Saltar al contenido

12

gregoriocruzvelez_puertosantamariaGregorio Francisco Cruz Vélez nace en la tan portuense calle Luna un día normal: el 24 de febrero de 1954. Ya desde pequeño le decía a su madre «--Déjame hacer lo que me gusta». Muchos años después nos damos cuenta que así ha sido.

Comienza su carrera taurina como alumno en la Escuela “Pedrucho” en Barcelona, ya que su familia emigró a tierras catalanas porque su padre trabajó en la construcción de carreteras por aquella zona.

En Abril de 1974 brilla por primera vez su traje de luces en la plaza de San Fernando (Cádiz). Un año después, en Marzo, debuta con picadores en Ubrique (Cádiz), alternando grandes actuaciones con otras menos brillantes en ruedos muy importantes de la novilleria hasta el final de la década de los setenta del siglo pasado. Participó en el cartel llamado ‘de los seis ases’, invento de varios empresarios para el fomento de las novilladas picadas.

gregoriocruzvelez_2_puertosantamaria

Debut con picadores en El Puerto.

gregoriocruzvelez3_puertosantamaria

Con Manuel Benítez 'el Cordobés' y Manuel Beuzón Luque, 'Curro Luque'.

Quien le diría a El Puerto que en 1979 se bautizaba Gregorio como banderillero y que, cada año, contaría con mayor experiencia en los ruedos. Tanto que llegó a regalarle suspiros de temor a toros que iban a ser lidiados por grandes figuras del toreo: Emilio Oliva, Paco Ojeda, José María Manzanares, Emilio Muñoz, Juan Serrano “Finito de Córdoba” y al desafortunado Francisco Rivera ‘Paquirri’. Con todos vivió experiencias que le ayudaron a mejorar, pero con este último sufrió muy de cerca la máxima crueldad que puede hacer un toro: matar. Gregorio se encontraba en su cuadrilla el aciago día de su muerte en 1984.

gregoriocruzvelez4_puertosantamaria

En la alternativa de Emilio Oliva.

gregoriocruzvelez5_puertosantamaria

En Ronda con el diestro Paco Ojeda. (Foto Arjona).

Subiendo escalafones, como cualquier persona que pertenece al mundo del toro, ha toreado en las plazas más importantes del orbe taurino nacional e internacional, obteniendo más de 60 premios en todas las plazas y ferias importantes en las que se respira aroma taurino:  tanto con el capote, como con las banderillas.

premiostaurinoscanalplusTodas las plazas y aficionados que lo conocen saben captar su profesionalidad. Es poseedor de premios tan importantes como el ‘Maite’ de Madrid en tres ediciones, ‘Maestranza de Caballería’ de Sevilla, ‘Canal+', en diferentes ediciones --tanto en metálico, como el trofeo que lo acredita--, Premio Nacional Cossio... Y premios del sur de Francia, de temporadas catalanas, de jurados de prensa e incluso de los propios compañeros de profesión. En definitiva un largo etcétera que definen la categoría obtenida por nuestro paisano en su extensa trayectoria. (En la imagen de la izquierda, uno de los premios otorganos por la cadena de televisión Canal+).

El 31 de mayo de 2003, en el Puerto se respiraba un triste ambiente, ya que en El Molar (Madrid) a las órdenes de Iván Vicente, Gregorio Cruz Vélez le pone su par de banderillas al toro que pertenecería a su última corrida. Una lesión en la espalda le obligaba, muy a su pesar, a retirarse de los ruedos que tanta gloria le dieron y que a la postre es su vida. Un adiós que no es un hasta nunca, puesto que un torero lo es hasta el último de sus días;. Siempre será el banderillero de oro de El Puerto.

gregoriocruzvelez6_puertosantamaria

Con Finito de Córdoba, en una corrida goyesca en Ronda.

gregoriocruzvelez7_puertosantamaria

Con José María Manzanares en Sevilla.

Una vez alejado de los trajes de alamares impulsó la carrera taurina del hoy matador de toros Alejandro Morilla. Una vez más demostraba ser conocedor de todos los entresijos taurinos.

El Puerto tiene el honor de contar entre sus empadronados como portuense a un gran banderillero, que es camino a seguir para las próximas almas toreras. Como bien dijo Joselito, ‘Quien no ha visto toros en el Puerto, no sabe lo que es un día de toros’. Y quien no ha visto a Gregorio parear un burel mientras lo decora con los garapullos, andándole toreramente y dando todas las ventajas al mismo, no conoce un tercio de banderillas.

gregoriocruzvelez_8_puertosantamaria

Gregorio herrando, junto a Isabel Pantoja y Paquirri, metido a ganadero.

gregoriocruzvelez9_puertosantamaria

Gregorio, junto a su mujer, María Jesús Vela, Pedro García Nobleja y su mujer Cristina, y Carmen la mujer del desaparecido Cañita, también en la instantánea tomada en la Feria de El Puerto.

Por desgracia El Puerto, indolente, no sabe valorar a todos los artistas que han nacido bajo el manto de la Virgen de los Milagros y un ejemplo muy claro es Gregorio.

Este hombre que tanto empeño ha puesto para cumplir sus metas, que se ha esforzado en sus entrenamientos para luego dar lo máximo en la Plaza y que se ha jugado la vida tantas y tantísimas veces… Es trisque que en su ciudad natal no se le haya reconocido con el honor que se le debería de otorgar.

gregoriocruzvelez_11_puertosantamaria

En 1985, en el Festival de los Banderilleros de El Puerto, a la izquierda. (Foto Espinosa).

gregoricruzvelez10_puertosantamaria

Como vemos, Gregorio no pierde la afición.

Ha demostrado que ha podido desarrollar su vocación y que su alma es realmente torera, pero aquí en El Puerto, como siempre, lo han tratado como a uno más, siendo muy diferente el trato que recibe en otras plazas y ciudades donde le siguen llamando ‘maestro’.

cruzvelezQuizás el viento de Levante, ese que te despeina mientras contemplas una tarde de toros en pleno mes de julio, o que hace ondear las banderas de la Plaza Real cuando suenan los clarines; o quizás las salinas que rodean la ciudad, sean la excusa perfecta de este carácter duro y de superioridad que, desgraciadamente, califican el trato que dedica El Puerto a sus paisanos más relevantes en la distintas artes.

(Texto: Paco Moreno).

clubtaurinoninodelmatadero_puertosantamaria

En la instantánea podemos ver  la inauguración del Club Taurino de Manuel del Pino, "Niño del Matadero". Dicho acto tuvo lugar el 23 de noviembre de 1930. El novillero local aparece  en el centro de la imagen rodeados de simpatizantes, admiradores y amigos.
Todavía, en los anales del toreo local a pie, los aficionados mas vetustos recuerdan el buen hacer con el capote del novillero porteño. (Fotografía: Tertulia Taurina Monasterio).

5

justinocastroverde_puertosantamariaA principios del siglo XX la fotografía comercial creció con rapidez y las mejoras del blanco y negro abrieron camino a todos aquellos que carecían del tiempo y la habilidad para los tan complicados procedimientos del siglo anterior. En 1907 se pusieron a disposición del público general los primeros materiales comerciales de película en color unas placas de cristal llamadas Autochromes Lumière en recuerdo a sus creadores, los franceses Auguste y Louis Lumière, siendo peculiar en esta época que las fotografías en color se tomaban con cámaras de tres exposiciones. (En la imagen de la izquierda, Justino Castsroverde, en 1920).

Desde sus comienzos, la fotografía era muy cuestionada. Se movía entre ser considerada obra de arte o simplemente un instrumento de ayuda para los artistas plásticos. Pero fue en el siglo XX cuando en España se agudiza la polémica y surgen fuertes tensiones. Los que defienden el arte fotográfico y los que destacan el carácter automático, mecánico e inmediato de la fotografía.

En la época de los retratos con negativos al colodión y copias a la albúmina de color marrón pardo, pegados sobre cartulinas, nace en nuestra ciudad, el 2 de febrero de 1876, Justino Castroverde García, hijo del abogado portuense José Castroverde Quirós. A decir del historiador Rafael Garófano Sánchez -que ha estudiado la vida de Castroverde-, las circunstancias familiares llevaron a Justino a la fotografía.

jose_reymundo_cadizFallecido su padre y pese a su vocación universitaria de farmacia, le llevaron a trabajar a Cádiz como aprendiz en el estudio fotográfico de José Reymundo "con el que estableció no sólo una relación laboral, sino una vinculación personal y afectiva, que perduró hasta el fallecimiento del maestro en 1950".

Reymundo, considerado uno de los mejores fotógrafos de la época, influyo decisivamente en la formación de su pupilo, sobre todo en un momento marcado por la revolución técnica de la fotografía instantánea, mediante las nuevas emulsiones de la firma Lumière en las placas de vidrio de los negativos. Tanto es así que la Revista Portuense en 1904, con motivo de una exposición en el Estanco de la calle Larga, define a Castroverde como "un artista laborioso, tan modesto como ilustrado, siendo ya un notable fotógrafo".

justino_castroverde_puertosantamariaEl profesor Garófano  encuadra a Castroverde en la denominada corriente pictoralista de la fotografía, aquella de pretensiones artísticas que surge como reacción a la fotografía de aficionados, considerada vulgar, reivindicando los valores propios de aquella para la realización de obras de arte en plena igualdad con otras disciplinas artísticas como la pintura, la escultura o la arquitectura. Los fotógrafos del pictorialismo se definen como fotógrafos y artistas en la línea de las teorías del romanticismo propias del siglo XIX, destacando la sensibilidad e inspiración de los autores y otorgando un papel secundario a los conocimientos técnicos.

Los primeros pasos profesionales de Castroverde se encaminaron a los "trabajos a domicilio", haciéndole la competencia Antonio Gutiérrez que contaba con un prestigioso gabinete en la calle Larga, 54. En cuanto al dominio de las técnicas fotográficas es significativo el trabajo de ampliación que realizó Castroverde, del interior de la Iglesia Mayor Prioral, en unos momentos en los que la toma de interiores y las ampliaciones constituían todo un reto. También destacó por el empleo que hacía para las tomas del fogonazo de luz al magnesio, con el peligro que conllevaba.

kikoperezsanchez_1_puertosantamaria

En la Fotografía, Quico Pérez Sánchez y su amigo Justino Castroverde, tercero por la derecha, en una visita a las Cuevas Cantera de la Sierra de San Cristobal. (Foto: colección J.L.S.P.)

Cabe destacar entre las obras de este fotógrafo portuense, la irrepetible colección de las Cuevas de San Cristóbal, las tarjetas postales de rincones de nuestra ciudad o de retratos personales y su destacado papel como corresponsal gráfico en las prestigiosas publicaciones: ABC, Blanco y Negro, Mundo Gráfico y La Unión Ilustrada de Málaga o Sevilla.

Fotografió múltiples aspectos de la vida cotidiana portuense, estampas de pesca o de la vendimia, los toros, o acontecimientos religiosos y culturales, como manifestaciones de los usos y costumbres tradicionales de la ciudad que lo vio nacer.

puestadesol_castroverde_puertosantamaria

'Puesta de Sol en el Castillo de la Pólvora'. Premiada en 1951

La guerra civil truncó sus expectativas, ya que la fotografía se sitúo entre los artículos de lujo, y pasó a ocupar un puesto de administrativo en las Bodegas de Osborne, relegando su pasión a un segundo plano, lo que no fue obstáculo para que obtuviese el premio del ayuntamiento de El Puerto por su trabajo 'Puesta de sol en el Castillo de la Pólvora', en el II Concurso Provincial de fotografía organizado en Cádiz en 1951.

Fallecido el 19 de diciembre de 1956, Justino Castroverde fue ante todo una persona de su tiempo, apasionada por rescatar y difundir todo un pasado que se estaba transformando y que desde su visión de la modernidad de un nuevo siglo, intentó explicar gracias al valor de las imágenes como testimonio social de la realidad. (Texto: Enrique Bartolomé).

ALGUNAS DE SUS OBRAS.

enlaplaya_castroverde_puertosantamaria

Un día en la caseta de playa. Sentadas de dcha. a izda.: Nela (abuela materna de Begoña Osborne, que es quien describe a los integrantes de la fotografía), Encarnacion, Lalo, Manolo, y detrás Emilia Tosar Garcia de Valdeavellano. Sentado con chaqueta blanca, desconocido. De pie de dcha. a izda.: dos empleadas, Luisa Fernanda Ruiz de Cortazar y Tosar, Adolfo Tosar Garcia de Valdeavellano, y Luis o Joaquín Osborne Tosar. La niña tampoco sabemos quien es.

muelle_justinocastroverde_puertosantamaria

Inauguración muelle de San Ignacio.

feria_justinocastroverde_puertosantamaria

Feria de Ganado en el Palmar. 1945.


Extracto de la película 'Garlic is a good as Ten Mothers' (Ajo es tan bueno como 10 madres), del director norteamericano Les Blank. Año 1980.

Atentos  a las preguntas de la entrevistadora y atentos, también, a las respuestas del genial Anzonini del Puerto, quien, en su estancia en EEUU, entre galas y bolos como bailor flamenco, concedió estas entrevista que no tiene desperdicio.

Ver nótula 524, de Anonini, en Gente del Puerto.

9

manolete_cartel_puertosantamaria"Manolete", la película protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz sobre la historia de amor que vivieron el popular torero y la actriz Lupe Sino, aún no se ha estrenado en España.  El rodaje de "Manolete", con un presupuesto cercano a los 20 millones de dólares, comenzó el 31 de marzo de 2006 en España y se extendió por ciudades como Alicante, Córdoba, Madrid, Salamanca, Carmona, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.

Durante el verano de 2006 tuvo lugar en El Puerto el rodaje de los exteriores de “Manolete”, la comedia romántica con trasfondo taurino protagonizada por Adrien Brody y Penélope Cruz que ahora parece que por fin va a llegar a nuestras pantallas.

En el espacioso patio interior de la bodega en la que nos citaron para darnos los papeles de “humildes” y “elegantes”, se formaron grupos que charlaban animadamente en sillas formando amplios círculos.

manolete3_puertosantamaria

Pilar Calvo y Uxio Noceda, entre otros, cuarto y quinto empezando por la izquierda.

Al fondo del patio, se organizó una animada juerga. La organizadora parecía ser una mujer de unos cuarenta años, vestida de “humilde”, simpática, muy habladora, con ese habla tan característica de El Puerto en el que las palabras se apresuran tanto que se atropellan unas a otras, morena, con bata y alpargatas.   Resultó ser Ana María López Camacho, Ana para todos. De pronto una mujer, alta, de mediana edad, vestida de “elegante”, se unió al baile. Ana, erigida en jefa de la fiesta, la aceptó y dijo a todos: «--Esta es Doña Pilar y aunque es una ricachona es una de las nuestras».  ‘Doña Pilar’ era Pilar Calvo, natural de Palencia, con 16 años de estancia en El Puerto. Había fundado la Casa de Castilla y había trabajado de presentadora en varias televisiones locales.

manolete9_puertosantamaria

Francisco Sena García de 72 años fue  al ‘cásting’ junto a Guillermo Otero González, apenas 60 años, marinero jubilado y José Antonio Macías Mena, 84 años, exnovillero, inducido como los otros por una ‘voluntaria social’  Mila, de ‘Sol y Vida’, un comedor benéfico situado entonces en la calle San Bartolomé, hoy en Cruces. Francisco Sena García, anciano de pueblo de sonrisa inocente, acude acompañado de un hijo. Otros dos se han quedado en el camino, rotos por la droga. Guillermo, ‘el Palaustre’, tiene un cuerpo retorcido como los troncos viejos de los acebuches. De su estrecha cintura parten unas piernas que parecen ignorarse y que a no ser por la ayuda de una muleta que nunca le abandona le harían, inevitablemente, caer al suelo.

manolete1_puertosantamaria

En la bodega donde concentraban a la figuración, entre otros Miguel Álvarez y Luis Garrido, cuarto y sexto por la derecha.

Luís Garrido Quijano, abogado del Ayuntamiento, ha pedido unos días de vacaciones. Es un señor y hace de señor. No tiene que actuar. Lo pasa muy bien y dice que si hay mas rodajes, repetirá. Mi gran amigo, Paco González Luque, Catedrático de Historia del Arte, por el contrario, no soporta las largas esperas, la sensación de sentirse secuestrado. Va dos días y no vuelve. Inés Baena Ríos, de Jerez, con 30 años ya de estancia en El Puerto es ama de casa y fué al ‘casting’ animada por su hijo. Le cansan las largas esperas pero si hubiera mas rodajes, repetiría. Nuria Contreras tiene 32 años y mide 1,75, pero con tacones supera el 1,80.  Cuando llega por las mañanas es una chica joven, moderna, que prepara oposiciones para policía local.

manolete10_puertosantamaria

Espartaco, asesor taurino del rodaje, junto al figurante Paco Jaén.

Después de pasar por vestuario, peluquería y maquillaje, es una señora de porte impresionante que llama la atención y de hecho la llama tanto que la colocan en todos los ángulos posibles. Ella y su amiga Margarita, las dos elegantísimas, formaban una pareja espectacular y resultaba muy fácil localizarlas entre los 500 figurantes sentados en los tendidos. Juana González, conocida abogada y presentadora que fue de las televisiones locales de El Puerto es también una elegante señora a la que podríamos llamar ‘la dama de rosa’. Con solo cambiarle el sombrero puede pasar de un tendido en la plaza de toros de México a una barrera en la de Bilbao, porque en la Plaza de toros del El Puerto se han filmado para la película corridas en México, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Jerez ó el mismo Puerto de Santa María.

manolete2_puertosantamaria

José Antonio Macías Mena, dando unos capotazos en el albero.

Nos llevan a la plaza de toros. En el ruedo preparan las cámaras, los focos, mientras Espartaco da instrucciones. En el ruedo está ocurriendo algo. José Antonio Macías Mena, uno de los tres ancianos del rodaje, ha bajado al ruedo y provisto de un capote se ha puesto a dar pases jaleado por todo el público que llena el tendido y por el equipo técnico, incluido Espartaco. A las doce los muchachos de Figuración reparten bocadillos y refrescos. En los tendidos se oye fuerte y vibrante la voz de Ana: «--¡Doña Pilar, míe Usté!, ¡de jamón!, ¡A las ricachonas, de mortadela!, ¡Nosotras jamón!».

manolete4_puertosantamaria

Manuel Malpartida Morilla, a la izquierda, caracterizado de número de la Guardia Civil.

En los tendidos hay varios guardias civiles, de los de antes, con tricornio. Uno de ellos es Manuel Malpartida Morilla. Fue taxista. Ahora vende electrodomésticos en “El Paseo”. Está emocionado con su traje. Su suegro, ya muerto, era guardia civil. Sus dos cuñados también. Llegar a casa y decirle a su mujer que por unos cuantos días él también era guardia civil fue una gran satisfacción. Su mujer se emocionó mucho. En el Palco de Autoridades, las fuerzas vivas de la ciudad. El figurante elegido para coronel es Francisco Tierno Mateos, camionero, de 66 años. Tiene un porte y una voz que da perfectamente el papel.

manolete6_puertosantamaria

Eugenio 'Uxio' Noceda, autor de las mayorías de las fotos de esta crónica, hizo de Capitán del Ejército.

Otro militar es Eugenio Noceda, de Vigo, hace de Capitán. Lleva 3 años viviendo en Jerez y ya ha participado en el rodaje de “Lola”. Uno de los falangistas es Jorge Luís Borrego. Le llaman el Pibe. Es argentino. Para él lo de falangista, ni por edad ni por nacionalidad, significa nada. Otro falangista es Jorge Luís. Ya estuvo rodando en Carmona. Ahora está en El Puerto.

manolet5_puertosantamaria

Menno Meyjes, director de la cinta y Jesús Almendros, autor de esta crónica, quien participó en la figuración de la película 'Manolete'.

El miércoles 12 de Julio fue el último día de rodaje. Fue un día emocionante. El Director, Menno Meyjes, descubrió el Castillo de San Marcos y pensó que era el lugar ideal para celebrar el funeral. El féretro estaba en la pequeña capilla acompañado por los mas allegados. Después se formó la comitiva. Cuando empieza a caer la tarde nos llevan en fila a la calle La Palma. Los enfermeros, ayudados por hombres de la cuadrilla llevan en volandas al torero hacia la calle Sol donde se supone que está la enfermería. Todos corremos junto al herido. Estamos nerviosos, angustiados, es una lucha contra el tiempo. El torero se desangra. La cámara, quieta espera al final de Palma, y una y otra vez ve acercarse al tumultuoso grupo acompañando al torero. «--Chequeando... ¡Correcta!, ¡Hemos terminado la película!».

manolete8_puertosantamaria

Santiago Segura y Juan Echanove, en una escena del rodaje.

manolete_7_puertosantamaria

Brody, ante la mirada del director del film, danto un pase con el capote.

Se había dado la última vuelta de manivela. Aplausos, Jorge se sube a una escalera y nos dice «--Compañeros, el Director está emocionado. Quiere daros las gracias a todos y deciros que sois el mejor equipo de figuración que jamás ha dirigido!».  Es el final, la despedida. José Antonio Macías Mena aprovecha para estirar su delgado cuerpo y dar unos pases con un inexistente capote ante el grupo. A lo lejos, perdiéndose por la calle La Palma hacia las 7 Esquinas, se aleja la figura inconfundible de Gregorio con sus andares en tres tiempos, en una difícil sincronía entre sus dos piernas y su muleta. (Texto: Jesús Almendros. Crítico de Cine). (Fotografías: Uxio Noceda, Jesús Almendros).

10

alvarorendon_puertosantamariaNo lo puedo evitar: soy del Puerto de Santa María. De un Puerto que no reconozco en estas calles peatonales repletas de motos, bicicletas y semáforos que guiñan en ámbar; de tiendas que “se traspasan”, de casas con cerrojos dobles y multitud de foráneos en pantalones cortos que miran escaparates, vagabundean preguntones con el dinero justo para una mariscada de gambas sin cabezas en Romerijo. De esa calle Luna desconocida que, a medida que se aleja del muelle, más desierta parece; de la primitiva Larga, cada vez más corta, estrecha y custodiada ahora por espantapaseantes verdes que tapan fachadas de edificios emblemáticos, derribados o a punto de caerse por abandono de sus propietarios; de esa Pescadería reconvertida por exigencias del guión turístico en una inmensa bolsa de aparcamiento.

parquecalderon_puertosantamaria

Parque Calderón. (Foto: Jorge Roa).

En el Parque ya no huele a patatas fritas, ni las farolas iluminan su piso de albero; no suena la sirena del Tiovivo de Bañuls, ni se practica el plácido juego del bicheo o mireo de esas chicas que huelen a tomillo, romero y espliego, recién lavadas con agua de pozo, que sonreían al cruzarnos durante el tiempo para la exhibición que significaba el tontódromo Larga-Luna-Parque, ida y vuelta, símbolo de la eternidad. Hoy el paseo se ha reconvertido, como casi todo. Ahora se llama sabatina con copita y tapitas por Herrería-Misericoria-Ribera; y ya no se luce el autóctono.

Tampoco se oye el pregoneo de las tajaítas, del pulpo seco, del camarón o del buen higo chumbo, dulce y fresquito, sobre un saco que cubría un cuarto de barra de hielo comprada en Jesús Cautivo. Han cerrado muchos de los comercios más emblemáticos, donde solíamos acudir para ahuyentar el hambre.

monumento_munozseca_puertosantamariaNi siquiera queda albero en la plaza de Peral. Se ha enlosado, quizás para que el genial don Pedro Muñoz Seca pasee sin ensuciarse sus recién estrenados zapatos de bronce, ahora que le pusieron piernas; aunque el injerto quede poco disimulado. De los azulejos de la tramoya decorativa del foro semicircular donde se ubica aún se vislumbra la frescura y el misterio que tuvieron antaño. En las pérgolas laterales, bajo la densa enredadera de buganvillas se reunían las pandillas del centro y de la placilla. Recuerdo que en las largas esperas confeccionábamos collares y pulseras con las hojas escamosas de las viejas Araucarias, después de terminar la merienda de pan con carne de membrillo o aceite y azúcar (poco aceite y poca azúcar). Jugábamos a la palmá y al coger. El palomar, que sólo tuvo palomas un año, lo utilizaban los jardineros como cuarto de aperos; como prisión, la chiquillería, porque su poyete generoso dejaba espacio para el asiento, a medida que se iba llenando de cogidos a la espera de la palmada que los liberase.

En los descansos pelábamos pipas de girasol, compradas en el carrillo de Severo, en una bocacalle de la Placilla, en un lateral del Teatro Principal de Nuchera. Por una perra chica te llenaba el bolsillo de los pantalones cortos; pero, ¿quién tenía una perra chica en aquel tiempo?

carrillo_severo_1953

El Carrillo de Severo, atendido por su mujer, Rafaela Morón. (Foto: Misalo).

Abandonábamos la enciclopedia y los cuadernos de cuentas y caligrafía en casa, y corríamos a sentarnos en las espalderas de los bancos de azulejos vidriados, de espaldas al monumento dedicado a la lectura: Cervantes, Fernán Caballero, Góngora, Fray Luis, los Quinteros, Muñoz Seca…, en un pueblo con nimia biblioteca. La que se levantó en los terrenos del Racing Club Portuense vino mucho después, cuando la juventud nos hizo huir buscando lo que creíamos no obtener en el pueblo.

donjuanelcojo__puertosantamariaEl último comentario de don Juan el cojo, el maestro de la calle san Sebastián. Había llamado por enésima vez a Sánchez para castigarle por molestar a los de atrás del largo pupitre compartido con otros diez. El castigo siempre era el mismo: tirarle de las patillas hasta que se le saltasen las lágrimas. Lo de don Juan tenía mérito. Por la mañana, de nueve a dos, y de tres a cinco por la tarde, encerrado en una habitación donde cabíamos unos cien alumnos de distintas edades y niveles. En una casa-palacio que conoció mejores tiempos en el diecinueve, con un balcón que daba a la calle, donde subía el ruido de los mulos cargados con cacharros de barro para cocinar, barquitos con fruta para el Mercado y el chiflado afilador. En la esquina había una tasca donde se expendía vino a granel, lugar asiduo de braceros y desempleados.

casadonjuanelcojo_puertosantamaria

Colegio de don Juan Díaz, en la calle San Sebastián (Foto: JMM).

Yo venía del Asilo, en la calle Cielos, y estaba acostumbrado a formar en el patio vestido con traje de marinero azul marino, frente a una virgen de túnica rosa y toga celeste a juego con los ojos. Me daba pena. Tenía las manos atadas con un rosario y apenas levantaba su retraída mirada, apalancada en una rocalla de cuyos intersticios brotaba una selva tropical. La gigantesca directora, que hacía por monja y media, situada descaradamente junto a la virgen –que no admitía comparación–, y subida al primer peldaño de la escalera de mármol, nos animaba a ir a una batalla contra los protestantes y declararnos amantes del sagrado corazón:? «Fuera, fuera, protestante./ Fuera de nuestra nación/ que queremos ser amantes/ del Sagrado Corazón./ Viva Dios, que nunca muera,/ y la santa Tradición/ estas monjas benditas/ que nos dan la educación.»

iglesiaasilohuerfanas_puertosantamaria

Fachada de la Iglesia del Asilo de Huérfanas, en la calle Cielos. (Foto: Colección Vicente González).

A Pepe Mesa y a mi, que compartíamos el mismo pupitre junto al balcón de la bandera, nos tocó la señorita Luisa, pecosa y agradable. Cuando se abrían los cristales nos llegaban olores dispares, el del carro de la basura y el de los bollos de pan recién hecho. Hablo de los años sesenta, de cuando las panaderías estaban abastecidas y el estraperlo funcionaba para los electrodomésticos y piezas de recambio. El pan se pregonaba por los portales al tiempo que se repartía a los abonados a la viena, al chusco, a la telera o a la barra. El repartidor tiraba de un carrillo con tres ruedas sobre las que se asentaba un cajón abierto por arriba y del que extraía un capazo donde llevaba los distintos tipos.

001. ¡A SANGRE Y FUEGO!No sé cuándo ni dónde aprendí a leer. Si fue con los susurros amables de la señorita María Luisa o con las voces del ogro cojo. Sólo sé que me encantaban los sábados por la mañana, cuando me acercaba a la papelería de Cortés y preguntaba si había venido el cuadernillo apaisado del Capitán Trueno, con carpetilla iluminada e interior en blanco y negro. Del TBO me gustaba  hasta los increíbles disparates del profesor Frank de Copenhague. Mis hermanos eran más de Roberto Alcázar y Pedrín. Mi padre leía El Coyote, sólo para poder dormir por las noches, abatido por un disparo perdido… Hasta los siete años viví entre algodones. Fue durante la primera quincena de aquel florido mayo, cuando renuncié a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometí seguir siempre a Jesucristo.

Del día de tu primera comunión recuerdas que estrenas traje con botones dorados, zapatos que producen rozaduras y calcetines de canalé que te marcan sus dibujos sobre la planta del pie; que te adjudican un rosario blanco como de niña y un misal de tapas anacaradas con cierre de latón que siempre estaba en el suelo, porque se te resbalaba de las manos forradas con guantes de algodón. Sólo soportas la hora larga del ritual, donde todo el mundo trata de endulzar un acto que ha perdido con los años el sentido esotérico, por los regalos del final del banquete con chocolate. Y cincuenta años después te sigues preguntando qué puñetas eran las “pompas” de Satanás. Debían tratarse de las pompas fúnebres, empleadas para acojonar a los niños.

zarco_ortega_puertosantamaria

Ramon Zarco y Luis Ortega. (Fotos: Academia de Bellas Artes).

Me gustaba el dibujo y la música, pero no me gustó que mi madre me apuntara a Solfeo y Dibujo en la Academia santa Cecilia, dos días a la semana. Pronto supe que se habían acabado los bolindres y los hoyos en la calle san Sebastián, y que las tardes se acortaron para siempre. De la Academia recuerdo el olor a pino de Flandes de los pianos del profesor Zarco, en la planta baja, y el olor a goma de borrar y madera de cedro de los carboncillo del piso superior, donde un joven Luis Ortega se esforzaba en habituarnos a mirar a través de sus ojos.

A veces, el tiempo es como el viajero camuflado en los bancos de la estación de la vida, que ve pasar los días como trenes veloces y piensa, desbordado por la frustración, que el siguiente es el suyo. En otras, es la estación la que pasa fulminante detrás del cristal entreabierto de la ventanilla, mientras sigues pensando que en veintitantas estaciones más llegará la tuya. En todos ellos viajan gente solitaria, personas que se resisten a salir de la nube de vapor que rebufa los bajos de la máquina, o se acodan en las escalerillas metálicas de acceso al vagón. Ves jóvenes que sonríen casi con cualquier cosa, señoras desesperadas esperando a que la prima hermana de Diógenes acabe de bajar los bultos donde guarda media vida, y la multitud ansiosa que explora los aledaños del gusano metálico. Asomado a la vida de afuera, con el cristal bajado, escrutas rostros, valoras gestos y evalúas evidencias. Los primeros compases de la puesta en marcha de la torpe máquina te adormecen y sólo treinta segundos antes te apeas. Que aquel no era el tuyo.

renfe_26061962_puertosantamaria

El ferrobús, a su paso por la estación de El Puerto en junio de 1962. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

Clavado al único asiento que resistió la embestida de la última litrona, entre la duda de esperar o desesperar, compruebas cómo te quedas solo y que el andén cubierto por la techumbre metálica agrisa un paisaje violeta con leves pinceladas de anaranjado; en un atardecer, lánguido y mortecino.

Sabes que a pesar de la distancia, del tiempo y del deseo, nadie te espera ya. Que los pueblos, las nubes, las vacas paciendo en idílicos prados, incluso la conversación de la señora que se subió en la penúltima parada e intenta desviar tu visión, son un sueño, una ficción creada por tu memoria. La vida, el tiempo son sólo recuerdos, cadáveres que fuiste dejando en la cuneta.

Incapaz de parar lo inevitable, alzas el cuello del abrigo porque empieza a refrescar y cierras el libro que te tiene aprisionado en el ayer de la página 135. Buscas la complicidad del espacio para echar una cabezadita y, entonces, piensas que el haber nacido en el aislamiento de un pueblo como el mío, no significa que hayas crecido en soledad; pero, ¡a quién le puede importar ya…! (Texto: Álvaro Rendón).


8

alvarorendongomez_puertosantamaria

Alvaro Rendón Gómez nació en El Puerto. De joven era aficionado a la música, tenía en su casa un estudio donde se reunía con sus amigos, de nombre ‘El Panteón’ (ver nótula 660 de Gente del Puerto) Fue vocal de música de Memphis, la sección juvenil de la Agrupación Cultural Medusa, de tan buenos recuerdos. Se marcha a estudiar fuera: Bellas Artes en Madrid y Sevilla, donde se licenció en 1975. Fue nombrado Caballero Rosacruz en 1976. Dos años más tarde obtuvo una Cátedra de Instituto por oposición. Comenzó a estudiar Cabalá Hermética en 1968 y se convirtió en Iluminatti en 1986. A principios de la década de los 90 descubrió la Geometría Especulativa como método de análisis de la realidad, y de este interés surgieron varias publicaciones: "Mapas Geométricos" (edición propia); y, entre 2000 y 2001, los volúmenes primero y y la primera parte del segundo de "Geometría paso a paso". En 2008 publica, junto a Juan Eslava Galán, 'La lápida templaria descifrada', "La última investigación histórica, extensamente documentada, sobre una de las más preciadas reliquias que posiblemente fue la causante de que cambiara parte de la historia debido a la tremenda fuerza espiritual y material que poseía en tiempos pretéritos", según afirma Francisco Contreras.

Country-Casposo_puertosantamaria

De izquierda a derecha, Álvaro Rendón, Pepo Guerrero y Abraham –José Antonio Zambrano–, durante una actuación en el Instituto Laboral. (Foto: Colección Pepo Guerrero).

De pequeño «me gustaba el dibujo y la música, pero no me gustó que mi madre me apuntara a Solfeo y Dibujo en la Academia santa Cecilia, dos días a la semana. Pronto supe que se habían acabado los bolindres y los hoyos en la calle san Sebastián, y que las tardes se acortaron para siempre. De la Academia recuerdo el olor a pino de Flandes de los pianos del profesor Zarco, en la planta baja, y el olor a goma de borrar y madera de cedro de los carboncillo del piso superior, donde un joven Luis Ortega se esforzaba en habituarnos a mirar a través de sus ojos».

Vive en Sevilla, aunque siempre que puede se escapa a Valdelagrana, donde comparte con su  mujer un apartamento --propiedad de la primera se apresura en asegurar--, que según afirma el propio Alvaro, cumple con la Ley de Costas, espacio del que disfruta cuando lo dejan el Levante y el Poniente.

geometriapasoapaso_alvarorendonGEOMETRÍA PASO A PASO. (Ed. Tebar).
Este libro de Álvaro Rendón se diferencia del resto de las publicaciones en el método que emplea tratando cada caso en todos los sistemas a la vez (Acotado, Diédrico, Isométrico, Caballera y Cónico). Este tratamiento nunca antes se había desarrollado de esta forma tan clara y rotunda.

Álvaro Rendón tiene una prolífica producción en libros sobre Geometría publicado por  «Tébar, editorial». De los volúmenes sobre "Geometría paso a paso", --con más de 5.000 dibujos cada uno, setecientas páginas, esquemas, diccionarios, índices, etcétera; todo confeccionado en Free Hand e Ilustrator,y maquetado en QuarkXpress--, sólo se publicaron el Tomo I y la primera parte del Tomo II por desavenencias con el editor. Tiene en su poder, los diez tomos que les seguían, incluida la segunda parte de ese segundo volumen. «Espero poder editarlos, aunque sea por mi cuenta y riesgo, doscientos o trescientos ejemplares para regalar, si acaso». Con Alejandro Redondo Torres y Jorge Quintana Palma tiene publicado otros libros sobre dibujo técnico, en la misma editorial.

lapidatemplariadescrifadaLA LÁPIDA TEMPLARIA DESCIFRADA. (Ed. Zenith).
De Juan Eslava Galán y Álvaro Rendón.
Sobre la Mesa de Salomón se grabó la formulación cabalística del Shem Shemaforash, el poder que permite acceder a Dios. Debido a su inmensa fuerza espiritual y material, desde el momento de su pérdida y hasta nuestros días, los templarios y la Iglesia han tratado con ahínco de recuperarla. La estrecha relación que une la Mesa de Salomón con la lápida templaria recuperada hace unos años en Arjona, Jaén, ha hecho que algunos estudiosos aseguren que ésta es una reproducción exacta del código de sabiduría desaparecido hace varios siglos. Esta obra, extensamente documentada, supone la más reciente aportación a los estudios sobre la lápida de Arjona y la Mesa de Salomón. Las explicaciones del lenguaje de la Cabalá, de sus códigos geométricos y de las diferentes interpretaciones de los grabados tratan de desentrañar un enigma que ha fascinado no sólo a los templarios, sino también a modernos investigadores de los misterios de la geometría cabalística.

Alvaro tiene agente literario en la persona de Silvia Bastos, de Barcelona, que le tiene asignado a Pau Centellas quien lleva sus asuntos con Planeta, editorial con la que colabora en «pequeñas cosas» como las llama nuestro protagonista.

Ha escrito poesía, relatos, cuentos, novelas y, sobre todo, ensayos. Todo está a la espera del resurgir económico. Mientras, mantiene un blog literario alvarengomez.wordpress.com

11

chiquiflytravelnirvana_1_0_puertosantamaria

Chiqui Fly en la actualidad. /Foto de Alberto Boutellier Muñoz.

Bajo el nombre del grupo de rock alternativo Chiqui Fly Travel Nirvana, Francisco 'Chiqui'  Áspera Jiménez representaba un papel que a veces se confundía con la realidad.

chiquiflytravelnirvana2_puertosantamariaPosiblemente fue, con aquella ¿música? que tocaba a finales de los setenta del siglo pasado, un adelantado a su tiempo. Lo que hacía entonces lo hacen hoy, con éxito algunos grupos actuales: una extraña melange en la que la ¿música? es el hilo conductor. Aun recordamos aquellas actuaciones, en medio del escenario, con un mapa lunar y una varita, señalando para un indeterminado lugar de la Luna. (En la imagen de la izquierda, con la capa azul y con estrellas que usaba en sus actuaciones y con la que incluso se casó en la Prioral).

Chiqui tenía una de las mejores guitarras que se podían tener hace 30 años. Lo de menos era el uso que hacía de ella, con su sonido impecable. Solía ir a sus actuaciones ataviado con una capa azul con estrellas, con la que incluso se casó en la Iglesia Mayor Prioral con Margari Gallardo, la hija del frutero que había en la calle Ganado, un poco más abajo de La Divina Pastora y la Droguería Cárave. La había conocido en el desaparecido 'Tierra Mar y Vino'. Chiqui se fue a vivir a casa de los suegros  --básicamente una buena persona--, detrás de donde vivía otro amigo de la época, Paco Guerra, cerca de la Plaza de Toros. Tuvieron cuatro hijos, Isaac Júpiter, Henón Orion y la niña, Andrómeda, quienes se criaron en aquel ambiente tan peculiar.

chiquiflytravelnirvana1_puertosantamaria

Festival de Luna Llena 80 de Jerez  --organizado por Marco Polo-- , con Ramoni, el de la Placilla, que se unió al grupo tocando el bajo, a la derecha Chiqui Áspera Jiménez.

Chiqui vivía con su familia en una casa del Grupo de Viviendas ‘Reyes Católicos’, en la calle Postigo, 4. Junto a sus hermanos Javier ‘Lamborgini’, ‘el Kati’ y su hermana Marisa, guapísima, formaban con  sus padres una familia normal de la época, con un padre camionero y una madre ama de casa.

Chiqui, que continúa componiendo y pensando en la música, hace años cogía una Biblia y se iba a la playa de La Puntilla, se subía en lo alto de El Castillito --el restaurante-- y se dedicaba a predicar la palabra, ante la indiferencia, la mayoría de las veces de los bañistas, y la sorna de alguno… Su afición  por los psicotrópicos le propiciarion algún encuentro con la Policía, mas bien desencuentros, que trajo apareado que le requisaran sus equipos musicales, muy buenos, por cierto.

chiquiflytravelnirvana3_puertosantamaria

Chiqui en el cuarto de ensayo junto a su segundo hijo, Enoc Orion Áspera Gallardo, ya fallecido. Detrás su primo José Antonio Gutiérrez Áspera 'el Lúgano'.

Con su primo ‘el Lúgano’, aquel que tenía una tienda de flores frente a la Casa de los Leones, en la Placilla, formó el grupo Chiqui Fly Travel Nirvana. Su padre tenía un campito por la Hijuela del Tío Prieto, de donde se surtían las flores que ponía a la venta. Otro integrante fue Ramoni, también trabajador en la Placilla.

Como afirma el Responsable de Música de Gente del Puerto, Francisco Ramírez Talllón, Koky:  «Hay que destacar que Chiqui tenía los mejores instrumentos que uno se podía comprar en aquella época, finales de los setenta, una guitarra Gibson Les Paul que costaba unas 180.000 pts., un amplificador Marshall, equipo de voces por el estilo, bateria unas 200.000 pts. y pedales y efectos de los mas caros. Solía actuar con una capa azul con estrellas doradas porque las canciones, casi todas instrumentales, las componía el mismo y estaban relacionadas con el universo, las estrellas, la luna, el sol... Los temas eran demasiados extravagantes, quizás algo así como Pink Floid pero mas abstracto, él siempre ha dicho que ha sido un incomprendido en la música que hacia porque se había adelantado en el tiempo y es probable que tenga razón».

lago810Cuenta Juan Fernández, de Bornos, uno de los organizadores del ‘Festival Rock Lago 81’ que «estando en El Puerto de Santa María de pegada de carteles, se nos acercaron unos colegas y nos dijeron que eran componentes de una gran banda y que vendrían gratis como teloneros del Festival: “Chiqui Fly Travel Nirvana” (¡¡Que tios mas malos, pero ellos disfrutaron!!)».

(Agradecemos el envío de fotografías, desde Canarias, a José Antonio Zambrano, 'Abraham').

jesusalmendrosfernandez_puertosantamariaJesús Almendros Fernández nace en Gijón (Asturias), hijo de Doroteo Almendros, Profesor de Equitación que diera clases a S.M. el rey Don Juan Carlos y Julia Fernández, justamente el día de Navidad de 1.940.   Fue el segundo de siete hermanos.   España acababa de salir de una cruenta guerra civil y la situación era de completa ruina nacional, tanto histórica como económica y humana, con medio millón de muertos en la contienda y otros tantos fusilados o recluidos. (Retrato de José Antonio Tejero).

Pasa sus primeros años con sus abuelos en Gijón para posteriormente trasladarse a San Sebastián. Estudia el bachillerato en el Instituto Jovellanos de Gijón, la Arquitectura Técnica en la Escuela Técnica de Barcelona  y realiza los campamentos de Milicias Universitarias en Monte La  Reina (Zamora). Estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona.  Se Casa con Blanca Edeso, que desde entonces habría de ser su compañera inseparable.

jesusalmendros2_puertosantamariaPor motivos laborales se van los dos con una hija de cinco meses, Teresa, a Gran Canaria, donde pasarían tres años. Posteriormente viven dos años en Madrid donde nace otro hijo y por fin, en 1975 se trasladan a Jerez de la Frontera de donde, de acuerdo a las necesidades de la empresa para la que trabajaba, “Auxini”, van cambiando de domicilio:   Málaga, Cádiz y por fin  El Puerto de Santa María donde ya en 1987 se instalan definitivamente. (Jesús, en la imagen de la izquierda, con apenas 8 años).

¿QUE PASÓ EN 1987 EN EL PUERTO?
En 1987 se reeditaba el pacto de gobierno entre el PSOE y PP, tras las elecciones municipales; habían apeado de la alcaldía, tras moción de censura en 1986 a Rafael Gómez. Era alcalde el socialista Juan Manuel Torres y el cabeza de cartel popular, Indalecio Rábago.

jesusalmendros_4_puertosantamaria

Jesús, con pipa a la derecha de la imagen, con unos compañeros en el Colegio Mayor, durante los estudios en Barcelona.

jesusalmendros_milicias_puertosantamaria

Jesús, a la izquierda, durante las milicias universitarias, en el Campamento de Monte La Reina (Zamora).

jesusalmendros_blanca_puertosantamaria

Con su inseparable compañerea, su mujer, Blanca Edeso.

En 1987 se derribaba el Cine Victoria, en la calle Bolos. Había cerrado en 1982, tras cumplir veinte años de actividad. Fue el año en el que la única Compacorogota del mundo, organizaba el I Concurso de Feos, con nótula núm. 196 en Gente del Puerto. Los más destacados tenistas del momento, Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, fueron las figuras del I Torneo Internacional de Tenis de El Puerto. La Academia de Bellas Artes celebraba el VI Certamen de Pintura. El Ayuntamiento firmaba Convenio Urbanístico de la unidad de ejecución de La China de 16 de enero de 1987. También, abría en El Puerto, en la Plaza de la Herrería, el restaurante de comida rápida Telepizza. PROYSE, la empresa de vigilantes de seguridad y central receptora de alarmas empezaba a prestar sus servicios en nuestra Ciudad. Ese año, el 9 de abril, eran protegidas mediante Ley del Parlamento de Andalucía 291 hectáreas que comprenden las lagunas Salada, Juncosa y Chica (conocidas como Complejo Endorreico de El Puerto de Santa María). Su valor ecológico reside en ser un punto clave para la conservación de la avifauna lacustre autóctona: fochas, ánades, garcetas, garzas, rapaces…, destacando especies en peligro de extinción.

jesusalmendros_stevebuscemi_puertosantamaria

Jesús Almendros con el actor Steve Buscemi, en el Festival de Cine de San Sebastián 2006, al que hizo una entrevista para la revista Freek.

CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA
Es licenciado en Filosofía y Letras, ha escrito guiones cinematográficos, ha ejercido la crítica cinematográfica en varios medios, entre ellos, “Sansofé”, en Las Palmas de Gran Canaria, “Freek” y “Parques Empresariales”, en El Puerto de Santa María así como  en las emisoras locales de T.V. de El Puerto desde 1994.   En “Telepuerto” realizó y presentó junto con Daniel Gatica, “Cien Años de Cine”, en “Antena Bahía”, Popular Bahía” y “Antena Visión” dirigió y presentó varios programas de cine como “Cinema Bahía”, “Monográficos Cinematográficos”, “El Fabuloso mundo del cine” o “Cartelera de Cine” que realiza en la actualidad.

jesusalmendros_peliculamanolete_puertosantamaria

Actuando como figurante en la película 'Manolete' rodada parcialmente en El Puerto. (Foto Fito Carreto).

jesusalmendros_Menno-Meyjes

Con el director de la película 'Manolete' Menno Meyjes

DIRECCIÓN DE CINE
Ha realizado cortometrajes cinematográficos en 16mm y 35 mm, entre ellos, “Miradas”, Premio del Instituto de Cultura Hispánica en el Festival Internacional de cine de San Sebastián.   Otros cortometrajes suyos son “Puente de María Cristina”, “La muerte de un obrero”, “El lique”,  “Los Picaos”, “Regatas en Orio”, “Opiniones de un torero: Dominguín” o “Aparceros”, cortometrajes que obtuvieron diversos premios en los festivales de Sétè, Locarno, Logroño o San Feliu de Guixols.    En varios libros especializados y enciclopedias de cine se han ocupado de sus trabajos cinematográficos.
Actualmente está jubilado, tiene cuatro nietas, continúa colaborando en la T.V. local y …..escribe.

jesusalmendros_familia0_puertosantamaria

Los hermanos de Jesús, en una foto tomada en Covadonga.

jesusalmendros_familia_2008_puertosantamaria

La familia formada por Jesús y Blanca. Navidad 2008. Entre ellos vemos a su hija, la periodista Teresa Almendros, Delegada de Diario de Cádiz en El Puerto, con nótula núm. 264 en Gente de El Puerto.

jesusalmendrosfernandez6_puertosantamaria

Jesús, cámara en mano, tomando unos planos en el campo.

FRAGMENTO DE UN RELATO DE JESÚS ALMENDROS.
«Uno de los primeros amigos que tuvimos al llegar a El Puerto, fueron Manolo y su mujer. Eran como la noche y el día.  Él, bajito, regordete, amante de la buena mesa y del buen vino, dicharachero, gracioso, ocurrente, todo lo contrario de su mujer, Ángela, delgada, seria, muy guapa, elegante pero siempre con cara de sufrimiento, de estar en los lugares a los que acudía en compañía de Manolo, por pura obligación, por tener que cumplir con su condición de esposa, de compañera, pero sin disfrutar ni de la alegría, ni de la comida, ni del ambiente, ni de la compañía.   Manolo tiraba de ella como un mulo tira de una pesada carga.  Si había que ir a la Feria, él era el primero.   Se cubría con un sombrero de ala ancha, de los que tenía varios de distintos colores para llevar según con el traje que ese día vistiese, sombrero  que no abandonaba hasta la terminación de la feria y visitaba caseta tras caseta, saludando a amigos, a conocidos, a clientes y con todos bebía, conversaba y reía.   De vez en cuando incluso se arrancaba por 'sevillanas' y se convertía en la principal atracción de la caseta porque era verdaderamente gracioso ver evolucionar con gracia y hasta con chulería, su cuerpo rechoncho impecablemente vestido y jugar con maestría con su sombrero en la mano utilizándolo a manera de capote como si estuviera jugando al toro con su pareja, pareja que, por supuesto, no era nunca su mujer.   Ella no bailaba.   Se limitaba a mirar a su marido con gesto recriminatorio. A ella no le gustaban aquellas exhibiciones, pero no podía evitar que él actuase de esa forma.»

5

resbaladero1_juanlara_puertosantamaria

Boceto de la Antigua Lonja del Pescado: El Resbaladero. Obra de Juan Lara. 113x50 cms. Año 1975. (Boceto propiedad de Francisco García Áspera).

elresbaladero_color_juanlara_puertosantamaria

El cuadro a color.

La historia del cuadro de la antigua Lonja del Pescado, conocida como ‘El Resbalón’  o ‘Resbaladero’ viene marcada de un desencuentro entre dos amigos: Luis Maximino Sordo y Juan Lara. En aquel Restaurante El Resbaladero regentado por los Sordo paraba Juan Lara, por la proximidad de sul trabajo en la desaparecida Ayudantía de Marina (donde está hoy el flamante Paseo de la Bajamar), y la relación entre cliente y restaurador de estómagos pasó a convertirse en una relación de amistad.

resbaladero2_juanlara_puertosantamaria

Detalle, en primer término del remate de la fachada del Resbaladero. En segundo y llenando el boceto, el Castillo de San Marcos.

Tal fue así que a Juan, en una de aquellas tardes de confidencias, allá por el año 1975 le dice a su amigo Maximino que le gustaría pintar el edificio de aire barroco, que albergó hasta 1876 la Lonja del Pescado. Y dicho y hecho, en un papel plasman el acuerdo por el que uno pone los materiales: lienzos, pinturas, marco y el otro la mano y sabiduría del artista, acordando depositarlo en el Salón Posada de Las Ánimas de El Resbaladero mientras ellos vivan y, en caso venta, o por  liquidación de herencia, el 65% del cuadro correspondería a Juan y el 35% a Maximino. mas el abono de los gastos para la creación de la obra. De este documento se hacen dos copias en un papel corriente, sin darle más importancia ni elevarlo a escritura pública. El papel de Juan, desaparece.

resbaladero5_juanlara_puertosantamaria

Detalle, gitana vendiendo botijos.

Con el tiempo, --estamos en 1989-- por circunstancias económicas, Ignacio y Teresa Sordo, hijos de Maximino, y ya desaparecido éste, sin contar con Juan Lara deciden vender el cuadro que les había correspondido en herencia a Borja Osborne (en la actualidad, fallecido), quien desconocía el acuerdo entrambos, lo que lleva a producir un litigio, que acaba en los tribunales, entre los citados y el pintor. El comprador permanecía ajeno al conflicto de intereses.

Esta circunstancia le cuesta al pintor un disgusto, quien harto de abogados, jueces y años de pleitear, le llegaría a confesar en una carta a Paco Arniz, a la sazón presidente de la Academia de Bellas Artes, su hartazgo por el pleito y la situación  que lo envuelve. En aquel escrito, fechado el 4 de diciembre de 1992, y al que hemos tenido acceso, escribía de su puño y letra, como le gustaba hacer al pintor, lo siguiente: "No se que destino le depararé a ese pobre lienzo en el que vertí  --en su día-- muchas horas e ilusiones pictóricas, no para la Gloria o remedio económico, sino para Satisfacer esa inquietud artística que  no pueden negarme ni jueces, abogados, crítica y enemigos."

juanlara_4_12_1992_puertosantamaria

Fragmento del escrito que dirije Juan Lara a Francisco Arniz, el 4 de diciembre de 1992.

Por cierto que actuaron de abogados, por parte de Ignacio Sordo, el gaditano Manuel María Alvarez Campana y Gaztelu  y por parte de Juan Lara, el jerezano Benito Pérez, 'el jurispoeta'. Luis Suárez Avila fue consultado  por ambas partes, todos amigos, y declinó intervenir por ninguno. Como afirmaba el propio Suárez Avila, "Ni mi amistad, que venía de mi padre, entrañable con Juan Lara, ni la de los hermanos Sordo que venía desde tiempos del colegio, me permitió intervenir, por parte de uno o de otro".

resbaladero6_juanlara_puertosantamaria

Detalle, carro con barriles.

Mientras se resolvía el pleito, dicho cuadro permanecería en depósito en la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’, por dictament judicial, donde ocuparía una pared entera precisamente en la 'Sala Juan Lara' (mide 4,75x1,90 metros), hasta su entrega definitiva al propietario final, Borja Osborne, que lo había adquirido a Ignacio Sordo, como indicábamos más arriba. Allí estuvo algo más de cuatro años y el propio Juan Lara mandó a un fotógrafo del Museo del Prado para que le hiciera unas buenas copias del lienzo, que buenas debieron de ser pues permaneció aplicado a su labor, entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde.

cuadro_resbaladero_puertosantamaria

El cuadro de grandes dimensiones (4,75x1,90 metros), instalado en en Salón Posada de Las Ánimas, de El Resbaladero, antes de su traslado. En este salón se encuentra en la actualidad una discoteca.

03061978-RESBALADERO_PUERTOSANTAMARIA

El cuadro, testigo de reuniones y comidas, como se aprecia en la imagen.

traslado_resbaladero_puertosantamaria

Momento del traslado del cuadro, desde el Resbaladero hasta la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, ante la mirada de Benito Pérez, abogado de Juan Lara y Francisco M. Arniz, presidente de dicha academia, el 11 de octubre de 1990.

El juzgado, finalmente dictamina  que el cuadro, según ley, al pasar más de cuatro años en depósito en un lugar, pasa a ser del propietario de donde se encuentre el bien mueble, es decir del Restaurante El Resbaladero, si no existen documentos que prueben lo contrario. Y la copia del documento de Juan, según afirmaba el propio pintor, había desparecido. Si esgrimió el artista ante el juzgado un documento firmado por el propio Lara y Francisco González, esposo de María del Carmen Sordo, otra hija de Maximino,  fechado en 1989, en el que se recogían los términos de la propiedad expuestos más arriba. Pero el juzgado no lo dió por bueno y el pintor perdió el contencioso.

arniz_lara_benamahoma_puertosantamaria

En la imagen, Francisco Arniz y Juan Lara, disfrutando de un día primaveral en Benamahoma (Cádiz), donde el pintor tuvo uno de sus estudios.

El boceto y detalles del mismo que reproducimos, estuvieron en el Salón del Resbaladero y fue adquirido por su actual propietario, Francisco García Áspera que ha tenido la gentileza de reproducirlo fotográficamente para Gente del Puerto. Asimismo, el grueso de la información incluida en esta nótula ha sido facilitada por Francisco M. Arniz Sanz, pintor y crítico de arte, al que le unió una buena amistad con Juan Lara.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies