El autor se propone responderse a si mismo una pregunta que de vez en cuando se hace y es, seguramente la que muchos de ustedes se habran hecho. Si quiere saber mas, para continuar y conocer esta interesante tesis ha de pulsar en el siguiente ENLACE
Habitantes de El Puerto de Santa María
El autor se propone responderse a si mismo una pregunta que de vez en cuando se hace y es, seguramente la que muchos de ustedes se habran hecho. Si quiere saber mas, para continuar y conocer esta interesante tesis ha de pulsar en el siguiente ENLACE
Luis Pinto Corzo, “Luichi”, es conocidísimo en El Puerto: es hijo de Pinto, el cochero. Nació en 1944 y presume de una circunstancia de la que, ciertamente, poca gente de El Puerto puede hacerlo: haber nacido en las dependencias del Palco Real de la Plaza de Toros. Desde que fuera construida, el palco situado arriba del presidencial, fue denominado así ya que estaba destinado para la Familia Real. Tras varios intentos para inaugurarlo y varias las corridas regias anunciadas, no fue posible hasta el 2 de agosto de 1998, componiendo el cartel los diestro Emilio Muñoz, Miguel Báez “Litri” y Manuel Díaz “El Cordobés”, con toros de Jandilla. «Debajo, donde las oficinas, vivían los Vaca», recuerda. Y es que según afirma Luichi, su madre le pidió al alcalde de entonces, Ignacio Osborne Vázquez, un sitio donde alojarse con su familia y éste les permitió habitar lo que más adelante sería el Palco Real, construido para tal función, pero no inaugurado como tal hasta finales del siglo pasado. Rociero, cocinero, artista en ciernes, «en la actualidad busco una oportunidad -según afirma- para planchar coser y lavar» pues está en el paro.

Luichi, bailando sevillanas en el Barrio Alto, durante la celebración de la Fiesta de los Patios, en el prólogo de la Feria de Primavera. (Foto Colección Carlos Pumar Algaba).
Luis Pinto Corzo, "Luichi", is very well known in El Puerto: he’s the son of Pinto, the horse and cart driver. He was born in 1944 and can boast that he was born in the Royal Box in the Bull Ring, something few people in El Puerto can say. Ever since the box was built, located above the presidential box, it has been called the Royal Box given that it was designated for the Royal Family. There were several attempts at inaugurating it and several regal bull fights announced, however, it was not possible until the 2nd of August 1998, when the bullfighters Emilio Muñoz, Miguel Báez "Litri" and Manuel Díaz "El Cordobés" took the arena, with bulls from Jandilla. “Below, where the offices are, is where the cows lived,” he remembers. Luichi tells me that his mother asked the mayor at that time, Ignacio Osborne Vázquez, for a place for her family to stay and he let them use what would become the Royal Box, built for that purpose but not inaugurated until the end of last century. A keen Rocío pilgrim, chef, budding artist, “At the moment I’m looking for work,” he says, “ironing, sewing and washing”, since he’s currently unemployed.
Luichi es diabético y según sus propias palabras «mi hermana me tiene recogido». Y es que después de toda una vida entre fogones, está en paro y, aunque está próximo a la jubilación -tiene 64 años-, le faltan unos meses para cotizar y poder tener derecho a una jubilación digna. Ahora lo vemos mucho por las mañanas, temprano, de tertulia en Ultramarinos La Giralda. Luichi se ha buscado la vida como ha podido «Estuve hasta en Rompechapines» (calle del Jerez antiguo de cuya existencia solo vamos a dar una pista: se rompían los 'chapines' de tanto pasear arriba y abajo por la misma. No vamos a dar más pistas, las casas no existen en la actualidad, pero seguro las recuerdan varias generaciones de ciudadanos de la zona).
Luis no ha estado siempre dado de alta por lo que, afirma, le faltan esos meses necesarios para la ansiada jubilosa jubilación. Cocinero en el Cangrejo Rojo -el Club Mediterráneo- ha estado en los Club Med de Canarias y Mallorca, unas veces con mas responsabilidades que otra -desde pinche a ayudante de cocina-. En El Puerto «tenía miedo de darle de comer a la plantilla, más de cien; prefería mil veces darle de comer a los más numerosos turistas» Habría que escuchar a los exigentes y guasones compañeros de Luis en aquellos tiempos. Y habría que haber escuchado, también, a Luichi que nunca ha escondido su “aparguelamiento” con esa lengua no es, precisamente, silenciosa. (En la fotografía, Luichi con apenas 18 años).
Estuvo de aprendiz en las cocinas del afamado restaurante Resbaladero cuando funcionaba como tal y era regentado por Maximino; allí trabajó con los cocineros Luis Callealta, Arturo, Rafael, Pepito “el Pijota”, con el padre del repostero Pepe Mesa... También prestó sus servicios profesionales en el mundo de la cocina en el Hotel Balneario de Rota, o en el Bodegón de Antonio Méndez, en la carretera de Rota a Chipiona... o ayudando en un obrador, o haciendo mandados. En tantos sitios que no le respetaron un contrato en condiciones... Una cosa es ser 'de la Piompa', y otra no portarse con el trabajador como las leyes estipulan, independientemente de su orientación sexual.
También trabajó de cocinero en los campamentos de la OJE (la antigua Organización Juvenil Española, brazo juvenil del antiguo régimen político). Luichi, que tiene alma de artista, trabajaba de jovencito, -en la foto que ilustra este párrafo con 17 años-, en el Motel Bahía del Sol, (actual Hotel Dunas Puerto), en las Dunas de San Antón frente a “El Berrenchín». Allí actuaba, cantaba y bailaba, -se descocaba- una forma muy de la época de sacar afuera su verdadera personalidad, transgrediendo lo impuesto en busca de su personalidad. Rociero de pro, no falta a su cita y tiene anécdotas para contar que harían enrojecer al más templado. La prudencia aconseja poner un recuerdo liviano: haciendo el servicio militar -el campamento en Ovejo y el destino en Algeciras- se fue de permiso con un amigo a Toledo y, comiendo castañas en una carretera -a saber que pasó-, lo atropelló un coche, con el consiguiente revuelo en el Destacamento, que anuló los permisos a todo el acuartelamiento. Luichi, que ha vivido lo suyo, insiste: «pido una oportunidad trabajando en lo que sea: se hacer todas las labores domésticas». Necesita llegar a la jubilación con el número de jornales ajustados. (En la fotografía, Luichi durante la Semana Santa de 2008, en la Plaza del Castillo. Foto Colección C.P.A.)
Campamento de 'los Flechas' en el Camino de los Enamorados, donde Luichi trabajó como pinche de cocina; eran sus primeros escarceos con el mundo de la restauración para grandes colectividades. (Foto Archivo Municipal).
Rafael Valiente Moreno, con ese aspecto de lobo de mar, puede ser visto a diario por la zona de la Comisaría de Policía, en el Bar La Ponderosa, junto a su amigo Carrillo, en la venta de periódicos que realiza bajo la pérgola de dicho establecimiento. Nació en 1924. Hermano de Pepe Valiente, el que fuera jefe de conserjes del ayuntamiento durante tantos años, y que llegó a ser concejal socialista en el primer ayuntamiento de la restaurada democracia, Rafael tiene en el brillo de su mirada la perspectiva de los años, de sus casi 84 años. Toda su vida laboral la ejerció en el mundo de las bodegas.
Rafael Valiente Moreno, with that look of an old sea dog about him, can be seen every day in the vicinity of the Police Station, in Bar La Ponderosa, with his friend Carrillo, selling newspapers under the station arches. He was born in 1924, brother to Pepe Valiente, the head of maintenance at the town hall for so many years, who became socialist councillor at the town council when democracy was restored. You can see the wisdom of Rafael’s almost 84 years in the glint in his eye. He spent his whole working life in the bodegas.
Empezó a trabajar con 16 años en, en 1940, en Jiménez Varela ayudando en todo lo que se le requería. Luego pasó al embotellado, poniendo etiquetas de los productos que salían de aquellas afamadas bodegas. Luego pasó a arrumbador de tercera, ascendiendo a arrumbador de primera y encargado de cuadrilla. También pasó, con la misma categoría, a tonelero, ya que sabía de eso... Recuerda que por esas bodegas pasaron tres propietarios: los Jiménez Varela, Terry y Rumasa. Con 56 años sufrió una regulación de empleo que lo prejubiló. Aficionado a la pesca -luce un impecable aspecto de marino- y a los toros, de chico jugó al fútbol con el equipo de Santo Tomás de Aquino, en el colegio que había frente al Teatro Principal, el Colegio de Cárdenas; no era alumno de esa escuela pero, por mediación de su novia que trabajaba allí consiguió jugar en aquel equipo, de lo que se siente orgulloso. Y así hasta que se fue al servicio militar. (La foto, de 1958, corresponde a la colección de Vicente González Lechuga).
HOTEL BODEGA REAL.
Hotel de cuatro estrellas, con 52 habitaciones ubicado en la antigua bodega de Hijos de Jiménez Varela, muy cerca de la estación de ferrocarril. Rodeado de viejas bodegas donde se elabora el peculiar vinagre de yema, el hotel es un complejo de antiguas bodegas donde se criaba y envejecía el vino de Jerez, arquitectura funcional que acertadamente han mantenido. En el Bar- Cafetería y en el Restaurante se pueden degustar los vinos de la Denominación de Orígen Jerez-Xerés-Sherry, así como platos elaborados con estos exquisitos caldos y el Brandy de Jerez, ideal para la sobremesa. Son interesantes las vitrinas con vinos y brandies de distintas firmas vinateras.
BODEGA JIMÉNEZ VARELA.
El Hotel Bodega Real está situado en las que eran las antiguas Bodegas Jiménez Varela. Abarcan un conjunto de cascos bodegueros que fueron el fruto de la unión de edificios de obra nueva, el llamado escritorio, las oficinas centrales de las bodegas Varela, construido en 1872 y reformado en 1913; como de otros que ya estaban construidos, con anterioridad y que habían pertenecido a otras firmas bodegueras, las bodegas de Haro construidas en 1848.
Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde trabajó, a partir de 1940, Rafael Valiente Moreno. (Colección V.G.L.).
El núcleo de bodegas o zona industrial donde se ubicaba surgió en el primer tercio del siglo XIX, (el casco de bodega de la Sagrada Familia se construye en 1829), abarcaba el espacio comprendido entre las calles Pozos Dulces, Espíritu Santo, Albareda y Avenida de la Estación y Larga. Una zona de cierta tradición industrial que ya en el siglo XVIII contaba con fábricas de estampados, curtidos, molinos de aceite, así como otras relacionadas directamente con las faenas y las necesidades de la actividad marinera.
Escritorio de Jiménez Varela. 30 de octubre de 1946. Foto Pantoja. (Colección Vicente González Lechuga).
El Siglo XIX fue un periodo caracterizado por el gran número de cambios que se produjeron en las sociedades de una manera continua e incesante. Cambios a todos los niveles: políticos, sociales y económicos. Estos últimos en El Puerto de Santa María, como en gran parte de los pueblos de la Bahía, hicieron que se buscaran nuevas salidas o que se potenciaran actividades que ya eran importantes como la crianza y la exportación del vino fino. Se sustituyó la tradicional relación comercial con el continente americano por la potenciación de la ventas en el mercado europeo y muy especialmente en el inglés del vino de El Puerto. Esto hizo que la imagen de la ciudad se viera transformada en algunas zonas por la instalación de naves bodegueras que acabarían por configurar el paisaje urbano de El Puerto. Estas bodegas de la calle Albareda, antes Victoria porque emboca hacia el monasterio del mismo nombre, son también un testimonio importante de una de las claves de la crianza biológica del vino fino: la proximidad al río Guadalete. El río es uno de los condicionantes principales para obtener un buen caldo, las brisas del Guadalete controlaban el proceso de crianza aportando y manteniendo los grados de temperatura y humedad necesario para la obtención de un producto de calidad. Para ello era también imprescindible una arquitectura, en cierta medida biológica, que permitiera aprovechar las bonanzas climáticas de la zona: el casco bodeguero. Éste ha recibido todo tipos de apelativos, pero quizás el que más se le aproxima es el de catedral para alguno de ellos, que le viene dado por la esbeltez conseguida por el empleo de pilares y arcos de piedra de gran altura y tamaños en su construcción. (Etiqueta Colección J.M.M.)
Productos de Jiménez Varela. (Foto Centro Municipal de Patrimonio Histórico).
La familia Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela.
También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino, celebrándose una fiesta en la que fueron servidos los vinos de Jiménez Varela.
También se dedicaron a la cría de caballos, llegando a ser propietarios del Hierro de la Palma, ganadería creada por los señores Artalaya y Azpillaga, a principios del siglo XIX, y que luego fuera propiedad del Marqués del Castillo de San Felipe. El Hierro de la Palma figuraba en la etiqueta de los productos de Hijos de Jiménez Varela. (Papel Secante: Colección J.M.M.).
AMONTILLADO FINO JARDÍN.
Era el vino que se criaba en estas bodegas. Si bien se comercializaba como Fino, se aproximaba más a un vino Amontillado. El amontillado es un vino dulce y generoso de uva Palomino, de color pajizo, ribeteado en metálico y destellos violáceos, de aspecto lagrimoso, brillante y transparente. Al olfato ofrece un olor a bodega, intenso y punzante; y al paladearlo saboreamos un vino redondo, seco, ahumado y con recuerdos de yodo. Hace un perfecto maridaje con el jamón ibérico o un queso curado de pasta dura y de gran potencia.
Es un vino perfecto para beber como aperitivo, o a media tarde, aunque los devotos del Vino Amontillado dicen que «sirve para compartir y departir a cualquier hora». La temperatura ideal para degustarlo es entre 10º y 14º, siempre en relación con la temperatura del ambiente.
Los vinos amontillados proceden de los Vinos Finos, el Vino por excelencia de El Puerto de Santa María, cuyo color ha evolucionado y llega a alcanzar entre 18º y 19º. Es un vino generoso (aquel que alcanza una graduación entre 15º y 23º), obtenido mediante soleras y criaderas, sistema de crianza que se aplica en la zona vinícola que ampara el Consejo Regulador del Jerez-Xérès-Sherry, a la que pertenecen los vinos y brandies de El Puerto de Santa María.Interesante el cuento de terror del siglo XIX, obra del bostoniano Edgar Allan Poe «El Barril de Amontillado», usando como excusa la del conocedor de estos vinos generosos para contar el relato corto. (La información ha sido elaborada con textos propios, del Centro Municipal de Patrimonio Histórico y la Ruta del Vino y Brandy de El Puerto).
Publicidad de 'Champagne' de Hijos de Jiménez Varela en un periódico de principios de los años veinte del siglo pasado. Las cuevas todavía existen en la Finca 'El Caracol', propiedad de Jiménez Támplin, uno de los descendientes de la firma. (Anuncio Colección J.M.M.).
De su mayor afición ha conseguido hacer su profesión. Toñi Flores Cebrián, nacida en el Barrio Alto, aficionada al flamenco, fotógrafa de profesión por la afición, amante del mar y del baile... y especialmente aficionada a conocer y entender tantas y tan distintas formas de como se puede sobrevivir, de como rodearse de gente de verdad. Toñi, la fotógrafa, la viajera, tiene un enorme sentido del humor. Creo que mira la vida desde el prisma de la sonrisa: no hay mas que verle la cara. Le saca punta, le busca los tres pies al gato, mira las cosas para, además de buscarle la vida que tienen en su interior y plasmarla en la imagen fotográfica; además, digo para buscarle la vis cómica, el lado histriónico, el lado divertido. A fin de cuentas, la vida son tres días. Uno nos coge trabajando y otro durmiendo. Solo que para ella, ese trabajo también es vida. Es por lo que tiene vida doble. Que no doble vida.
She has managed to make a living from her greatest passion. Toñi Flores Cebrián, born in the Barrio Alto, is an aficionado of flamenco, she became a professional photographer for the sheer love of it, she’s a lover of the sea and of dancing... and a huge fan of embracing all the different ways there are to survive in this world and how to surround yourself with real people. Toñi, the photographer, the traveller, has a great sense of humour. She looks at life through the prism of smiles: you just have to see her face to recognise this. She always tries to make the most of life, looks beyond what meets the eye, looks at things to search for their interior life and capture them on camera; she also tries to capture the comic nature, the dramatic side, the fun side. After all, life is short. We spend half of it working and the other half sleeping. But for Toñi, work is also her life. Which is why she has a double life.
Entre 1984 y 1986 hizo sendos cursos de iniciación y perfeccionamiento en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia. Como tantos artistas portuenses allí vieron la luz sus habilidades. Luego se puso a mirar el mundo a través de un objetivo. Más tarde llegaría la era digital. En el Centro de Estudios System hizo un Curso Técnico de Animación y Multimedia. Le ayudó a entender la imagen de otra manera. En la Universidad de Cádiz entendió algo que ya sabía en el Módulo de Iluminación Avanzada por que la Costa de la Luz tiene este nombre, porque El Puerto tiene este color, esta luz. Y avanza en su formación en el Taller Práctico de Desnudo en Plató y Dirección Escénica de Modelo. ¿Como son los desnudos de Toñi? ¿Como es Toñi al desnudo? Desnudo integral, por supuesto: ese en el que se muestran sin tapujos el alma y los sentimientos.
Las fotos de izquierda a derecha y de arriba abajo: Bahía de Cádiz. Fiordos Noruegos. La Habana. Tetuán. Pero también ha estado en Nueva York, Jamaica, México, Mazatlan, Puerto Vallarta, Cuernavaca, Londres, París, Marruecos, Bruselas, Brujas, Gant, Amberes, Amsterdam, Lisboa, Estoril, República Dominicana... las islas españolas y lo que le queda... Pulsando sobre las fotografias se pueden ver a un formato mayor.
Su actividad profesional la empezó hace casi veinte años, en Publicaciones del Sur, como reportera gráfica del Periódico del Guadelete, en 1989. En 1991 inició su trayectoria como free-lance, ampliando el abanico de temáticas de sus reportajes, y de las empresas e instituciones con las que se relaciona. No abandona el mundo del reportaje gráfico periodístico y realiza diversas colaboraciones con periódicos, revistas y otros medios de tirada nacional, agencias de noticias, grupos de comunicación: Planner Media, Ipapress, Avance Comunicación, Mediacom, Primera Visión; agencia de prensa siguiendo la Semana Náutica Internacional en aguas de nuestra Bahía de Cádiz; campañas políticas y ayuntamientos, entre los que se encuentra el de nuestra Ciudad, la Junta de Andalucía o la Diputación de Cádiz. Mire usted por donde, lentamente, empieza a ser profeta en su tierra. Simultáneamente realiza una amplia variedad de reportajes de naturaleza industrial y publicitaria, especialmente para Agencias de Viajes: Corte Inglés, Wagons-Lits, Ecuador, Ultramar Express, Atlanta, Pacífico, ...; Congresos y Turismo: el XVIII Congreso Nacional de Operadores Profesionales de Congresos OPC España, celebrado en El Puerto en 2005. También Laboratorios Farmacéuticos: Almirall, Pharmacia, Acción Médica, Boehringer Mannheim, GSK, Prodesfarma, Zeneca, Novonordisk; Colegios Profesionales, Asociaciones Empresariales, Entidades Culturales y Universitarias: Instituto de Estudios Fiscales, Grupo Atendis, Fundación Jale, Colegios de Arquitectos, Dentistas, Administradores de Fincas, ... Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, pero vamos a fijarnos en las individuales.
EXPOSICIONES Y MEDALLAS Y PUBLICACIONES.
Las fotografías taurinas pertenecen a la Exposición 'Alamares' y las de Flamenco, a la Exposición 'Al Sur'. Pulsando sobre ellas, se pueden obtener en otro formato ampliado.
En la actualidad está trabajando -el proyecto está prácticamente terminado- en una Exposición de Personajes de El Puerto -en perfecta sintonía con el espíritu de esta página-, con fotografías a tamaño natural de sus protagonistas. La crisis ha cogido por medio a la dicha Exposición y los patrocinadores previstos han dado un paso atrás. En el Puerto lo llamamos “recular”. Que se sepa, buscamos patrocinadores para esta magnífica exposición de Toñi Flores Cebrián.
Toñi Flores, hace un mes escaso, en un bosque noruego, disfrutando de su aficion... y su trabajo.
José S. Rodríguez era su nombre artístico. José Luís Sánchez Rodríguez singularizaba la S. de su primer apellido. Estuvo casado con Pepita Sarazena. Era discípulo de “El Estampío” y de “Carito”, que conocía toda la escuela bolera y todo el baile clásico y flamenco. Llevó El Puerto de Albéniz por todos los teatros de mundo, además de ser un fenomenal bailaor flamenco.Su padre era Camilo Sánchez Jamardo, propietario de una tonelería que había en la Plaza de Toros y que ardió. Nació en la calle Santa Lucía, en el número 2. Se fueron a Sevilla y luego José Luis a Madrid para estudiar baile, mientras era técnico del Instituto Nacional de Previsión. Las hermanas de José Luis estudiaron en las Carmelitas. Una de ellas se casó con el célebre pintor y grabador Francisco Cortijo. José S. Rodríguez es tío segundo de José Ignacio Delgado Poullet -Nani- técnico del Centro Municipal de Patrimonio Histórico. La madre de Nani es Maruja Poullet Rodríguez, hermana de Pepín, el Barbero. (Ilustración: Plumilla de Luis Suárez Ávila).
José S. Rodríguez was his stage name, he reduced his first surname Sanchez to just the ‘S’. He was married to Pepita Sarracena and was a disciple of "El Estampío" and "Carito", he knew all the bolero, classic and flamenco dances. He was responsible for taking El Puerto de Albéniz music to all the theatres of the world, as well as being an amazing flamenco dancer. His father was Camilo Sánchez Jamardo, who owned a barrel-making business in Plaza de Toros which burnt down. They went to Seville and then José Luis headed for Madrid to study dance, whilst working at the National Institute for Social Security. José Luis’ sisters studied at las Carmelitas (the nun’s school). One married the famous painter and engraver Francisco Cortijo. José S. Rodríguez’s second cousin once removed, José Ignacio Delgado Poullet, known as Nani, works at the Municipal Centre of Heritage. Nani’s mother is Maruja Poullet Rodríguez, Pepín, the Barber’s sister.
José Ignacio Delgado Poullet -Nani- es conocido en el ambiente de los amantes del Puerto antiguo por sus exposiciones, en solitario o en colaboración con el Centro Municipal de Patrimonio Histórico. Ha realizado proyecciones de diapositivas -actuales o antiguas- ante diversos auditorios ciudadanos ofreciendo las siguientes imágenes: "El Puerto y su entorno", hace 25 años. "Las Lagunas", en un intento de concienciación de salvar las lagunas portuenses. "Paseando por las costas de Cádiz". "Imágenes Antiguas de El Puerto". "Mirando al Guadalete". "Detalles del Centro Histórico". "Sitios raros y poco conocidos de El Puerto". Actualmente está ofreciendo la proyección "El Puerto en el Recuerdo", próximamente en el Salón de Romerijo.
¿INMORTAL?. PUES SÍ
«Acabo de enterarme de la muerte de José Luis S. Rodríguez. Yo que lo creía inmortal, desde la ultima vez que lo vi, me he ido convenciendo de que se moría. Y no lo he visto en los últimos días, porque , a la vez, me quería persuadir a mí mismo de lo contrario.
Ahora, se me aborbotonan en el recuerdo la de tarjetas postales que recibí de él y de su esposa, Pepita Sarazena, desde Nueva York, desde Londres desde Dublín desde París, desde Munich, desde Tokio... José Luis,con la modestia con que acostumbraba a cubrir el enorme arte que poseía, ha sido uno de los portuenses que ha paseado con honra el nombre de su Puerto de Santa María por todo el universo mundo.
Nació en la casa número 2 de la calle Santa Lucía, en 1917. Estudió con el inefable "Carito" todo el baile de la escuela bolera del siglo XVIII y con Juan Sánchez "El Estampío" el baile flamenco. No pudo encontrar mejor esposa que Pepita Sarazena, una bailarina inglesa, que estudió baile clásico en Rusia y en España, donde en el estudio de "El Estampío" conoció a José Luis. Juntos , formaron un elenco que dio la vuelta al mundo varias veces, durante más de treinta años.
Cuando yo lo conocí, en el año 1960, fue en Jerez. Estábamos los dos esperando a la misma persona y no pudimos encontrarla. Comenzamos a hablar y al punto salió el nombre mágico de El Puerto. Aquello nos aunó. Su familia había tenido en El Puerto un trabajadero, una industria donde se hacían botas de roble. Sus hermanas habían estado con mi madre en el colegio, sus vivencias portuenses, pese a la distancia de años, eran las mismas. Y congeniamos. Pepita Sarazena, mientras tanto, esperaba la vuelta de José Luis, intranquila, en el Hotel "Los Cisnes" y nosotros, como si tal cosa, hablando y hablando de El Puerto.
Desde entonces acá José Luis y Pepita han sido mis mejores amigos.
Hace poco me enviaron programas y fotografías de toda su vida artística. En ellos, siempre, en el repertorio, "El Puerto" de Isaac Albéniz y una apostilla: "las fotografías son de McBean, recientemente fallecido, que es como decir el Castroverde del mundo". Otra referencia al fotógrafo más emblemático de El Puerto.
Retirados, se vinieron a vivir a Cádiz. Diariamente bailaban, a solas, los dos, entre las tres y las cuatro de la tarde, disciplinamamente, en la trasera del escenario del Teatro Falla. Hasta allí, muchos días, yo me acercaba y tenía la conciencia de que se me permitía conocer algo que en España la gente no conocía ya: la escuela bolera del siglo XVIII, los bailes antiguos de "El Estampío", todo el arte derramado en ellos por "Carito" y las grandes dosis de genialidad que José Luis y Pepita ponían en todo.
Atrás quedó la crítica teatral de todo el mundo que los había consagrado; atrás quedó el aplauso de los públicos más dispares, más exigentes y más distinguidos; atrás quedó el recuerdo de los éxitos incontables; atrás quedó el disciplinado montaje de las coreografías.
En Cádiz, arropados por la amistad de Aurelio, de Agustín y Perico los "Melu", de Gaspar el de Alfonso y de tantos otros, como le hemos querido, la vida de José Luis y Pepita ha discurrido, sin ruido. Todos los días recibían libros y cartas de cualquier parte del mundo. De cuando en cuando, hacían sus escapadas para ver a sus amigos de París o de Londres. No faltaban a ningún acto cultural. Pero, ahora, cuando yo ya estaba convencido de que eran inmortales; ahora que, desde la última vez que nos vimos, comiendo en su casa, me he ido retractando de mi error, sinceramente, no he querido verlo más, porque, como el avestruz, no quise creer en lo que veía. Y yo veía que pronto José Luis iba a entrar en la gloria de los seises bailadores junto con "Carito", con "El Estampío", con "Pericet", con "Antonio, el de Bilbao", con "La Malena", con "La Macarrona"... y que Sabas Gómez Marín, su guitarrista, le iba a recibir con unos compases de tango flamenco, aquellos tangos, que no los he visto bailar mejor, que José Luis, con las solas palmas de Pepita Sarazena, me bailó en la trasera del escenario del Gran Teatro Falla.» Luis Suárez Ávila.
Ilustraciones del programa de mano de "Danzes and Music of Spain" con José S. Rodríguez y Pepita Sarazena.
Foto tomada en la Playa de Punta Candor (Rota), con parte de la tripulación del pesquero portuense que se hundió en 1985, el ‘Pascual Baldó’. En ella podemos ver, entre otros, el primero por la izquierda de pie con gafas es Fernando Cañas, padre del que fue torero José Cañas Bejarano “Cañitas” junto a Emilio Lechuga Núñez. Arriba a la izquierda a Manuel Guzmán Piñatel ‘el Tarifa’, vestido de oscuro, suele ir con su perro ‘Manolo’ en moto, al que le hemos dedicado un artículo en Gente del Puerto; junto a él, Chema; justo debajo de ‘el Tarifa’, con gafas y jersey rojo Joaquín Rosa Gallardo; a la derecha Miguel Vega Luna; Antonio García Bernal; detrás, Antonio Rosa Gallardo, Antonio ‘el Lobo’ excelente jugador de rentoy; a su derecha con las manos metidas en la cazadora, Manuel Macías; con gafas y jersey a rallas rojas horizontales; Antonio Guardiola, ‘el Camborio’; detrás, canoso, con gafas, José María Más Florido sacerdote, natural de El Puerto fue franciscano y todos los años venía a la Virgen de los Milagros. Su familia marchó a Rota. Él, después de dejar el convento, siguió de sacerdote en Rota; a continuación, Miguel García León; don Elías Rodríguez Martín, el cura con gafas oscuras que está a la derecha, tío de Elías Py Rodríguez, dirigente sindical de la UGT, y en la punta derecha de la foto, Manuel Montes Quirós quien, con el tiempo, sería Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores. Abajo agachado a la izquierda, Miguel Pineda Martí; Manuel Lechuga Núñez, ‘El Picha’; D. Ramón González Montaño, Párroco de la Iglesia del Carmen y San Marcos; el niño conocido como ‘Moy’ en aquella época ahijado de Manuel Montes Quirós; Antonio Carbonell López, Secretario de la Cofradía de Pescadores; Miguel Ángel Fernández, periodista en la SER que emitía desde Huelva para toda Andalucía La Mar de Radio, un programa de madrugada al estilo de Onda Pesquera que dirigía Jesús Ferreiro para toda España. Hoy Miguel Ángel Fernández presenta desde Canal Sur el programa “La Mirilla” que se emite de lunes a jueves a partir de las 20 horas y Luis Ayala Naveiro. ¡Que tiempos aquellos cuando la lonja vendía pescado y en las márgenes del Guadalete se amontonaban los barcos!.
Esta excursión a Rota, fue motivada y organizada conjuntamente por la Cofradía de Pescadores y el Instituto Social de la Marina como acción de gracias por los supervivientes del pesquero ‘Pascual Baldo’. Fueron más de cuatrocientos pensionistas junto con los pescadores y recorrieron Sanlúcar, con desayuno en el Colegio ‘El Picacho’ del Instituto Social de la Marina; Chipiona, visitando el Santuario de la Virgen de Regla para recalar por último en Rota donde en la Caseta Municipal se celebró comida merienda y cena, actuando, entre otros artistas, ‘El Kako’ de El Puerto con nótula en Gente del Puerto y ‘Cantinflas’ de Rota.
El nombre del barco “Pascual Baldó” --diseñado por Vicente Belliure y construido en los Astilleros del mismo nombre de Calpe (Alicante), en el año 1.969--, se debe a los nombres del Armador que lo construyó Antonio Pascual Ortiz y Angela Baldó Such. En el año 1.985, cuando se hundió ,los armadores eran Miguel Pineda Martí, Federico Caules Mercadal y Francisco Cuervo Millan.
The boat "Pascual Baldó", designed by Vicente Belliure and built in the shipyard of the same name in Calpe (Alicante) in 1969, was named after the shipowners who built it, Antonio Pascual Ortiz and Angela Baldó Such. In 1985, when it sank, the owners were Miguel Pineda Martí, Federico Caules Mercadal and Francisco Cuervo Millan.
La empresa de los Astilleros Belliure fue fundada en 1953 por Vicente Belliure en Calpe (Alicante), ciudad con la que está hermanada El Puerto y con cuya provincia tiene fuertes vínculos dada la laboriosidad marinera de ida y vuelta. Su actividad principal fue la construcción y reparación de embarcaciones de Pesca de madera, entre 1953 y 1974 se construyeron más de 150 embarcaciones de pesca, antes de la crisis pesquera, con desplazamientos entre las 70 y 350 toneladas, todas ellas diseñadas en el propio Astillero. Entre ellos se encontraba el “Pascual Baldó”. Los Astilleros de Calpe están situados en el Puerto Pesquero en la base del Peñón de Ifach en las siguientes coordenadas geográficas: 38º 38' 1'' N y 0º 4' 2'' W. (Fotos: Colección Vicente González Lechuga).
A la calle Carmen Pérez Pascual, nombre de ilustre benefactora que donó a El Puerto sus bienes por medio de una fundación benéfica, nadie la conocía así, pero todo el mundo sabía en El Puerto que, cuando te mandaban “calle Santa Clara p’arriba” era que estabas muerto. Y es que, antes, cuando la población de El Puerto se reducía al casco antiguo y a las cortijadas en el campo, los difuntos eran transportados a hombros. Del domicilio a la iglesia. Y de la Iglesia al Cementerio: desde la Prioral o San Joaquín, por la calle Cielos, se cogía la cuesta de la Calle Santa Clara para arriba. Y al final el Cementerio Católico. Fue famoso el encargado o enterrador del Cementerio, “Carrurra”, tanto que hasta se acuñó un dicho: “Ten cuidao que te va coger Carrurra”. En la fotografía, el Coche del 'Mijita'. (Foto Colección de Vicente González Lechuga).
Nobody knew Calle Carmen Pérez Pascual by that name, it was called that after a distinguished benefactor who made a generous donation to El Puerto through a charity. Everyone in El Puerto knew that when you were sent up "Calle Santa Clara" it meant you were dead. And before, when the town of El Puerto was just the Old Town and the country estates, the deceased were carried on people’s shoulders. From their home to the Church. And from the Church to the Cemetery: from the Prioral or San Joaquín, through Calle Cielos, they would go up the Calle Santa Clara hill. And at the end was the Catholic Cemetery. The Cemetery keeper or gravedigger, called "Carrurra", was famous in the town, so much so that an expression was coined: "Be careful or Carrurra will get you!" In the photograph we can see 'Mijita’s' car.
«Había entierros de primera, segunda y tercera, según el número de curas, monaguillos y sacristanes y cuando aparcía por calle Cielos la comitiva, con solo mirarlos, sabíamos de que categoría era el muerto. Iban a hombros los catafalcos negros forrados de satén y subían la cuesta detrás del clero y sacristanes. Incluso había entierros con incensarios y cruces de guía. Y detrás del boato, la comitiva: hombres fumando, hablando de sus cosas y detrás del todo, enlutados con fajas negras en la manga de la chaqueta, corbata negra y demás, los familiares masculinos del difunto. Estaban vedados a las mujeres.» [...] «El primer coche de difuntos era un coche barroco. El conductor en la cabina descubierta con su uniforme y gorra y detrás la urna acristalada y rodeada de motivos decorativos barrocos en madera oscura. Y el catafalco dentro: solemnidad. El primer chofer que transportó fiambres al cementerio en este vehículo decimonónico y de película de Drácula fue el famoso “Miji”, o “el Mijita” porque era parco de estatura». Del libro «Paisajes y Paisanajes» de Antonio Muñoz Cuenca.
Estamos a finales de la década de 1950. Y se produjo un altercado entre “el Mijita” y las fuerzas de orden público. Daría pie a una noticia chocante, y jocosa, que corrió como la pólvora por aquel Puerto desnutrido. Y es que se descubrió que “el Mijita” no tenía carnet de conducir. Iba a hacer un servicio a Jerez y, con el difunto dentro, no hizo el stop obligatorio en la confluencia del Parque de la Victoria con la carretera. La Guardia Civil de Tráfico, que estaba apostada en las cercanías, le mandó a parar. Y se descubrió el pastel. El juez que instruyó las diligencias penales fue Conrado Gallardo Ros. “El Mijita” adujo, en su descargo, que “el carné lo había perdido en el frente”. Todavía la Guerra Incivil servía como excusa.
Hasta el siglo XIX se celebraban los enterramientos en las iglesias, bien en criptas, en capillas o en el Camposanto adosado en lo que hoy es el Patio de las Hermandadaes de la Iglesia Mayor Prioral, donde figura un Via Crucis en cerámica. Para evitar enfermedades, epidemias y contagios, se empezaron a sacar los cementerios de las iglesias. Así, en el XIX se erige el Cementerio Católico de Santa Clara, en el Egido de idéntico nombre, con una superficie de 12.233 metros cuadrados. E igualmente -en 1878- un Cementerio para No Católicos, -conocido como el Cementerio Inglés- en la zona del Palmar de la Victoria, de 797 metros cuadrados. En la actualidad ese lugar lo ocupan los aparcamientos del Centro Comercial El Paseo. Inexplicablemente fue destruido para la erección de dicho centro comercial a finales de la década de 1980 del siglo pasado. Algunas lápidas, verdaderos monumentos, fueron trasladadas al Cementerio Católico cuando se perpetró el desaguisado. Estaban apiladas junto a la tapia interior del Cementerio.
Visita a la cripta de la Iglesia Mayor Prioral el 24 de julio de 1989. En la foto podemos observar, de izquierda a derecha, José Santilario, maestro cantero; Ricardo Araque, perito aparejador municipal; Ana Navarro, arquitecto de las obras de restauración de la Iglesia Mayor hace 19 años, Manuel Girón Ceballos, sacristán del templo y Manuel Caro, el chipionero encargado de la obra. (Foto Colección V.G.L.).
Manuel Leveque Delgado, nació en Paterna de Rivera, aunque vivió en El Puerto desde muy temprana edad. Su historia, por la procedencia de su apellido, francés, y su llegada a El Puerto revisten tintes de aventuras románticas propias del siglo XIX. ¿Acaso el apellido Leveque es descendiente del contingente de la tropa francesa que se quedó en Andalucía tras su paso por ella de las tropas napoleónicas? Los apellidos Joly o Poullet tienen acreditada esa procedencia. Leveque es recordado por muchos portuenses por haberse dedicado a la venta de Gas (en realidad era petróleo) en la calle San Juan, casi esquina con cruces. Era una imagen tradicional en la década de los sesenta, verlo con un bidón y una manivela, con un mandilón, despachando el combustible en la puerta accesoria del almacén de la calle San Juán.
Manuel Leveque Delgado, was born in Paterna de Rivera, although he lived in El Puerto from a very early age. His past, due to his French surname and its arrival in El Puerto suggest romantic adventures from the 19th century. Perhaps the surname Leveque is a descendant of the contingent of French troops which stayed in Andalusia after the Napoleonic troops passed through? The surnames Joly or Poullet have been accredited this origin. Leveque is remembered by many portuenses for his job selling gas (it was actually petrol) in calle San Juan, almost at the corner where the crossroads are. It was a traditional image from the seventies, seeing him with a can and a crank, his overalls on, serving fuel at the side door of the warehouse on calle San Juan.
Los trabajos de Leveque siempre estuvieron vinculados a los suministros y especialmente a la alimentación: primero fue panadero; posteriormente tuvo un almacén de Ultramarinos en la calle Pozuelo esquina con Nevería, para más tarde trasladarse a calle San Juan esquina y vuelta con Cruces, almacén que regentaría más adelante su hijo Miguel. Mas adelante se amplía la actividad cuando adquiere una licencia para vender petróleo en un local contiguo al almacén, actividad que desarrollaría hasta avanzada edad. En los tiempos difíciles que le tocó vivir, durante la posguerra, al desarrollar la actividad para la venta de productos alimenticios, ayudó a muchos portuenses que pasaban necesidad y que todavía lo recuerdan. En la fotografía Manuel Leveque con su mujer y nietos, en el 'Despacho de Gas' de la calle San Juan. En la foto aparecen Manuel y su mujer, Mercedes, con su nuera, Leonor Olivero Galán y nietos. (Fotos 1 y 2 (Colección Antonio Leveque Olivero).
Manuel tenía un hermano, Rafael, quien siempre tuvo una gran curiosidad por averiguar la procedencia de su apellido Recabó información en parroquias de Paterna de Rivera, de donde él procedía, llevándole su investigación hasta la localidad del Saucejo, en la provincia de Sevilla, distante de Paterna unos 130 Kms, donde se cree que vivió el primer Leveque procedente de Francia, entre 1812-1814 con las tropas de Napoleón. Enmarcada en el amplio conflicto de las Guerras Napoleónicas y en la crisis del sistema del Antiguo Régimen, encarnado en la monarquía de Carlos IV, la Guerra de la Independencia se desarrolló sobre un complejo trasfondo de profundos cambios sociales y políticos impulsados por el surgimiento de la identidad nacional española y la influencia en el campo de los “patriotas” de algunos de los ideales nacidos de la Ilustración y la Revolución Francesa, paradójicamente difundidos por la élite de los afrancesados. Cuando se marchan los franceses, el Leveque que había venido enrolado en esas tropas napoleónicas, no vuelve --como muchos--a su país de origen, estableciéndose en la localidad del Saucejo y casándose con una española. Se dedica en principio a la cría de caballos; más tarde monta una fábrica de vidrios en la zona.
Estamos ya en 1900. En Paterna ya reside Rafael Leveque, padre de Manuel -al parecer descendiente del francés- que fue mayoral de ganado bravo. El dueño de la ganadería para la que trabajaba compró unos terrenos en El Puerto, por la zona de Crevillet, para la cría de ganado. En uno de los viajes que realiza de Paterna a El Puerto para traer ganado, --a lo mejor para una corrida de toros-- lo hace en compañía de sus hijos entre ellos, nuestro Manuel Leveque Delgado, con 3 ó 4 años de edad dentro del serón de un burro, según contaba él. «Las conducciones de ganado bravo fue habitual al tener que llevar las corridas desde las ganaderías hasta las plazas donde se lidiarían que podían alargarse incluso mas de un mes si se trataba de plazas lejanas de la dehesas como las del norte de España. También se realizaba cuando se desplazaba el traslado de toda la ganadería. La aparición del ferrocarril y la utilización de las cajones produjo que a partir de 1868 se comenzara a utilizar este sistema de traslado de toros a la plaza. Se crearon las cañadas, cordeles, veredas, coladas, abrevaderos, descansaderos que cruzaban todo el país. Al aumentar el poder de los agricultores y la industrialización se deterioro la cañadas y vías pecuarias, todavía es utilizado el mítico Paseo de la Castellana. El abandono de la trashumancia se produce por el encarecimiento de la mano de obra, la destrucción de las vías pecuarias, la mayor disponibilidad de piensos concentrados... y naturalmente la presión del mercado de primar la cantidad frente a la calidad. Al principio del siglo xx se sustituyen los recorridos a pie por el traslado en camión o tren pero, al encarecer esta practica también se abandono.» La Trashumancia: tradición, espectáculo y romanticismo. (Foto Centro Municipal de Patrimonio Histórico).
En el gráfico del Padrón del 1 de enero de 2006, se observa que los nacidos en España con el apellido Leveque, son mayoritarios los naturales de la provincia de Cádiz. Repartidos, en concreto entre El Puerto de Santa María y en Paterna de Rivera, y algún municipio más. Manuel se casó con Mercedes, una portuense con unos inequívocos apellidos de El Puerto: Pérez Suano, con la que tuvo tres hijos, Miguel, Antonio y Mercedes. Miguel y Antonio pertenecieron a la banda municipal de música, llegando Miguel a ser el director durante unos años, después de que dejara el puesto Francisco Dueñas Piñero. (Gráfico del Instituto Español de Estadística. INE).
Miguel Leveque, en la foto, quien durante años regentara el almacén de Cruces con San Juan, hijo de Manuel, dirigiendo la Banda de Música 'Maestro Dueñas' a su paso por el Ayuntamiento en un desfile de la Policía Local. (Foto: CMPH).
Esta portuense pertenece al cupo de los ciudadanos de El Puerto nacidos en Badajoz. Lola Caballero, que vivió seis años en Roma, restaurando obras de arte de Signorelli, Rafael y otros importantes renacentistas, es licenciada en Bellas Artes por Sevilla y especialista en Restauración por el Instituto San Michelle de Roma. En El Puerto se instaló hace veintidos años, cuando vino a dar clases al Instituto “Manuel de Falla” de Puerto Real. Tanto se involucró por su ciudad de acogida que, en 1996 se afilió al PSOE, llegando a ser responsable del Area de la Mujer en su comité local, hasta hace escasas fechas. Ha sido concejal de Igualdad y Participación Ciudadana entre 2003 y 2006 y Delegada Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía entre 2006 y parte de este 2008. Es de las pocos privilegiados que han podido dedicarse a las dos cosas que mas le gusta: la cultura y la política. En la actualidad es una socialista sin responsabilidades de gobierno o de partido, -no traemos aquí a políticos en activo- que está preparando una exposición de pintura con obras propias.
This portuense belongs to the group of El Puerto inhabitants born in Badajoz. Lola Caballero, who lived in Rome for six years restoring works of art by Signorelli, Rafael and other important renascent artists, has a degree in Fine Arts from the University of Seville and is a specialist in Restoration accredited by the San Michelle Institute in Rome. She settled in El Puerto twenty-two years ago when she came to teach at the "Manuel de Falla" Secondary School in Puerto Real. She got so involved in her adopted town that in 1996 she joined PSOE (Spanish Socialist Workers’ Party), becoming head of the Women’s Department in her local committee, a post she held until not long ago. She was councillor for Equality and Citizen Participation from 2003 to 2006 and Provincial Delegate for Culture for the Council of Andalusia from 2006 into part of 2008. She’s one of the few people who have been able to dedicate her time to her two favourite things: culture and politics. She is currently a socialist without governmental or party responsibilities who is preparing a painting exhibition with her own work.
De su etapa romana, recuerda que se recorrió la península italiana desde la caña hasta la punta de la bota, restaurando numerosas obras de pintura, tallas y frescos: «La Logia del Psique» de Rafael de la que guarda un buen recuerdo. O en Cádiz, ya viviendo en El Puerto, trabajó en la restauración de los altorrelieves de la Santa Cueva -la imagen de la fotografía que ilustra este párrafo- con el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Ha sido profesora de dibujo de diversos centros de secundaria durante algunos años. Algunos alumnos cuando la ven la saludan cariñosamente. Y ella, por supuesto, les corresponde.
Es alguien que se involucra por los demás, que hace algo por los demás y de ahí su interés por la política, afiliándose al PSOE cuando este partido pierde las elecciones generales en 1996, y desde ahí efectuando una fuerte actividad política en la agrupación socialista local. Son conocidas sus actuaciones desde el Área de Igualdad para concienciar a la sociedad de que hombres y mujeres somos iguales en derecho, organizando originales y llamativas campañas de concienciación. También, bajo su mandato, se aprobó el vigente Reglamento de Participación Ciudadana. La fotografía muestra una concentración de mujerez, con Lola al frente, denunciando las muertes por violencia de género.

Durante su breve etapa como concejala de turismo del Ayuntamiento de El Puerto, atendiendo a Juan Echanove, el los prolegómenos de un viaje en vapor ofrecido al equipo del rodaje de la película 'Manolete'. (Foto: Jorge Roa).
Ha sido la segunda Delegada Provincial que ha tenido El Puerto de Santa María en el organigrama de la Junta en la provincia y en concreto Delegada Provincial de Cultura. Con anterioridad, en la década de 1980 ocupó el mismo puesto Alfonso Sevillano García. En esta ocasión, en julio de 2006, Lola fue propuesta para ocupar la representación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz. Sustituiría a Bibiana Aido, que pasó a ser la Directora de la Agencia Andaluza de Flamenco y en la actualidad es Ministra de Igualdad (la ministra “miembra”), con la que mantiene una cordial relación de amistad. En la fotografía, Lola con Bibiana Aído, Juan José Téllez, Selu Cossío, el Junco y Antonio Castillo, concejal de cultura del ayuntamiento de la capital gaditana.
No hace mucho escribíamos en Diario de Cádiz: «Durante su mandato, Lola consiguió para la Ciudad, gracias a su empeño y gestión personal, una Muestra de Teatro Andaluz, única en la comunidad autónoma que se celebra anualmente. También los colectivos ciudadanos que se han acercado a la Delegación Provincial han notado en el trato recibido, un guiño especial de su –hasta hace poco- Delegada. Y eso arropaba a El Puerto. Pero no solo a nuestra Ciudad, sino que también su gestión se ha notado en otros municipios y ha sabido granjearse las simpatías de quienes la han tratado, como también ha sabido –genio y figura- parar a los incontinentes que haberlos haylos en todas partes y lugares, para que no sufriera más el maltrecho patrimonio. Lola, a la que en algún momento he tildado de ‘fundamentalista’ porque defiende con entusiasmo casi fanático sus convicciones, ha sido una buena luchadora por la cultura gaditana, y por tanto, por la de El Puerto. No se si su forma de hacer política habrá calado en los que llevan muchos trienios dirigiendo los destinos de la administración pública andaluza en la provincia. Pero lo que si se es que es una buena gestora desde la ética y los postulados de izquierdas. Yo la recuerdo como insobornable en sus planteamientos cuando, siendo concejal del ayuntamiento portuense, tenía que ‘apuntalar’ algunas decisiones del gobierno del inhabilitado ex alcalde, y como le plantó cara en alguna ocasión. Ese plantar cara, que fue su éxito, a lo mejor no ha gustado a quienes se olvidan de que El Puerto es la quinta ciudad de la Provincia, chovinismos aparte, por delante de Chiclana, Alcalá de los Gazules o el ahora tan de moda Benalup.» Una fotografía de una intervención arqueológica en la que aparece un enterramiento en el solar del Cómico de Cádiz. La excavación le supuso un fuerte enfrentamiento con la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.
Con respecto al estado de conservación de El Puerto, Lola no se olvida de su profesión de restauradora de obras de arte: «El Puerto necesita una "intervención de urgencia" o "pronto intervento", como dirían los italianos, para recuperar su correcta contemplación, uso y disfrute». Y abunda, «Después de esa intervención de urgencia que pasaría por el equipo de gobierno, hay que hacer un buen examen global y algún que otro parcial que incluya urbanismo, cultura, centro histórico y también, como no, la Iglesia Mayor Prioral. No descarto alguna espectroscopÌa molecular para determinar aglutinantes y barnices, aunque algunos dan un cante... ". Parece que a la señora Caballero se le entiende todo. En la foto con José Manuel Caballero Bonald.

En la imagen con Juan Alonso de la Sierra, director del Museo de Cádiz y Antonio Alvarez, a la derecha, director del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

De izquierda a derecha, la ex directora general de Fomento Cultural de la Junta de Andalucía, Guadalupe Ruiz Herrador, Lola Caballero, la Consejera de Cultura de la Junta, Rosario Torres, el alcalde, Enrique Moresco y el concejal de cultura, Millán Alegre.
Está felizmente casada con el profesor Jesús Tena López -hermano del crítico musical Carlos Tena, retirado en Cuba y director del programa de TVE “Auambabuluba balambambú”, en 1985-, tiene una hija adolescente con un bonito nombre romano: Livia. También restaura estómagos: «A veces hago un guiso marinero que te mueres. ¿Le gustaría a Vd. morirse?»
El primer taller de “La Rinconada” estaba situado en Puerto Escondido al final a la izquierda, en un local de la casa propiedad de la Familia Valimaña. Lo fundaron Fosco Antonio Valimaña Lechuga, (n. 02,05.1944) y Francisco Marín Gallardo, (n. 31.01.1943). Antes de abrir al público “La Rinconada”, Fosco prestó sus servicios profesionales en el Taller “Aduana” ubicado en Pozos Dulces --donde ahora hay un aparcamiento junto al estribo del antiguo Puente San Alejandro, frente al Restaurante El Cortijo-- allá por el año 1962. Marín, entre otros, estuvo en el Taller “El Venta” ese mismo año. (La fotografía está tomada el ocho de abril de este año).
The first "La Rinconada" workshop was located in Puerto Escondido at the end on the left, in the grounds of the Valimaña family’s house, founded by Fosco Antonio Valimaña Lechuga, (b. 02.05.1944) and Francisco Marín Gallardo, (b. 31.01.1943). Before opening "La Rinconada" to the public, Fosco lent his services in about 1962 in the "Aduana" Workshop situated in Pozos Dulces, where there’s now a car park next to the abutment in the old San Alejandro Bridge, opposite the El Cortijo Restaurant. Marín, amongst others, was at the "El Venta" Workshop that same year.
El primer taller "La Rinconada", en Puerto Escondido.
En 1963 ambos fueron juntos al Servicio Militar y fueron destinados a los Polvorines de la Sierra San Cristóbal. Allí como todos los españolitos de aquellas fechas se tiraron 24 meses, es decir hasta 1965. Ese año, el nueve de julio, Marín y Fosco, que así se les conocía, abrieron un taller de motos y los clientes fueron los que le pusieron el nombre de “La Rinconada”, pues estaba en el último rincón de la izquierda de Puerto Escondido. Durante ocho años, aproximadamente se dedicaron sólo y exclusivamente a la reparación de motos. En aquel tiempo comercializaban las marcas de la época: “Lambretta”, ciclomotores “Honda” de 50 CC, “Bultaco”, “Derbi”, entre otras.
Fosco Valimaña Lechuga, los hermanos Rafael y Luis Hernández Venegas, y Francisco Marín Gallardo, en el primer Taller 'La Rinconada', en Puerto Escondido.
Fosco Valimaña Lechuga, José Antonio Poullet Trujillo, Francisco Tobío de la Rosa. Foto tomada en el año 1983, en el local que les tenía cedido enfrente 'el Lunita'.
Después, a principios de la década de los setenta del siglo pasado, empezaron a meterle mano a coches de amigos y posteriormente a toda clase de coches contando con tanta clientela que en 1980 compraron lo que fue tonelería de José Luis Huerta, en la Calle Cruces. El 8 de Octubre de ese año obtuvieron la licencia de apertura, firmada por el primer alcalde del actual periodo democrático, Antonio Alvarez Herrera. “La Rinconada” conocía nuevo emplazamiento, llegando a contar con hasta 12 empleados, siendo uno de los talleres particulares mas famosos de la provincia de Cádiz -y fuera de ella debido a los veraneantes que venía a nuestra Ciudad-, y ello sin ser concesionario oficial de ninguna marca de coche. Le metían mano a todo.
Una vez establecidos en Cruces se dedicaron a coleccionar motos antiguas: en aquellas fechas la gente iba al Taller a preguntarles donde se podían deshacer de ellas y Fosco y Marín las recogían. Mas adelante empezaron con la recuperación de coches antiguos, contando en la actualidad con una buena colección, digna de ser vista. Debido a su afición de coleccionismo cuantan también con unas bicicletas antiguas y entre ellas un “Hercules”, que si no es la única es una de las pocas existentes en la actualidad. Fueron fabricadas el la Fábrica de Automóviles y Bicicletas «Anglada» que estuvo en la Calle Cielo.
Hace seis años, en 2002 recibieron una comunicación de expropiación por parte del Ayuntamiento sobre el local ocupado por el taller, para uso de viviendas sociales que, después de mucho pleitos no se pudo evitar. El 10 de Mayo de 2008 por jubilación de Marín y baja por incapacidad laboral de Fosco, se cerró el taller y con el, una buena parte de la historia viva de de la automoción durante los últimos 43 años en nuestra Ciudad. Otras aficiones de nuestros amigos continúan, como las colecciones de vehículos -que bien pudieran acabar en un Museo del Motor- o el Club de Vehículos Antiguos y Veteranos y sus concentraciones, rutas y exhibiciones. Esos aspectos, esas aficiones, los dejamos para otra ocasión.
Caricatura dibujada por el artista y paisano nuestro, Miguel Pantoja del Puerto. Representa a Fosco y Marín con un grupo de clientes y operarios. Año 1995. (Las fotografías de este reportaje corresponden a la Colección de Vicente González Lechuga).