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«El día 23 de febrero de 1984, el jueves pasado hizo 27 años, una nube de humo negro cubría el cielo de la calle Luna y cientos de portuenses fuimos testigos impotentes de la incineración provocada del Teatro Principal. Con él quemaron también el espíritu de su creador Nicolás Setaro, el de tantos actores y actrices que pasaron por sus tablas, el de varias generaciones de porteños que aprendieron entre sus muros de terciopelo a amar el noble arte de Talía, y como no, acallaron igualmente de un fogonazo lleno de desvergüenza inmobiliaria la voz de un pueblo indolente con sus cosas, con su calles, con sus casas. Aunque las comparaciones siempre son odiosas, sabemos de otros lugares con el mismo padecimiento –Liceo de Barcelona-, que no dudaron ni un instante en ponerse manos a la obra el día inmediatamente posterior a tan luctuoso suceso incendiario». Manolo Morillo

Aquella madrugada el Teatro Principal de El Puerto, construido en 1845, había quedado completamente destruido a consecuencia de un incendio cuyo foco, según fuentes de toda solvencia consultadas por Diario de Cádiz, se había localizado en el aljibe del propio teatro. No fue posible, en los primeros momentos, cuantificar las pérdidas por la desaparición del edificio, para el que el Ayuntamiento había iniciado los trámites necesarios para declararlo Monumento Histórico Artístico.

Los bomberos, actuando desde La Placilla. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

Diario de Cádiz, recogía la triste noticia: «Entre las tres y las cuatro de la mañana del 23 de febrero de hace 27 años un penetrante olor a madera quemada y el crujir de las viejas tejas de la techumbre del noble edificio, despertaron a los vecinos del inmueble de al lado que, alarmados ante la columna de humo que se colaba por las ventanas de sus casas avisaron a los bomberos y a la policía municipal. Cuando llegaron los bomberos el incendio afectaba al escenario y al patio de butacas, teniendo dificultades para realizar su trabajo al encontrar rotas las bocas de agua más cercanas, por lo que tuvieron que utilizar otra situada en la calle Nevería. Ante lo incontrolable de la situación, fueron avisados también los bomberos de Cádiz, Jerez, Chiclana y los de la Base Naval de Rota para colaborar en la extinción del fuego. La magnitud de la catástrofe se vio acrecentada al prender rápidamente las vigas de madera que servían como soporte al techo del coliseo portuense, que rendido ante el fragor de las nocturnas y traicioneras llamas, cayó fulminantemente sobre el patio de butacas impidiendo cualquier posibilidad de salvación. (Las tres fotos anteriores pertenecen a la Colección de Carlos Pumar Algaba).

Los bomberos, actuando en el interior, con mangueras y máquinas. (Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo).

Ruinas del Teatro Principal, tras ser sofocado el incendio.

Acomodadores del Teatro, entre otros, Robles, Manuel Güelfo y Miguel o Antonio Cíes, que fue jugador del Sevilla F.C. (Foto: Colección VGL).

Sobre las ocho y media de la mañana, el fuego consiguió ser dominado, aunque por razones de seguridad permaneció en el lugar un retén de bomberos. No sólo se había destruido el teatro, sino que se habían visto afectadas viviendas cercanas al mismo, siendo la de mayor trascendencia el derrumbe del dormitorio principal de la familia Astorga Trillo, que tuvieron que huir del humo y las llamas en ropa de cama y con lágrimas en los ojos ante la desgracia que les sorprendió esta fatídica noche de febrero.

Interior del Bar 'La Concha', en la planta baja del Teatro, que daba a la confluencia de las calles Luna y Placilla. (Foto: Colección de V.G.L.).

REACCIONES.

  • Juan Leiva y su madre Rafaela, propietarios del 'Carrillo de Severo' que durante años había abastecido de golosinas y frutos secos a los espectadores que acudían al teatro, fueron llamados con urgencia para que retiraran sus enseres del edificio entre los que se encontraba una bombona de butano, que de haber explotado hubiera añadido mayor desgracia al siniestro.
  • Maximino Sordo llamó sobre las tres de la mañana a Manolo Ramírez, titular y heredero del negocio familiar “Zapatería La Jerezana” ubicado en los aledaños del teatro que daban a “La Placilla”, que forzó la situación ante las fuerzas de seguridad que acordonaban la zona, para que le dejaran pasar hacia su negocio con el fin de poder retirar el género que guardaba y la documentación del mismo.
  • A los propietarios de “Electrodomésticos Milar” les sorprendió el fuego en su casa del Camino de los Enamorados donde dicen, veían las llamas desde la azotea de su casa, teniendo que posponer un viaje que tenían previsto para el día siguiente al tener que ocuparse del arreglo de su establecimiento.
  • Por las inmediaciones del teatro se acercaron también Prudencio Rábago, Genaro, El Tete, Manolo Ojeda, Camilo Liz y Macario Valimaña entre otros,  miembros de la tertulia del “Bar La Concha”, pudiéndose observar sus caras desencajadas ante la desgracia que les estaba tocando vivir.
  • Un numeroso grupo de personas que se encontraban arremolinadas entre la farmacia de Fernández Prada y la tienda de comestibles “La Giralda”, mantenían el comentario generalizado de que el incendio había sido provocado, ya que la versión que corría de un cortocircuito se descartó inmediatamente al saberse que el suministro eléctrico había sido cortado en octubre de 1983.

Programa del Teatro Principal. Función de Despedida. 1883. (Colección Tomás Ramírez).

LA PROPIEDAD.
Los propietarios del Teatro, Juan Sánchez, Ángel Sáenz y Antonio Collado –accionistas de una empresa de Jerez--, permanecieron en el lugar durante varias horas, manifestando a Diario de Cádiz que no tenían ni idea de cómo se había producido el incendio. Uno de los propietarios afirmó que el siniestro se hubiera evitado si el Ayuntamiento hubiera concedido una licencia de obra «--Ya que hubiéramos construido los locales aprovechando la estructura». El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento en Pleno acordó iniciar un expediente de declaración del Teatro Principal como monumento histórico artístico, por lo que se paralizaba cualquier tipo de obra en el mismo.

Postal circulada de la fachada del Teatro Principal, firmada por el abuelo de los Moresco Suárez y fechada en 1904.

DATOS HISTÓRICOS.
En 1842 la Junta de Beneficencia de esta ciudad elaboró un proyecto para construir un teatro por acciones en el local que poseía «calle de Luna, esquina a la de San Bartolomé conocido por el nombre de Trabajadero de la Compañía, agregándole el antiguo Reñidero de Gallos que se halla a su espalda».

SS.MM. los Reyes de Oriente, a su paso por El Puerto después de la Cabalgata, en el Descanso y Entronización de los Reyes en el Teatro Principal. Año 1929. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

El objetivo de este teatro era el de sufragar las necesidades de un asilo piadoso. El capital se conseguiría a través de 80 acciones de 2.000 reales y otras 20 más que representaría la Beneficencia, como dueña de la finca, y se estableció una comisión integrada por un miembro del Ayuntamiento, Jacobo Oneale; un vecino, Carlos Carreras y un vocal de la Junta de Beneficencia, Miguel Pajares. Sin embargo un año más tarde la única esperanza de que se llevara a efecto el teatro era una proposición de data a censo hecha por Críspulo Martínez, ya que la Diputación había prohibido «invertir cantidad alguna de fondo de Beneficencia en la obra, ni pueda distraerse para pago de premios de los accionistas ni algún otro objeto» y las circunstancias de que el comercio de extracción de vinos estaba en el mayor abatimiento por un tratado con Gran Bretaña aconsejaban dejarlo para una época más próspera.


Teatro Principal, a la izquierda. Debajo el Bar 'La Concha', enfrente el Bar 'Las Columnas. Año 1930 (foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

La esperanza se cumplió, Críspulo Martínez (ver nótulas núms. 311 y  319 de Gente del Puerto) tomó a censo el solar y en mayo de 1845 estaba a punto de concluirse la construcción del teatro. El 18 de junio de 1845 la Academia Nacional Gaditana de las Nobles Artes elaboró un informe del reconocimiento del edificio en el que resaltaba, «por su importancia y novedad», una serie de detalles de la construcción, sobre todo de los palcos, el cielo raso y la cubierta; señalaba que las madreas eran de pino de Flandes, que el ornato era «bello y elegante y dispuesto con tanta ligereza y buen gusto que nada deja de desear» y que su cabida era de 1.200 personas sentadas y 300 de pie, para concluir: «en suma, este bello teatro, por su acertada y bien entendida construcción, su decoración y cabida, es digno de figurar en una capital».

El Teatro, en la década de los cuarenta del siglo pasado. (Foto: Colección VGL).

"La Venganza de Don Mendo" Comedia en verso de Pedro Muñoz Seca, representada en el Teatro en la década de los cincuenta del siglo pasado. Pepe Morillo, a la derecha, en el papel de Don Pero. Intervinieron Manuel Sánchez 'Zutanito' como Don Mendo y Milagros Lage, como Magdalena; Manolo Gago García, Angelines Ayuso, Lolita Nimo y un largo etcétera hasta completar el amplio reparto de personajes de la obra. En primer término, el piano situado en el foso y, detrás, 0la concha' cubierta con un paño, espacio donde se colocaba' el apuntador', que recordaba la obra a los actores por si había algún despiste. (Foto: Colección JMM).

Rondalla actuando en el Teatro Principal. Niño con pandereta, Gómez Giménez. Primera fila delante, Enrique Esteban Poullet, José Luis Villar Guerrero, Fernando Arjona González, Juan Arjona Acá. Segunda fila, Antonio Pérez Brea, José Sánchez González, Enrique Miranda García, Manuel García Mateos, Diego García Mateos. Tercera Fila, Joaquín Albert, Manuel Sánchez Caballero, Francisco Ramírez Tallón, 'Koki'. 10 de octubre de 1962. (Foto: Colección V.G.L.)

Proclamación de la Reina de las Fiestas y sus damas de honor de la Fiesta de la Hispanidad,  que recayó en Isabel Portillo Cía. Al micrófono, el mantenedor del acto: José Cádiz Salvatierra, de Jerez. Año 1964. (foto: Archivo Municipal).

Entrada bajo mazas, de la Pastora Mayor y su corte de Pastorcillas en la Gala de Navidad con Amor. Podemos ver al Jefe del Negociado de Fiestas, Antonio Romero Castro, al centro. 25 de diciembre de 1973. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

138 separan la creación del Teatro con esta fotografía de 1983, con la celebración del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. Un año mas tarde, ardería pasto de las llamas.

Los últimos espectáculos que los portuenses hemos podido contemplar en «nuestro teatro» ha sido el concurso de agrupaciones carnavalescas, así como la preselección de participantes que actuaron en el concurso de baile a celebrar durante los días de Feria».

Edificio que ocupa el espacio donde otrora estuvo el Teatro Principal, en la confluencia de las calles Luna y Placilla. Octubre de 2006 (foto: CPA).

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'Los Quasimodos' actuando en el Teatro Principal de El Puerto, luciendo ya el Primer Premio Provincial Especial, obtenido en el Gran Teatro Falla de Cádiz, en el Concurso de Agrupaciones. (Foto: Rafa).

Aquella tarde, la siesta había sido inquieta, sin dejarse mecer en el descanso de las ideas. Una y otra vez, entre sueños, aparecía en el escenario onírico la silueta de un hombre extraño, desgarbado... cargando una joroba en su espalda repleta de pensamientos, vivencias, desprecios y desamores. Era la silueta de un cuasimodo agitando un farol, que se había salido del libro que el joven panadero leía en sus ratos libres. Notre Dame de París, novela escrita por Víctor Hugo, había calado en las inquietudes de Manuel, y quiso hacerla suya, y que mejor manera para conseguirlo que representar la obra del francés sobre el escenario del Teatro Falla. «--Si Paco Alba», pensó Manuel, «se ha inspirado en Juan Ramón Jiménez para realizar  ‘Los Pajeros’ el año anterior, ¿Porqué no puedo yo escribir ‘Los Quasimodos’?».

Con esta pregunta afirmativa despertó de la siesta de aquella tarde de otoño. Anduvo por las calles absorto en su obra, caminando pero olvidando los pies, era el pensamiento quien le conducía hasta el bar ‘El Único’ como peregrino vestido de pierrot que busca  su  catedral de coplas.

Al llegar a la barra, estaban sus amigos inmersos en  una reunión informal y distendida. Manuel se dirigió a todos y expuso su idea de escribir ‘Los Quasimodos’ y sintiendo cada palabra que pronunciaba en lo más profundo de su alma, explicó con énfasis el ‘campo de escritura’ que tenía ese tema y ese tipo. Reunía tantas cualidades que nunca antes vio tan claro un tipo  siendo, en este caso, tan complejo. Manuel Camacho Francés, ‘el Chusco’, no escribió una comparsa. Escribió sus propios sentimientos trasladados a un personaje que había hecho suyo. Y eso... se nota siempre. (En la imagen de la izquierda, Manuel Camacho Francés, 'el Chusco').

Ante esta propuesta, uno de los componentes, concretamente ‘Torreguera’, subrayó la problemática a la hora de conseguir plasmar el tipo en escena, contestándole ‘ell Chusco’ que ya encontrarían la forma, porque no estaba dispuesto a dejar escapar este tema tan profundo y lleno de matices. Con un boceto a lápiz extraído de un libro, presenta el tipo a los componentes y coinciden que lo más difícil de conseguir sería la caracterización del rostro, que presentaba un ojo caído y desfigurado.

En la fotografía inferior, de la década de 1940, podemos ver la calle Luna, y la puerta de La Giralda. A continuación,  por la puerta principal del edificio -la Casa de los Sancho Salgado- se accedía, en la primera planta al Colegio de Infantil de La Divina Pastora, por donde muchos portuenses pasamos. A continuación se encontraba la Barbería de “Pichilín” y, frente a la Farmacia de Fernández-Prada, ‘El Único’ tienda de Vinos Finos, abierto entre 1920 y 1974. El nombre  lo tomó del Oloroso del mismo nombre, de la Bodega de Hermanos Sancho (fundada en 1812) y que se anunciaba como ‘especial para los enfermos’. Luego, a finales del siglo pasado se instalaría en esa misma tienda la Cuchillería Navarro, hoy rehabilitada la finca como Apartotal Casa Palacio Luna, albergando en ese local una tienda de Compra de Oro. Un poco más arriba la tienda de moda ‘Lolita y Serafina.

ENSAYOS.
Comienzan los ensayos en la casa de ‘el Pote’, y atreviéndose con la música, ‘el Chusco’ muestra el pasodoble completo de letra y música al grupo. El vello se eriza y la piel de gallina se apodera de los componentes. Manuel había sacado del sueño de aquella siesta de otoño al personaje, y escrito en primera persona, deja impresionados a los presentes con la letra de este pasodoble:

Cuando nace una criatura
entre sabanitas blancas
lo reciben con dulzura
entre mimos y alabanzas.
En cambio mi nacimiento
fue lo más horrible
que hubo en esos tiempos.
La que a este mundo me trajo
se horrorizó de mi cuerpo.
Al nacer
como me iba a figurar
que en este mundo cruel
así me iban a tratar
... con que maldad.
Comprendí
mi gran inferioridad
cuando me quise reunir
con los niños de mi edad
... que crueldad
en mis negras letanías
lloraba gotas de sangre
pensando en la mare mía
de noche en mis oraciones
de rodillas a Dios decía
con un pesar muy profundo:
si luego me abandonó
¿porqué me trajo a este mundo?

Cuando Manuel acabó de cantar este pasodoble, entendieron la importancia de la obra que estaban comenzando. Aparte de la letra conmovedora, la música estaba compuesta con una rotundidad excelente, haciendo gala del estilo más puro de El Puerto.

Tertulia Carnavalesca en el Bar ‘El Único’, en la calle Luna, donde luego estaría la Cuchillería Navarro y en la actualidad una tienda de ‘Se compra oro’, en los bajos del Apartotel Casa Palacio Luna. Eran los comienzos del recuperado Carnaval de El Puerto, aparecen entre otros: ‘el Chusco’, ‘el Pote’, ‘el  Bola’, Eduardo Chaparro, etc. Resulta paradógico que en en el cartel de arriba a la derecha, aparezca un cartel con la leyenda ‘Se prohibe el cante’, cuando era lo que más se hacía en el Bar ‘El Único’. ¿Dónde estarán tantas y tantas fotografías enmarcadas que decoraban las paredes de este establecimiento de hostelería? Si algún lector tiene noticias y pudiéramos recuperarlas para ser publicada en estas páginas, les quedaríamos muy agradecidos. La foto está fechada en 1959.

EL TIPO.
Tal era la preocupación por convencer al grupo en la posibilidad de representar aquel tipo, que desde los comienzos comenzó a estudiar la forma de conseguir la joroba y el efectismo del rostro desfigurado. Con bolas de paja, simularon la joroba sujetando la bolsa de tela rellena de paja con dos cuerdas de distintas medidas. De esta forma, quedaba inclinada hacia un lado y el resultado podía ser mas positivo. Para la cara, se trasladaron algunos componentes a Jerez de La Frontera, donde existía una tienda de disfraces. En este comercio, hicieron las gestiones para traer desde Madrid una cera especial para configurar las prótesis. Corría el año 1961, no lo olvidemos. Si en la actualidad es fácil conseguir todo tipo de materiales, en aquellos tiempos todo era difícil, muy difícil.

Fotograma de la película 'El jorobado de Notre Dame', de 1923, basada en la novela de Victor Hugo, en la que podemos ver la figura de Quasimodo en la que, posiblemente, se inspirara José Camacho Francés, 'el Chusco'.

Los tres años que llevaba Manuel dedicándose en cuerpo y alma a las coplas, le habían aportado la experiencia necesaria y el conocimiento total de cómo había que realizar una obra carnavalesca. Nunca soñó con escribir una comparsa, su ilusión y su objetivo iban en otra dirección: su deseo era representar una obra personal artística, valiéndose del Carnaval como instrumento. Obsérvese el sentimiento de soledad que derrocha en el siguiente fragmento del popurrí, propio de una narración poética:

Debajo de mis campanas
Tengo un nido de palomas
a las que le echo migajas de pan,
para que ellas coman.

De noche al acostarme
les doy un beso en el pico
y me dicen cucurreando:
buenas noches, buen amigo
.

No sería justo dejar de poner un par de cuplés buenísimos teniendo en cuenta siempre la época que estamos tocando. Sobran las comparaciones con cuplés actuales donde todo vale.

(En la imagen de la izquierda, podemos ver la portada del libreto de 'Los Quasimodos¡, patrocinada en aquel entonces por la conocida casa de mariscos Romero García (Hijo), hoy Mariscos Romerijo).

El carbón en las casas se sustituía por la cocina de gas y aunque nadie se deshacía de los enormes lebrillos de barro cromados, las lavadoras comenzaban a quebrar el silencio de los patios. La venta a plazos se imponía y las necesidades creadas del consumismo comenzaba a dominar la sociedad española. Sirva de ejemplo periodístico cantado, este cuplé:

Hemos visto en este siglo
lo a gusto que vive el hombre
es raro el que no tiene
moto o bicicleta, abrigo y relojes.

Dicen que todo lo pagan
con muchas facilidades
y algunos tienen más letras
que siete universidades.

Le compran a sus mujeres
muchas cocinas modernas
no tienen que preocuparse
de carbones ni de leñas
y con el gas butano
que hoy se emplea en las casas
vemos a los carboneros
con telarañas en la garganta.

El depósito de agua, junto a la Fuente de las Galeras, sobre 1960.

Aunque en diversas partes de su repertorio, las letras muestran el ferviente deseo de ser considerado gaditano por encima de todo, no dejan excluido a El Puerto y reflejan acontecimientos locales. Este es el caso del depósito que había en la Plaza de Las Galeras, que una vez que fue derribado, motivó este cuplé en el que hace referencia a su arquitectura en forma de copa o trofeo.

Catorce taladradoras
y setecientas espiochas
gastaron los albañiles
para tirar del parque
la famosa copa.

Debían de haberla dejado
en honor a su memoria
o jugarla en un partido
entre el Racing y el Vitoria.

Lo que más gracia me hizo
eran dos que habían al lado
que con lágrimas en los ojos
decían desconsolados:
¡Ay mi copa del Parque
porque te habrán tirado
cuando todos los veranos
le dabas sombra a los parados
.

Magistralmente supo incluir un tema local con el equipo de fútbol y acabar con una ironía digna de un gran autor burlesco.

Tras esta exposición sobre el repertorio de “Los Quasimodos”, retomaremos la historia donde la dejamos: el tipo pendiente de lograr. En el local de ensayo, realizaron una prueba de lo que sería el atuendo definitivo. Aquello funcionaba. La joroba era creíble y la cera se adaptaba a la cara formando arrugas y deformaciones.

RIVALIDAD Y ENSAYOS.
Convencidos de que la parte supuestamente mas difícil de conseguir estaba resuelta, se concentraron en los ensayos. La rivalidad entre ambos grupos era muy fuerte. Mientras que ‘Los Quasimodos’ tenían como cuartel general el bar ‘El Único’, ‘Los Burros Inteligentes’ se reunían lejos de la calle Luna, concretamente en la calle Ganado, en el estanco de Eloy, que más tarde se transformaría en el bar San Eloy hasta derivar en la sede de la Peña ‘Los Majaras’. La tensión era latente entre los componentes, pero de una forma sana, aguardando con impaciencia la fecha de la presentación en el Teatro Falla. ‘Los Burros…’ conocían la calidad de ‘el  Chusco’ y ‘Los Quasimodos’ sabían perfectamente de años atrás la capacidad de ‘el Cote’ y su padre para escribir coplas mientras que en la faceta musical, ‘el Chusco’ experimentaba por primera vez. (En la imagen, instantánea de Joaquín, despachando en el Bar 'El Único', en 1968).

LA CUARTA VOZ.
Tal vez el ansia de demostrar que tenía cualidades musicales, innovó de una forma espectacular al incorporar en las voces un nuevo tono. Hasta ahora, siempre se había cantado en tres cuerdas: la de tenor, la de segunda y la de octavilla o alta. ‘El Chusco”, con su menuda voz pero melodiosa, subió un tono completo por encima del octavilla, instaurando así lo que hoy se denomina contralto. El Puerto llevaba con este invento una aportación significativa por primera vez, que a través de los años,  convertirían esta voz en una de las más solicitadas.  Apuntar para los aficionados mas jóvenes, que la guitarra todavía no se había incorporado a las agrupaciones de carnaval.

Gran Teatro Falla. Cádiz.

EL SORTEO.
El 13 de enero de 1.961, se efectúa el sorteo del orden de actuación de agrupaciones, siendo la fase clasificatoria el día 31 de enero y 1 de febrero y la final el día 2 del mismo mes.  La suerte está a favor de ‘Los Quasimodos’, ya que su turno sería en la función de noche del martes 31, mientras que a ‘Los Burros…’ le toca cantar el mismo día pero en función de tarde, con la consiguiente frialdad que suponía un espectáculo que daba comienzo a las 18`30.  En estos días previos al Concurso de Agrupaciones, se afina a conciencia y el día antes del comienzo, sancionan a la chirigota de Paco Alba ‘Pancho Albachi  y sus Mamarrachis’ por actuar en un establecimiento, no ajustándose a las normas impuestas que dictaban la prohibición de actuaciones en público antes del Concurso. Queda patente con esta actitud hostil la suerte que correría la agrupación de ‘El Brujo’ en el Concurso de este año.

'Los Burros Inteligentes', rivales de 'Los Quasimodos', en aquel 1961.

LA ACTUACIÓN.
‘Los Burros…’ gustan al público y salen contentos con su actuación. Por la noche, llegado el turno de ‘Los Quasimodos’, los nervios se apoderan de la agrupación que tiene que soportar la magnifica actuación de ‘Los Taxistas’, chirigota gaditana buenísima que deleita al público con cuplés pegadizos y graciosos repitiendo una y otra vez haciendo interminable la espera de los portuenses para iniciar su actuación.

Con un farol de complemento en la mano, los componentes pasean por detrás del escenario aguardando su momento y... se abren las cortinas para dar paso a un momento histórico para las coplas de El Puerto. Se apagan las luces y un cañón disparando una luz roja sobre la torre del campanario del decorado, contrasta con las pequeñas luces de las velas que portaban en sus farolillos movidos oscilatoriamente. El público, aprovechando el anonimato que la oscuridad de la sala proporciona abuchea a la agrupación de forma aislada desde el gallinero. “El Chusco”, en pleno escenario, ordena a los componentes que se queden quietos y que no comiencen a cantar hasta que el silencio no se adueñe del teatro.  De rodillas en el escenario, y con un silencio relativo, comenzaron la presentación. Al llegar la estrofa de «Campanas, suenan mis campanas…» y retumbaron en el Falla las cuatro voces que habían ensayado, el público guardó silencio total y comenzó el gran pelotazo que todavía se recuerda entre los círculos de aficionados ancianos.

FELICITACIÓN DE PACO ALBA.
Las repeticiones a petición del respetable se sucedían y la cera que llevaban sobre el rostro para simular los desperfectos, comenzó a derretirse con el sudor, pero ya no importaba nada. La catarsis estaba presente y era imparable. Agotaron el repertorio compuesto por seis pasodobles y seis cuplés más el popurrí, por lo que ante la insistencia del público no tuvieron más remedio que interpretar ‘Los Duros Antiguos’ para completar su actuación. Ya en los camerinos, y en plena celebración del éxito, ‘el Chusco”’ recibió la visita de Paco Alba, y según testigos, sus palabras textuales fueron: «--Enhorabuena, ¿cómo se me ha podido escapar a mí este tipo?» (En la imagen de la izquierda, monumento erigido en 1986 a la memoria de Manuel Camacho Francés, 'el Chusco', en su emplazamiento original de la Plaza Juan Gavala. En la actualidad se encuentra en la calle Guadalete, sufriendo el vandalismo periódico de la incultura con patas).

PRIMER PREMIO.
A los dos días, en plena final, la suerte jugó un papel decisivo para aumentar la fama de esta comparsa. Cuando acabaron uno de sus pasodobles, las luces del Teatro Falla se encendieron por completo, y ante el asombro de la agrupación, observaron que en ese instante entraba la Reina de las Fiestas Típicas, señorita Casilda Varela, y en honor a su llegada, ‘Los Quasimodos’ ejecutaron una reverencia que le reportó un aplauso exagerado por parte del público con el consiguiente ‘calentón’ en beneficio del repertorio pendiente de interpretar. Con las mil pesetas que suponía el primer premio, regresaron a El Puerto de Santa María habiendo escrito un capítulo importante para la historia de las coplas. Aquella siesta  inquieta de Manuel en esa tarde de otoño, acabó siendo un sueño placentero viendo su obra realizada y refrendada por el público más sabio: el público gaditano. (Texto: Luis Galán).

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Reproducción de un libreto original censurado, de ‘Los Vocalistas’. Año 1959.

El pasodoble censurado estaba dedicado al alcalde anterior, alabando su gestión, y sin embargo la censura actuó implacable, debido a que el alcalde de aquel tiempo, Luis Caballero, era monárquico. ¿Porqué se censura una letra que habla de la buena acción de un político?

Porque Luis Caballero Noguera, alcalde de El Puerto de Santa María entre 1952 y 1958, era de ideología monárquica y, aunque ostentase el cargo de alcalde, no era bien visto por los censores el halago hacia alguien que no estaba vinculado directamente con el régimen franquista. Ante esta tachadura en su libreto, la agrupación quedó confundida, ya que era una de las letras más aplaudidas en los ensayos.
Con los libretos impresos, tuvieron que pegar a mano un papel en blanco que ocultara la letra en cuestión. No obstante, aquí queda recuperada, en las líneas que siguen, gracias a la memoria de algún componente que todavía la recuerda:

PASODOBLE DE LOS VOCALISTAS
Como los que agradecen
ahora vamos a cantar
como todo portuense que te aprecia
y nunca te olvidará.
Con tu gran entereza
y tu noble corazón
has dado auge y grandeza
a nuestra hermosa población.
Calle del Ganado, Plaza de la Iglesia
y calle de Nevería,
los que del Puerto
mucho tiempo han faltado
no te conocerían.
Parque de Calderón,
en tus jardines deberían
poner un letrero
pues tu belleza y tu finura
te la dio un noble Caballero.
Y nosotros agradecidos
como todo hijo del Puerto
porque Caballero has sido
hasta el último momento.
Satisfecho debes estar
y puedes sentirte ufano
porque te ha bendecido ya
la Virgen de Los Milagros.
Días llegarán,
que el Puerto entero te pagará.

(Texto: Luis Galán).

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Ruben López Jesús, nace el 29 de abril de 1985. El apodo de ‘el Viejo le viene desde chiquillo; según cuentan en su entorno tenía cara de viejo y era muy pillo y sabiondo, de ahí lo de ‘el Viejo’. Y coimo en aquel año el Hospital de El Puerto estaba en obras nació en Cádiz capital en la Clínica de ‘La Salud’. Es hijo del marinero (desde los 6 años) Nicolás López Díaz y de María Jesús Casado, naturales de Isla Cristina (Huelva), aunque llevan ya 26 años viviendo en El Puerto. Rubén es el mas pequeño de sus cuatro hermanos, todos ellos nacidos en Huelva, siendo el único gaditano/porteño de su famiia. Hasta los diecisiete años vivió junto a sus padres y sus hermanos en Micaela Aramburu, 32, junto a la Plaza del Polvorista, muy cerca de la Pescadería vieja.

1985.
El 2 de enero de 1985 se podía leer en Diario de Cádiz: “El tren que cubría el servicio entre las ciudades de El Puerto y Sanlúcar, pasando por Rota y Chipiona, hizo el pasado lunes su último viaje, después de que uno de los últimos Consejos de Ministros de 1984 decidiera su cierre definitivo por su poca rentabilidad. Como todos los días, el pasado lunes a las tres menos veinte minutos de la tarde salió de la estación de El Puerto de Santa María el ómnibus-ferrobús que hacía el servicio”.

La típica foto del carnet de familia numerosa, de izquierda a derecha, su hermano Simón, su padre Nicolás López Díaz, Nicolás, Pedro, su madre María Jesús Casado y el más pequeño, en brazos, Rubén.

El 26 de abril de ese año la Junta de Andalucía declaraba Monumento Bien de Interés Cultural (BIC) las defensas costeras de la Edad Moderna: Batería de las Arenillas, de la Bermeja, del Palmar, de la Laja o Castillo de la Pólvora y la Torre de Santa Catalina del Castillo del mismo nombre, así como las baterías de la Gallina, de la Puntilla y del Puerto.

Los desaparecidos pintores Costus.

También en 1985 los pintores Costus (ver nótula en GdP 340) dejan Madrid y se instalaban a vivir en la Huerta Alta de San José, en las afueras de El Puerto, compartiendo casa Ricardo Carrero y Enrique Naya. El 7 de Agosto inauguraban la exposición “SOLERA-COSTUS” en la Casa Grande de Vistahermosa. El Chase Manhattan Bank organizaba una exposición en el M.O.M.A. de Nueva York, con las adquisiciones realizadas a pintores españoles, entre los que se encuentraban obras de  Costus. El pintor Rafael Tardío Alonso exponía en el desparecido restaurante Semiramis, con motivo de su inauguración. El irlandés Ian M. Walsh fundaba en 1985 la Academia de Idiomas Trinity School.

Con unos amigos, de izquierda a derecha, José Antonio González Guerrero, Nicolás García Lobatón, Jairo Marroquín y Rubén. Kaleta Record. Año 2004.

LOS ESTUDIOS, EL TRABAJO, …
Rubén estudió en el colegio Hermanas Carmelitas hasta tercero de ESO, antes en la guardería Marjo, justo al lado del colegio, por la calle Federico Rubio. Al finalizar tercero de ESO, empezó a aprender el oficio de redero, en el queestuvo durante un año cosiendo redes, --es hijo de marinero— trabajando además para la empresa concesionaria de la impieza Pública SAYSE, durante cerca de cuatro años.

'El Puerto por Navidad', canta Ruben y aparecen en la imagen Ramoncito, Ana de Rancapino, Ana María Núñez, Antonio 'Cherokee', 'los hemanos Sopa', 'Café con Leche' y Jesús Núñez. Sala Mucho Teatro. Año 2006.

En pleno corazón de Manhathan (New York. EEUU). Tablao Flamenco 'Alegrías'. Al baile Rafael Ortega, Rubén al cante. Año 2007.

Rubén siempre sintió, desde niño, mucha curiosidad por la música, pero, afirma, “--Nunca pensé llegar en este mundo a donde me encuentro hoy: una persona entregada en cuerpo y alma al arte”. Existen grabaciones que demuestran ese don que le hace tan particular desde pequeño. Ya con ocho y nueve años cantiñeaba cosas que escuchaba a su familia, aficionada a la música y en especial al flamenco.

Dada su inquietud musical y su procedencia gaditano portuense, a los trece años se arrimó al mundo del Carnaval, participando durante cinco años de forma activa en comparsas infantiles, juveniles y de adultos.

“El futuro del flamenco del Puerto”, “Un artista con muchísima proyección”, son cosas que se afirman de nuestro protagonista, al que le caracteriza su sencillez, su entrega y un no descansar en la búsqueda de lo que quiere.

(En la imagen de la izquierda en el Colony Theatre de Miami Beach (Florida. EEUU). Omayra Amaya al baile, Rubén al cante, con 'La Sobremesa'. Año 2009).

Miami, New York, Washington, Barcelona, Madrid, han oído su cante y han visto su arte. En El Puerto participó por espacio de dos años consecutivos en el certamen "El Puerto por Navidad" y en la grabación del especial con motivo del Cincuenta Aniversario de la Hermandad del Rocío de El Puerto, junto a un nutrido grupo de artistas portuenses.

Audio de la Sevillana Rociera del 50 Aniversario de la Hermandad del Rocío.

Nuestro protagonista es padre del pequeño Manuel López García, nacido en El Puerto de Santa María en Diciembre de 2004.

QUE HARÍAS SI FUERAS…
¿Qué harías si fueras …Un importante empresario? “—Donaría mucho dinero para los más necesitados”. …Un zombie? “—Asustaría a unos cuantos que tengo en mente”. …Un vampiro? “—Si que mordería a alguien”. …Un animal? “—Siempre me gustó ser pájaro, para volar”. …Un extraterrestre? “—Me pondría un disfraz de humano, je,je”. …Un ebrio? “—Diría verdades, digo yo”.

Ruben tiene muchas amistades en el Puerto, algunas que conserva desde la infancia, de su barrio, del colegio, del carnaval y músicos.

(En la imagen, Raul Gálvez y Miguel  'el Chico', acompañan a Rubén 'el Viejo'. Gran Teatro Falla. de Cádiz. Espectáculo 'Toma Castaña'. Año 2010).

Gran Teatro Falla. 'Toma Castaña' Año 2010.


Última grabación Villancico 'La Cuna'. Espectáculo 'Toma Castaña'.

3

Calixto García Rodríguez nació en la calle Ganado, junto al Bar La Perdiz, el 5 de octubre de 1927, hijo de Vicente García Maza y María Rodríguez Caburassi. Calixto tuvo dos hermanos, María y Juan, que fuera barbero en la calle San Juan Esquina con Zarza junto con Mateo.

En 1927 nacía, también, el poeta José Luis Tejada Peluffo. Manuel Álvarez Santander funda en la calle Curva una tienda de recauchutados luego conocida como Vulcanizados Ricardo. Se instalaba en El Puerto el médico Daniel Ortega, médico y luego diputado del Partido Comunista, depurado tras la Guerra Civil. El escultor Ángel Martínez recibe el Gran Premio de la Exposición y Feria de Navidad celebrado en 1927, premio que recogió de manos del Rey Alfonso XIII. Se erige el monumento al Corazón de Jesús, en la Plaza de los Jazmines. (Calixto, en una imagen con pocos años).

La Revista Portuense difundía, el 8 de abril de 1927, siendo alcalde Alfonso Sancho Mateo, el último milagro atribuido al Beato Diego José de Cádiz, santo varón que tenía vinculación con nuestra Ciudad, de la que es Hijo Predilecto. Consistía el milagro en la curación de una monja clarisa, de Jerez, de la tuberculosis que padecía, enfermedad mortal en la época y durante muchos años después, hasta casi la década de los cincuenta, según nos apunta el investigador Antonio Gutiérrez Ruiz.

En la Feria de Puerto Real, Vicente García Maza padre de Calixto, Calixto, su hijo Vicente y Miguel 'el Gitano'.

Con meses, la familia se marcha a San Fernando donde abren una tienda de zapatería ‘fina’. Allí estudiará en la Academia Ramos y en el Liceo Sagrado Corazón. Tuvo una niñez muy buena.  A los padres le toca el primer premio de la Lotería Nacional, con el que invierten en montar un Bar Restaurante y Fonda  junto a la Estación de Ferrocarril, en la Vda. Joly Velasco de la vecina ciudad.

En medio, se produce la sublevación militar y la Guerra Civil y el negocio se vino abajo y cerraron. Hasta hace pocas fechas el edificio seguía en pié, aunque cerrado. Marcharán a continuación a Málaga, con una tía de Calixto donde permanecerán por espacio de dos años hasta su regreso a El Puerto a final de 1941.

María, Calixto y Juan García, en una instantánea tomada de niños.

Calixto entrará a formar parte muy pronto del mundo laboral, primero como aprendiz en el taller mecánico de Rodríguez ‘Luisitio’, en Puerto Escondido  --calle en la que en verano se proyectaba cine-- . Ingresó en dicho taller al día siguiente de que se produjera un accidente laboral y explosionara una boya que estaban soldando, a cuyas resultas fallecieron el soldador, su ayudante y un mirón de los que nunca faltan.

Después, en 1942, entrará a trabajar en el taller de mecánica de barcos de Manuel Paz, en Puerto Escondido Chico, donde, con posterioridad se instalaría el pub ‘El Estanke’ que sería propiedad de Antonio Paz, y después en el taller de Bernardo de la Torre, situado primero en la calle Luja y mas tarde en la calle Diego Niño.


Tocando la batería con una orquestina, durante el Servicio Militar, en 1948. En el destino donde se encontraba, en San Fernando, daba clases de música a los reclutas.

EL SERVICIO MILITAR.

Hace el Servicio Militar en San Fernando entre 1947 y 1949. Y le cogió por medio la Explosión de Cádiz, donde tuvo que colaborar en paliar las consecuencias de aquel desgraciado incidente. En San Fernando enseñaba música militar a los reclutas. (En la imagen de la izquierda, Calixto con el uniforme de Marina, el 30 de enero de 1947)

De vuelta a El Puerto, entra a trabajar por las tardes en la hojalatería de Juan Zaragoza, en la calle Santa María, --su hermano Pepe era el propietario de la hoy inexistente ferretería Zaragona en Santa María esquina con Plaza de Juan Gavala, donde desde hace años existe un solar por construir--.

Un guardia dirigiendo el tráfico en la Plaza de Juan Gavala. A la izquierda podemos ver la Ferretería Zaragoza. No obstante, hemos de señalar que esta plaza es artificial, ya que la calle San Juan Llegaba hasta la casa de Juan Gavala. El trozo que se le quitó a la casa de la Ferretería daría lugar a la Plaza de Juan Gavala y, además comunicaba mejor las calles Luna y San Juan. La muralla de la Ciudad, que discurría por la calle Santa María, perdería ahí alguna parte de los sillares que la conformaban. (Foto: Pantoja. Colección Vicente González Lechugaa).

El maestro Francisco Dueñas, a la sazón Inspector de los Servicios Municipales en la práctica, del Ayuntamiento, le pide a Zaragoza que le busque un cerrajero para el equipo de oficios municipal, y éste propone a Calixto. Allí empezará en 1952, siendo alcalde Luis Caballero Nogueras, permaneciendo hasta 1956.

LA FAROLA.

Con Luis Caballero vivió una anécdota en relación a una farola muy movida. La farola en cuestión se encontraba en la Plaza de la Iglesia. Un temporal de Levante la tiró y acertó a pasar por allí el alcalde que se dirigió a nuestro protagonista, que estaba evaluando los daños: “—Maestro, a ver si ponemos la farola en pié, para que no se diga que en El Puerto se dejan las cosas sin atender”. Curiosamente esta farola sería luego desplazada de la Plaza con la construcción que el propio Caballero propició el Monumento a la Inmaculada; la farola iría a ocupar el centro de la Fuente de la Rana, en el Parque Calderón. Y años más tarde a su desaparición del Parque –nuestro protagonista nunca supo donde se guardó— se reinstaló en una mini rotonda en la Plaza de los Jazmines, a principios del milenio. Otro de los trabajos que recuerda haber realizado fue el enrejado del Paseo de la Victoria que todavía sigue en pié.

La lámpara, colocada con posterioridad en la desaparecida Fuente de la Rana, en el Parque de Ruiz Calderón. (Foto Colección Mata).

La lámpara, en su ubicación actual, en la mini rotonda de la Plaza de los Jazmines. Año 2003. (Foto: Mata).

VIDRIERAS PALMA.

En 1956 entrará a trabajar con el desaparecido Luis Rincón Noya en la Fábrica de Botellas Vidrieras Palma (VIPA), como correturnos, para pasar luego a ser mecánico fijo y, a la muerte de Rafael Paz, --Jefe de Taller y Máquinaria--, lo nombraron para este puesto donde permaneció por espacio de 25 años, hasta el cierre de la empresa en diciembre de 1981, circunstancia atribuida a la bajada de ventas de brandy. Los accionistas eran las bodegas de El Puerto, entre otras: Caballero, Osborne, Terry. Allí pasó mucho calor, trabajó en el taller de moldería, y a tres turnos, llegando a tener en sus mejores tiempos dicha empresa hasta 100 trabajadores, entre los diferentes departamentos: fundición, maquinaria, molduras, patio, oficia y portería. (En la imagen de la izquierda, torre de la desaparecida fábrica de botellas Vidrieras Palma).

A la derecha, espacio donde se construiría el Colegio José Luis Poullet y a continuación, Vidrieras Palma. Año 1970. (Foto: Mata).

Calixto lo pasó mal, verse de pronto en el paro con 54 años y una familia numerosa a la que atender. Pero lo superaron. Calixto siempre ha sido un multiusos y, once años mas y hasta la jubilación, estuvo haciendo por su cuenta trabajos de fontanería, electricidad y otros oficios.

FAMILIA NUMEROSA: 13 HIJOS.

Casado con Aurora Díaz Gatica el 26 de agosto de 1948, en pleno servicio militar.  Aurora trabajó en el servicio doméstico de la casa de Juan de Miguel, capitán de la Guardia Civil y suegro de Ramón Bayo Valdés. (En la imagen de la izquierda, una joven Aurora Díaz Gatica, el 30 de marzo de 1948, meses antes de la boda).

Tuvieron 13 hijos, 4 varones y 9 hembras: María Victoria, Vicente Juan, María Aurora, Concha, Calixto, Juan José, José Antonio, Rosario, Encarnación, Pilar, Dolores, Mercedes y Nieves. Estos les han dado 29 nietos, 9 bisnietos y de momento 1 tataranieto. Era compadre, pues lamentablemente ambos han desaparecido, de Luis Rincón Noya y Esteban Caamaño Bernal.

En Valdelagrana, la familia al completo, en la celebración de la boda de una de las hijas.

Las mujeres de la familia, Aurora y sus nueve hijas.

La familia vivió en el número 2 de la calle de la Chanca y, más adelante en un pequeño piso de Crevillet, ocupado por 18 personas: el matrimonio, la suegra, 13 hijos, 2 agregados y los amigos transeúntes. Consiguió literas del primer barco que se desguazó en el Guadalete, construyéndolas de tres pisos. Para comer había que establecer dos turnos y hacer cola; y había alguno que repetía. Calixto recuerda que le ayudó mucho el añorado médico Jaime San Narciso quien cobraba en especie y de esas especies ofrecía los alimentos a la familia, esos sí, con mucha delicadeza para no herir sensibilidad alguna.

Calixto, entregándole las llaves de su vivienda, como presidente de la Cooperativa de San Marcos, a su hijo Vicente.

PRESIDENTE COOPERATIVA DE SAN MARCOS.

Cuando estaba en VIPA y dado que la Cooperativa de Viviendas ‘Estrella del Mar’ no llegó a completar el cupo de marineros, el cura Ramón González Montaño le invitó a participar en una nueva cooperativa ‘Viviendas San Marcos’ de la que fue presidente hasta que dejó de ser cooperativo.

Calixto a la izquierda, tocando el clarinete, Miguel 'el Gitano' con la trompeta y Juan García Sánchez con el saxofón.

LA MÚSICA, SU PASIÓN.

La música fue su otra pasión. Primero tocó el clarinete y tras un periodo de inactividad musical a la vuelta cogería el saxofón tenor y la batería. Tomó estudios particulares con Alberto Barba Ramírez y con su padre Joaquín Barba Rocafull, en cuya Banda actuaría. Más adelante lo haría en la Banda Muncipal dirigida por el maestro Dueñas, donde compartiría vivencias con muchos compañeros: Remigio Andújar, Manolo el de la Tuba, etc… Sus hijos Vicente y Calixto, platillero el primero y tambor, platillos y tuba, el segundo, le acompañaron durante un tiempo en la banda de música. Y a se ha señalado que enseñaba música a los reclutas durante el Servicio Militar. Además, por su casa pasaron infinidad de chiquillos a estudiar música.

Calixto, fotografiado con la Banda de Rocafull, en la Feria de Puerto Real.

La Banda de Música, dirigida por el Maestro Dueñas, en 1963, a las puertas del Ayuntamiento. De izquierda a derecha, fila superior, Rafael Portela (saxofón alto), Joaquín Morro (trompeta), Francisco Cachetta Guiofré (clarinete principal) (*), Eduardo (bombardino), Calixto Garcia Rodríguez (tenor), Manuel Gallardo Reinado (trombón), Francisco Güelfo (clarinete), José Sánchez (clarinete), Vicente González Sucino (fliscorno, bombardino), Ángel Delgado Herrera (trompeta segunda), José Luis Ramos Añino (clarinete), Antonio Ramos Añino (saxofón alto), Enrique Morro (fliscorno primera), Manuel Jiménez García (tuba primera). Fila inferior, Antonio Bernal (platillero) el niño Vicente García Díaz (clarinete), Juan García Sánchez (bombo), Francisco Dueñas Piñero (director), Remigio Andújar Gómez (caja) y Fernando Güelfo (clarinete y trompeta). La identificación ha sido realizada por Vicente García Díaz.

(*) Perteneciente al destacamento de italianos que estuvo alojado en El Puerto durante la Guerra Civil, se quedó a vivir en nuestra Ciudad.

Calixto, el mas joven a la percusión con la orquesta Montemar, actuando en el Picnic.

Formó parte de varias orquestinas, entre otras la de Montemar o de la orquestina OCRAZ, acrónimo de Zarco, junto a Ramón Zarco (violín), su madre, Virginia Hernández (piano) y a veces Miguel Leveque (saxo alto) estando nuestro Calixto a la batería. Eran célebres los bailes en el Casino de Labradores donde actuaban; o en verano en el Balneario de Puerto Real y en el Cortijo en el porteño Paseo de la Victoria, allá por la década de los cincuenta del siglo pasado.

6

Luisa María Lojo García nació el 21 de octubre de 1978, tercera hija de los cinco hijos del matrimonio formado por Eugenio Lojo Robles ‘el Gordo’ pescadero de toda la vida y Milagros García Gómez, criándose con ellos un primo como un hermano más.  Su abuelo materno era 'el Tabique'. Vivió junto a su familia en el número 2 de la Avda. Rafael Alberti, donde se encontraba al negocio familiar: Bar ‘el Gordo’.

El año de su nacimiento se promulga la Constitución Española de 1978, norma suprema del ordenamiento jurídico del Reino de España, a la que están sujetos los poderes públicos y los ciudadanos de España, en vigor desde el 29 de diciembre de ese año. Dicha norma fundamental fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, siendo posteriormente sancionada por el Rey el 27 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre del mismo año.

La promulgación de la Constitución implicó la culminación de la llamada Transición Española, que tuvo lugar como consecuencia de la muerte, el 20 de noviembre de 1975, del anterior Jefe del Estado, el General Francisco Franco, precipitando una serie de acontecimientos políticos e históricos que transformaron el anterior régimen franquista en un Estado Social y Democrático de Derecho, bajo la forma política de Monarquía Parlamentaria.

«--El baile es un medio que me hace poder descargarlo todo, lo bueno y lo malo. Es mi medio de expresión, me ayuda a comunicar lo que siento, y en él pongo toda mi pasión», afirma esta porteña afincada en Nápoles. (En la imagen de la izquierda, cartel de la actuación de Luisa Lojo, en Milán. Italia).

La pequeña Luisa, con apenas cuatro años, ya empezaba a bailar...

DESDE LOS 4 AÑOS.
Los estudios académicos los realiza Luisa en SAFA San Luis e Instituto Santo Domingo. Pero lo que siempre le atrajo, desde pequeña, era todo lo que sonaba a andaluz, a folcklore español, al arte flamenco. Empezó de pequeña, con tan solo cuatro años, en una academia que estaba en donde hoy se encuentran las oficinas de la Concejalía de Deportes --la antigua OJE--, con Milagros Forte, conociendo más adelante a la maestra portuense Josefa Sánchez ‘Loliti’. Y nuestra protagonista crece en el baile y crece sabiendo que es eso lo que le gustaba.

Con Antonio Canales y una compañera.

Así marchará a Cádiz, donde permanecerá entre 1996 y 2000, para perfeccionarse en la Escuela de Charo Cruz, estudiando flamenco, ballet clásico y español, con figuras profesionales tanto en Cádiz como en Jerez: Antonio Canales, Alejandro Granados, Eva ‘la Yerbabuena’, Joaquín ‘el Grillo’, Chiqui de Jerez, organizados por el Centro de Flamenco de Jerez, Javier Latorre, Javier Barón, etc…

SEVILLA Y MADRID.
En el año 2000 se traslada a Sevilla para continuar perfeccionándose, y recibe enseñanzas en la Escuela de Matilde Coral, donde estudia ‘la bata de cola’ y el ballet clásico;  Manolo Marín Juan Amaya, entre otros. También con Antonio ‘el Pipa’ en la Fundación de la neoyorquina Cristina Heeren de Arte Flamenco.

En Madrid, con un grupo de compañeros, y a pesar de eso, amigos: de izquierda a derecha: Vanessa Rodríguez, Luisa Lojo, María Montero y Paco Montoya en la Maratón de Danza. Teatro de Madrid. 2003.

En el año 2002 y durante año y medio  marchará a Madrid donde sigue cursos profesionales en el conocido Centro de Arte Flamenco y Danza Española ‘Amor de Dios’, un señalado espacio de arte flamenco y danza española que no otorga títulos, sino que forma profesionales al estilo tradicional, enseñándoles a moverse por el escenario. Allí conoce a maestros como Domingo Ortega, Manuel Reyes, Antonio Reyes, Hiniesta Cortés, Belén Maya, perfeccionando ballet clásico con la bailarina Dagmara Brown.

PRIMERAS ACTUACIONES.
Desde pequeña bailará en peñas, como las de Camarón, la Tertulia, Chato de la Isla para, partir de 1998 y hasta el año 2000 formar parte de la Compañía de Flamenco Cibayi, actuando por diversas capitales andaluzas bajo la dirección de Charo Cruz.  De marzo a septiembre de 2001 baila en las Cuevas del Sacromonte (Granada) en Los Tarantos.

En Japón, con miembros de la Compañía, donde estuvo tres meses. La instantánea está tomada en Osaka 2002 y aparece en compañía de Paco Montoya.

JAPÓN
Y con 22 años, de octubre a diciembre de ese año 2001 trabajará como profesora para la Compañía Sapinkikaku, Alma de Flamenco, en Japón, actuando para dicha compañía en tablaos de Osaka y Kyoto. Luego vendrían otros países: Italia, Francia, Emiratos Árabes, Brasil, …

MADRID.
En 2002, trabajará en Madrid en el Teatro Calderón, junto a Lola y José Greco, con música de Losadas y coreografía de Antonio Canales. También el Teatro de Madrid verá sus evoluciones y las salas ‘Los Gabrieles’, ‘Madrid se hizo Flamenco’, ‘La Axarquía’, ctc… El año 2003 participa en la Gala del Orgullo Gay de Madrid y en el Maratón de Danza del Teatro de Madrid.

Compañeras en el ballet flamenco de Barcelona: Mariquilla, Raquel Alegría y Luisa Lojo.

BARCELONA.

Al año siguiente, 2004 se traslada a Barcelona donde trabaja en los tablaos ‘Los Tarantos’ y ‘El Carmen’. En el Teatro Sala Guash, en el Forum de las Culturas de Barcelona, colabora con el grupo Ayana. Durante el tiempo que pasa en Barcelona enseña en el Centro Andaluz de Flamenco N.S. Esperanza, impartiendo también cuatro cursos intensivos de flamenco en Baracaldo (Bilbao) a donde se desplaza.

EMIRATOS ÁRABES, BRASIL, ITALIA.

En 2004 se desplazará a Abudabi (Emiratos Árabes), donde participará en la Noche Española del Hotel Gulf di Abudabi. Ese año, también, actuará con la Compñaía de Iñaki Márquez en Salerno (Italia) y en noviembre trabajará por un año para la Compañía de Ballet Clásico Español de Maite Ferrer (de Barcelona), actuando con la compañía de cruceros MSC por Brasil y el Mediterráneo.

Con amigos, en Italia. De izquierda a derecha, el guitarrista argentino Mariano Manzella y el bailaor de la misma nacionalidad Sergio 'el Javi'.

EL PUERTO, BILBAO E… ITALIA DEFINITIVA.
En 2006 regresa a su ciudad natal, El Puerto de Santa María, e imparte cursos de flamenco en la Escuela de Teatro ‘Sala Poniente', donde ve un «Puerto descuidado, una Ciudad a la que no se le saca todo el partido que se le pudiera sacar, una ciudad tan maravillosa, una ciudad que tiene casi de todo,… y lo dice una que ha viajado y vivido en varias ciudades. Es una pena», afirma. Al año siguiente, 2007 participa en los Encuentros de Flamenco Ciudad de Bilbao y ese mismo año se traslada a Italia donde enseña flamenco por toda la provincia de Nápoles, impartiendo cursillos y actuando por parte de la península italiana.

Con su familia, en El Puerto de Santa María. De izquierda a derecha, Álvaro Lojo,  Luisa, Mari, Cayetano, su madre Milagros García, Eugenio, Teresa Alcalá con su hija Laura, y Cristina Lojo y su marido Carlos Alberto Cabrera Pinto, ambos dos periodistas.

Allí se establece por amor, y allí permanece desde hace algo más de tres años. Está casada, desde hace dos, con Gaetano d’Esposito y, de momento, no tiene hijos.  «--La verdad es que puedo sentirme privilegiada, pues en Italia tengo la posibilidad de disfrutar del amor mientras trabajo en lo mío, bailando e impartiendo clases».

Acaba de abrir una tienda de productos flamencos on line, dirigida al público italiano: www.flamenca.it.

El Puerto de Santa María, su historia y hasta la más popular de sus devociones, están asociadas íntimamente a la figura y al recuerdo de Alfonso X "Rey de Castilla, León y de Andalucía". En efecto, El Puerto de Santa María fue poblada y organizada por Alfonso X a través de una serie de actuaciones que culminaron en la concesión a la Ciudad el 16 de diciembre de 1281 de una carta-puebla que puede ser considerada justamente como el texto fundacional de esta Ciudad, a la que el rey dio nombre de Gran Puerto de Santa María.

Estas consideraciones justifican sobradamente la creación de la Cátedra que lleva el nombre del monarca en 1998, en El Puerto de Santa María y con sede en el Castillo de San Marcos, que contiene entre sus muros la antigua mezquita transformada en iglesia por el monarca castellano, de la "Cátedra Alfonso X el Sabio".

Sus objetivos principales son el estudio y difusión de la personalidad, época y obra del más universal de los reyes hispánicos medievales. La actuación de la "Cátedra Alfonso X el Sabio" se manifiesta a través de la celebración bienal de una Semana de Estudios Alfonsíes y en la publicación de los textos allí presentados y de otros estudios en la revista Alcanate. Revista de Estudios Alfonsíes.

Como actividad permanente, la "Cátedra Alfonso X el Sabio" tiene la intención de establecer en el Castillo de San Marcos un Centro de Estudios sobre Alfonso X y la creación de una biblioteca especializada en  temas referentes al Rey Sabio y a su época. Para ello está en fase adaptación una casa aneja al castillo de San Marcos. La "Cátedra Alfonso X el Sabio" está abierta a la colaboración de todas las universidades españolas y extranjeras interesadas en participar en este proyecto, que cuenta con el generoso apoyo y mecenazgo de la firma portuense Luis Caballero, S.A., propietaria del Castillo de San Marcos.

JUNTA DIRECTIVA
La cátedra está presidida por Luis Caballero Florido, siendo su director Manuel González Jiménez y vocales Rafael Cano, Luis de Mora Figueroa y Luis Suárez Ávila.

PUBLICACIONES.
Las publicación  Alcanate. Revista de Estudios Alfonsíes,  de carácter igualmente bienal, actúa como libro actas de las Semanas Alfonsíes, pudiendo ser consultado su índice en esta página de internet:  http://www.institucional.us.es/dhmcthus/alcanate.htm

CONGRESOS CELEBRADOS.
La celebración de los congresos, todos ellos celebrados en nuestra Ciudad, tienen carácter de bienal.

  • VII Semana de Estudios Alfonsíes, «El arte durante el reinado de Alfonso X», del 15 al 17 de abril de 2010.
  • VI Semana de Estudios Alfonsíes: «Alfonso X en la historia del español», del 3 al 5 de abril de 2008.
  • V Semana de Estudios Alfonsíes: «Diversiones, juegos y magia en la corte de Alfonso X», del 20 al 22 de abril de 2006.
  • IV Semana de Estudios Alfonsíes: «Alfonso X en Europa», del 16 al 18 de diciembre de 2004.
  • III Semana de Estudios Alfonsíes, «750 Aniversario. Permanencia e Innovaciones». 12 al 14 de diciembre de 2002.
  • II Semana de Estudios Alfonsíes: «Alfonso X y las órdenes militares». , del 14 al 16 de diciembre de 2000.
  • I Semana de Estudios Alfonsíes: «Estudios y Saberes» 1998.

PREMIO DE INVESTIGACIÓN HISTÓRICA.
La Cátedra Alfonso X ‘el Sabio’, fiel a sus objetivos de promoción e impulso de los estudios relativos a Alfonso X, instituye el Premio ‘Castillo de San Marcos, de investigación en torno a la figura de Alfonso X, su época y proyección histórica. Tendrá carácter bienal y se convocará todos los años pares. La primera edición ha sido en 2010 y está dirigido a estudiosos, preferentemente en sus fases iniciales de investigación, interesados en la temática propuesta. El estudio presentado habrá de ser original, siendo posible toda perspectiva de acercamiento al tema --historica, literaria, artística, arqueológica, …--, siempre que el tratamiento de las fuentes utilizadas responda a las exigencias críticas y metodológicas de un auténtico trabajo de investigación. Mas información en la sede de la Cátredra.

Asociación Cultural ‘Cátedra Alfonso X el SAbio’.
Plaza Alfonso X el Xabio
E-11500 El Puerto de Santa María (Cádiz) España.
Correo electrónico: castillosanmarcos@caballero.es

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José Ángel Chacón Tenllado nació a finales de 1933 en Aguilar (Córdoba), hio de Ángel Chacón Crespo y Enriqueta Tenllado Pérez pero pasó la primera parte de su infancia, que recuerda nítidamente, en El Puerto de Santa María, con sus abuelos Rafael Tenllado y Enriqueta Pérez y su madre, también Enriqueta, joven viuda por la barbarie de la Guerra Civil, hija única con dos hijos de cuatro y seis años que se vino a nuestra Ciudad, donde sus padres tenían una tienda de tejidos y confecciones en la calle Ganado, junto a una tienda de ultramarinos que hacía esquina con Nevería.

«Hace unos años pasé por esa calle, como hice siempre que visité El Puerto; aún existía la casa donde viví y tenía un letrero de “Se vende”. Desde ese día, en sueños, la he comprado varias veces. Me imagino que ya la habrán vendido y derribado. Todavía existía el cierro donde, desde el recuerdo, puedo ver a mi madre, pegando tiras de papel en diagonal sobre sus cristales, ante posibles bombardeos, para que los cristales rotos quedasen pegados al papel»

José Ángel Chacón Tenllería y José Ángel Chacón Escobar, padre e hijo, ambos luthiers.

En 1943, la familia se trasladó primero a Lucena y luego a Málaga. Allí estudiaría  Peritaje Industrial, trabajaría en diversos oficios y continuaría los pasos que había empezado en El Puerto, hacia sus dos pasiones la música y la lutheria (construcción de instrumentos musicales de cuerda). Mas tarde trabajaría en Mercedes Benz, en Alemania, como modelista y en Málaga en una Inmobiliaria. Pero su pasión por la construcción de instrumentos musicales le llevarían en 1974 a la ciudad italiana de Biella, ciudad del Piamonte, entre Turín y Milán y cercana a Cremona. Allí perfeccionaría sus conocimientos hasta que, en 1983 regresaría a Málaga, donde establecería su taller y crearía una Escuela de Lutheria. Medalla de Plata de las Bellas Artes, su hijo continúa en la profesión de constructor de instrumentos musicales cordófonos.

A sus 77 años, estos son sus recuerdos de El Puerto.

MEMORIAS DE EL PUERTO: 1937 – 1955
«Mis recuerdos de niño grabados con bastante claridad, empiezan en El Puerto de Santa María, hacia el año 1937. Yo era el más joven de una familia acomodada, compuesta por mi abuelo Rafael Tenllado, como cabeza de familia, mi abuela Enriqueta, como mi madre, y mi hermano Rafael, casi dos años mayor que yo, con una minusvalía psíquica que lo hacía diferente de los demás. Mi padre, Ángel Chacón murió trágicamente en Puente Genil, en Julio del treinta y seis y nos fuimos a vivir con nuestros abuelos. Yo tenía cerca de cuatro años, y el cambio que originó su muerte no podía apreciarlo entonces, de él solo me quedaron vagos recuerdos, pero no pasó mucho tiempo para sentir su falta, más de lo que podía imaginar. (En la imagen de la izquierda, los abuelos de José Ángel, Rafael Tenllado Lechado y Enriqueta Pérez).

A pesar de la tragedia familiar, en aquel tiempo éramos una familia privilegiada, con medios económicos suficientes para vivir cómodamente dentro de la escasez que había en aquellos años de guerra. Entonces no podía saber la tragedia que vivían miles de personas, sufriendo los horrores de la guerra civil; perseguidos o encarcelados, humillados y pasando mucha hambre, víctimas de la barbarie, del odio o del fanatismo. Para muchos, la guerra no había terminado. Recuerdo que jugábamos en un llano, junto a las puertas del célebre Penal, sin saber que detrás de ellas solo había tortura, odio, desesperación y muerte. (En la imagen de la izquierda, el padre de nuestro protagonista, Ángel Chacón Crespo, natural de Puente Genil).

Mi familia no tenía una afiliación política definida, pero estaban con los nacionales. La muerte de mi padre ya era un motivo suficiente, y en casa solo se hablaba de los horrores que habían cometido los “Rojos”. Durante algún tiempo, esos comentarios me produjeron horribles pesadillas que me despertaban temblando y corría a la cama de mi madre.

Recuerdo que en aquellos días, en casa se escuchaban las charlas radiofónicas de Queipo de Llano. Pasarían años, antes de saber que se trataba de uno de los generales más controvertidos, entre los sublevados, al mando de Andalucía. Su audacia al tomar Sevilla con escasos recursos, abrió las puertas de la península a las tropas africanistas y su chulesca actitud en las charlas radiofónica, con el menosprecio de la vida de sus semejantes, durante la contienda como “Virrey de Andalucía” no tuvieron límites;  “darle café” era la orden de fusilamiento para muchos infelices. A la muerte del general, en el año 1951, sus restos mortales serían enterrados en una popular Iglesia sevillana. Este es un hecho por el que considero lógica, la pregunta que muchos se hacen, ¿Cómo se puede hablar hoy de abrir heridas, cuando se intenta poner nombre a los miles de andaluces anónimos, “que tomaron su café”, antes de ser enterrados en fosas comunes? (En la imagen de la izquierda, el general Gonzalo Queipo de Llano).

Tampoco entendía entonces, cuando se comentaba que algunos niños  se comían las cáscaras de plátanos y unas bolas de maíz, que daban racionadas, mientras mi hermano y yo teníamos nuestros caprichos para comer. A los pocos años, con la familia arruinada, empecé a entenderlo, y de aquellos niños pobres del Puerto, de los que llegábamos a pensar que estaban tontos por comer desperdicios, me acordé durante mucho tiempo, y empecé a comprender muchas cosas que antes no entendía.

LA MÚSICA

De aquel pasado recuerdo con envidia algo que desgraciadamente se ha ido perdiendo, se cantaba o canturreaba acompañando los quehaceres cotidianos dentro de la casa, incluso en algunos trabajos. Esta costumbre fue el primer estímulo a mis sentidos que despertó mi pasión por la música. Mi abuelo cantaba en el baño, de “El Puñado de Rosas”, “Pues óyeme paloma, tengo yo allá en Triana, en medio de los campos….”, mi madre cantaba y tocaba el piano y tenía un repertorio mucho más extenso, que abarcaba varias zarzuelas, tangos de Gardel y algunas canciones populares. Además teníamos una lavandera que cantaba flamenco, con exquisita gracia repetía todos los cantes de Canalejas de Puerto Real. Ella fue el principio de mi amor por nuestro flamenco, nunca olvidaré cuando cantaba aquella petenera que decía, “niño, que encuero y descalzo, va llorando por la calle…”.

COLEGIOS CLASISTAS.
Mis abuelos no tuvieron más hijos que a mi madre y disponiendo de los medios económicos suficientes, se volcaron en su educación. Desde los cuatro años la internaron en los mejores colegios de religiosas, en Sevilla, Antequera y Lucena. Aprendió lo que en la época se entendía como educación para una ‘señorita de clase’.

Relacionado con las clases, me contaba mi madre, que en uno de los colegios, tenían niñas pobres de forma gratuita, y que estas niñas tenían que hacerle las camas y limpiarles el cuarto a las internas de pago, además de hablarles de usted. Las religiosas, en casi todos los tiempos han sido fieles conservadoras de las diferencias de clase, a las que han sabido sacarle partido. Me imagino que a las niñas pobres, aplicando su personal interpretación de los Evangelios, las educaban para que fuesen buenas, respetuosas y humildes criadas para todo.

A mi hermano y a mí nos pusieron en una de las mejores escuelas privadas del Puerto. Desde el principio la escuela me encantó, tenía cinco años y en poco tiempo empecé a destacar, los maestros le decían a mi madre que yo era un niño muy inteligente. Podía haber sido muy bonito, y de hecho lo era, pero sufría mucho cuando algunos alumnos me llamaban “el hermano del tonto”, por el comportamiento anormal de mi hermano, y más tarde comentarios familiares relacionado con mi madre y su pretendiente, que mi hermano se encargaba de hacer, hábilmente manipulado por uno de los maestros, que a pesar de no comprenderlos, sabía que eran ofensivos para ella. Dentro de la clase me sentía feliz, era distinta a la de mi hermano que estaba más atrasado. (Los hermanos Chacón Tenllado, en una fotografía de estudio coloreada, tomada en Cádiz).

LOS ITALIANOS.
En 1938 mi madre tenía treinta años, era una viuda guapa, con una exquisita educación y buena posición, que a pesar de tener dos hijos, su situación le habría permitido elegir entre algunos pretendientes conocidos de nuestro entorno, pero la fatalidad quiso que se enamorara de un soldado italiano de los que mandó Mussolini en ayuda de Franco: Nicolás Monteleone.

Tropas italianas acuarteladas en El Puerto, recibiendo un homenaje en la Plaza de Isaac Peral el 1 de octubre de 1938. (Foto: Francisco Sánchez Pérez).

Mi madre contra viento y marea defendió sus sentimientos hacia esta ‘oportunidad’, con la habilidad propia de una mujer inteligente dominada por la pasión, frente a los razonamientos de sus padres y algunas amistades. Este tipo de relaciones estaban mal vistas, y a ciertos niveles eran muy criticadas por la sociedad de entonces. Se hicieron populares unas coplillas que se cantaban por las calles, dedicadas a las señoritas de El Puerto, con música y estribillo de una canción muy conocida en los frentes de guerra. La letra decía:

«Las señoritas del Puerto- Puerto
le piden a Mussolini- ini
que deje a los italianos- anos
para poder ir al cine».
Y seguía el estribillo:
«Carrascá- carrascá
que bonita serenata,
carrascá- carrascá
ya me estás dando la lata»

que terminaba siempre con gritos que yo no entendía.

Yo adoraba a mi madre y todo lo que ella decía era la verdad absoluta, por tanto, el italiano era para mí un héroe, guapo e inteligente, casi un médico. Por lo visto se hizo practicante en la guerra.

La madre de José Ángel viajaría desde Barcelona a Roma en avión.

CASAMIENTO POR PODERES.
El italiano se marchó con las demás tropas italianas, y siguió su relación por carta, hasta su casamiento por poderes, en el 1941. Para hacernos una idea de la odisea del casamiento y su viaje a Italia, habría que tener en cuenta las dificultades que existían para salir fuera de España en aquella época.

Aún estando Italia metida hasta el cuello en la segunda guerra mundial, mi madre consiguió pasaporte italiano y permiso de salida. No hay que olvidar que mi padre fue víctima de los llamados rojos, así, además de víctima de la Guerra Civil, era caído por Dios y por La Patria. Resulta triste pensar que la pérdida trágica de un ser querido, la sociedad dañada por la guerra, le diese distintas categorías que determinaban quién podía andar libremente con un salvoconducto, sin problemas, y quién tenía que moverse con miedo, solo por ser familia de algún fusilado, también por Dios y por La Patria.

Resuelta la documentación necesaria, marchó de Cádiz a Barcelona en barco, y de Barcelona a Roma en avión. Tenía dinero suficiente, pero salir de España en avión, en plena Guerra Mundial, era una proeza al alcance de pocos. Allí la esperaba su marido, soldado del Ejército Italiano con un permiso de cuatro meses, y pienso que con un sueldo ‘de acuerdo a su categoría’.

LANJARÓN
En estos cuatro meses cambió todo en la casa. Mi abuelo, que padecía del hígado, tuvo una crisis y se marchó a Lanjarón para tomar las aguas, aconsejado por su médico. Mi abuela, mi hermano y yo nos marchamos, primero a Granada, donde estuvimos hospedados por unos días en el hotel La Perla, (recuerdo de haber comido chirimoyas por primera vez), y luego a Pinos Puente, en casa de una hermana suya. Aquello fue una aventura para mí hermano y para mí. Algunos años después, pensando en estos desplazamientos, me preguntaba ¿estarían huyendo mis abuelos de la crítica que había despertado, en El Puerto, la relación de mi madre con el italiano?, si no fue así ¿porque cerrar un negocio próspero, que gozaba de prestigio, recién ampliado y reformado, los cuatro últimos meses de ese año 41, y dejarnos sin Escuela?

Rafael, Enriqueta y Ángel; siempre se que se hacían una fotografía de estudio se desplazaban a Cádiz o Jerez. «Con el tiempo me haría más preguntas relacionadas con esta época, sin encontrar una respuesta lógica. Hoy se, que el día que mi madre nos sacó de paseo, a mi hermano y a mí y conocimos al italiano, marcaría un antes y un después en nuestras vidas. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, veo al soldado acercarse a nosotros y preguntarle a mi madre si los dos niños eran suyos.»

REGRESO A EL PUERTO.
Con su vuelta se volvió a la vida normal en El Puerto, al menos así lo veía yo, feliz por mi incorporación al Colegio, mi abuela en su tienda, y mi abuelo en una actitud de silencio total o perdido en viajes. Paraba poco en casa y los pocos días que estaba comía solo en su dormitorio. (En la imagen de la izquierda, Enriqueta Tenllado).

Del embarazo de mi madre me enteré cuando ya se le notaba, aunque ella ya me había dicho algo de un hermanito, sin explicarme el porqué de la gordura, yo lo sabía por los comentarios que los niños hacíamos en el colegio. Lo sabía mal, como sabíamos los niños de entonces todo lo relacionado con el sexo.

Recuerdo mi primera comunión, junto a mi hermano, a la vuelta de mi madre y antes del nacimiento de Fernando. Mi ingenuidad de entonces me hace reír y asombrarme hoy. En el equipo de comunión teníamos unos rosarios que mi madre trajo de Italia, bendecidos por el Papa Pío XII, que imagino los compraría en la Plaza de San Pedro en algún tenderete de artículos para regalos, pero yo lo imaginaba de otra manera. Estaba convencido, teniendo en cuenta la influencia que yo atribuía a mi padrastro, que el Papa en persona, le había entregado los rosarios a mi madre para sus hijos y me sentía tan orgulloso que se lo contaba a todos mis compañeros de Colegio como un hecho real. Quizás, en mi subconsciente se fraguaban esas fantasías en mi deseo de ayudar a mi madre, convertida en blanco de algunas críticas.

UN NUEVO HERMANO.
Llegamos al acontecimiento de mayor trascendencia que cambiaría muchas cosas, el nacimiento del hermanito. La noche en que nació, a mi hermano y a mí nos cambiaron de dormitorio en una habitación que daba al pasillo y recuerdo un tráfico de personas que llevaban palanganas de agua caliente al dormitorio de mi madre. Al fin de tanto ajetreo me quede dormido y por la mañana todo había terminado. Mi madre estaba radiante, no paraba de comentar lo guapo que era el niño y los ojos que tenía.

Al principio sentía envidia por mi nuevo hermano, y era lógico, mi madre seguía siendo cariñosa conmigo, pero le faltaba tiempo para serlo como antes, mi abuela que demostró en la dificultad ser una mujer maravillosa, entregada a los demás, nunca fue cariñosa, mi abuelo no hablaba con nadie y mi hermano mayor seguía  en su mundo particular, ¿Qué otra cosa podía sentir un niño con menos de diez años? Estos sentimientos modifican nuestro comportamiento, guardando lo que pensamos sin compartirlo con nadie. Son los primeros brotes de aislamiento e  independencia y los primeros desengaños.

CIERRE DEL NEGOCIO: LUCENA Y MÁLAGA.
Mi abuelo empezó a decir que quería morirse en Lucena, pueblo que le vio nacer, pero la verdad es que no podía aguantar por más tiempo vivir en El Puerto. Dicho y hecho, quitó el negocio, que acababa de ampliar y nos mudamos a Lucena. Allí alquiló una casa amplia, de dos plantas y un patio con una zona cubierta, donde se acopló todo el mobiliario del negocio y las existencias en una de las habitaciones repartidas en estanterías.

Como he dicho antes, estaba más tiempo en la calle, por tanto no dispongo de recuerdos directos de cómo se fue desarrollando el encuentro de este hombre con la realidad y tampoco recuerdo como se decidió venirnos a Málaga, seguramente, pensando en que una ciudad ofrecería mejores oportunidades que un pueblo, para una familia arruinada. Para financiar la operación, se malvendió el mobiliario junto con las existencias, de lo que fue un negocio y nos vinimos para Málaga en tren, cargados de muebles y enseres. De nuestra llegada a Málaga, recuerdo los dos carros, tirados por mulos, que transportaron nuestros muebles y sentir el aroma del mar que me transportó al Puerto de Santa María

EVOCACIÓN DE EL PUERTO.
Para terminar incluyo el último fragmento de mis recuerdos relacionados con El Puerto. Se trata del recuerdo de una evocación mucho más reciente, de un día especial, en los últimos años que viví en Italia. Recuerdo uno en especial, mi último viaje a Génova para una gestión de pasaporte. Me encontraba bastante deprimido y distraído con mis pensamientos, cometí algunas torpezas conduciendo y decidí pararme a descansar un poco. Ya había coronado los Apeninos; aquella cordillera me recordaba algo. Intentando descansar un rato, y distraído en el paisaje pensaba que estaba cerca de la costa. Efectivamente, Genova y la Costa Lígure se dibujaban al fondo. Fue entonces cuando mis sentidos, ante el paisaje y el aroma del mar, se concentraron en lejanos  recuerdos del Puerto de Santa María. No sé, el por qué, en aquel momento, empecé a evocar sensaciones vividas en la niñez, del Puerto y no de Málaga; quizás porque el final de mi niñez, vivida en Málaga, siempre quise borrarla de mi memoria. Al final reanudé mi viaje contento, en un estado de placidez y concentración,  distinto al que traía cuando salí de Biella.

Falangistas en formación, en la calle Larga.

La casa donde vivíamos en la calle Ganado en 1937, entre las dos plantas que tenía, vivíamos tres familias: Joaquina, su marido Alfonso y su hija, recién nacida, que vivían en la planta baja, y arriba mi familia y otra, que llegó poco antes de irnos, quiero recordar que eran los dueños del Cacao Pico.

Saliendo del portal, a la derecha estaba la calle Luna, y al fondo a la izquierda, la Plaza Peral y el Ayuntamiento. Frente había una tienda de muebles, de un tal Pedregal que estaba en el mismo colegio de mi hermano y mío. Era el Colegio de Don Alfonso Cárdenas, en la calle Luna. De este primer Colegio, conservo recuerdos muy bonitos en la clase de la señorita Paca. Lamenté dejarlo cuando nos fuimos del Puerto en el año 1943. Recuerdo la muerte del alumno Jaime Benjumeda  Osborne --hijo de Manolo Benjumeda y Margot Osborne-- por tétanos, que desarrolló después de una caída  en la parada de coches de caballo, de la Plaza Peral, junto al Bar Paquito.

La parada de coches de caballos en la Plaza de Isaac Peral.

Más recuerdos: la playa de la Puntilla, la Plaza de Toros, la Virgen de los Milagros. El orgullo que sentía entonces, por haber recibido la Confirmación por el Cardenal Segura en La Prioral, y por haber incorporado a mi nombre José, el de Ángel en memoria de mi padre. El pasar de las Cuadrillas en coches de caballo, por la calle Nevería en días de Toros. También una Corrida con Manolete y El Estudiante, en la que no se pudo ver nada de Manolete, por una cogida en su primer toro. Lo guardo en mi memoria, por los comentarios de mi vecino, buen aficionado que además, creo que tenía algún empleo en la Plaza de Toros.  También había un magnífico artesano que hacía figuras de Nacimiento; las modelaba y policromaba con verdadero arte. Les ponía un sello con su nombre, ¿podría ser Ángel Martínez?

Mi madre nos llevaba a la playa de La Puntilla, a mi hermano Rafalito y a mí, y a la niñera uniformada con su delantal blanco, me imagino que para distinguir nuestro rango. Lo más desagradable era la zambullida obligada que nos daba, una especie de marengo que cobraba por ello, cuando mi madre comprobaba que nos habían mojado bien la cabeza. Estoy seguro que aquel marengo es el responsable del exagerado respeto, por no decir miedo, que siempre le tuve al mar. (En la imagen, la madre de José Ángel con sus hijos en la Playa de La Puntilla. Cuando no le gustaba una fotografía a la madre de José Ángel, rayaba la cara).

Otras veces, con otros niños del colegio, íbamos al puerto a coger cangrejos, y en El Parque, paralelo al puerto, nos ocurrían cosas propias de una edad, que las hace inolvidables; yo tendría nueve años y mi hermano cerca de once. Había tres niñas quinceañeras o más, no sabría precisar, solo recuerdo que eran guapas, que tenían buen porte y cuyos nombres, que recuedo, voy a omitir. A él y a mí nos separaban del grupo, sabían nuestros nombres, y nos llevaban a los sitios más solitarios del Parque, nos cogían la mano y nos la ponían entre sus piernas, jugaban con nosotros y se reían de nuestra excitación. Aquel secreto de mi intimidad, que comparto por primera vez, se repitió varias veces, y aunque mi sentido de culpa me avergonzaba, recuerdo que sentía verdadero placer.

El taller del luthier, en Málaga.

A pesar de haber vivido muchos años en Málaga, solo de aquella época de El Puerto, mi memoria se impregnó del intenso olor de su puerto y de sus barcos, en contraste con el suave aroma de sus playas, ¡siempre ese olor que llevo conmigo! También de sus ardientes y luminosos colores del verano o de los grises violáceos del invierno, y la sensación de infinito en aquellos días en que el horizonte se funde con el cielo, o el rugido de las olas embravecidas, frente al murmullo de las mismas  olas, ya en calma, cuando mueren sobre la playa adornadas con su espuma blanca. Al contemplar, aunque solo sea en el recuerdo, toda la riqueza sobrecogedora que nos brinda la naturaleza desde el mar, nuestros sentidos se tranquilizan y olvidan lo cotidiano, gozando la nostalgia de lejanas alegrías y melancólicas tristezas.

Al despertar de aquella evocación, comprendí mejor los versos de aquel poeta de El Puerto, Rafael Alberti, en su Marinero en tierra: «Si mi voz muriera en tierra/ llevadla a nivel del mar/ y dejadla en la ribera.»

6

Alejandro Joaquín Ramos Malia, es un joven diseñador portuense nacido el 25 de noviembre de 1987, hijo de Ignacio Ramos Bononato y la barbateña afincada en El Puerto de Santa María, Emilia Malia Barroso. Su bisabuelo materno era Paco Bononato, encargado de las casetas de playa y su abuelo era el propietario de la Panadería La Flor, cerca de la plaza del Ave María, en la calle Cruces, donde vive junto a otro hermano. Por poco tiempo pues, a mediados de enero de 2011 se marchará a Nueva York donde la compañía de diseño gráfico Infinited Vision le ha fichado como Director Creativo, a sus 23 años.

1987.
El año de nacimiento de Alejo, 1987 era alcalde de la Ciudad, Juan Manuel Torres Ramírez (PSOE) gobernando en coalición con el Partido Popular (PP).  Rafael Alberti publica sendos libros: ‘Accidente. Poemas de hospital’ y ‘Cuatro Canciones’. En febrero, se inaugura el Hospital General ‘Santa María del Puerto’, de gestión privada concertado con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, propiedad de el grupo sanitario José Manuel Pascual En marzo, la única compacorogota del mundo organiza el I Concurso de Feos Ciudad de El Puerto. La Peña Los Majaras saca la comparsa ‘Caballos Andaluces’. En abril son declaradas como Reservas Integrales Zoológicas las lagunas de Salada, Juncosa y Chica, por la Junta de Andalucía.

Alejo Malia, en un automontaje sobre si mismo.

Ese año 1987 el cartel anunciador de la Feria de Primavera, será una reproducción de Juan Lara que ya anunciara la fiesta en 1963. Ese verano, Diego Ruiz Mata, catedrático de arqueología de la Universidad de Cádiz, continuaba con los trabajos de excavación en el Yacimiento Arqueológico de Doña Blanca. Keka Raffo, la pintora chilena afincada en El Puerto expone sus creaciones en la Galería Al Andalus, en una muestra colectiva. Franco Policastro, pintor y restaurador italiano afincado en El Puerto, expone en la Sala Caype, en Valdelagrana.

Nuestro protagonista estudió en El Vaporcito, el Colegio La Merced y en SAFA, terminando sus estudios de ESA (Enseñanza Obligatoria de Alumnos) en el Instituto Santo Domingo. Más tarde, en 2007 estudiará en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez Diseño Gráfico Publicitario, donde obtendrá dicha titulación, especializándose en técnicas fotográficas, de dibujo y pintura y publicitarias.

Alejo Malia, con la guitarra en su cuarto de estudio.

Alejo es, además, aficionado a la escritura –conserva relatos inéditos--  y a la música. Hace unos años le regalaron una guitarra eléctrica y acabaría aprendiendo a tocarla por internet, así como también el piano. Hace composiciones musicales y se adentra por circuitos musicales no convencionales. Polifacético de las artes.

PERDIDOS.
Alejo ha ganado el primer premio en la primera edición de Fotografía Artística de la Escuela de Artes de Jerez. Realizó, también, los dos primeros diseños de ‘El Cocinero Fiel’ y, en la actualidad, uno de los encargos en los que trabaja desde El Puerto para la compañía norteamericana Infinited Vision, es la creación de la identidad corporativa –la marca o ‘firma’— de Laz Alonso, actor secundario de la película Avatar. Para la serie ‘Perdidos’ o ‘Lost’, como prefieran, realizó un cartel que resultó ser uno de los tres ganadores y que fueron expuestos por la cadena de TV Cuatro, en sendas exposiciones del FNAC que dieron la vuelta por diferentes capitales españolas, cuyo montaje podemos ver pulsando en este enlace de TV Cuatro. (En la imagen de la izquierda, el cartel de Alejo, premiado de ‘Perdidos’).

GOOGL’ES WORLD.
Pero donde el joven Alejo ha saltado a la fama, a nivel internacional a través de Internet, ha sido a raíz de unos dibujos de una serie que titula ‘Googl’es World’ que ha dado la vuelta al mundo, que le ha dado a conocer en los ámbitos del diseño profesional y que le ha promocionado de tal manera que una compañía de comunicación e imagen ha requerido sus servicios como Director Creativo. Desde Septiembre están trabajando a través de Internet y a partir de enero de 2011, Alejo se trasladará a vivir a Nueva York, donde trabajará con la compañía.

COMO NACIÓ GOOGLE’S WORLD.

De regreso de la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, en junio de 2009, en el tren camino de El Puerto de Santa María, reflexionaba Alejo –siempre está imaginando proyectos e ideas— sobre los iconos de Google Maps y empezó a hacer los bocetos que hoy forman la serie, mezclándolos con escenarios reales. Este año 2010, para darle movimiento a su blog en Internet, se decidió a recuperarlos, modificándolos y colgándo y, por medio de los sistemas de intercambio, --el marketing viral de internet—han recorrido los portales de algunos de los medios especializados en tecnología más leídos del mundo.

Alejo explicaba a la web de RTVE que “recuperó estas ilustraciones para dar un impulso a su blog lanzado este año. Lo que el concibe como una especie de "storyboard" pronto empezó a circular por diversas webs. Ufuntu, un blog francés especializado en tecnología, recogió los dibujos. Este post fue referenciado en GeekoSystem que a su vez fue enlazado por Gizmondo, una de las bitácoras tecnológicas más seguidas del mundo. Las fotos han saltado finalmente a Mashable, un blog de noticias de internet que se sitúa entre los más importantes de la Red y así a este joven creador le han llamado de "hasta un periódico de Berlín". "Nunca ninguna de mis obras había tenido repercusión internacional", cuenta sorprendido.

El pilar de su técnica es la imaginación, "--Siempre estoy imaginando cosas, mi cabeza no para". Después de "ver" la escena, llega el boceto en papel. Por último Alejo lo escanea y trabaja con él en Photoshop. No es la única vez que Alejo fusiona realidad con las nuevas tecnologías. En su blog también se puede ver un fotomontaje en el que aparece el botón de "me gusta" de Facebook asociado a un elemento de la vida real: unas tortitas. Al fotógrafo y diseñador gráfico le han llegado mensajes de diversas partes del mundo que le "piden vender copias" y espera poder compartir pronto en la Red más ideas que tiene para esta serie basada en Google Maps que ya acumula miles de visitas en Flickr."

Desdoblándose.

SUS DISEÑOS, POR EL MUNDO.
Web tecnológicas de prestigio internacional, periódicos online y demás medios internacionales en países tales como, EEUU, Japón, Francia, Suiza, Australia, etc..  se han puesto en contacto con Alejo Malia para concertar entrevistas escritas, radiofónicas y por videoconferencias, llegando a contactarle medios tales como, la web de RTVE, TV de Sacramento, CNN, etc...

Globos de Alejo Malia, despegando...

Sus diseños han aparecido en diferentes medios de comunicación de Internet, por el mundo, entre otros: American On Line (AOL.com USA), Mashable (USA), Trendhunter.com (USA), Goopilation.com (USA), Switched.com (USA), Vrt Agency (Reino Unido), Diskursdisko (Alemania), Malufor (Suiza), Tech News (Armenia), Forum Kobierzyce (Polonia), 20minutos (Francia y Suiza), Digital Excite.fr (Francia), Abduzeedo.com (Brasil), Giganize (Japon), 19Talk (China), BlueBus (Portugal), Minute Buzz (Francia), Sudouest (Francia), Gizmodo (Francia y Australia), BuzzFeed.com (Reino Unido), Monkeyzed.com (Latinoamerica), Akouseto.gr (Grecia) y las españolas Rtve.es (España), Microsiervos.org (España), Meneame (España). Además de blog personales, páginas relacionados con el diseño y publicaciones en perfiles de Facebook y Twiter de todo el mundo.

15

Remigio Andújar Gómez nació en Sevilla el el 1 de abril del año 1917, hijo de padres sevillanos, Remigio Andújar de las Doblas y de Concha Gómez. Este año se cumplen 25 desde que muriera aquejado de una enfermedad, con apenas 68 años. El matrimonio se divorció y Remigio recibió la educación, interno, en un convento de Lora del Río (Sevilla), de donde saldría para hacer el Servicio Militar, primero cuatro años, durante la Guerra Civil y luego otros tantos dada su profesión de electricista. Y es que, durante la guerra no estuvo en el frente, sino en tareas de reconstrucción por mor de su trabajo.

ELECTRA PERAL PORTUENSE.
Remigio llegará a El Puerto con su madre y un hermano, José, rehaciendo ésta su vida familiar al formalizar su unión con un vecino de El Puerto, Castillo, con quien tendrá dos hijos mas y por tanto, hermanos de madre de Remigio: Juan y Manuel. En El Puerto, Remigio entrará a trabajar en ‘la fábrica de la luz’, en Electra Peral Portuense, que con el tiempo sería absorbida por la Compañía Sevillana de Electricidad, hoy Endesa. Las fuentes consultadas de la familia afirman que Remigio ya vino a El Puerto trabajando para esta empresa desde Sevilla donde se colocó como electricista en la Compañía, permaneciendo en diversos cometidos por espacio de cerca de cuarenta años.

En la imagen, a la izquierda, la Electra Peral Portuense, a la derecha, el Hostal España. (Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

Y es que Remigio, persona instruida, lo mismo leía contadores, que hacía instalaciones, era cobrador, o redactaba cartas en la oficina, lo que le supuso su promoción a administrativo, dada su formación. Atrás quedaron los tiempos en que leía los contadores de la luz de los campos del término municipal portuense sin más medio de transporte que una bicicleta. Pero aún, como electricista, se buscaría la vida por las tardes haciendo instalaciones eléctricas.

Cuenta un buen amigo y compañero suyo de la Banda de Música, Calixto García Rodríguez, que cuando a Remigio le tocaba guardia en la Electra Peral Portuense y había que encender y apagar el alumbrado extraordinario del centro --sendos tramos de las calles Larga y Luna-- lo acompañaba por la noche con una pértiga ya que había que conmutar este grupo de farolas de forma manual, encontrándose muchas veces en el recorrido con el sereno Sala.

FAMILIA NUMEROSÍSIMA: 11 HIJOS.
Y es que nuestro protagonista, casado con la también sevillana Gracia de la Rosa Valverde, nacida en mayo de  1919 y fallecida el 9 de septiembre de 1994. Tuvo una larga descendencia: 11 hijos: Manuel (+), Pepe que trabaja en Endesa y llegó a acompañar a su padre tocando también ‘la caja’, Remigio trabajador jubilado de APEMSA, Antonio trabajador en la clínica Santa María del Puerto, Miguel (+), Fernando, Juan (que toca el saxofón alto en la Banda de Música), Concha, Pedro,  Pilar y Jesús Andrés. Vivirían, primero en la calle Lechería –actual Cervantes—y luego en una casa de la Barriada de la Playa. Las patatas había que comprarlas por sacos, para alimentar a la prole. Su mujer, a la que conoció en Sevilla, era trabajadora  de  la Pirotécnica Militar, una fábrica de munición en la que, un desgraciado accidente hizo que perdiera un ojo.

En la Asamblea Local de la Cruz Roja. Sentados, de izquierda a derecha: desconocido, Miguel Bru, Remigio Andújar, Revuelta y Balbuena. De pie, de izquierda a derecha, Zampaña, Virués, y Vicente García Díaz con el casco blanco. 8 de diciembre de 1970. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

CRUZ ROJA.
Remigio era voluntario en la Cruz Roja, en la que pasaría por diferentes empleos: cabo, sargento, brigada, jubilándose como Teniente. Eran los tiempos que había que recaudar fondos con las almohadillas en la Plaza de Toros o el campo de Fútbol, pero también los tiempos en que había que actuar ante situaciones difíciles. Durante la Explosión de Cádiz en 1947 permanecería por espacio de más de una semana  colaborando en las tareas de auxilio en la capital gaditana. Sus compañeros de siempre: Ramón Clavijo, Revuelta, Balbuena, Julián Hernando, ‘Sanani’ cuñado de Revuelta…

El 1 de enero de 1967, recibiendo un nuevo equipo para ambulancia, la furgo CA-53595, en las puertas del Ayuntamiento. A la izquierda Remigio Andújar junto a 'Sanani'. (Foto: Rafa. Archivo Municipal).

Allí viviría una desagradable experiencia cuando fue detenido por la Policía, junto a un agente municipal y otro paisano, a los que detuvieron acusados de actividades sediciosas contra el régimen de la época, algo que se demostró incierto, siendo todos restituidos en sus empleos. Con una mobylette campera, hacía las rondas a los distintos puestos de socorro instalados en las carreteras de acceso a El Puerto en el cruce de las carreteras de El Puerto-Sanlúcar y Rota-Jerez, donde una tienda de campaña, equipo de curas y cuatro camilleros eran destinados  a lo que llamaban ‘el desierto’, pues casi nunca pasaba nada. Donde si había trabajo era en los Puestos de Socorro de las Playas de La Puntilla, Valdelagrana y Fuenterrabía donde, además, contaban con la colaboración de aquellos recordados practicantes (ATS), Bernal, Chamorro y Lamadrid.

La Banda de Rocafull, a las puertas del Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral.

LA MÚSICA.
Remigio actuaba en la Banda Municipal de Música, primero con el maestro Rocafull (nótula núm. 217 en GdP) entrando en la academia de aprendizaje en 1942, en la que fué Casa del Pósito y la Alhondiga --luego conocida por la Casa de los Millones--, en cuyo solar, en unos de los laterales del castillo se encuentra el busto de Juan de la Cosa y una reproducción del mapa mundi de Juan de la Cosa en azulejos, enmarcado en la fachada del desparecido edificio. A principio de la década de los 40 del siglo pasado en los bajos estaban las cuadras de los burros de la municipalidad, y en el piso superior, a través de unas escaleras en muy mal estado, se accedía al cuarto de ensayo del Maestro bajo la dirección de José Joaquín Barba Rocafull.

La banda, con Remigio, conocerá diferentes emplazamientos para sus ensayos. Tras la Casa de los Millones vendría el hoy desparecido Colegio de la Plaza del Polvorista, el Instituto Santo Domingo, Bellas Artes en sus dos emplazamientos, el antiguo y el actual, el Mercado del Ejido de San Juan, la Casa del Pueblo --los actuales sindicatos-- donde vivía Manolo ‘el Tuba’, en la OJE --actual sede de Deportes--, en el Monasterio de la Victoria cuando fue sede de la Policía Local, en la Casa de la Cultura en ambas plantas, estando en la actualidad en el Polígono Industrial de la Autovía de Jerez.

La Banda de Música, dirigida por el Maestro Dueñas, en 1963, a las puertas del Ayuntamiento. De izquierda a derecha, fila superior, Rafael Portela (saxofón alto), Joaquín Morro (trompeta), Francisco Cachetta Guiofré (clarinete principal) (*), Eduardo (bombardino), Calixto Garcia Rodríguez (tenor), Manuel Gallardo Reinado (trombón), Francisco Güelfo (clarinete), José Sánchez (clarinete), Vicente González Sucino (fliscorno, bombardino), Ángel Delgado Herrera (trompeta segunda), José Luis Ramos Añino (clarinete), Antonio Ramos Añino (saxofón alto), Enrique Morro (fliscorno primera), Manuel Jiménez García (tuba primera). Fila inferior, Antonio Bernal (platillero) el niño Vicente García Díaz (clarinete), Juan García Sánchez (bombo), Francisco Dueñas Piñero (director), Remigio Andújar Gómez (caja) y Fernando Güelfo (clarinete y trompeta). La identificación ha sido realizada por Vicente García Díaz.

(*) Perteneciente al destacamento de italianos que estuvo alojado en El Puerto durante la Guerra Civil, se quiedó a vivir en nuestra Ciudad.

De a la Banda se hará cargo a partir de 1952 por espacio de 30 años el maestro Dueñas , hasta  1982.  (nótula núm. 197 en GdP) con quien continuará y, tras la desaparición de éste, con Miguel Leveque a la batuta. Procesiones, conciertos al aire libre, actos oficiales, desplazamientos a otras poblaciones, lo que sin duda ayudó a la economía de una casa con tantas bocas que alimentar, junto a su afición por la música. Tocaba un instrumento de percusión: la caja, si bien antes lo intentó con otros de viento; era el encargado que los instrumentos de percusión funcionasen y costeaba, de su propio bolsillo, los parches y arreglos que compraba en Establecimientos Parodi, en Cádiz.

En una orquestina, vemos a Remigio Andújar a la batería flanqueado por dos camareros. De pie de izquierda a derecha, Calixto García Rodríguezc, con el clarinete con un brazo sobre Antonio de 'Caza y Pesca', Miguel 'el gitano' con trompeta y Juan García Sánchez con el saxofón. (Fotografía: Colección Vicente García Díaz).

Además, Remigio, junto a otros amigos en otros grupos musicales, orquestinas más informales,  que actuaban en la Feria y Salas de Fiestas de El Puerto, tales como Jalisco y el Picnic, y otras de la zona, junto a Miguel Pacheco Felices, conocido como ‘el Gitano’ o ‘Gaona’, Enrique Galán González --que luego sería director de la Banda Municipal de Música de Rota--, Joaquín Morro Romero ‘el Tajaíta’, Calixto García Rodríguez y otros.

En esta imagen, vemos la Banda de Música dirigida por Miguel Leveque, en un homenaje organizado por la ciudadanía a la Policía Municipal, siendo Rafael Gómez Ojeda alcalde. En primer término Miguel Leveque. En las primeras filas, Vicente García Díaz, platillero, Bernal, con al Bombo y Remigio Andújar, con la caja. (Foto: Archivo Municipal).

LOS TRAJES DE REMIGIO.
Era un comentario generalizado que Remigio gastaba poco en ropa de calle y tenía su explicación: y es que siempre iba de uniforme. Entre semana usaba el de la Compañía Sevillana de Electricidad y los fines de semana alternaba entre el de sargento o brigada de la Cruz Roja y el uniforme de la Agrupación Musical Portuense, luego Banda de Música ‘Maestro Dueñas’. En el anecdotario extenso que se cuenta sobre nuestro protagonista están las bromas que le gastaban los compañeros ya que, entre semana iba a cobrar o a leer el contador  ‘varias veces’ a algunas bodegas y, por supuesto a libar de sus caldos. «--Niño, que voy a leer el contador en la Bodega de Terry». Y se escuchaba una voz: «--Otra vez, Remigio?».

Remigio Andújar, en el puesto de socorro de la Feria de Crevillet --una caseta de playa adaptada--, flanqueado por Vicente García, con uniforme de la Banda de Música y el Cabo Zampaña, con Uniforme de la Cruz Roja. Y es que una responabilidad llamaba a la otra.

COLECCIONISTA DE MINIATURAS.
Remigio, con aquellas gafas de miopía acusada, con su sempiterno cigarrillo alojado en la comisura de los labios (más tarde se aficionaría a los puros), era un coleccionista de miniaturas: soldados clásicos, marinos, legionarios, músicos, … Encargaba los moldes a los representantes que, una vez al año venían por El Puerto y el fundía el plomo, los adaptaba, fabricaba los instrumentos en miniatura, los pintaba… al año, cuando volvía el representante, a cambio de aquellos moldes recibían algunas obras de la producción de nuestro protagonista.

Tuvo una importante colección de figuras de nacimiento de Ángel Martínez, (izquierda) el imaginero de la Navidad por excelencia de El Puerto, hoy felizmente rescatado por Sucesores de A.M.  y el espíritu emprendedor de Vicente Rodríguez (ver nótula núm. 236 en GdP). escaparatismo-decorados/ Con aquellas figuras montaba impresionantes Nacimientos en algunas casas adineradas de El Puerto en la época. Y también llegó a poseer una considerable colección de figuritas de Antonia ‘la de los muñequitos”, También hacía pasos de Semana Santa en miniatura y penitentes de plomo que se podían adquirir en la Papelería Perez Pastor en la calle Larga o en Casa Cortés, en la calle Luna.

UN HOMBRE CULTO.
Vivió una infancia dura, que le marcaría a lo largo de toda su existencia. La familia del padre, con posibles, le hizo acreedor de alguna herencia, como una fábrica de conservas en Algeciras y otra de textiles en Málaga, que no sabemos como se substanció. Fue una persona culta, ‘de manos delicadas como decía su mujer’, que lo mismo leía el contador de la luz, que interpretaba  una pieza con la Banda del Maestro Dueñas, que evacuaba a un lesionado en el campo de fútbol. Murió con 68 años, el 29 de agosto de 1985. Se sintió indispuesto durante el acompañamiento musical que la Banda de Música porteña hacía a la Hermandad chiclanera del Cristo de la Piedra. Tras un periodo en hospitales y en su casa, Remigio tocaría pronto la caja en el más allá con esa sonrisa socarrona y esa bondad que eran características de su bonhomía. (Texto: José María Morillo).

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