Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘el Cochino’, sin duda alguna uno de los mejores pescaderos (para muchos el mejor) que ha dado El Puerto. En el mundo del pescado sus facultades innatas y, sobre todo, su generosidad han hecho posible que como porteño sea muy querido y conocido allende nuestras fronteras. El apodo le viene por su bisabuelo, pescadero también como su abuelo y Gabriel, su padre. Su bisabuelo enfermo de viruela quedó con las secuelas de la misma dejandole unas marcas características sobre la superficie de la piel. Los pescaderos se sorprendieron y, claro, el cachondeíto de la tierra: “--Está más feo que un cochino.” Nació en la Calle Pozuelo, frente a la desaparecida Sala Pozuelo y se crió con su madre y sus hermanos, a quienes ayudó todo cuanto pudo, circunstancias adversas, ocurre en las mejores familias, hicieron que la figura de su tío Manolo, hermano de su padre, fuera determinante en el devenir de Manolito ‘el Cochino’. La generosidad de la que siempre ha hecho gala es fruto del trato y el cariño de su tío que fuera quién le abriera las puertas al negocio del pescado. (En la fotografía, Manolito ‘el Cochino’ cuando comenzó en el puesto de pescados en la Plaza de Abastos. Puesto que compraría a su tío Manolo y al padre de Pepe Romerijo a finales de los años 50 del siglo pasado).
EL MUNDO DE LA MAR.
Curiosamente la vida de Manuel, al menos en sus comienzos, tiene bastante similitud con la de los pescadores. Las necesidades familiares obligaban a los menores con edades comprendidas entre los 12 y 14 años a zarpar para faenar en alta mar y emprender una trayectoria que no abandonaban durante su vida. En su caso, su madre María y sus hermanos, Josefa, Inés, Carmen y Gabriel precisaron de su trabajo para subsistir. Sus comienzos no fueron nada fáciles. Sus primeros trabajos vendiendo naranjas y agua en la playa y de aprendiz en las Bodegas de Osborne. Durante el servicio militar comenzó a exportar pescados en el mismo tren que lo llevaba a San Fernando, incluso algunos fines de semanas llegaba hasta Córdoba.

Fotografía tomada en la Feria de Primavera en Crevillet. De izquierda a derecha: Juan Luis Carrillo Lucero, empresario pintor; Vicente Arníz Arévalo, apodado 'Vivi', empresario electricista; Manolito 'el Cochino'; Antonio Sánchez Cortés, sibarita, con un mazo de tickets en la mano; Adolfo Sibila, director de Empresa Consignataria de Buques y Pepe Romero Zarazaga, Pepe de Romerijo.
EL PUESTO EN LA PLAZA.
Una vez licenciado, inicia su andadura en el Mercado de Abastos, gracias a su tío Manolo que le abre de par en par sus puertas en el puesto de pescados que en sociedad tenía con el padre de Pepe Romero Zarazaga, Pepe Romerijo, con nótula propia en Gente del Puerto, situación que le permite conectar con el público y asistir diariamente al muelle pesquero a la subasta de pescado recién extraído de la mar…
A finales de los años 50, después de la muerte de su tío Manolo, compra el puesto de pescados y emprende una extraordinaria labor relacionada con la comercialización de pescados y mariscos que permite en 1963 abrir en sociedad, con su intimo amigo Pepe Romerijo, un nuevo puesto de pescados en la Placilla, frente a la Frutería de Agustín Vela Mariscal.
Miguel Pineda Martí, armador del pesquero ‘Pascual Baldo’ con nótula propia en Gente del Puerto 99, tenía un Biscuter (era un coche considerado una de las pequeñas joyas de fabricación española en los años 50, nacida en una época en la que la falta de materias primas aumentaba el interés por los vehículos de pequeño tamaño y moderado consumo), e iba con Eugenio Espinosa Palacios, ‘Nono’ del Restaurante Guadalete a comprar pescado a Sanlúcar de Barrameda. En varias ocasiones se encontraron por la carretera a Manolito ‘el Cochino’ que se desplazaba con ciclomotor denominado Velosolex, (bicicleta con un motor delante encima de la rueda, de 25 kilogramos de peso, un depósito de un litro de capacidad, y menos de un caballo de potencia, la Velosolex podía recorrer 100 kilómetros a una velocidad de 27 kilómetros la hora). Manolito ‘el Cochino’ que compraba algún pescado para el puesto pedía el favor a Miguel Pineda para que lo trasladara en el Biscutex, a lo que accedía cada vez que se lo encontraba. ‘El Cochino’ empezaba con el puesto… ¡Iba y venia con una Velosolex!

Fotografía tomada a principios de los años 60 del siglo pasado en un Fin de Año. De izquierda a derecha: Milagros Castro Utrera, Manolito ‘el Cochino’, Juan Luis Carrillo Lucero y su esposa, María del Carmen Álvarez Serrano, conocida por ‘Puchi’ hija de Rafael Álvarez y cuñada de Ricardo Palacios Mena, de Vulcanizados Ricardo SL, fallecida recientemente.
SUBASTADOR DE PESCADOS.
La continuidad en el puesto de pescados de la Plaza de Abastos y la ayuda en el puesto de la Placilla por parte de su hermana Carmelita y posteriormente la de su esposa, Milagros Castro Utrera, consolidaba sus conocimientos comerciales. Si bien, al principio, no todo fue fácil, ni mucho menos ya que su mujer, Milagros Castro Utrera, de profesión costurera, tuvo que continuar trabajando en su actividad y más tarde en el puesto de pescado de la Placilla, una vez que su cuñada, Carmelita, se casara. De la misma manera, el hecho de permanecer en el muelle pesquero observando las descargas del pescado, el trasiego y los entresijos diarios de la cadena comercial de la actividad pesquera, hicieron que se especializara, en un principio, como subastador de los barcos que se conocían como Juanelo, barco de pesca de pequeño calado y eslora y de un solo palo.

En su hábitat natural: en la Lonja del Pescado en esta Banda o Margen Derecha, mediados de los sesenta del siglo pasado. De izquierda a derecha: Manolito ‘el Cochino’, José Gutiérrez conocido como Pepe ‘El Chofer’, exportador de pescados; Juan Hernández Navarro, vendedor de pescados; José Fernández Bernal, Pepe ‘Chiquete’, subastador de pescado y Pepe Romerijo. De espalda Tomas Cervera, exportador de pescados.

Fotografía con el cabo de Celadores-Guardamuelles, en Ribera del Río, 30, encima del Bar Puente; era una especie de patio o descansillo de la entrada del piso de Manolito Arniz, cabo de los Celadores-Guarda muelles y padre del pintor Paco Arniz, quien celebraba el bautizo de su hija Tere. Corría el año 1964. Entre los invitados, vecinos, amigos y familiares, segundo por la izquierda José García Cruz, el que esta agachado, Ramón Quero Llerandi, padrino del bautizo, Manolo Arniz, con botella y bandeja con copas, a su derecha. Manolito ‘el Cochino’. Quizás el de la derecha fuera Diego Pantoja del Puerto (el de Muebles Pantoja).
Años antes de que comenzará la expansión de su negocio, gracias a la labor que llevó a cabo con la flota pesquera onubense conocida en la jerga marinera porteña como huelvana, la simpatía, el saber y la cortesía del ‘Cochino’ hizo posible un trato especial por parte de los Celadores-Guardamuelles de la Junta de Obras de Puerto: Luis Sánchez, José Hidalgo Luque, conocido por ‘el Viejo'; Roque, Lore, Ricardo, Niño José, Vicente Morató, Manolito Arniz, padre del Pintor Paco Arniz. Recuerdo que a mediados de los años 60, construidas las viviendas de la Rotonda de la Puntilla para el personal de la Junta de Obras de Puerto, se ofreció a trasladar con su furgoneta DKV el mobiliario y enseres de las familias de los Celadores-Guarda muelles.

Finales de de la década de los sesenta del siglo pasado. De izquierda a derecha: Pepe Romeijo, su primera esposa y madre de sus hijos, Lola Sánchez de la familia Balcon de El Puerto; Milagros Castro Utrera, esposa de 'el Cochino’; Manolito ‘el Cochino’, Lola Flores, 'la Faraona', Lete y Pepe Bigote Jiménez, 'embajador oficioso' de El Puerto en Madrid. (Foto Caripén).
La afinidad y amistad que compartía con Pepe Romero Zarazaga, Pepe Romerijo, con nótula propia en Gente del Puerto 13, sería el aldabonazo para contribuir en la década de los años 70 y 80 a que la sinergia de ambos sectores, el extractivo pesquero y el comercial, fuera, sin ningún género de duda, el de mayor esplendor y, como consecuencia, uno de los pilares básicos de la economía porteña. Cabe recordar a Pepito Roselló, Pepe ‘El Chofer’, padre de Jaime Gutiérrez Perea, concejal que fuera de IP; Juan Crespo Rodríguez, ‘Mosco’, Ángel Alonso Alejo, José Agarrado Macias, Juan Hernández Navarro, Miguel Roselló Bertomeu, José González García, la familia Soriano Gómez, ‘Abuja’, Quini Roselló, José Manuel Moy, Miguel Moy, Joselin y además Luis Fernández Chulian, Fali Alonso Gómez, Manolo Ariza, Miguel Payares, José ‘Plaza, ’Fermín Romero Díaz, ‘Abuelita… y toda la marinería, sin excepción de ningún tipo. Merece capitulo aparte la figura de José Antonio Español Caparrós, Ingeniero Director de la Junta de Obras de Puerto, muy particular y controvertido personaje, con el que se entendió a las mil maravillas. (En la fotografia con Pepe Romero Zarazaga).
VENDEDOR OFICIAL DE LA LONJA
A finales de los años 60 las cosas cambiarían ya que Manolito ‘el Cochino’ se asentó económicamente y hasta se permitió a partir de entonces, en bastantes ocasiones, hasta su jubilación, acudir a trabajar a la Lonja de Pescados y subastar el pescado y marisco con traje y corbata. Genio y figura.
Más tarde, corría el año 1970, ante la incesante progresión de las ventas efectuadas por la presencia de pesqueros de la flota onubense, que faenaba en el Golfo de Cádiz, fue nombrado vendedor oficial en la Lonja de Pescados, uniéndose a los tradicionales vendedores: José Agarrado Macias, Juan Hernández Navarro y Miguel Roselló Bertomeu que se dedicaban a la venta de las capturas de la flota con base en este puerto, compuesta por 132 unidadades y 1500 tripulantes que faenaban en los caladeros de Marruecos. De aquellas vendedurias, en la actualidad, después de muchas vicisitudes, la única que se mantiene en un maltratado sector pesquero es la de Manolito ‘el Cochino’. En los años de esplendor de la pesca, sus grandes bastiones y personal de confianza en la vendeduria: Pepe Barbudo en la administración y su primo Paco Sacaluga, en una de las tareas más ingratas, cobrador de las ventas de los pescados y mariscos.

Genio y Figura. Fotografía en el Restaurante El Resbaladero, mediados de los años 70: Izquierda a derecha. Manuel Camacho Aguilar de Hierros Osca, Maximino Sordo Díaz, propietario del Restaurante, Manolito ‘el Cochino’, Nicanor Gómez Recalde, de Ultramarinos ‘Los Caballos’ y Antonio Crespo Blanquer, de los alicantinos llegados a esta tierra, calpino, conocido por Toni Pala, excelente patrón de pesca.

Fotografía en el Restaurante de Ramón Muñoz, mediado de la década de los años 80, carretera nacional IV, antes de llegar al Caballo Blanco, misma acera, en dirección a Cádiz. Rincón de Neno estuvo ubicado en el mismo lugar antes de ser Restaurante. Manolito ‘el Cochino’ marcándose unas sevillanas con su amigo Juan Luis Carrillo Lucero. Izquierda a derecha: Pepe Crespo, empresario vinculado a la carpintería, Juan Crespo Rodríguez, exportador de pescados, Ramón Muñoz, hostelero y Antonio Reyes Haro, empresario del transporte, barcos, pescados y mariscos.

En Casa Lucio, principio de los años 80 del siglo pasado, en Madrid. De izquierda a derecha: Milagros Castro Utrera, esposa de Manolito ‘el Cochino’. Milagros Camacho, segunda esposa de Pepe Romerijo, Paco Villaescusa, excelente persona natural de Yecla (Murcia), Fabricante de muebles, muy amigo de Pepe Bigote Jiménez; Manolito ‘el Cochino y Pepe Romerijo. De pie Lucio Blázquez.
Los prematuros fallecimientos de las esposas de Pepe Romerijo y Manolito ‘el Cochino’, Lola Sánchez y Milagros Castro Utrera, respectivamente, unieron aún más los lazos de amistad. Ambos, con algunos de sus hijos aún pequeños, tuvieron que afrontar sus destinos. En el caso del ‘Cochino’, su cuñada Julia Castro Utrera, quien tomó las riendas de su casa y ayudó a llevar adelante a los hijos de Manolito ‘el Cochino’: María José, Mili, Maleni, Manolo, Inma y María del Mar. En la actualidad, a sus 78 años, Julia sigue al pie del cañón cuidando a su cuñado. Pepe Romerijo se casó en segunda nupcias con Milagros Camacho

En el Restaurante El Resbaladero: Año 1983, homenaje de despedida a la funcionaria de la Cofradía de Pescadores Magdalena Nimo Real, Oficial de administrativa y cajera, a quien todos conocíamos por Pili. ‘--Anda dame un beso, Pili, que aquí te traigo un regalito’. Una mujer de armas tomar, eficiente cobradora y un hito en el muelle habida cuenta que era la única mujer que entraba en la Lonja de Pescados. Familia de los Nimo. Su hermano Jesús y su sobrino José Luis, concesionario de coches, amigos de ‘el Cochino’. Con este Nimo se le veía mucho en barrera en la Plaza Real.
Sus visitas diarias, en mañana y tarde, a los distintos ‘confesionarios’ eran sagradas: ‘El Guadalete’, ‘El Brillante’, ‘La Perdiz’, ‘Casa Flores’, ‘Paco Ceballos’, ‘La Guachi’ de Romerijo, ‘Betis’, Cervecería ‘Puerto’, ‘Liba’… acompañado en distintas etapas por ‘Antoñon’, Manolito ‘Justicia’, Pepe ‘el Cachorro’ de Lepe y durante los veranos se unía Pepe Bigote Jiménez, con nótula propia en Gente del Puerto 215, que regresaba de Madrid a tomar las aguas… Todo un espectáculo pues no le dolían prendas a la hora de invitar a una copa a los parroquianos que, durante su ‘vía crucis’, estuviera en la barra de los distintos ‘confesionarios’. Lo de comer era otra cosa, mas menos como dice Pepe Neno, con nótula propia en Gente del Puerto 209. Por cierto, hubo un tiempo que fue gotera del Marqués de Pezagua en su Rincón de Neno en Valdelagrana.
Es un personaje campechano que a pesar de la perdida de memoria tras los ictus sufridos todavía a sus 76 años, sigue fumando sus puros habanos y, lo más importante, conservando la elegancia y espontaneidad que siempre le ha caracterizado. "--Que me quiten lo bailao..." es lo que, desde el afecto, puedo expresar mejor a lo largo de su dilatada y bien aprovechada vida.
Hoy, la crisis que atraviesa la actividad pesquera, también ha hecho mella en el negocio. Sin embargo, contra viento y marea, sus hijos luchan afanosamente por mantener la vendeduria y buscar nuevas alternativas. Su hijo Manuel Gutiérrez Castro, continúa con la aventura empresarial consolidando y ampliando nuevas líneas de negocio relacionados con la pesca extractiva y el mundo de la mar. (Textos: Antonio Carbonell).

Cáritas Portuense es una institución que todo el mundo conoce. Y hoy en tiempos de crisis, mas todavía. Los porteños saben que cuando envían algo o entregan dinero a Cáritas llega a las personas de la ciudad y a los emigrantes que más lo necesitan. Pero la cara de Cáritas es un equipo de hombres y mujeres voluntarias, al frente del cual está Pepe Serrato, que gestionan con equidad y justicia lo que los portuenses entregan. Los necesitados también tienen caras, nombres y carnés de identidad. No los conocemos, pero Cáritas sí los conoce con sus problemas diarios de subsistencia, de comida, de viviendas, de colegios, de salud, de trabajo...
José Serrato Barragán es un porteño, con más de treinta años de residencia en El Puerto. Nació en 1943 en Osuna (Sevilla) y llegó a El Puerto en 1977, como empleado de la RENFE. Está casado y tiene dos hijos. Desde su jubilación, dedica su tiempo libre a su familia y a Cáritas. Él mismo nos describe la historia, los antecedentes de Cáritas en nuestra Ciudad.




En este primero de Mayo, los trabajadores, los implicados en la mejora de las condiciones sociales y laborales de todos, los que piensan que se puede conciliar el estado del bienestar con el mundo del trabajo, tienen más presente que nunca, si cabe, a Isidoro Gálvez líder sindical en la provincia de Cádiz. “Alguien del pasado que todavía es presente”, en palabras del Secretario General de Unión General de Trabajadores (UGT) de la provincia. “Amigo y dialogante en la unidad de acción, desde otro sindicato” dice Federico Pedreño, quien fuera Secretario del Metal de las Comisiones Obreras (CCOO), cuando Isidoro Gálvez ocupaba el mismo cargo en UGT. “Un hombre íntegro, humanamente increíble, que intuía las cosas”, recuerda Elías Py, cabeza visible de UGT en El Puerto. Todos quienes nos rozamos de alguna manera con Isidoro, a lo largo de su vida, nos impregnamos de esa humanidad, de ese sentido de la justicia, de esa forma de ver la vida donde el sol tenía que salir, forzosamente, para todo el mundo.
La relación con las Hermandades del Trabajo de Acción Católica (HOAC), le hacen conocer a Esteban Caamaño, con quien más adelante militaría en otras organizaciones progresistas, codo a codo. Como responsable de las JOC, es detenido en Madrid en 1972, junto a toda la ejecutiva, pasando más de 3 meses en la cárcel de Carabanchel, quedando en libertad provisional a la espera de juicio, gracias a los buenos oficios de quien sería su buen amigo, el ex ministro socialista Enrique Barón, quien actuó como abogado defensor. En ese tiempo nace su hijo Daniel. (En la fotografia, Esteban Caamaño Bernal, arrumbador, sindicalista y político, quien coincidiría con Caamaño en el parlamento español cuando ambos tenían responsabilidades políticas durante el primer gobierno de Felipe González).
Dos años después, con el momento político convulso, y con las maletas casi preparadas para salir de España, pues tenían noticias de que iban a detener a los activistas políticos y sindicales clandestinos en la provincia, Isidoro se niega a marchar. Jaime San Narciso, el médico, le avisa del avanzado estado de gestación de su mujer, Mariá de los Ángeles Fernández Cortabarría --bilbaína de nacimiento pero porteña por elección--, por lo que decide acompañarla al hospital, donde efectivamente es detenido por la policía del régimen. (En la fotografía, el exministro socialista Enrique Barón, gran amigo de Isidoro y abogado defensor en algunas de sus causas como responsable de la Juventud Obrera Católica. JOC).
Allí nace su segundo hijo, Alejandro, mientras su padre permanece en la cárcel. Ya en la Transición, con el nacimiento de su tercer vástago, José María, las bromas de los compañeros eran constantes aventurando que ese alumbramiento podría traer pareja otra temporada ‘a la sombra’.
Su gran intuición, le vino a corroborar un día, que sus convicciones de izquierdas, de lucha sindical le venían por herencia de sangre. En su familia, temerosa por lo que habían pasado durante el anterior régimen, no se hablaba del pasado político, algo por otra parte muy frecuente en las familias represaliadas durante el anterior régimen. Fue su amigo Elías Py, allá por 1992, quien le comunicó, tras investigar en la prensa local de la época: la revista ‘Trabajo’ en un número de 1935, que su padre había sido militante de Izquierda Republicana y miembro del Sindicato Sociedades Obreras Ugetisas, de Cocineros, Camareros y Similares. Trabajó como camarero en los restaurantes “La Burra” y “El Resbaladero”. (En la fotografía su mujer y compañera, María de los Ángeles Fernández Cortabarría).
Por su defensa a favor de la República, el padre de Isidoro sufrió los rigores políticos del anterior régimen, siendo condenado a muerte, luego conmutada la pena, pasando más de cuatro años en la cárcel. Luego nacieron Isidoro, Manolín y Pepi. Las palabras de Isidoro “lo sabía” era una muestra más de su intuición, sus convicciones y su contento. Y es que, Isidoro, sabía que no había mejor rama que la que al tronco sale. Nos dejó, hace unos años, siendo miembro de la Ejecutiva Provincial de la UGT, ya jubilado, pero aportando todo su saber para que el porvenir sea mejor para todos. (Autor de la ilustración: Martín. Izquierda Republicana. 1936).
EL SINDICATO DE LABRADORES Y GANADEROS.
La complejidad de las estructuras de las hermandades dependía de la cantidad de agricultores socios de cada una. Destacan la figura del jefe de la Hermandad, la Junta Sindical (asamblea de representantes), o el secretario. Las Hermandades Sindicales Locales solían estar vinculadas a las cooperativas del campo existentes en cada localidad. La hermandades sindicales solían organizar en cada localidad la fiesta de San Isidro, patrón de los agricultores. Desaparecieron como tales entre 1977 y 1980 con su transformación en las Cámaras Agrarias. En trance de desaparición irreversible, el Patrimonio de las Hermandades pasó a depender de las actuales Cámaras Agrarias, organismos dependientes del Instituto de Relaciones Agrarias del Ministerio de Agricultura. Tras una etapa de recelo por su pasado uniformizador y no democrático, los sindicatos agrarios de clase decidieron, con posterioridad, participar en los nuevos órganos de gestión de los asuntos agrícolas.
«A la tierra en la que uno nace se le toma aprecio, pero no siempre se acaba amándola como un amante ardiente y perseverante. El azar que nos ha permitido cautivos gozar de la existencia, no siempre acierta en nuestros deseos de plenitud con el horizonte de la mañana. Este es el caso de Rafael Esteban Poullet, nacido en las Puertas de Hércules en 1935. Cultivado en las ciencia del Mediterráneo, su hedonismo vitalista y creativo siempre está en lance con el tempestuoso Océano, lustros de convivencia con el que ha sabido pactar, empero, una armonía no siempre exenta de las sombras de la intolerancia del monoteísmo. La aridez del contexto en el que fue educado, lejos de acomodarle en la común cosmología de valores colectivamente compartidos, le impulsó a superar las barreras culturales enraizadas en el tradicionalismo comunitario, y en su obra está el resultado latente de su concepción de la vida inspirada en las entrañas del Egeo. ¿Quien no ha visto a Faelo cabalgar en dirección a Atenas a lomos del viento de Levante?». Biografía Íntima. Alfredo Hidalgo Lavié. Dr. En Ciencias Políticas. (En la fotografía, Faelo, caraceterizado de griego clásico, en una estancia de su casa de la calle Larga, en la década de los cincuenta del siglo pasado).

DE LA MEDUSA AL ERMITAÑO.


También el corto “Petit Cherie” y “Serenata para un joven estudiante”, en 1970, siendo su último trabajo “El Circo”, rodado tras la muerte de Franco. Con el cambio de formato, de cine a video, lo deja. No le ilusiona hacer cosas para ser vistas en pequeñas pantallas. Conserva, inédito, el guión del documental “Suite Rocío. La otra Virgen del Rocío”. (En la fotografía de la izquierda, Faelo, a finales de la década de 1960).
NOVELA PARA EL CINE.
COLLAGE: SUITE ROCÍO


CARTELERÍA, DIPLOMAS
EXPOSICIONES.
Agustín Merello nace en El Puerto el día de los Santos Inocentes de 1942, el 28 de diciembre, en la calle Luna, 40, en el edificio donde hoy se encuentra el Banco Español de Crédito. Hijo de Agustín y Dolores, nuestro protagonista Agustín, fue el primero de seis hermanos: Rafael, Dolores, Álvaro, Carlos e Ignacio. La familia se fue a vivir mas tarde a la Hijuela del Tío Prieto, en el campo de la Hermanas Rioja. Entre 1949 y 1951 se fueron a vivir al Caserón de los Lasaletta, donde hoy está “Oh Puerto». Era sobrino del poeta universal Rafael Alberti. Estuvo en el Seminario de San Telmo de Sevilla, durante dos años.

CONCURSO REDYGOL
DIARIO DE CÁDIZ.








LIBROS DE ARTÍCULOS DE AGUSTÍN
PREMIO DE COMUNICACIÓN «AGUSTÍN MERELLO»






En 1911 Natalia Pajares de Salgueiro, dejaba en su testamento, al morir, una cierta suma de dinero para la fundación de una escuela, de carácter benéfico, regentada por los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Conocido el hecho, los Hermanos se ponen en contacto con los Jesuitas. Estos les ofrecen un inmueble, dentro de la propiedad en la que se encontraba el Colegio San Luis Gonzaga, en el que poder instalar las clases y la vivienda de los Hermanos. Además, se ofrecen a poner el dinero que falte para realizar el proyecto pues el dinero dejado por Doña Natalia no era suficiente. Pero, antes de ponerse en vigor este convenio los Jesuitas cerraron su Colegio, que quedó convertido en Noviciado y no pudieron cumplir su ofrecimiento. (En la fotografía, el Cardenal Bueno Monreal, en el acto de colocación de la primera piedra del Colegio la Salle 'Santa Natalia', --lleva el nombre de la benefactora inicial del centro, Natalia Pajares de Salgueiro--; detrás podemos ver a Isabel Merello, Vda. de Terry, a su hijo Fernando Terry Merello y detrás, a la izquierda de la fotografía a Gandulla Perea. Era el 10 de abril de 1959, hace 50 años). (Foto Rasero. Archivo Municipal).

En consecuencia, se determinó ir acumulando los intereses al pequeño capital hasta que este permitiera poner en marcha el proyecto para abrir la escuela. Después, vino la baja de la moneda y se aumentaron las dificultades, razón por la que pasaron bastantes años antes de que se pudiera pensar formalmente en la referida escuela. Así las cosas, Ignacio Osborne Vázquez, Conde de Osborne, conocedor de esta fundación en germen, la adopta con el mejor ánimo de llevarla a cabo rápidamente. A tal efecto, compró un terreno y se disponía a edificar en él las Escuelas, cuando sobrevino la Guerra Civil. De nuevo el proyecto queda paralizado. (En la fotografía de Rafa, Ignacio Osborne Vázquez, Conde de Osborne).
Una vez finalizada la Guerra, el proyecto se activa con la formación de una Junta pro Construcción de las Escuelas. Y estando en estas gestiones, vino a interesarse por esta Fundación, Isabel Merello, Viuda de Terry, que prometía su ayuda si las Escuelas se construían cerca de los terrenos de sus bodegas, en un extremo de la ciudad donde existía una barriada populosa y pobre y muy necesitada de instrucción. De acuerdo, los miembros de la Junta y agradeciendo esta ayuda, se orientó el emplazamiento de las Escuelas hacia ese extremo de la ciudad. Isabel Merello compró enseguida un solar de unos 10.000 m2 de superficie; y antes de comenzar la fase definitiva, la Junta que venía actuando cesó en sus atribuciones, al formarse el “Patronato de la Fundación Santa Natalia”. (En la fotografía de Rafa, Isabel Merello, Vda. de Terry).
Gracias al buen hacer, empuje y entusiasmo de una figura excepcional, el Hno. Ignacio Javier, las obras comenzaron a finales de 1958. La Base Americana de Rota intervino desinteresadamente en el movimiento de tierras. El 10 de Abril de 1959 bendice la primera piedra el Cardenal de Sevilla Dr. José María Bueno Monreal. Las obras transcurrieron a buen ritmo de modo que en Septiembre de 1960 se pudo comenzar el curso con el colegio en obras. Desde entonces, día tras día y año tras año, muchas generaciones de niños y niñas portuenses se han educado y se educan en este centro lasaliano de mano de Hermanos, Profesores, Catequistas y Colaboradores./C.L.S. (En la fotografía de Rafa, el Hermano Ignacio Javier).



«Tal vez por la cercanía del Convento de San Agustín (en la fotografía de la izquierda, el Altar Mayor existente en lo que ha sido, también, Colegio San Agustín) a los muelles portuenses que facilitaba y potenciaba el contacto de las gentes del mar con la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sea por lo que fue nombrado Patrón y Protector de las Galeras Reales de España que por aquellas fechas tenían su base de invierno en nuestra localidad. La vinculación de la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Nazareno con la gente de la mar desde el 28 de febrero de 1674 se consolidó en la década de los años 70 del siglo pasado, siendo determinante para unir aún más los lazos que existían la labor incansable del Alfonso Terry Muñoz que como Hermano Mayor de la Fervorosa, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Änimas de San Nicolás de Tolentino, Nuestro Padre Jesús del Nazareno, María Santísima de los Dolores, Orden Tercera de Servitas y Santa Cruz de Jerusalén, involucró en aquellos años de esplendor de la actividad pesquera a todo el sector: marineros, rederos, armadores, mozos, chaboleros, vendedores, pregoneros, estibadores, cajeros, minoristas y exportadores en general, y especialmente, la familia Vázquez, Juan Poquet Grimalt, Manuel Gutiérrez Morillo, Manolito ‘El Cohino’ y Juan Crespo Rodríguez.
Iniciados los años 70, en el alba del Viernes Santo, entre el regocijo de los fieles, acabado el Vía Crucis, acercándose el Nazareno al balcón del río, se presentaba por primera vez en el desfile procesional la banda de cornetas y tambores del Cuartel de Instrucción de San Fernando, aunque su presencia fue transitoria. De la misma manera, como de un ritual se tratara, se incorporaba al cortejo del paso de palio los representares del sector pesquero, autoridades civiles y militares. El punto de partida era el Restaurante Guadalete, donde hoy se encuentra el Pub Berebere, en la Avenida de la Bajamar, finalizando con la recogida de María Santísima de los Dolores. Desde el pasado año de 2008, de nuevo el desfile procesional pasa por el cantil del muelle pesquero, por la margen derecha del río, por esta banda. Quedó interrumpido desde los años 90 porque las algarabías que se formaban en los bares de copas que se ubicaron en antigua Lonja de pescados no era lo más recomendado para el desfile procesional… Durante ese tiempo, la bendición de las aguas y la oración por los fallecidos en alta mar que se venia celebrando ante el Monumento al Marinero (en la fotografía de la izquierda), próximo al Muelle del Vapor.
SUSANA DEL NAZARENO.
AÑO 1930, EL NAZARENO SALE EL JUEVES SANTO.