
Marina Gallardo es una cantautora portuense nacida en 1984, que mezcla en sus canciones los parámetros del folk oscuro y psicodélico con la música americana de raíz. “Some Monsters Die And Others Return” (2010) es su segundo trabajo editado por la discográfica catalana Foehn Records y grabado en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María.
Su primer álbum también fue editado por Foehn y se titulaba “Working To Speak” (2008). Si bien en el primero había conseguido crearse un espacio propio dentro del folk estatal, en este segundo álbum mejorar y expande su obra con una multitud de detalles sonoros y temáticos que la convierten en una de las cantautoras españolas menos previsibles y más originales del momento. Pulsar para escuchar: "Hoy empieza todo" de su segundo álbum.

Marina Gallardo. Foto: Dani Cantó.
"Entiendo la música como un refugio de la realidad", afirma Marina Gallardo. Cantante, compositora, estudiante de filosofía, a la que le quedan ocho asignaturas para acabar la carrera, y dice que la acabará. Su música viaja a espacios próximos al mundo anglosajón. "No tengo conocimiento de la tradición andaluza", asegura. La han catalogado de cantante folk, pero los experimentos musicales en ambos discos desmienten parcialmente la catalogación. Su universo sonoro, que busca suscitar sensaciones en el oyente, es difícilmente reproducibles en el directo, según reconoce ella misma. "Tengo que readaptar las canciones, no tenerlas en cuenta, para que cada una tome su forma". Frente a lo conceptual de esos temas, Gallardo señala que ha querido ser más espontánea en el tercer disco. Conceptual quiere decir concebir una obra bajo un tema concreto: la monstruosidad de la segunda grabación, por ejemplo, en la que lo monstruoso remite "a los miedos y la experiencias que se viven y que una tiene que ir superando".
El disco, tal y como lo describe su discográfica Foehn Records, "se puede entender como una suerte de biografía de lo monstruoso, que va desde los orígenes de la conciencia hasta la madurez de la persona y el artista que ha encontrado, al fin, los muebles que deben componer su mundo. Así, a pesar de que 'el mundo ya esté hecho', lo cierto es que no tenemos otro remedio que sobrellevarlo e inventar otro".
La lengua con la que Marina Gallardo canta sus temas es el inglés, "que remite a mi realidad y mi cultura, que han sido anglosajonas, aunque con el tiempo he ido escuchando otras músicas". El uso del inglés lo atribuye a una "cuestión de ritmo". "Compongo en ese idioma porque es en lo que me sale expresarme. No me lo planteo. Cuando he leído poemas míos en español, me decían que eran más monótonos, mientras que en inglés encuentro sencillez, ritmo... es un lengua muy directa".

ENSEÑANZA.
Estudiar filosofía "fue como un pálpito", dice. Atravesó una etapa existencialista, "propia de la edad", y quiso conocer; aunque algunos de sus intereses (la poeta argentina Alejandra Pizarnik, el dramaturgo Antonin Artaud) distan del academicismo de la enseñanza filosófica. Pero emplea el conocimiento del pensamiento para expresarse. Su visión del mundo toma de Schopenhauer la idea de que la vida es dolor y solo cabe la compasión. Pero niega tener una visión poco amable del mundo. Comparte la idea de Schopenhauer, pero la contrapone a Nietszche, "que aun en el sufrimiento se aferra a la vida". Y ella añade el amor. Y la música. "No solo hay sufrimiento. Cuando estamos mal, la música te sirve para salir de él. Es un bálsamo". Pero no cree que acabe siendo una filósofa que canta. O una cantante que filosofa. "Trabajo como programadora de páginas web". De manera que la filosofía le interesa más por lo que le abre como vía de reflexión sobre el hecho artístico. (Texto: L. Barrera).



De pequeño estuvo en la 'amiga' de Conchita Romero, un piso de una casa aneja a la bodega de José de la Cuesta en la calle San Bartolomé, con entrada por la calle Palacios, donde fue condiscípulo del polifacético artista local, Manuel Bejarano Armario. Después "fui al colegio de la Aurora, cuando ya, naturalmente, no pertenecía a ningún Patronato Parroquial o de otro tipo. Era Escuela Nacional, y tuve como maestro a don Remigio Peñalver, persona de extraordinaria bondad, de cariño a sus discípulos, muy paciente quien estimuló mucho para que me aplicase en el dibujo. Del Colegio de la Aurora me quedan muchos y buenos amigos y aunque no fue una etapa muy larga, sí muy feliz, por don Remigio, por sus auxiliares don Eduardo Ciria y don Juan Díaz, y mis compañeros los Sucino, Buhigas, Enrique Pérez, Manolín y otros, que siento mucho no recordar sus nombres". /En la imagen de la izquierda, la sede de las Escuelas Pías de la Aurora, luego Colegio Nacional, obra pictórica de Lara.

Pelayo Arroyo García, nació el 3 de diciembre de 1981 en un piso del Barrio de Pinillo Chico, hijo de Joaquin Francisco Arroyo Caballero --nacido en Boiro (La Coruña) aunque siendo muy pequeño su familia se vino a vivir a El Puerto, y de María Elena García Aldana, nacida en la portuense calle San Juan. Tiene otra hermana, María Elena Arroyo, licenciada en Bioquímica que trabaja como investigadora en la Universidad de Cádiz.
Realizó formación profesional de grado superior en animación deportiva durante 2000-2002 en el I.E.S Mar de Cádiz para mejorar su nota de acceso a la universidad y adquirir conocimientos que más tarde le sirvieron para tener una buena base en los primeros años de carrera. Tras acabar, pudo comenzar en Granada la carrera que siempre había querido (en aquel momento esta carrera solo podía cursarse en la capital de la Alhambra). Terminó licenciándose 5 años más tarde (2002-07), conservando muy buenos recuerdos y amigos de aquel tiempo. Regresó a El Puerto y comenzó el doctorado en medicina deportiva en la Universidad de Cádiz que concluyó en 2010 con mención Cum Laude.
ALEMANIA.
Actualmente, lleva la preparación física de jugadores de pádel, triatletas,… se atreve con todo, dice que hay que estar abierto a todas las oportunidades que se le brindan. Imparte algunas horas de clase como profesor de la Escuela de Medicina de la Educación física y el Deporte en San Fernando desde que terminé la carrera, donde imparte clases sobre planificación deportiva a médicos que se quieren sacar la especialidad en medicina deportiva. Ha publicado artículos a nivel nacional sobre recuperación y participado en congresos especialistas en actividad física y deporte sobre la metodología e importancia de la recuperación.
Ángel González Piñero reside en El Puerto desde hace 10 años, habiendo creado hace dos una Academia de Música en nuestra Ciudad, en la calle de Los Toreros. Nacido en Cádiz cursó sus estudios musicales (solfeo, guitarra, armonía, contrapunto, fuga, música de cámara, historia de la música universal, musicología española, estética musical, etc...) en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, ampliándolos después en el Conservatorio de Munich.

CONCIERTOS.
Nacido el 26 de septiembre de 1959 en Puerto Real, hijo de Juan y de Concepción. Es el mayor de una familia de siete hermanos. Casado con María Jesús Chanivet Zaldívar, con la que tiene tres hijos.
VINCULACIÓN CON EL PUERTO.
ANÉCDOTAS EN LOS ARCHIVOS PORTUENSES.
AUSENTES EN LAS INDIAS.



El montaje de las obras lo empezó a preparar con las amas de casa el locutor de radio y aficionado al Teatro Pepe Morillo León 



