Antonio Flores Morera, 'el Pajarito' nació el 2 de abril de 1954 en la calle de la Rosa esquina con Lechería (hoy Cervantes), cuarto de los ocho hijos que tuvo el matrimonio formado por José Luis Flores Zarzuela --de profesión albañil-- y María Antonia Morera de los Reyes. Con dos años la familia se fue a vivir a la barriada José Antonio y, en la actualidad vive en la Barriada de los Romanos, así llamada por pasar por allí la Vía Augusta o ‘Camino de los Romanos’. /La fotografía de la izquierda es de Miguel Sánchez Ivars (Si Quiero Bodas).
1954.
Ese año de 1954, caía el 3 de febrero una gran nevada en la Bahía de Cádiz y en El Puerto, propiciando el espectáculo de ver las playas cubiertas de blanco. Era alcalde de la Ciudad, Luis Caballero Noguera. Se inaugura la Base Naval de Rota, construida parcialmente sobre suelo de El Puerto. La población reclusa en la Prisión Central portuense era de 1050 penados. Mientras volvían a España los prisioneros de la División Azul.
Rafael Alberti publicaba el año del nacimiento de nuestro protagonista ‘Baladas y Canciones del Paraná’. Se constituye el Grupo de Empresas Luis Caballero, S.A. Llegan a la provincia de Cádiz los ‘chicucos’ Domingo Marcos Cuevas, Eladio Gutiérrez Quevedo y José María Ruiz Mantilla, fundadores de Eco del Puerto. José Luis González Obregón abría la taberna en la calle Zarza, en el bodegón de una antigua carbonería. Un grupo de trabajadores de Fernando A. de Terry inician gestiones con la Orden Tercera, para que les sea cedida la imagen de los Afligidos, constituyéndose en cofradía al año siguiente. El 8 de diciembre de ese año procesionó en El Puerto la única Procesión Magna Mariana que se había celebrado, hasta la fecha, en nuestra ciudad.

La Virgen de Fátima que se custodia en la parroquia de San Joaquín procesionó en la Magna Mariana de hace 59 años, en 1954, el año del nacimiento de 'El Pajarito'.
EL PAJARITO.
El mote de ‘El Pajarito’ viene dado a la familia por su padre, quien, trabajando en una bodega, al hacer los encargos los hacía con mucha rapidez: "--Eres más rápido que un pajarito" y Pajarito se le quedó a él y a su hijo.
De pequeño estudió en el colegio de La Salle y en Cristóbal Colón, cuando era conoció como el ‘Palenque del Mercado’, allí recuerda a los profesores Heliodoro del Campo Sánchez, José María García Pichel, Manuel Pacheco Albalate, Jorge Ostenero Rivas y otros como D. Victor, D. Jaime, D. Ángel, D. Pedro…

Patio del colegio de La Salle.
Empezó a trabajar muy joven, su padre tuvo que sacarlo para ayudar a la familia y porque no podía pagar la ‘permanencia’ (un sobrecoste que se le pagaba al profesor por quedarse mas tiempo en el colegio) de tantos hijos. Así, empieza a trabajar en la chatarrería de José Vila Segrellés, en la esquina de la cale San Francisco de Paula con la calle de la Rosa; en la construcción; en el cartón, recogiendo cartones con su padre entre 1963 y 1972; en la fábrica de piensos que existía en La Otra Banda; en Cementos El Carmen; en el campo: cogiendo algodón, castrando la remolacha, en la vendimia y otras labores de viña y con Francisco Peinado Vila en el desguace y chatarra y palés de la Avda. de Valencia. Como podemos comprobar, ‘actividades diversas’ como a él le gusta definir a su dilatada trayectoria profesional.

Una imagen actual de Antonio Flores Morera 'el Pajarito'.
De joven tuvo el pelo largo, la melena le llegaba a media espalda, pero tuvo que cortarse al hacer el Servicio Militar en Córdoba. Vive solo, aunque ha tenido dos relaciones sentimentales largas, una de ellas con una muchacha marroquí, pero como él afirma «no congeniábamos y para eso es mejor vivir solo», por lo que permanece soltero, y eso que han querido llevarlo al programa de Canal Sur de Juan y Medio.

Accidente de helicóptero de la calle San Juan, el 18 de septiembre de 2011, en el que intervino nuestro protagonista auxiliando a los heridos y, posteriormente, en un programa de la televisión alemana, concretamente el canal ZDF
En la actualidad se busca la vida como mandadero, recadero o chicuco, que de las tres formas lo llaman: ayuda a las amas de casa a llevar la compra, hace recados o de ‘criado desinteresado’ como le tilda el letrado Serafín Álvarez Campana y Gaztelu.

Aún recuerda muy ufano su útil colaboración rescatando a los pasajeros del helicóptero siniestrado el 18 de septiembre de 2011 en la calle San Juan --entre ellos a Hugo Müller--, que vio caer. Lo entrevistaron en la televisión alemana ZDF a los pocos días y se presentó enchaquetado en el lugar donde sucedió el accidente, por lo que tuvo ser advertido por los periodistas que se presentara con otro atuendo más informal. /Jocoso cartel que se colocó en una de las ventanas siniestradas tras el accidente de helicóptero de la calle San Juan, a los pocos días del accidente.
Se le puede ver por el Bar Aurora, donde aparca su bicicleta --instrumento de trabajo-- enjaezada con dos banderines de España, y desde allí ejerce sus colaboraciones: cuida la terraza del dicho bar a medio día, entre café y refresco que le ofrece la propiedad; allí come atendido por Carmen Fernández, la mujer del anterior regente del bar, Juan Izquierdo, la cual le trae a diario la comida, menos los domingos cuando nuestro protagonista hace el cuerpo de casa en su vivienda de la calle Habana, en la barriada de Los Romanos. Un hombre feliz entre sus actividades diversas.

Dos vistas, diurna y nocturna de la Prioral, desde el Bar Aurora.
Otros porteños nacidos el mismo año que ‘El Pajarito’ son Juan Gómez Benítez, Doctor en Ciencias Químicas que ha sido presidente de los Enólogos de España; el ecologista Juan Clavero Salvador; el futbolista internacional Enrique Montero Rodríguez; José Enrique Paloma García, diácono adscrito a la parroquia de San José Obrero; el torero Curro Luque.













Fátima Ruiz de Lassaletta nació en Jerez de la Frontera en 1948. Sus primeros veinte años de vida profesional los dedicó a la comunicación y promoción internacional en el sector del vino de Jerez y su brandy. Más tarde, dirigió durante un cuarto de siglo la Fundación del Antiguo Hospital de la Resurrección de Utrera. En ambas etapas se ocupó de restaurar y decorar edificios antiguos: iglesias y capillas, bodegas y casas señoriales. Es desde 2009 miembro de número de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras de Jerez de la Frontera.
La Ciudad de los Cien Palacios, de cargadores a Indias del XVII a bodegueros del XX no es un libro de Historia. Más bien es un libro con historias. No es tampoco un libro sobre Arte. Más bien es un libro con arte. En compañía de su autora, Fátima Ruiz Lasaletta recorremos los palacios, las casas señoriales y los recreos de El Puerto de Santa María, "la ciudad de los cien palacios", desde la época de los Cargadores a Indias, en el siglo XVII, a la de los Bodegueros del siglo XX.





Le encanta la gastronomía, «Soy muy buena en la cocina, tengo mis propias recetas y creaciones. A los amigos españoles les encanta cuando organizo mis cenas especiales. Mi comida es muy condimentada y la base siempre tiene que tener arroz blanco en la mesa, por tradición familiar».
Enriqueta Castillo Pacheco, Ketty, nació en Santa Fé (Granada) el 6 de septiembre de 1956, hija de José Castillo Padial, granadino y de Enriqueta Pacheco Albalate quien, aunque nacida en Cádiz y vecina de El Puerto, en 1955 se casa el 20 de diciembre de 1955 y se va a vivir a Granada. Era alcalde de El Puerto Luis Caballero Noguera. Su padre, empleado del Banco Hispano Americano, trasladado en los cincuenta del siglo pasado a la oficina de la calle Larga, donde conoció a la que sería su esposa. Ketty es la mayor de tres hermanos, junto con José --ya fallecido-- y Oscar. Está casada en segundas nupcias con Armando Hutchion Azcuy 






En mi tremenda incultura, no sabía que España hubiese sido un país productor de seda porque siempre había creído que toda la seda se producía en Asia, en donde la laboriosidad y paciencia de sus habitantes hace que sea posible desenrollar un capullo y sacar un hilo de mil quinientos metros de longitud. No era capaz de imaginarme a ningún otro ciudadano del mundo con la paciencia para desliar el capullo sin que se le rompiese el hilo. Pero luego empecé a pensar en las famosas camisas de seda italiana o pañuelos y corbatas de seda francesas e italiana y aquello me llevó a recapacitar que esos países producían seda, o simplemente que la importaban de Asia y la tejían, creando así una industria preeminente. /En la imagen, Cartilla para la propagación de la Morera y cría del gusano de seda.
Tan importante fue este elemento en la antigüedad que la famosa ruta que unía la China con Europa Occidental, en su paso por Asia, recibía el nombre de Ruta de la Seda. Desde entonces la cría del gusano se popularizó y se extendió a todo el mundo, incluso como divertimento de la juventud y una maravillosa manera de contactar con la naturaleza. Tal era el aprovechamiento económico de aquella industria que al árbol de la morera se le llamaba en Francia “el árbol de oro” y es que, en realidad, la producción de la seda daba muchos puestos de trabajo, sobre todo a mujeres y personas mayores.


La singularidad de este ejemplar se halla en su porte arbóreo, superando los 5 metros de altura y llegando casi al metro de perímetro de tronco. El fuste, aparentemente único, se bifurca a 1,8 metros de altura, dando lugar a dos ramas maestras que sostienen una copa arriñonada y semiaparasolada. Esto último se debe a que en realidad este individuo estaba compuesto por dos brotes de cepa y uno de ellos ha caído al suelo y, aunque sigue vivo, ha dejado a la parte arbórea sin la antigua copa.
El Lentisco del Pinar de Coig II sobresale por el grosor de su tronco y la altura. Es llamativo el porte arbóreo que ha adquirido, con más de un metro de perímetro de tronco medido a 1,30 m. y una altura total de 5,50 m., altura de fuste 1,95 m. y perímetro de la b ase de 1,80 m. Desde la cruz emergen dos ramas gruesas que conforman una copa poco poblada de hojas, con una proyección e 34,7 metros cuadrados, pero que permiten apreciar la belleza de las ramificaciones secundarias.
De nuevo, junto al cercado existente en el Pinar de Coig, se hace notable la presencia de otro formidable ejemplar de lentisco. Es el Lentisco del Pinar de Coig III, que cuenta con un tamaño excepcional, superando los 6 metros de altura. El fuste se encuentra inclinado y se ramifica a 1,85 metros del suelo. Exhibe una gran copa aparasolada y densa.
El sol era un disco granate que apareció sobre los meandros del Guadalete en la amanecida del dos de agosto de 1688, hace justamente 325 años y un día. En esa época del año apenas era perceptible la rociada que habitualmente cubría el suelo marismeño y las copas de los numerosos pinos que, formando manchones, poblaban la isleta que se establecía entre los ríos Guadalete y San Pedro. En esta amplia y llana extensión, alternaban zonas de marismas y otras similares a una tundra, en la que se ubicaban las salinas, con otras de bosquecillos de pinos y terrenos de libre pasto vecinal, zona que respondía al calificativo de “coto de los conejos” por la gran cantidad de estos sabrosos mamíferos nacionales que resultaron todo un descubrimiento cuando griegos y romanos pisaron por primera vez la península ibérica y los conocieron y cataron, según refiere el historiador griego Polibio (siglo II antes de Cristo) que es el que describe por primera vez este animal ibérico, más pequeño que la liebre, que si conocían. /En la imagen, retrato de Luis Francisco de la Cerda. Óleo sobre lienzo, obra de Jacob Ferdinan Voet, que se custodia en el Museo del Prado.
Era hijo de Juan Francisco de la Cerda y Enríquez, VIII duque de Medinaceli, --a la izquierda de la imagen-- el cual, con mucho mundo vivido y un tanto hastiado por las responsabilidades que cayeron sobre sus hombros en años precedentes pasaba grandes temporadas en sus dominios portuenses haciendo vida de prejubilado de Estado, pues siendo aun relativamente joven –tenía 50 años- podía montar, jugar al billar y a los bolos y otras actividades como la caza, negadas a personas de mayor edad, alternando estas acciones ociosas con sus deberes y obligaciones de carácter privado, el despacho, dirección y administración de su Casa y la presidencia del cabildo ducal que regía los destinos de la ciudad. Luis Francisco de la Cerda, en esa fecha, era general comandante de la escuadra de galeras de Nápoles, a las órdenes del virrey de aquel estado español, el marqués del Carpio. Llevaba cuatro años sin ver a la familia, desde que en 1684, contando 24 años, fuese nombrado para tan importante cargo. Aprovechó una escala realizada por la escuadra napolitana en Cartagena, en una de las visitas recíprocas que habitualmente se producían entre esta y la escuadra española de galeras que, como conocerá el lector, hacía años que había trasladado su base desde el Gran Puerto de Santa María a la ciudad murciana de Cartagena, patria chica de Isaac Peral, para acercarse a su ciudad natal y celebrar su 28º cumpleaños con sus padres, el ya mencionado VIII duque de Medinaceli y Catalina Antonia de Aragón, duquesa de Segorbe, que tenía en esa fecha 53 años, y hermanos, en realidad una sola hermana soltera, Ana Catalina, que tenía en esa fecha 25 años. De los catorce hermanos restantes, nueve habían fallecido en esa fecha y solo vivían otras cuatro hermanas: Feliche, Juana, Lorenza Clara e Isabel María, todas casadas y residentes en diversos lugares de la península e Italia.





Los negocios familiares se expandirían, abriendo su hijo Pepe, ya como gerente, La Bodedeguilla del Bar Jamón, en la calle Misericordia en 1989, y que hoy regentan su otro hijo, Rafael y su nuera Mamen. Allí se inventó el Pan de la Casa (pan de cortijo ligeramente tostado, aceite de oliva del bueno, tomate y jamón), al que siguieron otros: de mechada, de queso, de huevo… Y ya lo copian en tantos sitios…. En 1998 se inauguraba el actual Bar Jamón junto a la rotonda del Molino Platero, emblema del grupo Jamefer, nombre comercial de José Fernández Rodríguez e hijos. /El pan de la Casa