
Está en Puerto Escondido, pero a la vista de todo el mundo. Su restaurante se llama “Aponiente”. Antes nos deslumbró con «El Tambuche». Está innovando con las técnicas de cocina: lo mismo usa unas brasas de huesos de aceituna para las carnes y pescados; igual clarifica los caldos con algas diatomeas; por lo mismo cuece en arena de playa langostinos del lugar, crea una gelatina con las escamas de los pescados o aprovecha el pescado “de descarte” de los arrastres para otros usos alimentarios. I+D con la Universidad de Cádiz y un gran capacidad de comunicación que le hacen estar en los foros nacionales e internacionales de la cocina. Jerezano de nacimiento es un buen representante de El Puerto de Santa María que ha escogido establecerse aquí y desde aquí se hace, a través de los medios de comunicación, del mundo. Prensa, televisión, producciones propias... Ángel León nos asombra.
Nos deja gastronómicamente boquiabiertos con el “Cartucho de camarones con emulsión de velo de manzanilla». Estos son sus ingredientes: Para el cartucho: 250 gr. Harina de garbanzo, 750 gr. Harina de trigo. 40 gr. Perejil, 50 gr. Cebolleta, 1 l. Caldo clarificado de lechuga de mar, 0,20 gr. Sal. Para el relleno: 1 Kg. Camarones, 150 gr. Garbanzo tostado, 60 gr. Cebolleta. Para la flor de velo: 1 l. Manzanilla, 1 l. Caldo de carabineros, 0,1 Kg. Lecitina de soja. Y esta su elaboración: Para el cartucho: Hacer la mezcla de las tortillas, freír a fuego suave. Una vez pre-cocidas enrollar en un cucurucho metálico. Congelar y atar con un hilo. Para el relleno: Picar la cebolleta en daditos, el perejil muy fino y hacer un polvo de garbanzos. Para la flor de velo: Reducir la manzanilla a la mitad, incorporar el caldo de carabineros Una vez frío añadir la lecitina de soja y emulsionar con el robot hasta obtener un aire de manzanilla. Y estos son el acabado y su presentación: Freír los cartuchos inmediatamente antes de servir. Quitar los hilos. Escaldar durante 10 seg. los camarones en agua. Mezclar con el picadillo de cebolleta y perejil. Colocar en el plato una raya de polvo de garbanzos, el cartucho relleno de los camarones. Acabar con el aire de manzanilla. En la foto Ángel León, en la Playa de La Puntilla. ¿Se puede ser más portuense?





El metal más utilizado con diferencia para la escultura es el bronce, que se trabaja mediante distintas técnicas de las cuales la más extensa es la de la “cera perdida”. Este procedimiento consiste en aplicar directamente la cera sobre un núcleo de arcilla reforzado internamente por una estructura de hierro. Seguidamente, se recubre el modelo con una capa de tierra bastante espesa para que pueda soportar la presión de la colada metálica. Esta cobertura (que recibe el nombre de molde) presenta un sistema complejo de canales para el paso de la cera y de ventilación para la expulsión del vapor que produce la fusión. La cocción de esta masa en el horno provoca la fusión de la cera, que se elimina a través de los conductos pertinentes y endurece la tierra del núcleo y del molde. En el hueco ocupado por la cera se introduce la aleación fundida que, al solidificarse, reproduce el modelo. Entonces se deshace la cobertura de tierra y se extrae el núcleo interno. De esta manera se obtiene el producto definitivo, que es un ejemplar único ya que ha hecho falta romper el molde y se ha perdido el modelo de cera (otras técnicas, en cambio, permiten reproducir más copias del modelo). Artelista.










