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Se cumplen hoy 100 años de la celebración de una fiesta típica andaluza en el Cortijo de ‘Las Beatillas’, organizada por el alcalde de El Puerto, en homenaje al Gobernador Civil en el que fue hasta hace unas fechas, complejo hostelero “Hacienda las Beatillas” de la Sierra de San Cristóbal, próxima al casino “Bahía de Cádiz” y al parque acuático “Aquasherry Park” era el caserío de una extensa cortijada que se extendía a los pies de la elevación apuntada, en una la zona denominada “Bellavista” en las lindes de El Puerto con Jerez.

El Cortijo de Las Beatillas antes de su restauración.

Y su edificio principal, un alcázar rústico de severa portada y amplias instalaciones interiores, viviendas de los colonos, almacén para los aperos de labrar, cuadra, establos y granero, construido sobre una plataforma rocosa que se eleva apenas cien metros sobre el nivel del mar, a la izquierda de la actual carretera general IV, yendo en dirección Jerez, altura suficiente para contemplar desde allí el cáliz azul de la bahía, al sur, la serranía de Medina y los meandros del Guadalete al este y las esplendorosas puestas de sol otoñales, empapelado el cielo de nubes malvas, por el otro extremo, lugar elegido por el alcalde portuense Luis Portillo Pineda, dos meses después de su nombramiento para homenajear al gobernador civil de la provincia, Luis López García. Al acto, prácticamente una convención política, asistieron como invitados más de un centenar de personas de diversas siglas y nomenclaturas afines a los organizadores y, en cierto modo, pudo ser el germen de la coalición electoral conservadora que unos años mas tarde se presentarían a las elecciones municipales.

FIESTA VIP ANDALUZA.
Todo estaba perfectamente programado para agasajar a los asistentes, haciéndoles agradable y entretenida su estancia, que se prolongaría durante todo el día, el tiempo que durase la luz natural, estableciéndose un servicio de transporte con el que trasladar a los invitados que podrían degustar buen cante flamenco, presenciar lidia de vacas bravas y participar en una comida campestre de hermandad, algo realmente atrevido considerando las dificultades logísticas, el número de invitados y la falta de medios adecuados en el entorno rural en el que tendría lugar circunstancias que, por otra parte, suponía todo un atractivo añadido, según nos refieren los contemporáneos, al ser un enclave natural privilegiado, tal como hoy podemos comprobar visitando las que fueron instalaciones hosteleras antes mencionadas existentes en ese mismo lugar con la única diferencia en aquellos años de que el caserío estaba rodeado de vegetación: prietas chumberas, elegantes pitas y altas retamas.

...continúa leyendo "1.314. FIESTA EN EL CORTIJO DE ‘LAS BEATILLAS’. Hace 100 años.."

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En la imagen, el alcalde Eduardo Ciria en el despacho de la Plaza de Isaac Peral. A la izquierda de la imagen, vemos una foto del entonces Jefe del Estado, dedicada.

Dedicatoria manuscrita de Francisco Franco a Eduardo Ciria, que aparece al pie de la foto del entonces Jefe del Estado, en la imagen anterior.

Eduardo Ciria Pérez, alcalde de El Puerto entre 1948 y 1952, es hijo de Francisco Ciria y Vergara de la Concha, marqués de Ciria y Piedrabuena --hay quien afirma que se apropió del uso del título-- (ver nótula 330 en Gente del Puerto), conocido como 'el marquesito' y de Amalia Pérez. El matrimonio, hasta su separación, dada las peculiaridades del progenitor de nuestro protagonista, tuvo cuatro hijos: Eduardo, Concha y Luis y Francisco.

De las vicisitudes por las que pasa la familia a raíz de la separación deberán ser otros estudiosos de la historia de éstos quienes pongan negro sobre blanco el amplio anecdotario existente sobre la vida del 'marquesito' que, en cualquier caso marcará la historia de sus vástagos y, entre ellos, Eduardo. Baste señalar que al morir la abuela de nuestro protagonista, el padre de Eduardo accede a toda la fortuna familiar que 'invertirá' o dilapidará de forma muy curiosa. Lo cierto es que Eduardo y Concha recibieron una superior formación académica, no así Luis y Paco cuya preparación fue desigual en relación a sus hermanos precedentes.

Eduardo, que permanecería soltero de por vida, viviría con su madre y hasta el fin de sus días con su hermana Concha, primero en la casa donde nació en Micaela Aramburu, esquina con Plaza de Colón (donde hoy está el Bar 'La Morería', antes 'El Genovés' y con anterioridad el Pub de Bill) y luego en los pisos de la Pescadería a partir de 1960, hasta su fallecimiento.

El día de la inauguración del monumento a Pedro Muñoz Seca, el 11 de noviembre de 1950, en la puerta del ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral, Eduardo Ciria Pérez con chaqueta blanca de uniforme, a su derecha, el ministro Raimundo Fernández Cuesta. Vemos a la derecha de la imagen a Fernando C. de Terry y del Cuvillo, apodado por su temperamento 'el Levante' que había sido alcalde de El Puerto entre 1941 y 1943.

...continúa leyendo "1.313. EDUARDO CIRIA PÉREZ. El alcalde solitario."

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De la magnífica exposición "De la aguja náutica al GPS" que se montó en el Centro Cultural Alfonso X, que recomendé a todo bicho viviente, salí un poco contrariado, porque en este Gran Puerto de Santa María se había desaprovechado la ocasión de hacer memoria y loa de un espécimen curioso y pícaro. Se trata de Felipe Guillén, nacido en 1492, boticario de esta Ciudad, donde ejerció su profesión hasta 1519 en que marchó a Portugal.

En una acotación escrita por Gil Vicente (Poeta y dramaturgo portugués, 1465-1536) copiada por Menéndez Pelayo se lee: "El año de 1519 vino a esta corte de Portugal un Felipe Guillén, castellano [así se llamaba a cualquier español], que se dice había sido boticario en el Puerto de Santa María, el cual era gran lógico y muy elocuente y de muy buena plática, por lo cual muchas personas sabidoras gustaban de oírle.

Tenía algo de matemático; dijo al Rey que le quería dar el arte de navegar de Este a Oeste, que había inventado. Para la demostración de este arte, hizo muchos instrumentos, entre ellos un astrolabio para tomar el sol a toda hora. Explicó este arte en presencia de Francisco de Mello, que era el mejor matemático que entonces había en el reino, y de otros muchos que para esto se juntaron por mandato de Su Alteza, todos probaron el arte por buena: hízole el Rey por esto merced de cien mil reales de pensión  y el hábito y corretaje de la casa de la India que valía mucho..."

    Pero la dicha no duró. "En este tiempo mandó Su Alteza llamar al Algarve a un Simón Fernández, gran matemático y astrólogo..." Así que habló con él, el Fernández comprobó que Guillén era un embustero y que sus argumentos eran falsos. Antes, Felipe Guillén se había descubierto en secreto al un tal Juan Rodríguez que se lo fue a decir al Rey. Viéndose perdido, quiso huir. Peor el Rey lo mandó prender y lo hallaron subido en un caballo  de postas en Aldea Gallega. "Siendo preso, como era gran trovador, le mandó Gil Vicente unas trovas: ...Que, sin  ver astronomía,/ él toma el sol por el rabo/ en cualquier hora del día..." Preso, fue llevado a las galeras de El Puerto donde estuvo , al parecer, de por vida. "Sic transit gloria mundi". Amén.  (Texto: Luis Suárez Ávila).

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Ángel González Piñero reside en El Puerto desde hace 10 años, habiendo creado hace dos una Academia de Música en nuestra Ciudad, en la calle de Los Toreros. Nacido en Cádiz cursó sus estudios musicales (solfeo, guitarra, armonía, contrapunto, fuga, música de cámara, historia de la música universal, musicología española, estética musical, etc...) en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, ampliándolos después  en el Conservatorio de Munich.

TOCANDO CON LAS DOS MANOS.
En una segunda etapa de sus estudios, preocupado por el dilema del cultivo de las dos escuelas que existen para tocar la guitarra clásica, como son la pulsación con la uña, de  sonoridad: metálica, brillante y espectacular o la pulsación de la yema de los dedos, de sonoridad: intima, dulce, profunda y pura, estudia de nuevo la guitarra pero esta vez con la mano izquierda para ser tocada con las uñas, mientras que con la derecha tocaría con las yemas de los dedos. La técnica de la yema de los dedos y tocando con la mano derecha, la emplea para el repertorio del Renacimiento y primer periodo del Barroco, mientras que la técnica de la uña de los dedos y tocando esta vez con la mano izquierda, la emplea para el repertorio del segundo periodo del Barroco, Neoclásico Romántico y Contemporáneo.


DERECHA E IZQUIERDA.
La guitarra de la mano derecha tiene unos surcos a lo largo del diapasón para poder conservar las uñas que luego se emplean al tocar con la mano izquierda. La guitarra de la mano izquierda está construida por el luthier Ignacio Fleta (año 1969), para ser tocada con la mano izquierda, siendo la única guitarra construida por él, para ser tocada como si se fuera zurdo.

Ángel G. Piñero causa la admiración de los diferentes públicos por su gran facultad (única en la historia de la música), de tocar este instrumento con ambas manos. Se abren así nuevos horizontes para el estudio del instrumento y siendo el único concertista de la historia de la guitarra que consigue las dos sonoridades dándole a cada una de ellas el lugar que le corresponde en el repertorio general de la música.

CONCIERTOS.
Angel G. Piñero ha dado numerosos conciertos a lo largo de su carrera, destacando su participación en el “Festival Internacional de Guitarra de Munich”, Sala de los Tapices de los Reales Alcazares de Sevilla, II Ciclo Musical de San Mateo de Oviedo, I Bienal Internacional del Sonido de Valladolid y sus actuaciones en el Palacio de la Música de Barcelona. También, hay que destacar las grandes giras realizadas por Ángel G. Piñero por España, Europa y Estados Unidos en donde, además de sus conciertos, ha desarrollado seminarios sobre Música Barroca y ciclos con el título de “Historia y Técnicas de la Guitarra Clásica Española”.

...continúa leyendo "1.311. ÁNGEL GONZÁLEZ PIÑERO. Concertista, estudioso, innovador y profesor de guitarra."

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Romualdo Peña Montes, ‘Remujardo’ el aguador, había nacido el 2 de abril de 1920, --hijo natural de Dolores-- que tenía pues casi 92 años cuando, el pasado día 17 de febrero, nos dejaba en la Residencia Ancianos de las Hermanitas de los Pobres, junto al recinto ferial de ‘Las Banderas’, donde vivía hacía ya muchos años.

Era una persona muy querida por todos los portuenses que le trataron. En sus comienzos como aguador solía ir descalzo y con un aro con dos cubos alrededor del cuerpo. Cogía el agua en la fuente del Hospitalito y en la de las Galeras y las repartía a las casas que no tenían. Los niños de aquel tiempo se metían mucho con él, para hacerlo enfadar, pues se enfadaba ¡y como!, pero con gracia. De Romualdo --’Remujardo’-- ha escrito el profesor Rafael Sánchez González:

«Una de las características de nuestra ciudad a lo largo de su vigencia contemporánea, ha sido la existencia de una serie de personas convertidas por el tiempo en personajes de público reconocimiento que han sabido mantener una relación interdependiente con la propia ciudadanía. Eran personas que muchas veces se encontraban con la palabrería del que pasaba junto a él, pero con el suficiente vigor para contestar a su manera a las pertinentes referencias.

Romualdo Peña Montes, se dejaba querer y he aquí en uno de los múltiples posados fotográficos, de Estudio, en los que participó. Vivía hasta su traslado a la Residencia de Ancianos en el número 70 de la calle Ganado. ...continúa leyendo "1.310. ROMUALDO PEÑA MONTES. ‘Remujardo’ el Aguador."

Francisco Guanter Espinal nació en El Puerto de Santa María en 1834 y no ejerció de guantero, como conjeturaba Fernando Quiñones, vía la información aportada por Aurelio Sellés, sino primero de barbero, y posteriormente de marinero, al igual que su padre, llamado Mariano Guanter y nacido en Valencia en 1806 y muy posiblemente dedicado a la pesca de Bou, técnica de arrastre, muy usual en la época y en donde destacaban los marineros levantinos.

Su madre Jacinta Espinal Torres, nació en Morón, --localidad muy vinculada al cantaor sevillano Silverio Franconetti--, aproximadamente en 1802 y se dedicó a labores de lavandería.

En 1844, aparecen empadronados en la gaditana calle Sopranis núm. 92 primero izquierda del Barrio de Santa María, aunque ya llevaban algunos años de residencia en la capital. Posteriormente viven en otros domicilios del mismo barrio, sobre todo en la Calle Santo Domingo, 55 y 150, respectivamente.

Faustino Nuñez, autor publica sus investigaciones sobre Paquirri en el libro de José Manuel Gamboa «Una historia del Flamenco», y localiza en el periódico gaditano ‘El Comercio’, a un joven Guanter de diez años, actuando el 28 de enero de 1847 en el Teatro ‘El Balón’ y en donde interpretó las siguientes canciones: El Currillo, El Pescador y El Polo. Igualmente localizó otra noticia del mismo año, acaecida el 13 de septiembre, donde nuevamente el joven Guanter, actúa, esta vez en el Teatro Principal --cosa inusual para espectáculos de este corte-- y en donde él mismo se acompaña a la guitarra y canta El jaleo de la Gariana, y el Polo Andaluz. Gamboa y Faustino, que tanto montan, montan tanto, ya apuntaron, la posibilidad de que "este joven Guanter", fuera el famoso y enigmático Paquirri ‘el Guanté’, aunque lo hacía de nacencia francesa o catalana. Pues bien, estos valiosos datos, me llevaron a investigar al referido sujeto en los Padrones de Habitantes de la Ciudad de Cádiz,

A partir de 1853, ya no se encuentran referencias de esta familia, aunque sí de su hermanastro Antonio Guanter Ruiz, marinero de profesión, natural de El Puerto de Santa María e hijo del primer matrimonio del padre, al cual localizo en 1906 en la calle Suárez de Salazar, 6 bajo, viviendo solo, viudo y con 82 años de edad.

FERNANDO QUIÑONES.
Fernando Quiñones en su conocido libro “De Cádiz y sus Cantes” lo suponía nacido en el siglo XVIII, con el oficio de guantero, y según sus últimos testimonios, residente en la gaditana calle Cristóbal Colón. Así mismo supuso que murió joven y en Madrid, vilmente envenenado por un marido celoso.

Concluida la primera parte en la cual se demuestra fehacientemente que no ejerció de guantero, al menos en sus primeros años y que tampoco vivió en la calle Cristóbal Colón, si he de decir que los últimos datos aportados por Quiñones, casan sobremanera con los localizados por el que suscribe, aunque con algunas diferencias.

...continúa leyendo "1.309. PAQUIRRI EL GUANTÉ. El crimen que nunca cometió."

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Rafael Bernal Cobos, que ahora regenta el establecimiento, junto al cocinero José Manuel Romero Ramírez y el camarero Paco Albaiceta González. En la cocina también está, aunque no sale en la foto, Antonio Rodríguez Cobos.

Antonio Rodríguez Collantes ‘el Piqui’, abrió el Bar La Muralla en la barriada Guadebro, calle Tomás Cólogan Osborne, 6. Corría el año 1977. En la actualidad regenta el establecimiento su yerno, Rafael Bernal Cobos, junto a su hija, Marta Rodríguez Caraballo.

Los aficionados al pescado fresco acuden principalmente los fines de semana buscando las especialidades del Bar La Muralla, que suele tener piezas de doradas y lubinas salvajes, además de urtas y otros pescados. Se pueden degustar tanto fritos como a la plancha o en tartera. Además tiene chocos, puntillitas y coquinas tanto de El Puerto como de Huelva, aunque de éstas no hay siempre. Cuando es temporada también cuentan con galeras de coral. Rafael Bernal resalta que «todo el pescado que traemos es fresco». Además, otra de las especialidades famosas de la casa es el rabo de toro.

Coquinas de El Puerto a la marinera, el famoso molusco bivalbo que le da el gentilicio costumbrista de 'coquineros' a los portuenses o porteños.

El bar La Muralla es el típico bar de barrio de estética funcional con amplia barra y salón comedor, compartiendo la misma estancia. Fuera, una amplia terraza. En todos los espacios se puede comer, tanto de tapa como de raciones o platos. Sirven también desayunos. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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La historia de Rives Pitman es un viaje de ida y vuelta que empieza en Alemania, tiene su estación principal en El Puerto y continúa por otros países europeos como Inglaterra y Francia. Al igual que otras muchas firmas del Marco de Jerez, el origen de la empresa está ligado a la peripecia de un hombre de negocios extranjero, Augusto Haupold, quien recaló hace 130 años en Andalucía como cónsul germano. El diplomático fundó la Bodega de Jesús, María y José, que en su origen se centró en elaborar y comercializar vinos y brandies.

HAUPOLD Y RIVES.
A mediados de la década de los años veinte del siglo pasado creemos que el que fuera alcalde de El Puerto en 1938, Antonio Rives Brest (ver nótula núm. 1.257 en GdP) era una especie de socio industrial de Haupold, en la división de productos destilados, cuyas marcas llevan su apellido, lo cual nos hace presuponer que fuese el propietario de la patente industrial de los mismos. Asimismo, era el concesionario de los perfumes naturales que este fabricaba y encargado de organizar una red comercial a nivel nacional para su venta. En el diario ABC de esos años pueden localizarse anuncios suyos solicitando agentes y distribuidores para los productos de la fábrica de esencia de Augusto Haupold.

La trayectoria de esta sociedad experimentó un cambio de rumbo que volteó las tornas de su historia. Así ocurrió cuando, en 1965, se hizo con el timón de la bodega Augusto Romero-Haupold, actual presidente y nieto del fundador. El directivo no sólo es el responsable de la actual denominación de la enseña –a la que rebautizó como Rives Pitman–, sino que recorrió un camino inverso al que emprendió su abuelo.

TENDENCIAS DE MERCADO.
Si el diplomático alemán había descubierto en España las virtudes de las bebidas clásicas andaluzas; Romero-Haupold –que pertenece a la tercera generación de la familia y que ya es un empresario portuense al cien por cien– decidió volver a Europa para buscar productos con éxito, más allá de lo que ya se hacía en el entorno gaditano.

En este proceso, la firma descubre “el glamour londinense de la ginebra, que se consumía como un espirituoso de caballeros, o la gran aceptación de los zumos concentrados en Francia, donde se denominan sirop”, asevera el presidente. Ambas bebidas se incorporan como productos estrella de la compañía, que da un paso que, a su vez, será una constante en el resto de su historia: vigilar el mercado para desarrollar aquellos caldos con una clara tendencia al alza.

...continúa leyendo "1.307. AUGUSTO ROMERO-HAUPOLD. Entre destilados y caballos."

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Alfonso Ussía, con un retrato de su abuelo, Pedro Muñoz-Seca.

Club «El Buzo», Vistahermosa, Puerto de Santa María, con Cádiz enfrente, cerrando la tenaza de la Bahía de los Poetas. Una mesa larga, de goma, abierta a todos los que quisieran compartir el aperitivo. Había allí representantes familiares de todas las grandes bodegas del Puerto y de Jerez, pero sólo se pedía y se tomaba el vino de una de ellas, en concreto, de Osborne. «Fino Quinta» con su etiqueta roja y el toro de Manolo Prieto. Se sentaban bodegueros Domecq, Terry, Caballero, González, todos competidores de otros, y sólo se pedía un vino. Me aclararon la curiosidad. «Siempre se pide el vino de la familia de la mujer de más edad sentada en la mesa». Se me antojó un detalle y un ejemplo de buena educación.  (Texto: Alfonso Ussia). 

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De pie, de izquierda a derecha, Adolfo Ortega García; José Marchena Rodriguez (+); Fernando Camacho Villegas; Fernando Arjona González; Antonio Carbonell López; Fito Carreto Ruiz. Agachados: Ambrosio Acá Ortega; Alfonso Carreto Martín-Arroyo; Luís Soriano Gómez; Manuel Nimo Gutierrez; Joaquín Miranda García y Antonio ‘Mudito’, ayundante de Manuel Jarque ‘Chicharito’. (Foto: Rafa. Colección Vicente González Lechuga).

Partido a beneficio de la Cabalgata de los Reyes Magos, organizado por el gran Manuel Jarque Martinez, ‘Chicharito’, en la Navidad de 1980. Se disputó en el Estado ‘José del Cuvillo’, entre la Junta directiva del R.C. Portuense y periodistas de la provincia.

En el equipo de periodistas se alinearon, entre otros, Juan Manuel Pedreño, Mario Paramio, Jose Luis Pellicer, Hugo Vaca, Andrés González, que fuera jugador de Cádiz y del Real Madrid. Se impusieron los periodistas por escaso margen. Se adelantaron en el primer minuto de juego los directivos del Racing por medio de Alfonso Carreto Marin-Arroyo. En la segunda parte jugaron también en el equipo de directivos, Paco Ferrer, Manolo Toimil (+), Manuel Perez-Blanco Muñoz, Antonio Miranda García y Victor Martinez Guerra.

En otro orden de cosas, el equipo de la Junta Directiva del Racing se vio reforzado por amigos, hermano e hijo de directivos, caso de Fernando Arjona, Ambrosio Acá, Manuel Nimo Gutierrez, Joaquin Miranda García y Fito Carreto.

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