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Soledad Ruiz Guerrero, -Sol, para los amigos- es una emigrante de distancias cortas. Nacida en la capital de Cádiz, vino a El Puerto porque desde pequeña añoraba los pinos, las arboledas que todavía no se habían perdido, densas y sedentarias que limitaban con las playas. Según ella misma es muchas cosas, o ninguna. Estudió Diseño de Moda y Comunicación, pero su pasión fue siempre la literatura. Al igual que la música. Sus debilidades son la gente y la cultura. No entiende Sol una sociedad donde no se mezclen estos dos conceptos. Por eso mueve, zarandea desde lo más profundo cualquier losa que se ponga bajos sus pies para hacer algo constructivo en este Puerto de las Apatías, en el terreno cultural. "La fotografía, el erotismo y la sensualidad, los buenos ensayos y la filosofía, hacen el resto para que la vida funcione con cierto sentido".

Soledad Ruiz Guerrero, -Sol, to her friends- is a short distance emigrant. Born in the capital of Cadiz, she came to El Puerto because since she was a child she had missed the pine trees, the dense and sedentary groves which back onto the beaches that hadn’t been chopped down yet. She believes it’s all or nothing. She studied Fashion Design and Communication, but her passion was always literature and music. Her weaknesses are people and culture. Sol doesn’t understand a society that doesn’t mix these two concepts. This is why she moves and jostles any stones that end up under her feet in order to build something constructive in this town so full of apathy in the cultural terrain. "Photography, eroticism and sensuality, good essays and philosophy make up the rest in order that life goes by with a certain sense to it".

Desde su juventud pertenece a foros literarios en Cádiz, San Fernando, etc, al igual que por Internet. Confía en que las Asociaciones son un punto de partida estupendo para crear proyectos consistentes para los ciudadanos. Así, desde Al-Andalus hacía junto con otros integrantes, la revista “Sin Fronteras” editada por la Fundación Municipal de la Mujer de Cádiz. La revista fue presentada en Cuba, y en Cádiz dieron un recital emocionante donde las mujeres daban paso a sus emociones. Luego vino su pertenencia a Ámbito, o Río Arillo, para acabar en Razzia Artis, asociación nacida en El Puerto y para los portuenses ¿o porteños?

«Desde que llegué no he parado de moverme. Primero las tertulias de Tresantié, luego las exposiciones de pintura, los recitales poético musicales ya por mi cuenta y riesgo. Y la radio. Voy cada viernes a Radio Puerto Fm, con mi espacio pequeño, Soleadas, que ahora es Soldeotoño. Primero porque Fernando Durán es un alma entrañable con una vida interior más que sensible y con el que se aprende mucho; y segundo porque es un medio más para lanzar a los portuenses a la calle, a sentir la cultura, a oír música y a no apoltronarse en el sofá con, o sin excusa. Si cantar dicen que apacigua el alma, la poesía nos revela un modo diferente de existir. Así es como acabo el día, si puedo, con un verso que tranquilice mi alma.

Su pieza musical por excelencia…las Variaciones de Goldberg de Bach. «Ah, pero soy sibarita» sostiene que «tiene que estar interpretada por Glenn Gould. Sin él y sin Satié, el mundo tal como lo percibo sería distinto» En los afectos idolatra: adora a sus hijos, «tres jóvenes revolucionarios que creen que tienen comido el mundo ¡quien fuera joven!» Y a sus padres de los que aprendió «que la educación no es algo que se aprende solo en el colegio de 8 a 3, si no cada día, con cariño y constancia». Y a César, el asturiano «que vino hasta aquí por mí y con el cual soy más de lo que soy».

«El Puerto siente una apatía extraña» afirma Sol,  «No sé a qué es debido, pero se percibe. Cuando alguno alza su voz para denunciar algo que está ocurriendo a la vista de todos, el resto calla o están, como dicen los de Barbate, “escuendíos”.  Por eso no cejo en mi aptitud, porque es un lugar plagado de Historia, de vidas pasadas que seguro tuvieron la certeza de que los que vendrían detrás amarían este lugar más que a sí mismos». Si, ni las batallas, ni el poder de muchos pudieron con El Puerto -ni siquiera los últimos 16 años de catetismo ilustrado- por qué no vamos a poder tener un lugar privilegiado, ¿verdad Sol?,  ese por el que luchas:  El Puerto del siglo XXI.

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elraton_elrocio_puertosantamariaAntonio Arenas Aniceto, conocido por el mote de “El Ratón” es un personaje que forma parte del paisaje de El Puerto. Tal es así que una pintura sobre él, de cuerpo entero, se encontraba expuesta en una de las galerías de la Casa de la Cultura (Al día de hoy, cuando hemos ido a tomar una fotografía, nadie ha sabido darnos norte de donde se encuentra o si desapareció en uno de los actos vandálicos que sufrió el edificio cuando se trasladó la Biblioteca). El Ratón es un hombre que derrocha el mejor humor, el sentido del humor portuense. Que habla con cualquiera de buen grado. Que tiene un saludo para todo el que se acerca a él. Estudió en el Colegio del Hospitalito. Fue cabrero y guardapavos, pero un curso de soldador le propició el trabajo de su vida: trabajar en Astilleros hasta su prejubilación. (El Ratón, haciendo el camino del Rocío. Foto Colección Carlos Pumar Algaba).

Antonio Arenas Aniceto, known by the nickname "Mouse", is a character who forms part of the landscape in El Puerto. As proof of this there is a painting of him, a portrait showing his whole body, on show in one of the galleries in the Casa de la Cultura (Culture House). Mouse is a man who brims over with good humour, a portuense sense of humour; he willingly talks to anyone, and greets all those who cross his path. He studied at Hospitalito School. He was a goat herder and turkey keeper, but after carrying out a course on welding he found the job that he would stay in until early retirement: working in the shipyard.

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El Ratón en Canal Sur, con un conocido humorista de la pantalla andaluza. (Foto Colección C.P.A.)

Viudo de una gitana, cantiñea, baila un poco por bulerías, escribe sevillanas y es un rociero como el mejor, algo que le da vida. La herencia de su tío, Manuel Arenas, “El Saldiguera” le impregna. Tiene previsto publicar un libro -y ahí anda buscando patrocinador- donde cuenta sus cosas y su poemas.

elraton_astilleros_puertosantamariaPero si algo define a El Ratón es su vestimenta.  En  la mano, debajo del reloj, una mata de romero y yerbabuena. «Tiene un ropero, un vestidor en su casa de La Angelita Alta, en plena campiña portuense, de lo más variado. Nuestro amigo es muy coqueto y tiene un estilo al vestirse, un “dandismo sui géneris” que le hace inconfundible. Se ducha, se peina los caracolillos, se afeita teniendo cuidado con tres puntos fundamentales de su colorada y sana cara: su perillita que es como la antena de su inspiración, sus patillas largas a lo “Tempranillo” y su finísimo bigote. El acto de vestirse con su estilo inconfundible que lo hace único es un acto de creación y como de liturgia torera. Pausada, lentamente se va colocando sus prendas. Una camisa blanca que es como el alba de un canónigo; un largo y estrecho pañuelo perfectamente acoplado al cuello; un chaleco a la “torera” que hace resaltar su torso bien formado; un pantalón estrecho, largo, ajustado y perfectamente planchado y un manojito de flores silvestres en un ojal o en el bolsillo superior de su chaleco que como su señal de identificación con la naturaleza, porque El Ratón es un ecologista por cuanto ama y respeta la naturaleza y su bastón que no le sirve para apoyarse porque es un atleta, sino para enseñorearse y afirmarse. Va sobre las doce del mediodía a beberse el mundo, a Ratonear. [...] Ni un general con sus entorchados en la época prusiana andaba y se pavoneaba como El Ratón. Ya está el paisaje de El Puerto al completo. ¡Cuidado, calle Ganado, Santa Clara, San Juan que baja El Ratón! Y comienza su retahíla de aludos, de cortesía, de sonrisas, de educación exquisita. Para todo el mundo tiene su pequeña inclinación de cabeza, su letanía de saludos, su forma peculiarísima de entablar un corto diálogo.» Antonio Muñoz Cuenca. De su libro, “Paisajes y Paisanajes”. (El Ratón, con un compañero, trabajando en Astilleros de Puerto Real. Foto Colección C.P.A.)

EL HOSPITALITO.
¡Que recuerdos guarda El Ratón de aquel colegio del Hospitalito! De chico, le pusieron “El Ratón” porque no se estaba quieto y era el mas pequeño de todos. Estudió en esa esquina en chaflán de Ganado con Zarza que hoy es la Sala de Exposiciones Hospitalito y en el futuro, Museo Municipal. Era tan travieso que siempre estaba castigado de rodillas. De hecho, según cuenta, cuando llegaba a clase él solo se iba directamente al rincón a ponerse de rodillas.  Pero este edificio incompleto, neoclásico con dejos barrocos es el Hospital de la Divina Providencia u Hospital de Mujeres,  fue colegio desde finales del siglo XIX hasta la penúltima década del siglo XX; fue el auxilio de muchas portuenses en tiempos pasados: la iglesia de tres naves está sin terminar, sin techo ofreciendo una curiosa imagen que hoy muy pocos portuenses conocen. (Ilustración: Pintura de Adrián Ferreras).

«Esta obra hospitalaria para mujeres y casa de asilo para niñas huérfanas fue fundada el 12 de septiembre de 1750 en la cale Cruces. Fueron artífices de la obra dos sacerdotes seculares, que advierten la imperiosa necesidad de una hospitalidad general par mujeres desamparadas y la de una enseñanza universal para niñas pobres. La primera de las necesidades era atajada por el Hospital de San Sebastián, pero aquí eran limitadas las enfermedades y cortas las rentas; en cuanto a la segunda necesidad era urgente. Esta hospitalidad general para mujeres pobres acogió a todas las enfermedades sobro todo las de mayor peligro y además cuidaba a las ancianas y desvalidas que no tenían casa. Se abrió asimismo una “amiga universal” para niñas pobres donde se las instruía en la doctrina cristiana, a leer, escribir, contar y coser"

"De su primer emplazamiento en la calle de las Cruces, se trasladó la Fundación a este edificio, cuya obra había comenzado en junio de 1753. El traslado tuvo lugar el 23 de septiembre de ese mismo año. Este establecimiento fue uno de los primeros de España y quizás el único, que tenía por objeto el socorro físico y moral desde la niñez hasta proporcionar colocación a las albergadas. Su bella portada estaba adornada con mármoles del país y está ricamente esculpida. En ella se superponen res cuerpos en los que se reparten la sencillez de lo clásico en el primero y el adorno de olo barroco en el segundo. El tercer cuerpo consta de una hornacina en la que se halla una imagen de la Virgen de los Milagros, patrona de la Ciudad y veladora de esta institución. En las salas del edificio abunda la azulejería valenciana y trianera." Olga Lozano y Mercedes G. Pazos. “Guía Histórico Artística de El Puerto de Santa María. Rafael Sotelo Ramos fue director del Colegio Público Hospitalito en la década de 1970. Las casas que aparece en las ilustraciones, por  Zarza, tanto en el tramo anterior como posterior han desaparecido: en la primera se encuentra una tienda de ropa, y la otra se tiró hace pocos años; hubiera podio ser una buena ofician administrativa para el  Museo. En la actualidad un aficionado a los pinceles nada renombrado usa el Hospitalito como  estudio de pintura. (Ilustración: Plumilla de Rafael Tardío).

El limpiabotas 'El Tigre', Manolo Otero y 'El Chumi', en la puerta chaflán del Hospitalito, cegada por ladrillos (Foto: Colección Vicente González Lechuga).

Patio interior del Hospital de la Divina Providencia, Hospital de Mujeres u Hospitalito. "La fachada interior está constituida por una galería de arcadas de alto puntal apeadas sobre mármoles, y un segundo cuerpo encima con almohadillados y vanos enmarcados en líneas quebradas, ejemplo de armonía entre lo nuevo y lo tradicional" De la Guía Histórico Artística de Lozano y G.Pazos. (Foto: Colección V.G.L.)

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Manolo Carrillo

Manuel Carrillo Lucero, hombre polifacético donde los haya, nació en la calle  Palacios, 33, el 14 de abril de 1925, cinco años justos antes de que se proclamara en España la II República. En su vida ha hecho de todo, desde empleado de la desaparecida, Compañía Sevillana de Electricidad, pintor de brocha gorda con su hermano Juan Luis, vendedor de saneamientos Arcas, que tuvo junto al Bar La Perdiz,  donde hoy está la tienda de fotografías Cinephot. Ha sido apoderado Taurino; estuvo algunos meses con la troupe del Circo Europa que vino a El Puerto por 1946. Taquillero de la Sala de Fiestas 'El Oasis'.  Presentador de Variedades y desde hace casi 40 años, vendedor de prensa.

Manuel Carrillo Lucero, a multitalented man if ever there was one, was born in no. 33, calle Palacios, on the 14th of April 1925, five years before the second Spanish Republic was proclaimed. He’s done a bit of everything during his lifetime, from working for the now non-existent, Compañía Sevillana de Electricidad (Seville Electricity Company), to painting and decorating with his brother Juan Luis; he also had a shop selling Arcas bathroom fittings, which was next to the La Perdiz Bar, where the Cinephot photo shop is today. He has been a Bull Fighting agent; he worked for a few months in the Europa Circus troupe who came to El Puerto in 1946; he was box office clerk at 'El Oasis' Disco; Variety Show Presenter and he’s now been selling newspapers for almost 40 years.

En el mundillo de los toros ha sido muy conocido y organizó el Homenaje a Manuel del Pino “Niño de El Matadero” y fue apoderado de su sobrino Francisco Paradela del Pino, quien fue matarife y  también ordenanza del Ayuntamiento, hasta su jubilación. Estaba tan relacionado que hasta asistió a la boda del ganador del Tour de Francia de 1959, Federico Martín Bahamontes. Organizó un sinfín de Espectáculos de Variedades -Varietés- y festivales cantantes noveles durante las décadas de 1950-1960 del siglo pasado. ¡Que contemporáneo de Manolo no se acuerda de nuestro ex-paisano Luis Aranda, entre otros, por aquellas fechas en el Cine Macario o en el Teatro Principal! Fue presentador de múltiples saraos tanto municipales como privados, actuando como humorista en varios de los espectáculos que él mismo organizaba. Es una gran persona, tanto como el mejor.

Cuando se urbanizan los alrededores del antiguo Campo de Futbol del Racing (conocido como el Campo de Eduardo Dato), a finales de la década de los sesenta del siglo pasado, instala un kiosco (no sabemos si con permiso o sin él) para vender chucherías y prensa. Posteriormente cuando se construye los pisos de Zafer (conocidos como los pisos verdes) en los terrenos del campo de futbol él se compra un local a medias con otro señor y cuando en tiempo de alcalde Rafael Gómez Ojeda se reurbaniza la Avenida de La Constitución (antiguamente Avda. de La Legión), le obligan a quitar el kiosco y ni corto ni perezoso metió literalmente dicho armatoste dentro del local que había adquirido y que se encontraba sin ninguna obra: en bruto. En la instantánea podemos observar la fábrica de botellas VIPA (Vidrieras Palma), el solar donde actualmente se encuentra la Comisaría de Policía Nacional y el Campo de Fútbol. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

Actualmente Manolo ejerce su servicio de prensa en una mesa que le cede la familia de José Basteiro Pereira-fallecido hace un par de años- en el Bar de La Ponderosa, frente por frente a donde ha pasado los últimos casi 40 años de vida profesional,  donde sigue tomando el pulso a la calle, donde comentando las noticias que vienen en 'sus' periódicos, donde ha sido y es cómplice de muchos clientes, donde continúa siendo amigo de sus amigos.  Una de las multiples anécdotas que se cuenta el la Zona de la Avenida de la Constitución, donde vende actualmente la prensa es que, si vas a comprarle algo has de llevar el dinero exacto pues siempre decía “yo no tengo cambio”.  Sin embargo si cualquier negocio de la  zona le pedía cambio se iba por todo los alrededores buscando cambio para los demás. En la fotografía, Manolo Carrillo, siempre con su inseparable pajarita, presentando un Espectáculo de Varietés. La dedicatoria dice: "Lo mismo que tu... pero mucho más" y esta fechada el 1 de enero de 1954. Según hemos podido obserevar en otras fotografías del album de nuestro artista, el parecido con el torero Manolete es bastante razonable, algo que le hará 'vestirse de luces' en algún momento de su carrera como showman, como veremos más adelante.

La portada del programa que reproducimos aqui, escondía en su interior, en su "Primera Parte, la presentación del Cuadro Artístico con espectáculo de Variedades, según el orden siguiente: Palmeras Portuenses (Miguel Leveque y su Orquesta). Teresita (Ángel Zamacola), Bolero Mallorquín (Vera y sus muchachos). Tres Veces Guapa (Juan José García). Recital a Guitarra. (Manolo Otero). En el País de la Ilusión (Xavier). Canto Regional (Mariano Hernando). El Tercer Hombrer (Trío Juventud). Unos segundos de humor (Manolito -el propio Manolo Carrillo-). Pepe Mairena (Miguel Leveque y su Orquesta). Madre Hermosa (Paco Navarro). Canto a la Mujer Cordobesa (José Morilló León). Marcha Militar de Shubert (Agustín Moreno). Cantando por el Mundo (Otero, Celdrán, Ortega). Glosa a la Soleá (Luis Callealta). El Sitio de Zaragoza (Vera y sus muchachos). Chistes rápidos (Teodorito). Sombras del Nublo. (Manolo Torrent). Fantasía. (Julio Rodríguez. Malvaloca. (Manolo Celdrán). Humor Español (Hermanos Pepes). Presentado por Manolo Carrillo. En la Segunda Parte, Representación por el Cuadro de Actores del gracioso sainete titulado 'El Número Ciento'. La Dirección se reservaba el derecho a alterar el programa si lo creía conveniente y además, dado el carácter benéfico de ese espectáculo, quedaban suprimidos los pases de favor".

Escenario de una fiesta organizada por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María en la Barrida de la Playa, frente al Real Club Náutico, presentada por Manolo Carrillo; a su izquierda se encuentra Gaztelu, con el cigarrillo en la mano Millán Alegre Gimeno, padre del actual concejal de Cultura y Fiestas y Merello. Podemos ver en el adorno del escenario un cartel de toros de la presentación en Andalucía del gran maestro matador de toros Luis Miguel Dominguín,  de fecha del 31 de Julio de 1960, día de esta fiesta. (Foto: Archivo Municipal).

En la foto de grupo asistimos al Homenaje ofrecido a Manuel del Pino, 'Niño del Matadero', organizado por nuestro amigo Manolo Carrillo. De pie, de izquierda a derecha Manuel Carrillo Lucero; Vicente Prego,  un galllego afincado en El Puerto, consignatario de buques; Manuel Almagro Guilloto,  de profesión mecánico, que tenía su taller de cerrajería mecánica en la Calle San Sebastián, donde después vivió e hizo allí su museo taurino; posteriormente se instaló en un local de la casa que compró junto a Casa Paco, en la Ribera del Marisco (en aquellas fechas Vergel del Conde) y posteriormente mudó dicho taller a la calle Recta, donde actualmente existen varios pubs: a continuación Miguel del Pino Suárez, en esa fecha Matador de toros. Sentados y de izquierda derecha: Antonio Rosales, Don Puyazo; Manuel del Pino Suárez, la señora de Vicente Prego y el hijo de Miguel del Pino. (Foto Colección Antonio Almagro Buhigas). En la fotografía  pequeña, Manolo Carrillo vestido de torero: 'El Niño de la Prensa', donde el parecido con Adrian Brody -el actor que ha representado a Manolete en una película- es notable. (Foto Colección V.G.L.)

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Antonio Muñoz Cuenca

Antonio Muñoz Cuenca nació en la calle Santa Clara en 1938 por lo que fue un niño de la posguerra incivil. En su vida profesional ha sido maestro en las Escuelas Profesionales  SAFA y en la Pública.  De chico pasó mucha necesidad en su casa, pero salió adelante con la ayuda de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia. En Úbeda hizo su carrera de magisterio que ejerció con posterioridad en SAFA San Luis, terminando su vida de docente en la escuela pública: el Colegio Menesteo.

Antonio Muñoz Cuenca was born in calle Santa Clara in 1938, therefore you can say he was a child of the post-uncivil war.  He’s had jobs teaching in en the “Escuelas Profesionales  SAFA” (Sacred Family Vocational Schools) and in state schools. His family was very poor when he was a child, but he managed to make a life for himself with the help of the Sacred Family Vocational Schools. He studied teaching in Úbeda and later taught at Sacred Family San Luis, ending his career as a teacher in the state school “Colegio Menesteo”.

Ha sido director y fundador del Orfeón Portuense, concejal de Cultura en el primer ayuntamiento democrático dpor el Partido Socialista de Andalucía (PSA) y, desde 1998, colaborador habitual de Tele Puerto, en temas culturales, etnográficos y antropológicos de El Puerto. También ha sido colaborador de Diario de Cádiz y otros medios divulgativos.
Fue uno de los fundadores de la Tertulia Flamenca “Tomás El Nitri”, así como colaborador de las primeras ediciones del Festival del Cante de los Puerto. En 1980 fundó con otros portuenses inquietos la Asociación para la Protección del Patrimonio Histórico, ‘Alcanatif’.
En 1981 organizó, siendo concejal de Cultura, el 700 aniversario de la fundación de El Puerto de Santa María por el rey Alfonso X, ‘el Sabio’, con unas Jornadas bajo el título “Nuestros orígenes históricos como El Puerto de Santa María”. También ese año, le tocó organizar el Homenaje Popular al poeta más universal que ha tenido El Puerto, Rafael Alberti, un tributo que la Ciudad tenía con el escritor y pintor portuense.
Ha dirigido el Orfeón Portuense, la Escolanía del Orfeón, la Coral Estella Maris y el Coro de la Asociación de Belenistas “Ángel Martínez”. En 2004 recibió el premio del Ayuntamiento por la defensa del Patrimonio Histórico de El Puerto y en 2005 publicó su primer libro: “El Habla de El Puerto“, ya agotado. Su segundo libro "Paisajes y Paisanajes" está dedicado a temas populares de El Puerto, pero tratados en profundidad.

LA CALLE SANTA CLARA Y EL CRISTO DEL AMOR.

Estamos en la calle Santa Clara, cinco años después del nacimiento de Muñoli. Es 1943. Posiblemente Antonio asistiera a este momento reflejado en la fotografía que se da en su calle, y a lo mejor se encuentra perdido entre los niños que aparecen en ella: un grupo de afiliados a la Acción Católica, sacaron a hombros la imagen del Cristo del Amor en Vía Crucis. Esta imagen ya había sido utilizada con anterioridad por otras asociaciones que no tenían la consideración de Hermandad.  Antonio Gutiérrez Ruíz, en su libro “Tradiciones Religiosas de El Puerto de Santa María”, señala que la imagen sería «sacada, posteriormente, en procesión por una asociación denominada “Asociación Piadosa del Cristo del Amor y Nuestra Madre Dolorosa del Silencio” que, sin tener carácter de hermandad, desfilaba con ellas, visitando el Penal de la Victoria desde 1959 hasta 1976, fecha de su disolución." En la imagen podemos ver a Javier Merello, Juanito López -el cura recientemente fallecido-, Joaquín Jiménez Nandín, un señor que se dedicaba a la brocha gorda y que aparece con bigote, Manolo Carrillo, Paco Jiménez Lerdo, Cayetano Vélez y Solís Muñoz-Seca. (Foto Colección de Vicente González Lechuga).

munozcuenca_6_puertosantamariaEl Cristo del Amor, que se encontraba en el Convento de las Capuchinas, hoy Hotel Monasterio de San Miguel, se custodia en la actualidad en el convento que dichas monjas tienen en el Pago de la Caridad -allí venden huevos, repostería y hacen trabajos de costura y bordado-. En el libro “Arquitectura Barroca de El Puerto de Santa María” de Carlos García Peña, se afirma que «la talla debe ser obra de principios del siglo XVIII, e incluso del último tercio del anterior. Por lo que lo “expresionista” de sus caracteres no puede adjudicarse a artista conocido y ni siquiera responde a los habituales planteamientos estéticos de la escuela sevillana». En la fotografía, Antonio Muñoz Cuenca, el 14 de agosto de 1973, presentando el Festival del Cante de Los Puerto. (Foto Archivo Municipal).

Comedor del colegio SAFA, --el colegio en aquella fecha no era SAFA San Luis, era solamente SAFA o Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, o vulgarmente conocido como "colegito"-- donde Antonio Muñoz Cuenca ejercería la práctica totalidad de su vida profesional como maestro de escuela, aunque se jubiló en la escuela pública como maestro en el Menesteo. ¿Cuanta hambre quitaron aquellos comedores a tantos y tantos niños de El Puerto. (Foto Colección V.G.L.).

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Tily Santiago, a la sazón corresponsal de Diario de Cádiz en El Puerto, Rafael Alberti y Antonio Muñoz Cuenca, cuando, siendo concejal de Cultura le visitaron en el ático en el que vivía el universal poeta en la calle Princesa de Madrid preparando el Homenaje Popular que le organizó la Ciudad de El Puerto en 1982. (Foto Colección T.S.C.)

EL HABLA DEL PUERTO. SELECCIÓN DE PALABRAS DEL DICCIONARIO.

Agilao: Estómago vacío.
Bueigo: Buen higo de tuna.
Cá pancalá: Cal para encalar.
Chai: Mariquita.
Desapartar(se): Separar(se), divorciar(se)
Entenguerengue: Endeble
Follatabiques: Un don nadie.
Garfín: Por Delfín.
Hablar: “Pepe le habla a Juanita”. Son novios.
Ira: Por ‘mira’.
Jándalos: Nombre de los montañeses.
Lacio: Sin gracia.
Macolillo: Capón.
Naguas. Por enaguas.
Oruto: Por eructo.
Penqueo: Coger un penqueo, largarse.
Quemasangre: Persona pesada y burlona.
Rasca: Agarrado, de la hermandad del puño.
Saborío: Soso, persona sin gracia.
Sanani: Negación total. ¡Esto lo va a hacer Sanani!
Telera: Pieza de pan.
Ucalito: Por eucalipto.
Vaina: Tonto, carajote.
Zambullo: ¡Eres un zambullo!, un gordo, un pesado.

APODOS O MOTES:

El Marqués, el Arropiero, el Frágil, el Gandu, el Guardapavos, el Pedrusco, el Telera, el Chusco, el Pelusa, el Torticha, el Chulo, el Guapo, Pedro el de los Majaras, el Misterio, el Peste, el Cascarúo, los Manili, el Bimbo, el Huevo Gordo, Manolito Cochino, el Matraca, el Pejeta, el Calé, el Cohete, el Carrurra, el Requeté, el Mellao, el Churra, Los Milindri, El Borrico, el Bestia, el Maño, el Muñoli, los Puitos, José el Escarabajo, el Culito, el Gurrino, la Obispa, el Perejil, el Poleá, los de la Diana, los de la Colmena, el Soplapollas, el Cagalitri, el Gavilán, el Pellejo, los Pelaos, el Boba, el Caco, el tinín, er Tonino, el Manco Guindate, el Tajaíta, la Tata Carmen, el Bigote de Vistahermosa, el Mere, el Cañita, El Churrete, el Curruquero. El Saldiguera, El Ratón, El Caraba, La Farfolla, Salvador La Purga (fragüero y cantaor de martinetes) El Cojo Pinea, Manolo el de las Animas, Los Pescaofritos, el Partecrisma, La Pichirica, el Betove, El Rey de los Papeles, La Miss Carretera…

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«El primer viaje que hice en mi vida fue de siete kilómetros y duró más de un día. Yo tenía ocho años y, en realidad, ya había viajado antes. Mis padres me habían llevado, recién nacido, desde Sanlúcar a El Puerto de Santa María, porque mi padre, que era químico, había encontrado trabajo allí, en la fábrica de vidrio que se levantaba como un barco varado, con su altísima e incansable chimenea de ladrillo, junto a las dunas de La Puntilla. Pero de aquel viaje no me acuerdo, me lo contaron y no parecía que hubiese tenido nada de particular, salvo que lo hicimos en el viejo Hispano de mi abuelo, con el ceremonioso Eugenio, el chófer, al volante. En cambio, aquel otro viaje de sólo siete kilómetros, y de más de un día de duración, lo recuerdo todavía hoy como si lo hubiera hecho la semana pasada, como si fuera un viaje que va a durar toda mi vida.
Las maletas, los ordenadores portátiles y los bebés van de un lado para otro sin guardar en su memoria los placeres y sobresaltos del viaje, por ajetreado o apacible que sea. Es verdad que los bebés lloran una barbaridad, pero yo creo que, aunque nadie les oiga, las maletas y los ordenadores portátiles también lloran, y que también lo hacen como una reacción espontánea de sus engranajes más delicados y misteriosos ante las brusquedades, las tardanzas o los desatinos de algunos trayectos y algunos medios de transporte. Pero la primera vez que el recuerdo se apropia para siempre de los descubrimientos y las emociones de un viaje, uno empieza ya a adquirir una bendita incertidumbre sobre cuál es su verdadero punto de partida y su verdadero punto de llegada.
Mi padre se había comprado un viejo chevrolet con el que se movía por El Puerto con la risueña parsimonia de quien no tiene nada que temer, y a quien nadie tiene que temerle. Pero aquel día de marzo se empeñó en ir a La Rijerta, a llevar una caja de manzanilla a un amigo suyo, y yo me empeñé en ir con él. Mi padre decidió coger por los caminos del pago de La Jara, un laberinto de veredas arenosas por las que no se podía ir ni en bicicleta, pero por los que se cortaba un montón, según él. Entre las revueltas y la parsimonia, se nos hizo tardísimo y, de pronto, el chevrolet se atascó, por fuera y por dentro, y allí nos quedamos el coche, mi padre y yo, la noche entera, en medio de ninguna parte, sin poder avisar a nadie, sin que nadie pasara por aquellas angosturas ni por equivocación. Nunca lo olvidaré: la lentitud del tiempo, el resplandor de las sombras, el olor lejano del mar, los sonidos del campo, lo bien que se estaba acurrucado junto a mi padre dentro del coche, como en el mejor de los hoteles, hasta el amanecer. En cuanto se hizo de día nos echamos a andar, como en las excursiones optativas, y por fin dimos con una venta en la que desayunamos y desde la que pudimos avisar a mi madre, que ya había puesto en jaque a toda la guardia civil. Entre unas cosas y otras, no volvimos a casa, en un autobús de Los Amarillos, hasta la hora de la cena, y mi madre, en cuanto nos vio entrar, montó en un periquete todo un serial radiofónico de lágrimas y regañinas que ni los de Guillermo Sautier Casaseca.
Dicen que, ahora, la mayoría de la gente ya no viaja, que sólo va de un lado para otro, como las maletas y los ordenadores portátiles. Estoy seguro de que no es verdad. Al menos, seguro que no lo es para quien recuerde el primer viaje de su vida, el que le hizo descubrir el placer y la inquietud de salir, de alejarse, de aventurarse, de refugiarse, de regresar. Ese paraíso repentino en el que cometemos el viaje original.» El Viaje Original.

Eduardo Mendicutti es escritor y periodista, nacido en Sanlúcar, vivió su infancia en El Puerto, su juventud en Jerez y estudió la carrera universitaria en Madrid, donde reside. Cuando vuelve, lo hace a Sanlúcar y Jerez, donde viven sus contactos y su madre. Y a El Puerto a revivir sus primeras sensaciones, «esas que marcan para siempre a un ser humano».

Eduardo Mendicutti is a writer and a journalist born in Sanlúcar; he lived in El Puerto when he was small, in Jerez as a teenager and went to university in Madrid, where he still lives. When he returns, he visits Sanlúcar and Jerez, where his contacts and his mother live, and El Puerto to relive his first experiences and feelings, “those that stay with you forever”.

Todavía le quedan recuerdos de la chimenea de Vidrieras Palma (VIPA), la fábrica de botellas que tenía un horno que nunca se apagaba, ni de día ni de noche, situada donde hoy se encuentran las viviendas de las puertas azules, frente a la Casa de la Cultura. Entre su obra figuran títulos como “Los novios búlgaros” o “El Palomo Cojo”; ambas fueron llevadas al cine. Es uno de los más destacados escritores de la literatura gay en castellano. Pero lean ahora este texto, irreverente, una maldición en toda regla, de su novela “El Palomo Cojo”, en boca de uno de sus personajes, la Mary, al niño/hilo conductor de su novela/película:  «Chivato, cochambroso, malasangre, maricón. Así te zurzan el ojo del culo con una soga embadurnada en alquitrán. Y se te encaje en las tripas un retortijón que te las deje como el escobón de desatascar el váter. Que se te engoñipe hasta la saliva que tragues, que se te llene la boca de gargajos y la lengua de ronchas, que por los dientes se te meta moho y por el ombligo te salga pus. Y que por la leche que mamé, niño, picha-puerca, no encuentres en tu vida ni una sola gachí que te ponga duro el bienmesabe, que con las hembras se te quede lacio como una bicha en invierno, y que hasta con los hombres se te ponga chiquitujo, seco y pellejón, y si alguna vez, por los cuernos del demonio, se te pusiera en forma el alfajor, que te entre una bulla tan grandísima que te salga el gusto antes de catar, que tengas que aviarte haciéndoles gallordas a los barrenderos por una perra chica, y que te apedreen por cacorro, asqueroso y mamonazo.» Ahí queda eso.

"Mis padres me habían llevado, recién nacido, desde Sanlúcar a El Puerto de Santa María, porque mi padre, que era químico, había encontrado trabajo allí, en la fábrica de vidrio que se levantaba como un barco varado, con su altísima e incansable chimenea de ladrillo, junto a las dunas de La Puntilla." El Viaje Original. Eduardo Mendicutti. La fotografía muestra Vidrieras Palma (VIPA) en 1975. A la izquierda las unifamiliarres de la época para gente humilde y el río; a la derecha una esquina del campo de fútbol 'Eduardo Dato' y detrás, las viviendas, unifamiliares también, de los funcionarios municipales, esas que tenían una esclaera de madera para acceder a la planta alta, donde vivió el maestro Francisco Dueñas Piñero, entre otros. A continuación, se atisba uno de los bloques del conjunto Crevillet. (Autor de la Foto: Mata. Colección de V. González Lechuga).

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Manuel Guzmán Piñate, “El Tarifa” es un marinero que en el mundo de la mar ha hecho de todo cuando ha estao embarcado: desde marinero, pasando por cocinero, mecánico engrasador o contramaestre; de todo menos capitán. Sobrevivió al naufragio del 'Pascual Baldó'. Ahora es capitán de su moto. Ha trabajado en pesqueros y en barcos mercantes. Se ha movido por los mares de Europa, por Africa, y por el mundo de los sueños.

Manuel Guzmán Piñate, "El Tarifa" is a sailor who in the world of the ocean has dabbled in a bit of everything on board: from sailor, chef, mechanic to boatswain; everything except captain. Now he’s captain of his motorbike. He has worked on fishing boats and merchant boats and has sailed the seas in Europe, Africa and in the land of dreams.

Manuel, de 79 años, acompañado de su inseparable compañero perruno, Manolo, de 5 años, recorre El Puerto en motocicleta, ambos con cascos -como manda el reglamento de la circulación vial- y en función del color del día, así se ponen los cascos: rojos cuando se sienten guerrilleros, o azules, cuando van en misión de paz, como los cascos azules de la ONU. Manolo, osado, echao p’lante, "con cara", como diría un castizo, le mantiene a Vd. una conversación sobre la conveniencia de ir acompañado por su inseparable mascota, también en moto; de que ésta vaya protegida, con casco y gafas, y de que Manolo, el perro de cinco años, le obedezca cuando le interpelen los amigos del muelle de San Ignacio (muelle del Vapor) o algún turista curioso. Y es que Manolo, -¿cual de los dos?- tiene más cara que espalda.

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Boina y bastón. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), nació en Utrera (Sevilla) pero ejerció su profesión de vendedor de los números “de los ciegos” (ONCE) en El Puerto, entre 1956 y 1990, año en el que se jubiló.

Beret and walking stick. Antonio Rodríguez Bruqué, Tonino (1925-1993), was born in Utrera (Seville) but he worked in El Puerto selling ONCE (Spanish National Association for the Blind) lottery tickets between 1956 and 1990, when he retired.

Tenía un hermano que vivió, creció y murió en Francia y con el que no tuvo relaciones ya de mayor. Aquí vivía su abuela Consuelo, que tenía un almacén en la calle Santo Domingo, esquina y vuelta con San Bartolomé, donde hoy se encuentra la tienda de Bricopinturas. Estuvo acogido en el antiguo Hospital de San Juan de Dios. A su cierre, Ángeles Pérez Peral, su administradora, le buscó alojamiento y quien le atendiera; fue con su cuidadora, la mujer que le había asisitido en su casa con quien luego contraería matrimonio, en mayo de 1993, falleciendo el 22 de agosto de ese mismo año en la casa en la que vivían ambos, en la calle Larga, junto al Bar Manolo. La ceguera le vino de chico, en su Utrera natal: jugando con una granada mientras cuidaba vacas que, al explosionar, le amputó parte de un brazo y le afectó a un ojo dejándolo tuerto. Ya en El Puerto así ‘veía’ el fútbol en el anterior campo del Rácing, denominado Eduardo Dato (donde hoy están los  pisos verdes frente a la actual Comisaría de Policía); se situaba junto a la entrada de los vestuarios y a los árbitros los ponía a parir de insultos.

Como tenía defectuosa la visión, hasta perderla definitivamente,  algunos pícaros jóvenes y no tanto de aquella época le relataban los errores -o supuestos errores- del árbitro y aquello no era boca; algunas veces era mentira y solo lo hacían por “escucharlo”. Esa era una constante de un Tonino bastante primario, al que los niños y jóvenes picaban para hacerlo oir: insultos, bastonazos contra coche si estaba mal aparcado dificultando el paso por la acera, incluso  dando bastonazos a quien se le pusiera de por medio, exabruptos,… Tonino era temible si se le insultaba o jaleaba de forma equívoca y él se daba cuenta. Pero también “pedía guerra”,  pues no estaba contento como no se metieran con él: cuando pasaba por delante del Bar Central, en la confluencia de las calles Luna y Larga, era él el que se dirigía a la pandilla de cachondos que allí se reunían, y que lo solían fustigar a su paso, preguntando: “pero… ¿hoy no me vais a decir ná?”.

Otro paradero de Tonino era el Bar La Perdiz, entre Larga y Ganado, donde era acogido por los contertulios que allí departían. Aunque para tertulias como aquellas, mejor que no se hubiese dejado querer: eran crueles con nuestro personaje, llegando incluso a quemarlo con colillas y otras vejaciones e indignidades. Por eso, quien lo buscaba, lo encontraba. Existe una leyenda urbana de nuestro personaje que no es cierta y que aquí desmentimos: cuentan que  había sido fusilado en el bando republicano, cayendo al foso y encima de él unos cuantos mas, dándose le por muerto; cuando pasó un rato y al no oír voces salió de la fosa. Su viuda, la mujer que le cuidó hasta el final de sus días, afirma que mientras su cuerpo haga sombra, no permitirá que se ofenda la memoria de Tonino. (La fotografía  a color es de 1987 y pertenece a la colección de Vicente González Lechuga. La fotografía en B/N pertenece a la Colección de Miguel Sánchez Lobato).

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La Compacorogota, en el Carnaval de 1985
La Compacorogota, en el Carnaval de 1985

La fotografía está tomada en la calle Luna abajo, durante el Carnaval de 1985 desde la puerta de los desaparecidos Estudios de Fotografías Garpre, el día 8 de Marzo; detrás se observa la Farmacia del Carmen, antes de la reforma.

This photograph was taken looking down calle Luna from the door of the former Garpre Photography Studios, on the 8th of March, during Carnaval in 1985; behind you can see the chemist’s ‘Farmacia del Carmen’, before it was renovated.

La Compacorogota, en esta ocasión y foto, representa a los personajes del Quijote de Cervantes. La integran, de izquierda a derecha y de abajo arriba, en primer término, Javier Tosar Barrera, como villano; a su lado Vicente González Lechuga, que iba caracterizado de cura de época y tocaba el bombo, su mujer, Carlota (Loti) Benjumeda;  a continuación y cortado a la mitad, Fernando Pasaje, que era el letrista de la agrupación. En la siguiente fila, con bigote blanco y gafas, un infiltrado: Jaime Gutiérrez Perea, quien en 1991 sería concejal de Fiestas durante dos mandatos y pico; a continuación el guitarrista y director musical, Eduardo Ramos Romero (a la sazón Director del Banco Atlántico), a su lado Carmen Polo Páez y caracterizado como Cervantes, Fosco Valimaña Lechuga, que tocaba la caja. Siguiente fila, con sombrero de paja: Felipe Viete Sotelo, a su lado María Ángeles  (Lale) Muñoz Benítez, seguida de Concepción Serrano Saceta; como Sancho Panza, con barba pelirroja, Manuel Albert Alonso y con sayón rojo, la desaparecida Elena Almagro Buhígas. En la última fila Carmen Muñoz Benítez; otro infiltrado, Fernando Domínguez de los Reyes y coronando la instantánea, D. Quijote, magistralmente representado por Antonio Almagro Buhigas. Faltan en la foto, Dulcinea: María Isabel Domínguez de los Reyes, Consuelo López Nicolás.
El nombre de Compacorogota, original a mas no poder, es la contracción de las palabras: Comparsa, Coro y Chirigota, y al no pertenecer nuestros amigos a ninguna de las tres modalidades más conocidas del Carnaval, se inventaron el palabro, el concepto y la agrupación. Los ensayos los realizaban en el Taller de Cerrajería que tenía Antonio Almagro junto al Hotel Los Cántaros, hoy pub el Burladero. Por boca de algunos de los miembros de la Compacorogota: «yo no se si se ensayaba, pero lo cierto es que nos dábamos un lote de comer pescaíto frito y las célebres papas y chocos aliñados de Mª Carmen Muñoz Benítez». Una anécdota que también recuerdan es que «durante lo ensayos, cuando más serios estábamos, salía Javier Tosar cantando “Islas Canarias”, con el correspondiente cabreo de Fernando Pasaje y algún que otro componente “de la agrupación”.
Cada año fabricaban un artilugio que les servía para llevar a la tropa y el correspondiente suministro alcohólico que nutría al grupo durante las salidas callejeras de la Compacorogota. Se fabricaba en el mismo taller de Almagro durante los fines de semanas anteriores al de Carnaval. El año 1985 hicieron un gran caballo de madera donde D. Quijote iba montado a horcajadas, y los demás -como sufridores- tenían que empujar. También, días antes del Carnaval, se desplazaban a Jerez, a la calle Caballero, a casa de una modista que se dedicaba a alquilar trajes y que, adaptaba a las medidas de nuestros carnavaleros. El viernes inmediatamente anterior a la Fiesta, se reunían con sus amistades en el Taller La Rinconada, en Puerto Escondido, y allí se hacía el ensayo general, debidamente regado con el desaparecido Fino Maruja, de Bodegas Terry, acompañado de bebidas y manjares, para todos.
En el Carnaval de 1987, “la única compacorogota del mundo” organizó el Primer Concurso de Feos de El Puerto de Santa María. Pero, esa, es otra historia...

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Luichi & Juan.
Luichi & Juan

Luichi y Juan son dos portuenses de toda la vida. Gente con sentido del humor, hedonistas, pero que se las han visto y deseado en otros tiempos para ser... como ellos son. Nunca han estado en el armario porque no tenían armario donde esconderse.

Luichi and Juan have always lived in El Puerto. They have a sense of humour, they’re hedonistic, but in the past they’ve had to hide…what they are. They’ve never been in the closet because they don’t have a closet to hide in.

Parguelas que no lo disimulan, dicho sea con el máximo respeto; decirles otra cosa sería ofenderles o dar un rodeo de forma innecesaria buscando lo políticamente correcto. A fin de cuentas son gente del pueblo, con esa  inteligencia natural que da la calle; a los que ves y te ven venir.
Luichi ha estado desenvolviéndose por el mundo de la hostelería: pinche de cocina en el desaparecido Club Mediterranee, o en el Náutico. Rociero desde siempre. Tiene la desvergüenza respetuosa en esa sonrisa del que sabe. Del que ha vivido lo suyo.
Su compañero, en la fotografía, es Juan el Zapatero. De siempre le hemos visto con muletas. Hoy los tiempos cambian y un cómodo -y acorde con los tiempos- carro eléctrico le sirve para desplazarse: a él y a su pelucón. La tienda de reparaciones de calzado artesana  estuvo en la calle Federico Rubio al final, junto al desaparecido Bar La Lucha, oliendo el río. Hoy es frecuente verlos por el mercado -la foto está tomada en la esquina de La Placilla con la calle Luna- o paseando por las céntricas calles de El Puerto. Son portuenses de toda la vida.

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Miguel Sánchez Lobato, cuarta generación al frente de Las Novedades.
Miguel Sánchez Lobato, cuarta generación al frente de Las Novedades.

Posiblemente sea la tienda de venta al público más antigua que continúa abierta en El Puerto. Por su mostrador han pasado  muchas generaciones de porteños buscando esa novedad caprichosa con la que darse un regusto, aquel regalo impactante con el que sorprender, o el producto de cierta necesidad que solo se podía encontrar en este establecimiento de 128 años de existencia.

It’s possibly the oldest shop still open in El Puerto. Their counter has seen many generations of porteños looking for that particular novelty which will bring them joy, that impressive present to surprise a friend, or that product that you need and can only find in this shop with 128 years of history.

El mes de junio de 1880 tuvo que ser un mes de muchas sinergias. En ese mes y año se inauguraba la que fue en su momento la Plaza de Toros mejor iluminada del mundo, entre otros records de la época. Pues bien, el 28 de junio de 1880 abrió sus puertas Las Novedades, Quincallería y Perfumería, situada en la confluencia de las calles Larga y Correo (hoy Ricardo Alcón donde, de niños, mirábamos en el escaparate/ventana los juguetes que le pediríamos a SS. MM. los Reyes Magos). En ese mismo año nacía Manuel Azaña, político, escritor y presidente de la II República Española. Es también el año en el que Menendez y Pelayo publica 'Historia de los Heterodoxos Españoles'. Algo muy de El Puerto.

Pepe Sánchez Perez.

Fue su fundador Luís Pérez Conde, al que siguió como propietario su hijo, Francisco Pérez Gil. Luego se hizo cargo de la tienda el nieto del primero: Luis Pérez Grant y más tarde su viuda, Rosalía Tinajero Iñigo. A partir de este momento pasa a dirigir la tienda Pepe Sánchez Pérez, bisnieto del fundador y sobrino de Luis Pérez Grant, teniendo como compañero a Federico Herrera Síñigo, bisnieto del prestigioso orfebre D. Manuel Síñigo, que esculpiera el templete de la Patrona; había hasta un vendedor de décimos de lotería -Fermín- que hacía guardia en la puerta, como hoy la  hace Kako, quien es asiduo visitante de Las Novedades.  Por cierto que Pepe Sánchez Pérez (en la fotografía a la izquierda de este párrafo), está próximo a cumplir los 90 años: nació el 25 de septiembre de 1918. El negocio lo regenta hogaño su hijo Miguel Sánchez Lobato (en la fotografía principal que ilustra este artículo), desde 1986. ¿Quien no se acuerda de otros dependientes como Alejandro Güelfo o Pepe Crespo?

El 12 de diciembre 1999 la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz, fundada en 1886 (seis años después que Las Novedades), otorgó en la I Edición de los "Premios Tradición y Modernidad en el Comercio" a nuestro establecimiento, por su antigüedad superior a 100 años, el Premio de Categoría de Oro. No ha sido el único reconocimiento recibido, pues en el año 2003 recibe del Centro Municipal de Patrimonio Histórico un Diploma, original de Faelo Esteban Poullet, en el que reza textualmente: "A las Novedades, Mercería, Bazar, Juguetería y Tienda de Recuerdos, como reconocimiento a la perseverancia del Patrimonio Etnográfico Local y al mantenimiento de un ambiente tradicional durante años. Concedido después de más de un siglo con motivo del Día Local de Patrimonio Histórico. 4.XII.2003. Ahí es ná.

En un anuncio de época, detallan las especialidades de Las Novedades: "Mercería. Quincalla. Perfumería. Juguetes. Productos fotográficos "kodack" y "Agfa". Ampliaciones "Kodack". Cines "Pathé Baby". Películas y Accesorios. Artículos para regalos. Loza y Cristal, etc. Artículos para bares y cafés. Gramófonos y discos. Óptica, cristales y armaduras de todas clases; se despachan las recetas de los señores oculistas. Especialidad en Novedades". Hoy otros productos vienen a completar o sustituir la oferta de la tienda: Modelismo. Juegos de Mesa. Mercería. Artículos religiosos. Bisutería. El Fraile del Tiempo. Abanicos pintados a mano que dan aire distinguido...

Y Recuerdos de El Puerto únicos e irrepetibles. Reproducciones de fotografías antiguas. Hasta carga tarjetas de teléfono... Pero no se les ocurra pedir bigoteras, rabillos de boína, pechuguitas de almanaques, sopladores, cadenas de WC, cable de antena, o sacudidores y plumeros. Esas ya ni son novedades ni se han vendido en la tienda nunca. Al menos, que nosotros sepamos.

Las Novedades en 1917. El reloj sigue existiendo en la actualidad.
Las Novedades en 1917. El reloj sigue existiendo en la actualidad. (Foto Colección M.S.L.)

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