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Entrebares, un nuevo local de tapas que acaba de abrir en el centro comercial Vistahermosa de El Puerto, ofrece diariamente varios tipos de este plato andaluz que selecciona entre un catálogo de 20 diferentes que van rotando a diario

 La cocinera Monserrat Camacho junto a Jesús Matilla en la terraza de Entrebares. 

No se le puede negar su interés por ser originales. La carta de tapas se cambia a diario, e incluso a veces dos veces al día, señala su propietario, Jesús Matilla, pero si hay un plato fijo ese es el salmorejo de los que suelen tener, a diario, más de media docena en carta, todos diferentes y sacados de un catálogo de una veintena de fórmulas que ha ido desarrollando en los últimos años el propio Matilla con la colaboración de su cocinera Monserrat Camacho.

Jesús nació en Córdoba, no podía haberlo hecho en otro sitio, aunque ya lleva instalado en El Puerto de Santa María catorce años. En la actualidad tiene 38. La fórmula base la aprendió de su abuela María Madrid y destaca que “no lleva vinagre” porque esa, asegura, es una de las líneas características de este plato. Para todos los que hace emplea también cuatro ingredientes básicos: tomate, ajo, pan de telera del día anterior de la panadería de Roque de El Puerto de Santa María y aceite de oliva virgen extra que “cada vez que puedo me lo traigo de Priego de Córdoba”.

Los salmorejos se sirven en copas altas de cristal, de las de cócteles y todos van adornados. Matilla reconoce que es fundamental “presentar bien los platos porque por ahí es por donde se empieza a disfrutarlos, por la vista”. Reconoce ser un apasionado de la gastronomía  y ese afán creativo le ha llevado a tener un catálogo de salmorejos que va cambiando en su establecimiento que abrió el “Viernes de Dolores”, a las puertas de la Semana Santa.

Los diferentes salmorejos de Entrebares se sirven en vistosas copas de cristal

El clásico nunca falta. “Cada día puedo hacer hasta 30 litros para este establecimiento y también para la cafetería El Palmar donde es uno de los platos estrella”. Luego a esta base le añade diferentes elementos. Uno lo perfuma con albahaca, una hierba aromática muy habitual en la cocina italiana y que da al salmorejo un llamativo color verde. Por encima lleva una picada de bacalao ahumado.

Otro llamativo es el que realiza con queso de cabra y que luego decora con queso parmesano. Lo tiene también con una gelatina de vino oloroso que reduce a fuego lento hasta obtener la textura deseada o uno con pimientos asados que complementa con un poco de atún a la plancha. Lo tiene también de remolacha y uno que hace con algas al que agrega luego gambas picadas.

Uno de los más llamativos de su catálogo es el negro al que agrega tinta de calamar y para decorar un poco de chocos y gambas. También los hace con un toque dulce como el de melocotón o el de naranjas que combina con jamón serrano.

...continúa leyendo "1.721. JESÚS MATILLA Y MONSERRAT CAMACHO. Entrebares: el bar de los siete salmorejos."

El mundo de los toros era para el desaparecido presidente de la Plaza de Toros, Fernando Gago, punto y aparte. Por las peculiaridades que se dan en el planeta de los toros y por los amores y odios que concitaba en el ejercicio de la presidencia del centenario coso taurino porteño.

De izquierda a derecha, el veterinario Antonio Ruiz, Fernando Gago y el asesor José Feria, presidiendo el festejo del 29 de julio de 2001. /Foto: Bellido.

Conocedor del reglamento lo aplicaba escrupulosamente y se regodeaba con que el ejercicio de su presidencia fuese un espectáculo más, dentro del festejo taurino. «Ha habido división de opiniones, unos se han acordado de mi madre y otros se han cagado en mi padre», afirmaba al finalizar una corrida de toros. Corrida para la que, durante muchos años, se pagaba su entrada de toros, con el objeto de no ser sometido al ‘gañote vil’, como señalaba  de cuantos le solicitaban un pase de favor. «Si el presidente de la Plaza se paga su entrada --afirmaba para disuadir a los peticionarios  mostrándola--  no veo por que los demás ciudadanos no han de hacerlo». Y aunque no es menos cierto que tuvo un grupo de detractores en el mundo de las peñas, se llegó a crear una que lo apoyaba: la Peña Taurina Fernando Gago. He aquí algunas imágenes de su paso por la Plaza de Toros de El Puerto.

De izquierda a derecha, Fernando Gago, Jesulín de Ubrique y Carmelo Garcia, actual empresario de la Plaza de Toros de Sanlúcar, en el callejón el 4 de agosto de 2001. Foto: Núñez.

Fernando Gago con el maestro Javier Conde, el 5 de agosto de 2001. /Foto: Núñez.

Fernando Gago y el empresario de la Plaza de Toros de El Puerto, Justo Ojeda.

El clarinero Jesús Rosso Morro, el veterinario, Fernando Gago, el asesor Feria y el clarinero Juan Antonio Tur. 6 de julio de 2003.

Fernando Gago y José Tomás.

Fernando Gago y 'El Juli'. 8 de agosto de 2004. /Foto: Núñez.

Fernando Gago y el torero porteño Alejandro Morilla.

Fernando Gago y el diestro local José Luis Galloso.

Fernando Gago y Vicente Barrera

Fernando Gago y el torero Cesar Rincón.

Fernando Gago y Manuel Díaz, ‘el Cordobés’, arropados por los clarineros jesús Otero y Jesús Rosso, (ambos ya no están en activo). Podemos observar el clarín que porta Otero y sendos sombreros bicornios en manos de los clarineros.

Fernando Gago y Jesuli de Torrecera, en la corrida goyesca donde actuaba con Pepín Liria, quien indultó un toro del 16 de agosto de 2008 del Marqués de Domecq y de nombre ‘Insensato’.

De izquierda a derecha, el veterinario Martín, Fernando Gago, el asesor Feria y el clarinero Abraham Padilla. Entre el público podemos ver a Torriguera, Volpa o al electricista del Ayuntamiento ya jubilado.

 

La Peña Taurina 'Fernando Gago', en uno de los balconcillos de la plaza.

El diseñador portuense solo recibió un encargo municipal en vida para realizar el anuncio de la fiesta. El cartel premiado en 1964 sirvió para anunciar la Feria de ese año. /En la imagen, el artista, en una fotografía de la Fundación Manolo Prieto.

Fue en El Puerto, en la casa natal, de la que su abuela era casera -portera- donde Manolo Prieto descubre el primer cartel, que tanto le impactó, y que según me confesó, en una de nuestras largas charlas, recordaría durante toda su vida. Se trataba del cartel anunciando los Chocolates Matías López, para el que el empresario gallego contrató a Ortego y Vereda, creando éste unos cartones que pasarán a la historia de este país por ser los primeros carteles publicitarios que se pueden considerar como tales.

Ya se dice en la Biblia: "Nadie es profeta en su tierra." Y, en Manolo Prieto se cumple esta rotunda sentencia, pues siendo el mejor cartelista nacido en El Puerto, y de los más premiados y prestigiados en nuestro país, sólo en una ocasión los regidores de su ciudad le encargaron un cartel de Feria.

Fue en enero 1953 cuando nuestro Ayuntamiento le solicitó la realización de un cartel para la edición de la Feria de Primavera de ese año. Por dicho encargo le fue abonada la cantidad de 2.000 pesetas de la época. Este será el cartel reeditado para anunciar la Feria de Primavera y (aunque no se mencione en el mismo) 'Fiesta del Vino Fino' del pasado 2012. Ya desde 1994 nuestra Feria de Primavera lleva el añadido de Fiesta del Vino Fino.

Este cartel fue sido cedido gentilmente por sus herederos, a petición del Ayuntamiento, para conmemorar el centenario del nacimiento del artista portuense que se cumplió el pasado 16 de junio de 2012.

Cartel originalísimo, el que anunciaba la Feria de El Puerto. Cartel de tintas planas, en tres planos superpuestos, donde aparecen caballos, jinetes y amazonas. Cartel que nos recuerda una portada de la revista Blanco y Negro, aparecida en 1930 -año de la llegada de Manolo a Madrid-, obra del artista Enric Climent, que suponemos llegó a ver Prieto, y es posible le quedara grabada en la retina y años después le inspiró este cartel.

Se puede decir que este cartel es uno de los más importantes e innovadores en toda la historia de la cartelería de la feria portuense, pese a lo elemental de su concepción, y al mínimo de líneas y colores. Glosando su obra, el subdirector del Museo de Arte Moderno de Madrid e ilustre crítico de arte Gil Fillol, decía: "Cada idea la viste con la jerarquía y dignidad que le corresponde, pero sin uniforme. Para cualquier género grande o chico está perfectamente capacitado. De sus lápices puede salir una ópera, un poema sinfónico, una zarzuela o un sainete; o lo que es lo mismo, una decoración mural, un cuadro, un cartel o una viñeta".

Ese mismo año un cartel de Manolo Prieto anunciaba la Gran Corrida Extraordinaria de la Beneficencia de Madrid.  Durante las décadas de los 50 y 60 varios carteles suyos fueron premiados y anunciaron esta emblemática corrida madrileña.

Decíamos que solo un cartel se le encargó a Manolo en vida. Pues el segundo cartel de Feria que lleva su firma lo consiguió en un concurso convocado por el Ayuntamiento en 1963, para anunciar la Feria del año siguiente. Así en enero de 1964 se falló el premio, resultando ganador nuestro paisano, por la obra titulada Cascabeles de Feria, con un premio en metálico de 5.000 de las antiguas pesetas. Años después, el mismo nos explica su cartel en estas pocas palabras: "Cartel muy localista y lleno de alegría. Con un poco de voluntad se pueden escuchar hasta los cascabeles."

El segundo premio fue para José Alvarez Gámez -artista que anunciaría la feria del puerto en las ediciones de 1957, 1962 y 1966-. Y el tercer premio sería para Rafael de los Santos Márquez.

Manolo falleció el 5 de mayo de 1991, tres días antes de que se encendiera el alumbrado de la feria portuense. Pero no sería hasta seis años después cuando el Ayuntamiento decide que la feria se anuncie con una obra suya. Tuve el inmenso honor de que me encargasen el cartel de 1996, un año después de uno de Juan Lara y un año antes que el de Manolo Prieto.

Y, para esa ocasión de 1997, se tomó como punto de partida, uno de los minúsculos bocetos que Manolo realizó, en 1970, para anunciar el Fino Quinta. Se amplió dicho boceto, se le cambió el color del etiquetado de la botella, añadiéndole a ésta, la leyenda de 'Vino Fino de El Puerto'.

Sirva la reedición de este cartel de 1953, que anuncia este año nuestra Feria, y la efemérides de su centenario, para recuperar la figura de Manolo Prieto, haciendo realidad la ansiada Fundación que lleva su nombre, y para la que el artista donó, en 1988, millares de obras -entre carteles, cuadros, medallas, discos, revistas, libros, incluidos los pequeños bocetos-, y que esperan el sueño de los justos, para su exposición permanente, desde los depósitos municipales y su domicilio madrileño.

Que al fin se haga justicia con nuestro artista, y pronto en El Puerto podamos dar un rotundo mentís a la sentencia bíblica, y Manolo Prieto sea profeta en su tierra… (Texto: Francisco M. Arniz Sanz).

Si yo nací
en un pobre pesebre,
hoy miro al Vaticano y en nada se parece.
Si, si yo nací
sin lujos ni riquezas,
en qué te has convertido
yo pregunto a mi Iglesia.

Yo jamás le dije a Pedro,
al confiarle la primera piedra,
que gastara en oro para el templo
la limosna de tantas ofrendas.

Yo no pedí ni mármol ni escultores
para levantar mi casa aquí en la tierra
y me sobran cuadros y pintores
si no acaba el hambre y la miseria.

Que mal que me expliqué,
que llevas dos mil años
solo acumulando dinero y poder.

La Iglesia que yo quiero
no es un gran monumento,
está en los misioneros
y en los comedores para los hambrientos.

La iglesia que yo quiero
no está en los cardenales,
está en todos los curas
que le dan ayuda a tantos inmigrantes.

Yo soy, yo soy el del pesebre
y a los mercaderes los eché del templo.
Si a la tierra yo volviera un día,
arrasaría... ¡con el Vaticano entero!

La comparsa "Los Majaras" participó en los Carnavales 2012 con una serie de coplas bajo el nombre "Llámame Jesús". Las letras son de Antonio Rivas y la música de Pepe Martínez.

La parroquia de San Lorenzo de Valladolid acoge un montaje único en España elaborado por la Asociación Belenista Castellana, realizado por un porteño afincado en Valladolid hace ya unos años: Manuel Bononato, quien fuera presidente de la Asociación de Vecinos Los Frailes. Eran célebres los belenes costumbristas que instalaba tanto en su casa como en la sede vcinal con figuras de Ángel Martínez, en la década de los ochenta del siglo pasado. En la capital castellana viene instalando, en la sede de la Diputación, un Belén Bíblico Monumental desde hace mas de 15 años, el último con 250 figuras en 36 metros cuadrados.

«--Hay ciudades -como Jerez, el Puerto de Santa María o Barcelona- donde son habituales las representaciones de la Semana Santa a través de dioramas. Pero un montaje como este solo se puede contemplar en Valladolid», explica Manuel Bononato, el maestro belenista encargado de elaborar 'La Pasión del Señor', un espectacular montaje de 25 metros cuadrados que reproduce, en la iglesia de San Lorenzo, 17 escenas representativas de la Semana Santa.

Y todas ellas, inscritas en una escenografía muy similar a la que se utiliza para los belenes navideños. «--Ese tipo de montajes son muy habituales en los misterios y nacimientos, pero no se suelen emplear para la Semana Santa», explica el autor de una instalación que este año incorpora nuevas figuras (del taller madrileño de José Luis Mallo Lebrija) e iluminación. Destaca, por ejemplo, el alumbrado de noche que acompaña a las escenas de la oración del huerto y el beso de Judas. /Representación del monte Gólgota.

Y el visitante también puede entretenerse en los candiles de la lámpara que ilumina la última cena o en las brasas de los pebeteros caídos cuando se rompe el velo en el templo. Los apasionados por los detalles pueden degustar la perspectiva de las calles de Jerusalén a las que llega Jesús en la borriquilla, entretenerse en buscar la figura de Judas junto a la soga para ahorcarse o afinar la vista para encontrar, detrás de Pilatos, el arca de la alianza y un cesto con frutas.

Sendas imágenes de la Pasión según Bononato.

Todo está mimado hasta el último detalle, con el uso de corcho de bormizo (alcornoque) para ambientar el montaje y la utilización de árboles naturales en el tramo dedicado al huerto de los olivos. «--Por ejemplo, los troncos son cepas», explica Bononato, quien durante el último año ha trabajado para dar un nuevo enfoque a un proyecto que nació hace diez años y que podrá contemplarse hasta mediados de abril.

Bononato durante la inauguración de un Belén dedicado a los mercados, ambientado en Segovia, donde podemos divisar una representación del famoso acueducto. Le acompañan la presidenta de la Asociación de Belenistas de Castilla y León y el presidente de la Diputación de Valladolid.

Para ello, hay que recorrer el montaje con la mirada de derecha a izquierda, con la sucesión de escenas como la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la última cena, la oración del huerto, la desesperación de Judas, el prendimiento, Jesús ante Pilatos, la flagelación, la coronación de espinas, Jesús con la cruz a cuestas, la verónica, el velo del templo se rasgó por el medio, Jesús camino del calvario, el descendimiento, Jesús entre los ladrones, la Piedad, Jesús en la cruz y el santo sepulcro. Esta última está representada en la roca excavada bajo el monte y tendrá una nueva versión a partir del Sábado Santo, según ha desvelado el maestro Bononato, quien destaca, por el valor de las figuras, la escena del traslado hacia el calvario. «El montaje al completo está basado en los detalles que ofrecen las escrituras», destacan tanto el autor del montaje como el párroco de San Lorenzo. (Texto: Victor M. Vela).

En el tercer capítulo de la aclamada serie británica ’Llama a la comadrona! (Call the midwife)’, que se puede seguir actualmente por la cadena de TV Telecinco, y que recrea el Londres de los años `50, es una botella jerez un elemento primordial en el argumento de la historia que se cuenta en el episodio.

La enfermera Jenny (Jessica Raine) trabará amistad con un anciano veterano de guerra al que cuida y con el que comparte unas copas de jerez cada vez que lo visita en su casa.

Lo curioso es que la botella ostenta en su etiqueta la referencia al amontillado El Cid, de las bodegas Osborne de El Puerto de Santa María.

En la escena final Jenny compartirá con su novio Jimmy (George Ramsford), unas copas de jerez que el mismo Joe le habia dejado como regalo poco antes de fallecer. (Texto: José Luis Jiménez).

Observamos que, si bien la serie está ambientada en los años cincuenta del siglo pasado, usan en la serie una caja relativamente reciente, con el logotipo de el toro.

CATA.
«Es de esos vinos que hacen el silencio en la mesa, y le obliga a enfrentarse a uno con más sentidos de los que dispone. El color entre ámbar y caoba presagia lo que efectivamente viene después. Hay notas de madera vieja, de avellanas, de naranja amarga, un toque sutil de algarrobas, y de caramelo (azúcar quemado). Todo viene envuelto con gran armonía y equilibrio. En boca entra dulce, pero pronto pasa a tener una amargosidad residual francamente estimulante. Larguísimo. Extraordinario» (Texto: Iñaki Blasco).

Con anterioridad este vino generoso, ‘El Cid’, era comercializado por la bodega de el Grupo Osborne, Duff Gordon. Hoy lo llaman ‘El Cid de Consejeros’, tiene muy poca comercialización siendo considerado un vino exclusivo para los Consejeros de la firma propietaria.

El capítulo completo se puede ver aquí.

Cuando se habla en Semana Santa del estilo Calleja, el nombre de un portuense con más de 100 obras realizadas en la ciudad, sale en la conversación: concibe, diseña, dirige y hasta manufactura todos los aspectos artísticos de una cofradía.

--¿Qué le parece que el Consejo de Hermandades y Cofradías no ha haya dicho nada sobre el baile de números que supone que la Cuaresma empezara el miércoles de ceniza 12 y el Carnaval acabara el día 17 de febrero?. --Es una batalla perdida. Aquí no existe fuerza suficiente para cortar eso.

--Vd. lo mismo diseña un cartel cuaresmal, borda un manto, crea un estilo de vestimenta propio, imagina unos candelabros, esboza unas andas... ¿Domina todos los palos, no? --Si señor, pero todo lo domino con buen conocimiento de causa.

--¿Se podría decir que Vd. entrega una cofradía llave en mano, es decir, puesta en la calle, con cirios, música, penitentes, flores y joyas de los titulares? --Además con la ventaja de aguantar los caprichos de solo una persona. Lo normal es que este trabajo lo realicen varias.

Con el pregonero de la Semana Santa de este año, Lorenzo Salmerón, en representación del Consejo de Hermandades y Cofradias de Ronda, entregándole un detalle a David en agradecimiento por su colaboración desinteresada tras su conferencia sobre el arte de vestir a María celebrado en la población malagueña.

--Hay quien dice de Vd. que es el Paco Rabanne de la Semana Santa, triunfando en Sevilla, trabajando para Málaga y otras poblaciones. ¿Existe el estilo Calleja?. --Cuando diferencian tus trabajos, montajes, etc. de los demás, supongo que se va uno haciendo con un estilo propio.

El vestidor de Maria Santísima de la Amargura, David Calleja Ruiz , junto a Francisco Javier Ramirez Lopez , Presidente Virgen de la Salud de Jedula, Pablo Herrera García , Presidente de la Caridad de Santa Cruz Ronda, en la fila de atrás, Jose Manuel Castilla, Presidente del Consejo Local de Hermandades, Rogelio Curiel, Hermano Mayor de la Hdad de Nuestro Padre Jesus de la Paz y Gracia y Esperanza de Coria del Rio y Juan Manuel Lopez, Capataz de la Esperanza de Triana, acompañandonos en Traslado de Maria Santísima de la Amargura al Convento del Espiritu Santo

--Cuénteme un cuento en dos frases. --Érase una vez un artista que, para su reposo, tenía un hipódromo para rodearse de amigos oyendo la mejor música en una noche azul. U.e.i.

--¿Qué le parece que los curas estén empezando a practicar el “outing”, es decir, a salir del armario?. --Las tendencias sexuales no se escogen, las da la vida. El jurar un voto de castidad si, si te tiene la libertad de escogerlo.

A la izquierda, convocatoria de cultos para la Virgen de la Amargura de El Puerto. A la derecha, diseño del faldón de la túnica, llevando a juego el pecho y las bocamangas, del Santísimo Cristo de la Rendeción de Jerez de la Frontera, ambos trabajos de David Calleja.

--¿Con que obra de producción propia ha caído en el pecado del orgullo?. --Soy orgulloso. Pero destacaría Convocatoria del Rosario, de Sevilla, el Palio del Buen Fin, de Cádiz, o los Faroles del Cautivo, en El Puerto de Santa María.

Hebreo, obra escultórica de Ángel Pantoja vestido por David Calleja.

--Dicen que Vd. es uno de los artífices del renacer de la Semana Santa portuense. Defiéndase. --Tengo más de 100 obras solo en El Puerto, sin contar mis aportaciones en altares de cultos, variedades florales, … ¿algo habré aportado, no?.

--¿Para usted la Semana Santa es catequesis, tradición o contradicción?. --La tradición es lo que permanece imperecedero en el tiempo. (Texto: José María Morillo).

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Recuerdo que fue allá sobre mediados de la década de los años sesenta, cuando los poetas Fernando Quiñones y José Manuel Caballero Bonald -éste, reciente premio Cervantes de las Letras Españolas -, que todo el mundo sabe eran como uña y cante, acometieron juntos la más que ardua tarea de grabar un álbum de varios discos microsurcos, con cantes de viejas voces flamencas de las menos conocidas, pero que guardaban todavía vetustas reliquias de cante de aquellos que ya si apenas se conocían y estaban dados por más que perdidos, desde hacía tiempo.

Y así, como caballeros andantes, salieron a la aventura, emprendiendo caminos por los pueblos de Sevilla, Cádiz y otras provincias andaluzas, en busca de aquellos privilegiados poseedores de tesoros musicales de nuestra tierra, que conservaban todavía, desde sabe Dios cuando, en sus venerables gargantas. La idea era poder realizar el más exhaustivo archivo del cante flamenco, grabando en patios de vecindad, tabernas y ventas de caminos.

Acompañados por un equipo móvil de una importante casa discográfica, Caballero Bonald y Fernando Quiñones llegaron hasta Jerez y El Puerto de Santa María, donde este cronista, por pura amistad, había quedado en echarles una mano, buscándole cantaores prácticamente inéditos, y desconocidos de los grandes públicos, que accedieran a cantar para ser grabados para la posteridad, en aquella antología, donde se deseaba que la pureza fuera la materia prima de unos discos que hoy son considerados auténticas y valiosísimas joyas. /Caballlero Bonald y Fernando Quiñones.

El grueso de las grabaciones se harían en El Puerto, donde yo había logrado reunir a un pequeño pero selecto grupo de intérpretes, en la casa de una vieja gitana, conocida como Jeroma la del Planchero, que cantaba de lo más antiguo; y allí llevamos también a Tío José el Negro del Puerto, a Tío Alonso el del Cepillo, y a Tío Borrico de Jerez, sobradamente conocidos estos tres de los buenos aficionados de la provincia gaditana. Especialmente, el primero de ellos, por sus arcaicos romances; y los otros dos por sus soleares, seguiriyas y demás cantes de la más pura y rancia escuela.

A la grabación, "in situ" de estos viejos maestros, quisieron unirse, en calidad de invitados, como amigos nuestros (Quiñones, Caballero Bonald y de la Plata), el poeta de El Puerto, José Luis Tejada, y el escritor, actor y recitador gaditano, Joaquín Piserra Tello de Meneses, con su mujer la periodista Celia Rivera, directora del periódico La Voz de la Bahía, de El Puerto, fundado por Fernando Portillo.

Y la verdad es que, en casa de la tía Jeroma, pasamos todos una jornada realmente inolvidable, asistiendo a la grabación de los cantes de aquellas gargantas flamencas, de las que alguien dijo que debían de estar en un museo.

Ver aquél plantel de viejas figuras, sentadas alrededor de la mesa de Tía Jeroma, haciendo sus cantes, entre copa y copa de fino portuense, abierta la sala a un patio de olorosas macetas de variada floristería y canarios emulando a los viejos ruiseñores del cante, convertidos por un día en oficiantes de una ancestral ceremonia, que levantaba el vello con sus arcaicas melodías, era verdaderamente impresionante. Aquellas reliquias octogenarias evocaban a sus ancestros, removiendo y sacando hacia fuera lo mismo que habían cantado durante dos o más siglos sus propios antepasados, en interminables fiestas exultantes de corridos, tangos, bulerías, martinetes y tonás.

Tío Alonso el del Cepillo, Jeroma la del Planchero y su  hija, en una grabación de 1973, de la serie de TVE 'Rito y Geografía del Cante'

Piserra y su mujer estaban entusiasmados por asistir a una velada de ese tipo; José Luis Tejada, poeta enamorado del cante, estaba admirado, escuchando ensimismado a sus venerables paisanos; mientras que Fernando Quiñones y José Manuel Caballero Bonald, director éste de la grabación, no cabían en sí de gozo por la insólita reunión de viejas y jondas voces, tan difícil de poder reunir, fuera de los escenarios y estudios discográficos, en apenas unos pocos metros cuadrados de una humilde casa de vecinos de El Puerto de Santa María.

Un fantástico logro que después repercutiría, felizmente, en el resultado final de la colección antológica que los dos poetas se habían propuesto conseguir, para la posteridad de la historia del cante flamenco y que alcanzaría a ser entonces catalogada, como una de las más importantes de todas las que se hayan podido llevar a cabo en la historia de las grabaciones discográficas del cante flamenco. (Texto: Juan de la Plata).

Los dibujos que presentamos son de Inma Serrano, una profesora sevillana residente en Algodonales que ya ha estado en El Puerto de Santa María  en varias ocasiones recogiendo sus impresiones de la Ciudad y convirtiéndolas en dibujos. Es una Urban Sketchers (USK).

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, en las que obtiene las especialidades de Pintura (1996) y Grabado (2000). Actualmente trabaja como profesora de Dibujo en el Instituto de Enseñanza Secundaria Fuente Alta de Algodonales (Cádiz) en el que imparte las asignaturas de Educación Plástica, Taller Artístico y Dibujo Técnico en Secundaria y Bachillerato.

Urban Sketchers (USK) es una comunidad global de dibujantes, tanto profesionales como aficionados, que fomenta la práctica del dibujo realizado in situ, en observación directa de la vida urbana y haciendo cuadernos con ellos.

Interior del Bar Vicente. 1.

Interior del Bar Vicente 2.

Miles de dibujantes urbanos (urban sketchers) en ciudades de los cinco continentes se identifican con los principios de la comunidad, nacida en Internet en el año 2007, que se especifican en un manifiesto de ocho puntos traducido a más de 12 lenguas.
Con el lema "Mostramos el mundo, dibujo a dibujo," éstos dibujantes urbanos comparten sus trabajos en Internet a través de blogs y redes sociales.

Plaza de la Iglesia.

...continúa leyendo "1.674. INMA SERRANO. Urban Skectchers (USK)."

Heladería histórica de El Puerto de Santa María. Enrique Soler Mira llegó en 1940 desde Jijona, la capital del turrón para establecerse en Jerez; más tarde su hijo, llamado también Enrique abrió en El Puerto un obrador donde fabricaba los afamados turrones y helados . Hoy es su sobrino nieto, Javier Barbacho el Maestro Heladero que se ocupa de elaborar los productos. Pero... ¿quien no se acuerda de los carritos de helados circulantes por las calles y las playas de El Puerto, en el fútbol, en los toros...?

Actualmente, sus especialidades más famosas son el helado de turrón y el de tutifruti, dos grandes clásicos, aunque van incorporando nuevas especialidades como un helado de tarta de San Marcos, la última incorporación.  También tienen horchata natural y tartas.

Cuentan también con un pequeño despacho en la cercana plaza de la Herrería. En diciembre elaboran también su propia versión del turrón de Jijona, que es muy afamado y buscado por los entendidos.

Si bien siempre han estado en la calle Misericordia, donde se encuentra la factoría de tan deliciosos manjares, también tuvieron durante años abierto, durante los meses de verano, un punto de venta en la calle Larga cuando ésta era la arteria principal del paseo portuense.  Abre desde principios de marzo hasta finales de octubre. Todos los días de 12 del mediodía hasta por la noche. En diciembre abre también para vender sus famosos turrones.

En los años cincuenta y sesenta, para  llegar hasta los últimos rincones, sacó  a la calle un buen número de carrillos de mano, con recipientes para helados de vainilla, horchatas, polos de varios gustos y la fresca granizada. Los trabajadores de estos carrillos y los de los kioscos eran algunos procedentes del reino de Valencia, Castellón y Alicante. Soler también estaba presente en los toros, en el fútbol y en las playas. Había valencianos que también vendían, en estos sitios, helados de Soler, los que ofrecían al público llevándolos a hombros, en unos grandes garrafones.

Actualmente las especialidades de Soler son el helado de Turrón, helado de tutifruti  y en diciembre el turrón de Jijona. 

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