“Felipe vamos bien, ya estamos en el lay line y nos acercamos a boya sin problemas" es la voz de Fernando León, táctico y armador del barco, que es, quien así se dirige a el, en aquellos momentos Príncipe de Asturias y desde finales de junio Su Majestad El Rey Felipe VI. Éste, un poco mas adelante y a punto de iniciar la maniobra, se dirige a la tripulación con estas palabras, "oídme, todos a sus puestos izada al natural y no me falléis en la maniobra".

Con esta colaboración, quiero resaltar la naturalidad nuevo Rey de España de Felipe de Borbón y Grecia y su predisposición a ser uno más de la tripulación y del proyecto, huyendo de todo protagonismo que por su condición de príncipe le tocaba
Tras una etapa en la vela ligera, en la mítica Escuela Nacional de Vela de Calanova, la primera que existió en este país, y en las que durante sus vacaciones veraniega, completo y dio forma a una afición casi genética por el deporte de la vela, que le supo inculcar su padre el Rey Juan Carlos I que a la vez la había recibido de su padre D. Juan de Borbón, Conde de Barcelona, fruto de sus famosas navegaciones desde muy pequeño en el Saltillo por aguas de Cascáis.
Tras este periplo, es en el año 1985 cuando el Príncipe debuta en barcos de la clase crucero, concretamente lo hace en la regata que lleva el nombre de su padre, la Copa del Rey Agua Brava. Y lo hace con uno de los barcos de la armada, concretamente el Sirius V., S.M. el Rey había encargado al entonces capitán de navío de la armada Marcial Sanchez Barcaiztegui que formara una tripulación con este barco donde el Príncipe pudiera comenzar a navegar.

EN EL PUERTO, EN 1987.
En el año 1987 el Príncipe acude por vez primera a las regatas de verano de El Puerto. La por aquella época famosa regata del Sherry, recibe en este año a un barco singular, se trata del primer AIFOS, nombre de la reina Sofía escrito al revés, que la armada a construido para que lo patronee el príncipe. El barco fue un media tonelada, tipo de barco de regatas muy popular de la época, el Aifos fue estrenado en la quinta edición de la Copa del Rey del año 86 y para las regatas del Puerto contaba con una tripulación mixta entre oficiales de la armada y compañeros de otras navegaciones veraniega en Palma.
Entre los oficiales hay que señalar a dos de ellos por sus especiales connotaciones con Cádiz y El Puerto, se trataba de Jaime Rodríguez Toubes y Mario Palao Taboada.
El barco estuvo atracado en Puerto Sherry y allí gracias a mi cargo de director de regatas de Marina de Puerto de Santa Maria, concesionaria de Puerto Sherry, pude conocer mas de cerca a un joven príncipe que me impresiono ya por su naturalidad y su afán de ser tratado como uno mas de los regatistas participantes.

El Príncipe repite su participación de manera consecutiva durante los años 88 y 89. Tras un lapsus de dos años el Príncipe y la Infanta Doña Cristina acuden a la edición de 1993, donde inauguran de manera oficial el antiguo mástil de señales del barco de la armada "Martin Álvarez", que había sido cedido a la entidad portuense, por la Capitanía General de la Armada de San Fernando, siendo el presidente del náutico portuense Jose Maria Escribano.
La última vez que participo en el Sherry fue en el año 2000, ya formando parte de la tripulación algunos compañeros de promocion de su estancia en la Escuela Militar de Marín.
Otra de sus participaciones en regatas en la Bahía se produjo en el año 1992, tomando parte en los primeros Campeonatos del Mundo de Clases Olímpicas, denominados Mundo Vela 92.
En aquella época D. Felipe de Borbón navegaba en la clase olímpica Soling y preparaban su participación en los JJ.OO. de Barcelona 92. Con el príncipe que ocupaba el puesto de medio en una tripulación de tres. Que estaba formada por Fernando León, como caña y por el gallego

Alfredo Vázquez como proa, teniendo como tripulante de reserva a otro gaditano de pro, Javier Vallejo, conocido en el mundillo como "Mazinger de Cadi". De esta unión saldría una amistad importante con Fernando León y que iba a marcar el futuro como regatista de El Príncipe.
Aquí mi relación con el y con Fernando, iba marcada por mi condición de máximo responsable, conjuntamente con Vivi Mainemare, de todo los relacionado con el protocolo, relaciones públicas y actos sociales de Mundo Vela.
Varias anécdotas marcan su estancia en El Puerto. El se alojaba en el Hotel Monasterio, por aquella época el más emblemático de la ciudad y el resto de la tripulación en el Santa Maria, que también era y es un gran hotel. Su preceptor por aquella época el general Alcina, me llamo para saber donde estaba alojada su tripulación, al comentárselo me dijo que reservara una habitación en el hotel Santa Maria, ya que el Príncipe se alojaría con ellos, dicho y hecho por mi parte.

El príncipe solía alternar con sus compañeros de equipo y otros amigos regatistas en el cercano y mítico pub "El Convento", donde se encontraba como uno mas sin recibir un exceso de atenciones por parte de la dirección del establecimiento que entonces regentaba Jose Ramón Perles Giner.
También en aquella regata recibimos la visita de S. M. La Reina que estuvo viendo una de las regatas de match-race desde la torre de control de Puerto Sherry. Aquella visita fue como un talismán, ya que aquel dia en un campo de regatas muy pegado al espigón de poniente de Puerto Sherry se produjo una ajustada victoria del barco del Príncipe, sobre el alemán oriental Schumann, líder indiscutible a nivel mundial de la clase.
Retomé el contacto con el Príncipe, cuando Fernando León y Kiko Sanchez Luna formaron el equipo de regatas CAM, donde pase a desempeñar el cargo de jefe de prensa del barco. Desde el año 2002 al 2009 cuando se cancelo, forme parte de un equipo que yo definiría más que como equipo, como una familia de amigos de las que teníamos el honor que Don Felipe formara parte de ella.
En este equipo también formaban parte, los portuenses Nacho Alcina, "Zani" y Fernando Martinez del Cerro, "Manteca".

Al comienzo del proyecto en el año 2002, SAR, navegaba más con nosotros y conforme iban pasando los años, la presencia de D. Felipe en el barco se iba reduciendo a la vez que aumentaban sus responsabilidades institucionales. Como jefe de prensa del barco y del proyecto, recibí todas su ayuda y colaboraciones posibles, tanto para cumplir con mi trabajo ante los compañeros de los medios, con entrevistas y opiniones, así como el posado en el barco con toda la tripulación para los fotógrafos y cámaras de TV.
Igualmente en mis cinco años como jefe de prensa de la Copa del Rey (2008-2012), mi relación también fue muy cercana, porque aparte del trabajo para el barco, había otros compromisos que cubrir para la propia regata.
A todos ellos nunca dijo que no, especialmente entrañable se mostro con unos niños, con distinto tipos de minusvalía, en una visita que giraron a la regata y que se quisieron hacer unas fotografías con El Príncipe a bordo del barco, colaboro en todo momento con los cuidadores de los niños y la tripulación en la difícil subida al barco desde el muelle.
En la edición de la Copa del Rey del año pasado, realizando mi trabajo como periodista, ya que mi contrato con la regata como jefe de prensa había finalizado, fue la última vez que le vi en persona. Creo a modo de final y siempre en el lenguaje de los navegantes, que tenemos un magnifico Rey, que está preparado para navegar con vientos duros y también con bonancibles. /Texto: Nicolás Terry Martínez.




Una de las que por esa época alcanzaron mayor resonancia era la que organizaba Roberto Osborne Guezala, empresario triunfador en Sevilla con su fábrica de cervezas ‘La Cruz del Campo’, aparte de ser accionista destacado de la firma vinatera de su apellido, fiesta que tradicionalmente realizaba cada verano junto con su esposa María Teresa Vázquez de Pablo en la ‘Casa Grande’ de Vista Hermosa, paraje que como pueden imaginar los lectores, estaba rodeado de pinares cuajados de camaleones, viñas rebosantes de dulce uva moscatel casi madura por aquellas fechas, retamales, higueras bravías y chumberas que servían para delimitar las lindes de las huertas y navazos de los mayetos que rodeaban tan magnífico chalet, sus instalaciones y jardines. Aunque la familia solía cerrar la temporada estival, como era y es costumbre en los nativos, después del día en que se celebra la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre, festividad de la patrona local, la Virgen de los Milagros, esta fiesta reunía, además de a su extensa familia, muchos de cuyos miembros residían lejos de El Puerto, a un numeroso grupo de amigos e invitados de toda la comarca, de su misma clase social. Era una fiesta-baile nocturna, a lo grande, sin escatimar gastos. /En la imagen de la izquierda, uno de los fundadores de Cervezas La Cruz del Campo, Roberto Osborne Guezala.
Referiremos en esta croniquilla casi un siglo después, la que tuvo lugar en el verano de 1926. Para la ocasión se engalanó toda la arboleda que rodeaba la fachada principal de la Casa Grande y el sendero de entrada con bombillas eléctricas de colores causando sorpresa de admiración a cuantos invitados iban llegando en sus coches desde Jerez, Sanlúcar, Cádiz… y también El Puerto. El matrimonio recibía a los invitados en la hermosa escalinata de acceso por la que se asciende al ‘hall’ de la casa, iniciándose el baile de la tarde-noche en un espacioso salón que llamaban ‘Salón de Tennis’, posiblemente porque en los días de mucho viento, calor o lluvia, debido a sus dimensiones y la altura del techo, fuese utilizado como una pista cubierta para practicar ese deporte. Cabían holgadamente un centenar de parejas de baile, amén de la banda municipal que amenizaba la ‘soiré’ conjuntamente con una orquestita muy prestigiosa llamada ‘Sexteto Castillo’ considerada como una ‘jazz band’ que actuaba habitualmente en las selectas fiestas de la sociedad sevillana, y había sido contratada por Roberto Osborne que la vio en una actuación en la casa palacio que los Sánchez Dalp tenían en la plaza del Duque de Sevilla, en una fiesta organizada en honor de SS.AA los Infantes Doña Luisa y Don Carlos, a la que asistió como invitado. /En la imagen de la izquierda, Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias. Infante de España, bisabuelo materno del rey Felipe VI. (Gries-Francia) 10-11-1870 - Sevilla, 11-11-1949. /Foto: Colección Manuel Montes Mira.





«La más joven generación estuvo representada por Juan de los Reyes, cantaor con voz ronca parecida a la de Agujetas, poseedor de un buen estilo; Pepe Sanlúcar, aunténtico prodigio de voz y compás, camino de ser figura importante y Rancapino, un cantaor que no conviene perder de vista porque es muy posible que haya que contar con él en un futuro inmediato para poder hablar de cante.»



De la familia marinera compuesta por el matrimonio entre José Sánchez Romero (1852), de profesión de la mar y guarda del Vapor, como consta en el padrón de habitantes de 1911, y Dolores Llebret Pellicer (1858), nacieron siete hijos, que relacionamos a continuación por orden de fechas de nacimientos: Manuel (1864) José Benito (1866), María Dolores (1871-1956), Josefa (1874-1935?), los gemelos Manuel y Ramón (1877) y José Joaquín, (1883-1958), todos nacidos en El Puerto de Santa María.









La Trujillo, tenía el premio a la mejor actriz de habla Hispana de Estados Unidos, entre otros reconocimientos. En televisión, entre los años 1965 y 1980, llego a los hogares españoles actuando en los “Estudio Uno”. /En la imagen, Julia Trujillo Sánchez (o Sánchez Llebret).


Antes de comenzar el segundo día de aviación, vuela Alberto Bayo a Cádiz para recoger a Francisco Leal, mayordomo del Ayuntamiento de esa ciudad y propietario de la Cervecería Inglesa. A las 12:30 emprenden el vuelo de regreso a El Puerto, llegando a la Puntilla ocho minutos más tarde. La playa era ya un hormiguero de gente: "A todo El Puerto que estaba allí -explicaría la Revista Portuense- se unía cerca de 2.000 jerezanos que habían venido por los trenes de la mañana y el mixto". Tras engrasar y cargar de gasolina el aeroplano, el piloto efectúa un primer recorrido de diez minutos, en los que realiza "evoluciones y ejercicios maravillosos". En el segundo vuelo montan en el aparato Pedro Hernández Carrera y el joven Bernardo Rodríguez Morgado (Sevilla, 1898), mi abuelo paterno, quien aquella tarde de domingo tomó desde el aire la fotografía que ilustra este texto, anotando después al dorso de la misma: "Puerto de Santa María, 22-8-1920. Sobre aparato Caudron, motor Le Rhône. Piloto Bayo". Volaron a casi 1.500 metros de altura "sobre El Puerto y la playa -continúa la Revista Portuense-, recorriendo el curso del río, siendo uno y otro recorrido, según esos pasajeros, realmente pintorescos e ideales". /Bayo Giroud ocupó puestos de responsabilidad durante la República.
Estimulado quizás por esta experiencia aérea, Bernardo Rodríguez Morgado obtendría más tarde -3 de agosto de 1931- el título de piloto aviador civil. Se han cumplido 80 años de su muerte, acaecida al estrellarse la avioneta Fiat que pilotaba contra la azotea del Hotel Cristina de Sevilla el 18 de abril de 1934, mientras realizaba trabajos de propaganda comercial. /Bayo Giroud, en una imagen de su última etapa.
