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Paco Utrera Aguilera

Cuando escribimos esta biografía urgente, Francisco (o Paco) Utrera Aguilera, presidente de la Agrupación Local de Taxis, Puerto Taxi, pasa ya 8 días de la edad de la jubilación. Pero ahí está hasta que encuentre un digno heredero de su taxi y su licencia: la número 12.

As we are writing this urgent biography, Francisco (or Paco) Utrera Aguilera, President of the Local Association of Taxis, Puerto Taxi, is 8 days past retirement age. But he will remain in the job until he finds someone worthy of his taxi and his licence: number 12.

Desde el año 1965 (conduciendo el taxi de Mercedes Máiquez Rosado) han pasado muchas cosas en El Puerto y en el mundo de la automoción, los transportes de pasajeros y el taxi. Estuvo 30 años en la parada de la Plaza de Isaac Peral. En aquella época, cada coche tenía un color y no fue hasta 1967 el año en que se homologó el color de estos transportes: el negro, pasando a llevar el blanco, el color más lógico en esta Costa de la Luz, allá por los años ochenta del siglo pasado. Su primer vehículo de trabajo fue un Seat 1400A azul, luego vendría Seat 1500 y un Seat 124, para luego darle paso a un Peugeot 505, un Renault 21 -que robaron y destrozaron unos quinquis de la Parada de la Plaza Peral y que no le pagaron-; le siguió un Citroen Xantia y por último un Citroen C5. Siete coches en total en los 43 años de trabajo del Taxi. De ellos, los últimos 16 ha ejercido como presidente de la Agrupación que los regula y administra. Todos los domingos asiste a los encuentros que se celebran en el estadio José del Cuvilo -antes al Eduardo Dato- pues es el socio número 16 de la entidad rojiblanca: lo llevaba José Raposo, hoy nonagenario, de la mano. Por sus vehículos han desfilado el matrimonio formado por Laura Valenzuela y José Luis Dibildos, con su hija Lara, que asistieron a El Puerto a una boda, María Jesús 'la del acordeón' o el propio Alfonso Ussía, quien haciendo el servicio militar en San Fernando, se desplazaba a El Puerto a una casa por La Belleza, donde pasaba su tiempo libre. Y toreros... Desde el Hotel Loreto a la Plaza Real: Paco Camino, Diego Puertas, Jaime Ostos... Toda una vida con el taxi que ahora, a la espera de la jubilación jubilosa, mira de frente nuestro amigo Curro Utrera.

En la fotografía, Paco Utrera, el tercero por la izquierda, con algunos compañeros del Taxi, así como con los integrantes de la Peña Los Majaras, en la entrega de un reconocimiento. Podemos ver a Diego Caraballo, Manolito Albaiceta, José María Nuñez, Pedro el de los Majaras, el Chino, y algunos mas que no reconocemos.

Dra. Lourdes Oriente Guarido

La Doctora Oriente, que tiene un apellido exótico, como de quiromántica o adivinadora del futuro, es Licenciada en Medicina y Cirugía, y su especialidad es la Oftalmología. Vive entre nosotros desde hace 29 años: 1979.

Doctor Oriente (in English, East, as in Middle East), who has an exotic surname, worthy of a palmist or fortune teller, has a degree in Medicine and Surgery, and her specialisation is Ophthalmology. She has lived here in El Puerto for 29 years, since 1979.

Natural de Algeciras, estudió la licenciatura en Madrid, allí se casó y allí nacieron sus hijos, pero necesitaba el mar como referencia -todos los años se involucra muchos días seguidos navegando- cuando deja a un lado sus obligaciones como oculista. Lourdes Oriente Guarido, persona de profundas convicciones: en lo que cree, cree y lo manifiesta con seguridad. Es una profesional de la vista. De la vista de uno. Es un privilegio que sea imputual en una cita en la consulta: siempre dedicará el tiempo necesario -el que haga falta- con el paciente de turno. Usará técnicas de siempre y medios electrónicos e informáticos de ahora. Pero sobre todo una larga experiencia de formación continua y de ver a muchos, muchísimos pacientes a diario, en jornadas interminables: la que los pacientes necesitan, dándoles a cada uno tiempo, mucho tiempo, sabios consejos y profesional prescripción.
«La vista es el sentido más ávido. La pupila del ojo se dilata o se contrae in-vo-lun-ta-ria-men-te por lo que gusta o disgusta. El hombre tiene cerebro óptico. Los gestos, los ademanes, la mímica, las expresiones de lo movible y de lo fijo, el contorno, los relieves, las contexturas, las formas, las líneas son de la visualidad. El sueño es óptico. Dormidos soñamos sucederes ópticos, soñamos imágenes. Ansioso de ver el hombre amplió la capacidad de sus ojos, hizo visible lo invisible, con el telescopio acercó lejanías, con el microscopio agrandó lo pequeñísimo. El sentido de los viajeros es la mirada. Tal vez sea el único sentido viajero. Se viaja con máquinas fotográficas para duplicar la mirada, fijar el tiempo y mostrar o vivificar lo que se ha visto.
Se “habla” con los ojos. La mirada es entregadora: declara el secreto de los demás sentidos, de los sentimientos, de las emociones, de las intenciones. Por la mirada y no por el oído escuchador sabemos del agrado o del tedio de quien escucha. El alma se refleja en los ojos, decimos. De ningún otro órgano somos capaces de afirmar que refleja el alma.» (P. Turina).

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Los profesores del Instituto Santo Domingo además de dar clases, se divertían como se hacía en la época, formando un equipo de fútbol y compitiendo contra, no sabemos quien, en esta ocasión. La fotografía puede estar tomada a principio de los años 60 del siglo pasado.

The teachers at Santo Domingo Secondary School as well as giving classes, had fun, as was done in those days, forming a team and competing against various others, we don’t know who they were playing in this match. The photograph was possibly taken at the start of the 1960s.

De izquierda a derecha y de arriba abajo:  Policarpo Deusto Canal, a continuación, el madrileño Ventura Lozano Moreno, profesor de Mecánica, José López Ruíz, Catedrático de Matemáticas, el portuense Luis Macías Rubio, el valenciano Manuel Martínez Alfonso, Catedrático de Lengua y Literatura Española, el malagueño Enrique Bartolomé López-Somoza, Catedrático de Geografía e Historia; debajo, el primero es David Almorza Salas, José Jacinto Cossi Mora al segundo; el tercero es Pepe Morillo León, locutor de Radio Puerto, Emisora del Instituto Laboral, Antonio Verdugo Chaves, y de portero, José María Quignón Selvático, gaditano, profesor de Formación del Espíritu Nacional (FEN) y de Gimnasia. No vemos por aquí al profesor de Física y Química, Joaquín Calero Muñoz. ni a José Luís Garratón Sánchez, profesor de Electricidad, ni a Tomás Quiles, profesor de Carpintería; tampoco veo entre el público a los subalternos Manolo, Tobío, o a los administrativos Pepe Vélez o Pando. El encuentro fue arbitrado por Manuel García Campos, que ya empezaba a hacer sus pinitos en esto del arbitraje futbolístico.

El Instituto en 1981

Aquella generación de profesores del Instituto Laboral, del Instituto Santo Domingo (luego tendría muchas más denominaciones: Técnico, de Enseñanza Media, de Bachillerato, ..., según cambiaran los planes de estudio), eran, la mayoría de ellos una piña, una reunión de amigos que habían llegado a El Puerto procedentes de diversos puntos de España. Incluso se fueron a vivir juntos a los 'chalecitos de los maestros' en la Rotonda de La Puntilla. Aquí encontraron algunos su primer y único puesto de trabajo. Aquí se establecieron, se casaron y tuvieron hijos. Aquí formaron a miles de alumnos que hoy están instalados en la sociedad portuense y de la provincia (recordemos que al Instituto venían alumnos desde Rota, e internos de la Sierra de Cádiz: Prado del Rey, Villamartín, Ubrique, El Gastor, Bornos, Alcalá de los Gazules, Zahara de la Sierra, ...). Por su Salón de Actos pasaron desde recitales hasta obras de teatro. En las aulas de formación profesional, por las tardes, se daban los famosos cursillos del PPO, aquel Plan Nacional de Promoción Profesional Obrera. Aquel programa, con terminología de la época, «responde a la doble necesidad de preparar profesionalmente a los trabajadores adultos que debían ocupar nuevos puestos de trabajo creados por el desarrollo y tecnificar a los de aquellos sectores de la economía que acusaban una baja productividad, de acuerdo con las exigencias de una política inmediata de empleo y promoción social de los trabajadores adultos».
En el Instituto se celebraban, también, los Cursos de Verano, con visitantes extranjeros y de toda España, bajo el auspicio de la Universidad de Sevilla (cuando Cádiz solo tenía facultades). También, al principio, el Instituto tenía una emisora de radio, en principio para dar clases a aquellos alumnos que no se podían desplazar por vivir en zonas rurales, pero que acabó siendo una emisora al uso, Radio Puerto de Santa María, Emisora del Instituto Laboral, con Pepe Morillo y Hortensia Renedo, como sus primeros locutores. El Instituto, con la llegada primero del Pedro Muñoz Seca, en terrenos “robados” al Parque de la Victoria, y con los que vendrían después, acabó siendo el Instituto del Centro.

CLARO EJEMPLO DEL BARROCO ANDALUZ.

El  edificio es un antiguo convento dominico, claro ejemplo de edificio monacal del Barroco diciochesco andaluz,  en el que cabe destacar el patio con naranjos, el claustro, la biblioteca (parte de la antigua Iglesia) y la portada de influencia americana. Dada la importancia que tuvo la Ciudad en el siglo XVII -en El Puerto se encontraba la sede de la Capítanía General de la Mar Océana- las principales órdenes religiosas querían instalarse aquí. De hecho los dominicos se ubican primero en la Ermita del Rosario que se encontraba en la calle Pozuelo, y posteriormente en la calle Pileta, hoy Santo Domingo, donde levantan el convento. Lo terminan en la primera mitad del XVII y será la sede la Casa de Estudios de Filosofía  de Religiosos Observantes de su orden, al igual que de dos cofradías. Tras la desamortización de Mendizábal en el XIX, el edificio pasa a manos del Ayuntamiento, llegando a estar allí las Casas Consistoriales. En el siglo XX pasa a ser sede de la Academia de Bellas Artes. En la actualizad es un centro de Enseñanza Secundario diurno y nocturno, y por cierto, con un alto nivel docente, en palabras de la comunidad educativa.

La fuente que estaba en el patio ha estado ubicada durante muchísimos años en los jardines de la Estación de Ferrocarril, antes en la Plaza de la Pescadería. En la actualidad se encuentra en el Parque de Ruíz Calderón, tras la remodelación parcial que se hizo a finales de los ochenta del siglo pasado. Como se puede apreciar, falta la parte de arriba, dos delfines enroscados y que acaban en cola por la punta donde existía el surtidor principal de la fuente. Desconocemos si ha desaparecido, en su actual ubicación, fruto de la barbarie y de la incultura para con nuestros monumentos. La fuente está llena de pintadas en todo su perímetro, base y columna central.

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Fer
Fernando Polanco

Fernando Polanco Muñoz, portuense de 1988. Director y guionista de diversos cortometrajes en 16 mm y vídeo, uno de los cuales ("6 de Noviembre") le valió el premio como "mejor director" en el 1er certamen escolar de cortometrajes de Algeciras en 2006.

Fernando Polanco Muñoz, born in El Puerto in 1988. He is the director and script-writer of several 16mm short films and other recorded on video, one of which ("6th of November") won him the ‘Best Director’ award in the 1st Short Film School Competition in Algeciras in 2006.

Editó su primer relato corto "Edgar sigue buscando chocolate en la playa" gracias a Ediciones Beta en Bilbao en el mismo año, con 18 años. Dirige durante los veranos de 2006 y 2007 un programa de radio dedicado al cine en "Radio Puerto". Desde el último año escribe para la revista cultural "Tresantié" y el periódico digital "Espacio digital Cádiz". En 2008 organiza junto a Borja Puig la 1ª edición del "Festival de cortometrajes Segle XXI". Actualmente estudia guión en la ESCAC (Escola de cinema i audiovisuals de Catalunya) y prepara la segunda edición del festival de cortometrajes. También se encuentra desarrollando los guiones de una serie de televisión, de un proyecto interactivo para internet y de un largometraje cómico junto a otro guionista mallorquín.  Y todo esto solo con 20 años. A continuación, pulsando sobre estas mismas palabras, podemos visionar un corto de la colección que tiene colgada en Youtube.

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En la imagen, entrada para el estreno del corto 'La Belleza de la Señora Patata' el día 22 de agosto de 2009, en Multicines Bahía Mar, de su ciudad natal.

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Ana y Luisa, de Perfumería Roque

Sin lugar a dudas, Ana (a la izquierda) y Luisa  o Chica (a la derecha) Morales Vega, las hijas de Roque, forman parte de la memoria colectiva de El Puerto de las dos últimas generaciones. Pertenecer a la familia, ser hijas de Roque, el droguero de la calle Ganado, (ahora Ganado esquina con Nevería) imprime carácter, pues cuantos consejos no se habrán recibido del bueno de Roque para solucionar algún problema doméstico.

Without a doubt, Ana (on the left) and Luisa (on the right) Morales Vega, daughters of Roque, are part of El Puerto’s collective memory over the past two generations. Belonging to the family, being Roque’s daughters, the hardware shop owner on calle Ganado, (now where Ganado meets Nevería) stamps a mark on you, so many pieces of advise they must have received from good old Roque to solve any imaginable domestic problem.

Roque, anda ya jubilado jubiloso -otro día tocará hablar de la droguería que llevan sus hijos- y con sus hijas muy cerquita con una Perfumería, en la calle Nevería, que lleva abierta ya sus buenos años.

Posiblemente allí, en la Perfumería de la esquina de la calle Nevería esquina y vuelta con la peatonal Ricardo Alcón, no haya problemas a la hora de obtener una muestra o encontrar un perfume que posiblemente esté acabado  en el mercado. Posiblemente en aquella perfumería, con el estilo tan de la familia: familiar y cercano, se podrá acceder a una crema sin tener la sensación de que la dependienta te perdona la vida, a pesar de que lo que compras lo pagas.

Ese es el éxito de esta collera de hermanas, su naturalidad, su franqueza y su proximidad que te hace sentir cómodo. Justo lo contrario de las grandes superficies y alguna que otra tienda donde el envaramiento no puede dejar paso a la naturalidad. Y es que reclamamos el derecho a comprar cómodamente, paseando por las calles del centro, donde conoces al dependiente y además te llevas, gratis, un consejo. En la plenitud de los negocios de la familia de Roque, con la segunda generación diversificando y ampliando oportunidades empresariales, Luisa y Ana, o Ana y Luisa continúan con la tradición familiar: una sonrisa y un consejo, gratis, además de la compra.

Una buena novela, ahora adaptada al cine: "El perfume: historia de un asesino es la opera prima del escritor alemán Patrick Süskind, publicada en 1985 bajo el título original Das Parfum, die Geschichte eines Mörders. Inmediatamente se convirtió en un best-seller, traducido a más de cuarenta lenguas en todo el mundo. El perfume, dividido en cuatro partes y cincuenta y un capítulos, transporta al lector a un mundo con el que no está familiarizado, "el evanescente reino de los olores", a través de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille (grenouille significa rana en francés). La historia de Grenouille, "uno de los hombres más geniales y abominables de su época", transcurre en la Francia del siglo XVIII. Desde su nacimiento, Grenouille descubre y percibe el mundo a través del sentido del olfato, que tiene más desarrollado que el resto de las personas. Éstas, a su vez, encuentran inquietante la falta en Grenouille de un olor propio." (Wikipedia). La película es una buena adaptación de la novela, aunque con un final extraño. Ofrecemos aquí un trailer de la misma.

José Manuel Ibáñez, en la tienda de la calle Misericordia
José Manuel Ibáñez, en el Despacho de la calle Misericordia

La apuesta de José Manuel Ibáñez Castrelo -toda la vida en el negocio bancario- ha dado un giro en los últimos 11 años con la creación y mejora de un producto delicado: las Tejas de Almendras. Una exquisita galleta que está alcanzando su paroxismo en el despacho al público de la calle Misercordia.

José Manuel Ibáñez Castrelo’s chosen career – he has spent his whole life in the banking sector –has changed over the last 11 years with the creation and improvement of a delicate product: Almond Thins. An exquisite biscuit which is reaching great heights of success in the public office on calle Misercordia.

Aunque la pasta es originaria de Madrid, en El Puerto ha encontrado una nueva formulación que le da carácter de propio y que toma su nombre por la forma de teja curva. Con una nueva sociedad segregada de la anterior Panadería Gómez de Requena: Ibáñez Herrera e Hijos pretenden consolidar el destacado producto que se ha convertido en una demanda, no solo de familias y empresas de restauración de la localidad, sino que es solicitado desde Sevilla, Madrid o Bilbao, por referir algunas capitales, donde se consume el dulce, esta “delicadeza” ya portuense. Las Tejas de El Puerto, las tejas de almendras,  se pueden encontrar, además  en las tiendas de Gourmet, en los sitios de venta refinada y hasta se pueden encargar por Internet, desde la página web www.tejasdelpuerto.es La mejor noticia desde el cierre de la panadería, que seguirán invirtiendo muchas horas, con los métodos artesanos con los que las elaboran, en sacar adelante la producción ya consolidada, e inventar incluso nuevos productos: de almendras y chocolate, sin gluten, sin azucar, de piñones... E incluso ya se está haciendo popular la caja especial de  El Puerto, con dibujos originales de Humberto Parra sobre la plaza de Toros, (cuyo lateral reproducimos) y que Ana Rosa Quintana, Mariló Montero o Teófila Martínez, tuvieron ocasión de degustar durante la corrida de toros del mano a mano entre José Tomás y Morante de la Puebla, el pasado 10 de agosto. La tradición de los Gómez de Requena y el impulso de los Ibáñez Herrera, nos seguirán haciendo felices a través de la pequeña repostería, para orgullo y deleite de portuenses y devotos.

PANIFICADORA GOMEZ DE REQUENA
Hace un par de años, en mayo de 2006 escribía para Diario de Cádiz: «O mucho me equivoco o pasear por la calle Misericordia, frente al Colegio de las Esclavas, no va a ser lo mismo a partir de primeros de junio. Después de más de un siglo, la panadería que fundara un miembro de la nobleza en la segunda mitad del siglo XIX, que luego pasara a manos de Alicia González de Quevedo y que ha estado regentada por la familia y descendientes de los Gómez de Requena durante los últimos sesenta años, cierra sus puertas. No sabe uno como se lo van a tomar las piedras de la calle Misericordia –o Rufina Vergara- que ya no vaya a haber olor a masa fresca y a leña, o a otros combustibles; que desaparezca el rumor tempranero de los operarios en el obrador, que los escaparates ya no se engalanen con los productos que allí –todavía- se elaboran. Que los chiquillos, sus madres, y los vecinos de la zona, se desorienten buscando el habitual pan artesano que de sus hornos salía. Pero, nada es todo cambia, que decía el filósofo. Y los tiempos cambian. Que le pregunten a la antigua de Suárez y por su almacén, en la esquina de las calles Misericordia con Luna.
Los Gómez de Requena, hoy tres familias distintas aunque emparentadas entre sí, descendientes del Maestro Panadero jerezano José Gómez de Requena, llevan varias generaciones horneando pan para los portuenses. También en la calle Nevería y en la calle del Vicario. Pero a partir de primeros del mes próximo, la singular tienda de la calle Misericordia cerrará sus puertas. En los hoteles, en los mejores restaurantes, en las familias de gustos refinados, están ya dando vueltas sobre quien será su proveedor, donde comprar los selectos panes. ¿Acaso en el Horno de las Cañas, -La Pajarita- una de las últimas panaderías que siguen preparando el pan como antaño, mientras las demás sucumben ante los precocinados, congelados, baguettes y demás puñetes?
Ese horno de solera refractaria, como antiguamente, con base giratoria, va a dejar de funcionar en la calle Misericordia,. Los herederos del negocio enfocan sus carreras y profesiones por otros derroteros, y contribuirán a repoblar el centro de la ciudad con una promoción inmobiliaria que, parece ser, es el destino del más que centenario edificio que alberga el obrador. Pero algo va a quedar, trasladado a la zona industrial de El Puerto, quizás su producto ‘delicadeza’ más refinado y que, a la vuelta de ocho años se ha convertido en un referente del capricho gastronómico en dulce: las Tejas de Almendras».

Ingrid Kunst
Ingrid Kunst

Se llama Ingrid Kunst. Es la mujer de Fernando Álvarez Pasaje, hombre vinculado por las ramas paterna y materna a la hostelería en El Puerto. Dirige junto con Fernando el restaurante La Marítima, en Valdelagrana.

Her name is Ingrid Kunst. She’s Fernando Álvarez Pasaje’s wife, a man linked by his paternal and maternal ties to the catering business in El Puerto. She manages the restaurant La Marítima in Valdelagrana together with Fernando.

El establecimiento toma el nombre de aquella otra Cervecería Marítima, negocio familiar propiedad de su suegro que estuvo situado en la calle Luna abajo en la confluencia con la Plaza de las Galeras Reales; hoy ocupa ese espacio hostelero un restaurante chino. En Valdelagrana, Ingrid ha sabido dar una peculiaridad a los platos que allí se sirven: pescados de la bahía a la espalda y guisos marineros,  con vistas al mar. Ingrid llegó a España hace 20 años procedente de su Alemania natal y conoció a Fernando en el Camping de Valdelagrana, donde su familia regentaba el bar de dicho acampamento. Ha estudiado turismo buscando, además de una mejora en su formación académica,  una piedra filosofal para este establecimiento de hostelería. Son tiempos difíciles: Ingrid sabe que continuando con la buena materia prima y el mejor trato personalizado es como se sobrevive en tiempos de crisis. Veamos ahora una receta de
CABALLAS CON FIDEOS.
Ingredientes para 4 personas: 2 uds. Cebolla, 3 dientes Ajo, 1 hoja Laurel, 1 Tomate frito (750 grs.), 2 uds. caballa (grande), 500 gr. fideos (gordos), 1 copa vino fino, 3 cucharadas  sopera de aceite de oliva. Elaboración: Se limpian las caballas y se hierven a fuego lento en una cacerola con abundante agua durante unos 30 minutos. Se sacan las caballas y se dejan enfriar. El agua de hervir las caballas se reserva. Se pone a calentar el aceite en una cacerola y se refrien la cebolla picada y los ajos cortados a láminas algo gruesas. Cuando la cebolla esta tomando color, se le añade la mitad del tomate frito y el vaso de vino y el laurel. Se hace un sofrito y se le añade el agua de las caballas. Se lleva a ebullición y se le añaden los fideos y el resto del tomate. Mientras los fideos hierven a fuego moderado unos 30 minutos, se limpian las caballas de espinas y se demenuzan en trozos medianos. Cuando ya están los fideos se añaden los trozos de caballa y se remueve. Se deja reposar un par de minutos y se sirve muy caliente.

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Boina y bastón. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), nació en Utrera (Sevilla) pero ejerció su profesión de vendedor de los números “de los ciegos” (ONCE) en El Puerto, entre 1956 y 1990, año en el que se jubiló.

Beret and walking stick. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), was born in Utrera (Seville) but he worked in El Puerto selling ONCE (Spanish National Association for the Blind) lottery tickets between 1956 and 1990, when he retired.

Tenía un hermano que vivió, creció y murió en Francia y con el que no tuvo relaciones ya de mayor. Aquí vivía su abuela Consuelo, que tenía un almacén en la calle Santo Domingo, esquina y vuelta con San Bartolomé, donde hoy se encuentra la tienda de Bricopinturas. Estuvo acogido en el antiguo Hospital de San Juan de Dios. A su cierre, Ángeles Pérez Peral, su administradora, le buscó alojamiento y quien le atendiera; fue con su cuidadora, la mujer que le había asisitido en su casa con quien luego contraería matrimonio, en mayo de 1993, falleciendo el 22 de agosto de ese mismo año en la casa en la que vivían ambos, en la calle Larga, junto al Bar Manolo. La ceguera le vino de chico, en su Utrera natal: jugando con una granada mientras cuidaba vacas que, al explosionar, le amputó parte de un brazo y le afectó a un ojo dejándolo tuerto. Ya en El Puerto así ‘veía’ el fútbol en el anterior campo del Rácing, denominado Eduardo Dato (donde hoy están los  pisos verdes frente a la actual Comisaría de Policía); se situaba junto a la entrada de los vestuarios y a los árbitros los ponía a parir de insultos.

Como tenía defectuosa la visión, hasta perderla definitivamente,  algunos pícaros jóvenes y no tanto de aquella época le relataban los errores -o supuestos errores- del árbitro y aquello no era boca; algunas veces era mentira y solo lo hacían por “escucharlo”. Esa era una constante de un Tonino bastante primario, al que los niños y jóvenes picaban para hacerlo oir: insultos, bastonazos contra coche si estaba mal aparcado dificultando el paso por la acera, incluso  dando bastonazos a quien se le pusiera de por medio, exabruptos,… Tonino era temible si se le insultaba o jaleaba de forma equívoca y él se daba cuenta. Pero también “pedía guerra”,  pues no estaba contento como no se metieran con él: cuando pasaba por delante del Bar Central, en la confluencia de las calles Luna y Larga, era él el que se dirigía a la pandilla de cachondos que allí se reunían, y que lo solían fustigar a su paso, preguntando: “pero… ¿hoy no me vais a decir ná?”.

Otro paradero de Tonino era el Bar La Perdiz, entre Larga y Ganado, donde era acogido por los contertulios que allí departían. Aunque para tertulias como aquellas, mejor que no se hubiese dejado querer: eran crueles con nuestro personaje, llegando incluso a quemarlo con colillas y otras vejaciones e indignidades. Por eso, quien lo buscaba, lo encontraba. Existe una leyenda urbana de nuestro personaje que no es cierta y que aquí desmentimos: cuentan que  había sido fusilado en el bando republicano, cayendo al foso y encima de él unos cuantos mas, dándose le por muerto; cuando pasó un rato y al no oír voces salió de la fosa. Su viuda, la mujer que le cuidó hasta el final de sus días, afirma que mientras su cuerpo haga sombra, no permitirá que se ofenda la memoria de Tonino. (La fotografía  a color es de 1987 y pertenece a la colección de Vicente González Lechuga. La fotografía en B/N pertenece a la Colección de Miguel Sánchez Lobato).

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La Compacorogota, en el Carnaval de 1985
La Compacorogota, en el Carnaval de 1985

La fotografía está tomada en la calle Luna abajo, durante el Carnaval de 1985 desde la puerta de los desaparecidos Estudios de Fotografías Garpre, el día 8 de Marzo; detrás se observa la Farmacia del Carmen, antes de la reforma.

This photograph was taken looking down calle Luna from the door of the former Garpre Photography Studios, on the 8th of March, during Carnaval in 1985; behind you can see the chemist’s ‘Farmacia del Carmen’, before it was renovated.

La Compacorogota, en esta ocasión y foto, representa a los personajes del Quijote de Cervantes. La integran, de izquierda a derecha y de abajo arriba, en primer término, Javier Tosar Barrera, como villano; a su lado Vicente González Lechuga, que iba caracterizado de cura de época y tocaba el bombo, su mujer, Carlota (Loti) Benjumeda;  a continuación y cortado a la mitad, Fernando Pasaje, que era el letrista de la agrupación. En la siguiente fila, con bigote blanco y gafas, un infiltrado: Jaime Gutiérrez Perea, quien en 1991 sería concejal de Fiestas durante dos mandatos y pico; a continuación el guitarrista y director musical, Eduardo Ramos Romero (a la sazón Director del Banco Atlántico), a su lado Carmen Polo Páez y caracterizado como Cervantes, Fosco Valimaña Lechuga, que tocaba la caja. Siguiente fila, con sombrero de paja: Felipe Viete Sotelo, a su lado María Ángeles  (Lale) Muñoz Benítez, seguida de Concepción Serrano Saceta; como Sancho Panza, con barba pelirroja, Manuel Albert Alonso y con sayón rojo, la desaparecida Elena Almagro Buhígas. En la última fila Carmen Muñoz Benítez; otro infiltrado, Fernando Domínguez de los Reyes y coronando la instantánea, D. Quijote, magistralmente representado por Antonio Almagro Buhigas. Faltan en la foto, Dulcinea: María Isabel Domínguez de los Reyes, Consuelo López Nicolás.
El nombre de Compacorogota, original a mas no poder, es la contracción de las palabras: Comparsa, Coro y Chirigota, y al no pertenecer nuestros amigos a ninguna de las tres modalidades más conocidas del Carnaval, se inventaron el palabro, el concepto y la agrupación. Los ensayos los realizaban en el Taller de Cerrajería que tenía Antonio Almagro junto al Hotel Los Cántaros, hoy pub el Burladero. Por boca de algunos de los miembros de la Compacorogota: «yo no se si se ensayaba, pero lo cierto es que nos dábamos un lote de comer pescaíto frito y las célebres papas y chocos aliñados de Mª Carmen Muñoz Benítez». Una anécdota que también recuerdan es que «durante lo ensayos, cuando más serios estábamos, salía Javier Tosar cantando “Islas Canarias”, con el correspondiente cabreo de Fernando Pasaje y algún que otro componente “de la agrupación”.
Cada año fabricaban un artilugio que les servía para llevar a la tropa y el correspondiente suministro alcohólico que nutría al grupo durante las salidas callejeras de la Compacorogota. Se fabricaba en el mismo taller de Almagro durante los fines de semanas anteriores al de Carnaval. El año 1985 hicieron un gran caballo de madera donde D. Quijote iba montado a horcajadas, y los demás -como sufridores- tenían que empujar. También, días antes del Carnaval, se desplazaban a Jerez, a la calle Caballero, a casa de una modista que se dedicaba a alquilar trajes y que, adaptaba a las medidas de nuestros carnavaleros. El viernes inmediatamente anterior a la Fiesta, se reunían con sus amistades en el Taller La Rinconada, en Puerto Escondido, y allí se hacía el ensayo general, debidamente regado con el desaparecido Fino Maruja, de Bodegas Terry, acompañado de bebidas y manjares, para todos.
En el Carnaval de 1987, “la única compacorogota del mundo” organizó el Primer Concurso de Feos de El Puerto de Santa María. Pero, esa, es otra historia...

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Luichi & Juan.
Luichi & Juan

Luichi y Juan son dos portuenses de toda la vida. Gente con sentido del humor, hedonistas, pero que se las han visto y deseado en otros tiempos para ser... como ellos son. Nunca han estado en el armario porque no tenían armario donde esconderse.

Luichi and Juan have always lived in El Puerto. They have a sense of humour, they’re hedonistic, but in the past they’ve had to hide…what they are. They’ve never been in the closet because they don’t have a closet to hide in.

Parguelas que no lo disimulan, dicho sea con el máximo respeto; decirles otra cosa sería ofenderles o dar un rodeo de forma innecesaria buscando lo políticamente correcto. A fin de cuentas son gente del pueblo, con esa  inteligencia natural que da la calle; a los que ves y te ven venir.
Luichi ha estado desenvolviéndose por el mundo de la hostelería: pinche de cocina en el desaparecido Club Mediterranee, o en el Náutico. Rociero desde siempre. Tiene la desvergüenza respetuosa en esa sonrisa del que sabe. Del que ha vivido lo suyo.
Su compañero, en la fotografía, es Juan el Zapatero. De siempre le hemos visto con muletas. Hoy los tiempos cambian y un cómodo -y acorde con los tiempos- carro eléctrico le sirve para desplazarse: a él y a su pelucón. La tienda de reparaciones de calzado artesana  estuvo en la calle Federico Rubio al final, junto al desaparecido Bar La Lucha, oliendo el río. Hoy es frecuente verlos por el mercado -la foto está tomada en la esquina de La Placilla con la calle Luna- o paseando por las céntricas calles de El Puerto. Son portuenses de toda la vida.

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