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José Luis Albareda y Sezde. Plumilla de La Ilustración Española y Americana
José Luis Albareda y Sezde.

José Luis Albareda y Sedze nació y se bautizó en Cádiz 1826, aunque el siempre se vanaglorió de ser y haber vivido en El Puerto desde muy tierna infancia. Fue un reconocido periodista,  publicista y político, ingenioso, buen orador e impulsor del movimiento liberal de su época y fundador en Madrid de la Revista de España en la cual se apoya la liberalización política de nuestro país. Fue ministro con Práxedes Mateo Sagasta en dos ocasiones, embajador en Holanda, Francia e Inglaterra, gobernador Civil en Madrid, y senador vitalicio.

José Luis Albareda y Sedze was born in Cádiz in 1826. He was an acclaimed journalist, publicist and politician, a witty character, a good speaker and promoter of the liberal movement of his time and founder in Madrid of the Revista de España -Spanish Magazine- in which he supported the political liberalisation of our country. He was minister under Práxedes Mateo Sagasta on two occasions, ambassador in Holland, France and England, Civil Governor in Madrid, and senator for life.

Estudió en un buen colegio de la época, los Marianistas de Cádiz y posteriormente Derecho en Sevilla. Allí se entera que su familia se arruina (malvenden los campos y la ganadería que tenían en nuestra Ciudad) y se los lleva con ellos a Madrid, donde sabe relacionarse, tiene buen verbo y empieza colaborando en el periódico Las Novedades. Formó parte del centro parlamentario en las últimas Cortes Generales de Isabel II y firmó la protesta que le valdría el destierro y le empujó a la Revolución de 1858. Dirigió el periódico El Contemporáneo, donde también colaboraba Gustavo Adolfo Becquer. Este periódico estuvo saliendo a la calle desde el 20 de diciembre de 1860, durante cinco años,  cumpliendo con su objetivo de crear opinión y propiciar la unión de los liberales. Participó muy activamente en la Revolución de 1868, fundando, ese mismo año, la importantísima para la época Revista de España, desde la que apoya sin fisuras la liberalización política de nuestro país, donde había que «comprender lo que era aquella publicación en tiempos en los que era preciso buscar los medios de decir hábilmente lo que los gobiernos no dejaban decir». (Foto: Plumilla de la Ilustración Española y Americana).

Albareda en su senectud.

Como miembro del Partido Liberal obtiene acta de diputado por la circunscripción gaditana en las elecciones celebradas desde 1863 a 1965; no la logra en las siguientes elecciones, recuperando el escaño como “cunero” por Alicante entre las elecciones de 1869 a 1876. Se vuelve a presentar, en esta ocasión por Sevilla, entre 1879 y 1884. Luego resultaría elegido senador por la circunscripción sevillana en 1887, por Palencia en 1891 y en 1893 será nombrado senador vitalicio, hasta su muerte en 1897. Como se ve tuvo una agitada vida como político representativo, dando vueltas por diversas circunscripciones, algo común de la época. Fue ministro de Fomento durante el reinado de Alfonso XII y ministro de Gobernación durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, en ambas ocasiones con Praxedes Mateo Sagasta y Escolar, como Presidente del Consejo de Ministros de España; lo fue siete veces en el período comprendido entre 1870 y 1902 y famoso por sus dotes retóricas. Sagasta presidió el gobierno durante el conflicto Hispano-Estadounidense de 1898, -conocida como la Guerra de Cuba--,  lo que supuso la pérdida de las colonias españolas de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Derrota por la que tuvo  que asumir la responsabilidad de la dimisión, lo que no impidió que le fuera nuevamente confiado el gobierno de la monarquía en los comienzos del siglo XX, 1901-02. (Foto: La Ilustración Española y Americana).

Institución Libre de Enseñanza.

Ocupó el ministerio de Fomento entre el 8 de febrero de 1881 y el 9 de enero de 1883. Bajo su mandato, repuso en su cátedra al filósofo, pedagogo y ensayista Francisco Giner de los Ríos, discípulo de Julián Sanz del Río y fundador y director de la Institución Libre de Enseñanza. También rehabilitó a Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón, con quienes Giner de los Ríos fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. «Intentaban superar el axfisiante ambiente intelectual que impuso la Restauración y trazó las líneas ideológicas sobre educación en el primer tercio del siglo XX y las que se desarrollaron durante la II República. La tarea fue difícil por la presión conservadora que defiende la enseñanza estatal, oficialmente católica desde la Constitución de 1876 (Artículo 11). Con un marco legal, con posibilidad escasa de establecer centros privados, que la prohibición de ostentar el título de Instituto ni el de Universidad -de ahí el  de Institución- se creó la Institución Libre de Enseñanza.» (Enrique Martínez-Salanova). Posteriormente, y de nuevo bajo la presidencia del liberal Sagasta, José Luís Albareda ocupó la cartera de ministro de la Gobernación, entre el 12 de noviembre de 1887 y el 14 de junio de 1888. siendo sustituido en el cargo por otro gaditano, Segismundo Moret y Prendergast, quien con los años llegaría a Presidente del Consejo de Ministros de España, en diferentes periodos de la convulsa España de principios del siglo XX.

Pocos portuenses saben que, la calle Albareda, donde se encontraba la Bodega de Hijos de Jiménez Varela, donde en la actualidad se encuentra el Hotel Bodega Real, donde durante años Terry tuvo cascos de bodegas de crianza, donde hoy está la Bodega de Vinagres de Yema, donde en el pasado se encontraban -por estar casi en las afueras- una “Casa de Trato”, donde está la entrada de alumnos del colegio concertado Espíritu Santo; como digo poco portuenses saben que esa calle está rotulada Albareda en honor de un ilustre paisano que también llegó a ser Gobernador Civil en Madrid en 1871, y embajador o ministro plenipotenciario en varios países de nuestro entorno europeo, donde estudió y aprendió a amar la democracia. (Foto Centro Municipal Patrimonio Histórico).

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Los profesores del Instituto Santo Domingo además de dar clases, se divertían como se hacía en la época, formando un equipo de fútbol y compitiendo contra, no sabemos quien, en esta ocasión. La fotografía puede estar tomada a principio de los años 60 del siglo pasado.

The teachers at Santo Domingo Secondary School as well as giving classes, had fun, as was done in those days, forming a team and competing against various others, we don’t know who they were playing in this match. The photograph was possibly taken at the start of the 1960s.

De izquierda a derecha y de arriba abajo:  Policarpo Deusto Canal, a continuación, el madrileño Ventura Lozano Moreno, profesor de Mecánica, José López Ruíz, Catedrático de Matemáticas, el portuense Luis Macías Rubio, el valenciano Manuel Martínez Alfonso, Catedrático de Lengua y Literatura Española, el malagueño Enrique Bartolomé López-Somoza, Catedrático de Geografía e Historia; debajo, el primero es David Almorza Salas, José Jacinto Cossi Mora al segundo; el tercero es Pepe Morillo León, locutor de Radio Puerto, Emisora del Instituto Laboral, Antonio Verdugo Chaves, y de portero, José María Quignón Selvático, gaditano, profesor de Formación del Espíritu Nacional (FEN) y de Gimnasia. No vemos por aquí al profesor de Física y Química, Joaquín Calero Muñoz. ni a José Luís Garratón Sánchez, profesor de Electricidad, ni a Tomás Quiles, profesor de Carpintería; tampoco veo entre el público a los subalternos Manolo, Tobío, o a los administrativos Pepe Vélez o Pando. El encuentro fue arbitrado por Manuel García Campos, que ya empezaba a hacer sus pinitos en esto del arbitraje futbolístico.

El Instituto en 1981

Aquella generación de profesores del Instituto Laboral, del Instituto Santo Domingo (luego tendría muchas más denominaciones: Técnico, de Enseñanza Media, de Bachillerato, ..., según cambiaran los planes de estudio), eran, la mayoría de ellos una piña, una reunión de amigos que habían llegado a El Puerto procedentes de diversos puntos de España. Incluso se fueron a vivir juntos a los 'chalecitos de los maestros' en la Rotonda de La Puntilla. Aquí encontraron algunos su primer y único puesto de trabajo. Aquí se establecieron, se casaron y tuvieron hijos. Aquí formaron a miles de alumnos que hoy están instalados en la sociedad portuense y de la provincia (recordemos que al Instituto venían alumnos desde Rota, e internos de la Sierra de Cádiz: Prado del Rey, Villamartín, Ubrique, El Gastor, Bornos, Alcalá de los Gazules, Zahara de la Sierra, ...). Por su Salón de Actos pasaron desde recitales hasta obras de teatro. En las aulas de formación profesional, por las tardes, se daban los famosos cursillos del PPO, aquel Plan Nacional de Promoción Profesional Obrera. Aquel programa, con terminología de la época, «responde a la doble necesidad de preparar profesionalmente a los trabajadores adultos que debían ocupar nuevos puestos de trabajo creados por el desarrollo y tecnificar a los de aquellos sectores de la economía que acusaban una baja productividad, de acuerdo con las exigencias de una política inmediata de empleo y promoción social de los trabajadores adultos».
En el Instituto se celebraban, también, los Cursos de Verano, con visitantes extranjeros y de toda España, bajo el auspicio de la Universidad de Sevilla (cuando Cádiz solo tenía facultades). También, al principio, el Instituto tenía una emisora de radio, en principio para dar clases a aquellos alumnos que no se podían desplazar por vivir en zonas rurales, pero que acabó siendo una emisora al uso, Radio Puerto de Santa María, Emisora del Instituto Laboral, con Pepe Morillo y Hortensia Renedo, como sus primeros locutores. El Instituto, con la llegada primero del Pedro Muñoz Seca, en terrenos “robados” al Parque de la Victoria, y con los que vendrían después, acabó siendo el Instituto del Centro.

CLARO EJEMPLO DEL BARROCO ANDALUZ.

El  edificio es un antiguo convento dominico, claro ejemplo de edificio monacal del Barroco diciochesco andaluz,  en el que cabe destacar el patio con naranjos, el claustro, la biblioteca (parte de la antigua Iglesia) y la portada de influencia americana. Dada la importancia que tuvo la Ciudad en el siglo XVII -en El Puerto se encontraba la sede de la Capítanía General de la Mar Océana- las principales órdenes religiosas querían instalarse aquí. De hecho los dominicos se ubican primero en la Ermita del Rosario que se encontraba en la calle Pozuelo, y posteriormente en la calle Pileta, hoy Santo Domingo, donde levantan el convento. Lo terminan en la primera mitad del XVII y será la sede la Casa de Estudios de Filosofía  de Religiosos Observantes de su orden, al igual que de dos cofradías. Tras la desamortización de Mendizábal en el XIX, el edificio pasa a manos del Ayuntamiento, llegando a estar allí las Casas Consistoriales. En el siglo XX pasa a ser sede de la Academia de Bellas Artes. En la actualizad es un centro de Enseñanza Secundario diurno y nocturno, y por cierto, con un alto nivel docente, en palabras de la comunidad educativa.

La fuente que estaba en el patio ha estado ubicada durante muchísimos años en los jardines de la Estación de Ferrocarril, antes en la Plaza de la Pescadería. En la actualidad se encuentra en el Parque de Ruíz Calderón, tras la remodelación parcial que se hizo a finales de los ochenta del siglo pasado. Como se puede apreciar, falta la parte de arriba, dos delfines enroscados y que acaban en cola por la punta donde existía el surtidor principal de la fuente. Desconocemos si ha desaparecido, en su actual ubicación, fruto de la barbarie y de la incultura para con nuestros monumentos. La fuente está llena de pintadas en todo su perímetro, base y columna central.

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10 Años de Ayuntamientos Democráticos. Concejales electos: 1979-1989

La fotografía tiene 19 años: abril de 1989. Es el X aniversario de los Ayuntamientos Democráticos. El alcalde de la Ciudad, es el socialista Juan Manuel Torres Ramírez. El acto fue organizado en el Castillo de San Marcos.

This photograph is 19 years old, from April 1989. It’s the tenth anniversary of the Democratic Town Councils. The Puerto’s Mayor is the socialist Juan Manuel Torres Ramírez. The event was held in San Marcos Castle.

La foto tiene la siguiente composición: Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Campoy López (UCD); Manuel Rodríguez, (PCA, PSOE); Antonio Ariza (UCD); Manuel Espinar Galán (PCA, PSOE); José Valiente Moreno, (PSOE) José Antonio de Castro Cortegana (IU); Francisco Arníz Sanz (AP-PP, Mixto). Segunda fila: Antonio Nogués Ropero (UCD, AP-PP); Aniceto Cumbreras (PSA) María Ángeles Fernández Cortabarría (PSOE), José María Simón Castilla (PSA); Francisco Corbacho (PSOE); Juan Vicente Sucino Rico (PSOE). Tercera fila: Pedro Alamillos Ortega (PSOE, IP, PSA): Luis Suárez Avila (AP-PP); Aurelio Sánchez Ramos (AP-PP); Manuel Moreno Romero (AP-PP); Teófila Martínez Sáiz (AP-PP); Manuel Pérez Blanco (AP-PP); Ana María Alonso Lorente (PCA, Mixto); Ana Perea España (PCA, Mixto);   José Luis Romero Pacheco (PSOE) Enrique Bartolomé López (UCD, CDS, PSA); Tercera fila: Hernán Díaz Cortés (AP-PP-IP); José Luis Poullet (UCD); Manuel Pacheco Albalate (UCD); Enrique Miranda (UCD); Carlos de la Flor Morales (PSOE); Rafael Contreras de Oliveras (PSOE); Miguel Cirera (PSOE);  Rosario Sánchez (PSOE); Ana María Fernández (PSOE) Antonio Sánchez González (PSOE). Última fila y apelotonados: José Luis Albert Alonso (UCD); Juan Vaca Ramos (PP, Mixto); Manuel García Campos (CDS); Mario Peluffo Rojas (PCA); Pedro López Fernández (PCA); Rafael Gómez Ojeda, alcalde que fue comunista, casi oculto (PCA-IU); José Serrano (PCA); José Antonio Hernández (PP, Mixto); Vda. de Blandino, (concejal que fue del PSA); Ramiro Cerezo Magán (AP-PP); Juan Manuel Torres Ramírez (PSOE); a continuación la hija del último alcalde republicano que tuvo El Puerto y que fue pasado por un pelotón de fusilamiento; Indalecio Rábago Vega (PP); Antonio Álvarez Herrera, primer alcalde del actual periodo constitucinal, merced al pacto de las izquierdas (PCA-GI-PSOE); Miguel Marroquín Travieso (PCA-PSOE); Francisco Sánchez Gatica (PSOE); Antonio Muñoz Cuenca (PSA); detrás Rafael Varela Rey (PSOE); Miguel de Santiago, casi oculto (PCA); delante de éste, Rafael Solo de Zaldívar y Ducasse (PSOE) y Victor de Unzueta Gabiola (UCD).
No se conocía lo que era el Grupo de No Adscritos, entonces era el mixto, y la figura del tránsfuga no existía, ni jurídica ni políticamente, de forma oficial. Se puede observar la evolución de alguno de los munícipes que pasan de un partido a otro (igual que en la actualidad): alguno hace hasta tres cambios; o como algunos partidos han cambiado de denominación.

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Los amigos de Casa Lucas en el homenaje a José Poquet

La Peña Casa Lucas, que toma el nombre de un bar existente en la calle Larga desde finales del siglo XIX  hasta la década de 1970, justo donde hoy está ubicada la Copistería HIVA, organizó un homenaje en el Restaurante “El Resbaladero” a José Poquet, conocido armador al que llamaban “Tio Pé”.

The ‘Casa Lucas’ Club, who took their name from a bar in calle Larga that was open from the end of the 19th century until the 1970s, right where the Stationers HIVA is located, organised a tribute to José Poquet, a well-known ship-owner who was known as "Tio Pé", in the restaurant "El Resbaladero"

José Poquet Cabrera, natural de Calpe, era Presidente del Pósito de Pescadores en los años 1934-1941, lo que hoy sería la Cofradía de Pescadores, concejal del Ayuntamiento de El Puerto desde el 3 de febrero de 1952 al 21 de mayo de 1958 y Diputado en Cortes en la legislatura 1943-1946 por el grupo de Representación Sindical. La foto está fechada el 27 de diciembre de 1956, con motivo del 25 aniversario de la vecindad. de Tio Pé en El Puerto. Vicente González, amante de la fotografía y poseedor de una gran colección de imágenes de El Puerto, identifica así la fotografía, con algunas correcciones que hemos efectuado:

Fachada Casa Lucas (Foto Colección V.G.L.)

En la fotograía primera, la de arriba: de izquierda a derecha: Eduardo Cossi Aboza, Juan Puyana (natural de Rota y mancebo de la farmacia de José A. Fernández Prada), Jacinto Cossi, detrás de pié Rafael Vélez (Falu), Antonio Gálvez Torres (tenía una tonelería en la calle Pagador), a su lado semiescondido, Antonio de la Torre (maestro nacional con un centro escolar que lleva su nombre), Matías Ayuso (Practicante), Francisco García Máiquez (bancario y muy aficionado a la pesca), Antoñito Castilla (empleado de la Imprenta Pérez Pastor), detrás Francisco Lara Izquierdo (empleado de Aguas), Francisco Rascón, sentado Paco Máiquez, José Lucas Morillo León (Delegado de Sucursal de la Caja de Ahorros de Cádiz y actor de teatro aficionado), Manuel Lojo Espinosa (Director de la Agencia del Instituto Nacional de Previsión y concejal del ayuntamiento portuense a finales de los sesenta y principio de los setenta del siglo pasado), de pié Javier Fernández Prada, (agente de seguros) el homenajeado José Poquet Cabrera, detrás un poco escondido el pintor Juan Lara Izquierdo, a la sazón funcionario de la Ayudantía de Marina, no sabemos quien pasa la mano a “Tio Pé”, pero si que a su lado, en el centro de un grupito está el funcionario municipal Manuel García Sánchez, padre del que fuera concejal Manuel García Campos, Federico Jiménez, Daniel Rascón, José Muñoz Carrera, Manuel Nieto (empleado de Ferrocarriles Epañoles), Manuel Camacho Cala (capataz de Osborne), a la derecha, al fondo, Juanito Salas Martínez, Ignacio Pérez Garcés, Cayetano Vélez, Fernando Torrent (empresario fabricante de tapones) sentado en el vértice de la mesa, entre otros que no se reconocen, uno de ellos es José Brión.

El desaparecido recientemente Manolo Lojo, secretario emérito y perpetuo de la Peña, publicó en 2002 un volúmen con el título de “Casa Lucas”, donde cuenta anécdotas, relaciona actividades y detalla correrías de los tertulianos de aquella bendita y todavía añorada institución de la ingesta vínica:
«En pleno centro de esta maravilloso Puerto, muy cerca del cruce de la calle Larga y Luna, conocido por «Las Cuatro Esquinas», donde se desarrollaba la vida activa de la ciudad, tanto comercial como administrativa, festiva o sentimental, era además lugar de paseo nocturno especialmente en festivos y domingo, en la finca señalada con el número ciento diez, en su planta baja, estuvo situada la tienda conocida por «Casa Lucas» [...] «Ocupaban todo el frente de este clásico despacho un envejecido mostrador y tras el mismo, sobre un llamado caballete cinco hermosas medias botas de roble americano y un barrilito de dos arrobas para el vino dulce. Las medias contenían el vino de El Puerto. Siempre de las bodegas Osborne y Cª y en un principio fueron el “Amontillado X”, conocido por el “Nº 10”, luego el llamado “El Caballo” y últimamente el “Fino Menesteo”. Los vasitos en los que se servía el vino, de los llamados “chica” y “chico”, se llenaban directamente del barril, estando cada uno provisto de su correspondiente canilla.»

Antes de la foto de Grupo, ya se estaban preparando ante el objetivo...

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Mª Antonia Álvarez Oreni

María Antonia es hija de Antonio e Isabel. Para quien no lo sepa, Antonio es Antonio Álvarez Herrera, primer alcalde constitucional del actual periodo democrático. María Antonia pasa largas temporadas en Galicia y añora la vuelta a su Ciudad natal. María Antonia está otra vez de viaje, camino de A Coruña...

María Antonia is the daughter of Antonio and Isabel. For those who don’t know, Antonio is Antonio Álvarez Herrera, first constitutional mayor of this present democratic period. María Antonia spends long periods in Galicia and longs to return to her town of birth. María Antonia is off on her travels again, on her way to A Coruña…

El texto que se reproduce a continuación, es el discurso que pronunció Enrique Moresco, alcalde de la Ciudad, durante el pasado mes de abril en un Pleno Extraordinario y Solemene en el que el Excmo. Ayuntamiento Pleno entregaba a María Antonia y a sus hermanos Fernando y Agustín --los gemelos--,  el Título de Alcalde Honorario otorgado a su padre, a título póstumo: "Es un honor, para un hijo de El Puerto, ocupar el sillón de alcalde de la ciudad que lo ha visto nacer. Gobernar sobre la vida y la hacienda de quienes lo han visto crecer y jugar en pantalones cortos. Trabajar por los derechos y el progreso de sus convecinos. Si a ello se suma ser el primer alcalde constitucional del actual periodo democrático, dicho honor se hace mucho más grandioso pues solo a una persona le cupo tal circunstancia, coincidiendo con la instauración de la democracia en los ayuntamientos, en el último cuarto del siglo pasado.
Antonio Álvarez Herrera siempre fue un político de mente lúcida, que luchó por los intereses de sus compañeros en el mundo laboral y por la instauración de la democracia. Así está recogido en diversas publicaciones, en las que es considerado un icono de la transición democrática, en Andalucía.
En abril de 1979 alcanzó la titularidad de la alcaldía, merced al pacto de las izquierdas y se propuso, según sus propias palabras, “ser el acalde de todos los portuenses”, por encima de partidos, mirando por el bienestar de todos. Tal determinación hizo que el 14 de septiembre de 1981 renunciara a la alcaldía, en desacuerdo con la política que su formación política quiso aplicar en los albores de la democracia municipal. Confiaba el alcalde Álvarez en su despedida, tras  dos años y medio “que los ciudadanos vean en mí a quien nunca ha dejado de ser: un portuense que se entrega como sabe a su pueblo”.
La grandeza del político se mezclaba con la grandeza del portuense, renunciando a un privilegio, regir los destinos de la nave municipal, ya que pensaba que “durante este tiempo habré contribuido a que sea menos difícil el avance hacia la sociedad que debe abordar de otra forma los problemas de la mayoría”.
Luego vendrían, para quien era esencialmente un hombre político, su paso por otras formaciones, pero sin dejar de ser aquel activista perspicaz, que tenía El Puerto en todo su ser, por encima de partidos y facciones. Todavía unas semanas antes de abandonarnos, con la mente muy despierta, lanzaba interesantes conjeturas sobre la marcha de la Ciudad analizando las acciones políticas que se aplicaban para solucionar los problemas de sus paisanos.
Quiero recordar hoy a un Antonio Álvarez ecologista, que se sentía especialmente satisfecho por una de sus primeras actuaciones ya que fue el alcalde que, hace algo más de 25 años ordenó plantar los árboles que hoy dan sombra en las avenidas principales del recinto de Las Banderas. Todos los años, hasta poco antes de su muerte le gustaba contemplarlos y comprobar que le sobrevivirían y quedarían como un legado vivo. Para él eran los árboles mejor situados de El Puerto, en el lugar de las avenencias y los buenos deseos: en la Feria.
Hoy, recordar a personas como Antonio Álvarez Herrera, que vino a la política no para servirse de ella sino para ser su servidor; que murió sin posesiones; que concebía la actividad política como medio para transformar la sociedad mientras el seguía siendo el mismo, es un claro referente de persona honesta y por tanto, de político honesto.
A los honores que ya tenía de bonhomía, honestidad, fortaleza y valentía se suma el de esta distinción que el Excmo. Ayuntamiento Pleno le otorga: como alcalde honorario de su Ciudad a título póstumo. Un claro ejemplo y referencia de alguien que supo amar a su tierra y a sus gentes, por encima de cargos y títulos y para quien la alcaldía no fue sino un instrumento más para ayudar a transformar la sociedad."

Antonio Álvarez Herrera, en su despacho de la alcaldía, concediendo una entrevista al periodista de Diario de Cádiz, Santiago Grosso Burham. Era el 5 de mayo de 1979, llevaba apenas tres semanas como primer alcalde del nuevo periodo constitucional. (Foto Rafa. Archivo Municipal).

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Autoridades comunistas de la década de 1980 y dos técnicos de la Real Plaza.

La foto, en un burladero del callejón de la Plaza Real, está tomada por Espinosa, fotógrafo taurino de Diario de Cádiz, a principios de la década de 1980, es decir hace, aproximadamente 25 años. De izquierda a derecha y nunca mejor dicho: Mario Peluffo Rojas, Teniente de Alcalde de Policía Local; José Luis Sánchez Alonso (Selu), concejal de Vías y Obras; Manuel Espinar Galán, Teniente de Alcalde de Fiestas; Rafael Gómez Ojeda, segundo alcalde constitucional del nuevo periodo democrático; hasta aquí los comunistas. Con barbas, el gaditano ya desaparecido, Álvaro Portillo, perito del Ayuntamiento y Antonio González Sabio, peón de confianza de José Luis Galloso y en la actualidad, asesor de los presidentes de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María.

Las dos primeras estrofas de este canto lírico y descriptivo de un poeta local, Augusto Haupold Gay, que fue publicada en la revista «Cruzados» el 30 de agosto de 1947, puede ser lo suficientemente descriptiva de lo que suponía ¿y suponen? los «Toros en El Puerto», que es como se llama esta especie de himno luminoso.

Cuando Andalucía,
la dueña y señora de toda alegría,
se dice altanera:
«Ahí van mis tesoros
de gracia, de arte y simparía»,
sale una cualquiera
corrida de toros.
Sale una cualquiera...
Pero en el concierto
de tanta corrida famosa
la única, la grande, la hermosa,
la encierra esta frase:
«¡Toros en El Puerto!»

Augusto Haupold Gay

«Todo el proceso de la fiesta portuense -afirma Manuel Martínez Alfonso en la pg. 415 de su libro “El Puerto de Santa María en la literatura española»- aparece recogido en estos versos, si no muy recargados, sí perfectamente descriptivos, en esta semblanza tan llena de vida y animación».
(Foto: Colección V.G.L.)

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