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Israel Izquierdo Florido aunque nació circunstancialmente en Cádiz en 1981, vivió en El Puerto en la calle de Los Atalaya, siendo el primero de cuatro hermanos del matrimonio formado por Rafael y Rosario. Su abuelo, Juan Izquierdo Fabra, (muerto trágicamente en un accidente de tráfico cuando, ya jubilado conducía su bicicleta por el puente Carranza de Cádiz,  tuvo la tienda de conveniencia (venta de periódicos, chucherías, alimentación, panadería, droguería, papelería, juguetería, etc. etc…) en la calle Valdés, con la que sacó adelante y dio estudios a una gran familia. La tienda, en la actualidad, la regenta Antonio Cairón Olmo ‘el Gasolina’ (ver nótula núm. 1.241 en GdP).

En 1981, el año del nacimiento de nuestro protagonista, España temblaba todavía por la intentona de golpe de estado. El Puerto tuvo dos alcalde: el primero tras la llegada de la democracia, Antonio Álvarez Herrera y su sustituto, Rafael Gómez Ojeda. El número de habitantes de hecho era de 57.437 habitantes y 55.748 de derecho, siendo el número de hogares censados de 13.952. Ese año se cerraba el Monasterio de la Victoria, como centro de cumplimiento penitenciario; había permanecido como tal desde 1886. Rafael Alberti recibía el Premio Nacional de Teatro y el Premio Salinas, junto con José Bergamín, otorgado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y publicaba ‘Lo que canté y dije de Picasso’.

Israel estudió en el colegio ‘Pinar Hondo’ y en el Instituto de Enseñanza Secundaria ‘Pintor Juan Lara’. Pero pronto empezó a colaborar en la tienda de su abuelo, desde los 9 años, y así, entre estudios y despacho al público se fue forjando su carácter sociable.

A los 20 años deja la educación reglada y se marcha a trabajar a Mallorca, donde permanecerá por espacio de cuatro años y otros cinco en la isla de Ibiza trabajando en el  mundo de la hostelería. El periodo entre islas lo pasó en Bilbao, trabajando también de camarero con un amigo de El Puerto. En Mallorca trabajará en el Hotel Playa de Muro, donde atendía una exigente clientela de ingleses, alemanes e italianos. Y si bien reconoce que no hizo el servicio militar --no le tocaba-- vivió un ambiente parecido en  aquel establecimiento. En Ibiza aprende idiomas y trabajará en el chiringuito Bora Bora, como camarero de playa en una zona de 100 x 500 metros cuadrados, donde ganaba mas dinero con las propinas que con su sueldo reglado.

El Batzoki Indautxu, en Bilbao.

Y tras Ibiza, hace siete años, en 2005, se fue a trabajar, siempre en la hostelería, al municipio vasco de Leioa (donde se encuentra el aeropuerto de Bilbao); al año siguiente se colocó en el restaurante Batzoki Indauchu, en el centro de Bilbao. (Un batzoki es el nombre por el que se conoce a las sedes políticas y sociales del Partido Nacionalista Vasco; el término ‘batzoki’ significa ‘lugar para reunirse’ en vascuence y por ello, además de contar con oficinas y salas de reuniones, suelen disponer de servicio de bar y restaurante). ¡Y eso que Israel no habla el euskera!

Tras la barra del Bar Desberdin, en el centro de Bilbao.

En la actualidad trabaja en el centro de Bilbao, en la calle García Rivero, en el Bar Desberdín, una calle con muchos bares y propicia para ir de tapas (pinchos o pintxos que le dicen por allí). El establecimiento ha destacado en el XV Concurso de Pintxos de Bilbao y Bizkaia 2012: muchas de sus tapas son de diseño, e Israel se encuentra rodeado de buenos compañeros disfrutando, también, de un buen sueldo. Otro portuense de la diáspora. (Texto: José María Morillo).

(viene de la nótula núm. 1.609 en Gente del Puerto).

EL TÍO JOSÉ, FALANGISTA A LA FUERZA.
José Cristo Charneco (Vila Nova de Cácela, 1908 - El Puerto, 1961). Casado con una tarifeña, de nombre Marina León, tuvieron cinco hijos, cuatro varones y una hembra. Redero de profesión y armador de barcos de Diego Piñero, empresario que estuvo muy de moda en la baja Andalucía, hay una copla de Juan Valderrama, que dice:

Diego Piñero,
con sus barcos de pesca
y sus marineros,
aquí lo dejo.

Participó en la Guerra Civil, se lo llevaron para el frente, por el sistema ordeno y mando. Se encontraba mi tío con cuatro amigos tomando copas en un bar del pueblo de Tarifa. Se presentó un jefe de la falange, con cuatro camisas azules, en el local citado. El jefe falangista, se dirigió a mi tío y le preguntó: «--¿De dónde eres chaval?». «--Soy portugués, señor». «--¿Con quien trabajas?». «--Con Diego Piñero». «--Vente con nosotros a luchar por España», a lo que mi tío le contestó: «-Señor soy portugués»; respondiéndole el falangista: «--Tu donde vives, donde trabajas, donde comes es en España, así que ¡al frente por la patria!».  No tuvo más remedio que alistarse e incluso llegó a terne mando en la falange. El abuelo Juan, intento por todos los medios, rescatar su hijo, y llevárselo para casa. Contó el abuelo, que estuvo a punto de que lo expulsaran de España. De la guerra vino condecorado para toda la vida con una enfermedad crónica incurable, de la cual falleció. En los años cincuenta, con la muerte del empresario Diego Piñero, los herederos llevan a la empresa una verdadera hecatombe, y mi tío decide marchar a El Puerto, con su familia. Trabajó de redero en varios barcos, en nuestra ciudad, durante unos diez años.

EL TÍO MANUEL, CHATARRERO Y ARMADOR.
Manuel Cristo Charneco, (Lagoa,1918 - El Puerto, 1991). Se caso con una portuense de nombre María Aparicio, hija del conocido Juan Aparicio ‘el Mamarrosca’, de este matrimonio nacieron  tres hijos varonesy una fémina. Tuvo una caída en un barco, quedo inválido de una pierna, se la dejaron inflexible y sin  movimiento. Tuvo la mala fortuna de caer en mano de un mal facultativo, que solo tenía de doctor, el diploma, colgado en la pared de su despacho. Por sus condiciones, físicas, dejo la mar y puso el negocio de la chatarra.

Tuvo un amigo  muy conocido en El Puerto, Antonio de los Santos ‘Antoñito el Tonto’, el tiempo que estuvo convaleciente con la pierna, le acompañaba tres o cuatro horas diarias hasta que se repuso; mi tío le quería mucho, fue de los primeros portuense que conoció. Le toco la lotería en los años cincuenta, y se compró un barco, con el nombre de ‘Nuestra Señora de La Cinta’, nombre de la patrona de Huelva. Este barco lo mandó un portugués, de nombre Filiberto Barrientos, tenía fama de ser uno de los mejores patrones de pesca de esta zona, muy amigo de mi padre y de la familia. En este pesquero trabajo mi tío José, de redero.

En la Plaza de Isaac Peral mediados los años sesenta del siglo XX, de izquierda a derecha, Lourdes Cristo Aparicio, María Aparicio, Manuel Cristo Charneco y “Chati” hermana de María Aparicio.

Le ocurrió a mi tío Manolo, una anécdota con Antoñito “el Tonto’. Delante de las gentes, solía decirle a mi tío: «--Manolo, déjame tres mil pesetas, que tengo un plan con una gachí estupenda», mi tío se echaba mano al bolsillo y le ponía el dinero en la mano, Antoñito, se marchaba y al rato volvía y le devolvía el dinero; lo hacía para presumir. Una de las veces que le pidió dinero, lo llamaron para un recado y se olvidói entregarle el dinero. Mi tío decía: «--Estoy seguro que Antoñito, no se ha llevado el dinero, algo le ha pasado». A las tres horas llega con el dinero y con lágrimas en los ojos, Manolito, «--Perdón picha mía, se me olvido traerte el dinero, por culpa de la hija de la gran puta de la Juana». Era un poco tartajoso, y cuando nuestro convecino el viento de Levante, bufaba se atascaba más. Tres mil pesetas en los años cincuenta era mucho dinero. Antoñito, era primo por parte materna de José de los Reyes ‘el Negro’. Le tenía mi tío asignado un sueldo de una peseta y cincuenta céntimos diarios, por amigo. Creo que hay un cuadro al óleo de Antoñito, pintado por Juan Lara.

De izquierda a derecha: María León, Luciano Cristo Charneco, Carmen Ruiz Camacho y Lino Cristo Charneco (padres del autor de esta nótula) y  Manuel Cristo Velazquez.

EL TÍO LUCIANO, MARINERO Y MÚSICO.
Luciano Cristo Charneco, (Lagoa, Portugal, 1920 - El Puerto, 1999). Se casó con una jerezana de nombre Gertrudis Velázquez, de esta pareja nacieron dos varones y dos hembras. Trabajó siempre en la mar, de marinero, contramaestre y patrón, llego a tener su propio barco, con la mala fortuna, que lo embarranco un patrón de costa joven, junto a la costa Marroquí, según me contaron. Era aficionado a la música, tocaba el acordeón, conocía algo del folclore de la zona sur de Portugal. Amante del fado y de la música portuguesa y  muy aficionado al ciclismo. (Texto: Antonio Cristo Ruiz). (continuará)

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Contar la vida de un padre y de su familia es un poco complicado por muchas razones, creo que lo entenderán la gran mayoría de las personas que lean este texto. Mi padre y familia --los Cristo Charneco-- proceden de la provincia /distrito de Faro, en el Algarve, (Portugal). Fueron seis hermanos:  José, Cecilia, Lino, Manuel, Luciano y Juan. Todos vivieron y fallecieron en El Puerto, excepto mi tía Cecilia Cristo Charneco, (Vila Nova de Cácela 1911 - Vila Real de Santo Antonio, 1999). Estuvo casada con Antonio Gómez, hombre muy conocido en esta ciudad, era el encargado de Fomento en esta localidad fronteriza en 1947. Pasaron muchas temporadas de su vida en El Puerto, con sus tres hijos varones.

En la feria de Ganado (década de los 50 del siglo XX). De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1ª Fila: Lino Cristo Charneco; Juan Cristo Ruiz; Carmen Ruiz Camacho; Luciano Cristo Charneco; Gertrudis Velázquez; Juan Cristo de los Martyres; Cecilia Cristo Charneco; Carolina Charneco Gabana; delante de ella, Antonio Cristo Ruiz; María Aparicio; Manuel Cristo Charneco. 2ª Fila: 5 niños desconocidos; Manuela Álvarez; María del Carmen Cristo Ruiz .

LA VIDA EN LA FREGUESÍA.
La vida en aquella freguesía (pedanía) de pescadores dependiente de Vila Real de Santo Antonio, en el primer tercio del siglo veinte, según mi abuelo,  era dura, dedicada a la pesca y salazones de pescados azules, y a la agricultura, tenían un terruño de arena de sílice, improductivo, de unos cuatro mil metros cuadrados de secano.  Hoy el terreno valdría mucho dinero por tener la playa muy cercana. Corrían malos tiempos a principio del siglo veinte en Portugal.

Mariscando en Vila Nova de Cacela, pedanía de Vila Real de Santo Antonio (Portugal).

El abuelo, Juan Cristo de los Mártires (Vila Nova de Cácela, Portugal 1887 - El Puerto, 1961). Tuvo que emigrar en busca de nuevos horizontes con sus dos hijos mayores, José de 20 años y Lino, de 14 años, deciden cruzar el río Guadiana, en busca de mejoras, con destino a Tarifa, pueblo marinero por excelencia, con un gran movimiento en la pesquería y conserveras de pescados de aquellos años.

CRUZANDO LA FRONTERA.
Me contó mi padre, Lino Cristo Charneco, que pasaron el río ya mencionado en una balsa de madera grandísima, en la que entraban carros tirados por mulas y animales cargados con todo lo que se puede vender, comprar y trocar. Esta embarcación iba arrastrada desde tierra, por un grupo de hombres en la margen hispana y equivalente en la orilla lusitana. Esto le impactó mucho a mi padre, lo mencionaba en muchas ocasiones, nos describía estos hombres con el torso desnudo, se semejaban a los esclavos egipcios, como nos relata la  cinematografía.

Me informó que no pasaron el río por la frontera de Villa Real de Santo Antonio-Ayamonte, fue una zona interior de la provincia de Huelva, que no describió. Recorrieron mucho camino a pie, antes de llegar a su destino. En el viaje mi padre, le comentaba continuamente a mi abuelo: «--¿Papa dónde vamos?» Dejar la tierra donde uno emerge y crece, para emigrar a otra comarca siendo un niño, tiene que ser muy doloroso. Yo lo digo por experiencia, me fui de El Puerto, con veinte y nueve años, con destino a Tarragona, y mi salida fue angustiosa. /Portada de la Pensión Las Columnas, hoy en desuso, donde vivieron a poco de llegar a El Puerto.

Se instalaron en Tarifa, el pueblo de Guzmán “El Bueno”, y  posterior en Barbate, trabajaron de marineros y rederos, y mi padre como grumete en los barcos de pesca durante varios años. Conoció mi abuelo a un portuense, dueño de barcos, este le aconsejó que se afincaran en El Puerto, que había más vida y oportunidades de trabajos.

LLEGADA A EL PUERTO.

En 1933, se trasladaron el abuelo y mi padre a Alcanatif, el nombre árabe de mi ciudad. Mi tío José se quedo como redero en Tarifa. Dormían en los barcos donde estaban enrolados o embarcados, o sea, hasta que no hubo presupuesto para poder hospedarse por primera vez en la posada de Las Columnas.

La calle Sierpes, en la década de los sesenta del siglo pasado. Como se puede observar en primer término a la izquierda, los puesos de verduras se encontraban adosados y al aire libre, con el toldo de protección plegado. A la derecha, la ristra de bares de la calle en aquellos años.

Otra vista, mas reciente de la calle Sierpes.

Con posterioridad alquilaron una vivienda en el número 5 de la calle Sierpes. Toda una vida junto a la Plaza de Abasto. Tenían de vecinos el Bar de ‘Milindri’, dirigido por Simón e Ignacio. ‘El Lengue’, padre y Rafael, hijo carnicero de profesión, creo que fue novilleros sin caballos. Cristóbal, el de ‘El Baratillo’, comparsista y hombre inteligente. Pancho Rábago, dueño del bar del mismo nombre, creo que tuvo el cargo de teniente alcalde.

El Bar Milindri, en la década de 1950, contemporáneo en sus inicios de la Carpintería Lobo. Manuel e Ignacio Simón, los primeros a la izquierda. (Fotografía del libro ‘Tabernas y Bares con Solera’ de Enrique Pérez Fernández).

Recuerdo al cantante Antonio Machín, cuando venía a actuar al Teatro Principal, siempre visitaba la casa de Pancho, la mujer era cubana y creo de la misma ciudad del genial cantante de color. Los carpinteros hermanos Lobo, (ver nótula núm. 159 en GdP) su taller daba junto a la casa de mis abuelos. Eloy Fernández Moro,(ver nótula núm. 059 en GdP) dueño de la tienda de comestibles, esquina en la confluencia de calle Vicario y Sierpes. Parece que le estoy viendo, se cubría con la clásica boina negra, y con una bata de color garbanzo, como describía mi abuela el color, de esta prenda: comprábamos en este comercio. Tomás el del ‘Metro’, tenía una tienda de tejidos y ropas, estaba situada en frente del  establecimiento del mencionado Eloy. /En la imagen de la izquierda, el cantante cubano afincado en España, Antonio Machín.

LA ABUELA: SASTRA Y CULTA.

La abuela, Carolina Charneco Gabana, (Vila Real de Santo Antonio, 1892 - El Puerto, 1976), mujer culta para su tiempo, estudió corte y confección, conocida por ‘la Portuguesa’, llegó con el resto de la familia en los años treinta y algo. Costurera de ropa de hombre, por cierto muy buena sastra. La primera chaqueta que vistió Manolo Bermúdez Junquera ‘Anzonini’ (ver nótula 524 en GdP), se la confeccionó mi abuela. Solía asesorar y leerles las cartas a los lusitanos analfabetos, que trabajaban en embarcados en El Puerto. La gran mayoría de los portugueses, se desplazaban en bicicletas de España, a Portugal y viceversa,  tardaban en el viaje tres o cuatro días. /En la imagen de la izquierda, Carolina Charneco Gabana, (Vila Real de Santo Antonio, 1892 - El Puerto, 1976).

Lo que hace la necesidad, para poder ahorrar algún dinero para su familia. Aquellos tiempos fueron durísimos. Conocí a un portugués de nombre Manuel de Ana que solía  viajar  en bicicleta y, con el tiempo, se compró una motocicleta;  era muy amigo de la familia y del mismo pueblo de Lagoa, trabajó en El Puerto, más de veinte y cinco años, en la mar, era un ser muy agradable:  lo que llamamos por aquí muy buena gente. /En la imagen de la izquierda, el portugués Manuel de Ana.

EL ABUELO: POLIFACÉTICO, INTELIGENTE Y ANALFABETO.

El abuelo, Juan Cristo de los Mártires estuvo de joven en Macao, colonia portuguesa en China. Mi abuelo fue un trabajador incansable, tuvo muchos oficios: barbero-sacamuelas, capador de cochinos, marinero, agricultor, en los veranos venía con una cuadrilla de portugueses, a la siega del trigo, a España.

Hombre que no sabía leer, ni escribir, pero les puedo asegurar que podía sobrevivir en cualquier sitio donde le dejaran. Diestro en la pesca desde tierra y en el mar, elaboraba muy bien los salazones, extraordinario mariscador, experto en la caza en todas sus modalidades, conocía las plantas medicinales, y como utilizarlas. En la imagen de la izquierda, Juan Cristo de los Mártires (Vila Nova de Cácela, Portugal 1887 - El Puerto, 1961).

Era amante de los pájaros, tenía siempre colgados en la fachada de casa, tres o cuatro jaulones con alondras, le encantaba el cante de estas aves, eran muy difícil mantenerlas en cautividad;  recuerdo que había  que coger cigarrones (saltamontes), para la dieta alimenticia de estos pájaros. Contaba el abuelo, que estuvo segando en una finca cerca de Arcos de la Frontera, a principio de los años treinta, se quedo asombrado, viendo como pelaban los novios la pava, en esta zona. Se echaban al suelo y se veían por el ojo de las gateras de los portones, ubicados en la zona baja de dichas puertas.

Era un ser bueno, inteligente y educado, no lo digo porque fue mi abuelo, lo digo porque es verdad. Fue el espejo donde mirarme, en esta vida clasificada por mí, de tiempos perniciosos y de momentos buenos. Por muchos años que pasen le sigo recordando y echándole de menos, sin olvidarme de la abuela. (continuará). (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

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Julio Moreno Bueno es un porteño de la diáspora. Nacido en 1977 en la clínica Santa María del Puerto –Frontela para los de aquí— su familia vivía en la Barriada de San Isidro; sus padres Julio y Pilar, tienen otra hija: su hermana Milagros. Estudió en el Colegio Cristóbal Colón y con posterioridad en el I.E.S. José Luis Tejada y empezó pronto y cerca de trabajar: a los 16 años en el Bar ‘Lolo Calvario’ en la calle Santa Fé, donde estaría trabajando desde 1993 hasta el año 2007, cuando el bar es vendido a sus nuevos propietarios.

Montañas de pinchos de jamón, entre otros, flanqueán la triple barra de 'Los Jamones de Barakaldo'.

Y como el amor y el paro lo pueden todo, Julio, que conocía a una cántabra de Castro Urdiales de nombre Paula, se fue para el Norte y encontró trabajo en Baracaldo, en la provincia vascongada de Vizcaya. Sería el mismo año 2007, en el conocidísimo y popular bar ‘Los Jamones de Barakaldo’ en la concurrida y peatonal calle de tapeo de Zaballa, donde Julio es una institución por su simpatía, su don de gentes y su ritmo frenético de trabajo. Se lo disputan otros establecimientos de la zona.

Fachada del bar 'Los Jamones de Barakaldo', en la popular calle Zaballa.

Nuestro protagonista que echa de menos el clima y las playas de El Puerto de Santa María, no descarta volver en cuanto encuentre trabajo: tiene, como muchos, una hipoteca que defender mensualmente. Pero, en cualquier caso, se siente querido por los vascos que le han acogido como a uno más y donde ha hecho grandes amistades ‘para toda la vida’. “Si no fuera por el frío, las gentes, paisajes y la gastronomía vasca –y por supuesto el trabajo-- son motivos suficientes para querer a esta tierra que me ha dado una oportunidad”. Es otro portuense por el mundo. (Texto: José María Morillo).

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diegoutrerasanchez_puertosantamaria

Nace el 14 de agosto de 1950 en la calle Palacios, hijo de porteños por ambos padres. Su abuelo materno tenía una casa en la calle Luna, en la parte baja se ubicaba la Ferretería Sánchez y arriba la vivienda donde la familia se traslada al fallecimiento del abuelo. Se califica como "un Leo venido a menos", ya que la ilusión, la esperanza y los proyectos son productos perecederos a los que se les acerca la fecha de "fin de consumo preferente"...

LOS UTRERA Y LOS SÁNCHEZ.
Su padre, Diego Utrera era porteño. Con apenas 14 años entra de ‘chicuco’ en el comercio de ultramarinos de la viuda de Mendez en la calle Ganado, a la que posteriormente compra la tienda en la que permanece hasta que la edad empieza a pasarle factura.. Conocía a un alicantino que era patrón de pesca quien, al tener doble parte de pescado en el reparto de las capturas, le llevaba una cantidad de pescado que cambiaba por artículos de alimentación. «Nunca supe cómo valoraban la mercancía para que el trueque fuese justo» recuerda su hijo Diego.

Algunas tiendas tenían alguna actividad singular (el tueste de café de La Giralda), la de su padre era vender chucherías a los carrillos y quioscos. También fue proveedor de caramelos para la Cabalgata de Reyes. E incluso le reconocían tener un jamón de calidad. Una firma bodeguera, Osborne, le compraba jamones para regalo. Su madre se llamaba Josefa Sánchez. El padre de ésta tenía una tonelería y la ferretería Sánchez en la calle Luna, que luego regentaron sus tíos Salvador, Pepe y Paco Sánchez. /En la imagen de la izquierda, con su padre, en la pista de 'coches choques' de la Feria.

LOS ESTUDIOS.
Diego es el segundo de cuatro hermanos (Ignacio y las mellizas Pero y Luisa), da un susto a su madre cuando con 3 años se presenta sólo en casa el primer día de colegio en La Divina Pastora, donde permanece hasta examinarse de Ingreso en el Instituto Padre Luis Coloma de Jerez. Aconsejados sus padres por la directora, hace la Primera Comunión cuando aún no había cumplido los 6 años "porque sabía leer y escribir". El bachillerato lo cursa en el colegio de La Merced y, al no ser un centro reconocido, los exámenes finales los seguía realizando en el citado Instituto jerezano, de donde guarda recuerdos del Padre Becerra en religión y de José Cádiz Salvatierra en geografía.

CONOCE A JUAN DEL RÍO.
Ingresa en el Centro Marcelo Spinola en Umbrete (Sevilla), donde jóvenes con inquietudes religiosas maduraban su posible futuro ingreso en el Seminario a la vez que finalizaban sus estudios de Bachillerato Superior. En su promoción figuraba el ayamontino Juan del Rio, hasta hace poco Obispo de Jerez o Miguel Ángel Morales Jerez, párroco de La Milagrosa. Y nuestros paisanos Luis Merello Govantes,  párroco en Los Palacios, y Falele Muñoz Bellvis, párroco en Sevilla.

CRUZADOS, MEMPHIS…
En aquella época conoce a José Ignacio Buhigas, con quien comparte ilusiones periodísticas en la publicación ‘Cruzados’ bajo el cariñoso amparo del inolvidable Agustín Merello. Entre las hazañas de la época figuran las entrevistas a Raphael y María Dolores Pradera en la Gala veraniega que la Cruz Roja organizaba en Los jardines de Terry. El compromiso cultural les lleva a fundar la agrupación "Memphis", plataforma juvenil de "Medusa", donde los "mayores" (José Luis Tejada, Zaccagnini, Faelo Poullet, Javier Renedo, Alfredo Bootello, etc.) les acogen encantados.

Verano de 1974, con su primera mujer, Elena de nacionalidad francesa y su hijo David, en la Plaza de Isaac Peral.

Verano de 2012, 38 años después de la fotografía anterior, con Elena, ya jubilada de maestra en Francia y actualmente ejerciendo de porteña. Su hijo David es preparador físico en Qatar.

PSICÓLOGO EN FRANCIA.
Estudia Preuniversitario en San Luis Gonzaga y se traslada a Sevilla donde trabaja como educador en un colegio de la ONCE para niños ciegos. Atado por la edad militar y titular de la primera prórroga, solicita revisión médica alegando molestias a raíz de una fractura de pierna. Tras una semana en el hospital militar, donde leía a Sartre, le conceden una prórroga temporal por un año, lo que le permite obtener un pasaporte y establecerse en Francia. Simultanea los estudios de Psicología con el trabajo de educador en un centro psicopedagógico para niños con trastornos de la personalidad y de la conducta. Posteriormente realiza la formación de director de centros socio-sanitarios en la Escuela Nacional de Salud Pública.

Caseta de Feria de los Andalucistas en los primeros años de la década de los noventa del siglo pasdo. Vemos a un jovencísimo Antonio Jesús Ruiz Aguilar, el ex alcalde de San Fernando Antonio Moreno Olmedo, Diego Utrera, agachado Arturo Armario y otros responsables provinciales y locales de dicho partido.

TRABAJO EN JEREZ.
Vuelve a España en 1987 para vivir la democracia en su país. Tras un año en Almería, donde conoce el proyecto andalucista, vuelve a casa para dirigir el departamento de Servicios Sociales Especializados en el Ayuntamiento de Jerez,

Antonio Moreno, entonces alcalde de San Fernando y cargo orgánico del PA.

CONCEJAL ANDALUCISTA.
La militancia política la ejerce en su ciudad natal, donde en 1991 es elegido concejal andalucista, hasta 1995. Guarda el grato recuerdo de haber propuesto el nombre de José Luis Tejada para el Instituto que así se denomina. Partidario de listas abiertas, piensa que actualmente estar en la oposición es inútil e inoperante. Vuelve a Francia en el año 2000 para dirigir un complejo asistencial para discapacitados psíquicos. Actualmente está jubilado de su actividad profesional en Francia.

Hoy visita El Puerto de Santa María el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, participante en la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica que se está celebrando en Cádiz, con motivo de la conmemoración del Bicentenario de las Cortes de 1812. Precisamente una nieta del portuense protagonista de la nótula de hoy María Antonia Ferrero Atalaya fue la esposa del que fuera presidente de la república de Colombia, Ramón González Valencia, entre 1909 y 1910.

Juan Atalaya y Pizano, hijo de Juan Jose Atalaya y María Dolores Pizano, naturales de Jerez y Cádiz, respectivamente, casados en Cádiz y posteriormente residenciados en El Puerto de Santa María. En nuestra Ciudad nace en 1784, bautizado en la Iglesia Mayor Prioral, donde vivirá su infancia, adolescencia y juventud. Su partida de bautismo, que transcribimos, dice como sigue:  “En la ciudad y Gran Puerto de Santa María el viernes catorce de mayo de mil setecientos ochenta y cuatro, Yo, don Diego Felipe de Vergara cura de la Iglesia Mayor Prioral de esta ciudad, bauticé a Juan Manuel José María Francisco de Paula Pedro Regaldo, hijo de don Juan de Atalaya y de doña María Dolores Pizano que dijeron ser casados en Cádiz, nació a trece de dicho mes y año, fueron sus padrinos don Manuel Tocado y doña Faustina de Cañas, a quien advertí el parentesco espiritual y su obligación y lo firmé. Diego Felipe de Vergara. (Libro 91 folio 11 vuelto)”.

EMBARCA PARA VENEZUELA.
A principios del año 1815 embarca para América y llega a Maracaibo (Venezuela) en donde se relaciona con la familia Rodríguez Butrón que tenía seguramente amistad y conocimiento de los Atalaya de Cádiz.  Nuestro protagonista contrae matrimonio en Maracaibo el 23 de octubre de 1815 con  Antonia Josefa Paula María del Carmen Rodríguez Butrón, nacida en Maracaibo el 15 de enero de 1795. y muerta cuatro días después del terremoto de Cúcuta (Colombia) el 22 de mayo de 1875.? ?Juan era un hombre emprendedor. Primero en Maracaibo y después en Cúcuta en donde se radicó en el año de 1835, siendo propietario de extensas haciendas en las vecindades de Cúcuta, entre las que sobresalía la de Aguasucia, donde se elaboraba panela. San José de Cúcuta, conocido como Cúcuta, es una ciudad colombiana perteneciente al departamento del Norte de Santander, situada al nordeste de dicho país sudamericano, en la frontera con Venezuela y a orillas del río Pamplonita.

Vista aérea del actual municipio de San José de Cúcuta.

DONACIÓN EN COLOMBIA.
Atalaya fue generoso al donar al Municipio de Cúcuta el 21 de septiembre de 1850, cuatro estancias de ganado mayor para que fueran propiedad del Cabildo. Hoy día esos terrenos constituyen el Barrio de Juan Atalaya de la ciudad de Cúcuta. Al distribuir la cuantiosa fortuna dejó ricos a sus herederos, el ilustre peninsular fue generoso y expresivo con su patria adoptiva, pues le donó, para futuros ensanches, la pintoresca sabana donde hoy se desarrolla la populosa ciudad cucuteña que con justicia lleva su nombre. También forman parte de esta donación, las tierras donde hoy se asientan los barrios de Chapinero, Barrio Nuevo, Tucunaré, Doña Ceci, Claret, Los Motilones y Comuneros. En el gesto de Atalaya se advierte unclaro fin altruista, pues él adquirió estos terrenos exclusivamente para obsequiarlos al Cabildo, para que le sirviesen de ejidos, según reza la respectiva escritura.  Los regaló al mes de haberlos adquirido.

COSTUMBRES PECULIARES.
Tenía raras costumbres: se hacía siempre la corbata de lazo sobre la quijada y luego la dejaba caer sobre el blanco cuello de la camisa; cuando en su hogar se servía la comida, los que llegaban retardados, se sentaban a la mesa, pero sólo podían comer del manjar que en ese momento se estaba comenzando a servir; tenía por todas sus siete hijas y frecuentemente les obsequiaba telas finas para que hicieran vestidos, pero exigía que para lucirlos, estrenaran todos a la vez; como su hija Adelaida era algo despaciosa para la costura y las demás hubieran terminado sus crinolinas, deseando usarlas prontamente, convenían en salir todas al salón, ataviadas con sus hermosos y amplios trajes y Adelaida por detrás de todas sacaba la cabeza, entre sus hermanas que la tapaban con amplias faldas, nuestro personaje  no reparaba el engaño filial; cuando sus hijas estaban en el salón recibiendo las visitas de los jóvenes que las pretendían, al sonar en el reloj las 10 de la noche, don Juan les decía a los pretendientes «--Son las diez, deja la calle para quien es».

Ferrocarril de Cúcuta a finales del siglo XIX. Fue la principal obra realizada después del terremoto de 1875, a causa del cual fallecería la mujer de nuestro protagonista, cuatro días después el 22 de mayo de dicho año. /Foto: Cámara de Comercio de Cúcuta.

CONCEJAL Y SÍNDICO.
Juan Atalaya, fue concejal de Cúcuta, en aquella época en que los nombrados debían reunir cualidades excepcionales de dignidad ciudadana, condiciones morales y todo un decálogo de virtudes y requisitos de ley, donde se exigía no ser deudores al fisco o la Real Hacienda y no tener causa criminal pendiente y el juramento era solemne y se le entregaban las varas o credenciales y juraban fidelidad. Fue Síndico del Hospital San Juan de Dios durante varios años, posesión a la que sirvió cívica y generosamente.

UNA DESCENDIENTE, ESPOSA DEL PRESIDENTE DE COLOMBIA.
Hijos del matrimonio Atalaya Rodríguez fueron: Antonia Josefa, María Ramona, Josefa Amelia, Juan Manuel, Petra Estefana, Adelaida, José Antonio, Carmen Francisco Antonio y Edelmira Paula. Sólo los dos últimos nacieron en Cúcuta. Los restantes son oriundos de la ciudad de Maracaibo. Todos se casaron con colombianos, excepto Adelaida, quien lo hizo en San Cristóbal con el español Domingo Martínez. Su nieta María Antonia Ferrero Atalaya fue la esposa del expresidente de la república, General Ramón González Valencia.

?Juan Atalaya falleció en Cúcuta el 15 de enero de 1860, a la edad de setenta y seis años. En uno de los llamados cuartos de “San Alejo” en la Iglesia de San Antonio de Cúcuta, una lápida de mármol de Carrara, de un metro diez centímetros de alto por noventa centímetros (1.10 x 90) con la siguiente inscripción : “JUAN ATALAYA. Nació el 13 de mayo de 1784 en el Puerto de Santa María en España. Murió el 15 de Enero de 1860. (Textos: Luis A. Medina y Carlos S. Ferrero).

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Es de sabios rectificar. Vamos a aclarar y confirmar algunos aspectos sobre el artículo "La Belleza de una porteña en Paris", (ver nótula núm. 1.455 en GdP), referente a Josefa Martin- Bejarano Lanzarote, apodada 'La Macaca'.

En la imagen, Rafaela Lanzarote Bernal, e hijos.

Y es que contamos con la colaboración de Edmee Martin-Bejarano Merino, hija de Vicente Martin-Bejarano Lanzarote, el familiar más directo que podíamos encontrar, con fotos de toda la familia y datos aportados por  esta mujer, de nacimiento madrileña y gaditana de adopción. Como dije en la narrativa anterior tuvieron que marchar la familia a Francia, al principio de nuestra guerra civil, por pertenecer  el padre Manuel Martin-Bejarano Bravo al Partido Comunista, su esposa y madre, Rafaela Lanzarote Bernal.

El primer apellido legítimo era el de Martin- Bejarano,  y no el de Martin, este lo emplearon para  confundir el apellido de Martin, sin el Bejarano. Había mucho miedo al régimen, --la dictadura del franquismo-- aquellos años.

Manuel Martín-Bejarano Bravo, de mayor en su casa de Francia.

El patriarca de esta familia fue un extraordinario cantaor que conoció en su exilio a muchos artistas de este género emigrados al país de los gabachos. Imitó  extraordinariamente a Pepe Marchena, al que conoció y admiró Muchos artistas de aquellos años pasaron por su casa para escucharle cantar, según me comentó su nieta. Este hombre fue el que les metió el veneno del flamenco en el cuerpo a todos sus hijos.

Juan Valderrama, fue un seguidor del cante de nuestro paisano y padre de los Martin-Bejarano Lanzarote, en muchas ocasiones lo visitó para escucharle cantar. En el funeral de Manuel, Juan Valderrama, le homenajeó cantándole en su último adiós, un detalle del extraordinario artista, que fue Juan. Fueron seis los hermanos, que relacionamos por orden de edad:

En la imagen, Rocío Jurado, María Cansino Rafael Martín-Bejarano y Lola Flores. Esta foto fue dedicada a su sobrino Rafael Martin Merino, peluquero de profesión, hijo de Vicente, que por cierto tuvo una peluquería de señoras en El Puerto de Santa María, en los años noventa, en Puerto Centro, situado en la calle Larga.

Rafael Martin-Bejarano Lanzarote. (El Puerto, 1916, Madrid, 197?). Primogénito de la familia, de profesión representante de artistas, fue muy conocido en Paris, la Costa azul de Francia, Valencia, Sevilla, Barcelona y Madrid, en estos medios de la farándula de los años cincuenta a los setenta. Fue manager del El Príncipe Gitano, Rocío Jurado, Lola Flores, Dolores Vargas La Terremoto,  María Cansino y de sus hermanos Pepita y Vicente, entre otros franceses y españoles. Hay una foto de los ya mencionados, como podréis comprobar, de Rafael Martin Lanzarote, Roció Jurado, Lola Flores y María Cansino.

María del Carmen Martin-Bejarano Lanzarote, (El Puerto, 1917 -- xx), desconozco donde falleció.

Manuel Martin-Bejarano Lanzarote, tercer vástago de la familia, de profesión pescadero en la ciudad de Floran, (Francia), casado con una catalana. Tuvo un piso en el barrio de Malacara, que le compró a su hermana Pepita. Solía venir de vacaciones con su familia al piso ya mencionado.

Pepita Martín Bejarano 'La Macaca' y su hermano Vicente.

Josefa Martin-Bejarano Lanzarote. (El Puerto, 15 de Diciembre de 1920, Paris, 1980), por nombre artístico Pepita Martín o Pepita de Cádiz, protagonista de nuestra anterior nótula 1.455 en GdP. Conocida en nuestro pueblo por 'La Macaca'. Hembra con muy buenas hechuras de cara y cuerpo. En los datos que me aportan y publiqué, manifesté que "No fue una  bailaora completa". Esto no es cierto, fue una gran profesional. Yo solo puedo decir que vivió de su arte durante muchos años, por comentarios de artistas de este género, que hablan aceptablemente de la profesionalidad de  'la Macaca', pero no se conoció en los medios artísticos.

Tuvo en Francia, un Casino de juegos y algunos negocios más. Recorrió medio mundo bailado el clásico español o la escuela bolera y el flamenco en todos sus géneros, con las compañías de los artistas más importantes de aquellos años, como fueron: Pepe Marchena, Juan Valderrama, Antonio Molina, El Príncipe Gitano, Lola Flores, Manolo Caracol, entre otros artistas. Formó pareja con su hermano Vicente, con su arte visitaron los cabarets mas importantes de Francia, España, Italia y el norte de Marruecos, cuando tenían el protectorado Europeo. Trabajó en muchas ocasiones con el inolvidable bailaor Faico, Porrina de Badajoz, Juan Barea, y el genio de Salamanca, Juan Farina, con el que tuvo una gran amistad.

Se casó con el Príncipe Gitano, nombre de Enrique Castellón Vargas, (Valencia 1924), en los años cincuenta en Méjico. Se divorciaron sin tener datos de la fechas de su separación. Enferma se vino a vivir a El Puerto, comprándose un piso en la zona de Malacara, en compañía de un primo suyo de nombre Antonio.  Bastante enferma marcha a Paris, donde fallece en los años ochenta. Fue como la cigarra de el cuento, derrochó el dinero sin guardar para su vejez, no se privó de nada. Utilizaba coches de alta gama: Mercedes, descapotables y el Cádillac americano. /Portada de un recopilatorio de el Príncipe Gitano.

Como siempre dándole el tostón al que sabe más del flamenco en la capital de España, José Blas Vega, volví a preguntarle si la conocía por Pepita Martin o 'Pepita de Cádiz', y me respondió que por este nombre sí conocía a esta artista. Esto de muestra la calidad de su arte y lo poco enterado que estábamos sus paisanos de su valía.

Estas son las correcciones que hago de su biografía, y fecha de nacimiento, lo demás es como lo expongo. Lo comentado por el insigne guitarrista y amigo Luis Maravilla, es todo cierto y correcto. De los amores de Josefa, se podría contar más, pero aquí, mejor callar.

José Martin-Bejarano Lanzarote, (El Puerto, 1923- El Puerto 2002). También perteneció al mundo de la farándula, dedicado a las carteleras del espectáculo y cuadros de escenas de los teatros. Yo he visto pinturas de este paisano nuestro y pintaba muy bien. Su esposa y dos hijas viven en nuestra ciudad actualmente. Fue el más longevo de la familia.

'La Macaca' y su hermano Vicente Martín-Bejarano.

Vicente Martin-Bejarano Lanzarote, por nombre artístico Vicente Martín, el pequeño de los hermanos. (El Puerto, 1925, Madrid, 1978). Tomó clase de baile de un profesor, español refugiado político en Francia, de nombre Esteban, como ya comenté de este maestro del baile. Su primera maestra  fue su hermana Pepita, mayor que Vicente, cinco años. Bailarín y bailaor, en sus primeros comienzo formo pareja con su hermana Josefa, recorrieron Francia, España, Italia y el norte de África.

El Trío Sevilla, Gloria, Vicente y Ana María.

TRÍO SEVILLA.
Se casó con una bailaora madrileña de nombre Ana María Merino, (Madrid, 1936- Madrid 1997). Con esta guapísima mujer y Gloria, de la que no recuerdan sus apellidos, se formo el Trio Sevilla. Existe una foto actuando en un cabaret de Paris, de nombre: Toute la Fanque de L'Espagne, Le Trio Sevilla, Cascade de Rine, MAX PENDULE, como se puede comprobar.

Visitaron con su arte los teatros y salas de fiestas de Francia, España y el Norte de Marruecos. El Trio Sevilla, en los años sesenta, formo parte de la compañía de Juan Valderrama y Dolores Abril, actuaron  por la Península y parte de Europa, tal y como se puede comprobar en las fotos. Estuvo muy ligado a otros artistas y amigos de aquellos años, como al mencionado Juan Farina, Valderrama, Antonio Machín y la Niña de la Puebla, por recordar algunos.

El Trío Sevilla:  Ana María Merino , Gloria,  y Vicente Martín-Bejarano, con Juan Valderrama y Dolores Abril, resto desconocidos.

Con la Compañía de Juan Valderrana, posando delante del autobús de los artistas, en 1960.

A estos dos hermanos profesionales del baile, se asemejen por ignorancia a un portuense de los que mejor han bailado la escuela bolera, y yo diría el mejor, José Luis Rodríguez, discípulo de 'el Estampío'. La verdad que pocos conocíamos a estos tres paisanos nuestros, profesionalmente. Pepe Blas Vega, me comentó que José Luis Rodríguez,  fue único en el baile del clásico español o escuela bolera.

FLAMENCOS Y MAQUIS.
Ana María Merino, fue novia de Enrique Ortega, hijo de Manolo Caracol, antes de conocer a Vicente Martin. Otro artista portuense, que podemos rescatar y sacarlo a la luz, porque fue un gran profesional, como se puede demostrar.

Ana Merino junto al hijo de Manolo Caracol, Enrique Ortega.

Como comenté en el anterior texto, todos fueron de izquierda y comunistas. Terminado la contienda nacional, se tiraron al monte luchando contra el Franquismo. El patriarca de la familia, estaba orgulloso de sus hijos por luchar contra los que le obligaron  tener que emigrar a otras tierras extranjeras, sin conocer el idioma y las costumbres de otros lugares.

Existen dos retratos de los Maquis, que son muy curiosos y que en pocas ocasiones se publican, por su contenido y hay que agradecerlo a una mujer valiente como es, Edmee Martin-Bejarano Merino. Yo creo que ha quedado aclarado,  gracias a esta señora y su esposo José Lanzarote Fleming, por su información y el aporte de estas fotografias familiares.

Marcados con una x, con casco a la izquierda en la segunda fila José; el segundo por abajo, Manuel y el tercero por la derecha, Vicente Martín-Bejarano Lanzarote.

Marcados con una x, el de abajo a la izquierda es Vicente, y el de arriba al centro, con un fusil en la mano, Manuel Martín-Bejarano Lanzarote.

"El 'Maquis también conocido como la guerrilla, Resistencia española o GE (Guerrilleros Españoles), fue el conjunto de movimientos guerrilleros antifascistas de resistencia en España que comenzó durante la Guerra Civil. El casi inmediato estallido de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a gran parte de los excombatientes republicanos en territorio francés; muchos de ellos se incorporaron a la Resistencia francesa en lo que fue la Agrupación de Guerrilleros Españoles. A partir de 1944, con los ejércitos alemanes en retirada, muchos de estos guerrilleros reorientaron su lucha antifascista hacia España" (W).

EL INVENTOR DE LA PENICILINA.
Nota curiosa: Leonor Ana Fleming, madre de los Lanzarote Fleming, tiene relación familiar directa con el inventor de la penicilina, el Doctor Fleming, ya que era tío abuelo de ella. Leonor es de origen escocés, vive en El Puerto y todos sus hijos son portuenses. Actualmente, José Lanzarote Fleming vive en Puerto Real. Y es probable que, desde Gente del Puerto, volvamos sobre este científico que revolucionó la medicina.

Vuelvo a repetir, muchas gracias a todos los colaboradores que han proporcionado datos de esta familia, como Milagros Martin, Rafael Cordones, Luis Maravilla, Pepe Blas Vega y a un artista que no se le apetece dejar su nombre. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

Me llamo Camila, vivo en Chaoyang, (Pekín, República Popular China). Me dedico al mundo del diseño gráfico y la publicidad, pero no voy a centrar ese tema en mi blog. Quiero compartir en mi blog mis vivencias y mis aventuras en Pekín dedicado a mi familia y amigos, en especial a mi madre. Desde hace mucho tiempo pensé que debía escribir las miles de historias y anécdotas y 99% de ellas surrealistas, y he pensado que debía compartirlo. Espero que lo disfrutéis, tanto como yo al contarlo. Un beso gigante!!!!!!

El viento de Levante forma parte de El Puerto de Santa María. que cuando viene, como mínimo después de 5 días no se va. En Pekín también tenemos ese viento de Levante, pero aquí en una mañana puede irse, y volver como 4 o 5 veces. Es como un viento de levante intermitente. En El Puerto de Zanta María, los xiquillos de la barriá juegan ar furbito, en  (mi barriá) los niños juegan a las artes marciales. En el Parque Calderón, está la famosa Pontona, aquí, en Ritan Park, tenemos también la pontona china. En el Puerto, las “maris” van con su bata y los rulos al chino; aquí, los chinos también lucen sus zapatillas y pijama de andar por casa por la calle. Y no sólo por la mañana. (Texto: Camila Power).

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A mediodía del pasado lunes 28 de mayo fallecía e los 89 años el ‘decano’ de la hostelería porteña, Vicente Sordo Díaz (ver nótula núm. 014 en GdP), propietario hasta la fecha del Bar Vicente, también conocido como ‘Los Pepes’ o, con anterioridad ‘El Rubio’ o ‘Las Mellizas’. Nacido en Camijanes (Cantabria), llegó a El Puerto con 15 años siendo un claro ejemplo de montañés afincado y emprendedor en nuestra Ciudad. Casado con Ascensión Gómez Recalde (de otra afamada familia cántabra, dedicada a los negocios de la alimentación) de la que era viudo, fue padre de Ciony, Lola y Vicente. Precisamente sus hijo y nieto  --los dos del mismo nombre que el desaparecido Vicente-- siguen al frente del negocio.

El pasado sábado 26 de mayo, cuando las rosas y  geranios de encaje declinan en su exuberante belleza primaveral, tras sublimar su esencia en un suspiro, sentí la necesidad de escribir unas notas premonitorias. Estuve sentado  ante un velador que sirve de puente entre la puerta de entrada y la ventana del Bar Vicente. No es un velador más, porque los demás no tienen una tapa de mármol veteado de sesenta por sesenta, de color café con leche, ni se asientan sobre un soporte de madera en palillería torneada y dos reposapiés, uno frente al otro, para acoger a un contertulio dispuesto a oír la voz de la experiencia además de la sabiduría.

Tres Vicente Sordo, tres.

El lado que da a la puerta de salida, es el que hasta hace muy poco estaba siempre reservado para el Patriarca. A la altura de su cabeza, un manifiesto que resalta los valores de la especie humana como objetivo y un banderín de enganche para el que sienta en su corazón los valores que destaca. Allí permanecía durante los últimos años la matriosca mayor, como centinela alerta para dar la bienvenida al que llegaba y el adiós al que partía. Casi siempre en silencio. Solo una sonrisa bondadosa sobre su rostro venerable. Dispuesto a contar si se le pedía. Pacientemente callado mientras escuchaba. Complacido, recreaba su vista sobre las otras matrioscas, sus dos Vicentes y sus fieles colaboradores que siguen acumulando trienios.

Nunca un gesto de desaprobación. Tampoco había motivos. Había sabido esculpir en el sistema límbico de su saga, las letras de oro de sus éxitos como persona y como profesional. Me tomé una copa. Me sirvió como siempre Vicente II. Pregunté por su padre y si mantenía aún la ilusión de ver por TV las corridas de toros. Sonriendo con un gesto de amargura y brillo en los ojos, me confesó que su padre ya estaba intimando con los querubines, que le había entregado los anillos suyo  y de su esposa mostrándomelos ensartados en una cadena colgada de su cuello. Sentí tristeza, pero también la admiración al comprobar la capacidad de abnegación ante el ineluctable hecho natural de la vida y su consecuencia final. El lunes 29 se consumó la crónica que me avanzó desde nuestro afecto mutuo Vicente II. Se rompió el cascarón de la matriosca y dejó huérfanos a los Vicentes y a tantos como recordaremos su patriarcal figura que ya va camino de las estrellas. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós). (Fotos: Bar Vicente).

Al realizador rumano Valerio Lazarov, primer director general de Telecinco le sirvieron de inspiración El Puerto y alrededores  para una serie de especiales que preparaba para TVE en el otoño de 1971 y que se rodaron íntegramente en la provincia de Cádiz, hace ya 40 años. El programa se llamaba '360 grados en torno a Marisol'.

Este programa formaba parte de la estrategia de la televisión nacional de ofrecer unos contenidos que hicieran creer a la población que vivían en un país moderno y libre de censuras. El proyecto lo había firmado Adolfo Suárez, cuando era director general de RTVE, y el mediático Luis Ángel Delaviuda (fundador de Antena 3) como director de antena.

Unos años antes Lazarov, literalmente huyendo del régimen de Ceaucescu, había despuntado en la cadena española con el musical ‘El irreal Madrid’. Lazarov, precursor del ritmo del videoclip televisivo y obseso con las posibilidades del zoom, tenía barra libre para sus programas de entretenimiento: además de dar una presunta imagen de modernidad para el interior, sus programas, que eran adquiridos en muchos países de Europa y Suramérica, transmitían una imagen de España como país avanzado.

El desaparecido Varadero de Pastrana y el también desmontado puente de San Alejandro.

Aunque en los títulos de crédito de ‘360 grados en torno a Marisol’ no aparece nada sobre los lugares elegidos (incluso en la Wikipedia se habla de "la provincia de Málaga"), el programa emitido en 1972 en la Primera Cadena fue un escaparate turístico de El Puerto y Cádiz, a mayor gloria para el relanzamiento de la carrera de Marisol. Otro espacio de la serie musical, el dedicado a Carmen Sevilla, también se grabó en buena parte en la provincia.

Marisol y Tip y Coll en el Castillo de San Marcos

El castillo de San Marcos de El Puerto, a lo Polanski-Lazarov  quería emular a Polanski en 'El baile de los vampiros' y creó una versión carpetovetónica en el castillo de San Marcos, en El Puerto, para este programa de Marisol de 1972. La cantante junto a Tip y Coll y sus bailarines danzan por las almenas con vistas a la Bahía.

...continúa leyendo "1.300. VALERIO LAZAROV Y EL PUERTO. Hace 40 años."

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