Las viejas glorias de los equipos de fútbol ‘Zeppelin’ y ‘San Javier’ mantuvieron un encuentro de fútbol en el campo de las Escuelas La Salle, el 28 de noviembre de 1965, terminando el encuentro con la victoria de los ‘zeppelinistas’ por dos a uno.
En la imagen, los dos equipos posaban para la prensa y la posteridad. Presentaban las siguientes alineaciones. Por la Peña Zeppelín: Poniqui, (Manolín), López (G. Romero), Gandu, Salmerón I (J. Cárave), Lupo II, Barri, Rafaelín, Ginés, Nene y Chele. Por el San Javier: Aguirre, Mojarra, Sopa, Simeón, Caco, Serrano, Cárave, Victoriano, Tronqui, Villanueva y Terry. /Foto: Fariñas.
El equipo de la Peña Zeppelin, con José Manuel de Terry Galarza, en el centro.
Fue un partido de presentación de la Peña Zeppelín, programado al principio para fines benéficos, como todos en los que tomaban parte estas ‘viejas glorias’ a beneficio de los damnificados de las inundaciones en la vecina Chiclana de la Frontera. Pero no se pudo hacer uso del campo del Racing por lo que se trasladó al campo de La Salle, sin recaudación.
En breve verá la luz la nueva novela de Alberto Boutellier Caparrós ‘A Pesar del Silencio', estando prevista su presentación y puesta a la venta a finales del presente mes de julio o a primeros de agosto, con la editorial Publidisa. Estará disponible en todas las librerías de El Puerto y, bajo demanda, en El Corte Inglés y circuitos de distribución de Internet. Su precio será 12 euros.
La trama versa sobre la situación de coma irreversible que el protagonista, Fernando Arbizu, experimenta tras un accidente de tráfico y el traumatismo sufrido. Dora será la heroína que luchará para intentar rescatarlo de su postración y, para ello, se marca dos objetivos: encontrar al causante del accidente y lograr los medios económicos que le permitan rehacer la vida de ambos. Un argumento apasionante con una historia de amor tallada en alto-relieve, con trata de blancas, tráfico de drogas, compañías de seguros y empresas fantasma aparecen en escena. Mientras, un joven abogado y un curtido detective tratarán de ayudar a la abnegada esposa.
Alberto escribió desde siempre. Hace 38 años, cuando llegó a El Puerto inició una novela que se quedó inconclusa. «Para escribir hay que tener sosiego y los años de El Puerto han sido de constante trabajo y no me lo han permitido. Cuando me jubilé, estuve pintando durante dos años, pero sobre 2006 cuando mis hijos me regalaron un portátil, comencé a escribir sin parar.
Me inicié con varios Blogs, en el Ideal de Granada y Jaén, donde continúo escribiendo artículos, en WordPress y en Blogspot, hasta que perdí el pudor y cometí la osadía de escribir una novela, ‘El Renegado’ (Editorial Círculo Rojo) que está a punto de agotar la primera edición de 500 ejemplares».
Comenzó algunas colaboraciones en Espacio Digital Puerto, alguna en esta web Gente del Puerto, en la revista Chauní de residentes en Marruecos. Recientemente ha aportado un relato a la novela ‘Ipolka 2’ (Editorial El Olivo) con el título de ‘Urkaildu’. Se trata de una novela en la que participan otros varios escritores, entre ellos Alvaro Rendón.
La playa de la Puntilla es una de las playas más populares de El Puerto de Santa María. No es precisamente la más bella, la que tenga el agua más limpia, la arena más fina o la más tranquila.
¿Qué es lo que tiene la playa de la Puntilla entonces? Tiene a quienes le dan su vida, los portuenses. Está situada entre la desembocadura del río Guadalete y la playa de La Colorá, arropada por los pinares que pueblan las dunas de San Antón y bañada con el olor a pescadito frito del bar El Castillito, despertando pasiones en los estómagos de quienes toman el sol al mediodía.
Cuando los médicos recomiendan esconderse de los rayos del sol, a eso de la 1:30 de la tarde, la Puntilla comienza a tomar cuerpo. Por el Camino de los Enamorados van llegando a pie familias completas del centro de la ciudad: abuelos, padres, primos, nietos, tíos, amigos, padrinos, y agregados, que ataviados como si de un equipo de combate se tratara, llevan consigo sillas, tumbonas, toallas, esterillas, sombrillas, neveras, tupperwares, juegos de mesa... y al perro de la familia. Todo de las tonalidades más llamativas posibles, menos el perro, claro. Se crea así un paisaje de tonalidades vivas y chillonas alrededor de la orilla de la playa, que con la dura luz del mediodía parece un cuadro de Kandinsky.
A la tarde, con los rayos del sol comenzando a menguar en intensidad, la vida que parecía haber desaparecido bajo las sombrillas tras haber acabado con los bocadillos de filete empanados de la abuela, la tortilla de la cuñada, las cervecitas de oferta en el súper y la sandía enterrada en la orilla de la playa, parece despertar. Un niño que intenta nadar cerca de la orilla comienza a llorar desconsoladamente. Sale corriendo del agua y se abraza a su abuela metiendo la cabeza entre sus pechos. Se ha abierto una herida en un brazo, sensible con la sal del agua. A la poca profundidad que tiene el mar de esta playa, hay que añadirle la gran cantidad de piedras que la pueblan, de cuyos familiares se acuerda más de un portuense cada verano.
Un grupo de chavales juega al voleibol en una improvisada pista marcada con chanclas Los veraneantes que tomaban el sol en las inmediaciones del nuevo terreno de juego, comienzan a mudarse de lugar, cubiertos de arena como croquetas antes de un baño de aceite. Algunos aprovechan para darse un paseo por la orilla y llenar sus manos de todo tipo piedras moldeadas por la marea así como de conchas con brillos y colores hipnotizantes. Acabarán en mesas de trabajo, lavabos y maleteros de coches. Pero no hay que preocuparse, la cantidad de regalos del mar de la playa de la Puntilla nunca se agota.
Cuando el sol comienza a resguardarse, las familias preparan su vuelta al hogar. Una pequeña odisea que se cumple tras conseguir despertar al abuelo, que mimetizado con la tumbona es incapaz de responder a llamadas, sacar al niño del mar, que se resiste a marcharse, y quitarle el bañador a la prima pequeña, que le da vergüenza que la vean desnuda sus primos de Sanlúcar.
Con la noche ya entrada, la playa queda prácticamente vacía. Algunas parejas se dejan ver, resguardándose entre pequeñas palmeras esparcidas por la arena. Si uno desea darse un paseo por la orilla a estas horas, debe de tener la delicadeza de no romper con su intimidad. Basta con no acercarse a los grupos de datileras ocupadas, reconocibles por los tintineos de litros de cerveza que se van consumiendo entre risas y el olor de algún que otro cigarrillo aliñado. Siguiendo la línea de la costa, puede llegar a un pequeño espigón, ir hasta el final del mismo, y observar con la paz que aporta la brisa salada de las noches de verano, el interior de la bahía de Cádiz.
Antigua vista aérea de La Puntilla, o Punta de La Laja o la Laxa.
TIEMPO ATRÁS.
Antiguamente se llamaba Playa de la Laxa. Posteriormente pasaría a conocerse como la playa de La Laja y finalmente tomaría la denominación actual. El nombre data de mediados del siglo XVII, debido al fuerte construido para defender la ciudad. Sobre sus restos se encuetra situado el bar El Castillito. Por esta época Juan Camacho Jayna mandó plantar los pinares de las dunas de San Antón para evitar que el viento se llevara la arena. (Texto: Adrián Morillo) /Fotos: Diputación de Cádiz.
A las afueras de El Puerto de Santa María, se reprimió un intento de pronunciamiento militar el 8 de julio de 1819, hace hoy 193 años. Su finalidad era imponer un régimen constitucional a Fernando VII, pero fracasó por diversas circunstancias.
En la imagen, grabado de uno de los pronunciamientos vividos en España en aquella década convulsa.
El pronunciamiento del Palmar de la Victoria lo debía protagonizar el Ejército expedicionario de Ultramar, el 8 de julio de 1819. Este Cuerpo expedicionario se mandó formar cuatro años antes, el 9 de mayo de 1815, para restaurar la soberanía de Fernando VII en los territorios rebeldes de América. A finales de 1816 se le reunía en la zona de Cádiz, en cuya bahía fondeaba la escuadra que le serviría de transporte. De haber partido hacía su destino esta expedición, quizás, hubiese sido una más de las que ya se habían formado con el mismo fin. En cambio, parte de sus unidades se sublevaron con éxito el primero de enero de 1820, lo que sirvió de detonante para la propagación de una revolución, que reinstauró el régimen constitucional . Pero, meses antes del pronunciamiento de Las Cabezas de San Juan, tuvo lugar otro episodio, preludio del 1 de enero siguiente.
En El Puerto de Santa María se concentraron, durante los primero días de julio de de 1819, quince de los veintitrés cuerpos que componían la fuerza expedicionaria. También, el día 8, fueron arrestados multitud de jefes y oficiales de nueve de aquellos cuerpos y de la Plana Mayor del Ejército. Además, se extendieron otras órdenes de arresto contra militares, y de prisión contra paisanos que no se encontraban en aquel lugar. Los pronunciamientos y conspiraciones que venían produciéndose en España desde 1814, respondían a la delicada situación política del país. Los liberales fueron proscritos a la vuelta de Fernando VII de su cautiverio en Valençay, y alentaban estos movimientos, cuya finalidad era cambiar el régimen político existente, para lo que tenían que obligar al rey.
En la concepción y el planeamiento del pronunciamiento del Palmar, tomo el nombre del lugar de El Puerto de Santa María donde se produjo, se usaron las "logias" existentes en algunos cuerpos militares. También, otras formadas por militares y civiles, muy politizadas, que adoptaban, todas ellas, un aspecto pseudo masónico. Estas sociedades secretas se relacionaban entre sí, configurando una trama, y en ellas se gestó el primer levantamiento del Ejército expedicionario.
Se considera aquí que, el principal fautor y desencadenante de la represión del 8 de julio, fue el mariscal de campo Pedro Sarsfield, quien influyó en gran medida en la decisión del jefe del Ejército expedicionario, Enrique José O´Donnell, conde de La Bisbal. Éste, desde marzo o abril de 1819, permitía la propagación de una conjura entre los cuerpos de su ejército, y pudo decantarse tanto por encabezar la sublevación, como por someterla.
Imagen de aquella época convulsa.
En la sucesión de los eventos, que terminaron con el sometimiento de los cuerpos que se iban a pronunciar, hay que tener en cuenta, además de aquellos meses, otros dos importantes jalones temporales: el 23 de junio y el 7 de julio. La primera fecha indica el momento en que el conde de la Bisbal se decidió, manifiestamente, por la represión del pronunciamiento. Antes de aquella, había primado cierto recelo mutuo entre las partes implicadas: Sarsfield, el conde y los conspiradores. Entre ambas fechas, el conde de La Bisbal y Sarsfield prepararon una estrategia represiva, mientras que los conjurados ultimaron el pronunciamiento. Y a partir del 7 de julio, comenzó la ejecución de la represión. Por otro lado, además de la secuencia temporal, habrá que tener en cuenta el juego de relaciones cruzadas, casi de novela de intriga, entre los protagonistas ya citados.
En esta ocasión, del 8 de julio de 1819, no triunfó el pronunciamiento por la traición de quienes debían encabezarlo, que bien por miedo e interés, o por supuesta lealtad al monarca, acordaron reprimirlo tras un periodo de mutua desconfianza. En su transcurso, pudieron triunfar también los rebeldes, de haber escuchado a quienes sospechaban de ambos generales. La conclusión que extrajeron de este fracaso fue obvia: no se debía confiar en quienes ya tenían un puesto elevado en el régimen establecido, a quienes poco podían interesar cambios políticos y sociales que estimaban revolucionarios. (Texto: Francisco Varo Montilla).
El Libro sabio y desengañado de la Biblia, el que mejor penetra en la naturaleza misma de las cosas y del ser humano, enseña, en su capítulo 3, lo imperecedero de los ciclos vitales, de la siega y de la cosecha (mirad la que aquí se puede hacer), el tiempo de demoler y el de edificar (mirad que a propósito).
El momento oportuno:
3:1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa
bajo el sol: 3:2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; 3:3 un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; 3:4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; 3:5 un tiempo para arrojar piedras
y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse
y un tiempo para separarse; 3:6 un tiempo para buscar
y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; 3:7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar; 3:8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra
y un tiempo de paz.
Lo que ha pasado, por ahora, son los tiempos de callarnos y de llorar, porque nuestro silencio ha hecho crecer esta jungla en medio de nuestro otrora barrio marinero [donde se hospedaran los Reyes de España en 1729 y 1730], que, lejos de ser el más querido y admirado de la ciudad, sigue destrozado, medio en ruinas y ahora, además, empiezan sus ruinas a transformarse en pastizales, como éste, donde deben criarse lagartos y serpientes de toda especie como en el Jardín del Edén, pero sobre todo, seres diabólicos, dispuestos a tentar a los codiciosos, cuando vuelva a fluir ese dinero que hoy se muestra tan esquivo.
Creíamos que el entorno de la Avda. de la Bajamar ya no podría estar peor, que tal vez hubiese tocado fondo y empezaría a salir del olvido, que el tiempo de restaurar las paredes caídas estaba cerca, que se acercaba el tiempo del recuerdo, pero no es así. En este caso, recordamos al Profeta Jeremías, nuestro Patrón, quien sigue llorando por la vencida Jerusalén. En este caso, por El Puerto vencido, que sigue sin levantar cabeza.
Cada vez que, transcurrido un tiempo, uno o dos meses, vuelvo por aquella zona, encuentro más decadencia, abandono y desinterés en este entorno. Sin ayudas, porque ahora no hay dinero, pero cuando lo había tampoco se hizo más que destruir, sin interés, nuestros munícipes se siguen preocupando sólo de lo que ve la gente, de lo que se supone que ven los forasteros: la calle Larga.
La Aserradora de Soriano, en la trasera hoy derruida de la Casa de las Cadenas, en la Avda. de la Bajamar. En la imagen, de izquierda a derecha, Eduardo Chiquete, Luis Soriano y José, aprestándose a repartir las cajas para la Lonja del Pescado. Año 1961.
Lo que nuestros nefastos gestores ignoran (o pretenden ignorar) es que esos turistas también van a “esos barrios” y que cuando una se cruza con ellos en “esas calles”, es inevitable sentir una profunda vergüenza.
La trasera de la Casa de las Cadena, vista desde el río Guadalete, con los pesqueros abarlovados en el cantil del muelle.
Y este es mi último hallazgo que hemos mostrado en las fotografías de más arriba: el Jardín del Edén, la cosecha sin siega del Eclesiastés y el llanto de Jeremías, y todo en la Avda. Bajamar y en la cale Cadenas, sin ir más lejos, señores. (Texto de Esperanza de los Ríos. Adaptación).
Soy de El Puerto, y no me resigno a vivir con miedo, tras la puerta semiblindada de mi indiferencia. Quiero salir a la calle y reencontrarme con la gente. Hablar con ellas. Pasear. Ir de compras, y cumplir con el ritual diario de perder el tiempo en colectividad, vivir impregnándome de este pueblo que es nuestro. Desde mi correo [alvarengomez@gmail.com] quiero escuchar a los portuenses que tengan algo que decir. Quiero contar con tu opinión,compartir el dolor y la preocupación por lo nuestro; convencidos de que es posible El Puerto, que merece la pena pelear por devolver el orgullo y la ilusión de sentirnos portuenses.
Hemos puesto en marcha esta iniciativa popular denominada "Soy de El Puerto" en la que todos deberíamos participar y colaborar porque es de todos. La mayoría de portuenses tiene cosas que exteriorizar, que contar, que mostrar a los demás: Una habilidad, un recuerdo plasmado en una fotografía, una anécdota, un poema, un objeto único que perteneció a tu familia y que quiere exponer; esa colección de llaveros, de postales, de encendedores, de juguetes; los dibujos que hago con bolígrafo; recortes de periódico de principios del siglo pasado… Les pido, les ruego, que me se pongan en contacto conmigo para ver la forma de exponerlo al Puerto entero. En principio, me contentaría con que tú, desde tu casa, en tu trabajo, te sientas orgulloso de lo que podemos recuperar y que la crisis no nos podrá arrebatar: Nuestro origen y nuestras deseos de pelear por nuestro futuro, que no es este Puerto agónico, apático, desilusionado y negro; convencidos de que hacer cultura es también educar en el respeto a lo colectivo y público, ser conscientes de la realidad y cambiar el futuro. Juntos lo conseguiremos. Gracias y bienvenido a este proyecto tuyo, nuestro. Basta de protestas vanas y arrimemos el hombro. (Texto: Alvaro Rendón Gómez).
Esta noche, como primer acto de esta iniciativa se presenta, precisamente, el libro de Álvaro Rendón Gómez 'El Cartaginés', a las 21:00 horas en el Hotel Los Cántaros.
José Manuel Pinto, segundo portero del Barça, el jugador de la trenza negra que derrocha energía bajo los palos, especialmente en la Copa del Rey, en la que es el guardameta titular, comparte el entusiasmo por su profesión con una pasión oculta: la música hip hop. La afición del cancerbero azulgrana por el género que nació en los años 70 en el Bronx de Nueva York, le ha llevado a convertirse en productor musical hasta el punto de crear hace 12 años su propio sello discográfico, Wahin Makinaciones.
Parte del tiempo libre que le deja el fútbol lo invierte en sus proyectos musicales, incluso ahora, que está de vacaciones, trabaja en el estudio de la firma discográfica, abierto en su ciudad natal, El Puerto de Santa María. Y es que lo suyo por el hip hop es más que pasión. «--Siempre me ha interesado este tipo de música. Empecé bailando 'break dance' desde muy pequeño y cuando tenía 9 años gané un concurso que organizó un circo que recaló en El Puerto» cuenta desde su ciudad gaditana, donde apura el descanso estival ya que el 16 de julio se reincorpora a a los entrenamientos, aunque estará en Barcelona el 8 de julio (¿Será para asistir a la boda de Iniesta?).
Imagen del Estudio de Wahi Makinaciones.
Otra vista de los estudios de la Productora del cancerbero portuense.
Con 14 años se compró su primer teclado y ha estudiado piano, solfeo, armonía, guitarra y batería. También ha realizado cursos de técnico de sonido, una especialización en estudios de grabación y un máster en producción musical. Un currículo espectacular, igual que el palmarés que ha atesorado con el mejor Barça de la historia.
MAQUINANDO DESDE NIÑO.
El guardameta, cuyo alter ego musical es Wahin, explica que bautizó como Wahin Makinaciones a su discográfica porque sus amigos gaditanos le llamaban Wahin y porque de pequeño su madre le decía que siempre estaba ‘maquinando’. Y lo cierto es que era así. Pinto maquinaba música rapera mientras defendía la portería del Celta de Vigo y sigue maquinando hip hop desde los palos del Camp Nou. «--Soy productor, el máximo responsable de todo, elijo la música, el videoclip, el diseño, hasta el micrófono»./En la imagen de la izquierda, el logotipo de la productora Wahi Makinaciones.
En estos momentos anda enfrascado en la grabación del LP del grupo pontevedrés Delahoja, ‘Más difícil todavía’. «--El título, que saldrá en septiembre, tiene mucho que ver con la crisis», dice. Este será el tercer trabajo del grupo gallego que produce Pinto. Y es que Delahoja se ha convertido en un talismán para el equipo azulgrana. Hace unos meses, su amigo Messi desveló en su Facebook que el tema del grupo «--Nuestra BSO ha sido la canción más escuchada por el equipo esta temporada».
Pinto ha logrado que en lugar de ‘Viva la vida’, de Coldplay, la banda sonora de los seis títulos que el Barça ganó en el 2009, ahora suene Delahoja en los trayectos del conjunto en autobús: "Ries o lloras, la vida tiene sus bandas sonoras. Que te transportan hasta aquella experiencia que añoras", dice la canción. «--Delahoja es mejor que Coldplay», comenta el gaditano, que asegura que a sus compañeros Abidal, Dani Alves y Cuenca les gusta el hip hop y a Messi, «aunque depende de la canción»./En la imagen de la izquierda, el CD de Delahoja que saldrá en octubre.
El cancerbero piensa seguir con su sello musical cuando deje el fútbol, aunque reconoce que tal como están las cosas «es poco rentable». Por esa razón, además de producir también hace anuncios, videoclips y diseño. «--Esto es una pasión, que siempre me ha llenado», afirma mientras trabaja por dar una oportunidad a los nuevos talentos. (Texto: Carmen Muñoz).
Dos productoras audiovisuales portuenses han participado en un festival de cortometrajes internacional itinerante denominado "The 48 Hour Film Project", que se ha celebrado en Sevilla, recibiendo Manolo Morillo el premio al Mejor Actor y la cinta el premio Segunda Mejor Película, durante la gala celebrada el pasado sábado.
La peculiaridad de este concurso es que todas las obras participantes han tenido que realizarse íntegramente en 48 horas. Esto ocurrió hace dos fines de semana pasado, cuando, el viernes por la tarde, se realizó un sorteo de género para cada equipo y se asignó un personaje, objeto y frase para todos los equipos. De modo que al equipo portuense le tocó género "cine mudo", y todos los participantes tenían que incluir en su cortometraje: un/a peluquero/a denominado/a Julio/a Rodríguez, una bolsa de basura y la frase "puede ser peligroso".
Actores y equipo de rodaje durante la filmación del corto en El Puerto.
El equipo de los jóvenes portuenses, compuesto por Producciones Varadas y Fpy Productions, se denomina FPY&VARADAS PRODUCTIONS estuvo grabando en la peluquería Rossem de El Puerto de Santa María. El resultado obtenido les ha dejado muy satisfechos, piensan que ha merecido la pena, tanto por la calidad humana de los compañeros como por la sensación de haber realizado un trabajo bien hecho y, como no, por los galardones obtenidos.
Actores y equipo técnico tras recibir los premios el pasado sábado.
En cuanto al equipo artístico, han podido contar con un grupo de actores experimentados provenientes de la compañía de teatro Olvido Producciones, entre los que se encuentran: Manolo Morillo, Lola Teja, Eva Rodríguez y Esther Pumar, además de la actriz de reconocido prestigio en Alemania Sonia Serrano.
Manolo Morillo, junto a Carmen Tamayo elegida 'Mejor Actriz' del certamen.
Todo el trabajo desarrollado se ha realizado sin ningún tipo de beneficio económico por parte de los implicados, por lo que el esfuerzo y la pasión que le han puesto debe ser más valorada aún si cabe.
Esta foto de 1989 (perdón por el encuadre) fue tomada en el legendario interior de «La Burra», (ver nótula núm. 489 en GdP)una tasca con reservados del siglo XIX que daría cerrojazo definitivo unos meses después.
El segundo por la izquierda es el poeta Ángel Mendoza, acompañando a unas noruegas en los camarotes de 'La Burra'.
Son las últimas semanas de un agosto más caluroso de lo normal en 1989 y estábamos brindando por el feliz viaje de vuelta de un grupo de muchachas de Oslo a las que habíamos servido durante un par de meses como anfitriones, animadores turísticos y poco más , para nuestra desgracia, [escribe Ángel Mendoza, nótula núm. 597 en GdP].
Aunque la imagen recuerde el final de muchas cosas,aunque ese mediodía de vino y risas desatadas pusiera colofón a algo más que a un verano, en verdad está llena de principios, de realidades importantes que empezaban, sin que fuera consciente del todo en ese momento el jovenzuelo, aparentemente despreocupado, que levanta la copa de oloroso.
Cierto que nunca más volveríamos a quedar en «La Burra», porque un día ya no hubo más Burra; cierto también que a la década que abarcó nuestros mejores años le quedaban dos telediarios, y que el verano siguiente ya no tuvimos edad para el derrame caprichoso de tanta juventud, y que no tardaríamos en estar todos seriamente ennoviados y que, además, poco después caería el Muro de Berlín, para desgracia de nuestros ideales subversivos a juego con la etapa vital.
Los 'camarotes' de La Burra. /Foto: Fito Carreto.
Es verdad que fueron los años en los que se nos abrieron las puertas de Europa y que aquel continente extraño y moderno, que provocaba atracción y miedo en dosis esquizofrénicamente similares, aterrizó para nosotros en el aeropuerto jerezano de La Parra a bordo de un British Airways una mañana de julio de 1989.
Porque las noruegas no venían directamente de su país, sino de Inglaterra, donde habían pasado una temporada. La mitad del año, aproximadamente, se la tiraban de aquí para allá, pues trabajaban, a la vez que hacían sus carreras universitarias, durante los meses restantes. Estudiaban porque había en los países nórdicos un generoso sistema de becas y trabajaban porque había trabajo para todos, mientras nosotros esperábamos alguno de los 800.000 empleos que había prometido Felipe González, a la sazón, presidente del Gobierno de España.
El aeropuerto de La Parra, antes de la reforma de 1991 donde se reforzaría su uso civil.
Por si fuera poco, además vivían emancipadas desde los 16, gracias, sobre todo, a lo de poder trabajar y a una mentalidad mucho menos protectora por parte de sus entornos vikingos. Así pues,aquellas chicas venían en realidad de otro planeta, porque aunque teníamos su edad, no habíamos ido más allá de Málaga y Granada, en el viaje de 8 º, no teníamos ni idea de lo que era una tarjeta de embarque, no habíamos dado un palo al agua y aún tardaríamos otros 18 años por lo menos en abandonar nuestros hogares paternos.
Ellas nos ponían los ojos como platos, con su castellano de sueca de película de Alfredo Landa, relatándonos excursiones de ensueño por las islas griegas o describiéndonos los sobrecogedores barrios de la Praga vieja, y nosotros les contábamos las cogorzas tan simpáticas de las últimas barbacoas en La Muralla, o les hacíamos reír con el chiste del inglés, el francés, el chino y el español. Así era la cosa antes de que llegaran las becas Erasmus, los intercambios juveniles con cargo a la Junta y el principio del fin de un miedo paleto, secular y obstinadamente chauvinista que nos había retenido durante décadas más acá de los Pirineos. /En la imagen de la izquierda, un joven Alfredo Landa.
No recuerdo si a alguno le dio por comprobar la fama que tenían de experimentadas y desinhibidas, más que nada por si había que confirmar la nuestra de machos ibéricos feroces y potentes. A lo más que llegamos fue al beso de despedida antes de marcharse cada noche, a pasar calor sobre sus pieles temerariamente enrojecidas por falta de protección. Ellas, a soñar con sus próximos viajes, lejanos e intrépidos. Y nosotros,a soñar con ellas. (Texto: Ángel Mendoza).
Juan Cárave Beato (Cádiz 08.05.1924 - El Puerto 29.08.2008). Nació en Cádiz en el seno de una familia humilde. Su madre le inculcó su pasión por la literatura y su padre la suya por la música, ya que cantaba en los coros de carnaval. Cuando Juanito tiene siete años la familia se traslada a vivir a El Puerto de Santa de María, donde viviría el resto de su vida.
Trabajó en Obras del Puerto jubilándose a los cuarenta años de servicio como secretario general de los Puertos de la Bahía de Cádiz. Toda su vida la dedicó a la familia, el trabajo y a su grán pasión la música, formando parte de algunas asociaciones musicales de la ciudad a lo largo de su vida.
Cantó durante mas de cincuenta años y tenía una voz prodigiosa. Una Nochebuena en la misa del gallo junto con algunos amigos de coro, fundaron el Orfeón Portuense, desde donde sembraron una semilla de afición a la buena música que todavía perdura. Ese es el legado que dejó para todos. Reproducimos el artículo de Antonio Muñoz Cuenca, publicado en Diario de Cádiz, el 12 de septiembre de 2008:
«Hace unos días moría en una habitación del Hospital Clínico de la Universidad de Cádiz en Puerto Real y a la edad de 84 años, el señor Juan Cárave Beato. Hablar de éste insigne portuense que se nos ha ido, no resulta fácil para mi, pues durante un largo periodo de tiempo fuimos amigos en la afición común por el canto coral, la música, la literatura y los buenos libros.
El muelle de la Autoridad Portuaria en El Puerto, del que fuera Secretario General.
Con un oído fuera de lo común y una voz prodigiosa para la música y el canto, Juan Cárave era garantía, seguridad, afición, gusto, entrega y sacrificio. Amaba el canto, la música, la expresión de la belleza. Era en el buen sentido de la palabra, un forofo. Podía, o mejor dicho, podría en aquellas épocas de los años cincuenta o sesenta del siglo pasado, haber sido alguien en esto con tal de que hubiera estudiado música y canto y lo hubieran promocionado, pero él era un modesto aunque cualificado contable en las oficinas de Obras del Puerto, y estaba cargado de hijos tras contraer matrimonio con Rosa Ruiz, maestra costurera y en aquellos entonces estas cosas no se miraban y en los medios de comunicación no eran los de ahora.
Coro de Acción Católica. Segunda fila, de izquierda a derecha, María Luisa y Tily Cossi, Carmina, Lolichi Calvario, niña desconocida, Mila Cerdá y Loli, Manolo Sánchez, con gafas. Detrás podemos observar a Juan Cárave Beato, Valerio Marín Ordóñez, Encarna Gil de Reboleño Jiménez y a Jesús Py Bononato. Agachado, Manolo Iglesias. También aparecen Domingo Luis Renedo, Cayetano Vélez y, al lado de éste, Francisco Ameneiro Lucuix. /Foto: Castillo Garcés. Jerez. 1949.
Por lo que a mi respecta, yo era un modesto estudiante de Magisterio en el internado de SAFA en Úbeda, Jaén, y en mis vacaciones cantaba en el coro de mi inolvidable maestro Dueñas. Ahí me llegó mi amistad con Juan Cárave junto con otros compañeros en la afición como Gabriel Calatayud y Manuel Sánchez, también estudiantes como yo y luego profesores. A todos nos brindó su amistad, nos abrió su casa y nos regaló su generosidad. Nos juntábamos mucho y siempre para cantar en cualquier circunstancia, hora o lugar y en aquellos duros tiempos el canto nos ayudaba a vivir con ilusión y ganas. Su familia, su encantadora esposa, sus hijos, llegaron a ser como nuestra familia y no había barreras en tan arraigada afición y amistad. He de decir que el Ave María de Caballero a la Virgen de los Milagros, Juan Cárave la cantaba como nadie y generosamente.
El Orfeón Portuense ofreciendo un Concierto Navideño en la Iglesia Mayor Prioral. Juan Cárave es el cuarto por la izquierda de la fila superior.
Con el discurrir del tiempo, en los años ochenta fundamos el Orfeón Portuense y ahí encontramos un motivo más para renovar y hacer una coral que fue única en toda Andalucía y gracias al esfuerzo de todos sus cantores y su dirección. Juan Cárave en el Orfeón, llegó a ocupar distintos cargos, y todos con la minuciosidad, la perfección y la entrega que le caracterizaban. Se podía estar o no de acuerdo con él pues tenía su carácter fuerte y su personalidad, pero nadie dudaba de su entrega, puntualidad y profesionalidad. Por su Orfeón lo daba todo.
Juan Cárave, tercero por la izquierda de la segunda fila superior, en 1981 en la Puerta del Sol de la Iglesia Mayor Prioral, con el Orfeón. Vemos a su director Diego Casares.
En resumidas cuentas ha sido admirable que un niño de la guerra como fue él, sin haber estudiado ni haber tenido ocasión para ello, conociera la música, la obra de los grandes de la composición, Beethoven, Bach, Mozart, leyera partituras con un nivel aceptable, leyera buenos libros y tuviera su cultura.
Juan y su mujer, Rosi Ruiz.
Todas las demás consideraciones de tal o cual defecto de su carácter pasan a segundo plano. ¿Quién no los tiene?. Lo visité cuando ya andaba enfermo en varias ocasiones en su casa de Chanca 5 y, últimamente en el Hospital Santa María del Puerto, en la habitación 429 cuando ya estaba tan malito. No me enteré de su muerte sino a toro pasado y lo lamento. Deseaba estar en sus exequias fúnebres y decirle adiós. Descanse en paz».
Javier Oña Sevilla nació en Sevilla en 1955, aunque lleva afincado en El Puerto desde hace 30 años. Es médico internista de profesión. Hizo el MIR (Médico Interno Residente) en Canarias y trabajó en los hospitales sevillanos ‘Virgen del Rocío’ y en el Clínico’. En El Puerto se inició en la actual Clínica Costa Oeste, junto a su mujer, que venderían, posteriormente, para dedicarse íntegramente a la pintura en su estudio de Vistahermosa.
Javier pinta desde los quince años, pero reconoce que, entonces, «lo hacía muy mal». La pintura se convirtió en un recurso, en un divertimento más. Con veinte años recorrió Europa. Conoció a un apasionado de la guitarra flamenca --Staffan-- y de la música de Jazz que suele tocar al piano. España entonces era muy diferente. De la mano de Staffan atravesó una Europa moderna, libre y democrática que le llevó a Uppsala, donde su amigo trabajaba como profesor de su Universidad. /En la imagen, con 20 años, camino de Suecia.
Su interés por crear obras de arte le llevó a las clases de Pilar Millán Derqui, una pintora a la que Javier Oña debe bastante de su actual estadio creativa: «--Ella es una excelente artista, una pedazo de pintora, y en unos meses logró darme la base que yo necesitaba para pintar con garantías. Con ella logré adquirir la técnica que me faltaba».
Recibió clases también en la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ y de otro amigo pintor: Nicholas Simmons, quien le animó a participar en el Concurso de la Bienal de Shangai. Se define autodidacta permanente, pero sus influencias provienen de la obra de artistas tales como Miguel Angel, Hopper, Freud, Matisse, Van Gogh, Modigliani, Velázquez ... La inquieta creatividad de Oña encontró la manera de plasmarse en el lienzo con las acuarelas, aunque también pinta acrílicos y óleos «Estos últimos dan mas fuerza a la obra», afirma; o técnica mixta con tinta china. "Mis cuadros tienen mucho colorido, mucha fuerza, trato que cada cuadro ofrezca una historia diferente".
'Juego de Miradas'. Exposición en Vistahermosa en 2011.
EXPOSICIÓN EN SHANGAI.
Participó en 2010, con dos acuarelas, en la I Bienal Internacional de Acuarela de Zhujiajio, actividad paralela a la Exposición Universal de Shanghai, un privilegio que estuvo al alcance de muy pocos: fue uno de los tres españoles que participaron en este evento, uno andaluz y dos vascos, cuando apenas llevaba unos años dedicándose profesionalmente a la pintura.
Javier Oña, segundo por la derecha, durante la entrega de premios en Shangai.
Afirma que «de lo de Shangai me enteré por internet. Mandé por e-mail tres fotos de acuarelas. Un jurado chino me dijo que enviara físicamente dos de las tres acuarelas que presenté, junto a 3.000 pintores procedentes de todo el mundo. Son de formato grande». Las obras seleccionadas fueron «Madison» y «Principios inmediatos» junto a otras 228. Con sus dos obras en Shangai, un jurado internacional formado, entre otros, por los presidentes de la asociaciones de acuarelistas británicos y australianos, «me seleccionó las dos acuarelas que envié, cuando en las bases se decía que cada artista sólo expondría una obra». Por la exposición pasaron 15 millones de personas.
'Principios inmediatos', acuarela basada en unos huevos de codorniz.
Esta exposición se sumó a las que hasta ahora aparecen en su currículum, como la V Muestra Internacional 'El Color del Agua', en la sala Alfonso X El Sabio de El Puerto; la exposición 'Lucha Contra el Cáncer', en la galería de arte del Casino de Jerez; su participación en la muestra 'Tres Pintores Tres', en la galería Antares de Sevilla, su participación en la Feria de Arte Contemporáneo de Bruselas (Bélgica), la Muestra Colectiva de Primavera en la madrileña Galería Gaudí, o su primera exposición individual en la Casa Grande de Vistahermosa el pasado año 2011, y en California (EEUU) invitado por la Asociación Norteamericana de Acuarelas.
'Mujer desnuda retozando'. Acuarela.
La temática de la obra de Javier es diversa, aunque advierte que en su producción hay «mucha carne. No entiendo de bodegones o paisajes, yo pinto gente, historias, intento que mis cuadros gusten, pero también que hagan pensar a quienes los contemplan».
Las ‘Figuritas en la Arena’ mal denominadas en la modernidad ‘Castillos en la Arena’, por el propio ayuntamiento que nos invade que es el causante de tal tontería. De toda la vida han sido ‘Figuritas en la Arena’, castillitos se hacían en otros horarios, para que cuando viniera el agua este luchara contra las olas, mientras que las figuritas en la arena, se hacían en la bajamar y su final era derruirla a pisotones.
Figura de arena en La Puntilla. 17 de agosto de 1978. /Archivo Municipal. Foto Rafa.
Yo creo que en los ayuntamientos actuales, debe haber una figura, como en las tribus indias, del concejal ‘viejo’, el cual debe aconsejar o poner freno a desmanes propios de los ayuntamientos de ahora, léase concejales del tres al cuarto, que actúan sin conocer nada de viejas tradiciones y costumbres; pero en fin eso es lo que nos toca vivir y que Manitú nos coja confesaos.
Recuerdo que la tarde, --siempre eran por la tarde--, cada grupo íbamos cogiendo una parcela en función de lo que fuéramos a hacer, con mas o menos voluntad y destreza, ya que en el terreno que correspondía a la altura de las casetas de Paco Neto, la competencia, se centraba en dos artistas: uno era Macario, el de los cines y otro era Repiso, --¿como se llamaba?--; se que se fue a Suiza y allí se quedó como artista, sus hermanos eran Fernando, Paco y otros, los sobrinos de Doña Boni. En estos dos radicaba la representación del arte efímero de arena y anilina de ña Droguería Cárave. Casi siempre ganaban ellos, los demás íbamos de comparsa con el barco o la pelota de cascos de colores. Macario nos deslumbraba y nos hacía levantar la moral con aquellas esculturales mujeres,que parecía la cartelera de Gilda, que esa noche estaba anunciada en el Cine Macario, mientras que Repiso, era mucho mas arte, un poco amanerado, pero con dotes artísticas, aunque lejos de lo buena que estaban las figuras de Macario.
Castillo de arena en La Puntilla. 17 de agosto de 1978. /Archivo Municipal. Foto Rafa.
En determinado momento, se armaba un revuelo, «--¡Ya vienen, ya vienen!». Eran los miembros del jurado que para Luis Suarez, eran, Paco Bernardo, Jose Carlos García, Dueñas, etc. pero que para mi eran los del Ayuntamiento, ya que siempre se veía venir la figura larguirucha de Juanito Martin, que acompañaba al alcalde y alguno que como está esto hoy en día, serían concejales que se unían al paseo, y que sería la única vez que pisaban la playa y ni falta que hacía. Hoy en día debería ocurrir lo contrario, que fueran mas y examinaran las playas, para colmo este año ni siquiera han ido para izar las banderas azules.
Tras el examen de las figuras, vendría la consabida entrega de premios, que de eso ya ni me acuerdo, pero que de dinero no había nada, quizás una muñeca, un tren una medalla de calamina con su cinta de color, pero que para el ganador era como una olímpica. Y esa era una más de las fiestas que existían en La Puntilla y en la que todos terminábamos pintados con la cara de color. (Texto: José Luis Calle. Un sevillano en El Puerto).
Ofrecemos una nueva selección imágenes de diferentes lugares de El Puerto de antaño y en la actualidad, seleccionadas y/o realizadas por el Jefe de Fotografía de Gente del Puerto, Vicente González Lechuga. ¡Como ha cambiado El Puerto!
Azulejo de Cristóbal Colon, el original de la plaza y el tercero (hubo un segundo) realizados estos dos últimos, por la ceramista local Pepita Lena, en el lugar conocido como plaza o ‘Cuesta del Carbon’ –quizás porque en este espacio cercano al río se acumulaba el carbón, artículo de primera necesidad como combustible para las embarcaciones– se erigió en 1938 la Plaza de Cristóbal Colón, en memoria del almirante descubridor de las Américas.
La Bodega conocida popularmente como Bodegas Las 7 Esquinas remonta sus orígenes al año 1841, siendo su fundador D. Edmundo Grant Falconell. En la actualidad dicha bodega, que siempre ha permanecido en el seno de la misma familia, realiza las labores de crianza y expedición del vino Fino mediante métodos tradicionales, dándole un aroma y sabor especial frente a otros vinos de la comarca.
La Fuente de las Galeras es un símbolo dentro del patrimonio local. En 1735, con la traída de aguas de los manantiales de La Piedad, en la sierra de San Cristóbal, se erigió la fuente, antes conocida como Fuente de los Gallegos, por la procedencia de buena parte de los aguadores que a ella se acercaban. Existía en pleno centro de la plaza la Capilla de las Galeras, para que la gente de las galeras, los forzados o galeotes que en ellas servían y cumplían penas, pudiesen oír misa desde las embarcaciones sin necesidad de abandonarlas, evitándose así cualquier riesgo de alteración del orden y los intentos de fuga que pudieran darse si los presos pusieran los pies en tierra
Puente del ferrocarril, sobre el río Guadalete. Las obras comienzan en 1852 y concluye el primer tramo de Jerez a El Puerto en 1854 y, dos años más tarde, de El Puerto al Trocadero. Son, pues, los primeros ferrocarriles de la provincia y de la región. Tras muchas vicisitudes, los trenes entre Jerez y Sevilla, Puerto Real y Cádiz, entraron en funcionamiento en 1861.
El 22 de junio de 1854 concluían las obras del primer camino de hierro de Andalucía: Jerez-El Puerto. Se han cumplido pues, 158 años recientemente y varios edificios de estación han ocupado dicho espacio, conocido por los portuenses a lo largo de la historia.
En la imagen ‘el Nuevo Colmado’ y la de la actualidad Casa Paco, que gestionan los hermanos Baldomero e Ignacio Rodríguez,. Existen datos que corroboran que ya funcionaba como Colmado en 1850, a cargo del montañés Tomás García de Mesa, establecimiento que fue pasando por diversas propiedades hasta abrir como ‘Nuevo Colmado’ en 1909 de la mano de Joaquín Faz.
El cruce de las Cuatro Esquinas de Larga con Luna en cuyos vértices albergaron a importantes establecimientos y negocios a lo largo de la historia de dicho antiguo centro económico y de paseo de El Puerto.
El cocinero de las latas, afincado en El Puerto de Santa María, publica un nuevo volumen en el que recoge más de un centenar de sus afamadas recetas “impostoras” con productos de lata y congelados El centro cultural del Círculo de Lectores de Madrid acogió días pasados la presentación del libro “Falsarius Chef, recetas de cocina con latas, botes y congelados para cocinar como un auténtico chef” , el sexto libro que publica el cocinero afincado en El Puerto de Santa María. La nueva publicación significa un salto cualitativo muy importante para el escritor ya que por primera vez una de las grandes editoriales españolas, Plaza y Janes, se fija en él y edita este nuevo volumen.
De hecho la presentación fué por todo lo alto con la presencia en el acto de Monserrat Domínguez, la hasta hace unos días directora del programa “A vivir que son dos días” de la Cadena Ser y que ha pasado ahora a dirigir uno de los proyectos más innovadores de la prensa española, la introducción en España de Huffington Post (Veáse el Diario de Falsarius), una especie de gran enjambre de blogs sobre diferentes temas que tiene gran éxito en Estados Unidos.
Falsarius mantiene una intervención semanal en el programa de ‘A vivir que son dos días’ con sus famosas recetas.
Mikel Iturriaga (el Comidista), Montse Domínguez y Nacho Cuñat (Falsarius Chef), a la falsaria manera.
También acompañará al cocinero de las latas Mikel Iturriaga del blog El Comidista, una de las más prestigiosas publicaciones sobre gastronomía que se hacen actualmente en España. El programa incluyó también la firma de libros del cocinero en varias casetas de la feria del libro de Madrid. El nuevo volumen sigue la misma línea de Falsarius, aunque es el más gordo de sus libros hasta ahora. Recoge más de un centenar de recetas y tiene 450 páginas, con numerosas fotos realizadas por el propio Falsarius.
Falsarius, con Mario Vaquerizo, firmando ejemplares de su obra en la Feria del Libro de Madrid.
Falsarius en este nuevo libro recoge algunos de sus éxitos anteriores, incorpora platos nuevos y juega en sus textos con la palabra con una ironía que hace que el libro sea mucho más que una recopilación de recetas que, para colmo, salen. En el nuevo libro de Falsarius, que ya está en las librerias, contiene recetas como el “tomate inclinado de Pisa” o los “chanquetes al Greenpeace” en el que cocinero recrea el famoso plato utilizando un paquete de gulas de norte que pasa por rebocina de “Royal”. Para acabar de dar el toque a la “receta timo” de los chanquetes Falsarius propone poner por lo alto unas gotitas de limón.
RECETA DE ATÚN.
El libro no puede abrirse de mejor manera que con una receta de atún. Parece como si el cocinero hubiera acertado hasta en eso, comenzar su capítulo de recetas con un producto en plenta temporada. Aunque claro, la fórmula no está preparada precisamente con atún rojo de almadraba sino que su “túnido tibio en ensalada” está hecho con un tarro de bonito del Norte en aceite de la marca “Frisa” que se acompaña con un bote de patatas cocidas en conserva y una lata de cebolla frita…buen humor, simpatía, pero también todo muy práctico. Son las claves de este personaje surgido en 2007 y que se estrenó en internet con un blog de recetas. Ese mismo año vendría su primer libro publicado por la Compañía Oriental de la Tinta, la pequeña editorial familiar de Nacho Moreno y Paloma Puya.
El cocinero es todo un fenómeno en internet. Su pérfil en facebook está a punto de llegar a los 18.000 seguidores y su página (verla aquí) cuenta con miles de visitas. Las recetas tienen, en muchas ocasiones, alusiones a la actualidad. Así se pueden encontrar un “arroz arrisotado a la Berlusconi” con gambones congelados o un guiso marinero a la Obama hecho con alubias blancas de bote y dos latas de calamares en salsa americana. También hay un “foie en tiempos de crisis” hecho con un medallón de mousse de pato envasado al vacío convenientemente “tuneado” con salsa de arándanos de bote y una copa de Pedro Ximénez, ese sí auténtico.
DE LAS PAPAS ALINÁS A LA ROPA VIEJA.
En el libro, que también incluye una amplia sección de postres, también hay alusiones a la cocina gaditana y se pueden encontrar versiones “impostoras” de platos como las papas aliñás. Las hace con patatas cocidas de bote, cebolla, perejil, sal, vinagre y aceite de oliva virgen extra. Le pone también una latita de atún gaditano. El cocinero propone que para dar el timo total en vez de “papas aliñás” cuando se sirvan a los amigos se pueden titular como “papa de mar”. En otra receta se hace alusión a la “ropa vieja”, el plato que se realiza con restos del puchero. Para realizar su versión utiliza una lata de cocido madrileño de Litoral, 2 dientes de ajo y un poco de tomate. (Texto: Pepe Monforte).
Este artículo de opinión ha sido publicado originalmente en la sección de Opinión en el periódico 'El Mercantil Valenciano', en su versión en internet: www.levante.emv.com, firmado por Joaquín Rábago.
Permítanme que les hable hoy de El Puerto. Me refiero por supuesto a El Puerto de Santa María, la ciudad de “los cien palacios”. Una ciudad con un espectacular castillo mandado edificar por el rey sabio sobre el solar de una antigua mezquita en pleno centro, propiedad hoy de una bodega, y numerosas casas de cargadores a Indias con sus pintorescas torres vigía. Lugar estrechamente vinculado también a las gestas colombinas y donde el piloto de la Santa María, Juan de la Cosa, realizó en 1500 el primer mapamundi que incluye los territorios hasta ese momento descubiertos de América.
La entrada de la Fundación Alberti, de incierto futuro.
Una ciudad cantada por Rafael Alberti, el de “La Arboleda Perdida”, y asociada a otro gran poeta andaluz y universal, Juan Ramón Jiménez, que estudió también aquí con los jesuitas. Y antes que a ellos , a la escritora romántica Cecilia Böhl de Faber, que firmó como Fernán Caballero, y cuyo padre, Juan Nicolás, fue, además de notable hispanista, cónsul honorario de la Liga Hanseática. O al autor de “Cuentos de la Alhambra”, el estadounidense Washington Irving, a quien hay dedicada una placa en la casa donde se alojó.
Las piedras se caen de la Iglesia Mayor Prioral.
¿No tiene esa ciudad – gastronomía aparte- todos los activos para ser un auténtico imán del turismo nacional e internacional? Pues ¡desengáñense!. El Puerto es hoy una imagen de desidia colectiva. Algunos de los palacios de los cargadores a Indias se encuentran en estado de abandono cuando no amenazan ruina. Las piedras se caen de su espectacular iglesia prioral.
El centro, en parte peatonalizado, parece a ciertas horas del día una ciudad fantasma, situación agravada por la apertura de grandes centros comerciales en las cercanías. En los lugares más emblemáticos de la ciudad sólo hay abierto algún bar de aspecto un tanto cutre. Y la plaza frente al castillo o el paseo del río Guadalete, a la altura de los muelles donde atracan los barcos de pesca, están totalmente desaprovechados para el turismo.
La Placilla, otrora el centro vital de El Puerto. /Foto: Fito Carreto.
Cuando uno pregunta a los vecinos y comerciantes, la queja es unánime. El centro de la ciudad está muriendo. Cierran los comercios y no abren nuevas tiendas capaces de atraer a una clientela joven. Las casas palacio, muchas de ellas compradas, según cuentan, en los años previos a la burbuja inmobiliaria a las viejas familias propietarias con exclusivos fines de especulación, resultan inasequibles para los jóvenes, que se ven obligados a irse a vivir a barriadas lejos del centro, lo cual contribuye a la decadencia de este último.
Pintadas en el Convento de las Comendadoras del Espíritu Santo.
Restaurar una casa antigua o pintar simplemente una fachada desconchada exige, según se quejan los comerciantes y miembros de algunas cofradías, un oneroso papeleo burocrático y sumas de dinero que muy pocos quieren afrontar. Y es notorio que unas pintadas atraen siempre otras nuevas y el deterioro no hace sino agravarse.
Muelle de los catamaranes en El Puerto.
El Puerto está unido a Cádiz por un excelente servicio de catamaranes y la travesía de la bellísima bahía es una experiencia siempre placentera. Pero hay un problema: el último catamarán sale de Cádiz con dirección a El Puerto a las diez de la noche y el último tren, diez minutos más tarde, por lo que si uno asiste a un espectáculo en el teatro Falla o a cualquier otro acto por la tarde, tendrá que ir en coche o regresar en taxi. ¿No tendría sentido que hubiera un último servicio por barco a las once o doce de la noche aunque el precio del billete fuese , por ejemplo, el triple de la tarifa normal? Sería en cualquier caso más barato que la gasolina empleada en el viaje particular y el necesario aparcamiento en Cádiz y lo agradecería además el castigado medio ambiente.
Pintadas en la Plaza del Castillo, delante del emblemático edificio y de la Oficina de Turismo.
¿Cómo es posible, se pregunta uno, tanta falta de imaginación, por decirlo suavemente, en las autoridades y tanta falta de orgullo y, por el contrario, desidia y resignación colectivas entre los vecinos de una ciudad que, con tal de que se lo propusiera realmente, podría ser puntera en turismo? ¿No es un ejemplo muy elocuente de lo que falla en nuestro país? (Texto: Joaquín Rábago).
Hoy fallecía el experimentado director y realizador teatral Gustavo Pérez Puig, a la edad de 81 años. Estaba casado con la actriz y directora Mara Recatero. Durante su juventud, cursando estudios de Derecho y Filosofía y Letras, se inicia en el mundo del teatro, dirigiendo en 1957 en el Teatro Español Universitario (TEU) ‘La Venganza de Don Mendo’, del autor portuense D. Pedro Muñoz Seca, así como tres versiones mas para el teatro, en 1977, (emitida en TVE en 1979) y 1986 (emitida en TVE en 1988) y 1997. Así como dos versiones mas para TVE en 1964 y 1972. En total dirigió o realizó la obra de Muñoz Seca en seis ocasiones.
La venganza de Don Mendo es una obra de teatro en verso que abunda en juegos de palabras y golpes de humor; una reducción al absurdo de los elementos propios del drama histórico con fines paródicos. Se unen elementos detonante del ayer y del presente en obvios anacronismos, haciendo además que personajes medievales se muevan en un mundo dominado por la moral utilitaria del tiempo de Muñoz Seca.
El 11 de diciembre de 1953 fue representada en el Teatro Principal de El Puerto 'La Venganza de Don Mendo' por un grupo de actores de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, a beneficio de la Cabalgata de Reyes. Entre ellos, Merche Macaria, Manolo Sánchez 'Zutanito', Pepe Morillo, Manolo Gago, ...
En el centro de la imagen, nuestra paisana Merche Macaria, en la misma representación de 1953, representando a Azofaifa. "--Azofaifa, mala mora/ ¿en quien me vengo yo ahora?" "--Véngate en mí, por Alá" "--Que por Alá, por aquí" y le asestó una puñalada...
La Venganza de Don Mendo fue estrenada en Madrid en 1918 en el Teatro de la Comedia y de nuevo en 1925 en el Teatro del Centro, interpretando al personaje principal, Juan Bonafé y Valeriano León, respectivamente. En 1953, un grupo de actores aficionados de la Academia de Bellas Artes la representaron en el Teatro Principal. Esta obra de Muñoz Seca fue llevada al cine en 1961 dirigida e interpretada en el papel principal por Fernando Fernán Gómez.
La película completa dirigida y representada por Fernando Fernán Gómez
1957. Teatro Estable Universitario. (Villaviciosa de Odón. Madrid). Con José Luis Ozores como Don Mendo y los actores Maruchi Fresno, Mercedes Barranco, Laly Soldevilla, José Calvo, Antonio Ozores, Manuel Alexandre y María Luisa Ponte, entre otros.
1964. Primera Fila (TVE). 21 de junio de 1964. Isamel Merlo como Don Mendo, con Manuel Alesandre, Valeriano Andrés, María Blanquer, Fernando Delgado, Jesús Enguita, Sancho Gracia, Vicente Haro, Vicky Lagos, Felix Navarro, Blanca Sendino, Laly Soldevilla y Concha Velasco, entre otros.
La Venganza de Don Mendo con Tony Leblanc en TVE
1972. Estudio 1 (TVE) 29 de septiembre de 1972. Tony Leblanc como Don Mendo, Genma Cuervo, Fernando Guillén, Manuel Alexandre, Madri Carmen Prendes, Antonio Ozores, Luisa Sala y Ana María Vidal, entre otros.
1977. Centro Cultural de la Villa (Madrid) Manolo Gómez Bur como Don Mendo y los actores Amparo Baró, Julia Caba Alba, Jaime Blanch, Joaquin Pamplona, José María Escuer y Encarna Abad, entre otros.
La Venganza de Don Mendo con Manolo Gómez Bur.
1979. TVE. Manolo Gómez Bur, en el papel de Don Mendo, Amparo Baró, Alejandro Ulloa, María Silva, José María Escuer, Joaquín Pamplona, Julia Caba Alba y Jaime Blanch.
1986. Teatro La Latina (Madrid), versión musical de Enrique Llovet, Alfonso Ussía y Gregorio García Segura. José Sazatornil hizo de Don Mendo y los actores Vicky Lussón, Luis Varela, María Silva, Francisco Piquer, Rafaela Aparicio, Luis Prendes, Encarna Abad y Nicolás Romero Cáceres, entre otros.
La Venganza de Don Mendo con José Sazatornil 'Saza'.
1988. TVE. Versión Musical. Con José Sazatornil como Don Mendo, Vicky Lussón, Luis Varela, María Silva, Francisco Piquer, Rafaela Aparicio, Luis Prendes y Luis Barbero entre otros.
1997. Teatro Español. (Madrid), Raul Sender como Don Mendo y los actores Maruchi León, Juan Carlos Naya, Ana María Vidal y Manuel Gallardo.
Trailer de la película 'Don Mendo Rock ¿La Venganza?'.
La Venganza de Don Mendo sería luego versionada y dirigida por Tricicle en los años 1999, 2010 y 2011. Y en 2003 dirigido por Jaime Azpilicueta en el Teatro La Latina, de Madrid. En diciembre de 2010 se estrenaría 'Don Mendo Rock. ¿La Venganza?' una película en clave de humor basada en las vicisitudes de unos actores para representar la obra más conocida de nuestro paisano Muñoz Seca. Este 2012 se ha representado en el Teatro Español de Madrid, a beneficio de la Casa del Actor, con Iñaki Miramón en el papel de Don Mendo.
El escritor y periodista sevillano Manuel Halcón Villalón-Daoiz (1900-1989) es autor, entre otras, de las novelas El hombre que espera (1922, Premio Ateneo de Sevilla), Recuerdos de Fernando Villalón (biografía novelada, 1941), Aventuras de Juan Lucas (1944), La gran borrachera (1953), Monólogo de una mujer fría (1960, Premio Nacional de Literatura) y Manuela (1970). Socio fundador de la revista poética Mediodía en 1926, durante la Guerra Civil dirigió el diario FE (órgano de la Falange sevillana) y la revista de divulgación cultural Vértice. Fue subdirector de ABC de Madrid (obtuvo el Premio Mariano de Cavia en 1940) y director de las revistas Semana y Moneda y Crédito. En 1962 ingresó en la Real Academia Española con el discurso "Sobre el prestigio del campo andaluz". Su última obra, Cuentos del buen ánimo, se publicó en 1979.
UN NOVELISTA EN EL COLEGIO DE LOS POETAS.
Manuel Halcón, hijo del marqués de San Gil, tenía 9 años cuando ingresó en septiembre de 1910 como interno en el afamado colegio de los jesuitas de El Puerto de Santa María. Su hermano mayor, Fernando, había cursado estudios allí de 1905 a 1907, como también lo hiciera -entre 1890 y 1896- el poeta Fernando Villalón, primo suyo. La infancia de Manuel fue un "llanto de ilusiones": era de los pocos alumnos que no recibía los domingos en el internado la visita de su madre, fallecida a los tres meses de nacer el niño. Halcón no llegaría a obtener el grado de bachiller, cuya duración -con arreglo al plan Bugallal- era entonces de seis años. En su expediente académico se refleja que cuando sale del colegio al terminar el curso 1916-17, solo había aprobado -con la nota mínima- 13 de las 23 asignaturas de las que se había matriculado, no presentándose a las restantes. Sobre su etapa escolar diría el propio Halcón en 1961: "Tan indisciplinado y desaplicado era que nada esperaban de mí mis profesores y compañeros. Era, además, un niño enclenque".
Manuel Halcón fue alumno de San Luis Gonzaga entre los años 1910 y 1917
Tres rectores tuvo el colegio de San Luis Gonzaga siendo Manuel Halcón alumno: los padres Rodolfo Velasco, Raimundo Zamarripa y Martín Mendoza. Fue el asturiano P. Velasco (1868-1940; rector de 1909 a 1915) -a quien Halcón consideraba "la representación humana del equilibrio" - el que le dejó mayor huella. Entre los jesuitas que ocuparon los cargos de padre espiritual o de prefecto se encontraban Manuel Abreu, Francisco Lirola, Salustiano Legórburu, Mariano Ayala o Francisco Javier Maruri. Con afecto recordará Halcón años más tarde a otro miembro de la comunidad jesuita, el hermano enfermero Francisco Javier Aizpuru (1876-1952): "Yo siempre le tuve como un ser distinto, a quien los carceleros le dejaban abrir las rejas para sacar a los niños débiles a tomar el aire".
Como le había sucedido al Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez dos décadas antes, la vocación literaria de Manuel Halcón aflora en el colegio. Le produce una emoción "más intensa aún que los versos" la novela de Pedro A. de Alarcón El final de Norma (1855), que el padre Alberto Risco les leía por capítulos en la clase de Literatura. Imparte Latín de 1º y de 2º el peruano padre Gustavo Salaverry, descrito por Halcón en Los Dueñas (1956) -su novela más autobiográfica- como "terror de los alumnos". En el curso 1915-16 tiene como profesor de Física (asignatura de 5º año) al veterano padre Plácido Hurtado, el mismo que con un telescopio descubre las rabonas en las dunas del entonces estudiante de 3º de bachillerato Rafael Alberti, según ha narrado el poeta portuense en La arboleda perdida. /En la imagen de la izquierda, el niño Juan Ramón Jiménez.
El colegio de San Luis tiene en la época de Manuel Halcón una media de 215 alumnos, mayoritariamente internos. En la emotiva crónica de guerra 'El amigo enemigo' (1936) evocará Halcón a algunos de ellos: la campana que tocaba Francisco de Paula Oliva Mack, las "consignas" que llevaba José Mª Rojas Lobo, las declamaciones de Jesús Pabón Suárez de Urbina y las travesuras de Juan A. Estrada Moreno.
Niños haciendo gimnasia en el patio principal del Colegio.
El futuro historiador y académico de la Historia sevillano Jesús Pabón (1902-1976) es coprotagonista del relato 'Los dos macferlanes' (1949), en el que Halcón cuenta cómo Pabón y él mismo, únicos portadores de unos abrigos desfasados, tuvieron que defenderse de las crueles burlas y agresiones de sus compañeros. Así nació una amistad profunda y duradera entre ambos. De la vida en el colegio de El Puerto está sacado también el argumento de 'El pecado insepulto' (1959), narración que tiene como protagonistas a los condiscípulos de Halcón en la clase de Física del P. Hurtado, entre ellos a "tres P señeras" que destacarían más tarde: el mencionado Jesús Pabón y los jerezanos Joaquín Mª Peñuela de la Cobiella (jesuita y profesor de asiriología) y Julián Pemartín Sanjuán (escritor y poeta falangista; director del Instituto Nacional del Libro de 1941 a 1966). Dos alumnos externos que inician el primer año de bachillerato con Halcón son José Luis Poullet Martínez y Antonio de la Torre González, que después se dedicarán profesionalmente al magisterio.
ÚLTIMA VISITA A LOS JESUITAS.
El 31 de mayo de 1921, Manuel Halcón contrajo matrimonio en Sevilla con Rosa Borrero Carrasco. En el viaje de novios, camino de Cádiz, hicieron una visita al colegio de San Luis. Así la recordaría Halcón en 1961 para La Estafeta Literaria: "Pedí permiso para pasearme por la huerta, por aquel sendero bajo las pimientas por donde otras veces paseaban las hermanas de los alumnos. Por mirarlas, más de una vez fui castigado. Y ahora llevaba una mujer cogida por el talle. Me pareció que recogía algo que estaba allí sujeto en el aire y que me estaba esperando. Después no he vuelto más".(Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini).
Antes del 1 de enero de 1901 la hora oficial en España era la del meridiano de Madrid (3º 41' 16" O), es decir, la hora civil de Madrid; aunque cada provincia tenía la hora civil correspondiente a su meridiano; eso suponía una hora de diferencia entre Barcelona y A Coruña. A partir de la 0 horas del 1 de enero de 1901 se adopta la hora del meridiano de Greenwich (UTC+0). El 15 de abril de 1819 se introduce por primera vez el horario de verano (adelanto de una hora), horario que se ha utilizado desde entonces intermitentemente. El 16 de marzo de 1940 a las 23 horas se adopta como hora oficial la UTC+1 (se adelanta una hora), es decir, se pasa de la zona horaria de Europa occidental (WET) a la zona horaria de la Europa Central (CET).
Reproducimos aquí relojes de sol de El Puerto de Santa María, recopilados por Paquita Vecina Romero, profesora de Física y Química del IES Pablo Ruiz Picasso de Chiclana de la Frontera.
CALLE LUJA.
Es un reloj de adorno bastante deteriorado, sin estilo y cuyas líneas parecen pintadas en el azulejo. El reloj se encuentra en la fachada del nº 10 de la calle Luja, que confluye en la calle Larga.
BODEGAS TERRY.
Este reloj de sol (la fotografía está tomada en Mayo del 2003), al que le falta el estilo, se halla situado en el interior de las bodegas Terry. Está dibujado directamente en la pared de la entrada al llamado Patio de los Olivos.
JÁNDALOS VISTAHERMOSA.
Reloj que se encuentra en el patio del Hotel Los Jándalos, en Vistahermosa, Calle Amparo Osborne. Más abajo, pero en la misma pared, se encuentra las instrucciones en un panel de azulejos para leer el reloj. El reloj declina a poniente y lleva numeración arábiga.
HACIENDA BEATILLAS.
En la Hacienda Las Beatillas, se encuentra este reloj vertical meridional de 1718, construido en piedra y con la numeración romana. Esta antigua casa de labranza era el caserío de una extensa cortijada que se extendía a los pies de la elevación apuntada, en una la zona denominada “Bellavista” en las lindes de El Puerto con Jerez.
CRUCES CON SAN SEBASTIÁN.
Estos dos relojes verticales se encuentra en el centro de El Puerto, en la calle San Sebastián nº 22 , haciendo esquina con la calle Cruces. Según cuentan, cuando se estaba haciendo el edificio de enfrente, los albañiles se fijaban en este reloj para ver cuando terminaban la jornada. El conjunto está formado por dos relojes pintados en la pared. El de la izquierda es un reloj vertical declinante a poniente (el muro está orientado hacia el suroeste), ya que las líneas horarias están más cercanas unas a otras en la parte de la derecha del limbo que de la izquierda. Los números que marcan las horas son romanos. El reloj de la derecha mira a levante y lleva números arábigos.
CASTILLITO DE LA PUNTILLA.
Estos relojes se encuentran en el Paseo de La Puntilla-La Colorá, junto al bar El Castillito y cerca del chiringuito de Luis 'el Moro'. Las fotos están hechas en abril del 2001. Es un conjunto de 3 relojes: un reloj vertical meridional orientado exactamente al sur, otro vertical oriental y otro occidental, respectivamente. También hay una inscripción de Plan de Costas y en el reverso de la columna se explica como funciona el reloj. El reloj meridional lleva la leyenda: “Carpe Diem”. Son obra de Juan Gallardo.
España juega contra Francia y nuestro portero, Iker Casillas, es aclamado por sus paradas imposibles. De vivir Rafael Alberti estamos seguros de que, aparte de coincidir los colores de las camisetas --blanco y azul--, adaptaría su ‘Oda a Platko’ por la ‘Oda a Iker’. Además, otro portuense, José Manuel Pinto Colorado (nótula núm. 281 en GdP) es portero titular del Barcelona, en relación a los equipos que vamos a comentar…
El poeta Rafael Alberti, dedicó al guardameta Platko, aquella oda, aparecida en la primera página del periódico "La Voz de Cantabria" del día 27 de mayo de 1928, que hoy acaso, versionaría nuestro poeta universal en honor al guardameta Iker Casillas.
Y es que, los Campos de Sport del Sardinero de Santander fueron escenario de la final de Copa de fútbol entre el F.C. Barcelona y la Real Sociedad de San Sebastián. Tres partidos fueron necesarios para saber quién se proclamaba campeón (no existía entonces el lanzamiento final de penalties). En el primero de esos partidos, jugado el día 20 de mayo, el portero del Barcelona, el húngaro Platko, se convirtió en héroe por su comportamiento. "Cuando la Real estaba achuchando la portería catalana, su delantero centro Cholin, en una posicion envidiable, avanzó hasta la portería. Cuando el gol parecía inevitable, el guardameta Platko realizó una gran estirada y se arrojó sobre el pie del jugador donostiarra conteniendo así el tiro, pero a cambio de recibir en la cabeza el golpe destinado al balón. La patada fue brutal, Platko quedó conmocionado y tuvieron que retirarle del campo para aplicarle 6 puntos de sutura en la herida ensangrentada." Platko regresó al juego con un aparatoso vendaje que perdería en el transcurso del juego. ?/En la imagen de la izquierda, Rafael Alberti en 1981. Foto: Isabel Steva Hernández.
ODA A IKER (versión imposible)
Ni el mar, que frente a ti saltaba sin poder defenderte. Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía. Ni el mar, ni el viento, Iker, rubio Iker de sangre, guardameta en el polvo, pararrayos. No nadie, nadie, nadie. Camisetas azules y blancas, sobre el aire. Camisetas reales, contrarias, contra ti, volando y arrastrándote. Iker, Iker lejano, rubio Iker tronchado, tigre ardiente en la yerba de otro país. ¡Tú, llave, Iker, tu llave rota, llave áurea caída ante el pórtico áureo! No nadie, nadie, nadie, nadie se olvida, Iker. Volvió su espalda al cielo. Camisetas azules y granas flamearon, apagadas sin viento. El mar, vueltos los ojos, se tumbó y nada dijo. Sangrando en los ojales, sangrando por ti, Iker, por ti, sangre de España, sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto temieron las insignias. No nadie, Iker, nadie, nadie se olvida. Fue la vuelta del mar. Fueron diez rápidas banderas incendiadas sin freno. Fue la vuelta del viento. La vuelta al corazón de la esperanza. Fue tu vuelta. Azul heróico y grana, mando el aire en las venas. Alas, alas celestes y blancas, rotas alas, combatidas, sin plumas, escalaron la yerba. Y el aire tuvo piernas, tronco, brazos, cabeza. ¡Y todo por ti, Iker, rubio Iker de España! Y en tu honor, por tu vuelta, porque volviste el pulso perdido a la pelea, en el arco contrario al viento abrió una brecha. Nadie, nadie se olvida. El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan. Las insignias. Las doradas insignias, flores de los ojales, cerradas, por ti abiertas. No nadie, nadie, nadie, nadie se olvida, Iker. Ni el final: tu salida, oso rubio de sangre, desmayada bandera en hombros por el campo. ¡Oh, Iker, Iker, Iker tú, tan lejos de España! ¿ Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte ? Nadie, nadie se olvida, no, nadie, nadie, nadie.
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