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Hace poco más de dos meses, 121 años atrás, moría de un tiro en la frente en un salón de baile bonaerense una cantaora y bailaora flamenca llamada Soledad Montoya. Los que presenciaron el infortunado hecho no lo describieron  como un crimen, sino como un trágico accidente, a pesar de que el autor del disparo, plenamente identificado, había sido la pareja que le acompañaba, un joven de 22 años llamado Carlos Rivero. En el periódico madrileño “La Epoca” del 4 de marzo de 1891 y también en “La Correspondencia de España” del día siguiente figuraba un breve suelto en una de las columnas de sus páginas interiores que decía textualmente:

«En Buenos Aires ha sido muerta una flamenca llamada Soledad Montoya en un baile público. Al querer el individuo que le acompañaba disparar un tiro a otra mujer que había en el salón de baile se le disparó el arma, yendo a clavarse el proyectil en la frente de la cantaora, que quedó muerta en el acto.»

Días después, parte de la prensa madrileña –“El Imparcial” y “La República” entre otros- se hacían eco de la noticia,  encabezada con el título de “Muerte de una Flamenca”, más ampliada. En la crónica del suceso, haciéndose eco de la prensa de la capital porteña, describían a la víctima “más bien baja que alta, delgada y nerviosa, blanca como la palidez de la luna…” Asimismo hacían referencia a sus aptitudes artísticas: “bailando con muchísima gracia y moviendo la cimbreada cintura con un acento particular; en la boca, un nido de jilgueros: cantaba la pobre por seguidillas lo mismo que por polos o se arrancaba por malagueñas y así todo el repertorio del cante jondo.”

Al parecer, Soledad Montoya formaba parte de un cuadro flamenco formado por emigrantes andaluces que alternaban sus actuaciones en el “Prado Español” de la Avenida Quintana, “la calle Larga de la Recoleta” el popular barrio de la zona Norte de Buenos Aires y un café cantante de la calle Suipacha, ahora convertida en peatonal, en el Barrio de San Nicolás, cerquita de la famosa calle Corrientes, una zona de tránsito y parada de toda la bohemia porteña.

El cronista del suceso continúa definiendo la personalidad de Soledad: “Amiga de correr una juerga fina después de su trabajo, nunca sabia decir que no cuando un  amigo la invitaba a pasar un par de horas en un baile” Uno de estos amigos ocasionales la invitó al baile de “La Sin Rival” y allí se fue Soledad Montoya “muy linda y jacarandosa, envuelta en su mantón de Manila, largo de flecos y amarillo de tonos, y muy calladita y reservada como siempre que iba a ‘reuniones de personas finas’, como ella solía decir…”  El acompañante, Carlos Rivero, tal vez la utilizó para encelar a alguna novia o amante, pienso yo, pues a estas alturas resulta imposible conocer las circunstancias que rodearon al trágico incidente, aunque todo lo que sucedió en el salón de baile tiene el color rojo pasión de los celos y la ira, el mismo de la sangre de la infeliz Soledad, ajena a lo que realmente pudo suceder.

El Prado Español en la Avenida Quintana de Buenos Aires.

...continúa leyendo "1.374. SOLEDAD MONTOYA. Muerte de una flamenca."

La portada de la feria del Puerto de Santa María mientras la sobrevuela un Galaxy despegando  de la Base de Rota./Foto: Fito Carreto.


El niño Vicente González Lechuga, posando con un forillo de fondo en la Feria de 1945.

El pintor y profesor de Bellas Artes, José Sánchez, de niño con sus padres y hermana, en la caseta que su tío Tadeo (en la imagen, el primero por la izquierda, detrás) instalaba en la Feria de Ganados. Años 1951.


Un programa-anuncio del Teatro Chino de Manolita Chen. Año 1959.


Los niños José María y Manolo Morillo Sánchez posando en la Feria de Ganado, junto a una simpática caballería. Año 1960.


Feria de Ganado. Muestra de semovientes.

Feria en los terrenos existentes frente a Carrefour. Caseta de los Taxistas. Década de los sesenta del siglo pasado.

Coches de Caballos en un día de Feria, frente al Parque Calderón, delante de Romerijo, antes del actual edificio que alberga a los cocederos de mariscos. Años sesenta del siglo pasado.


Feria de Primavera en Crevillet. Jurado del Concurso de Baile celebrado en la Caseta Municipal, delante del desaparecido Balneario.  De izquierda a derecha, desconocida, Luis Gativa Rivas, ‘el Fontanero’, Dolores Fdez-Prada Herrera, Guillermo, Joselito Escribano, el guitarrista Antonio Nuñez Buhigas y Roberto Rodríguez Sánchez   3 de mayo de 1981.


Fuente del crucero de las avenidas principales de la Feria, en el Recinto de las Banderas.

De izquierda a derecha, Rafael Navas y Francisco Soto, director de Diario de Cádiz y Director Comercial del mismo medio en El Puerto y los ex alcaldes de El Puerto y Madrid, Hernán Díaz y Álvarez del Manzano.  Fue el primer año en que se dedica una Feria a un territorio, en esta ocasión a Madrid. 7 de mayo de 1998 hace hoy 14 años.

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Al Puerto y a mis distinguidos paisanos con el deseo de que pasen una muy feliz feria.

Rincón de Puerto escondío
plazuela de la Herrería;
donde jugando soñaba,
con ser torero algún día…

… Marinero en tierra soy
viendo los barcos llegar,
por que quién nace en le Puerto,
consigo lleva la mar.

Misteriosas las bodegas
donde sestean los vinos;
donde el vientre de las botas,
al dar a luz paren, fino.

Rubias arenas sus playas
por tibias aguas bañadas;
rumor de olas que componen,
para el Puerto, su balada…

Oro es su sol y su vino.
verde su mar y su campo;
por que lo quiso el destino,
oro y verde es mi bandera,
por la que pierdo el sentío.

(Texto: Rafael A. Moreno Naval).

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José Torres Higuera 'el Chico', nace en la calle Federico Rubio el 19 de febrero de 1930, tiene pues 82 años. Hijo de Vicente y Amalia, gaditano y jerezana respectivamente, es el único hijo que sobrevive del matrimonio: María, Amalia, Antonio, Vicente, Manuela y José. Luego la familia se iría a vivir al número 3 de la calle San Francisco y 38 de Santa Lucía.

1930.
En el censo de 1.930 la Ciudad tenía 19.714 habitantes de hecho 19.847 habitantes de derecho y 4.468 hogares. Se produce relevo de alcaldes, siendo elegido el 26 de febrero José Luis de la Cuesta Aldaz y el 18 de marzo, Eduardo Ruiz Golluri. Ese año nacen, también, José Luis Mediana Gutiérrez, 'Peligro', conocido dependiente de la tienda de la calle Cruces 'Casa del Curita' y Juan Carreto Aparicio, canónigo magistral que fue de la Colegial de Jerez.

Trabajadero de bodega, haciendo botas para los vinos del marco. /Foto: Rasero

CARPINTERÍA Y TONELERÍA.
José estudiará en una 'amiga' o 'miga' de la calle San Bartolomé esquina con calle Los Bolos y, hasta los siete años en el colegio de conocido como Bellas Artes, ubicado en el actual Instituto Santo Domingo. Pronto dejará de trabajar, empezando como ayudante de carpintero en una obra que se realizaba en su propia casa. Mas adelante, José trabajará en los talleres de carpintería bodeguera que los hermanos Adolfo y Manuel Pallares tenían, respectivamente, en un bodegón de la Plaza de Toros y en la calle de Los Moros, donde ayudará a sus hermanos que producían en dichos trabajaderos. De allí pasará a la tonelería de Rafael Lores quien, debido a la escasez de madera se tuvo que dedicar a hacer cajas para empaquetar las botellas de vinos para diversas firmas bodegueras locales.

Trabajadero de bodega, preparando cajas para brandies de Osborne.

ASERRADORA CASTRO MERELLO.
Con 17 años entrará a trabajar como carpintero en Bodegas Terry hasta que se marcha al Servicio Militar con 19. Lo destinan a las Comandancias de Marina y Cádiz y El Puerto donde se hará cargo de la carpintería de dichas instalaciones. A la vuelta, no consigue volver a Terry y entrará a formar parte de la plantilla de la Aserradora de Miguel Castro Merello --donde era aparcero con Nicolás Terry Galarza-- situada en la calle Valdés donde hoy se encuentra el supermercado ALDI. Allí convivían otras dos empresas que Castro Merello tenía a medias, en esta ocasión con Fernando T. de Terry Galarza: Metalúrgica Portuense --dedicada a fabricar cierres de latas para las botellas-- y un lavadero de botellas para las bodegas. Eran pues, tres industrias auxiliares del sector vinícola porteño. Pero la crisis asomaba las orejas y ya no era productivo hacer cajas de madera. Aparece el cartón y Castro Merello no entra en ese negocio, empezando a hacer un ajuste de plantilla y saliendo de allí nuestro protagonista que era, prácticamente, el encargado de la Aserradora.

...continúa leyendo "1.367. JOSÉ TORRES HIGUERA. Carpintero de bodega."

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Las cantigas estan en un género medieval propio de la zona gallegoportuguesa en la que los trovadores ponían música a los poemas, que solían cantarlos los juglares. Ya he traído en otra ocasión las famosas Cantigas de Amigo del trovador gallego Martín Codax. Hoy te traigo una de la que sin duda es el corpus más conocidos de cantigas. Además, con una dedicación muy especial... ¡A mi ciudad donde vivo! Vamos a ello

Estoy hablando de las Cantigas de Santa María del rey Alfonso X el Sabio (1221-1284), rey de Castilla e hijo del también rey Fernando III el Santo (es decir, san Fernando). El apelativo de sabio no es algo gratuito ya que, además de sus habituales contiendas guerreras y de conquista, tenía tiempo de dedicarse a las bellas artes y la poesía. /En la imagen “Aparición de la Virgen a Alfonso X” Cuadro de grandes dimensiones que se exhibe en el Auditorio Municipal San Miguel. Anteriormente se encontraba situado en la escalera del antiguo Ayuntamiento de Plaza de Peral. Ha sido restaurado por los técnicos de Museo Municipal, Javier de Lucas y Juan José L.  Amador. (Foto Servicio Municipal de Restauración del Excmo. Ayuntamiento).

¿Quién no conoce las Cantigas de Santa María? Son unas 420 composiciones dedicadas a la Virgen María. A pesar de que tradicionalmente se las asigna al rey Alfonso, no puede comprobarse que fuese el autor de las mismas; es más, es algo muy improbable. El rey era un amante de las bellas artes, y seguro que era el impulsor de la composición de las cantigas, e incluso seguramente supervisor de muchas de ella, pero no pudo componerlas todas. La autoría del rey está asegurada en unas 10 o 12, y poco más; y esta autoría no es porque aparezca la firma del monarca sino por la temática y porque tratan temas muy personales.

Hoy traigo la Cantiga número 364 titulada Quen por serviço da Virgen. La cantiga cuenta cómo Santa María del Puerto protegió a treinta obreros que cavaban la tierra para construir una iglesia y se cayó sobre ellos la torre. Les contaré que Santa María del Puerto hace referencia a una advocación que radicaba en El Puerto de Santa María (sitio donde orgullosamente vivo), llamado Alcanate en la época del rey sabio. Dicho rey transformó la mezquita en un santuario sobre el que hoy se construye el Castillo de San Marcos. La imagen (aunque no completa) se conserva hoy día con la advocación de Nuestra Señora de los Milagros.

Aquí tienen esta cantiga interpretada por el conjunto Música Antigua dirigido por Eduardo Paniagua. Pueden leer el texto de esta cantiga haciendo clic aquí.

(Hacer clic en botón de PLAY abajo. Es posible que antes de la música tenga que escuchar algo de publicidad. Espere que pase y comenzará la música automáticamente. En la parte superior derecha verás dos controles que puedes deslizar con el ratón; el de la izquierda es con el que puedes controlar el volumen.) (Texto: José Gallardo Alberni).

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Cartel de la convocatoria. La actuación se celebró anoche en la Sala Hospitalito, con motivo de la Fiesta de los Patios.

Os lo habéis perdido. Acabo de salir del magnífico concierto que ‘nuestro’ grupo Blend acaba de ofrecernos en el precioso recinto del Hospitalito. He tenido la suerte de poder asistir y poder contarlo. Nos hemos encontrado muchos músicos de los 60: Julio, Lele, Pepe Palacios, Juande, etc… y otros amigos de entonces.

El ambiente ha sido estupendo, la música tratándose de Blend, relajada, cercana como se demostró con los coros que hizo todo el público. Ver moverse a jóvenes y no tan jóvenes me he hecho recordar momentos del Club Náutico donde nos creamos la amistad que todavía mantenemos.

Koky, José y Peli, en una foto promocional de 1978. Francisco Ramirez ‘Koky’, fundador del grupo, guitarra y voz, estuvo desde los comienzos hasta el final. Blend 73, Grupo Blend y Blend Trío. José Luis Parra ‘Peli’, bajo y voz, está en el grupo desde 1975 sustituyendo a José Manuel Vela hasta el final, Blend 73, Grupo Blend y Trio Blend. José Manuel Algeciras, batería y voz, cantante, se incorporó en el grupo en 1978 y refunda junto con Koky y Peli el Grupo Blend como trío. 

Koky, José y Peli, anoche, durante un momento de la actuación.

Los integrantes de Blend, gradecidos, correspondiendo a su público.

Blend nos ha amenazado conque este ha sido su último concierto. No lo conseguirán. Estos ratos que  nos unen no deben desaparecer. No queremos. Así que, Koki, Peli y Jóse estáis advertidos. No conseguiréis, no os dejaremos. Así que no os despido sino que os digo: hasta la próxima.

No quiero terminar sin saludar a vuestras mujeres ‘las sufridas mujeres del músico’ que, además de guapas y simpáticas están mejor que nunca. Os necesitamos, tenéis todavía una capacidad de convocatoria que parra sí quisieran otros. No cambiéis, sois fenomenales personas y mejores músicos. Hasta siempre. (Texto: Pepe Arcas de los Reyes. Club Cocodrilo, ex Ever Play). P.D. Si no habéis asistido os lo habéis perdido.

Más información en GdP.
762. GRUPO BLEND. 12 años de música.

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En cierta ocasión nos invitó a comer caracoles a su casa el cantaor José de los Reyes ‘el Negro’. Creo recordar que venían, entre los invitados, Miguel ‘el Gitano de Bronce’ y mi inolvidable amigo el guitarrista Robertito Ceballos. Cuando entramos en su cuarto, se habían escapados los caracoles, y estaban de paseo por la pared. ‘El Negro’ nos decía: «--Esperarse, que los caracoles se guisan muy pronto». Le tuvimos que convencer para que los cocinara otro día. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

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Por el tiempo y la ignorancia olvidamos a personas  que marcaron en su época una  actividad artística en nuestra ciudad. Este es el caso de una estupenda cantaora y bailaora porteña, conocida como Rosa ‘la Chiva”. Trabajo me ha costado averiguar quién fue nuestra protagonista.

Rosa Moreno Franco ‘la Chiva’, nacida en 1895 en El Puerto, en la calle La Rosa. Falleció en la calle Santa Clara, a los noventa años de edad, en esta localidad que la vio pasar por muchas penurias y sacrificios que le marcaron profundamente la vida. Despejando la pequeña biografía de Rosa, la vida le trató muy mal, fue una mujer muy desgraciada en su matrimonio, su marido la abandonó con dos hijas pequeñas, por lo que tuvo que buscarse la vida como pudiera para poder sacar a su familia adelante. Trabajo en el Hostal Loreto, en la cocina fregando platos, echando medios días lavando, encalando en casas particulares de esta zona del Puerto, en el campo en la recogida de garbanzos y en lo que hiciera falta. En el tiempo de los higos de tunas, los vendía por las casas de vecinos.

Según me contó José L. Moreno ‘Patino’, nieto de Rosa, «--Sus bisabuelos  emigraron al Puerto, a finales del siglo XIX, procedían de Higuerita, pueblo de la provincia de Huelva. En los pueblos antiguamente se conocían a sus habitantes por los apodos, ‘la Chiva’, como título nobiliario flamenco, lo heredó de su madre». Investigando en el Archivo Histórico de El Puerto, me he llevado una gran sorpresa con el padre de Rosa: fue un estupendo cantaor. Comprobando padrones del año 1895 al 1920, los bisabuelos de Patino, el pescadero, no procedían de la provincia de Huelva, como nos dijo, los dos nacieron en El Puerto. El nombre de su bisabuelo, Manuel Moreno Gálvez, nació 1851, de profesión  herrero y cantaor flamenco, según Tío Alonso ‘el del Cepillo’ y José de los Reyes ‘el Negro’. La bisabuela Rosa Franco Sanchez, nació en 1858. Posiblemente los que nacieron en Higuerita, fueron sus tatarabuelos.

HABLAN DE ‘LA CHIVA’.
He preguntado a muchos amigos aficionados, nacidos en esta Ciudad, como a mi compadre y amigo Luis Gatica Rivas que vivió una gran parte su vida en la calle de Santa Clara y me dijo que «--La conocía del barrio, pero no tenía referencia que cantara y bailara. Posiblemente porque su trayectoria artística fue muy corta, por su afición al tabaco y a los malos momentos que le toco vivir en esta vida de escasez y pobreza por las que pasó».  /En la fotografía de la izquierda, Luis Gatica Rivas.

Los primeros comentarios que yo he escuchado sobre esta mujer fue del inolvidable amigo y sabio Tío Alonso ‘el del Cepillo’: «--Era familia mía lejana, buena cantaora y bailaora por fiesta, se partió la voz muy pronto».

José de los Reyes ‘el Negro’: «--Rosa cantaba y bailaba, muy bien por fiesta». Pepa Campo: «--Era mayor que yo de edad, y una persona muy corta de genio, y estupenda cantaora y bailaora». Mi inolvidable amigo Ramón Orillo, me comentó: «--Yo no la escuché cantar, ni la vi bailar, pero mi abuela Antonia, ‘la Obispa’, decía de Rosa, que era un bicho cantando y bailando, por Luisa del Puerto, era muy humilde y rarita de carácter».  /En la imagen de la izquierda, José de los Reyes 'el Negro'.

CASAS DE TRATO O DESAHOGO.
Grandes recuerdo tengo de Joaquín Albaiceta Núñez. (El Puerto 1910-1990). Cuando se vio inscrito en el Diccionario Enciclopédico Flamenco, como guitarrista, le cayeron algunas lagrimillas por sus mejillas. Como curiosidad, en los años cuarenta, se buscaba la vida con su guitarra, en lo que antes llamábamos ‘Casas de Trato’, acompañando a cantaores y bailaores como: ‘el Chumi’, Manolo Barrera, Rafael ‘el Gitano’ y algunos que en aquel tiempo estaban casados y no quería mencionar sus nombres. A los clientes de estas ‘Casas de Desahogo’, les gustaban meterse en fiestas con las señoras o señoritas de ‘vida alegre’, frase con la que no estoy de acuerdo. Estas casas estaban situadas en nuestra ciudad en las calles la Victoria y Postigo.

...continúa leyendo "1.352. ROSA MORENO FRANCO. ‘La Chiva’, una desconocida."

Marina Gallardo es una cantautora portuense nacida en 1984, que mezcla en sus canciones los parámetros del folk oscuro y psicodélico con la música americana de raíz. “Some Monsters Die And Others Return” (2010) es su segundo trabajo editado por la discográfica catalana Foehn Records y grabado en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María.

Su primer álbum también fue editado por Foehn y se titulaba “Working To Speak” (2008). Si bien en el primero había conseguido crearse un espacio propio dentro del folk estatal, en este segundo álbum mejorar y expande su obra con una multitud de detalles sonoros y temáticos que la convierten en una de las cantautoras españolas menos previsibles y más originales del momento. Pulsar para escuchar: "Hoy empieza todo" de su segundo álbum.

Marina Gallardo. Foto: Dani Cantó.

"Entiendo la música como un refugio de la realidad", afirma Marina Gallardo. Cantante, compositora, estudiante de filosofía, a la que le quedan ocho asignaturas para acabar la carrera, y dice que la acabará. Su música viaja a espacios próximos al mundo anglosajón. "No tengo conocimiento de la tradición andaluza", asegura. La han catalogado de cantante folk, pero los experimentos musicales en ambos discos desmienten parcialmente la catalogación. Su universo sonoro, que busca suscitar sensaciones en el oyente, es difícilmente reproducibles en el directo, según reconoce ella misma. "Tengo que readaptar las canciones, no tenerlas en cuenta, para que cada una tome su forma". Frente a lo conceptual de esos temas, Gallardo señala que ha querido ser más espontánea en el tercer disco. Conceptual quiere decir concebir una obra bajo un tema concreto: la monstruosidad de la segunda grabación, por ejemplo, en la que lo monstruoso remite "a los miedos y la experiencias que se viven y que una tiene que ir superando".

El disco, tal y como lo describe su discográfica Foehn Records, "se puede entender como una suerte de biografía de lo monstruoso, que va desde los orígenes de la conciencia hasta la madurez de la persona y el artista que ha encontrado, al fin, los muebles que deben componer su mundo. Así, a pesar de que 'el mundo ya esté hecho', lo cierto es que no tenemos otro remedio que sobrellevarlo e inventar otro".

La lengua con la que Marina Gallardo canta sus temas es el inglés, "que remite a mi realidad y mi cultura, que han sido anglosajonas, aunque con el tiempo he ido escuchando otras músicas". El uso del inglés lo atribuye a una "cuestión de ritmo". "Compongo en ese idioma porque es en lo que me sale expresarme. No me lo planteo. Cuando he leído poemas míos en español, me decían que eran más monótonos, mientras que en inglés encuentro sencillez, ritmo... es un lengua muy directa".

ENSEÑANZA.
Estudiar filosofía "fue como un pálpito", dice. Atravesó una etapa existencialista, "propia de la edad", y quiso conocer; aunque algunos de sus intereses (la poeta argentina Alejandra Pizarnik, el dramaturgo Antonin Artaud) distan del academicismo de la enseñanza filosófica. Pero emplea el conocimiento del pensamiento para expresarse. Su visión del mundo toma de Schopenhauer la idea de que la vida es dolor y solo cabe la compasión. Pero niega tener una visión poco amable del mundo. Comparte la idea de Schopenhauer, pero la contrapone a Nietszche, "que aun en el sufrimiento se aferra a la vida". Y ella añade el amor. Y la música. "No solo hay sufrimiento. Cuando estamos mal, la música te sirve para salir de él. Es un bálsamo". Pero no cree que acabe siendo una filósofa que canta. O una cantante que filosofa. "Trabajo como programadora de páginas web". De manera que la filosofía le interesa más por lo que le abre como vía de reflexión sobre el hecho artístico. (Texto: L. Barrera).

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Ángel González Piñero reside en El Puerto desde hace 10 años, habiendo creado hace dos una Academia de Música en nuestra Ciudad, en la calle de Los Toreros. Nacido en Cádiz cursó sus estudios musicales (solfeo, guitarra, armonía, contrapunto, fuga, música de cámara, historia de la música universal, musicología española, estética musical, etc...) en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, ampliándolos después  en el Conservatorio de Munich.

TOCANDO CON LAS DOS MANOS.
En una segunda etapa de sus estudios, preocupado por el dilema del cultivo de las dos escuelas que existen para tocar la guitarra clásica, como son la pulsación con la uña, de  sonoridad: metálica, brillante y espectacular o la pulsación de la yema de los dedos, de sonoridad: intima, dulce, profunda y pura, estudia de nuevo la guitarra pero esta vez con la mano izquierda para ser tocada con las uñas, mientras que con la derecha tocaría con las yemas de los dedos. La técnica de la yema de los dedos y tocando con la mano derecha, la emplea para el repertorio del Renacimiento y primer periodo del Barroco, mientras que la técnica de la uña de los dedos y tocando esta vez con la mano izquierda, la emplea para el repertorio del segundo periodo del Barroco, Neoclásico Romántico y Contemporáneo.


DERECHA E IZQUIERDA.
La guitarra de la mano derecha tiene unos surcos a lo largo del diapasón para poder conservar las uñas que luego se emplean al tocar con la mano izquierda. La guitarra de la mano izquierda está construida por el luthier Ignacio Fleta (año 1969), para ser tocada con la mano izquierda, siendo la única guitarra construida por él, para ser tocada como si se fuera zurdo.

Ángel G. Piñero causa la admiración de los diferentes públicos por su gran facultad (única en la historia de la música), de tocar este instrumento con ambas manos. Se abren así nuevos horizontes para el estudio del instrumento y siendo el único concertista de la historia de la guitarra que consigue las dos sonoridades dándole a cada una de ellas el lugar que le corresponde en el repertorio general de la música.

CONCIERTOS.
Angel G. Piñero ha dado numerosos conciertos a lo largo de su carrera, destacando su participación en el “Festival Internacional de Guitarra de Munich”, Sala de los Tapices de los Reales Alcazares de Sevilla, II Ciclo Musical de San Mateo de Oviedo, I Bienal Internacional del Sonido de Valladolid y sus actuaciones en el Palacio de la Música de Barcelona. También, hay que destacar las grandes giras realizadas por Ángel G. Piñero por España, Europa y Estados Unidos en donde, además de sus conciertos, ha desarrollado seminarios sobre Música Barroca y ciclos con el título de “Historia y Técnicas de la Guitarra Clásica Española”.

...continúa leyendo "1.311. ÁNGEL GONZÁLEZ PIÑERO. Concertista, estudioso, innovador y profesor de guitarra."

Al realizador rumano Valerio Lazarov, primer director general de Telecinco le sirvieron de inspiración El Puerto y alrededores  para una serie de especiales que preparaba para TVE en el otoño de 1971 y que se rodaron íntegramente en la provincia de Cádiz, hace ya 40 años. El programa se llamaba '360 grados en torno a Marisol'.

Este programa formaba parte de la estrategia de la televisión nacional de ofrecer unos contenidos que hicieran creer a la población que vivían en un país moderno y libre de censuras. El proyecto lo había firmado Adolfo Suárez, cuando era director general de RTVE, y el mediático Luis Ángel Delaviuda (fundador de Antena 3) como director de antena.

Unos años antes Lazarov, literalmente huyendo del régimen de Ceaucescu, había despuntado en la cadena española con el musical ‘El irreal Madrid’. Lazarov, precursor del ritmo del videoclip televisivo y obseso con las posibilidades del zoom, tenía barra libre para sus programas de entretenimiento: además de dar una presunta imagen de modernidad para el interior, sus programas, que eran adquiridos en muchos países de Europa y Suramérica, transmitían una imagen de España como país avanzado.

El desaparecido Varadero de Pastrana y el también desmontado puente de San Alejandro.

Aunque en los títulos de crédito de ‘360 grados en torno a Marisol’ no aparece nada sobre los lugares elegidos (incluso en la Wikipedia se habla de "la provincia de Málaga"), el programa emitido en 1972 en la Primera Cadena fue un escaparate turístico de El Puerto y Cádiz, a mayor gloria para el relanzamiento de la carrera de Marisol. Otro espacio de la serie musical, el dedicado a Carmen Sevilla, también se grabó en buena parte en la provincia.

Marisol y Tip y Coll en el Castillo de San Marcos

El castillo de San Marcos de El Puerto, a lo Polanski-Lazarov  quería emular a Polanski en 'El baile de los vampiros' y creó una versión carpetovetónica en el castillo de San Marcos, en El Puerto, para este programa de Marisol de 1972. La cantante junto a Tip y Coll y sus bailarines danzan por las almenas con vistas a la Bahía.

...continúa leyendo "1.300. VALERIO LAZAROV Y EL PUERTO. Hace 40 años."

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Grabado de Taylor & Cooker. El edificio de la izquierda es una mansión de un miembro de la familia Vizarrón y el de  la derecha, la casa propiedad de ‘los Giles’, donde estaban ‘Los Maera’ y en la actualidad está el Bar ‘La Garnacha’. La calle que nace es la calle Luna vista la perspectiva desde la Plaza de las Galeras.

Parece mentira que Cádiz y los Puertos que fueron los pilares fundacionales del flamenco, no se hayan percatado de que estamos en 2012 y que en 1812 ya bullían en Cádiz y los Puertos muchísimos gérmenes de cante, unos ultramarinos, otros de raíz propiamente gaditana, pero todos rodados por la tradición oral que venía desde antiguo. El llamado “cante de ida y vuelta”, no es cosa de un día. A los toreros, y galleros que han hecho las américas  en las postrimerías del siglo XIX y en el XX hay que sumar a las reales hembras, como Pepa de Oro que acompañó a su padre, Paco de Oro, en las campañas taurinas americanas y nos trajo su milonga.

AUSENTES EN LAS INDIAS.
Pero mucho antes, en el XVIII, no hay que olvidar a los gitanos censados en El Puerto de Santa María, en 1717 y 1783, como “ausentes en las Indias”, me imagino que como tripulación, porque no figuran en el Catálogo de Viajeros.  Y entre esos “ausentes en las Indias” están el padre y un hermano del herrero, hoy confirmado portorrealeño, nacido  en 1755, pero vecino de El Puerto, casado en  Jerez y nuevamente vecino de El Puerto,  Luis Fernández Morón, “el de la Juliana”. Y “ausentes en las Indias” son, en los documentos del XVIII, los gitanos portuenses Juan Bermúdez, Juan Francisco de Padilla y Pedro Cintado, que se “ejercitaban en navegar a Indias” y “pocos días después” del registro de 1717 hicieron  viaje  “en los navíos de Buenos Aires”. Volvieron “por carnestolendas” de 1721.  También,  en el registro de 1717, los gitanos portuenses Alonso Ramírez y Antonio Conde son “navegantes a Indias”. Gaspar de la Oliva ‘el Nene’, Agustín de Aranda  José Sierra, Diego Felipe Núñez, Domingo Francisco Díaz o Tomás Rivero, gitanos de El Puerto, figuran  como “ausentes en Indias”. Como se comprenderá, esta es una simple muestra documental muy sugerente, y, desde luego, es mucho mayor el número de los  gitanos  bajoandaluces embarcados a las Américas.

En muchos  cantes,  en las soleares apolás, en la caña –la caña dulce--, por ejemplo, o en ciertas bulerías de los Puertos y en los tangos se aprecia claramente la influencia americana. Ello sin contar con las peteneras, las milongas, las guajiras, las vidalitas...

Lugar desde el que las tropas francesas asediaron Cádiz entre 1810-1812

Toda la constelación de cantiñas que nacen en el cerco de Cádiz, al amparo del fervor popular, deben ser puestas al conocimiento del  pueblo gaditano en el 2012. Pero con rigor científico. Me temo que van a salir muchos marisabidillos que,  nos van querer sorprender, otra vez, con los “hallazgos” falsos, como siempre sucede, y se van a arrimar al poder para sacar tajada. ¡Mucho cuidado! Se impone un serio Congreso, con gente seria, que la hay, para que aflore todo el rico cante del Cádiz de 1812, fruto de trabajos de campo concienzudos y de rebuscos documentales serios. Veremos. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Juan José Vargas y Vargas, "El Chozas", (Lebrija 1903-1974) viene a mi columna de notables como primitivo actual. Era un heterodoxo y un surrealista y, desde la heterodoxia y el surrealismo, un creador. Él pensaba que sabía cantar por bulerías y, sin embargo lo que cantaba era una otra cosa imprecisa, pero hermosísima. Todos los jueves, desde el Cortijo de Villarana, en El Puerto, donde estaba de manijero, venía a verme y me contaba y cantaba cosas inverosímiles. Aficionado a la historia, "sabía" y relataba, con todo detalle, la boda de Isabel La Católica con el General Espartero (?), cuya representación plástica se encontraba, según él, tallada en madera en el aparador del comedor de Don Bernabé Rico, en Jerez. Aunque, a decir verdad, en el aparador, estilo "remordimiento", lo que había era una representación del cuadro de Pradilla  de la "Capitulación de Granada".

...continúa leyendo "1.277. JUAN JOSÉ VARGAS Y VARGAS. El Chozas."

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Antonio Gutiérrez Navarro es un artista polifacético: ha sido novillero, canta flamenco, pinta con arenas de colores y compone letras de canciones. Antonio Puerto, su nombre artístico nació en El Puerto el 8 de noviembre de 1958, en la calle Santa Fé 27, cuarto de los cinco hermanos del matrimonio formado por los porteños José Luis y Emilia. Su familia vivía en la Finca ‘El Águila’, en la carretera de Fuenterrabía, y ya de mayor en la barriada de Los Milagros. Está casado con María del Carmen Martín, con quien tiene una hija, de nombre Lidia.

1958.
El año del nacimiento de nuestro protagonista, cesaba como alcalde  Luis Caballero Noguera, relevándole en el puesto Miguel Castro Merello. Ese año, El Puerto se incorporaba al Plan de Abastecimiento de Aguas de la Zona Gaditana, en el que la captación, depuración y conducción hasta las ciudades será gestionado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, quedando la distribución a cargo de El Puerto. Se captaba el agua en el Pantano de Los Hurones, se depuraba en Cuartillos, se almacenaba y regulaba en los depósitos de San Cristóbal y La Belleza pasando a la red municipal que se hacía cargo del servicio.

Antonio, sobre una burra en la Finca 'El Águila'.

Comenzaban en 1958 las obras en el Colegio La Salle ‘Santa Natalia’, fallecía el Premio Nóbel Juan Ramón Jiménez, alumno que fue del colegio de los Jesuitas, Rafael Alberti publicaba ‘Sonríe China’ escrito conjuntamente con su primera esposa.

Se constituía la comisión reorganizadora para la refundación de la Hermandad del Rocío, se incorporaba la talla de un Cirineo, labrado por Francisco Pinto Berraquero, al paso del Cristo de la Hermandad de los Afligidos, el escritor Luis Goytisolo --vinculado a El Puerto-- iniciaba su carrera literaria con su novela ‘Las Afueras’, el 21 de septiembre en el encuentro de fútbol  Portuense vs Ayamonte quedaban 2 a 1  y moría el maestro Felipe Lamadrid Gutiérrez. /En la imagen de la izquierda, cartel anunciador de la Corrida y Novillada 'a plaza partida', en 1958.

Ese año de 1958 El Puerto vería la Plaza de Toros partida, el 31 de agosto se celebrarían dos festejos: corrida y novillada. Rafael Ortega, Gregorio y Juan A. Romero formaron la terna de la corrida y Pepe Álvarez, Emilio Oliva y Rafael de Paula la de la novillada. Precisamente ese año el torero de las Pajanosas (ver nótula núm. 294 en GdP) Pepe Álvarez recibía un homenaje en el restaurante ‘El Resbaladero’. El 20 de junio siete toros en la Real Plaza para Ángel Peralta, Rafael Ortega, Gregorio Sánchez y Curro Girón.

De pequeño, Antonio estudió en el Colegio Manuel Siurot, en uno rural cuyo nombre no recuerda, en SAFA y en Cristóbal Colón. Trabajaría en las caballerizas de Terry, en el campo y en la construcción.

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Antonio Jiménez Salguero, nació en El Puerto, el 2 de Abril de 1902. Este hombre marcó unos años de los treinta a los sesenta, en esta Ciudad, donde muchos porteños o portuenses recordamos su arte y le reconocemos como parte de nuestra historia y patrimonio de El Puerto. Poco hablador, de profesión limpiabotas o betunero, de talla media para aquella época. Lo recuerdo con su caja en la mano y su banquito debajo el brazo, camino de la cadena de bares, que en aquellos tiempos arropaban a la plaza de Abastos: Bar los Dos Pepes, Bar Casa Pancho, Bar los Milindris, Bar Rueda, Bar El Nº 3, Bar la Burra, y Bar Juan Rabago, entre otros. Esta fue su ‘zona de caza’ zapatos. En algunas ocasiones visitaba los Casinos de la calle Larga, y algunos establecimientos de la zona centro. Cuando sacaba el dinero, que el creía que era suficiente, marchaba para casa, y siempre decía: «--Mañana el Pare Dios dará». Vamos a relatar una buena colección de anécdotas de su vida. /Foto: Colección LSA.

Nunca bebía metido en faena, siendo muy responsable en su trabajo, aunque algunos digan lo contrario. En sus buenos tiempos, vestía chaqueta oscura y calzaba botas de tacón cubano, y pañuelo al cuello, tocado con una gorra, siempre aseado. En verano cambiaba chaqueta, por una camisa cubana, y las botas, por alpargatas.

Como buen calé, supersticioso, el día que salía a la calle y veía algo raro o extraño, volvía a su domicilio, se encamaba hasta la mañana siguiente. Tenia muchos clientes y amistades tales como, Ramón Insua, dueño de varias carnicerías, Federico Sanchez Pece, secretario del Ayuntamiento, Natalio Jiménez, oficinista de Osborne, amigo y un monárquico defensor de los derechos del Conde de Barcelona.

Y Luis Bootello, jefe de estación de El Puerto, gran aficionado, por su casa pasaron grandes artistas, como fueron Caracol, Lola Flores, Ramón Velez, El Beni de Cadiz, y José Brea ‘Breita’, decía del Caneco: «fue un hombre que no le gustaba cantarle y bailarle a cualquiera, tuve que rogarle mucho, para poder verlo actuar». Podría mencionar machas mas personas relacionada con el, pero creo dejarlo aquí, porque sería interminable.

La calle Sierpes, en el lateral de la Plaza de Abastos.

En estos tiempos los mayetos de Rota, y camperos de El Puerto, exponían y vendían sus producto de frutas y hortalizas, en la Placilla; los días de venta para Antonio, eran su salvación, betunaba muchos pares de botas y zapatos de los señores camperos, de este rincón. Cuando entraba tiempo lluvioso y no podía trabajar, miraba al cielo exclamando, «Pare, déjame trabajar un poquito».

...continúa leyendo "1.252. ANTONIO JIMÉNEZ SALGUERO. ‘El Caneco’, duende y gracia."

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Estas imágenes, testimonio de un pasado reciente, lugares y objetos inexistentes, desaparecidos ya en la primera década de este siglo XXI, son un recordatorio de hacia donde va El Puerto. Y lo de lo poco que va quedando.

Casa situada junto a la extinta Pensión de la Fruta, en la calle Ganado, donde viviían los padres del 'Arropiero', en cuyos bajos había una accesoria en que vendían, por Navidades, figuritas de nacimientos hechas en barro y alambre de un estilo muy primitivo. /Foto: AGR

Una de las salas del desparecido Museo Ramón Bayo, en la calle San Francisco esquina a Santa Lucía. La familia intentó, sin éxito que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la colección. Hoy, una parte de la exposición se encuentra en un museo gaditano y otra está a la venta por internet.

Puente de San Alejandro, el otro, gemelo que daba servicio a la línea de tren Madrid-Cádiz, salvado in extremis, espera destino para ser colocado en el río San Pedro, a la altura del Parque de los Toruños.

El Restaurante El Cortijo, en el Paseo de la Victoria, durante la celebración de una boda. /Foto: Colección Carlos Pumar Algaba.

Fotograma de la película 'Fugitivas' donde aparece la recientemente desaparecida Estación de Trenes.

Vapor y pesqueros en el antiguo muelle, cuyo edificio hoy está reconvertido por mor del afán recaudatorio de la Autoridad Portuaria en...

Discoteca Joy Sherry, en el edificio inconcluso del palacete al estilo francés 'Petite Trianón', en la carretera de Sanlúcar. Proyectos para hotel y otros usos no terminan de ver la luz. ¿Acabará destruido?

El Teatro Principal, pasto de las llamas ¿y de la especulación? en 1984.

Tabernón de Merello, en la calle Santa Lucía, uno de los últimos vetigios de las tabernas con solera de El Puerto, hoy desaparecido.

Colegio del Asilo de Huérfanas en la calle Cielos, esquina con Cervantes.

Balneario de Aguas Termales en La Puntilla, desaparecido en 1980.

Dunas, pinares, monte bajo y pinares de la playa de Fuenterrabía.

Selección de imágenes de la Colección de Antonio Gutiérrez Ruiz.

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El Obispo y La Obispa,

Una de las grandes cantaoras de El Puerto de Santa María desconocida por los aficionados de esta Ciudad y del resto de la España flamenca es La Obispa, abuela materna y matriarca de la familia cantaora de los Núñez Núñez, como son: Orillo de El Puerto, Juan Núñez, Rancapino y Manolo de los Ríos, biznieto por parte materna.

Actualmente hay bisnietos de La Obispa que pueden llegar muy lejos en el flamenco como el ya mencionado Manolo de los Ríos y un hijo de Rancapino que lleva una carrera ascendente, apodado Rancapino Chico. Todos los componentes de esta familia tienen un sentimiento de compás extraordinario, son grandes festeros, lo traen en los genes flamencos de sus antepasados. Con esta mujer se han cometido grandes errores en cuanto a su categoría como cantaora, con su nombre, apellidos, lugar de nacimiento y demás datos.

DICCIONARIO DE FLAMENCO.
Ojeando el Diccionario Enciclopédico Flamenco Ilustrado, me encuentro con los datos que aportan sobre esta mujer de la cual dice textualmente: “Obispa, La. Nombre artístico de Antonia Núñez Heredia. Chiclana de la Frontera. (Cádiz>), 1894-1976. Cantaora. Abuela de Rancapino y Orillo del Puerto, su trayectoria artística la proyectó en fiestas íntimas, hasta que en 1974, con ochenta años obtuvo el primer premio por alegrías en un concurso celebrado en su ciudad natal; participó al año siguiente en el festival Fiesta de la Parpuja”.

La persona que aportó los datos de La Obispa al Diccionario ya mencionado no tenía ni idea. Le colocó los apellidos del marido, que era un gitano nacido en el primer tercio del siglo XIX, en Chiclana , de nombre Ramón Núñez Heredia, y de profesión herrero.

Quiero hacer constar que este artículo no lo escribo como crítica, sino por aclaración de la verdad, ya que yo colaboré en ese Diccionario Flamenco, una estupenda obra en la que se puso mucho cariño, y más conociendo lo pulcro que es en sus escritos flamencos mi amigo al que yo considero, José Blas Vega.

CALLE CERVANTES.
Yo llegué a conocer a La Obispa, vivía en el barrio gitano, en la calle Cervantes número 8, a unos cien metros de mi casa; tuve la suerte de oírla cantar en varias ocasiones. En el Padrón de El Puerto de Santa María, del año 1950, aparece viviendo con su hija Eduarda Núñez García en la calle ya mencionada. En este domicilio vivieron los últimos años de su vida. Esta mujer fue hija de gitanos gallegos emigrados al Puerto en 1870, su nombre y apellidos eran Antonia García Moreno, nacida el 24 de noviembre de 1886. Falleció el 12 de abril de 1963, según consta en el libro número 6, folio 24 vto. 33, de la iglesia de San Joaquín.

Según me comentó José Brea ‘Breíta’, el la escuchó cantar en varias ocasiones, pero la que más recuerda fue en Vejer de la Frontera, en un bautizo de un familiar de La Perla de Cádiz, en los años cuarenta. Cuando esta mujer terminaba de cantar los gitanos se rompían las camisas.

AGUJETAS, EL NEGRO, TÍO ALONSO…
El Viejo Agujetas anduvo veintiséis kilómetros de Rota al Puerto para oírla cantar. Quedó prendado del cante de esta gitana. José de los Reyes el Negro, la oyó cantar en muchas ocasiones, pero cuando más le impresionó fue en un bautizo de un hijo de La Tormenta, gitana vecina de La Obispa, en el año 1938. Tío Alonso el del Cepillo, cuando la escuchó cantar dijo esta frase: “--Lo mejor que hizo su marido: no dejarla cantar, porque en aquellos tiempos hubiera sido una ruina para este hombre, de cómo cantaba esta mujer”…. /A la izquierda, Tío Alonso el del Cepillo.

ANZONINI, CARACOL, ORILLO…
A mi amigo Azonini, en su último viaje a Madrid, le pregunté si había oído cantar a La Obispa y me dijo que sí, que cuando él tenía unos veinte años la escuchó en una boda gitana, a ella y Diego el Gurrino, que eran dos fenómenos en los cantes gitanos de Los Puertos. Manolo Caracol mandó llamar a Orillo y le dijo: “Ramón, quiero que me acompañes al Puerto de Santa María para escuchar cantar a tu abuela”. Pero no pudo ser porque un mes antes del viaje, falleció Tía Antonia La Obispa.

Hablando con Ramón Orillo, como le llamamos aquí en El Puerto, le pregunté que le parecía su abuela cantando. Me dijo: “--Mira Antonio, el flamenco es tan ingrato, que hay cantaores fenómenos que pasan sin pena ni gloria, este es el caso de mi abuela. Yo la conocí cantando en muy buena forma, era genial y lo pueden atestiguar muchos aficionados flamencos que viven todavía”. /A la izquierda, Orillo.

Y me siguió contando Orillo: “--Pastora Pavón Niña de los Peines y su marido Pepe Pinto la oyeron cantar en una fiesta en Chiclana y se la quisieron llevar con ellos a Sevilla. Mi abuelo dijo que tenían que pasar por encima de su cadáver y no le habló más a estos dos grandes artistas. Te puedes imaginar como cantaba mi abuela”. También me contó Orillo que su abuela tenía parentesco con Gitanillo de Triana y Curro Puya, dos toreros gitanos del siglo XIX.

EN EL PUERTO.
Yo la oí cantar un par de veces en El Puerto, la primera fue en 1959, en la celebración de una Toma de Dichos. La segunda sucedió en 1961, con mi inolvidable amigo José el Negro. Tenía yo cuando la escuché esta segunda vez 19 años, y está la siguiente anécdota: Me encuentro con El Negro en la Plaza de Abastos y le pregunto: “—Donde vas, José”. El me responde: “—Voy p’casa”. Y como los dos vivíamos en la misma zona, nos marchamos juntos para esta. Al pasar por la puerta donde vivía Tía Antonia La Obispa, estaba sentadita en una silla de anea. Al verla, nos paramos para hablar con ella. El Negro, como era un pícaro, empezó a cantarle para que ella le respondiera, pero ésta callaba. En de esas le dice El Negro: “—Tía te voy a cantar la soleá de Teresa Mazantini”. Cuando terminó de cantar le respondió Tía Antonia muy seria: “--¡Ese cante no es como tu lo haces!”, y salió cantando por soleá de tal forma que nos quedamos los dos asombrados de lo que guardaba esta mujer dentro. Tenía un dominio de los tonos medios fenomenal, hacía de manera magistral el cante por soleá de la Mazantini a la que, según ella, llegó a oírla cantar y de la que fue una gran admiradora. /El Negro, en la imagen de la izquierda.

Hablando por teléfono con Luis Suárez Ávila, colaborador de GdP, le pregunté si había oído cantar a La Obispa. Me respondió que sí, en los años sesenta, en un Casino que había en la calle Larga en El Puerto; la escuchó cantar por siguiriyas y romances. Y por último, comentando con mi gran amigo Luis Gatica algunos datos sobre La Obispa, me dijo que cantaba estupendamente y daba su vueltecita por fiestas con mucha gracia.

En la Peña Carnavalesca ‘La Parra Bomba’ había una foto en la que aparece La Obispa junto a su marido. Esta peña gana en 1998 un primer premio de comparsa en el Carnaval de Cádiz. La gran mayoría de sus componentes son de raza gitana. Uno de ellos, José de los Ríos Núñez, socio fundador de la entidad, estupendo músico comparsista, muy conocido en los medios carnavalescos gaditanos, es biznieto de Tía Antonia, hermano de Manolo de los Ríos.

Tía Antonia vivió en muchos pueblos de la costa gaditana, debido al oficio de su marido. Éste se dedicaba a hacer anclas, clavos y útiles para los barcos de pesca. Se quedó viuda en los años cuarenta y se instala definitivamente en El Puerto, la ciudad que la vio nacer. Como dato aclaratorio diré que la información sobre los ancestros gallegos de La Obispa son datos aportados por su familia. Esta mujer no llega a los ochenta años, como dice el Diccionario Flamenco, sino que murió con setenta y siete como indica la defunción. Finalizo con este poemilla:

Tía Antonia,
Tu cante por toná
Me trae aromas
A clavitos y canela
A yerbagüena y azahar.
Tu música a yunques
Y martillos a compás.
Y tu voz de terciopelo morá
Desgarran quejío fragüero
Templando a fuego
Al rojo metal.

(Texto: Antonio Cristo Ruiz.)

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Mi nombre es Antonio Cristo Ruiz; me dejé caer por este mundo el 30 de Junio de 1943, en El Puerto. Mis padres: Lino Cristo Charneco, y Carmen Ruiz Camacho; el primero nació en Portugal, en una aldea de pescadores llamada Alagoas, (Faro). Se vino a El Puerto, con quince años, era de profesión marinero y chatarrero, apodado “El Portugués”. Mis abuelos paternos, Carolina y Juan, del mismo pueblo que mi padre. Mi madre nació en Badalona, y se crió de pañales en esta Ciudad. Mis abuelos maternos, Carmen y Antonio, los dos de la vecina San Fernando. Hoy, por desgracia, mis padres no se encuentran entre nosotros, fallecieron con 93 y 89 años. Somos cinco hermanos, dos varones y tres hembras, por orden de edad: Antonio, Juan, María del Carmen, Lina y Consuelo, mis hermanas amas de casa. Mi hermano Juan, hoy jubilado, se dedicó a la compra y venta de chatarra, en la calle de La Rosa, donde siempre tuvimos el negocio.

El pequeño Antoniio, con apenas un año, en 1944.

AÑOS CUARENTA.
Los  años cuarenta  fueron  tiempos  de mucha escasez de  alimentos,  pasaron muchas necesidades las familias portuenses. Afloraron muchas enfermedades, como la tuberculosis pulmonar. Me contaba el hermano de mi madre, mi tío Pepe Ruiz Camacho, muy conocido en el Puerto por ‘El Landa’, (ver nótula núm. 001 en GdP), propietario del kiosco de prensa que había junto al Hospital Municipal en desuso en la calle Micaela Aramburu. Llegó a probar las cascaras de plátanos, como si fueran  berenjenas fritas; le pregunté si estaban buenas de comer, a lo que me contestó: «--Cuando hay hambre se come lo que haga falta».

Antonio, a la izquierda de la imagen, con sus padres y hermanos Carmen, Lina y Juan, en una imagen de la Feria de Ganado, delante de un puesto de atracciones. Año 1955

AMIGOS DE LA INFANCIA.
Nací en la calle Capillera 7, en la casa conocida en aquel tiempo, por la  del Cabo Mulero donde estuvimos hasta 1956. Tengo gratos recuerdo de esta zona alta de El Puerto, mis primeros amigos fueron: Benito Sacaluga, Juan ‘el de los Carros’, Juan ‘de Soledad’, Antonio Iñiguez Macías, padre e hijo, Luis Iñiguez Sanchez, ‘el Teniente’, Carmela y Francisco Iñiguez Sanchez ‘el Boli’, Pedro Gil, Manuel y  Diego González Garrucho ‘Diego Vichera’, que falleció muy joven.

Los conocidos de este equipo de chavales son: Mariano Serrano “Nano”,  Nogués, Antonio Gatica “El Cuca” (con gorra), José Serrano (3º por la derecha); Jesús Carmé (8º por la derecha), de los agachados el 3º por la izquierda su primo Juan Murga Ruiz, a su derecha, Antonio.

Nos íbamos a jugar a la pelota, junto a la pared de la bodega de Luis Caballero, en la calle San Sebastián. Recuerdo cuando oscurecía, brillaba el fuego fatuo, estas luminarias suelen salir donde hay cadáveres enterrados. En esta zona estuvo situado el hospital de San Sebastián donde, posiblemente, hubo un cementerio.

CALLE CAPILLERA.
En frente de mi casa, José Brea ‘Breíta’, gran aficionado al flamenco nacido en Cádiz, tenía una Gallera de pollos ingleses de peleas, que exportaba a Sudamérica. Junto a mi vivienda había una tonelería, de dos socios, ‘el Torero’ y Agustín Álvarez, padre de Antonio Álvarez Herrera, (con nótula núm. 362 en GdP) primer alcalde constitucional en el actual periodo democrático por el Partido Comunista. Había una tienda de comestibles de José Fernández ‘Casa Joselito’ (ver nótula núm. 123 en GdP), gallego, patriarca de una gran familia dedicada a los negocios de la restauración de estómagos.

Casa Joselito en 1948.

ESTUDIOS REGLADOS Y DE LA VIDA.
Con cinco años entre en los Jesuitas, y salí con diez y seis años, con la oficialía de Ajustador. Intenté sacar el bachiller superior pero lo tuve que dejar por los desplazamientos de mi  trabajo por la Península. Hay estudios que te enriquecen, como la universidad de la vida; te aportan datos, que no puedes tomar de los libros, porque hay que vivirlos. Cuarenta años recorriendo casi toda España, y varios países europeos, tratando con sus gentes y costumbres.

CALLE SIERPES.
Con mis abuelos paternos viví varios años --de los cuarenta y cincuenta-- en la calle Sierpes 5. Me vienen recuerdos de la Plaza de Abastos, la Posada de las Columnas, el Bar Milindri, Comestibles el Cañón,  Tienda de comestible de Eloy, Juanito Custodio, El Bar de Pancho, Bar de Juan Rábago, Bar Manolo, del nº 3, Bar Rueda, Bodegón Casa Sancho, ‘Los Dos Pepes’, bar y comestibles, el taller de Cristóbal, que arreglaba ollas y  paraguas, y la carpintería de los hermanos Lobo,  con nótula núm. 159 en GdP.

Personas que conocí en esta zona de aquella época: ‘el Calé’, Manuel Bermúdez Junquera ‘Anzonini’ (ver nótula núm. 523 en GdP), Rafael Moreno Porto ‘el Lengue’ (con nótula 443 en GdP), Ignacio del Bar Milindri, Antonio Jiménez Salguero ‘el Caneco’, Delfín ‘el Montañés’, José de Los Reyes ‘el Negro”, Alonso Suarez de La O ‘Tío Alonso el del Cepillo’, Julio ‘el del Ocaso’, yerno del Cepillo, Francisco Gallardo ‘Paquito’, Sebastián Ganaza Cañas, 'Ojito’ (con nótula 290 en GdP) y ‘el Chumi’, nombre de Manuel Quintero García que da nombre a una peña flamenca. /En la imagen de la izquierda, Antonio Jiménez Salguero, 'el Caneco', limpiabotas de profesión y bailaor que empezaba las bulerías al revés, él mismo se cantaba y jaleaba.

CÁNDIDA LA NEGRA.
Por estas fechas vivía una mujer de piel negra, Cándida Huelva Jiménez  “Candida La Negra”, nacida en Luanda el 22 de Enero 1851 y fallecida en El Puerto en 1951. Falleció a la edad de 110 años. Las madres en aquel tiempo asustaban a los niños cuando no querían comer o dormir, con Cándida, que por cierto era muy buena mujer y le gustaban mucho los niños. Cuando pasaba por la puerta de la casa de mis abuelos, se paraba y echaban un rato de charla con mi abuela la portuguesa, ya que las dos hablaban el mismo idioma. (Ver nótula núm. 214 en GdP). Me contó Maria Morón “La Mona”,  que la escuchó cantar a esta mujer en una ‘Toma de Dichos’. Recordaba que tenía una voz muy  bonita, hacía un cante muy raro, aflamencado, vivía en la parte alta de calle Lechería.

Antonio Cristo con María 'La Morona'. Año 1964.

CALLE CERVANTES.
En 1957, nos trasladamos a la calle Cervantes 4, casa que hizo mi padre con muchos  sacrificios, muy cerca del negoció donde tenía instalada la chatarrería, en la calle de la Rosa, en aquel tiempo conocido como el ‘Barrio de los Gitanos’. En esta zona de El Puerto, me crié y estoy orgulloso de ello.

Tuve grandes amigos como fueron: Alonso Jiménez ‘Churrasca’, Rafael Herrera Arana ‘El Jerezano’, Angustias Flores Suarez, José Antonio Garcia Bernal, Diego Cortes ‘el Alpiste’, Manuel de los Santos ‘el Viejo Agujeta’, Tomasa de los Santos 'Agujeta', Manuel y Antonio Robles Romero ‘Chiculi Hijo’, Antonio Gatica ‘el Cuca’, Rafael Luque ‘el Caga’, Soledad de Los Reyes ‘la Mona’, Manuel de Los Reyes  ‘el de la Monjita’, Rafael Luque de los Reyes ‘el Monstruo’, Diego ‘el Mijita’, Manolo ‘el Avellana’, la familia de ‘la Tormenta’,  Antonia Garcia Moreno ‘la Obispa’, Eduarda Núñez Garcia, Lorenzo Vargas Ortega, Juan Núñez Garcia,  Ramón Núñez ‘Orillo del Puerto’ (con nótula 519 en GdP), Luis Vargas Ortega, José Luque Reyes, Joselito ‘el de La Mona’, Ángela y Ana Martin Gordillo, la familia de ‘Los Sopas’ ‘el Loco Viejo’, la familia Villar, familia de los Linares, familia de los Canteros, Jeromo Morón y Bernardo Morón ‘el Pastillita”, Miguel Jarana, Francisco Suarez ‘el Cohete’, … /En la imagen de la izquierda, agachado, Antonio Cristo, de pié su hermano Juan y Manuel de los Reyes 'el de la Monjita'.

En la imagen, los abuelos de Ramón Nuñez 'Orillo del Puerto', Antonia García Moreno, “Antonia la Obispa” y Ramón Núñez Heredia, “El Obispo”

No me quiero olvidar de Miguel Jarana. Estaba casado con una hija de la ‘Bilili’, de nombre Maria de los Reyes. Este gitano, fue uno de los mejores cantaores y bailaores, que hayan salido de El Puerto. No lo digo yo, lo dicen gentes que todavía están entre nosotros y le conocieron. Para Anzonini, fue el mejor junto a Manolito ‘el Soldao’.

EL PINTOR DE LA LUZ.
Y Juan Lara, el pintor de la luz. De este hombre tengo grandes recuerdos, vivió en la calle Rueda. Bohemio donde los hubiese. Recuerdo una anécdota vivida con Juan y con José de los Reyes ‘el  Negro’. Estábamos tomando café con churros en la cafetería ‘La Vega’, de Jerez, situada junto a la Plaza de Abastos. Juan llevaba un traje blanco de color hueso. José “el Negro”, le  comentaba: «--Juan, cuando me vas pintar a mi solo». Juan le contestaba: «--Pronto Negrito». El Negro, le puso la mano en la rodilla y le dio las gracias. Cuando quitó la mano, tenía una mancha bastante grande y negra en el pantalón, ante lo que exclamó el pintor: «--¿Negrito me has dejado un Tapies, en el pantalón?», siendo la respuesta del Negro: «--Juan, qué coño dices de la tapia, ¿te has vuelto loco?». Juan  y yo nos revolcábamos de la risa. /En la imagen, Juan Lara y José de los Reyes 'el Negro', en la casa del primero en la calle Rueda. Año 1982.

CERVANTES, POR OTRO NOMBRE ‘LECHERÍA’.
Había una fragua en la calle Cervantes, por otro nombre Lechería, frente al Bar Barranco, propiedad del ‘Veneno. Cuando yo la conocí la tenía su hijo Paco Suarez ‘el Cohete”. /En la imagen de la izquierda 'El Veneno', de la familia de los Cepillo.

En el barrio formamos un equipo de fútbol, al que pusimos de nombre ‘Zíngaros’. Les puedo asegurar que en aquel tiempo nadie quería jugar contra nosotros. En el Bar de Paco Barranco, teníamos nuestra sede social, situado en el número 7 de la calle Lechería tuve la suerte de escuchar mucho y muy buen flamenco.  Pido disculpas por no acordarme de todas las familias que vivieron en esta zona de El Puerto, y de algunos apellidos. Han pasado tantos años… que es difícil acordase de todos, posiblemente me deje muchos en el tintero.

Recuerdo en el barrio, entre los años cincuenta y sesenta, estuvo de moda por las necesidades perentorias, los hábitos morados de Jesús el Nazareno. Algo que me impactó y se me viene una letrilla gitana, por ‘Soleá’ que cantó en muchas ocasiones José A. Díaz Fernández ‘Chaquetón’ con quien pasé muy buenos ratos de amistad, que dice como sigue:

Tres hábitos de color morao,
de nuestro Pare El Nazareno,
en mi cuerpo san quemao.

Antonio Cristo con la selección de futbol del Colegio San Luis Gonzaga.

Bonitos recuerdos se agolpan en mi mente de aquellos años, entre 1957 a 1963, con los amigos de la Peña ‘El Troncho’ y de otros equipos de fútbol en los que jugué: ‘El Casamata’, la selección del colegio de San Luis Gonzaga, y otros dirigidos por el ‘Gordo Gatica’, Juan ‘Chiqueté’, Morro, y Antonio ‘el Churra’.

Antonio Cristo, Antonio, Manuel Espinar Fernández, Antonio Bernal, Eduardo Muñoz Luqye, Tomás, en la Estación de FF.CC. con destino a Rota. Año 1969.

LA FAMILIA Y PORTEÑOS EN ROTA.
En 1963 me eché novia en Rota, María Dolores Calderón Ruiz-Mateos, la que sería madre de mis dos hijas. Estas fueron otras vivencias, y otra forma  de enfocar  la vida. Tomé contacto con nuevos amigos de El Puerto, que también tenían novia en la vecina Villa de Rota: Eduardo Muñoz Luque, Manuel Espinar Fernández, Tomas Párralo, Luis Espinar Fernández, Antonio Arévalo y Juan Martin. Un grupo de amigos muy bien cohesionados. Todos los años que podemos nos reunimos y lo celebramos con una comida. Tengo dos hijas y una nieta, Estefanía, Maria Dolores y Cayetana, las que ocupan parte de mi tiempo cuando estoy con ellas.

MUNDO LABORAL.
Los primeros pasos en el mundo del trabajo los realicé con mi padre en la droguería y perfumería que teníamos en la calle Cervantes, y también ayudando en la chatarrería.

En Madrid, en 1984, en su oficina en el Laboratorio Central de Dragados y Geotecnia Cimientos.

No sería hasta 1969 que trabajaría por cuenta ajena, con Dragados y Construcciones, en los accesos al Puente León de Carranza como vigilante de obra.  En 1970, pasamos a la utopista de Sevilla-Cádiz, en el laboratorio, terminando en 1972. En 1973, Autopista del Mediterráneo, tramo de Tarragona, Valencia y Alicante, terminando en 1980, en esta fecha fui trasladado a Madrid, al laboratorio central de Dragados, y Geotecnia  Cimientos, SA,  situado en el polígono Industrial de Coslada. Soy vecino de Alcalá de Henares, donde llevo habitando más de treinta años.

Quiero recodara a muchos amigos de El Puerto, que hemos trabajado en Dragados y Geocisa: José Flores, ayudante ingeniero; Manuel Reinado Ojeda, Técnico de Obras; Ramón Lobo Cortes, Topógrafo; Manuel Bernal, Topógrafo; Juan Mena Alonso (ver nótula 1032 en GdP), Topógrafo; Juan Feria, Topógrafo; Angel Fernández Valimaña, Topógrafo y Federico Arjona Acal, Topógrafo (ver nótula núm. 1.055 en GdP). Nos dejó recientemente, el pasado 13 de mayo. Le recuerdo a él y su mujer, vestidos con el atuendo árabe, en las fiestas de Moros y Cristianos, de Villajoyosa, (Alicante), año 1978.

MARISOL Y ANTONIO GADES.
En este tramo de la Autopista del Mediterráneo, en el de Alicante, conocí a dos grandes artistas de este país:  Pepa Flores ‘Marisol’, y Antonio Gades. Tenían un restaurante en Altea (Alicante) entre los años 1977 y 78. En este tiempo estaban retirados del mundo artístico. Pepa, y  Antonio, dos personas muy agradables, de gran calidad humana y de una sencillez exquisita. Me los presentó un gran aficionado flamenco, y un peso pesado de Dragados y Construcciones de aquellos tiempos.

Antonio, en el Tunel de Alberche (Madrid) en 1996.

OBRAS SON AMORES.
He trabajado en todo tipo de obras que se puedan construir, voy a mencionar algunas: Plataformas Petrolíferas. Paneles para el Puente de Noruega. Hormigonado en el Mar Cantábrico, tubos desagües de la empresa Isobel de Santander. Primer  tramo de de Ave a Sevilla, que se hizo en España, Getafe- Villa Seca. Túnel de Atocha, con calle Alberche, con destino Nueva Estación de Autobuses, de Madrid. Urbanización, Somosaguas,  reposición de tubos, calles, y aglomerado de las mismas, en esta obra como jefe de control de calidad, en las demás jefe de laboratorio. Mi última obra, Presa de Casares de Alba (León), como jefe de laboratorio, (control de calidad). Me jubilé el 30 de Junio del 2008, después de cuarenta años de servicios en la misma empresa. Hoy en día vivo a caballo, entre El Puerto de Santa Maria y Alcalá de Henares.

En el Laboratorio de Geocisa.

REVISTAS Y PUBLICACIONES.
Mi gran afición son el flamenco y las letrillas de este género. Soy socio fundador de la Tertulia Flamenca ‘Tomás el Nitri’. He dado varias conferencias y colaboro en revistas especializadas de flamenco: ‘La Caña’, Asociación Cultural Abierta (Ministerio de Cultura). ‘Revista de Flamencología’. (Cátedra de Flamencología de la Universidad Cádiz). ‘La Nueva Alboreá’. Revista de la Agencia Andaluza de Flamenco, (Consejería de Cultura). ‘El Candil’ Revista de la Peña El Candil (Jaén). ‘Pliegos de la Academia’. Academia de las Bellas Artes Santa Cecilia (El Puerto). Y con esta web ‘Gente del Puerto’.

Colaboro con algunos periodistas amigos en relación a artistas flamencos, actores, actrices, músicos, artistas de variedades, escritores, toreros y  de personajes públicos importantes, recogidos  en mis cuarenta años de investigación en Archivos Históricos, Eclesiásticos y Hemerotecas.

DICCIONARIO ENCICLÓPÉDICO FLAMENCO.
En la presentación del Diccionario Enciclopédico ilustrado Flamenco, con el que ha colaborado, en el Hotel ‘Los Galgos’  de Madrid, tuve el placer de conocer al poeta granadino Luis Rosales y a su esposa; me los presento Fernando Quiñones, del que conservo gratos recuerdos, de  gaditano tan ilustre.

Colaboré en la COPE en el programa de Pedro Sáez, en radio Madrid, durante los años noventa.  Me invitan a muchos eventos y, siempre que puedo participo: el último; ‘Los cien años del Niño Ricardo’, con el inolvidable Ramón de Algeciras.  Antonio Muñoz Cuenca me entrevistó en la desaparecida emisora de TV Tele Puerto, en un programa que hacía con gentes del Puerto. Colaboro con el periodista Fran Pereira, en la página www.jerezhondo.com

INVESTIGADOR.
Me dedico a la investigación de artistas flamencos, actores, actrices, escritores y pintores de los siglos XVII al XIX. Por la mañana me podéis encontrar en Archivos Históricos, dependiendo de la provincia en la que me encuentre. Desde aquí doy las gracias a los archiveros de Madrid, Cádiz, Jerez, Sevilla, y El Puerto, por lo que me aguantan.

Antonio Cristo, su esposa Mª Dolores Calderón y su hija Estefanía, en 1976.

En este magisterio como es el del Flamenco, tengo buenos amigos: Pepe Blas Vega, Luis Suarez Ávila, Félix de Utrera, Fernando Quiñones,  José Fernández ‘ell Chaquetón’, Manuela ‘la Bailaora’, Manolo Heras, Pericón de Cádiz, Antonio Barberán, Fran Pereira, Julio Flores, Antonio Núñez, Gregorio Menor, Antonio Garcia Vélez, Manuel Yerga Lancharos, Joaquín Albert, David Villar, José Manuel Barbadillo, Jesús Núñez, Ramón de Algeciras, Luis Maravilla. Que me perdonen  si me olvidó de algunos. De los mencionados hay algunos  que ya no están en el mundo de los vivos. Era mi obligación y deber sacarlos a la luz, por los buenos ratos pasados con ellos. Tengo la gran satisfacción de tener  amigos por muchos pueblos y ciudades de España. Desde aquí les mando un saludo.   (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

Agradecemos el tratamiento infográfico de las fotografías que ilustran esta nótula a Vicente González Lechuga y Luis Serrano Romero su restauración.

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En la imagen, 'el Chumi', en el kiosko de helados Camy que existía al principio del Parque Calderón, junto a donde se situaba el fotógrafo Cuellar, autor de la fotografía.

Manuel Quintero García, ‘el Chumi’, da nombre a una Peña Flamenca situada en el centro histórico de El Puerto. ‘El Chumi’ era una personaje que parecía sacado de una novela inglesa de finales del siglo XIX, por su vestimenta y tipo: no superaba el metro cuarenta de estatura, se vestía con una chaqueta que le servía de abrigo y camisa; zapatos muy grandes para sus pies que, cuando iba andando, ‘chancleteaba’, dando la sensación que daba pasos de baile de ‘claqué’ o ‘tap (estilo de baile estounidense en el que se mueven los pies rítmicamente mientras se realiza un zapateado musical).

En el cante dominaba los tonos bajos, de voz muy suave y bonita. Fue un gran admirador de ‘Canalejas’ de Puerto Real’, al que imitaba e incluso le superaba en el cante. En sus últimos años de vida perdió la cabeza.

En la imagen, velada poética dedicada a Rafael de León en la sede de la Peña 'El Chumi', organizada por la Academia de Bellas Artes. /Foto: Noticias 11500.

Tiene una Peña Flamenca con su nombre en el número 15 de la calle Luja y, aunque no fue portuense de nacimiento, si lo fue por arraigo a esta tierra. Nació en Sanlúcar de Barrameda a principios del siglo XX; lo trajeron a El Puerto siendo muy chico, como decimos por aquí.

El limpiabotas ‘El Tigre’, Manolo Otero y ‘El Chumi’, en la puerta chaflán del Hospitalito, cegada por ladrillos. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.

Hay portuenses que no están de acuerdo con que le pusieran su nombre a la entidad flamenca que hemos mencionado. No estoy de acuerdo con ellos. He hablado con aficionados viejos, que conocieron bien a este pequeño gran hombre y todos coincidían en que fue un gran cantaor, con duende, que emocionaba a todo el que lo escuchaba. Para mi con esto basta. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

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