Saltar al contenido

1

El Convento de Santo Domingo fue destinado a Instituto Laboral, habiendo recibido con posterioridad diferentes denominaciones. (Ver nótula núm. 56 en GdP). Reproducimos aquí sendas imágenes de la bendición del edificio como tal Instituto Laboral, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Fotos: Colección Vicente González Lechuga.

En la imagen vemos al niños Antonio Ortega Rojas hablando con el ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Jiménez Cortés, y los niños Alejandro Muñiz, José Crespo LLorca, Francisco Ferrer Palacios, Manuel Moreno Romero; el Marqués del Arco Hermoso Alejandro Romero Osborne; a la izquierda de la imagen aparece el Conde de Osborne y a la derecha,  Luis Caballero Noguera y el que fuera director del centro, Manuel Martínez Alfonso.

En la imagen, el arcipreste de la Ciudad, Antonio Cía Moreno bendiciendo las instalaciones del Instituto ante el ministro de Educación, Joaquín Ruiz-Jiménez, en presencia del presidente de la Diputación, Juan Luis Martínez del Cerro y el Gobernador Civil, José María Rodríguez de Valcárcel.

Inés Tejada Verano es una diseñadora de Alta Costura nacida en El Puerto de Santa María que está instalada desde hace años en Valencia (Carabobo) en Venezuela. Casada con el prestigioso conservador y restaurador de obras de arte, Fernando de Tovar Pantin, tienen cuatro hijos: María Inés, Fernando José, Alejandro y Rafael.

El estudio de Inés Tejada es un lugar lleno de color: un pequeño estudio de diseño ubicado en el estado en la Valencia venezolana, en el estado de Carabobo. Sus cuadros, --porque Inés es además, pintora-- decoran el estudio.

Desfile de modelos de Inés Tejada Verano y su hija Inés de Tovar celebrado el pasado año 2011.

Si bien nuestra protagonista ya trabajaba en el mundo de la moda, fue su implicación a través del Opus Dei --el actual prelado de dicho movimiento religioso, monseñor Echevarría fue quien la animó--. Y se metió en el año 2000 en el reto de darle un vuelco a la moda. «--Hasta ese momento yo me sentía cómoda con lo  que estaba haciendo, pero ante ese nuevo panorama pensé que debía hacer más. Al principio me dio miedo porque había que invertir mucho tiempo y dinero, pero luego, en un proyecto con dos amigas más, nos lanzamos».

Inés Tejada en su estudio venezolano, mostrando un boceto.

Para Inés Tejada: «--Diseñar es una gran labor, de alguna manera es conocer a las personas, acercarse a ellas. Yo me intento adaptar a la personalidad, porque de eso se trata, de descubrirlas, de destacar lo propio de cada una. Es cierto que a veces, las personas te sugieren modelos que no son dignos, pero se los digo, con cariño. Está claro que Inés Tejada no puede ir en contra de Inés Tejada. También es cierto que a veces es difícil diseñar porque muchas mujeres han perdido el sentido del pudor y del señorío. Sin embargo, la gente busca las cosas buenas y es allí donde se puede hacer mucho»

Inés Tejada y su esposo, el prestigioso conservador y resturador de obras de arte, Fernando de Tovar.

Y abunda: «--A mis clientes les gusta mi estilo y están de acuerdo con lo que les diseño. Cuando hablo con las personas las voy descubriendo y diseño según su personalidad, su carácter. Cada una espera que acierte con su look. Algunas te dicen: mira, no tengo ni idea de cómo vestirme, vísteme. Y es que el tema de la moda no es una frivolidad porque tienes la responsabilidad de hacer ver bien a las personas, y eso es muy importante».

Con motivo del 100 Aniversario de la coronación canónica de la Virgen del Socorro, patrona de Valencia (Venezuela) fue vestida de gala por la diseñadora portuense, con un estilo propio.

10

Trabajo realizado –ayer día 13 de agosto de 2012- por el Consorcio de Bomberos de la provincia de Cádiz, para bajar el cuadro pintado al óleo de 376X275 cms. original de José María Rodríguez Losada, “La Madre de los Macabeos”, localizado en el trascoro, mirando hacia el Altar Mayor, en la parte superior de la Puerta del Perdón de la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María.

Los participantes (bomberos fuera de servicio) de una forma altruista, han hecho posible esta operación compleja y arriesgada al servicio del Patrimonio cultural y artístico de nuestra ciudad.

Bajo las órdenes de la Jefa de Zona: María Jesús Palacios y del Jefe del Parque de El Puerto de Santa María: Joaquín Barba, ha intervenido el siguiente equipo:
Antonio Mateos Macías, Manuel Bueno Ortega, Antonio Péramo Galván, Juan Luis Merino Buhigas, Marco Antonio Ortega Leiva, Jacob Soria Redondo y Carlos Ortega Cairón.

Gracias, muchísimas gracias, al Equipo del Consorcio de bomberos de la provincia de Cádiz, que ha participado en este excepcional trabajo.
Y A Vicente González por las fotografías.

La Academia promotora de este acontecimiento, comprometida con la conservación del Patrimonio cultural de El Puerto, quiere agradecer de corazón, la labor realizada por este equipo de personas generosas, que han dedicado muchas horas a tan arduo trabajo, realizando maniobras delicadas y peligrosas, para conseguir el objetivo propuesto de bajar al suelo el citado cuadro.

Ahora llega la difícil tarea para la Academia, de buscar un local adecuado (por las dimensiones del cuadro) y a los patrocinadores para sufragar los gastos de su restauración. (Texto: Academia de Bellas Artes). /Fotos: Vicente González Lechuga.

Tal día como hoy, 6 de agosto, hace 115 años, fallecía en Sevilla Emilio Seca Gutiérrez, un culto y virtuoso presbítero portuense al que faltaban dos meses para cumplir 38 años. Era cura en San Gil, la popular parroquia hispalense que toma su nombre del barrio donde está enclavada, casi lindando con las antiguas murallas de la ciudad, sede en aquella fecha –de 1653 hasta 1949- de la Hermandad de la Esperanza Macarena.

San Gil, la popular parroquia sevillana donde ejerció el Padre Seca.

En ese año de 1897 azotaba cruelmente a las cerca de 150.000 almas que poblaban la capital andaluza  una virulenta epidemia de viruela cuya mortandad rompió los parámetros estadísticos de todas las enfermedades infecciosas, que no eran pocas, padecidas por los sevillanos a lo largo y ancho del siglo que estaba a punto de finalizar. Se estimó, decima más o menos, 50 víctimas por cada mil habitantes, cifra esta que situaba a la capital andaluza en un dramático ranking como uno de los “puntos negros” más importantes del mapa sanitario internacional, solo superada por algunas capitales de la India como Bombay o Madrás, según Indica Ángel Pulido en su obra “Saneamiento de poblaciones españolas. Sevilla”.

Nuestro personaje, asiduo visitante de sus feligreses enfermos, a los que asistía humana y espiritualmente, en sus casas y en los hospitales, confortándolos y administrándoles los sacramentos en sus últimas horas, como no podía ser de otra manera,  al estar sometido a un riesgo constante y continuo, fue contagiado con el fatal desenlace que enunciamos en las primeras líneas de esta breve biografía.

Había nacido en El Puerto, en la casa número 2 antiguo de la calle Nevería, amaneciendo el día de la Hispanidad de 1859. Su padre, que era albañil de profesión, se llamaba Pedro Seca y su madre María Josefa Gutiérrez, ambos portuenses. (No hemos profundizado en investigarlo pero creemos que no tenía parentesco con la familia Muñoz Seca, aparte la coincidencia del apellido).

Una semana después, el 19 de octubre, era bautizado solemnemente en la pila bautismal, ahora en desuso, de la iglesia Mayor por don Francisco de Paula González de la Cotera, Cura Teniente y beneficiado de la misma, que le impuso los nombres de Emilio Julio de la Santísima Trinidad. Estudió en el Colegio Portuense, centro para niños en el que se impartía enseñanza primaria, aunque en su nivel máximo o superior, según matiza nuestro paisano Juan Gómez Fernández en su ensayo: “Formar hombres de bien. La enseñanza en El Puerto de Santa María en el siglo XIX”, colegio del que era propietario y también director Don Ricardo Alcón. Al decir propietario me refiero al concepto porque el inmueble en el que se impartían las clases, si no estoy equivocado, era el antiguo convento dominico de la calle Santo Domingo, propiedad del estado. Al menos el Colegio Portuense estaba establecido en el número 29 de esa calle, número que coincide con el del actual centro de enseñanza, antiguo Instituto Laboral, en el que curse mis primeros años de bachillerato.

Convento de Santo Domingo, hoy instituto.

Refieren que fue discípulo del docto Juan de Luna, completando su carrera sacerdotal en los seminarios de Cádiz y Sevilla. Promovido a la dignidad de sacerdote fue nombrado cura ecónomo de la parroquia de un pueblecito de la serranía de Aracena, una parroquia cuya advocación le recordaría a su ciudad natal, sin duda: la iglesia de San Marcos de Alajar, provincia de Huelva. Poco después iniciaría una prometedora carrera al ser elegido por monseñor Pedro Núñez, Obispo de Coria para Secretario de Cámara y Gobierno de su obispado, carrera a la que el mismo renunciaría poco después con motivo del fallecimiento de su padre. Para estar lo más cerca de su madre, reacia a dejar El Puerto para trasladarse a Extremadura, y acompañarla en la soledad de su viudedad, ocupó un curato en Sanlúcar suponemos que hasta la muerte de su progenitora, siendo promovido finalmente a la parroquia sevillana con la que hemos iniciado nuestro relato.

Púlpito de la Prioral, donde predicaría un año antes de su muerte.

Ejerció de portuense a pesar de estar siempre alejado de su tierra natal, manteniéndose en contacto con amigos, familiares y entidades locales. Había ingresado en la Hermandad de San Pedro In Sacri desde que era subdiácono, asentándose en la misma como hermano en 1881. Su último y público contacto con sus paisanos fue en septiembre de 1896, el año anterior a su óbito, predicando desde el púlpito de la iglesia en la que fue bautizado con ocasión de las fiestas religiosas de la Octava de la Patrona.

¡Gloria al Padre Seca y a todos los anónimos y desconocidos que como él, limpios de corazón,  sirven los demás con honradez y sacrificio! (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. PUERTOGUÍA).

La imagen de la Virgen del Carmen, saliendo de la Iglesia de las Esclavas, antiguo Convento de San Juan de Dios.

Las tradicionales fiestas del Carmen, celebradas en los pueblos de la Bahía de Cádiz desde tiempos inmemoriales, se vieron engrandecidas a raíz de una bula pontificia emitida por León XIII en 1892. La bula fue solicitada por el entonces superior general de la orden de la Beata Virgen María de Montecarmelo con el fin de aumentar la devoción y la piedad de los fieles hacia ella.

Ejemplar de la Revista Portuense de 1892 que se hace eco de la bula papal.

Esta bula la aseguraba la indulgencia plenaria a todos aquellos que arrepentidos, y previa confesión y comunión, visitasen las iglesias y oratorios pertenecientes a la orden y rogasen en ellas por la Iglesia y sus miembros. Condición indispensable para recibir el perdón era que la visita se realizase entre las primeras horas del día y la caída del sol.

La Virgen de la procesión marítima en una embarcación adornada al efecto a la que no le faltaba un detalle. ¿Igual que hoy?

A partir de ese momento las ya solemnemente celebradas fiestas del Carmen adquirieron una mayor participación devota de los fieles. A consecuencia de esta creciente devoción, años más tarde surge la primera procesión del Carmen, de la cual hay crónicas publicadas desde 1900. Dicha procesión iba encabezada por los marineros, patronos y armadores, que demostraban así el fervor que sentían hacia su patrona, y también participaban en ella miembros de la Corporación Municipal.

La procesión en el muelle de la plaza de la Pescadería, hoy viviendas de la Pescadería en proceso de derribo.

Es en esta época cuando nace el rito de la bendición de las aguas y el tradicional discurso desde la plaza de la Pescadería. Ese año corrió a cargo del guardián de los frailes capuchinos, Ambrosio de Úbeda que se ganó a los portuenses con su oratoria: «El Puerto es un pueblo de fe, y esta clase de pueblo son ciudades de héroes y éstos tienen siempre las bendiciones del cielo», dijo. Con este discurso se celebró una de las primeras procesiones entre cantos de júbilo y lluvia de flores a la Virgen del Carmen. (Texto: Mercedes Torrecillas).

El pesquero Tonino que esta tarde estará en Puerto Sherry portando a la Virgen Marinera.

Esta tarde, en Puerto Sherry, a las 18:30 llegará la comitiva procesional con la representación de la imagen de Ntra. Sra. del Carmen, a bordo del pesquero ‘Tonino’ que atracará en el pantalón de honor para realizar, a continuación, la procesión marinera y el encuentro con la procesión terrestre en el tramo final del río Guadalete.

La Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ y la Asociación de Belenistas ‘Ángel Martínez’ se han unido para organizar la muestra: ‘Ángel Martínez, artista del barro’,  que abrirá sus puertas dentre el 25 de julio y el 12 de agosto, en un marco incomparable: el Monasterio de la Victoria, actuando como Comisario de la Exposición, el reconocido artesano e impulsor de la sociedad ‘Sucesores de Angel Martínez’, Vicente Rodríguez Giménez.

Hace ahora más de treinta años, cuando en diciembre de 1978, un grupo de personas, pertenecientes a la Comisión Organizadora de la Campaña de Navidad con Amor, programara una Exposición en el Club Guadalete, sobre Ángel Martínez, siendo ésta, la primera de otras muchas muestras que se han realizado desde entonces entorno a la vida y obra del célebre imaginero, de pequeño formato, de El Puerto.

Esta exposición, que contó con la cesión de figuras de 27 familias, la mayoría de nuestra ciudad, quería servir para rendir homenaje al artesano portuense D. Angel Martínez García, por su importante legado artístico. Un legado que nos desvela los usos y hábitos comunes del día a día de lo que rodeaba al artista, reflejando en cada una de sus piezas la manera de vivir y el sentir de un pueblo tan sabio como el nuestro, rico en costumbres.

Escenas costumbrista: 'El Contrabando', grupo de Ángel Martínez.

Para llegar a comprender tanto la descripción de las figuras, como lo que representan, es importante conocer el entorno del artesano y explicar la manera de vivir y el contexto histórico. De esta forma comprenderemos mejor las figuras, los utensilios que se usaban tanto en el campo, como en la vida cotidiana y doméstica.
Quizás este sea su mayor acierto y lo que hoy atrae a numerosas miradas, ajenas muchas de ellas al mundo de los Nacimientos, constituyendo tan solo una de estas pequeñas piezas un apreciado elemento de coleccionismo.

Martínez modelando la maqueta  del monumento a la II República.

Hoy en día retoman fuerza las palabras del prólogo del colaborador de Gente del Puerto, Luis Suarez Ávila, en la exposición de 1978, del Club Guadalete: «Que ahora cuando se habla de tomar conciencia de lo regional, de lo popular, de fomentar la artesanía, no sea paso en balde el haber organizado esta exposición, que pensamos sea semillero de un más ambicioso proyecto, que quede plasmado en una de las salas del Museo que El Puerto quiere y que debe tener».

Figura original del artesano portuense, que refleja una imagen costumbrista.

LA EXPOSICIÓN.
La muestra contará con diferentes zonas expositivas: La Zona de Introducción: En la entrada de la exposición expondrán una portada de las recreadas en la obra del artesano. Contexto histórico. Con paneles, fotografías y utensilios domésticos. Ángel Martínez. Natural de El Puerto. Panel explicativo. Exposición de figuras. Se realizaran en las diferentes capillas del salón de actos de la Victoria (antigua iglesia). Los sellos. Panel explicativo, con texto e imágenes, figuras e improntas de sellos de las figuras. El proceso de la arcilla. La técnica del apretón. Con panel explicativo, moldes y ejemplos. La cocción. Con panel explicativo, piezas de distintas cocciones. El alambre. Esqueleto de las figuras.

Varias plantillas de grupos del artesano Ángel Martínez, originales.

Panel explicativo y piezas. Los premios. Los diplomas y medalla, así como panel explicativo. El belén de la época. Donde se mostrará un típico belén con piezas y elemento propios. La evolución y sucesión de la obra. Paneles, mostrador y vitrina de figuras. Audiovisual. Video explicativo de la muestra. Proyección. Ángel Martínez y su relación con Pedro Muñoz Seca. Panel, fotos y figura. Influencias de la obra de Ángel Martínez en otros artistas. Panel, figuras . Angel Martinez en papel. Exposición de recortes de prensa, catálogos y folletos editados. Obra a palillo. Se mostrarán bustos y piezas propiedad de la familia, como la Farfolla, la gitana, Dolorosa, ...

Más información Figuras de Ángel Martínez en Gente del Puerto.
Nótula 873.
Más información de Vicente Rodríguez Giménez en Gente del Puerto.
Nótula 236. 

3

Puerta inconclusa de Las Campanas. Gran angular. /Foto: Javier de Lucas.

Debió destacar como ningún otro edificio, ¡y eso que en El Puerto los hay muy bien plantados, cuyas fachadas aun reflejan el pasado abolengo de una época próspera! Y los patios que cobijan, ¿qué me dicen de ellos…? La Prioral es una inmensa mole de piedra, de planta gótica y remates neo-renacentistas que se eleva sobre un templete escalonado. No guarda proporción con los edificios colindantes, en especial con la capilla de la Aurora, tan modesta y tan hermosa, que apenas toca por una de sus esquinas. La bien planeada plaza de España permite contemplar el monumento en su justa proporción.

Puerta del Sol. Detalle. /Foto Paco Belmez.

Y, si no fuera suficiente, se puede admirar desde Micaela Aramburu, recorriendo con la vista toda la calle Palacios, hasta tropezar con ella. Es una visión espeluznante hacerlo al atardecer, cuando la luz desfallecida aún tiene ánimos para jugar con la espadaña y el campanario, cuando proyecta sombra sobre los contrafuertes y la recorta del inmenso cielo.

Zona de respeto de la Iglesia Mayor. Detalle Columnas. /Foto: Bitarita.

Las columnas que señalaban los límites del suelo sagrado ya no sostienen guirnaldas de hierro, donde los críos nos columpiábamos con equilibrio arriesgado e inestable.

Capilla adosada a la fachada de la Iglesia Mayor Prioral. “Tu honorificencia populi nostri” Tu eres la honra de nuestro pueblo. Fue construida por internos del Penal del Puerto en el año de 1940. /Foto: J.M.M.

Mientras la circundamos, sorprenden muchos detalles de la misma: La modesta capillita de la Virgen, oratorio callejero y recuerdo de su celestial presencia… Nunca faltan flores frescas y los candelabros laterales aún brillan mientras la ciudad duerme. En dirección sur, al otro lado de la portada, hay una gran cruz de madera que recuerda a Cristo en su pasión. La madera se ha abierto y apenas se sostiene con los cuatro agarres de hierro que la fijan al paramento. Sus lineas oscuras, entrecruzadas y ordenadas, forman un doble eje de simetría respecto del ventanal y los ojos ovalados.

Sillares desgastados de la Piroral de la Puerta de las Campanas. /Foto: F.A. Gallardo.

¡Qué será de ella cuando los vientos de poniente y levante, tan característicos y conocidos, acaben por borrar la fisonomía de sus tallas, en su afán por devolver lentamente la arenisca que la conforman a la sierra de San Cristóbal! ¿Quién detendrá este deterioro, esta conversión a la nada de su impresionante alzado? ¿Qué será de sus espectaculares remates, de sus bajorrelieves, de las virtudes capitales que otean impertérritas la ciudad, de la enigmática fachada del sol y la pretendida fachada gótica?

Otra vista de la Puerta del Sol. /Foto: Hikergoer.

Si nadie lo remedia, acabarán desdibujadas en el espacio y el tiempo; en ese tiempo que alguna vez marcó el reloj de la torre lateral de levante. ¿No es una ironía que se haya detenido en las diez y diez, la hora más simpática?» (Texto: Álvaro Rendón Gómez).

Fachada lateral de la Iglesia Mayor Prioral, convertida en principal. /Foto: Costaluz.

1

De entre todos los maestros plateros portuenses que trabajaron en nuestra Ciudad durante el siglo XVIII, queremos destacar a Jacobo Vanderheiden, un extraordinario artista representativo de ese mundo plural y cosmopolita que definía a la sociedad portuense de entonces y a su Congregación y Hermandad de Artistas Plateros de San Eloy. /En la imagen, Pedro de Villarelo, grabado por Vanderheiden.

Jacobo Guillermo Vanderheiden [deturpación de van der Heyden] Lechuga nació en El Puerto de Santa María el 22 de marzo de 1740, recibió el bautismo dos días más tarde en la Prioral, actuando de padrino Jacobo Knudden, de quien tomaría su nombre. Su padre, un comerciante de origen flamenco [de Flandes], Guillermo Vanderheidenm pertenecía a una familia oriunda de la ciudad de Amberes, establecida en El Puerto en torno a los años cuarenta del siglo XVI. En estos años se fecha el matrimonio de Pedro Vanderheyden con Margriete Bosschaert, antepasados de la familia de Vos, perteneciente a la aristocracia portuense y posibles ancestros de nuestro artista. El origen flamenco de Jacobo  no nos resulta extraño en el contexto dieciochesco de El Puerto. Las especiales características de este enclave comercial atrajeron a numerosos comerciantes y artistas europeos y, entre ellos a plateros flamencos, italianos y franceses.

EN 1771, TALLER EN LA CALLE LARGA.
Pocos son los datos que poseemos del transcurrir cotidiano de Vanderheiden. En 1771 con apenas 31 años, lo encontramos establecido en su taller de platería situado en la calle Larga, en la casa del Convernto de San Juan de Dios, perteneciente al cuartel de San Agustín (hoy edificio municipal recientemente restaurado), circunscripción en la que se asentaron la mayoría de los talleres de platería a  lo largo de toda la Edad Moderna. Tutor de cuatro hermanos, Josefa, Cornelia, María y Francisco, este último perteneció al taller de Jacobo, formándose en los secretos del arte de la platería a la sombra de su hermano.

FORMACIÓN.
Con respecto a la formación de nuestro protagonista conocemos su aprendizaje como platero de oro con el maestro portuense José Fernando de Sierra, en cuyo taller, coincidiría con Esteban José de Sierra, siete años mayor que Vahderheiden, copando ambos condiscípulos la mayoría de los honores y encargos de la platería portuense del último tercio del siglo XVIII hasta bien entrado el siglo XIX.

Tesoro artísitco de la Prioral en la década de los setenta del siglo pasado, expuesto en un desaparecido museo donde aparecen piezas de plateros, orfebres y grabadores. / Foto: Rafa.

FIEL CONTRASTE MARCADOR.
En el año 1774 el Ayuntamiento de El Puerto eligió a nuestro artista 'fiel contraste marcador de oro y plata' sucediendo en el cargo a su maestro José Fernando de Sierra, fallecido el 7 del mismo mes. Tal nombramiento suponía el reconocimiento de la valía y honradez del platero, ya que el Fiel Contraste Marcador era el encargado de vigilar que todas las obras realizadas en plata y oro se ajustasen a la ley, garantizando con su prestigio la calidad de la pieza.

Grabados de Vanderheiden, 'Ntra. Sra. de la Soledad. 1780'. Túmulo funerario de Carlos II,  cuyos elementos sirvieron para hacer el monumento del Jueves Santo de la Prioral hasta bien entrados los años sesenta del siglo XX.

...continúa leyendo "1.363. JACOBO VANDERHEIDEN. Maestro Platero y Grabador."

1

Las cantigas estan en un género medieval propio de la zona gallegoportuguesa en la que los trovadores ponían música a los poemas, que solían cantarlos los juglares. Ya he traído en otra ocasión las famosas Cantigas de Amigo del trovador gallego Martín Codax. Hoy te traigo una de la que sin duda es el corpus más conocidos de cantigas. Además, con una dedicación muy especial... ¡A mi ciudad donde vivo! Vamos a ello

Estoy hablando de las Cantigas de Santa María del rey Alfonso X el Sabio (1221-1284), rey de Castilla e hijo del también rey Fernando III el Santo (es decir, san Fernando). El apelativo de sabio no es algo gratuito ya que, además de sus habituales contiendas guerreras y de conquista, tenía tiempo de dedicarse a las bellas artes y la poesía. /En la imagen “Aparición de la Virgen a Alfonso X” Cuadro de grandes dimensiones que se exhibe en el Auditorio Municipal San Miguel. Anteriormente se encontraba situado en la escalera del antiguo Ayuntamiento de Plaza de Peral. Ha sido restaurado por los técnicos de Museo Municipal, Javier de Lucas y Juan José L.  Amador. (Foto Servicio Municipal de Restauración del Excmo. Ayuntamiento).

¿Quién no conoce las Cantigas de Santa María? Son unas 420 composiciones dedicadas a la Virgen María. A pesar de que tradicionalmente se las asigna al rey Alfonso, no puede comprobarse que fuese el autor de las mismas; es más, es algo muy improbable. El rey era un amante de las bellas artes, y seguro que era el impulsor de la composición de las cantigas, e incluso seguramente supervisor de muchas de ella, pero no pudo componerlas todas. La autoría del rey está asegurada en unas 10 o 12, y poco más; y esta autoría no es porque aparezca la firma del monarca sino por la temática y porque tratan temas muy personales.

Hoy traigo la Cantiga número 364 titulada Quen por serviço da Virgen. La cantiga cuenta cómo Santa María del Puerto protegió a treinta obreros que cavaban la tierra para construir una iglesia y se cayó sobre ellos la torre. Les contaré que Santa María del Puerto hace referencia a una advocación que radicaba en El Puerto de Santa María (sitio donde orgullosamente vivo), llamado Alcanate en la época del rey sabio. Dicho rey transformó la mezquita en un santuario sobre el que hoy se construye el Castillo de San Marcos. La imagen (aunque no completa) se conserva hoy día con la advocación de Nuestra Señora de los Milagros.

Aquí tienen esta cantiga interpretada por el conjunto Música Antigua dirigido por Eduardo Paniagua. Pueden leer el texto de esta cantiga haciendo clic aquí.

(Hacer clic en botón de PLAY abajo. Es posible que antes de la música tenga que escuchar algo de publicidad. Espere que pase y comenzará la música automáticamente. En la parte superior derecha verás dos controles que puedes deslizar con el ratón; el de la izquierda es con el que puedes controlar el volumen.) (Texto: José Gallardo Alberni).

3

El Jueves Santo del pasado año terminó prácticamente la Semana Santa en nuestra ciudad, y digo que terminó con el atisbo de salida  del paso de Cristo de de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, que  rápidamente tuvo que refugiarse en la Prioral. [Este año 2012 ni siquiera ha llegado a salir]. Es una pena que por causa de la lluvia, las ilusiones del colectivo de esta hermandad se hayan visto truncadas por la inclemencia del tiempo, mala suerte y paciencia, amigos. /Foto: Yolanda Rodríguez Gómez.

La lluvia suele ser el talón de Aquiles de la Semana Santa, es una pena que no concluyera de forma feliz con las once cofradías por las calles, haciendo el recorrido previsto. La inversión humana y económica del Ayuntamiento, hermandades, hosteleros, colectivos que de alguna forma viven de las hermandades, además de las personas que disfrutan del turismo religioso,  se han visto mermadas considerablemente.

Se no fue el Jueves Santo sin más historia; porque para más “INRI” este día tan señalado en El Puerto,  solo tenemos una cofradía. Evidentemente este acontecimiento no deja de ser coyuntural; y aparte de lamentarnos de la dichosa lluvia, que podía haber llegado en otro momento; es una oportunidad que se nos presenta a los que tenemos que decir algo al respecto.

LOS SAGRARIOS.
El Jueves Santo es otros tiempos procesionaban dos cofradías, La Humildad y el Cristo del Amor, además templos y conventos permanecían abiertos todo el día, hasta una hora prudencial por la tarde, existía la costumbre de visitar los Sagrarios. Solían ir las parejas de novios, o matrimonios o grupos de señoras o señoritas, ellos con el clásico traje gris marengo, camisa blanca y corbata a juego y ellas siempre elegantes, no con ropa de Zara, Mango, etc.;  sino de Moresco, Rendón, Lerdo, Arturo, Julio Cristóbal, Muro, etc.
Iban también parejas o grupos de chicas vestidas de mantilla (igual que las que van en la Vera-Cruz), Recuerdo con agrado a  Mercedes Romero Maure, mi prima Antoñita y Paquita Pantoja, las hijas de Rafael el de las Salinas, etc. /Capilla de la Virgen de los Milagros.

EL ITINERARIO.
Había gente por todas partes, usted  por ejemplo le decía a su novio/a, amigo/a: “Oye fulanito/a, ¿Vamos a visitar los Sagrarios ?”, y hacía el recorrido siguiente: Residencia de Ancianos (Plaza de Toros), Iglesia de San Francisco, Convento de la Concepción, Colegio Carmelitas y Colegio de Esclavas, si no,  podía escoger otro itinerario que es el siguiente: Prioral, Asilo de Huerfanas (calle Cielo), San Joaquín, convento de las RR MM Capuchinas,  convento del Espiritu Santo, hasta la Iglesia del Hospital de San Juan de Dios. Se pasaba la tarde paseando de un Sagrario a otro, lloviese o no; cansado pero feliz, eso sí, señora o señorita terminaba usted la tarde sentada en algunos de los bares del centro tomándose un chocolate calentito con una buena torrija para mojar, con Dios manda en estas fechas y disimuladamente se quitaba usted los zapatos y se frotaba los pies enfundados en medias de cristal, ¡que alivio! /En la imagen capilla del Sagrario de la Iglesia Mayor Prioral.

...continúa leyendo "1.343. EL JUEVES SANTO DEL 2011."

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies