| Texto: José María Morillo
En el corazón del Mercado de la Concepción de El Puerto de Santa María late una tradición que huele a especias de las Indias o de América: el legado de la familia Gallego hoy bajo el nombre de ‘Sabor a Cádiz’. Victoria Elena González Gallego, tercera generación de una saga de placeros que han hecho de las especias un arte, dirige hoy un puesto que ya no es solo un rincón de compraventa, sino un templo del sabor, donde otros productos gourmet protagonizan sus estantes. Y donde el desperdicio de alimentos cero, forma parte de la novedosa propuesta de nuestra protagonista.
| Fuente: Bonfort’s Wine and Spirit Circular (Nueva York), 10-12-1916
| Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini
La prestigiosa revista estadounidense Bonfort’s Wine and Spirit Circular (Nueva York), especializada en el comercio de vinos y licores, informó en su edición de 10 de diciembre de 1916 de que “Mr. Carlos J. Cuvillo”, perteneciente a la reputada casa exportadora portuense Gómez, Cuvillo y Cía., había partido tres días antes del puerto neoyorkino a bordo del vapor Montserrat con destino a Cádiz, tras haber permanecido ocho meses en los Estados Unidos, “con objeto de familiarizarse minuciosamente con el estado del negocio en varios sectores”.
| Texto: Enrique Pérez Fernández | Imágenes generadas con IA
Aquí termina la serie que en los últimos meses hemos presentado en Gente del Puerto acerca de las vidas de los marqueses de la Cañada y el patrimonio cultural que acumularon durante gran parte del siglo XVIII en su casa-palacio del portuense Campo de Guía; un adelanto de la monografía que actualmente escribo sobre la historia de la familia Tirry. En este último texto resumo los hechos que marcaron las personalidades de los marqueses y las huellas de un legado perdido que hemos evocado.
| Texto: Antonio Cristo Ruiz
Ha vivido toda una vida en El Puerto de Santa María, y fue una gran persona que no merece quedar en el olvido. ¡Y eso que escribió cuatro o cinco libros! Los que le conocimos sabemos bien cómo era Salvador Cortés Núñez, “el Chigüi”. Muy apreciado por todos los que lo tratamos. Salvador no sabía decir “no”. Pasó muy malos momentos tras el fallecimiento de su esposa, Juana Cortés Jiménez, hermana del gran cantaor flamenco José Cortés, “Pansequito del Puerto”.
| Retrato de Micaela Díaz de Redona elaborado mediante IA por E. Ciruela M.
| Texto: Miguel Ángel Díaz Carlier y Eugenia Ciruela Montañés.
Las mujeres que ejercieron como Cargadoras a Indias en nuestra ciudad no fueron a la zaga de sus compañeros varones. Todas ellas estaban bien situadas socialmente ya fuera porque pertenecieran per se a las familias mejor situadas como Clara María o Francisca Clemencia a los Vizarrón y los Winthuysen respectivamente, o porque sus hermanas contrajeron matrimonio con individuos de relativa importancia, como son los casos de Micaela Díaz de Redona, cuñada del también Cargador a Indias y regidor perpetuo José Álvarez Pimentel, y María Fernández Calderón, sobrina y prima de los regidores Miguel y Manuel Rosales y Velasco.
Independientemente de la buena o mala marcha de sus negocios y del volumen de estos —Clara María y Francisca Clemencia se encontraban a gran distancia del resto—, todas invirtieron diligentemente parte de sus ganancias en bienes inmuebles que les generaron rentas, dentro de lo que fue una práctica habitual en la época.
Micaela Díaz de Redona ( – El Puerto de Santa María, 11/Febrero/1768), de quien el Catastro [de la Ensenada] nos ofrece muy poca información. En el momento de su confección, sus ganancias anuales eran de 6.000 reales de vellón, siendo viuda y con una sirviente.89 En la actualización, no consta ninguna novedad, de lo que se infiere que ni su estado civil y sus ingresos no habían variado.(90)...continúa leyendo "Micaela Díaz de Redona. Cargadora a Indias (y IV) #6.140"
| Fábrica de Juguetes hechos a mano de Esteban García Raull en El Puerto de Santa María, situada en el número 72 de la calle de las Cruces. En activo al menos entre 1933 a 1936. En la sierra, con corbata, distinguimos a Tío Luis Péculo.
| Texto: J.M. Morillo-León.
Esteban García Raull (1890-1936), natural de El Puerto de Santa María, fue un visionario de los juguetes artesanales y un maestro en el arte de la madera. En el número 72 de la calle Cruces, en la esquina con Durango (actual sede de la Hermandad del Olivo), estableció su Fábrica de Juguetes de vida efímera. Este taller, operativo al menos entre 1933 y 1936, se convirtió en un refugio para la creatividad cuyo destino eran los niños porteños.
Retrato de María Fernández Calderón realizado con IA
| Texto: Miguel Ángel Díaz Carlier y Eugenia Ciruela Montañés.
La participación de las mujeres en el comercio con la América hispana apenas ha sido estudiada a pesar de las inmensas posibilidades historiográficas que ofrece. Más allá de su papel de esposas o hijas de hombres de negocios, cuatro mujeres ejercieron como cargadoras a Indias en El Puerto de Santa María a mediados del siglo XVIII, demostrando su capacidad para dedicarse con éxito al mundo empresarial del mismo modo que sus homólogos masculinos.
De María Fernández Calderón [nuestra tercera protagonista] disponemos pocos datos procedentes del Catastro de la Ensenada. Con unas ganancias anuales de 10.000 reales, para el tiempo del Catastro era honesta, viviendo con Francisco José Polo y Trujillo, teniente del Contador del público y fiel de carnicerías, y su familia. (1) Para la época de la actualización ya había fallecido. (2)
Miguel González Alba, de 73 años, es el fundador de la hoy empresa familiar ‘Las Dunas, Materiales de Construcción’, emprendimiento que constituyó en 1998 primero como comunidad de bienes y que prestan diferentes servicios al mundo de la construcción e interiorismo, así como en montajes e instalaciones. Su amplio bagaje en el mundo de las obras públicas y el servicio al contratista le hacen ser una persona muy conocida y querida por quienes le han tratado en sus cometidos profesionales.
Están presentes en el Catastro de la Ensenada (1752)
Retrato de Clara María de Vizarrón y Polo elaborado mediante IA
| Texto: Miguel Ángel Díaz Carlier y Eugenia Ciruela Montañés.
La participación de las mujeres en el comercio con la América hispana apenas ha sido estudiada a pesar de las inmensas posibilidades historiográficas que ofrece. Más allá de su papel de esposas o hijas de hombres de negocios, cuatro mujeresejercieron como cargadoras a Indias en El Puerto de Santa María a mediados del siglo XVIII, demostrando su capacidad para dedicarse con éxito al mundo empresarial del mismo modo que sus homólogos masculinos.
[Nuestra primera protagonista]Clara María de Vizarrón y Polo (El Puerto de Santa María, 3/III/1697 – Íd., 7/IV/1764) nació en el seno de una de las familias con más raigambre en el comercio con Indias de El Puerto. Originaria de la villa navarra de Ituren, los Vizarrón amasaron una gran fortuna desde la llegada de Pablo Vizarrón Alzueta y sus sobrinos Juan y León de Vizarrón y Araníbar a la ciudad a lo largo de la segunda mitad del Seiscientos. Fueron precisamente Pablo y Juan, tío y sobrino, los iniciadores de las dos ramas familiares en El Puerto, los “Vizarrón de la Santa Caridad” y los “Vizarrón de la Casa de las Cadenas” respectivamente, conocidos así por su relación con la Hermandad de la Santa Caridad los primeros y por la casa-palacio, sita en el Plaza del Polvorista, en que residieron los segundos.(1)
| Texto: J.M. Morillo-León
Maite Navarro Miranda, natural de Barcelona pero afincada en nuestra Ciudad en un nuevo proyecto empresarial de óptica Vidal, donde trabaja como óptica optometrista y directora técnica de estas instalaciones. Está encantada con la Ciudad, su oferta de actividades y el trato hospitalario de la gente y habitantes de El Puerto.
--Háblenos de Vd., cuéntenos algo de su vida, lugar de nacimiento, su trayectoria profesional, el cambio súbito a El Puerto …
--Soy de Barcelona y óptica desde el 1995. Siempre he trabajado en una óptica con lo que tengo más de 25 años de experiencia. La decisión de venir a El Puerto de Santa María fue por el cierre de la óptica en la que trabajaba en Barcelona. Mi jefa, Dolores Redondo, tiene otra óptica en Jerez de la Frontera (Optica Vidal) a la que llegó por que es una enamorada de esta tierra. En Barcelona nuestra óptica tenía casi 40 años de antigüedad, pero las grandes cadenas nos fueron comiendo poco a poco, con lo que Dolores, decidió cerrar. Antes buscó local en otra ciudad cercana de Jerez y encontró el local que tenemos ahora en Larga 69. Me ofreció venir a trabajar con ella. No me lo pensé dos veces puesto que ya la conozco de muchos años y tenemos mucha confianza la una en la otra y me hacía ilusión cambiar de aires.
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