 Agustín Merello nace en El Puerto el día de los Santos Inocentes de 1942, el 28 de diciembre, en la calle Luna, 40, en el edificio donde hoy se encuentra el Banco Español de Crédito.  Hijo de Agustín y Dolores, nuestro protagonista Agustín, fue el primero de seis hermanos: Rafael, Dolores, Álvaro, Carlos e Ignacio. La familia se fue a vivir mas tarde a la Hijuela del Tío Prieto, en el campo de la Hermanas Rioja. Entre 1949 y 1951 se fueron a vivir al Caserón de los Lasaletta, donde hoy está “Oh Puerto». Era sobrino del poeta universal Rafael Alberti. Estuvo en el Seminario de San Telmo de Sevilla, durante dos años.
Agustín Merello nace en El Puerto el día de los Santos Inocentes de 1942, el 28 de diciembre, en la calle Luna, 40, en el edificio donde hoy se encuentra el Banco Español de Crédito.  Hijo de Agustín y Dolores, nuestro protagonista Agustín, fue el primero de seis hermanos: Rafael, Dolores, Álvaro, Carlos e Ignacio. La familia se fue a vivir mas tarde a la Hijuela del Tío Prieto, en el campo de la Hermanas Rioja. Entre 1949 y 1951 se fueron a vivir al Caserón de los Lasaletta, donde hoy está “Oh Puerto». Era sobrino del poeta universal Rafael Alberti. Estuvo en el Seminario de San Telmo de Sevilla, durante dos años.
Con apenas quince años, en 1958, ya escribía en el desaparecido bisemanario “Cruzados, que editaba la Acción Católica y colaboraba con Pepe Morillo y Hortensia Renedo en la Emisora de Radio del Instituto Laboral, Radio Puerto. Junto a Fernando Gago creando una especie de sociedad juvenil denominada PRAF (Producciones Radiofónicas Agustín y Fernando) que era la que “producía” los programas; aunque, todo hay que decirlo, hasta que Agustín no descubre la magia de la radio por dentro, tenía aversión a la misma. Allí colabora, también, junto con Mari Pepa Nogués, Juanita Salas y María Teresa Renedo. Y sería además, a través de la radio, como conocería a la que sería su mujer, Kitty Pastor.

Agustín, al micrófono, en la elección de Miss Veraneante, conduciendo el acto en el Club Náutico. A su izquierda, Manolo Pico y a su derecha, Ricardo Carrero.
También, de pequeño, Agustín maquetaba, escribía, dibujaba, un periódico para sus amigos más íntimos, actividad precursora de cual sería su vocación. Además, a sus íntimos amigos, les leía su producción poética -sus poemarios juveniles- y éstos habían de adivinarle si la poesía estaba escrita de día o con la calma del conticinio, con la calma del silencio de la noche.

Producciones Radiofónicas Agustín y Fernando (PRAF) un a modo de sociedad formada para las presentaciones, para Radio Puerto y hasta para las fiestas del Club Náutico de la que Gago era el Delegado Festejos en los años sesenta del siglo pasado.
 CONCURSO REDYGOL
CONCURSO REDYGOL
Agustín Merello, organizó y presentó el concurso Red y Gol (REDYGOL)  partiendo de la misma  filosofía del por entonces popular programa televisivo Cesta y Puntos que presentaba Daniel Vindel a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Participaron alumnos y alumnas de bachillerato de los distintos colegios de la ciudad. Los partidos se celebraban los fines de semana en el Salón de Actos del Instituto Laboral y las hinchadas respectivas de los centros intervinientes daban colorido al concurso que se mantuvo durante los años 1967 y 68. Cruzados, por aquel entonces, daba buena cuenta de las eliminatorias,  resultados y ganadores. Los campeones y subcampeones de las dos  ediciones fueron agasajados por firmas comerciales y con una una excursión a Ceuta. (El pequeño Agustín Merello, en la desaparecida fuente del Paseo de la Victoria, con seis años, con el bastón y la gorra que de pequeños pedíamos a nuestros padres para sentirnos integrados en la Feria, cuya Velada entonces se celebraba en los Jardines del mencionado Paseo de la Victoria).
 DIARIO DE CÁDIZ.
DIARIO DE CÁDIZ.
Nuestro protagonista cursó estudios de periodismo y filosofía, empezando su actividad profesional en Radio Jerez y en ABC de Sevilla. Ya en 1972, con el Diario en plena expansión en la provincia, publica en Diario de Cádiz la columna titulada “El verano en su rincón”, con el seudónimo de Damasceno. Dicha columna se transformaría en “El Ruido y las Nueces”, firmada con el mismo seudónimo, primero en las páginas de El Puerto y más adelante en Cádiz, ya luego con su nombre, o más adelante cuando ocupara el puesto de primer Delegado del Diario en el Puerto con “La Fuente de las Galeras».

Agustín Merello, con su tío Rafael Alberti Merello, el 24 de mayo de 1977, en el Talgo procedende de Madrid en el que acompañó y entrevistó al poeta Rafael Alberti en su regreso a El Puerto, tras 46 años de ausencia.

Con el Conde de Barcelona, en el yate Giralda.
Es en 1975 cuando entra definitivamente a trabajar en el Diario, donde pasó por todas las secciones, de forma especial por las de ámbito local, siendo responsable de diferentes áreas informativas. Fue informador político, actividad que desarrolló durante los años de la transición política española.

De izquierda a derecha y de arriba abajo, Pedro Ríos, María José Sánchez, Agustín Merello, Diego Mora, Fito Carreto, José Joly Martínez de Salazar, Manuel de la Peña y Enrique Alcina.
LA DELEGACIÓN DE EL PUERTO.
En 1988 el Diario abre la primera de las Delegaciones en la provincia y la de El Puerto, de la que hizo veinte años de su inauguración el pasado 2008, fue dirigida magistralmente por Agustín hasta que, en 1990 pasó a desempeñar el puesto de Redactor-Jefe. Agustín supo insuflarle a la Delegación de El Puerto el espíritu del periodismo clásico que no desaparece, con certeros comentarios a la actualidad esu columna ya citada de “El Ruido y las Nueces”. Así como información veraz, y crítica cuando era necesario, a la par que entusiasmo en los proyectos de futuro de El Puerto. Casualidades de los números, el 91 es el de la calle Larga donde se encuentra la Delegación, y el del año que se lo llevó la Parca a escribir crónicas de la actualidad del Más Allá.

Compañeros del Diario, en Cádiz, Emilio López Mompell, José Antonio Pérez Sauci, Agustín y Paco Perea.
Agustín nos dejaba hace ahora justamente 18 años, en la madrugada del 25 de abril de 1991, joven, con 48 años, en el Hospital Naval de San Carlos, después de sufrir una cruel enfermedad --previamente pude hablar con él en una clínica de Pamplona--. Estaba en posesión de la Cruz del Mérito Naval. Sus restos fueron incinerados y sus cenizas fueron esparcidas, por su expreso deseo, en aguas de la Bahía de Cádiz.
Las cenizas tienen alas
y las de Agustín Merello,
vuelan sobre el mar y cantan.
(Francisco Montero Galvache).

De izquierda a derecha, Rafael Alberti, José Ignacio Buhigas, Agustín Merello y desconocido. En segundo término a la izquierda, Rafael Gómez Ojeda y al fondo, Mario Peluffo, en el Salón de Plenos del Ayuntamient.
JOSÉ IGNACIO BUHIGAS
Recuerda José Ignacio Buhigas, Archivero Municipal y colaborador de siempre del Diario que «Desde el primer día de la Delegación en El Puerto, Agustín Merello nos cautivó con su recuadro  “La Fuente de las Galeras”. Volvía a tener a su ciudad como universo donde desarrollar su pasión por comunicar y en El Puerto quedó decantada la plenitud de su ejemplar trayectoria de integridad intachable. Asumió el compromiso de plantarse con su voz cada mañana en el foro diario de la ciudad y proponer una mirada sobre la actualidad que iba más allá del impersonal lenguaje periodístico y la acercaba, no limitándose a “mostrar la noticia” sino demostrando por qué era importante. Hacía entonces 14 años que se había separado de su personaje “Damasceno”, al trasladar a Cádiz el ámbito inicial de su recuadro protuense “El Ruido y las Nueces”, y muchos mas que lo había hecho de otros como “Alfa Mi” de su entrañable “Cruzados”. Pero esta vuelta a sus orígenes iba a permitirle retomar aquellas divagaciones que tan hondo calaban a fuerza de sencillez. Cambió el título por el de “La Fuente de las Galeras» y, con su nombre por delante, mantuvo en el fondo el credo que lo inspiraba. [...] Aquellas palabras de Agustín, bandera de una información valiente, sin remilgos ni dobleces, que fueron la mejor veta que alimentaba su fuente y aliento de la delegación, siguen ahora --”lejanas” y “vivas” como los retornos albertianos-- ofreciéndose ilusionantes frente a la bochornosa y decepcionante tristeza de una tan extendida prensa lacayo de los poderes.»

Con Felipe González, Secretario General del PSOE, a su izquierda Germán Álvarez y a la derecha, Agustín.
ASOCIACIONES Y DISTINCIONES.
Vicepresidente  de la Asociación de la Prensa de Cádiz, fue uno de los fundadores de la Agrupación Cultural Portuense “Medusa” y perteneció a la Academia de Bellas Artes “Santa Cecilia”; también a la gaditana Cátedra Municipal “Adolfo de Castro”, a la Asamblea Amistoso Literaria de “Jorge Juan” y al Instituto Español Sanmartiniano. Estaba en posesión del Premio Nacional de Periodismo con motivo del Díade las Fuerzas Armadas 1981 y entre otras distinciones ciudadanas y de diversas entidades e instituciones, poseía la Cruz al Mérito Naval, concedida en 1983.
Cuando ingresó en la plantilla del Diario se trasladó a Cádiz capital junto con su mujer Kitty Pastor Ávila, en cuyo domicilio nacerían sus hijos Agustín y Kitty que es también periodista. Fue miembro del Comité de Empresa del Diario en alguna etapa de su vida profesional.

Agustín, entrevistando al que fuera obispo de Cádiz, Monseñor Dorado Soto.
PERIODISTA CRISTIANO
Su faceta de cristiano y periodista la ejerció pregonando entre otras a la patrona, la Virgen de los Milagros, en 1988 y ese mismo año el Centenario de los Marianistas en Jerez. El año anterior, en Cádiz, pregonaría a la patrona de la capital, la Virgen del Rosario. También anunció la Semana Santa en nuestra Ciudad en 1990 y, un año antes en Algeciras. Pronunció, igualmente, el pregón a la Virgen de la Esperanza de la cofradía gaditana de Nazareno del Amor en 1990. La hermandad gaditana de “La Borriquita” le entregó a su familia el galardón “Emilio L. Bartús”, que no pudo recoger por su trágica desaparición.

Con Santiago Carrillo, Secretario General del PCE.
Leer un artículo retrospectivo de Agustín es, como afirma su compañero y amigo Emilio López Mompell: “retroceder treinta años en la realidad cotidiana de aquel Puerto de Santa María, desde la limpia óptica del portuense, periodista y cristiano, con la verdad por delante, ese valor moral en el que decía que había que insistir, ‘porque la demagogia y la dictadura están en permanente estado de amenaza y, de hecho, nos castigan con la mentira, la calumnia y el engaño’”.

Con Manuel Chaves, Ministro de Trabajo socialista.
NADA NUEVO BAJO EL SOL
“Siempre nos ha gustado guardar todo aquello que, en el momento determinado de su aparición, hemos creído de possible interés algún día. Eso nos ha supuesto rellenar estanterías y más estanterías de papeles manuscritos o impresos, de nuestra un poquitín ya larga vida de aprendiz de periodista. La verdad, muy pocas veces hemos hecho uso de ese ingente archivoque tiene algo de ‘vanidoso’, muy poco de práctico y una barbaridad de polvo.
Pero llega un día en que es necesario exhumarlo, porque poderosísimas circunstancias nos obligan a dejar libre los estantes ocupados, y empezamos a resolverlo todo, a reencontrarnos viejas historias que nos llenan de alegría, a veces; otras, nos ponen de un tristón subido; algunas más, nos sumen en la indiferencia más cruel. De cualquier forma, pasan los recuerdos como en una película rancia que tiene defectuosos el dentado y se atasca.
No hemos podido resistir la tentación de realizar el cambio sin asomarnos a aquello con olor a humedad, los bordes ocres y, en los manuscritos, la tinta desvaída, como si nos dijera adios sin possible hasta luego. En un pedazo de papel, una hoja mal arrancada de un cuaderno de rayas, pudimos leer un poema, que tuvimos hasta la osadía de estamparle al pie una ostentosa firma, y la fecha: 1956. Nos pareció algo de ayer mismo y, a la vez, algo de siglos atrás. El verso contenía una correctísima métrica –seguramente estábamos entonces con lo de la preceptiva literaria-, que impidió un desarrollo de la idea con toda probabilidad, ya que apenas si llegábamos a esbozarla, al menos a nuestras entendederas actuales.
También descubrimos nuestros programas de radio, los que con illusion rayana en lo imposible hacíamos en Radio Puerto, sin medios apenas; pero que lograron, entre otras cosas, fuertes sumas de dinero en favor de los damnificados cuando las inundaciones de Sevilla, por ejemplo. ¡Que tiempos! Parece que estamos, en todo lo alto del entonces Instituto Laboral, microfono en mano, con Pepe, Fernando, Hortensia, Javier… Y el teléfono que se ponía ronco y la emisora que nos reventaría de un momento a otro.
Y abrimos las revistas ‘Cruz de Guía’ y los ‘Cruzados’. Con la colección del bisemanario local nos hemos llevado horas y horas, releyendo, sonriendo, alegrándonos, entristenciéndonos al fin.
Nos van a perdonar tanta evocación. En realidad no lo queríamos. Nos hemos dejado llevar estúpidamente por los recuerdos, cuando nuestra pretension era la de sacar a relucir cuantas coincidencias hemos hallado entre los que por entonces escribíamos y lo que ahora, aquí, escribimos día a día. Domo el cupo ha quedado cubierto, les prometemos en próximas ‘nueces’ traer algunos ejemplos. Nada hay nuevo bajo el sol…”
Damasceno" (Agustín Merello). Diario de Cádiz. 10 de marzo de 1974.
 LIBROS DE ARTÍCULOS DE AGUSTÍN
LIBROS DE ARTÍCULOS DE AGUSTÍN
Agustín Merello trazó la vida de El Puerto y Cádiz a través de sus artículos, como el de más arriba. Reclamó a los políticos una mayor concienciación de los problemas de la ciudad, que pisaran sus calles para que aprendieran a través de sus baches lo que ocurría dentro de los barrios. Defendió la lucha por la autonomía andaluza y se paró a escuchar a aquellos a los que, durante la dictadura, nadie dio la voz. La Academia de Bellas Artes Santa Cecilia editó una selección de artículos en el año 2004 y la Quorum Editores en el año 2006, una nueva selección efectuada por Ana Rodríguez-Tenorio, Jesús Collantes, Emilio López Mompell y Carmen Morillo, ambos con el título de 'El Ruido y las Nueces", libro que aparece en la ilustración de la izquierda.
Agustín era un ser inmensamente bueno. Su humanidad traspasaba limites insospechados, haciéndonos participativos e importantes ante una sociedad mucha más preocupada por las apariencias que lo que realmente atesorábamos en nuestro interior…

Con el desaparecido escritor Fernando Quiñones y el mar de Cádiz al fondo.
 PREMIO DE COMUNICACIÓN «AGUSTÍN MERELLO»
PREMIO DE COMUNICACIÓN «AGUSTÍN MERELLO»
La Asociación de la Prensa de Cádiz y UNICAJA, con el ánimo de hacer honor a la memoria y los valores del periodista porteño Agustín Merello, han convocado ya la XVIII edición del Premio de Comunicación que lleva su nombre para distinguir a profesionales de la información, entidades e instituciones que destaquen por sus valores periodísticos y humanos en el desempeño de su labor. El Premio Agustín Merello de la Comunicación está dotado con 12.000 euros y un diploma acreditativo diseñado por Rafael Alberti y entre otros lo han obtenido la Casa de los Periodistas de París, los periodistas Fernando Orgambides, Antonio Burgos, Colectivo de Periodistas del País Vasco, Francisco Lobatón, Matías Prats, Iñaki Gabilondo, Juan Luis Cebrián, Salima Ghezali, José Saramago, Lorenzo Milá y Fran Lorente, Carmen Sarmiento, Manuel Rivas, Raul Rivero y Ali L’Mrabet, Luis del Olmo, César Antonio Molina y Augusto Delkáder han sido los anteriores ganadores del Agustín Merello.

 
			
		
		
		
	 En 1864 llegaron a El Puerto los Jesuitas y fundaron el Colegio que lleva su  nombre. En él, como era habitual en los últimos decenios del siglo XIX, tanto en institutos como en colegios religiosos, existió un gabinete de física, química y de historia natural. El que sirve de base al libro escrito por Juan Carlos Pumar Reyes, fue especialmente rico en especies exóticas, pues El Puerto era punto de desembarco de misioneros que traían ejemplares de América. Además de una brevísima historia del museo, el grueso del libro –que está agotado y espera una reedición- está dedicado a estudiar la colección de peces del mismo. Se trata del volumen  titulado  ‘Museo de Ciencias Naturales del Colegio San Luis Gonzaga. Catálogo de Peces’. Biblioteca de Temas Portuenses nº 17. Año 2002. Ofrecemos un artículo resumen realizado por el autor de la publicación para Gente del Puerto.
En 1864 llegaron a El Puerto los Jesuitas y fundaron el Colegio que lleva su  nombre. En él, como era habitual en los últimos decenios del siglo XIX, tanto en institutos como en colegios religiosos, existió un gabinete de física, química y de historia natural. El que sirve de base al libro escrito por Juan Carlos Pumar Reyes, fue especialmente rico en especies exóticas, pues El Puerto era punto de desembarco de misioneros que traían ejemplares de América. Además de una brevísima historia del museo, el grueso del libro –que está agotado y espera una reedición- está dedicado a estudiar la colección de peces del mismo. Se trata del volumen  titulado  ‘Museo de Ciencias Naturales del Colegio San Luis Gonzaga. Catálogo de Peces’. Biblioteca de Temas Portuenses nº 17. Año 2002. Ofrecemos un artículo resumen realizado por el autor de la publicación para Gente del Puerto.







 Hace unos días en Diario de Cádiz se publicaba la noticia de que se impondría la multa de noventa euros (14.975 pesetas, dicho en cristiano, o 15.000, redondeando), a quienes jugaran a la pelota en la playa e incluso se les incautarían las pelotas. Tamaña medida coercitiva no es nueva, sino bien antigua, aunque, dicha sea la verdad, nunca se ha respetado, ni espero que se respete. No es que yo esté llamando a la desobediencia civil, que a lo mejor lo estoy, pero es que ésto de jugar a la pelota en la playa es beneficioso para la salud del alma y del cuerpo y cantera de gentes que así empezaron, como el mundialista portuense Joaquín. Y, fíjense, adonde ha llegado.
Hace unos días en Diario de Cádiz se publicaba la noticia de que se impondría la multa de noventa euros (14.975 pesetas, dicho en cristiano, o 15.000, redondeando), a quienes jugaran a la pelota en la playa e incluso se les incautarían las pelotas. Tamaña medida coercitiva no es nueva, sino bien antigua, aunque, dicha sea la verdad, nunca se ha respetado, ni espero que se respete. No es que yo esté llamando a la desobediencia civil, que a lo mejor lo estoy, pero es que ésto de jugar a la pelota en la playa es beneficioso para la salud del alma y del cuerpo y cantera de gentes que así empezaron, como el mundialista portuense Joaquín. Y, fíjense, adonde ha llegado.

 Cuando yo era chico, más abajo de “Las Columnas” y más arriba de la Farmacia de Manolo Hörh, en la calle Luna, hubo una lechería, propiedad de Doña Amparo Osborne  Vázquez, Duquesa Viuda de San Fernando de Quiroga, donde se vendían los productos de la Granja de la Misericordia, finca de la Duquesa, en el camino de Fuenterrabía, camino de Mazantini, que se llamaba y, luego carretera de Fuentebravía, a la salida de Vista Hermosa. Dos veces al día, el vaquero, que era vasco, aprovisionaba la tienda de leche y huevos, así que no era raro ver el carro de la Granja, tirado por un caballo, estacionado junto a la acera, en la calle Luna.  A mí me impresionaba la gran cabeza de gallo que estaba pintada en la fachada de la lechería, que se repetía dentro, en la pared del fondo.  Y recuerdo al vaquero trasegando jarras de leche a unos enormes depósitos de donde, en medidas, se sacaba para su venta al por menor. Recuerdo al vaquero bajando del carro  unos enormes canastos, con paja y virutas en que transportaba los huevos.  Recuerdo al caballo, enganchado al carro, parado, quieto, inmóvil, atado  por el ramal de la marteguilla a la argolla que había en el alisar de la acera.
Cuando yo era chico, más abajo de “Las Columnas” y más arriba de la Farmacia de Manolo Hörh, en la calle Luna, hubo una lechería, propiedad de Doña Amparo Osborne  Vázquez, Duquesa Viuda de San Fernando de Quiroga, donde se vendían los productos de la Granja de la Misericordia, finca de la Duquesa, en el camino de Fuenterrabía, camino de Mazantini, que se llamaba y, luego carretera de Fuentebravía, a la salida de Vista Hermosa. Dos veces al día, el vaquero, que era vasco, aprovisionaba la tienda de leche y huevos, así que no era raro ver el carro de la Granja, tirado por un caballo, estacionado junto a la acera, en la calle Luna.  A mí me impresionaba la gran cabeza de gallo que estaba pintada en la fachada de la lechería, que se repetía dentro, en la pared del fondo.  Y recuerdo al vaquero trasegando jarras de leche a unos enormes depósitos de donde, en medidas, se sacaba para su venta al por menor. Recuerdo al vaquero bajando del carro  unos enormes canastos, con paja y virutas en que transportaba los huevos.  Recuerdo al caballo, enganchado al carro, parado, quieto, inmóvil, atado  por el ramal de la marteguilla a la argolla que había en el alisar de la acera.


 Todos también recuerdan a doña Virginia Hernández López, quien además fue profesora de piano en la Academia de Bellas Artes entre 1923 y 1962… “… me acicalaron y condujeron a la Academia, en la calle Santo Domingo y entré por primera vez y para muchos años por su bonito patio, que mi retina conservó para siempre su forma, su escalera de madera, su salón de actos, sus clases, sus luces y mis oídos escucharon como una magia la campanita de llamada, acordes musicales unas voces de do, re, mi, fa, sol, inexplicables…”  Juan Lara. “Mis Recuerdos”
Todos también recuerdan a doña Virginia Hernández López, quien además fue profesora de piano en la Academia de Bellas Artes entre 1923 y 1962… “… me acicalaron y condujeron a la Academia, en la calle Santo Domingo y entré por primera vez y para muchos años por su bonito patio, que mi retina conservó para siempre su forma, su escalera de madera, su salón de actos, sus clases, sus luces y mis oídos escucharon como una magia la campanita de llamada, acordes musicales unas voces de do, re, mi, fa, sol, inexplicables…”  Juan Lara. “Mis Recuerdos”
 FRASES Y CITAS.
FRASES Y CITAS. Antonio Domínguez Ramos: “Risa, penas, muchas calamidades y con nuestras chiquillerías  contagiábamos e inyectábamos alegría. Era una manera de olvidar el hambre. Incluso nos quitábamos las alpargatas  cuando jugábamos para que no se rompieran… “Me parto el pecho por vosotros para nada…” decía don Salvador cuando se enfadaba.  “Nadie hacia nada, nadie se metía con nadie” cuando veían la imponente figura de don Salvador paseando, leyendo por la calle.
Antonio Domínguez Ramos: “Risa, penas, muchas calamidades y con nuestras chiquillerías  contagiábamos e inyectábamos alegría. Era una manera de olvidar el hambre. Incluso nos quitábamos las alpargatas  cuando jugábamos para que no se rompieran… “Me parto el pecho por vosotros para nada…” decía don Salvador cuando se enfadaba.  “Nadie hacia nada, nadie se metía con nadie” cuando veían la imponente figura de don Salvador paseando, leyendo por la calle. El bueno de Benjamin Lora Atalaya siempre preocupado por sus compañeros que nos daba todas las facilidades para comprar los muebles para casa ¡Cuánto lo recuerdo! ¡Que gran persona!”. Benjamín tiene nótula propia en Gente del Puerto, junto a su hija Isa Lora, con el número 105, en el Indice de Gentes de este Portal de Internet.
El bueno de Benjamin Lora Atalaya siempre preocupado por sus compañeros que nos daba todas las facilidades para comprar los muebles para casa ¡Cuánto lo recuerdo! ¡Que gran persona!”. Benjamín tiene nótula propia en Gente del Puerto, junto a su hija Isa Lora, con el número 105, en el Indice de Gentes de este Portal de Internet. mas reciente, nos han ido abandonando…”  “Aquí estamos algunos de nosotros para agradecer desde el recuerdo todo cuanto hicieron por nosotros”
mas reciente, nos han ido abandonando…”  “Aquí estamos algunos de nosotros para agradecer desde el recuerdo todo cuanto hicieron por nosotros”
 hermanos…  a Don Salvador todos debemos gratitud, nos enseñó a caminar por la vida, leer, escribir y ser honestos”. Y añade “Antes de dedicarme a la hostelería fui pescadero y las cuatro reglas que me enseñaron en el Colegio de la Academia de Bellas Artes me sirvieron para trabajar por mi familia”  concluyendo que “sería una alegría si me viera ahora don Salvador aquí, en el Bar El Pescaíto, con mi mujer, hijos y nietos que contento se pondría, pero seguro que lo está viendo… ”
hermanos…  a Don Salvador todos debemos gratitud, nos enseñó a caminar por la vida, leer, escribir y ser honestos”. Y añade “Antes de dedicarme a la hostelería fui pescadero y las cuatro reglas que me enseñaron en el Colegio de la Academia de Bellas Artes me sirvieron para trabajar por mi familia”  concluyendo que “sería una alegría si me viera ahora don Salvador aquí, en el Bar El Pescaíto, con mi mujer, hijos y nietos que contento se pondría, pero seguro que lo está viendo… ”




 En esa época recuerda Paco haber vivido situaciones difíciles, como las inundaciones de las Barriadas del “Vietnam”, o Los Madrileños, donde falleció un agente en acto de servicio; la explosión de la Alcoholera del Puerto. Coordinó desde sus concejalías el cambio del tablero del puente sobre el Guadalete que pasó de dos a cuatro carriles (se hizo de noche y de forma alternativa), algo que era necesario y que se hizo en época de elecciones, consciente de las molestias que le producirían a los vecinos, recuerda que fue una decisión valiente. Y evoca también los dispositivos montados durante la Feria o los Campeonatos del Mundo de Motociclismo, superando gestiones anteriores. (En la fotografía, Antonio Álvarez y Francisco Corbacho).
En esa época recuerda Paco haber vivido situaciones difíciles, como las inundaciones de las Barriadas del “Vietnam”, o Los Madrileños, donde falleció un agente en acto de servicio; la explosión de la Alcoholera del Puerto. Coordinó desde sus concejalías el cambio del tablero del puente sobre el Guadalete que pasó de dos a cuatro carriles (se hizo de noche y de forma alternativa), algo que era necesario y que se hizo en época de elecciones, consciente de las molestias que le producirían a los vecinos, recuerda que fue una decisión valiente. Y evoca también los dispositivos montados durante la Feria o los Campeonatos del Mundo de Motociclismo, superando gestiones anteriores. (En la fotografía, Antonio Álvarez y Francisco Corbacho).

 La muralla de encauzamiento del río Guadalete entre la plaza de la Herrería y el puente San Alejandro, comenzada a levantar en 1873, no se culminaría hasta 1884. Pero a los diez años, en septiembre de 1894, ante el mal estado que presentaba la nueva muralla y la más antigua –de 1735- frontera al paseo del Vergel, el maestro de obras del municipio, Miguel Palacios, requirió al Ayuntamiento la necesidad de su inmediata reparación. El proyecto formado por Palacios incluyó la rehabilitación del terreno ganado al río en la década de los 70 del siglo XIX, “un sitio intransitable e inmundo”, al decir de entonces. Buena ocasión se presentaba para que el aspecto de la ribera entre el Vergel y el puente San Alejandro ofreciera una imagen más digna para un lugar tan señalado y principal de la población. (Don Severiano Ruiz Calderón, alcalde de El Puerto en 1895. Fotografía Colección Manuel Pico Ruiz-Calderón)
La muralla de encauzamiento del río Guadalete entre la plaza de la Herrería y el puente San Alejandro, comenzada a levantar en 1873, no se culminaría hasta 1884. Pero a los diez años, en septiembre de 1894, ante el mal estado que presentaba la nueva muralla y la más antigua –de 1735- frontera al paseo del Vergel, el maestro de obras del municipio, Miguel Palacios, requirió al Ayuntamiento la necesidad de su inmediata reparación. El proyecto formado por Palacios incluyó la rehabilitación del terreno ganado al río en la década de los 70 del siglo XIX, “un sitio intransitable e inmundo”, al decir de entonces. Buena ocasión se presentaba para que el aspecto de la ribera entre el Vergel y el puente San Alejandro ofreciera una imagen más digna para un lugar tan señalado y principal de la población. (Don Severiano Ruiz Calderón, alcalde de El Puerto en 1895. Fotografía Colección Manuel Pico Ruiz-Calderón)









 El próximo domingo, 19 de Abril, a las 12,30 horas, en la Ciudad Deportiva Municipal de nuestra Ciudad, se juega el partido de vuelta de la liga de ascenso a División de Honor de Rugby, entre el Club de Rugby Atlético Portuense (CRAP) y el Hernani. En el partido de ida el equipo vasco ganó por 17-14. Es una ventaja que los seguidores del CRAP están seguros que podrán remontar y recuperar. Es mucha la ilusión del Club por la gran temporada que ha realizado el primer equipo y por alcanzar el resultado de ascender a la División de Honor, lo que los colocaría entre los diez mejores equipos de España en este deporte. Por eso los socios del CRAP han lanzado una convocatoria para que el máximo de porteños acudan a presenciar el encuentro y a animar con su presencia a los nuestros, porque hay muchas razones para ello:
El próximo domingo, 19 de Abril, a las 12,30 horas, en la Ciudad Deportiva Municipal de nuestra Ciudad, se juega el partido de vuelta de la liga de ascenso a División de Honor de Rugby, entre el Club de Rugby Atlético Portuense (CRAP) y el Hernani. En el partido de ida el equipo vasco ganó por 17-14. Es una ventaja que los seguidores del CRAP están seguros que podrán remontar y recuperar. Es mucha la ilusión del Club por la gran temporada que ha realizado el primer equipo y por alcanzar el resultado de ascender a la División de Honor, lo que los colocaría entre los diez mejores equipos de España en este deporte. Por eso los socios del CRAP han lanzado una convocatoria para que el máximo de porteños acudan a presenciar el encuentro y a animar con su presencia a los nuestros, porque hay muchas razones para ello:








 Por el programa de José Prudencio muy vinculado con nuestra Ciudad por estar casado con una  vecina nuestra, Susana González Borrás y por sus colaboraciones tiempo atrás con Tele Puerto, han pasado  entre otros porteños, Javier Ruibal, Tily Santiago, Julio Rivera Cross, Raquel Zarazaga, José María García López, Lola Caballero, Charo Troncoso (fue profesora de literatura en el Instituto Juan Lara), Enrique García Máiquez, Carlos Benjumeda y está previsto que desfilen por el mismo otros paisanos nuestros tales como Ángel Mendoza, Muñoli, Verónica Pedemonte, Juan Manuel Gallardo Bernal, Luis Suárez, Faelo Poullet, etc. (En la fotografía, la porteña Susana González Borrás, esposa y compañera de José Prudencio).
Por el programa de José Prudencio muy vinculado con nuestra Ciudad por estar casado con una  vecina nuestra, Susana González Borrás y por sus colaboraciones tiempo atrás con Tele Puerto, han pasado  entre otros porteños, Javier Ruibal, Tily Santiago, Julio Rivera Cross, Raquel Zarazaga, José María García López, Lola Caballero, Charo Troncoso (fue profesora de literatura en el Instituto Juan Lara), Enrique García Máiquez, Carlos Benjumeda y está previsto que desfilen por el mismo otros paisanos nuestros tales como Ángel Mendoza, Muñoli, Verónica Pedemonte, Juan Manuel Gallardo Bernal, Luis Suárez, Faelo Poullet, etc. (En la fotografía, la porteña Susana González Borrás, esposa y compañera de José Prudencio).