Basilio Iglesias Lobatón, nacido en Jerez de la Frontera el 22 de julio de 1974, aunque reside en El Puerto de Santa María desde hace más de 30 años. Estudió Arquitectura Técnica en Sevilla, y estuvo desarrollando la profesión durante tres años.

En 1999 se desplaza a Madrid para estudiar lo que siempre quiso ser, Arquitecto. En la actualidad desarrolla proyectos de urbanismo y edificación, diseño de interiores y concursos de Arquitectura en www.bia-arquitectos.com. El veneno de la pintura le entró tardíamente, al realizar murales de gran formato para proyectos de interiorismo de locales y restaurantes. Actualmente combina su pasión por la arquitectura con su arrebato por la pintura.
Basilio Iglesias ha expuesto hasta el pasado 10 de agosto su obra en el Hotel las Suites de Puerto Sherry. Se trataba de su primera exposición exclusivamente pictórica dado que sus anteriores cuadros siempre han estado integrados en los proyectos que ha desarrollado como arquitecto e interiorista. La muestra, ha constado de seis pinturas cuya temática gira en torno a las carreras de caballos y el mundo del toro.
-Antes de esta exposición sus cuadros solo podían verse en restaurantes o espacios que usted diseñó como arquitecto o interiorista ¿Qué le ha impulsado a dar este paso?
-Es algo que llevaba algún tiempo contemplando. Quería hacer algo diferente y surgió la posibilidad de hacer mi primera exposición junto a otros destacados artistas de la zona.
-¿Qué encontró el público que visitó la muestra?
-Una serie de pinturas dinámicas que, con pocos trazos de pincel o espátula, intentan alcanzar un alto grado de expresividad.

El Vapor de El Puerto.
-¿Son esas sus señas de identidad como artista?
-Así es. Me gusta definir mi estilo pictórico con esta frase: minimal painting, maximum expression.
- ¿El color también juega un papel fundamental a la hora de economizar recursos?
- En mi pintura no hay color. Todos los cuadros son en blanco y negro o platas por eso mismo, porque quiero ir a lo mínimo. Me encanta cuando me dicen que mis obras no están acabadas porque mi intención es expresar algo con sólo dos o tres trazos. Tampoco necesito más.
-¿Es usted arquitecto por formación, diseñador por adaptación y pintor por vocación?
-Yo comencé a pintar por mi trabajo como arquitecto, porque al decorar interiores se planteó como una necesidad. En uno de esos proyectos (se trata del restaurante El Plato al Centro), una de las paredes quedaba coja y dibuje unos atunes. Ahí empezó todo.
-¿Se considera un pintor autodidacta?
-No tengo ningún tipo de preparación, ni he dado ninguna clase. Simplemente ha sido coger la espátula, el acrílico y empezar a pegar leñazos.

Jureles.
ÁNGEL LEÓN Y EL MOLINO DE MAREAS
-¿En qué otros proyectos se encuentra inmerso?
-Estamos organizando un showroom para una marca de coches en Madrid. Hemos terminado hace unos meses el Museo del Motor en el Circuito de Jerez y también hemos estado volcados en el diseño del nuevo proyecto gastronómico de Ángel León. Trabajamos para ganar la concesión del Molino de Mareas del Caño del Molino, situado a espaldas de la estación de tren de El Puerto.
-¿Cómo será el nuevo templo del chef del mar?
-El proyecto tiene muy presente la historia de este antiguo molino. Pronto se cumplirán 200 años del inicio de su construcción. Primero sirvió de molino de mareas y después de almacén de sal. Pretendemos que cuando se entre allí se siga creyendo que aquello sigue siendo un almacén. Por ejemplo, se van a poder ver montañas de Sal.
-¿Cómo se gestó esta colaboración?
-Trabajar con Ángel León es una delicia. Es muy amigo mío desde pequeño. Siempre estaba por casa tocando la batería. Llevo trabajando con el mucho tiempo en diferentes proyectos. /Texto: Federico Joly.

Paseíllo.
De Basilio Iglesias ha escrito José Antonio Barragán: “… dibujando en lienzos, piel,… con colores inexistentes, sangre, no relata la vida, la crea.
…pinceles, espátulas, caballete, papel, agua, pintura, mano, articulación; no son herramientas sino extensiones de su voluntad, su alma, su amor… La tortura son sus ojos, su cerebro recela de él. No debe ver, si ve da vida, si da vida moldea el mundo. Fuego de su corazón, abrasa, derrite, destruye..., carboniza, extingue y acompaña por igual. Tierra en sus trazos, duros, serios, crueles, terremotos cromáticos con odio hacia lo que ve, lo que siente, lo que desea, lo que no entiende. Nunca la forja fue tan grande, nunca el herrero tan poderoso, nunca el metal tan pesado,… chispas y dolor.
Toda creación conlleva una muerte. Crear y destruir son sinónimos para el herrero de la realidad. Toma hombres, mujeres, objetos, paisajes, animales; los destruye, los destripa, los disecciona, los corrompe…Y entonces hace su magia, los une, los fusiona, los purifica, los mezcla con la eficacia de un boticario, con la armonía de un músico, con la proporción de un barman experto.
No hace retratos, sólo regala verdades. No dibuja personas, no hace trazos de sus rostros o cuerpos, sólo entrega sentimientos. Nos da su corazón sincero y visceral, casi bella maldad. Euforia poética pues él me mato, me asesino con ansia, respeto e incluso admiración, pero también me dio la vida, me dio un sentido y una interpretación. Herrero que por carbón usa sus huesos, por martillo su corazón y como fragua su espíritu.
¿A quién debo mi asesinato y mi resurrección? Siempre seré como me ves, me viste y me fraguaste …”

Aprendió a jugar al fútbol cuando aún no se estilaban por aquí las escuelas de fútbol. O puede que sí: cuando la única escuela era una calle sin apenas circulación en la que se improvisaban porterías con pelotes –también llamados piedras- y partes de arriba de chándals hechas un gurruño. Partidos infinitos con el bocadillo bien agarrado en una mano mientras con la otra se hacía visera hasta que el sol se volvía un balón fofo, derrotado y oscurecido por el ancho cielo nocturno de las barriadas obreras. Algún destello de aquél niño de los ochenta prende todavía en la mirada perspicaz de Baldomero Hermoso, Mere, futbolista de larga trayectoria, entrenador profesional desde hace varias temporadas y portuense de ese año en el que al Generalísimo se lo llevo por delante una flebitis y El Puerto era una joya turística por descubrir en la que nunca más veranearía el almirante Carrero Blanco.



--¿Y cuál es tu próximo “ascenso” después del más que seguro ascenso del Algeciras?


Con esta misma fecha, --7 de agosto-- hace doscientos años, el papa Pío VII firmó la Bula por la que se rehabilitaba a la Compañía de Jesús, suprimida durante cuatro décadas desde que un antecesor suyo, el papa Clemente XIV, en 1773, cediendo a la presión ejercida por algunos monarcas católicos, especialmente la de nuestro rey Carlos III, la suprimió.






El próximo 22 de Septiembre sale a la venta la novela "Zombi D'Or" del multifacético escritor porteño Fernando Polanco, de mano de 



Sanchís Sinisterra, comentó: "Me pareció un trabajo admirable, lleno de amor, entrega, de dedicación a desentrañar un texto; lo que está claro es que pusieron mucho más de lo que suelen poner director y actores, hicieron un trabajo muy personal y cada uno de ellos abordó la obra como si fuera propia". El autor también tuvo palabras muy elogiosas para el escenógrafo Toni Cortes, quien realizó un curioso y efectista juego con la idea del teatro dentro del teatro. /En la imagen de la izquierda, Nuria Espert y María Jesús Valdés, durante su interpretación magistral hace 20 años.





