
José María Deira García, nace en San Fernando el 26 de noviembre de 1946, hijo de José María y Pilar, era el mayor de dos hermanos. Viviría en Puerto Real y San Fernando, estudiando en la Academia O’Doguerty de San Fernando y el Instituto Columela de Cádiz.
Casado por dos veces, del primer matrimonio tiene dos hijos, Mónica y Álvaro, de 39 y 38 años, respectivamente. Su segunda esposa, Encarna Martínez Pérez, vecina de El Puerto de Santa María, ciudad a la que quiere y siente como suya. Está en posesión de la Medalla al Mérito Policial con distintivo rojo y la Placa de la Provincia de Cádiz. Amante de la música, tocaba el piano electrónico, pero hace años que no practica.
Tras 41 años de servicio cumplidos el pasado Septiembre, 22 de ellos como Comisario, coordinando el trabajo de algo más de 3000 personas integradas en la organización policial de la provincia, la Escuela de Hostelería de Jerez acogía hace unos días un almuerzo homenaje con motivo de la despedida en el desempeño de su cargo, por su inminente jubilación el 26 de noviembre, tras siete años de ejercicio como Comisario Provincial de la Policía Nacional. Allí estuvieron los alcaldes de El Puerto Enrique Moresco, Puerto Real José Antonio Barroso o la alcaldesa de Jerez Pilar Sánchez, el obispo de Jerez-Asidonia José Mazuelos, la alcaldesa, y directores de los principales medios de comunicación de la provincia, entre los que se encontraba el porteño Rafael Navas Renedo, director de Diario de Cádiz. (En la fotografía, despedida del Comisario).
1946.
El año del nacimiento de José María Deira, nacen también José Cortés Jiménez, ‘Pansequito de El Puerto’, el jugador de Fútbol Joaquín Casado González, jugador del Sevilla Atlético en la temporada 1971/72 y el pintor y diseñador Juan Suárez Ávila. Se funda el Bar Casa Paco Ceballos, donde se degustan las famosas pavías o merluzas rebozadas. Llega a El Puerto el Circo Europa en cuya troupe estuvo algunos meses Manuel Carrillo Lucero
Rafael Alberti publica ‘El Trébol Florido’. Se estrena en Madrid la obra de Muñoz Seca ‘El Crimen de Pepe Conde’. Muere el artesano Ángel Martínez (en la imagen de la izquierda), fabricante de figuras de nacimiento que se introdujeron en toda Andalucía en la primera mitad del siglo XX. La revista ‘Arte Comercial’ le dedica al escultor Manolo Prieto varias de sus páginas. El jesuita Jorge Loring, conocido por su libro de La Sábana Santa, finaliza su noviciado en El Puerto, al que regresaría en 2008, donde vive. Se celebra la única procesión magna que ha vivido la Semana Santa Portuense: el Santo Entierro Magno.
Ese año, también, se presentaron la primera computadora electrónica y el primer bikini de la historia. La ONU condenaba al gobierno del General Franco y prohibía el ingreso de España en dicha organización. Perón accedía por vez primera a la presidencia Argentina. Se proclamaba la República Italiana exiliándose en Portugal el rey Humberto II. Nacieron Bill Clinton, Freddy Mercury, Liza Minelli, Cheer, Camilo Sesto, Silvester Stallone, Rocío Jurado y Steven Spielberg. Murieron Largo Caballero y Manuel de Falla, entre otras destacadas figuras del panorama nacional patrio.
POLICÍA EN EL PUERTO.
Deira ingresa en la Policía el 1 de septiembre de 1969, con 22 años, el año que el hombre pisaba por primera vez la Luna. Su primer destino sería Palma de Mallorca, para continuar con Algeciras y El Puerto de Santa María en noviembre de 1972. La comisaría estaba en los bajos del Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral “un lugar para olvidar”, recuerda. Luego se trasladaría, por espacio de más de un año, a la calle Santo Domingo, junto al Instituto Santo Domingo, donde luego estarían los Juzgados, hasta que, en Octubre de 1974 se inauguró el actual edificio de la Comisaría. Se jubilaba ese año el Comisario de Policía, Nicomedes Santos Luis.

Despedida de Comisario de Policía, Nicomedes Santos Luis, jefe de Deira, el 09 de noviembre de 1974, acto organizado por la Corporación Municipal.
En aquella época, el Estadio José del Cuvillo llevaba más de dos años funcionando y el antiguo campo del Eduardo Dato, frente a la nueva comisaría, se convertiría en un enorme erial en el que se instalaba parte de la Feria, cuando se celebraba en los terrenos de Crevillet. Era entonces la Comisaría la última edificación hasta las casas de la Barriada de la Playa. Entonces se aparcaba en cualquier calle, sin ningún problema y el paseo dominical de los jóvenes discurría por las calles Luna y Larga en invierno y por el Parque Calderón en verano, los domingos por la tarde. Deira se quedaría prendado de aquel Puerto de mediados de los setenta del siglo pasado y ya no se desvincularía pues mantendría su segunda residencia en Valdelagrana y, en vacaciones, fines de semana y cada vez que podía, pasaba temporadas en nuestra Ciudad.

Vista aérea del solar donde se estaba construyendo la Comisaría, a la izquierda de la imagen, a la derecha la fábrica de botellas Vidrieras Palma (VIPA), en primer término el campo de fútbol Eduardo Dato y al fondo, tras las casistas de la playa que tenían en sus aceras, alternándose, un ancla y un racimo de uvas, el río Guadalete, con los barcos entorno al Club Náutico.
ASCENSO A COMISARIO.
Regresaría destinado a su ciudad natal, San Fernando, y nuevamente a El Puerto desempeñando puestos técnicos en la Policía Científica y como Jefe de Grupo de Policía Judicial. En 1988 vuelve a dejar El Puerto ya que asciende a Comisario en la primera promoción del recién nacido Cuerpo de Policía Nacional. Cuatro destinos hasta su jubilación vendrían a completar su carrera. Primero sería nombrado Comisario Provincial en Zamora, donde permanecería por espacio de tres años, pasando a continuación a Ceuta en 1992, por espacio de seis años.
CEUTA
Allí viviría el peor día de su vida profesional, el 11 de octubre de 1995. Desde 1992 España volvía a estar en los mapas, con la Expo y las Olimpiadas; empezaba a experimentar el milagro económico. Comenzaba a vivirse el fenómeno inmigración masiva y el éxodo en patera tal y como se conoce hoy buscando la frontera europea. Además, las relaciones con el vecino país magrebí se hicieron complicadas, con el incremento de los flujos migratorios marroquíe, subsahariano y asíatico. En medio de una macro operación dirigida por Deira para sacar de Ceuta a un contingente de unos 75 Kurdos, los subsaharianos sin papeles concentrados en la Ciudad Autónoma, cerca de 1000, protagonizaron una rebelión, una sublevación; eran los primeros años del tristemente famoso campamento de Calamocarro para sin papeles. Fueron tiempos muy duros, sintiendo la soledad del Jefe donde, con una plantilla de 400 funcionarios, tenía que atender una frontera de un país europeo con África, y el puerto de pasajeros y mercancías. Su trabajo fue premiado con la Medalla al Mérito Policial con distintivo rojo pero, curiosamente, fue cesado al poco tiempo, --algo que el comisario consideró una afrenta por la forma en que se produjo-- permaneciendo dos años pendiente de destino desde 1998, hasta que es enviado de nuevo a El Puerto.
REGRESO A EL PUERTO.
En junio del año 2000 volverá a El Puerto, ya como Comisario, es decir como jefe de la plantilla a la que había pertenecido durante tantos años. No apreciaría grandes diferencias en la Ciudad, como ya se ha indicado, pues su vinculación con El Puerto no había desaparecido, aunque si las notaría en el trabajo: la Comisaría se había quedado pequeña, se amontonaban los funcionarios y el trabajo y se vivía una enorme actividad profesional.
En El Puerto le tocaría vivir los episodios de manifestación contra la guerra de Irak, en la que España se vio envuelta; manifestaciones ante la sede del Partido Popular, entonces ubicado en el antiguo Cine Macario, hoy Sala Mucho Teatro, que daría pie a unos informes que partieron de su comisaría informando de la participación de concejales de Izquierda Unida, el escritor Juan Rincón, el entonces representante extra municipal del PA, Antonio Jesús Ruíz o la portavoz y concejala del PSOE, Consuelo Gamero, que acabarían ante la magistratura judicial, con disparidad de criterios en cuanto a lo actuado, de manifestantes y policías. Coincidiendo con aquel periodo planteó algún contencioso contra algún integrante del poder judicial.
COMISARIO PROVINCIAL.
Cuatro años después, en junio de 2004 es nombrado Comisario Provincial de la Policía Nacional al quedar vacante dicha plaza en Cádiz por ascenso de su antecesor José Marín Manzaneda, como Comisario General de Seguridad Ciudadana, en Madrid. Desde el año 2005 es Comisario Principal, la máxima categoría en la carrera policial. Allí ha desempeñado el cargo sin interrupción que finalizará el próximo 26 de noviembre, en el que pasará a la situación de reserva. Cada cuatro de octubre, festividad de la Policía, sus palabras durante el discurso levantaban ampollas: unas veces dirigidas con acento ácido hacia la Fiscalía y otras al sistema penitenciario, o a la pérdida de valores de la juventud. Al final de su etapa profesional en la Policía, Deira ha recibido una oferta desde el ámbito privado que bien pudiera ser interesante. La jubilación la afronta pensando en dedicar mas tiempo a su mujer, descansar, pasear por la playa, escribir, … e incluso fumar un purito todos los días después de comer.
EL ESCRITOR Y SUS LIBROS.
Es un claro admirador de la narrativa de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez e Isabel Allende. Éstos últimos años ha sentido la pasión por la escritura. En 2007 la Editorial Almuzara le publicaría una novela que han clasificado como de género negro, aunque Deira prefiere denominarla como ‘de testimonio histórico de nuestro tiempo’. La terminó casi una década antes, en 1999 después de su estancia en Ceuta, acaso influido por los acontecimientos que allí vivió.
Para Javier Márquez. “Las espinas del Edén es una novela inspirada en el periplo vital de Dialo, un joven senegalés a la búsqueda como tantos otros de un sueño difícil de alcanzar: la subsistencia económica en un entorno extraño, vestido de oropeles en la imaginación y la rumorología, pero convertido a la postre en un ámbito hostil.
Con el flujo migratorio de principios de los años 90 como telón de fondo, se aborda una historia en la que se concitan penalidades e instantes felices. La carencia de oportunidades impulsará al protagonista a una vertiginosa cuesta abajo, que le introducirá en un mundo viciado del que, tras tocar fondo, intentará resurgir para alcanzar el ansiado bienestar. Con un lenguaje conciso y directo, como si se tratara de un informe policial, el autor narra una historia en la que se mezclan datos verídicos y ficción literaria, para desembocar en la investigación de un apasionante caso en el que, lejos de florituras estériles, se cuentan las cosas tal y como ocurren en la realidad”.
Ha publicado cien artículos de diverso contenido en los periódicos de Publicaciones del Sur. Los cincuenta primeros han sido recopilados en un volumen que lleva por título ‘Retratos de la Historia’, que contiene un variado recorrido, desentrañando personajes, sucesos y descubrimientos que han quedado en el olvido o no se han tratado con la importancia que su autor consideraba que se debiera. Ha escrito otras tres novelas, que están pendientes de publicar.
José María Deira no ha sido muy viajero y es que no le gusta viajar por placer aunque, por necesidades del servicio público al que todavía pertenece si que se ha movido, y mucho, por toda España. No le gustan los aviones y odia hacer las maletas.

Francisco Andrés Gallardo Alvarado, Francis para los amigos. De 42 años. Nacido el año en el que triunfó la serie de Televisión Española ‘El Séneca’ con Antonio Martelo de protagonista y original de José María Pemán. Casado, padre de familia ‘de lo más corriente’, le gusta decir a él pero no es cierto. Y lo van a comprobar si leen esta nótula hasta el final. Hombre mancomunado: vive en El Puerto, está casado con una gaditana y su trabajo está en Cádiz para Andalucía, en la sede central de Diario de Cádiz.

También, con Rafael Navas, director de Diario de Cádiz, en uno de los intentos de recuperar Radio Puerto y siendo ambos estudiantes universitarios, dirigieron y condujeron un programa de noticias y humor, de nombre ‘Papas Aliñás’, en referencia al lebrillo de este delicioso manjar que se llevaban a los estudios de aquella efímera radio.

DELEGADO DEL DIARIO EN EL PUERTO.





BLAM, BLAM, BLAM.


LA SALLE.
FAMILIA DE CANTAOR, DEPORTISTA Y ACTRIZ DE HOLLYWOOD.





El año de su nacimiento, 1921, Dionisio Pérez Gutiérrez obtiene el primer premio ‘Mariano de Cavia’ instituido por ABC, por su trabajo ‘La musa de Joaquín Costa’, publicado en la revista Nuevo Mundo. Pedro Muñoz Seca estrena ‘El Parque de Sevilla’, ‘La hora del reparto’, ‘El castillo de los ultrajes’, ‘El Ardid’ y ‘San Pérez’. El ayuntamiento nombra a Valentín Galarza Morante, quien con el tiempo sería ministro de la Gobernación, hijo predilecto de El Puerto. El torero Manuel García López ‘Mera’ toma la alternativa en la Plaza de El Puerto el 28 de agosto, de manos de Rafael ‘el Gallo’. Nace Antonio Ariza Cañadilla, el porteño que fundó Domecq Méjico. Nace el locutor de radio Pepe Morillo León. Nace Luis Sánchez Pérez, fotógrafo. (en la imagen, un joven Jorge Loring en sus años de noviciado en El Puerto).





ASTILLEROS ESPAÑOLES.
PARA SALVARTE, EN CHINO.
PUBLICACIONES.
na de las mayores satisfacciones que puede tener un escritor en los preparativos de la edición de una obra propia concebida con un acompañamiento profuso de ilustraciones, es, sin duda, la del total acuerdo con la colaboración del ilustrador. Yo le debo a Juan Lara tal satisfacción, desde que, en los últimos años de la década de los sesenta, me entregué con entusiasmo a la tarea de publicar mi libro ‘Plaza Real’.
Pero pensé que, siendo la Fiesta de los Toros, entre tantas cosas, una manifestación primordialmente artística, la colección de ilustraciones debería contar, además, con una aportación gráfica de exclusivo carácter igualmente artístico. Y asocié en seguida a esta determinación el nombre de Juan Lara. Su brillante trayectoria pictórica, su dominio absoluto del tema taurino y su indiscutible portuensismo eran condiciones que lo acreditaban como la persona más idónea para tal menester. Y como además contaba con su amistad –esa amistad que Juan no regateó a nadie—me puse en contacto con él y conseguí de inmediato el sí apetecido.
Al fondo, un arco que inicia las sombras de un largo paseíllo, se abre finalmente el apretado graderío, que remata con la esplendente luminosidad del cielo. Todos los esenciales aspectos del arte de Juan Lara están reunidos en el dibujo: el costumbrismo, la luz, el movimiento, la disimulada tensión,… La obra original preside hoy, con orgullo propio, una de las paredes de la sala de mi casa.


Su pintura va desde el costumbrismo romántico al impresionismo luminoso de un Sorolla. Dando vida, palpitando vida, creando vida. Vida, siempre. Por eso Juan Lara, aunque nos haya dejado, seguirá vivo en sus obras. Vivo. Siempre vivo entre nosotros.
Luis Alba Medinilla nació en El Puerto de Santa María en 1944, hijo de José y Lalo, es el cuarto de seis hermanos: José, Milagros, María Teresa, Luís, Inmaculada y María Ángeles. Se casa el 14 de junio de 1976 con Consuelo Guerra Pérez con quien tiene dos hijas, Susana y Beatriz. Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca, ha desarrollado su carrera profesional en Madrid, ligada a un importante grupo financiero. Desde muy joven quiso ser sacerdote y tenía montando en un armario de la calle Cielos, un altar desde donde impartía “misa” a todos sus hermanos.
NUEVO LIBRO.
EL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN.

ESTUDIOS PRIMARIOS Y BACHILLERATO.

HERMANDAD DE LA FLAGELACIÓN.

PROFESOR UNIVERSITARIO EN GRANADA Y SEVILLA.



Ha contestado numerosos discursos de ingreso en la Academia de Bellas Artes. Santa Cecilia, entre otros a Carmen Garrido, Rafael Manzano, Juan Lara, Javier Maldonado, Alfonso Pérez Moreno, el Dr. Argemi…..
AFICIONES

El periodista Dionisio Pérez, hijo del maestro Rafael Pérez Cruces, natural de Campillos (Málaga) y de Francisca Gutiérrez Álvarez, natural de Grazalema, donde nació en 1871, pasaría a vivir desde muy temprano en nuestra Ciudad: El Puerto de Santa María, hasta el punto que el propio Dionisio se consideraba hijo de El Puerto, donde residió con sus padres y hermanos. Fallecereía repentinamente en Madrid en 1935, llevándose una frustración este escritor y político, fue diputado a Cortes: no conseguiría ingresar en la Real Academia de la Lengua Española. Obtuvo el Primer Premio de Periodismo 'Mariano de Cavia' insituido por ABC en 1929.

Al mismo tiempo realizaba una brillante obra puramente literaria, entre la que figuran libros de valor tan estimable como la novela La Juncalera, con personajes y ambiente porteño. (En la imagen reproducción de la portada de "La Juncalera". Edición facsímil de la obra editada en Barcelona en 1902. Colección Biblioteca de novelistas del siglo XX. Estudio crítico de Manuel Pacheco. Academia de BB. AA. Santa Cecilia. Imprenta Bollullo. El Puerto de Santa María, 2006).
PRESIDENTE DE LOS COCINEROS CATALANES.
GUÍA DEL BUEN COMER ESPAÑOL.
Desde primeras horas de la madrugada hasta las dos de la tarde el veterano periodista trabaja. Escribe con una letra clara y en tinta roja cuartillas y cuartillas. Su secretario nos dice. —Venía a escribir todos los días de cincuenta a sesenta cuartillas. Artículos para los periódicos de provincias; sus famosas «Informaciones comentadas», donde un espíritu eternamente joven se desbordaba en generosidades y exaltaciones de hombre que busca el bien de su patria.


En ella colaboraron importantes firmas como el propio Dionisio Pérez, José Navarrete, Pedro Muñoz Seca, Mariano López Muñoz, Rafael Alberti, Francisco Hohenleiter, Luis Suárez Rodríguez, Augusto Haupold, Hipólito Sancho Mayi, Blas Infante, Francisco y Luis Pérez Pastor, Luis de Lassaletta, etc.
«Como Fernando Zamacola, hemos de ser en todo, los camaradas de la Falange. Ni vacilación ni desesperanza. Acción, Acción, Acción. Nada de pausas ni de rodeos con esa santa intransigencia de la verdad; adelante y arriba; elevación y progreso, no el progreso demócrata a que apestaban las promesas políticas, no el progreso material y grosero, solamente, sino el avance en espiritualidad, en poesía, en inmaterialidad; cualidades que tienen los gestos de los hombres de la Falange». Ramón Grosso. ‘Aguilas’ diario gaditano en su número extraordinario de 19 de julio de 1937.
Él mismo reconocía haberse afiliado a la CNT en 1932; decía que tuvo que hacerlo para poder trabajar y ayudar a su padre en la empresa de transporte, pero que rompió el carné “en vista de las canalladas y atropellos que cometía dicha organización”. Según la policía del Puerto, se afilió a Falange al ver que los obreros “abusaban de su padre como patrono”. La consecuencia de abandonar la CNT fue el boicot por parte del sindicato para impedirle trabajar y –según sus propias palabras– “por defender el partido Nacional Sindicalista llegaron hasta a condenarlo sin pruebas e inicuamente a veintiocho meses y veintiún días por supuesta tenencia de armas”.
El Puerto cayó en manos de los sublevados. Una sección de Regulares mandada por el teniente Pérez Calvo desembarcó el 19 de julio en un remolcador procedente de Cádiz e inmediatamente ocupó el Ayuntamiento. Detuvieron a los miembros de la corporación municipal, requisaron armas y luego se dirigieron a la Prisión Central para liberar a los detenidos de derechas. El capitán que mandaba las fuerzas de infantería que custodiaban la cárcel no opuso resistencia y rápidamente salieron Fernando, Domingo Zamacola, Luis Benvenuty y otros falangistas que estaban detenidos. Uno de los que salió con ellos y se convirtió en estrecho colaborador de Fernando en la organización de la centuria falangista era el cartero Manuel Almendro López; había sido expedientado varias veces en el trabajo, se le acusaba de apropiarse de fondos de la asociación benéfica Conferencias de San Vicente de Paúl y antes de afiliarse a Falange había pertenecido al partido monárquico Renovación Española; cuando salió del penal el 19 de julio iba como jefe de escuadra al mando del primer contingente de falangistas portuenses armados.(En la imagen, moros del ejército de Franco).
Durante aquel encarcelamiento en vísperas de la sublevación, Fernando Zamacola conoció en el penal a Rafael Antequera Martínez, un sevillano que había pertenecido a la CNT y que estaba detenido por hacer sin billete la travesía de Tánger a Cádiz; gestionó su liberación, se afilió a Falange y terminó convirtiéndose en uno de sus hombres de confianza. En torno a estos individuos y otros como Ramiro Blanco, antiguo ex militante de la CNT que según los informes policiales había robado fondos del sindicato en Badalona, los de un sindicato de marineros en Barbate y también los de la “Sociedad Filarmónica” portuense, se fue formando la Centuria de los Leones de Rota. En ella se mezclaron gente “de orden”, arribistas, matones y ex militantes de organizaciones de izquierdas que voluntariamente se pusieron el salvavidas azul o que fueron obligados a alistarse, como tantos otros casos de lealtad geográfica. Marcharon al frente y en los pueblos de la sierra por donde pasaron todavía se recuerdan los excesos que cometieron, dejando a su paso un rastro de sangre y muerte. (En la imagen, interior de la Prisión Central de El Puerto, en la que estuvieron presos Zamacola y otros falangistas portuenses, que sería luego una de las más mortírferas prisiones del franquismo).
En el expediente de la Laureada no constan las razones por las que el comandante Gallo informó negativamente, pero pudo interferir una denuncia que dio pie a la apertura de otro expediente informativo –esta vez de carácter judicial militar– que afectaba a Fernando Zamacola. Había llegado directamente al Cuartel del Generalísimo y en ella se exponía la irregular situación en la que se encontraba la Falange del Puerto de Santa María, controlada por los Zamacola y su camarilla que, con actitudes propias de una banda de matones, se habían hecho dueños de la ciudad. También salpicó, entre otros, al jefe local y al que había sido comandante militar de la plaza en 1936. Entre los nueve investigados, podemos conocer el delicado informe sobre Fernando Zamacola.


Pero estoy convencido de que el instructor no se empleó a fondo para aclarar las acusaciones más graves que pesaban sobre él. No tiene sentido que le preguntase a él directamente si en los pueblos por los que pasó su centuria oyó decir que preferían a los rojos antes que a ellos, si había permitido el ingreso de pistoleros en su organización, si tuvo algún altercado con el comandante militar de la plaza, si se había manifestado contrario a la unificación o si hubo deserciones en su centuria, a todo lo cual respondió negativamente, cuando lo que tendría que haber hecho es solicitar informes sobre todo ello a las autoridades locales del Puerto, de los pueblos en los que actuó la centuria, a los mandos militares y al jefe provincial de Falange.
“En cuanto a su actuación, [Domingo] era el Jefe Local de Falange en el momento de iniciarse el Movimiento, aunque estaba en la cárcel de donde fue liberado al llegar las fuerzas del Ejército. Es del dominio público que hallándose en los pueblos de la sierra, al principio del Movimiento, cometió muchas inmoralidades por ser juerguista y gastador. (Daniel Ortega Martínez en la imagen de la izquierda):
El Juez Instructor que llevaba a cabo la investigación la paralizó durante tres años, tras los cuales, el Auditor decide darle carpetazo al asunto, aduciendo que los cargos no estaban suficientemente probados. Así no se aireaban los trapos sucios. No es frecuente encontrar pruebas documentales de la violencia y excesos cometidos por las fuerzas sublevadas y las bandas de falangistas. Cuando los autores de los crímenes eran los rojos, la Justicia Militar se empleaba a fondo para castigar a los culpables, pero en el caso contrario se miraba para otro lado. Sin embargo hay excepciones, y una de ellas es el expediente abierto en 1940 contra el que había sido comandante de Puesto de la Guardia Civil de Benamahoma en 1936. A los falangistas no volvieron a molestarlos. Al fin y al cabo no habían hecho más que cumplir con su deber: obedecer las órdenes de sus jefes y fusilar a quienes les mandaron. Algunos todavía hablaban abiertamente de todo aquello, pero otros preferían olvidar y echar tierra sobre lo que vieron y lo que hicieron. (A la izquierda, bandera de la Falange Española).
Zamacola”) y Fernando Bruner Prieto (“Elogio de Fernando Zamacola”), ilustrado con ocho grabados en boj de Julio Pérez Palacios, como el que aparece en la imagen de la izquierda. El jefe de los Leones de Rota continuó siendo “el heroico falangista Fernando Zamacola”, a pesar de todo, para los vencedores.
Fernando Romero Romero es miembro del Grupo de Investigación Patrimonio Documental y Bibliográfico de Andalucía y América, así como de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía y del equipo técnico del proyecto 'Todos los Nombres'.
Eva María Marín Ares, nace el 1 de noviembre de 1970 en la calle Larga, Día de los Tosantos, 215 años después del Terremoto de Lisboa que descabezó las tres estatuas de la Puerta del Sol de la Prioral y también del Maremoto (o Tsunami) que arrasó nuestras costas y que, en El Puerto, subió el nivel de las aguas hasta la calle de la Victoria.






SUS CREACIONES.
INTERNET.

Hoy día, el Patchwork es una expresión artística que permite realizar obras de gran originalidad y belleza, debido a la evolución y riqueza de las diversas técnicas de diseño y confección de las obras y aplicarse a multitud de elementos modernos: Bolsos, carteras, manteles, agendas, ropa, cuadros...??Como toda obra creativa genera paz y satisfacción.

Recogemos aquí algunas palabras y expresiones usadas por el pueblo llano, el pueblo soberano que, con su uso, ha personalizado el habla de El Puerto, la forma de comunicarnos. Muchas son utilizadas de forma habitual y son comunes en la zona de la Bahía de Cádiz y el interior, es decir, Jerez y su campiña. Otras por mor de la televisión son manejadas ya por el grueso de los españoles. Algunas más ya están en desuso o pertenecen a un vocabulario especializado, tales como la pesca, las bodegas, ... Un buen número de ellas aparecen en el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española). Aquellas son más modernas que estas otras... Todas, al fin, se usan o se han usado en El Puerto y, para no olvidar nuestro patrimonio lingüístico, para fijar y justificar o explicar por que hablamos así, hemos querido crear este Palabrario Porteño, que se irá enriqueciendo con otras que recopilemos y las aportaciones que nos hagan llegar los lectores de Gente del Puerto. 
Arcancía. Alcancía, hucha. Arcancía mojosa. Estar sin blanca. 'Tengo la arcancía mojosa: no puedo pagar la luz este més'. (Dibujo en la imagen de la izquierda).
Baracalofi (De). De balde, gratis.
Canoa. Embudo en forma de 'canoa' que se utilizaba en las bodegas cuando se trasegaba el vino a mano, o en pequeñas cantidades, de una vasija a otra.
Catarrona. Dícese a los escarabajos. Ya Fernán Caballero, escribió sobre ellas en su libro ‘Cuadro de Costumbres’: “En seguida las catarronas se ponían a remedar el ruido del trompo, con su tosco zumbido”.
Coquina. Molusco bivalvo que se encuentra en las márgenes de los ríos Guadalete y San Pedro y alguna playa. Se guisan al vapor o a la marinera.