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El 25 de noviembre de 1969, en el desaparecido Club Taurino del Parque Calderón, contemplamos una instantánea del fotógrafo Rafa. En la presidencia del acto, sentados, de izquierda a derecha: el Dr. Venancio González, del que solo vemos la mitad de la cara; Luis Prieto, regente del Club Taurino; Juan Melgarejo Osborne, alcalde; Enrique Barrilaro, empresario taurino y Cayetano Román, Ayudante Militar de Marina. Entre el público se puede ver a la izquierda de la fotografía a Juman el fotógrafo; Antonio Márquez, dedicado a la compra-venta y alquiler de viviendas, conocido como Corredor por aquel entonces; Juanito Martín Vélez, secretario particular de la Alcaldía; Francisco Bernal Peregil, mozo de espadas del torero porteño,  ‘Galloso’, conocido por 'Paco Ragel';  Manuel García de Quirós Domínguez, el guardia Quirós y gran aficionado taurino. En el centro de la fotografía,  a la derecha de Juan Martín Vélez, Salvador Ortega,  policía de la secreta conocido por ‘El Patilla’, fue uno de los policías que en 1971 acompañaron al Arropiero en sus viajes por toda España para reconstruir los asesinatos… A la derecha de la fotografía, José Barrero, padre de Juan Barrero el carnicero; Muñoz el peluquero de la calle Cielo próxima a Ganado; Hugo Rodríguez Cortés, el fundador de la Peña ‘El Troncho’; Jiménez Lerdo de Tejada, conocido hermano de la Veracruz, propietario de Repuestos Dyja, que estuvo donde hoy se encuentra el Mesón del Asador en la calle Misericordia; Francisco Rodríguez Gordillo, ‘el Largo’ estibador de pescados en la Lonja del muelle pesquero y cuñado de Francisco García Gil, nieto del ‘Sabonés’; Juan José Lara Barea, hijo del pintor de la luz, fallecido prematuramente y Antonio Sánchez Cortés, sibarita y muy conocido por todos los porteños, hermano de Manolo, el de UGT, entre otros...

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"Existen en Gente del Puerto, nótulas relacionadas con los personajes que aparecen en la fotografía: Quirós el Guardia, Salvador Ortega, el policía de la secreta, tambien conocido con el ‘patilla’ por su vinculación con 'el Arropiero', el vagamundo dela muerte; Hugo Rodríguez Cortés, con la Peña ‘El Troncho’; Antonio Sánchez Cortes, con su hermano Manuel, de la UGT, y también sobre el Club Taurino. Al fondo hay un cartel dedicado a la Festividad de la Patrona de la ciudad, la Virgen de los Milagros, y apreciando que se celebraba una velada en el Paseo de la Victoria. Sin embargo, lo más llamativo, la Cucaña Marítima, por lo que deducimos que ese cartel es de 1948 y que se celebró en el Guadalete a la altura del Bar ‘El Chino’. La Cucaña Marítima volvería de nuevo a celebrase durante los años  1984 y 1985 en el río Guadalete frente al desaparecido Bar Restaurante Guadalete, donde hoy se encuentra el Pub Berebere. En estos dos eventos, con una margen derecha a rebosar, formaron parte del jurado  Basilio Rogado, y Juan Manuel Pedreño Cueto, periodistas de la SER en Madrid y Cádiz respectivamente y Lourdes Zuriaga de TVE..." Antonio Carbonell López.

luisprieto_puertosantamaria"Luis Prieto era  una persona entrañable. Buenísima persona y "restaurador". Tuvo el Restaurante de la rotonda de La Puntilla, Antigua de Cabo y Casa Luis, en El Puerto; "El Pájaro" en Chiclana, y el "Rincon Taurino" en la plaza del Pan, en Sevilla. Reunió una magnífica colección de carteles taurinos de El Puerto y una infinidad de objetos relativos a los toros.: trajes de luces, cabezas de toros famosos, etc. A su iniciativa, a la de Manolo Almagro y a la de Fernando Pasaje, concesionario del Kiosko de cristales de el Parque, se debe la creación del Club Taurino Portuense. ¿Dónde estarán hoy todas las cosas de Luis Prieto? Urge, antes de que sea tarde, la creación de un museo taurino, en los bodegones de la Plaza de toros. Hoy se inaugura uno en las Bodega El Cortijo un museo dedicado al diestro José Luis Galloso, pero el Ayuntamiento debe ir adquriendo colecciones antiguas de carteles y otros recuerdos taurinos de El Puerto, antes de que se dispersen y y se pierdan". Luis Suárez Ávila.

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La fotografía está tomada a principios de los años 50 del siglo XX, pasando bañistas desde la playa de “La Puntilla” hasta la playa de “Valdelagrana”. El bote se llamaba "El Quinto" y era propiedad de José Manuel Sánchez Carlé, de apodo "Manduco" (padre de los Hnos. Sanchez La O). Este bote fue de la Marina de Guerra y se usaba para que los quintos aprendieran a remar, de ahí el nombre del mismo. (Foto: Vicente González Bruzón, perteneciente a la Colección de V.G.L.)

Las barcas del Canal servían para trasladar a los veraneantes de una playa a otra. Por el módico precio de 0,50 cts. nos trasladaban a Valdelagrana después de la merienda, para ver las Carreras de Caballos, o bien se organizaba una excursión para ir a mariscar al río San Pedro.  A mediados de los años 50 del siglo pasado, la playa de Valdelagrana estaba virgen,  solo habia una ventita --"El Cepo"-- donde Juan Moreno preparaba la caza como nadie.

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A comienzo del siglo XX, la familia Neto era la propietaria de los Baños; tenían unas casetas muy grandes para cambiarse de ropa y los baños en alto que se pueden ver en la fotografía superior a este párrafo. Después del baño, siempre custodiados por los bañeros, los de Antonio Neto, estaban los Jodar, Andrés y Juan quienes, además, eran mariscadores. Los bañistas sustituían la ropa de baño por el albornoz y los bañeros recogían los bañadores y las toallas de los cuartos y las tendían para secarlas; una vez secas, se guardaban en una talegas con las iniciales de cada familia para que, al día siguiente, se pudiera usar de nuevo. Esa era la misión del bañero, ademas de vigilar a los bañistas desde la orilla.

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Barqueros en La Puntilla, al fondo, Valdelagrana. No están las escolleras o espigones.

Los barqueros retirados de la orilla vigilaban para que nadie se fuera lejos de ésta. La familia Neto: Leonardo Neto y Magdalena Oviedo, repartieron sus casetas entre sus hijos que eran todos carpinteros de ribera: Paco, Antonio Manolo y Leonarda Neto Oviedo. Luego estaban los primos del Bar Playa: "el Nono" y sus sobrinas “Yoya”, Lucía y “Titi”. Y otros primos, los Serrano, del «Bar lo Mellizos».

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Existían, también, unos baños en «El Corribolo» que se llamaban de «San José», propiedad de la familia Lora; estos baños desaparecieron y las casetas fueron vendidas a  los bañeros antiguos. Su hechura era peculiar: tenían dos cuerpos; uno con el techo recto delante y otro, a continuación,  a dos aguas.

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El Vapor de El Puerto (Adriano III) pasando por el Canal, las lbarcas en la orilla y las casetas junto al río, cuando no existían epigones en el Guadalete. (Foto Colección Centro Municipal Patrimonio Histórico).

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Una vista actual de la desembocadura del río, con espigón y zona portuaria.

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bono_playa_2_puertosantamariaOtro bañero antiguo fue Paco Bononato. Tenía las primeras casetas junto al Canal, que todos los años se le inundaban con las mareas de Santiago. Además había casetas con ruedas para bajarla a la orilla ya que las señoras iban vestidas hasta los tobillos para el baño y tenian delante una pequeña terraza. Los días de toros, después del almuerzo y antes de la corrida, se paseaban por la orilla». C.F.G.S.

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Los lectores se animan y nosotros los animamos a que nos envíen sus fotografías,  y a identificar a los integrantes de las fotos de los que no tenemos información. Entre todos los porteños podemos escribir nuestra memoria, la de la historia reciente, la de la historia pasada: la Historia de El Puerto. (Foto Colección Francisco Gómez Benítez).
En la fotografía, en la azotea del Colegio de «La Pescadería, durante el Curso 1959/60. En el centro la señorita Carmen López, maestra de los párvulos.  Solo reconocemos a unos cuantos alumnos -hoy cincuentañeros, hoy cincuentones- por lo que pedimos la colaboración de los lectores para completar los nombres del grupo.
Arriba: El primero, propietario del Bar Cama, seguido de Francisco Gómez  y Poquet, la señorita Carmen, Mesa, Arturo Garrido y desconocido. Segunda fila:  Desconocido, Emilio Flor, Antonio Bellvis, Espinosa Barcia y Luis Garrido, el resto desconocidos. Tercera fila: José López Tey, las hijas de D. Miguel Zea [*], Felix Tejada Romero y desconocido. Sentados en el suelo: Juan Gómez y Javier Zacagnini, José María Camacho Palacino y José Antonio Paullada Porras.

[*]«Ese Colegio, conocido por el de “la Pescadería”, por estar en esa Plaza, era dirigido por un profesor, bajito, con bigote, prematuramente calvo, que acababa de llegar de la Argentina y que se había salido de los jesuitas. Era natural de Granada y tenía familia en Jerez. Bajo el mandato de Don Miguel Zea Quiroga el Colegio de San Estanislao conoció sus mejores momentos. Era un gran latinista y un excelente profesor de griego. Y a Don Miguel, que mantenía una férrea disciplina, a base de tirones de las patillas y capones, copias de cien y hasta mil veces de una frase y cosas por el estilo, debo mi formación y conocimiento del latín y del griego.» Luís Suárez Ávila.

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La fachada lateral del Colegio, por la Bajada del Castillo, junto al edificio que albergó hasta hace escasas fechas los Jugados. En la actualidad, derrumbado el Colegio -que también albergó a la Agrupación Cultural Medusa, oficinas, viviendas y el Restaurante “La Abuela María”, ocupan el espacio que tantos y tantos porteños guardan con buen sabor, entre sus recuerdos infantiles. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

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En la foto, tomada desde la otra banda, se puede observar, a la derecha del Castillo de San Marcos, el Colegio de San José y San Estanislao, vulgo La Pescadería, nacido bajo los auspicios  la Asociación Católica de Padres de Familia  dirigido por la Compañía de Jesús, situado en Pescadería, 35, con una nótula anterior en Gente del Puerto, con la historia del Centro. (Foto Colección Vicente González Lechuga).

In the photo, taken from the other side, you can see, to the right of the San Marcos Castle, the San José and San Estanislao School, known as La Pescadería (The Fishmonger’s), born under the auspices of the Asociación Católica de Padres de Familia (Catholic Association of Parents) run by the Compañía de Jesús (Company of Jesus), located at no. 35, the old Fishmonger’s, with a previous entry in Gente del Puerto, telling the history of the Centre. (Photo from Vicente González Lechuga’s collection).

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Estamos en el Curso 1950-51 de Ingreso a Bachiller; las profesoras a izquierda y derecha de la fotografía son las señoritas Milagros Gilabert y Paca Aquino Arnosa (+). (Laboratorio Fotográfico  E. Utrilla. Valencia. Colección F.G.G.)

This is the 1950-51  Academic Year, first year of Baccalaureate students; the teachers on the left and right of the photograph are Miss Milagros Gilabert and Miss Paca Aquino Arnosa (+). (Photographic Laboratory E. Utrilla. Valencia. F.G.G. Collection.)

En la fila superior, de izquierda a derecha: Juan Niño Garrido, Luis Bustos (+), José Zamorano Franco, Antonio Ramírez Ariza, Francisco Llorca, Mauricio Ferrugías Carvajal, Paco Espinar Galán, Luis Jiménez  González-Nandín, Rafael Felices Morro (+) y José María Martínez Govantes.

En la fila de enmedio, de izquierda a derecha: Miguel Cacchetta de la Ruibiera, José Pineda Martí, José María Gutiérrez Colosía, Aguilar, Manuel de la Torre, Pedro Ruíz Chinea, Rafael Gómez Giménez (+), Francisco Javier Jiménez, Alejandro Zamacola Monís (+) Antonio Florido, Antonio Manuel Arredondo del Río y Fernando Gago García.

En la fila de abajo, de izquierda a derecha: Laureano Quesada, Vicente Peris Tey, Marcelo Florido, Paco López-Cepero Pérez (+), Eduardo Cuvillo Jiménez, José Luis Moresco Suárez, Miguel Rascón Roselló, José Antonio Romero Haupold, Juan José Sánchez Sánchez, Manuel Carrasco Ariza y Manuel Morro Jarque.

Sentados en el suelo, de izquierda a derecha: Antonio Lara, Fernandito Arjona González, Manolito Sánchez, Eduardo Benjumeda Osborne, Guillermo Benvenuty Díaz (+), Manuel Jesús Merchante Gutiérrez, Maximino Sordo  Alonso (+) y Jesús Casado González.

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"La primera noticia de que el Exmo. Ayuntamiento de El Puerto contase con clarineros oficiales es de  1730, poco después de su incorporación a la Corona. Fueron concebidos en primera instancia para acompañar a la Corporación Municipal 'bajo mazas'. Con el tiempo, se fueron perdiendo las costumbres litúrgicas y aunque aun hoy siguen acompañando a la Corporación Municipal en determinados actos, son mas conocidos como los clarineros de la Real Plaza de toros de El Puerto que como los clarines del Exmo. Ayuntamiento. Cuentan, de hecho, con un Decreto municipal que los nombra como clarineros oficiales del Exmo. Ayuntamiento. Con una interrupción: entre 1735 y 1762, periodo en el que los clarineros estuvieron cesados vinieron clarines de Cádiz. Uno de sus toques mas legendarios es el señero e imponente toque de 'Despeje de Plaza', toque que da comienzo a una tarde de Toros en El Puerto. (En la fotografía, Abraham Padilla y Juan Antonio Tur, haciendo el toque de los clarineros).

The first mention of the fact that El Puerto Town Council had official buglers is in 1730, not long after it joined the Crown. They were first conceived to accompany the Municipal Corporation with pomp and circumstance. Over time, the liturgical customs disappeared and although today they still accompany the Municipal Corporation in certain ceremonies, they are better known as the Real Plaza de Toros de El Puerto (Royal Bullring of El Puerto) Buglers rather than the Town Council Buglers. In fact, they hold a municipal Decree which names them as official buglers of the Town Council. There was a period when they weren’t in action: between 1735 and 1762 the buglers of Cádiz replaced them. One of their most legendary calls is the unique and impressive call ‘Despeje de Plaza’ (‘Clearance of the Bullring’), which marks the beginning of an afternoon of bullfighting in El Puerto. (In the photograph, Abraham Padilla and Juan Antonio Tur, playing the bugle call.)

clarinero_jesusrosomorro_puertosantamariaEL UNIFORME.

El actual uniforme que visten los clarineros están diseñados por  Luis Suárez Ávila, inspirado en los uniformes de Capitán General de la Armada del siglo XIX. El traje que precede a éste, estuvo basado en el uniforme de los diplomáticos españoles del siglo XIX. Y anteriores a éstos, casi con toda seguridad, fueron casacas de época del siglo XVIII. El uniforme vigente esta compuesto por librea y pantalón negro, con vueltas en rojo para la primera, festoneados con galones y ribetes dorados, zapatos de charol y camisa blanca con cuello de tirilla, complementándose con un bicornio (sombrero) de época y un paño rojo con flecos dorados en el que aparece bordado el escudo del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María. Para actos oficiales, usan guantes blancos. Esta uniformidad queda realzada gracias a la peculiar colocación de los clarineros en la presidencia de la Plaza Real y sobre escalerillas. (En la fotografía, Jesús Rosso Morro, cuando estaba en activo como clarinero, en el Palco Presidencial de la Plaza de Toros).

toquedeclarines_partitura_puertosantamariaLA PARTITURA

En el Archivo Municipal de El Puerto se conserva una copia de la partitura de la música de los clarines (en la ilustración que aparece a la izquierda), realizada por Francisco Nieto Vila, ordenanza de la alcaldía, nombrado en 1926. Era violinista. Pocos datos más se conocen de este polifacético señor. De la partitura que precede a esta copia no se tiene referencia alguna." Abraham Padilla Consuegra. 'Los Clarines de El Puerto'. Extracto de su trabajo de investigación. El autor es alumno del Conservatorio Profesional de Música.  Grado Medio. Jerez de la Frontera.

Próximamente., Abraham Padilla impartirá en El Puerto, organizada por el Excmo. Ayuntamiento, una conferencia sobre 'Los Clarines de El Puerto',  profusamente ilustrada con fotografías y dibujos, así como con la música de los clarines de nuestra Ciudad.

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De izquierda a derecha, el clarinero Jesús Otero, el entonces presidente de la Plaza y en la actualidad Delegado Municipal de la misma, Fernando Gago, Manuel Díaz 'el Cordobés' y el clarinero Jesús Rosso Morro (ambos ya no están en activo). Podemos observar el clarín que porta Otero y sendos sombreros bicornios en manos de los clarineros.

«¡Clarines del Puerto... ¡La sal de mi tierra!
¡Vaya simpatía
de Plaza bonita!... ¡Un ascua de oro!
Y como un sonoro
resumen cimero que todo lo entraña,
emoción, tragedia, arte y alegría,
¡suenan los clarines mejores de España!»

Augusto Haupold Gay. “Toros en El Puerto”.
Publicado en “Cruzados”. 30 agosto 1947
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ABRAHAM PADILLA. Músico, clarinero, investigador...
Abraham Padilla Consuegra es un porteño de los nacidos en Cádiz -cuando no teníamos clínica- el tres de febrero de 1982, pero su familia era vecina de toda la vida de Ribera del Río, 36. Hijo de José Luis y María Luisa estudió de pequeño en las Carmelitas y en SAFA la Formación Profesional. De pequeño estudiaba poco pero luego, afirma, se enmendó, y prueba de ellos es que compatibiliza sus actuales estudios de música con un trabajo poco cualificado -distribuidor de productos alimenticios-, que le sirve para pagarse esos estudios. Un ejemplo de superación y constancia.

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Abraham, en el Conservatorio Elemental de Música de Sanlúcar de Barrameda “Joaquín Turina”

De pequeñito le empezó a gustar la música a través de las bandas que actuaban en Semana Santa. Especialmente la del “Maestro Dueñas” y acabó consiguiendo lo que se propuso, primero como alumno, en abril de 1996, con 10 años y luego ya como músico en activo, tocando la trompeta. Empezó el día de la patrona de la Música -Santa Cecilia- de 1998 continuando durante 10 años hasta el mismo día del pasado 2008. Durante ese tiempo han dirigido esa banda José Manuel Fernández Pérez -muy importante en su vida musical-, Cándido Núñez, Fernando Franco, de nuevo José Manuel Fernández Pérez y el actual director, Javier Álvaro.

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Las trompetas de la Banda de Música 'Maestro Dueñas', Dani, José, Abraham, ...

clarin_puertosantamariaFORMACIÓN MUSICAL.
Como hemos dicho, el primer director con el que toma contacto en la Banda de Música “Maestro Dueñas”, Fernández Pérez, ha sido muy importante en su trayectoria musical. Le animó a que, en 1998, con 12 años empezase sus estudios musicales en el Conservatorio Elemental de Música de Sanlúcar de Barrameda “Joaquín Turina”, donde Fernández era su director. Luego continuaría sus estudios en Jerez, donde en la actualidad es alumno de Grado Medio en el Conservatorio Profesional de Música “Joaquín Villatoro”.

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Abraham y Benjamín en el Conservatorio Profesional de Música “Joaquín Villatoro”.

Como trompetista ha recibido cursos de importantes músicos como Jesús Rodríguez Azorín, catedrático de Trompeta del Conservatorio Superior de Música "Rafael Orozco" de Málaga, vocal y miembro fundador de la Asociación de Profesores de Trompeta de Andalucía. De Fernando Rey, solista de la Orquesta de Córdoba.  Maurice André, trompetista francés; su figura constituye todo un mito viviente, ya que una gran parte del público musical, especialmente profesionales de la trompeta, lo consideran el mejor trompetista de los últimos tiempos. Y de José María Ortíz, solista de la Orquesta Nacional de España, entre otros.

abrahampadilla_clarinero2_puertosantamariaHa colaborado en tres óperas en el Teatro Villamarta, de Jerez. «La Boheme», de Puccini; «El Diluvo de Noé», de Briteen y, recientemente, “Tourandó” también de Puccini, bajo la dirección de Enrique Patrón, de la Orquesta de Málaga y la jerezana “Germán Álvarez Beigbeder”. Fue clarinero (en la foto) durante tres temporadas: entre 2005 y 2007, estrenándose como tal en el Festival Taurino a beneficio de Apadeni en el año 2005,  tocando a tres clarines, junto con Jesús Rosso Morro y Juan Antonio Tur. Luego ya continuaría con Tur durante esas tres temporadas.

LOS CLARINEROS, HACE 50 AÑOS.
Domingo Roa, crítico taurino del bisemanario porteño “Cruzados” y corresponsal de varios periódicos taurinos, publicó en dicho medio el 4 de marzo de 1959 una entrevista a los clarineros de El Puerto: Manuel Arce Beuzón y José Viñas Gutiérrrez, Joselete, quienes en aquellas fechas llevaban nueve y siete años respectivamente al toque de clarines. Publicamos un extracto.

clarinero1959_puertosantamaria«--Es difícil tocar el clarín?». «--Si señor y mucho --replica rápidamente Joselete--, a mi me enseñó Arce a tocar y el clarín no es igual que la trompeta». «--Yo le enseñé a tocar --agrega Arce--, pero diga usted que aprendió en seis meses, y ya mi compadre es tan bueno como yo (queda dicho). Además --continúa Arce--, es un trabajo de pulmones, pues es un instrumento tan grande y tan potente sin ninguna llave, rodar sus notas hay que sacárselas del pecho». «--¿Que toque es el más difícil en los toros?». «--El despeje de plaza --responden a dúo--. Es el más difícil,  ¿sabe usted --prosigue Joselete--, porque es el más largo, porque tiene muchas notas difíciles, unas altas y otras bajas, y que además, como es el primero..., pues estamos nerviosos --nos dice finalmente Arce--». «--¿Veis bien los toros desde allí arriba en vuestra escalerilla?». «--Los clarineros --nos dice Arce--, casino podemos ver los toros, somos esclavos de nuestra obligación, tenemos que etar pendientes siempre del pañuelo de la presidencia». (En la fotografía, Manuel Arce Beuzón, al toque de clarines).

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Don Ramón, con Pepe Serrato, Coordinador de Cáritas Parroquiales de El Puerto, en uno de los paraderos donde hacía apostolado, también, con una copa de vino en la mano: el Bar La Ponderosa. Ramón, with Pepe Serrato, Coordinator of Cáritas Parroquiales (a charity) in El Puerto, in one of the places where he used to preach, also with a glass of wine in his hand:  La Ponderosa Bar.

En 1980,  Antonio fue sustituido en la Prioral, porque no se encontraba bien y pidió ser coadjutor de Ramón en la parroquia de Ntra. Sra. Del Carmen y San Marcos. Inmediatamente, creó el Catecumenado Permanente de Adultos y organizó la Cáritas parroquial con Ramón y Pepe Serrato. El nuevo destino no respondía, precisamente, al deseo que desde siempre habían tenido los dos hermanos de trabajar juntos. La causa fue la enfermedad que se le declaró siendo párroco de Fátima en Jerez. Esa enfermedad le limitaba, pero su fortaleza de espíritu le mantuvo en una actividad constante casi hasta el final. Nadie podía sospechar que tenía una enfermedad grave.

In 1980, Antonio was substituted in the Prioral Church because he wasn’t well and requested to be Ramón’s coadjutor in the Ntra. Sra. Del Carmen y San Marcos Parish Church (Our Lady of Carmen and Saint Mark). He immediately created the Continual Adult Catechism Class and organised the Cáritas charity base at the church with Ramón and Pepe Serrato. The new place didn’t exactly answer the two brothers’ wish of working together. The cause was the illness that he was diagnosed with when he was parish priest at the Fátima Church in Jerez. This illness restricted him, but his strength of spirit kept him in constant activity until almost the end of his days. Nobody suspected that he had a serious illness.

agm_puertosantamariaMUERTE DE ANTONIO.
Un día de San Antonio, ya no pudo más y Antonio se fue a Sevilla para que le hicieran un cateterismo. Ramón fue informado inmediatamente que Antonio estaba muy mal. Le quitaron los drenajes y tubos y lo trajeron en una ambulancia a El Puerto. Ramón lo tenía todo preparado para recibir al difunto y exponerlo en la capilla ardiente. La sorpresa fue mayúscula cuando llegó en la ambulancia y comprobaron que Antonio estaba vivo y saludaba a todos con plena conciencia. Toda la feligresía lo esperaba. El 9 de septiembre de 1986 murió a los 54 años de edad.

LAS RESPONSABILIDADES DE DON RAMÓN.
A partir de entonces, a don Ramón le llovieron los cargos y cargas. La primera fue la de miembro del Consejo del Presbiterio de Jerez el 17 de octubre de 1983. Era una tarea de la que ya tenía experiencia por su participación en el Consejo del Presbiterio de Sevilla en 1967. Al día siguiente, 18 de este mismo mes y año, fue nombrado profesor de Religión y Moral Católica de Bachillerato en el instituto Muñoz Seca del Puerto.

donramon1967_puertosantamariaLa parroquia se pudo inaugurar el 29 de agosto de 1970. Inmediatamente las actividades sociales y pastorales se multiplicaron: organizó los cursos del PPO, el Centro social parroquial, AFANAS,  el Círculo de Estudios, el Club de Fútbol San Marcos, las Cooperativas de viviendas, la Guardería social para 125 niños en el patio de la parroquia, la Banda de cornetas y tambores, el Grupo de Majorettes, la Hermandad de la Borriquita y un largo etcétera que sería prolijo enumerar. (En la fotografía, en la celebración de la Virgen del Carmen de 1967, a la izquierda Francisco Martín García; en el centro, pescador almeriense, 'el Rubio' y don Ramón. Ambos eran tripulantes del pesquero 'Magdalena Isabel' del armador Francisco Pineda Rosello, padre de María del Carmen Pineda Martí, Camarista mayor de la Virgen del Carmen durante la década de los años  60 y 70 y  Miguel Pineda Marti, armador del Pascual Baldo con nótula propia en gente del Puerto.).

Para colmo, el 5 de diciembre de 1983, fue designado arcipreste del Puerto de Santa María. El cargo de Arcipreste era elegido democráticamente por los sacerdotes de la ciudad y aprobado por el obispo. El 8 de marzo de 1988, fue nombrado delegado diocesano del Clero. Era, sin duda, el nombramiento de máxima responsabilidad que se le encomendaba. La diócesis de Jerez tenía por aquel entonces unos cien sacerdotes, de los cuales casi la mitad eran mayores de 65 años. Eso exigía una presencia especial en la vida de los sacerdotes y una vinculación constante con el obispo.
Dos años más tarde, el 11 de diciembre de 1991, Ramón fue nombrado Vicario Episcopal de Pastoral. Su parroquia del Carmen había logrado reunir los más diferentes movimientos, grupos y comunidades, en una convivencia más que aceptable y en unos tiempos difíciles tanto políticos como eclesiales. El obispo Rafael lo escogió para realizar una pastoral, a nivel diocesano.

gonzalezmontano_obispo_puertosantamariaLOS RECONOCIMIENTOS.
Si los cargos honoríficos sirven para algo, también Ramón tuvo la oportunidad de comprobarlo. No suelen añadir nada, sino reconocer los servicios prestados durante la vida. Siguiendo el orden cronológico, el primero fue el de Canónigo Honorario de la Catedral de Jerez de la Frontera. Este se le concedió el 5 de agosto de 2001.
En un comunicado que el Sr.Obispo dio a conocer, al concluir la celebración de la Misa Crismal en la catedral, el 10 de abril de 2001, decía lo siguiente: "JUAN PABLO II PONTÍFICE MÁXIMO" A SU AMADO HIJO: SALUD Y BENDICIÓN APOSTÓLICA. RAMÓN GONZÁLEZ MONTAÑO TE ELEGIMOS, HACEMOS Y DECLARAMOS NUESTRO PRELADO DE HONOR. Y POR ELLO TE CONCEDEMOS LOS PRIVILEGIOS, HONORES Y PRERROGATIVAS QUE POR LA INSTRUCCIÓN "UT SIVE" DE LA SECRETARÍA DE ESTADO PAPAL VAN ANEJAS CON ESTA DIGNIDAD."
Dado en Roma el 22 de marzo del año 2001. Hay un sello. Ángel, Cardenal Sodano.
El título venía a reconocer, desde las más altas esferas de la Iglesia, una labor que ya los portuenses hacía tiempo que habían reconocido, nombrándole "Hijo Adoptivo de la Ciudad", en un emotivo Pleno de 1998. Parece que el Señor estaba esperando que Ramón recibiera los justos homenajes a toda una vida de entrega a los demás, no sólo como sacerdote, sino como hermano de todos aquellos que se cruzaron en su camino..

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Visitando al Papa Juan Pablo II, quien le concediera el título de monseñor. A la derecha de  la fotografia, Antonio López Fernández, actual párroco de los 4 Evangelistas de Jerez.

LA MUERTE DE RAMÓN.
El 17 de diciembre de 2001, nueve meses después de haber recibido el título de Prelado Doméstico de Su Santidad, tras la celebración de la misa de la tarde, se sintió enfermo. Cuando bajó del presbiterio y entró en la sacristía, le atacó la insuficiencia respiratoria que le asaltaba con cierta frecuencia. Lo quisierono llevar al ambulatorio, pero se echó sobre el hombro de su hermana Rosario con total incapacidad. Lo pusieron en el suelo y ya no se levantó más. Eran las nueve de la noche. El desconcierto de los presentes fue total, pero Ramón se había marchado a la Casa del Padre tal como él había deseado, de puntillas, con 67 años.

gonzalezmontano_bardani_puertosantamaria El eco de su muerte se extendió por toda la ciudad como un reguero de pólvora. La Cofradía de pescadores y el sector pesquero quedó impactado por la noticia y acudieron a la parroquia para darle el último adios. El Consistorio decretó una jornada de luto por la pérdida de uno de sus hijos adoptivos más queridos. Las banderas del Consistorio y las de la Cofradía de Pescadores ondearon a media asta en señal de duelo. Los feligreses de la parroquia se volcaron con su párroco en el funeral y misa de "corpore insepulto". El obispo de la diócesis, don Juan del Río, el obispo emérito, don Rafael Bellido, y el presbiterio diocesano en pleno, así como muchos sacerdotes de Sevilla y otros puntos de España, vinieron a concelebrar la misa por su alma y rendirle el último homenaje.
Cuando la ciudad de Estepa conoció la noticia del fallecimiento de don Ramón, el Consistorio se apresuro a manifestar su condolencia y a concederle el homenaje póstumo de la "Medalla de Oro" de la ciudad. El acto se celebraría dos meses más tarde (el 22 de marzo de 2002) en la Casa de la Cultura "Miguel de Cervantes" del municipio estepeño. Juan Leiva. Autor del Libro: “Tres historias íntimas: Don Ramón, El Carmen y El Puerto”. Año 2003. (En la fotografia, D. Ramon flanqueado a la izquierda por Alfonso Muñoz y a la derecha, por Pedro Jimenez, padre de Constanza Jimenez Solis, con notula (113) propia en Gente del Puerto en un lugar que frecuentaba: el Bar Dani, frente a la Parroquia y junto a la Comisaria de Policia).

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En la Parroquia del Carmen en 1970. De izquierda a derecha, Manuel Buhigas Cala Antonio Ojeda, Domingo Renedo, José Adame, José Terrada, don Ramón y Rafael Tejada. (Foto Colección Hortensia Renedo Varela).

LA PASTORAL DE LOS HERMANOS GONZÁLEZ MONTAÑO.
Es obligado un recuerdo a los hombres de Acción Católica, Domingo Renedo,  José Luis Álvarez Sevilla 'Gavina', Manuel Buhigas Cala, Antonio Herrero Tello, Antonio Naranjo, Gerardo, Antonio Ojeda, José Adame Vázquez, Higinio Mercado, Antonio Chorro Peña, Faustino Navas, José Alonso Martin, Juan Mendoza y José Blandino, pero un autentico defensor de las causas sociales; José Terrada, Montero... Pescadores, arrumbadores, metalúrgicos, vidrieros. La gran amistad que les unía a Esteban Caamaño, Isidoro Gálvez, Elías. La juventud, los Jiménez Lavi, Humberto Jiménez, Paco Sánchez Matabuena, Cordero, Morro, Elías, Arniz, Conchita García Pinilla, Pilar Renedo, Bernardo Muñoz-Leiva, Juan Reina, Dueñas, Nimo, Gaspar, Puchi, Pepi Feria, Asumpti Poullet. Los Lobatos y los Boys Scouts, los campamentos de verano en Grazalema y Benamahoma. Las viviendas de los desfavorecidos, la de los pescadores, la de San Marcos, Afanas, los taxistas y Manolo Rebollo, las confrontaciones con los sacerdotes locales porque no entendía que el sacerdocio no fuera otra cosa que la Misa, los bautizos, las bodas y el 'cepillo'.

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En la fotografía de Rafa, de izquierda a derecha, en el Centro de Educación Especial 'Mercedes Carbó', Antonio Carbonell, José Luis Osborne Vázquez, don Ramón, Cipriano Pérez Barroso y Manuel Sánchez-Romate. 21 de diciembre de 1970(Foto Colección A.C.L.)

José Luis Osborne Vázquez ayudó económicamente en la construcción de la Parroquia y al Centro de Afanas 'Mercedes Carbó', junto con Manuel Delgado Almisas  y Juan Roselló Castell. Y José Antonio Español Caparrós, el ingeniero de Obras del Puerto, el de los espigones, el que dragaba el río,  son quiénes, junto a José Luis Álvarez Sevilla 'Gavina', redero y socialista en los tiempos de Franco, ayudaron a don Ramón a cumplir con la pastoral que se había propuesto.

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Presidiendo un acto en la Parroquia provisional, en los bajos del actual ayuntamiento, José Álvarez Sevilla 'Gavina', a su derecha Domingo Renedo, Antonio Ojeda y José Buhigas. A la izquierda, don Ramón. Año 1970.

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En 1969, conversando con Ángeles Domecq, ante la célebre 'Mamá del Millón' Mercedes Carbó, a la izquierda José Luis Osborne habla con Manuel Delgado Almisas, bienhechores de AFANAS.

Isa Lora, por cierto, hizo una magistral entrevista en Antena Bahía que llegó hasta el tuétano. Se documentó y su trabajó: fue un lujo. En breve espacio de tiempo nos mostró a Ramón, su familia, su entorno, su vida entre nosotros... Y Ramón habló de todo y de cada uno de sus amigos, de aquellos años de su Parroquia, la de los Baños Termales, la de la OJE, la de la Sierva de los Pobres, la del Polvorista y la actual, frente a Comisaría.

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Siempre con los pescadores, Don Ramón en un acto en el Día de los Hombres del Mar, en 1982. De izquierda a derecha, Encarnación Ruiz Chinea, esposa del homenajeado, don Ramón, el homenajeado Vicente Femenía Grimalt, Antonio Carbonell López, a la sazón Secretario de la Cofradía de Pescadores, y Manuel León Pérez, relaciones públicas y Vicepatrón Mayor Primero de la Cofradía de Pescadores de entonces.

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En el centro, Jose Luis Alvarez Sevilla, 'Gavina', redero y Presidente del Grupo de Viviendas "Estrella del Mar", llego a ser presidente de Acción Catolica. A su derecha, José Gonzalez Montaño, Gerente del Grupo de Viviendas. De izquierda a derecha, su Junta Directiva: Antonio García Bonmatti, redero de tierra; Emilio Martinez Puyana, práctico de pesca; José García Malvido, Patrón de Pesca; Lope Rodríguez Lopez, pescador; Antonio Cots Olmo, motorista y Juan Jose Gallardo Ares, redero de tierra. El acto en la plaza que lleva su nombre, la de Ramon Gonzalez Montaño. La práctica totalidad de los integrantes de esta Junta Directiva lo era también de la Hermandad del Carmen, siendo Jose Luis Alvarez Sevilla, 'Gavina', presidente desde 1965 hasta 1978

elcuraramon_puertosantamariaUN HOMBRE BUENO
"Se cumplen en estos días 25 años del conflicto marinero en El Puerto de Santa María. El tiempo transcurrido y las actuaciones lamentables de quienes estaban en aquellos días al mando de los agentes del Orden Público me hubieran evitado recordar el suceso, pero la figura del padre Ramón González Montaño, párroco del Carmen, fallecido el pasado día 17 de diciembre, bien merece este final de singladura de la Meridiana de 2001.
A principios de 1977, en plena transición española, 700 pescadores, portuenses y de otras localidades gaditanas, especialmente de Sanlúcar y Barbate, se concentraron en los locales de la Cofradía de Pescadores solicitando un socorro ante el amarre de los barcos, que llevaban un mes sin poder hacerse a la mar por el mal tiempo reinante.
La Cofradía portuense informó que las normas legales por las que se rige no permitían disponer de fondos para su reparto general entre los pescadores. Fue entonces cuando llegó la Guardia Civil indicando su capitán a los reunidos que abandonaron los locales; hubo negativa y se produjo una fuerte acción de dicha fuerza hasta lograr que todos se marcharan de las dependencias.
Los pescadores, después de ser arrollados brutalmente por el solo hecho de estar reunidos, se congregaron en la plaza del Polvorista ante el Ayuntamiento y rápidamente aparecieron de nuevo las fuerzas de la Guardia Civil, que rodearon la plaza y disolvieron a los manifestantes actuando con energía.
Ya por la noche, decidieron protegerse en la Parroquia del Carmen.
Allí se encontraba como párroco el cura Ramón, al que querían y respetaban por la labor social que venía desarrollando con la gente del mar desde su llegada a El Puerto.
Don Ramón se encontraba aquella noche del lunes 3 de enero de 1977 celebrando misa y celebraba complacido cómo cientos de pescadores y trabajadores de otros gremios solidarizados se agrupaban de forma silenciosa en la iglesia. No sólo proporcionó lo necesario para hacer llevadero el encierro, con la colaboración inestimable de sus feligreses, sino que además ofreció su apoyo para que los trabajadores de la pesca gozaran de los mismos derechos que los otros sectores.
Durante las 20 horas que duró el encierro, el padre Ramón desatendió las peticiones de los mandamases civiles y militares para que expulsara a los pescadores.
A las 4 de la tarde del día 4 de enero la Guardia Civil se instalaba en las puertas de la Parroquia ordenando el desalojo. Don Ramón no se amedrentó y le indicó al capitán que los marineros no hacían ningún daño por estar reunidos y que no veía motivos para que abandonaran la iglesia.
Los pescadores, percatados de las intenciones del capitán, convinieron salir no sin antes expresar su gratitud al padre Ramón.
El conflicto marinero en El Puerto duró 14 días. Hubo 8 detenciones y decenas de heridos.
Al final concedieron el socorro solicitado y felizmente los consensos alcanzados en la noche del encierro en la Parroquia de un hombre bueno hicieron emerger una frontera a partir de la cual la marinería fue un sector siempre a tener en cuenta.» Antonio Carbonell López. La Meridiana. Diario de Cádiz. 30 diciembre 2001.

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gonzalezmontano_01_puertosantamaria"Ramón Eduardo González Montaño fueron sus nombres y apellidos completos. Nació el 31 de agosto de 1934, en una casa de la calle Ancha del pueblo sevillano de Estepa, frente a la torre de la Victoria. Era la torre de la iglesia  del convento de los mínimos o victorios. La misma Orden monacal que existía en el Monasterio de la Victoria de El Puerto.
Sus padres fueron Antonio González Cornejo y Concepción Montaño Corrales. Ramón hacía el número 10 de los 11 hijos que tuvieron sus padres. Su pueblo es uno de los  más bellos de la provincia hispalense, no sólo por su geografía, sino porque sus calles, sus iglesias y sus casas palaciegas  son muestras de arte y de belleza. Cuando uno visita Estepa, le asalta el deseo de haber nacido allí.
Desde muy niño, Ramón fue acólito de la iglesia de San Francisco y asistía al colegio que tenían los padres franciscanos en la ciudad. Los religiosos pretendían que sus alumnos fueran buenos estudiantes, pero también que destacaran por su educación y su vida cristiana. Eso hacía que muchos se vieran atraídos por la vida religiosa. Por otra parte, los que sentían inclinación por el estudio tenían pocas opciones, porque centros de Enseñanza Media, por aquella zona, sólo había uno, el instituto de Osuna.

Ramón Eduardo González Montaño was his full name. He was born on 31st of August 1934, in a house on calle Ancha in the Seville town of Estepa, opposite the torre de la Victoria (Victoria tower). It was the Franciscan convent’s church tower, the mínimos or victorious. It was the same monastic Order as was present at the Monasterio de la Victoria (Victory Monastery) in El Puerto.
His parents were Antonio González Cornejo and Concepción Montaño Corrales. Ramón was the tenth of eleven children. His home town is one of the prettiest in the province of Seville, not only for its geography, but also because its streets, churches and palatial houses are a great show of art and beauty. When you visit Estepa, you are struck by the desire to have been born there.
From a young boy, Ramón was an acolyte at the San Francisco Church and attended the Franciscan Priests’ school in the town. The clerics hoped to turn out good students, but not just this, they also hoped to turn out students who were known for their good behaviour and Christian way of life. This attracted many to the religious way of life. Furthermore, those who would have liked to continue studying had few options open to them, since there was only one secondary school in that area, in Osuna.

MUERE SU PADRE
El 21 de abril de 1941, moría su padre. El hecho, siempre luctuoso para cualquier familia, significaba un auténtico problema para su madre con once hijos, muchos de ellos pequeños aún. A Ramón, con siete años, tuvo que producirle un fuerte impacto, ya que era el predilecto de su padre. Ramón manifestó a su madre el deseo de ser franciscano, pero no encontró beca y se decidió por el Seminario diocesano. Su madre le dijo: "Hijo, cuando me dijiste que querías ser religioso, me fui a dar gracias a Dios, aunque sabía que te perdería. Pero ahora que me dices que quieres ser sacerdote, he vuelto a darle gracias con gran alegría, porque no me dejarás." De sus diez hijos, dos fueron sacerdotes; dos religiosas; dos casados y dos solteros.

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Don Ramón y su hermano, el también sacerdote Don Antonio, con familiares y amigos. Écija, 1959.

Antonio, el padre, era un hombre culto. Fue secretario del Juzgado de Paz de Estepa y, más tarde, oficial mayor del Ayuntamiento con función de secretario. Concepción, era una mujer profundamente cristiana que supo infundir a sus hijos e hijas una educación y unos sentimientos acordes con sus convicciones cristianas. Era plena República y las esperanzas que habían puesto los españoles en el nuevo régimen, comenzaban a disiparse, por falta de moderación entre los principales partidos de izquierda. El panorama hacía presagiar un futuro oscuro. Desgraciadamente, dos años más tarde, estallaba la Guerra Civil.

seminariomenorsanlucar_puertosantamariaEn septiembre de 1946, Ramón decide marchar al Seminario Menor de la Archidiócesis de Sevilla en Sanlúcar de Barrameda. Hacía seis años que había terminado la Guerra Civil, y uno, la II Guerra Mundial. El fantasma de la hambruna aún no había desaparecido. La II Guerra Mundial terminó el año 1945. Ramón se distinguió entre los mejores estudiantes, como lo atestigua su certificado de estudios, extendido por la Secretaría del Seminario, con la nota media de Notable. (En la fotografía de la izquierda, el Seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda).

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Puerta trasera del Palacio de San Telmo de Sevilla, o de 'Las Doce Estatuas', seminario de Sevilla y en la actualidad sede de la Junta de Andalucía.

RAMÓN, SACERDOTE.
El curso 1951-52, a sus diecisiete años, Ramón llegaba al Seminario Mayor de San Telmo. Era un formidable palacio barroco, con espléndido jardín y campos de juego. La Infanta Doña María Luisa lo había dejado a la Archidióces de Sevilla, para que albergara a los seminaristas y fuera el centro de estudios de los futuros sacerdotes. Hoy es la sede del presidente y del Gobierno de la Junta Andalucía. Allí estudió Ramón tres años de Filosofía (de 1951 a 1954) y cuatro de Teología (de 1954 a 1958). Con estos siete años, se completaba la carrera eclesiástica que, junto con las Humanidades, integraba los doce años de estudio. Aquí maduró en sus estudios y consiguió aún mejores calificaciones, como lo atestigua el certificado de la Secretaría del Seminario Mayor de Sevilla, con la nota media de Sobresaliente.

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Don Ramón, recién ordenado sacerdote con 23 años, en 1958.

El día 29 de junio de 1958, a sus veintitrés años, Ramón era ordenado sacerdote en la catedral de Sevilla, junto a los demás compañeros de curso. A los pocos días, el Cardenal Bueno Monreal le comunicó que su destino era el de coadjutor de Constantina, juntamente con otro compañero de la misma promoción. A los tres años, Ramón recibió un nuevo destino. El 3 de marzo de 1962, era enviado a Écija, como coadjutor de la parroquia de Santiago.

gonzalezmontano_chicos_puertosantamariaANTONIO, SU HERMANO.
La vida de Ramón no se puede concebir sin la de su hermano Antonio, también sacerdote. Era un año mayor que él, pero un curso menor, porque ingresó en el Seminario un año más tarde que Ramón. Eran dos vidas paralelas unidas no sólo por la sangre, sino por la amistad, la vocación  y el carisma sacerdotal. Antonio había nacido en Estepa el 8 de marzo de 1932. Ingresó en el Seminario a los quince años, fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1959 y cantó su primera misa el 27 de junio de este mismo año. Su primer destino fue el de coadjutor de Santa Cruz de Écija, siendo nombrado capellán de San Sebastián y del cementerio de la ciudad. Dos años más tarde, fue nombrado consiliario interparroquial del centro de Acción Católica de Écija. Así se explica el nombramiento de Ramón como coadjutor de la parroquia de Santiago de Écija. Ambos hermanos conseguían ir a la misma ciudad, donde podrían vivir juntos y desarrollar su tarea sacerdotal en esta histórica ciudad. La mayoría de los sacerdotes eran mayores y los jóvenes se decidieron por agruparse en torno a los dos hermanos. (En la fotografía, los pequeños Ramón y Antonio, con 6 y 8 años, en el Colegio de los Franciscanos de Estepa. Año 1940).

antoniogmontano_puertosantamariaAMBOS EN EL PUERTO.
En marzo de 1963, coincidiendo con que Antonio debía incorporarse a sus obligaciones castrenses, fue nombrado capellán de la base naval de Rota, consiliario interparroquial del Centro de Acción Católica de El Puerto y capellán del convento del Espíritu Santo de esta misma ciudad. Ramón, por su parte, recibió el nombramiento de cura ecónomo de la recién creada parroquia de San Marcos del Puerto de Santa María, profesor de formación religiosa en el centro de Enseñanza Media y Profesional de Santo Domingo y capellán de las Siervas de los Pobres.
Ramón no tenía templo para ejercer el ministerio y comenzó utilizando el archivo y el templo de  la Prioral. Poco después, don Luis Caballero ofrece la capilla del Castillo de San Marcos para que se utilice como parroquia, pero no llegó a utilizarla porque ya se había instalado en los baños termales. En 1967 se trasladó a la capilla de la Sierva de los Pobres de la calle Fernán Caballero. (En la fotografía don Antonio en 1959, en Écija).

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A la izquierda vemos a Don Ramón González Montaño, en la bendición de la primera piedra del templo, a su lado un joven reportero micrófono en mano, José Ignacio Buhigas Cabrera recoge las palabras del Obispo Auxiliar, Monseñor José María Cirarda Lachiondo; a la derecha de la fotografía podemos ver al Arcipreste de la Ciudad, Don Manuel Salido Gutiérrez, párroco de la Prioral. Está tomada en el lugar que hoy ocupa la Comisaría de la Policía Nacional.

En 1968, cuando ambos hermanos estaban empeñados en las tareas de la construcción de la nueva parroquia, un nuevo destino, esta vez en la persona de Antonio, vino a distorsionar los proyectos de ambos hermanos. En noviembre de 1968, Antonio fue nombrado párroco de Nuestra Señora de Fátima de Jerez, delegado diocesano de Misiones y, un año más tarde, director espiritual del Instituto Padre Luis Coloma.
Antonio aceptó con el optimismo y la entrega que le caracterizaban, pero Ramón veía que todo el peso de la nueva parroquia caía sobre él. Ramón quería que las obras se terminaran cuanto antes para que se pudieran albergar los grupos que iban surgiendo se instalaran en el nuevo complejo parroquial. Las actividades se multiplicaban por días y los locales eran insuficientes. El título definitivo fue el de Parroquia de Ntra.Sra.del Carmen y San Marcos.

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La Parroquia del Carmen y San Marcos, la nueva parroquia del ensanche portuense, marinera, moderna y modernista.

En 1975, de nuevo a Ramón se le acumulan los cargos, con el nombramiento de director espiritual,  profesor de la Escuela de Enfermeras y capellán de la Clínica del Dr.Frontela de El Puerto. Antonio estuvo en Jerez casi diez años. El 9 de septiembre de 1977 fue nombrado párroco de la Iglesia Prioral del Puerto. Sustituía a don Antonio Cabezas Moya que había sido destinado a la parroquia de San Gil de Sevilla.» (continuará). Juan Leiva. Autor del libro: “Tres historias íntimas: Don Ramón, El Carmen y El Puerto”. Año 2003.

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manzanillamaruja_puertosantamaria«En el ocaso del siglo XIX, el vino de Jerez más bebido en casa y tertulias era el tipo “Oloroso” --para los británicos “Golden”-- que se acostumbraba a tomar más como aperitivo sin tapas al mediodía y después de la cena. Era el “Sherry” que se servía en las películas de época cuando alguien pedía un “Jerez” sin otro apelativo. Dicen los más ancianos del lugar que un buen caldo de carne acompañado de unas gotas de “Oloroso” era capaz de resucitar a un muerto. Ni los ingleses habían inventado el “Cream” -que no es otra cosa que el famoso “torito” de nuestra tierra- ni a nadie se le había ocurrido esa cursilería de “consomé al Jerez”. (En la imagen, etiqueta actual de 'Manzanilla Maruja'. Colección J.M.M.)

In the twilight of the 19th century, the most popular Sherry drunk at home and at gatherings was “Oloroso” – “Golden” for the British – which was usually drunk as an aperitif without tapas at lunchtime and after supper. It was the sherry served in the films of that era when anyone asked for a glass of sherry without specifying which type. Those residents who have been around the longest say that a hearty meat broth with a few drops of “Oloroso” was capable of bringing the dead back to life. In this era the English hadn’t yet invented the “cream” version of sherry, which, incidentally, is just the famous mix of “oloroso” wine and “sweet” wine from our area, nor had anyone thought of the pretentious “Sherry consommé”. (The picture to the left shows the current ‘Manzanilla Maruja’ label. J.M.M. collection.)

Fernando A. de Terry, empresa individual, por entonces de la exclusiva propiedad de D. Fernando A. de Terry y Carrera, comercializaba el “Oloroso Mahoma” que, más tarde, fue el nombre con el que se bautizó --si bautizo cabe en un Mahoma-- un “Amontillado” de efímera vida.

decamborio_puertosantamariaCuando el siglo XX comienza su andadura, se inicia el cambio de gusto hacia algo más ligero y capaz de ser ingurgitado en notables cantidades, retando la entrada en estado de catalepsia. Eran los tiempos de los ventorrillos, los tablaos, el buen cante, las fiestas nocturnas que veían la salida del sol al compás de bulerías, fandangos, alegrías ... Es la entrada por la puerta grande del mundo de la juerga de un vino de Sanlúcar de Barrameda con nombre de mujer: la “Manzanilla”. Aun no tenían vigencia por estos alrededores más que dos Ferias, las de Sevilla y Jerez. Su consumo llegó a alcanzar tal notoriedad que incluso vieron la vida las primeras cañas, varillo alargado de gordo cristal, estrecho de boca, que en número de nueve se traían a las mesas, ocupando el cañero que ha llegado hasta nuestros días. (En la ilustración, obra de Muñoz Cebrián, se observa el medallón alegórico al nuevo Vino 'Fino' que lanzaría la Bodega Terry, alternándolo con la -ora 'Manzanilla', ora ''Solera Fina Olorosa, ora 'Fino Maruja'--, inspirando en el personaje de García Lorca, 'el Camborio'.. Colección de F.G.)

Se lucha por ese naciente mercado, y aquí, en El Puerto abre la marcha una llamada “Manzanilla Milagritos”, de Benito García Rodríguez y Hnos., y en Sanlúcar, --tierra natal-- tres de fama ascendente: “Solear”, “La Guita”, y “La Gitana”. Obsérvese el uso de marcas femeninas.
galleta_mariaDon Fernando A. de Terry y Carrera entra también, como era lógico por su carácter emprendedor, en el terreno de juego e intenta en honor de una de sus hijas el registro de “María” para su “Manzanilla”. El Registro de Marcas y Patentes que en la primera década del siglo dirige el Vizconde de Eza (los títulos nobiliarios empiezan a caciquear) niega su inscripción por estar ya registrada para galletas esa misma palabra: “María”. Se insiste con un sinónimo y he aquí que abre sus vírgenes ojos una moza compuesta y destinada a una larga vida. Se llamó y se llama “Maruja”. (Ilustración: Galleta 'María').

Durante muchos años -hasta después de la Guerra Civil- el consumo de la “Manzanilla”, como otros vinos de la zona, sufre un fuerte estancamiento en el mercado nacional; un elevado porcentaje de su producción se exporta, de manera especial al Reino Unido de la Gran Bretaña. Tras la tragedia española, renace en todos los estamentos sociales el consumo de la “Manzanilla” y la popular “Maruja”, en 1940, llega a tener su canción de ebrio entusiasmo. Sus primeras estrofas decían así:

La Maruja es cosa fina,
y si tu empinas el codo
y bebes algo de mas,
nunca te sientas beodo
ni empleas los malos modos
sino que correcto estás...
Y la beben los juristas,
requetés y falangistas
y los de intendencia también.
Y si bien empinas el codo,
nunca te sientes beodo
sino que correcto estás.

Seguía con esta aguda referencia a las fuerzas de uno de los bandos españoles en lucha que, en aras a la feliz convivencia, estuvo durante un tiempo silenciada.

finomaruja_puertosantamariaEl folleto publicitario señalaba que la música era de “La Chaparrita” y la letra de José Hernández Andino, representante de Terry en Badajoz La solera de “Maruja” --hasta casi 1954-- se rociaba todos los años con una importante partida que se adquiría a Barbadillo, de Sanlúcar. A medidados de los cicuenta pasa de moda la “Manzanilla” y después de un ligero predominio del “Amontillado¡ salta del banquillo de reservas el vino “Fino”. Esto es cosa de los tiempos actuales.» M.G.G.

Tal es así que Maruja pasó a ser luego una 'Solera Fina Olorosa, luego un vino “Fino” con amplio predicamento en la Feria de Primavera y un elevado volumen de ventas entre otras, en la Peña “La Charanga”, para volver a sus orígenes y ser en la actualidad, de nuevo “Manzanilla” con bodega de crianza propia en Sanlúcar. ¡Los tiempos y las modas de ida y vuelta! (Botella de Fino Maruja, de finales de los años ochenta del siglo pasado).

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El popular locutor de Radio Puerto, Fernando Durán, con una bella dama a la grupa, posando en una fotografía tomada en la Feria de Primavera de 1989 (19,20,21 y 22 de mayo), delante de la Caseta 'La Maruja', instalada en el recinto ferial de Las Banderas por los integrantres de la Peña 'La Charanga'. Entonces bebíamos 'Fino Maruja', osea 'Sherry de Terry'. Aquel año Juan Lara pintó el cartel mas célebre de la Feria: el de las dos gitanas.

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antonioizquierdo_baba06_puertosantamaria«Antonio Izquierdo Herrera, “el Baba’, apodo de ascendencia paterna,  nace hace  75 años en el número 16 de la calle Postigo, en pleno Barrio Alto, hijo de Juan y Rosario, conocida como “Primita”. Tuvieron ocho hijos, de los cuales Antonio, ‘el Baba’ es el segundo y mayor de los varones. La hermana de Antonio, Pepa, ya fallecida, era la madre de la pequeña Carmen Marín Izquierdo que el día de 13 de febrero de 1963, a la edad de 8 años fallecía como consecuencia del accidente de la calle San Juan, con nótula propia en Gente del Puerto (195). Un día después, Antonio, en la Iglesia Mayor Prioral, lloraba sin encontrar respuesta por la muerte de su sobrina. La prematura partida de su sobrina acrecentaría el afecto y cariño que siempre ha mostrado hacia los más pequeños. Incluso, por ello, en ocasiones se le ha visto salir en la defensa de los más pequeños cuando algún padre se le iba la mano con sus hijos. (Antonio 'el Baba', en la actualidad. Foto F.R.S.)

Antonio Izquierdo Herrera, “el Baba’, a nickname inherited from his father’s side, was born 75 years ago at number 16, calle Postigo, right in the centre of the Barrio Alto, the son of Juan and Rosario, known as “Primita”. They had eight children, of which Antonio, ‘el Baba’, is the second and the eldest son. Antonio’s sister, Pepa, now deceased, was little Carmen Marín Izquierdo’s mother, who died at the age of 8 on the 13th of February 1963 as a consequence of the accident in calle San Juan, which has its own entry in Gente del Puerto (195). A year later, Antonio, in the Mayoral Prioral Church, cried, unable to find a reason for his niece’s death. The premature departure of his niece would increase the fondness and affection he had always shown towards children. He has even been seen on occasions defending a child when a parent looks like they are likely to strike them. (Antonio, ‘el Baba’, at present. Photo F.R.S.)

La muerte de su sobrina para Antonio y la de su madre posteriormente, a quien adoraba, hizo que a partir de aquel entonces visitara todos los días el Cementerio. Últimamente, debido a su edad, acude los domingos para que a los suyos no le falten las flores, además de cuidar el sitio. No hay un entierro de los vecinos del Barrio Alto que no acuda a la Prioral.  Por eso es posible que el día que nos abandone la Iglesia se quede pequeña. Claro, todo esto que se relata sería normal, si Antonio, ‘el Baba’, actuara en plena posesión de sus facultades mentales  Pero tiene mucho más valor cuando se trata de un enfermo oligofrénico que de haber nacido en esta época debido a los adelantos médicos su situación hubiera sido bien distinta. Sin embargo, a pesar de todo ello, siempre ha recibido el cariño de los suyos y la comprensión de sus vecinos.

antonioizquierdo_baba07_puertosantamariaPERSONAJE DEL PUEBLO, PERSONAJE DEL PUERTO.
Es un personajes del pueblo, como lo fue Vicente Sánchez Arena, Vicentito el de Afanas; ‘Chaparro’, “Tonino’ -con nótula propia en Gente del Puerto (051), ‘Guarigua’, ‘Chamaco’ -con nótula propia en Gente del Puerto (182)-, ‘la India’, ‘la TíaTula’, ‘el Chumi’, ‘el Bato’…  y, también en la actualidad, Romualdo, Manolito ‘El Polvorón’, ‘Rafael, ‘El Papi’ igualmente con nótula propia (009), Enrique González Párraga, “Enrique el de las Mariposas”, con nótula en esta página (139)… y de ninguna manera, si no contamos sus vivencias no entenderíamos, ni la idiosincrasia ni la historia de nuestra gente y Gran Puerto. (Antonio en 1970. Foto propiedad de F.R.S.).
Como muy bien glosa Pepe Mendoza en su Artículo leído en la Cátedra Alfonso X ‘el Sabio’ de El Puerto de Santa María, con motivo de la presentación del especial de Diario de Cádiz,  dedicado al 755 Aniversario de la fundación de El Puerto de Santa María y que aparece en Gente del Puerto con nótula propia “Clásicos Populares” (144): “O del Baba, discípulo aventajado de Kung Fú, que soportaba estoicamente callos y durezas, con tal de no someter a sus pies a esa cárcel angustiosa que son los zapatos. Su andar, deslavazado y torpe, no le impedía transitar cómodamente por la vida, y él era feliz palpando el suelo sin intermediarios.”

antonioizquierdo_baba02_puertosantamariaCHATARRA Y CARTONES.
Celebres fueron sus visitas a todas las obras de albañilería y a la otra banda, margen izquierda del río Guadalete, para recoger sacos vacíos de cementos, cartones y toda clase de chatarras, haciéndose más popular ya que siempre se le veía con su mercancía sobre sus propios hombros, especialmente por la Carretera Nacional IV y que después de hacer sus buenos kilómetros las vendía  en los baratillos y chatarrería de ‘Churrasca’, por aquel entonces en la Casa de las Flores de la Plaza del Castillo y de ‘Lobito’, frente al Parque Calderón, donde están los caballitos y cacharritos de la familia Mancheño, próximo también a la Cervecería de Romerijo, ‘La Guachi y en los últimos años en la chatarrería de Francisco Peinado Gómez. (En la fotografía, Antonio acarreando cartones por la antigua carretera nacional IV, a la altura del muelle comercial, en los años setenta del siglo pasado. Foto Colección de A.P.)

Tanto afán tenía por llevar unas pesetas a su casa para colaborar con la familia que cuando la jornada no era la que esperaba se acercaba a las obras abriendo los sacos de cemento, volcándolo  y llevándose el papel. En cierta ocasión, como para Antonio todos sus amigos y amigas, porteños y porteñas, son niños y niñas, cuando el capataz de la obra llamaba su atención, siempre le echaba la culpa al niño. Vamos, a cualquiera de los presentes. Recuerdan que cierto día  le comentaron que el encargado era mariquita y que si lo veía coger y partir los sacos le haría ‘cositas’ feas, todo ello con el fin de hacer ver que no se podía romper los sacos.  A todo esto, días después, el encargado que apreciaba a Antonio, de igual forma, que todos los albañiles y encargados de empresas y construcciones de El Puerto a donde acudía, lo llamó con la intención de entregarle sacos vacíos y cartones. Cuando ‘el Baba’ veía que se acercaba emprendió a correr  y gritando decía: “--A ti no, tú querer hacer cositas feas con el niño”. Jamás volvió por aquella obra.

antonioizquierdo_baba03_puertosantamariaLAS NIÑAS MALAS.
Cuentan que Eduardo Bernal, ‘Tobalo’ sentía gran afecto por Antonio, casi de su quinta, y quiso que tomara la ‘alternativa’ (los lectores seguro que me entienden si necesidad de ser más explícito) porque veía que el mozo lo necesitaba… Se lo llevó a Sanlucar de Barrameda y cuando ‘el Baba’ se vio ante tantas mujeres, exclamo: “--Mujeres malas no querer el niño, el niño elegir mujeres buenas”. Aquel día, ‘el Baba’, al que siempre le ha costado trabajo hilar mas de cuatro palabras seguidas, aunque se llega a entender, lo soltó todo en un santiamén, abandonando sobre la marcha la casa de citas y al mismísimo ‘Tobalo’, emprendiendo la vuelta para El Puerto, andando, a través de veredas o caminos y todo ello descalzo, como prácticamente ha ido durante toda su vida, a excepción de estos ultimas años que por prescripción facultativa tiene que ir calzado. Si bien, en los momentos que puede se descalza, como ocurrió hace pocos días, cuando el autor de este Blog lo veía calle Luna arriba, camino de San Juan, con un zapato y el otro en la mano. Muy mayor, y acostumbrado desde su infancia a ir descalzado por propia iniciativa, poco caso hace a los consejos médicos. Pero en esta ocasión una pequeña lesión en el pie propiciaba que de nuevo volviera a encontrarse cómodo. (En la fotografía de la izquierda, Antonio, cargado de sacos y cartones, a la altura del Casa  Joselito, en la calle Postigo. Foto A.P.)

antonioherrera_baba05_puertosantamariaINCIDENTE EN CASA JOSELITO.
Corría el año 1960. En el almacén de comestibles ‘Casa Joselito’ en la calle Postigo, 24, de José Fernández Rodríguez, padre de Pepe Fernández Sánchez, la sonrisa del Jamón, con nótula propia en Gente del Puerto (123), estaba de dependiente Paco Peña Mesa, persona muy querida por la familia de Joselito, y entre la clientela, uno de esos días, se encontraban Antonio ‘El Baba’ y Lola, hermana de Paco, también enferma con oligofrenia, que le habían mandado por calabacines. Los dos comenzaron a sonreír cuando se miraron, entrando Lola en un estado de nerviosismo y risa atronadora. Antonio creyendo que le iba a pasar algo por la risotada y notando que los  colores se le subían cogió una botella y se la partió en la cabeza para que dejara de reír y evitar que le ocurriera algo. Lola, dejó de reír y empezó a llorar cuando vio que sus manos se manchaban de sangre. Aquello le supuso una buena reprimenda por parte de su padre. Lola, que en mayo cumplirá 75 años, cuenta que ‘El Baba’ es su amigo y que a ella cuando el botellazo le dio la risa porque Antonio se acercaba demasiado haciéndole cosquillas… (En la fotografia, Lola Peña Mesa, en la actualidad a sus 74 años).

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Ventanales de la Plaza de Toros, en los años setenta del siglo pasado, por donde quiso subir 'el Baba' para ver las corridas de toros, emulando a otros atrevidos de la época.

caragato_puertosantamariaESCALANDO LA PLAZA DE TOROS.
Otras de las ocurrencias de ‘el Baba’ fue querer competir  con célebres escaladores como Manuel Sánchez Guardiola, ‘Chato' Guardiola, y Antonio Gallardo Sánchez, 'Caragato’ que no tenían ninguna dificultad en escalar los ladrillos de la Plaza de Toros y entrar por cualquier de sus ventanales a presenciar gratis las corrida. Aquella osadía de nuestro protagonista fue impedida debido a que los porteros temiendo cualquier accidente le concedieron su correspondiente patente de corso, entrando como cualquier figura del toreo en nuestra Plaza Real, pero eso si, siempre iba al mismo sitio pero por decisión propia. Su afición taurina, el gentío y ajetreo  le hacía destacar y se sentía importante y siempre se le veía solo por una de las gradas cubiertas del segundo piso de Sol, de manera que hubo una tiempo que nadie se hallaba sin su presencia. Años más tarde, los porteros supieron que su familia compraba las entradas pero ‘el Baba’ nunca la mostraba… (En  la fotografía, Antonio Gallardo Sánchez, 'Caragato’, una caída a finales de los años 80 escalando la Plaza de Toros, le provoco una grave lesión permaneciendo en sillas de ruedas, hasta su fallecimiento, dos años después).

LA ETERNA TRAVESURA DEL BABA.
‘El Baba’ tocaba a las damas que conocía en el lugar donde la espalda pierde su honroso nombre y del mismo modo pellizcaba a los hombres. Esto era tan normal para todo el vecindario del Barrio Alto y la Plaza de Abastos que cuando lo veían se protegían y él sonreía haciendo alarde de que en cualquier descuido lo atrincaría. Pero un día, tuvo mala suerte.

manuellopezromero_23f_puertosantamariaAconteció que por la  insensatez de algunos ‘simpáticos’ Antonio, ‘el Baba’ fue alentado para tocar las posaderas de una señora, que por cierto era la esposa de un personaje de cierta relevancia, la del Comandante de la Policía Local, Manuel López Romero, excaballero legionario que hizo que ‘El Baba’ diera con sus huesos en el Manicomio de Cádiz. ¡Tres meses en un manicomio! Incluso peor que el Penal del Puerto. Los peores momentos de su vida.  Milagros Leiva, hija de Antonio Leiva, el del Carrillo Severo con nótula propia en Gente del Puerto (104) y Soledad Peña Mesa, igualmente con nótula en esta web (151), recuerdan que en las visitas que realizaron a Cádiz para ver y dar ánimo a Antonio ‘el Baba’, quien lloraba desconsoladamente y en discontinuas palabras hacia ver las vejaciones y humillaciones y, sobre todo, los golpes que los cuidadores con sus vergajos le propinaban.  Todo por una broma de mal gusto que por lo acontecido debió producir gran malestar en la familia del Comandante de la Guardia Urbana, excaballero legionario… Me pregunto como fue posible que no repararan ni ellos y tampoco las autoridades locales en la situación de un enfermo con retraso mental. Lo que hicieron al él y a sus seres queridos fue una injusticia. (En la fotografía, el Comandante de los Guardias, Manuel López Romero).

calerocuenca_puertosantamariaEL VÍNCULO CON LOS CALERO
Desde su juventud Rosario, la madre de Antonio “el Baba”, formó parte como cuerpo de casa de confianza, de la familia de Joaquín Calero Cuenca, quién fuera Administrador de Aduanas y alcalde de El Puerto entre 1947 y 1948. El trabajo desempeñado,  afecto y la confianza depositada en la madre de ‘el Baba’, por la familia de los Caleros, le permitió de casada continuar trabajando y sus hijos gozaron del cariño de los hijos de Calero Cuenca,  entre ellos, el profesor don Joaquín Calero Muñoz. Años más tarde Rosario, también fue trabajadora de la limpieza en el Instituto Laboral. Los nombres de pila de los hijos de Juan y de Rosario, los padres de ‘el Baba’, tienen relación con los Caleros, como por ejemplo: Antonio, y Ramón y el de la más pequeña, conocida familiarmente por ‘Moni”, esposa  de Francisco Rodríguez Sánchez, Paco ‘Ceballos’, fallecida hace 18 meses, a quien le pusieron como nombre el mismo de su madrina de Bautismo, María Soledad, madre del cantautor porteño Francisco Javier Ruibal de Flores Calero, Javier Ruibal. (En la ilustración de Torres Brú, Joaquín Calero Cuenca).

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En la fotografía familiares de nuestro protagonista, en un acto social de hace tres años: la boda de  una sobrina de 'el Baba', hija de Antonio Postigo y Charo Izquierdo. De izquierda a derecha, Antonio Postigo, cuñado; Juan Izquierdo, primo hermano Antonio Izquierdo Herrera, nuestro personaje, ‘el Baba’ con corbata; Ignacio Rodríguez Izquierdo, sobrino, y el padre de éste, Paco Rodríguez Sánchez ‘Ceballos’, cuñado y propietario del Bar 'El Liba'..

'EL BABA', EN LA ACTUALIDAD.
Antonio vive felizmente con su hermana Charo y su familia en la Carretera de Sanlucar, zona conocida por el Palomar, próxima a las instalaciones de Danone, recibiendo las atenciones y cuidado por parte de los suyos Pero cuando puede, aprovecha la oportunidad y se acerca a la Plaza de Abastos a visitar a su amigo Genaro y su familia quienes les proporcionan sus correspondientes frutas y verduras, como en antaño. Igualmente baja hasta el balcón del río, al Bar Liba, a visitar a su cuñado Paco Rodríguez, ‘Ceballos’, donde después de desayunar y recibir su ‘propina’ se dirige al Bar Romano, hoy situado en la calle Santa Fe, donde a la clientela, sus amigos de siempre, le sigue dando su correspondiente pellizquito en el trasero en el momento que se descuidan. Lolo, el del bar Romano, como suele hacer desde hace años, le ofrece la invitación correspondiente. Después, muy ufano, se despide y se dirige de nuevo por la calle Postigo arriba, para la zona del Palomar.

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Boda en 1970 en la Capilla de la Aurora. Paco Rodríguez Sánchez ‘Ceballos del brazo de su madre y madrina, Balbina Sánchez Rosso. Se ve en el fondo, a la derecha, al ‘Baba’

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La misma Boda, la primera que se celebró en la Capilla de la Aurora tras la restauración. De izquierda a derecha, Baldomero Rodríguez Sánchez ‘Ceballos’,  Francisco Rodríguez Sánchez ‘Ceballos’, su esposa, hermana de ‘el Baba’,  María Soledad Izquierdo Herrera, ‘Moni’ y Balbina Sánchez Rosso. ‘El Baba’ se ve en el fondo.

Hoy, continúa feliz y a veces, cuando se le ofrece la más mínima oportunidad, continúa, no sólo siendo un discípulo aventajado de Kung Fu, sino, lo más importante, patrimonio sentimental de todos los Habitantes y Gente del Puerto.» Antonio Carbonell López.

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jesusmariaserrano_padre_puertosantamariaMi padre, Pedro Serrano Tey, aprendiz de sastre, llegó incluso a cortar chaquetas muy bien, tonelero, reconocido y respetado encargado de arrumbadores de las Bodegas de José de la Cuesta, me enseñó algo muy importante, mientras desde su altura, mi padre medía exactamente igual que yo 182cm, un gigante para los malos tiempos que le tocó vivir con su padre en el Penal por republicano y una gran familia, siempre sonreía y siempre trabajaba y me decía, cogidito de mi manita. Era el más pequeño, si bien 10 años después nacería mi hermana Begoña. --»Jesusmari hijo, siempre estás enfermo, eres débil: estudia.» (En la fotografía, Pedro Serrano Tey).

My father, Pedro Serrano Tey, a tailor’s apprentice, who even learnt to cut jackets very well; a cooper; and the well-known and respected foreman at the José de la Cuesta bodega, taught me something very important from his great height. My father was the exact same height as me, 182cm, a giant for the bad times he had to live in with his father in prison for being a Republican and part of a large family. He was always smiling and working and used to say to me, my hand in his, I was the youngest, even if 10 years later my sister Begoña was born: “Jesusmari, son, you’re always ill, you’re weak: study hard.” (In the photograph, Pedro Serrano Tey).

Perteneciente a una familia de bañeros los Tey y los Neto, tenían la exclusiva de explotar las playas de Rota, El Puerto de Santa María y Cádiz y la posibilidad de alquilar sus casetas y cubrir, como bañeros, la seguridad de los usuarios. Existen múltiples fotografías de estos hechos de Quico y Castroverde. Mi padre, que tenía los ojos verdes y la mirada clara siempre me decía: --»!Apenca hijo, apenca que no hay otra cosa!».  Mi padre era analfabeto, yo tuve la suerte de enseñarlo a leer y a escribir, años más tarde.

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Cuando se publica la carta del Profesor Bartolomé López-Somoza en el Cruzados, reproducida por Gente del Puerto en la nótula  '40 Aniversario del Cierre de la Revista Cruzados', él los denomina barqueros y, creo que es de justicia que se les denomine, como en realidad era su oficio: el de “bañeros”.

Bañero, marinero experimentado, conocedor de la costa, encargado de la seguridad de todos los bañistas, fuertes, capaces de bogar durante horas sin descanso, --por entonces los paterones no conocían los fuerabordas-- y los botes, no podían arrimarse a las playas ya que al no ser planos, al volcarse con las mareas quedaban inundados, aunque navegan mucho mejor y se les puede aplicar un tintero y una vela latina (al burro del la proa), para que descansen los remeros.

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Las pateras, son lanchas planas, bajas de borda, con dos o tres bancos de boga y sin timón, para facilitar acceder a la playa con facilidad y volver a la mar, colocando tres troncos, dos bajo la mínima quilla de menos 7 cms. y aquel que queda atrás pasarlo a proa. Don Enrique tenía razón en su artículo, esos hombres, y mi padre fue uno de ellos, de los muchos de su familia que se dedicó también a eso, salvaron muchas vidas.

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Recuerdo que en una noche de luna de 1962, sobre las 10 de la noche, --contaba yo nueve años-- a mis tíos José Luis, mi padre, Ramón y Manuel, el más pequeño de los cuatro hermanos varones. El hambre y la miseria mataron a dos de mis tías y dejaron a otras dos Lola y María del Carmen. Entre bromas, se adoraban, siempre estaban juntos, entre risas se impusieron una apuesta imposible con viento racheado de Poniente, navegar desde nuestro humilde kiosko de “Los Mellizos”, el paterón, por supuesto sobre la arena seca, al Faro de Las Puercas y volver en menos de hora y media. Una hora y cuarto después, reían y disfrutaban de un tinto con gaseosa de los Espumosos Valdelagrana fabricados por los Hermanos González que yo les serví muy orgulloso.

caseta_serrano_playa2_puertosantamariaAsí eran los bañeros y así eran los Tey, que aparte de ello tenían sus profesiones: José Luis y Manuel finísimos ebanistas, Ramón arrumbador de Bodegas José del Cuvillo y, mi padre de José de la Cuesta, hoy Grupo Caballero. Mi abuelo Ramón, capataz de la Bodega del Gavilán. Así se se escribe la historia de las personas sencillas que pasan por el mundo dejando una sombra fresca, esa brisa que tanto gusta en El Puerto, ese frescor que aquí llamamos “viento foreño”, la producen mujeres y hombres honrados y cabales que lo han dado todo sin exigir nunca nada." Jesús María Serrano. (En la fotografía, propiedad del autor, aparece éste con su hermana Begoña y su madre).

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En la fotografía, tomada en 1920, reunión en el desaparecido Hotel Vistalegre (ubicado en la calle Micaela Aramburu, donde en la actualidad se encuentra una tienda de tejidos, de nombre Zacatín). Es un almuerzo que ofrecieron los propietarios de la Bodega A. & A. Sancho (Alfonso y Antonio) a sus empleados. En el centro, Alfonso Sancho Mateos, quien años más tarde sería alcalde de la Ciudad, entre 1924 y 1930, al igual que lo hubiera sido su tío Juan de Mata Sancho Díez de Alda-Sopranis (1822-1886), entre 1867 y 1868. Con Alfonso se inició en su mandato, el dragado y encauzamiento del río Guadalete. También fue el primer presidente de la Academia de Bellas Artes, entre 1900 y 1901. Podemos ver en pié, el segundo a la izquierda, a Pablo Cerdá. El primero sentado a la izquierda, Manuel Gago Calderón, y su hijo, Manuel Gago Vélez, sentado en el suelo a la derecha. Entre las personas que aparecen en la imagen quizás alguien pueda identificar, según nos sugiere Bernardo Rodríguez Caparrini, a Rafael Muñoz, Manuel Vaca, Manuel Benítez, Juan Cordero, quienes fueron empleados de A & A Sancho.

The photograph, taken in 1920, shows a gathering in the no longer existent Hotel Vistalegre (situated in calle Micaela Aramburu, where there is currently a fabric shop called Zacatín). It’s a lunch which the owners of Bodega A. & A. Sancho (Alfonso and Antonio) organised for their employees. In the centre, Alfonso Sancho Mateos, who years later would become Mayor of the town, between 1924 and 1930, as was his uncle Juan de Mata Sancho Díez de Alda-Sopranis (1822-1886), between 1867 and 1868. The dredging and channelling of the River Guadalete began in Alfonso’s term. He was also the first president of the Fine Arts Academy, between 1900 and 1901. We can see Pablo Cerdá standing the second from the left. The first man sat on the left is Manuel Gago Calderón.

finosancho_puertosantamariaEl cartel publicitario de los productos de Alfonso & Antonio Sancho, nos habla del Amontillado SI y la Manzanilla J e, igualmente hacen referencia a las afamadas viñas de su propiedad “El Caribe” y “La Peña”. Otros productos de esta casa eran: el Amontillado Quijote el Amontillado Solera Majestad, y los Finos Caribe y El Abuelo, el Oloroso Único (especial para enfermos) el Tres Cortados Hércules, el Moscatel Fontanal, Jerez Quina Víncitor  y el Digestivo Pax. La bodega estaba situada donde hoy se encuentra Bodegas 501. Alfonso Sancho Mateos, fue uno de los precursores del Consejo Regulador de los vinos del Marco de Jerez y ferviente luchador para que los vinos de El Puerto se incluyeran en dicha denominación de origen. Dejamos para otra ocasión, acaso de la mano de su bisnieto por parte de padre, el Prof. Dr. Bernardo Rodríguez Caparrini, una nótula mejor documentada sobre la vida y obra de este porteño insigne.

alfonsosanchomateos_2_puertosantamaria«Alfonso Sancho Mateos era el hijo primogénito de Antonio Sancho Díez de Alda-Sopranis (1824-1903) y de María Antonia Mateos Valdés (1835-1899), naturales ambos de El Puerto de Santa María. Alfonso fue lo que podríamos llamar “un portuense no nacido en El Puerto”, pues tanto él como su hermana Josefa, tres años menor, nacieron en la cercana ciudad de Jerez de la Frontera, mientras que sus otro nueve hermanos (siete hembras y dos varones) vinieron a el mundo en El Puerto de Santa María». Del libro «Alfonso Sancho Mateos: los primeros años formativos de un bodeguero (1858-1879)» de Bernardo Rodríguez Caparrini. Biblioteca de Temas Portuenses.

Pueden ver más etiquetas de A. & A. Sancho, en la Sección de Vinos de Gente del Puerto.

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enriquebartolome_01_puertosantamariaD. Enrique Bartolomé López-Somoza nació, circunstancialmente, en Málaga el 29 de enero de 1926 y falleció el 16 de marzo de 1998, hace mañana lunes once años. Pero D. Enrique nace oficialmente para El Puerto en 1952, año en el que es nombrado Profesor Titular del Ciclo de Geografía e Historia en el Centro de Enseñanza Media y Profesional en nuestra Ciudad, aunque ya le era familiar El Puerto desde un tiempo anterior, cuando conoció a la que sería su mujer, Elisa, haciendo las milicias universitarias. Es aquí donde contrae  matrimonio con la porteña Elisa López-Quevedo con quien tuvo tres hijos, Enrique, Santiago y Juan Ignacio. A su llegada a El Puerto vivió en el Egido de San Juan,  junto a la finca del Manco Guindate, en la casa conocida como de Santa Ana, propiedad de D. Manuel Rubín de Celis -paralítico que usaba un carrito de madera de caoba y que tenía una gran biblioteca, donde por cierto vivió también a su llegada Manuel Martínez Alfonso-. Con posterioridad ocupó uno en los chalecitos de los profesores del Instituto de la Rotonda de La Puntilla, hasta su fallecimiento. El mayor de sus hijos, Enrique, abogado en ejercicio y colaborador habitual de Diario de Cádiz, está terminando la biografía que D. Enrique dejara inacabada por su triste desaparición. (En la fotografía, D. Enrique en un acto en el Colegio de Espíritu Santo, del que fue organizador y benefactor).

Enrique Bartolomé López-Somoza was born, circumstantially, in Malaga on the 29th of January 1926 and passed away on the 16th of March 1998, eleven years ago tomorrow. But Enrique was officially born for El Puerto in 1952, the year in which he was named Associate Teacher of the Cycle of Geography and History in the Centre for Secondary and Vocational Education in El Puerto. He was already familiar with the town from before, when he met his future wife, Elisa, while he was carrying out University Military Service (training as officers for university students). It is here where he married Elisa López-Quevedo, from El Puerto, with whom he had three sons: Enrique, Santiago and Juan Ignacio. When he arrived in El Puerto he lived in Egido de San Juan, next to Manco Guindate’s property, in the house known as Santa Ana, belonging to Manuel Ruiz de Celis. The latter was paralysed and used a mahogany trolley to get around and also had a great library. Manuel Martínez Alfonso also happened to live here on his arrival in town. Enrique later moved to one of the little secondary school teachers’ villas at the La Puntilla roundabout, until his death. The eldest of his sons, Enrique, lawyer and regular collaborator of the Diario de Cádiz (newspaper), is finishing the biography which his father Enrique left unfinished due to his sad departure.

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D. Enrique con sus padres, en una foto de estudio a principio de la década de los años 30 del siglo pasado.

Hiijo de Abelardo Bartolomé del Cerro y de Adela López-Somoza Álvarez, nació como hemos dicho de forma circunstancial en la capital malagueña, y fue así porque su madre padecía una enfermedad respiratoria y debía pasar los inviernos en el sur de España, donde el clima más seco permitía que el embarazo se desarrollase con normalidad. Según decía, su amigo Paco Viseras Alcolea --ginecólogo porteño fallecido recientemente-- en Málaga tenía su consulta uno de los mejores tocólogos de la época, el doctor Gálvez, que poseía clínica propia. En ella nació D. Enrique. Y el doctor Gálvez tiene un monumento erigido en su ciudad y sus discípulos continúan la labor médica en la capital andaluza.

institucion_libre_de_ensenanzaEL PADRE DE D. ENRIQUE Y LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA.
Su padre Abelardo Bartolomé nació en Madrid en 1874, estudió en la Institución Libre de Enseñanza, donde entre otros compañeros tuvo a Julián Besteiro, con el que cultivó siempre una gran amistad. Doctor en Ciencias Naturales, fue desde 1899, profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid. En 1912 obtiene por oposición la Cátedra de Ciencias Naturales de la Universidad de Salamanca donde entabló amistad con el que fue su rector Miguel de Unamuno, hasta que fue depurado. En 1920 obtuvo la cátedra de Biología en la Universidad de Valladolid en la llegó a ser decano de la Facultad de Ciencias, falleciendo en esta ciudad castellana el 4 de febrero de 1.947, contando nuestro protagonista con 18 años de edad. La vida del abuelo de D. Enrique, de su padre y de sus ascendientes y familiares es interesantísima. Desde haber sido su abuelo, Eugenio secretario personal de la Reina Isabel II,  precursor de los Jardines de la Infancia (la Universidad de Alcalá ha publicado un libro sobre su vida) hasta tener un primo hermano: Rafael López-Somoza que fue el actor preferido de Pedro Muñoz Seca. (En la ilustración, el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza).

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Don Enrique, el segundo por la izquierda de la fila superiror, entre  un compañero con corbata y otro en camisa, en el Colegio de los Marianistas de Madrid donde estudió Bachillerato.  En la foto también aparece su compañero, expresidente de gobierno fallecido, Leopoldo Calvo Sotelo. ¿Adivinan cual es?

enriquebartolome_chico_puertosantamaria1En las memorias que D. Enrique dejó a medio escribir –y en las que su hijo Enrique está trabajando y recopilando, base importante de esta nótula-, describe sus primeros años estudiantiles aprendiendo a leer con su padre cuando le enseñaba con los periódicos ‘La Voz’ y El Sol’. Comenzó su andadura estudiantil en el Colegio de ‘Las Francesas’ de la Calle Santiago de Valladolid, cuando contaba cinco años de edad y con su madre recién fallecida. En ese colegio estuvo hasta los siete años, que se fue a vivir con su tía Eloisa (hermana de su madre) que ejercía de maestra en Madrid, y se matriculo en el colegio ‘Ruiz Zorrilla’ en la Ronda de Toledo. Un año después pasa al Instituto-Escuela en los Altos del Hipódromo, al final de La Castellana, donde hoy se encuentra el ‘Ramiro de Maeztu’. Con veinte años se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense, licenciándose en Geografía e Historia (Sección de Historia de América) en el año 1951.

Fue condiscípulo de otro enamorado de El Puerto, D. Diego Catalán Menéndez-Pidal; por cierto que entre D. Enrique y D. Diego hubo cruce de sables, de pequeños, por el amor de una dama pelirroja de 6 años llamada Tuti, resultando que la dicha Tuti dejó plantados a los dos por un Benlliure. En recuerdo de aquella rompecorazones una gata perteneciente a la familia de D. Diego Catalán, se llama Tuti.

En 1951 es contratado por un curso en el Instituto Laboral de Puertollano. (En la fotografía, D. Enrique con un año, la mañana de Reyes de 1927, en Madrid).

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D. Enrique, el primero por la derecha, en el Cuartel de la Granja de San Ildefonso, donde hizo las Milicias Universitarias, licenciándose como Alférez de Complemento.

SU LLEGADA A EL PUERTO EN 1952
Si bien su llegada oficial a El Puerto la podemos constatar en el año 1952, previamente ya le era familiar la Ciudad donde  había conocido a su novia, Elisa, cuando cumplía destino en una población cercana como Alférez de Complemento en las Milicias Universitarias;  algunos porteños recuerdan a D. Enrique vestido con el uniforme  de paseo de las milicias, con dos cordones, botas de caña alta y espolines de plata, paseando por las calles de El Puerto. en compañía de su novía, lo que determinaría que D. Enrique, una vez terminada la carrera, solicitara El Puerto como destino profesional.

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En la Feria de Ganado en 1956, con su novia Elisa López-Quevedo.

Como decimos es en 1952 cuando es nombrado Profesor Titular del Ciclo de Geografía e Historia en el Centro de Enseñanza Media y Profesional de El Puerto de Santa María, donde se afianza como Catedrático de Historia y se jubila, tras 39 años ejerciendo la docencia en los Institutos Santo Domingo y Muñoz Seca de nuestra Ciudad. Compaginó sus clases a los bachilleres con enseñanzas en el Colegio de las Hermanas Carmelitas y Colegio de ‘San Estanislao’ (La Pescadería) durante algunos años. Fue director del Instituto ‘Pedro Muñoz Seca’ desde 1977 hasta 1983. Era fumador de 'Bisontes'.

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D. Enrique, presentando a un pianista en el Instituto Santo Domingo.

También dirigió la Fundación Municipal de Cultura entre los años 1978 a 1981. Llegó a ser académico electo de la de Bellas Artes Santa Cecilia de nuestra Ciudad y ejerció durante más de 20 años como profesor tutor de Historia de América en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. El Obispo de Jerez, Rafael Bellido Caro lo nombra mediante decreto de 6 de julio de 1987 vocal de la Comisión Local del Patrimonio Artístico de la Iglesia Católica.

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Acto de la Academia de Bellas Artes, en el Salón de Actos del Instituto Santo Domingo. De izquierda a derecha, el poeta Guillermo Portillo Scharfhausen, el profesor Manuel Martínez Alfonso, el presidente de la Academia, a la sazón, Francisco Arníz Sanz, el Doctor Adolfo Vidal Benito y Enrique Bartolomé, quien actuó como conferenciante.

enriquebartolome_libro2_puertosantamariaPERIÓDICOS Y PUBLICACIONES.
Hasta su fallecimiento el 16 de marzo de 1998, colaboró con los medios de comunicación local, participando en las tertulias de Radio Puerto (Instituto Laboral) y SER Jerez y publicó numerosos artículos en los periódicos: Diario de Cádiz, ABC, La Voz del Sur, El Puerto Información, Diario de Extremadura, El Periódico del Guadalete y Cruz de Guía. Fue fundador y miembro de los Consejos de Redacción de los periódicos locales Cruzados, La Voz de la Bahía y de la revista Pliegos de la Academia. (A la izquierda, el libro 'El Viento de Levante en El Puerto', publicado por la Biblioteca de Temas Portuenses -BTP-).

"De ningún modo los alumnos de don Enrique podemos olvidar cómo analizaba el Levante en sus aspectos geográficos y físicos, la influencia del mismo sobre el paisaje y las actividades humanas, como por ejemplo las alteraciones y trastornos fisiológicos más o menos pasajeros que provocaba en las personas y, naturalmente, la disminución de la humedad atmosférica a causa de este viento. Por ello, a pesar del calor sofocante y de la ventolera que desata, apuntaba el profesor, es posible vivir en la costa atlántica de la provincia de Cádiz. Los hijos de pescadores que estudiábamos con don Enrique, disfrutábamos del trato cordial y educado, así como de las conversaciones amenas del profesor. Sin embargo podemos destacar que poníamos toda nuestra atención cuando explicaba la acción del Levante sobre el mar y la amplitud de estados que producía en el mismo, ni decir cabe que nos tocaba de lleno, porque sus consecuencias eran desfavorables para la economía familiar y muy peligroso para los barcos si salían a pescar." (Antonio Carbonell. La Meridiana. Diario de Cádiz. 19 marzo 2003).

cartapuebla_puertosantamariaEntre sus publicaciones se encuentran: ‘El viento de levante en el Puerto’, ‘Orígenes histórico legendarios de los núcleos de población de la Bahía de Cádiz’ y ‘La Carta Puebla de El Puerto de Santa María’, entre otros. En la Revista de Historia de El Puerto del Aula de Investigación Histórica 'Menesteo', publicó: “Diario del viaje del piloto mayor Diego Thomas de Andia y Varela a las costas de Patagonia (1745-1746)” y “Notas para una historia de El Puerto de Santa María en el siglo XIX” (El periodo 1800-1814),  “Documentos y libros relacionados con América (1560-1899) de los fondos del Archivo Municipal y de la Biblioteca Pública Municipal de El Puerto de Santa María”, «Apéndice a "Documentos y libros relacionados con América (1560-1899) de los fondos del Archivo Municipal y de la Biblioteca Pública de El Puerto de Santa María”», «Medidas higiénico-sanitarias de la administración municipal de El Puerto de Santa María en la prevención y tratamiento de la viruela (1805-1891)». Además tiene escritos numerosos textos inéditos sobre política, sociología, geografía e historia. (En la ilustración, Carta Puebla del Gran Puerto de Santa María.  D. Enrique hizo la transcripción de la copia del  S. XVI del privilegio rodado por el cual Alfonso X otorga a Santa María del Puerto carta-puebla fundacional, fechado en Sevilla, 16 de diciembre de 1281. Papel 310x210 mm. 2 folios completos y medio. Archivo Municipal de El Puerto de Santa María. Curiosidades nº 2.)

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La Plaza Enrique Bartolomé López-Somoza, en las inmediaciones de la Plaza de Toros.

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Rótulo de la Plaza, que en la actualidad comparte nombre también con dos de las tres calles que en ella confluyen: Golondrina y San Bartolomé. (Foto Vicente González Lechuga).

EL AYUNTAMIENTO, AGRADECIDO.
El Ayuntamiento de nuestra Ciudad rotuló en su homenaje el nombre de una plazoleta en las inmediaciones de la Plaza de Toros, en un lugar rehabilitado donde anteriormente había existido un bloque de infraviviendas habitado por gente muy pobre, denominado 'Patio Valdés', en la confluencia de las calles Golondrina, San Bartolomé y Valdés y le concedió la medalla de la Conmemoración de Centenario de la Plaza de Toros, como muestra de afecto y reconocimiento por su dilatada trayectoria profesional y humana en nuestra ciudad.

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Saludando a la Infanta Cristina, en la inauguración de la Fundación Rafael Alberti.

Durante toda su vida se dedicó en cuerpo y alma a estudiar y divulgar el rico patrimonio cultural, e histórico de nuestra ciudad y a enseñar con su gran humanidad a multitud de generaciones, habiendo dejado una profunda huella del buen hacer profesional y de la generosidad y humildad a la hora de impartir sus sabios conocimientos, siendo muy apreciado y recordado por los porteños. Precisamente mañana día 16 de marzo hace ya once años de su fallecimiento. . Murió en el Hospital de Puerto Real a la hora que el sol se ponía por los esteros de San Fernando, desde la habitación 323, junto a la ventana desde donde se divisaba con claridad la última hora del día.

SU TESTAMENTO EN PALABRAS.

enriquebartolome_libro_puertosantamariaComo muestra de su ser de hombre de bien, estas fueron las últimas frases que pronunciara el día que fue homenajeado por su jubilación en 1991, hace ahora, 18 años, publicándose el libro que se muestra a la izquierda de este texto:

«…ahora, al doblar la última esquina de mi vida, advierto que la suerte, en la que creo, y la ayuda de Dios, en la que creo también me han acompañado, y a ellas les debo gran parte de lo que soy.
Por ello debo agradecer a la Providencia la familia que me asignó al nacer. A ella le debo, además de la vida corporal, el ejemplo de independencia, tolerancia y comprensión que he procurado seguir. Gracias a mis profesores y compañeros de estudios de los que aprendí y con los que aprendí. Gracias por la suerte de venir a El Puerto donde ha brotado mi nueva familia, esposa e hijos y nieto, cuyas cualidades de cariño y abnegación me han sido decisivas. Gracias por la suerte de mis compañeros de Instituto y de la UNED. Gracias por y para los alumnos antiguos y nuevos y por todos vosotros.
Tal vez pequé de ilusionado, pero creo vislumbrar a través de vuestra presencia y vuestro calor que mi vida no ha sido del todo inútil, y que cuando llegue el día en que la postrera sombra cierre mis ojos, acaso pueda pensar –como mi poeta más admirado- que ‘mis cenizas serán cenizas, más tendrán sentido
»

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Don Enrique en la Playa de El Manantial, con sus hijos: de pie Enrique, a la izquierda Chico (Juan Ignacio) y Santiago a la derecha, a finales de los sesenta del siglo pasado.

EMÉRITO PROFESOR.

enriquebartolomelopezsomoza_puertosantamaria"Recordar es volver a vivir. Recordar a D. Enrique es hacer que volvamos a tenerle presente, si es que en algún momento se nos fue de la memoria, siguiendo sus enseñanzas y su ejemplar proceder.
Es una constante que los discípulos valoren, de superior manera, a quienes tuvieron por tutores y docentes años después de la época de estudiante. La forma de enseñar, los conocimientos que nos transmitieron, la personalidad, la humanidad desprendida, son los valores que tintaron una relación positiva, que es echada ciertamente de menos en el caso de nuestro D. Enrique.
Asociado a otra época, en algún cajón de nuestra memoria, permanecen no sólo las materias que con tanta liberalidad impartía, sino el recuerdo intachable de una bondad que la adolescencia, inconsciente, no nos permitió valorar en su momento.
Las crónicas del cambio de siglo, no recogerán a un D. Enrique investigador, en el archivo municipal. Tampoco al alto profesor que publicaba artículos en medios locales o especializados. Ni siquiera al conferenciante que fue de múltiples foros y reuniones, por no mencionar la ausencia de este emérito profesor, en cualquier caso, hasta su partida. Que dos años han transcurrido ya desde que su cotidiana presencia se diluyera, como era él, humilde, hasta la evocación presente de su obra, el cariñoso saludo a sus hijos en ese recuerdo y el cotidiano pasar o pasear por la plaza Profesor Enrique Bartolomé.
La impronta de este educador forma parte del bagaje humano, cultural y social de quienes fuimos sus alumnos. No solo supo enseñar Historia intentando que la comprendiéramos, que la analizáramos, que extrajéramos moralejas de los hechos, sino que además le preocupaba inculcar el sentido de la justicia y la bonhomía que siempre iban con él.
En el amanecer de un siglo que D. Enrique no conoció, se perpetúan sin embargo, moléculas de sus conocimientos repartidas entre los habitantes de El Puerto; partículas de bondad en los caracteres de quienes fueron sus discípulos; átomos del sentido de la justicia anidando entre quienes fueron sus compañeros de profesión; y grandes dosis de una actitud positiva ante la vida, para aquellos que supieron valorar el escepticismo, la curiosidad y cierta capacidad de asombro que supo mantener hasta sus últimos momentos nuestro D. Enrique."
(J.M.M. Diario de Cádiz, jueves 16 de marzo de 2000, con motivo del segundo aniversario de su desaparición). En la fotografía, D. Enrique con su nieta Ana Bartolomé Pastor, en Las Lagunas de Ruidera en el verano de 1994.

Nuestro agradecimiento a Enrique Bartolomé (Jr), por la documentación que nos ha facilitado, tanto gráfica como por escrito, y que nos ha permitido recordar la gran dimensión humana de su progenitor a quienes tuvimos la suerte de ser sus discípulos. También, a los que no tuvieron ese privilegio, esperamos que les haya permitido poder conocer que un hombre de la gran envergadura humana de D. Enrique, enterró y fructificó en El Puerto la semilla de la bonhomía, la tolerancia y la curiosidad por el pasado porteño.

QUERIDOS PADRES.

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"A sólo unos días de la desgraciada y manipulada celebración del día del padre, no quiero sustraerme de la importancia que, estoy convencido que para todos, supone exteriorizar lo que sentimos por nuestros progenitores.
Hace justamente hoy tres años, que mi padre, sin que nos pidiera permiso, y de una manera callada, abandonaba este mundo. Una repentina enfermedad hizo irreversible lo que no nos parecía tal. Y en sólo unos meses, mis hermanos y yo, pasamos de tener padre a no tenerlo.
En sólo dos frases, y si me apuran en una, pudieran contarse el paso de una persona, por este mundo. Algo más difícil supone tratar de explicar la trayectoria humana de ese mismo ser, que ya no se encuentra entre nosotros. Y resulta imposible narrar, ni siquiera en un libro, que ha supuesto para cada uno, nuestro padre o nuestra madre.
Trato de dirigir estas líneas a aquellos que disfrutan aún de la compañía de sus padres. Sin que pase un día más, y sin que excusas peregrinas afloren al exterior, deberían acercar posturas y disfrutar, por los años que sean, de la inigualable y sincera compañía de sus ascendientes más directos.
Desde que perdí a mi padre, y sin que un solo día se despiste, recuerdo el tiempo que inutilicé en no tratarlo y conocerlo a fondo. Como será, que cuando supe de su enfermedad intenté exprimir mi relación con él hasta extremos insospechables. Acompañé sus últimos meses como si de su sombra se tratase, e intenté quedarme con lo que pudo dejarme de ese indeterminado equipaje con el que nos marchamos de este mundo.
Decía René Descartes que dos cosas contribuyen a avanzar: ‘ir más deprisa que los otros, o ir por el buen camino’. Yo me quedo con esta última. Y desde luego, que mejor sendero a seguir, que el que un buen día emprendieron nuestros padres. Aquellos seres humanos que en las difíciles y complicadas noches invernales, o en las tórridas estivales, supieron dar el consejo adecuado o aceptar de buen grado nuestros caprichos y nuestros desplantes." (Enrique Bartolomé (Jr). Diario de Cádiz. 16 de marzo de 2001, en el tercer aniversario de su desaparición).

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El 12 de diciembre e 1955, el Obispo de Cádiz-Ceuta, Doctor Tomás Gutiérrez Díez, bendijo el monumento a la Inmaculada Concepción ubicado en el centro de la Plaza de la Iglesia (Plaza de España). El templete había sido diseñado por el arquitecto Fernando Barquín y labrado por el escultor sevillano José Basallo. Podemos ver, en primer término la mesa de altar, el candelero con velas y el crucifijo con la reliquia de San Ignacio, así como el relicario con el cráneo de San Francisco Javier, patrono de la Ciudad. (Foto Colección Manuel Girón Ceballos).

iglesia_fachadaA la izquierda de la fotografía en blanco y negro, junto a la mesa de altar, podemos ver al monaguillo Jesús Bernal Prol, el Párroco y Cura Propio Antonio Cía Moreno, el Obispo de Cádiz-Ceuta, detrás del báculo del Obispo, el alcalde de la Ciudad, Luis Caballero Noguera, a su lado, semioculto, el párroco de San Joaquín y Arcipreste Manuel Salido Gutiérrez, detrás de éste vemos a con gabardina, a Eloy del Valle Bonichi y a Juan Martín Vélez, secretario particular de la alcaldía, al lado de Salido un poco detrás, el concejal José Merchante,  al lado del Obispo un jesuita que hacía de Diácono, y a continuación el jesuita, García Alonso. A la derecha de la imagen, de oscuro, concejales de la corporación municipal y otras representaciones entre las que vemos a Joaquín Fernández Prada con bigote, a continuación, Joaquín Calero Muñoz, a la sazón Jefe Local del Movimiento, Francisco Velarde, Práctico del Puerto, Juan Villar, calvo, de Obras Públicas, Blas Aranda y José Moresco Muñoz .  En la parte central izquierda de la fotografía podemos entrever a Fernando Arjona Cía y a Roberto Merello Reynolds. Dado el enfrentamiento que mantenía Antonio Cía, el párroco de la Prioral con el Cardenal Segura, Obispo de la Diócesis de Sevilla a la que pertenecía El Puerto, éste invitó para la inauguración del monumento al obispo gaditano, afrentando al cardenal sevillano. La primera piedra del monumento se había colocado un año antes, el 8 de diciembre de 1954, pudiendo verse una imagen de aquel momento pulsando sobre estas palabras.

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El 12 de marzo de 1969, hace cuarenta años, salía a la calle el número 3000 de Cruzados. Se celebraba con una edición extraordinaria su trigésimo aniversario. Nadie podía imaginar que el día 12 de marzo de 1969 quedara marcado para la historia de El Puerto por la desaparición de Cruzados. Su número 3001 de fecha 19 de marzo de  mencheta_cruzados_puertosantamaria1969, aunque se imprimió, nunca salió a la calle.  Fue secuestrado por la Delegación Provincial de Información y Turismo cuyo delegado aquel entonces en Cádiz era Rafael Landin Carrasco, a quién dos años mas tarde, la Corporación Municipal, por su colaboración en la campaña de solidaridad con los porteños desfavorecidos “Navidad con Amor”, le concedía la medalla de oro…

On the 12th of March 1969, forty years ago, edition number 3000 of Cruzados was published. It celebrated its three thousandth anniversary with an extraordinary edition. No-one imagined that the 12th of March 1969 would be etched forever in the history of El Puerto due to the disappearance of Cruzados. Its edition number 3001 on the 19th of March 1969, although it was printed, was never published. It was kidnapped by the Provincial Office for Information and Tourism whose delegate at that time in Cádiz was Rafael Landin Carrasco, who, two years later, would receive the gold medal for his collaboration in the solidarity campaign with less fortunate porteños “Navidad con Amor” (“Christmas with Love”), awarded by the Municipal Corporation…

La editorial de este último número empezaba así: "Treinta años y nuestro numero tres mil. ¡Cuantas sugerencias, cuántas consideraciones, lectores amigos, con tal motivo! En  esta ocasión, Cruzados ya ha cumplido esa treintena cargada de sacrificios, desconocidos, por la mayoría; pero que están pletóricos como en cortés desafío a los muchos inconvenientes de todo orden, de los que, bien es verdad, nunca estuvo exenta de publicación, dispuestos a servir de empuje o palanca tremenda que, una vez más, remonte al periódico, lo deje en su sitio y siga siendo acogido, conocida la benevolencia de los lectores, con la mejor simpatía y afecto." (Para leer el texto completo pulse en los comentarios de esta nótula).

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Dos importantes secciones de Cruzados: ‘El perfil de la semana’ crónica sobre  El Puerto, escrito por Manuel Sánchez, y Sánchez ‘Zutanito’  y ‘Por la calle de en medio’ de Juan Ignacio Varela Gilabert. (En la fotografía, Manolo Sánchez y Juan Ig. Varela, la primera perteneciente a la coleccion de Manuel Sánchez Cerdá y la segunda a la coleccion de Vicente Gonzalez Lechuga).

Cruzados fue una publicación de la Acción Católica, asociación pública de fieles que tiene su origen en el mismo seno de la Iglesia católica fundada por el Papa Pío XI en 1922. Estuvo durante el tiempo anterior a la Guerra Civil fuertemente vinculada con los cruzados1939_puertosantamariamovimientos de acción social, sin embargo, con la escalada de la Guerra, en claro contraste a su trayectoria anterior, toma otros derroteros de carácter exclusivamente espiritual, a pesar de que la idea no fuera compartida por muchos sacerdotes rurales y urbanos que convivían día a día en medio de un pueblo con las heridas recién abiertas.

Nace así, bajo esta consigna impuesta, Cruzados, cuya portada de su primer número de febrero de 1939 es prueba indiscutible de su temática,  mensaje y de devoción por las directrices de la Iglesia. Por ello de ninguna manera pudo ser la solución y ocupar el lugar de la desaparecida Revista Portuense, fundada por el periodista natural de Grazalema y porteño de adopción, Dionisio Pérez Gutiérrez. (En la ilustración, la portada del primer número de Cruzados, en 1939, hace setenta años justos).

Cruzados, de carácter mensual hasta que iniciados los años 40 se convirtió en bisemanal, circulando los miércoles y sábados, informaba sobre acontecimientos religiosos, ‘culturales’, cartelera de cine, farmacia de guardia, anuncios y edictos oficiales de la época así como de los bautizos, bodas, comuniones y óbitos de los suscriptores y familias relevantes de la ciudad.

UNA NUEVA ETAPA EN LA PUBLICACIÓN.

A principios de los años sesenta, las reformas provocadas en la Iglesia por el Concilio Vaticano II se hacen notar y Cruzados ante la necesidad de mejorar un servicio público y promover una comunicación de acción social da por concluida una etapa, comenzando a asomar lentamente otra nueva. No fue fácil sin duda publicar una más amplia información local, que ahora sí cogía el relevo de la Revista Portuense, ya que si complicado era conectar con todos y cada uno de los colaboradores, más difícil resultaba coordinar los pasos que cada día se iban dando. Me estoy refiriendo a que  gracias a la amistad el compañerismo e ilusión de un grupo de porteños con gran constancia y, sobre todo, la magnifica labor de un periodista excepcional como fue Agustín Merello del Cuvillo, permitieron hacer realidad lo que por aquellas fechas era impensable.

NUEVAS  SECCIONES

  • ‘Carta de Madrid’ sección de Francisco Pérez Pastor, embajador de El Puerto en la capital donde nos daba su opinión de los acontecimientos desde su óptica personal
  • ‘La Voz del Pobre’, sección que llevaba adelante los hombres de Acción Católica donde se daba cuenta de las situaciones mas necesitadas, solicitando la solidaridad de los porteños-
  • ‘En la grada y sin pasión’, parecidas a las fintas callejeras de Agustín, su autor, dedicadas al futbol. A las crónicas taurinas y deportivas, especialmente al futbol base, se les dio en los últimos años una gran cobertura.
  • 'Nuestros suscriptores opinan' Entrevistas a los más antiguos. (Para leer las entrevistas pulse en los comentarios de esta nótula).

joseignaciobuhigas_cruzados_puertosantamariaLa sección ‘Nosotros el mundo’ era conducida por José Ignacio Buhigas Cabrera. Se trataba de breves comentarios sobre información internacional que grababa de los distintos partes informativos de la radio y posteriormente tecleaba para su publicación. Años más tarde la recuperarían Agustín y Pepe Buhigas para Diario de Cádiz, permaneciendo dos años como sección en las páginas de Diario de Cádiz.  Las trágicas muertes de Martín Luther King y Robert Kennedy en abril y junio de 1968 respectivamente, fue el gran referente para crear la sección ‘Nosotros el mundo’. No les daría tiempo, por el cierre prematuro, del medio, de contar la llegada del hombre a la Luna. (En la fotografía, José Ignacio Buhigas Cabrera, en una fotografía perteneciente a la colección de T.S.C.)

AGUSTÍN MERELLO, EL ALMA DE LOS ÚLTIMOS CRUZADOS.

agustinmerello_cruzados_puertosantamariaSi bien es cierto que la Junta Interparroquial de Acción Católica del postconcilio compuesta por: Domingo Luis Renedo Fernández, José Adame Vázquez, Manuel Buhigas Cala, Rafael Caballero Bonald, José Luis Álvarez Sevilla, Antonio Ojeda, Rafael Tejada, Vicente Terrada, Manuel Lagares y Antonio del Cuvillo Jiménez, que figuraba como Director de la publicación por ser Presidente de Acción Católica, favoreció que un grupo de colaboradores formado por personas de distintas edades y de las más diversas condiciones sociales como estudiantes, trabajadores, profesionales y jubilados, capitaneados por el cariño y la entrega de un hombre como Agustín Merello, hicieron posible que una Hoja Parroquial se convirtiera en un medio de comunicación social. El cierre de Cruzados supuso para todos un duro golpe y de manera especial para Jesús María Serrano, que desde niño se impregnó del olor de la tinta y de los ajetreos de la imprenta pero cuya corta edad impidió ver sus versos y poemas en las páginas de Cruzados. (En la fotografía, Agustín Merello del Cuvillo, imagen  perteneciente a la colección de Kitty Pastor).

fintascallejeras_cruzados_puertosantamaria‘Fintas callejeras’ sección de Agustín Merello y que colaborara  también en su confección José González Montaño. Una de las secciones más temidas por los cargos públicos y religiosos de aquella época. Comentario con cierta acidez sobre las injusticias sociales y olvidos de los munícipes del Ayuntamiento.  Se daban prisa en solucionar desde la Corporación Municipal los desaguisados, como por ejemplo las Fintas Callejeras del último número: ‘Más que nuestra veterania, más que nuestra estadística, quisiéramos conmemorar nuestra eficacia’ ‘Y ahí le duele; o no conseguimos hacernos oír, o nuestra voz es tímida o… tal vez abunden mucho los sordos’ ‘Algunos, hasta pensarán que estamos de luto; pero no lo crean: las apariencias engañan.’  Esta última Finta Callejera, sin pretenderlo Agustín, fue una premonición de lo que iba a suceder una semana después.

PERSECUCIÓN.

antoniocarbonell_joven_puertosantamariaEl autor de esta nótula, Antonio Carbonell, recibió en su domicilio la visita de la ‘autoridad competente’ que por aquel entonces desde las altas esferas, locales y provinciales recibieron las oportunas consignas debido a que varios artículos, entre ellos, ‘Fintas callejeras’ ‘La Propiedad’ (Para leer el citado artículo pulse en los comentarios de esta nótula) y ‘La acción que se debe emprender’, no se ajustaba a las pretensiones de los mandamases. Además del susto para su familia no sucedió nada más que lamentar salvo que secuestraron el ejemplar que no vio la luz. Así que las Fintas callejeras de Agustín  y el artículo de opinión ‘La acción que se debe emprender’ nunca vieron la luz’. Pudo ser la gota junto a las Editoriales que puso fin a Cruzados. Tenia entonces 17 años y solo para escribirlos el autor se basó en los Principios Morales para una Deontología del Periodista, escrito  por Pablo VI y publicado en Cruzados el miércoles 26 de febrero de 1969, a las que se vinculó y siempre llevo a gala el recordado periodista Agustín. La opinión de los comentaristas en sus distintas secciones jamás fue censurada por Agustín. Todo lo contrario. Llegado a este punto también el bueno de José González Montaño, hermano de los sacerdotes Antonio y Ramón, ayudaba a Agustín en la corrección de cualquier descuido… (En la fotografía de la época, Antonio Carbonell López).

COLABORADORES

En esas tres décadas de Cruzados, colaboramos: Luis Suárez Rodríguez, Francisco Pérez Pastor, Enrique Moresco Muñoz, José Luis Péculo Utrera, Manuel María Pérez Sánchez, Joaquín Valdés Sancho, Juan Ignacio Varela Gilabert, Manolo Sánchez, ‘Zutanito’; Domingo Roa Duvige, ANFENOL Eloy Fernández Lobo, Antonio Chamorro, Antonio Pérez Ruiz, Antonio Rodríguez, ‘ANROLO’; Antonio Ramírez, Javier y Jaime Renedo Varela, Francisco Gálvez Renedo, Diego Utrera Sánchez, José Ignacio Buhigas Cabrera, José González Montaño, Rafael Morro, Manuel Nimo Gutiérrez, R. Martínez, Javier Camacho, Juan María Ramírez Cuenca, M.C.M e Inés Monguíó y además José Luis Tejada, Augusto Haupold, Sebastian Castillo Gúelfo, Hipólito Sancho, Juan Lastra, Manuel Martínez Alfonso, Enrique Bartolomé, José María García Máiquez, Luis Suárez Ávila, Juan Bermúdez Tejada, Caballero Bonald, Agustín Merello del Cuvillo…

LA IMPRENTA DE DOMINGO RENEDO: IGDAG.

domingorenedofernandez_puertosantamariaPero sobre todo gratitud, sin ningún género de duda, de la misma manera que lo hubiera hecho Agustín Merello,  a IGDAG, la imprenta donde se editaba Cruzados, de Domingo Luis Renedo Fernández, a quien en mas de una ocasión le costó el dinero que Cruzados saliera a la calle. Y como no, a José Fernández, Eduardo Maza Carmona, Vicente Utrera Caro, Antonio Albaiceta Revuelta José Cabrera, Antonio Pérez, Antonio Rodríguez López y los Gravan, padre e hijo, cajistas, maquinistas y personal de IGDAG que hicieron también posible ‘Treinta años y nuestro número tres mil’.

Merece también mención especial la labor realizada por la Emisora Radio Puerto. Emisora del Instituto Laboral que, como primer vinculo de comunicación social de El Puerto a través de las ondas, fue un referente para el conjunto de colaboradores de Cruzados. Vaya desde aquí nuestro reconocimiento a María Pepa Nogues, Juani Briceño, Juanita Salas, Hortensia Renedo, Joaquín Calero Muñoz, Luis Sánchez Pérez y a José Lucas Morillo León, el primer locutor de la Emisora. (En la fotografia: Domingo Luis Renedo Fernandez, fotografiado unos días antes de su fallecimiento, poco antes de cumplir los 68 años de edad. Pertenece a la coleccion de Hortensia Renedo).  

APOYOS PUBLICITARIOS.

publicidad_cruzados_02_puertosantamariaAdemás de los colaboradores, articulistas y reporteros, Cruzados contaba con una reducida cartera de clientes que se anunciaban en aquella década de los años sesenta. Se superaban en los suplementos dedicados a la Patrona que gracias a ellos se financiaban. ‘Muebles metálicos García Aspera’, ‘Fernández Prada-Seguros Generales’, ‘Frutería Casa Lolete’,  ‘Cuvillo, Fino C, Oloroso Sangre y Trabajadero’, Salvatierra Radio’, ‘Osborne’, ‘Asesoria General de Empresas Jiménez’ ‘Transportes Viuda de Requejo’…  Antonio Carbonell Lopez.

UN ARTÍCULO DE ENRIQUE BARTOLOMÉ: A LOS BARQUEROS.

enriquebartolome2_cruzados_puertosantamariaEl pasado jueves, cerca del mediodía, tuve ocasión de presenciar como, un muchacho en trance de ahogarse en el Canal, era salvado por la rápida y eficaz intervención de unos barqueros. El hecho no es nuevo. Diríamos que es algo que se repite con frecuencia todos los veranos. Diríase también que la cosa carece de importancia, que cualquiera es capaz de auxiliar a un semejante que esté en peligro. Tal vez. Pero el caso es que, providencialmente, los barqueros ‘estaban allí’, como están en otras muchas ocasiones. Y es que por ‘estar allí’ una persona salvó su vida. Sin pensamos un poco, la cosa nos parecerá mas importante de lo que habitualmente nos creemos. Invito a los lectores a que lo hagan. (30 de julio de 1965). (Para leer el texto completo pulse en los comentarios de esta nótula). (En la fotografía, Enrique Bartolomé  Colección E.B.L.)

EL CRUZADOS QUE NO VIO LA LUZ.

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Portada de Cruzados del día 19 de marzo de 1969, que fue secuestrado por la Delegación Provincial de Información y Turismo y no llegó a ver la luz. A partir de ahí la publicación dejaría de existir, tras treinta años de cita con los lectores, en su número 3.000.

El autor del artículo y la dirección de Gente del Puerto quieren agradecer la inestimable colaboración prestada por José Ignacio Buhigas Cabrera, Archivero Municipal del Ayuntamiento y colaborador de la Revista Cruzados, así como a Manuel Sánchez Cerdá, Kitty Pastor, Hortensia Renedo y Enrique Bartolomé Jr., quienes nos han facilitado el material gráfico que ilustran esta nótula.

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joaquinbarbarocafull_puertosantamaria1«Se trata de Don Joaquín Barba Rocafull, músico, tengo entendido que proveniente del Ejército, que ocupó la dirección de la Banda Municipal de Música de El Puerto en tres ocasiones: una, entre 1916 y 1921; otra, entre 1924 y 1933 y la última entre 1937 y 1949. Era un gran músico, compositor y director, aunque la maledicencia de la gente chusca decía: --»Por ahí viene Rocafull perseguido por su banda»; --»Se llama "Roca" por el padre y "fú" por la música», haciendo ademán de soplar. Se decía que todo lo solucionaba con un pasodoble... Tan es así que, se contaba que a la entrada del paso de San Pedro, en sus negaciones, por la angosta puerta de la Capilla de la Aurora, acompañado por un gallo sobre una columna, la gente que presenciaba la entrada, gritó alarmada: ¡El gallo! ¡El gallo!, porque peligraba el gallo de San Pedro que rozaba con una jamba de la puerta. Y a los gritos del gentío: ¡El gallo! ¡El gallo!, se cuenta que Rocafull mandó a la banda interpretar el pasodoble de Rafael El Gallo, a petición del público.

milagrosbarbaramirez_puertosantamaria“It’s about Joaquin Barba Rocafull, a musician, I understand that he was in the Army, and held the position of conductor of the Municipal Band of El Puerto on three occasions: the first, between 1916 and 1921; the second, between 1924 and 1933 and the last between 1937 and 1949. He was a great musician, composer and conductor, although the common townspeople used to badmouth him saying: “Here comes Rocafull pursued by his band”. “He’s called ‘Roca’ after his father and ‘fú’ after the blowing action involved in playing wind instruments”. It was said that he solved everything with a pasodoble… So true was this that people claimed that when the San Pedro procession left the Aurora Chapel through its narrow door, accompanied by a cockerel on a column, those who were watching the procession leave the chapel shouted out in alarm: “The cockerel, the cockerel!”, as the San Pedro cockerel was at risk of being squashed against the door jamb. And it is said that on hearing the peoples’ cries of “The cockerel, the cockerel!” Rocafull ordered the band to play the Rafael El Gallo (Rafael the Cockerel) pasodoble, at the request of the public. (En la imagen de la izquierda, Milagros Barba Ramírez, hija de nuestro protagonista. En la actualidad reside en Valencia y y cumplirá 87 años el 15 de enero de 2011. Aún recuerda cuando su padre, el maestro Rocafull, subía con su banda tocando por la calle Luna, y paraba bajo el nº 47, para tocar para su mujer y sus hijas que estaban en el balcón. Aún recuerda eso. Saludar a su padre desde el balcón. Foto: Colección María Jesús Alberni Barba).

En la imagen de la izquierda, María Victoria Ramírez Delgado y su esposo, José Joaquín Barba Rocafull. Fotografías que se conservan en el domicilio familiar de Valencia de la hija del músico, cedida por su nieta, María Jesús Alberni Barba, para su publicación en Gente del Puerto.

La banda de música del Maestro Rocafull, cerrando una procesión. Detrás, la Corporación Municipal, bajo mazas.

Pero, fuera como fuese, Don Joaquín Barba Rocafull era un excelente músico y compositor de cuya carrera se ha ocupado mi amigo el historiador Enrique Pérez Fernández. Cada año, Don Joaquín estrenaba una serie de composiciones. que interpretaba la banda, no sólo en el quiosco de la música del Parque, sino en la Plaza de Toros, en las procesiones, en las veladas... En 1918, estrenó su pasodoble "Saludo a mi tierra" y en el año 1924 los pasodobles "Deportivo Portuense", "Amontillado Fino Coquinero" y "El Rempujo", dedicado este último a Francisco Díaz Leal, dueño de esa taberna que todavía existe en la Plaza del Polvorista.

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Si hablo hoy de Don Joaquín Barba Rocafull, no es por él mismo, sino por la indignación que me causaba, de chico, oír a la gente hablar de él siempre en plan de mofa. Mi padre, en cambio, decía que era un gran músico y que era descendiente, nada menos, que de un escribano de Alfonso X El Sabio, Don Reimondo de Rocafull, citado en una de las Cantigas de Santa María do Porto, la número 382, que estuvo aquí, con el Rey, en pleno siglo XIII, era originario de Montpellier y emparentado con los Reyes de Aragón. También era descendiente de un Don Guilhen de Rocafull, Adelantado Mayor del Rey Jaime I El Conquistador. Yo no me había parado a comprobarlo hasta que eso mismo que decía mi padre lo he visto escrito por el Profesor Jesús Montoya. Y todo esto lo digo a raíz de que Curro Orgambides haya publicado en Diario de Cádiz una fotografía de Don Joaquín con su banda, reproducción de la que está colgada en el almacén de ultramarinos y coloniales "La Diana", en la calle Palacios, para que el que no lo supo, lo sepa.» Luis Suárez Ávila. (Fotografía Colección M.G.G.)

«En la fotografía, la Banda de Rocafull en el crucero de las calles Larga y Luna al comienzo de los años 20. El original kiosko de música, construido en 1905, se instaló frecuentemente en el límite del Vergel y el Parque, el marco tradicional donde las bandas portuenses ofrecieron sus conciertos durante más de un siglo. También fue tradicional durante décadas que los músicos se reunieran en el crucero para dirigirse, al son de pasodobles, a ofrecer los conciertos». Enrique Pérez Fernández.

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El templete de la música que aparece en la fotografía de más arriba,  es el que se ponía, también para la Banda de Música, en la Rotonda de La Puntilla, justo al lado del otro monumental templete del Restaurante. Así figura en varias fotografías antiguas como la que presentamos, en la que se puede apreciarlo a la izquierda de la imagen. En un templete de inspiración chinesca, muy de la época, en las postrimerías del XIX y principios del XX). (Foto Colección JMM).

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"Bebiendo de las fuentes del prestigioso historiador local Enrique Pérez Fernández y, de la prodigiosa memoria del abogado y articulista de Diario de Cádiz, Luís Suárez Ávila, sabemos que la fundación de la Banda Municipal de Música de El Puerto de Santa María, se remonta al 4 de febrero de 1853 a instancias de Don Juan Rufoni –primer director-, al que siguieron Pantaleón Mendoza, Domingo Veneroni, y José Joaquín Barba Rocafull entre otros. Fue precisamente Rocafull, músico militar, al que tocó valga la expresión, lidiar con la dirección de la Banda en una época en que la sociedad española vivía momentos convulsos y de cambio. (Fotografía Colección de José Joaquín Sánchez Sena. Ultramarinos La Diana).

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A nadie se le escapan las complejidades de una empresa de esta índole, sobre todo, cuando sabemos que el Sr. Rocafull –militar republicano-, admirable músico y compositor, tuvo el empuje necesario, mezcla de romanticismo y verdadera vocación musical, para en plena guerra civil, y a pesar de las dificultades incluso personales del momento, reorganizar la Banda de Música Municipal." Manolo Morillo.

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pepebigote2_puertosantamariaOtro embajador porteño en Madrid. Pepe Jiménez Vázquez, “Bigote”, nació en pleno verano canicular,  probablemente en la calle Durango en El Puerto el 3 de agosto de 1922.  Su padre se llamaba Cristóbal y su madre Catalina, siendo el menor de cuatro hermanos: Alfonso 'el Nino', guardacampo, que era un cuerpo de vigilancia de los campos que estuvieron en activo en nuestra Ciudad, al menos hasta el final de la década de los sesenta del siglo pasado; Ana, que casó con un Sancho, estableciéndose en Sevilla tras el casorio; y Cristóbal, que murió durante la Guerra Incivil  en Madrid -a Bigote le cogería con 14 años-, adonde marchó con un Zamacola.

Fue una persona hábil desde muy joven pero que tuvo que salir de El Puerto y encontrar acomodo en Sevilla en casa de su hermana, tratando de buscar un trabajo que le permitiera buscarse la vida en aquellos tiempos tan difíciles. Como afirma Manolo de la Torre, «Bigote era un lector empedernido. Y su cara no aparentaba que estaba cultivado hasta extremos insospechados. Parecía más bien un campesino que acaba de dejar su pueblo y que se había instalado en Madrid porque una hija se le había casado con un cargo ministerial. Durante las cuchipandas parecía estar ausente. Sin embargo, sus ojos camaleónicos no perdían el menor detalle de cuanto acontecía a su alrededor.»

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Pepe Bigote, en el centro de la fotografía con, entre otros, El Beni de Cádiz, en Madrid.

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Pepe Bigote, en una reunión madrileña entre los que se encontraban Lola Flores y Antonio 'el Pescaílla'.

Estando en Sevilla conoció a los artistas Benito Rodríguez Rey, ‘Beni de Cádiz’ y a Ramón Vélez González cuando actuaban en el Teatro de San Fernando con la compañía de Manolo El Caracol y Lola Flores “La Faraona”. También con ellos intervenía, Rita Ortega, la sobrina de Manolo “El Caracol” a quién llego a conocer también Bigote. Era amigo del sevillano Vicente Pantoja, Picoco, de quien el escritor Antonio Burgos significó con motivo de su obituario: “Se puede hacer un arte del mangazo, y Picoco lo hacía”. Así titula el escritor sevillano de quien solía decir de si mismo lo siguiente: “Es que yo me veo por las mañanas en el espejo y me pido mil duros”. Meses después, a raíz de que el trabajo que realizaba no satisfacía ni daba los ingresos suficientes partió para Madrid. Corrían los años 1950 y el hambre campaba por España, cosa que en su caso se hizo patente en el momento que fue recibido por el Beni de Cádiz y Ramón Vélez. Cuenta Ramón Vélez, su amigo, que Bigote «era capaz de llevarse cinco días sin comer y no se lo decía nadie hasta extremo de comerse un pieza de caña de lomo a bocados y diez huevos fritos» que fue lo que ocurrió cuando llego por primera vez a Madrid.

AVA GADNER.

avagadner_puertosantamariaRamón Vélez que vive en la actualidad en la calle Molinete y tiene 82 años, cuenta que Bigote acompañaba al Beni y a él en las noches madrileñas ya que Pepe Bigote llevaba bastante bien el compás, incluso a veces se permitía dar sus pasitos de bailes y cantar. Eso le hizo estar durante un tiempo con el cantaor flamenco Rafael Farina.Refiere Ramón que «una noche los tres, Beni, Bigote y yo mismo, fuimos contratados para que actuaran para Ava Gardner. A la actriz, famosa por aquella época en las noches madrileñas ,desde un principio no le cayó nada bien a Bigote y llegó a decir que Bigote era un chico muy feo. A raíz del ‘incidente’ Bigote tuvo que abandonar la fiesta no sin antes tomarse un respiro y dar buena cuenta, a su manera, de la Diva… Al terminar la noche, Beni y nos dirigíamos a la pensión donde se encontraba Pepe y quisimos, como buenos amigos, compartir el dinero que habíamos recibido de la actriz norteamericana: unas quinientas pesetas de la época. En ese momento Bigote puso otras quinientas encima y quedamos los dos extrañados. Claro, después el cachondeo fue mayúsculo cuando Bigote nos dijo, que se había tomado el atrevimiento de coger del bolso de la actriz la cantidad que el consideraba que podía saldar la ofensa que le había hecho la actriz americana.» Ramón refiere que en una época de su vida ya estando Bigote ‘mejor situado” necesito de su colaboración pues un mal asunto le había llevado a una situación nada deseable y que le había dejado sin trabajo durante tres meses. Bigote, no solo le presto lo que necesitaba, sino que además le ofreció la cama de la pensión donde dormía.

CASA LUCIO  Y CASA ESTEBAN, EN MADRID.

lucioblazquez_puertosantamaria1Es a partir de 1963 cuando Bigote conoce a Lucio que lo convierte en relaciones Públicas del más afamado restaurante de Madrid, Casa Lucio en la Cava Baja Madrileña. Allí con su universidad labrada en la calle, talento innato descubre una nueva vida a la que jamás pudo haber soñado, Ministros, artistas, futbolistas, entrenadores, personalidades de cualquier rango y condición trataba con exquisita educación comentando que lo mejor de España era El Puerto. Años mas tarde, otro restaurador, Esteban que había sido compañero de Lucio, abre a escasos metros de Casa Lucio un restaurante, Casa Esteban, también afamado por los madrileños y Bigote comparte sus relaciones publicas en ambos lugares. (En la fotografía, Lucio Blázquez, de Restaurante Casa Lucio).

casaesteban_madrid_puertosantamariaPor otra parte cuando el sector pesquero porteño estaba en todo su apogeo, era Bigote quien atendía en Madrid a los exportadores y vendedores, caso de José Agarrado, Juan Crespo y un largo etcétera. Aquí cabe destacar a Pepe Romerijo pues la amistad con Pepe Bigote es la que posibilita en Madrid la presencia de Romerijo en numerosísimas ocasiones tanto en Casa Esteban como en Casa Lucio, al igual que le ocurrió a ‘El Cochino’. (En la fotografía, Esteban López Mariscal, del madrileño Restaurante Casa Esteban).

Las visitas a El Puerto de Pepe Bigote, llegada la época de verano, las hacía todos los años durante los meses de julio y agosto. Fueron veranos importantes en los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado, y casi todos los veranos los repartía en la terraza de Romerijo, Restaurante Guadalete o Casa Flores. La casa donde residía Pepe en El Puerto era propiedad de Pepe Romerijo y quien la pagaba mensualmente las 1000 pesetas era su ‘banquero’, Manolito 'el Cochino', como mas adelante vamos a explicar.

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La Terraza de Romerijo en la década de los setenta del siglo pasado. (Foto Rafa. Colección JMM).

manolitocochino_elpuerto Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘El Cochino’ era el administrador de nuestro protagonista. Resulta que Bigote llegado a El Puerto, entregaba una importante cantidad de dinero a ‘El Cochino’ para que hiciera de Banco ya que se fiaba poco de los banqueros y así de esa manera además de ser su estancia más agradable siempre tenía a la mano la ayuda indispensable de su gran amigo y banquero particular Manolito ‘El Cochino’.  Tuvo una excelente vinculación con el Racing de aquellos años, con jugadores, directivos y entrenadores. (En la fotografía de la izquierda, Manolito 'el Cochino').

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Pepe Bigote, con bigote, a la izquierda, en el homenaje que le tributó el Racing Club Portuense en agosto de 1980, durante el Trofeo Ciudad de El Puerto, recibiendo la placa de manos del entrenador, Manolo de la Torre; podemos ver en el centro a los presidentes del Rácing C.P. y del Cádiz C.F., Paco Ferrer Palacios y Manuel de Irigoyen Roldán, respectivamente y a la derecha, conduciendo el acto, a Antonio Carbonell, directivo y relaciones públicas, a la sazón del primer equipo local; de espaldas José Luis Pellicer Salas, cuñado de Rafa el fotógrafo, que por aquel entonces comentaba para la SER los eventos deportivos. El acto, presidido por el alcalde de la Ciudad, Antonio Álvarez Herrera, que aparece en semipenumbra entre Pepe Bigote y Paco Ferrer, fue en el Bingo del Racing, en la zona de Crevillet.

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Pepe Bigote, a la derecha, junto a Camarón de la Isla y María Jiménez, en un local madrileño.

Bigote, enfermo, vivió sus últimos años convaleciente de una dura enfermedad, aunque el tránsito final fue en el Hospital Santa María, donde permanecería hasta su muerte… Durante su dolencia lo vieron en ocasiones en el Hotel Campomar, convaleciendo en silla de ruedas, donde se hospedaban los jugadores del Racing y vivía tambien Manolo de la Torre, su amigo, que fuera entrenador del R.C. Portuense en las temporadas 79/80, 80/81 y que en la actualidad vive en Ceuta y escribe artículos de opinión en El Pueblo de Ceuta. Otro gran amigo suyo, Paco Villaescusa, natural de Yecla (Murcía) que conoció en Madrid en Casa de Lucio, acudió al funeral de Bigote.. Villaescusa era representante de Muebles a nivel nacional con participación en la empresa. Paco se encontró con un filón de sabiduría, la de Bigote y no se separó de él hasta la hora de su fallecimiento.

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Pepe Bigote, con el torero Diego Puerta, entre otros, en la noche madrileña.

NO SOLO DE LAS FIESTAS VIVÍA BIGOTE.

Veamos como describe las habilidades de Bigote, el que fuera su amigo en vida,  Manolo de la Torre: «Bigote vivía de las fiestas y de algo más, de ser observador, intuitivo y licenciado en fisiognomía por la universidad de la calle. ¡Qué de veces vi yo a El Bigote advertir de las funestas consecuencias que podría acarrearle a Fulano si se metía en negocios con Mengano! Y de qué manera olía a distancia una traición. En ocasiones, y en vista de la amistad que nos unía, yo me oponía a sus predicciones. Y casi siempre terminaba por tener que darle la razón. Ya que acertaba en un porcentaje elevadísimo. El Bigote, además, incluso cuando se ponía frívolo, desprendía un halo de seriedad que respaldaba la insustancialidad de unas salidas de tono que no eran frecuentes en él. Y hasta me atrevería a asegurar que éstas salían de su boca, intencionadamente, para confundir al personal o acceder a ciertos conocimientos que le interesaban.»

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En la fotografía, Pepe Bigote agachado antes de presenciar un partido del Atlético de Madrid; arriba a la derecha, Lucio Blázquez.

EL PSICÓLOGO DE LA CALLE

«A mí me tocó vivir a la vera de Bigote situaciones donde él emitía su opinión, aparentemente descabellada, y que luego se cumplía tal y como había previsto quien fuera un hombre de confianza de Lucio Blázquez, propietario de Casa Lucio; restaurante famoso, situado en la popular Cava Baja madrileña. Tales eran sus aciertos en adelantar acontecimientos, que durante mucho tiempo fue reclamado por algunos hombres de negocios para que asistiera con ellos a reuniones donde iban a tratar de alianzas comerciales. Con el fin de asegurarse si los posibles socios eran de fiar para Bigote. Y en vista de que se había cundido por Madrid que éste acertaba mucho más que erraba en sus predicciones, nunca le faltó tarea.

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Pepe Bigote, con bigote, junto a Los del Río, en la Plaza de las Ventas de Madrid. Sentados, Sebastián Retamal  (natural de Morón) y señora, durante su etapa madrileña y que en la actualidad están afincados en El Puerto.

ANTONIO ARRIBAS, “EL CHORI”.

romerozarazaga5_puertosantamariaUn día, del verano de 1979, estábamos sentados en la terraza de Romerijo, cuando apareció de repente Antonio Arribas; conocido por ser uno de los “choris” más famoso de Marbella. Antonio y Pepe se fundieron en un abrazo. Y Arribas fue al grano: “Pepe, necesito medio millón de pesetas ya mismo”. Y Bigote se fue derecho a Pepe Romero, dueño del establecimiento... Media hora más tarde Arribas nos decía adiós con mucha prisa. Romero, que había adelantado la pasta, tenía sus dudas. Y Bigote le decía: Antonio Arribas no sólo volverá con el dinero en la fecha prevista sino que, además, repartirá ganancias. Y así fue. Hombres así, con ese don, son necesarios en muchos sitios. Al menos para evitar que siga habiendo timadores de cuello duro, y traidores por sistema.»   (En la fotografía Pepe Romero, quien auxilió a Antonio Arribas, el cual formó parte con Luis Ortiz, ex marido de Gunilla von Bismark, Rogelio Llagostera y Jorge Morán, el grupo Los Choris, animador de las fiestas de la jet marbellí.) Manolo de la Torre.

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Pepe Bigote, a la izquierda, con Peret y su hermano.

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Pepe Bigote, con un joven Paco de Lucía, en Madrid.

Nuestro agradecimiento a Antonio Carbonell y a Manuel Mengual, propietario este último de las fotografías

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candidalanegra_puertosantamariaCándida Jiménez Huelva, Cándida “la Negra” nacida esclava en Luanda (colonia portuguesa) el 2 de mayo de 1845 y muerta libre en El Puerto el 22 de enero de 1951, con 110 años de vida, es la última esclava que vivió en El Puerto, ya libre y a la  que todavía muchos recuerdan pues la conocieron de pequeños. Llegó a El Puerto por un naufragio algo mediado el siglo XIX, a la playa de Valdelagrana, viajando como mercancía presumiblemente para ser vendida en Ultramar, procedente de Huelva donde existía un mercado en el que se traficaba con esclavos. Vivió desde su llegada a El Puerto en la calle Lechería, número 5, actual Cervantes.

El investigador Manuel Pacheco Albalate ha estudiado en profundidad la historia de este personaje, y ha publicado un interesante trabajo, profusamente documentado en relación al fenómeno de la esclavitud y ha preguntado a quienes la conocieron e investigado en torno al personaje que nos ocupa, en el número 8 de Pliegos de la Academia de Bellas Artes: “Una cara de la esclavitud: la apasionante historia de Cándida La Negra”.

En la fotografia, Candida 'la Negra'  con Juan Durán, 'Juanito Malete', quien era encargado general de las subastas de frutas y verduras, en el Palenque de La Placilla,; es el padre del actual propietario de Electródomésticos 'La Placilla', según información que nos facilita el propio Pacheco. (Foto Colección C.P.A.)

ciudadmercantilxviii_puertosantamariaEn dicho trabajo afirma «Mi apreciado y buen amigo, profesor Juan José Iglesias, quien en su tesis doctoral Una ciudad mercantil en el siglo XVIII: El Puerto de Santa María, nos ofrece un estudio de los esclavos de El Puerto en dicho siglo, contándose sólo 80, y de ellos el reducido número de 11 en los últimos 50 años. Sin embargo, desde mediados del XIX y durante algo más de cien años, nos vamos a encontrar con un caso singular, con una esclava que nadie le dio la libertad, pero las contrariedades se la dieron, viviendo entre nosotros y siendo reconocido como un personaje singular y popular.» [...] de pequeño, «cada vez que me cruzaba con Cándida analizaba su figura palmo a palmo. Tenía para mi un encanto especial. Me quedaba ensimismado viéndola. Pensemos en El Puerto por aquellos años, finales de los cuarenta, podría tener unos veintitantos mil habitantes y Cándida era la única mujer de este color de piel.

carimba_puertosantamariaPacheco estudió los padrones municipales del Archivo Municipal de El Puerto y averiguó fechas y procedencias, así como su estado en la vivienda que ocupa -en Lechería, 5- desde que llega hasta su muerte: como “huesped”, casada, o incluso como único habitante del habitáculo que le servía de hogar. Continúa el autor del trabajo, «Cándida, por los años cincuenta del siglo XIX, siendo una esclava muleque, como se le llamaba en Cuba a los comprendidos entre los seis y los catorce años, viajaba como “mercancía” en un navío próximo a nuestras costas. Al estilo que solían hacer cuando se les conducía a los enclaves de trata, iba con sus manos y pies aprisonados por grilletes. Sus tiernas carnes no habían sido marcadas a fuego, ni con la “R” en la espalda de la mornarquía, signo de que era mercancía legal y no de contrabando, ni en el pecho con otra clase de carimba (*) que dijera quién era su propietario, o quien el asentista que la transportaba; sin embargo si portaba las marcas que dejaron los grilletes en sus muñecas y tobillos desde muy joven, huellas que ella escondió siempre celosamente, y que denostaban sus orígenes.» Refiere a continuación Pacheco como pudiera haber sido el naufragio frente a nuestras costas y como pudo haber sido la arribada a la playa de Valdelagrana donde la encontraron. «Recordaba como acertó a pasar por allí un hombre ya mayor, antiguo campesino, que recogía madera y retama para hacer el picón con que se ganaba el sustento en su madurez. Al piconero, por su parte, semejante hallazgo le conmocionó; no eran los restos de la madera que un naufragio los que arrojaba el mar, como otras veces, sino una linda y joven negrita. La tomó con delicadeza, se compadeció de ella, le dio el calor que pudo, compartieron sus escasas ropas, y lentamente caminaron hacia la calle Lechería donde él vivía. A pesar de sus pocas posibilidades económicas, la prohijó y, ya adolescente la tomó por compañera hasta su muerte». (*) En  la ilustación la Carimba de  la Compañía Gaditana de Negros, nombre de la sociedad mercantil española dedicada al tráfico de esclavos entre África y la América española en la segunda mitad del siglo XVIII. Estaba ubicada en Cádiz, sede de la Casa de Contratación.

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La calle de la Rosa próxima a la esquina con la calle Lechería, en el siglo pasado. (Foto: Archivo Municipal).

No cambiará de residencia, pues dentro del mismo inmueble vivía un gitano con el que se juntaría y se acabaría casando -legalizarían la situación casi al final de su vida, por mor de la moral jesuítica que se puso a ello- con un antiguo viticultor, ya mayor pero bastante más joven que ella, poseedor de una carbonería en la misma calle Lechería esquina y vuelta con la calle de la Rosa. Los apellidos Jiménez y Huelva los tomaría, probabemente, el primero del padrino del bautizo y el segundo, de la 'negrería' de procedencia cuando el naufragio, de Huelva, según apunta Pacheco Albalate.

En el ensayo "Jaleos, gilianas versus bulerías", Luis Suárez Ávila, premiado en Jerez en 2004, escribió sobre nuestra protagonista:  «De pequeño, conocí a una anciana de color, que se decía bisnieta de rvflam20esclavos, llamada Cándida La Negra,  Cándida Jiménez Huelva, vecina de “El Cohete”, un gitano fragüero de la calle de la Rosa, con quien convivirá o se casaría. Cándida daba sus vueltecitas por bulerías, mientras, sin ningún rubor, pero aceptándolo ella, le cantaban aquello de:

Al pasar por un barranco
dijo un negro con afán:
¡Dios mío, quién fuera blanco
aunque fuera catalán!
¡Vaya que voy,
y pataditas
en el culo te doy!»

La muerte de Cándida, una lenta agonía de 19 días, la documenta Pacheco Albalate a través de la publicación Cruzados, que el cinco de enero de 1951 informaba: «En el Hospital de San Juan de Dios fue asistida la anciana Cándida Huelva de 110 años, conocida como “la Negra” que cuando estaba en las faenas propias de la casa se le prendió fuego a las ropas, apreciándosele importantes quemaduras de ambas regiones glúteas y pierna derecha, quedando hospitalizada».  Pacheco incluso aventura que la muerte se hubiera producido por el monóxido de carbono producto de la combustión de un brasero o “copa”, que le hizo perder el conocimiento y caer inconsciente sobre las brasas. El libro cinco de defunciones de San Joaquín da fe de su sepultura eclesiástica el 22 de enero de 1951. Pero la historia y la leyenda de Cándida todavía se mantiene en la ls conversaciones de quienes la conocieron y ha pasado ya a formar parte del acervo de la tradición oral.

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juanjosebottaropalmer_puertosantamaria«Fue un pintoresco personaje que apareció, ya treintón, por los años veinte de este siglo pasado, en nuestra Ciudad. Llegó acompañado de su señora madre, de la que era hijo unigénito, nacido en Puerto Real y se decía que habido con un canónigo de la Catedral de Cádiz. Y es que, de toda la vida de Dios, a Puerto Real se le llamó "reffugium peccatorum". Las primeras noticias que tengo de él están en el libro "Recuerdos gaditanos" (Cádiz, 1897) del Canónigo Don José María León Domínguez: con motivo de las fiestas de la Beatificación de Fray Diego José, en abril de 1895, se organizó en el Seminario una Velada poética en la que recitó una poesía "con sin igual gracejo, cautivando a los oyentes, el niño Juan José Bottaro y Pálmer". Ilustración: Óleo de Frei Miguel Güedes de Sousa, Hermano Cartujo, portugués, que estuvo en las cartujas de Miraflores, Jerez y Évora, donde murió. Pintó de diversas maneras y técnicas a Bottaro, siendo ésta una imagen de la colección de tres. (Cedidas para Gente del Puerto por Juan Mayo Escudero).

canonigo_josemarialeonydominguez_puertosantamariaSu vida posterior transcurre entre Córdoba y Roma, ciudades donde estudia humanidades, ciencias exactas, dibujo, pintura, escultura y toda una serie de artes y oficios artísticos que lo hacen un imprescindible consultor y maestro. Su educación era exquisita, pero, a veces, era maniático e incluso mordaz.
Ya en El Puerto, en 1922, comienza a dar clases de dibujo y pintura en el Colegio de San Luis Gonzaga, el colegio grande de los Jesuitas. Imparte clases de pintura y escultura en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia y aun da clases particulares de estas disciplinas. Sus alumnos predilectos llegan a formar el llamado "grupo de El Puerto": Juan Ávila Gutiérrez, el mejor, y, luego, Luis Suárez Rodríguez, Luis Rousselet, Manolo Rioja, Isabelita Perdigones... Mención aparte merecen sus discípulos Manolo Prieto, cartelista y medallista, Carlos García Gil, caricaturista, y el más pequeño de todos, en edad, Juan Lara Izquierdo, pintor, que se dedicaron profesionalmente --y con notable éxito-- al arte. En la fotografía el canónigo citado, dos veces,en este texto, José María León y Domínguez. (Foto Colección L.S.A.)

juanjosebottaropalmer_01_puertosantamariaEn el año 1928, Don Juan desapareció, de pronto, para irse, novicio cartujo, al Monasterio de Aula Dei, en Zaragoza, donde, por cierto, perseveró poco. De nuevo en El Puerto, la familia Terry lo acoge como preceptor y profesor de equitación, y, en las Bodegas de su propiedad, realiza obras de escultura, arquitectura, forja, pintura, mobiliario, tapices, etc. Fue, además, un magnífico fotógrafo y cámara de cine aficionado.

En los años 60 se marcha, como laico acogido, a la Cartuja de Jerez, donde intervino, certera y cuidadosamente, en la restauración del monumento. En la Cartuja lo traté, en 1961, cuando yo estudiaba Preuniversitario en Jerez, y allí me enseñó a modelar en barro y en cera, a sacar de punto, a hacer escultura en madera y a repujar en metales. Allí murió, en 1968, y allí está enterrado. A sus exequias, con el rito cartujo, asistieron Javier Terry, José Ignacio Merello, Juan Lara y mi padre. En la fotografía, Bottaro a caballo, maestro de equitación, entre otras disciplinas  de las que fue bottaro_avila_puertosantamariapreceptor de los hermanos Terry Merello. (Hemos de lamentar que no exista una buena y nítida fotografía de Bottaro; al menos nosotros no la hemos conseguido. ¿Hará posible Gente del Puerto que podamos encontrarla? En la pequeña fotografía a caballo que pertenece a la Colección José Antonio Castro Cortegana, no se aprecia con nitidez las facciones de nuestro protagonista).

Don Juan sabía, sorprendentemente, de todo. Era enciclopédico, un hombre transportado de otra época, posiblemente del Renacimiento. Fue una caja de sorpresas. Así lo caricaturizó mi tío Juan Ávila, saliendo su cabeza, despedida por un muelle, de una caja abierta. Y yo conservo su recuerdo, sus enseñanzas y su caricatura». Luis Suárez Ávila.

juanbottaropalmer_f03_puertosantamaria«Don Juan tenía amplísimos conocimientos de la “cocina del artista” y se autoabastecía de pigmentos naturales pulverizaba y batía, bien con aceite de linaza para el óleo, bien con goma arábiga para hacer colores de acuarela o témperas. Se fabricaba, en una fragua que tenía en la Cartuja, los cinceles para tallar la piedra y algunas gubias complicadas que afilaba en una piedra de agua y asentaba con la piedra de aceite. Sabía “fórmulas magistrales” de toda clase de productos para restaurar, dorar, o pintar. Yo conservo muchas notas manuscritas de él con esas fórmulas que me daba. Lo mismo hacía hacía, con madera de boj, sus propios palillos para modelar el barro o la cera, que hacía el bastidor para un lienzo y lo montaba con su lino. Con muy pocos medios lo realizaba todo.
También le ayudé a reponer un brazo que faltaba al altorrelieve de Adan en el muro de entrecoros de la Cartuja. Le faltaba al dichoso Adán el brazo desde el hombro hasta la mano. Don Juan con piedra “crema Sevilla” pulverizada hacía una pasta con pegamento “Imedio” y poco a poco iba haciendo el volumen para después modelarlo e incluso cincelarlo, escofinarlo o lijarlo. Ahí está todavía Adán con su brazo imperceptiblemente arreglado.» (Ilustración: Bottaro visto por Frei Miguel Guëdes de Sousa). Puede leer el resto del comentario pulsando aquí.

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Virgen del Carmen en el Río Guadalete, obra de Bottaro. (Foto Paco Serrano)

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Caligrafía de Bottaro. Año 1963. Felicitación manuscrita a Ezequiel Cortines García, propietario del Bar la Lucha -donde a diario se tomaba nuestro personaje su copa de vino fino- con motivo de las fiestas navideñas. (Colección Vicente González Lechuga).

EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS.

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El viernes 7 de marzo se inaugura en el Centro Cultural Alfonxo X 'el Sabio',  organizada por el Centro Municipal de Patrimonio Histórico, una exposición sobre fotografías antiguas de Bottaro Pálmer, propiedad de José Antonio Castro Cortegana, a quien queremos agradecer las faciliades que nos prestó para acceder a diverso material que perteneció en vida a nuestro personaje y que fue abandonado por los Padres Cartujos al dejar la Casa de Jerez, hará ya unos años, siendo su actual propietario tras su reglamentaria adquisición, el citado Castro Cortegana. El San Bruno inacabado que mostramos en la fotografía fue utillizado por Botaro para dar clases de escultura, entre otros a Luis Suárez Ávila, en la propia Cartuja de la Defensión de Jerez.

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Obra de construcción del Monumento al Sagrado Corazón, en el interior de Bodegas Terry.

bottaro_corazondejesus_2_puertosantamariaEste monumento está ubicado en el patio de las Bodegas Fernando A. de Terry, y se comenzó a construir en 1952, esculpido por Juan José Bottaro Pálmer, ademas autor de la foto en Blanco y Negro. Los canteros, marmolistas, carpinteros y ayudantes, fueron: Manuel Mulero Baracho, Antonio Sánchez Cortés, José Santilario Álvarez, Francisco Martínez Selma, José Infante Tardío, Manuel Vidal, Manuel Ortega, Gonzalo Gambín García, José Ganaza, Rafael Moreno Carmona. En la actualidad sólo viven Manuel Mulero Baracho, propietario de la fotografía y actualmente lapidario y escultor, y Antonio Sánchez Cortés.  En Terry, construyó, ademas el arco de entrada y la sala de consejo o de degustación, que consta de obras en piedra, marquetería y paneles de azulejos y óleos con escenas vinícolas. (En la fotografía a color, el monumento ya terminado. Ambas fotografías pertenecen a la colección de V.G.L.)

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Bottaro tiene calle en El Puerto, a la espalda del Hospital Santa María del Puerto.

Otra faceta controvertida de la personalidad de nuestro protagonista es su ambiguedad sexual. Determinadas mujeres querían posar desnudas para el pintor para presumir de haber estado con él, empero  además, la leyenda urbana afirma que no le hacía ascos a congéneres de su propio género. Tuvo una vida tumultuosa y atormentada entre el mundo de las artes, el demonio de la buena vida, la carne y la vida contemplativa.

jjbottaropalmer_2_puertosantamaria"Destacó en seguida entre nosotros por su discrección, prudencia y austeridad de vida. No se metía en nada, salía muy poco, leía bastante y trabajaba mucho (pintaba, restauraba, esculpía..) a horas libres, pues naturalmente no se le exigía nada ni entró con ningún compromiso formal en este punto. También edificaba a todos por su recogimiento y devoción en el coro. Pero en nuestras recreaciones, a las que a veces le invitaba el P. Prior, (también a algún paseo prioral), se mostaba siempre muy comunicativo, ameno y chispeante; sabía y contaba muchísimas anécdotas e historietas, y se convertía así, sin pretenderlo (dada su natural modestia y humildad) en centro de atención, pues todos le apreciábamos mucho". (Ilustración: Bottaro visto por Frei Miguel Guëdes de Sousa).

cementeriocartujojerezEl texto pertenece a un "Vademecum" de personas que ingresaban o pasaban por la Casa. Ahí están reflejados todos los que estuvieron en la Cartuja de la Defensión desde que se reabrió en 1949. Suele ser el Padre Procurador (Administrador), u otro monje que le guste historiar, el que escribe en ese libro datos como: nombre civil y nombre eclesiástico, fechas de ingreso, datos personales, datos importantes de los monjes, hermanos o postulantes... y cuando mueren, también: datos de la muerte, lugar exacto donde está enterrado (pues en la cruz del cementerio no pone dato alguno), pequeña semblanza del fallecido...  Bottaro murió con 84 años el 15-09-1970 y está enterrado en el cementerio de la Cartuja, en la fosa del rincón derecho del fondo, según consta en el croquis de situación. (En la fotografía, Cementerio de la Cartuja de Jerez. A la sombra de la cruz, cruces de madera anuncian que se encuentran enterramientos, entre ellos el de Bottaro).

Nueva información sobre Juan José Bottaro y sus alumnos y discípulos, en Gente del Puerto, pulsando sobre estas líneas

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escuelamarinera_01_puertosantamariaDesde los años 30 y sobre todo a partir de la década del 40 del siglo pasado las necesidades familiares obligaban  a los menores con edades comprendidas entre los 12 y 14 años a zarpar para faenar en alta mar y emprender una trayectoria que no abandonaban durante su vida. Sus conocimientos tan solo eran él haber permanecido en el cantil del muelle observando las descargas del pescado y el avituallamiento de los barcos, pero la voluntad y la vocación marinera que poseían eran suficientes para superar las múltiples dificultades que en los primeros viajes sucedían. La continuidad en el puesto consolidaba sus conocimientos pesqueros y permitía la especialización en faenas de neveros, engrasadores, cocineros, rederos, contramaestres y marineros, motivando a algunos de ellos que optaban por prepararse para obtener el título de patrón y motorista, volviendo posteriormente a la dirección de las embarcaciones. Dos enseñantes, dos capitanes de la Marina Mercante José Luis Poullet y Francisco Sánchez-Romate Sambruno fueron los preparadores de tantos y tantos hijos y padres de la mar. (En la ilustración Nombramiento de Jaime Devesa Maño de Patrón de Pesca para la comprensión de esta provincia marítima de Cádiz, Septiembre de 1935).

Ever since the 30’s and especially since the 40’s of last century family needs forced children between 12 and 14 years old to set sail to fish in high seas and embark on a career which they would never leave. Their qualifications that made them worthy of the job were only having observed from the edge of the quay the unloading of fish and provisioning of the boats, but their will and vocation was such that they were able to overcome the many difficulties which occurred on the first trips. Their fishing knowledge was consolidated through constant on-the-job exposure to the fishing world over many years and allowed them to specialise as ice watchers, oilers, cooks, net makers, boatswain and sailors, motivating jlpoullet_01_puertosantamariasome of them who opted to study to obtain the qualification of skipper and boat driver, subsequently returning to the management of vessels. Two teachers, two captains of the merchant navy José Luis Poullet and Francisco Sánchez-Romate Sambruno trained so many children and fathers of the sea. (En la fotografía, José Luis Poullet en 1950).

LAS ENSEÑANZAS DE JOSÉ LUIS POULLET.

Algunos hijos de estas familias marineras, especialmente las alicantinas, que desde finales de la década de los años 20 del siglo pasado se establecieron en El Puerto, acudían a la Academia de don José Luis Poullet, que no solamente daba clase de cultura general, sino que además enseñaba náutica a los futuros lobos de mar, siendo la Comandancia Militar de Marina de juanitocarrion_puertosantamCádiz la que examinaba y habilitaba para el cargo. Entre aquellos alumnos Juan Devesa Cabrera, Juanito ‘Carrión’, y José Roselló Castell.

Juan Devesa Cabrera, Juanito ‘Carrión’, años mas tarde sería armador y patrón del pesquero “Monte Gibalbín”. Cuando llegó a El Puerto con su familia, procedente de Denia, residió en una de las viviendas del edificio de la Casa de la Aduana, donde se encontraba el Bar ‘La Lucha’. A Juan, por sus conocimientos y competencia adquirida en la mar, le fue concedido el diploma que acreditaba su título de Mecánico Naval. (En la fotografía, Juan Devesa Cabrera, Juanito 'Carrión'. Foto propiedad de A.M.D.S.)

joselete_elchopa_puertosantamariaLa familia de José Roselló Castell, procedía de Calpe. Su prematuro fallecimiento que causó un hondo pensar en toda la marinería le impidió continuar gobernando los barcos de su familia, la de los Rosello Castell: José, Juan, Jaime y Guillermo, conocidos en la jerga marinera porteña como ‘los de la Perla’,  como derivación del segundo apellido de su padre, Perles, y fueron armadores de los pesqueros: “Dos Hermanos’’, “José Rosello”, “Juan y Jaime”, “Juan y Ángeles”, “Jaime y Angelita” y “Matilde Castell.

Paralelamente a estas enseñanzas para ejercer de patrón de la Bahía, así como de motorista de una embarcación pesquera de pequeño calado hubo un tiempo que la Comandancia Militar de Marina de Cádiz y de Sevilla preparaba y examinaba. De aquellas hornadas salieron Francisco García Ríos, ‘Chicuelo’, Eduardo Aguilocho Rodríguez, Vicente, Rafael y Manuel Sánchez Carbonell, Isidoro Jerez Artillo y José León Pérez, Joselete ‘El Chopa’  a quien Francisco García Ríos ‘Chicuelo’, en julio de 1947, salvó su vida cuando el naufragio del “Francisca Martínez”, conocido como el pesquero “La Blanca Paloma”. (En la fotografía, José León Pérez, Joselete ‘El Chopa’. Hizo el servicio militar en el Juan Sebastian Elcano, año 1954. Colección Antonio Leveque).

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Francisco García Ríos, ‘Chicuelo’, izquierda de la fotografía  y José Molina Benítez, en el centro,  pescador que iba enrolado de cocinero en los barcos pesqueros. Personaje también muy querido por la marinería por sus buenos guisos. Vivía en la calle Santa Fe en el Barrio Alto. Cantaor flamenco de categoría. Uno de sus hijos regenta en la actualidad el Bar “La Mezquita”. A la derecha el autor del reportaje. La fotografía es de 1985, excursión de los pensionistas del mar como Acción de Gracias por los supervivientes del pesquero “Pascual Baldó” con nótula propia en Gente del Puerto. (Foto de Rafa.  Colección de A.C.L.)

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Fiestas del Carmen. Año 1978. En la fotografía podemos ver, de izquierda a derecha al corresponsal de Diario de Cádiz de la época, a la sazón  Antonio Femenia Maiquez, Antonio Carbonell López, Joaquín Bellido Vélez, patrón de primera clase de pesca de litoral y patrón mayor de la Cofradía de pescadores, mandato 1991-1995; Alberto Alcaraz Roca, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores 1976-1984: Vicente Sánchez Carbonell, practico de pesca y mecánico naval; José Manuel Vélez Cortes, redero; José García Malvido, patrón de pesca y José Luis Ayala Naviero, redero. (La foto es de Rafa. Colección de A.C.L.)

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La casa de la calle Larga, esquina y vuelta con Luja. (Foto Colección J.M.M.)

franciscosanchezromatesambruno_puertosantamariaLAS ENSEÑANZAS DE SÁNCHEZ-ROMATE.
Tras el fallecimiento de José Luis Poullet, en noviembre de 1956, toma el relevo en las enseñanzas marítimas el Capitán de la Marina Mercante, don Francisco Sánchez-Romate Sambruno que tenía una amplia experiencia y que al igual que sus hermanos Manuel y Juan fueron alumnos de la Academia de don José Luis Poullet. En su casa, situada entre la Luja y Larga, continuó la labor, formando y preparando a pescadores que debido a la exigencia de la propia normativa ante la envergadura de las nuevas embarcaciones tenían que ampliar los conocimientos para poder ingresar  y permanecer durante dos años en la Escuela Media de Pesca de Cádiz, situada en la calle Beato Diego, que como Escuela oficial examinaba y concedía los títulos de Patrón de Altura y Mecánico Naval de Primera Clase. (En la Fotografía, Francisco Sánchez-Romate, en 1937. Foto Colección Manuel Sánchez-Romate García).

andresdevesamolina_puertosantamariaA esta Escuela, en la que impartían clases, entre otros profesores, don Mario Vallejo Guerrero y don José María Carrascosa, acudían becarios y pescadores de El Puerto que al realizar el servicio militar en  el Instituto Hidrográfico de la Marina de Cádiz contaba con licencia para asistir a clases y alcanzar la titulación de Patrón de Altura. De aquellos cursos, entre otros marineros, consiguieron el título Juan de Dios Pérez Álvarez, Andrés Devesa Molina, Simeón Mollá Llorca, Bartolomé Sendra Palma, Manuel Grado Hidalgo, ‘Cagalo’; Cristóbal Guzmán Martí, José Tur Tur, Antonio Crespo Blanquer, ‘Toni pala’; Manuel Manga García, Francisco y José Perles Bordes. Andrés Devesa Molina, durante el servicio militar en el  Instituto Hidrográfico de la Marina. Cádiz, año 1956. (Fotografía Colección de José Devesa Molina)

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Pesquero “Ballena Blanca”, quien gobernara, entre otros patrones, Simeón Mollá Llorca y José Devesa Molina, siendo sus armadores Juan Antonio García Sánchez, ‘Antoñito ‘el de la Comandancia’ y Rafael Sánchez Carbonell, Fue construido en los Astilleros de Vicente Belliure de Calpe (Alicante), en el año 1971 y desguazado en 1994, como la practica totalidad de la flota porteña debido, entre otras razones, a la problemática pesquera de la Unión Europea con el reino de Marruecos. (Fotografía Colección J.D.M.)

LA NUEVA NORMATIVA PESQUERA

Estamos en el año 1965: una nueva normativa sobre pesca sustituye el nombramiento de Patrón de Altura de aquel entonces por el de Patrón de Primera Clase de Pesca de Litoral, que tenía menor TRB (Toneladas de registro bruto) y mayor cobertura geográfica que los anteriores  nombramientos. Obtienen el título con esta nueva denominación, Miguel Oviedo Pérez, José Cabrera Ordines y José Galán Venegas, nieto de ‘Patesca’ con nótula propia en Gente del Puerto 129. En el curso 1967/68, la Escuela Náutico Pesquera de Cádiz viene a sustituir a la Escuela Medía de Pesca de Cádiz, siendo los primeros pescadores en lograr en esta Escuela el nuevo título Francisco Crespo Llorca, Juan Luis Rueda Alonso, Basilio Lloret Llinares y José Llinares Más,  Pepe ‘Vilero’. En 1975, José Devesa Molina, hermano de Andrés, obtiene el título de Patrón de Primera Clase de Pesca de Litoral y de Cabotaje. Su padre, Jaime Devesa Mañó, llegaría a El Puerto procedente de Calpe en el año 1931 junto a José Poquet Cabrera, ‘Tío Pe’.

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A la izquierda de la fotografía, José Devesa Molina con Antonio Pomares Manzano, Práctico de Pesca del pesquero Bahía de la Fustera y personaje entrañable para la marinería de El Puerto, en la actualidad ambos están jubilados. (Fotografía Colección J.D.M.)

De lo que no cabe la menor duda es que los conocimientos docentes y náuticos  de don José Luis Poullet, en una época difícil, sirvieron de base para que los pescadores pudieran dirigir sus embarcaciones pesqueras.  Posteriormente, de la misma manera, también valieron los de don Francisco Sánchez-Romate Sambruno que durante dos décadas ayudó y colaboró en la formación de los patrones porteños. Por cierto, los hermanos de don Francisco Sánchez-Romate Sambruno, Manuel y Juan también estuvieron ligados a la mar aunque con distinta suerte. Manuel fue bastantes años Comandante Militar de Marina en la localidad de Barbate y Juan, aunque estudió náutica. tuvo que abandonar la carrera ejerciendo otra profesión

libreta_juanmanuel_s_r_s_puertosantamaria1Libreta de inscripción martítima de Juan Sanchez-Romate Sambruno, igual a la de marinería, la libreta de los pescadores de aquella época. Año 1928. (Foto Colección M. S-R.G.)

LA ESCUELA DE ORIENTACIÓN MARÍTIMO PESQUERA.
Mención especial merece también la Escuela de Orientación Marítimo Pesquera, situada en la avenida de la Bajamar, en el edificio de la desaparecida Cofradía de Pescadores, que bajo la dirección de don Antonio Márquez Toledo dio comienzo, iniciados los años 60, una nueva etapa de formación para los hijos de marineros que con el correspondiente certificado de escolaridad facilitaba el camino para acceder posteriormente a la Escuela Náutico Pesquera y gobernar un barco de pesca sin complicaciones.

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En la fotografía, la Cofradía de Pescadores, en cuyo edificio estuvo la Escuela de Orientación Marítimo Pesquera, sobre principios de la década de los sesenta del siglo pasado. (Fotografía Mata. Año 2000).

En la actualidad el poco atractivo que ofrece la pesca para las nuevas generaciones, no sólo está creando en el sector una situación alarmante, sino que además origina serias dificultades para completar sus tripulaciones ya que ningún padre permite que sus hijos embarquen porque la bonanza que se vive en otros sectores productivos, a pesar de la crisis reinante, atrae infinitamente más que el trabajo en la mar. Desgraciadamente, del mismo modo, es uno de los motivos principales de la ausencia de hijos de marineros en las Escuelas Náuticas Pesqueras.   Antonio Carbonell López.

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