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Aficionado y devoto de El Puerto de Santa María, escritor, periodista, dibujante, químico, atleta, bon vivant, con cara de anuncio de vino moscatel, el poeta viajero y gastrónomo Garmendia nos desvelaba, antes de morir en abril de 2007, por que escribía en la barra de los bares.

Pregunta: Para usted, ¿El Puerto de Santa María es...?.
Respuesta: Sevilla con agua salada.
P: Crítico de RNE, afamado gastrónomo, autor de más de 25 libros de toda laya. Licenciado en Ciencias Químicas. ¿Y aún le llaman bon vivant?.
R: La verdad es que mi vocación es la de ermitaño. Lo que pasa es que no he encontrado todavía un desierto donde se viva bien.
P: ¿Con quién le confunden más por la calle, con Fray Leopoldo de Alpandaire o con Fernando Fernán Gómez, caracterizado de ‘El Abuelo’?
R: Tanto Fray Leopoldo como Fernán Gómez pueden ser confundidos conmigo.
P: ¿Es verdad que usted escribe en las barras de bares y tabernas?
R: Sí. Las barras de los bares tienen la ventaja de que en ellas, además de escribir, se puede observar y escuchar.
P: Usted fue Campeón de España en Atletismo hace 50 años ¿qué le diría a Pedro Pacheco que al parecer corre con guardaespaldas?
R: Que yo no pude permitirme el lujo de llevar de escoltas a Carl Lewis y a Maurice Green.
P: En su calidad de crítico gastronómico le invitan a yantar y a libar de lo mejor, a dormir en las más afamadas posadas, le placean, y encima le pagan. Eso duele, ¿no?.
R: Eso duele, pero duele tan poco que casi no se nota.
P: En su libro ‘La Taberna del Traga, Santuario de la Gracia’, usted habla del Beni de Cádiz... ¿y que...?
R: El Beni de Cádiz fue el hombre con más gracia del mundo, después de su hermano Amós Rodríguez Rey.
P: ¿Algún plato de su elección, de esta zona?.
R: El bacalao al pil pil y la paella valenciana. Hablando en serio, las tortillitas de camarones.
P: ¿Quiere usted terminar con “un tercetillo asonetado” o sea, una soleá?.
R: Los “tercetillos asonetados” no existen. Sí los tercetillos asonantados, porque riman en asonante: “Aunque resulta sencillo/ en consonante rimar/ el dichoso tercetillo”.

Si bien Garmendia fue, también, humorista gráfico, salió de su propia gracia dibujarse a sí mismo en un peculiar autorretrato en verso, con el que saludó  a los lectores de El Correo de Andalucía en junio de 1970 (el dibujo se publicó en el mismo medio en 1971):

Nací en Sevilla; mi apellido es vasco.
Vasca mi sangre, vasca mi figura.
Temo a la gente, la cordial me apura.
La palmada en la espalda me da asco.

La hembra me enerva; le doy bien al frasco.
Soy tímido a la vez que caradura.
De cuanto di, jamás pasé factura.
Cuando me pica la ilusión me arrasco.

Creo en Dios. Uso barba, como Cristo.
Como Judas también, como el demonio.
Me gusta el mundo y me horroriza el mundo.

Soy uno más. Me canso, luego existo.
Adoro a mi mujer, me llamo Antonio,
y me muero segundo tras segundo.

 (Texto: José María Morillo).

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Los fideos con caballas es un plato que tradicionalmente se ha relacionado con Cádiz y San Fernando. Sin embargo, en El Puerto de Santa María también era un guiso habitual de pescadores. De hecho los famosos fideos con lenguao de Eugenio Guadalete están basados en este guiso. La versión que publicamos es de Manuel Alejo Mulero. Con ella ganó el concurso de tapas de La Caridad organizado por la Hermandad de la Oración en el Huerto. Manuel Alejo señala que el plato lo aprendió de su madre. Manuel señala que la receta original es de su madre Milagros Mulero, aunque ella no le ponía el brandy, un detalle que ha incorporado él y las hacía con los trozos de caballa sin desespinar y fritos previamente. Manuel hace otros guisos de forma magistral, entre los que destacan el Ajo Caliente, para lo que, incluso, recibe encargos de grupos y reuniones.

La existencia de esta receta en El Puerto de Santa María al menos a mediados del siglo XX también lo confirma el cocinero Eugenio Espinosa Palacios del restaurante Guadalete (ver nótula núm. 414 en GdP). Su padre Eugenio Espinosa Morales que creo el famoso guiso de los fideos con lenguao realizaba antes el guiso, cuando trabajaba en un barco de pesca, con caballas.

INGREDIENTES. Para cuatro personas.
•    1 cebolla.
•    Medio pimiento rojo de asar.
•    Medio pimiento verde.
•    1 copa de brandy de Jerez.
•    Medio kilo de tomates rojos maduros.
•    2 cucharadas de tomate frito.
•    1 hoja de laurel.
•    750 gramos de caballas.
•    250 gramos de fideos (también se pueden utilizar espaguetis cortados).
•    0,100 litros de aceite de oliva virgen de la Sierra de Cádiz.
•    Sal.
•    Hierbabuena.

ELABORACIÓN.
En el guiso tradicional las caballas se utilizan partidas en rodajas gordas. Sólo se le retira la cabeza y los interiores. El inconveniente es que el guiso es incómodo de comer por las espinas y también, si se introduce el pescado desde el principio este queda seco. Para evitar todo esto Manuel Alejo Mulero, que tiene 74 años, lo que hace es, una vez quitado los interiores y la cabeza cocer las caballas un minuto en agua con sal y laurel. Cuando el agua está hirviendo se introducen las caballas un minuto y se vuelven a sacar. Una vez que se han enfriado un poco se separa la carne de las espinas y se le quita la piel a los lomos, con lo que quedarán limpios y será más cómodo comerlos. Una vez hecho esto se reservan los lomos y también el caldo de cocción de las caballas.

El segundo paso es cortar la verdura en trozos pequeños. Se hace esto con la cebolla y los pimientos. Se pone aceite en una cacerola y cuando esté caliente se echán las verduras para que se refrían a fuego medio. Primero los dos pimientos y luego, cuando se hayan dorado un poco, la cebolla. Cuando estén ya tiernas se incorpora el tomate crudo. Se puede incorporar rallado o en trozos con la piel quitada. Cuando esté la verdura refrita, se incorpora el brandy, las dos cucharadas de tomate frito y se echa el agua suficiente para cocer los fideos. El guiso debe quedar un poco caldoso, pero no en exceso, como puede verse en la foto. Se incorporan también unas hojas de hierbabuena y se rectifica de sal, teniendo en cuenta que el caldo ya la lleva. Cuando queden cinco minutos para servir se incorporan los lomos de caballa para que queden en su punto y no se sequen. Se sirve caliente. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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Papas en escándalo. /Foto: Universo Cádiz.

La primera mitad del siglo XX es el periodo histórico en el que se desarrolla el fenómeno del que les quiero hablar: la cocina de la posguerra en la Bahía de Cádiz y tratar de demostrar que esta es la base de muchos de los platos estrella de la gastronomía actual de la zona.

He bautizado a este fenómeno gastronómico y cultural con el nombre de la cocina de los tiesos, porque creo que es la mejor forma de definir a la gastronomía que se inventó en España después de la Guerra Civil, cuando se veía por la calle un muslito de pollo y la gente se ponía de rodillas ante el y le rezaba tres avemarías porque era un milagro, era como las caras de Belmez, pero en pollo.

Después de que Jesús de Nazaret multiplicara panes y peces, en la España de la Posguerra habría que hablar de otro milagro similar y fue el de la multiplicación de la leche de vaca, cuando se conseguía en las vaquerías, donde por entonces se compraba este producto, que un litro de leche, tras una masiva incorporación de agua del grifo, se convirtiera en siete u ocho. Aquella leche no era rica en Omega 3, en lo único que era rica era en H2O y tenía menos sabor que un huevo duro del Macdonalds. No me extrañaría a mi que aquellas vacas, cuando vieran lo que le sacaban de sus ubres, se convirtieran del tirón en vacas locas.

Estamos hablando de una España en la que el sinvergonzonerio de chiste se llevaba a su máximo expresión. La gente llevaba unos pantalones con una campana como las que cuelgan en la Catedral de Cádiz y con ello no buscaban que les diera el aire, sino que cupieran o cupiesen en su interior 20 o 30 kilos de garbanzos... Andando parecían Mazinger Zeta.

La guerra había provocado que muchas de las infraestructuras de España se vinieran abajo. Para colmo, Franco le dijo a los demás países ante la Segunda Guerra Mundial que el era neutral. Era la versión fina del caudillo que en el fondo le decía al mundo mundial: A mi plin que yo duermo en pikolin. Ante ello el mundo mundial desarrollado: europeos, comunistas y estadounidenses, cantaron a coro: A Paquito ‘el Chocolatero’ y todos sus españoles no le vamos a dar ni pan rallao para liar las croquetas.

España estaba aislada en lo político y en lo que son las cosas que llevarse a la boca. Surgen las cartillas de racionamiento, una fórmula de administrar los pocos víveres que había que el gobierno de Franco mantuvo hasta 1952 cuando España firma con Estados Unidos un acuerdo de cooperación que incluía la utilización de bases militares españolas. A cambio de dejarles aterrizar los aviones en Rota para que los americanos hagan sus putadas nos dieron leche en polvo, mantequilla y queso Cheddar que por lo visto les sobraba y ya no se lo comía ni la novia de Superman. Asimismo Argentina, también se apiadó de nosotros y nos mandaron algunos víveres. Luego también nos han mandado algún vivo.

Juan Eslava Galán, en su magnífico libro Tumbaollas y Hambrientos señala que a partir de ese momento, el acuerdo de 1952, se produce una mejora en la alimentación de los españoles, ya que finaliza el bloqueo a que lo habían sometido los países que habían intervenido en la Segunda Guerra Mundial.

Pero todos estos años de hambre real, en el que la gente se comía un mendrugo de pan duro con la misma rapidez que nosotros nos comemos un kilo de chocos del freidor, han dejado verdaderas joyas gastronómicas en la Bahía de Cádiz.

Es una cocina de pocos ingredientes en el que las especias y las verduras juegan un papel fundamental. La imaginación funciona a las mil maravillas y con tres papas, un pimiento, agua del grifo, un chorreón de algo parecido al aceite de oliva y media cebolla se crean platos con un nombre tan bonito, tan poético y tan definitorio de la situación como las papas en escándalo.

Como estaría la cosa que unas pocas papas aderezadas con el tripartito mediterráneo: cebolla, pimiento y tomate, eran tal alegría que se consideraban un escándalo. Era como la definición natural del andaluz: tieso pero contento. El Cádiz, la ciudad que sonríe, pero con más hambre.

Las papas en escándalo eran un plato humilde, pero con mucho color, como un día de feria en El Puerto, como si los trocitos de tomate y pimiento fueran los farolillos que cuelgan de las casetas y las papas estuvieran bailando unas sevillanas con un traje de faralaes de capas de cebolla y lunares de sal de las salinas.

Es la versión feliz, porque un hombre ya setentañero de El Puerto de Santa María me dio otro nombre para este plato y era el de las papas en columpio y se llamaban así porque en el plato de lo hondos había mucho caldo y tan sólo dos papas que se columpiaban en el medio.

...continúa leyendo "1.558. TIESOS. (I). Las papas al escándalo, al columpio, a la cachonda, o a la cochambrosa."

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Francisco Javier Fernández Gálvez nace en El Puerto el 26 de diciembre de 1971. Es el primero de los tres hermanos habido entre el matrimonio formado por Francisco Fernández --Paquito, camarero jubilado en Casa Paco Ceballos y otros lugares como La Galera o Buenavista-- y Araceli Gálvez.

Javier ha vivido en el centro y en la periferia, en el casco antiguo y en las zonas nuevas de El Puerto: desde las calles Cantarería y Jesús de los Milagros hasta las barriadas de Las Nieves y El Tejar. Ha estudiado en San Luis Gonzaga, aunque él prefiere afirmar «mejor asistí que estudié». Está casado con Rosario Carrascal y tiene dos hijas, Marta y Lidia.

Javier, con el popular cocinero, José Andrés.

ESPACIO GASTRONÓMICO DIGITAL.
Espacio gastronómico es un videoblog que se encuentra dentro del periódico digital Espacio Digital El Puerto donde Javier pretender llevar a sus seguidores,   a través del canal de video de internet YouTube, sitios y lugares de El Puerto relacionados con la gastronomía.  Fue mediante la amistad que le une con Pedro Monís como se adentra en el mundo de la comunicación y consigue hacer videorelatos de lo que ve, preguntando a sus protagonistas: los dueños de los establecimientos hosteleros: bares, cafeterías, restaurantes… El asunto no es tanto estar delante de una cámara sino mostrar lo que ven sus ojos a través de una cámara, que no es otra cosa que su afición por la hostelería: y es que visitar bares es uno de sus hobbies favoritos, quizás tanto como la cocina. Además, Javier escribe en Espacio Digital una columna relacionada con la gastronomía, «Creo es de lo único de lo que se y me gusta hablar».

Los reportajes se pueden visualizar aquí.

Entrevistando al crítico gastronómico y resonsable de la web Cosas de Comé, Pepe Monforte Ariza.

ASADOR BIENMESABE.
Javier abrió el Asador ‘Bienmesabe’ el 2 de diciembre de hace, dentro de poco, siete años. Aquel viernes del año 2005 llovía a mares. Pero desde aquel primer día tuvo una aceptación que ni en sus mejores prospectivas pensó que podría alcanzar. Con anterioridad trabajó en el asador Pío Pío, en la barriada Malacara, siendo su amigo Manuel quien le introdujo en el mundo de los asadores de pollos.

De camarero, en sus comienzos en el Hotel Del Mar.

Allí aprendió una máxima que ha llevado a su proyecto empresarial: ‘Si no te mueves, no te ven’. Trabajó, igualmente, en el Churrasco, en Valdelagrana y como camarero en el Hotel Del Mar.

«Bienmesabe es un sueño hecho realidad, el de dedicarme a lo que mas me gusta, con los mejores socios: mi familia. Creo que es el sueño perfecto. La hostelería es mi pasión, mas que mi trabajo y a lo único que me he dedicado en toda mi vida. Dentro de la hostelería, disfruto tanto en el servicio en una mesa como una barra y no digo nada de la cocina. Este proyecto no lo disfruto yo solo mi mujer y mi hija me acompañan desde que empecé esta andadura, y hoy día también tenemos un compañero, Joaquín, trabajador nuestro. Siempre digo que las locuras que  se me ocurren, no tendrían sentido si éstos no me acompañaran».

Con el que fuera portero del Racing Club Portuense, Edu Villegas.

El primer equipo local de fútbol, con una camiseta del Asador Bienmesabe.

DEL POLLO Y EL PESCAÍTO AL COCHINILLO.
Javier ha convertido el Asador en un lugar de encuentro, no es solo el lugar para el desavío cuando no ha dado tiempo de cocinar o no apetece, sino que lo ha convertido en un momento especial de la semana donde la visita se convierte en un aliciente. Y es que «siempre trabajo para que nuestros amigos se lleven lo que ellos quieren comprar, no lo que nosotros necesitamos vender». Y así el Asador es un lugar para resolver momentos especiales, donde además tienen conejo asado y cochinillo asado, algo que no es frecuente encontrar en El Puerto.

Entre pollo y pollo, un cochinillo asado. /Foto: Kiko Galo.

«Hacemos lo imposible por tener productos de primera calidad, tanto nuestros pollos como nuestro ‘pescaíto frito’. Siempre con una meta, una idea. Yo si intento imitar… imito los comercios antiguos los antiguos Freidores de Pescado, --las freidurías, dicho en plan fino-- como aquella situada en la calle Jesús de los Milagros frente al lugar donde vendían las entradas para los toros, hoy pub ‘La Taquilla’, que tantos recuerdos me trae de mi niñez. Imitar si, pero dándole mi impronta, mi forma de entender la hostelería, donde los clientes son amigos. Y viceversa»

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Un total de 35 bares de El Puerto, --un hito en las convocatorias de este tipo en la Ciudad-- con presencia de establecimientos de casi todas las zonas de la ciudad, participan desde el pasado jueves día 18 de octubre y hasta el 16 de diciembre en una nueva edición de la ruta gastronómica “De Tapeo por El Puerto”. La iniciativa está dirigida por el que fuera presidente de ACOCÉN y  presidente fundador de HOSPOR, el propietario de la cafetería-pub “Milord”, Juan Manuel Franco del Valle (Maestro Coctelero). Colabora con el evento gastronómico la bodega Osborne, permaneciendo al margen administraciones públicas ni asociación de empresarios alguna.

Cada establecimiento participante ofrecerá al menos una tapa acompañada de bebida a un precio único de 2,5 euros en las barras de los bares que se integran en la iniciativa empresarial. /En la imagen de la izquierda, Juan Franco del Valle, organizador de la iniciativa empresarial.

Alborada
Cojonudo Rollitos Kati
C/ Arión, 5

La Andana
Guiso del día
C/ Misericordía, 9

Andalusi Restaurant
Milhojas de Cordero Mermel, Dátiles y Frutas rojas
Micaela Aramburu, 3

La Bodeguilla del Club de Rugby
Ajo caliente, Garbanzos con acelgas
C/ La Palma, 23

Antojito
Chimichanga
Avda. Bajamar, 6

La Fuentecilla
Pimiento del Piquillo relleno
(C/ Estuario, 7) Pol. Ind. Las Salinas

Apolo
Tortilla Apolo
C/ Palacios, 44

...continúa leyendo "1.533. DE TAPEO POR EL PUERTO. Del18 de Octubre al 16 de Diciembre."

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El establecimiento de Pepe Fernandez (ver nótula núm. 122 en GdP) situado en la Finca Santa Elisa (junto al Molino Platero) estrena propuestas con un toque de humor como la tortilla campera sobre fondo de Duralex o las brochetitas de salmón y piña “sin terminar”

El restaurante Bar Jamón acaba de estrenar una nueva carta de tapas con 24 propuestas todas al mismo precio, 2,5 euros. Además estas se pueden tomar en todo el establecimiento, tanto en la barra como en los comedores. La lista es muy variada con el toque clásico que caracteriza al establecimiento y con algunos de sus clásicos presentes como la berza o el solomillo ibérico al queso manchego aunque hay muchos estrenos y además con un llamativo toque de humor.

Así se propone probar una tortilla campera “sobre fondo de Duralex” que no es otra cosa que unos platos de los que existían a finales del siglo XX de color transparente y con una decoración en los bordes. Así la tortilla, como explica Pepe Fernández, el propietario del establecimiento, se sirve sobre uno de estos platos reproducciones de los antiguos.

Las croquetas del puchero “en transparencia” son unas croquetas clásicas aunque presentadas en un vaso de cristal transparente mientras que la brocheta de salmón y piña sin terminar, viene con los tacos sin poner aún en el palillo que la sostiene, que se sirve en el plato. Así es más fácil de comer y se juega también con el toque de humor.

Otro de los estrenos de la carta es una serie de platos que se proponen para compartir. Así se puede elegir entre 3 grupos de platos de los que los comensales eligen 5, con la única condición que sean del grupo que han elegido. Hay un grupo a 18 euros los cinco platos, otro a 22 y otro a 25. El menú en los tres casos incluye postre y una bebida por persona dentro del precio.

El establecimiento mantiene además su carta de restaurante. Si quiere ver la lista completa de tapas de la nueva carta y las tres propuestas de platos para compartir pulse en el recuadro de la izquierda, donde aparecen las nuevas propuestas en formato ampliado. (Texto: Pepe Monforte).


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Isabel Andrés con la tarta Selva Negra, y la tarta típica del Puerto, dos de los productos que hicieron famosa a la firma y que ahora han recuperado.

La pastelería Selva Negra, una conocida confitería de El Puerto de Santa María ha vuelto a abrir despacho en la ciudad y de la mano de la misma familia que la tenía. El establecimiento está situado en el número 20 de la avenida de La Libertad, en la zona nueva de El Puerto y cuenta con obrador propio tanto de pastelería como de panadería. Además, el local, ofrece  cafetería propia donde se puede desayunar o merendar con pan o disfrutando de las especialidades de bollería y confitería que elaboran.

El nuevo despacho abre de la mano de Isabel Andrés Calvo, que ya era copropietaria junto a su ex marido, Fernando Jiménez cuando se fundó la empresa en 1986 y sus hijos, Fernando Jiménez Andrés que es el maestro pastelero y Jennifer Jiménez Andrés, que se encarga de atender el establecimiento que tienen en Jerez.

La vuelta a la actividad de la familia al ramo de la pastelería, después de que cerraran su establecimiento en El Puerto en el año 2006, situado en la plaza de España, frente a la Iglesia Mayor,  se produjo en 2011 cuando adquirieron el obrador de panadería y pastelería “Delicia Rosa”. Bajo esta enseña cuentan con otros dos establecimientos, uno en la calle Porvera número 31, en Jerez, y otro en el centro comercial El Paseo en El Puerto de Santa María.

La tarta de frutas, una de las especialidades de la pastelería.

En el inicio del verano han añadido este tercer establecimiento pero para él han preferido escoger el antiguo nombre de la empresa “Selva Negra” ya que “con él somos  muy conocidos en la ciudad y queremos mantenerlo” señala Isabel Andrés.
En principio la idea de la pastelería es mantener los dos nombres, el de Delicia Rosa y el de Selva Negra, aunque ya han unificado los productos que tienen, que son los mismos en todos los establecimientos. Isabel señala que han decidido mantener la línea de panadería artesanal que había ya puesto en marcha Delicia Rosa . Así cuentan con panes de estilo gallego que elaboran ellos mismos en el obrador de Arcos, además pan de campo, multicereales u otros tipos de piezas especiales.

A ello han unido los pasteles y tartas que ya tenía en su catálogo Selva Negra. De la elaboración se ocupa Fernando Jiménez Andrés, el hijo de Isabel. El continúa haciendo la famosa tarta “Selva Negra” que le dió nombre a la pastelería. Es una especialidad alemana aunque la familia la conoció cuando estuvieron en Venezuela. Fernando la elabora de la forma clásico utilizando incluso amarenas, unas guindas salvajes que se obtienen en los bosques de Centroeuropa, además de guindas españolas. La tarta lleva más ingredientes como chocolate, nata trufada y un bizcocho también de chocolate.

La mousse de chocolate y el pocito, dos de las especialidades de Selva Negra.

TARTA TÍPICA DEL PUERTO.
Selva Negra también era muy conocida por elaborar la “tarta típica de El Puerto” que han vuelto a fabricar ahora, incluso con la misma caja. Se trata de una tarta de almendras que se adorna con  mermelada de frambuesas. Isabel Andrés señala que puede “recordar en textura a la tarta de Santiago. La hicimos así, con mucha almendra, porque encontramos datos de que en El Puerto de Santa María había mucho cultivo de este producto”. La tarta es idónea para regalar como recuerdo ya que está en perfecto estado durante 3 semanas sin necesitar frío y es fácilmente transportable.

Junto a las tartas, que es una de las especialidades de Fernando Jiménez, los bollos y también dulces típicos de la zona. Así elaboran su propia versión de un dulce muy famoso en Jerez, el pocito, que lleva una base de pasta brisa sobre la que se coloca una especie de crema pastelera rodeada de un fino bizcocho, muy parecido a la lengua de gato. Por encima se espolvorea con canela. Las especialidades que tienen más éxito, además de el pocito, son la mousse de chocolate o la de limón o el surtido de pastelería francesa. (Texto y Fotos: Pepe Monforte).

Se situará junto a la nueva pasarela peatonal y acogerá 20 casetas de feria donde se ofrecerán tapas realizadas por bares de El Puerto. Habrá también actuaciones flamencas y atracciones para los niños.

El Puerto de Santa María celebra desde hoy miércoles 29 de agosto al domingo 2 de septiembre la primera Feria Gastronómica de la Vendimia, un evento con el que se quiere celebrar de forma conjunta el final de la temporada de verano y, a la vez, dar la bienvenida a la vendimia, una de las actividades fundamentales de las bodegas, uno de los sectores que tradicionalmente han caracterizado a la ciudad.

Para ello se han montado una especie de feria con 20 casetas en las que una veintena de establecimientos hosteleros de la Ciudad y también alguno  de Jerez ofrecerán una tapas a un precio unificado con la bebida de 2,5 euros.

El evento está organizado por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María y ha sido diseñado por las empresas  Zona 956 y Gestoflor y cuenta con el patrocinio de Diario de Cádiz y la colaboración del Centro Comercial Abierto (CCA)..

El recinto, colocado junto a la nueva pasarela peatonal sobre el río Guadalete, estará ambientado como si fuera una feria de las que se celebran en la provincia. Cada establecimiento hostelero contará con una caseta en las que el público se podrá sentar a tomar las tapas. Permanentemente habrá música ambiente y también hay previstas actuaciones flamencas.

El horario de la feria es de una del mediodía a una de la madrugada y junto a las casetas habrá también atracciones feriales y castillos hinchables para los niños.

La idea es promocionar de esta manera la gastronomía de la ciudad y para ello los establecimientos han cuidado especialmente las tapas que ofrecen. Cada uno de ellos ofrecerán dos especialidades que irán desde clásicos como la carne al toro de La Herrería, las chistorras de la Bodeguilla del Bar Jamón o el ajo caliente de los jóvenes de La Palma a propuestas de diseño como un salmorejo de tomate negro y caballa marinada del Catering del Club  Las Redes o los lomitos de atún de almadraba con salsa de soja que ofrecerá la Bodega Jerezana.

Si quiere conocer todos los establecimientos participantes y las tapas que ofrecen pulse directamente aquí. /Texto: Pepe Monforte.

Da Massimo abre una nueva heladería en el centro de El Puerto. El conocido heladero ofrece una terraza para servir copas, una yogurtería y un nuevo sistema de servir helados que permite mezclar en una tabla de mármol a baja temperatura los mantecaos con frutas y otros ingredientes.

La Heladería Da Massimo, situada en el centro de El Puerto de Santa María y que se ha convertido en un referente en la ciudad en este sector, acaba de inaugurar nuevo establecimiento, situado a pocos metros de la heladería que tiene en la calle Luna. El nuevo local, situado en la esquina de Luna con Misericordia, ofrece nuevos tipos de helados. El primero de ellos, muy de moda en la provincia en los últimos años, es el de yogur, que se ofrece sólo o mezclado con diversos ingredientes.

HELADO A LA PLANCHA.
La segunda modalidad es más original y se denomina “helado a la plancha” aunque en realidad lo que se hace no es calentar el helado sino trabajarlo con espátulas en una superficie de marmol especial que está a menos 15 grados. El proceco consiste en coger la bola de helado del gusto que desee el cliente y esta se deposita sobre la plancha. Como si fuera una hamburguesa el helado se presiona con la espatula hasta lograr que quede plano. Entonces se añaden los ingredientes que desee el cliente (pueden ser frutas u otros ingredientes como trozos de tejas de El Puerto, por ejemplo). Entonces la persona que realiza el helado, ayudándose de nuevo con las espátulas, mezcla el helado con el resto de ingredientes y, tras darle de nuevo forma de bola los coloca en la copa donde se sirve. Por último se le puede agregar por encima alguna salsa dulce.

Una dependiente prepara una mezcla de helado con frutas y otros ingredientes en una "plancha" de mármol que está a -15º.

Por el momento este forma de servir los helados no existía en la Bahía de Cádiz. Tanto para los helados como para el helado de yogur tienen disponibles frutas de temporada como sandía, melocotón o melón, además de mermeladas como la de manzana o de mango. Por último se ofrecen diversos productos picados que se pueden añadir como varios tipos de chocolates o incluso trozos de tejas de El Puerto de las que el artesano heladero Massimo Pozzi, propietario de los dos establecimientos,  ya realizó un helado. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

 

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Los actuales propietarios de Casa Aparicio: David Moreno Caraballo, la cocinera Concha Chacón Chamizo y Policarpo Ruiz Arroyo.

Policarpo Ruiz Arroyo, hijo de Aparicio Ruiz, el fundador de este bar de El Puerto y uno de los propietarios actuales del establecimiento que fue fundado en el año 1983 por Aparicio Ruiz Fernández y Carmen Arroyo Aspera. El primero le dio nombre al bar. Desde el año 2006 y hasta noviembre de 2011 lo regentó Oscar González. Ahora ha vuelto a la familia Aparicio, en concreto a su hijo Policarpo Ruiz Arroyo que lo dirige junto con otros dos socios David Moreno Caraballo y la cocinera Concha Chacón Chamizo que ya estuvo trabajando en el establecimiento cuando lo tenían los padres de Policarpo por lo que conoce a la perfección su cocina.

Guiso marinero que quita 'como tó el sentío'.

Casa Aparicio es un bar de tapas y raciones especializado en pescado frito y guisos marineros que van variando a diario. La especialidad es el pescado frito del que tienen numerosas variedades. También son famosos algunos de sus mariscos como las navajas. Tienen en carta coquinas de El Puerto.  Su terraza, al pie del río Guadalete y en la zona peatonal de la Avenida de la Bajamar,  es muy apetecible.

EL GALLO EMPANADO
Lo del gallo saben ustedes que es terreno generoso. En algunos sitios el gallo, más que un pescado, es un pedazo que igual podría ser también el marido de la gallina porque sabe igual…a ná.

El gallo empanao de Casa Aparicio.

Sin embargo, y este es el caso, hay bares que cuando anuncian gallo es gallo de verdad y se nota. En Casa Aparicio el pescado se presenta con un empanado muy ligerito, casi más cercano a la fritura, rubito como un escandinavo y cuando se abre te encuentras con unos lomos gorditos de pescado, más blanco que un traje de novia antes de ello. En Casa Aparicio se trata de gallo fresco “del de verdad” y lo cierto es que se nota. Pero no sólo el gallo requiere atención en esta tapa, el alioli que lo acompaña está también pa matarse y hace juego con las papas fritas que lleva de guarnición el pescado. Ya puestos a guarnecer también lleva un poquito de piriñaca, pero con un aliño muy suave y sin caldo, para no estropear el crujiente de la fritura. Policarpo señala que la tapa la incorporaron en noviembre, cuando la familia Ruiz Arroyo, con él, ha vuelto a este establecimiento que fundaron sus padres. La tapa se cotiza a 4,50 euros y el gallo también se puede tomar a la plancha. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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