Saltar al contenido

5

Jesús Redondo Abuín, gallego de la Parroquia de Asados, Ayuntamiento de Rianxo, Partido de Padrón, (La Coruña), nació a las cinco de la madrugada de 12 de marzo de 1939. Dejó su casa con 17 años, siempre implicado en la lucha política obrera en la clandestinidad y luego abiertamente: emigrado a Francia, Bélgica, refugiado de la ONU y protegido en Moscú por el Partido Comunista, conoció España también a través de sus cárceles como preso político con sendas condenas de 3 y 8 años de privación de libertad, que no cumpliría completas: "Fueron 3.000 días y 3.000 noches entre recuento y recuento y entre traslado y traslado. Y estas las cárceles de mi peregrinaje: Barranco Seco, Cádiz, Puerto de Santa María, Córdoba, Jaén, Carabanchel, Calatayud, Soria, Segovia, Coruña y A Parda". En 1968, en los sucesos de Sardinas del Norte (Canarias), recibió un tiro en la pierna tras la dura represión de las fuerzas de seguridad de la dictadura.

En el Penal de El Puerto Jesús trabaría conocimiento con Marta Marroquín Travieso, militante comunista que llevaba alimentos, apoyo y conversación a los presos políticos, con quien acabaría formando una familia. No sería hasta 3 años después, en Segovia, donde se conocerían, antes solo se limitó en el Penal del Puerto a hacereles saber a la dirección, que Jesús era un ser con identidad propia, no un número. Ambos viven en Galicia, unieron sus vidas el 10 de marzo de 1975, tienen un hijo, aunque regresan a El Puerto en alguna ocasión. Este es su relato:

Jesús Redondo Abuín, Juanín y Gerardo Iglesias en la cárcel de Segovia. El día de la Merced, festividad de Institutciones Penitenciarias, se autorizaban hacer fotografías.

Esto viví en el viejo Penal del Puerto de Santa María entre el 30 de abril de 1970 y el 6 de diciembre de 1971.

Lo peor que puede pasarle a un pueblo es que le arrebaten la libertad. Fue lo que nos pasó aquí de aquella. Lo que no dejó de pasarnos en cuatro interminables décadas. Longa noite de pedra le llamó a aquello Celso Emilio Ferreiro. Y en cuatro palabras lo dijo todo enteramente. La humedad del mundo cabía en ellas. La humedad entera. Cuatro décadas de muerte, cárcel, destierro. O en el orden que lo dijera Rafael Alberti, el camarada Rafael: destierro cárcel, muerte. No es hora de vindicación. Lo sé. Tampoco de silencio. Hay que recordar. Recordar. Y recordar. Recordar sin ira. Pero recordar. Para que no se repita aquello jamás.

Antigua fachada principal del Penal de El Puerto.

Quedarse sin libertad es lo peor que a un pueblo le puede suceder. Lo peor que puede sucederle a una persona es que la empareden. Que eso es lo que eran los presidios de aquella: paredes, paredes, paredes. Paredes y aniquilamiento. El régimen franquista fue el más inmoral y despiadado de la historia. De toda la historia. Segó un millón de vidas para poder vencer. Pero no enterraron muertos sino simiente. Como Castelao dijera. No logró convencer. No podía ser. Don Miguel de Unamuno ya se lo advirtiera. La tortura estaba al orden del día. Sus penitenciarías eran la prolongación de sus comisarías. No hay más que recordar los nombres de los tres energúmenos que estaban de aquella al frente de cada uno de los tres argumentos fundamentales de la política del que decía que él no se metía en política para no meterse en líos: Camilo Alonso Vega, Ministro de Gobernación; Antonio de Uriol y Urquijo, Ministro de Justicia y Jesús González del Hierro, Director General de Prisiones.

MATADERO DE HOMBRES.
Y lo peor que podía pasarle de aquella a un preso era ir a dar con sus huesos al penal del Puerto. Al viejo y tristemente célebre penal del Puerto. Era un matadero de hombres. Todo allí estaba concebido para el exterminio físico y psíquico. Llegaba la conducción, la metían en un recinto lóbrego, y lo primero que se oía era un ¡firmes! intimidatorio, emitido a pleno pulmón por el Jefe de Servicios de Turno (el del 30 de abril de 1970 era uno que le llamaban La Calva) y acto seguido vociferaba con voz forzada: Llegaron ustedes al penal del Puerto, ¿entendido? Van a cruzar tres patios antes de llegar al celular y van a ir en fila india sin intercambiar ni una mirada ni una palabra con nadie, así vean a un hermano, ¿entendido? Pues, andando. Y la fila india cruzaba los tres patios flanqueada por funcionarios con cara de mármol. /En la imagen de la izquierda, galería de celdas.

DESNUDOS Y VIOLENTADOS.
Al llegar al celular estaba esperando la plantilla de aquel departamento, con su jefe al frente, quien recibía en posición disciplinada las órdenes que le daba el Jefe de Servicios, y éste regresaba a su despacho. Y el poder absoluto en aquel ámbito pasaba a residir en los funcionarios allí destinados, en este orden jerárquico: jefe del departamento, resto de funcionarios y el preso de confianza llamado cabo. Y en plan bárbaro el jefe de departamento ordenaba: ¡firmes!, desnúdense uno a uno y vayan pasando conforme les vayan llamando para ser cacheados. El cacheo consistía en dar botes en cuclillas y terminaba con una insoportable colonoscopia digital, practicada por el propio preso/cabo, por si se llevaba alojado en el colon algún objeto o sustancia ilegal. A continuación se chapaba a los cacheados en celdas intercaladas. Para aislar bien aislado.

Con Marcelino Camacho, en un encuentro sindical en Canarias.

NEGATIVA Y CELDA DE REDUCCIÓN.
Cuando me tocó el turno me negué a pasar por aquello con mis mejores maneras. De poco me sirvieron las buenas maneras. Tuve que terminar siendo tajante: para hacerme eso tienen que atarme, les dije. El funcionario jefe de departamento montó en cólera y me ordenó en el peor tono del despotismo desilustrado: pase inmediatamente a la cuatro. Era la celda de reducción, la cuatro. Era un auténtico potro de tormento. Cada vez que un funcionario le amenazaba a un preso con la cuatro, el preso se echaba a temblar. No pocos se auto lesionaban, preferían salir para el hospital de gravedad. La celda de reducción era el lugar adecuado para poner autoridad. Y al terminar con todos entró a por mí rodeado de los demás funcionarios y del preso de confianza como dispuesto a cualquier disparate. El diálogo entre él y yo duró nada y menos. El: está usted en el penal del Puerto. Yo: información superflua, bien lo veo. El: aquí cuando hay que apalear se apalea. Yo: el que me ponga la mano, tiene que estar dispuesto a llegar al asesinato. El: no se haga el valiente porque a los valientes los trasladamos de aquí en un santiamén en traje de madera y con los pies por delante. Yo: pues pásele mis medidas al carpintero. Vivía en Jerez, tenía una armería, le llamaban El Pistolas, sucedió hace treinta años. Lo digo sin ira. Pero lo digo. Se me hace bastante para pasarlo por alto.

Visitando el antiguo Penal de El Puerto, paseando por el claustro junto a su cuñado, Miguel Marroquín, el pasado verano de 2008.

VISITA DEL DIRECTOR.
Digo diálogo y fueron dos monólogos más bien. Pero le rompió los esquemas al jefe de departamento. A cuantos iban con él. Y no he vuelto a verlos. A la mañana siguiente vino a verme el Director del penal. No era usual. Y el despotismo ya fue ilustrado. Pero igual de brutal. «He visto su expediente» –me dijo-- «y trae usted seis faltas muy graves. Aún así creo que ha sido un error de la Dirección General haber autorizado este traslado. Pero aquí está. Y será uno más. Tengo a mi cargo 615 presos complejos y no pienso andar con distingos. De ningún signo. Este es un penal para presos con “exceso de condena”, “multirreincidentes” e “inadaptados”. No importa que en su caso no se dé ninguno de los tres supuestos. Aquí existen cuatro regímenes estrictos: Régimen General, Vida Mixta, Observación Disciplinaria y Celdas de Castigo. Celdas tiene usted para rato: los132 días que trae, y los que le sobrevengan. Que le sobrevendrán a la vista de su expediente. Y ya se lo advierto: aquí las sanciones se cumplen íntegramente. Ahora bien, mientras yo esté al frente del penal, ningún funcionario le pondrá la mano».

264 DÍAS EN CELDAS DE CASTIGO.
Vaya si me han sobrevenido castigos. Llegué a acumular 12 sanciones muy graves: 264 días consecutivos en celdas de castigo. Y, óiganlo bien, estos y no otros han sido los motivos: cuatro huelgas de hambre, tres colectivas --Las Palmas, Soria, Pontevedra-- y una sólo en El Puerto; llevar a juicio a un funcionario por abuso de autoridad (un tal Julio Cedrón, de Lugo); mirar con desacato a un funcionario; denunciar asesinatos y malos tratos, y exigir mediante escritos amnistía general y completa para todos los presos políticos. Eso que ni el Fuero de los Españoles prohibía el derecho de petición. Lo protegía.

PAPEL Y BOLÍGRAFO=SANCIÓN.
Pues cada vez que pedía papel y bolígrafo era indefectiblemente sanción sobrevenida. Pero papel y bolígrafo era lo único que podía esgrimir. Y lo esgrimía. No hacerlo no era posible. Uno no puede llamarse andana cuando escucha que están matando a palos a un hombre atado de pies y manos. Aun cuando fuese un delincuente. Aun siendo en el viejo penal del Puerto. Porque sean cuales sean sus circunstancias, cada hombre es en sí un hecho único e irrepetible.

Encabezamiento de una de las denuncias

SIETE SANCIONES.
He visto entrar allí hombres como castillos y a la vuelta de unos meses no eran ya ni la sombra de lo que habían sido. Los he oído agonizar a palizas. Me quejaba por escrito a la Dirección General, sanción al canto. He visto a un preso de la celda de enfrente a la mía (un tal Perogil) subirse al techo de la jaula y calcular el salto para dar exactamente con la cabeza en la esquina del camastro de hierro y poner fin a su martirio. Lo ha conseguido. Puse denuncia al Juzgado por asesinato inducido. Sanción suma y sigue. El Pistolas llegó a trincarle el pene a un preso con el gozne de la jaula y aporreárselo hasta partírselo. Me han impuesto siete sanciones muy graves en los veinte meses que estuve allí. Todas por lo mismo. Los partes los daba el funcionario de turno y las sanciones las ratificaba por unanimidad la Junta de Régimen: Director, Subdirector, Médico, Maestro y Cura. Cinco rangos distintos y un mismo objetivo: que el preso se adapte y no rechiste. Uno no se imagina a individuos así gastar gestos de cariño ni en familia.

Explicando a unos amigos y a su cuñado, Miguel Marroquín, las condiciones de vida en las galería.

HUELGA DE HAMBRE.
Me costó lo mío salir vivo de allí. Catorce días de huelga de hambre inclusive. Pero salí. Salí porque el zorro no pierde las mañas pero las fuerzas sí. Estaban prohibidas las huelgas, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Estaban prohibidas las manifestaciones, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Lo cual que por primera vez en 32 años la Bestia Parda tuvo que ocuparse en Consejo de Ministros de los pros y los contras de que se le muriese en el penal del Puerto un preso político --que tampoco existíamos-- y prevaleció lo segundo por fin. A eso debo el poder contarlo, y de chiripa. El sustituto del ultra Jesús González del Hierro se desplazó adrede a comunicarme que habían decidido retornarme a Segovia en cuanto estuviese en condiciones físicas. Y así ha sido.

Por última vez, tras las rejas del antiguo Penal de El Puerto.

CONDICIONES MEDIAVALES.
Supe lo que era el infierno sin necesidad de morirme. Además de un régimen penitenciario medieval, eran medievales las dependencias, los métodos de los carceleros y las condiciones de vida. La comida era insana y exigua: la tuberculosis y la desnutrición eran extendidas e intensivas. Entrar en celdas suponía perder los derechos subjetivos y tener que atenerse al rancho estricto. Durante nueve meses seguidos mi dieta fue: un plato de malta y un chusco, un plato de rancho y un chusco, un plato de líquido con un huevo duro y un chusco. Las celdas eran nichos de dos metros de ancho por 2,60 de largo por tres de alto; estaban dos metros por debajo del rasante del recinto y tenían un tragaluz de unos 50 centímetros; las camas consistían en una plancha de hierro empotrada en la muralla y en el suelo; tenían un lavabo y una taza de water (la de reducción un simple orificio) y un blindaje de barrotes de hierro o jaula entre la puerta y el catre de 1,40 de ancho por 1,30 de fondo para dejar fuera del alcance de un brazo la puerta al abrirla.

Con su mujer, Marta, delante de Nuestra Señora de París, en Francia. Año 2010.

COMPENSACIONES ECONÓMICAS.
Comprenderán que lo diga. No hay dinero que compense lo pasado por los presos en los presidios franquistas. No sería sufrible tanto suplicio si no fuese por la fe del carbonero que teníamos y por el sacrificio de nuestros camaradas y de nuestras familias. Hay tratadistas que dicen que el dolor es subjetivo. Los que eso dicen se enterarían de lo que vale un peine si tuviesen que soportar ser diestramente torturados  día y noche o nueve meses seguidos sin ver la luz del día en uno de los nichos de castigo del viejo penal del Puerto de Santa María. /Con su mujer, Marta Marroquin Travieso.

El millón y medio máximo ese sería un insulto de no ser que es un mero símbolo. Aún así, lo gratificante hubiese sido que las nuevas autoridades tomasen como primera medida darnos las gracias por los servicios prestados desde el papel del Boletín Oficial del Estado. Ese sí que hubiese sido un detalle. Pero no se hizo. Se ha tardado quince años. Y los que no tenían 65 años cumplidos o no llegaron a los tres de presidio han quedado ignominiosamente excluidos. Qué gran injusticia. Como injusticia ha sido haber hecho apechar a los heroicos guerrilleros antifranquistas veinticinco años con el estigma de bandoleros. Qué enorme injusticia. Quizá sea que las nuevas autoridades no sepan lo que es tener sitiada la vida o tenerla pendiente de un hilo o pisar un penal o pasar por un cuartelillo. Quizá sea que se piensen que la transición empezó en los Pactos de la Moncloa. Acaso esa fuese su bicoca. Acaso. Pero es la bicoca de muy pocos. Que conste. (Textos: Xesús Redondo Abuín. Julio 2001).

6

El escritor, dramaturgo y ensayista Manuel Pérez Casaux nació en la calle  Luna, núm. 6, el 29 de enero de 1929, esquina a Jesús de los Milagros, donde en tiempos existió un Freidor de Pescado y hoy es una tienda de ropa en un nuevo edificio. Su padre, Manuel Pérez Martínez, natural de Puerto Real, delineante proyectista, era funcionario civil del ejército y estaba destinado en la Ayudantía Militar de Marina de El Puerto. Su madre, natural de San Fernando, pertenecía a una familia de marinos instalados en San Fernando en el siglo XVIII.

El año de su nacimiento, 1929, explosionaba en el muelle de El Puerto el Vapor ‘Cádiz’ que hacía el recorrido entre nuestra Ciudad y la capital. Ese mismo año se incorporaría al muelle de San Ignacio  la motonave ‘Adriano I’, que había estado efectuando el trayecto entre Sanlúcar y Sevilla, con motivo de la Exposición Iberoamericana. El investigador Antonio Gutiérrez constata que ese año «En El Puerto se palpaba la incertidumbre política y el deterioro de la monarquía; la ausencia del Teniente Coronel del Batallón de Cazadores de África, nº 7 y del Ayudante Militar de Marina al funeral por la reina María Cristina, organizado por el municipio, excusando ambos por escrito su asistencia, era una clara muestra. Asimismo excusó su asistencia el filántropo portuense Elías Ahuja Andria mediante una comunicación de su secretaria, sin firma».

En la imagen, el Vapor 'Adriano I', amarrado al muelle San Ignacio y el 'Adriano II' surcando las aguas del Guadalete.

Con apenas diez años, Manuel entró en el Seminario de Cádiz, donde estudió el Bachillerato. «En el Seminario escribía versos, a hurtadillas, que destruía el Padre Bueno». De allí se salió para estudiar Magisterio, simultaneando la enseñanza en la Escuela de Formación Profesional Sindical de Puerto Real y Astilleros de Cádiz, donde trabajó como traductor. «Luego, hice más versos y me los publicaron. Eran aquellas revistas aguerridas de provincias, que siempre han existido: ‘Advinge’, ‘Caleta’, ‘Thalassa’… Entonces se llamaban así».

Manuel Pérez Casaux, con su mujer, entonces novia, la gaditana Manoli Ruiz Marabot, en 1960.

VIAJANDO POR ESPAÑA.
Fue miembro activo del movimiento teatral y literario de la capital gaditana en torno a la segunda época de la revista Platero. Coincidiendo con la disminución del tráfico marítimo en Cádiz se traslada a Barcelona para enseñar como maestro de escuela y una vez en esta ciudad, se diploma en Comercio Exterior. Preparó multitud de oposiciones y trabajó en actividades diversas, entre otras para empresas consignatarias y de seguros marítimos y posteriormente, tras empezar a estudiar Derecho, estudios que no concluye, obtiene su Licenciatura en Filosofía y Letras sección de Lenguas Germánicas por la Universidad de Barcelona. «Estuve en el norte de España: San Sebastián, Santander Gijón, Vigo…, que sé yo. Madrid a veces, también. Luego otra vez el querido Sur: Jaén, Cádiz, los Puertos… me explotaron muchas veces». Gran conocedor del griego y del latín, domina catalán, francés, inglés, alemán y nada de ruso, como erróneamente ha afirmado alguno de sus biógrafos.

Presidencia del Congreso de Teatro celebrado en Córdoba en 1965. De izquierda a derecha, Alfredo Marquerie, Antonio Gala, Zamora, Vigil, N.N. y Manuel Pérez Casaux.

EL TEATRO DE POSGUERRA.
Después de la Guerra Civil (1936 – 1939), los dramaturgos españoles se enfrentaron a una censura implacable que hacía difícil, sino imposible, ofrecer una visión crítica de la realidad. Desde el final del conflicto hasta los últimos años de la década de los 60, el teatro español, en todas sus facetas, sufrió una profunda crisis existencial. La búsqueda de nuevas formas de expresión dramática por parte de los autores españoles, -que se inspiraron en las grandes corrientes innovadoras del momento en el teatro europeo (el teatro del absurdo, Brecht, Artaud)-, dio lugar a una nueva vanguardia teatral, denominada por los estudiosos “Nuevo Teatro Español”.

Representación de 'Hermosas Costumbres'.

Otra imagen de 'Hermosas Costumbres'.

NUEVO TEATRO ESPAÑOL.
El tema central de este nuevo teatro es la crítica del sistema político y social del franquismo, siquiera en la misma medida que el rechazo mostrado hacia el teatro comercial, así que no es extraño que dichos autores fueran sistemáticamente ignorados hasta los años 80, cuando ya la realidad del país se había modificado.

TEATRO INDEPENDIENTE.
Junto a los teatros oficiales se formaron nuevas compañías de teatro que intentaron imponer un teatro alternativo en todos los sentidos. Fruto de este ambiente fue la aparición del Teatro Independiente, tan importante en el contexto teatral de la época. Cuando el término independiente empieza a airearse tímidamente en las carteleras, programas de mano y en medios de comunicación, parece como si empezara a vislumbrarse el principio del fin. Se advertía una cierta tolerancia, como un mirar hacia otro lado. /En la imagen de la izquierda, Pérez Casaux arriba al centro, con el Grupo Quimera Teatro, al completo, en 1969.

ACCIDENTE Y TEATRO.
A principios de la década de los 60 sufre un accidente de tráfico que le produjo una conmoción cerebral, que le llevó a pasar cuarenta días de hospitalización. A partir de entonces, Perez Casaux se entrega a la actividad teatral, cuyos textos lo señalan como vinculado a una protesta ética y autor de una obra de reivindicación social, actitud propia de la segunda generación de posguerra a la que pertenece, lo que dio lugar a ser considerado autor comprometido y molesto al régimen político anterior.

SÁNCHEZ CASAS.
«Conocí a José María Sánchez Casas que empezaba con un grupo maravilloso de Cádiz: ‘Quimera Teatro Popular’. Hicimos muchas cosas juntos». Sánchez Casas era entonces trabajador de los muelles y editor de la revista ‘El Gallo Rojo’. En la Hoja del Lunes del 25 de abril de 1966, se podía leer: «Quimera Teatro-Popular, presentó ayer la obra de Pérez Casaux ‘Sigue pensando, Sam’. Intervinieron Pedro Roca, José María Sánchez Casas, Fernando Meléndez, Donato Patiño y Mari Ángeles Neira».

Sánchez Casas, que más adelante se integraría en el PCr, germen de los GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), con el nombre de guerra de ‘Vargas’, tuvo una alambicada historia de militancia terrorista, cumpliendo 18 años de cárcel por delitos de sangre, pisando 15 prisiones, con más de 400 días de huelga de hambre entre 1989 y 1991 y que murió, ya en libertad el año 2001, tras ser liberado en 1997, esperando un trasplante de corazón. Sánchez Casas ganó, con un nombre supuesto, el concurso de carteles del Carnaval de Cádiz para el año 2001.

LA CENA DE LOS CAMAREROS.
En este contexto de cambio se encuentraba inmerso nuestro protagonista. Desde el denominado ‘teatro del absurdo’ en el que se enmarca su primera pieza teatral, muy de vanguardia, ‘La cena de los camareros’ (Festival de Gijón, 1963), sus obras han ido evolucionando hacia otras tendencias, relacionadas en algunas épocas con un estilo que él mismo denomina ‘brechtiano’. /En la imagen de la izquierda representación de 'La Cena de los Camareros'.

En 1969 estrena en el III Festival de Teatro de Sitges su obra seleccionada:  ‘Historia de la divertida ciudad de Caribdis’, emitida por TVE en 1976. Con ‘La familia de Carlos Cuarto (1973), premiada y dirigida  también en Sitges por José Luis  Alonso de Santos, nuestro autor pone en el escenario la lucha entre la España culta y la que se aferra no sólo a las tradiciones, sino también a la cómoda ignorancia. Pérez Casaux ha escrito un total de 29 obras entre comedias y dramas, de las que se han estrenado 14.

En la imagen, Manuel Pérez Casaux en la Plaza de Cataluña, de Barcelona, en 1970.

NOVELA CORTA.
Ha publicado una treintena de narraciones breves y cinco novelas cortas distinguidas con varios galardones entre los que se encuentran el ‘Carta Puebla’ por su novela ‘Las raíces al aire’, y el ‘Valdemembra’ por ‘Días de tomillo y orozuz’, en la que el autor traza un retrato de la vida cotidiana en la ciudad de Cádiz durante los días de la contienda civil, pues como subtítulo lleva ‘Historias de Cádiz de la Guerra Civil’, y que fue presentada y analizada en el Ateneo de Cádiz por el también atenísta, Francisco Súnico  Varela el año 2006.

Tras su jubilación, regresa a El Puerto y enseña español para extranjeros, reduciendo su creación teatral y mostrando mayor adhesión a la poesía. Recibirá el Premio Buero Vallejo de Guadalajara, por su obra ‘En Castilla mandamos nosotros’

En la imagen, Manuel Pérez Casaux, flanqueado por los académicos Javier Maldonado Rosso y Luis Suárez Ávila, dirigiéndose al estrado para pronunciar su discurso como Académico de la de Belals Artes de El Puerto. En la presidencia, de izquierda a derecha, Joaquín Solís Muñoz-Seca, Juan Gómez Fernández a la sazón presidente de al entidad y Jesús Nogués Ropero. Octubre de 2003.

En 1991, durante la celebración del Día del Libro, en el Castillo de San Marcos. De izquierda a derecha, Luis Caballero, Ana Alonso a la sazón concejala de Cultura,  el poeta Benito Pérez, Francisco Arniz, presidente de BBAA, Alberto González Troyano, profesor de la UCA, la poetisa Pilar Paz Pasamar y Manuel Pérez Casaux. /Foto: Colección F.M.A.S.

PRESIDENTE DE LA ACADEMIA.
Pué presidente de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia', entre agosto de 1989 y junio de 1990. El 15 de octubre de 2003 leyó su discurso de ingreso como Académico en dicha institución que tituló “El cuento literario en cuerpo y alma”. Además, Perez Casaux es Académico de la Real de San Romualdo de Ciencias, Artes y Letras de San Fernando, miembro de la Sociedad General de Autores de España, de la Asociación Colegial de Escritores, del Ateneo de Cádiz del que es ‘Ateneísta de Mérito’ y Vicepresidente de de la Asociación ‘Río Arillo’ de Artes y Letras.

Durante una visita a las ruinas del Teatro Romano de Mérida el año 2006.

TEATRO SELECTO.

En el año 2004 el Ayuntamiento de El Puerto le rindió homenaje por su aportación  ininterrumpida al mundo de la literatura, fundamentalmente al teatro. Y lo hizo de la forma más estimada por un escritor. El mismo Manuel Pérez Casaux seleccionó cinco de sus obras teatrales aún inéditas que se publicaron bajo el título de ‘Teatro selecto’. Con posterioridad, la Editorial Fundamentos, publicaría su drama ‘La Familia de Carlos Cuarto’, en la colección de Teatro Contemporáneo de dicha localidad. /En la imagen de la izquierda, el volúmen publicado por el Ayuntamiento de El Puerto 'Teatro Selecto'.

Acompañado de su mujer, Manoli, en una imagern de 2009.

La actividad literaria del dramaturgo portuense sigue viva a sus 82 años recién cumplidos en la vecina San Fernando, su ciudad de acogida donde vive  y donde continúa en la actualidad, para la que escribió en 1998 ‘Las Cortes de la Isla de León’, con motivo de la conmemoración del 200 aniversario del Teatro de las Cortes.  (Textos: Manolo y José María Morillo).

6

Luis Galán, en el muelle del Vapor, detrás el río Guadalete.

Luis Galán Pérez nace en la calle Yerba el 7 de Noviembre de 1.962 en el seno de una familia humilde y trabajadora. Hijo de Carmen y de Luis, ambos nacidos en El Puerto. Su padre, actualmente jubilado, fue carpintero y ebanista de los de siempre, por lo que Luis pasó su infancia entre olores de serrín y de geranios del patio de su casa. Una casa familiar del Barrio Alto conocida popularmente como la casa de María la de Guindate, tía abuela de Luis. Su bissabuelo era Antonio González Franco, hermano de Abelardo, ‘el Manco Guindate’ o ‘Manco de los Cuatro Mil Reales’, con nótula núm. 495 en GdP. Es el menor de dos hermanos, y aunque el mayor, Pepe Galán, siempre demostró una afición desmesurada hacia la tauromaquia, Luis prefería oír música y devorar libros de cualquier tipo.

DESDE PEQUEÑITO.

De niño, compartía su tiempo jugando a ‘la palmá’ entre la calle Santa Fe, Mazuela, Yerba y especialmente… la calle del Ganado. Era fiel visitante de la antigua Biblioteca Municipal ubicada por aquel tiempo en el anexo del Ayuntamiento, en la Plaza Isaac Peral, donde Antonio Femenía, bibliotecario, archivero y corresponsal de Diario de Cádiz, le proporcionaba libros que, por su ubicación en las estanterías altas, no podía atrapar. Descubre la poesía de la Generación del 27 y fascinado, comprende que aquello le iba a marcar para toda su vida. Tanto es así, que se aísla, se aparta del resto de los niños del vecindario para dedicarse casi en exclusiva en su tiempo libre a la lectura y la escritura, comenzando a elaborar cuentos a la edad de 9 años. Los veranos de la infancia de Luis eran en la playa de La Puntilla y, gracias a una caseta de madera de franjas rojas y blancas construida por su padre, podía incluso dormir allí la mayoría de las noches. Así que vivió muchos amaneceres en la playa que más tarde se convertiría en su mayor fuente de inspiración para las coplas de Carnaval. Su playa, --su novia, como él la define--, sería una constante en sus letras.

Pepe y Luis Galán, en una foto 'oficial' en el Colegio Safa.

EN EL COLEGIO.

Comenzó sus estudios en las Escuelas Profesionales Sagrada Familia, pasando luego a Safa-San Luis tras la unión de ambos centros. Durante la mayoría de los cursos, sería elegido Delegado, llegando a asistir a los claustros de profesores reivindicando los derechos de los alumnos, algo impensable en aquella época. Allí haría sus primeros pinitos en su gran afición: la escritura. En el colegio reconocen sus cualidades concediéndole diversos premios literarios a nivel interno. Sus redacciones son leídas de forma reiterada por los profesores al resto de la clase. Destacó ganando concursos de redacción de Navidad con Amor, Cuentos de la Hispanidad, y otros concursos de ámbito local e incluso regional. En Antonio Nogués Ropero, su querido profesor, encontró un aliado perfecto para sus inquietudes literarias, siendo éste su acompañante a Sevilla cuando se alzó con el segundo premio de Andalucía de Redacción.

Comparsa 'Lunarito Flamenco'. El primero por la derecha Pedrito García y el tercero Luis. También aparecen Ramón García Núñez y Eduardo García Leiva. EL

CARNAVAL, DESDE LOS 15 AÑOS.

Con quince años, y compaginando sus estudios de Administrativo, escribió su primera comparsa: ‘Lunarito Flamenco’, de la mano de su gran amigo y descubridor: Pedrito García. Cuenta Pedrito que Luis entró en la comparsa como componente, ya que su afición le venía de oír a uno de los hermanos ‘Guarigua’ y a su tío Antonio ‘Guindate’ cantar coplas de ‘Los Cuasimodos’. A los pocos días de ensayo, Luis se ofreció a poner letra a la música, y ahí empezó todo. Al día siguiente de ofrecerle la oportunidad de probar con su faceta como letrista, entregó cuatro pasodobles completos y de una calidad extrema. Tanto es así que en Cádiz criticaron que los mayores escribiesen para adultos, ante el desconocimiento que el autor contaba con quince años. A posteriori, la prensa se retractó y comenzó la leyenda.

Comparsa Infantil 'Los Lazarillos'. Primer Premio Infantil en 1979.

PRIMER PREMIO INFANTIL EN EL FALLA.

Sería al año siguiente, en 1.979, con ‘Los Lazarillos’, cuando Luis asumiría la autoría completa de la agrupación y consiguiera el Primer Premio de Comparsas Infantiles del Concurso Oficial del Teatro Falla.

La comparsa 'Húngaro Gitano' de 1979

PRIMER PREMIO JUVENIL EN EL FALLA.

Ese mismo año, 1979 Antonio Catalán, mítico director de Cádiz, le ofrece la oportunidad de escribir una comparsa de las consideradas de élite, ‘Húngaro Gitano’, entrando en la Gran Final de Adultos. Su carrera en el mundo del carnaval había comenzado. Al año siguiente, vuelve a conseguir el Primer Premio, esta vez en la modalidad de Juveniles con la comparsa ‘Niños de Écija’.

'Niños de Écija'. José María 'el Vinagre' es el primero por la derecha.

SERVICIO MILITAR, CALABOZO Y PRIMEROS PREMIOS.

Su consagración definitiva en la modalidad de Adultos, la consigue con la histórica ‘Heridas de España’, en el año 1.982, comparsa recordada por todos los aficionados y cantada por la mayoría de componentes de todas las agrupaciones. En 1.983, consigue hacer doblete: Primer Premio de Comparsas, con ‘Don Dinero, y Primer Premio de Chirigotas, con ‘La Quinta de Beethoven’. Es sacado a hombros al más puro estilo torero del desaparecido Teatro Principal.

Primero Premio de Comparsas 1983. 'Don Dinero'

Primer Premio de Chirigotas 1983. 'La Quinta de Beethoven'. Estas dos agrupaciones las escribe realizando el Servicio Militar, aprovechando el tiempo que pasa en los calabozos para escribir. No en vano, a causa de su rebeldía ante el ejército, pasa mucho tiempo en arrestos contínuos hasta el punto de que los mandos del cuartel deciden ‘licenciarlo’” tres meses antes con permiso indefinido hasta el día de la finalización de la prestación militar, por entonces obligatoria.

'Heridas de España', en 1982. En el centro de la imagen, aparece el padre de Luis.

LA GENTE DEL PICK UP.

El productor discográfico Rafael Izquierdo, concierta una entrevista con el coronel para que Luis pueda asistir a la grabación de la agrupación ‘Heridas de España’, cuyo repertorio también lo finalizó en el cuartel. En la negociación para la concesión del permiso, Luis acepta disolver una especie de comuna creada dentro del cuartel, aunque nunca cumplió con su pacto y siguió al frente de 'La Gente del Pick Up', convirtiendo dicho grupo de rebeldes en una chirigota a petición de los mandos del cuartel para que actuasen en la fiesta de la Patrona del recinto militar. La sorpresa fue mayúscula cuando todos esperaban algo dicharachero y el repertorio estaba plagado de quejas, reivindicaciones y críticas al Ejército y a los mandos con nombres y apellidos, siendo arrestado de nuevo.

Fotografía histórica con los autores del Carnaval Portuense, en 1984, en los comienzos de la restaurada fiesta en El Puerto.

Luis Galán, recogiendo en 1986 de manos del concejal de Fiestas de El Puerto, José Luis Sánchez Alonso, el Premio para su comparsa 'Poquita Cosa', en presencia del también concejal Manuel Rodríguez y el colaborador de la Comisión de Carnaval, Sr. Pérez.

CAMBIO DE RESIDENCIA.

De vuelta a su trayectoria carnavalesca, siguió cosechando éxitos y premios hasta que en 1.987, se traslada a Andalucía Oriental a trabajar en Pepsico Foods International, como Administrativo y posteriormente como Jefe Regional Administrativo, residiendo en Málaga, Granada y Almería.

En 1992, recogiendo el IX Vapor de Oro que otorga la Peña 'La Mezquita'.

PREGONERO Y VAPOR DE ORO.

Hace 19 años, en 1.992, El Puerto le rinde homenaje nombrándole Pregonero del Carnaval de nuestra y 'Vapor de Oro' de la Peña 'La Mezquita', realizando un Pregón itinerante por los rincones más carnavalescos de la Ciudad. No se guarda copia alguna del Pregón de Luis Galán, ya que fue recitado íntegramente de memoria. Para el pregón, sus amigos y antiguos componentes de agrupaciones suyas del Bar Camas, montan la 'Antología de Luis Galán', estrenando varios pasodobles. Quedaría para la historia el pasodoble a la Calle Luna, cantado por primera vez en la inauguración de la remodelación de dicha calle, que reproducimos en los comentarios, pulsando más abajo.

'Antología de Luis Galán', creada para el Pregón de Carnaval de El Puerto 1992.

LOS GITANOS. Regresa a El Puerto en 1994, y en 1.997 entra de lleno, de nuevo, en el mundo de Carnaval, formando el grupo conocido como la comparsa de ‘Los Gitanos’. Tras dos clasificaciones seguidas en semifinales, en el año 1.999, año glorioso para el Carnaval porteño, consigue el Primer Premio absoluto en Cádiz, con la agrupación ‘La Parra Bomba’. Ese mismo año es premiado con el Premio Pemán de las Letras, se le otorga la insignia ‘Gaviota de Oro’ de Cádiz y obtiene el Primer Premio de Pasodobles.

Luis Galán, cantándole a 'la mas grande' Rocío Jurado, con la comparsa de 1999 'La Parra Bomba', la obra cumbre, hasta ahora, de nuestro protagonista.

Este año cumplió su sueño como comparsista: ganar los tres primeros premios en las tres categorías de la comparsa, Infantil, Juvenil y Adultos. Como anécdota curiosa, peculiar y hasta sublime de este año, Luis decide cantar en la Gran Final del Teatro Falla un pasodoble dedicado a la Playa de La Puntilla, hecho inédito hasta ahora, esparciendo literalmente arena de la playa portuense recogida por él mismo horas antes de actuar, por todo el escenario del Teatro capitalino. En los comentarios, podremos leer el pasodoble 'A La Puntilla desde Cádiz'.

En los camerinos del Falla, tras la actuación de la comparsa 'Marinero en Tierra'. De izquierda a derecha, Juan Antonio Guerrero, concejal de Fiestas de Cádiz, María Asunción Mateo, Vda. de Rafael Alberti, Luis Galán, Fernando Gago, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de El Puerto y varios componentes de la agrupación. Año 2000.

ESCRIBE A LOS MAJARAS. Es al año siguiente, año 2000, cuando salda una vieja cuenta pendiente: escribir a ‘Los Majaras’ y lo hace de la mano del músico y amigo Vicente Esquerdo, bajo la dirección de Pedro, el ya mítico estandarte de las coplas de Carnaval en El Puerto, con la comparsa 'Marinero en Tierra'. Aquel que cuando Luis era un crío leía las letras de sus agrupaciones infantiles tras la barra del bar Los Majaras en la calle del Ganado, ese año las canta y consiguen meterse en la Final del Concurso de Agrupaciones de Cádiz.

Con el maestro Rafael de Paula, en el Pub 'El Convento'. Año 1999.

Por aquel entonces, Luis Galán trabaja como encargado y administrativo del desaparecido Pub El Convento, donde vive la noche y la bohemia y aprovecha para conocer a un sinfín de personajes famosos que pasan por allí. Comparte noches de arte y conversación con Rafael de Paula, Javier Ruibal, Silvia Marsó, Joaquín Sabina, Vittorio y Luchino, Pau Dones, María Pineda, Emilio Muñoz, Ángel Nieto, y otras muchas caras conocidas..

Con el maestro de periodista y letrista, Antonio Burgos Berlinchón.

PREGÓN DE LOS PATIOS.

En el año 2000 recibe el galardón ‘Puente de San Alejandro’ de la Peña Corribolo, y en el año 2002, comienza a colaborar con Mar Barrera en su programa matinal de la cadena SER con una sección semanal titulada ‘Desde La Puntilla’, a la vez que escribe semanalmente una columna de opinión en la edición de El Puerto en Diario de Cádiz. Ese mismo año es elegido para pregonar la Fiesta de Los Patios, entregándose por completo a su barrio, con el que siempre se ha sentido comprometido.

En el Bar 'La Gallera', de izquierda a derecha, Luis Galán, José María 'el Negro', Fermín, Antonio Martín, Enrique Gago y Juan. Año 2003.

SAN ROQUE, MÁLAGA Y… PERSONAJE ENTRAÑABLE

En el 2005, es elegido ‘Pito de Oro’, año en el que se retira del mundo de Carnaval ya que su nuevo destino laboral, San Roque, donde ejerce de Administrativo en una empresa constructora, le impide vivir los ensayos día a día, aunque colabora con varios tangos del Coro de La Viña de Cádiz. Un año más tarde se traslada a Málaga, donde conoce a la que hoy es su pareja, Mar García Barranquero. Durante estos años, ha colaborado de forma anónima con varias agrupaciones del Puerto y de Cádiz, y aunque su nombre no figura en la autoría, los buenos aficionados reconocen cada letra que aporta. En el año 2010, recibe un nombramiento que Luis, como él mismo declaró, nunca pensó que le otorgaran: 'Personaje Entrañable', --vaya con el nombrecito-- del Carnaval de El Puerto ya que debido a sus letras comprometidas, nunca dejó indiferente a nadie.

De izquierda a derecha, Luis Galán, Antonio Catalán, Antonio Martín y José María 'el Negro'.

LOS AMIGOS.

Entre sus amistades de siempre, cabe destacar a José María García Flores ‘el Negro’, quien ha compartido con él muchas facetas y aventuras, Vicente Esquerdo, Javier Benitez ‘Gran Visir’, José Luis Sánchez ‘el Selu’, Manuel Gordillo ‘el Muerto’, Francis Muñoz ’el Torero’, Raul Villanueva, Paco Guerrero ‘Paquito Web’, Juan Luis Rincón Ares, con quien comparte opiniones y escritos y, como no, al desaparecido Paco Soto, con quien vivió madrugadas de conversaciones sobre la fiesta que los unía. A este elenco más íntimo, habría que sumar decenas de amistades cosechadas a través de tantos años de Carnaval.

De izquierda a derecha, Javier Ruibal, Luis Galán, Manuel Gordillo 'el Muerto' y el desaparecido Paco Soto.

LA MÚSICA: MIKE OLDFIELD.

Al margen de su afición principal, el Carnaval, Luis Galán siente debilidad por la música, destacando predilección por su paisano Javier Ruibal, con quien mantiene una antigua amistad. Admira profundamente a Mike Oldfield, habiendo realizado miles de kilómetros para asistir a sus conciertos, llegando a incluir en su comparsa ‘Por Cai Repicando’ las famosas campanas tubulares que hizo importar de Irlanda.

LA LITERATURA.

Entre sus autores literarios favoritos, se encuentran Herman Hesse, Antonio Muñoz Molina, Carlos Ruiz Zafón, Friederich Nietzsche, José Saramago y los poetas Miguel Hernández y Rafael Alberti, rindiendo un homenaje personal a este último con su Comparsa ‘Marinero en Tierra’, cuyo repertorio supervisó la propia María Asunción Mateos, aportando su voz en off en la presentación. Dicha presentación, en palabras de María Asunción, parecía escrita por el propio Rafael.

Luis Galán, disfrazado de Quasimodo, con el futbolista porteño Joaquín.

En el año 2004 colabora muy implicado en el pregón de Joaquín Sánchez, con quien inicia una amistad que hoy persiste, y ese mismo año, compone su última agrupación, contando con la música de Antonio Martín, viéndose cumplido uno de sus sueños: poner letra a la música de unos de los autores más admirados de la historia del Carnaval. En los comentarios, podremos leer el último pasodoble que Luis le escribió a El Puerto.

Con 'el Negro' y Vicente Esquerdo, en la Taberna Obregón.

AÑORANZA.

Lejos de El Puerto, añora las albóndigas del Bar Vicente, las merluzas rebozadas de Casa Paco Ceballos y las galeras de El Pescaíto; el Vino Fino en rama de la Taberna Obregón en la calle de la Zarza, la cervecita y la miel de Ultramarinos La Giralda, las coquinas del coquinero de la calle La Palma, la butifarra de los tablajeros Ortega y el Lengue, y los olores a vino por las calles de las bodegas --por Campo de Guía-- y los aromas a océano que respiraba desde una piedra del espigón que la considera su piedra. Siente nostalgia de aquellos paseos por la Bajamar hasta llegar a La Puntilla, los churros de la Placilla, las papas fritas del Parque Calderón, el café al caer la tarde en El Castillito, y como no, todos los días a las nueve de la noche, recuerda que es la hora del ensayo, pero que no asistirá.

Con su pareja, Mar, en la Playa de La Puntilla.

En la actualidad vive en Málaga, dedicado a su trabajo como Jefe de Servicio en Peugeot, y tras varias relaciones, confiesa haber encontrado la paz y la felicidad con la que hoy es su pareja: una malagueña llamada Mar. Parece ser que la unión del Mediterráneo y el Atlántico es posible en la vida de este autor inquieto, comprometido, portuense, gaditano, y sobre todo, enamorado de su playa de La Puntilla.

Francisco Román Sánchez nace en El Puerto en 16 de marzo de 1951, primero de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por Milagros Sánchez Albaiceta y Francisco Román Aranda. Toda su infancia la pasó en la calle Larga, 140, donde su madre trabajaba para las monjas de clausura del Convento de las Concepcionistas. Ya de mayor viviría en la misma calle en el número contiguo, el 142.

En 1951, Rafael Alberti publica: ‘Buenos Aires en tinta china’. El pintor porteño Enrique Ochoa, lega a la Ciudad una importante colección de obras de su producción, pero no fue como se afirma erróneamente en algunas biografías en 1951, sino en 1948. El escultor José Ovando Merino talla, con la madera proveniente de dos cipreses del Cementerio de San Fernando de Sevilla, la imagen de estilo neobarroco del Cristo de la Hermandad de la Misericordia.

En la pretemporada de fútbol, el R.C. Portuense juega en casa con el Jerez C.D., con el resultado de 4 a 6 para los jerecistas. En Sanlúcar, con motivo de las fiestas de la Virgen de la Caridad, se celebraba un partido contra el Atlético Sanluqueño, que perdía también el Racing. Mueren Cándida Jiménez Huelva, Cándida la Negra’, que nació esclava y murió libre y centenaria en El Puerto; el filántropo Elías Ahuja y Andria. (1863-1951) y el que fuera ministro de la gobernación con el gobierno del dictador Franco, Valentín Galarza Morante (1882-1951). Nace el músico Andrés Olaegui y el político de IP, Juan Gómez Fernández.? / En la imagen, anuncio de Fernando A. de Terry, en ABC, el 31 de mayo de 1951.

Colegio de la Plaza del Polvorista. Imagen tomada en noviembre de 1973. A la izquierda, la calle del Sol.

Paco hizo los estudios primarios en el colegio de la Plaza del Polvorista. Pronto entraría a trabajar, como ayudante de mancebo en la Farmacia de José María Viqueira, en la confluencia de las calles Larga y Palacios. Luego prestaría sus servicios en la Farmacia de Justo Castro.

ABENGOA.
Pero, lo que realmente le gustaba era la electricidad y su primer empleo como electricista lo tendría en una pequeña empresa de Benito Delgado. Luego vendría el contrato con la hoy multinacional española ABENGOA, fundada en 1941, que en la actualidad agrupa una serie de empresas en las áreas de energía, telecomunicaciones, transporte y mediambiente. El pasado año 2008 empezó a cotizar en Bolsa, dentro del índice IBEX 35.

CENTRAL NUCLEAR DE ASCÓ.
Pasado un tiempo fue destinado aTarragona, trabajando en la Central Nuclear de Ascó, en la margen derecha del río Ebro, que está dividida en dos reactores. De 1032.5 MV y 1027 MV, operando el primero en marzo de 1984 y el segundo en marzo de 1986. En cuanto tuvo oportunidad, pasado el tiempo, regresó a El Puerto al producirse una vacante en la zona.

ACOPO.
Fue miembro del Consejo Municipal de Seguridad, en calidad de representante de la Asociación de Comerciantes Portuenses ACOPO, de la que su mujer, Rosario Navarro Diáñez, es la presidenta y cuyos fines son fortalecer, apoyar y revitalizar el sector del comercio en El Puerto. . Con Chari, como cariñosamente la llamaba Paco, tuvo cuatro hijos: Yolanda, Javier, Raul y Rocío. Chari es muy conocida por la tienda de regalos y confección ‘Bazar Sharo’, que ha tenido varias ubicaciones, Larga, Palacios y en la actualidad en la calle Ganado, esquina con Jesús Cautivo.

Con su mujer, Chari Navarro, presidenta de ACOPO.

Con la autorización de ampliación dada al Centro Comercial El Paseo, Paco Román fue muy crítico  por el «impacto negativo que tendrá sobre los negocios del centro», achacando el declive del Centro  al instalarse esta superficie comercial. «Cuando abrió sus puertas, muchas tiendas cerraron y aún se notan los efectos», abundaba. Paco no entendía la actuación  «contradictorio que desde el Consistorio se favorezca la ampliación y a la misma vez potencie el Centro Comercial Abierto (CCA) en el Casco Histórico». ACOPO está integrada en la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA.

GRUPO VITOLFÍLICO.
En 1973 funda, junto a un grupo de amigos, la Asociación Vitolfílica Portuense, de la que resultaría elegido su presidente. Fue una asociación muy activa organizando exposiciones, proponiendo actividades culturales, e investigando en la historia de El Puerto o editando vitolas dedicadas a edificios singulares y personas notables de la vida de El Puerto. /En la imagen, cartel de la Exposición Vitolfílica 'Ciudad de El Puerto' de 1999.

En 1987 la Asociacion Vitolfílica Española (AVE), con sede en Madrid, les invita a integrarse en dicha asociación a la vista de la ingente actividad que desarrollan. Será dos años mas tarde, en 1989, ya refundados como Grupo Vitolfílico ‘Bahía de Cádiz, cuando se produce dicha integración en esta a modo de federación, representando el grupo, también presidido por Román, a la comunidad andaluza. / En la imagen, escudo de la marca H. Upman.

Reyes en Silueta. Serie posterior a 1902. Retratos de personajes con la cabeza sobresaliente del cuerpo central de la anilla o vitola, sobre una media orla en forma de semicircunferencia, actuando como marco del retrato. No se conoce coleccionista que tenga las series completas (son siete series distintas).

En El Puerto se organizaron 11 exposiciones vitolfílicas ‘Ciudad de El Puerto’, con diferentes temáticas, tanto en el Casino Bahía de Cádiz como en el Centro ‘Alfonso X el Sabio’. Y otras tantas, en Cádiz y Chiclana, 8 en Rota, y 1 en Puerto Real y en Jerez de la Frontera. También, y con la temática del Vapor Adriano III, se realizaron cinco exposiciones. En 1995/96, organizaron el Concurso Vitolfílico Nacional ‘El Mar’ dedicado al desaparecido coleccionista Ramón Bayo Valdés.

EL VAPOR: BIEN DE INTERÉS CULTURAL.
El grupo realizó una interesante investigación sobre los distintos barcos a Vapor existentes entre El Puerto y Cádiz, llegando a registrar hasta 29 embarcaciones. Igualmente hicieron un estudio sobre la saga de los vapores Adriano (I,II y III). /En la imagen, el Vapor Cádiz, que acabaría explosionando en el Muelle, en 1928. Sería sustituido por el Adriano I, cuando finalizó su periplo entre Sanlúcar y Sevilla, tras la Exposición Universal de 1929.

En 1997 solicitaron y consiguieron de la Junta de Andalucía que el Vapor Adriano III fuera declarado Bien Mueble de Interés Cultural, máxima figura de protección que la Consejería de Cultura tiene para preservar el patrimonio público o privado de Andalucía. En el año 2004 Paco Román colaboró activamente con los actos conmemorativos del 75 Aniversario del Vapor en El Puerto, organizado por el Ayuntamiento. /En la fotografía, una imagen actual del Adriano III, surcando las aguas del río Guadalete.

Francisco Román, con unos amigos del Grupo Vitolfílico.

Para quienes le conocían, para su familia y amigos, Paco era una persona divertida, graciosa: “--Te tenías que reír con él y con sus cosas. Para el no existían los problemas, nunca veía lo negativo de las cosas y siempre encontraba el lado bueno”. El Puerto entero lo conocía, se hacía notar con las asociaciones a las que pertenecía, luchando por los intereses de la localidad. Paco presumía de relaciones y amistades de alto nivel y, muchas veces ‘amenazaba’ en broma con decírselo a tal o cual conocido personaje de la vida política española, si percibía que los políticos locales no hacían buen su trabajo. La prensa siempre fue su aliada, presándole atención y dándole  cobertura a sus inquietudes y reivindicaciones.

En la imagen, Paco, en una Asamblea del Racing Club Portuense, del que era un preclaro aficionado.

Durante la celebración del Trofeo 'Ciudad del Puerto' 2010, la directiva del Racing le ofreció un homenaje póstumo. En la imagen su familia, recogiendo un reconocimiento de la entidad rojiblanca.

Le encantaban las historias, cuentos, sucedidos y leyendas de El Puerto; siempre estaba leyendo o escribiendo sobre ello. Era un buen padre y abuelo y gran aficionado al Racing Club Portuense, al que seguía con fidelidad, domingo tras domingo. Todo un clásico que murió, prematuramente,  el 30 de mayo del pasado 2010, a la edad de 59 años.

Rafael Ricardi, en una imagen tomada en octubre del pasado año en el Parque Calderón. / Foto: Mónica Cebeiro.

A Rafael Ricardi Robles, nacido en 1960,  le conocen muchos vecinos de El Puerto como ‘el Caballito’ por su forma de caminar, que, según dicen, recuerda el trote de un equino. Su hermana Milagros relata en su casa de El Puerto de Santa María que sufrió de joven un accidente de moto que le dejó destrozada la columna vertebral. Su padre, Rafael, calafateador, y su madre, Josefa, vendedora de cupones de la ONCE, engendraron 12 hijos (uno de ellos, Manuel, epiléptico, murió ahogado en el mar; y otra hija murió siendo bebé).

Rafael era un chico bajito, tímido e introvertido, que cobraba unos duros por una pensión de la Junta de Andalucía. Es analfabeto. Tuvo con una mujer una hija que hoy cuenta 24 años. Pero rompió con ella y se enredó con una toxicómana a la que apodan 'la Negra', que, según la familia, "salía a la carretera a prostituirse" y con la que tiene un adolescente de 16 años. Lo que se conoce como una familia desestructurada. /En la imagen, Rafael de joven.

Rafael no trabajaba. Si acaso, como gorrilla: dirigiendo las maniobras de los automovilistas que intentaban aparcar en las calles de El Puerto. «--Dormía en la calle, estaba sucio y desnutrido. Le buscamos hasta siete centros de desintoxicación y de todos se escapó. Todos los hermanos sufrimos mucho entonces. ¡Y nos cansamos de él!», admite Milagros, madre de tres niños y convertida en improvisada portavoz de los Ricardi, pero que siempre mantendría algún tipo de relación con su hermano.

DELITO Y CONDENA.
En 1995 Rafael era detenido acusado de dos delitos de violación que no cometió. El 15 de octubre de 1996, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Cádiz, dictaba sentencia y consideraba a Ricardi culpable de las violaciones sufridas por M.C.A.P, el día 12 de agosto de 1995. Fue condenado a dos penas de 18 años, como violador y cooperante de otro encapuchado no apresado. /En la imagen, Rafael Ricardi, en la foto de identificación policial.

Rafael Ricardi fue condenado en virtud del reconocimiento fotográfico y de voz realizado por la víctima y por un informe de ADN efectuado en 1995 por el Instituto Nacional de Toxicología, en el que se decía que se habían encontrado alelos (forma alternativa de un gen) del semen del acusado, pero también otros que no se correspondían ni con el acusado ni con la víctima.

Informes posteriores, realizados con mayores avances tecnológicos, evidenciaron con mayor certeza que Rafael Ricardi no había cometido el delito por el que había sido condenado. En abril del 2008 la Policía detuvo a otra persona, Juan B.G.  cuyo ADN coincidía con las muestras conservadas en el Instituto de Toxicología en relación con el hecho por el que fue condenado Ricardi.

RETRATO ROBOT
Autorizada por un juez, la policía acudió a prisión y obligó a Juan B.G. a dejarse extraer una muestra de saliva. Los análisis confirmarían que su perfil genético coincide con el encontrado en una de las violaciones en la que también intervino supuestamente su compinche. Las caras de ambos tenían muchas similitudes con los retratos-robot elaborados por la policía desde hace varios años. Sobre todo el de Juan, el individuo alto, calvo, con bigote, confeccionado años atrás con la descripción dada por una mujer que descubrió que estaba siendo seguida por dos hombres durante varios días. Eran ‘el Alto’ y ‘el Bajito’. /En la imagen, el entonces Comisario Provincial de Policía, José María Deira y Raquel Díaz, junto a otros responsables de la investigación, mostrando un retrato robot de uno de los implicados en los sucesos.

Los investigadores convencidos ahora de que Ricardi era inocente y que posiblemente fue confundido con Fernando P. porque éste también tiene «un defecto muy peculiar en la vista»: un ojo más grande que otro y, sin las gafas que usa habitualmente, tiene la mirada como hundida. ¿Sería a esto a lo que se refería Carmen, la chica de la motocicleta violada el 12 de agosto de 1995?

LA POLICÍA DUDA.
«--Creemos que este hombre no cometió las violaciones por las que estaba condenado. Pero la verdad es que está vivo gracias a los 13 años que estuvo preso, porque comía a diario y se aseaba; si no, la droga le habría matado en la calle», comentaba un policía. No obstante, éste admitía que es muy duro estar recluido y más aún si eres inocente. La inspectora gaditana Raquel Díaz, siguiendo instrucciones del entonces comisario provincial, José María Deira --con nótula 835 en GdP-- , había dedicado los últimos años  a aclarar la oleada de violaciones que hubo en El Puerto y sus alrededores y había visitado repetidas veces a Ricardi en el Penal de Topas (Salamanca), donde cumplía prisión. /En la imagen, el ex comisario provincial, José María Deira.

NUEVA SENTENCIA Y LIBERTAD
El Supremo aceptaba el 18 de septiembre de 2008  el recurso de revisión interpuesto por los abogados de Ricardi contra la sentencia. Según la sentencia del Tribunal Supremo «existen nuevos elementos de prueba que permiten acreditar de modo indubitado la inocencia del acusado», y que se llega a identificar en los restos de semen perfiles genéticos que coinciden con certeza «casi total» con los correspondientes a uno de los sospechosos y con menos índice de probabilidad con el otro, mientras que no se han detectado restos de ADN perteneciente a Rafael Ricardi. Al portuense, encarcelado desde hacía 12 años y ocho meses, le quedaban más de dos años para saldar sus cuentas con la justicia. Fue condenado a dos penas de 18 años (como violador y cooperante del otro encapuchado no apresado) por el antiguo Código Penal, que permitía redenciones por trabajos.

El excarcelado, con gesto cansado, barba de varios días y pelo muy canoso que le hacían parecer mayor de los 48 años con que contaba en el momento de la salida de la cárcel salmantina de Topas, vestía camiseta negra, pantalones piratas de color azul y calzado deportivo y, nervioso, apenas hizo declaraciones a los medios de comunicación, tan sólo para asentir que ahora sí se sentía ya libre, tras serle concedido el tercer grado penitenciario, hasta la revisión de su condena. /Foto Fito Carreto.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo declaraba nula la sentencia de la Audiencia de Cádiz por la que se condenaba a Rafael Ricardi por dos delitos de violación que no cometió y por los que  pasaría 13 años en prisión. Recuperaba la libertad el 25 de julio de 2008 tras dejar la cárcel de Topas.

Rafael Ricardi en una imagen actual.

INDEMNIZACIÓN.
El 31 de diciembre de 2010, dos años y medio después de recuperar la libertad, Rafael Ricardi recibía en una cuenta corriente 555.600 euros mediante transferencia del Banco de España, como indemnización por los casi 13 años pasados en prisión. Nada que ver con los 10 millones de euros que solicitaba su defensa, pretensión que abandonó tras comprender que tardaría años de pleitos en resolverlo. Y el ahogo económico era evidente. Hasta entonces una paga de 400 euros al mes como desempleado recién salido de prisión era su sustento.  «--Esto no está pagado ni con todo el dinero del mundo», afirma, aunque admite que el dinero recibido servirá de ayuda». 120 euros por cada día de prisión injusta. (Basado en textos de Jesús Duva e información de prensa).

Rafael Ricardi ofreciendo una conferencia de prensa a los cuatro días de su excarcelación.

18

Manuel García Berciano nació en El Puerto en 1922, falleciendo el 17 de julio de 1977 a los 55 años de edad. Hijo de Francisco y Mercedes, ambos de El Puerto, era el tercer hermano de cinco, aunque su madre parió a 21 hijos, de los que no sobrevivieron todos. Los mayores se llamaban José y Paco, ambos vinculados al Carnaval habiendo salido en la chirigota ‘Los Albañiles’; seguían Manuel ‘el Chato’, Mercedes y Salvador, al que apodaban ‘el Manquito’, cantaor de saetas y vendedor y pregonero de semitas por las calles.

El año del nacimiento de ‘el Chato Guarigua’, 1922, llegaba a El Puerto --a la iglesia de San Francisco-- una reliquia de San Francisco Javier, copatrono de la Ciudad, concretamente un brazo. Era alcalde de El Puerto, Manuel Ruiz-Calderón y Paz. Ese año la hacienda pública embargó el 66% de los ingresos al Ayuntamiento por débitos, y el 25% del sobrante por igual morosidad, con la Diputación Provincial. Bodegas Osborne funda la la solera del oloroso medium ‘Solera India’ de al menos 25 años de vejez.

A la izquierda, el Bar Navío II, junto a éste, la Biblioteca Popular y al lado la Iglesia de San Juan de Dios. A partir de 1922 desaparecerían y pasarían a formar parte del Colegio de Las Esclavas.

Ese 1922 Rafael Alberti expone una muestra pictórica en el Ateneo de Madrid y publica sus primeros poemas en la revista ‘Horizonte’. Se transcriben y reproducen las Cantigas de Santa María, de Alfonso X, ‘el Sabio’ que se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid, a cargo del musicólogo Julián Ribera. Ese año nacían el coleccionista Ramón Bayo Valdés y  América Martínez, la primera mujer catedrático de guitarra de España, que falleció el pasado 2010 en El Puerto. ABC publicaba en su edición de 17 de septiembre la crimen o suicidio por ahorcamiento, del sargento de carabineros retirado, Roque Fernández Regueira, natural de nuestra Ciudad.

De izquierda a derecha, la madre de Chato Guarigua, el protagonista, su hermana Mercedes y su mujer Pepa. La niña es su hija Mercedes.

GUARIGUA.
Todos los hermanos de ‘el Chato Guarigua’ llevaron ese apodo. El mote es debido a que su padre, vendía naranjas washintonas (guachintonas o guachis), en un esportón (capacho de esparto que se usaba para transportar artículos, especialmente frutas y verduras). De ‘guachi’ derivó a ‘guari’ y de ahí a ‘guarigua’, sobrenombre por el que se conoce a esta familia.

Al parecer no fue al colegio, aunque si sabía leer y escribir, algo que aprendió durante el Servicio Militar en Mahon (Menorca).

Vivió en la calle del Postigo, hasta que se casó con Pepa Torres Martín-Bejarano, marchando a vivir a uno de los bodegones de la Plaza de Toros y mas tarde a la Barriada de la Inmaculada. Con Pepa, ‘Chato Guarigua’ tendría una hija, Mercedes García Torres. De esa descendencia nacieron ocho nietos: Mercedes, Santiago, José, Enrique, Carolina, Estefanía y Jesús Manuel, de los que viven seis. Y a su vez otros tantos bisnietos: Claudia, Marta, Noelia, Santiago, Lucía, Natalia, Daniel, Mar Inmaculada y otro que viene en camino.  (En la imagen de la izquierda, Manuel y su mujer Pepa, inmortalizados por el fotógrafo Cuellar, en el Parque Calderón).

TIEMPO DE HAMBRE.
A su hermano mayor, José, describe Antonio Muñoz Cuenca «le brillaba mucho la frente y por las mañanas se situaba, manos a los bolsillos de su raído pantalón a escasos metros de la Panadería ‘La Divina Pastora’, a ver lo que caía. Una mirada ansiosa, nerviosa, parpadeante…  mirada de menesteroso. En cierta ocasión una de las veces en que compró una piececita de viena caliente y crujiente, al estrujarla con la mano, el pan caliente empezó a quebrarse y casi a chillar. La respuesta de Guarigua fue breve, genial: «--No me eches cojones que como tú me como yo una espuerta». Y más adelante: «La Taberna de La Burra, --ver nótula núm. 489 en GdP-- fue habitual parada de  de célebres personajes populares como Saldiguera, Alemania, el Chumi, el Camión, Gabriel Ulo, Canuto, Caneco, la Filomena y su hijo el Cota, el Tarugo, la Tula y el Guarigua».

La agrupación carnavalesca 'Los Albañiles', donde actuaron José y Paco 'Guarigua', hermanos de nuestro protagonista. No destacó por méritos propios, pero todavía es recordada. Año 1959.

Trabajó en el campo, en lo que saliera, y en el horno de la Panadería de la calle San Juan, donde hacía semitas y tostaba almendras. Manuel compraba almendras que su hija Mercedes y él partían en una piedra con un martillo pequeño y que luego tostaba en el horno anteriormente citado, usando las cáscaras como combustible. Luego se apostaba con un canasto en la esquina del Bar Los Maera, en la calle Ganado y las pregonaba así: “Almendras de los almendros/ los niños las roban y yo las vendo”.

Con su hermano Paco, perfectamente uniformados, y con su hija, vendiendo tortas de aceite en La Placilla.

Vendía fruta del campo, moras, almendras como ya se ha dicho y semitas por las calles con el siguiente pregón: «--Semitas, que están calientes y calentitas». En Navidades, junto a su hermano Paco vendía tortas de aceite en la Placilla, junto al puesto de Frutas y Verduras de Agustín Vela Mariscal.

EL CERDO QUE NO LLEGÓ A SEVILLA.
Debido  la necesidad que imperaba en aquellas fechas vivió una amarga experiencia que le costó pasar un tiempo en la cárcel. Un conocido le encargó llevar un cerdo a Sevilla --tenía que llevarlo andando ya que en aquella época no todo el mundo tenía coche u otro medio de transporte--. Pero ‘Chato Guarigua’ no se lo pensó dos veces ante la necesidad que había en su casa: antes de llegar a su domicilio ya lo había vendido por 900 pesetas de la época. Una vez en casa, llevó a su mujer y a su hija al entorno del Mercado de Abastos, donde hicieron una compra grande y se dieron un homenaje gastronómico en el ‘Bar Vicente’. Ya de noche, como las noticias volaban en una Ciudad pequeña como El Puerto, el dueño del marrano se personó en casa de nuestro protagonista reclamándole el dinero o el cerdo, a lo que éste le respondió: «--En mi casa no había para comer y yo he vendido el cerdo para darle de comer a los míos». Le cayeron nueve meses y un día, un mes por cada 100 pesetas de la venta.

Callejón de entrada por la puerta grande de la Plaza de Toros. Vemos a un curioso ‘Chato Guarigua’. (FOTO: AGR).

EXTRA EN ‘LA BECERRADA’.
En la imagen, un fotograma de la película de Jose María Forqué “La Becerrada”,-nótula 662 en GdP--, rodada en 1962 entre otras localizaciones en El Puerto de Santa María y en Sabiote (Jaen), siendo  estrenada al año siguiente.  Ha pasado medio siglo.

Manuel García Bernal, ‘el Chato Guarigua’ fue siempre un buscabidas, trabajando en lo que saliera para dar de comer a su familia. Era un hombre bueno, de quien sus nietos no tuvieron la suerte de poder disfrutarlo, dado su prematuro fallecimiento, a la edad de 55 años, en 1977. Los niños, al conocer la noticia de su óbito sacaron una coplilla que se escuchaba por calles y plazas: "Ya se murió Guarigua, Dios le perdone, ya se lo llevan volando, los cigarroness".

Agradecemos a su nieto Santiago Martínez García, la información y material gráfico facilitado para la confección de esta nótula.

1

A la memoria de Juan Bocanegra.

Dimitir no es un verbo que conjuguen con frecuencia los políticos. No es habitual que un hombre público deje sus responsabilidades en los partidos, o en la propia oposición, y mucho menos con responsabilidades ejecutivas de gobierno, salvo estrategia al efecto. (Juan Bocanegra, inmortalizado por Fito Carreto).

Cuando uno mira para detrás a los partidos democráticos –incluso a los partidos que como tal se definen, aunque la democracia interna brille por su ausencia- observa con preocupación que aquellos entusiastas jóvenes que hacen veinte o veinticinco años eran unos enardecidos luchadores por la libertad y la justicia social, hoy son mas defensores de sus puestos de trabajo, de su estatus y de su salario, que del bienestar público. Son, genéricamente, lo que se conoce despectivamente como la clase política. Afortunadamente persisten en los partidos desde antiguo gente honesta que son el referente para los más jóvenes que llegan a las formaciones políticas con ganas de trabajar por unos ideales, o un territorio. Y es que, como decía un amigo mío, “Yo haré la revolución y luego me mataré, que no quiero corromperme en el poder”. Se refería a que estaría poco tiempo en el poder. No llegó a consumir dos años de cargo público.

Tampoco es usual encontrarse a políticos que llamen a las cosas por su nombre, y en el caso del ya ex concejal Juan Bocanegra, esa era la norma durante el ejercicio de su cargo, tanto para decir cosas agradables como lo contrario. No ha sido una persona que haya dejado indiferente a la ciudadanía cuando se ha tenido que pronunciar en aspectos relativos a la política local –sobre los que no me voy a referir- o con la gestión de una difícil área en el ayuntamiento, propia de gente con sensibilidad y que ha sufrido lo suyo: Bienestar Social. ¿Olvidará Juan cuando era discriminado hace ya tantos años, por ir en silla de ruedas y no le dejaban acceder a los bares de El Puerto?. Ha proporcionado a los periodistas suculentos titulares después de sus conferencias de prensa.

Bocanegra, el concejal de la silla de ruedas, llegó a la política sensibilizado con los movimientos vecinales, fortalecido por una compañera y esposa de ideas socialmente avanzadas –Pepi-, y ha administrado un área de especial crudeza, “Yo soy el comemierda de IP, el que se come todos los marrones”, con la intuición que le ha dado estar entre los más débiles en un prolongado periodo de su vida. Ácido en sus respuestas con aquellas situaciones que no eran de su agrado, se trocaba en  lo opuesto solucionando problemas a la gente. Sin disimulos, primario, ha dejado la impronta de un caballero de la política, alguien que se va, por razones de salud,  afirmando que “siempre he sido y seré una persona de barrio”. Nada más. Y nada menos. (Texto: José María Morillo. Año 2000).

16

En El Puerto nos hemos caracterizado por unir a nuestro nomenclátor de apellidos, los de muchos extranjeros que vinieron a engrandecer, con su esfuerzo profesional, a la Ciudad. Excepción hecha de algún neocolonizador, que también de éstos habitan entre nosotros. Durante 25 años justos –entre 1958 y 1983-, José Luis Kutz Muñagorri estuvo regentando el antigo Parador, luego Hotel Fuenterrabía, (que no Fuentebravía) uno de los establecimientos de alojamiento y restauración que brillaron como solitarias estrellas en la provincia de Cádiz en aquella España que todavía era cañí.

Una casa de la que salió la famosa “Tarta Imperial” de Pepe Mesa, y que ya es dulce típico de El Puerto, anterior incluso a la dirección de Kutz. ¿Qué contemporáneo de aquella época no se acuerda de los profesionales que allí fueron formados; del ambiente glamouroso vivido allí durante años, cuando el turismo empezaba a florecer en nuestro país; de los primeros tiempos del Casino Bahía de Cádiz, instalado provisionalmente en el Parador; y por supuesto de José Luis Kutz , su sonrisa, y su retranca madrileño-andaluza?

A pesar de sus apellidos, Kutz era madrileño de nacimiento. Vio la luz  circunstancialmente en 1919 en Madrid, hijo los vascos de Luis Kutz Igarzábal y Elvira Muñagorri Aguirrebarrena, siendo tres los frutos del matrimonio. Allá por 1840 y tantos llegó su familia a España, procedente de la Alsacia, en un carro tirado por bueyes, con todos los avíos para fabricar cerveza. Y ya para siempre, su familia estuvo entroncada con la hostelería y el turismo, incluso en la actualidad pues uno de sus descendientes, su hijo Fermín está ligado a la patronal de Hostelería HORECA, entidad de la que Kutz fue fundador y su primer presidente, habiendo pertenecido con anterioridad a la desaparecida HORECA Internacional, allá por 1950..

Vivían entre San Sebastián, Pamplona y Madrid, por temporadas. En San Sebastián su familia regentaba un Café Bar y tenían la Fábrica de Cerveza de Luis Kutz primero y luego Hijos de Kutz, así como el primer cine de la capital donostiarra. En Pamplona el Café Kutz en la famosa Plaza del Castillo donde hoy tiene el BBVA sus oficinas y en Madrid otro Café en el número 9 de la Gran Vía.

HEMINGWAY, CELA Y KUTZ.
El Café Kutz de Pamplona no existe en la actualidad. Ocupaba el local situado entre el Café Iruña y el Pasaje de la Jacoba. Inaugurado por Luis Kutz en el año 1912. Hemingway habitó su terraza en numerosas ocasiones, dejando constancia de ello en su libro Muerte en la tarde. José Luis Kutz, hijo del fundador de este café, rememoraba hace unos años sus recuerdos de las estancias del escritor norteamericano, destacando la imagen mítica que en los años cincuenta alcanzó este personaje entre sus compatriotas: “le veneraban, casi se arrodillaban ante su presencia.” Tras el fallecimiento de Luis Kutz el café pasó a manos de su esposa Elvira, quien con la ayuda de sus hijos Mª Luisa y José Luis, mantuvo abiertas sus puertas hasta el año 1961. Curiosamente entre los clientes del Kutz estuvo otro escritor que también llegaría a ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura; se trata de Camilo José Cela, quien mantenía una buena amistad con José Luis Kutz, antiguos compañeros de estudios. Actualmente los locales que ocupó el Kutz acogen a una oficina bancaria del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.

Vista del Funicular que comunicaba la playa de Fuenterrabía con el Parador. En la imagen, Antonio y su sobrino Tomas Osborne Vazquez. (Foto: Colección V.G.L.)

Vista del Funicular; de pasajeros,  Ignacio y José Luis Osborne Vázquez. (Foto: Colección V.G.L.)

José Luis estudiará en Madrid en los Maristas y luego la carrera de Comercio entre Pamplona y Bayona (Francia) en castellano y francés;  el idioma vasco lo consideraban entonces un lenguaje ancilar, que no se transmitía a los hijos. Luego vendrá la Guerra Civil y, entre 1936 y 1942 realiza un prolongado servicio militar que finaliza en Alicante. Ese año fallece su padre y se hace cargo de los negocios familiares, empezando una vida laboral que concluye a su fallecimiento en octubre de 1992.

En 1947 crea la Cooperativa de Hosteleros de Navarra, siendo su primer presidente y la única que todavía funciona en la cornisa cantábrica. También formaría parte del Sindicato Vertical, siendo Jefe Nacional de Café Bares durante dos años. Se le entendía todo y no todo se podía hacer, por lo que lo dejó..

En Madrid llegará a regentar el Bar de la Embajada Americana y en San Sebastián la hostelería del Tiro de Pichón. Se casa en 1957 con Mónica Bruch Chapán, una francesa de Burdeos, con la que enn el viaje de novios estuvo recorriendo diferentes puntos del litoral español, y entre Ayamonte (Huelva) y Altea (Alicante) se decidió, tras dudar entre Huelva –que no había arrancado--, Málaga –que se había venido abajo-- y El Puerto por la ciudad que lo prendó para siempre: El Puerto de Santa María. Así escogió a El Puerto -¿o El Puerto lo escogió a él?- y ya vino a luchar por sus negocios, y por tanto por su Ciudad de adopción, innovando, experimentando, y luchando con la fuerza de tantos que han venido a hacer crecer a nuestra Ciudad.

Mónica y José Luis, en 1960, en el Parador Fuentebravía.

Visita del Gobernador Civil, Guillén Moreno, Santiago a El Puerto de Santa María con Portilo Ruiz, Luis (Alcalde de la Ciudad) saliendo de la Iglesia Mayor Prioral donde asistieron a una  Salve en la capilla de la Virgen de los Milagros. Además de los antes citados podemos distinguir a Osborne Vázquez, Joaquín, Pérez de Andrés, Anastasio; Rivas Rodríguez, José María; Salido Gutiérrez, Manuel; Puente García, José; Kutz Muñagorri, José Luis  a la derecha de la imagen. Año 1962.

HOTEL FUENTEBRAVÍA.
Afirmaba –y aquí dejaba caer su retranca- que la ubicación del Parador debía ser inmejorable, al estar situado entre la Residencia de los Jesuítas y la Base Naval de Rota: “--Si a la izquierda estaban los Jesuitas y a la derecha los americanos, era el mejor sitio del mundo”. Optó por el Parador de Fuenterrabía que arrendó con opción a compra a Antonio Sancho y Gloria Jiménez, opción que ejecutó casi de forma inmediata. En 1958 ya estaba instalado entre nosotros, siendo hasta 1962, año en el que se inaugura el Motel Meliá ‘El Caballo Blanco’, y un año después la ciudad de vacaciones ‘El Cangrejo Rojo’ los pioneros del nuevo turismo de El Puerto.

Vistas de la Playa de Fuenterrabía, desde el Parador. (1).


Vistas de la Playa de Fuenterrabía, desde el Parador. (2).

José Luis quiso que se respetara el nombre por el que era conocido ‘el Parador’, pero la negativa del ministro Arias Salgado, que no quería que se confundiese con la Red de Paradores del Estado, hizo que cambiase la denominaci´ñon a hotel. Lo que si consiguió Kutz fue que se cambiase la denominación a todo un paraje y a la playa, para no confundirla con la vasca Fuenterrabía (Ondarribia) y durante años hasta 1996 en el que recuperó su nombre original, estuvo oficialmente en mapas, señalizaciones, geolocalizaciones y denominaciones oficiales como ‘Fuentebravía’.

El Salón del Hotel Fuenterrabía.

Bar típico andaluz y marinero del hotel Fuenterrabía.

Aquel Parador que compró Kutz, aquel Hotel que logró hacer referente en el turismo de la Costa de la Luz tuvo una importante y singular cocina –ya nos hemos referido a Gloria Jiménez y Antonio Sancho como sus principales gestores—con la maestría de Mesa, que cocía las langostas en agua de mar e hizo famosa la Tarta Imperial, que hoy su hijo Pepe elabora artesanalmente en un obrador heredero de aquella tradición. Ver nótula núm. 242 de Pepe Mesa.

Jardín del hotel, con la araucaria que lo presidió durante tantos años.

El Hotel ocupaba tres parcelas: Fuenterrabía, La Palma y Suerte Real y pasó de tener 20 habitaciones a 90, con tres edificios. Una de sus frases preferidas en cuanto a éstas era que: “--Las habitaciones de hotel son como las naranjas, valen si hay o no existencias, valen si hay o no clientes”. A los empleados que estudiaban inglés en invierno los gratificaba.

José Luis, a la derecha, junto al alcalde Luis Portillo Ruiz, atiende al Obispo Auxiliar de Jerez, Monseñor José María  Cirarda Lachiondo, en la inauguración del tercer edificio del hotel, en 1967.

En enero de 1983 lo vendió a Patrimonio del Estado, en concreto al Ministerio de Defensa, para Residencia Militar, dada su proximidad con la Base Naval de Rota. De hecho se hicieron algunas obras en su interior, desestimándose con posterioridad dicho proyecto. El Puerto había perdido un hotel con solera ya que desde el Ayuntamiento no se adoptaron las medidas de preservar aquel suelo para uso hotelero, acabando convertido en viviendas y encareciendo el suelo y el acceso a las mismas, en una maniobra especulativa muy propia de los ochenta del siglo pasado. Lo que hubiera permitido el disfrute de muchos, como hasta entonces, ya sería de uso privativo.

Los tres edificios que conformaban el hotel, poco antes de su venta en 1983.

Fuenterrabaía y El Manantial, en la actualidad. (Foto: Jorge Roa).

PUNTA DEL ESTE (URUGUAY).
Hombre peculiar y original en sus planteamientos empresariales y laborales, había estudiado hacer una réplica del Hotel Fuentebravía en Punta del Este (Uruguay), desmontar el mobiliario, enseres y demás ajuares del hotel portuense, meterlos en contenedores y, enviados por barco, trabajar siempre en temporada alta –de septiembre a abril— en aquel país sudamericano.

José Luis, haciendo uso de la palabra en el Congreso Internacional de HORECA, en 1975, celebrado en España. Visita a la Bodegas Pedro Domecq. A la derecha, sentado, el empresario José Basteiro Pereira.

HORECA.
Al desaparecer por decreto los sindicatos verticales, con el advenimiento de la Democracia, funda el 26 de junio de 1977  con un grupo de amigos la patronal de hostelería HORECA, de la que sería su primer presidente durante dos mandatos y luego presidente honorario, como también llegaría a serlo de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC).

La Asamblea Constituyente se celebró en El Puerto de Santa María y lo que se inició entre un grupo de amigos empresarios aglutina en la actualidad la máxima representación empresarial hostelera de la provincia de gaditana, constituyéndose en órgano de gestión y consulta, estando integrada por las siguientes Asociaciones Provinciales: de Hoteles, de Restaurantes y Cafeterías, de Café-Bares y Tabernas, de Salas de Fiestas y Discotecas, de Campamentos Turísticos y Ciudades de Vacaciones, de Hostales y Pensiones de Obradores de Pastelería y Confiterías.

En la imagen, Asamblea de HORECA celebrada en el Casino Bahía de Cádiz, durante la elección del primer presidente de la entidad, José Luis Kutz Muñagorri. De izquierda a derecha, Francisco Vallejo, Antonio Rodríguez, desconocido, Pepe Basteiro, desconocido, José Luis Kutz Muñagorri, Antonio Gamero, –segundo presidente de la entidad–, José Luis Muñoz Martín, entonces director del Hotel Puertobahía, dos desconocidos y Sebastián Martínez, entonces presidente de Hoteles, integrado en HORECA. 26 de junio de 1977.

El acta constituyente relaciona, por orden de aparición, como en las buenas obras de teatro, a los siguientes: Antonio Gamero Alba, de la Camelia (Cádiz); José Basteiro Pereira, Cervecería El Puerto y Cafetería La Ponderosa (El Puerto); Sebastián Martínez Garrido, hostal Imar (Cádiz); Juan Vallejo Vázquez, restaurante San Francisco, hoy hotel Serit (Jerez); Manuel Benítez Sánchez-Romero, Bar Central (Rota); José Luis Jiménez Alcazar, Hotel Capele (Jerez); Manuel Vieites  Bascuas, La Flor de Galicia (Cádiz); Antonio Ibáñez García de Movellan, Bar El Arco (Cádiz); Antonio Montero del Carmen, Hotel Octavio (Algeciras); Maximino Sordo Díaz, El Resbaladero (El Puerto); Antonio Rodríguez Álvarez, Restaurante El Bosque y Cátering Alfonso (Jerez); Luis Martín Martín entonces Hotel Alarde (Algeciras); Antonio Gil Guijarro, Cafetería Estación Marítima (Algeciras) y Manuel Espejo Posada, del Bar Tip-Top (Jerez) y al propio Kutz.

El hotel Fuentebravía, en la playa, entonces, del mismo nombre. (Foto: Colección V.G.L.).

EL 23-F Y EL CONVENIO.
El 23 de febrero de 1981 le cogió en el Gobierno Civil de Cádiz, negociando el Convenio de Hostelería. Cuando se produjo el asalto al Congreso de los Diputados, los representantes sindicales se marchaban pero Kutz, con toda la retranca del mundo les animó a que se marcharan, no sin antes dejar firmado el Convenio, por lo que pudiera pasar.

HORAS DE PRESENCIA.
Una curiosidad de la peculiar forma de pensar de Kutz, que no gustó a la parte laboral y que llegó a plantear en alguna negociación de convenio, era valorar dos tipos de horas de trabajo, a la hora de conformar la nómina. Y es que en hostelería, afirmaba, estaban las horas de presencia, cuando no había clientes, y las horas de trabajo efectivo. Fue algo que la masa social no vio con buenos ojos y no prosperó.

De izquierda a derecha, Antonio Rodríguez, Pedro Pacheco alcalde de Jerez, Juan Antonio Castillo Manzano consejero de Turismo de la Junta de Andalucía,  José Luis Kutz, presidente de Horeca y Francisco Vallejo, durante la inauguración de la Primera Feria de Equipamiento de Hostelería del Sur,  HOSTELSUR, en los jardines de El Bosque --Parque González Hontoria-- que sería el germen del Palacio de Ferias y Exposiciones de Jerez, gestionado por la Institución Ferial de Cádiz (IFECA). Año 1983.

EL MILAGRO DE LOURDES.
También se refería Kutz a la expansión del turismo poniendo como ejemplo al fenómeno del turismo religioso que se da en Lourdes (Francia) “--Si aquí ocurriera como en Lourdes, un milagro: que se apareciera la Virgen, se conformaría una industria de turismo religioso de primer orden y no tendríamos problemas de estacionalidad, con ocupación todo el año”.

EL CARBÓN.
Allá por 1981 consideraba que había sido un gran error por parte de los empresarios europeos el poner sus industrias en manos del petróleo. «--Lo que habré luchado yo con mi mujer por este motivo, que si el gas es mejor, que si el fuel, nada, que quería propanizarme hasta la cocina. Pero yo me he mantenido fiel al carbón, que, poco o mucho, por lo menos es la energía que producimos».

En la imagen, el entonces presidente de la Confederación de Empresarios de España (CEOE), José María Cuevas junto al sucesor de Kutz, Florencio Molinero, entregaba una placa de reconocimiento con motivo del X Aniversario de la CEC, en el Casino Bahía de Cádiz. Año 1988.

CONFEDERACIÓN DE EMPRESARIOS DE CÁDIZ.
La Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) que presidió en el primer mandato, fue creada un año después, en mayo de 1978, representando a los sectores de hostelería, metal, comercio-textil y construcción, siendo el paso lógico de la dictadura a la democracia con la libertad de asociación, tratándose en muchos casos de gremios procedentes del sindicato vertical. Un año después, en 1979, se crea la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), a nivel regional.

La 'Hoja del Lunes' recogía el evento empresarial, de la 'SAMBLEA' [sic].

ALFÉRECES LABORALES.
Escribe Ángel Duarte una anécdota acaecida en 1965 sobre que pensaba Kuz en cuanto a organización del trabajo: «El 28 de noviembre José Luis Kutz, hostelero, escribía a Luis Galdós García, procurador en Cortes y presidente del Consejo Nacional de Empresarios. La carta llevaba el membrete de su hotel, el Fuentebravía. Kutz respondía, con esa misiva, a la previa petición de sugerencias por parte de Galdós. Sugerencias con las que hacer frente a los problemas más urgentes que afectaban a “la Organización Sindical y la Economía Española”. En los primeros párrafos el tono era aguerrido, combativo, militante. El crecimiento de la economía -”a partir del año 57, se acrecienta y acelera nuestro afán de desarrollo y actualmente nuestro gigantismo elefantiásico”- hacía urgente la creación de cuadros. ¡Qué digo cuadros! ¡Mandos!

Cuando la guerra, para soslayar el problema de la ausencia de mandos “se pensó, luminosa idea, en la creación de los Alféreces Provisionales”. Pues bien, “ahora en este terrible Pacear” habría que hacer otro tanto. Entre los que murieron en la guerra, los exilados y los que se fueron buscando mejor salario… se ha producido un vacío. ¿Cómo llenarlo? Dando paso, “cual Provisionales”, a unos inéditos “alféreces laborales, que sean los que salven una vez más la situación crítica”.»

Vista de la piscina del Hotel.

Una piscina junto al mar.

EL LITIGIO DE VISTAHERMOSA.
El litigio que en 1981 mantenía el Ayuntamiento con la Urbanización Vistahermosa por el cierre del acceso a las playas a través de los caminos públicos --la famosa barrera móvil--, se presentaba de fácil solución para nuestro protagonista, según confesaba a Lola Galán, en una entrevista concedida al periódico El País, en agosto de ese año:

«Los dos tienen razón», señala, con un gesto conciliador de sus gruesos brazos, este navarro enamorado de Andalucía y casado con una francesa, que parece conocer todas las claves de la vida en El Puerto. ‘El Ayuntamiento, que, además, tiene muy buena voluntad, aunque no lo esté haciendo demasiado bien, tiene razón; Vista Hermosa cegó un camino público que bajaba a la playa. Pero también la urbanización la tiene, porque las calles son particulares, y la solución para que sigan siendo de uso casi exclusivo de sus habitantes está en dejar libre el acceso a todo el mundo, pero impedirles aparcar abajo. ¡A ver quién es el guapo que es capaz de ir a esa playa si tiene que aparcar el coche dos kilómetros más arriba!’».

Los temporales ya afectaban en 1979, a la playa y a las instalaciones del hotel. La instantánea está tomada el 13 de febrero de 1979.

El parador de Fuenterrabía, en la playa, antes de su desaparición. (Foto: Mata).

El lugar del parador, en la actualidad. Año 2002. (Foto: Mata).

CANDIDATO POR LA FALANGE.
Una persona tan peculiar sería original hasta hasta el final, presentándose por Falange Española de  las JONS, como candidato al Congreso de los Diputados en 1977. Encabezaba la lista junto a Fernando Parilla Garrido, Enrique Arduán de Torres, María Victoria Quirós Gómez, José Luis Cardóse López, Pedro Cobo Díaz, Manuel Xodi Galarco, Rafael Oliver Falcón, Juan Antonio Cabeza Anula y José Luis Antolín de Antonio. El ex alcalde de Cádiz, Jerónimo Almagro, Fernando Porro Guerrero y Eduardo Ballesteros Morales conformaban la lista para el Senado.

En el programa electoral destacaba la  pintoresca propuesta de José Luis Kutz, que sugería reconvertir la base, «en 24 horas, dada su valiosa infraestructura», en lo que él denominaba «un emporio turístico de primer orden». Una Ciudad de Vacaciones que multiplicaría por x el número de plazas del Club Mediterráneo y que hoy dejaría en pañales a Marina d’Or.

Mónica Bruch y José Luis Kutz, durante la asistencia a uno de los múltiples congresos en los que participó.

IN MEMORIAM.
En los primeros tiempos, el Casino Bahía de Cádiz tuvo como instalaciones provisionales el Hotel Fuentebravía, mientras se ultimaba su construcción. Kutz conoció El Puerto, como tantos ciudadanos que hoy lo habitan, fruto de la casualidad, pero hoy El Puerto tiene con Kutz una deuda de agradecimiento para este forjador y pionero de la industria turística tal y como hoy la conocemos. Porque se es de donde se pace, y no de donde se nace, El Puerto le debe un reconocimiento en forma de calle o plaza a uno de sus hijos, a José Luis Kutz. A su memoria.

Usted habrá comprobado por las estadísticas que el paro crece; que el paro decrece; que el paro se estabiliza. Total, lo que le dicen. Y usted lo creerá o no lo creerá. La verdad es que, desde que Chaves dice no se limpia los zapatos, el paro va a más. Si viviera el bedel Correas que, en el Club de Derecho de Sevilla padeció a Chaves y a otros muchos, le podría contar a Vd. qué clase de señoritingos del pan pringado eran, por los años sesenta, estos, hoy, servidores preclaros de la Patria. Pero lo más grave es que Chaves afeó a Arenas el que contratara a un limpiabotas para el aseo de sus zapatos y que fuera sorprendido por tal cual avispado fotógrafo de prensa en plena faena y en plena  campaña electoral. Chaves apostilló: "A mí nunca me han limpiado los zapatos". Eso, además de ser mentira, porque yo lo sé de ciencia propia, es una maniobra desestabilizadora del empleo, aunque sea un empleo precario y sumergido.

Al igual que publican --y con gran éxito-- libros sobre las "salidas" de las carreras para estudiantes desesperados y en trance terminar o haber concluido ya sus estudios, debiera de haber algún autor o algún organismo que se preocupara de sacar a la luz un libro sobre actividades ingeniosas y con porvenir, en trance de perderse.

Los palmitos, las tagarninas, los espárragos trigueros, los caracoles... ya no son objeto de ese "ius usus innocui", consuetudinariamente consagrado, como el rebusco en la viña, en los garbanzales o en los olivares. Ya los palmitos, los espárragos, las tagarninas, los caracoles, los higos de tuna y hasta los camarones nos vienen de Marruecos. Tenemos aquí un complejo de nuevos ricos, desde que el P.S.O.E. nos ha colocado en el mercado europeo, que nos está manteniendo en esa situación de gente bien, venida a menos, que no tiene redaños para confesarse pobre de solemnidad.

¿Quiere Vd. creerme si le digo que, en El Puerto, no hay, hoy en día, un solo limpiabotas? Pues no, no lo hay. (No lo había en 1994, ahora tenemos a José Serrano, Serranito, en la imagen de la izquierda).

En Sevilla, en el Bar Laredo, hace una semana, me cobraron quinientas del ala por adecentarme los zapatos y con todos los avíos: cepillado previo, dandi ( fabricado artesanalmente con anilina, goma tragacantos y agua del grifo [se advierte que algunos desaprensivos, no profesionales, le añaden algo de alcohol, que produce, al cabo del tiempo, grietas en la piel del zapato]), aplicación con los dedos de crema de cera (traida de Portugal, porque aquí, con los adelantos, ya se han perdido aquellas cremas "Tractor" o "Eclipse" tan puras en ceras vírgenes), cepillado a dos manos y lustrado con la bayeta de gamo. Como debe ser.

Pues este pequeño placer no te lo puedes permitir en esta Ciudad [de Historia, Turismo y Congresos]. Y no es que a uno le guste tener a un congénere arrodillado ante sí, realizando un trabajo servil. Nada de eso. El trabajo de betunero es una especialidad a la que no todo el mundo tiene acceso. ¿A que ni  Vd., ni  su santa esposa, ni  su criada de toda la vida son capaces de dejar unos zapatos tan lustrosos como un limpiabotas? El secreto está en la especialización. Cuando nos demos cuenta de que estamos en Europa, nos apercibiremos que lo necesaria que es la especialización.

Aquí, como digo, no hay quien pueda utilizar, hoy por hoy, los servicios de un honrado betunero. Y no por falta de tradición.

Sin remontarnos muy lejos, Vd. recordará los gloriosos nombres de "El Caneco", "El Tigre", "Calla-calla", "Dominguito", "El Quico", "El Mudo" o "El Lustre", por poner unos ejemplos. Usted recordará, sin duda, el salón de limpieza de calzado y la zapatería de Roque. Vd. recordará a Camacho que, solamente ejercía de limpabotas los domingos, porque el resto de la semana trabajaba en Haüpold. (Antonio, el Caneco, en la imagen de la izquierda).

Pues estos honrados profesionales mantenían  el calzado brillante a los portuenses y, además de revenderles lotería o tabaco, ellos --y los barberos-- tenían informada a la población de todo aquello que no podía publicarse ni en la "Revista Portuense", ni, luego, en "Cruzados" o en "La Voz de la Bahía". Item más, algunos, como "El Caneco", "El Tigre" o "El Mudo" dieron rienda suelta a su afición taurina, participando, gloriosamente, en festivales benéficos en nuestra Plaza de Toros. Juntos y por separado, dejaron muy alto el cartel de su torería, con "Cándida La Negra" pidiendo las llaves del toril, montada en un burro, a la presidenta, que no era otra que "La Farfolla", acompañada por preciosas señoritas, de la raza "calé",  naturales de las calles Lechería, Rosa y Santa Clara.

Vd. recordará a "El Tigre" vestido de "hombre hierba", sobre un pedestal, en el platillo de la Plaza, quieto como "Don Tancredo", forrado de hierbajos, salir de estampida cuando la vaca empezaba a dejarlo al descubierto después de engullir y rumiar su forraje verde. Vd. recordará a "El Tigre", esperando a porta-gayola al toro, vestido con un baby de crudillo y la máquina de fotos al minuto, prestada por Cuellar, con su cubito y su pañito,y, al punto, verla toda hecha añicos por el fiero animal.

Joaquín Zapata 'el Tigre', en su versión de 'El Hombre de Hierba', suerte por él inventada. Festival del 7 de enero de 1940.

Vd. tendrá memoria de "El Caneco" y de "El Mudo" dando lances irrepetibles, junto con "Cagancho" o "Moroncillo".

El Tigre, a la izquierda y El Chumi, a la derecha --desconocido el personaje del centro-- ante la puerta del Hospitalito, en la calle Zarza esquina con Ganado.

Pues "El Tigre", "El Caneco", "El Mudo", "El Quico" (cuya fotografía aún puede verse colgada en la taberna de Pedro "El de Los Majaras"), "Calla-calla" (todavía vivo, a pesar de sus muchos años y dolorosamente ciego), "Dominguito" (jorobado del que no he dicho, al presente,  que debe su renombre nacional a haber salido en "El Caso" con ocasión del asesinato de su hermana Antoñita a manos de "El Arropiero") y "El Lustre" (antiguo lugarteniente del general Miaja, en el bando republicano, durante la Guerra Civil), no solo mantenían su ambulante negocio en el Bar Central, en La Fuentecilla, en La Perdiz, en El Continental, en el Puerto-Bar, en La Granja, en La Liga y en los Casinos Portuense, de Labradores y el Mercantil, sino que giraban visita profesional a casas y escritorios de bodegas para dejar a sus clientes  con los zapatos más límpios que un espejo.

Calle Larga, engalanada para las fiestas a principios del siglo XX. A la derecha tienda de limpieza de  calzado, donde mas tarde se instalaría la zapatería de Roque y hoy hay una pequeña tienda de ropa;  en frente, donde hoy está el ‘Café di Roma’,  el Casino Portuense. (Foto Centro Municipal Patrimonio Histórico).

"El caballero elegante, lleva el calzado brillante"; "No creas que la elegancia empieza en el sombrero; empieza en los zapatos que te limpia el betunero". Así pregonaba "El Lustre". "El Lustre" se las daba de poeta. Tan es así que en los primeros Juegos Florales de las Fiestas de la Hispanidad presentó un poema que decía: "De España salió Colón/ con rumbo desconocido/ y al llegar al Ecuador/ dijeron todos a una voz:/-Mira, señor, un lantisco". La verdad es que, como él argumentaba y puede verse en la magnífica construcción del original poema, no se llevó la flor natural, por sus ideas políticas y porque, como España estaba como estaba, antes de la democracia, el premio se lo dieron a Eduardo Gener Cuadrado, poeta y almirante, afincado en Puerto Real.

El Bar Central --hoy un edificio nuevo sede del Banco de Andalucía-- en la confluencia de las calles Luna y Larga. 23 de febrero de 1978. (Foto: Archivo Municipal).

Sus temores tenía "El Lustre" en la España de Franco. Su militancia comunista le tenía un poco asustado. Yo no sé quien le dijo que José Manuel Almagro era Fiscal del Tribunal de Orden Público que venía a investigar las responsabilidades de sangre del bando republicano, cuando la guerra. El caso es que , cuando José Manuel venía de vacaciones de verano --estudiaba Económicas en Madrid- y asentaba sus reales en el Bar Central, "El Lustre" no aparecía por ese bar y merodeaba otros hasta que, a finales de septiembre, se le acababan las vacaciones a José Manuel. Entonces "El Lustre" respiraba. Pero José Manuel Almagro, del asunto, no sabía nada.

Los demás betuneros, nada versados en versos, se limitaban a acercarse al personal y ofertarse respetuosamente: "Se limpia el calzado, caballero". Excepto "El Mudo" que te señalaba  los pies y hacía un sonido así: "mun, mun, mun". El mismo sonido con el que, sacándose del bolsillo tabaco de contrabando o lotería, los ofrecía a los parroquianos.

Sin embargo, "El Caneco" era un hombre genial. Daba su vueltecita por bulerías, cantaba saetas y romances, disfrutaba de la amistad de todo el mundo e incluso abrazaba, cuando lo encontraba por la calle, al Secretario General del Excmo. Ayuntamiento, Don Federico Sánchez-Pece, diciéndole: "--Don Federico de mi arma, mi niño Antonio..., mi niño Antonio..., mi niño Antonio..." y alababa las cualidades de su hijo.  (En la imagen de la izquierda, otra fotografía de 'El Caneco').

"El Quico" era hombre muy aficionado al Carnaval, muy colorado, dicharachero y jovial. Murió joven.

"Dominguito" tenía la especialidad de batir los cepillos a dos manos y recogerlos después de haberlos tirado por alto.  Cuando se cansaba de andar por los bares, recalaba por el escritorio de Osborne, donde, además e limpiar zapatos, hacía los más peregrinos mandados a los escribientes: desde irles a pagar una letra o cobrar un cheque, hasta comprarles los periódicos.

El que era un hombre enfermizo de toda la vida, siempre asmástico, era Antonio "Calla, calla", pero los ha sobrevivido a todos. Todavía se le puede ver por ahí, de cuando en cuando, ciego, apoyado en el brazo de su mujer. Durante un tiempo vendió cupones de la O.N.C.E.. Ahora vive jubilado. Que sea por muchos años.

La gente es tan original que, al cerrar la zapatería y salón de limpieza de calzado de "Roque", por jubilación de Miguel, han puesto una boutique. La casa de Roque era un lugar en que se pecaba. Pero se pecaba venialmente contra el octavo mandamiento de la Ley de Dios. Yo, donde he oído más mentiras en toda mi vida ha sido en casa de Roque, mientras me limpiaba los zapatos. Y ocurrencias: lo que no se le ocurría a Roque, padre, se le ocurría a Miguel, hijo, mientras Serafín, que remojaba y batía las suelas para coserlas, lo presenciaba todo, sentado, al lado de la izquierda, en su banquillo, callaba y reía socarronamente cerrando la boca, huérfana de dientes, hasta darse con la barbilla en la punta de la nariz. (En la imagen de la izquierda, el desaparecido zapatero Miguel Morales Augusto, 'Roque').

Un fenotipo, totalmente distinto, subespecie del pícaro de los siglos áureos, era el gitano trashumante que, en tiempo de feria, aparecía con su caja. Si te descuidabas, además de dejarte los zapatos hechos trizas, te ponía unas herraduritas, unos virones, unas tapas y hasta unas medias suelas y todo ello, sin pedírselo, en un santiamén, para luego exigirte y de malos modos, un capital por sus servicios. Pero eso, siempre con un zapato en la mano. De manera que, o le dabas lo que te pedía, o tenías altercado.

Y, como siempre, los guardias por otro lado. ¿Habrá cosa más inútil que limpiarse los zapatos en la feria? Pues había quien se los limpiaba y no por exceso de pulcritud, sino por exceso de vino. Así, esos gitanos trashumantes, andaban a sus anchas.

Pero volvamos a los honrados betuneros portuenses. Los primeros en sucumbir fueron "El Tigre", "El Mudo" y "El Caneco". Le siguió "El Quico" y , luego, "Dominguito" y, así, se fue extinguiendo el contingente humano de la profesión.

Al cabo de los años, apareció un hombre, de raza gitana, procedente de Granada que pululaba del Bar Buenavista" al "Bar Trevi". Un buen día se supo que marchó a su tierra y que no volvió más.

José Serrano 'Serranito', en plena faena de limpiar el calzado, en la calle Larga, en las mesas del Bar Vega. (Foto: A. Gaitán Fariñas).

Desde entonces, nada. Han faltado vocaciones. Porque, para ponerte de rodillas a darle al cepillo y dejar los zapatos de cada quisque como los chorros del oro hace falta vocación y entrega. El caso es que no han salido nuevos betuneros y la gente se conforma con las esponjitas que venden en los hipermercados o los aplicadores de crema --con lanolina-- que ni necesitan cepillar. Y al cabo del tiempo los zapatos tienen costra y se tiran. Porque el secreto bien guardado de los betuneros era poner crema y quitarla a fuerza de cepillo. Hoy, como el consejo autonómico es no limpiarse los zapatos y consumir productos andaluces, lo que comemos viene de Marruecos y los limpiabotas no existen. (Texto: Luis Suárez Ávila). Escrito  en el año 1994.

3

Carmen Bousada Lara nació en Cádiz el 5 de junio de 1940. Tenía dos hermanos, Ricardo y José Luis. El 29 de diciembre de 2006, esta vecina de El Puerto se convertía en la madre mas longeva del mundo, a sus 67 años, gracias  al tratamiento de fertilidad recibido en una clínica de Los Ángeles (EEUU). Los dos hijos de Carmen, Pau y Crhistian, nacían en la clínica Sant Pau de Barcelona. Pesaron al nacer 2,100 y 2,300 kilos respectivamente. El caso dio la vuelta al mundo y suponía una nueva entrada en el Libro Guinness de los Records. (En la imagen, Carmen Bousada. Foto: Europa Press).

En El Puerto vivía en un primer piso del número 55 de la calle Revolera, en la Barriada de los Toreros. Carmen era una mujer soltera, administrativa en las céntricas Galerías Preciados en la gaditana calle Ancha, que en 2005 decidió hacer realidad su sueño de quedarse embarazada, una vez que su anciana madre, Eugenia Lara Ros a la que cuidó durante tantos años, falleciera hace dos la edad de 101 años. Bousada llegaría a confesar en alguna de las exclusivas que concedió que tuvo una relación de adolescente que le rompió el corazón, luego alguna relación corta, pero cuando su madre enviudó se tuvo que hacer cargo de ella. Quería buscar un padre para sus hijos: «--Me encantaría encontrar a alguien un poco más joven que yo y que le gusten los niños, desde luego».

CLÍNICA DE FERTILIDAD EN EEUU.

Carmen vendió su casa en la capital gaditana para poder costearse un tratamiento médico que le costó 47.000 euros, para poder llegar a ser madre a los 67 años. Por su parte, el periódico Los Angeles Times, afirmaba que la madre vendió su casa en la capital gaditana por 60.000 dólares para costearse el viaje a los Estados Unidos y el proceso de fertilización ‘in vitro’ El costo del tratamiento en la clínica Pacific Center de Los Ángeles (Estados Unidos), rondaba los 10.000 dólares por la atención médica y otros 30.000 dólares por la donación de óvulos, según el medio californiano.

Pero el médico estadounidense que la atendió en la clínica de fertilidad, Vicken Sahakian afirmó, al enterarse del parto, dada la repercusión mediática que tuvo, sentirse utilizado, «de haber sabido la verdadera edad de la mujer no hubiera realizado el tratamiento que acabó en un embarazo gemelar. Falsificó documentos, sabiendo que mi límite para tratar mujeres solteras es de 55 años», aseguraba en la edición digital de Los Ángeles Times. Pulsando sobre estas líneas, podemos ver un vídeo de la clínica estado unidense.

La propia madre reconoció, en una entrevista concedida a la revista británica News of the World, (en la imagen de la izquierda) que mintió sobre su edad a los doctores de la clínica en la que la trataron, donde afirmó tener 55 años. «--Nadie me preguntó por mi edad o mi pasaporte. Ahora puedo parecer cansada, pero antes del alumbramiento estaba delgada y parecía mucho más joven». Y abundaba a dicho medio: «--Cada uno debe tener niños en el momento adecuado. Este era el momento exacto para mí y he podido cumplir algo con lo que siempre soñaba. La gente puede dar sus opiniones pero no debe juzgarme».

EL TRATAMIENTO.
La revista británica relata que lo primero que los médicos tuvieron que hacer fue un tratamiento hormonal para invertir la menopausia y preparar su matriz inactiva para la inseminación artificial de los óvulos y el esperma: «--Tener el periodo otra vez después de tantos años, era extraño. No puedo decir que me gustó tener la regla otra vez y todos los cambios bruscos de humor y calambres en el estómago», afirmaba. Hacía 18 años que no tenía la regla y 10 que no que no tenía relaciones sexuales, que es como le hubiera gustado concebir a sus hijos, pero era algo que sabía que no podía ser.

Clínica de Barcelona --San Pau-- donde nacieron los pequeños Pau y Crhistian

Le chocaba el método de elección de los óvulos y el esperma, que se hizo por catálogo , «como si estuviera eligiendo una casa, siendo la elección final la de un óvulo de una chica de 18 años bonita, con pelo castaño, y esperma de un rubio italoamericano con ojos azules», afirmando que «quería encontrar una mezcla».

Tras un embarazo complicado, no exento de problemas como ella misma reconoció. Bousada había cumplido 67 años una semana antes de dar a luz en diciembre de 2006, superando a la rumana Adriana Iliescu, (en la imagen de la izquierda) que tuvo a su hija Eliza el año 2005, siendo 130 días más joven que nuestra protagonista, lo que la convirtió en un registro más para el libro mundial de los récords. Algunas historias como la de Iliescu, que aparecían en revistas y otros medios de comunicación, le hicieron madurar la idea, que acabaría convirtiéndose en una realidad.

Precisamente la rumana le mandaba, por medio del periódico ‘El Mundo’ un mensaje a la portuense: «--Sólo le diría a esa española que siga su vida de madre y de mujer . Y que no deje que su experiencia sea tratada desde la óptica moral ni entre en un circo mediático. Porque después todos se olvidan de tí. También que haga mucho ejercicio y que aproveche para hacerle a los niños todas las fotos y vídeos que pueda. Así, cuando tenga más de 100 años, podrá recordar que lo más bonito de su vida llegó cuando otras se acaban».

Carmen posando con sus hijos. Imagen de TVE de la entrevista en News of the World

PREMATURO FINAL.
«--Mi madre vivió 101 años y no hay ninguna razón para que a mí no me pase lo mismo. Si alcanzo aquella edad, aún podría conocer a mis nietos» reconocía con optimismo. Sobre la posibilidad de que el tratamiento al que fue sometida Carmen para poder convertirse en madre a los 67 años le propiciara una formación tumoral, un médico especialista afirmaba en 2009 a Diario de Cádiz que «--No tiene por qué ser así», a pesar de que transcurrieron muy pocos meses entre su parto y la detección del tumor que le condujo a la muerte.

Vivienda donde habitaba en El Puerto en la calle Revolera.

Carmen fallecía hace un año y medio, el 14 de julio de 2009 a la edad de 70 años en su domicilio de El Puerto en la calle Revolera, donde vivía con sus dos hijos. Según Diario de Cádiz, un tumor tuboovárico que se le diagnosticó muy poco tiempo después de dar a luz en la clínica catalana, fue la causa. Fue sometida a una delicada operación en el Hospital Puerta del Mar gaditano, después de tan fatídico diagnóstico. También ese fallecimiento, el de la madre más longeva, daba la vuelta al mundo. Un sobrino, padrino de los niños y primo de éstos, iniciaba los trámites para quedar como tutor legal de los huérfanos Pau y Christian. Carmen, durante una entrevista concedida en la televisión, ya afirmó en su momento que no se sentía preocupada por qué pasaría con sus hijos cuando ella falleciera porque los dos contaban con unos padrinos muy jóvenes.

Más vídeos en Antena3

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies