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Grabado de Taylor & Cooker. El edificio de la izquierda es una mansión de un miembro de la familia Vizarrón y el de  la derecha, la casa propiedad de ‘los Giles’, donde estaban ‘Los Maera’ y en la actualidad está el Bar ‘La Garnacha’. La calle que nace es la calle Luna vista la perspectiva desde la Plaza de las Galeras.

Parece mentira que Cádiz y los Puertos que fueron los pilares fundacionales del flamenco, no se hayan percatado de que estamos en 2012 y que en 1812 ya bullían en Cádiz y los Puertos muchísimos gérmenes de cante, unos ultramarinos, otros de raíz propiamente gaditana, pero todos rodados por la tradición oral que venía desde antiguo. El llamado “cante de ida y vuelta”, no es cosa de un día. A los toreros, y galleros que han hecho las américas  en las postrimerías del siglo XIX y en el XX hay que sumar a las reales hembras, como Pepa de Oro que acompañó a su padre, Paco de Oro, en las campañas taurinas americanas y nos trajo su milonga.

AUSENTES EN LAS INDIAS.
Pero mucho antes, en el XVIII, no hay que olvidar a los gitanos censados en El Puerto de Santa María, en 1717 y 1783, como “ausentes en las Indias”, me imagino que como tripulación, porque no figuran en el Catálogo de Viajeros.  Y entre esos “ausentes en las Indias” están el padre y un hermano del herrero, hoy confirmado portorrealeño, nacido  en 1755, pero vecino de El Puerto, casado en  Jerez y nuevamente vecino de El Puerto,  Luis Fernández Morón, “el de la Juliana”. Y “ausentes en las Indias” son, en los documentos del XVIII, los gitanos portuenses Juan Bermúdez, Juan Francisco de Padilla y Pedro Cintado, que se “ejercitaban en navegar a Indias” y “pocos días después” del registro de 1717 hicieron  viaje  “en los navíos de Buenos Aires”. Volvieron “por carnestolendas” de 1721.  También,  en el registro de 1717, los gitanos portuenses Alonso Ramírez y Antonio Conde son “navegantes a Indias”. Gaspar de la Oliva ‘el Nene’, Agustín de Aranda  José Sierra, Diego Felipe Núñez, Domingo Francisco Díaz o Tomás Rivero, gitanos de El Puerto, figuran  como “ausentes en Indias”. Como se comprenderá, esta es una simple muestra documental muy sugerente, y, desde luego, es mucho mayor el número de los  gitanos  bajoandaluces embarcados a las Américas.

En muchos  cantes,  en las soleares apolás, en la caña –la caña dulce--, por ejemplo, o en ciertas bulerías de los Puertos y en los tangos se aprecia claramente la influencia americana. Ello sin contar con las peteneras, las milongas, las guajiras, las vidalitas...

Lugar desde el que las tropas francesas asediaron Cádiz entre 1810-1812

Toda la constelación de cantiñas que nacen en el cerco de Cádiz, al amparo del fervor popular, deben ser puestas al conocimiento del  pueblo gaditano en el 2012. Pero con rigor científico. Me temo que van a salir muchos marisabidillos que,  nos van querer sorprender, otra vez, con los “hallazgos” falsos, como siempre sucede, y se van a arrimar al poder para sacar tajada. ¡Mucho cuidado! Se impone un serio Congreso, con gente seria, que la hay, para que aflore todo el rico cante del Cádiz de 1812, fruto de trabajos de campo concienzudos y de rebuscos documentales serios. Veremos. (Texto: Luis Suárez Ávila).

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La porteña, Rafaela Suárez Villanueva hizo pública su consagración como Hija de la Caridad el 11 de julio de 1936. Es decir que el pasado año cumplió sus Bodas de Platino en el ministerio: Son ya 75 años desde que profesó los votos. Nació en la década de los años treinta del siglo pasado.

Aunque nacida en El Puerto se siente de Albox (Almería) donde ejerció su ministerio durante décadas en dos etapas. En la actualidad, si bien se resiente de las piernas y los oídos, tiene la mente muy lúcida, residiendo en la Residencia Marillac en Torremolinos (Málaga), adonde la visitan anualmente sus familiares de El Puerto, ‘su familia de El Puerto’ como ella gusta llamarlos.


«La primera noticia de Dios me la dio “el sol matutino”. Vivíamos en un cortijo. Todos los días mi hermana y yo salíamos al campo al amanecer con una rebanada de pan blanco con manteca colorá. Andábamos por las veredas y veíamos cosas maravillosas. Nuestros padres nos contaban que ‘esas cosas eran cosas de Dios’.

Al morir mi madre mi padre nos ingresó a las dos hermanas  en un Colegio de Hijas de la Caridad.  Cuando murió mi padre me llevaron a vivir con mis tíos y su hija pero yo continuaba visitando el colegio. En el colegio había una hermana, Sor Emelia Lozano que miraba mucho por mí. A ella le manifesté mi deseo vocacional y me ayudó muchísimo».

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El Grupo Hamaca Teatro nacía en 1992 con la inquietud ante el bello arte de Talía, de una serie de personas integrantes de la Asociación de Amas de Casa ‘Ntra. Sra. de los Milagros’.

Fila superior, de izquierda a derecha: Pepa Casares (+), José Luis Casado, Manolo Morillo, Manolita Felices (+) (solo se le ve el pelo), Manuela Feria, Loli Rodríguez, Ana Bustos y Mª José Pellicer. Delante, de izquierda a derecha: Loli Ponce, Encarna Gordillo, Lola Oñoro y Juana Clavero.

Para algunas de las integrantes de 'Hamaca Teatro' supuso descubrir, por dentro, los entresijos de la escena. Para otras fue ver cumplida la ilusión que mantenían desde niñas de poder subir a un escenario y demostrarle a todo el mundo que servían para eso.

El montaje de las obras lo empezó a preparar con las amas de casa el locutor de radio y aficionado al Teatro Pepe Morillo León (ver nótula núm. 336 en GdP) y, tras su fallecimiento en 1992 retomaría el trabajo de dirección su hijo Manolo Morillo, quien hoy trabaja con la compañía de Enrique Miranda, Olvido Producciones. Las tres obras que se representaron fueron el monólogo ‘¡Ay, que se me cae!’; el entremés ‘Lectura y Escritura’ y el juguete cómico ‘La Plancha de la Marquesa’, siendo la primera y última de Pedro Muñoz Seca y la obra del medio de los hermanos Álvarez Quintero, siendo representadas el 24 de junio de 1994. /En la imagen de la izquierda, Pepe Morillo León.

El cartel de la representación, obra de Loli Mejido.

REPARTO.
«¡Ay, que se me cae!». Charito: María José Pellicer.
«Lectura y Escritura» Tomasa: Ana Bustos. Martina: Pepa Casares.
«La Plancha de la Marquesa»
Marquesa: Loli Ponce. Agueda: Manuela Feria. Nicolasa: Loli Rodríguez. Eulogia: Manolita Felices. Bertita: Ana Ferguson. Higinita: Isabel Bergen. Patricio: José Luis Casado. Luisa: Juana Clavero. Tolina: Encarna Gordillo. Juana: Lola Oñoro.
El atrezzo y maquillaje correspondió a Carmen Merino; mobiliario de la desaparecida Milagros Govantes; apuntadora Mari Carmen Golvano y la dirección de Manolo Morillo.

Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico.

Manuel Pacheco Albalate nace en El Puerto en 1941, ciudad en la que se dedicará durante más de cuarenta años a la enseñanza. Como investigador e historiador ha impartido conferencias, coordinado encuentros de especialistas mundiales sobre la expulsión de la Compañía de Jesús en el siglo XVIII (I Reunión Internacional de Primavera de Investigadores sobre los Jesuitas en el siglo XVIII) y consultado bibliotecas y archivos nacionales y extranjeros.

Libros de Manuel Pacheco Albalate, publicados en la Biblioteca de Temas Portuenses.

Fruto de estos trabajos son sus publicaciones ‘Puerto de Santa María ilustrado y compendio historial de sus antigüedades (1764)’ (1997), manuscrito de Anselmo Ruiz de Cortázar, extraviado durante más de dos siglos; ‘Erudición y Administración pública en El Puerto durante el siglo XVIII: el ilustrado Juan Luis Roche’ (2002), biografía sobre un erudito e ilustrado cargador a Indias; ‘Una visión del siglo XVIII: cartas del erudito Roche al benedictino Sarmiento’, edición anotada y comentada de cartas que intercambiaron ambos personajes; ‘El Puerto: ciudad clave en la expulsión de los jesuitas por Carlos III’ (2007), sobre el cometido que tuvo la ciudad en dicho extrañamiento. Igualmente ha publicado una veintena de artículos en revistas de carácter científico y en Gente de El Puerto, la nótula núm. 214 sobre ‘Cándida, la Negra’. 

...continúa leyendo "1.279. MANUEL PACHECO ALBALATE. Investigador de la Historia de El Puerto."

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En los primeros días de febrero --el 2 de febrero-- se cumplen ochenta años de la última expulsión de los jesuitas de nuestra ciudad. Naturalmente, no era un hecho aislado, sino la consecuencia de un Decreto de ámbito nacional para nacionalizar los bienes de la Compañía de Jesús, sin indemnización, publicado en la “Gaceta de Madrid” del 29 de enero de 1932, fecha en la que presidía el gobierno de la II República, Manuel Azaña, constituyéndose un Patronato encargado de  administrar los bienes incautados.

CENTROS EN ESPAÑA.
En esa fecha los jesuitas gestionaban en España 8 colegios de segunda enseñanza con casi cinco mil alumnos de pago. Además del San Luis portuense estaban los colegios de Chamartin, en Madrid; los de San José en Valencia, Villafranca de los Barros y Valladolid; Orduña e Indauchu, en Bilbao y El Palo, en Málaga. Y a niveles más superiores, la Escuela de Ingenieros y Operadores Industriales, la Universidad de Deusto, el Seminario Pontificio de Comillas, el instituto químico y laboratorio de Biología de Sarría (Barcelona), la estación meteorológica de Cartuja (Granada), el observatorio astronómico del Ebro, en Tortosa (Tarragona)  y varias escuelas apostólicas y noviciados.

Aula de Gimnasia

Llevaban más de medio siglo instalados de forma ininterrumpida, desde que retornasen en 1877, después de una década alejados de la ciudad tras el triunfo de “La Gloriosa”, en 1868. Podría pensarse que el anticlericalismo de los republicanos propició esta grave decisión. Sin embargo,  el hecho de que en un periodo de cien años sufrieran estas o similares medidas hasta en cinco ocasiones, de manos de autoridades civiles y eclesiásticas, nos debe orientar hacia otros motivos que no es el caso analizar aquí.

CINCO EXPULSIONES.
Esta secuencia que cito la inició en 1767 Carlos III, con la “Pragmática Sanción” que expulsaba de los reinos de España y sus colonias de Ultramar a los miembros de la Compañía. Tuvo su continuidad con la bula papal “Dominus ac Redemptor” promulgada por Clemente XIV en 1773, suprimiendo la orden (restaurada después por Pío VII en 1813). El general Riego en 1820 la suprime nuevamente y Fernando VII, cuando es liberado en 1823 la restablece, volviendo a ser repudiados jesuitas y, en general, todas las ordenes en 1835, después de la conocida matanza de frailes en Madrid y el comienzo de las desamortizaciones de bienes eclesiásticos de mano muerta. Se regulariza la situación con la firma del Concordato en 1852 hasta la revolución que destrona a Isabel II, antes mencionada, que supondrá la quinta incidencia relatada.

...continúa leyendo "1.278. LA ÚLTIMA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS. Hace 80 años."

El 16 de enero de 1962, hace hoy 50 años, se representaba esta obra en el Teatro Principal, por alumnos del Colegio La Salle, así como algunos mayores que los apoyaban como es el caso del desaparecido recientemente --julio 2011-- Pepe Buhigas ‘el Robert Taylor del Puerto’. A la izquierda de la imagen Francisco M. Arniz y en papeles secundarios Emilio Gilabert, que aparece en el centro de la imagen y Luciano Vázquez quien no figura en la fotografía.

Esta obrita se representó previamente en La Salle en los actos navideños de 1961 y en vista del éxito les propusieron hacerla en el desaparecido Teatro de la calle Luna. El a modo de director musical y de variedades en La Salle lo fue en aquella época el Hermano Fulgencio de Andrés (de nombre Blas García, en la vida civil), primer director del centro, fallecido en Granada en 1992. /Foto: Colección Francisco M. Arniz Sanz.

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Por la puerta principal del edificio de la imagen -la Casa de los Sancho- se accedía, en la primera planta al Colegio de Infantil de La Divina Pastora. Allí ejercieron Doña Francisca González Sousa y Doña Lola Sancho.

A continuación, en la misma calle Luna se encontraba la Barbería de “Pichilín” y , frente a la Farmacia de Fernández-Prada, ‘El Único’ tienda de Vinos Finos, abierto entre 1920 y 1974.  Luego, a finales del siglo pasado se instalaría en esa misma tienda la Cuchillería Navarro. Un poco más arriba la tienda de moda ‘Lolita y Serafina. En primer término a la izquierda, acceso a ultramarinos 'La Giralda'. /Foto: Colección de Vicente González Lechuga.

Llevaba  algún tiempo, oyendo, lo bien que  lo iba a pasar en el  colegio. Cada  día veía desfilar a mis hermanos, y la verdad, era que  ellos perecían contentos,  así que esa mañana  cuando la cálida voz de mi madre, me decía que me levantara, que había que arreglarse para el cole, el corazón me dio un vuelco. «--Qué no mamá, que no quiero ir», «--Que sí tonta, vas a estar con muchos niños».  Lo mejor de ese día era que por fin iba a estrenar ese bonito uniforme de tonos azules y camisa celeste, que  desde hacía algunos días colgaba en mi armario; y ese vaso tan raro, de anillas plegables de color naranja, sin olvidar los recios zapatos Gorila, que venían con una pelota verde.

Cuando llegué  al colegio,  salió a recibirme, la señorita Lola Sancho, su cara dibujaba una amplia  y agradable sonrisa, mi madre me acompañó hasta  la clase, pero  al primer descuido,  desapareció. Ni Tita, protagonista de ‘Como agua para chocolate’ lloro tanto!. Para calmarme me pusieron con mis hermanas,  así pasé varios días hasta que por fin, empecé a acostumbrarme,   y  cesaron las lágrimas.

...continúa leyendo "1.260. COLEGIO LA DIVINA PASTORA."


De pie, de izquierda a derecha: José Antonio Sánchez Llinares (portero del equipo), Bernardo Rodríguez Caparrini, Eduardo Moreno Zamorano, Francisco de la Moneda Fernández-Sanz, Pedro Schmidt Río-Valle (3 o 4 años mayor que el resto del grupo, Santiago Manuel Santiago Cossi y Jesús Maeso de la Torre. Agachados, de izquierda a derecha: Rafael Martín Perles, Jaime Ruiz-Gollury de Gregorio, Guillermo Valero Forte, Álvaro Sancho Burger, Ramón Romero Nimo.

Equipo de fútbol de la clase de 5º de EGB, sección B, de la que era tutor entonces Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949), que aparece en la foto, y actualmente es escritor de novela histórica, conferenciante y articulista. Colegio de San Luis Gonzaga, curso 1972/73. /Foto: Colección Bernardo Rodríguez Caparrini.

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Martín Delgado Mariscal es un profesor extremeño que lleva muchos años en la docencia en El Puerto de Santa María. Seguidor del Camino Neocatecumenal, ha sido presidente de la Comisión del Cincuentenario del Colegio La Salle, con cuya institución ha estado vinculado desde 1954 de diversas maneras.

Tiempo escolar en Huerta de Ánimas.

Martín nació en 1944 en Huertas de Ánimas, una aldea o arrabal de Trujillo, situada a 1 kilómetro de dicha población perteneciente a la provincia de Cáceres. Es el mayor de tres hermanos del matrimonio formado por Atilano y Emilia. De pequeño, además de en su pueblo natal, vivió en Tielmes de Tajuña (Madrid). Martín se formó en los centros de La Salle de Griñón (Madrid) y Granada

De izquierda a derecha, Martín, su madre Emilia con su hijo Juan Luis en brazos, el abuelo Tomás Mariscal (Mariquito) y Agustina Mariscal Moreno, en 1959.

El año de su nacimiento era alcalde de El Puerto, Ignacio Osborne Vázquez. Rafael Alberti publicaba ‘El Adefesio’ y ‘Pleamar’. Nacían también, ese año, el abogado Luis Suárez Ávila, el actor aficionado Federico Arjona Acá, el político popular Aurelio Sánchez Ramos, el músico del grupo de rock andaluz, Juan José Palacios Orihuela, ‘el Tete’, el abogado y escritor Luis Alba Medinilla. En a parroquia de San Joaquín era colocado, en su fachada, un azulejo del Cristo de la Flagelación. Miguel del Pino confirmaba su alternativa en el mundo del toro.

El equipo de profesores en La Salle. Fila superior Hno. Taudiano Prieto Palacios, Eusebio Espinar, Sánchez Romate, Hno. Jose María Martín,  Martín Delgado,  Juan Bautista Moragues. Agachados, José Luis Corbacho Gallart, el Hermano Segismundo, Vicente Juan Selma, el Hermano Gonzalo y Hno. Jose Navarro. Imbatibles.

...continúa leyendo "1.245. MARTÍN DELGADO MARISCAL. Maestro."

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Hace un mes, la editorial El Olivo publicó ‘Marisma con buitres’, la primera novela del porteño Álvaro Rendón Gómez, geómetra, catedrático de dibujo, experto en análisis de recintos sagrados, y autor junto con Juan Eslava Galán del libro ‘La Lápida Templaria Descifrada’ y otros tantos títulos más: ‘Geometría Especulativa’,  ‘Geometría Paso a Paso’, vols. I y II entre otros de la misma materia. (ver nótula núm. 680 en GdP).

‘Marisma con buitres’ trata sobre los peligros de un crecimiento desmedido y el afán de los políticos a vender-ceder solares que son de los ciudadanos para que cualquier inmobiliaria desalmada los llene de cajas de hormigón y cambie las condiciones del hábitat local, privándola de recursos naturales. La curiosa coincidencia del nombre del municipio imaginario: Pueblo de la Sal Marina, con el de El Puerto de Santa María es solo eso, ¿una coincidencia?

SINOPSIS.
Las pretensiones de una multinacional inmobiliaria, en connivencia con algunos cargos públicos del Pueblo de la Sal Marina, en el litoral, atentan contra las ideas revolucionarias de un hombre pacífico y su familia.  En la marisma de Don Nuño están ocurriendo cosas inexplicables. ¿Fenómenos atmosféricos? ¿Magia? ¿Qué tiene que ver con todo ello Margarita, la vagabunda hallada muerta en las puertas de un Ambulatorio? ¿Qué papel juega la hija menor de los García Hidalgo, de apenas doce años? ¿Cuál será la solución a los continuos conflictos entre ecologismo y desarrollo, conservadurismo y progresismo a ultranza…? /En la imagen, Álvaro Rendón Gómez.

PRESENTACIÓN EN EL PUERTO.
Su presentación está prevista en El Puerto el 9 de marzo de 2012. La novela tiene 456 páginas y puede adquirirse en cualquier librería al precio de 18 euros, o bien en la tienda electrónica de Editorial El Olivo. Escrito en un lenguaje sencillo y compresible, en palabras de Juan Eslava Galán, con quien Rendón tiene escrito otro volúmen: «Es una novela estupenda que se lee de un tirón y que da que pensar».

ENSAYO: LA CRIPTA DE SHEMAFORASH.
Además, Álvaro Rendón ha publicado recientemente, también con editorial El Olivo, un ensayo que se reserva a los iniciados en la geometría y el esoterismo: ‘La Cripta de Shemaforash’. Toma como excusa la Cripta del barón de Velasco, soterrada en los cimientos de la Iglesia de San Juan Bautista, en la ciudad de Arjona (Jaén) y desentraña el misterio que ha cautivado a cuantos la visitan a diario. Hasta la fecha han sido muy pocos los que se han acercado a sus páginas –estaba previsto que ocurriera así porque no es un libro de divulgación, turístico o folklórico; sino de lectura lenta y compleja--. Uno de estos lectores ha sido el director de Museo Íbero de Porcuna, Luis Emilio Vallejo que ha colgado en la revista que edita el propio Museo un artículo que consideramos de interés conozcan los ciudadanos de El Puerto.

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