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Foto: Raul Doblado. Octubre 2010.

No es la silla, es el torero. Pero la silla sintetiza el clamor. La tarde ronca, el jaleo. Morante, punteado en el trasero tras su segundo par de banderillas, pidió la silla al palco de honor. Ni más ni menos. Lo de este torero es increíble por lo que tiene de inesperado. De mano en mano, la silla se hizo presente en el esplendoroso ruedo de El Puerto, y la gente ahí ya se rompió la camisa definitivamente.

Foto: José Ramón Serrano.6  Agosto 2011.

No es difícil deducirlo: la gente, esta gente de El Puerto de Santa María en representación de otra mucha, quiere alegrías, divertirse. España, está claro, necesita una silla en la que reposar un ratito a gusto. Y hay tardes que, en esto de los toros, el día señalaíto que cantó Raimundo Amador no defrauda. La bajada de la silla a la arena no fue un aterrizaje más: fue la simbiosis de la sorpresa, la pasión y el embrujo. Luego, sentado, Morante sólo pegó un muletazo, otros cuantos más, insólita aquí su facilidad, con la silla en la mano izquierda mientras la derecha obligaba por abajo al toro como si nada.

Foto: José Ramón Serrano. 6 Agosto 2011.

A continuación vino una de esas faenas exprés que jamás se olvidará. Uno a uno, no en tandas tradicionales sino como encerrado a solas en el campo con una becerra, Morante fue espigando los naturales. De adelante a atrás sin excesos ni tirones, y sin saber cuándo ni por qué se acababan. Tal fue que, de seguido, empezó el recital de ayudados por alto. 'Acaganchaos', que decían los mayores del toreo. Muy rumboso, sobrellevando al toro como en volandas, por alto, con una profundidad pocas veces vista. Toda la faena, insisto, estructurada de corrido, como si fuera una serie única. Y excepcional.

Pedrucho 'el Canario', citando con banderillas, en 1905.

Ya en su anterior toro, cuando le aplaudían a rabiar sus redondos, Morante, con el eco aún de la ovación, enjaretó a ese tercero de Cuvillo una rematadísima tanda de naturales. Diríase que era una afrenta al 'tempo' de las faenas de Manzanares, siempre despacioso, ceremonioso, por debajo de los límites del cinemómetro habitual de las faenas. Así, reflexivo entre tanda y tanda, Manzanares terminó de exprimir a sus tres toros. Este torero tiene mucha química, y está en su año. No es recomendable perdérselo.

Rafael 'el Gallo' en 192o. Valencia.

Y, cómo no, Morante con el capote: la sedosa verónica y media al primero, las chicuelinas al quinto y, en el de en medio, el tercero, un saludo monumental. El toro se iba lejos y cuando regresaba al embroque Morante adelantaba la pierna de la 'suerte cargá', así todas las verónicas, solo, inmenso, con un único paso adelante, y el toro que se va y vuelve. A compás. Una media de Manzanares, flexionando una rodilla, realzó aún más la singularidad de la tarde.

La faena de Morante, cortesía de la web Plaza Real.

Me da la sensación de que los dos toreros tenían ganas de lanzar un mensaje. 'Aquí hay partido, señores, y lo jugamos todos, no sólo uno'. Y qué mejor que hacerlo ante más de trece mil espectadores que abarrotaron la Plaza Real. Porque el lleno fue de reventón, aligerado solo por una brisa, maligna para los de luces, pero reparadora para la clientela. Sin ella, en cualquier caso, se hubieran divertido aún más. Porque había muchas, muchas ganas de pasar tres horas incandescentes. (Texto: Fernando Bermejo. Subdirector de deportes de El Mundo).

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Rafael Arvilla Jiménez nace en El Puerto el 23 de Enero de 1928, hijo de José Arvilla Hernández y María Jiménez Sancho. Cursa los estudios elementales y de bachillerato en el Colegio del Pilar de Madrid. /En la imagen, Rafael Arvilla en un autorretrato de 1971, realizado con óleo a espátula.

1928.
En 1928 era alcalde de El Puerto, Alfonso Sancho y Mateos. Ese año era refundada la Hermandad del Nazareno, que empezó su desfile procesional a las 3 de la madrugada la noche del jueves al viernes. Pedro Muñoz Seca estrenaba ocho obras de teatro, entre ellas ‘El Teniente de Alcalde de Zalamea’. El 10 de febrero de dicho año se fundaba el Racing Football Club de El Puerto, celebrándose los primeros encuentros en la Plaza del Polvorista. El maestro Antonio de la Torre González era aquel año Secretario de la Sección Juvenil de la Cruz Roja de Medina Sidonia. El 2 de abril de ese año es nombrado Hijo Adoptivo el benefactor local Elías Ahuja y Andria. Antonio Cruzón Moreno, patrón del Vapor ‘Cádiz’ se calló al agua desde el cantil del del muelle a primeros de junio.

Su padre era un ingeniero industrial de Deusto (Bilbao) que consigue su primer trabajo en Sevilla en una refinería de petróleo. Poco después se traslada a Madrid con CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleo Sociedad Anónima), la mayor empresa petrolífera de España, y en 1934 es nombrado director general de CAMPSA. Desde la calle Luchana se trasladan a Calle General Mola No. 33 en 1934 y en 1938 se mudan a Burgos. Durante la guerra civil española viven entre Burgos y Ávila. En 1942 Félix de Gregorio le sucede en el puesto de Director General de CAMPSA y comienza a trabajar en una empresa de oxígeno líquido donde ejerce hasta el final de sus días. / En la imagen, nuestro protagonista en El Puerto con sus primos y  hermanos. De izquierda a derecha y de abajo arriba: Teresa Ceballos Jiménez, José y nuestro protagonista Rafael Arvilla Jiménez, y Magdalena Ceballos y María Arvilla.

FALLECIMIENTO DEL PADRE.

El 12 de Junio de 1943, José Arvilla Hernández muere de tuberculosis en Madrid a las 9:10 de la mañana dejando a la familia en una situación delicada y sin medios de subsistencia. Rafael tiene 15 años. Para subsistir, la madre de Rafael, María Jiménez Sancho, se ve obligada a alquilar las habitaciones de la casa y entre los inquilinos se pueden encontrar a Pedro Macabeo, Fernando Esquivias y Osorio. Mientras tanto su hermano Pepe decide montar un laboratorio en la casa lo que conlleva a que esta acabe con un olor que a veces se hacía insoportable. /En el retrato de la izquierda, su madre, María Jiménez Sancho.

ARQUITECTO Y BODA.
Entra en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid donde se gradúa en 1957. Es durante esta época en la que conoce a Marie Françoise Cure Berger, una ciudadana de nacionalidad francesa, al ser ella una de las inquilinas de la casa. Poco después de graduarse, en 1958 se casan y fruto de ese matrimonio nacen sus hijos Carolina, Patricia, Rafael, Cayetana y Javier.

DOCTOR ARQUITECTO EN MARBELLA.
Rafael obtiene el doctorado en Arquitectura en 1961 y poco después de obtenerlo, en Noviembre de 1961, se traslada a Marbella en la provincia de Málaga, con toda la familia, donde continúa desarrollando su actividad profesional. La marcha a Marbella se efectúa bajo contrato con la empresa Torregrosa con un salario de 12.000 pesetas mensuales. Es el primer arquitecto que reside de forma permanente en Marbella, en lo que en su día era un pequeño pueblo de la costa andaluza, e instalándose originalmente en el Hotel El Fuerte desde donde inicia la dirección del Hotel Bellamar. /En la imagen, 'Pinares', óleo y acrílico original de Rafael Arvilla.

EN LA MILLA DE ORO.
En mayo se separa amigablemente de Torregrosa y se instala de forma temporal primero en El Palangre y después en la Calle Valdés. En 1963 se compra una finca en la zona que más tarde se denominará La milla de oro debido a la gran afluencia de dinero, prestigio y personalidades que se incorporan en la zona comprendida entre Marbella y el puerto de yates de lujo Puerto Banús. En 1965 se traslada a Ricmar, un lugar situado a unos 11 kilómetros del centro de la ciudad marbellí, en una casa que llamarían mas tarde Los cuatro olivos, donde vive los próximos 11 años. En 1976 deja la casa de Los cuatro olivos y vive durante un año en un piso del edificio AMI en el corazón de Marbella donde también se encuentra su galería de Arte Art. En 1977 deja el apartamento de AMI y se muda definitivamente a su nueva residencia en el camino del ángel en la finca La Judía, donde continuará viviendo el resto de su vida. Rafael Arvilla Jiménez muere el 19 de febrero de 2008 en Marbella después de una larga enfermedad. /'Palmeras', óleo y espátula. Año 1996, original de Rafael Arvilla.

LA PINTURA.
Para nuestro protagonista, la pintura, que le acompaña desde su niñez, es su gran pasión mientras que la arquitectura es su medio de vida. Todo esto le permite compaginar su gusto por la pintura y el dibujo con la arquitectura, que tiene reflejo en sus obras arquitectónicas donde funcionalidad, gusto por los espacios y armonía visual se mezclan para dar sensación de un lugar que no está fuera de sitio, sino todo lo contrario, que es parte del entorno.

EL RETRATO Y SUS TÉCNICAS.
Rafael Arvilla realizó más de seiscientos retratos al óleo, que estamos en proceso de añadir, además de haber concurrido igualmente en innumerables certámenes de dibujo y pintura desde 1956, año en el que gana el primer premio para carteles de Semana Santa en Cartagena,(Murcia). Llegó a fundar su propia galería de arte, y entre sus exposiciones caben destacar las realizadas en la galería Zurbarán en Madrid, en la sala de exposiciones de Club de Golf de la Moraleja también en Madrid, en la Casa de la Cultura de Fuengirola (Málaga), y por supuesto en Marbella en varias exposiciones. Utilizaba el óleo con la espátula con absoluto dominio y con motivos centrados en retratos, paisajes y bodegones, compaginando tanto la pintura acrílica como el óleo o bien una técnica mixta. /En la imagen, la mujer de Manuel Lores, técnica de óleo y espátula.

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‘Retales de Torería’ es el título de esta exposición de fotografía taurina inaugurada anoche en la Sala Rosa Capote de la Real Plaza de Toros de El Puerto, que recoge los detalles toreros del último lustro de Toros en El Puerto. Con una mirada distinta y renovada, los dos autores, el fotógrafo Víctor Bellvís con las imágenes, y el periodista José Pablo García con los textos, pretenden sorprenderle en esta original galería de arte efímero en la que se convierte la sala de exposiciones de la plaza porteña. Junto a una cuidada selección fotografías en distintos tamaños que reúne pases, retratos y detalles taurinos, y con una pincelada torera, una reproducción de los burladeros del ruedo portuense a escala, las palabras complementan estas instantáneas taurinas. /Portada del catálogo de la muestra, con una imagen de Morante de la Puebla.

Las fotografías expuestas son una selección de retales de la torería de los grandes Maestros de la Fiesta, desde Morante de la Puebla hasta José Tomás pasando por José María Manzanares, sin olvidarnos del torero eterno de El Puerto, José Luis Galloso. Junto a ellos, pequeños trazos artísticos en forma de imágenes de tardes de toros en el coso portuense. Todo reunido en un marco excepcional como es esta Plaza Real y su abono veraniego portuense.

Un momento durante la inauguración, de izquierda a derecha José Pablo García, Millán Alegre concejal de Cultura y Victor Bellvís.

Vista de uno de los dos bodegones que ocupan la muestra consistente en 14 fotografías tamaño 40x50cms y 2 de 70x50 cms, junto a unos 'burladeros' donde se insertan los textos que ilustran la fotografía.

Un detalle de la exposición, ante una imagen y texto sobre el torero José Tomás.

La exposición se puede visitar durante los días de festejo: 4, 5, 6, 7, 12, 14 y 15 de agosto una hora antes del comienzo del espectáculo taurino y hasta media hora después de la finalización del mismo. Para el público en general el recinto expositivo estará abierto de forma gratuita solo dos días, 8 y 10 de agosto, entre las 19:00 y las 22:00 horas.

VICTOR BELLVIS ACOSTA. (BELVA). Fotógrafo.
Nace en El Puerto el 13 de julio de 1985. Viviendo junto a la plaza de toros, pronto descubre una de sus grandes aficiones: la tauromaquia. A este amor, con la edad, a pesar de su juventud, le suma uno nuevo: la fotografía. Empieza en el año 2004 con una cámara réflex de carrete, de forma autodidacta y agradeciendo los consejos de los profesionales que va conociendo, con los que llega a entablar una relación de amistad. En estos años ha colaborado con la revista Aplausos, con el portal taurino www.burladero.com así como durante una larga trayectoria lo hizo con la web www.desdelcallejon.com. La fotografía le ha dado muchas satisfacciones, no solo en forma de premios. Además de esto es Diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Cádiz y, actualmente, estudia un Master de economía y desarrollo en la Universidad de Sevilla.

Más información en la nótula núm. 250 en GdP.
Web de Victor Bellvis.

JOSÉ PABLO GARCÍA BAEZ. Periodista.
Nace en El Puerto el 23 de julio de 1984. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Dio sus primeros pasos en la profesión en su tierra natal; primero en El Puerto Información y un poco más tarde en Radio Puerto. Ya en Sevilla, como becario, inició su andadura en la que fue su mejor escuela de periodismo: El Correo de Andalucía. Después estaría en la Cadena SER y en el equipo fundacional de la edición de Sevilla de La Razón. De la prensa escrita pasó a la televisión. Desde entonces ha trabajado en la productora audiovisual Mediapro (La Sexta), en distintos proyectos: como redactor en la serie ‘Andalucía es su Nombre’ (galardonada con el Premio Andalucía de Periodismo); más tarde trabajaría en la serie documental ‘Andaluzas’; y como guionista en el programa ‘Abrapalabra’, todos para Canal Sur. De una u otra forma, siempre ha estado ligado al mundo de la información taurina escribiendo en los citados medios o a través de las ondas en el programa de radio que dirigía y presentaba en Sevilla fc Radio. Actualmente es colaborador de varios medios de comunicación así como de otras publicaciones digitales especializadas en viajes.

Más información en la nótula núm. 661 en GdP.
Web de José Pablo García.

Ayer Gente del Puerto consiguió pasar los 5.000.000 millones de visitas tras tres años a diario con los lectores. A todos, muchas gracias!!

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Sus padres provenían de Puerto Real. Hasta seis hermanos nacieron fruto del matrimonio entre el maestro Felipe Lamadrid (padre) y Ana Gutiérrez: Carmen, Ana, Maruja, Pepe, Felipe y Paz. Hasta dos estos hermanos llegaron a estudiar lmagisterio como Felipe. Fue el caso de Carmen, que no llegó a ejercer, y de Maruja.

Felipe se casó en su Puerto Real natal con María Muñoz, natural de Ubrique. Ambos se habían conocido mientras estudiaban juntos el magisterio. Pero antes de ejercer de Maestro nacional en El Puerto Santa María, estuvo destinado por otras localidades como Trebujena o Sanlúcar de Barrameda. De dicha unión nacen: Manuel, Milagros, María, Ana y Felipe. Vivían en la portuense calle Cielo.

Por sus colaboraciones en prensa y recuerdos familiares podemos intuir que fue seguidor de Alejandro Lerroux. Primero con el Partido Republicano Radical, ya que colaboró en El Radical Gaditano, semanario que dirigía la Juventud de dicho partido, más tarde en la II República, con Izquierda Republicana. Su relación con la prensa no acaba aquí pues tenemos constancia de escritos suyos durante la segunda época de El Obrero Portuense, en la década de los años 20.

Patio del Colegio del Hospitalito, antes de su restauración.

El matrimonio Lamadrid Muñoz podía pasar para la mayoría de los ciudadanos portuenses contemporáneos como un tanto inusuales, puesto que ambos trabajaban de maestros. Así, mientras María lo hacía en el colegio del Hospitalito –que se situaba en la esquina de las calles Ganado y Zarza-, Felipe ejercía en el colegio de la plaza del Polvorista.

En el Día del Árbol. Vemos con mascota y de perfil a Felipe Lamadrid. Su nieto, el artista Felipe Lamadrid, hijo a su vez del conocido ATS ('Practicante' en aquellos tiempos), del mismo nombre, lo identifica en la foto y recuerda que, en cierta ocasión, camino de La Puntilla su padre le dijo: "--Hijo, estos eucaliptos los plantó tu abuelo". El profesor Juan Gómez  Fernández, preparando su tesis doctoral, descubrió en la sede de la Dirección General de Seguridad de Madrid, el expediente de su abuelo, título de maestro, así como los nombres de quienes lo delataron.

Sus hijas todavía recuerdan los largos paseos que daban y cómo en las noches de verano se sentaban juntos a tomar helados. A veces junto con otros matrimonios entre los que destacaban personalidades de la Inspección de la Enseñanza donde, como advierte la familia, le tenían mucha envidia a Felipe Lamadrid.

18 DE JULIO DE 1936.
Pronto llegaron los regulares al muelle de El Puerto de Santa María, según se cuenta a las cuatro de la tarde del 18 de Julio. Esa misma madrugada fueron en busca de Felipe Lamadrid a su casa y se lo llevaron ante el horror de su familia. Fue llevado al Penal. En el tiempo que estuvo en la cárcel su familia, como casi siempre ocurría, le llevaba alimentos.

El Monasterio de la Victoria convertido en Penal, visto desde las vías del tren procedente de Jerez, antes de llegar a la Estación.

EN EL PENAL.
Un buen día María se dirigió al comandante Martos para preguntarle sobre la situación de su marido a lo que respondió: “Señora, su marido es fusilable...” De vez en cuando entraban, en la cárcel, falangistas y se llevaban a unos cuantos. Posteriormente el propio Felipe contó a sus hijas como estos iban con un papel de estraza donde llevaban apuntados los nombres de los que sacaban para fusilarlos. Así fusilaron a un inspector de enseñanza amigo de Felipe: Juan López de Tamayo, figuramuy importante en la cuestión de la enseñanza en la provincia durante la II República. Tras la depuración fue separado del servicio y se le dio baja en el escalafón. Cesado de empleo y sueldo, salió del Penal el 6 de octubre.

Colegio del Polvorista, en la plaza del mismo nombre esquina con Sol.

TRABAJOS DISPARES.
Tuvo que realizar muchos y dispares trabajos para sacar adelante a su familia: salinero, operario en las Obras del Puerto, representante de achicoria o dando clases particulares. Durante seis años estuvo sin poder ejercer de maestro. En 1941 fallece su esposa María con 54 años. Así, cuando le permiten volver a ejercer su profesión lo destinan a distintos pueblos como Algodonales, Écija, Puerto Real... En esta última localidad conoció a la que sería su segunda esposa Isabel Aguilar. Con ella se trasladó a trabajar a Écija donde tuvieron a María Isabel, María Concepción, María del Carmen, Juan Pedro y José María.

Felipe falleció en 1958 en tierras sevillanas con 72 años. Todavía hoy algunos portuenses dan gracias a la familia Lamadrid por lo que les enseñó don Felipe. (Textos: Santiago Moreno Tello. ‘Periodistas Represaliados en Cádiz’).

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Paco del Castillo Merino-Tellería nació en la calle Larga el 2 de abril de 1936, siendo el segundo hijo del matrimonio formado por Alonso del Castillo, natural de Benaocaz y Josefa Tellería, de El Puerto.  Casado el 27 de diciembre de 1965 con Pilar Otero Rascón con quientuvo tres hijos, Francisco, Daniel y Pilar, falleció con casi 70 años de edad el 26 de marzo de 2006. Entre sus amigos se encontraban Francisco Gómez Real, Luis Ortega García, Abelardo Gil y Javier Díaz Cortés.

1936
En el convulso año del nacimiento de nuestro protagonista, El Puerto conoció varios alcaldes. Ramón García Llano accedió a la alcaldía de forma accidental el 3 de enero, sustiuyendo a José Luis Macías Caro.  En las elecciones municipales celebradas a mediados de febrero resultó elegido Francisco Veneroni Arcos, al frente de la coalición electoral de izquierdas denominada Frente Popular. Al mes siguiente tomó posesión de la alcaldía, el 18 de marzo, José Blandino Mitjes y al mes siguiente el 24 de abril, Manuel Fernández Moro, que es desalojado de la alcaldía tras la sublevación militar del 18 de julio, desapareciendo, sin que hayan sido hallados sus restos mortales. El día de la rebelión ejerció en funciones de alcalde el teniente Fernando Ristori; luego el 27 de julio, el capitán Ramón Iribarren Jiménez ocupa el sillón de primer edil y será el 23 de diciembre cuando, subiendo el escalafón en la graduación militar se hará cargo de la vara de alcalde el coronel Ángel Guinea de León Garavito.

El primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él, José Vázquez, el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) casado con Josefa Rendón.  Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez, ex director de TelePuerto) /Foto Fabra. San Fernando.

MAESTRO.
Paco vivió de pequeño en la calle Larga, cursó estudios en el colegio de Don Juan ‘el Cojo’, en la calle San Sebastián, 23 y de bachillerato y magisterio en Madrid. A su regreso a El Puerto imparte clases en los colegios de La Pescadería y de San Luís Gonzaga, y, luego durante dos cursos académicos en las Escuelas profesionales de la Sagrada Familia en Andújar (Jaén) de donde regresa, definitivamente, a nuestra Ciudad.

Claustro de Profesores: Arriba, de izquierda a derecha: Francisco del Castillo Tellería, Manuel Sierra, Antonio Muñoz Cuenca, Manuel Montalvo, Francisco Menor, Antonio Montes, Enrique Cabrera. Abajo, de izquierda a derecha: Lino Alonso,  Diego Mora, Doña Vicenta, D. Justo, Ginés Hidalgo Crespo. Imagen tomada en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), también conocida como ‘Escuelita’. Año 1971.

ADUANAS Y AGENCIA MARÍTIMA.
Posteriormente, después de haberle dedicado los mejores años de su vida, abandona la enseñanza, dedicándose a una actividad bien distinta, como es la relacionada con el comercio marítimo, en la que estuvo hasta finalizar su vida laboral, primero como administrativo en la Agencia de Aduanas y, con posterioridad como gerente en una Agencia Marítima. Tuvo su residencia en El Puerto en diversos domicilios, además del citado en Larga, en la calle de la Victoria, Plaza de Cristóbal Colón, Maestro Juan Pinto y por último en calle Mayorga.

CONCEJAL POPULAR.
Se presentó en las elecciones municipales de 1991 como cabeza de lista del Partido Popular para el Ayuntamiento de nuestra Ciudad, ejerciendo como concejal, en la oposición, durante el mandato comprendido entre los años 1991 a 1995 así como Portavoz del Grupo Municipal del dicho Partido Popular. Fue el año en el que Independientes Portuenses alcanzó la alcaldía, liderados por el ex concejal popular Hernán Díaz Cortés. Le acompañaron en aquella lista, Alejandro Moreno, Antonio Requena, que fallecería durante el mandato. /En la imagen de la izquierda, portada del folleto electoral del Partido Popular, con la imagen de Paco del Castillo.

INICIOS EN LA POESÍA.
Desde muy joven fue lector asiduo de los grandes poetas de lengua castellana: Bécquer, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez --quien estudió en El Puerto--, por citar algunos. Eso le empuja a escribir sus primeros poemas, que guardaba para sí mismo y que luego destruía pensando, como el mismo afirmaba “consciente de su pobreza literaria e impulsado por su elevado sentido del ridículo”.

De izquierda a derecha, Tomás Osborne Domecq, Francisco del Castillo Tellería, José Luis Poullet Ramírez, José y Javier Osborne Domecq y José María Benjumeda, en los Carnavales de Cádiz, entonces Fiestas Típicas Gaditanas.

Con el paso del tiempo la lectura de los hermanos Machado, su paisano José Luis Tejada Peluffo, García Lorca, Góngora, Lope de vega y Quevedo, entre otros, aumentará sus deseos “--mis ansias--” afirmaba, de escribir.

De la mano de su amigo, el también poeta portuense Juan Ignacio Varela Gilabert,  --Juanín Varela-- conoce, como él llegaría a afirmar, “un tanto tarde”,  a los hermanos José y Jesús de las Cuevas, a los también arcenses Carlos y Antonio Murciano y al sanluqueño Antonio León Manjón, quienes, junto con nuestro paisano Juanín, le empujan a recitar sus primeros poemas en las recordadas para una generación de amantes de los versos, las “tardes Poéticas de Grazalema”. /En la imagen de la izquierda, Juan Ignacio Varela Gilbert.

Su admiración por otro insigne de las letras de los cincuenta y sesenta, Francisco Montero Galvache, genio de la oratoria y de la poesía pregonera bajo andaluza, en el que encuentra un valioso valedor y consejero merced a una corta pero entrañable amistad, le lleva a mostrar su escondida vocación pregonera, luego de superados “el respeto humano y el temor al riesgo del ridículo”.   /En la imagen de la izquierda, Francisco Montero Galvache.

PREGONES EN EL PUERTO.
Más de sesenta pregones ha proclamado por la provincia gaditana, entre los que cabría destacar el de la Semana Santa de El Puerto de Santa María: el primero de sus pregones en 1983, en la Capilla del Hospital San Juan de Dios. De aquel pregón estas líneas: “Porque si pregonar es alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de una persona, el ejercicio del pregón requiere un conocimiento exacto y perfecto de la persona pregonada. Pero ¿conocemos a Cristo?”. Siguiendo en El Puerto, ese mismo año de 1983 pregonaría, el 5 de noviembre, las Bodas de Plata de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que fue hermano fundador y la que perteneció toda su vida.

Podemos decir que Paco pregonó, exaltó, glosó, emocionó con casi todo en El Puerto. Bueno... todo no, que tenía como todos, sus filias y sus fobias. El 21 de abril de 1984 ofreció el Pregón del Vino Fino. Al año siguiente, el Pregón del Costalero en en marzo de 1985. El año 1987 ofrece el 16 de mayo el Pregón del Rocío. Y se atreve con el Carnaval, en la Peña ‘El Chumi’ en 1988. Al año siguiente, en 1989, el 4 de marzo glosa las Bodas de Plata de la Hermandad de la Flagelación. En 1990, exalta el 150 Aniversario de la Fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, el 27 de octubre. Y en 1992, los actos del Hombre del Mar con la Hermandad del Carmen, el 3 de julio. En 1993, el Pregón de la Virgen de los Milagros, el 5 de septiembre, de cuya tradición era muy devoto. En 1997 nuevo doblete con la Hermandad del Rocío, el 19 de abril.

Paco del Castillo y Juan Villarreal, pregonando la Feria el 8 de mayo de 2001, al alimón.

Y de nuevo, en esta ocasión al alimón con Juan Villarreal Panadero pregonando la Feria del Vino el 8 de mayo de 2001. Y la Exaltación de la Mantilla el 21 de marzo de 2002. La Cruz de Mayo de las Amas de Casa el 31 del mismo mes y año. Al año siguiente, 2003, el 20 de abril, en el Barrio Alto pregonaría la Fiesta de los Patios. Para finalizar su vozarrón, en El Puerto, con las Bodas de Oro de la Hermandad de los Afligidos el 18 de febrero de 2005, un año antes de su óbito.

PREGONES EN LA PROVINCIA.

Paco no descansaba los años que aparecen en blanco desde que empezara con la actividad de pregonero en 1983. Le reclamaban en otros lugares de la provincia e incluso fuera de ella. Exaltaría la Semana Santa, el Rocío y el devenir de diversas hermandades de penitencia en la provincia. Así en Sanlúcar de Barrameda la Semana Santa el 20 de marzo de 1988. La Festividad de San Daniel, en Ceuta, el 30 de abril del mismo año. De nuevo en Sanlúcar, el 24 de marzo de 1990, a las Dolores. El mismo año en Jerez, la Oración Poética de la Semana Santa. el 7 de abril. La Semana Santa de Puerto Real el 17 de marzo de 1991. Un año mas en Sanlúcar, el Rocío, el 27 de abril de 1991.

SEIS PREGONES EN 1992.
En Jerez, donde empezó a sentirse cómodo, fue llamado para que el 21 de marzo de 1992 pregonara al Nazareno y Ntra. Sra. del Traspaso en la iglesia de San Juan de Letrán. El Rocío en Puerto Real, el 24 de mayo de 1992. El Cristo de la Viga en Jerez, el 6 de agosto de 1992. El Pregón de la Cruz, en San Fernando, el 19 de septiembre de 1992. La Navidad, en Jerez, el 19 de diciembre de 1992. Seis pregones, seis, junto con el de El Carmen en El Puerto, pronunciaría el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

De nuevo en Sanlúcar de Barrameda, donde actuaría en total en cinco ocasiones, en esta pregonando al Costalero el 21 de marzo de 1993. En Cádiz, ese mismo año pregona a la Virgen de las Penas el 25 de marzo. La Romería de San Isidro Labrador en Rota sería su siguiente intervención el 30 de abril de 1993. Y la Feria del Caballo de Jerez, el 1 de mayo de 1993. La Hermandad de la Virgen del Rosario en Rota, el 6 de octubre de 1993. La Hermandad de la Virgen de la Salud de Cádiz, el 21 de diciembre de 1993. 1993 será otro año con media docena de exaltaciones poéticas.

SEMANA SANTA EN JEREZ.
El 20 de marzo de 1994 Paco pronunció el Pregón de la Semana Santa de Jerez, en la iglesia de San Miguel, presentado por el cofrade jerezano José Luis Zarzana Palma. Al impecable pregón que presentó se unió la polémica por unas declaraciones efectuadas a Diario de Jerez, en la que resaltaban en titulares una frase por el pronunciada “Por fin Jerez ha tenido un pregonero digno en Semana Santa”. Durante días el asunto estuvo rondando en los periódicos, alimentado por el columnista de dicho rotativo Manuel Liaño, hasta que Paco explicó el sentido de sus palabras.

En 1995, de nuevo en Jerez, Paco ofrece en mayo el IX Pregón del Toreo. El 24 de noviembre de ese año, el de la Virgen del Desamparo, de la popular hermandad del Prendimiento, vulgo ‘Prendi’. El 8 de diciembre, en San Fernando, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad. En 1996, el 23 de febrero, el de la Hermandad del Transporte de Jerez, y el 8 de marzo del mismo año, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad jerezana. Y el 3 de mayo de 1996 el del Rocío en la Bodega de La Concha, de González Byass. En 1997, el Descencimiento de Cádiz, el 20 de septiembre. En 1998, el 15 de marzo, en Puerto Real pregona a la Hermandad de la Amargura y en Jerez, el 3 de abril del msimo año, el Pregón Flamenco de la Semana Santa de Jerez. En 1999, el 17 de diciembre pregona a la Hermandad de la Esperanza en Sanlúcar de Barramaeda. El año 2000, en Ubrique, pregona el 14 de abril la Semana Santa. En 2001, la Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 23 de marzo de 2001. La IX Glosa Poética de la Semana Santa de Jerez, el 5 de abril de 2001. La Navidad de Arcos de la Frontera el 21 de diciembre de 2001. /En la imagen, El Prendimiento, de Jerez.

15 PREGONES EN JEREZ.
Quince intervenciones en formato de pregón en la ciudad de Jerez, dos menos que en El Puerto, regaló Paco del Castillo a la ciudad vecina. Un año antes de su fallecimiento, la XXX Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 19 de febrero de 2005, siendo con ésta cinco intervenciones con dicha temática: Pregón, en dos ocasiones Oración Poética, Pregón Flamenco y Glosa Poética, además de a seis hermandades, amén de haber pregonado la Navidad, la Feria, el Toreo y el Rocío

CHARLISTA , CONFERENCIANTE Y POETA.
Otro medio centenar largo de charlas, presentaciones de carteles, homenajes y conferencias hablan de la facilidad versificadora de este portuense que, “conocedor de mis limitaciones poéticas, me siento incapaz de publicar mi poesía personal e íntima, ante el temor de no poder llegar al corazón de nadie”.   A pesar de ello, publica a finales del año 2002 sus ‘33 Sonetos Insolentes’ donde retrata a caras conocidas de la vida de El Puerto, presentándolo en un multitudinario acto celebrado en el auditorio de San Luis Gonzaga. /En la imagen de la izquierda, portada de su libro.

Practicaba la ironía y el sarcasmo, como lo demuestra esta dedicatoria de su libro, a uno de los asistentes al acto: “A n.n. con mi gratitud por molestarse a venir tan lejos a escuchar mis ‘ripios’. Un abrazo, Fco. del Castillo”. Genio y figura...

COLUMNISTA EN DIARIO DE CÁDIZ.
Es de justicia señalar que su facilidad para el verso, en especial el referente a la poesía satírica, a veces intrascendente y muchas veces irónica como se ha indicado, --“para ser leída entre amigos” afirmaba--, le llevó durante un tiempo a aparecer quincenalmente en la columna de opinión de Diario de Cádiz, en su edición de El Puerto, donde su alter ego, un personaje ficticio de nombre Benito, le contaba cosas de la actualidad local que Paco escribía para deleite de sus seguidores y, en ocasiones, con alguna puya para los personajes objeto de sus críticas.

Joaquín Muñoz-Seca Manzanera con Paco del Castillo, en los habituales cafés que tomaban en el Bar La Herrería.

DEL PREGON DE LA FIESTA DE LOS PATIOS.
“Se lo oí decir a una vecina de Espelete: Dejaron el Barrio, el patio, su rincón de siempre, y se fueron a vivir a un piso cuadriculado y moderno en un bloque, que bien parece una colmena laboriosa en donde cada uno va a lo suyo. Mayores comodidades, por supuesto; pero menor calor humano. Los problemas son ahora de puertas para adentro, personales, intransferibles. No es lugar ni hay momentos para compartir nada: ni la alegría, ni la pena; ni la abundancia, ni la escasez; ni el llanto, ni la risa. La puerta que al patio daba, siempre abierta, estaba tan sólo protegida por una humilde cortina, tela de saco, recia y translúcida, que era como una manera de abrir el corazón a los demás. La puerta del piso nuevo, o del chalet suntuoso, será sabe Dios de qué noble madera; pero tras de ella se termina el mundo. Y, sobre todo, no se sabe si el anafe de la vecina del segundo está apagado, porque no tiene nada que poner a hervir. Y no le falta razón al decir esto. Mientras así decía, yo recordaba el fugaz saludo de un amigo: Me he mudado hace bien poco a un piso nuevo, y no me encuentro bien. No estoy a gusto. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Acaso por pequeño?... ¡Que va!, me contestó. Es amplio, suficiente, con tres cuartos de baño; pero... ¡no veo la luz! Aquella luz, aquel cielo, aquella estrella, aquel sol, que la vecina veía desde su patio”.

DEL PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO 1996.
Soñando en la soledad
de la plaza... Olé sonoro
cuando arrastraron al toro:
al toro y a su verdad.
Verdad grande y orfandad
de apaños y componendas.
A él que nadie le reprenda
por su cómoda cabeza,
porque le falte la fuerza,
o ambas cosas a la vez.
Id al dueño de la hacienda,
y preguntadle el "por qué"...
¡Que así, tal vez, se comprenda!

Estrofa del pregón taurino de El Puerto de Santa María de 1996, original de Francisco del Castillo Tellería

7

José Alonso Martín nació en Madrid el 29 de agosto de 1935. Tenía tres hermanas: Maruja, Carmen y Conchita y estaba casado con la portuense Eloisa Govantes Pico, a la que conoció cuando llegó a nuestra Ciudad en 1960. Fallecía el pasado domingo en Cádiz, a la edad de 75 años.

1935
Manolo Prieto, el creador del Toro de Osborne, presenta diversas obras en el "XVII Salón de los Humoristas" celebrado en Madrid y obtiene 2 primeros Premios en el Concurso de Carteles Turísticos Pro-Guipúzcoa organizado por la Diputación de Guipúzcoa. Se funda la Bodega Obregón. Abre al público en junio el Cine Orpheo, en Puerto Escondido, permaneciendo funcionando hasta noviembre de 1941. En junio, Luis Cómpanys, expresidente de la Generalidad de Cataluña, ingresa en el Penal de El Puerto.  Era alcalde de la Ciudad, José Luis Macías Caro. Rafael Alberti le dedica la elegía ‘Verte y no verte’ a Ignacio Sánchez Mejías, ‘Poesía (1924-1930)’ y ‘Versos de Agitación’. Muñoz Seca estrena las obras ‘El Gran Ciudadano’, ‘Papeles’, ‘El rey Negro’, ‘La Plasmatoria’, ‘Soy un sinvergüenza’ y ‘Triple Seco’.

Muere el fundador de la Revista Portuense, Dionisio Pérez Gutiérrez.  Muere el Conde de Osborne, Tomás Osborne y Guezala, en posesión de este título pontificio desde junio de 1900. Su hijo, Ignacio Osborne Vázquez se hace cargo de la bodega hasta 1972. Nacen el humanista Rafael Esteban Poullet, ediácono Francisco Prieto Ramos, adscrito a la Parroquia del Carmen y San Marcos y el corredor local Pedro Rizo Pérez.

Gran Vía, 19 con los Almacenes Rodríguez a la derecha en el edificio obra de Modesto López Otero. A la izquierda podemos ver la parte trasera del Oratorio del Caballero de Gracia, tal y como eran antes de la reforma llevada a cabo en los años 70/80 que le dejó su aspecto actual.

ALMACENES RODRÍGUEZ.
Como hemos señalado, Pepe Alonso llegó a nuestra Ciudad el año 1960, como representante de zona de los afamados Almacenes Rodríguez, gran almacén instalado en el número 19 de la Gran Vía madrileña. Edificados en 1921 fue inaugurado por Alfonso XIII y contaba con 9 plantas dedicadas al mundo del hogar: muebles, electródomésticos, ropa de la casa… Desapareció en 1977 levantándose un edificio que nada tiene que ver con la Gran Vía que albergó primero la sede de las Cajas Rurales y, actualmente, unos juzgados.

Eloisa Govantes Pico que luego sería su mujer, José Alonso Martín, Milagros Govantes Pico y Marina Rábago Vega, de espaldas en la Feria de 1964. Perteneció, a sus inicios, a la Peña 'El Binomio' con su caseta en la Feria.

ASOCIACIÓN DE ARMADORES DE BARCOS.
Una vez cerró Almacenes Rodríguez, fue contratado por la Asociación de Armadores de Barcos de Pesca, presidida por Genaro González Padilla a la que también pertenecía José, el hermano de éste. Colaboró también en asuntos de secretaría particular de María del Carmen Osborne Fernández.

MADRIDISTA ACÉRRIMO.
Contrajo matrimonio con nuestra paisana Eloisa Govantes Pico el 9 de septiembre de 1967. Y como era un grandísimo aficionado al Real Madrid, en la despedida de soltero, los amigos le gastaron una de esas bromas de tanta retranca que siempre se han dado  en El Puerto: lo obligaron a lucir durante bastante tiempo la camiseta con los colores del Atlético de Madrid.

BAR CENTRAL.
En El Puerto se integró con la reunión de jóvenes que solían parar en el desaparecido Bar Central, en el crucero de las calles Larga y Luna, donde hoy se encuentra el Banco de Andalucía. Allí trabó amistad con Manolo Pico, Angel Zamacola, Luis Poullet, Paco Acosta, Jacinto Cossi, Vicente González, los hermanos Bononato, Peña… todos ellos fundadores de la novísima hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que pronto pasaría a formar parte nuestro protagonista.

Reyes Magos de 1979, de pié Miguel Lobato Quintero, Juan Martín Vélez, Rafael Sevilla López, rey Baltasar, rey Gaspar, Javier Merello Gaztelu a la sazón alcalde de la Ciudad, Enrique Pedregal Valenzuela, rey Melchor, José Antonio Español Caparrós. Agachados, Pepe Alonso Martín, Luis Poullet Ramírez, n.n. y Felipe Bononato Saez.

HERMANO MAYOR.
Tal fue su grado de implicación con el Dolor y Sacrificio que llegaría a ser Hermano Mayor de la cofradía entre los años 1973 y 1975. Tres años mas tarde colaboraría con dicha hermandad en la organización de la Cabalgata de Reyes Magos de ese año, encarnando a SSMM los Reyes de Oriente Rafael Corzo Ganaza, Francisco Sordo Díaz y Juan Díaz Sara.

De izquierda a derecha, el diputado de UCD, Antonio Morillo Crespo, desconocido, el ministro Juan Antonio García Díez, Pepe Alonso y Luis Frontela, durante una visita a la clínica de dicho doctor, hoy Santa María de El Puerto, en su etapa de concejal.

CONCEJAL DE UCD.
En 1979 formó parte de la lista que Unión de Centro Democrático, presentaba a las primeras elecciones municipales tras la dictadura, encabezada por Victor Unzueta Gabiola, resultando elegido concejal de la corporación municipal y, si bien UCD ganó las elecciones no lo hizo por mayoría absoluta, alcanzando la alcaldía el comunista Antonio Álvarez Herrera, merced al pacto de los partidos de izquierdas: PC, PSOE, PSA. Fueron compañeros suyo de candidatura Antonio Ariza Albaiceta, Daniel Arias Fernández, Antonio Cordero Velázquez, Enrique Miranda García, Carlos Campoy López, José Luis Poullet Ramírez, Manuel Fernández de la Trinidad, Elías Martín Velázquez, Antonio Nogués Ropero, Manuel Pacheco Albalate, entre otros. /En la imagen, Pepe Alonso, concejal de la Corporación Municipal, con 43 años.

Representantes de la primera corporación municipal democrática, Eduardo Pérez (PSA), Manolo Moreno (CD), el alcalde Rafael Gómez Ojeda (PCE), Rafael Valera (PSOE) y Pepe Alonso (UCD).

En animada convivencia en la Feria de Primavera, la última que se celebró en Crevillet, brindando con Fino Pavón con el edil comunista Miguel de Santiago en presencia de otro concejal, Luis Poullet. A la izquierda vemos a Manuel Rodríguez, concejal del PC y al entonces secretario de la alcaldía, Pepe Gil.

Colaborador de la Parroquia del Carmen y San Marcos, tenía una fuerte amistad con el desaparecido presbítero Ramón González Montaño, con nótula núm. 232 en GdP. También colaboró con AFANAS.

Los que habían sido concejales en los ayuntamientos democráticos y los que lo eran aquel 6 de diciembre de 2003, posan juntos y revueltos tras el acto institucional celebrado en el Auditorio Municipal del Monasterio de la Victoria, a la finalización del acto conmemorativo del XXV Aniversario de la Constitución Española. Fila superior: Ignacio García de Quirós Pacheco (PSOE), Alberto García (IU). Siguiente fila: Miguel Cirera Jiménez (PSOE), Francisco Sánchez Gatica (PSOE), Miguel Marroquín Travieso (PSOE), José Alonso Martín (UCD), José Fernández Sánchez (IP), Antonio Sánchez González (PSOE), Pedro López Fernández (PCE), Francisco Lara Fernández (PSOE).
Siguiente fila: Fernando Jiménez Romero, Secretario General del Ayuntamiento, José Valiente Moreno (PSOE), Eduardo Bocarando Gándara (PCE), Antonio Muñoz Cuenca (PSA), Manuel Rodríguez González (PCE), Victor Unzueta Gabiola (UCD), Ignacio García Rodríguez (IU), José Luis Romero Pacheco (PSOE).
Siguiente fila: Patricia Ybarra Lalor (PP), Juan Ramón Castillo (PP), Carmina Porra Pérez (PP), Rafael Vallejo (PP).
Siguiente fila: Jaime Pombo (IP), Manuel Romero (IP), Silvia Gómez (IP), D, Carlos Montero Vítores (PP), Carlos Campoy López (UCD), Rafael Valera Rey (PSOE), José Galán (PP), Juan Arana (PP), Pepa Conde (IU) Rosario Sentís (IU), Julio Acale (IU).
Siguiente fila: Vicente Sucino Rico (PSOE), Francisco del Castillo (PP), Carlota Benjumeda (PP), Juan Gómez Fernández (PP), Joaquín Corredera Andrés (PSOE), Carmen Lara (IP), María Jesús Sánchez (IP), Yolanda Nimo (IP), Consuelo Gamero (PSOE), Lola Caballero (PSOE), Manuel Moreno Romero (CD-PP), Antonio Alvarez (PCE-PSOE), Francisco Corbacho (PSOE), José Antonio Navarro (PSOE), Maria del Carmen Martín (PSOE), Manuel Pérez Blanco (PP), Carlos de la Flor Morales (PSOE), Enrique Moresco (IP-PP), José Manuel Cauqui (IP).
Agachados: Manuel González Cordero (IU), José Antonio Castro Cortegana (IU), Mª Angeles Fernádnez Bustabad (IP), Hernán Díaz Cortés (PP-IP) Fernando Gago García (PSOE-IP). (Foto Jorge Roa).

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Se denominan ‘tiendas de ultramarinos’, al establecimiento comercial que vende especialmente productos alimenticios, tanto envasados como a granel, al peso, abarcando un sinfín  de productos de nuestra gastronomía.

'Casa Joselito', de José Fernández, el 25 de noviembre de 1958./ Foto: Rafa.

El vocablo ‘ultramarino’, proviene de que los productos que antiguamente se vendían en estas tiendas procedían de territorios de Ultramar, eran artículos de importación; actualmente es una palabra en desuso y estos establecimientos han quedado en ‘tiendas de alimentación’, en  El Puerto ‘almacén’. Al propietario del almacén se le solía decir ‘almacenero’. Quiero referirme a los años de mil novecientos cincuenta del siglo pasado en El Puerto, en la zona comprendida dentro del casco antiguo.

EL ALMACÉN.
El Almacén, era un local de medidas de determinadas, curiosamente, las tiendas hacían esquina, perspicacia comercial del comerciante de entonces; el suelo solía ser de losas de Tarifa, mostrador de madera o fábrica de ladrillo con frente que podía estar forrado de azulejos y la parte interior de cajones que podía servir para guardar los pequeños artículos que, previamente, se habían envasado en pequeñas porciones en papel de estraza, tales como el café, pimiento molido, ... Algún cajón podía servir de caja registradora, balanza de la marca Berkel, encima del mostrador, como garantía de una pesada justa. La fábrica de balanzas Berkel, inventó más tarde las rebanadoras para chacinas que tanto éxito tuvieron en los años de mil novecientos sesenta. Además se solía colocar un artístico molinillo de café, el aparato para medir aceite y una guillotina para cortar bacalao, quizás también un recipiente con garbanzos “remojaos” y alguna bandeja con “carne membrillo”, cubierta adecuadamente para evitar las moscas. /En la imagen, estanterías del 'Almacén Casa Nicanor', en la esquina de Ricardo Alcón con Placilla. (Fotografía tomada el 15 de octubre de 2008).

Instantánea de Martín Peris Felices en 1990, padre de Vicente Peris Tey. (Foto: Carmelo Ciria Pino).

LAS ESTANTERÍAS.
El frente de la tienda lo conformaban estanterías de madera donde se colocaban, cantidades de conservas de pescado y vegetales. Recuerdo las tiendas de entonces con los productos de Conservas Sur, cajas de galletas María, grandes bolsas de paquetes de café, paquetes de Malta, leche condensada, cajas metálicas bellamente policromadas de pimentón murciano, azafrán El Aeroplano, especias de todo tipo, licorería, con vinos quinados, anises y vinos de nuestra zona, caldos Potax, --eran unos dados de un extracto de carne, que las amas de casa ponían un cazo con agua hirviendo y ya estaba el puchero hecho--.

Cajas de pimentón murciano.

Una chirigota de Cádiz, llamada “Los tontos de pueblo” sacó un cuplé al respecto,  que decía:

Con ezo de las comías
paecen cozas de medicina
con una pastilla jervía
ya er puchero jabe a gallina
con unos porvos amarillos
a los ciquillos le hazen flan
que igan lo que quieran
lo mas güeno en una telera
una buena jolla berza
y ju pringá.

PRODUCTOS CON PREMIO.
Como les decía y siguiendo con los caldos Potax, que eran unos dados del tamaño aproximado de un centímetro y medio envuelto en un papel que por el anverso venía la publicidad de Potax  y por el reverso la relación de premios que esta firma obsequiaba a los clientes por el consumo de los famosos cubitos del concentrado, recuerdo que el primer premio: “Un balón de reglamento con bomba y vejiga de recambio”, segunda premio: “Una pluma atómica” –consistía en un bolígrafo dorado con dos puntas una escribía rojo y otro azul, que no escribía nada bien, ya que fueron los comienzos de los bolígrafos– . El chocolate Elgorriaga también regalaba un balón de reglamento (de cuero), con la compra de un determinado número de tabletas de chocolate. Hubo casas en las que se llegó a aborrecer tan, entonces como ahora, apreciado producto.

CARAMELOS Y TAQUILLAS.
En lugar de la estantería, bastante visibles, existían algunos recipientes con caramelos. Había un espacio para colgar la chacina, una tabla para cortar ‘los avíos del puchero’, chacinas, ... La parte baja de las estanterías eran unas taquillas, donde se colocaban las legumbres para venderlas a granel; ver un a almacenero envolver en papel de estraza medio kilo, de alubias, garbanzos, arroz, dos reales de pimiento molido, una peseta de café o un octavo de ‘mantequilla de reino’,  era un primor. Por fuera del mostrador se solían colocar sacos de alubias del Barco, garbanzos y garbanzas, arroz, harina de trigo, lentejas, azúcar, harina de garbanzo para hacer las famosas “panizas”, que después se cocinaban aliñadas o fritas; alguna caja de frutas, alguna barrica de sardinas arenques como la de la imagen de la izquierda...

El Almacén de Nicanor en 1948.

LA TRASTIENDA.
El interior  de almacén o trastienda, era utilizado como almacén propiamente dicho, en donde se ubicaba en algún rincón o, colgada del techo, una balanza romana para pesar sacos y todo envase que pudiese pesar más de veinte o veinticinco kilos; un barril de buen vino fino, jamones colgados del techo. Quizás era el sitio adecuado para que el almacenero pudiese hablar con representantes o amigos, después de la jornada de trabajo. La contabilidad era bien simple, dos clavos en la pared, en uno facturas pagadas y en otro facturas pendientes de pago.

EL ALMACENERO.
La indumentaria del almacenero, solía ser un babi color beige o gris. Nuestro protagonista, salvo excepciones, era una persona amable y educada, con gran visión comercial, desde que entraba un cliente por su establecimiento, sabía en un alto porcentaje sus posibilidades de compra. Recuerdo una frase de Miguel Caro Beato, que tuvo sus comercio en la esquina de calle Larga y Chanca donde se encuentra hoy la Caja de Galicia, que decía: “--Un comerciante al que le entra un posible cliente y lo recibe con una sonrisa amable, tiene el cincuenta por ciento de la venta hecha”. Los clientes llevaban el control de turno a la hora de ser atendidos, preguntando: ”--¿Quién es la última/ o el último?”. Recuerdo, también, que había una forma de dirigirse al almacenero, que puede parecer hoy un tanto pintoresca; era utilizada por los niños que, poniendo en el mostrador  una cantidad de dinero aproximada de lo que iba a compra, decía: “--Pepe, me ha dicho mi madre que dé un cuarto y ortavo de aceite y la vuerta.”. / En la imagen, papel encerado de 'La Giralda'.

MIXTURA DE OLORES.
Las cantidades de artículos tan dispares que existían en estos comercios, producían una  la mezcla del olores nada desagradable, que hoy han desaparecido: el olor del bacalao, sardinas arenques, legumbres, aceite, café, chacinas, especias, el olor de los garbanzos ‘remojaos’, galletas... En Navidades estos olores se acentuaban ostensiblemente con la matalahúva, ajonjolí, anís, miel que se vendía a granel, además de los dulces propios de esta fecha como polvorones, alfajores, turrones, y las botellas de anís Periquito tan solicitadas, de las Destilerías Morphy dirigida por los Benventuy. Habían tiendas que adornaban sus escaparates en Navidades, con luces de colores, virutas de papel celofán, cajas de bombones, tarros de frutas escarchada, fiambres envueltos en bonitos papeles de colores, cajas de mazapanes y cajas familiares de cinco kilos de polvorones y alfajores de Estepa, Medina y Antequera./En la imagen, papel encerado de 'La Diana'.

El almacenero Diego Utrera Sánchez y Ramón Matiola Gutiérrez, empleado del Banco Hispano Americano.

Recuerdo algunas  tiendas que en aquellas fechas navideñas hacían un  alarde de buen gusto e incitaban al cliente a comprar, arreglando sus escaparates: La Argentina, La Giralda, Las Campanillas y el almacén de Diego Utrera. En algunas tiendas se ponía una cartel “Hay pavo trufado”.

La Argentina, en la esquina de la calle Luna con Nevería, cuando era propiedad de López Terán.

AUTOEXPLOTACIÓN POR DECRETO.
Por reconocimiento hacía estos profesionales que se autoexplotaban, con jornadas de trabajo interminables, vendiendo artículos casi al coste por prescripción gubernativa, siempre con el ánimo de servir al cliente, quisiera recordar algunos establecimientos emblemáticos que de alguna forma marcaron una época y que fuero la antesala de lo que después fueron economatos, supermercados e hipermercados:

En la imagen, José Sánchez Berrocal, desaparecido hace pocos años, propietario de La Argentina.

En la plaza de la Herrería, Casa Serafín. En calle Misericordia; esquina con Luna Almacén de Suárez. En calle Larga; esquina con Chanca,  Miguel Caro Beato; esquina con Federico Rubio, José Gómez Recalde. En calle Nevería; esquina con Ganado, Almacén de José Montes Enriquez --hoy Droguería de Roque Morales Augusto--; esquina con Luna, La Argentina de José Sánchez Berrocal (Ver más en nótula núm. 008 en GdP); esquina con Santo Domingo, Almacén de Cañadilla. Dentro del Mercado de Abastos estaba el almacén de Manuel Carrasco de la Bandera.

José Joaquín Sánchez Sena, en 1969, en Ultramarinos 'La Diana' que continúa abierto en la confluencia de Palacios con San Bartolomé.

En calle de San Bartolomé; esquina con calle Palacios, ‘Ultramarinos La Diana’, hoy de José Joaquín Sánchez Sena, (antes de Isidro Gómez Recalde y antes de Antonio Camacho Caballero), comercio tradicional de El Puerto --así fue distinguido por el Ayuntamiento-- que tiene el coraje y mérito de continuar en la brecha (Ver más en nótula 090 en GdP); esquina con calle Luna, ‘La Giralda’ de la familia Ruiz, almacén de siempre en nuestra ciudad, continua su actividad que además de los productos tradicionales, ha incrementado su oferta a productos de macrobiótica  y delicatessens (Ver más en nótula núm. 043 en GdP). Esquina con Luna, almacén de los hermanos Genaro y José González Noval; esquina con calle Luna y la Placilla, Almacén de Leopoldo. El almacén de ‘Los Dos Pepes’, esquina con Ricardo Alcón el almacén de Nicanor Gómez Soto y terminamos esquina con Ganado el almacén de Antonio del Valle.

Concha y Angelita, en Ultramarinos 'La Giralda'.

En calle Cielo esquina con Espíritu Santo, almacén y bar de Manuel Gatica; en el número, 54 se encontraba el almacén de Luciano Vázquez y junto a éste haciendo esquina con calle Chanca estuvo el ‘Almacén de Coloniales’, suministrador de casi todas las tiendas de El Puerto de José Velarde Díaz-Munio; en la esquina con calle Santa Clara estuvo el almacén y estanco de la familia de Ricardo Velarde Sánchez de Cos y esquina con Ganado, estuvo el ‘Almacén de las Campanillas’ de Juan Custodio.

La imagen muestra la tienda de Ultramarinos de calle Cielos esquina con Espíritu Santo en 1989, poco antes de su cierre. A ella vino de chicuco Nicanor Gómez Soto y de la que se hizo cargo allá por 1920. Luego pasaría, en la década de los cuarenta del siglo pasado a manos de Manuel Gatica, quien la tuvo abierto con una tienda de bebidas separada por una mampara, tal y como que se puede apreciar en la foto, hasta finales de la década de los ochenta del siglo pasado. (Foto José Ignacio Delgado Poullet. Centro Municipal de Patrimonio Histórico).

El Almacén de Joselito Verde, en la confluencia de las calles Ganado y Cantarería.

En calle Ganado, frente a lo qué fue la antigua droguería de Roque, estuvo el Almacén de Diego Utrera; en la esquina con Cantarería (también se llamó la calle Pedro de Villa) estuvo el Almacén de José Verde, que más tarde fue regentado hasta hace poco tiempo por sus hijos Manuel y José, fallecido el primero y felizmente jubilado el segundo. En calle Vicario, esquina con Ganado estuvo ‘El Cañon’; esquina con Sierpes estuvo el almacén de Eloy Fernández Moro (ver nótula núm 087 en GdP), a su jubilación  lo regentaron sus hijos Manuel y Eloy; en la esquina con calle San Juan el almacén ‘La Puerta del Sol’ de Federico, después pasó a Isidro Gómez Recalde.

Eloy Fernández Moro y su hijo Eloy Fernández Lobo, en el almacén situado en la confluencia de las calles Vicario y Sierpes, frente al Mercado de Abastos. Eloy Fernánez Moro, había nacido en 1906 en el municipio onubense de Cumbres Mayores. Era marchante, viajante o representante de Ultramarinos y se acabó estableciendo en El Puerto con su padre y hermanos, abriendo un almacén de ultramarinos que, fíjense que curioso,  no era gestionado ni por gallegos ni por montañeses.

En la imagen de la izquierda, Manuel Leveque Delgado, que regentó un almacén de comestibles en la confluencia de las calles San Juan y Cruces, frente al desaparecido Almacén de Rafael y el Bar 'El Golpe'.

En calle Santa Lucía esquina con Federico Rubio el almacén-estanco-taberna de Martín Peris Felices y después su hijo Vicente Peris Tey (ver nótula núm. 714 en GdP).  En calle Cruces, esquina con calle Ganado estuvo el almacén taberna de Eloy Eizaguirre, después lo llevó su hija Julia, a continuación el hijo de ésta Eloy Bayard Eizaguirre y después fue adquirido por Roberto Carmé Ramírez; esquina con Arena, estuvo el almacén de Antonio Rodríguez; en la esquina con San Juan estuvo el almacén de Manuel Leveque Delgado (ver nótula núm 097 en GdP) y en la esquina con San Sebastián estuvo el almacén de González Heredero.

Ultramarinos 'El Carmen', almacén de Eloy Eizaguirre, luego gestionado por Eloy Bayard Eizaguirre y más tarde adquirido por Roberto Carmé Ramírez, en calle Ganado esquina con Cruces. En la imagen, el establecimiento a principios del año 1960.

El Almacén de Nicanor, en la calle Ricardo Alcón, esquina con Placilla. 1948.

En calle Federico Rubio, esquina con Micaela de Aramburu estuvo el almacén ‘Los Caballos’ propiedad de Nicanor Gómez Recalde (ver nótula núm. 080 en GdP), después hasta su cierre lo arrendó José Manuel García Gómez; esquina con calle Cañas, estuvo el almacén de Nicanor Gómez Recalde; en la esquina con plaza Juan de la Cosa, estuvo el Almacén de Julián, que después paso a manos de José Montes Enriquez;  en la esquina con calle Gatona estuvo el Almacén y Taberna de Panseco.

Solar del almacén y vivienda de Victoriano García Linares, derribado el pasado año, en la confluencia de las calles San Juan, 5  y Postigo.

En calle San Juan esquina con calle Postigo estuvo el Almacén de Victoriano García Linares, (en la imagen de la izquierda) natural de El Puerto, pero hijo de santanderino de La Montaña (Cabanzón) (Ver nótula núm. 848 en GdP). En la esquina con Santa Fe estuvo y sigue estando el Almacén de Manila, hoy regentado por Manuel Rodríguez Tey. En calle Postigo; en el número 24 estuvo el almacén de José Fernández Rodríguez, “Casa Joselito” (Ver nótula 122 en GdP). En calle Zarza  esquina con Arenas estuvo el almacén de Benito; frente al Colegio Hospitalito estuvo el Almacén de Fernando Güelfo; en la esquina de Santa Clara estuvo el almacén de Ramona y Máximo Fernández Lobo y en la acera opuesta haciendo esquina también con calle Santa Clara estuvo el Almacén de Noriega.

Casa Joselito, con José Fernández Sánchez en los comienzos en calle Postigo.

Probablemente puede que alguna tienda se me haya quedado involuntariamente olvidada, pero creo que el colectivo de ultramarinos o almacenes de alimentación está suficientemente representado en el casco antiguo. Sé que había otras tiendas que, además, vendían otros artículos que tenían más rotación que en el centro como, hortalizas, frutas, verduras, refrescos, pan, etc.; pero estas al igual que la mayoría de los almacenes  fueron absorbidas, por lo que son supermercados de barrios y  los  grandes espacios comerciales, donde se vende de casi todo y se compra cosas que no necesitamos. Puede ser que hayamos ganado con esto algunos ochavos con estos cambios; pero se ha perdido un colectivo importante de trabajadores autónomos y el contacto humano que existían entre  cliente y almacenero. (Texto: Francisco Bollullos Estepa. Fotos: Colección J.M.M.)

4

Palacio de Valdeavellano. Ribera del Río, 47.

Hoy hace 82 años que, en una especie de exilio urbano, alejado de las alcobas de su casona de la Ribera del Rio, 47 --el conocido como Palacio de Valdeavellano-- donde vivió más de tres cuartos de siglo, exhaló su último suspiro don Manuel Gª de Valdeavellano y Larraondo, el día en que se celebraba la festividad de la Virgen del Carmen del año 1929. Tenía 89 años y un merecido prestigio de hombre sensato y honesto, liberal, tan humano como religioso, especialmente popular por su asistencia a los entierros de personas de cualquier clase y condición a los que solía acompañar mientras tuvo fuerzas para ello hasta su última morada, caritativo hábito, respetuoso rito para con amigos y desconocidos, a los que consideraba su prójimo. Había sido el primer alcalde de El Puerto al proclamarse la I República.

Montenegro de Cameros, pequeño municipio de la provincia de Soria, de donde procedía y nació el padre de nuestro protagonista, Casimiro Gª de Valdeavellano y García Gastón.

Hijo de Casimiro Gª de Valdeavellano y García Gastón y de Dolores Larraondo, nació en 1840 en Cádiz, adonde llegó su padre procedente de la provincia de Soria (Montenegro de Cameros), por mediación de su hermano arcediano titular del cabildo eclesiástico de la catedral de Cádiz. Tuvo otro hermano menor, Francisco Javier. En 1842 la familia se trasladó a vivir a El Puerto, a la casa de su propiedad --dote de la familia materna-- en la Ribera del Río, 47. El cabeza de familia se dedicaba al comercio y a la elaboración y envejecimiento de vinos en las bodegas, también de la dote de su mujer, que tenían en Puerto Escondido con entrada por calle Mayorga, señalada con el nº 3 antiguo y 6 moderno que lindaban con otras bodegas propiedad de Angel Aramburu. /En la imagen, ilustración de Miguel Ángel Pantoja, que recrea la época a la que se refiere esta nótula.

VIDA PÚBLICA MUNICIPAL.
Apuntamos ahora la activa y dilatada participación en la vida pública de la ciudad del primogénito y protagonista de esta nótula, Manuel, a través de diversos cargos ejercidos en el consistorio municipal. Formó parte de numerosas comisiones, ocupándose de asuntos delicados que requerían de su talante conciliador, su experiencia y el infatigable espíritu de servicio que poseía y siempre mantuvo. Por ejemplo, en 1891, formó parte de la comisión municipal encargada de inventariar el hospital municipal y redactar un nuevo reglamento, mejorando sus instalaciones y servicios ó, encabezando una comisión de vecinos que se entrevistó con el gobernador de la provincia sobre el problema de la retirada de la guarnición militar del penal, en 1905, ó presidiendo la Junta Local de Enseñanza, el sorteo de mozos, etc… siendo uno de los pocos ediles que asistían a la mayoría de las sesiones municipales ya fuesen ordinarias, plenarias o extraordinarias. Las citas a su persona en la Revista Portuense era casi diaria.

Fábrica de Gas Lebón, a la altura de donde hoy se encuentran las viviendas que ocupan el que fuera el antiguo campo de fútbol del Racing Club Portuense, frente a la Comisaría de Policía.

«O PAGAN, O SE APAGA».
De la Revista Portuense, en su edición del 12-5-1905 extraemos una anécdota definitoria en cierto modo de su personalidad, ingenua e ingeniosa. Se había suscitado un problema con la compañía de Gas Lebón que era la que se ocupaba del alumbrado público. Existían varios retrasos en los pagos concertados, algunos de ellos con escasas posibilidades de cobrarlos, según entendía la empresa suministradora de energía, que tomó unilateralmente la decisión de no encender algunas  farolas del alumbrado público para compensar el débito. (Esta fórmula: “O pagan, o se apaga” puede que  la inventaran ellos pero el caso es que, actualmente, si no pagas el recibo te cortan el suministro, que es lo mismo, con la diferencia de que la energía lunar aún no se ha desarrollado lo suficiente como para sustituir a la eléctrica, de la que dependemos para todo). Don Manuel pidió la palabra en la reunión municipal donde se trataba este asunto y con la mayor seriedad propuso que, siendo razonable la medida adoptada por Gas Lebón, la anulación anunciada de las luces se produjese tan solo… ¡ en las noches de luna llena! para así minimizar el perjuicio a los ciudadanos.

De todos estos cargos desempeñados, el más importante y significativo fue el de alcalde, puesto que ocupó en 1873, elegido por sufragio en las elecciones convocadas por la I República.

ADVENIMIENTO DE LA I REPÚBLICA.
Cuando se recibe en El Puerto la noticia de la proclamación de la República el 11 de febrero, tras la renuncia del rey, D. Amadeo, se reúne en la mañana del día 12 la Corporación Municipal para tener conocimiento y constancia oficial de dicha proclamación. En consecuencia se redacta el siguiente texto: «Enterado el Ayuntamiento con la mayor satisfacción de este fausto acontecimiento que abre un porvenir de gloria y bienestar a nuestra querida Patria y que ardientemente deseaba el sentimiento público». Se acuerda publicarlo y enviarlo por telegrama al gobierno de la nación. Se trata pues, de una manifestación oficial de agrado y simpatía con el nuevo régimen político establecido por la Asamblea Nacional en Madrid. /Ilustración de la revistilla 'La Casa de las Dunas', en la que aparece Amadeo de Saboya, 'el rey efímero'.

LIMOSNAS PARA LAS CLASES POBRES.
Uno de los catorce miembros que componían en esa fecha la Corporación constituida en 1872, presidida por un militar retirado, el coronel D. Jose Maria Viaña, era Manuel Gª Valdeavellano y, conociéndolo, quizás fuese él también el que propusiera a sus compañeros el reparto de 2.000 limosnas en forma de bolsa de comida destinada a las clases pobres (media hogaza de pan, media libra de carne, una onza de tocino y un cuarto de garbanzos), con cargo al capítulo de imprevistos, formando parte de un pequeño programa elaborado sobre la marcha para celebrar el acontecimiento, tal fue el repique de campanas de  iglesias y conventos, la retirada del retrato de Don Amadeo de organismos y edificios públicos y la colaboración en el engalanamiento, exorno e iluminación de las casas de vecinos que quisieran adherirse o solidarizarse con la República, además de rotular efímeramente diversas calles con personajes republicanos, calles que volverían a su denominación tradicional poco tiempo después.  /En la imagen, escudo del Ayuntamiento en 1873.

ALCADE EN LA I REPÚBLICA.
En las elecciones municipales que se celebraron los días 5 y 6 de abril, al no participar los partidos monárquicos, que se abstuvieron, ganó con comodidad la candidatura democrática republicana, siendo votado don Manuel, considerado políticamente como liberal moderado para presidir el primer ayuntamiento republicano elegido por sufragio, elecciones cuestionadas por algunos historiadores  dada la escasa participación de votantes,  inferior al 30 por ciento. /En la ilustración de la izquierda, alegoría de la I República Española.

PRINCIPALES LOGROS.
Señalaremos algunas de las decisiones e iniciativas bajo su presidencia: el deslinde y amojonamiento de los términos vecinos de Jerez, Puerto Real, Rota y Sanlúcar; el comienzo de las obras de canalización del Guadalete y el proyecto para construir una dársena de carga y descarga. Preocupado tanto por la higiene y la salud pública como por la decencia y la buena educación mandó colocar diversos mingitorios públicos para varones en aquellos lugares donde era más ostensible –por el olor, mas que nada- tan extendida práctica.

EL ÓBITO, EN LA REVISTA PORTUENSE.
Su desaparición no pasó desapercibida, Reproducimos algunos párrafos de la semblanza publicada en la Revista Portuense del 17 de julio de 1929, dando cuenta de su fallecimiento. “El Puerto debe hoy estar de luto. Ayer tarde, confortado con los auxilios de la religión y tras una larga dolencia ha dejado de existir un amado convecino, el anciano señor don Manuel Garcia de Valdeavellano y Larraondo, persona dignísima que disfrutó de la estima y consideración de varias generaciones de portuenses…/… Persona en extremo piadosa, mientras pudo hacerlo, fue fiel cumplidor del precepto cristiano concebido en las Obras de Misericordia: dar sepultura a los muertos, acompañando el entierro de cuantos fallecían en la ciudad…/… No habrá hoy casa en la ciudad donde, al saberse la muerte de tan respetable y digno señor, no se muevan los labios en una oración por su alma, al par que sea comentado su fallecimiento con frases de condolencia. Descanse en la paz del Señor y sirvan estos renglones de lenitivo al justo dolor que embarga hoy a su distinguida familia.”  /En la imagen de la izquierda, vista del Palacio de Valdeavellano que da al Parque Ruiz-Calderón. Con los toldos, el actuar Bar Casa Paco 'Ceballos'.

Curioso anagrama en hierro con las iniciales del marido de Dolores Valdeavellano Tejera, JACM, es decir Juan Antonio Martínez Colom, que figura en uno de los balcones del edificio denominado Palacio de Valdeavellano.

En su testamento nombraba como única y universal heredera a su sobrina Encarnación Gª Valdeavellano Tejera, prohibiendo expresamente la intervención de la autoridad judicial y el cuestionamiento de su libre decisión por cualquier causa o motivo, la cual aceptaría el legado testamentario en 1930 y, formando parte del mismo, la parte segregada, deslindada y pactada del inmueble de Ribera 47, es decir el entresuelo y el piso bajo, excepto el bodegón denominado “carbonera” que transmitió a sus hijos. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz. - A.C. Puertoguía).

2

Hoy martes a las 21:00 horas, en la sede social de la Academia de Bellas Artes ofrece una conferencia el Dr. en Historia Juan José Iglesias que versará sobre "El Puerto de Santa María en la época del Marqués de la Ensenada". Será presentado por el académico Javier Maldonado Rosso.

Zenón de Somodevilla y Bengoechea, I Marqués de la Ensenada nació en Hervías, (La Rioja), en 1702 y falleció en Medina del Campo, (Valladolid), el año de 1781. Procedente de una familia de hidalgos, fue incorporado al servicio de la Monarquía por Patiño, quien le reclutó como oficial del Ministerio de Marina durante la preparación de una expedición a Ceuta en 1720.

Ascendió progresivamente en la carrera burocrática hasta el puesto de comisario de Marina en El Ferrol (1730). Pero lo que le encumbró políticamente fue su eficaz labor como organizador de la escuadra española destinada a reconquistar Nápoles para el príncipe Carlos (el futuro Carlos III) durante la Guerra de Sucesión de Polonia (1733); sus servicios fueron premiados con el título de marqués de la Ensenada en 1736.

Desde entonces ocupó los más altos cargos de la Monarquía: secretario del Consejo del Almirantazgo (1737), intendente de Ejército y Marina de la expedición a Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741)… y, en 1743, secretario de Estado y del Despacho, ocupando simultáneamente tres de las cuatro carteras ministeriales existentes: la de Hacienda, la de Guerra y la de Marina e Indias. Su poder se completó con cargos como los de notario de los reinos de España, lugarteniente general del Almirantazgo, superintendente de las Rentas de Millones y de Tabacos, miembro del Consejo de Estado… La muerte de Felipe V en 1746 mejoró aún más su situación, pues el nuevo monarca, Fernando VI le confirmó en todos sus cargos y le nombró además secretario de la reina (1747).

MINISTRO UNIVERSAL.
Convertido prácticamente en ministro universal, Ensenada encaminó su política hacia el fortalecimiento del Ejército y la Marina en previsión del inevitable conflicto que, a la larga, tendría que sostener España con Inglaterra por sus intereses coloniales enfrentados, conflicto en el que desconfiaba de poder contar con la ayuda de Francia. Para ello se esforzó por impulsar la economía productiva de la Península y el comercio con América, mejorar el rendimiento del sistema fiscal, fortalecer el control de la metrópoli sobre las Indias y reconstruir la flota.

DESPOTISMO ILUSTRADO.
En ese ambicioso programa destacan medidas como las nuevas ordenanzas militares, el envío de «espías industriales» a Europa para modernizar la construcción naval española, la creación del Real Giro, el levantamiento de un catastro general de la riqueza de las 22 provincias castellanas --el famoso «Catastro de Ensenada»--, el proyecto de simplificar la Hacienda y hacer contribuir a los estamentos privilegiados a través de la Única Contribución, la construcción de canales y carreteras… en definitiva, una acción de fortalecimiento del poder real y de fomento de la riqueza del país, que le sitúan en el ámbito del ‘Despotismo Ilustrado’ propio de su época.

CAÍDA EN DESGRACIA.
Su posición en la corte fue socavada desde 1746 por el secretario de Estado Carvajal, representante de los intereses ingleses; tras la muerte de aquél en 1754, Ensenada cayó del gobierno por la acción combinada de las protestas inglesas y del malestar que sus iniciativas fiscales habían causado entre los estamentos privilegiados. Fue desterrado en Granada y, posteriormente a El Puerto de Santa María.

“Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid)

ENSENADA, EN EL PUERTO.
Zenón de Somadevilla viviría la segunda parte de su destierro por dos años y medio en El Puerto de Santa María. El jueves 15 de diciembre de 1757 llegó a dicha Ciudad el marqués de la Ensenada, procedente de su destierro de Granada. Una enfermedad aconsejó en 27 de septiembre anterior, por medio del médico José de Nájera, «para curar el accidente de pecho que padecía» que se trasladara a una ciudad con aires más húmedos y menos fríos que los de Granada. El rey Fernando VI había resuelto el 26 de octubre que residiera en El Puerto «por la benignidad del clima». Así el 19 de noviembre salía de Granada, tardando casi tres semanas en llegar a nuestra Ciudad, el 15 de diciembre de 1757, acompañado de un religioso y un oficial. /En la imagen portada de
‘Don Cenon de Somodevilla, marqués de la Ensenada; ensayo biográfico formado con documentos en su mayor parte originales, inéditos y desconocidos (1878)’,  de Antonio Rodríguez Villa. Madrid.

En El Puerto el Comandante Juan de Villalba le puso en su casa, para su resguardo y el de sus bienes cuatro hombres con un cabo de escuadra «por hallarse situada su habitación en un extremo del pueblo y los muchos robos que allí se acometen». El Ministro de Estado Ricardo Wall le indica, días después que  «por no aprobarlo S.M. el Rey retire a su cuartel los cuatro hombres y el cabo que en casa de Ensenada había puesto de guardia, porque ni corresponde al estado actual del señor Marqués, ni se halla preso» y que deberá considerarse confinado en el recinto de la Ciudad, como lo estuvo en Granada, y que «no deberá en modo alguno pasar a Cádiz». /En la imagen, edición actual del volúmen de Antonio Rodríguez Villa sobre el Marqués de la Ensenada.

La envidia y encono de sus émulos llegó hasta el punto que se falseó su vida tranquila trocándola  como si fuera licenciosa. Tuvo que intervenir el Arzobispo de Granada para desmontar la infamia. A Ensenada le hubiera gustado haber continuado su destierro «donde vivir con más quietud y menos bulla», y es que le repugnaba ir a puertos de mar, por razones que no explicaba.

LIBERACIÓN.
El 13 de mayo de 1760, en la Gaceta de Madrid, se publicaba el decreto mediante el cual el nuevo rey, Carlos III, (a la izquierda de la imagen) levantaba el destierro que el de la Ensenada mantenía en El Puerto, si bien recibiría el traslado del mismo con anterioridad a la fecha de la publicación, pues el 6 de mayo ya estaba en Madrid.

Tras la liberación recibió los cargos de consejero de Estado y Hacienda y miembro de la Junta del Catastro. Seis años más tarde, en 1766, fue acusado de haber participado en el motín de Esquilache y nuevamente confinado, esta vez en Medina del Campo, donde murió en 1781.

CATASTRO
Desde 1749 se realizó, en los 15.000 lugares con que contaba la Corona de Casrtilla (entre los que no se cuentan los de las provincias vascas, por estar exentas de impuestos), una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada y recibe hoy el nombre de Catastro de Ensenada.

En la imagen de la izquierda portada del ejemplar de Juan José Iglesias Rodríguez, "PUERTO DE SANTA MARIA EN 1752, según las Respuestas Generales al Catastro del Marques de la Ensenada". (Madrid,1991). Ed. Tabapress/ Ayuntamiento. de El Puerto de Santa Maria. 157 págs. 15 x 23 cm. Indice: Puerto de Sta. Maria en el siglo XVIII. Respuestas Generales.

Mapa General de España y Portugal con la división provincial del momento (1782) por D. Tomás López. Biblioteca Nacional.

RESPUESTAS GENERALES.
El resultado a este Interrogatorio de 40 preguntas, al que respondieron las 22 provincias que a mediados del siglo XVIII conformaban la corona de Castilla, es lo que conocemos como “Respuestas Generales” realizadas entre 1750 y 1756, al tener que repetirse todas las relativas a Murcia, -excepto Caudete-. Se pretendía obtener información precisa sobre diversos aspectos de cada población: su extensión y límites, tipos y calidades de las tierras, clases de árboles y frutos, número de vecinos y sus bienes, riqueza, impuestos, rentas y un largo etcétera, que proporcionaría a la administración un profundo conocimiento del territorio, del que en esos momentos carecía.

En 1869 sus restos mortales fueron trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, y empezaron a editarse obras retrospectivas sobre su labor al frente de la política española. (Basado en textos de Antonio Rodríguez Villa).

En su honor se construyó el Petrolero de Flota "Marqués de la Ensenada" partió el pasado 20 enero de la Base Naval de Rota, para integrarse en la agrupación de la OTAN, SNMG-1, ante una de sus últimas navegaciones antes de pasar durante el segundo semestre del presente año a situación Delta y posterior baja de la Lista Oficial de Buques de la Armada.

3

Julio Bernardo Fuentes Bobo nació en Zamora el 2 de julio de 1930, --hace 81 años-- hijo de Bernardo Fuentes e Isabel Bobo, siendo el mayor de tres hermanos. Llegó a nuestra Ciudad destinado al Instituto Laboral --hoy de Santo Domingo-- en el Curso 1960-61, donde impartiría clases de inglés y donde, dos años mas tarde se casaría con Carmen Oñoro López, el 22 de diciembre de 1963, con quien tuvo tres hijos: Raúl, Raquel y Elsa y ya, dos nietas. Vive en Salamanca desde 1979.

1930
El año de su nacimiento, el rey Alfonso XIII visita las cuevas cantera de la Sierra de San Cristóbal. Se crea el Instituto Colombino de El Puerto. El Castillo de San Marcos es declarado Monumento Nacional. Rafael Alberti publica su libro de poesías 'Sermones y Moradas'. Ese año se casa con María Teresa León.  Se produce relevo de alcaldes, siendo elegido el 26 de febrero José Luis de la Cuesta Aldaz y el 18 de marzo, Eduardo Ruiz Golluri. El 6 de junio se desborda el río Guadalete por el temporal de lluvias, arrastrando millares de haces de trigo y cebada y muchos animales muertos. El restaurador Juan Botaro da a conocer ese año la autoría, por parte de Juan de Mesa, de la imagen del San Francisco Javier, custodiada en la iglesia de San Francisco. Se funda la Hermandad de la Misericordia y Ntra. Sra. de la Piedad. Nacen ese año, también,  José Luis Mediana Gutiérrez, 'Peligro', conocido dependiente de la tienda de la calle Cruces 'Casa del Curita' y Juan Carreto Aparicio, canónigo magistral que fue de la Colegial de Jerez.

Es larga y compleja la relación de centros docentes en los que estudió a lo largo de su vida. Las Escuelas de Náuticas de Cádiz y La Coruña, entre 1949 y 1958. Entre 1970 y 1986 en las Universidades de Barcelona  y Oviedo.

Visita que hicieron los hermanos fundadores de la Hermandad del Dolor y Sacrificio a la Base Naval de Rota en 1960. De izquierda a derecha y desde atrás hacia delante: Angel Ferrer Zamacola; desconocido; desconocido; Felipe Bononato Sáez; José Jacinto Cossi Mora; desconocido; desconocido; desconocido; desconocido; José Manuel Pico Tosar; Manuel Pico Ruiz Calderón; desconocido. Fila siguiente: Tomás Osborne Domecq; desconocido; Julio B. Fuentes Bobo; Vicente González Lechuga; desconocido; Francisco Acosta Higueras; Fernando Gago García; Guillermo Romero Rivas. En primer plano, Francisco Javier Osborne Domecq, como hermano Mayor de la Hermandad, haciendo entrega de de un obsequio a un militar americano.

DOCTOR EN FILOSOFÍA Y LETRAS.
Es Doctor en Filosofía y Letras y Piloto de la Marina Mercante. Ha ejercido la docencia del Inglés regularmente en institutos de enseñanza media de diversas poblaciones españolas, --en El Puerto estuvo entre 1960 y 1967, año en el que es destinado a (Sabadell), Barcelona, así como en organismos universitarios --Instituto Universitario de Ciencias de la Educación, y Escuela Universitaria de Estudios Empresariales-, alternando en su juventud dicha actividad con la navegación, siempre que surgía la ocasión y no existía incompatibilidad. Se jubiló en el I.E.S. "Lucía de Medrano" de Salamanca como catedrático de inglés, donde vive en la actualidad.

De izquierda a derecha, Juan Carlos Benjumeda, Isabel Fuentes, Julio Fuentes, Aguilar --era Jefe de la Comisión del Carbón en El Puerto) y de espaldas, Tomás Copano, Práctico del puerto, en junio de 1963, frente al porche del chalé de nuestro protagonista que le correspondía como profesor del Instittuo Laboral.

LLEGADA A EL PUERTO.
En El Puerto vivió, --entre 1960 y 1967-- primero en la calle Luna, en la pensión existente en la casa que hace esquina con la calle Nevería y, posteriormente, ya casado con Carmen Oñoro, en la entonces calle Rodríguez de Valcárcel --hoy Giner e los Ríos--, uno de aquellos chalés pareados que ocuparon durante años los profesores del Instituto Laboral. Rememora: «Aquella fue una época no solo importante, sino fundamental en mi existencia. Son tantas las personas de las que me gustaría saber… Comprenderéis mi ‘disgusto’ al saber que se había hecho en 1999 un homenaje al profesorado de mi Instituto, pero nadie me lo había comunicado».

Imagen del Instituto Laboral, hoy Santo Domingo, visto desde la planta superior.

INSTITUTO LABORAL.
En el Instituto Laboral, emprenderá una lucha constante para «asimilar unos programas y metodología del Inglés disparatados, procurando enseñar lo mejor posible a excelentes muchachos, muy  motivados». Imparte, además, clases además en el Colegio de las HH Carmelitas. Y, no menos importante, clases bisemanales en Radio Puerto, la emisora del Instituto Laborl, donde por ello coincidía con Pepe Morillo y Hortensia Renedo.

De izquierda a derecha, Angelines Ayuso, Fernando Gago y Juio Fuentes en una escena de 'La del Manojo de Rosas', representada a beneficio del Comedor de Ancianos de Acción Católica, con el que también colaboraba nuestro protagonista. Mayo de 1961

‘LA DEL MANOJO DE ROSAS’.
Pronto se integró en la vida cultural de El Puerto: «Con mi rápida incorporación a la zarzuela “La del manojo de rosas” devolví la tranquilidad a su director, el Maestro Francisco Dueñas, algo de lo que me siento orgulloso. El papel de Espasa era clave entre los “no cantantes”, y cierto actor había abandonado los ensayos y la obra cuando todo iba muy adelantado».

CRUZADOS.
Colaboró con la revista local ‘Cruzados’: «Entre mis colaboraciones destaca una en clave de humor, poco después de cuya publicación –coincidencia, o no-  el Ayuntamiento se encargó directamente del servicio de recogida de basuras. Se titulaba “Historieta con aroma», tema y título sugeridos por mi compañero de Instituto  y amigo Enrique Bartolomé Y mi colaboración con el periódico llegó más allá: me propusieron que me encargara de la publicidad a comisión, acepté y --para sorpresa de algunos, incluido yo mismo, pues aunque desciendo de una amplia familia de comerciantes nunca había tenido ninguna actividad comercial--, en vista de los resultados me ‘fichó’ una agenciapublicitaria portuense, “Survallas”.

Miembros de la directiva de Medusa para 1964, de la que formaba parte Julio Fuentes.

MEDUSA.
Siguiendo con el Teatro, recuerda que en una obra que se representó organizada por la Agrupación Cultural ‘Medusa’ que «Siendo yo director-actor de la lectura de ‘La visita que no tocó el timbre’, cuando tenía que entrar una voz grabada se retrasó más de lo conveniente (en el magnetófono estaba Rafael Esteban Poullet),  conseguí salvar la situación con mis ‘dotes’ de ventrílocuo  sin que el público se diera cuenta del cambio».

ESCRITOR Y TRADUCTOR.
Su afición a la escritura raras veces lo ha mantenido inactivo, como lo prueban las numerosas colaboraciones en diversas publicaciones nacionales y locales y la traducción de varios libros. Ha obtenido premios y distinciones en algunos certámenes.

Libros de autoría propia:
‘La novela del mar en Occidente’, Salamanca 1999, Plaza Universitaria Ediciones.
‘Memorias de un soñador’, Salamanca 2003 (patrocinado por) Caja Duero.
‘La lupa en el ojo ajeno’ (comedia con mensaje), representada -que no publicada- por el grupo "Audacia" en Salamanca y provincia en 2009.

Traducciones:
‘El fútbol’ y ‘Las carreras de automóviles’, Barcelona 1976, Ed. Plaza & Janés.
‘La Compañía’ de John Ehrlichman, Barcelona 1976, Ed. Argos Vergara.

OTRAS AFICIONES.
Aficionado a los idiomas, senderismo, la grafología, el teatro, la música clásica, lectura, ... participa en una tertulia en Salamanca que se viene reuniendo desde 1995, primero como Tertulia ‘Escudos IV’ y en la actualidad bajo el nombre de ‘Rona Dalba’ nombre del hotel que les da cobijo.

En la imagen, Julio B. Fuentes, a la izquierda durante la charla que ofreció en la veterana tertulia salmantina 'Rona Dalba', que versó sobre 'Las tribulaciones de un escritor novel'. A la derecha, Luis Gutiérrez, moderador de la tertulia.

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