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En estos días, cuando se cuestiona el orígen de los Reyes Magos, recordamos que hace 12 años, los humoristas gráficos de ‘El Mundo’ Idígoras & Pachi presentaron en El Puerto su libro  ‘Los 33 Reyes Magos’ en los últimos días de noviembre del –también apocalíptico, ya ven—año 2000. Esta es la crónica que hicimos de aquella puesta de largo monárquica.

Sinopsis: Aunque solo nos han llegado los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, en realidad fueron 33 los Reyes Magos de Oriente que abandonaron sus palacios para seguir a la estrella. El rey Timoteo, el rey Blas, el Rey Humberto, el rey Roque y muchos otros no acabaron el camino por diversas razones a cual más disparatada, que se conocen en el cuento, el primero que los humoristas gráficos Idígoras y Pachi dedican al público infantil.

“Su Majestad el Rey está muy ocupado con las obligaciones de la corona, y no ha podido venir con nosotros a la presentación del libro, por lo que, esta noche nos acompaña un mago malagueño, Luigi, que seguro con sus ilusiones, nos traerá la magia de los niños que todos fuimos”, fueron las palabras con las que Idígoras y Pachi argumentaban el acto celebrado en el auditorio San Luis Gonzaga, en la presentación de su libro.

Abrió el acto el [entonces concejal de Cultura], Enrique Moresco, quién agradeció a los humoristas que escogieran El Puerto como segundo lugar de presentación de su nuevo libro ‘Los 33 Reyes Magos’, tras Málaga. El Teniente de Alcalde de Cultura se refirió claramente a la vocación cultural de El Puerto para acoger actos de este tipo, en una noche que transcurrió entre la magia, el buen humor y las carcajadas de un público que disfrutó con los humoristas gráficos de El Mundo y El Jueves.

Pachi & Idígoras, posando delante de sus personajes ¿de ficción?

Modesto Barragán, director territorial de Canal Sur Cádiz, introdujo el acto, con una semblanza de los autores, y la importancia que el auditorio en el que se encontraba supone para El Puerto, lugar en el que correteaba hace menos de un siglo el poeta Rafael Alberti, señalando que: “en esta ocasión no le vamos a pedir a los Reyes Magos que nos traigan regalos, sino que se los lleven, que cojan por la EPA las cifras del paro, que el pueblo de Moisés abra de par el Estrecho y que se queden con un palmo de narices las mafias del narcotráfico y que, los Magos, que lo consiguen todo, hagan que los hijos de... la Gran Bretaña se lleven el ‘Tirolés’, y que se queden fuera en las telebasuras de las cajas tontas, el himno de Tamara. Esta noche, Pachi e Idígoras, ya saben lo que es un día de Toros en El Puerto, y en esta Bahía, esta noche todos nos sentimos monárquicos por la gracia de la Navidad, gritando juntos: ‘Vivan los Reyes Magos, los 33’.”

Idígoras, quien hizo un detallado recorrido por la historia del humorismo en España a través de la literatura, el teatro y los tebeos, tuvo referencias para Muñoz Seca, de quién recordó la anécdota  en la que siendo preso político, dijo a sus captores: “Podréis quitarme mis bienes, mi vida, pero una cosa no podéis quitarme: el miedo que tengo”. Pinceladas sobre Lewis Carroll y su obra. Recuerdos a Ibáñez, Raf, Estivil, Schmich, o Vázquez. O a Mihura, Tono. Y su empeño por recuperar el humor de los tebeos, en un libro aunque infantil, para todos los públicos: “Seguramente la infancia no es la época más feliz, pero si es la única en que puede alcanzarse la felicidad pura”. Por eso la tenacidad es desconectar de los problemas de todos los días, con las tiras en prensa diaria: Arzallus, Gapar Zarrías, el submarino de Gibraltar, por eso desocuparon las neuronas de los problemas cotidianos y han editado su primer libro infantil.

El mago Luigi, quién recordó al también ilusionista portuense Juan Escolano, deleitó a los asistentes con sendas exhibiciones de mentalismo y escapismo con la colaboración del público y el propio Modesto Barragán, quién actuó como notario de los ejercicios del mentalista, dando fe como el  notario de la realidad que es.

Pachi, en un cuaderno de gran formato representó a personajes de la vida pública provincial y nacional, justificando su caracterización y el cuento infantil en el que los incluían: Rafael Román, presidente de la Diputación, como una hada madrina transformando una calabaza en un BMW. Pedro Pacheco, alcalde de Jerez como el Lobo de Caperucita Roja. Jesús Gil, alcalde de Marbella, como Caperucita con dos cestas/maletas con contabilidades A y B. Teófila Martínez como Pipi Calzaslargas, o el propio alcalde de El Puerto, Hernán Díaz, como Super Nán. (Texto: José María Morillo).

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“LA BAHÍA DE CÁDIZ ES UN FINISTERRE Y PUNTO DE PARTIDA”.

Hace diez años, en junio de 2002,  celebraba sesión solemne en el antiguo Monasterio de la Victoria, la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en la que fue recibido como académico de número el profesor Dr. Diego Ruiz Mata, catedrático de la Universidad de Cádiz y director de los trabajos de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Doña Blanca. Su discurso de ingreso versó sobre ‘Un territorio, el mar, el hombre, la historia, el alba de la conciencia histórica de la Bahía de Cádiz’, dedicando su discurso a Rafael Alberti, bautizado por el arqueólogo como el Homero de Occidente. /En la imagen, Ruiz Mata, el día de su discurso académico.

Empezaba entonces su alocución con los versos de Luis Cernuda, ‘Donde habita el olvido’ y en el turno de agradecimientos se refirió a la Academia que lo acogía como “memoria cultural e histórica de El Puerto –el verdadero poder perdurable- que difiere de lo circunstancial y de los que padecen y sufren un lapsus de memoria, intencionado y bien meditado”. Hizo referencia a su llegada a El Puerto en 1979 “con una ilusión que me inundaba el cuerpo y que no he perdido. En estos 22 años se han vivido días inolvidables y acontecimientos olvidables, que en verdad no se olvidan. Los restos sepultados comenzaron a explicarnos el sentido de una historia, que poco se parecía a los antiguos paradigmas.”

Hizo Ruiz Mata una brillante semblanza del Mediterráneo, pero comenzó situando a la Bahía de Cádiz entre dos mares: “La Bahía es sustancialmente mediterránea, pero su proyección es también atlántica. Es un punto cero, un finisterre y un punto de partida”, y trajo a colación los versos de Paul Valery “El mar, el mar siempre comenzando”. Y continuó: “Por el Mare Nostrum llamado así por los romanos, circularon numerosos productos, las tecnologías, los conceptos y la materialización urbana, la escritura, los primeros poemas escritos, los mitos y creencias, las ideas políticas y religiosas, también la desolación y la guerra. Por entonces era, en la visión de los hacedores de la historia, un espacio inmenso, ‘por sí solo, antes era un universo, un planeta’. […] Poco importa que a la Bahía la bañe el atlántico, pues el inicio de su conciencia histórica se sitúa en el Mediterráneo. Ahora comprendo mejor el significado del Castillo de Doña Blanca, la primera expresión histórica de este espacio. Es imposible el olvido”.

El Auditorio del Monasterio de la Victoria, durante el acto de investidura del Dr. Ruiz Mata. De izquierda a derecha, el arquitecto y restaurador Rafael Manzano Martos, quien hizo una profunda biografía del recipiendiario, Ruiz Mata, el presidente de la Academia, a la sazón Juan Gómez Fernández y el secretario Jesús Nogués Ropero.

Con los versos de la Ora Marítima de Alberti escritos en su exilio argentino, “Yo te miraba, oh Cádiz, bahía de los mitos”, se refirió el ya académico a “Occidente como un finisterre mítico y real, para los pobladores de las orillas e islas del mediterráneo de la época de Homero”, e hizo una recreación de la Bahía hace 3000 años, sobre la relación del hombre con el medio, su depredación, producción y transformación, así como su actual estado de paisaje agonizante que nada tiene que ver con el que vieron los fenicios que por aquí vinieron a integrarse con los habitantes de Tartessos.

Abundó Ruiz Mata en la evolución de la aldea a la ciudad, de la sociedad tribal al Estado, refiriéndose a los pueblos indígenas prefenicios, la fundación de Gadir y la relación de Tiro y la Bahía de Cádiz, y a los restos del Castillo de Doña Blanca, como los de la ciudad más antigua de Occidente, por donde entraron los usos, modos y costumbres que hoy están aun vigentes en Occidente. Con una vuelta al comienzo de su discurso, donde recordó a Paul Braudel y sus palabras “haber sido es una condición para ser” y la lectura de los versos “Que le contesto al mar cuando pregunte” finalizó su brillante y fuertemente ovacionada intervención. (Texto y fotos: José María Morillo).

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Juan Segura Lobo, nace el 20 de Septiembre del 1913 en El Puerto de Santa María, hijo único de Manuel Segura Pérez natural de Puerto Real y Carmen Lobo Rodríguez de ésta. Su padre, Manuel, trabajaba de guardagujas en la línea Jerez-La Parra y allí vivía la familia hasta que decide dejar este trabajo y abrir una taberna de vinos en el centro de El Puerto. A partir de aquí, existen dos versiones: , según un informe de la policía, Manuel abre el bar ‘El Chorro’ el 19 de Mayo de 1922 y según la mutua laboral de trabajadores autónomos el 20 de abril de 1921. Sobre esa fecha Manuel alquila la casa situada en la calle Ganado núm. 23  -entonces calle de Calvo Sotelo-- para vivir en ella y también alquila el local situado en el número 9 de la mísma calle, donde comienza la aventura del bar.

El nombre ‘El Chorro’ creemos es debido a una fuente que había un poco más arriba donde hoy esta Bankia, antes Banco Central, esquina con la calle Larga. Juan tiene por entonces 7/8 años y estudia en el colegio de Ricardo Alcón situado en la planta superior del bar, también va a Bellas Artes y da clases de Francés en la calle Larga, hasta que cierra el colegio (no sabemos por qué ni el año) y su padre lo pone a trabajar en el bar ya que este va marchando bien y lo necesita para que le ayude.

En el interior del Bar El Chorro, el padre de nuestro protagonista, Rafael Álvarez Santander, suegro de Ricardo 'el de las gomas' y Juan con su hija mayor en brazos, María del Carmen.

Fruto de este periodo fructífero, el 28 de Mayo de 1941 Manuel compra la casa completa a la dueña: Vicenta Serrano; esta casa da a dos calles, Ganado y Ricardo Alcón, decidiendo entonces la familia irse a vivir a la planta superior y dejar la de abajo para el bar que aumenta el espacio a casi toda la planta colocando mesas y sillas en un patio interior; también alquila un local situado enfrente justo del bar que utiliza como almacén y donde coloca varios toneles de vino.

Juan, en Sevilla, con algunos compañeros de hostelería.

Entre el año 40 y 50 del siglo pasado, nuestro protagonista, Juan comienza a llevar el peso del bar y le vemos en algunas fotografías con otros empresarios de la hostelería de El Puerto en reuniones que hacían en Sevilla todos los años.

También, en estos años, en un desplazamiento a Málaga, Juan conoce a la que sería su esposa, Magdalena Mercader Pérez, una mujer maravillosa, guapa, simpática y querida por todos. Magdalena deja su Málaga natal y se casa con Juan el 17 de Junio de 1951 y en Diciembre de 1952 nace su primera hija María del Carmen, en 1955 Victoria, en 1957 Manoli y en 1961 el único varón, Enrique.

Durante cuatro décadas, el bar se llenaba de clientes sobre todo a la salida de los trabajadores de los bancos y comercios y también los domingos, cuando había toros, era un trasiego de gente entrando y saliendo.

En el año 1952 Manuel, ya mayor, pasa todos los poderes  del bar a nombre de su hijo. Pero en la década de los sesenta la venta de vino en estos locales empieza a decaer y en el año 1961 Juan pide permiso para poner un futbolín; más adelante, en 1967 también solicita permiso para poner un televisor, para animar un poco las ventas pero estas siguen bajando y el cierre era ya inevitable, creemos que entre 1972 y 1975 el bar ‘el Chorro’ cierra sus puertas.

De derecha a izquierda vemos a los hijos de Juan y Magdalena: Manoli, Victoria, Carloti (una prima) María del Carmen y Enrique. A la madre, Magdalena, la vemos situada entre una pareja amiga, al parecer en feria.

Juan alquila parte del local para ganar algún dinero a una tienda de electrodomésticos con el nombre de "La casa de los Martínez". Aunque Juan sigue vendiendo vino algún tiempo más en el local que tiene enfrente de su casa hasta que en el año 1982 aproximadamente cesa toda actividad. Ya en su jubilación Juan se dedica a dar largos paseos por la ciudad y no había obra que se estuviese realizando en El Puerto que él no conociera.

Juan al fondo de la imagen, con algunos clientes en primer término.

Era muy buen amigo de los dos hermanos Roque --el de la zapatería, ver nótula num. 675 en GdP-- y el de la droguería --ver nótula núm. 280 en GdP--, así como de Manolo Carrillo el vendedor de periódicos --ver nótula núm. 076 en GdP--. Aficionado a los toros, la playa, andar y el vino. Falleció el 21 de diciembre de 1999.

Nuestro agradecimiento a José Cordón Quintana.

José Antonio Tejero Lanzarote nació en El Puerto de Santa María, en 1974. Tras veinte años en el sector de la comunicación, la fotografía, el diseño y el periodismo funda en 2006 Tusitala Comunicación & Cultura.

Autorretrato. /José Antonio Tejero.

A lo largo de su carrera profesional ha trabajado como redactor gráfico para el Grupo Joly, así como en gabinetes de la administración pública (entre otros en el Ayuntamiento de nuestra Ciudad) desempeñando distintas funciones de coordinación y dirección de proyectos creativos, culturales y de comunicación.

Tiene una amplia experiencia en el mundo de la fotografía, realizando trabajos de publicidad, moda y reportaje. En este sentido ha viajado por América, África y Europa para realizar ensayos fotográficos de marcado carácter antropológico, que están quedando resumidos en el proyecto ‘De andanzas y acechanzas’ (para verlo, pulsar aquí).

En ocasiones ha sido invitado por la Universidad de Cádiz (UCA) para impartir conferencias y talleres especializados. Asimismo ha comisariado innumerables exposiciones para organizaciones públicas y privadas (Obra Social de Caja Inmaculada -CAI). Colabora habitualmente como articulista en Diario de Cádiz. Ha sido codirector de la galería de arte contemporáneo Artífice. Tiene publicado un blog sobre la fotohistoria de El Puerto, con el título: ‘Meditaciones y apuntes sobre la historia portuense’, que puede consultarse pulsando aquí.

Sobre el nuevo proyecto, ‘De Andanzas y Acechanzas’, el propio tejero explica que, «En estos días he comenzado un proyecto a modo de blog que tiene carácter de resumen, ya que 20 años haciendo fotos dan para mucho. Y como había que poner un nombre a este periplo de dos décadas pegado a una cámara, lo he titulado 'De Andanzas y Acechanzas', actitudes inherentes e imprescindibles en toda actividad fotográfica que se precie; Caminar!!! y Escudriñar!!! ?

Interior de un casco de bodegas de Osborne. /Foto: José Antonio Tejero.

Es evidente que el blog se irá actualizando una vez la tarea de edición y escaneo se vaya realizando, o tome nuevas fotos. Inicialmente podéis encontrar publicado sin orden cronológico ni guión (enracimadas), fotografías de mis reportajes por México, Portugal, Cuba, Argelia, Londres, España... así como de mis ensayos 'Cartas a Erótica' (reflexiones visuales sobre el erotismo) y 'Cónsul tan acogedor”' (trabajo etnológico y enológico sobre la D. O. Jerez-Xérès-Sherry).

Hay que reconocer, que estos años atrás me he preocupado desde Tusitala en ayudar a innumerables artistas enseñar sus creaciones (y lo seguiremos haciendo), desarrollando exposiciones, editando libros, webs, blogs... olvidando un poco mi propio trabajo creativo (fotográfico), el más personal, el más intimo, el que me descubre sin ambages y circunloquios».

Tal día como hoy, el 16 de diciembre de 1281, martes, Alfonso X ‘el Sabio’ rey de Castilla, concedió a la antigua aldea musulmana de al-Qanate, los privilegios de su fundación como ciudad con el nombre de El Gran Puerto de Santa María. El repartimiento de tierras entre sus pobladores se había hecho en años anteriores. Con la nueva Carta Puebla se establecieron privilegios e instituciones. Más de 40 testigos, nobles y obispos del reino y ante los notarios de Andalucía y León, rubricaron el documento. Ya vamos por 731 años… Y desde entonces a nuestros días, El Puerto ha vivido momentos de esplendor y momentos de penuria. Siempre ha salido adelante, unas veces mermado en sus fuerzas con secuelas de los malos momentos, otras fortalecido y con nuevos bríos para conquistar el futuro, que no es sino trabajar duro en el presente. En este vaivén de momentos cumbres y momentos valles, parece que nos ha tocado vivir unos tiempos de un valle prolongado del que no se saldrá si no es con la voluntad, el entusiasmo y el trabajo de todos. Nada va a venir regalado por mecenas frente a la competencia de otros municipios cercanos. Recogeremos lo que sembramos e independientemente de las ‘glorias de campanario’, que haberlas hailas. Pero es que, además, a la ya secular característica del porteño de desapegado a sus cosas se une, también que mas del cincuenta por ciento de sus habitantes no hayan nacido aquí y no sientan El Puerto como propio, sino como un solar donde simplemente viven, sin implicarse en su realidad. ¡Líbrenme los Mengues de ser tachado de localista! Tengo acreditado por escrito mi afirmación de que muchos no nacidos aquí se implican muchísimo mas que los nativos de varias generaciones. Pero esa es otra cuestión. Vaya mi recuerdo en este día para un descendiente del Rey Sabio quien, a sus 46 años el destino quiso que fuera alcalde de El Gran Puerto: Juan Melgarejo Osborne. 688 años y 18 antepasados, le unían de forma directa con el fundador de El Puerto. (Texto: José María Morillo) twitter: @JoseMariMorillo

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 ¿Por qué deportes orientales en la cuna de Occidente?. --Pues por lo mismo que a los japoneses les gusta el flamenco. Desde que en el año 1966 empezara con el Judo, le ha dado al hombre tiempo de ir a la Luna, y usted, ¿a dónde ha llegado con los deportes de contacto físico?. --Proporcionalmente, también he llegado a la luna, a mi forma.

¿No le abruma haber sido multicampeón senior en Andalucía, medalla nacional y haber obtenido tan buenos resultados en Europa con el Judo, y ser a nivel de club, el primero andaluz?. --La verdad es que no me ha dado tiempo. Maestro Entrenador Nacional de Judo y Defensa Personal, de Cultura Física, de Musculación, de Lucha Sambo, de Tai-Juitsu, árbitro nacional... ¿qué se siente al haber alcanzado tantas responsabilidades?. --Llegar a las metas que me había propuesto. Y sigo buscando metas. Si usted hubiera seguido en el mundo del boxeo... ¿estaría sonado?. --Totalmente. Si hubiera chocado contra las cuerdas o contra el contrincante.

¿Qué es, que significa Judo?. --Una filosofía de vida que significa ‘Camino de la Flexibilidad’. ¿Tiene arreglo el mundo?. ¿Qué se arregla con la violencia? --El mundo tiene arreglo, pero no con la violencia, que no soluciona absolutamente nada. ¿A cuantos alumnos ha impartido usted enseñanzas, Tadeo?. --Los cuento por miles, pero han sido tantos... Usted es un ejemplo de superación por el deporte. ¿Le ha solucionado el judo la vida a mucha gente?. --A más de lo que, muchos, no desean reconocer. (Texto: José María Morillo).

Un joven Tadeo Díaz en una imagen famiiar.

Tadeo Díaz (El Puerto, 1952), señala que el club, de carácter privado y que recibe subvención municipal, "registra en torno a los 300 alumnos en este momento, aunque existe una lista de espera, pues las instalaciones no permiten atender a más personas" y se siente orgulloso de que "desde su fundación se han forjado 250 cinturones negros, siendo la entidad que más cinturones de este color ha cosechado en la provincia y, probablemente, en Andalucía".

Tadeo Díaz es el cuarto por la derecha, por abajo.

El Judo Club Tadeo es una entidad deportiva, sita en El Puerto de Santa María (avenida Menesteo, 3), que se fundó en 1966 y que puede presumir entre otros logros, según señala su director, Tadeo Díaz Ortega, de haber sacado varios campeones de España en los  últimos años, destacando, en categoría masculina, Álvaro Molino Crespo (una vez campeón y otra subcampeón) y José García (dos veces primero y otras tantas segundo y tercer clasificado), mientras que en el ámbito femenino se deben reseñar los nombres de Natalia Bartolomé (cadete -52 kgs.), Andrea García (dos años consecutivos triunfando en infantil y cadete -57 kgs.) y María Tosar (dos veces campeona de España del sector y bronce en la final sub 23).

La práctica del judo se puede comenzar a los cuatro años de edad, registrándose en la institución portuense judokas que alcanzan los 55. Cualquier persona puede animarse, aunque para competir sí se requieran características especiales, como un gran espíritu de lucha.

Judo Club Tadeo suele impartir clases dos días a la semana con carácter obligatorio, ofreciendo una ampliación a tres, mientras que los competidores llegan a alcanzar los cinco días: en cada una de las jornadas el entreno se extiende entre hora y hora y media, "toda vez que una sesión es fuerte y tampoco resulta aconsejable prolongarlas", explica Díaz, quien destaca el trabajo de elementos como "coordinación, elasticidad, reflejos, fuerza, potencia o resistencia". /En la imagen, con su hermano Miguel Ángel.

Las categorías por edades se establecen en prebenjamines, benjamines, alevines, infantil, cadetes, sub 20, sub 23 y senior y en cada categoría se contemplan 7 pesos, que parten desde un mínimo de 25 kilos, sin que exista limitación máxima. Por cinturones la tipología discurre desde el cinturón blanco (el de menos rango) hasta el negro (el superior), con las escalas intermedias del blancoamarillo, amarillo, amarillonaranja, naranja, naranjaverde, verde, verdeazul, azul, azulmarrón y marrón. El cinturón negro registra desde el primer dan hasta el décimo.

Tadeo, durante un campeonato en Vigo.

Tadeo Díaz, que ostenta el rango de quinto dan (en España sólo hay dos cinturones negros con 9 dan y ningún español ha alcanzado nunca el décimo), así como el de maestro entrenador de judo y de defensa personal, explica que "entre los títulos de enseñanza figuran el de monitor instructor, entrenador nacional y maestro entrenador nacional" y defiende que "la práctica de esta actividad eleva al máximo la autoestima". (Texto: Francisco Lambea Bornay)

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diegoutrerasanchez_puertosantamaria

Nace el 14 de agosto de 1950 en la calle Palacios, hijo de porteños por ambos padres. Su abuelo materno tenía una casa en la calle Luna, en la parte baja se ubicaba la Ferretería Sánchez y arriba la vivienda donde la familia se traslada al fallecimiento del abuelo. Se califica como "un Leo venido a menos", ya que la ilusión, la esperanza y los proyectos son productos perecederos a los que se les acerca la fecha de "fin de consumo preferente"...

LOS UTRERA Y LOS SÁNCHEZ.
Su padre, Diego Utrera era porteño. Con apenas 14 años entra de ‘chicuco’ en el comercio de ultramarinos de la viuda de Mendez en la calle Ganado, a la que posteriormente compra la tienda en la que permanece hasta que la edad empieza a pasarle factura.. Conocía a un alicantino que era patrón de pesca quien, al tener doble parte de pescado en el reparto de las capturas, le llevaba una cantidad de pescado que cambiaba por artículos de alimentación. «Nunca supe cómo valoraban la mercancía para que el trueque fuese justo» recuerda su hijo Diego.

Algunas tiendas tenían alguna actividad singular (el tueste de café de La Giralda), la de su padre era vender chucherías a los carrillos y quioscos. También fue proveedor de caramelos para la Cabalgata de Reyes. E incluso le reconocían tener un jamón de calidad. Una firma bodeguera, Osborne, le compraba jamones para regalo. Su madre se llamaba Josefa Sánchez. El padre de ésta tenía una tonelería y la ferretería Sánchez en la calle Luna, que luego regentaron sus tíos Salvador, Pepe y Paco Sánchez. /En la imagen de la izquierda, con su padre, en la pista de 'coches choques' de la Feria.

LOS ESTUDIOS.
Diego es el segundo de cuatro hermanos (Ignacio y las mellizas Pero y Luisa), da un susto a su madre cuando con 3 años se presenta sólo en casa el primer día de colegio en La Divina Pastora, donde permanece hasta examinarse de Ingreso en el Instituto Padre Luis Coloma de Jerez. Aconsejados sus padres por la directora, hace la Primera Comunión cuando aún no había cumplido los 6 años "porque sabía leer y escribir". El bachillerato lo cursa en el colegio de La Merced y, al no ser un centro reconocido, los exámenes finales los seguía realizando en el citado Instituto jerezano, de donde guarda recuerdos del Padre Becerra en religión y de José Cádiz Salvatierra en geografía.

CONOCE A JUAN DEL RÍO.
Ingresa en el Centro Marcelo Spinola en Umbrete (Sevilla), donde jóvenes con inquietudes religiosas maduraban su posible futuro ingreso en el Seminario a la vez que finalizaban sus estudios de Bachillerato Superior. En su promoción figuraba el ayamontino Juan del Rio, hasta hace poco Obispo de Jerez o Miguel Ángel Morales Jerez, párroco de La Milagrosa. Y nuestros paisanos Luis Merello Govantes,  párroco en Los Palacios, y Falele Muñoz Bellvis, párroco en Sevilla.

CRUZADOS, MEMPHIS…
En aquella época conoce a José Ignacio Buhigas, con quien comparte ilusiones periodísticas en la publicación ‘Cruzados’ bajo el cariñoso amparo del inolvidable Agustín Merello. Entre las hazañas de la época figuran las entrevistas a Raphael y María Dolores Pradera en la Gala veraniega que la Cruz Roja organizaba en Los jardines de Terry. El compromiso cultural les lleva a fundar la agrupación "Memphis", plataforma juvenil de "Medusa", donde los "mayores" (José Luis Tejada, Zaccagnini, Faelo Poullet, Javier Renedo, Alfredo Bootello, etc.) les acogen encantados.

Verano de 1974, con su primera mujer, Elena de nacionalidad francesa y su hijo David, en la Plaza de Isaac Peral.

Verano de 2012, 38 años después de la fotografía anterior, con Elena, ya jubilada de maestra en Francia y actualmente ejerciendo de porteña. Su hijo David es preparador físico en Qatar.

PSICÓLOGO EN FRANCIA.
Estudia Preuniversitario en San Luis Gonzaga y se traslada a Sevilla donde trabaja como educador en un colegio de la ONCE para niños ciegos. Atado por la edad militar y titular de la primera prórroga, solicita revisión médica alegando molestias a raíz de una fractura de pierna. Tras una semana en el hospital militar, donde leía a Sartre, le conceden una prórroga temporal por un año, lo que le permite obtener un pasaporte y establecerse en Francia. Simultanea los estudios de Psicología con el trabajo de educador en un centro psicopedagógico para niños con trastornos de la personalidad y de la conducta. Posteriormente realiza la formación de director de centros socio-sanitarios en la Escuela Nacional de Salud Pública.

Caseta de Feria de los Andalucistas en los primeros años de la década de los noventa del siglo pasdo. Vemos a un jovencísimo Antonio Jesús Ruiz Aguilar, el ex alcalde de San Fernando Antonio Moreno Olmedo, Diego Utrera, agachado Arturo Armario y otros responsables provinciales y locales de dicho partido.

TRABAJO EN JEREZ.
Vuelve a España en 1987 para vivir la democracia en su país. Tras un año en Almería, donde conoce el proyecto andalucista, vuelve a casa para dirigir el departamento de Servicios Sociales Especializados en el Ayuntamiento de Jerez,

Antonio Moreno, entonces alcalde de San Fernando y cargo orgánico del PA.

CONCEJAL ANDALUCISTA.
La militancia política la ejerce en su ciudad natal, donde en 1991 es elegido concejal andalucista, hasta 1995. Guarda el grato recuerdo de haber propuesto el nombre de José Luis Tejada para el Instituto que así se denomina. Partidario de listas abiertas, piensa que actualmente estar en la oposición es inútil e inoperante. Vuelve a Francia en el año 2000 para dirigir un complejo asistencial para discapacitados psíquicos. Actualmente está jubilado de su actividad profesional en Francia.

Juan Segura Lobo, propietario del desaparecido Bar ‘El Chorro’, situado en la calle Ganado, con salida a Ricardo Alcón, en el centro de la imagen. A la derecha, su cuñado Enrique, casado con su hermana Magdalena. A la izquierda, Vicente, propietario de los desparecidos electrodomésticos ‘La Casa de los Martínez’. Agachados, su hijo Enrique y un amigo.

En próximas fechas, publicaremos en Gente del Puerto una nótula sobre Juan Segura y su afamado bar ‘El Chorro’.

Según parece, el famoso escritor francés Alejandro Dumas (1802-1870) no pasó por Jerez [pero si estuvo en El Puerto de Santa María]. Así es al menos lo que se puede concluir si se lee su libro de viajes por España, De Paris a Cádiz, escrito entre 1847 y 1848. Aunque no llegó a pisar tierras jerezanas, las referencias a los vinos de la zona están presentes, no sólo en esta publicación de viajes sino en algunas de sus novelas más populares y conocidas.

De seguro que esta inspirada frase de Dumas, «Jerez, símbolo de la alegría y del espíritu español», pronunciada por él o puesta en boca de algún personaje de ficción nacidos de su imaginación recoge fielmente la percepción que tenían otros famosos paisanos suyos que disfrutaron de la magia de la Campiña y la Bahía de la provincia, como el pintor Gustave Doré y los escritores Theophile Gautier y Pierre Louys, entre otros.

En cambio, describe su paso por Sanlúcar y El Puerto de Santa María, otras dos de las poblaciones que conforman el actual Marco de vinos del Jerez, además de Cádiz, a donde le trae su itinerario desde Sevilla a través del Guadalquivir y el Guadalete.

En el grabado del siglo XIX podemos ver en el agua, el Vapor; a la izquierda la antigua Real Fábrica de Aguardientes y Licores, luego Aduana, s u lado el Resbaladero y detrás, el Castillo de San Marcos con otra configuración arquitectónica.

En los últimos capítulos del libro podemos leer: «El vino de Jerez se extiende por el mundo gastronómico desde El Puerto de Santa María. Ya conoce el famoso jerez, el jerez de los caballeros que tanto le gusta encontrar a don César Bazán junto al rey de los patés. Por eso El Puerto de Santa María es un verdadero lugar de peregrinación para los ingleses. El barquito de vapor que cada hora hace el recorrido de Santa Maria a Cádiz lleva en cada viaje, si no un cargamento completo, sí por los menos una buena muestra de gentlemen viajeros que, tras haberse detenido en Sanlúcar, quieren comparar el pajarete con el jerez».     

Pero Dumas ya conocía y apreciaba el jerez antes de probarlo en su mismo origen. Al menos así nos lo hace saber por boca de algunos de los aristocráticos personajes de su novela, El conde de Montecristo (1844): "...votre vin d'Espagne est excellent" (vuestro vino de España es excelente). Igualmente, va a estar presente en otras tres de sus obras, en las que queda patente que el jerez era muy conocido en otros períodos de la historia de Francia. (Texto: José Luis Jiménez García).

Hace muchos años que lo vengo observando. Su papel dentro de la organización socialista local es como el del funcionario que garantiza la continuidad en una institución. Si bien tiene sus propios criterios --cada vez con menos instintos primarios-- es una persona que siempre estará al servicio de los colores que defiende: los del POSE, fuera aparte del agrado o simpatía que sienta por quien lo encarne. Ha tenido la oportunidad de ser concejal en varias ocasiones, cediendo su puesto y dejando que corriera la lista. Pero es, lo aseguro, una persona imprescindible dentro de la agrupación local socialista. Que no me tome a mal la comparanza, es como el sacristán de la Prioral o el jefe de mayordomía de Diputación; conoce los pasos que hay que dar, se sabe estatutos y reglamentos y tiene memoria histórica suficiente para saber donde estaba cada uno hace un puñado de años. Tantos como desde la refundación del PSOE en El Puerto con la democracia. Antonio Bollullos Altamirano es alguien que ha estado mucho tiempo en política orgánica, no se ha lucrado con la misma hasta el punto que le costó su puesto de trabajo y pasó un trago amargo cuando, defendiendo visceralmente sus convicciones, fue expulsado temporalmente del PSOE en desacuerdo con la política de pactos con IP hace 21 años.

Con el que fuera alcalde, Juan Manuel Torres, de quien es muy amigo, en una visita al Yacimiento Arqueológico de Doña Blanca en 1989. /foto: Jorge Roa.

Valentía no le faltó en una época de engaño generalizado: diciendo la verdad actuaba como un revolucionario. Luego le vinieron las cosas mal hasta remontar con la fuerza de la razón. Ni la política torticera ni el poder de muchos pudieron con Antonio. Alguien que puede contarnos desde su perseverante militancia socialista la historia de la nueva etapa de los ayuntamientos democráticos. Siempre desde una postura, la del militante que permanece, mas allá de vaivenes, cambios, filias y fobias, convencido de que quien quiere hacer algo encuentra un medio. Es parte del mobiliario sentimental socialista de El Puerto, con mas años, mas retranca, pero un referente para los valores de militancia, que tiene el corazón caliente por el partido. No forma parte, en la actualidad, del comité local. (Texto: José María Morillo).

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