Saltar al contenido

11

anotniobenjumedaabreu_01_puertosantamaria

El desaparecido farmacéutico de la Plaza de Juan de la Cosa -de la Plaza de Bizcocheros- de toda la vida, Antonio Benjumeda Abreu, hijo de Antonio Benjumeda Martínez de Pinillos y Milagros Abreu Fernández, nació el 13 de Abril de 1929, siendo el mayor de diez hermanos. Desde muy joven fue muy aficionado a todas clases de deportes, llegando a ser, con los años -en 1975- vocal de Deportes de Vistahermosa Club de Golf, organizando competiciones de alto nivel. Simpático donde los hubiere y chistoso, le sacaba punta a todo -el sentido del humor y el ingenio porteño corría por sus venas- e incluso,  a sus hermanos les tenía puesto un apodo a cada uno. Fue concejal de la última Corporación Municipal previa a la llegada de los ayuntamientos democráticos. Nos dejó el 13 de Junio de 2007, con 78 años de edad. En Abril de 2008 Vistahermosa Club de Golf organizó un memorial de Tenis y Padel que lleva su nombre.

The good old departed pharmacist from Plaza de Juan de la Cosa - Plaza de Bizcocheros (Cake Makers’ Square), Antonio Benjumeda Abreu, son of Antonio Benjumeda Martínez de Pinillos and Milagros Abreu Fernández, was born on the 13th of April 1929, the eldest of ten siblings. Right from a young boy he was always a huge fan of all types of sport, becoming, over the years, in 1975, a board member of the Vistahermosa Golf Club, organising high level competitions. One of the nicest persons you can come across and funny too, he could make a joke out of anything – he had the porteño sense of humour and ingenuity in his blood. He even had nicknames for all his 9 brothers and sisters. He was town councillor on the last Town Council under Franco before Spain embraced democracy. He passed away on the 13th of June 2007, at 78 years old. In April 2008 Vistahermosa Golf Club organised a Tennis and Padel Memorial in his memory.

josebenjumedagensEs descendiente directo de José Benjumeda y Gens, médico, nacido en Cádiz en Junio de 1787 y fallecido el 27 de Abril de 1870, (cuadro a color de la izquierda)  y de José Antonio Benjumeda y Fernández, también médico, nacido y fallecido en Cádiz en 1817 y 1888, respectivamente. (Fotografía debajo del cuadro a color).
Desciende, igualmente del arquitecto neoclásico, escultor, académico y militar, Torcuato José Benjumeda Laguada, (1757-1836), quien aunque nacido en El Puerto vivió en Cádiz capital, siendo apadrinado por Torcuato Cayón de la Vega, Maestro Mayor de Obras de Cádiz, al que sustituiría en el cargo a su muerte. La capital de la joseantoniobenjumedafernandezprovincia y otros municipios de la Bahía contienen multitud de obras de este apreciado arquitecto, tanto de índole civil como religioso. El  baldaquino del Altar Mayor de la Iglesia Mayor Prioral está firmado por él, al estilo del gaditano Oratorio de la Santa Cueva o la Catedral de Cádiz, obras igualmente suyas. En 1820 fuez responsabilizado, como Arquitecto Mayor, del derrumbe de la Plaza de Toros, permaneciendo inhbilitado durante cuatro años. Es el autor del edificio de la Cárcel Real y del diseño y ensanche de plazas gaditanas. Las inspiración arquitectónica de Benjumeda se corresponde a una línea italiana neoclasicista que que alcanzaría un gran enraizamiento en la España del cambio de siglo  XVIII al XIX. (En la fotografía coloreada, el baldaquino del Altar Mayor de la Iglesia Mayor Prioral).

Pero ya centrados en nuestro protagonista, Antonio, éste estudió Bachillerato en el Colegio de San Felipe de Neri, en Cádiz, regentado por los Hermanos Marianistas, viviendo durante esa época en casa de sus abuelos maternos.  Desde su juventud ha contado con infinidad de amigos de todas clases, tanto de sus estudios sdiezbenjumeda_villajulia_puertosantamariacomo de su Ciudad. Como hemos señalado, desde jovencito tenía una gran afición a toda clase de deportes. Tenía presente la máxima “Mente sana en cuerpo sano”.

A principios de la década de 1940 del siglo pasado, en sus ratos libres y en vacaciones se dedicaba a correr en ropa de deportes por la carretera de Sanlucar, ya que por entonces su familia vivía en Villa Julia -hasta que la familia se trasladó a vivir a la calle Larga, 50- y se cuenta, como anécdota, que los vecinos de la zona comentaban “Que pena del hijo mayor de Don Antonio que se le ha ido la cabeza”, pues en aquellos años no era muy frecuente ver una a persona corriendo por la carretera en pantalón corto, es decir  no se hacía footing. (Ilustración: Villa Julia. Acuarela de Santiado Díaz Benjumeda).

antoniobenjumedaabreu_02_puertosantamaria

Una vez terminado el Bachillerato con la Reválida de aquellos tiempos, en Sevilla, se matriculó en Farmacia en la Universidad de Granada, y allí fue donde empezó a hacer deportes de competición: atletismo, fútbol y rugby. Participó en unas olimpiadas universitarias en Granada, compitiendo en Pentalón.  Llegó a ser campeón nacional de 400 metros lisos. (En la fotografía, Antonio recorriendo los 400 metros en los que resultó ganador).

Los fines de semanas se dedicaba a jugar al fútbol en equipos de los pueblos de la provincia de Granada, jugaba de delantero y los defensas les tenía mucho miedo porque como era tan rápido les costaba mucho marcarlo, y llegó incluso a jugar en 3ª división, en aquella época no existía la 2 B, sino que de 3ª pasaban a 2ª. También llegó a jugr al Rugby. Estando en la Universidad de Granada fue delegado de deportes, cosa que le ocasionó algún que otro disgusto ya que tuvo que dejar fuera de los equipos a algunos de sus compañeros por no encontrarlos suficientemente válidos para las competiciones.

partidocontratoreros_01_1970_puertosantamaria

1970. Partido de aficionados contra toreros. Campo de Fútbol del Rácing. De izquierda a derecha de pie: Manuel Jarque 'Chicharito', Manuel Ruiz Chaparro 'Botica', José Antonio Lojo Rodríguez, Luis Sucino Rico, Caco, Ramón Gil Sánchez 'Suárez', un policía desconocido, Ignacio Valimaña Lechuga 'Vali', Pedro López de Tejidos López. El del puro un antiguo ditero. Agachados: Pinto Muñoz 'Tagarnina',  Julián Montero Fuentes, José Peregrina 'el Barato', Antonio y Joaquín Miranda, Salvador Ortega Mallen, 'el Patilla', Sebastián Marroquín Gómez y Antonio Benjumeda Abreu. (Foto Laurá).

partidocontratoreros_1970_02_puertosantamaria

El equipo de los toreros que se enfrentó al anterior: De pie: Manuel Caballero Bazo, colaboró con el equipo ya que no fue torero, torero desconocido, Antonio González Sabio, Paco Ragel,  Antonio Morales, Francisco Heredia y un banderillero de la cuadrilla de Galloso. Agachados: Felipe Romo, cuñado de Antonio González Sabio, José Cañas Bejarano (Cañita), Leopoldo López León, subalterno de Galloso, José Luis Feria Fernández, 'Galloso' Francisco Ruiz Miguel, torero de San Fernando y José Martínez Limeño, torero de Sanlúcar de Barrameda.

antoniobenjumedaabreu_03_puertosantamaria

Antonio Benjumeda, ganador de la Copa Caballero del Tiro de Pichón porteño, con Luis Cabellero Florido, haciéndole entrega del Trofeo. (Foto 27 de junio de 1969).

También era muy aficionado al tiro de pichón, ganando muchos premios. El que más ilusión le hizo fue cuando ganó la Copa de Caballero en 1969. E igualmente, aficionado a la caza tanto menor como mayor, contando con muchos trofeos.  Una de sus grandes ilusiones eran cuando llegaban la época de las tórtolas y palomas torcaces se iban él y sus amigos a Extremadura, al campo que tenía su suegro en la provincia de Badajoz y que se llamaba el “Cincho”, muy cerca de Montijo.

plazajuandelacosa_02_puertosantamaria

plazajuandelacosa_01_puertosantamaria

plazajuandelacosa_03_puertosantamaria

escudofarmaciaUna vez obtenida la licenciatura en Farmacia abrió una Botica en la Plaza Juan de la Cosa, en un pequeño local que había justo a lo que hoy es la casa del dueño del Bar La Draga, frente donde vivió Luis Péculo,  trasladándose posteriormente a la esquina de la Calle La Palma y Plaza de Juan de la Cosa -antes Plaza de Bizcocheros-, donde permaneció 50 años hasta su jubilación. Como se puede apreciar en las fotografías en blanco y negro, existía una valla con jardín, donde luego se construiría un edificio de dos plantas, que sería donde se ubicaría la Farmacia. Ésta en la actualiadad la farmacia  se encuentra cerrada.

Se casó con Victorina Arrobas Vila, pacense natural de Montijo  y tuvieron seis hijos, por los que el matrimonio, con constancia y tesón, trabajó con ellos para que obtuvieran cada uno  una carrera que les posibilitara enfrentarse al mundo laboral con una titulación debajo del brazo. Así, Antonio es psicólogo; Agustín, Ingeniero Naval; Carlos, periodista e historiador, actualmente trabajando en la Delegación porteña albarelode Diario de Cádiz; Luis, farmacéutico; Pablo el cual, aunque sus padre se empeñaron en que estudiara una carrera optó por la navegación, dedicándose a Regatas de Alta Competición y en la actualidad está a cargo de una flota de yates en Palma de Mallorca; y Miguel Ángel, también farmacéutico.

ayuntamientoviejo_puertosantamariaFue concejal de la última Corporación Municipal antes de  la restauración de los ayuntamientos democráticos, ostentando el cargo de delegado de Sanidad. Fue mérito suyo que el Hospital de San Juan de Dios -hoy abandonado a su suerte- siguiera abierto atendiendo a los pacientes después que las Hermanas de San Vicente de Paul se marcharan atendiendo, igualmente a los enfermos de Beneficencia, facilitando médicos y medicinas para los necesitados. Nombra, a la sazón, como encargada de la organización del Hospital a Angeles Izquierdo, Vda. de Félix Pérez Peral, de quien guardaba una grata memoria por su ejecutoria profesional.  En unas de las Comisiones Permanentes del Ayuntamiento, el equipo de gobierno propuso trasladar el cementerio a la carretera de Sanlucar --donde aun quedan restos de su construcción-- a lo que Antonio se opuso con rotundidad, dado que la capa de nivel freático se encontraba muy próxima a la superfice, no siendo un terreno apto para las inhumaciones. Pero ya el gasto, inútil, estaba hecho... (Foto: Ayuntamiento antiguo, 1979. Foto Rafa. Archivo Municipal).

ultimopleno_2_puertosantamaria

En la fotografía, Antonio -primero abajo por la izquierda-, concejal de Sanidad posando en el Salón de Sesiones tras el último Pleno Municipal celebrado en el Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral. De izquierda a derecha los concejales: Antonio Benjumeda Abreu, Manuel Lojo Espinosa, Camacho, Diego Mora, Jaimen Fernández Criado, Secretario General, Manuel Martínez Alfonso y Aponte, Interventor. Fila de arriba, de izquierda a derecha: Francisco Manzano Ortega, Juan Ponce, Rafael Sevilla López, Antonio Cólogan Osborne, Fernando T. de Terry Galarza, Javier F. Merello Gaztelu, Eligo Pastor Nimo, Enrique Pedregal Valenzuela, Manuel Pérez Pichaco, Federico Aguirre, Oficial Mayor. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

ultimopleno1975_puertosantamaria

En la fotografía, Antonio -segundo por la izquierda-, durante la celebración del último Pleno de la Corporación en el edificio del Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral. 13 de diciembre de 1975. Foto Rafa. (Archivo Municipal).

antoniobenjumedaabreu_puertosantamaria

Antonio es recordado como una persona buena, muy deportista, con ese humor a lo Muñoz Seca al que hicimos referencia, que ayudó a cuantos pudo y, como padre, sumamente implicado junto con Victorina, su mujer,  en la educación en valores de sus hijos; alguien avanzado para la época, con una mente privilegiada al igual que la tuvieron sus antepasados. (Todas las fotografías, salvo la del Archivo Municipal, pertenecen a la colección de Vicente González Lechuga).

1

caballoblanco_24121965_puertosantamaria

En un anuncio de hace 43 años: el Motel El Caballo Blanco, hoy cerrado por unas obras que no terminan de arrancar, ofrecía una Cena-Cotillón Fin de Año. Los precios de entonces nada que ver con los de ahora: 500 pesetas la Cena Cotillón frente a los 175 euros por el mismo concepto en un hotel de la Ciudad tal noche como ésta.

lavozdelabahia_24121965_puertosantamaria

El chiste de Vicente Morató Martínez en La Voz de la Bahía de diciembre de 1965, parodiaba la serie que estaba de moda 'El Fugitivo' con David Jansen en la foto pequeña del teleprograma.

felicitacioncanitas_1972_puertosantamaria

De esta manera, con este poema de José Luis Tejada dedicado al torero, felicitaba las fiestas el novillero desaparecido José Cañas 'Cañitas', con una referencia a su apoderado madrileño Rufino Benito. Año 1972.

felicitacionterry_puertosantamaria

Anuncio publicitario con el que la bodega Fernando A. de Terry deseaba a sus innumerables amigos y clientes Feliz Año Nuevo.

felicitacion_basurero_puertosantamaria

Tarjeta genérica del Gremio de los Basureros. Casa a casa dejaban la tarjeta por ver si conseguían un aguinaldo.

25

soledadpenamesa_01b_puertosantamariaSoledad Peña Mesa, conocida como Sole, nació el 22 de febrero de 1940 en la calle San Sebastián, 36, casa en la que vivió y parió a los siete hijos que tuvo con Ramón Espinosa Rodríguez, su marido ya felizmente jubilado, hasta que  hace 16 años decidieran irse a vivir al campo, por la Carretera de Sanlúcar, a Los Perales. Soledad es hija de Calixto Peña Gomez, matarife de cierto renombre en El Puerto al que le hacían encargos importantes en cuestiones de matanza de reses el cual,  en su senectud cuidaba de la huerta de los Jesuitas junto a la Plaza de Toros y de Dolores Mesa Ferrari. Es la sexta de siete hermanos: Joselete. ya fallecido, trabajador incansable y muy querido por sus compañeros del Ayuntamiento, Paco, el cual trabajó durante años  en la tienda y almacén de Joselito del Bar Jamón, en la calle Postigo esquina con Capillera, Calixto, Dolores, Milagros, Soledad y Juan. Su madre tenía un puesto de frutas y hortalizas en la calle Sierpes primero, luego en el Mercado de Abastos, con el número 102 y en su casa de la calle San Sebastián. Conserva una voz muy suave, la que quizás utilizara para arrullar a sus siete hijos en noches difíciles y duras vividas en el Barrio Alto de El Puerto, pero guarda un grato recuerdo del pasado. (En la fotografía, Soledad en la actualidad, el pasado verano de 2008).

soledadpenamesa_03_puertosantamariaLa fotografía de la izquierda está tomada en la boda del mayor de los varones de Soledad. Corría el año de 1994. De pie, de izquierda a derecha: Carmen, Dolores, nuestra Soledad, los novios Ramón y María Sánchez Ponce, el marido de Soledad también Ramón, y Manuela. Agachados, Juan, Calixto y Antonio. La mayor de Soledad está casada con Antonio Carbonell López, Secretario de la Cofradía de Pescadores y la segunda, Dolores, con Antonio Mancheño, de “los caballitos del Parque”. Una descendencia, una prole lo suficientemente amplia como para homenajear a la madre que los parió, en estos tiempos de familias mínimas. Tiene 14 soledadpenamesa_02_puertosantamaria1nietos: Vanesa, Lorena, Jesus, Jorge, Raquel, Mara, Tania, María, Beatriz, Roshan, Sheila, Ana, Irene y Alba.

Soledad recuerda que en la vecindad de las calles San Sebastián, Capillera, Postigo y en muchas casas de El Puerto se tejían mallas de seda para los brandys de las Bodegas de Fernando A. de Terry. Labor artesanal en tiempos de verdadera necesidad. Ella tejió muchísimas y las llevaba a la calle las Cruces, allí se las pesaban y tramitaban las cantidades acordadas. Recuerda nuestra protagonista que «en aquellos tiempos la convivencia era muy bonita en los patios de las casas de vecinos. Nos juntábamos grupos de muchachas y vivíamos un buen ambiente, mejor que el de ahora, donde las amigas competíamos a ver quien hacía mas en menor tiempo, sin bajar la calidad. Yo llegaba a hacer cuatro docenas diarias, y estaba deseando que llegara mi novio Ramón» -con el que lleva 49 años casada- «para que me ayudara a ensartar y a hacer los nudos de las mallas». (En la fotografía, una joven Soledad, en los tiempos en que hacía mallas para las Bodegas Fernando A. de Terry, con poco mas de 20 años).

mallasterry_01_puertosantamariaLAS MALLAS DE TERRY.
Antiguamente existía un medio para ayudar a ganar unas pesetas en las casas humildes en El Puerto que era hacer las mallas para las botellas de Brandy de las Bodegas Fernando A. de Terry. Esta ayuda económica facilitaba que las jóvenes no tuvieran que salir a trabajar en casa ajena como servicio doméstico. Así, las mallas se elaboraban manualmente en las casas y los patios de vecinos , ganándose así un dinero extra a la semana que servía de ayuda al jornal del cabeza de familia. Dicho sea de paso, la familia Terry Merello, propietaria de la firma bodeguera, también colaboraba ede sta forma con las familias porteñas creando empleo femenino y ayudando a la precaria economía de las familias de la época. De todos es sabido la 'línea social' de esta bodega la cual era un referente en el mundo de la vid, en su apogeo del siglo pasado. Cuando los sindicatos de otras bodegas reclamaban determinadas mejoras sociales, los empleados de Terry ya gozaban de lo que otros demandaban, desde hacía tiempo. (La ilustración corresponde a un anuncio en prensa escrita, donde aparece una señora realizando la labor de las mallas).

mallasterry_03_puertosantamariaLas mallas se realizaban con hilos de seda, una aguja lanzadera, un clavo que hacia la función de mallero y con la medida de un billete de tren de aquella epóca, ya que con él se podían tejer los nudos de los tres tamaños de botellas que entonces estaban en el mercado. El hilo se enganchaba en una anilla y ésta a su vez en el respaldo de una silla, para poder trabajarlo mas cómodamente. Una vez finalizada la faena, se llevaban a la casa familiar de las hermanas Terry, que vivían en la calle San Juan esquina con Cruces, y por una puerta de esa calle, ellas se encargaban, primero de entregarte la seda para las labores y de recibirlas después de elaboradas y probarlas en las botellas para asegurarse de que estaban realizadas correctamente. Había que entregar al peso, la misma cantidad en mallas, por una parte y cabos y pelusas, por otra, que la recibida en seda. Una vez hecha la comprobación entregaban un recibo por el importe total y, con este recibo, había que personarse las oficinas de Bodegas Terry, en la Plaza de los Jazmines, al final de la calle Cielos, a cobrarlo, siendo los días de cobro, los lunes. En la fotografía, las herramientas necesarias para la confección de las mallas: mallasterry_02_puertosantamariaclavo mallero, aguja lanzadera y un billete de tren antiguo, con las muescas señaladas para cada tio de malla. Por cierto que es un billete de 3ª clase, núm 04253, correspondiente a un trayecto de El Puerto de Santa María a San Fernando, que costó 4,50 pesetas. (Fotografía de las herramientas: Coral Piá Oviedo. La ilustración de la derecha corresponde a un cartel publicitario de Centenario Terry).

Aparte de los tres tamaños de botellas también existían mallas de diferentes colores:

  • Amarilla, para las botellas de brandy Centenario
  • Verde, para las botellas de brandy Competidor
  • Blancas para las botellas de brandy V.O.
  • Rojas y amarillas, para las botellas de brandy Terry I

botellinterry

Un dato interesante a destacar es que cada color lo pagaban a un precio diferente a pesar de tener todas el mismo trabajo. El argumento era que cada brandy tenía un precio, así que si el brandy era barato, la malla también y si su precio era mayor, la malla se pagaba, igualmente, a un precio superior. Entre 1,50 y 2,50 pesetas, la docena. (Fotografía: un botellín de Centenario Terry).

Nuestro agradecimiento a Coral Piá Oviedo, por la información facilitada para confeccionar este artículo sobre las Mallas de Terry.

mallaEl año 1905 fue de una gran hambruna en nuestra Ciudad. Un buen día, doña Pepa Cuvillo, en su casa de la esquina de la calle San Juan, esquina Cruces, se dedicó por la mañana a confeccionar una malla de seda amarilla sobre una botella de coñac.  Al mediodía cuando su espeso don  Fernando de Terry Carreras llegó a comer, su esposa le mostró lo que había hecho.Él se entusiasmó al ver la botella y entre los dos decidieron que las botellas de coñac de su casa llevarían ese adorno y concluyeron que dándolo a confeccionar a las mujeres de El Puerto colaborarían a paliar la miseria que existía. Y así fue porque muchas familias se dedicaron a hacer mallas.

1

carmenes_refinodelosmuertos_puertosantamaria

María del Carmen Fernández González, nacida en 1935 en una de las dependencias del Palacio de los Duques de Medinaceli -justamente donde hoy está la Cervecería La Cañita, en la calle Micaela Aramburu- es la propietaria de un antiguo Refino fundado el 8 de diciembre de 1847 por su tío Enrique Rodríguez. Es hija de Pedro Fernández, “el de los Dos Compadres” empresa que se dedicaba a la exportación de Pescado, el otro compadre era el de “La Abuelita»; su padrino Pedro Palacios, pescadero, organizó un bautizo que duró una semana. Casó con el arcense -pero portuense de toda la vida- Antonio Carmona Romero, conocidísimo por su trabajo como oficial del Juzgado quien, además, era sobrino del párroco de la Prioral, D. Antonio Cía Moreno. (En la fotografía, María del Carmen Fernández González con su hija María del Carmen Carmona Fernández, en el Refino).

combinado_enriquemuertos_puertosantamaria

Foto de la Izquierda: Maria del Carmen Fernández González con su marido, Antonio Carmona Romero, en la Plaza de los Jazmines; detrás a la derecha, podemos vislumbrar al desaparecido y añorado coleccionista Ramón J. Bayo Valdés. Foto de la derecha: D. Antonio Cía Moreno.

capillavirgenmilagros_puertosantamaria

Nuestra protagonista ha tenido y tiene cinco hijos: Magdalena, Antonio, Tere, Rafi y Mari Carmen, la mas pequeña casada con el droguero Roque Morales Jr.- que es quien en la actualidad le ayuda en la tienda. (En la imagen de la izquierda, capilla con la imagen de la Virgen de los Milagros, que preside el establecimiento).

Enrique Rodríguez García, Enrique “el de los muertos” 'o el de las cajas de muertos', casado con Rafaela González Castellano quería dejarle un medio de vida a su sobrina, huérfana, y entendió que el Refino sería un medio aceptable para asegurarle el futuro. Enrique Rodríguez tenía una carpintería, en la que se elaboraban, entre otros bienes muebles,  las “cajas de muertos”, en el mismo sitio donde hoy se encuentra el Refino; por cierto que Enrique confesaba que el nunca tocó un cadáver: los medía  por aproximación, desde arriba. Decide pues, trasladar la “industria de los ataudes” a otro local y en la accesoria que quedó libre inauguraba, el día de la Inmaculada del año 1947 de posguerra, “Casa Rodríguez” cuando María del Carmen tenía 12 años. Allí se vendían por aquel entonces labores del hogar, pasamanería, juguetes, muñecos de nacimiento -que era como se denominaban las figuras del Belén- del recién fallecido Ángel Martínez (1882-1946), perfumes, quincallería,... En la actualidad, el género que se encuentra en el establecimiento situado en la calle Ricardo Alcón, antigua Correos, es específicamente de labores de costura y ropa menuda, aunque con 1537451796_4a444b6bd7algunos interesantes productos que se salen de esa clase, como vamos a ver. Pero al Refino, se le ha quedado para los restos como 'el de los muertos'. (Fotografía: Enrique Rodríguez García).

MAS DE MIL REFERENCIAS.

Si necesita usted un botón de chaqueta, de chaleco, de jersey, de pastillita, de pantalón vaquero, de tiradera, de camisa, de tirantes, de trenka, de gabardina, de abrigo, de niño, de rebeca, de fantasía, de... aquí lo encuentra seguro. Y bobinas de hilos de colores, ovillos de hilo, madejas de hilo y de lana. Agujas de ganchillo o croché, agujas de coser lana, agujas de ciega, agujas capoteras, agujas de zurcir, agujas de sastre, agujas de ensartar perlas. Y agujas de máquinas de coser: de coser, de bordar, de vaqueros, de punto... Alfileres, imperdibles, macasar (modernos alfileres para sujetar las2284830784_a13c9c394f_m telas que cubren los sofás). Cinta de algodón, al biés, de raso, de nylon, de falla, organdí, de saco, de piquillo, de galón dorado, de galón de marinero, de galón de lana. Cintas de cortinas: de fruncir, de velcro, de ojete, de riel. Cintas de lazo. Broches, corchetes, hebillas.

Elásticos de liga de novia, de cordón, de dos cordones (soutage), de doble ancho, de calzoncillos, de ojales. Pañuelos de cuello, pañuelos de nariz, pañuelos de bolsillo superior de la chaqueta. Calcetines y medias. Guantes para el frío. Guantes de penitente. Tirantes de caballero. Ropa de niño chico.  Abanicos. Cremalleras. Tijeras. Horquillas de rodete y de clip. Pasadas, cintas y redecillas para el pelo. Crepé (relleno para dar mas volumen al pelo, aunque ahora existen artículos mas modernos). Castañuelas. Bolsos para pura-lana1labores. Costureros. Espejos. Paraguas. Tijeras. Dedales de muchas calidades y materiales. Bastidores para bordados. Petit Point en Láminas. Revistas de Costura. Libros para labores: punto de cruz, ganchillo, bordado, de bebé. Tiras de Velcro. Cañamazo y esterillas para labores. Lanzaderas de Frivolité. Borlas, espumillas, abrazaderas, cordones, galones, llaveros y flecos...

fray_leopoldo_de_alpandaireEL VENERABLE FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE.
Podríamos decir que en el Refino, Carmen tiene un santuario de “objetos preciosos” relacionados con Fray Leopoldo de Alpandeire, el venerable fraile capuchino al que tantos portuenses tienen devoción y que ya ha sido elevado por la Iglesia Católica a la dignidad de “Siervo de Dios”. Prueba de ello es que Carmen ha vendido cuatro paquetes de lotería de Fray Leopoldo y de 300 almanaques para el año 2009, apenas le quedan 20. Pero no solo eso: medallas, rosarios, estampas, alfileres, llaveros, dedales, placas de coche, figuras de barro, cruces y hasta escapularios que no le ha dado tiempo de poner en el escaparate pues se le acabaron recién abierto el paquete... ¡Ay, el merchandaising de la santidad! Escribe Antonio Burgos, devoto del capuchino: «En la cartera de muchos andaluces, en el monedero de muchas andaluzas, la estampa de Fray Leopoldo. Quienes la llevan, en la mayoría de las veces ni siquiera saben quién fue Fray Leopoldo. Como no saben apenas el nombre de San Martín de Porres, pero llevan en el monedero su escoba, que trae las perras seguras, y los billetes, ciertos. O como apenas saben quién fue Sor Angela de la Cruz, pero colocan flores en su monumento. Hay tanta romanidad en Andalucía que tenemos hasta nuestros diosecillos familiares y cercanos, nuestros lares y penates cristianizados. Estos santos de andar por casa. Santos como de casa y como de la familia. Santos de las penurias y de las carestías en la Andalucía del hambre.»

cajaloteria_13564_puertosantamaria

EL TENIENTE DE LA FAMA.
María del Carmen Fernández González es nieta de José González Gallardo, “el Teniente de la Fama”, un teniente del ejército al que le tocó la lotería jugando al número 13564, número al que está abonada todavía su nieta. Con el dinero del premio: 25.000 pesetas de 1915, se compró por la carretera de Sanlúcar, ya en el término municipal de Jerez, un finca por nombre “La Fama”. De esta manera a su abuelo le quedó el mote para siempre.
En la fotografía adjunta se puede ver la caja -en muy buen estado- donde estuvo guardado a buen recaudo, con lacre y todo el décimo de lotería premiado. «En esta caja y en poder del Banco Español tuve depositado el décimo número 15364 del sorteo del 11 de noviembre de 1915 por el cual cobré 25.000 pesetas el día 24 de noviembre. José González»

5

jorgethuillierperez_puertosantamariaJorge Thuillier Pérez, porteño nacido en la calle Santo Domingo 28, desciende de una familia bodeguera de origen inglés que se estableció en nuestra Ciudad en 1840, al socaire del negocio de la crianza y exportación de vinos. Jorge, profesor de Instituto, anda muy vinculado a Sevilla, donde vive e imparte clases en el Instituto trianero G.A.Becquer, donde en la actualidad es Jefe de Estudios y profesor de lengua castellana, literatura y taller de Teatro. Licenciado en Filología Moderna, no pudo acabar la carrera en la facultad de Cádiz, como había prometido la administración académica de la época y en Sevilla terminó los cursos 3º y 4º. Allí conoce a los socialistas Rodríguez Ibarra, Paco Fuentes y a un brillante Alfonso Guerra, quien con dos carreras a sus espaldas y regentando la Librería Machado, era el único que se atrevía a mostrar su desacuerdo en las aulas con el profesor de turno, e incluso proponer temas de debate durante las horas de clase. Su otro compañero porteño, en Cádiz, Emilio Flor, consiguió la licenciatura en la Universidad de Salamanca. Durante 18 años ha compatibilizado la docencia a los más jóvenes con la formación al profesorado. Su vinculación con El Puerto es de amor odio, pues entiende que la Ciudad que lo vio nacer, y a la que vuelve con frecuencia, prefiere olvidar su pasado y dejar que duerma el sueño del olvido, “quizás por el nombre que, no por casualidad, tiene nuestro río”, afirma. Está casado con Victoria Nieto, hija de Manolo Nieto, el Jefe del Despacho Central de Renfe de siempre: la oficina que había frente al Parque Calderón. Tiene dos hijos: Sergio y Raul, rompiendo la tradición de los Jorges en la familia desde que el primer George Thuillier Burrow llegara a nuestra Ciudad al filo de la mitad del siglo XIX. (En la fotografía, Jorge Thuillier Pérez, en el catamarán sobre el río Guadalete -río del Olvido-).

jorgethuillier_becquer_sevilla

Jorge Thuillier, sentado a la izquierda, con los miembros del Departamento de Lengua Castellana y Literatura (hasta el curso pasado) del Instituto de Enseñanza Secundaria Gustavo Adolfo Becquer de Sevilla.

ATENEO DEL VINO.
Es presidente del Ateneo del Vino desde su fundación, en diciembre de 2002, cargo que dejará en próximas fechas y que tiene entre sus fines “Promover y defender el patrimonio cultural que representa el mundo del vino, en sus aspectos productivos, lúdicos, arquitectónicos, artísticos etc. e instar ante la sociedad en general y ante las instituciones y Autoridades en particular, cuantas peticiones, acciones o pronunciamientos fueran necesarios en orden a la defensa de la cultura del vino”.

campodeguia_01_puertosantamaria

Campo de Guía: Río Guadalete, Palacio del Marqués de la Cañada. Ermita de Guía. Vista parcial del Plano de proyecto ubicación de unos cuarteles de entrenamiento militar, en los muladares de la Ciudad, que con el tiempo sería ocupado por el urbanismo bodeguero del XIX. (Ilustración del Archivo Militar de Segovia).

thuillier_quina2_puertosantamariaEl Ateneo del Vino alegaba ante el Plan General de Ordenación Municipal que «En general todo parece promover la desaparición del rastro de la actividad bodeguera en la zona de Campo de Guía, con la consiguiente perdida de identidad y valores, para la ciudad y la cultura del vino. En orden a que esto no suceda, ya que sería una perdida irreparable para la identidad colectiva, el desarrollo turístico y el patrimonio edificado, solicitamos sean tenidas en consideración una serie de alegaciones que realizamos y se establezcan las determinaciones urbanísticas que permitan la pervivencia de los edificios de bodegas con su volumetría actual y usos acordes con su interés arquitectónico, sin olvidar apuntar la responsabilidad moral que recae en los gestores de la ciudad que decidan borrar una huella de tanta raigambre e importancia.» Pero Jorge no es muy optimista ante la desgana generalizada con el mundo del vino y su cultura. «En El Puerto solo quedan francotiradores de la cultura que, individualmente, luchan por la supervivencia de nuestras señas de identidad.

georgethuillierburrowLOS THUILLIER EN EL PUERTO. GEORGE, EL FUNDADOR.
El tatarabuelo de Jorge, George Thuillier Burrow, había venido desde Exeter, Condado de Evon, Inglaterra, a mediados del siglo XIX, acaso dejando atrás una familia con la que no volvió a tener lazos, estableciéndose en El Puerto. La leyenda familiar, afirma que se instaló con su amante Ann Bradhaw y el primero de los hijos que tuvo con ésta, Lucía, para luego engendrar a otros vástagos ya en España: Adolfo, Augusto, Laura, Eduardo y Julia. No se sabe a ciencia cierta si compra una bodega fundada en 1840 o es el mismo George su creador en esa fecha. Manejaba negocios de movimientos de dinero y banca y el floreciente comercio de los frutos de la vid se presenta ante sus ojos. El caso es que, ya metido en el mundo de la vinatería y la exportación, se dedicó a hacer vinos de autor, siendo premiados sus caldos en los certámenes de Madrid , en 1857 y en París, en 1878. Sus restos mortales se enterraron en el Cementerio Inglés existente en la carretera de Jerez, situado donde hoy se encuentran los aparcamientos del Centro Comercial El Paseo. Inexplicablemente el Camposanto que servía de última morada a los emigrantes ingleses que no se convertían, fue destruido mediante un extraño acuerdo entre el Ayuntamiento y el Consulado Inglés, finalizando la década de los noventa del siglo pasado. El Cementerio Protestante y su demolición, darán para otro reportaje, en su momento. (En la imagen George Thuillier Burrow.  Foto: XXXXXXX y L. Hernandez. Ancha, 12. Cádiz).

edwardthuillier_logo2_puertosantamariaEDWARD THUILLIER BRADHAW.
La familia afirma desconocer por que razón, el bisabuelo de Jorge, Edward Thuillier Bradhaw, tercer hijo varón y quinto de los seis hermanos que formaron el núcleo familiar, fue el segundo Thuillier que gestionó los intereses bodegueros de la firma, ahora denominada Edward Thuillier. Aunque es bien cierto que también aparecen etiquetas del apellido familiar, con el nombre de Augusto Thuillier, posiblemente debida a una escisión de la firma, pero esa línea familiar no tiene continuidad. En los membretes de la empresa, tanto en español como en inglés, se deja constancia de la fecha del litografia_thuillier_puertosantamariaestablecimiento de la bodega: 1840 así como su vocación exportadora al mundo de habla inglesa. A los 29 años, ya casado, vivía en la calle Palacios, 59. Era una persona culta e instruida, que poseía una amplia biblioteca bilingüe, y que, además se dedicaba a la docencia: dirigía una Academia de Segunda Enseñanza, aficionado  a la pintura y a pintar... era todo un humanista. A su muerte en 1903, deja en herencia los siguientes bienes: Vivienda y Casco de Bodega de 1320 metros en calle Zarza, 4. Hacienda, tierra y viñas en el Pago Rincones de Jerez de seis y tres cuartos de aranzada. Otra finca rústica de tierras y arboleda de nueve aranzadas en el Pago de La Laja y, nótese el apunte, el Palco thuillier2_puertosantamaria1Núm. 6 del Teatro Principal.
Un aspecto interesante de las familias vinateras de procedencia inglesa en el marco de Jerez era la consanguinidad entre los matrimonios. Esta endogamia hacía que se casaran entre ellos varias generaciones cruzando los apellidos de modos que todos continúan formando una gran familia: Osborne, Terry, Domecq, Gordon, ... Como afirma Mariano Arnal: «La razón de ser de todo sistema endogámico es defender la homogeneidad de un grupo, de manera que éste se mantenga siempre igual a sí mismo y perfectamente diferenciable de todos los demás. La unidad del clan es la razón suprema.» Pues bien, en la familia Thuillier tenemos un caso de endogamia: Edwar Thuillier  Bradhaw y su hermana Julia casaran ajuliathuillierbradhaw_puertosantamaria sendos hijos suyos, primos hermanos entre sí. (Ilustraciones: Papel de Cartas de Edward Thuillir. Negativo en piedra para imprenta de etiqueta de Augusto Thuhillier. Etiqueta Generica. En la ilustración a color, Julia Thuillier Bradhaw).

jorgethuillierjuliapina_puertosantamariaJORGE THUILLIER SOLARES
Así, el hijo de Edward, Jorge Thuillier Solares, se casará con la hija de Julia y del abogado y comandante retirado de origen portugués, Hilario de Pina Sousa, Julia Pina Thuillier. El matrimonio entre primos está hecho, siendo éstos los abuelos paternos de nuestro protagonista, el actual Jorge. Los negocios no le fueron bien al tercer Thuillier quien, antes de la Guerra Incivil invierte gran parte de su fortuna en Bonos de la República. Está claro que se equivocó y tuvo que liquidar el negocio -pero no la marca, que sigue siendo de sus herederos- y diversas propiedades, marchando a Madrid con sus hijos. Regresó, luego de vivir tres años en la capital de España y se instaló de nuevo en la casa familiar, un edificio del siglo XVII, que comprara su padre, Edward, en la calle Santo Domingo, 28, esquina con San Bartolomé, adquirida a los Dominicos, --anteriores propietarios del inmueble  hasta la Desamortización de Mendizábal-- esquina por frente al Convento de Santo Domingo hoy Instituto de Enseñanza Secundaria. (En la fotografía, el matrimonio formado por Jorge Thuillier Solares y Julia Pina Thuillier, en la cancela de la Casa Familiar, en Santo Domingo, 28, antiguo 18).

jorgethuillieryrosarioperez_puertosantamariaJORGE THUILLIER PINA.
Llegamos al cuarto Thuiller, ya fuera del negocio familiar de los Vinos y la Exportación: Jorge Thuillier Pina. Ejerció la profesión de maestro, había sido habilitado con el Magisterio Express después de la guerra -realmente el magisterio no fue su vocación- primero en el Hospitalito y al final de su vida laboral. En medio estuvo prestando sus servicios profesionales en la administración de la Metalúrgica de Miguel Castro, fábrica que se dedicaba a la fabricación de chapas para botellas, latas para conservas, y otros envases. Jorge, el padre de nuestro Jorge actual, conoció a su mujer Rosario Pérez Prieto menor que él en nueve años, durante unas vacaciones de ésta en El Puerto, pues es thuillier_losgallos_puertosantamarianatural de Sevilla. Tras un largo noviazgo de 10 años se casó en 1951. Tuvieron cuatro hijos, tres de los cuales se dedican a la enseñanza -precisamente la profesión que no era la ilusión de su padre-, Jorge, que es Jefe de Estudios en el Instituto G.A.Becquer de Sevilla, Milagros, profesora en el Colegio Grazalema, Javier es especialista de la Armada en la reserva y Apoderado en Cádiz de Osuna, y Macarena, Directora del Colegio de Las Nieves. Hoy su botella_thuillier_puertosantamaria1viuda, Rosario, tiene 80 años, y vive con su hija Milagros en la casa familiar de la calle Santo Domingo, a la que su marido, en vida, le hizo un remozado y resanado de fachada para deleite de los viandantes. Un hijo de Javier, de nombre Jorge, es el sexto Thuillier que lleva este a modo de gentilicio desde que el apellido inglés se instalara, por primera vez, en las calles, tierras y bodegas de El Puerto de Santa María. (En la fotografía, Jorge Thuillier y Rosario Pérez, a principio de la década de 1950 del siglo pasado).

solarcolegiolasalle_puertosantamaria

Desde el solar del que sería Colegio La Salle, se pueden contemplar diversos cascos de bodegas e incluso en medio de los dos, el arranque de la calle Zarza donde, en el número 4, la familia Thuillier tenía una nave de crianza. Posiblemente el actual casco de bodega que alberga en su interior a la firma Avila Fornells, junto a la Barriada José Antonio, fuera la bodega familiar.

santodomingo28_puertosantamaria

Casa familiar de los Thuillier, en Santo Domingo 28. Lo que se considera inexplicable es que, en un edificio catalogado, dentro del Casto Histórico, protegido por la Ley del Patrimonio Histórico Andaluz, tenga tantas agresiones -visibles-, en su doble fachada: hasta seis discos de tráfico, pegados a la pared entre prohibiciones, stop, y reserva de espacio para la Fundación Alberti y carga y descarga; amén de cableados de fachada: telefónica, alumbrado público, alumbrado general. Del cajetín de telefónica, el anuncio fluorescente y el aparato de aire acondicionado no vamos a decir nada. ¡Y don Jorge Thuilier Pina se gastó unas perras en darle prestancia a la fachada!

17

barlalucha_1_puertosantamaria1
José Gómez Barrera -Joselete- y su hijo José Luis continúan al frente de “La Lucha”, o lo que queda de ella. Como si en la batalla del tiempo el duelo hubiera quedado en tablas, la mitad de este legendario establecimiento local permanece abierto desde 1897 -el Estanco-, mientras que el Bar cerró hace ahora 10 años. Carmen Barrera Terrada, la madre de José y Manolín carmenbarreratejada_puertosantamaria-jugador del Rácing- dejó dispuesto antes de su fallecimiento que cada hermano se haría cargo de uno de los negocios instalado en los bajos de lo que fue, primero, el edificio de la Real Fábrica de Aguardientes y Licores, y luego Casa de la Aduana. Manolín no supo continuar con el Bar La Lucha y ahí está el espacio vacío y desaparecido su interior (dos intentos de manos extrañas no han conseguido reflotarlo como negocio de hostelería). En la fotografía, Carmen Barrera Tejada.

José, en activo desde el Estanco, no quiere hablar de aquello, pero por su cabeza pasan tantas historias vividas en La Lucha... Recordaba que D. Juan Botaro, el humanista que vivió en El Puerto tantos años, era cliente diario de la casa. E incluso oyó contar un suceso del que se hicieron eco la Revista Portuense y Diario de Cádiz, allá por 1929. (Ilustración: antigua propaganda de cigarrillos 'Ideales').

barlalucha_4_puertosantamaria
EL CRIMEN DEL SABONÉS.
Estamos en 1929. Francisco García Rico, Paco “el Sabonés”, era armador de una flota de 23 barcos. Era un hombre que tenía un concepto bastante peculiar de la vida. Acaso pudiera gastar mas de lo que tuviera y viviera de forma extravagante, aunque -en 1888- se le recuerda en los periódicos por haber salvado a una mujer que quiso ahogarse, tirándose al Guadalete o incluso que en una reyerta hirió a un paisano, según los datos que nos facilita el investigador Antonio Gutiérrez Ruiz. El caso es que el Sabonés creía que donde le arranchaban los barcos le estaban engañando -era en el Resbaladero-. Ya le habían quitado cinco barcos por no atender sus deudas, y el siguiente embargo por una trampa de 48.000 pesetas de la época, venía de camino. (Fotografía: El edificio de la Casa de la Aduana, donde se encontraba 'La Lucha', antes de construirse las viviendas de La Pescadería'. Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

barlalucha_5_puertosantamaria

Pero Francisco García Rico, en un momento de enajenación mental, citó al dueño de «La Lucha», José Tomeu y al dueño del Resbaladero, Primo Díaz, en el despacho que tenía junto a “La Lucha”, con la promesa del pago. Cuando éstos entraron, primero vieron dos sobres -presumirían que era el pago a sus deudas- , llegaron hasta el fondo y see llevaron dos tiros a la barriga que les produjo el Sabonés con una escopeta, y éstos salieron a la calle, moribundos, aguantándose las tripas con las manos. El armador fue condenado a la cárcel por sendos asesinatos, pero las influencias de la época -su amistad con León de Carranza- consiguió que, con el tiempo, fuera al Penal solo a dormir. Acabada la condena murió en su casa, por un mal cuidado de las uñas de los pies -era diabético- que derivó en gangrena y su posterior fallecimiento. "(Fotografía: Muelle existente delante del edificio de la Casa de la Aduana, donde se encontraba 'La Lucha'. Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

barlalucha_11_puertosantamaria

“Tras el trágico suceso” -escribe el historiador Enrique Pérez Fernández en su libro “Bares y Tabernas con Solera"- “reabrió el negocio Ezequiel Cortínez García, nacido en la aldea cántabra de Celis en 1896 y residente en El Puerto desde 1926. Debió de seguir los pasos de un familiar, Eusebio  Rubín Cortínez, afincado aquí en 1878. en 1952 comenzó a trabajar con Ezequiel, Gonzalo Camacho, quien hoy sigue al frente de La Lucha”. Ezequiel se casaría con Carmen Barrera Tejada, quien aportaría dos hijos al matrimonio: José y Manuel. En la fotografía, de izquierda a derecha, niño desconocido, Eduardo, detrás del mostrador Carmen Barrera Terrada, Ezequiel Cortínez García y Jesús Nimo Real. Ignacio Pérez Garcés. Delante los niños José y Manuel Gómez Barrera.  Detrás de Carmen, en una pizarra sobre las botas y a la vista de todos, aparece escrito a tiza una 'trampa', 'perrillo' o deuda de 'La Abuelita':  8490 y 1680 ¿pesetas de la época?. (Foto: Colección Vicente González Lechuga).

barlalucha_6_puertosantamaria

Veleros y redes en el Guadalete. (Foto Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

Francisco Andrés Gallardo, escribió un interesante artículo para Diario de Cádiz el 22 de octubre de 1995; nadie sabía que el establecimiento cerraría tan solo tres años después: "Abierta desde 1897, “La Lucha” es una reliquia de la ciudad marinera que El Puerto fue. Castiza taberna que nos evoca “El Tatuaje” de Concha Piquer, siguen tomando su primer café de cada día, jugando a las cartas o bebiendo en su copa, los marineros en tierra y muchos jubilados que recuerdan sus travesías. Gonzalo Camacho, como desde hace 43 años, sigue despachando en la barra. En el saloncito lateral Manolo el Gallego se ha retirado a zafar con sus hombres; es el momento de ajustar cuentas de la última travesía.
El barco ha llegado lleno de carga en un puerto lleno de barcos. En la mesa, dos copas de fino C y tres de vino tinto de Nicanor de Cádiz, los billetes de mil con la efigie de Sorolla se reparten, a un lado se han dejado las colchonetas, preparadas para embarcar pronto. Eran otros tiempos para El Puerto y sus marineros.
celtas_puertosantamariaPero con el mismo sabor añejo permanece en la calle Pintor Veneroni (Pescadería, Plaza del Carmen) número 2, en el marco de la casa de la Aduana, el bar “La Lucha.
El grifo de cerveza, la inmensa nevera, la máquina tragaperras y el televisor en color han sido las únicas incorporaciones en los últimos años.
Carmen Barrera, viuda de Ezequiel Cortínez, sigue sentada, junto a una de las mesas, regentando el estanco que siempre ha estado en la taberna. Ya no hay “Peninsulares”, ni “Celtas” con estacas, de todas formas el sabor americano en la mayoría de los cartones palidece entre los estantes que rezuman marinería.
amontilladobasilio_puertosantamariaUna desnuda bombilla sigue iluminando la cocina que, aunque hace décadas que no sirve tapas, siempre estuvo presta para freír el pescado que algunos traían para compartir con los amigos. En sus tiempos, se ofrecían suculentos guisos.
Un desvencijado farol custodia la entrada, en el oscuro almacén reposan mercancías, los clásicos anaqueles exhiben, casi como museo arqueológico, botellas de amontillado “Basilio”, cream “Descarado” o quina “Cicerón”. Es el anteayer perviviendo hoy.

barlalucha_10_puertosantamaria

Detrás del mostrador, José Gómez Barrera, 'Joselete'  y Gonzalo Camacho Bolaños, a quien todo el mundo llamaba Pepito y nadie Gonzalo. Quien aparece por fuera del mostrador,era Manuel de la Cruz Santilario, Jefe maitre del Restaurante "El Resbaladero". (Foto: Colección Vicente González Lechuga).

"Gonzalo Camacho sigue abriendo a las seis y media de la mañana. Con ponche o brandy y café -en la despensa todavía se guarda un rudimentario moledor-, en invierno el cuerpo lo agradece. Aunque cada vez haya menos marinenos, los incondicionales siguen acudiendo a un lugar que les devuelve la vida pasada y permite a todos evocar la ciudad marinera que El Puerto fue.
cartasveteranoosborne_puertosantamariaLas partidas de cartas siguen celebrándose desde muy temparao, al mus, la brisca o la ronda. Abarquilladas barajas de don Heraclio, con propaganda de Osborne, que pueden contar mil veladas ociosas de jubilados o marineros a la espera de zarpar.
En rincones de la barra todavía se vislumbra la presencia de “Morriño”, el tío Agustín, “el Manga” o Jaime Roselló. La casa de la Aduana sigue guardando secretos de vecinos mirando de perfil al Resbaladero. Un hostal, donde sobre todo se alojan marinos forasteros, fue la más emprendedora innovación al edificio. En el patio interior de la casa, el aroma de las cocinas del “Guadalete” de los Espinosa, sigue inundado de sabor el aire.

mata2002_pisospescaderia_puertosantamaria

(En la imagen, la antigua Plaza de la Pescadería, con los bloques de viviendas y la Cofradía de Pescadores, que aún no había sido demolida. Foto: Mata. 2002).

"El barrizal que se formaba en la plaza fue sustituido, a principios de los sesenta, por bloques de pisos y la sede la Cofradía. Hasta hace poco, en la esquina se encontraba uno de los quioscos de la Bajamar para tomar una en tertulia de pie.
«La Lucha» continúa cerrando sobre las once y media de la noche, cuando se retiran los últimos hombres para su casa. El único cambio de horario se produjo hace algunos años, con el cierre los domingos al mediodía.
cognac_osborne_anuncio_puertosantamariaPocas mujeres han entrado, y mucho menos tomarse un vino. Forma parte del estilo masculino y machista que dominaba la hostelería en un tiempo. Perder este carácter sería deshacer el aire original. Todavía hoy, algunas esposas llaman desde la puerta o entran tímidadmente, franqueando una “sala prohibida”.
Gonzalo Camacho está seguro que cuando él se jubile, los hijos y nietos de Carmen y Ezequiel mantedrán el negocio hasta que la clientela siga siendo fiel o los impuestos lo puedan permitir.
“La Burra”, “La Colmena” fueron los últimos del gremio en cerrar. Resistiendo, como el propio sector pesquero local, El Puerto añejo sigue palpitando en “La Lucha”, como testimonio, rememorando el pueblo que siempre fuimos.» Y cerró tan solo tres años después de escribirse este artículo, en 1998.

barlalucha_13_puertosantamaria1

Personal del Bar La Lucha, a finales de la década de 1930. Ezequiel Cortínez es el segundo por la derecha.

ZAFAR.
Zafar, aquí en El Puerto, ha consistido, de toda la vida en deducir de las ventas totales efectuadas en la Lonja, conocido como monte mayor, los gastos propios de la actividad pesquera, consumos de combustible, de aceite, hielo, víveres, cuotas de la seguridad social y los gastos de lonja, tales como los del concesionario, etc., etc. El resto, conocido como monte menor, se divide en dos partes, una para la tripulación y otra para el armador. De la parte de la tripulación se hacen tantas partes como tripulantes hay embarcados y eso es lo que gana cada marinero, conocido con la parte.

barlalucha_14_puertosantamariaEn Calpe, nuestros hermanos de la mar lo llaman “contar”. Es de cualquiera de las maneras, el Régimen Económico por el que se rigen o Sistema a la Parte en los demás puertos, incluidos los de EE.UU, Canadá y los de América del Sur. En los puertos según las modalidades de pesca, sean de  arrastre, cerco o palangre existen algunas diferencias en el sistema de reparto de las tripulaciones. Esas diferencias estriban en el pago de las partes técnicas que incluyen las partes del redero de tierra, de los motoristas y de los patrones, tanto de pesca como de costa. En algunos puertos, las partes técnicas salen de la mitad del armador, es decir de su parte de beneficio, en otros de la tripulación y en otros del monte mayor. Todo de acuerdo con los usos y costumbres de cada puerto.

Por extensión,  en El Puerto se conoce como zafar, descansar, librar, no ir a trabajar, palabra muy introducida en el habla porteña. (En la fotografía, el antiguo Bar La Lucha, en la actualidad, con las dependencias en barbecho, y a continuación la Expendeduría de Tabaco que continúa regentado Joselete Gómez Barrera).

6

quicosanchezperez_puertosantamariaEl fotógrafo Francisco Sánchez Pérez, nació en nuestra Ciudad el dos de abril de 1879. Hijo de Francisco y Ana, era más conocido por Quico. Trabajó en las oficinas de las Bodegas José de la Cuesta (hoy Bodegas Caballero), en la Aserradora Pastor y fue marchante de productos alimenticios. Murió con 64 años en abril de 1943. Aunque la fotografía nunca fue su profesión, si fue una afición que le ocupó bastante tiempo y además dejó sobrada constancia de su oficio en fiestas, bautizos, bodas, acontecimientos civiles, militares y eclesiásticos y fotografías de corte comercial e industrial. Fue radioaficionado -de los que se construían los artilugios- afición que heredaron su hijo Luis Pérez Sánchez y su nieto, José Luis Sánchez Pacheco. Un bisnieto de nuestro personaje, de nombre artístico Kiko Sánchez, (hijo de Sánchez Matabuena y Mercedes Toronjo) es el que ha mantenido la afición fotográfica de la familia, a la que se dedica profesionalmente y del que escribiremos un artículo en su momento.

exposicion_franciscosanchezquico_puertosantamaria

En diciembre de 1989, va a hacer 20 años, se realizó una exposición sobre su legado en la que se recogían escenas de la vida portuense de los primeros cincuenta años del siglo pasado. La crónica periodística de Diario de Cádiz recogía que “la muestra puede considerarse la mejor que se ha realizado sobre fotografía antigua (1900-1950) en la ciudad, tanto por la calidad como por el despliegue de medios realizado». Luis Sánchez Pérez, hijo del fotógrafo recordaba que llegó a tener más de 48 cajas de placas y negativos, de los cuales se donaron al Centro Municipal de Patrimonio Histórico, organizador de la exposición, cinco cajas: las que disponía la familia.

kikoperezsanchez_1_puertosantamaria

En el Folleto de la Exposición de 1989 se afirmaba que «Su acercamiento al arte fotográfico se produjo cuando era muy joven y con otro gran fotógrafo local, Justino Castroverde, al que le unía una gran amistad. Sánchez Pérez se casó con Milagros Pérez Grant y fruto de esta unión nacieron tres hijos varones: Francisco (fallecido) José [continúa a diario en Las Novedades] y Luis [en la actualidad fallecido], que andando el tiempo recogería el testigo y se dedicaría también a la fotografía y por mediación de su yerno Jesús María Serrano, donaron a la Ciudad los documentos gráficos que se conservan de este fotógrafo. Como la mayoría de los pioneros dominaba el arte, a los que sumaba su exquisita sensibilidad, dominio de las texturas, acertadas composiciones y excelente ojo fotográfico». (En la Fotografía, Quico Pérez Sánchez y su amigo Justino Castroverde, en una visita a las Cuevas Cantera de la Sierra de San Cristobal. Foto: colección J.L.S.P.)

kikoperezssanchez_2_puertosantamaria

«Las fotografías y retratos de Quico, están en la inmensa mayoría de los álbumes familiares locales y en los archivos de instituciones y firmas comerciales. Se han utilizado originales de Quico para ilustrar gran cantidad de publicaciones sobre el Sur de Andalucía, en los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Fue con su cámara testigo del paso de un siglo a otro y supo recoger las escenas de este paso del tiempo, con una ternura y calidad que aún hoy con los adelantos actuales sorprenden y emocionan, dejándonos su testimonio de lo que fue con su particular toque de artista que elevaba lo cotidiano a la categoría del arte» Del Folleto de la Exposición de 1989. (Fotografía, construcción del muelle de San Ignacio, de Quico Sánchez Pérez).

jesusmariaserranoromero_puertosantamariaEl yerno de Luís Sánchez Pérez, el poeta Jesús María Serrano afirmaba, «Espero que con esta donación, se adhiera a ella otros con más documentos, y aprovecho para decir que la obra del abuelo de mi señora, Francisco Sánchez, ha contribuido al conocimiento de una realidad que ahora se nos escapa de las manos y, que si por estrechez de miras hubiera decidido quedármela para el goce restrictivo de nuestra casa, sin duda alguna nos habríamos equivocado al impedir que otros muchos ojos pudieran contemplar estampas excepcionales». (En la fotografía, Jesús María Serrano Romero, próximo a tenerlo con nosotros con un artículo propio).

colegiogumersinda_1_puertosantamaria1

Casa colegio de la calle Luna, frenta a donde estaba la tienda de reparaciones eléctricas y electrónicas Quicar, Salvatierra Radio, hoy una agencia de alquiler de coches. En el edificio, hogaño deshabitado salvo la planta baja por la cafetería que hace esquina con Nevería. De derecha a izquierda, tres hermanas de Quico Sánchez, Gumersinda, Dolores y Milagros, falta la menor, Carmen que creemos que no está en la imagen. Los demás personajes quizás fueran alumnos o maestras. (Foto Colección Miguel Sánchez Lobato, atribuida a Quico Sánchez Pérez).

colegiogumersinda_1929_puertosantamaria

Alumnado y profesorado en el Patio del Colegio de Gumersinda en 1929. Atribuida a Quico Sánchez Pérez.

luissanchezperez_3_puertosantamaria1El hijo de Quico Sánchez, Luis Sánchez Pérez (1921-1995), autor  material de la donación, también fue fotógrafo influenciado por su padre. Trabajó para lo que hoy es la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, antigua Junta de Obras del Puerto, haciendo fotografías de la evolución de los dragados y rellenos de los puertos pesquero y comercial, -sus hijos le recuerdan trabajando en el cuarto oscuro- jubilándose en la década de los ochenta del siglo pasado. Luis, además, trabajaba en el mundo de la radio. Era un autodidacta que construyó una de las primeras radios super heterodina a válvulas.  Trabajó en Quicar, de Antonio Salvatierra Blanco, después Salvatierra Radio, distribuidor de la Casa Philips, instalando antenas y arreglando la incipiente televisión de la década de los luissanchezperez_04_puertosantamariasesenta del siglo pasado, ayudado por su hijo José Luis. Radioaficionado, colaboró junto con Joaquín Calero en la construcción de la emisora de radio del Instituto Laboral. Trabajó en Hispano Radio, y arreglaba las radios de los barcos pesqueros. Murió con 74 años. Se casó -gracias a los ahorros conseguidos construyendo radios de tres válvulas- con Amalia Pacheco Tejada con la que tuvo cuatro hijos, Inmaculada, José Luis, María Teresa y Fran, gran actor de teatro que da clases en Murcia. (En la fotografía, Luis Sánchez Pérez, poco antes de su fallecimiento. En la otra foto, en blanco y negro, Luis con su mujer, Amalia Pacheco Tejada, de recién casados).

antigualonja_lsp_puertosantamaria

Antigua Lonja del Pescado, hoy Centro comercial y de Ocio. Fotografía de Luis Sánchez Pérez, para la Junta de Obras del Puerto. (Colección J.L.S.P.)

luissanchezperez_5_puertosantamaria1

Foto tomada en la Feria de Ganado en 1959 en el acto de entrega de premios. De derecha a izquierda, el fotógrafo Luis Sánchez Pérez, el funcionario municipal Francisco Sara Sampalo, el niño Ramón Insúa Lavín, el funcionario del Penal Blas Aranda, el premiado, desconocido, el alcalde de la Ciudad, Miguel Castro Merello, y el Juez Fernando Ramos Pasalodo.

sanchezpacheco_puertosantamariaEl nieto de Quico Sánchez, e hijo de Luis, José Luis Sánchez Pacheco ha ido asumiendo parte de las aficiones y trabajos de sus ancestros. Aficionado a la electrónica, igualmente de forma autodidacta, ha llegado no solo a construir radios sino también televisión de aficionado, consiguiendo comunicarse vía televisión con diversos lugares de la geografía utilizando las más altas frecuencias. Antiguo radioaficionado, con el indicativo EA7WJ, ha participado y colaborado en muchas actuaciones humanitarias en la que los radioaficionados ocuparon, en su momento un papel primordial. Como su padre, trabaja en la Autoridad Portuaria en el Departamento de Explotación de Servicios Portuarios. José Luis recuerda que vivieron en la casa familiar de la calle Cielos, casi esquina con Cervantes, tres familias: los Sánchez Pacheco, los Sánchez Matabuena y la familia del repostero local, Pepe Mesa (otro personaje local que merece artículo propio). (En la fotografía,  José Luis Sánchez Pacheco).

luissanchezperez_5_puertosantamaria

Los padres de José Luis, Luis Sánchez Pérez y Amalia Pacheco Tejada -fallecida en el año 2006-, flanqueando a su mujer, María del Carmen Díez.

kikoperezsanchez_3_puertosantamaria

Batalla de Flores en el Paseo de la Victoria. 1930. Fotografía de Quico Sánchez Pérez.

quicosanchezperez_toros_puertosantamaria

Tras el paseíllo en la Plaza de Toros de El Puerto. Foto Quico Sánchez Pérez.

quicosanchezperez_5_puertosantamaria1

Embarque de Botas, fotografía de Quico Sánchez que, como todas las suyas iban firmadas como 'FOTOGRAFÍA F. SÁNCHEZ'.

2

La costumbre de felicitar las Fiestas Navideñas en unos casos y el Fin de Año, en otros, no es algo nuevo. En El Puerto se felicitaban las fiestas y se pedía el aguinaldo. Las casas vinateras regalaban y continúan haciéndolo cajas de sus productos a sus compromisos. Otros regalan cestas de viandas de lo mas variado y, en El Puerto, bandejas de mariscos. En Gente del Puerto hemos rescatado algunas cartulinas de deseos de felicidad por escrito, que ofrecemos como regalo virtual a nuestros lectores.

felicitacion_lavozdelabahia_1965_puertosantamaria

Felicitación en la portada del semanario porteño que se editó entre los años 1965 y 1966 'La Voz de la Bahía'. Era el número extraordinario del 24 de diciembre de 1965  y se aprovechaba para felcitar las Pascuas a los lectores, con un dibujo de Rafael Tardío Alonso.

felicitacion_guardamuelles_1979_puertosantamaria

Los Celadores Guardamuelles de la Junta del Puerto de la Bahía de Cádiz en El Puerto felicitaban también las fiestas. Con la ayuda de un compañero, Vicente Morató Martínez, aficionado a la cosa de la pintura, la caricatura y el cartelismo. También dibujaba en La Voz de la Bahía, pero, durante muchos años colaboró con los Guardamuelles personalizando sus tarjetones. Ésta corresponde a 1979.

tagarnina_felicitacionnavidad_puertosantamaria

A Manuel Pinto Muñoz no se le escapaba una. El utillero del Rácing, El Tagarnina, Tagasnina o Taga, -a quien ya le dedicamos un artículo en Gente del Puerto- hizo en fecha indeterminada esta felicitación genérica, válida para varias festividades navideñas. Imaginamos que sus deseos de un año lleno de dichas y prosperidades para el el equipo de sus amores sigue en pie, que falta le hace.

felicitacionromero_1888_puertosantamariaIninteligible felicitación de Los Carreros de D. Juan Romero, el padre de Romerito 'el Gordo', que tenían carros para el transporte y coches de caballo de alquiler. Año 1888.

repartidorperiodico_1887_puertosantamaria

El 24 de diciembre de 1887 el repartidor de periódicos José Vázquez felicitaba las fiestas de esta manera, muy frecuente luego en muchos gremios: barrenderos, carteros, limpiabotas, ... Una tarjeta personalizada, impresa y con unos ripios propicios para la ocasión. (Todas las ilustraciones pertenecen a la colección de Vicente González Lechuga).

vigilante

Felicitación genérica de 'El Vigilante' o Sereno.

7

el_lati_puertosantamaria2

José Manuel González Fuente, “el Lati” , frutero, nieto, hijo y hermano de fruteros, nació en la calle Aurora en 1966, en la Casa de los Naranjos, frente a Destilerías Rives. De chico era un buen jugador de fútbol, y en el colegio de La Salle le pusieron de sobrenombre el de “el Látigo” y ya se sabe lo que es la economía de lenguaje en nuestra tierra, con lo que le contrajeron el mote y en “el Lati” se quedó.

300px-fragata_blas_de_lezo_f103_cph_fLati luce en su cabeza una gorra de la Fragata clase F-100 'Blas de Lezo' ilustre almirante que vivió durante dos etapas de su vida en nuestra Ciudad. Su memoria es honrada por la Armada Española, donde su nombre se recuerda con el mayor honor que puede rendirse a un marino español, siendo costumbre que exista un barco de la Armada bautizado con su nombre. El último,  la Blas de Lezo (F103), que encalló en 2007 durante unos ejercicio de la OTAN en Escocia  y que, curiosamente, no es el único barco con este nombre que sufre percances, ya que el crucero Blas de Lezo se perdió en 1932 al tocar un bajío frente a Finisterre. En un próximo artículo hablaremos más detenidamente de este marino español, vecino que fue de El Puerto. (Fotografía: Fragata Blas de Lezo F103).

el_lati_2_puertosantamaria1

La abuela de “el Lati”, Ramona Sala Santamaría, ya se dedicaba al negocio de las frutas y verduras en puestos ambulantes y su padre se Genaro González Sala descargaba las mercancías que llegaban a lomos de las bestias o en carro al Mercado, por la calle de Ganado. verdurasGenaro, que ha hecho de todo en la vida, lleva cincuenta años en el negocio de la fruta (pero en medio ha sido, además, camarero, embotellador de Bodegas Terry, e incluso conductor de los autobuses urbanos; fue uno de los diez chóferes que inauguraron la primera flota de autobuses públicos de El Puerto). En la fotografía, Genaro González Sala, Mariano Ganaza y su hermana Milagros en el puesto que estuvo ubicado durante mucho tiempo junto a la frutería de Agustín Vela. En la actualidad, el puesto familiar se encuentra ubicado, desde 1980, en la calle Abastos, número 5.

el_lati_1_puertosantamaria

En la fotografía, José Manuel Gonzalez Fuente, “el Lati”, en una fotografía tomada en la Feria de Crevillet, con apenas un año. ¡Quien le iba a decir que, con los años, sería feriante con caseta propia!

el_lati_10_puertosantamariaGenaro tiene cinco hijos, José Manuel, Ramón, Antonio, Rosa que está con él en el negocio de la fruta, y Francisco Javier. La familia de Genaro es muy popular, no solo en el Mercado, sino también en la Feria. El año que viene cumplen 26 años instalando caseta en el Real de las Banderas, la conocida como “Genaro y Familia”, algo que salió por casualidad en una conversación informal en el Bar Rábago entre el padre de “el Lati” y Julio Barcia, prejubilado camarero de El Cafetín. Y a raíz de aquella conversación, llevan así veinticinco años dándonos de comer en la Feria. ¿Ustedes creen que en esa caseta faltarán los pimientos frito? En la fotografía, el puesto de El Lati, con la exposición de productos a la vista en plena calle Placilla o San Bartolomé. (Foto: Fernando Galán).

el_lati_3_puertosantamaria2Alguien muy popular en la Plaza era el desaparecido recientemente Manuel González Sala, “el Listones”, tío de José Manuel. El sobrenombre, el “nickname” le viene por el abuelo de José Manuel. Resulta que su abuelo José jugaba al billar con unos listones de madera -nada de palos de billar- y ganaba siempre con lo que le acuñaron el mote de “el Listones” que luego heredaría su hijo Manuel. En la fotografía realizada durante un encuentro en el campo del Racing Portuense, podemos observar, a la izquierda a Manuel González “el Listones”, acompañado por Francisco Galán Sánchez, “Paquiqui”, frutero también, quien con 76 años sigue en activo y  mantiene un puesto en la parte alta del Mercado de la Concepción. Como de sentido del humor van sobrados, estén atentos a los juegos de palabras y a la agilidad mental que se maneja entre tendero, clientes y amigos, en cualquier transacción o trato. Y no se le ocurra preguntar si las naranjas que venden son de zumo; pueden obtener como respuesta que «no, estas naranjas dan coca-cola».

frutasyverduras_puertosantamaria

3

serny_puertosantamaria

Ricardo Summers Ysern, “Serny” nació el 6 de mayo de 1908, --hace 100 años-- en la calle Larga, frente a la Plaza de Isaac Peral, en la casa del Juzgado, hoy inexistente, producto del derribo. Su padre era Juez de Primera Instancia y seguro le mandaría a jugar a la plaza de las desaparecidas araucarias. Serny abandonaría pronto El Puerto, como consecuencia de los distintos traslados de su padre en su carrera judicial, pasando la mayor parte de su vida en Madrid. Durante la Guerra Incivil estuvo refugiado en la embajada francesa. Fue un pintor autodidacta quien a la senectud, en 1983, expuso por primera vez en El Puerto en la Sala de Exposiciones del Museo Municipal, entre los días 24 de febrero al 5 de marzo, y en la que tuve la suerte de colaborar. En 1984 adquiere la condición de académico de la de Bellas Artes de su Ciudad natal. Su fallecimiento en Madrid, a los ochenta y siete años de edad, actuó como revulsivo en los redactores de El Arte en España, quienes le dedicaron emotivos artículos en la publicación.

guileremosummersOtra vez un apellido de procedencia extranjera -inglés- en nuestra Ciudad vinculado al suceso de las luchas napoleónicas. Lord Wellintong se vino con su ayudante de campo del mismo apellido, antepasado de nuestro paisano. Dicho apellido también nos suena por otros no menos célebres sobrinos de Ricardo Summers Ysern: el desaparecido Manolo Summers, director de Cine; Tomás, productor de cine y televisión;  y Guillermo, presentador de programas televisivos,  escritor y pintor, ambos en activo.(Fotografía: Guillermo Summers).

serny_decarnaval_puertosantamariaSu nieta Begoña, en su tesis doctoral: «Estudio Global de la Obra de Serny (1908-1995), dibujo, pintura, diseño y grabado», afirma del pintor, afirma del padre: «Si algo le caracterizó fue dar a cada una de sus creaciones una personalidad muy acusada; tomó la realidad de manera subjetiva y la vertió en una obra inmensa que alcanzó numerosos campos del arte: dibujo, ilustración, cartel, retrato, pintura, pintura mural y grabado. En su trayectoria obtuvo una gran consideración hacia su obra y aprecio por su persona, por parte de escritores, artistas y críticos de arte: José Francés, César González-Ruano, Daniel Vázquez Díaz, Eugenio d’Ors, José Hierro, Rafael de Penagos, Federico Carlos Sainz de Robles, Manuel Pombo Angulo, entre otros, que vieron en él a un maestro y en su recorrido artístico la esencia de una de las vertientes de la pintura contemporánea, como ha quedado constancia en multitud de comentarios que constituyen una parte fundamental para acercarnos a Serny a través de importantes figuras de su tiempo. Esta tesis ha querido ser, por encima de todo, recopilación razonada y debidamente ordenada de lo más significativo de la extensa obra de Serny, con el fin de que la misma quede inscrita convenientemente en el contexto artístico que le corresponde.» (Grabado de Serny: 'De Carnaval'. Firmado a lápiz y numerado: 85/100. Enmarcado en paspartú granate).

elpalco_serny_puertosantamaria1

«Pintor autodidacta, han convivido siempre en él su origen andaluz y su madrileñismo de adopción. Fue cartelista excepcional y alcanzó en numerosas ocasiones el prestigioso premio del Círculo de Bellas Artes, compartiendo los honores con Penagos, Tivas o Bartolozzi. Colaboró en “ABC”, “Blanco y Negro”, “Cosmópolis”, “Buen Humor”, “La Esfera” y “Nuevo Mundo”. Tras viajar por Europa y América, en Madrid comenzó su labor de retratista. También se dedicó a la pintura de creación y al mural, de cuya especialidad dejó muestras en París, Nueva York, Buenos Aires y Cuba. Ha realizado varias exposiciones en España y en el extranjero. Ilustró admirablemente las páginas de “Gente Menuda” en “ Blanco y Negro”. Texto de Prensa española S. A., extraído del catálogo de la exposición “Un siglo de ilustración española en las páginas de Blanco y Negro”, Ibercaja, Zaragoza, 1992, pp. 95-102. (Ilustración: 'El Palco' Temática de Carnaval).

serny_gentemenuda_puertosantamariaREVISTA GENTE MENUDA.

«El encantador Serny, que ilustraba en «Gente menuda» los cuentos de Elena Fortún, la escritora infantil de la época, comparable a la muy popular Richmal Crompton. La autora de «Celia y Cuchifritín» merecía los honores de un tan ligero y vaporoso dibujante, que supo dibujar un niño cabezón y rubio, emblema de la «moda en niños» de los años treinta». Blanco y Negro (Un siglo de ilustración española en las páginas de "Blanco y Negro"). Por estos años y coincidiendo con la segunda etapa de la Editorial Calleja, en concreto 1928, se da la renovación formal de la revista Blanco y Negro que acogía una segunda etapa de Gente Menuda y, al tiempo, en último mes del 27, aparecía el primer número de en donde siete meses más tarde aparecería las ilustraciones e historietas de Ricardo Summers, "Serny" futuro director de la sección. (Portada de 'Gente Menuda').

serny_recortable_puertosantamariaREVISTA BAZAR.
Es una revista de la sección femenina de FET y de las JONS para las Juventudes, dirigida por Elisa de Lara y bajo a dirección artística de Serny, nacida en 1947 y pasando por varios formatos perdura hasta finales de la década de los 60, siendo sus ilustradores habituales Serny, Picolino y Gil de la Serna y en la última etapa Cartitu. En 1953 aparecen en la revista unas muñecas recortables, obras de Serny, que intentaban crear adicción entre las niñas:  en cada número de la revista aparecía un vestido para una muñeca: Guillermina, Margarita, Paulina. Y estos vestidos estaban asociados un momento histórico determinado que se le contaba en la misma página llamada “Viaje a través de los Tiempos”. (Ilustracion: Recortable de la muñeca Guillermina. Serny).

martesdecarnaval_serny_puertosantamaria

"El mundo de Serny está rodeado por un halo pético, por una nostalgia, penetrante y pudorosa a la vez, que transfigura mágicamente la realidad y la convierte en otra realidad más límpida y más alta. Ese es, ni mas ni menos, el revelado secreto de todo arte verdadero. La autenticidad de la pintura de Serny, el acento inconfundible de su continuo peregrinar, el manterse siempre fiel a si mismo, desoyendo las voces de modasz y modos efímeros, de feísmos y criptografías tan fáciles como gratuitas, dan a esta obra, brotada siempre de un impulso romántico, una clásica perdurabilidad. Y la gracia. La gracia, que es encanto, sabiduría que no pesa, brisa aleteante, juego claro y misterioso de líneas y colores. La gracia, que otro porteño ilustre -Rafael Alberti- definiera de modo incomparable y que Serny ha heredado de sus Angeles andaluces: La gracia, la graciosa. Gracia alada, desnuda, imperceptible, fugar, tan dable a pocos". Rafael de Penagos. (Ilustración: 'Martes de Carnaval'. Serny).


serny_cajetillas_puertosantamaria1

Algunas cajetillas de cerillas antiguas de la «Historia del Vestido», dibujadas por Serny.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies