Saltar al contenido

7

Manuel Fernández Moro, último alcalde republicano en El Puerto de Santa María, ejemplifica en su corta carrera política la integridad, la valentía y la vocación de servicio de la que dieron muestra, tanto los que le precedieron en el cargo, como sus compañeros de Corporación.

Avisado de la entrada de las tropas rebeldes en la ciudad el mismo día del golpe, el 18 de julio de 1936 y del peligro que corría, permaneció en el Ayuntamiento donde fue detenido por falangistas locales y trasladado a los calabozos municipales. Antes de ingresar en dichas dependencias acude custodiado a su domicilio por última vez. Posteriormente es trasladado en El Penal de esta ciudad de donde desaparece sin dejar rastro. Su mujer recibe la noticia de su desaparición el día 25 de agosto de 1936 cuando acude a visitarlo. Su cadáver nunca fue hallado. Tenía treinta y dos años.

Su vida y trayectoria política, que hoy rescatamos del olvido están basadas en las aportaciones orales de la familia y en las actas capitulares del Archivo Histórico de El Puerto de Santa María. Con ello pretendemos dignificar su memoria y que la historia le coloque en el lugar que nunca debió de serle arrebatado.

DATOS BIOGRÁFICOS.
Manuel Fernández Moro, nace en el año 1904 en el pueblo onubense de Cumbres Mayores, localidad situada en la Sierra de Huelva. Manuel fue el primogénito de seis hijos: Manuel, Eloy, Concha, Miguel, Máximo y Ramona, del matrimonio formado por Mariana y Gabriel.

Castillo de Cumbres Mayores (Huelva).

A través del testimonio de su hija Mariana y su nieta  María José conocemos que su familia tenía ganado porcino y tierras en propiedad, dedicándose a la actividad sobre la que giró siempre la economía de toda la serranía de Huelva: el cerdo y sus derivados, lo que les permitió disfrutar de una posición acomodada.

LLEGADA A EL PUERTO.
A edad temprana Manuel y su hermano Eloy comienzan a trabajar como vendedores y representantes de los productos chacineros de la zona, lo que convierte a El Puerto en un lugar no solo de trabajo sino también de residencia temporal. Cuando Manuel cuenta con diecinueve años ambos hermanos se trasladan a El Puerto de forma permanente. Con posterioridad, y a raíz del fallecimiento de su padre, su madre y hermanos menores les seguirían, haciendo de esta Ciudad su lugar definitivo de residencia.

Su casa en la calle Santa Clara constaba de vivienda y almacén de Ultramarinos. El comercio fue desde el primer momento la actividad principal de la familia Fernández Moro, convirtiendo a sus miembros en personas conocidas y queridas entre la población portuense.

Tienda de ultramarinos de Manuel Fernández Moro, hoy de electrónica, clausurada, en la esquina de la calle Sierpes con Vicario. /Foto: Adrián Morillo González.

LA TIENDA DE MANUEL Y ELOY.
Manuel abrió un puesto de Ultramarinos en las inmediaciones del Mercado de Abastos. Tras su muerte será su hermano Eloy el que pase a regentarlo. Con el paso de los años será transformado en tienda de electrónica y como tal, se mantendrá hasta su cierre definitivo. De talante abierto, generoso y emprendedor, así lo definen su hija y nieta: "Ayudaba a cuantos lo necesitaban, prestando dinero o dando comida".

MARÍA LUISA, SU MUJER.
María Luisa Arias Campos nace en 1909 en El Puerto, hija de carretero y menor de cinco hijos, es educada en el colegio de monjas francesas de la Ciudad. Compañera de Manuel desde 1929 instalan su domicilio en la calle Pozuelo y serán padres de tres hijos: Mariana, Manuel y Miguel. En el momento de su fallecimiento, Mariana tenía cinco años de edad y Miguel, el menor, uno. Su mujer, de nuevo embarazada, sufre un aborto al recibir la noticia. Nunca llegaron a contraer matrimonio, ni bautizaron a sus hijos porque Manuel, ateo y por ende laico, rechazó siempre cualquier tipo de vinculación con la Iglesia. Sin embargo, su nieta destaca con humor que era cumplidor fiel de la tradición andaluza y acudía puntualmente a su pueblo de origen cada año a sacar a la Virgen en procesión.

Su mujer e hijos, a partir de ese momento quedan abandonados a la suerte de todos los perdedores. María Luisa no sufrió represalias físicas pero tanto ella como sus hijos padecieron la estigmatización y la miseria. Expulsados del domicilio familiar en la calle Pozuelo por impago de alquiler, viven inicialmente en el 'hueco de la escalera' y serán acogidos y auxiliados por la familia de Luisa, quien se ve en la necesidad de vender todas las pertenencias a excepción de la máquina de coser. Luisa, sastra de profesión, podrá garantizar su subsistencia y la de sus hijos cosiendo ropa para los moros. Su hija mayor, Mariana, se ve obligada a abandonar la escuela para ayudar a su madre. /En la imagen de la izquierda, la familia Fernández Moro en el lisado de niños huérfanos de la Guerra Civil, en la Revista Historia de El Puerto.

En el expediente instruido por el Ayuntamiento de El Puerto para la formación y actuación de la Junta Local de Beneficencia, en la relación nominal de niños contenida en el mismo con fecha 23 de enero de 1937, aparece María Arias Campos viuda de Manuel Fernández Moro, domiciliada en la calle Federico Rubio nº 66. Hijos: Mariana de seis años, Manuel de cuatro y Miguel de 15 meses. Luisa mantuvo vivo a Manuel en su recuerdo hasta el momento de su fallecimiento a la edad de ochenta y seis años. Sus vivencias y anécdotas rescataron para sus hijos la figura del padre alegre, guapo y cariñoso que había sido.

EL AYUNTAMIENTO ENTRE 1934-1936.
Tras la llegada de la derecha al poder, en octubre de 1934 tiene lugar la llamada 'revolución de octubre'. En todo el país se suceden disturbios y actos violentos que dan lugar a la declaración del estado de guerra el 7 de octubre de 1934, que en la provincia gaditana se prolongará hasta el 24 de enero de 1935.

El gobernador civil, Luis de Armiñán Odriozola entregará el mando de la provincia al gobernador militar de la misma al general de brigada de infantería Julio Mena Zueco, quien ordenó la inmediata clausura de todos los centros políticos de los partidos situdos a la izquierda del Radical, entre los que se encontraban Izquierda Republicana y Partido Socialista. Los graves disturbios acontecidos en Prado del Rey, donde se incendió el Ayuntamiento, el juzgado municipal y la iglesia, fueron aprovechados por el gobernador civil, para proceder a la suspensión de los ayuntamientos de izquierdas y a los concejales calificados por él de matiz extremista, que fueron unos doscientos en toda la proivnia y entre los que se encontraban también lo de El Puerto de Santa María.

El antiguo ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral.

...continúa leyendo "1.445. MANUEL FERNÁNDEZ MORO. Último alcalde de la II República."

La imagen de la Virgen del Carmen, saliendo de la Iglesia de las Esclavas, antiguo Convento de San Juan de Dios.

Las tradicionales fiestas del Carmen, celebradas en los pueblos de la Bahía de Cádiz desde tiempos inmemoriales, se vieron engrandecidas a raíz de una bula pontificia emitida por León XIII en 1892. La bula fue solicitada por el entonces superior general de la orden de la Beata Virgen María de Montecarmelo con el fin de aumentar la devoción y la piedad de los fieles hacia ella.

Ejemplar de la Revista Portuense de 1892 que se hace eco de la bula papal.

Esta bula la aseguraba la indulgencia plenaria a todos aquellos que arrepentidos, y previa confesión y comunión, visitasen las iglesias y oratorios pertenecientes a la orden y rogasen en ellas por la Iglesia y sus miembros. Condición indispensable para recibir el perdón era que la visita se realizase entre las primeras horas del día y la caída del sol.

La Virgen de la procesión marítima en una embarcación adornada al efecto a la que no le faltaba un detalle. ¿Igual que hoy?

A partir de ese momento las ya solemnemente celebradas fiestas del Carmen adquirieron una mayor participación devota de los fieles. A consecuencia de esta creciente devoción, años más tarde surge la primera procesión del Carmen, de la cual hay crónicas publicadas desde 1900. Dicha procesión iba encabezada por los marineros, patronos y armadores, que demostraban así el fervor que sentían hacia su patrona, y también participaban en ella miembros de la Corporación Municipal.

La procesión en el muelle de la plaza de la Pescadería, hoy viviendas de la Pescadería en proceso de derribo.

Es en esta época cuando nace el rito de la bendición de las aguas y el tradicional discurso desde la plaza de la Pescadería. Ese año corrió a cargo del guardián de los frailes capuchinos, Ambrosio de Úbeda que se ganó a los portuenses con su oratoria: «El Puerto es un pueblo de fe, y esta clase de pueblo son ciudades de héroes y éstos tienen siempre las bendiciones del cielo», dijo. Con este discurso se celebró una de las primeras procesiones entre cantos de júbilo y lluvia de flores a la Virgen del Carmen. (Texto: Mercedes Torrecillas).

El pesquero Tonino que esta tarde estará en Puerto Sherry portando a la Virgen Marinera.

Esta tarde, en Puerto Sherry, a las 18:30 llegará la comitiva procesional con la representación de la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, a bordo del pesquero ‘Tonino’ que atracará en el pantalón de honor para realizar, a continuación, la procesión marinera y el encuentro con la procesión terrestre en el tramo final del río Guadalete.

El pasado 16 de junio se cumplían cien años del nacimiento, en nuestra ciudad, de uno de los más importantes cartelistas de nuestro país: Manolo Prieto. (ver nótulas núm. 863 y 864 en GdP). Desde muchos enfoques se puede analizar la obra de Manolo. En esta ocasión nos referiremos a sus carteles de temática taurina. Manolo Prieto, se interesó desde muy joven por el cartel taurino, y  llegó a ser uno de los intérpretes más originales y revolucionarios en este género artístico.

Cuando apenas cuenta veintitrés años, participa en una exposición que, organizada por la Asociación de la Prensa de Madrid, tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes, en junio de 1935. En dicha muestra obtuvo el primer premio Renau, pero el jurado formado por: Francisco Llorens, por el Círculo de Bellas Artes, Federico Ribas, por la Unión de Dibujantes Españoles, Miguel Lucas, por la Asociación de Pintores y Escultores y Luis Gil Fillol, por la Asociación de la Prensa, estimó: "...que la limitación de premios impide recompensar justamente el esfuerzo realizado por los dibujantes españoles, propone la adquisición de los carteles firmados por los señores Pedraza, Alonso, Prieto, Vega y Gallo".

Pero el primer cartel de tema taurino, dentro de la obra de Manolo,  con el que consiguiera un gran triunfo, fue el que realizó para el concurso de la Dirección General de Turismo, en 1950, y que llevaba por título "La fiesta de toros en España", con el que obtuvo el primer premio. "El cartel no va dirigido al aficionado español, por eso le falta la anécdota. Está hecho pensando en el extranjero, que es al que va dirigido. Un toro con su silueta terrible, frente a un torerito rodeado de espacio y de sol, con un trapo como única defensa" /En la imagen de la izquierda, cartel primer premio de la Corrida de la Beneficencia. 1952.

La prensa de la época llegó a decir con respecto a este cartel: "Ha venido a revolucionar la tradicional propaganda de la lidia de reses bravas. Y ha conseguido precisamente eso: dar realce a la bravura del toro y al valor del torero. Ahí se ve al diestro, empequeñecido y audaz, ante la mole potente de un testuz vigoroso y vibrante de energía acometedor a, subrayada por el contorno blanquecino que rodea al toro, aparentemente hierático, pero dispuesto a la 'arrancada' y a hacerse dueño del ruedo".

La corrida de la Beneficencia de Madrid se venía celebrando desde 1840 aproximadamente, y los carteles anunciadores se encargaban a grabadores y dibujantes de la época, como Ramón Cilla, Porset, Perea, Chaves, Pastor... El concurso de carteles anunciadores de dichas corridas se instituyó en 1952. A ese primer concurso concurrió el artista portuense, obteniendo el primer premio, ex aequo con Pablo Mairata, en el apartado de carteles murales. El de programas de mano se concedió a Antonio Casero. El cartel de nuestro paisano representa el momento en que el toro toma un puyazo recargando, viéndose el picador en serios apuros: "Este cartel es todo anécdota, puesto que va dirigido al aficionado que entiende. Una bellísima suerte de varas, con posible derribo por un toro bravo. Cartel de técnica moderna". Al año siguiente obtiene el tercer premio. El primero lo consiguió Vicente Vila, y el segundo, otro portuense, Ricardo Summers Isern "Serny", con un cartel en el que representaba a dos manolas tocadas con mantilla y peineta hablándose entre sí. El cartel de Manolo, como todos los suyos, de técnica y composición moderna, en el que figura un torero de rodillas, en primer plano, de espalda,  dando una larga cambiada frente al toro. /En la imagen de la izquierda, segundo premio del cartel de la Corrida de la Beneficencia. 1956.

En mayo de 1956, nuestro artista logra el segundo premio con un cartel que, presentado con el nº 46, consiguió la suma de cuatro mil pesetas, y en el "que como siempre destaca por su calidad con respecto a los demás, está compuesto de una forma muy original, ya que representa a un torero rodilla en tierra mirando al toro y dispuesto a pasárselo de muleta".

En 1958 volvió a conseguir el primer premio, por unanimidad del jurado. Su cartel representaba a un toro viniendo de frente a la carrera; "lo más importante son las variaciones experimentadas con los colores, fundamentalmente con los amarillos, azules, grises y negros, que combinan con las letras en verde". Pero este premio tiene su anécdota, que nos explica el propio Manolo Prieto: "Este cartel que empapeló Madrid, tiene una historia muy graciosa. Fue hecho y presentado seis o siete años antes de que fuera premiado. Cuando se presentó por primera vez, fue rechazado porque dijo un miembro del jurado, y sus compañeros lo aceptaron, que era más propio para anunciar una ganadería (como si un toro arrancado no fuera una de las cosas más bonitas que se pueden ver en la plaza). Recuerden el valor que tiene esta estampa en la suerte de varas. ¡Hay que ver lo que puede la mala leche! ¡Y me lo llevé a casa!'. / Cartel del primer premio de la Corrida de la Beneficencia. 1958.

'Al poco tiempo, el Primer Congreso Ganadero convocó un concurso de carteles y lo presenté. Allí no me lo premiaron, y al devolvérmelo, me dijeron que era un cartel muy bueno, pero que estaba mejor para una corrida de toros ¡era natural! ¡Y me lo volví a traer a casa!' Lo dejé reposar unos años para que los jurados lo olvidaran, y lo volví a presentar en la Beneficencia, el año 1958. Aquel año, en el jurado a nadie le sentaba mal la leche, y fue premiado con todos los honores”.

También en 1958 le encargan la carpeta de los discos: "Pasodobles de España" y "Fiesta Brava". Un año después vuelve a participar en el concurso de la Beneficencia y obtiene el segundo premio entre un total de 96 obras. Los años 1960 y 1961 no hubo concurso. Al año siguiente de nuevo participa Prieto, pero en esta ocasión no consigue ningún premio.

En 1963 alcanza el primer premio con un cartel de un toro saliendo del toril, y al fondo un espontáneo que sale a su encuentro, resuelto con una técnica muy acabada, en el que destacan los diferentes planos resueltos con el color y las geométricas curvas del redondel y el callejón. En la edición de 1965 consigue un accésit. En 1969 nuevamente consigue el primer Premio en el concurso del cartel anunciador de la corrida de la Beneficencia. Vuelve a participar en la edición de 1972, consiguiendo un accesit. /En la imagen de la izquierda, cartel del primer premio de la Corrida de la Beneficencia. 1963.

Este año del centenario de su nacimiento, un “cartel” de Manolo anuncia el abono taurino portuense. Se trata de la portada del opúsculo, con textos de Julio Estefanía, editado por Osborne, en 1955, para conmemorar las bodas de diamante de la Plaza Real. Al cartel taurino le dedicó Manolo gran parte de su vida, como hemos podido comprobar a lo largo de estas lineas, y en su colección de bocetos donada al Puerto, y que, desgraciadamente, aún no se pueden contemplar en la sede de su Fundación, pendiente aún de inaugurarse. Que buena ocasión hubiera sido este Centenario para abrir las puertas a la exposición permanente de obras de Manolo Prieto en su ciudad natal.

Fragmento del cartel de la Temporada Taurina 2012.

Pero no acabó aquí su dedicación a la fiesta nacional, pues en sus últimos años también llevó a la medalla dos importantes colecciones de su "Tauromaquia",  amén de la medalla que, con motivo del Centenario de nuestro coso taurino, y a petición de nuestro Ayuntamiento, realizó en 1980, pero de eso ya nos ocuparemos en otra ocasión. (Texto: Francisco M. Arniz Sanz).

1

Las viejas glorias de los equipos de fútbol ‘Zeppelin’ y ‘San Javier’ mantuvieron un encuentro de fútbol en el campo de las Escuelas La Salle, el 28 de noviembre de 1965, terminando el encuentro con la victoria de los ‘zeppelinistas’ por dos a uno.


En la imagen, los dos equipos posaban para la prensa y la posteridad. Presentaban las siguientes alineaciones. Por la Peña Zeppelín: Poniqui, (Manolín), López (G. Romero), Gandu, Salmerón I (J. Cárave), Lupo II, Barri, Rafaelín, Ginés, Nene y Chele. Por el San Javier: Aguirre, Mojarra, Sopa, Simeón, Caco, Serrano, Cárave, Victoriano, Tronqui, Villanueva y Terry. /Foto: Fariñas.

El equipo de la Peña Zeppelin, con José Manuel de Terry Galarza, en el centro.

Fue un partido de presentación de la Peña Zeppelín, programado al principio para fines benéficos, como todos en los que tomaban parte estas ‘viejas glorias’ a beneficio de los damnificados de las inundaciones en la vecina Chiclana de la Frontera. Pero no se pudo hacer uso del campo del Racing por lo que se trasladó al campo de La Salle, sin recaudación.

A las afueras de El Puerto de Santa María, se reprimió un intento de pronunciamiento militar el 8 de julio de 1819, hace hoy 193 años. Su finalidad era imponer un régimen constitucional a Fernando VII, pero fracasó por diversas circunstancias.

En la imagen, grabado de uno de los pronunciamientos vividos en España en aquella década convulsa.

El pronunciamiento del Palmar de la Victoria lo debía protagonizar el Ejército expedicionario de Ultramar, el 8 de julio de 1819. Este Cuerpo expedicionario se mandó formar cuatro años antes, el 9 de mayo de 1815, para restaurar la soberanía de Fernando VII en los territorios rebeldes de América. A finales de 1816 se le reunía en la zona de Cádiz, en cuya bahía fondeaba la escuadra que le serviría de transporte. De haber partido hacía su destino esta expedición, quizás, hubiese sido una más de las que ya se habían formado con el mismo fin. En cambio, parte de sus unidades se sublevaron con éxito el primero de enero de 1820, lo que sirvió de detonante para la propagación de una revolución, que reinstauró el régimen constitucional . Pero, meses antes del pronunciamiento de Las Cabezas de San Juan, tuvo lugar otro episodio, preludio del 1 de enero siguiente.

En El Puerto de Santa María se concentraron, durante los primero días de julio de de 1819, quince de los veintitrés cuerpos que componían la fuerza expedicionaria. También, el día 8, fueron arrestados multitud de jefes y oficiales de nueve de aquellos cuerpos y de la Plana Mayor del Ejército. Además, se extendieron otras órdenes de arresto contra militares, y de prisión contra paisanos que no se encontraban en aquel lugar. Los pronunciamientos y conspiraciones que venían produciéndose en España desde 1814, respondían a la delicada situación política del país. Los liberales fueron proscritos a la vuelta de Fernando VII de su cautiverio en Valençay, y alentaban estos movimientos, cuya finalidad era cambiar el régimen político existente, para lo que tenían que obligar al rey.

En la concepción y el planeamiento del pronunciamiento del Palmar, tomo el nombre del lugar de El Puerto de Santa María donde se produjo, se usaron las "logias" existentes en algunos cuerpos militares. También, otras formadas por militares y civiles, muy politizadas, que adoptaban, todas ellas, un aspecto pseudo masónico. Estas sociedades secretas se relacionaban entre sí, configurando una trama, y en ellas se gestó el primer levantamiento del Ejército expedicionario.

Se considera aquí que, el principal fautor y desencadenante de la represión del 8 de julio, fue el mariscal de campo Pedro Sarsfield, quien influyó en gran medida en la decisión del jefe del Ejército expedicionario, Enrique José O´Donnell, conde de La Bisbal. Éste, desde marzo o abril de 1819, permitía la propagación de una conjura entre los cuerpos de su ejército, y pudo decantarse tanto por encabezar la sublevación, como por someterla.

Imagen de aquella época convulsa.

En la sucesión de los eventos, que terminaron con el sometimiento de los cuerpos que se iban a pronunciar, hay que tener en cuenta, además de aquellos meses, otros dos importantes jalones temporales: el 23 de junio y el 7 de julio. La primera fecha indica el momento en que el conde de la Bisbal se decidió, manifiestamente, por la represión del pronunciamiento. Antes de aquella, había primado cierto recelo mutuo entre las partes implicadas: Sarsfield, el conde y los conspiradores. Entre ambas fechas, el conde de La Bisbal y Sarsfield prepararon una estrategia represiva, mientras que los conjurados ultimaron el pronunciamiento. Y a partir del 7 de julio, comenzó la ejecución de la represión. Por otro lado, además de la secuencia temporal, habrá que tener en cuenta el juego de relaciones cruzadas, casi de novela de intriga, entre los protagonistas ya citados.

En esta ocasión, del 8 de julio de 1819, no triunfó el pronunciamiento por la traición de quienes debían encabezarlo, que bien por miedo e interés, o por supuesta lealtad al monarca, acordaron reprimirlo tras un periodo de mutua desconfianza. En su transcurso, pudieron triunfar también los rebeldes, de haber escuchado a quienes sospechaban de ambos generales. La conclusión que extrajeron de este fracaso fue obvia: no se debía confiar en quienes ya tenían un puesto elevado en el régimen establecido, a quienes poco podían interesar cambios políticos y sociales que estimaban revolucionarios. (Texto: Francisco Varo Montilla).

El Libro sabio y desengañado de la Biblia, el que mejor penetra en la naturaleza misma de las cosas y del ser humano, enseña, en su capítulo 3, lo imperecedero de los ciclos vitales, de la siega y de la cosecha (mirad la que aquí se puede hacer), el tiempo de demoler y el de edificar (mirad que a propósito).


El momento oportuno:

3:1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa
bajo el sol:
3:2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
3:3 un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
3:4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
3:5 un tiempo para arrojar piedras
y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse
y un tiempo para separarse;
3:6 un tiempo para buscar
y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
3:7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
3:8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra
y un tiempo de paz.

Lo que ha pasado, por ahora, son los tiempos de callarnos y de llorar, porque  nuestro silencio ha hecho crecer esta jungla en medio de nuestro otrora barrio marinero [donde se hospedaran los Reyes de España en 1729 y 1730], que, lejos de ser el más querido y admirado de la ciudad, sigue destrozado, medio en ruinas y ahora, además, empiezan sus ruinas  a transformarse en pastizales, como éste,  donde deben criarse lagartos y serpientes de toda especie como en el Jardín del Edén, pero sobre todo, seres diabólicos, dispuestos a tentar a los codiciosos, cuando vuelva a fluir ese dinero que hoy se muestra tan esquivo.

Creíamos que el entorno de la Avda. de la Bajamar ya no podría estar peor, que tal vez hubiese tocado fondo y empezaría a salir del olvido, que el tiempo de restaurar las paredes caídas estaba cerca, que se acercaba el tiempo del recuerdo, pero no es así. En este caso, recordamos al Profeta Jeremías, nuestro Patrón, quien sigue llorando por la vencida Jerusalén. En este caso, por El Puerto vencido, que sigue sin levantar cabeza.

Cada vez que, transcurrido un tiempo, uno o dos meses, vuelvo por aquella zona,  encuentro más decadencia, abandono y desinterés en este entorno. Sin ayudas, porque ahora no hay dinero, pero cuando lo había tampoco se hizo más que destruir, sin interés, nuestros munícipes se siguen preocupando sólo de lo que ve la gente, de lo que se supone que ven los forasteros: la calle Larga.

La Aserradora de Soriano, en la trasera hoy derruida de la Casa de las Cadenas, en la Avda. de la Bajamar. En la imagen, de izquierda a derecha, Eduardo Chiquete, Luis Soriano y José, aprestándose a repartir las cajas para la Lonja del Pescado. Año 1961.

Lo que nuestros nefastos gestores ignoran (o pretenden ignorar) es que esos turistas también van a “esos barrios” y que cuando una se cruza con ellos en “esas calles”, es inevitable sentir una profunda vergüenza.

La trasera de la Casa de las Cadena, vista desde el río Guadalete, con los pesqueros abarlovados en el cantil del muelle.

Y este es mi último hallazgo que hemos mostrado en las fotografías de más arriba: el Jardín del Edén, la  cosecha sin siega del Eclesiastés y el llanto de Jeremías, y todo en la Avda. Bajamar y en la cale Cadenas, sin ir más lejos, señores. (Texto de Esperanza de los Ríos. Adaptación).

2

Juan Cárave Beato (Cádiz 08.05.1924 - El Puerto 29.08.2008). Nació en Cádiz en el seno de una familia humilde. Su madre le inculcó su pasión por la literatura y su padre la suya por la música, ya que cantaba en los coros de carnaval. Cuando Juanito tiene  siete años la familia se traslada a vivir a El Puerto de Santa de María, donde viviría el resto de su vida.

Trabajó en Obras del Puerto jubilándose a los cuarenta años de servicio como secretario general de los Puertos de la Bahía de Cádiz. Toda su vida la dedicó a la familia, el trabajo y a su grán pasión la música, formando parte de algunas asociaciones musicales de la ciudad a lo largo de su vida.

Cantó durante mas de cincuenta años y tenía una voz prodigiosa. Una Nochebuena en la misa del gallo junto con algunos amigos de coro, fundaron el Orfeón Portuense, desde donde sembraron una semilla de afición a la buena música que todavía perdura. Ese es el legado que dejó para todos. Reproducimos el artículo de Antonio Muñoz Cuenca, publicado en Diario de Cádiz, el 12 de septiembre de 2008:

«Hace unos días moría en una habitación del Hospital Clínico de la Universidad de Cádiz en Puerto Real y a la edad de 84 años, el señor Juan Cárave Beato. Hablar de éste insigne portuense que se nos ha ido, no resulta fácil para mi, pues durante un largo periodo de tiempo fuimos amigos en la afición común por el canto coral, la música, la literatura y los buenos libros.

El muelle de la Autoridad Portuaria en El Puerto, del que fuera Secretario General.

Con un oído fuera de lo común y una voz prodigiosa para la música y el canto, Juan Cárave era garantía, seguridad, afición, gusto, entrega y sacrificio. Amaba el canto, la música, la expresión de la belleza. Era en el buen sentido de la palabra, un forofo. Podía, o mejor dicho, podría en aquellas épocas de los años cincuenta o sesenta del siglo pasado, haber sido alguien en esto con tal de que hubiera estudiado música y canto y lo hubieran promocionado, pero él era un modesto aunque cualificado contable en las oficinas de Obras del Puerto, y estaba cargado de hijos tras contraer matrimonio con Rosa Ruiz, maestra costurera y en aquellos entonces estas cosas no se miraban y en los medios de comunicación no eran los de ahora.

Coro de Acción Católica. Segunda fila, de izquierda a derecha, María Luisa y Tily Cossi, Carmina, Lolichi Calvario, niña desconocida, Mila Cerdá y Loli, Manolo Sánchez, con gafas. Detrás podemos observar a Juan Cárave Beato, Valerio Marín Ordóñez, Encarna Gil de Reboleño Jiménez y a Jesús Py Bononato. Agachado, Manolo Iglesias. También aparecen Domingo Luis Renedo, Cayetano Vélez y, al lado de éste, Francisco Ameneiro Lucuix. /Foto: Castillo Garcés. Jerez. 1949.

Por lo que a mi respecta, yo era un modesto estudiante de Magisterio en el internado de SAFA en Úbeda, Jaén, y en mis vacaciones cantaba en el coro de mi inolvidable maestro Dueñas. Ahí me llegó mi amistad con Juan Cárave junto con otros compañeros en la afición como Gabriel Calatayud y Manuel Sánchez, también estudiantes como yo y luego profesores. A todos nos brindó su amistad, nos abrió su casa y nos regaló su generosidad. Nos juntábamos mucho y siempre para cantar en cualquier circunstancia, hora o lugar y en aquellos duros tiempos el canto nos ayudaba a vivir con ilusión y ganas. Su familia, su encantadora esposa, sus hijos, llegaron a ser como nuestra familia y no había barreras en tan arraigada afición y amistad. He de decir que el Ave María de Caballero a la Virgen de los Milagros, Juan Cárave la cantaba como nadie y generosamente.

El Orfeón Portuense ofreciendo un Concierto Navideño en la Iglesia Mayor Prioral. Juan Cárave es el cuarto por la izquierda de la fila superior.

Con el discurrir del tiempo, en los años ochenta fundamos el Orfeón Portuense y ahí encontramos un motivo más para renovar y hacer una coral que fue única en toda Andalucía y gracias al esfuerzo de todos sus cantores y su dirección. Juan Cárave en el Orfeón, llegó a ocupar distintos cargos, y todos con la minuciosidad, la perfección y la entrega que le caracterizaban. Se podía estar o no de acuerdo con él pues tenía su carácter fuerte y su personalidad, pero nadie dudaba de su entrega, puntualidad y profesionalidad. Por su Orfeón lo daba todo.

Juan Cárave, tercero por la izquierda de la segunda fila superior, en 1981 en la Puerta del Sol de la Iglesia Mayor Prioral, con el Orfeón. Vemos a su director Diego Casares.

En resumidas cuentas ha sido admirable que un niño de la guerra como fue él, sin haber estudiado ni haber tenido ocasión para ello, conociera la música, la obra de los grandes de la composición, Beethoven, Bach, Mozart, leyera partituras con un nivel aceptable, leyera buenos libros y tuviera su cultura.

Juan y su mujer, Rosi Ruiz.

Todas las demás consideraciones de tal o cual defecto de su carácter pasan a segundo plano. ¿Quién no los tiene?. Lo visité cuando ya andaba enfermo en varias ocasiones en su casa de Chanca 5 y, últimamente en el Hospital Santa María del Puerto, en la habitación 429 cuando ya estaba tan malito. No me enteré de su muerte sino a toro pasado y lo lamento. Deseaba estar en sus exequias fúnebres y decirle adiós. Descanse en paz».

Hoy fallecía el experimentado director y realizador teatral Gustavo Pérez Puig, a la edad de 81 años. Estaba casado con la actriz y directora Mara Recatero. Durante su juventud, cursando estudios de Derecho y Filosofía y Letras, se inicia en el mundo del teatro, dirigiendo en 1957 en el Teatro Español Universitario (TEU) ‘La Venganza de Don Mendo’, del autor portuense D. Pedro Muñoz Seca, así como tres versiones mas para el teatro, en 1977, (emitida en TVE en 1979) y 1986 (emitida en TVE en 1988) y 1997. Así como dos versiones mas para TVE en 1964 y 1972. En total dirigió o realizó la obra de Muñoz Seca en seis ocasiones.

La venganza de Don Mendo es una obra de teatro en verso que abunda en juegos de palabras y golpes de humor; una reducción al absurdo de los elementos propios del drama histórico con fines paródicos. Se unen elementos detonante del ayer y del presente en obvios anacronismos, haciendo además que personajes medievales se muevan en un mundo dominado por la moral utilitaria del tiempo de Muñoz Seca.

El 11 de diciembre de 1953 fue representada en el Teatro Principal de El Puerto 'La Venganza de Don Mendo' por un grupo de actores de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, a beneficio de la Cabalgata de Reyes. Entre ellos, Merche Macaria, Manolo Sánchez 'Zutanito', Pepe Morillo, Manolo Gago, ...

En el centro de la imagen, nuestra paisana Merche Macaria, en la misma representación de 1953, representando a Azofaifa. "--Azofaifa, mala mora/ ¿en quien me vengo yo ahora?" "--Véngate en mí, por Alá" "--Que por Alá, por aquí" y le asestó una puñalada...

La Venganza de Don Mendo fue estrenada en Madrid en 1918 en el Teatro de la Comedia y de nuevo en 1925 en el Teatro del Centro, interpretando al personaje principal, Juan Bonafé y Valeriano León, respectivamente. En 1953, un grupo de actores aficionados de la Academia de Bellas Artes la representaron en el Teatro Principal. Esta obra de Muñoz Seca fue llevada al cine en 1961 dirigida e interpretada en el papel principal por Fernando Fernán Gómez.

La película completa dirigida y representada por Fernando Fernán Gómez

1957. Teatro Estable Universitario. (Villaviciosa de Odón. Madrid). Con José Luis Ozores como Don Mendo y los actores Maruchi Fresno, Mercedes Barranco, Laly Soldevilla, José Calvo, Antonio Ozores, Manuel Alexandre y María Luisa Ponte, entre otros.

1964. Primera Fila (TVE). 21 de junio de 1964. Isamel Merlo como Don Mendo, con Manuel Alesandre, Valeriano Andrés, María Blanquer, Fernando Delgado, Jesús Enguita, Sancho Gracia, Vicente Haro, Vicky Lagos, Felix Navarro, Blanca Sendino, Laly Soldevilla y Concha Velasco, entre otros.

La Venganza de Don Mendo con Tony Leblanc en TVE

1972. Estudio 1 (TVE) 29 de septiembre de 1972. Tony Leblanc como Don Mendo, Genma Cuervo, Fernando Guillén, Manuel Alexandre, Madri Carmen Prendes, Antonio Ozores, Luisa Sala y Ana María Vidal, entre otros.

1977. Centro Cultural de la Villa (Madrid) Manolo Gómez Bur como Don Mendo y los actores Amparo Baró, Julia Caba Alba, Jaime Blanch, Joaquin Pamplona, José María Escuer y Encarna Abad, entre otros.

La Venganza de Don Mendo con Manolo Gómez Bur.

1979. TVE. Manolo Gómez Bur, en el papel de Don Mendo, Amparo Baró, Alejandro Ulloa, María Silva, José María Escuer, Joaquín Pamplona, Julia Caba Alba y Jaime Blanch.

1986. Teatro La Latina (Madrid), versión musical de Enrique Llovet, Alfonso Ussía y Gregorio García Segura. José Sazatornil hizo de Don Mendo y los actores Vicky Lussón, Luis Varela, María Silva, Francisco Piquer, Rafaela Aparicio, Luis Prendes, Encarna Abad y Nicolás Romero Cáceres, entre otros.

La Venganza de Don Mendo con José Sazatornil 'Saza'.

1988. TVE. Versión Musical. Con José Sazatornil como Don Mendo, Vicky Lussón, Luis Varela, María Silva, Francisco Piquer, Rafaela Aparicio, Luis Prendes y Luis Barbero entre otros.

1997. Teatro Español. (Madrid), Raul Sender como Don Mendo y los actores Maruchi León, Juan Carlos Naya, Ana María Vidal y Manuel Gallardo.

Trailer de la película 'Don Mendo Rock ¿La Venganza?'.

La Venganza de Don Mendo sería luego versionada y dirigida por Tricicle en los años 1999, 2010 y 2011. Y en 2003 dirigido por Jaime Azpilicueta en el Teatro La Latina, de Madrid. En diciembre de 2010 se estrenaría 'Don Mendo Rock. ¿La Venganza?' una película en clave de humor basada en las vicisitudes de unos actores para representar la obra más conocida de nuestro paisano Muñoz Seca. Este 2012 se ha representado en el Teatro Español de Madrid, a beneficio de la Casa del Actor, con Iñaki Miramón en el papel de Don Mendo.

6

Rafael de la Riva Nicolau nació en 1862 y aunque no puedo precisar la fecha de su muerte, es mi objetivo dar a conocer a los lectores de GdP las buenas acciones y el talante liberal que presidió la vida plena de vocación --un sacerdote de la medicina-- de este respetable y olvidado paisano que dirigió de forma ejemplar y admirable  durante varios años, en el tránsito de del siglo XIX al XX,  el  Hospital Municipal.

SUCESORES EN SUDAMÉRICA.
Fueron sus padres, Felipe De la Riva Yela, un indiano guatemalteco descendiente de hijosdalgos cántabros, establecido en nuestra Ciudad mediado el siglo XIX, cuando apenas contaba 27 años, dedicado al negocio de la vinatería. Enviudó joven y contrajo segundas nupcias con Victorina Nicolau Chevasco, la hija mayor de un prestigioso abogado de origen catalán pero asentado desde hacía décadas en nuestra ciudad, donde nacieron todos sus hijos.  Tenía Felipe De la Riva dos hijos de su primer matrimonio, Amelia y Luis De la Riva Ruiz, este último nacido en El Puerto.

La hembra se crió con la familia de Guatemala y el varón se mantuvo con el padre hasta los quince años de edad, cruzando el Atlántico en busca de mejor fortuna, como tantos jóvenes de su edad. Un detalle bastante emotivo de este emigrante portuense medio hermano del personaje que estamos refiriendo, fue el hecho de que, cuando montó un negocio propio en 1886 de vinatería y abarrotería, término este –abarrote- equivalente en Guatemala y Panamá al empleado en nuestra tierra para el suministro de artículos de abasto, provisiones y víveres, le puso por nombre “El Guadalete”. Sus sucesores mantienen en la actualidad un complejo empresarial denominado “De la Riva Hermanos” que engloba empresas editoras, de diseño, distribución, publicidad y artículos de joyería. /En la imagen de la izquierda, caricatura de Luis de la Riva, ya mayor, publicada en la prensa de Guatemala.

CÓLERA MORBO.
Nada mejor para conocer la personalidad de Rafael De la Riva que la opinión de sus contemporáneos. De una semblanza publicada en la Revista Portuense del 12 de marzo de 1897, entresacamos algunos fragmentos: «Rafael De la Riva Nicolau es uno de los más ilustrados facultativos de la generación actual, y lo es más aún por sus arraigadas creencias médicas. No muy sobrado de recursos, hizo la carrera a fuerza de gran energía y constancia. En el año en que estaba a punto de terminar sus estudios, cuando el cólera morbo hacía bastantes estragos en Cádiz y se cebaba tan terrible epidemia en los infelices alienados del Manicomio Provincial, De la Riva solicitó y obtuvo un puesto de honor en tan caritativo establecimiento y, luchando en desventajosísimas condiciones, salvó de las garras de la muerte a muchos de aquellos desgraciados. Su notable conducta en los tres meses de aislamiento y sacrificio voluntario fue recompensada por la Diputación con el título de Licenciado en Medicina, libre de gastos, siendo propuesto para la Cruz de Beneficencia. Cuando estudiaba en Cádiz era siempre el obligado cabeza de motín, el que arengaba a los compañeros, el “leader”, el orador de confianza de la Facultad. Actualmente, que ostenta título tan preciado como el de Director del Hospital de San Juan de Dios, puede considerársele, sin exagerar, como un brillante cirujano. Reúne admirable destreza y enorme sangre fría… antes de operar, estudia y lee mucho… Muchas madres lo bendicen, al obtener la exclusiva para la aplicación en El Puerto del suero antidiftérico Behring…  Debió ser abogado: causas especiales le hicieron variar el rumbo de sus estudios… habría sido de los de buena cepa, pues le viene de casta. Demócrata convencido, sus ideales le han causado graves disgustos en distintas ocasiones. Escritor distinguido, polemista hábil, es temido como adversario en la prensa y en las tribunas».

Plácido Navas Villasclaras, médico que fue de la Plaza de Toros, con bigote, a la izquierda de la imagen. El tercero por la derecha, en primera fila, Enrique Máiquez Adán, también médico y abuelo de Enrique, José María y Consuelo García Máiquez. No conseguimos ubicar en la imagen a Rafael de la Riva.

CIRUJANO EJEMPLAR Y DEMÓCRATA.
Elogian en la semblanza su profesionalidad y brillantez. Sirva como botón de muestra la operación que practicó en el verano de 1894 en el Hospital Municipal, asistido por los médicos forenses Manuel Medinilla y Plácido Navas,  extrayendo un proyectil alojado en el cráneo desde hacía ocho años a un excombatiente.

FEDERICO RUBIO.
En 1900, el año en que moría el siglo XIX y nacía el XX, nuestro paisano Federico Rubio Galy, al que no quedaban muchos meses de vida,  gozaba de un merecido reconocimiento de todos los estamentos sociales por sus aportaciones científicas y humanísticas, recibiendo múltiples elogios y homenajes en numerosos lugares de la nación. Menos en su tierra natal, a lo que parece, pues en esa fecha, concretamente el 26 de junio de ese año, un paisano y colega, médico y cirujano también, firmaba en la Revista Portuense un artículo a él dedicado titulado “Honor y Caridad”. El autor,  Rafael de la Riva Nicolau y en él alertaba de la inminente visita a Cádiz del sabio doctor, proponiendo fuesen al andén de la estación, a su paso por esta, para honrarle y saludarle, una comisión municipal a la que se agregasen los médicos y vecinos que lo tuviesen a bien. Igualmente, apuntaba la idea de colocar una lápida conmemorativa en la casa en la que nació y destacaba en el amplio contenido de su colaboración en el periódico local sus virtudes y méritos profesionales: «Todos los que han tenido como yo el honor de tratar a don Federico, saben perfectamente que lo de ejercer y predicar la honradez profesional constituye en él una preocupación constante, casi una obsesión… no deja pasar momento propicio para predicar que seamos siquiera buenos los que apenas podemos ser científicos». /En la imagen de la izquierda, Federico Rubio.

...continúa leyendo "1.418. RAFAEL DE LA RIVA NICOLAU. Cirujano y humanista."

9

Recientes investigaciones sostienen que la actual desembocadura del río Guadalete se abrió hacia el año 19 antes de Cristo

Arriba, fotografía aérea de parte de la Bahía (Google Earth), donde hemos señalado el río Guadalete y la isla de Cádiz. Abajo, fotointerpretación de cómo podría haber sido la misma zona en época romana: con una sola desembocadura en el hoy río San Pedro, el recorrido de la Vía Augusta (puntos) y la actual desembocadura del Guadalete, creada por Balbo el Menor (líneas).

Sitúese en la desembocadura del Guadalete. Por ejemplo, frente a la plaza de las Galeras, en el muelle del Vapor. El curso del río que ve a derecha e izquierda no lo creó la naturaleza, sino la iniciativa de un hombre: el gaditano Lucio Cornelio Balbo,’ el Menor’ quien, hacia el año 19 antes de Cristo mandó abrir en su espacio una ría artificial para establecer las infraestructuras del Portus Gaditanus.

El Puerto Gaditano fue el puerto de Gades que se fundó entonces al amparo de la política económica marcada por Augusto (27 a.C.-14 d.C.) por la que la aristocracia mercantil gaditana se dedicó a la explotación de las fértiles tierras que median entre las desembocaduras del Guadalete y del Guadalquivir. El Marco del Jerez. La Isla Cartare de Avieno.

Se convirtió entonces el Portus en uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, exportador a gran escala, básicamente, de salazón de pescado, vino y aceite. Su principal destino, Ostia, el puerto de Roma. El territorio se vertebró a través de la Vía Augusta, creada al tiempo que el nuevo puerto, que en su primer tramo enlazaba Gades, el Portus Gaditanus y, junto a un estero de las marismas del Guadalquivir, Hasta Regia.

Paramento Este de la calzada en el Coto de la Isleta. El agua del caño de las salinas ha desprendido la tierra, dejando al descubierto la estructura. En el recuadro, su situación.

En suelo portuense, en el Coto de la Isleta y junto a la laguna Salada –en el llamado de muy antiguo Camino de los Romanos- se reconocen los vestigios de la calzada. Una joya histórica que aún está por desvelar y por poner en valor en dos entornos en los que se aúnan naturaleza e historia. Ayuntamiento, póngase a la tarea.

A PICO Y PALA.
La obra que mandó hacer Balbo fue un canal –llamémoslo ‘Canal de Balbo’- en la playa, que entonces alcanzaba las inmediaciones de la calle Valdés, y unirlo a la madre vieja del Guadalete, que corría a espaldas del Coto de la Isleta, conectándose así el curso artificial con el cauce del San Pedro, que entonces era el Guadalete que desembocaba a la bahía en una ensenada junto a Puerto Real.

Arriba una fotografía aérea de la desembocadura del río Guadalete, en la actualidad (Google Earth). Abajo una fotointerpretación, con la reconstrucción ideal de Portus Gaditanus, algunos muelles de atraques con la infraestructura portuaria, administrativa y de habitad. El puente y la vía atraviesan el río, detrás el agua recorre serpenteando zonas de marismas, con canales navegables que conducen al río principal, que se podrá surcar río arriba. Al fondo la Sierra San Cristóbal.

...continúa leyendo "1.414. LA DESEMBOCADURA DEL GUADALETE ES ARTIFICIAL. Se abrió el año 19 a.d. Cristo."

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies