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mariacuenca_puertosantamariaNo puedo olvidar que siento admiración, respeto, cariño y simpatía por todo lo relacionado con la forma de ser, pensar y actuar de gran mayoría de mujeres de todas las épocas. Ante ellas y, sobre todo, ante la mujer luchadora, inteligente, fuerte y desenvuelta, me siento casi desarmado. He conocido a lo largo de toda mi vida a mujeres excepcionales.
Mi madre, María Cuenca, por ejemplo, natural de Paterna de la Rivera, se vino a El Puerto con 13 años porque se quedó sin padres, a trabajar de criada. Casi con 16 años se casó, y toda su vida la dedicó a trabajar por sus hijos, pues mi padre murió joven. En aquella época, a una viuda no le quedaba paga alguna, y mi madre fregó todos los suelos del mundo para dar de comer, o mal comer, a sus hijos, a costa de sus riñoñes, su espalda, sus reumas y sus dolores. Nunca se quejó, y su fortaleza interior era su fuerza, pues éramos su orgullo y su razón de ser. Murió cosida de dolores pero unificó, aconsejó, acunó a sus hijos y nietos, y su ejemplo permanecerá en nosotros par siempre. Mi madre era casi analfabeta, pero tenía muchos litros de cultura en la sangre. Y como ella, muchas, muchas vecinas antiguas de las calles empedradas de aquel difícil Puerto. (En la imagen, María Cuenca, en una imagen de su juventud-madurez, posando en la huerta de una casa).

mariacuenca_2_puertosantamariaEn estos momentos confieso mi admiración y respeto, por ejemplo, por las madres y mujeres de la asociación ANDAD, en lucha contra la droga, por su valor y coraje. Mujeres que dan la cara en asociaciones de barrios como presidentas, en las APAs de los colegiosm, en centros culturales de gitanos luchando hasta dignificarlos. Mujeres de 'Médicos sin Fronteras' que van a lejanos países para aliviar el dolor en medio de tanta miseria. Chavalas de trabajadores, que están en la Universidad, a la que han accedido no sin sacrificio, comiendo en todo el día un bocadillo para poder conseguir unos estudios y una carrerra que dignifiquen su vida, un un larguísimo etcétera que no cabe aquí. (En la imagen, María Cuenca ya de mayor).

padres_munozcuenca_puertosantamariaPero quizás lo que mas me llame la atención sea el caso de muchas mujeres, madres de alumnos y ex alumnos míos, cuya vida diaria -por la enorme cantidad de paro que hay para sus maridos- es un acto de entrega y sacrificio por su casa. Hay que tener coraje, porque ellas son el sostén de la escasa economía doméstica; trabajando fuera de casa en lo que salga, se preocupan por la educación de sus hijos, pues son las únicas que aparecen por los colegios, y encima llevan las faenas de la casa para sus hijos y sus maridos con un coraje y un equilibrio interior asombrosos. Sobre estas heroínas populares nadie escribirá su historia, pero como dice el castellano antiguo: héteme aquí cual un Antonio Gala, un Baudelaire o un Kipling, para poner en lo más alto del pedestal a todas estas mujeres. Yo, si quiero refrescar mis ideales y no desfallecer y caer en la rutina cómoda de la vida, no tengo más que mirar a mi alrededor y contemplar la vida de todas estas mujeres. (En la imagen, la familia paterna de Antonio Muñoz Cuenca: el abuelo, Antonio Muñoz Zambrano, natural de Lebrija, panadero, con despacho en la calle Santa Lucía, junto al almacén de Juanito Martín; la abuela, María Cortés, era pelirroja pero conocida como 'La Rubia'; el padre, Antonio Muñoz Cortés y sentado, su tío José.  Foto A. del Castillo. Larga, 77).

Solo me queda decir: Loli, Rosario, Luisa, Milagros, Mari, Pepi: Gracias por vuestra entrega. Sois un ejemplo de vida. Lo mismo que vosotras, miles, millones de mujeres, que en países o continentes como África y sur de Asia, aún luchais por subsistir cada día en condiciones infrahumanas, intentando sobfrevivir a la pobreza, la barbarie y el horror. Nadie os tiene en cuenta porque sois un cero a la izquierda, y lleváis pegados a vuestros escasos techos y carnes un hálito de vida y esperanza en forma de grandes ojos y mirada inocente de niños con enfermedad, hambre y tristeza. ¡Toda la admiración, el amor y la comprensión de este humilde escribidor, para vosotras! (Texto: Antonio Muñoz Cuenca).

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Como era cosa corriente, apellidos distinguidos de la Ciudad hacían sus obras de caridad ayudando a los más necesitados, en este caso, sirviendo en el comedor de SAFA a niños en cuyas casas no habían recursos para una buena alimentación. Nos estamos refiriendo a los Congregantes y Congregantas de María Inmaculada y San Luis Gonzaga, que atendían el comedor entre finales de la década de los 40 y principios de los 60 del siglo pasado. Existía, además un ropero en el que se distribuía ropa y calzado a los pequeños, gestionado por Charo Jiménez, Pepita Castro, Catana y Paquita Aquino y Angelita Sánchez Cossío. También, los congregantes, liderados primero por el Padre Torres y porteriormente por el Padre Guerrero, daban de comer, a mayores necesitados. Como dicho sacerdote sabía inglés y confesaba en la Base de Rota, conseguía alimentos de los americanos para el comedor: leche en polvo, queso naranja, alubias pintas (nunca vistas por aquí en aquel entonces), ... Estas fotografías están datadas a mediado de la década de los cincuenta del siglo pasado. En la imagen un desayuno en SAFA.

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Primer Grupo de Congregantas. De izquierda a derecha, Loly Caballero, Milagros Muñoz, Matilde Merello, Ana María Osborne, Pilar Tosar, Charo Moreno.

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Cuarto Grupo de Congregantas. Teresa Romero, Milagros Merello, Charo Villarreal, María Merello, Carmen Rioja, Carmen Romero. (Fotos Vicente González Lechuga).

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Durante la década de los 60 del siglo pasado, empezaron a aparecer en El Puerto grupos de jóvenes dispuestos a tocar música Rock-Pop. La fuente de inspiración eran la radio o el “Picup” (tocadiscos), Elvis Presley, Los Brincos, Los Beatles etc…De una forma precaria, técnicamente hablando, en la primavera de 1965, aparecen “Los Simbroni” cuyo significado siempre ha sido una incógnita, parece ser que en el cuarto donde ensayaban había un perro llamado “Broni”, un día se murió y de ahí surgió “Sin Broni”. Todo comienza en la azotea de la casa de Lele Cárave, hijo de Cárave, la droguería que había en la plaza de abastos, donde se reúnen para experimentar los primeros ensayos.
Los primeros componentes fueron Pely Parra como primer guitarra, Lele Cárave guitarra rítmica, José Ramón Perles en el bajo, Carmelo Ciria como cantante e Isidoro Nogués, hermano de “Pepichi” y Juan de Dios, como batería.

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Primeros componentes de los Simbroni en sus comienzos el año 1.965

En la Avenida de la Bajamar, en un cuarto de redes de los padres de José Ramón Perles, el mismo lugar donde en los años 90 estuvo el famoso Pub “El Convento” regido por José Ramón, ubicaron su lugar de ensayo definitivo. Para darse a conocer organizaban “guateques” en el mismo sitio, donde tocaban ellos mismos. A partir de entonces surgieron los primeros contratos.
En la Primavera del año 1.965, aparecen por primera vez en la Feria del Paseo de la Victoria en la caseta del Racing Club Portuense. Los jóvenes de aquella época se quedaron maravillados ante la repentina aparición de aquel nuevo “conjunto”. La personalidad del grupo, el sonido limpio y fino de la guitarra de Pely y la singular forma de cantar de Carmelo Ciria, cautivaron la atención de los chicos y chicas a mediados de los 60.

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Primavera del año 1.965, Los Simbroni tocando por primera vez en la caseta del Racing Club Portuense. Puede observarse detrás el anuncio de Centenario Terry y algunos carteles de futbol.

Fue a partir de entonces cuando surgieron nuevos contratos, fueron requeridos para tocar en Altea y Calpe (Alicante) durante el verano de 1965 y 1966. En Altea el cine de verano “Costa Blanca”, en Calpe el Hotel Mauri así como en varios locales y hoteles de la costa Alicantina.

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Una instantánea de Pely y Pepe Palacios en el cine Costa Blanca de Altea, este último se incorporó en el grupo para la gira.

De vuelta a El Puerto de Santa María en temporada de otoño e invierno fueron requeridos por Manolo Pico, por entonces presidente del Club Naútico, para actuar allí. También en invierno actuaban en “El Picnic”, La Cabaña, en Jerez de la Frontera y prácticamente en todos los locales de la provincia. Se llevaron también una larga temporada tocando en un club de Rota llamado “Crazy Cat”.

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Actuación en el “Crazy Cat” de Rota temporada 1.966, en esa época se incorpora en el grupo Luis Albela como batería. El grupo estaba en todo su apogeo.

Simbroni_6_puertosantamariaLas sustituciones eran muy frecuentes en los grupos de la época, la edad era de 18 a 21, años con lo cual eran llamados para hacer el servicio militar “la mili”, los mas jóvenes sustituian a los mayores cuando se iban y estos a los jóvenes cuando volvían. Manuel González (Kiki) sustituyó a Lele Cárave durante sus servicio militar. (En la imagen, actuación en “El Picnic” en 1966, Manuel Gonzalez (Kiki) sustituye a Lele Cárave).

Los festivales de “conjuntos” estaba muy de moda en aquella época, se solian hacer en plazas de toros, cines de verano, teatros etc…Los Simbroni participaron en muchos de ellos obteniendo muchos éxitos y algunos trofeos. Un detalle curioso de Los Simbroni era el parecido de José Ramon Perles con el famoso batería de Los Beatles Ringo Star.

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Plaza de Toros de Jerez de la Frontera, Los Simbroni participanto en uno de ellos año 1.966.

Aunque la existencia de “Los Simbroni” fue relativamente corta (1.965–1967),  hicieron historia en la música Rock-Pop de los años 60 en El Puerto de Santa María. Los “jóvenes” de 60 años no podemos olvidar aquellos guateques y aquellos festivales donde Los Simbronis y otros grupos de El Puerto nos hicieron felices. (Textos: Francisco Ramírez Tallón).

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A la izquierda, el director del Caballo Blanco, Jerónimo Tavira, Manuel Alonso Vicedo, director de Radio Sevilla y organizador del acto; Diodoro Canorea y Enrique Barrilaro, en un momento del multitudinario homenaje.

El 2 de febrero de 1971, tras la reapertura de la Plaza de Toros en junio de 1970 --90 años después de su inauguración-- y como consecuencia de las importantes obras de consolidación que se le aplicaron a la misma, se celebró en los salones del Hotel Meliá Caballo Blanco un homenaje a los empresarios taurinos Diodoro Canorea y Enrique Barrilaro, ofrecido por Manuel Alonso Visedo, de Radio Sevilla, haciéndoles entrega de unas placas de plata con  significativas dedicatorias. El acto estuvo presidido --lo que mandaba el ejército entonces-- por el Capitán General de la II Región Militar, duque del Infantado, a pesar de encontrarse presente la máxima autoridad local, que se estrenaba por aquellas fechas, Fernando T. de Terry Galarza, así como su antecesor en el puesto (estuvo poco tiempo) Juan Melgarejo Osborne. Los presidentes de las diputaciones de Cádiz y Sevilla, Antonio Barbadillo y García de Velasco y Carlos Serra Pablo-Romero. El Delegado Provincial de Información y Turismo, Landín Carrasco; el gobernador civil de Sevilla,  Ramón Muñoz González y Bernaldo de Quirós, el alcalde de Sevilla, Juan Rodríguez Fernández y García del Busto. El director del hotel Caballo Blanco era, por aquellas fechas, Jerónimo Tavira, en cuyo establecimiento se celebraban sonados y principales actos de todo el arco de la Bahía de Cádiz.

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Otra instantánea del Homenaje. Vemos a la izquierda, de pie, a Rafael Peralta. Preside el acto el Capitán General de la II Región Militar, duque del Infantado, a su izquierda Diodoro Canorea, a su derecha, Enrique Barrilaro, de pie correspondiendo a un saludo.

En el homenaje estuvieron presentes muchos toreros, como no podía ser de otra manera dado lo que mandaban estos señores, aquí y en Sevilla: José Luis Galloso, Rafael Ortega, Diego Puerta, Curro Romero, Ruiz Miguel, Limeños, Parada, Luis Parra 'Jerezano', Emilio Oliva, Rafael de Paula, Alonso Morillo, Joselito, Paqurri, Javier Gallardo, Ernesto Santo, Fabián Mena, José Fuentes y los caballeros rejoneadores Fermín Bohórquez, Alvaro Domecq Romero, Ángel Peralta, entre otros, así como apoderados, ganaderos, miembros de numerosas peñas taurinas y aficionados que se sumaron al homenaje. Se leyeron adhesiones recibidas de distintos paises de américa latina, así como de otros puntos de la geografía española.

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A final de mes se celebró un Festival Taurino el 28 de febrero, en el que participaron Rafael Ortega, Diego Puerta, Curro Romero, Miguelín no pudo venir y fue sustituido por Luis Parra 'Jerezano', Limeño, Ruiz Miguel, José Luis Parada y Rafael Torres, con 8 novillos toros de las ganaderías de Atanaiso Fernández, Marqués de Domecq y Hermanos, Salvador Guardiola, José Luis Osborne, José García Barroso, Alfonso y Manuel Lacave, Marcos Núñez y Manuel Benítez “El Cordobés”. Los trofeos fueron para Puerta, Parada y Torres, con salida de éste último a hombros, petición insistente para Limeño y pitos abundantes para Curro Romero.

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En la foto de la barrera de los toros, están de izquierda a derecha., el primero, desconocido: Antonio Barbadillo García de Velasco (presidente de la Diputación de Cádiz); su mujer, Pilar Mateos López de la Banda; Rafael Landin Carrasco ( delegado provincial de información y turismo); su mujer; Fernando T. de Terry Galarza (alcalde de la ciudad); su 1ª mujer, Ana María Mateos López de la Banda. Entre Landin y la mujer de Barbadillo podemos ver con gorra oscura 'de plato' a Manuel Camacho Luque, ordenanza y macero del Ayuntamiento. Abajo, Enrique Barrilaro en el burladero de la empresa.

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Los diestros participantes en el festival, antes del paseíllo. (Fotos: Archivo Municipal. Fotos Rafa).

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De izquierda a derecha, Diego Gálvez Santos, sentado, detrás el maitre del Caballo Blanco, Luis Noci; brinda con el homenajeado, el alcalde de la Ciudad, Fernando T. de Terry Galarza, a su lado el Delegado Provincial del Ministerio de Trabajo en 1971, José Antonio Pérez de León y a la derecha de la imagen, el párroco de San Joaquín, José María Rivas Rodríguez, Pbr. (Foto: Archivo Municipal. Foto Rafa).

Hace 38 años, se celebraban en nuestra ciudad unas segundas ferias, septembrinas: la Fiesta del Vino Fino, coincidiendo con las fiestas patronales, con la vendimia, y recuperando una antigua tradición de celebrar la Feria en esas fechas. Aunque hay que recordar que El Puerto tenía autorizado, desde su fundación por Alfonso X, “el Sabio” dos ferias anuales, nuestra actual Feria de Primavera no se recuperó hasta hace poco más de 50 años.
Era alcalde de la Ciudad, Fernando T. de Terry Galarza, quien ostentó la alcaldía entre febrero de 1971 y febrero de 1976. El Ayuntamiento había convocado en el recinto ferial del ya más que centenario Paseo de la Victoria al porteño Diego Santos Gálvez, maestro de gremio de toneleros jubilado, de 85 años, quien había ejercido el oficio durante 62 años y que entonces, en 1971, para distraerse, seguía realizando algunas labores de aquella profesión, hoy venida a menos.
El motivo era hacerle entrega de una justificada distinción: la Medalla al Mérito al Trabajo. Aquel 7 de septiembre de 1971 estuvieron presente para homenajear a Diego, el Delegado Provincial del Ministerio de Trabajo, José Antonio Pérez de León; el Delegado Local del Sindicato de la Vid, Fernando Terry Merello; Juan Durio, letrado de la Casa Sindical y las representaciones de la policía, la marina, y la iglesia, así como el Secretario Accidental del Ayuntamiento, José Caveda, quien dió lectura al decreto de concesión de la Medalla al Mérito al Trabajo, siéndole impuesta por el alcalde de la Ciudad.

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ramondelaflorsanchez_puertosantamariaAunque de ascendencia  jerezana, sus padres y sus abuelos eran de Jerez, Ramòn de la Flor Sánchez, “el Cositagüena”, (1908 - 1987) nació en nuestra Ciudad el 6 de febrero, segundo hijo de siete hermanos: José Antonio, Ramón, Manuel, Carlos (portero del Gimnástico F.C.), Francisco, María (abuela de la cantante porteña Eva Santamaría) y Juan. Su padre, Ramón de la Flor Ledesma, era marinero y ello influyó en el trabajo principal que nuestro protagonista tendría a lo largo de su vida, relacionado con el mundo del mar. El apodo le venía de las cosas buenas que hizo a todo el mundo a lo largo de su vida. Por su relación con los ambientes pesqueros, recibía como atención de los marineros de los barcos, “ranchos” de pescados que, antes de llevarlos a su casa, iba dejando en otras más necesitadas que la suya. Ese era “el Cositagüena”.

El año 1908, se suspenden en España las garantías constitucionales en las provincias de Barcelona y Gerona, a causa de una ola de terrorismo. El Gobierno promulga la Ley de la Escuadra, para dotar a España de fuerzas marítimas, de las que carecía tras los desastres sufridos en las guerras de Cuba y Filipinas y también la Ley de Represión de la Usura. Nace el poeta Rafael de León, con nótula propia en Gente del Puerto, núm. 372 . También será el año del nacimiento de Estrellita Castro y del dibujante de tebeos José Escobar. Nacen, igualmente, las actrices estadounidenses Joan Crawford y Bette Davis, el actor James Stewart y el director de orquesta austríaco Herbert von Karajan; es el año del nacimiento del presidente chileno Salvador Allende y del político norteamericano y presidente de EEUU Lyndon B. Johnson.

cositabuena_feria_puertosantamariaRamón tenía mucha labia, mucho “arte” hablando. De joven y al estar sin trabajo se llegó a construir su propia casa. Trabajó de limpiabotas en las casas de los pudientes en aquellos años difíciles de preguerra. Después fue peón, trabajando en lo que saliera. Se casó con 24 años, el 31 de julio de 1932 con la también porteña María Josefa Morales Troncoso, de 19. Obligado a ir a la Guerra Incivil, estuvo destinado en Zaragoza y, una vez terminada ésta fue premiado con marchar a su casa para ver nacer a uno de sus hijos, en lugar de destinarlo a luchar a algún frente de Europa, inmersa ésta en la II Guerra Mundial. (En la imagen, Ramón y su esposa, María Josefa, en la Feria de Ganado que se instalaba en El Palmar, en los terrenos del actual Carrefour. En el año 1948, fecha de la instantánea, y durante algunos más, regentaron una caseta de Feria: la 'Caseta del Cositagüena').

Ramón entró a trabajar en los muelles en el año 1942, en la antigua Junta de Obras de El Puerto, luego Junta del Puerto de la Bahía de Cádiz y hoy Autoridad Portuaria, hasta el año de su jubilación, 1983, tras 40 años de servicio. Al igual que su mujer, María Josefa que estuvo entre 1953 y 1983 -30 años- trabajando en el servicio de limpieza de dicho organismo portuario.

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La Junta del Puerto de la Bahía de Cádiz, le entregó en 1982 una placa por 40 años de servicio en los muelles (1942-1982). Foto Rafa.

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En esta ocasión, su mujer, María Josefa Morales Troncoso, recibe una distinción por sus 30 años de servicio en el mismo organismo que su esposo, coincidiendo con la jubilación de ésta. (Foto Rafa).

Nuestro protagonista era el fontanero del muelle al que llamaban, de madrugada, para surtir de agua los barcos que se hacían a la mar. Cargaba unas pesadas mangueras en su bicicleta y, desde el muelle pesquero se desplazaba hasta el muelle comercial -a La Otra Banda- para llenar de agua a los barcos. De madrugada, también, arreglaba las averías que se presentaban en La Draga. “El Cositagüena” tenía buena mano para la cocina y era todo un experto haciendo guisos marineros. Todavía recuerdan aquellos platos en la casa del que fuera Ingeniero Jefe de la Junta de Obras del Puerto, muy influyente en su época y de peculiar carácter, José Antonio Español Caparrós.

cositabuena_lib_familia_puertosantamariaComo ya hemos señalado, Ramón se casó con María Josefa Morales Troncoso y tuvieron 13 hijos, aunque solo sobreviven 10, de un total de 21 partos. Esos trece son Ramón, Francisca, María Luisa, María Josefa, José Antonio, Manuel, Luis, Concepción, María Rosa, Pedro Miguel (quien, durante años fue tramoyista del Teatro Chino de Manolita Chen), Juan Antonio, Carlos (fundador con otros del PSOE local, llegando a ser concejal de Vivienda y de Obras del Ayuntamiento) y Milagros. (En la ilustración, primeras páginas del que sería un abultado Libro de Familia de Ramón de la Flor y de Josefa Morales).

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La fotografía de Ramón y María Josefa con su extensa prole, está tomada en el domicilio familiar de la calle San Sebastián, 7, en el año 1954. Carlos de la Flor Morales es el que está abajo a la derecha. Luis falleció soltero y sin hijos y José Antonio falleció dejando 4 hijos.

cositabuena_mayores_puertosantamaria“El Cositagüena” era sinónimo de ser buena gente, de ayudar a todo el que podía, haciendo el bien sin esperar nada a cambio, siendo generoso, honrado, agradable en el trato, amigo de sus amigos -algo que parece una redundancia pero que no lo es-, querido por todos, porteño y muy racinguista. Era una persona muy constante y agradecida, muy agradecida. Contrario a toda clase de injusticias en la vida, tenía capacidad de aguante para los malos ratos. Y siempre tuvo un deseo que llegó a alcanzar a plazos: tener muchos hijos, al menos doce. Y luego darles cariño, educación, ayudarlos a labrarse “un porvenir” en la vida. Nunca pedía nada para él, solo esperaba una palabra de agradecimiento. Nos dejó el 27 de junio de 1987. (En la imagen, Ramón y su mujer María Josefa, fallecida el 19 de junio de 2001, quien le sobrevivió 14 años).

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Vista de una parte del Yacimiento de Doña Blanca, desde los depósitos de agua. Foto tomada en enero de 2008. (Colección Vicente González Lechuga).

Se cumplen 30 años en estos días del inicio de las excavaciones en el yacimiento de Doña Blanca, situado nuestro término municipal, impulsada por el entonces profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid y hoy Doctor en Arqueología y Catedrático de la Universidad de Cádiz, Diego Ruiz Mata.

diegoruizmata_puertosantamariaAunque ya existían noticias por parte de eruditos locales como Francisco Ciria y Vergara y el investigador alemán Shulten que la identificó como el Puerto de Menesteo, no fue hasta la llegada a nuestra Ciudad en torno a 1979, de Ruiz Mata, cuando se propusieron las excavaciones sistemáticas del yacimiento del que su principal mentor ha llegado a firmar que acaso pudiera ser la Gadir fenicia ya que, en Cádiz no se encontraban registros arqueológicos que sustentaran la antigüedad de la ciudad. En una compleja teoría, Ruiz Mata componía la situación de las islas antiguamente, siendo Cádiz una necrópolis, Doña Blanca la ciudad y la isla de Sancti Petri un templo. Las teorías van y vienen, los estudios avanzan y retroceden, y diversas escuelas y arqueólogos están a favor y en contra de la misma. Pero no deja de ser un lugar apasionante que ha apasionado a cuantos en él han trabajado. Otra interesante teoría, la Sidunia árabe, ha sido expuesta por el profesor Borrego Soto, en la nótula 378 en Gente del Puerto. (En la imagen, el Prf. Dr. Diego Ruiz Mata).

muralla_donablanca_info_puertosantamariaEn un trabajo infográfico realizado a auspicios de la Fundación CEEI, Bahía de Cádiz, se afirma que el yacimiento presenta una importancia singular en el panorama de la colonización fenicia en el Mediterráneo occidental. Su excavación, entre 1979 y 1995, ha sacado a la luz restos de murallas, necrópolis y viviendas de entre los siglos VIII y III a. C. Con un excepcional grado de conservación, el yacimiento guarda las claves sobre el paso de los fenicios por la Bahía de Cádiz y su relación con los pueblos indígenas de la Baja Andalucía. (En la imagen, infografía de la muralla fenicia).

TRABAJOS DE CAMPO.
El poblado y la necrópolis del Castillo de Doña Blanca ha sido objeto, desde 1979, de un programa de investigación sobre la colonización fenicia en la bahía gaditana que abarca todo el proceso histórico, desde de los primeros contactos de estos pobladores y su implantación en la zona hasta que se produce su abandono, en torno al siglo III a. C. Desde dicho año y hasta la actualidad, se han efectuado varias campañas arqueológicas en el yacimiento, cuyo objetivo principal ha sido el análisis de la secuencia estratigráfica del poblado, así como el estudio de los aspectos defensivos y urbanísticos en sus diferentes épocas y de los rituales funerarios practicados. No obstante, dentro de este programa de investigación se han llevado a cabo otros tipos de estudios, centrados en aspectos como la alimentación, el paleoambiente, la geología, los metales y las pastas cerámicas.
Las excavaciones efectuadas hasta ahora, por tanto, permiten trazar un ajustado panorama del proceso histórico de la bahía gaditana en su amplia estratigrafía, desde comienzos del siglo VIII hasta finales del III a. C.

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Esta fotografía está tomada hace justamente 30 años: el 22 de agosto de 1979, en el primer corte de la excavación, que hoy se encuentra tapado con una estructura techada y que puede ser visitado junto a la torre mediaval. (Foto: Archivo Municipal. Foto Rafa).

CAMPAÑAS 1979-1981.
En las dos primeras campañas de excavación, llevadas a cabo en los años 1979 y 1981, se realizaron los primeros cortes estratigráficos en la esquina sureste del poblado, delante de la torre, que puso de relieve una amplia estratigrafía de poco más de 100 metros cuadrados de longitud y unos 9 metros de profundidad, cuyo resultado fue la aparición de ciertos vestigios o restos pertenecientes a sistemas defensivos superpuestos y que podían datarse entre los siglos V y IV/III a. C. Al mismo tiempo, este amplio corte dejó constancia de la existencia de varios restos de habitaciones de diferentes épocas, que revelaban la importancia histórica del yacimiento.

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Tres años más tarde, el 12 de agosto de 1982, las autoridades locales giran una visita al yacimiento de Doña Blanca. En el grupo de la izquierda podemos ver a los concejales andalucistas, Aniceto Cumbrera, José María Simón y Antonio Muñoz. En el grupo más numeroso, rodeando a Diego Ruiz Mata, la concejala Ana Perea, Manolo Espinar y el alcalde, Rafael Gómez Ojeda del PC, a su izquierda (derecha de la foto) el también concejal del PC, Mario Peluffo y el Teniente de Alcalde socialista Francisco Lara. (Foto Archivo Municipal. Foto Rafa).

CAMPAÑAS 1982 Y 1983.
Entre 1982 y 1983, las actuaciones estuvieron más orientadas hacia la excavación de una extensión aproximada de 1000 metros cuadrados, localizada en el extremo sureste del poblado, que se correspondía con una serie de estructuras urbanas pertenecientes a los siglos IV-III a. C., así como varios tramos defensivos pertenecientes a dos murallas superpuestas, reconocidas en el sector suroeste. Se realizaron además varios cortes estratigráficos en la zona, que sirvieron para reconstruir una secuencia desde el siglo VIII a. C. y proporcionaron estratos bien definidos de los siglos VII y VI a. C.
Otras campañas 1983-83, 1984-85, 1986-87, 1989 y 1991 y así hasta 1995.

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Escenario de "El Picnic" o "El Jalisco", debajo de izquierda a derecha: José Troncoso (Pete), Miguel Utrera, Francisco Ramirez (Koky). Arriba Juan de Dios Nogues y Julio Utrera, en 1963. (Foto Colección Francisco Ramírez Tallón).

En El Puerto, la inquietud musical de los hermanos Julio y Miguel Utrera creando el dúo ‘The Blue Boys’ enciende la llama de la música moderna a mediados del siglo pasado. Pero es con el grupo musical Los Radar’s con el que verdaderamente se inicia la historia del Pop en nuestra ciudad. En el patio de losas negras y blancas de la calle Cantarería núm. 17, nace un buen día del año 1959 el conjunto músico vocal Los Radar’s. Sus primeros componentes fueron los ya citados hermanos Utrera, Julio como cantante y Miguel como músico, José Troncoso como bajista, Juan de Dios Nogués a la batería y Francisco Ramírez ‘Koky’ a la guitarra. Más adelante también formarían parte del grupo en distintas etapas Ricardo Morán, José Cuevas y Lele Cárave. Bebían de las fuentes musicales que emanaban de una música desconocida que llegaba a la vecina Base Naval de Rota.

Los Radar’s se caracterizan en sus comienzos por los conciertos que daban a beneficio de las distintas entidades locales que requerían de algún tipo de ayuda para su subsistencia, como por ejemplo el Rácing Club Portuense. Colaboraron también en la construcción de la Parroquia del Carmen y San Marcos, así como en los distintos festivales a beneficio de la Cruz Roja que organizaba Dª Isabel Merello en los jardines de su casa, llegándose a codear con las primeras figuras del país que acudían a la llamada solidaria de la Vda. de Terry. A la par, se hacían con un nombre entre las distintas poblaciones de la provincia que no dudaban en requerir sus servicios para animar las ferias, saraos y guateques de la época.

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"Los Remington" tocando en una fiesta popular en El Aiún (Sahara), el único componente de "Los Radar's" es Koky, los demás pertenecen a varios grupos españoles de fama en esa época que les tocaron hacer la "mili" coincidiendo con este porteño, el que está detras de Koky es Iñaki Salcedo, guitarra de "Mocedades", el batería tocaba con el grupo de Nino Bravo, el de la pandereta es Xoming cantaba musica folk.  En la nótula de Koky se habla de aquellas vivencias obligadas en el Sahara. (Foto Colección Francisco Ramírez Tallón).

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Feria de Jerez de la Frontera caseta "La Cabaña". Año 1966. (Foto: Colección Francisco Ramírez Tallón).

Su primera actuación como noveles tuvo lugar en el bautizo de uno de los hijos de Manolo Jarque ‘Chicharito’, el célebre masajista del R.C. Portuense, en la azotea de la casa en que vivían en la calle Fernán Caballero. Ahí todavía no tenían nombre artístico. El mismo les sobrevino yendo a tocar su primer concierto ‘profesional’ a la vecina población de Rota. Al rodear el recinto de la Base Naval, y con las dudas de presentarse sin un nombre que les identificara, Julio Utrera, el vocalista del grupo, se fijó en el gran radar que emerge del recinto militar, proponiendo a los demás componentes que tomaran el nombre de Radar, pero eso sí, con el apóstrofe anglosajón tan típico en este tipo de formaciones musicales. En esa actuación tocaron su personalísima versión de la canción No tengo edad de Gigliola Cinquett, ganadora del Festival de San Remo en 1964.

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Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, a la izquierda Ricardo Morán que sustituia a José Troncoso (Pete), en Los Radars. Año 1965. (Foto Colección Francisco Ramírez Tallón).

La particular Caverna (The Cavern Club) de Los Radar´s estuvo situada en el Pic-Nic (luego Jalisco), local situado en la calle Santa Clara, en donde además de ensayar y dar los conciertos de 9 a 11 de la noche de los domingos, tenían constituida su sede social. Ismael, su propietario, les cedía el local a cambio de que la peculiar pista de baile adornada con un anuncio de la bebida anti sed porteña ‘Refresco Volpa’, se abarrotara con el baile de los jóvenes de la época.

De la calle Santa Clara pasaron al recinto ferial de Crevillet, constituyéndose la singular caseta Tierra Mar y Vino en el nuevo local de ensayos y actuaciones. Fue Miguel Lobato el representante artístico que los llevó a casi todas las poblaciones de nuestro entorno. El sonido característico de este grupo denominado ‘de baile’, y la seriedad y profesionalidad que Los Radar’s daban a sus actuaciones, hacían que fuesen requeridos continuamente para animar las salas de fiestas de la provincia. Sus actuaciones en El Oasis y el Club Náutico de nuestra ciudad marcaron la juventud de multitud de portuenses.

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Otra instantánea de Los Remintong en el Sahara, con el componente porteño de Los Radars. (Foto Colección Francisco Ramírez Tallón).

Tal era el éxito de las versiones que instrumentaban de las canciones más populares de aquellos años que, aunque actuaran en otras localidades, desde su ciudad natal se desplazaba un numeroso grupo de seguidores para asistir a los conciertos. En 1966 se pusieron de moda los festivales de conjuntos musicales consiguiendo destacar en varios de ellos. En El Puerto se hicieron con el premio especial en el ‘I Festival de la Canción Joven’ que se celebró en nuestra ciudad con la canción Viva el amor, que fue compuesta por ellos mismos.

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Festival de grupos en Chiclana en el que Los Radars ganaron el primer premio. Año 1967. (Foto Colección Francisco Ramírez Tallón).

Fueron coetáneos suyos grupos con menor recorrido como Los Simbroni y Los Starfis, que junto con Blend’73, grupo liderado por Francisco Ramírez ‘Koky’, son el fiel reflejo de la inquietud musical de nuestros jóvenes por aquellos años. Su último local de ensayos estuvo en el Palmar de la Victoria, concretamente en una nave que les cedió la firma Firestone. Cuando tuvieron que abandonar este postrero refugio, se quedaron sin local de ensayo, y tras más de dos décadas repletas de ilusión por la música, comprendieron que había llegado el momento de dejar a un lado el micrófono de carbonilla, el esmoquin, la pajarita y la guitarra eléctrica,  dando así carpetazo definitivo al proyecto que iniciaron en una calle del corazón del Barrio Alto, y que aún hoy día pervive latente en la memoria colectiva de varias generaciones de porteños. (Texto: Manolo Morillo).

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Fachada de 'El Cortijo' (Infografía de Juan José Delgado Aguilera).

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Entrada principal de acceso al paseo de la Victoria.

Enrique Letang DrouillionEsta caseta fue construida por la Comisión Técnica de Fortificación de la Costa Sur, bajo la dirección entre otros de Enrique Letang. En 1946 el Ayuntamiento decide la ampliación de la misma aunque tenía todavía carácter provisional, ya que se compartía su uso, como caseta de feria, con los militares antes citados. Estos trabajos de ampliación se le encargan al contratista Antonio Herrero de los Reyes, con la indicación de aprovechar al maximo los materiales existentes, siendo el importe de estas obras  de unas 23.000,00 pesetas. Para la Feria de 1947 se vuelven a hacer modificaciones en esta caseta, que ya para se denominaría "El Cortijo". El importe de estas obras fue de una 20.000 pesetas, según el presupuesto de hizo el ingeniero municipal Enrique Letang, manteniendo aún carácter de provisionalidad. (En la imagen Enrique Letang Drouillon).

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La fachada de la Caseta El Cortijo, en plena Feria de la Victoria, convenientemente preparada para la ocasión;  vemos a varios paisanos vestidos para la fiesta. (Foto Colección VGL).

cartelferia_1948_puertosantamariaEn 1948, cuando el Ayuntamiento decide que sea un edificio permanente le encarga al mencionado ingeniero Letang que elabore un proyecto que finaliza en los últimos días de Enero y que ya era como lo hemos conocido los que tenemos cierta edad, con sus pérgolas y su fuente en forma de cruz. El presupuesto de este proyecto fue de 65.000 pesetas. (En la imagen, el cartel de Feria de Primavera de 1948).

Se le pide presupuesto, de nuevo, al contratista Antonio Herrero de los Reyes y se acepta en febrero del mismo año para que inicie las obras pertinentes. Tuvo unas variaciones durante la construcción, que fueron hacer un torreón lateral de dos alturas con un balcón y una hornacina donde se ubicaría una imagen de la Virgen de los Milagros.?En 1960 Encarnación Jiménez Espinosa, que era la arrendataria del edificio, solicita permiso al Ayuntamiento para construir un bar al fondo del edificio cosa que aceptó la Corporación Municipal, y así siguió has 1965 que fue la última feria que se celebró en la Victoria.

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Boda celebrada en El Cortijo, en septiembre de 1959 (Foto Carlos Pumar Algaba).

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Fuente de Cruz en el Paseo de la Victoria, con patos y chorros.

En verano ya hasta finales de los sesenta, del siglo XX, por las tarde/noches la juventud de aquella fecha nos ibamos allí a divertirnos ya que nos ponían discos para bailar; por aquel entonces estaba de moda José Luís y su guitarra, Nat King Cole, etc. Muchos noviazgo salieron de allí.

portadaferia2_puertosantamariaA finales de la década de los ochenta del siglo pasado se reprodujo la fachada y primer patio de El Cortijo en el recinto Feria de Las Banderas, como sede de la Caseta Municipal. A lo largo de estos último 20 años, la caseta ha experimentado diferentes  pinturas en su fachada, y conocido mejoras en su interior. Pero, habitualmente, no deja de ser solo eso: la caseta de Feria ya que rara vez se ha usado para algo más que  espacio de recepción municipal, comedor y actuaciones, en Las Banderas. (Textos: Vicente Gonzalez Lechuga).

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La imagen se corresponde con el curso 1923-1924 (el último de la "segunda época" del Colegio de los Jesuitas antes de su conversión en noviciado), y está tomada en el patio central del colegio de San Luis Gonzaga. El jesuita es el Padre Nicolás Campos de Torreblanca (1881-1963), que fue rector del colegio de 1920 a 1924,  e hijo de los marqueses de Iznate. Los internautas podrían ayudarnos a identificar a alguno de los 6 alumnos que aparecen en la imagen, cuya identidad desconocemos. (Fotografía: Archivo de la Provincia Bética de la Compañía de Jesús. Granada).

La distribución de premios que tuvo lugar en el colegio de San Luis Gonzaga de la Compañía de Jesús el 29 de mayo de 1924 fue el último acto académico del curso 1923-24. Pero fue algo más que eso. Entonces se ponía fin, además, a la llamada "segunda época" (1875-1924) de un colegio de segunda enseñanza de gran raigambre en El Puerto de Santa María. Aunque fundado en Puerto Real en 1864, la institución se había trasladado al año siguiente a El Puerto, funcionando en un inmueble provisional hasta su instalación en el edificio de la plaza del Ave María en 1867. Permaneció clausurado durante el Sexenio Democrático (1868-74), reabriéndose en septiembre de 1875, en los albores del reinado de Alfonso XII.

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Un total de 11 rectores gobernaron el colegio de San Luis a lo largo del medio siglo que duró su segunda época. Desde octubre de 1920 era rector el padre Nicolás Campos de Torreblanca (1881-1963), natural de Málaga, hijo del senador Antonio Campos Garín, marqués de Iznate. Durante los cuatro cursos de su rectorado hubo una media de 17 jesuitas destinados en San Luis Gonzaga (frente a un promedio de 40 en 1901-05) y de 150 alumnos matriculados, siendo internos en torno al 80% de ellos (muy lejos de la cifra récord total de 272 colegiales en 1881-82). Y es que en el verano de 1920, ante la escasez de personal docente jesuita, el anterior rector se había visto obligado a comunicar a las familias que en adelante sólo se admitirían nuevos alumnos de instrucción primaria y de primer curso de bachillerato (cuya duración era de 6 años). Sin embargo, el padre Campos se esforzó por mantener el esplendor de otros tiempos. De él parte en 1922 la propuesta de consagrar la ciudad al Corazón de Jesús y levantar un monumento conmemorativo.

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Visita a El Puerto de SAR el infante Don Carlos de Borbón y la infanta Doña María Luisa, Llegada al Paseo de la Victoria, donde se celebró un acto religioso ante la Capilla de los Caminantes. El alcalde de la Ciudad, Ruiz Calderón, portando el estandarte. 15 de ocubre de 1921. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

En junio de ese año se aloja en la residencia de los jesuitas Don Eustaquio Ilundain, arzobispo de Sevilla, de visita a la diócesis. El 21 de enero de 1923 se celebra en el colegio un "festival patriótico" en honor del infante Don Carlos de Borbón Orleáns (1908-36), alumno en el externado jesuita de Villasís (Sevilla). Al joven infante, hijo de Don Carlos y Doña Luisa (abuelos maternos del rey Don Juan Carlos), le fue concedida entonces la dignidad honorífica de Príncipe del Colegio.

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Sala de Visitas del Colegio San Luis Gonzaga.

Nada parecía indicar, pues, el inminente cierre del colegio cuando la Revista Portuense publica el viernes 30 de mayo de 1924 una crónica de los "brillantes" y "solemnes" actos de fin de curso celebrados el día anterior. Son las 6 de la tarde y en el abarrotado salón de visitas los alumnos y sus familias esperan la llegada de la presidencia, cuya entrada es saludada con la Marche Lorraine, que ejecuta al piano el maestro Legarra. Además del rector Campos presiden el acto el alcalde (Alfonso Sancho Mateos), el padre ministro (Francisco Gómez, S.J.) y el delegado gubernativo (señor Iribarren). Concurren también los padres Socorro, Martínez Ropero y Lambertini.

La distribución de premios comienza tras la intervención de los solistas Elías y Posadas. El padre rector da lectura a la extensa lista de premiados por su conducta y aprovechamiento "a mayor gloria de Dios, para esplendor de las ciencias, cultura de las letras y honrosa memoria de los alumnos del Colegio de San Luis Gonzaga." Es proclamado 'Excelencia de honor' José Ramón Lorente Pellicer, de 4º curso, obteniendo 'Premios de Excelencia' los estudiantes de 2º curso Álvaro Fernández de Castro Cabeza y Luis Arroyo Aznar. Los tres son muy aplaudidos al ocupar sus respectivos puestos en la tribuna destinada al efecto.

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Se intercalan piezas musicales, interpretadas por el coro de seises del colegio. Entre los galardonados figuraban portuenses como Juan Bootello, Luis Suárez, Manuel Rioja, Luis Cuvillo, Ramón Jiménez, Luis Merello, Jesús Merello, Eligio Pastor o Juan Piury. Cierra el acto el alumno de instrucción primaria Pedro de León Arias de Saavedra, que declama "de forma prodigiosa, con suma expresión y gusto" la poesía titulada Despedida a la Virgen.

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Procesión de los alumnos portando hachones encendidos, en el patio central del colegio.

El público se traslada después a la iglesia del colegio, donde tiene lugar un tedeum. Terminado éste se organiza una procesión de todos los alumnos, que portan veladores encendidos. José R. Lorente lleva la bandera de la congregación. Otros niños portan los pasos de San Estanislao y de la Inmaculada. Entre el ruido de cohetes llegan las imágenes al patio central. La Banda Municipal ejecuta entonces la Marcha Real y se incorpora a la procesión en su recorrido, por la galería izquierda, hasta el jardín. Allí, ante la gruta de San Ignacio, se hace estación y se cantan unos villancicos de Eslava. Vuelven al patio por la galería opuesta. Nueva estación y cantos corales. De regreso en el templo, finaliza la ceremonia con el canto del Adiós a la Virgen.

sangregorio_iznateIZNATE
Iznate es un pequeño pueblo de la Axarquía, limitado por Macharaviaya y Benamocarra, de la que le separan menos de cinco kilómetros.
El núcleo urbano tiene su centro en la Plaza de los Dolores, patrona de los iznateños y su edificio más importante es la iglesia de San Gregorio VII, construida en el s. XVI, que sobresale del resto del pueblo. A mediados de este siglo, el padre jesuita Nicolás Campos de Torreblanca, hijo de los marqueses de Iznate, donó gran parte de su caudal para la restauración del templo, de innegable arquitectura mozárabe. Además, donó a la parroquia un cuadro de San Francisco de Paula, atribuido a Zurbarán, una copia del Correggio y una Dolorosa, y un Salvador del s. XVII, que dotaron a la parroquia de una riqueza artística extraordinaria. (En la imagen, la iglesia de San Gregorio VII). (Textos: Bernardo Rodríguez Caparrini. Dr. en Filología Inglesa).

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