«Fernán Caballero» es el nombre de pluma de Cecilia Francisca Josefa Böhl von Faber (24 o 27 de diciembre de 1796 -- 7 de abril de 1877), hija de Johann Nikolaus Böhl von Faber (quien nació en Hamburgo en 1770, es comerciante con casa en Cádiz, después cónsul, después noble, después católico; muere en 1836) y Frasquita Larrea (una gaditana [de Cádiz], hija de español e irlandesa y aficionada lectora de Mary Wollstonecraft). Frasquita y Johann se casaron en 1796. Cecilia nació en Morges, Suiza. Tuvo varios hermanos: Aurora (n. 1800), Juan Jacobo (1801) y Ángela (1803). Por una separación familiar de siete años, Cecilia, quien permanece con su padre en Alemania (mientras Doña Frasquita vive en España con dos de sus hijas), habla primero el alemán y el francés que el español. Al encontrarse sus padres en Cádiz de nuevo, Cecilia observa lo español con ojos de extranjera. Cecilia se casó tres veces: La primera vez en 1816 con Antonio Planeles Bardají, capitán de infantería, con quien se marcha a Puerto Rico, donde su esposo murió un año después (Cecilia regresa a Cádiz en 1818 y viaja con su hermano por Alemania y Francia).
VIVIÓ EN EL PUERTO.
La segunda vez [que contrajo matrimonio fue] en 1822 (hasta 1835) con don Francisco Ruiz del Arco, marqués de Arco-Hermoso, con quien Cecilia vivió feliz por 13 años en el palacio de la finca. Al morir su esposo, Cecilia viaja a Francia e Inglaterra y en Londres conoce a un aristócrata llamado Federico Cuthbert, con quien tiene una relación impetuosa. La tercera vez en 1837 con Antonio Arrom de Ayala, quien era 17 años menor que ella (ella tenía 40 años; él 23), con quien vive en Jerez y después en El Puerto de Santa María (Cádiz, Andalucía). Antonio después se traslada a Sidney, Australia, como cónsul y, al quebrar su negocio, se suicida en Londres en 1863. Además, tenía tuberculosis. Con más de 60 años, Cecilia se traslada al Alcazar de Sevilla en 1857, por concesión de la reina Isabel II. Muere a los 81 años el 7 de abril de 1877. (En la imagen, Casa Palacio del Marqués de Arc0-Hermoso, de El Puerto, antes de su desmantelamiento).
SU NOVELA PRINCIPAL. LA GAVIOTA.
La novela principal de Fernán Caballero es La Gaviota, la cual se escribió entre 1845 y 1848). Para Fernán Caballero, esta era una novela de costumbres ya que la fuente principal de Fernán Caballero había sido la observación minuciosa de la vida de campo sevillana (sus dichos, usos, cuentos, creencias, chistes y refranes). Según ella, el espíritu que reina en lo que ella escribe es religioso, realista y práctico. Cecilia usa el pseudónimo de Fernán Caballero por pensar que su novela sería tenida en menos si su supiera que su autora era una mujer. Fernán Caballero es el nombre de un pueblo de La Mancha donde había ocurrido un crimen. La Gaviota apareció por primera vez en Madrid en 1849 (9 de mayo a 14 de julio) como folletín (serial) en El Heraldo, revista liberal. La publicó José Joaquín de Mora, enemigo político de su padre, ahora traductor (la novela había sido escrita en francés) y agente de Fernán Caballero. Fernán Caballero escribió la novela en francés por pensar que esta era la lengua más apropiada para una novela, ya que el español era mejor lengua para la lírica y el drama, en su opinión. En Madrid, 1856 (Mellado [ed.]) aparece la primera edición en libro de La Gaviota. Una nueva edición aparece en 1861 (Madrid: Mellado), revisada por la autora, y la cual ha servido de base a todas las ediciones posteriores. (En la imagen, monumento dedicado en su honor, en su casa de Sevilla; se trata de un frontón con un retrato de perfil de Fernán Caballero, con una cinta a modo de orla, con la inscripción: “En esta casa falleció en abril de 1877 Fernán Caballero. Los infantes duques de Montpensier le dedican este recuerdo”)

Plaza del Ave María, con el antiguo emplazamiento del busto de Fernán Caballero al centro de la misma, que mandó erigir Manuel Martínez Alfonso.
En la segunda parte de La Gaviota se expone una teoría literaria sobre la novela. De los géneros vigentes la novela fantástica, la 2 heroica, lacrimosa o lúgubre, y la 3 sentimental, la que más conviene a España es la histórica [para escritores sabios] y la de costumbres, que es la novela por excelencia). La novela de La Gaviota consiste de cuadros de costumbres andaluzas. Fernán Caballero dice que sólo recopila y copia, no inventa o crea. Es por lo tanto Fernán Caballero una precursora del realismo español. Si los Hermanos [Jakob <1785-1863> y Wilhelm <1786-1859>] Grimm son los padres del folklore alemán, Fernán Caballero es la matriarca del folklore español.
La Gaviota es un mosaico de cuentos, chascarrillos [chistes], coplas, tradiciones, relaciones, versos, romances, juegos, bailes, oraciones, anécdotas, chistes, cuentecillos, cuchufletas [bromas], chilindrinas [equívocos], modismos, refranes recopilados por la autora.
Escribió la novela La Gaviota Fernán Caballero para un público extranjero, aunque también español. También hay en esta novela reflexiones morales aparte de descripciones. Es supuestamente literatura de propaganda católica y un elogio de virtudes cristianas. El costumbrismo, en efecto, se presta para la predicación, ya sea católica o socialista. Aparentemente Fernán Caballero no es completamente objetiva en sus descripciones ya que poetiza e idealiza la realidad. Está en contra de las pasiones vehementes. Huye así de la exaltación romántica. Embellece lo real, lo poetiza, y evita las crudezas del realismo posterior. Su «realismo» es un realismo poético.
OTRAS NOVELAS.
Otras novelas de Fernán Caballero publicadas en El Heraldo fueron La familia de Alvareda, cuyo primer bosquejo fue escrito primero en alemán en 1849; y Lágrimas (1850). Otras novelas suyas son Una y otra; Clemencia (autobiográfica, sobre una heroína malcasada que termina aceptando su condición con resignación [1852]). Otras obras suyas son Un servilón y un liberalito; Un verano en Bornos; Callar en vida y perdonar en muerte. Tiene también una Colección de cuentos y poesías populares andaluces; Cuentos, oraciones, adivinas y refranes populares e infantiles; El refranero del campo y poesías populares (póstuma). Fernán Caballero precede en el cuento a Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891 [autor de El escándalo y El sombrero de tres picos]), Antonio de Trueba (1819-1889 [autor de cuentos]), José María de Pereda (1833-1906 [autor de Sotileza) y Emilia Pardo Bazán (1851-1921 [autora de Los pazos de Ulloa]). (En la imagen, Tomás Osborne Böhl de Faber, sobrino de Fernán Caballero). (Textos: Prof. A. Robert Lauer. Universidad de Oklahoma. EE.UU).
UNA NOVELA AMBIENTADA EN EL PUERTO.
La acción transcurre en El Puerto, en el Castillo de San Marcos, Un Servilón y un Liberalito, o Tres almas de Dios, empieza así: «Ya en otra ocasión hemos hecho mención del antiguo castillo de Mnesteo, que existe en el Puerto de Santa María, y pertenece a los Duques de Medinaceli. Fue llamado de Mnesteo por haber sido construido por un príncipe fenicio de igual nombre. Pasó después a la dominación romana: luego a la de los moros; hasta que en 1264 lo conquistó el Rey D. Alfonso el Sabio, para cuya conquista le alentó, apareciéndosele la Virgen de los cristianos; en memoria de lo cual dio el sabio y religioso Rey su venerado nombre a aquella población, perdiendo así la bautizada villa su pagano nombre de Mnesteo. Mas si interesase ahora a alguno de nuestros lectores penetrar con nosotros en su recinto, le serviremos gustosos de cicerone. Haremos aun más; toda vez que en ello le complazcamos, le haremos conocer a sus moradores, y tendremos, según la expresión de una amiga nuestra de infinito talento y gracia, un rato de comadreo». Editada en Madrid: Imprenta del Establecimiento de Mellado, 1863 (novela). Reeditada en 1975 por la Casa de la Cultura, con motivo de la Feria del Libro. Inauguraba así el ciclo de publicaciones de dicha Casa.
Puede leer la novelita en la biblioteca Cervantes Virtual, pulsando: Un Servilón y un Liberalito, o Tres Almas de Dios.


Con estos datos consultamos el libro “Carnaval: un siglo de historias de El Puerto (1836-1936)”, de nuestros amigos José Ignacio Buhigas y Tily Santiago. En la descripción que en este libro se hacia de las agrupaciones presentes en el año 1907, encontramos un Coro que coincidía tanto en su vestimenta, como en los ornamentos, con los personajes del retrato.


El director de coro, Antonio Vázquez Valoria, mencionado anteriormente, ya había dirigido otros grupos carnavalescos, en total lo fue de 19 agrupaciones, desde el año 1902 a 1931. Los temas mas tocados por este autor: la muralla del río, la finalización del Parque Calderón, o la eliminación de la barra del río, como vemos son asuntos vitales para el desarrollo de la ciudad. (En la imagen de la izquierda, etiqueta de Vda. de F. Morillo, uno de los negocios anunciado en el libreto de nuestro coro de hace un siglo).
El nomenclator de las calles portuenses constituye uno de los elencos urbanos más bellos de la provincia. La profesora y escritora jerezana, Pilar Paz Pasamar, en 1976, escribió un delicioso artículo, en el Diario de Cádiz, al que tituló las bien nombradas. Y lo justificaba diciendo: “Me refiero a las calles del Puerto de Santa María. Son las calles con mejor nomenclatura que conozco de nuestra provincia, aunque si nos fijamos, también los nombres de los pueblos andaluces –muchos con el inicial bostezo “al” y el suave ronquido “guad” del lingüístico sueño árabe –no son mancos- de belleza. Llamarse bien es importante, quiero decir y ustedes me entienden, que una persona, un artículo o un libro con nombre sonoro, o raro, o gracioso, ya queda iniciada con buen pie su andadura.”
Las raíces de El Puerto se remontan a la antigüedad clásica, pero sus brotes más genuinos comienzan en la Edad Media. Alfonso X aparece en la ciudad en el siglo XIII y, pocos años después, concede la Carta Puebla de la fundación de la ciudad. En el siglo XIV, queda ligada a la Casa de Medinaceli y se construye la Iglesia Mayor Prioral. En el siglo XVI, la población alcanza los 6.000 habitantes y se construyen los conventos de la Victoria, de San Francisco, del Espíritu Santo y de la Concepción. En el XVII, ya existe un núcleo central perfectamente urbanizado. En el XVIII, surge la ciudad diseñada de forma reticular tal como la conocemos hoy. El siglo XIX es el de la eclosión de las grandes bodegas catedrales. Y el XX y el XXI, los de la explosión demográfica con cerca de los 100.000 habitantes.


Los autores de la obra son: del texto, Juan Leiva Sánchez (izquierda), profesor de Lengua y Literatura, periodista y escritor; y de las fotografías, Cristóbal Leiva Fernández, (derecha) funcionario de Banca y fotógrafo. Ambos están avalados por una larga experiencia: el primero con más de veinte obras publicadas; el segundo, con un elenco de premios recibidos en toda España.
El cocinero de las latas y “el congelao”, que tiene su cuartel general en nuestra Ciudad perpetra su tercer libro dedicado a los dulces.
El volumen, de 128 páginas y con cuidadas fotos a color, recoge más de un centenar de postres inventados por el cocinero como el “Lexatartín de melocotón”, el “Pudin de pasas dipsomaníacas” o “Vodkata, el cóctel que se come”, junto con algunas ya clásicas publicadas por Falsarius como la “tarta Thurman” o las “tortas Pataky”. El libro, con un precio de 18 euros, está ya a la venta en las librerías. (Texto: Pepe Monforte).

Anoche se presentaba en sociedad, en las Bodegas Colosía el libro “Alma Gitana”, una iniciativa de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia. Para el presentador del libro, Luis Suárez Ávila, que no sabe decir que no a ningún amigo, “Es un verdadero placer poder estar aquí, ahora, con mi amigo Salvador Cortés Núñez, flor de la raza calé portuense, y un claro exponente de ella. Porque, si desde antes del siglo XV, los gitanos se ejercitaron en el oficio del hierro y, ya en sus postrimerías, fueron herreros gitanos los que hacían las balas para la incipiente artillería que reconquistó Granada, no es menos cierto que en ese oficio se ejercitaron en todo tiempo. El hierro es el material que han doblegado en las fraguas y el hierro es el material que ha doblegado en el torno, desde su niñez, mi amigo Salvador.






Luis era un niño en una posguerra atroz de hambre y oscuridad, monago insumiso, cómplice de estraperlista, militante antifranquista clandestino, obrero fabril, albañil capaz y vecino solidario sin etiquetas. Octogenario, Luís Rincón Noya contempla desde la atalaya de su 3º A de la Plaza del maestro Dueñas, junto a su compañera de todas sus vidas, Soledad, no en balde son progenitores de siete hijos con todos sus avíos, las grandezas y las miserias que la condición humana le ha mostrado a lo largo de su ya luenga existencia. De figura menuda y corazón grande, este lazarillo que fue de ciego, sindicalista orgulloso de su clase, y desengañado de la partitocracia en donde los actores principales y únicos del panorama político son los grandes partidos, se reivindica día a día como amo de casa, abuelo vocacional y ferviente amante de la lectura, que en sus ratos libres escribe con la bonhomía que siempre ha llevado por bandera. (Ilustración: María Lizaso).
De una infancia de posguerra repleta de calamidades, de hambre y de incomprensiones, recuerda como a un cuñado suyo, Manolo, que regentaba el bar Los Cisnes en plena Calle Luna, cuando los sublevados contra la República se hicieron con el control de la ciudad, le cerraron el local previo destrozo del mismo que, unido a su reciente viudez hizo que se trastornara por completo recluyéndosele en su casa por loco. Locura convenientemente fingida a instancias de un amigo falangista para evitar el casi seguro fusilamiento que le esperaba si llegaba a curarse.


Su incorporación al movimiento sindical se comprende con estas palabras: “--Cuando llegué a la fábrica y vi a un centenar largo de hombres trabajando en unas condiciones laborales infamantes, con un calor de muerte y sirviendo a unas máquinas de fabricación automática con medios artesanales, comprendí que la época de la esclavitud aún no había terminado”. Fue Esteban Caamaño Bernal quien a través de Calixto García, compañero de la fábrica, el que le introdujo en la Hermandad Obrera de Acción Católica (H.O.A.C.). En el sindicato vertical de la época fue enlace sindical, jurado de empresa, presidente de la sección social local del Sindicato de Construcción, Vidrio y Cerámica, y vocal provincial de esta misma rama. Colaboró con Esteban, Isidoro Gálvez y su hermano Manolín y otros compañeros de Cádiz, San Fernando y Jerez en la implantación por esta zona del Sindicato Unión Sindical Obrera (U.S.O.). Siente especial admiración y aprecio por Tina Aguinaco y Jaime San Narciso, dos asturianos, profesora ella y médico él, que por sus estudios y formación pertenecían a la clase media, pero que sin embargo, por sus valores humanos estaban más cerca de los pobres que sus propios congéneres. (En la imagen, torre chimenea de la desaparecida fábrica de botellas).
Con la restauración de la democracia abandonó un tanto desengañado el mundo sindical y político, pero sus inquietudes solidarias le llevaron a impulsar el movimiento vecinal incipiente que se habría paso en esos momentos de apertura del país. Tuvo el honor –según sus palabras- de ser el primer presidente de la Asociación de Vecinos “San Jaime” en la zona de Crevillet. Ahora, tras una larga y trabajada vida de compromiso hacia los demás, su descanso activo lo ejerce como escritor ya premiado en algunos certámenes literarios, manteniendo por siempre el orgullo de haberse ganado la amistad y el respeto de todos sus compañeros en el mundo del trabajo. (Textos: Manolo Morillo).
LIBRO “CARDITO DE PUCHERO”. Juan Rincón.
LIBROS “COCINA PARA IMPOSTORES”. Falsarius Chef.
PLUMILLAS TAURINAS. Francisco M. Arniz.
"Mercería. Quincalla. Perfumería. Juguetes. Productos fotográficos "kodack" y "Agfa". Ampliaciones "Kodack". Cines "Pathé Baby". Películas y Accesorios. Artículos para regalos. Loza y Cristal, etc. Artículos para bares y cafés. Gramófonos y discos. Óptica, cristales y armaduras de todas clases; se despachan las recetas de los señores oculistas. Especialidad en Novedades". Hoy otros productos vienen a completar o sustituir la oferta de la tienda: Modelismo. Juegos de Mesa. Mercería. Artículos religiosos. Bisutería. El Fraile del Tiempo. Abanicos pintados a mano que dan aire distinguido... Y Recuerdos de El Puerto únicos e irrepetibles. Reproducciones de fotografías antiguas. Hasta carga tarjetas de teléfono... Pero no se les ocurra pedir bigoteras, rabillos de boína, pechuguitas de almanaques, sopladores, cadenas de WC, cable de antena, o sacudidores y plumeros. Esas ya ni son novedades ni se han vendido en la tienda nunca. Al menos, que nosotros sepamos.
FIGURITAS DE ÁNGEL MARTÍNEZ. Sucesores A.M.
En el año 2000 se fundó "Sucesores de Ángel Martínez, S.L.", empresa que, combinando la mejor tradición artesanal de la época de Ángel Martínez pero añadiendo las mejoras técnicas que permitan mejorar la calidad tanto de las materias primas como de determinadas técnicas, recuperando una tradición: figuras que estaban en peligro de desaparición por el paso del tiempo. Pedidos en calle Larga, 34, o al teléfono: 610702173.
MEDALLAS DE LA PATRONA.


Y la historia se repitió, de redactor a Jefe de Informativos de la Cadena de Radio y luego ya, Director General de Canal Sur Radio: la radio en colores -como afirma Rafael Navas --director de Diario de Cádiz-- de otro amigo e igualmente eficaz paisano: Modesto Barragán. Hace un año, cuando se comentaba el relevo del Director General de la RTVA, se barajó en la terna a Manolo. Y menos mal que no le dieron dicha responsabilidad porque, todavía, tiene que hacer mucho en Andalucía nuestro Casal. Tiene mucha tela que cortar aún y si lo hubieran designado tan pronto, luego hubiera volado a otras latitudes y esos que nos hubiéramos perdido los andaluces. Ya vendrá el momento. Lo cierto es que hacía falta un gaditano en estos tiempos difíciles para el Departamento de Comunicación y Comercial de la RTVA. Hacían falta la imaginación y las buenas maneras, el entusiasmo y tirar para delante de Casal, y allí, de nuevo, se fijaron en él y le encargaron un difícil y a la vez bonito cometido que ya está bordando: comunicar lo que se hace e implicar a los agentes sociales y económicos con el proyecto de la radiotelevisión andaluza
