran sonadas, tanto que, agarrado al rabo del burro, éste lo dejaba en su vivienda de la calle Santa Lucía, cuando ya no podía mas. Curioso personaje este Rubichi, que lo mismo repartía vino en un carro tirado por el burro, que paseaba a los visitantes en un coche de caballos. (Ilustración: Etiqueta de Fino Caribe. Bodegas Sancho).
Viajemos algo mas atrás en el tiempo, imaginen el ambiente de la calle donde se encuentra el bar de nuestro amigo, en el siglo XIX, con esta visión escrita por un viajero romántico en su visita a El Puerto: «Errando a través de sus calles, desembocamos en la plaza del Mercado. Era de noche. Las tiendas y los puestos estaban iluminados con faroles o lámparas colgadas, y ofrecían un golpe de vista encantador, estrellado y salpicado de puntos brillantes. Sandías de cáscara verde y pulpa rosada, higos chumbos, unos con su pellejo espinoso, otros ya mondados, sacos de garbanzos, cebollas monstruosas, uvas de color de ámbar amarillo, capaces de dar envidia al racimo traído de la tierra prometida; ristras de ajos, guindillas y otros géneros violentos, hallábanse amontonados pintorescamente»
Pero si de verdad quieren conocer algo diferente, además de la charla de Antonio, los detalles gastronómicos de su mujer, Regli, o la colección de cuadros del dibujante “El Pantera” de Cádiz, es sobre todo la clientela: variopinta y diferente ya sea en horario de mañana o de tarde, en invierno o verano. Un cosmopolita bar por donde pasan toda clase de criaturas en edad, clase y condición. Tener tiempo para escuchar las conversaciones de la parroquia es todo un privilegio, como conocer a uno de sus personajes más asiduos: Manuel Figuera Morillo (con 'o' como el mismo se encarga de señalar, para que no lo confunda con el apellido del famoso pintor) -en la fotografía-, quien con 88 años continúa acudiendo a diario a su Brillante, ya felizmente jubilado de sus tareas de Tratante de ganado. Otro día contaremos su historia en Gentes y Habitantes de El Puerto.
regaló el padre de Antonio a algunos particulares.


que, en el año 2005 es destinado como logopeda al prestigioso Instituto Español "Giner de los Ríos" de la capital lusitana: Lisboa, donde tiene previsto permanecer hasta el 2011, impartiendo clases de Enseñanza Primaria. ¿Regresará Juan a El Puerto? (En las fotografías, Juan Mayo en la actualidad y en 1997, hace once años).
El profesor Mayo es un gran amante de las nuevas tecnologías, algo que supo inculcar en el ambiente familiar. En la actualidad su hijo Carlos es el responsable técnico de la edición en internet de los periódicos La Voz de Cádiz, de Cádiz y Jerez. Es, igualmente, una autoridad internacional por sus conocimientos e investigaciones sobre la Orden de la Cartuja. Prueba de ello es que ha publicado, en los últimos quince años, doce libros sobre esta interesante orden de clausura y es invitado a impartir charlas y conferencias en encuentros nacionales e internacionales: España, Italia, Austria, Bélgica, Inglaterra, Argentina, Suiza, Alemania, Francia, Portugal, Chequia, sobre esta forma de entender y vivir la religión católica. (En la fotografía, en una ponencia en el Congreso Internacional Cartujano Evora-2004, celebrado en Portugal, sobre la única Cartuja actualmente abierta en este país: la Cartuxa Scala Coeli, en Évora, a unos 100 kms. de Lisboa en dirección a Badajoz). (En la foto, con barbas, hace 25 años).
Casi podríamos decir que Juan es un cartujo externo, una especie de promotor de la Orden, tal es su grado de conocimiento y sus trabajos de divulgación. Por ejemplo, esta crítica a la película
(*) La Llave Cartujana,
ENTREVISTA.
Tiene editados 12 libros y varios discos compactos multimedia, siendo uno de los ponentes que más tiene publicado en los congresos internacionales a los que ha asistido ¿Cuál es ahora su preocupación cartujana desde que los monjes se fueron de la Cartuja de Santa María de la Defensión de Jerez? --Trabajo ahora con los Cartujos de Portugal, colaborando en la digitalización e informatización de sus fuentes documentales de toda la Orden Cartuja en el país fronterizo. En la Cartuja de Evora me retiro una media de 10 días al año. Curiosamente, los tres cargos más relevantes: Prior, Procurador y Vicario, son españolas; de Carmona, Córdoba y Puerto Real.
El futuro local… ¿Cómo lo pinta, profesor? --La gente joven buscará trabajo fuera de aquí si continúan sin instalarse más empresas importantes en la zona, aunque no se quieran ir El Puerto, que es como una privilegiada Ciudad de Vacaciones.
¿Hubiera profesado la Orden de Cartujo? --Si hubiera sido religioso, que no lo soy, quizás me hubiera metido a Cartujo, empero soy una persona muy activa y conversadora. Aunque nunca digas “de esta agua no he de beber, ni esta p**** no me cabe”. (En una foto reciente, en la Embajada de España en Lisboa -a la derecha- junto con el presidente de la Junta de Extremadura, Sr. Vara).
Francisco Galán Rodríguez, “Patesca”, nace en El Puerto en 1880. En ese año Alfonso XII decreta la abolición de la esclavitud en Cuba; en Panamá comienza la construcción del famoso Canal y, mientras se aprueba en Madrid el Reglamento de las corridas de toros, en El Puerto se inaugura el coso taurino. Menendez y Pelayo publica la “Historia de los Heterodoxos Españoles”. Un heterodoxo sería a lo largo de su centenaria vida nuestro Patesca, nacido en una Casa Palacio venida a menos, la de Aranibar, esquina frontera con el Castillo de San Marcos. Hijo de Antonio Galán natural de Cádiz, Marino Mercante, y de Josefa igualmente nacida en Cádiz. Desde muy joven se traslada a Sanlúcar de Barrameda --andando-- para ver a su novia. Allí se casa con Josefa Espinosa, y es allí donde comienzan a llamarle “Patesca” apodo heredado de su padre. (Fotografía: Patesca con su esposa, Josefa Espinosa, en 1946. Nótense la cantidad de anillos de oro que luce en sus manos. Colección Antonio Leveque).





La leyenda de la placa dice así: «La Comisión del Apostolado del Mar a Don Francisco Galán Rodríguez, marinero jubilado, en su centenario y como público testimonio de afecto y agasajo por su dilatada vida y méritos laborales. Puerto de Santa María, 8 de diciembre de 1983». De la celebración de este acto se cumplen mañana lunes veinticinco años. Murió en 1986, a los 106 años, en posesión de sus plenas facultades mentales.


Organizó, pintó los carteles, realizó los folletos, de las cuatro “Fiestas del Cante de los Puertos” en los años 1971-1974. (Esos carteles se pueden encontrar hoy en subastar por Internet, así como otros dibujos de flamencos realizados por Suárez). Ha sido productor de numerosas grabaciones discográficas, salvando del olvido muchos materiales sonoros que se tenían por perdidos. En 1973 realizó, para el Arquitecto Miguel Oriol, siete gruesos volúmenes que contenían todas las invariantes arquitectónicas de El Puerto, desde pavimentos, husillos, guardacantones, escaleras, patios, portadas, rejas, bluendes, rótulos, soportales, fresqueras,... etc. muchos hoy perdidos. Fue el organizador del traslado de los restos mortales del Capitán General Don Francisco Javier Uriarte y Borja desde El Puerto al Panteón de Marinos Ilustres. (Foto de la izquierda: original de Claude Alexandre. París. 1997. Colección J.M.M.)

Memorias de don José Bernal, ambos publicados por la Concejalía de Cultura. Hizo una edición de las memorias de Federico Rubio. (En la fotografía a color superior, Luis Suárez ofreciendo una ponencia sobre el Romancero de Tradición Oral, en el Aniversario del Quijote, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue presentado por Luis Alberto de Cuenca, Director General de Bellas Artes y por Jon Juaristi, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, Director de la Biblioteca Nacional y del Instituto Cervantes. Año 2005. Entre el auditorio, en la primera fila, se encontraban las porteñas Merche Macaria y Choni Lassaleta. Foto: Andrés de Gabriel). La ilustración, dibujo a carboncillo de Diego del Gastor, realizado por Suárez en 1973.
depósitos del Museo, sin poderse exponer por falta de espacio; consiguió la donación al Museo de los materiales arqueológicos y ánforas de Don Francisco Ciria y de otros particulares que tenían alguna colección antigua; ha diseñado los uniformes de los clarineros municipales y de los alguacilillos de la Plaza de Toros, y tres reposteros—sin realizar todavía-- además de diplomas y cuanto ha sido requerido por el Ayuntamiento; redactó el proyecto de Reglamento de Protocolo, honores y distinciones del Ayuntamiento. (En la fotografía con D. Diego Catalán Menéndez-Pidal, paseando por el Olivar de Chamartin, la finca de Don Ramón Menéndez Pidal, donde está su casa, sus archivos y su biblioteca, un verdadero oasis en medio de Madrid.) La ilustración es de otro portuense, Carlos García Gil, caricaturista en prensa escrita y teatro., socio fundador que fue de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia'. Está realizada en Madrid en 1960.
Recibió el Premio Provincial a la Cultura. Ha sido miembro asesor del Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial y del la Fundación Andaluza de Flamenco. Ha recibido varios premios literarios y artísticos. Se le impusieron la Cruz al Mérito Naval, la Medalla de Plata del Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz, la Coquina de Oro de El Puerto de Santa María (1972)... Tiene publicados trabajos en infinidad de libros y revistas; es colaborador fijo del Diario de Cádiz y del Diario de Jerez... Conoce la historia, el casco y el término de El Puerto palmo a palmo. Es un prestigioso abogado con bufete abierto en la calle donde nació y vive: San Juan, 17. (Ilustración: Autorretrato de Luis Suárez, joven).
Tal y como resaltó el alcalde en su intervención: «Luis Suárez es poseedor de un amplio currículo investigador y autor de un buen número de publicaciones sobre aspectos del patrimonio etnográfico portuense. También, es propietario de una interesantísima biblioteca y una colección particular de carácter documental, fundamentalmente gráfica que, justo es decirlo, lo de particular nunca lo ha sido del todo, pues ha estado siempre a disposición de estudiosos e investigadores y también a disposición del Centro Municipal de Patrimonio Histórico cuando se le ha requerido» La respuesta de Luis Suárez, se puede leer en los comentarios de este mismo artículo.


















