Pulsar sobre la imagen para ampliar. De izquierda a derecha, sentados, Isabel, Teresa, Mari Pepa, Javier, la madre Carmen, Rafael, la hija de Helga y Juan, Maite Gargallo y Helga Müller (esposa de Juan). De pie, María Lobo (esposa de Enrique), Mari Carmen, Juanito (hijo de Juan y Helga), Pepe, Juan, Chema Martínez, Milagros y Enrique. Fotografía tomada en el domicilio familiar de la calle Larga en 1991, con motivo del 80 cumpleaños de la matriarca de los Esteban Poullet: María del Carmen Poullet Vargas, (1911-2006), que todavía viviría sus buenos 15 años.
Faelo, Mimi, Mari Carmen, Maripe, Pepe, Enrique, la desaparecida Conchita, Tere, Javier, conocido como Bini, Luis, Juan e Isabel: seis varones y seis hembras, se quedaron huérfanos, también de madre --María del Carmen Poullet Vargas-- en 2006, en este Puerto en el que, de acuerdo con el orden biológico, se nos están yendo tantos y tan buenos referentes. Su padre, José Esteban Pérez, falleció en 1973.
Los Esteban Poullet –aunque asociados al mundo de los productos de enología- han destacado siempre por algún aspecto relacionado con el mundo de las artes, don que debe venirles de su tío abuelo Antonio Poullet, quien fuera profesor en la Academia de las Bellas Artes de Santa Cecilia. La Fábrica de Productos Enológicos estuvo funcionando en el número 15 de la calle Larga, junto a la vivienda, desde 1905 hasta que, a finales del siglo XX, tuvo que cerrar víctima de la enésima revonversión del sector vitivinícola de la zona. /En la imagen de la izquierda, capilla de casa de los Esteban Poullet, en la calle Larga.
Así, Faelo se ha relacionado con la literatura y las composiciones escultóricas y de pintura. Pepe, gran aficionado a la egiptología y los viajes, ha sido uno de los grandes contadores de las cosas de Egipto cuando aquí se consumían menos paseos por el mundo. Luis, el hombre de los inventos del Laboratorio de ‘Touston’, donde con técnicas de artesano construía sus propios instrumentos, para probar algo más que el poderoso influjo de la Luna. Juan, cantautor, quien anduvo por Barcelona de compañero de su paisano Javier Ruibal, y donde conoció a tantos de aquella farándula en la que él no se veía.
Pulsar sobre la imagen para ampliar. Portaretrato de Carey. De izquierda a derecha, Rafael, Milagros, María del Carmen, Mari Pepa, Pepe, Enrique, Conchita, María Teresa, Javier, Luis, Juan Manuel e Isabel.
La casa de los Poullet, la de toda la vida desde 1921 hasta 1999, la de la calle Larga número 13, ha sido escenario de muchos encuentros literarios. Ha visto el paso de muchos poetas, escritores y artistas: Fernando Quiñónes, Pilar Paz Pasamar, Pepe Belmonte, Julio Rivera, Dolors Alberols, ... Eran las celebradas Tertulias de ‘El Ermitaño’, en la década de los ochenta, durante aquellas noches de verano, en un jardín clásico, donde la magia de la noche envolvía a los asistentes.
Precisamente en esa década de los ochenta del siglo pasado, los Esteban Poullet celebraron los 200 años de la llegada del primer Poullet a estas tierras, con un macroencuentro familiar en el que recordaron a su ancestro Claudio, quien proveniente de cierto municipio francés fronterizo con España, acá que se vino alistado en las tropas de los ‘Cien Mil Hijos de San Luís’. Si, aquellos que al mando del Duque de Angulema vinieron a liberar al malajoso rey del paletó, Fernando VII, y que parece lanzara una maldición a la Ciudad donde abolió la Constitución de ‘La Pepa’.
Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 1 de 2. (Año 1955). Fila superior: Isabel, Carmen Poullet Vargas, Conchita, José Esteban Pérez, Tere. Debajo: Luis, Javier y Juan.
Fotografía de Carnet de Familia Numerosa en dos imágenes. Parte 2 de 2. (Año 1955). Fila superior, de izquierda a derecha: Mari Pepa, Mari Carmen, Rafael, Milagros. Debajo, Pepe y Enrique.
Mientras que los Esteban Poullet siguen tomando el pulso a El Puerto desde el número 13 –otra vez- de la céntrica calle Misericordia esquina y vuelta con Luna (en medio habitaron una vivienda en la calle Jesús de los Milagros y un piso en la calle Larga frente a su antigua vivienda), razones de trabajo o de familia hace que Pepe y Tere se encuentren en Madrid, e Isabel en Vitoria. Pero en cuanto pueden se les ve por las calles de El Puerto recuperar el sol y la sal de la Bahía de Cádiz que por allí escasea, y por los que tienen que venir a repostar con cierta frecuencia a este Puerto que les vio crecer y sentir, con todas las claves de portuensismo que no es que hayan desaparecido, sino que parece que ya no se lleva hacer gala de las mismas.
Los Poullet, por el contrario, clásicos y modernos a un tiempo, son el ejemplo de aquel portuense de procedencia extranjera, que escoge instalarse en un nuevo territorio, lucha por engrandecerlo y deja en sus descendientes una gran semilla: aman a su ciudad y sin embargo tienen al mundo por frontera. Y es que, como ellos, se puede ser portuense y universal, tal y como nos enseñaron nuestros más preclaros paisanos. Y ahí están, viéndonos y siendo vistos, como una seña de identidad más de El Puerto.
Fernando Gago García nace el 18 de abril de 1941 en la calle Larga, núm. 3, segundo hijo de Manuel Gago Vélez y Milagros García Rodríguez, siendo sus otros hermanos, Manuel, Benito e Ignacio.
1941.
En 1941 es alcalde de El Puerto un militar que ocupaba el despacho del palacio Municipal desde diciembre de 1939: Manuel Barba Ordóñez. Le relevó en septiembre de 1941 José María Pastor Moreno, por poco tiempo ya que al mes siguiente, en octubre tomará posesión de la alcaldía Fernando C. de Terry y del Cuvillo. El arqueólogo alemán Adolf Schulten visitó el Yacimiento de Doña Blanca, y pensó que podría tratarse del ‘Puerto de Menesteo’; no será hasta 38 años después, 1979, que empezarán las excavaciones sistemáticas dirigidas por el Catedrático Diego Ruiz Mata.
Hipólito Sancho de Sopranis publica su libro «Historia del Puerto de Santa María desde su incorporación a los dominios cristianos en 1257 hasta 1800». Rafael Alberti publica «Entre el clavel y la espada», naciendo su hija Aitana en Puerto de Santa María de los Buenos Aires (Argentina). El Padre Guerrero y el Padre Jorge Loring ingresan en el noviciado de la Compañía de Jesús de El Puerto. /Fernando Gago en versión niño, en la Playa de la Puntilla.
ESTUDIOS.
Estudió en el Colegio de la Divina Pastora, en la calle Luna arriba de Ultramarinos La Giralda, donde coincidió con otro ex alcalde: Hernán Díaz Cortés, con el crítico taurino Luis Ortega, el diácono Felipe Bononato Saez o el chef Eugenio Espinosa, entre otros. Jugaba de pequeño en el jardín de su casa y en el Paseo de la Victoria.
En el Colegio de la Pescadería, durante el curso 1950/51.
De ahí pasa al Colegio de la Pescadería (San José y San Estanislao) donde tendrá entre los compañeros de clase a Chemari Gutiérrez Colosía, Toni Redondo del Río, José Luis Gutiérrez, Fali Gómez Giménez, o Pepe Pineda Martí. De ahí pasaría por el Colegio de San Estanislao de El Palo (Málaga), como seminarista de la Compañía de Jesús, donde repetirá 3º de bachiller y, al no perseverar, los jesuitas le aconsejaron que volviera a El Puerto, “con mucho cuidadito”. Terminó el bachillerato en el colegio de Ntra. Sra. de la Merced, con Antonio García Flores --director y propietario-- recordando a un buen profesor de matemáticas, Eloy del Valle Bonichi, que era capitán de artillería.
Estamos en el Curso 1950-51 de Ingreso a Bachiller; las profesoras a izquierda y derecha de la fotografía son las señoritas Milagros Gilabert y Paca Aquino Arnosa (+). En la fila superior, de izquierda a derecha: Juan Niño Garrido, Luis Bustos (+), José Zamorano Franco, Antonio Ramírez Ariza, Francisco Llorca, Mauricio Ferrugías Carvajal, Paco Espinar Galán, Luis Jiménez González-Nandín, Rafael Felices Morro (+) y José María Martínez Govantes. En la fila de enmedio, de izquierda a derecha: Miguel Cacchetta de la Ruibiera, José Pineda Martí, José María Gutiérrez Colosía, Aguilar, Manuel de la Torre, Pedro Ruíz Chinea, Rafael Gómez Giménez (+), Francisco Javier Jiménez, Alejandro Zamacola Monís (+) Antonio Florido, Antonio Manuel Arredondo del Río y Fernando Gago García. En la fila de abajo, de izquierda a derecha: Laureano Quesada, Vicente Peris Tey, Marcelo Florido, Paco López-Cepero Pérez (+), Eduardo Cuvillo Jiménez, José Luis Moresco Suárez, Miguel Rascón Roselló, José Antonio Romero Haupold, Juan José Sánchez Sánchez, Manuel Carrasco Ariza y Manuel Morro Jarque. Sentados en el suelo, de izquierda a derecha: Antonio Lara, Fernandito Arjona González, Manolito Sánchez, Eduardo Benjumeda Osborne, Guillermo Benvenuty Díaz (+), Manuel Jesús Merchante Gutiérrez, Maximino Sordo Alonso (+) y Jesús Casado González. (Laboratorio Fotográfico E. Utrilla. Valencia. Colección F.G.G.)
Fernando Gago, en el centro de la imagen, vestido de capuchino con la Asociación Piadosa del Cristo del Amor.
ACCIÓN CATÓLICA.
Cuando las congregaciones marianas pertenecientes a la Compañía de Jesús desaparecen en El Puerto, sus miembros se integraron en las juventudes masculinas de Acción Católica, donde continuaron su formación cristiana y las acciones denominadas entonces ‘de caridad’ y que hoy serían denominada ‘de solidaridad’. Se instaló un comedor de Acción Católica, organizado por Luis Fernández Sanz-Blanco y atendido por chicas de El Puerto que colaboraban en la cocina; sería el equivalente actual a la asociación ‘Sol y Vida’. También tenían la parte lúdica: se organizaban fiestas y actuaciones en las que Fernando solía hacer de presentador. Hacían teatro y aprendían de Joaquín Sancho, José Ortega Infante, José Lucas Morillo León, fundamentalmente.
Fernando Gago siempre afirma que él hace Teatro desde hace mucho tiempo. Enla imagen, de finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, durante la represntación de El Rey Negro, de Pedro Muñoz Seca, aparece Fernando a la izquierda, junto a Merche Valiñana, Pepe Morillo, con bigote y Angelines Ayuso a la derecha.
TEATRO.
José Luis Tejada Peluffo dirigió la cátedra de Arte Dramático en la Academia de Bellas Artes donde aprendían declamación y Fernando, junto a Lola Alba que recitaba muy bien, eran sus alumnos predilectos. Representaban obras de Muñoz Seca, los Hermanos Álvarez Quintero que representaban en el Teatro Principal. Y mas adelante, de José María Pemán ‘El Divino Impaciente’ o zarzuela ‘La del manojo de rosas’ con Merche Valimaña ‘La Macaria, Rafael Felices, Julio Fuentes y Angelines Ayuso entre otros, acompañados por la Banda de Música del Maestro Dueñas. Todo lo que hacían o representaban era a beneficio de algo. Otra representación fue ‘El Tenorio Futbolista’ una parodia de la obra de Zorrilla, escrita por Manolo Barrios y Rafael Salvatierra, de Radio Sevilla SER.
Se lo pasaban de aquella manera --muy bien, por supuesto-- con muchísimo sentido del humor y ‘gamberradas para tirarse al suelo’.
Fernando Gago, en el centro de la imagen revestido de ceremonial e incesario en mano, durante una liturgia en presencia del cardenal de Sevilla, José María Bueno Monreal, en la Iglesia de las Capuchinas, hoy Auditorio Municipal.
SEMINARISTA Y MAESTRO INCONCLUSO.
Inicia estudios de Magisterio por libre y de lo libre que estaba no los concluye y su padre, que era responsable de Economato en Bodegas Terry lo pone a trabajar, con 20 años --1961-- en la bodega, donde desarrollará toda su vida laboral, y donde conocería diferentes propiedades de la firma: los Terry Merello, Patrimonio del Estado, Serra Santamans, Harvey, Allied Lyons y Domecq, no cogiéndole el cambio a Beam Global. En Terry empezó como administrativo en el Departamento de Embarques y se prejubiló como Apoderado y Director de Relaciones Públicas.
Fernando, con generosas patillas, rodeado de dos bellas señoritas durante la presentación de un acto en el Club Náutico.
EN EL EJÉRCITO DEL NORTE DE ÁFRICA.
En 1962 se incorpora a filas en la Caja de Reclutas nº 18 de Cádiz, siendo destinado al Ejército del Norte de África, Regimiento Mixto de Artilleros norte 8, de guarnición en el Monte Hacho (Ceuta) --”es que decir que fui destinado a Ceuta tiene muy poco glamour” afirma-- donde presta juramento de fidelidad a la bandera, juramento que renovará, años después, en la jura de bandera de su hijo Fernando en el Cuartel de Instrucción de Marina de San Fernando.
Durante un acto en Bodegas Terry, en presencia de Eustasio Torrecillas.
DE NUEVO EN TERRY.
Como ‘Terry le va’ (Vd. si que sabe), se reincorpora a la bodega y se incorpora al nuevo departamento de Publicidad y Relaciones Públicas que había creado Juan Ig. Varela Gilabert, quien lo reclama y con quien permanecerá por espacio de 11 años, entre 1963 y 1974.
Con Bo Dereck, en 1982, durante una visita a Bodegas Terry.
Con Margit Kocksis, la mujer que montaba el caballo blanco de Terry.
AMÉRICA Y CANADÁ.
Con la marcha de Juan Ignacio, el Departamento de Publicidad lo asume el Director de Marketing, Antonio Leal Jiménez y Fernando se hace cargo del de RR.PP. En 1979 nuestro protagonista es nombrado Director de Ventas para EEUU y Canadá, por espacio de tres años, viajando con profusión al continente americano. Era alcalde Antonio Álvarez Herrera, quien lo nombró miembro de la Comisión Organizadora del Centenario de la Plaza de Toros que sería al año siguiente: 1880.
PRESIDENTE DE LA PLAZA DE TOROS.
Ha sido presidente de la Plaza de Toros de El Puerto en dos periodos: 1992-1998 y 2000-2005. Durante ese tiempo ha presidido los festejos durante las temporadas taurinas bien en solitario, bien compartida la presidencia de los festejos de forma alterna con: Rafael Gómez Ojeda, Juan Gómez Fernández e Ignacio García de Quirós Pacheco. El resto del tiempo, hasta la fecha, salvo los brevísimos periodos en los que no fue edil, fue concejal delegado de Plaza de Toros.
Con su mujer, María Isabel Peña y Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez, en los tendidos de la Plaza de Toros de El Puerto.
LA FAMILIA.
En 1968 se casó con la sevillana Felisa Leyras Toral, de origen vallisoletano, con la que tendrá cuatro hijos: Fernando, Felisa, Verónica e Irene. Fernando está casado en segundas nupcias con María Isabel Peña García. Le gusta decir, con el sentido del humor que le caracteriza “--Eres mas torpe que un hombre casado y yo me he casado dos veces”.
Candidatura socialista a las elecciones municipales de 1991, en las escaleras de acceso a la Planta Noble del Palacio Municipal, en la que Fernando Gago accede como independiente.
20 AÑOS EN POLÍTICA: 1991-2011.
En 1987 entró como Consejero Técnico del concejal socialista Miguel Marroquín Travieso, en el desaparecido Patronato Municipal de Turismo, lo que le supuso un inicio de relaciones con el PSOE de El Puerto. Cuatro años más tarde fue llamado por integrantes de la candidatura socialista, yendo como independiente en las municipales de 1991, con Manuel Torres Ramírez como alcaldable. Durante sus 10 años y medio como Concejal de Turismo, se siente especialmente satisfecho de haber modernizado la comunicación en este área: El Puerto en GPS, en guías para teléfonos móviles, diversos portales de Internet; haber puesto las bases para que el Monasterio de la Victoria sea un centro de actividades culturales, empresariales y congresuales; haber dignificado la Real Plaza de Toros y haber puesto las bases para que en El Puerto se pudiera celebrar, en 2005, el XVIII Congreso de OPC España, actividad que siempre le preocupó durante el ejercicio de su cargo.
Saludando al Conde de Barcelona al que ofrece productos de las bodegas de El Puerto.
PERIODO 1991-1995.
En ese mandato 1991-1995 formará parte de la Corporación Municipal primero en la oposición durante los seis primeros meses y luego gracias al pacto de gobierno con Independientes Portuenses, asume las concejalías de Presidencia y Turismo,. En el último año de dicho mandato se rompe el pacto de gobierno con los independientes, pero Fernando empieza a colaborar con el gobierno de IP, dimitiendo como concejal meses antes de finalizar el periodo para el que resultó elegido.
Rafael Alberti resultaría nombrado alcalde honorario y perpetuo de El Puerto en un pleno solemne celebrado en el Monasterio de la Victoria. El mismo día se le haría entrega del Premio a la Promoción Turística de la Ciudad. En la imagen, la corporación municipal con el poeta.
PERIODO 1995-1999.
En el periodo 1995-1999 sale elegido en las urnas de nuevo como concejal, --iba en el puesto número 11-- pero bajo la siglas de Independientes Portuenses que alcanzará mayoría absoluta con 16 concejales, asumiendo como concejal y teniente de alcalde las responsabilidades de Presidencia y Relaciones Institucionales, así como la Plaza de Toros. Compatibilizaba la política con su trabajo en Bodegas Terry en unos años en los que tenía que viajar mucho. Gago tuvo que escuchar de todo por el cambio de grupo político (de independiente con los socialistas a independientes portuenses), algo que el resolvía afirmando que “mis decisiones estaban tomadas en aras a poner mis conocimientos y esfuerzos a disposición de los intereses de El Puerto”.
Recibiendo a S.M. el Rey, en presencia del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en la corrida regia que se celebró en la Plaza de Toros.
PERIODO 1999-2003.
En este periodo se quedó fuera de la Corporación Municipal durante seis meses. Iba de nuevo en el puesto número 11, pero los independientes sufrieron un descalabro perdiendo la mayoría absoluta y gobernando en solitario, acosados por la oposición. Tras la dimisión de la concejala Elena Galván Pantoja, en Enero de 2000 asumirá de nuevo las competencias en Turismo, Relaciones Institucionales y Presidencia, además de Fiestas, Plaza de Toros y Policía Local --dado el carácter conciliador de nuestro protagonista, recibió el encargo de la alcaldía de pacificar el ambiente en la Policía, alborotado en aquellas fechas por diversas circunstancias--. Nunca daría instrucciones directas a los guardias municipales, siempre lo haría a través del Jefe Local.
Recibiendo en audiencia al porteño Juan Gómez Benítez, a la sazón presidente de los Enólogos de España, en el despacho de la alcaldía.
PERIODO 2003-2007.
Se reeditará de nuevo el pacto IP-PSOE, y las concejalías de Fiestas, Plaza de Toros, Relaciones Institucionales y Presidencia. Tras la dimisión de Enrique Moresco de sus responsabilidades en Educación y Cultura, asume las concejalías de Eduación y Cultura.
Recién proclamado alcalde, con la vara de mando y el collar.
EL ALCALDE DEL COLLAR: 2006-2007.
El 2 de agosto de 2006 resulta elegido alcalde de su Ciudad, tras ser inhabilitado para cargo público su antecesor, por un delito de prevaricación. En la toma de posesión, ya roto el pacto de gobierno con el PSOE, se le impondrá un collar de regidor con escudos y leones. Meses después con la oposición interna y múltiples desaires del ex alcalde de la Ciudad y presidente de su partido asume la candidatura de Independientes Portuenses a las elecciones municipales. El 27 de mayo de 2007 su lista sufrió un fuerte revés en las elecciones municipales, con 4 concejales de un total de 25. Permanecería en el cargo hasta junio de 2007, apenas 10 meses de alcalde de la Ciudad. /En la imagen de la izquierda, con el bastón de mando recien elegido alcalde en 2006.
PERIODO 2007-2011. NO ADSCRITO.
En agosto de 2007 comunica públicamente que, tras el maltrato continuado y mantenido en el tiempo recibido por la cúpula de su partido, se considera libre de adoptar la medida política que mejor estime por conveniente, argumentando que la decisión que tome en un futuro será en aras a salvaguardar los intereses de El Puerto de Santa María. En septiembre de ese mismo año, anuncia su marcha de Independientes Portuenses, y en octubre de 2007, formaliza pacto de gobierno con el tripartito Partido Popular, Partido Andalucista y el mismo concejal no adscrito. Por Decreto de Alcaldía de 11 de octubre de 2007 asume la Segunda Tenencia de Alcaldía, y las responsabilidades en materia de Turismo, Promoción de la Ciudad, Plaza de Toros, Monasterio de la Victoria y Relaciones Institucionales. /En la imagen logotipo de la campaña con el que concurrió a las elecciones municipales de 2007
Con Patricia Ybarra, su predecesora y sucesora en la concejalía de Turismo y el alcalde de la Ciudad, Enrique Moresco, durante la firma del pacto en octubre de 2007.
MESA NACIONAL ANTITRANSFUGUISMO.
Con motivo de su abandono de IP y el pacto de gobierno firmado con el PP, la Mesa Nacional Antitranfuguismo lo declaró tránsfuga en 2008, algo que Gago nunca aceptaría, llegando a afirmar que la resolución de este ente “es papel mojado que no sirve ni para limpiarse los esfínteres”. En su descargo Gago argumentó la indefensión sufrida en este asunto donde “se dictaron unas resoluciones sin oír al afectado, es decir a mí, ni preguntar las causas que me llevaron a tomar la decisión, primero de abandonar IP y luego de firmar el pacto de gobierno con el PP, en aras de los intereses de la Ciudad. No podía dejar El Puerto a la deriva, sin mayoría de gobierno.”
DIMISIÓN.
Por segunda vez en su vida política, Gago formaliza su renuncia al acta de concejal. Lo hacía media hora antes de iniciarse el Pleno de la Corporación Municipal que tenía como único punto del orden del día la aprobación provisional del PGOU. El jueves 31 de marzo de 2011 presentará su dimisión como concejal, teniente de alcalde y todos los cargos que venía ostentando desde octubre de 2007. Desavenencias con el tratamiento que el equipo de gobierno daba a sendos proyectos turístico/inmobiliarios (2 hoteles de 4 Estrellas, en los que se incluían viviendas de renta libre, protección oficial, zona comercial y ajardinada en Pinar del Conde y El Cerrillo) y que Gago consideraba de interés laboral, económico y social, le llevaron a tomar dicha decisión, a dos meses de finalizar el mandato. Ya ha preparado la documentación de su jubilación, pues el 18 de este mes cumple 70 años.
ELOGIO DE LA TRAICIÓN.
Sostienen los franceses Denis Jeambar e Ives Rocaufe, jefe de redacción de Point y profesor de filosofía y ciencias políticas de la Universidad de Poitiers, en su libro 'El Elogio de la Traición', dando un paseo por la historia que para Sófocles ‘la traición y la negación son el meollo del arte político’ y para Maquiavelo ‘los príncipes que han sido grandes no se han esforzado en cumplir su palabra’. Ejemplos en España, como los de S.M. el rey Juan Carlos I traicionando los Principios Fundamentales del Movimiento, o Felipe González, renegando del marxismo o el cambio de postura con el Referéndum de la OTAN, son algunos ejemplos de los cambios de postura y de partido en política en nuestro país: Adolfo Suárez, Fernández Ordóñez, Eduardo Serra, Santiago Carrillo, Rosa Aguilar y tantos y tantos otros, no hacen sino explicar estas actitudes. “Para que la sociedad avance, hay que practicar la traición, cuando el compromiso va en contra de las convicciones del líder”, viene a ser el corolario. Tiene su debate y, además, tiene su recorrido a lo largo de la historia.
Resumen de la dimisión en Noticias Locales.
La rueda de prensa completa donde explica su dimisión, en Espacio Digital Cádiz. En el más puro estilo Fernando Gago, haciendo uso de su retranca y sentido del humor.
Publicidad en Diario de Cádiz, año 1894, en el que se cita a José F. Piury, como representante en El Puerto de la firma que efectuaba 'redenciones en metálico', es decir libraba a los reclutas de ir a la guerra. /Imagen: Diario de Cádiz.
Jose F. Piury Palmar, nació en Gibraltar en 1844 y falleció en El Puerto en 1902. Era tenedor de libros, aunque ignoramos la empresa en la que trabajaba, así como representante de la Casa Mompó Hermanos y Compañía, con sede en Valencia, dedicada a la ‘redención en metálico’ dedicada a exonerar a los quintos que no tenían dinero para librarse del servicio militar obligatorio y con posibilidades de ir a alguna de las guerras en las que estaba inmerso nuestro país.
Bodega de Piury. /Foto Justino Castroverde.
La fecha mas antigua en la que tenemos localizado a nuestro protagonista en nuestra Ciudad es 1883. Vivía entonces en calle Palacios 46, aunque posteriormente se trasladó a la calle Cielos y después a Santo Domingo, 21. Estaba casado con una compatriota ‘llanita’, Virginia Dagnino y tenía siete hijos, uno de los cuales sería posteriormente alcalde de la ciudad, concretamente Ernesto Piury Dagnino, en la segunda década del siglo pasado: entre abril de 1918 y enero de 1920.
PIURY & CÍA.
José F. Piury se inició a los negocios de vinatería, teniendo referencia de ello en 1900, fecha en la que hemos recogido noticias suyas como criador-exportador en la Revista Portuense. Pero sería su hijo Ernesto el que, con la sociedad Piury & Cia. consolidaría el negocio de exportación de vinos, siendo sus marcas más destacadas las manzanillas ‘La Concha’ y ‘Fátima’, el amontillado ‘Continental’ y un moscatel quinado de nombre ‘Vincitor’. Casó con Joaquina Heras Pico, hija del teniente de navío Juan Manuel Heras y sobrina del vinatero Manuel Pico.
Nos reservamos la información de uno de sus nietos, José Piury Quesada un personaje muy interesante con cuyo nombre fue rotulada la calle Alquiladores, del que publicaremos una nótula en estas páginas.
LA REDENCIÓN EN METÁLICO.
La redención a metálico es una fórmula legal muy usada a fines del siglo XIX y principios del XX por la que los soldados de cupo, es decir todos los varones entre los 18 y los 25 años, que debían de servir obligatoriamente en el ejército pudieran eludir dicho servicio pagando una cantidad --rescate-- estipulada al efecto. En las fechas a la que se refiere el recorte de Diario de Cádiz --1894-- la cantidad ascendía a 1.500 pesetas, una cifra difícilmente alcanzable para la mayoría de las familias.
Soldados ante el cuartel de la Plaza del Polvorista, hoy Teatro Municipal y viviendas de trabajadores de Osborne. /Imagen cedida por Doña Ángeles Zamorano, a través del Centro Municipal de Patrimonio Histórico.
Dada la situación de conflicto bélico que se daban en las colonias de Ultramar, primero y en Africa, después, resultaba más que arriesgado cumplir el servicio militar obligatorio por lo que aquellos que no disponían de una suma tan respetable como la que hemos citado, buscasen fórmulas como la del anuncio para poder solucionar el problema. Los que podían alegar defectos físicos o algunos de los diversos motivos que le eximieran de la obligación se apresuraban a hacerlo, pendientes de la decisión del tribunal al respecto. Otras familias vendían parte de su patrimonio para obtener la cifra del rescate y evitar que su hijo fuese a las colonias, bien es cierto que era solo una posibilidad entre otras de ir destinado a la Península, en un destino relativamente más tranquilo o, incluso, librarse totalmente, en un popular sorteo que se celebraba cada reemplazo, para el que se asignaba a cada mozo un número.
Recibo de redención en metálico, por importe de 1500 pesetas.
Podemos imaginar las irregularidades y chanchullos que habría en el mismo, considerando la trascendencia del resultado, del que, en ocasiones, dependería la vida o la muerte de cualquiera de esos centenares de jóvenes en cada quinta. Cuando eran convocados, todos debían acudir en primera instancia, tallándose y siendo declarado apto o no apto para el servicio.
Después venía la posibilidad de gestionar el rescate, entregando el certificado redimidor y, posteriormente, en función del número de quintos y las previsiones realizadas por los mandos militares que determinaban si existía exceso de cupo o no, se realizaba el sorteo que libraría a algunos y señalaría, igualmente el destino final de los admitidos. Podía pasar, como en el caso de mi tío abuelo Guillermo Palomino Cabe que, habiendo la familia malvendido una casa de su propiedad --concretamente,ente la conocida como ‘Casa del Reloj’ en la esquina de Cruces y San Sebastian-- para poder atender la redención del mozo, hijo único varón, salió exento de servicio en el sorteo. Lógicamente, el grueso de la tropa estaba formado por los menos pudientes. /Volatina publicitaria sobre la redención en metálico, en este caso a un coste menor.
Entre los datos que manejé al identificar a un centenar de paisanos, repatriados de la Guerra de Cuba, figuraba el de sus domicilios. Confirma esta presunción apuntada que la gran mayoría de estos soldados retornados a España tras el desastre vivían en Cruces, Zarza, Espelete, Rosa, Santa Clara...etc. Tan solo uno de los 125 contrastados vivía en la calle Larga, y otro en Palacio, un par de ellos en Nevería y otros tantos en Misericordia... en fin, claramente se percibe que la extracción social de estos sufridores no era precisamente de las clases altas.
En la imagen de la izquierda, listado de mozos de El Puerto en los que figuran los que habían pagado el rescate el metálico, señalados con una 'R'. Archivo Histórico Municipal. /Reproducción: A.G.R.
En la reproducción del listado de los mozos de El Puerto de Santa María del reemplazo de 1894 puede verse claramente los que han pagado el rescate, los que gozan de la redención a metálico, pues tienen situado a la derecha de sus filiación una "R". Vemos apellidos de clase media y un personaje referenciado en una de las nótulas: Ordoñez Garabito --con nótula núm. 876 en GdP-- entre los diez afortunados redentos de los 35 que componían esa ‘quinta’. Y en el margen izquierdo, figura el número con el que participaran en el sorteo que era público y muy popular, celebrándose en ciudad cabecera de la demarcación del reclutamiento, en este caso en Cádiz. (Textos: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).
Pepe Mendoza, al principio de su intervención. /Foto: Jorge Roa.
Anoche se celebró el Pregón de la Fiesta de los Patios. Un escritor de lujo, Pepe González Mendoza arropado por un grupo de amigos y colaboradores, hizo las delicias de cuantos tuvimos ocasión de escucharle, de saborear sus retruécanos, de disfrutar de sus ocurrencias, de desplazarnos el corazón en un terremoto de emociones, de movernos el lacrimal en un tsunami de remenbranzas, de recordar con él, recordando.
Recordando a su padre: «Ese niño soy yo, el hijo de Josefa y Rafael, el arrumbador que hace cosa de cuatro años se mudó al olvido, que ya no me reconoce cuando me mira con sus ojos perdidos y turbios, y que me contempla con la misma sensación de lejanía con la que yo le recuerdo montado en aquella bicicleta Orbea verde con la que salía cada mañana de casa, muy temprano, a buscar trabajo, cuando ya no había faena en la bodega para los eventuales». /En la imagen, Rafael González, padre de nuestro pregonero.
NACIMIENTO TUMULTUOSO.
«Entre 1960 y 1969 nacieron en España 7.275.719 niños y niñas. Fue la década de mayor número de nacimientos de todo el siglo. 1964, por ejemplo, ostenta el record de ser el más fecundo del milenio pasado, no he logrado averiguar por qué. El caso es que vine a nacer el 14 de marzo del año en el que más mujeres dieron a luz, a pesar de la oscuridad de la época. La competencia para todo, imagínense, fue, y sigue siendo, brutal. No es lo mismo jugar en el equipo de una clase de 20 alumnos, como las de hoy en día, que formar parte del once de gala en una de 60. /En la imagen de la izquierda, el padre del pregonero, Rafael González, en una foto de juventud.
O ganar el concurso de dibujo en la Campaña Navidad con Amor, o conseguir un buen trozo de arena mojada en La Puntilla para hacer un castillo en condiciones. Hasta para formar parte de una comparsa juvenil de las malas había en mi adolescencia pruebas de acceso.
EN CASA DE LA ABUELA.
Pero en fin, no nos desviemos. Mi llegada al mundo tuvo lugar en la calle Curva, enfrente de la cárcel, en casa de mi abuela paterna, Luisa, una mujer de carácter que hizo que a los pocas semanas mis padres, Rafael y Josefa, cogieron las de Villadiego, conmigo a cuestas, y alquilaran dos habitaciones en el número 17 de la calle San Sebastián. Para celebrar que mi padre hubiera cortado definitivamente su cordón umbilical, y nuestra recién inaugurada independencia, mi madre apareció un día por el patio con un llorón que iba a estimular todavía más la competitividad, en esta caso doméstica, de la que he hablado antes.
El llorón, rubio como mi padre, se llamaba Paco, cosecha del 65, y de pronto lo autoproclamaron, por la cara, hermano mío. Algunos años más tarde, en 1969, me enteré por la vecina que mis padres estaban buscando una niña, noticia que me asustó mucho pues por aquella época, tanto del Lute, como del Arropiero, como de los hermanos Malasombra, se podía esperar cualquier cosa. La chiquilla jamás apareció, pero sí que encontraron a otros dos llorones a los que pusieron el nombre de Rafael y Ángel, también hermanos míos por parte de padres. Recuerdo que le pregunté una vez a mi madre sí seguía buscando a la niña desaparecida y le sentó muy mal.
Ángel, Rafael, Paco y Pepe González Mendoza ya creciditos, en un viaje de hermandad, nunca mejor dicho, en el que visitaron los patios de Londres. Al fondo vista parcial de la torre del Big Ben, en cuyo patio escucharon una toná típica de Inglaterra.
UN CABALLO LLAMADO MUERTE.
Por lo demás, viví mi adolescencia en la Barriada Francisco Dueñas, el famoso Distrito 21 en el que tantos chavales de mi quinta cabalgaron a lomos de un caballo llamado muerte, en los primeros 80. / Paco, el hermano rubio de la familia, sobrado de pelo y ganas de conocer la vida.
Yo tuve la suerte de contar con algunos maestros que me condujeron por veredas menos peligrosas, y con una novia, Isabel, que se convirtió pronto, como en la canción de Franco Battiato, en mi centro de gravedad permanente. Pese a mi insultante juventud he tenido tres hijos y he plantado algunos árboles, pero para hacer todo en la vida me falta escribir un libro. De momento, ensayo con columnas de opinión en Diario de Cádiz, internet y hasta en el Pregón de la Fiesta de los Patios».
EL PREGÓN, PROPIAMENTE DICHO.
El Pregón de Pepe, fue un pregón en el que, siguiendo a Vivaldi, jugaba en el patio con las Cuatro Estaciones; cada una daba cabida a tres patios, como las mas grandes casas de vecinos. El Verano, el patio de la playa, el del trabajo y el del Centro. El Otoño, el patio del colegio, el patio de butacas y el patio de la radio. El Invierno, el patio del Penal, el patio del Cementerio y el patio de la Navidad. La Primavera, el patio del bar, el patio de la Feria, el patio de vecinos.
El Pregonero, en plena tarea comunicadora. /Foto: Jorge Roa.
Y así lo fue desarrollando, uno a uno, patio a patio, corazón a corazón y nosotros ahora nos constreñimos en un agujero negro para dejarles unos pasajes de ese rato tan evocador y divertido de anoche, centrándonos en los patios del Centro y de la Radio.
EL PATIO DEL CENTRO.
«Por el patio del centro, sigue danzando, sólo hay que saber mirar, una cuadrilla de periodistas, fácilmente sobornables, que ejercen el oficio de contar lo que pasa en las calles a cambio de un cigarrito del carrillo Severo, una chiquita en La Burra, un café en Los Pepes, o, simplemente, la voluntad. Siempre al filo de la noticia y las aceras, es verdad que difunden rumores que rara vez se confirman. Que, como la mayoría de los políticos locales, hablan un idioma ininteligible.
Que sus ademanes tan poco versallescos y el empeño obsesivo por ajustar el paso a los demás, invitan casi siempre a guardar las distancias. Pero son los reporteros más dicharacheros del barrio viejo, y se mueven por las calles del Centro como una chirigota de desheredados.
Por ahí va Tonino, la ilusión pero también la bronca de todos los días, terror de electricistas y albañiles, trabajadores que se encomiendan a la Virgen de los Milagros cuando, desde las alturas, sienten que la escalera empieza a bailar al ritmo del bastón de esa lengua viperina tan poco dotada para la diplomacia.
Aquí llega Chamaco, en cuya voz se inspiró la niña del exorcista, bebedor insaciable, mitad marinero en tierra, mitad pirata berberisco, con camarote permanente en la antigua lonja, donde duerme rodeado de gaviotas y de gatos.
Aquél es el Baba, discípulo aventajado de Kung Fú, que soporta estoicamente callos y durezas, con tal de no someter a sus pies a esa cárcel angustiosa que son los zapatos. Su andar, deslavazado y torpe, no le impide transitar cómodamente por la vida, y él es feliz palpando el suelo sin intermediarios. Hasta luego.
Era La India, apoyada en su viejo bastón pintado con los colores de la bandera española, siempre dispuesta, también, al combate dialéctico. El del carro es el Guarigua, con sus "cemitas" que saben a gloria bendita. Y el de la boina, Romualdo, piropeador incansable de vecinas de todas las edades.
El pasado, como ven, no se ha ido. Ni tan siquiera está pasado. Y nuestros protagonistas, sólo hay que saber mirar, siguen deambulando, -un cigarrito, una chiquita, un café, la voluntad-, por las calles del centro».
EL PATIO DE LA RADIO. En un divertido concurso, donde la inteligencia y el estar atentos nos puso a todos sobre la pista de que no hay que perder la curiosidad por saber que esto pasó en tu Ciudad al mas puro estilo mendozino, puesto en escena con las voces de Teresa Almendros, Delegada de Diario de Cádiz y el Cura --y abogado-- Ángel Angulo. Teresa preguntaba y Ángulo respondía.
«¿De dónde era el Palomo que fue testigo en la alternativa de Galloso? De Linares ¿Cómo se llamaba el caballo-anuncio de Terry, que paseaba a una bella rubia por la playa y la miraba sin cortarse un pelo de la crin? Descarao ¿Qué calle ardía, sin consumirse, cuando el Dios del Antiguo Testamento llamó a Moisés? La calle Zarza ¿Quién es el torero más fresco del barrio? El Bimbo. Hombre sosegado que tenía las llaves de la noche. El Sereno.
Sierra, entre Jerez y El Puerto, en la que hubo una autoescuela. San Cristóbal. ¿Qué fontana italiana fue durante mucho tiempo un bar entre Luna y Nevería? El Trevi. ¿De qué color era el vestido, con qué estado de ánimo apareció y cómo llegó a las puertas de la gloria el niño del pasodoble de Los Simios? Blanco, triste y gateando.
¿En qué bodega se jubiló el más famoso escudero de la literatura universal? En las bodegas Sancho. Veterano comparsista, cuyo nombre artístico no se puede comprender ni explicar. 'El Misterio' ¿Cómo se llama el banderillero que tiene una tienda de confecciones en la calle Ganado? 'El Formidable'. Femenino del asno, con reservados, en el que muchos trabajadores, tras terminar su jornada laboral, se tomaban catorce. La Burra. Playa que tiene el color de la manteca. La Colorá. ¿Cuál era el apodo del chavalillo que tuvo sus quince minutos de gloria en un programa de Torre Bruno y que se hizo viejo con la entrada de euro? 'El Pejeta'. Plaza purísima sobre la que descansa un colegio. La plaza del Ave María.
¿Qué grupo de sevillanas de los 70 fundó también una parroquia? Los del Carmen. En chino, confín de un Estado; en portuense, doctor que sigue dando nombre a un hospital. Frontela ¿Cuál es el bar de la esquina del muelle del vapor con el que algunos autónomos se refieren también al Impuesto sobre el Valor Añadido? El Liba. Bollo de pan caliente, pro hebreo, que vendía el Guarigua por la mañana temprano. Cemita. Ártrópodo crustáceo encarnado; en su segunda acepción: zona caliente de una de nuestras playas a la que acudían muchos varones para darle una alegría a la vista. El Cangrejo Rojo. Para Laurén Postigo, eran de España; para nosotros, de La Pastora. Los Suspiros».
Y concluía Mendoza: «El patio de vecinos, llevan muchos años los Amigos de los Patios Portuenses recordándonoslo, es ese lugar en el que si no entramos o nos salimos, estamos perdidos. El modelo es el patio, un patio abierto, humano, solidario y bien abastecido. Un patio acogedor para personas civilizadas. Un patio en el que todo es digno de ser discutido, excepto las condiciones que hacen posible la discusión como personas. Porque vivir juntos exige, así nos lo enseñaron nuestros mayores, aprender a convivir. Aquella gente pobre y trabajadora, para la que vivir era desvivirse, la misma generación que puso en pie el armazón ético y estético que hoy configura la mejor de nosotros mismos. Aquellas mujeres y hombres que tenían un corazón como una casa. Como una casa de vecinos».
José Manuel Perea Perdiguero nació en diciembre de 1956 en el número 62 la calle Palacios --la antigua Reyes Católicos-- hijo de los también portuenses Francisco Perea Gandulla y María Perdiguero Chaparro. Segundo de los siete hermanos, José Manuel pasaría su infancia en el entorno del río Guadalete y la pescadería --vivieron durante un tiempo en los desaparecidos bloques de La Pescadería, frente al Bar La Lucha-- y más tarde en la calle Larga. Es padre de dos hijos.
1956
En 1956 era Alcalde de la Ciudad Luis Caballero Noguera. Precisamente la Bodega Luis Caballero rifaba entre los consumidores, clientes y camareros de toda España 102 vespas, en el ‘II Gran Sorteo del Coñac Decano’ celebrado ante Notario en Madrid, en marzo de 1956.
Se creaba el Poblado de Doña Blanca, con cuyos terrenos se compensa a los agricultores propietarios de los terrenos donde se construye la Base Naval de Rota, con el proyecto denominado ‘Plan de Transformación de las Marismas del Guadalete’, que comprendía 5.500 hectáreas, disgregadas en la actualidad entre el Polígono de Las Salinas de El Puerto, el Poblado de Doña Blanca y el futuro Polígono Industrial Las Aletas (Puerto Real). A la vez, empieza a funcionar el aeropuerto de la base naval hispano estadounidense.
Se inauguraba el Restaurante Venta Millán. Luego vendría los versos publicitarios: "Con la brisa del estero/ y en la orillita del mar/ se oye un cante marinero/ que dice Venta Millán/ lo mejor del mundo entero".
En la edición de 1956 del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, al igual que en 1884, aparece la palabra ‘porteño’ definida como ‘Natural del Puerto de Santa María. La palabra ‘portuense’ no hace ninguna referencia a nuestra Ciudad. En 1899 se añadió a ‘porteño’ la condicion de Bonaerense. En la Capilla de la casa palacio de los Marqueses de Arco Hermoso (calle Durango) se celebraba en octubre la boda entre Lupe Romero Laffite, hija de los marqueses y el gaditano Antonio Grosso Burham, bendecida por el obispo de Córdoba, fray Albino Menéndez Reigada. Nacía también Francisco Aguilar Sánchez, autor de carnaval, ex presidente de la Asociación de Autores y Directores de Carnaval de El Puerto.
La fotografía está tomada en el Club Juvenil de la Iglesia Mayor, el 27 de abril de 1974, día de la visita de Rafael Bellido, Obispo de Jerez, a dicho club. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Miguel Ferrer, Juan Luis Leal, Marín, José Antonio Manojo, José Luis Romeral Riquel (con la cerveza), Luis Rosso Morro, Eugenio Beuzón, José María Morillo, Paco Aguilar actual concejal de Juventud y Deportes (con gafas), Milagros Garvi Carrillo, José Antonio Guerrero, Lorenza Castaño, José Antonio Terrada Sara, Cristobal Moya Garrido. Detrás, a partir de Paco Aguilar, Luis Delgado, Juan Carlos Dueñas Piñero, Rafel Ángel Moreno Naval, Manuel Girón Messeguer. Agachados: a la izquierda, Adán, el pequeño es Juan Luis Morillo, y José Luis Sánchez -Chupona- José Manuel Perea Perdiguero y el conocido como Kung Fu. (Foto Rafa. Colección J.M.M.)
ESTUDIOS.
Estudió en el Colegio de La Salle, el Instituto Santo Domingo y en la Facultad de Bellas Artes 'Santa Isabel de Hungría' de Sevilla, donde se licenció en la especialidad de Pintura y realizó cursos de doctorado. En la actualidad ejerce como profesor de Educación Plástica y Visual en un instituto de la capital hispalense donde compagina su actividad docente con el ejercicio artístico de la pintura, perteneciendo a la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía.
Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Anónimo.
En la Facultad estudiará grabado, escultura y la pintura: murales, acuarelas, óleo, acrílico; en dibujo sanguina, sepia, tintas naturales e intercambiará distintas técnicas con los compañeros, donde conocerá, aprenderá y experimentará cuantas formas de expresión pictórica existen, investigando nuevos procesos, hasta dar con su propio estilo y manera: el realismo pictórico o realismo mágico. En ‘Santa Isabel de Hungría’, estudiando técnicas de procedimientos pictóricos, los profesores se dan cuenta de que José Manuel sabe lo que se trae entre manos, que tiene conocimientos muy avanzados. El secreto estaba en la familia donde se crió.
FRANCISCO PEREA GANDULLA.
Su padre, Francisco, asistió como alumno, durante dos años, en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, donde sería contemporáneo de Luis Ortega García. Las necesidades económicas de un niño de las posguerra hicieron que no pudiera continuar. Después vendría trabajar duro, de lunes a domingo, hasta formar y sacar adelante tan extensa prole.
Será algo que nuestro protagonista siempre verá en su casa: la afición de su padre por la pintura, actividad que --de otra forma más prosaica-- será su medio de vida en las Bodegas Terry, donde era Maestro Pintor encargado del mantenimiento de las fachadas, las letras grandes que siempre fueron pintadas en aquellos gigantescos y blancos paramentos, las plantillas para las botas y medias botas en las casetas de la Feria...
Sus padres, en la actualidad.
En su casa, José Manuel veía como su padre preparaba la pintura al óleo: aceite, las molidas de pigmentos y el secante, mientras ahora vienen en tubos ya dispuestas para su utilización. O la preparación de las tablas, entonces con cola de conejo. Y sigue recordando a su progenitor; los primeros materiales de pintura era él quien se los preparaba: un soporte de madera con una imprimación y unos lápices. Y todavía lo sigue haciendo algunas veces, preparándole las tablas, enmarcando, preparando lienzos de donde saldrán cuadros llenos de vida. Pero además, lo más importante, una vez terminada la obra, recibir su opinión.
Paisaje. VI Certamen Otoño de Artes Plásticas de la Fundación Vipren (Chiclana).
TÉCNICAS.
Perea Perdiguero usa técnicas mixtas. Sobre una tabla preparada con ‘gesso’ dispone una mancha de acrílico, aplicándole un lijado que casi es un pulido y pintando directamente con acrílico que acaba en una mancha rojiza, si bien esta técnica la abandonó hace tiempo. Luego vendría el óleo --mas expresivo, más afinado-- hasta empastar el lienzo con relieve, con un proceso de secado más lento. También usa la espátula donde juega con una amplia gama de colores.
BOCETOS DE RECUERDOS. “Mis bocetos son los recuerdos que conservo en la cabeza y en el corazón”, afirma ante quien esto escribe con quien tiene en común remembranzas de la infancia y colegios compartidos.
FIESTA DE LOS PATIOS.
Su padre, siempre su padre presente en sus pensamientos y en su obra, le avisó de la convocatoria del Concurso de Carteles para la Fiesta de los Patios 2011. Y, una vez más, le preparó la tabla para la obra ganadora que hoy se presenta poco antes de dar comienzo el Pregón de la Fiesta de los Patios, que pronunciará el articulista y colaborador de Diario de Cádiz, Pepe Mendoza. /En la imagen de la izquierda, original del cartel anunciador de la Fiesta de los Patios 2011, que ha sido presentado esta noche.
Para elaborar el que será el cartel anunciador de los Patios, empezó a dejar que los pensamientos fluyeran en la memoria. Le vinieron muchas cosas a la cabeza, recuerdos de lo que había vivido en su Puerto natal jugando en las calles y los patios llenos de macetas, en las casapuertas de aquellas y estas casas de vecinos, de aquellos olores que inundaban la pituitaria: a maceta verde, a lejía, a leche caliente, a pan tostao con manteca; las señoras mayores, las abuelas, los compañeros de jugar al boli y al salto el múa, ...
EL PUERTO EN LA MEMORIA.
José Manuel tiene sensaciones agradables cuando viene a El Puerto, a reencontrarse con los suyos, con los recuerdos. Es crítico con el deterioro que sufre la Ciudad a manos de los vándalos y de los responsables políticos que no han sabido conservar El Puerto que recibieron de sus mayores, algo que comparte con quien les escribe. Y le duele, también, que El Puerto sea noticia en la prensa nacional por casos de presunta corrupción urbanística. Y lo que es peor, que lo vuelva a ser en los próximos meses y años, por conductas del pasado. /En la imagen de la izquierda, 'El Castillito' en La Puntilla.
PREMIOS Y ACCESITS
José Manuel ha participado en concursos de Dibujo y Pintura, obteniendo un Primer Premio en el Concurso de Pintura ‘Fernando Vela’ de San Fernando (Cádiz. 1992), y el ‘Gustavo Bacarisas’ (Sevilla. 1999) o Menciones Honoríficas como la obtenida en la LII Exposición de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría (Sevilla. 2003), Accésits en los concursos de pintura rápida de El Puerto de Santa María (2007 y 2008), estando sus obras repartidas tanto en España como en el extranjero.
En la imagen cartel perteneciente a convocatoria del VIII Concurso de Pintura Rápida, dedicado al Teatro Principal. Año 2008. Se conserva en las dependencias de la Alcaldía del Palacio Municipal.
CARTELES.
Entre las ilustraciones realizadas en diversas publicaciones y carteles podemos destacar el de la Romería de San Isidro de Montellano (Sevilla), Carnaval de Aracena (Huelva), ilustraciones en el ‘Libro sobre Juegos no Bélicos’ de la Diputación de Sevilla, Cartel y pegatinas sobre Medio Ambiente de Montellano y la Fiesta de los Patios de su ciudad natal (2011).
José Manuel, con sus alumnos, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
EXPOSICIONES.
En su currícula expositiva tenemos que referirnos tanto a exposiciones individuales realizadas en Sevilla, Cádiz, Sanlúcar de Barrameda, Aracena y El Puerto de Santa María como colectivas en Madrid, Toledo, Granada, Sevilla, Santander, Ávila, Vigo, Málaga, Cádiz, Almería, Huelva, Jerez, Benalmádena, Ayamonte, El Puerto de Santa María, Chiclana, Montellano, Écija, Dos Hermanas, El Viso del Alcor, Gibraleón, Vélez, Alcalá de Guadaira,… Su última participación en una exposición colectiva fue en las navidades 2010 en la Galería Manuela Talaverano de Sevilla.
El pasado viernes 24 de marzo se presento en la Sala Museo Hospitalito el libro “La Huella de Al-Ándalus en El Puerto de Santa María, Cádiz”, escrito por Juan José López Amador, técnico del Museo Municipal, José Antonio Ruiz Gil, profesor de Prehistoria de la Universidad de Cádiz y Francisco Giles Pacheco, Director del Museo Municipal desde el año 1982 a 2008, hoy jubilado.
El libro viene a ser un instrumento en manos de quien pretenda conocer más sobre el pasado de nuestra ciudad. Un pasado muy concreto, donde se habla de los tiempos, y las personas que vivieron siguiendo el modo de vida islámico. El Islam no sólo significó una nueva religión, sino un nuevo idioma y una nueva cultura. Esta cultura dejó su impronta en nuestra tierra, una impronta material que los autores pretenden acercar con este libro a todos aquellos que nos visitan con curiosidad e interés en la cultura andalusí, así como a los propios porteños.
Los autores han pretendido hacer algo más que una guía de un Museo. En este sentido, el lector encontrará no sólo las referencias pertinentes a los objetos exhibidos en la Sala Hospitalito, sino una recopilación de la información generada en estos años de excavaciones y prospecciones en la Ciudad y su término municipal. López Amador, Ruiz Gil y Giles Pacheco han querido presentar no sólo objetos humildes y de uso cotidiano que se pueden ver en las vitrinas, sino también aquellos espacios geográficos en los que fueron hallados originalmente.
En primer lugar el paisaje urbano de nuestra ciudad, donde la Arqueología descubre desde hace algunos años una buena parte de ese patrimonio cultural que nos transporta a los tiempos medievales y del Islam. Como no, hacen referencia expresa al castillo de San Marcos, el Monumento histórico más antiguo de la ciudad, visita obligada para el paseante, donde lo más notorio de la cultura islámica, la mezquita, se entremezcla con la reconstrucción de Alfonso X el Sabio, el monarca castellano-leonés fundador de la ciudad.
EL PUERTO DE LA ÉPOCA.
El lector tendrá ocasión de ir de la mano de la lectura de algunos párrafos, escritos si no por el propio rey, al menos a su cuidado, que nos ayudarán a imaginarnos cómo era lo que hoy es El Puerto de Santa María, incluso los alrededores que conforman su paisaje más o menos rural. Nos aproximaremos a las pequeñas aldeas que se ubicaban en los alrededores, de donde proceden algunos objetos expuestos en este libro, pero que fundamentalmente interesa que el visitante curioso valore como parte del Patrimonio Cultural que la localidad posee hoy día.
Lo autores han procurado hacer un texto accesible a todos los públicos, sin huir de una exposición de contenidos amplia y certera. Esto puede hacer que en algunos momentos la lectura se nos haga algo pesada. Aunque está hecho para no leer el volumen de corrido, sino en las dosis que cada uno crea conveniente conforme visitan la Sala Hospitalito, la Ciudad y el campo. Y no necesariamente por ese orden. El libro se divide en cuatro partes que mantienen un orden entre sí, pero es preferible que cada lector haga la composición más adecuada a sus intereses. Pronto estará en algunas librerías de la ciudad.
Vista aérea del Castillo de San Marcos, a la izquierda la Cátedra Alfonso X de Estudios Alfonsíes. A la derecha, la Plaza del Castillo.
Un momento de la presentación en la Sala Hospitalito, durante la intervención del Técnico del Museo Municipal, Juan José López Amador.
PATROCINADORES.
Hay que decirlo en estos tiempos donde la cultura no cotiza y los mecenas son escasos: Además del Ayuntamiento de nuestra Ciudad, han colaborado en la edición: Esperanza Castilla Gutiérrez, Luis Caballero Florido, del Grupo Caballero. Carlos Salvadores Fuentes, del hotel Palacio San Bartolomé yDarío Quiles Sánchez, de Caja Inmaculada.
Jesús Redondo Abuín, gallego de la Parroquia de Asados, Ayuntamiento de Rianxo, Partido de Padrón, (La Coruña), nació a las cinco de la madrugada de 12 de marzo de 1939. Dejó su casa con 17 años, siempre implicado en la lucha política obrera en la clandestinidad y luego abiertamente: emigrado a Francia, Bélgica, refugiado de la ONU y protegido en Moscú por el Partido Comunista, conoció España también a través de sus cárceles como preso político con sendas condenas de 3 y 8 años de privación de libertad, que no cumpliría completas: "Fueron 3.000 días y 3.000 noches entre recuento y recuento y entre traslado y traslado. Y estas las cárceles de mi peregrinaje: Barranco Seco, Cádiz, Puerto de Santa María, Córdoba, Jaén, Carabanchel, Calatayud, Soria, Segovia, Coruña y A Parda". En 1968, en los sucesos de Sardinas del Norte (Canarias), recibió un tiro en la pierna tras la dura represión de las fuerzas de seguridad de la dictadura.
En el Penal de El Puerto Jesús trabaría conocimiento con Marta Marroquín Travieso, militante comunista que llevaba alimentos, apoyo y conversación a los presos políticos, con quien acabaría formando una familia. No sería hasta 3 años después, en Segovia, donde se conocerían, antes solo se limitó en el Penal del Puerto a hacereles saber a la dirección, que Jesús era un ser con identidad propia, no un número. Ambos viven en Galicia, unieron sus vidas el 10 de marzo de 1975, tienen un hijo, aunque regresan a El Puerto en alguna ocasión. Este es su relato:
Jesús Redondo Abuín, Juanín y Gerardo Iglesias en la cárcel de Segovia. El día de la Merced, festividad de Institutciones Penitenciarias, se autorizaban hacer fotografías.
Esto viví en el viejo Penal del Puerto de Santa María entre el 30 de abril de 1970 y el 6 de diciembre de 1971.
Lo peor que puede pasarle a un pueblo es que le arrebaten la libertad. Fue lo que nos pasó aquí de aquella. Lo que no dejó de pasarnos en cuatro interminables décadas. Longa noite de pedra le llamó a aquello Celso Emilio Ferreiro. Y en cuatro palabras lo dijo todo enteramente. La humedad del mundo cabía en ellas. La humedad entera. Cuatro décadas de muerte, cárcel, destierro. O en el orden que lo dijera Rafael Alberti, el camarada Rafael: destierro cárcel, muerte. No es hora de vindicación. Lo sé. Tampoco de silencio. Hay que recordar. Recordar. Y recordar. Recordar sin ira. Pero recordar. Para que no se repita aquello jamás.
Antigua fachada principal del Penal de El Puerto.
Quedarse sin libertad es lo peor que a un pueblo le puede suceder. Lo peor que puede sucederle a una persona es que la empareden. Que eso es lo que eran los presidios de aquella: paredes, paredes, paredes. Paredes y aniquilamiento. El régimen franquista fue el más inmoral y despiadado de la historia. De toda la historia. Segó un millón de vidas para poder vencer. Pero no enterraron muertos sino simiente. Como Castelao dijera. No logró convencer. No podía ser. Don Miguel de Unamuno ya se lo advirtiera. La tortura estaba al orden del día. Sus penitenciarías eran la prolongación de sus comisarías. No hay más que recordar los nombres de los tres energúmenos que estaban de aquella al frente de cada uno de los tres argumentos fundamentales de la política del que decía que él no se metía en política para no meterse en líos: Camilo Alonso Vega, Ministro de Gobernación; Antonio de Uriol y Urquijo, Ministro de Justicia y Jesús González del Hierro, Director General de Prisiones.
MATADERO DE HOMBRES.
Y lo peor que podía pasarle de aquella a un preso era ir a dar con sus huesos al penal del Puerto. Al viejo y tristemente célebre penal del Puerto. Era un matadero de hombres. Todo allí estaba concebido para el exterminio físico y psíquico. Llegaba la conducción, la metían en un recinto lóbrego, y lo primero que se oía era un ¡firmes! intimidatorio, emitido a pleno pulmón por el Jefe de Servicios de Turno (el del 30 de abril de 1970 era uno que le llamaban La Calva) y acto seguido vociferaba con voz forzada: Llegaron ustedes al penal del Puerto, ¿entendido? Van a cruzar tres patios antes de llegar al celular y van a ir en fila india sin intercambiar ni una mirada ni una palabra con nadie, así vean a un hermano, ¿entendido? Pues, andando. Y la fila india cruzaba los tres patios flanqueada por funcionarios con cara de mármol. /En la imagen de la izquierda, galería de celdas.
DESNUDOS Y VIOLENTADOS.
Al llegar al celular estaba esperando la plantilla de aquel departamento, con su jefe al frente, quien recibía en posición disciplinada las órdenes que le daba el Jefe de Servicios, y éste regresaba a su despacho. Y el poder absoluto en aquel ámbito pasaba a residir en los funcionarios allí destinados, en este orden jerárquico: jefe del departamento, resto de funcionarios y el preso de confianza llamado cabo. Y en plan bárbaro el jefe de departamento ordenaba: ¡firmes!, desnúdense uno a uno y vayan pasando conforme les vayan llamando para ser cacheados. El cacheo consistía en dar botes en cuclillas y terminaba con una insoportable colonoscopia digital, practicada por el propio preso/cabo, por si se llevaba alojado en el colon algún objeto o sustancia ilegal. A continuación se chapaba a los cacheados en celdas intercaladas. Para aislar bien aislado.
Con Marcelino Camacho, en un encuentro sindical en Canarias.
NEGATIVA Y CELDA DE REDUCCIÓN.
Cuando me tocó el turno me negué a pasar por aquello con mis mejores maneras. De poco me sirvieron las buenas maneras. Tuve que terminar siendo tajante: para hacerme eso tienen que atarme, les dije. El funcionario jefe de departamento montó en cólera y me ordenó en el peor tono del despotismo desilustrado: pase inmediatamente a la cuatro. Era la celda de reducción, la cuatro. Era un auténtico potro de tormento. Cada vez que un funcionario le amenazaba a un preso con la cuatro, el preso se echaba a temblar. No pocos se auto lesionaban, preferían salir para el hospital de gravedad. La celda de reducción era el lugar adecuado para poner autoridad. Y al terminar con todos entró a por mí rodeado de los demás funcionarios y del preso de confianza como dispuesto a cualquier disparate. El diálogo entre él y yo duró nada y menos. El: está usted en el penal del Puerto. Yo: información superflua, bien lo veo. El: aquí cuando hay que apalear se apalea. Yo: el que me ponga la mano, tiene que estar dispuesto a llegar al asesinato. El: no se haga el valiente porque a los valientes los trasladamos de aquí en un santiamén en traje de madera y con los pies por delante. Yo: pues pásele mis medidas al carpintero. Vivía en Jerez, tenía una armería, le llamaban El Pistolas, sucedió hace treinta años. Lo digo sin ira. Pero lo digo. Se me hace bastante para pasarlo por alto.
Visitando el antiguo Penal de El Puerto, paseando por el claustro junto a su cuñado, Miguel Marroquín, el pasado verano de 2008.
VISITA DEL DIRECTOR.
Digo diálogo y fueron dos monólogos más bien. Pero le rompió los esquemas al jefe de departamento. A cuantos iban con él. Y no he vuelto a verlos. A la mañana siguiente vino a verme el Director del penal. No era usual. Y el despotismo ya fue ilustrado. Pero igual de brutal. «He visto su expediente» –me dijo-- «y trae usted seis faltas muy graves. Aún así creo que ha sido un error de la Dirección General haber autorizado este traslado. Pero aquí está. Y será uno más. Tengo a mi cargo 615 presos complejos y no pienso andar con distingos. De ningún signo. Este es un penal para presos con “exceso de condena”, “multirreincidentes” e “inadaptados”. No importa que en su caso no se dé ninguno de los tres supuestos. Aquí existen cuatro regímenes estrictos: Régimen General, Vida Mixta, Observación Disciplinaria y Celdas de Castigo. Celdas tiene usted para rato: los132 días que trae, y los que le sobrevengan. Que le sobrevendrán a la vista de su expediente. Y ya se lo advierto: aquí las sanciones se cumplen íntegramente. Ahora bien, mientras yo esté al frente del penal, ningún funcionario le pondrá la mano».
264 DÍAS EN CELDAS DE CASTIGO.
Vaya si me han sobrevenido castigos. Llegué a acumular 12 sanciones muy graves: 264 días consecutivos en celdas de castigo. Y, óiganlo bien, estos y no otros han sido los motivos: cuatro huelgas de hambre, tres colectivas --Las Palmas, Soria, Pontevedra-- y una sólo en El Puerto; llevar a juicio a un funcionario por abuso de autoridad (un tal Julio Cedrón, de Lugo); mirar con desacato a un funcionario; denunciar asesinatos y malos tratos, y exigir mediante escritos amnistía general y completa para todos los presos políticos. Eso que ni el Fuero de los Españoles prohibía el derecho de petición. Lo protegía.
PAPEL Y BOLÍGRAFO=SANCIÓN.
Pues cada vez que pedía papel y bolígrafo era indefectiblemente sanción sobrevenida. Pero papel y bolígrafo era lo único que podía esgrimir. Y lo esgrimía. No hacerlo no era posible. Uno no puede llamarse andana cuando escucha que están matando a palos a un hombre atado de pies y manos. Aun cuando fuese un delincuente. Aun siendo en el viejo penal del Puerto. Porque sean cuales sean sus circunstancias, cada hombre es en sí un hecho único e irrepetible.
Encabezamiento de una de las denuncias
SIETE SANCIONES.
He visto entrar allí hombres como castillos y a la vuelta de unos meses no eran ya ni la sombra de lo que habían sido. Los he oído agonizar a palizas. Me quejaba por escrito a la Dirección General, sanción al canto. He visto a un preso de la celda de enfrente a la mía (un tal Perogil) subirse al techo de la jaula y calcular el salto para dar exactamente con la cabeza en la esquina del camastro de hierro y poner fin a su martirio. Lo ha conseguido. Puse denuncia al Juzgado por asesinato inducido. Sanción suma y sigue. El Pistolas llegó a trincarle el pene a un preso con el gozne de la jaula y aporreárselo hasta partírselo. Me han impuesto siete sanciones muy graves en los veinte meses que estuve allí. Todas por lo mismo. Los partes los daba el funcionario de turno y las sanciones las ratificaba por unanimidad la Junta de Régimen: Director, Subdirector, Médico, Maestro y Cura. Cinco rangos distintos y un mismo objetivo: que el preso se adapte y no rechiste. Uno no se imagina a individuos así gastar gestos de cariño ni en familia.
Explicando a unos amigos y a su cuñado, Miguel Marroquín, las condiciones de vida en las galería.
HUELGA DE HAMBRE.
Me costó lo mío salir vivo de allí. Catorce días de huelga de hambre inclusive. Pero salí. Salí porque el zorro no pierde las mañas pero las fuerzas sí. Estaban prohibidas las huelgas, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Estaban prohibidas las manifestaciones, y se hacían más que en los países en que no estaban prohibidas. Lo cual que por primera vez en 32 años la Bestia Parda tuvo que ocuparse en Consejo de Ministros de los pros y los contras de que se le muriese en el penal del Puerto un preso político --que tampoco existíamos-- y prevaleció lo segundo por fin. A eso debo el poder contarlo, y de chiripa. El sustituto del ultra Jesús González del Hierro se desplazó adrede a comunicarme que habían decidido retornarme a Segovia en cuanto estuviese en condiciones físicas. Y así ha sido.
Por última vez, tras las rejas del antiguo Penal de El Puerto.
CONDICIONES MEDIAVALES.
Supe lo que era el infierno sin necesidad de morirme. Además de un régimen penitenciario medieval, eran medievales las dependencias, los métodos de los carceleros y las condiciones de vida. La comida era insana y exigua: la tuberculosis y la desnutrición eran extendidas e intensivas. Entrar en celdas suponía perder los derechos subjetivos y tener que atenerse al rancho estricto. Durante nueve meses seguidos mi dieta fue: un plato de malta y un chusco, un plato de rancho y un chusco, un plato de líquido con un huevo duro y un chusco. Las celdas eran nichos de dos metros de ancho por 2,60 de largo por tres de alto; estaban dos metros por debajo del rasante del recinto y tenían un tragaluz de unos 50 centímetros; las camas consistían en una plancha de hierro empotrada en la muralla y en el suelo; tenían un lavabo y una taza de water (la de reducción un simple orificio) y un blindaje de barrotes de hierro o jaula entre la puerta y el catre de 1,40 de ancho por 1,30 de fondo para dejar fuera del alcance de un brazo la puerta al abrirla.
Con su mujer, Marta, delante de Nuestra Señora de París, en Francia. Año 2010.
COMPENSACIONES ECONÓMICAS.
Comprenderán que lo diga. No hay dinero que compense lo pasado por los presos en los presidios franquistas. No sería sufrible tanto suplicio si no fuese por la fe del carbonero que teníamos y por el sacrificio de nuestros camaradas y de nuestras familias. Hay tratadistas que dicen que el dolor es subjetivo. Los que eso dicen se enterarían de lo que vale un peine si tuviesen que soportar ser diestramente torturados día y noche o nueve meses seguidos sin ver la luz del día en uno de los nichos de castigo del viejo penal del Puerto de Santa María. /Con su mujer, Marta Marroquin Travieso.
El millón y medio máximo ese sería un insulto de no ser que es un mero símbolo. Aún así, lo gratificante hubiese sido que las nuevas autoridades tomasen como primera medida darnos las gracias por los servicios prestados desde el papel del Boletín Oficial del Estado. Ese sí que hubiese sido un detalle. Pero no se hizo. Se ha tardado quince años. Y los que no tenían 65 años cumplidos o no llegaron a los tres de presidio han quedado ignominiosamente excluidos. Qué gran injusticia. Como injusticia ha sido haber hecho apechar a los heroicos guerrilleros antifranquistas veinticinco años con el estigma de bandoleros. Qué enorme injusticia. Quizá sea que las nuevas autoridades no sepan lo que es tener sitiada la vida o tenerla pendiente de un hilo o pisar un penal o pasar por un cuartelillo. Quizá sea que se piensen que la transición empezó en los Pactos de la Moncloa. Acaso esa fuese su bicoca. Acaso. Pero es la bicoca de muy pocos. Que conste. (Textos: Xesús Redondo Abuín. Julio 2001).
A veces ocurren sucedidos que tuercen el destino de los pueblos. La distancia que regula el tiempo pasado convierte en inexplicables, determinadas decisiones de regidores que apuntan a intereses espurios o nada provechosos para sus pueblos y ciudades. Los hechos son los que son. Que cada cual reescriba su propio epílogo.
En un Pleno de la Diputación Provincial celebrado en nuestra Ciudad el 27 de junio de 1968, se aprobaron las distintas propuestas para el desarrollo universitario de la provincia, entre las que se encontraban las de El Puerto, al amparo del Plan de Expansión Universitaria, para la concesión en la provincia de Centros de Enseñanza Superior, propiciado por el entonces Ministerio de Educación y Ciencia.
Hoja del Lunes. 24 de junio de 1968.
El alcalde de la época, Don Luis Portillo Ruiz vio con clara perspectiva de futuro que aquella era una oportunidad de primer orden para el posterior desarrollo de la Ciudad, tanto en materia educativa, de infraestructuras, como de implementación de El Puerto como ciudad universitaria.
El día 11 de marzo de 1969 el Sr. Portillo se reunió con componentes de distintas entidades culturales de la ciudad y con profesionales de la vecina ciudad de Jerez de la Frontera. De esa reunión nació una propuesta para ser elevada al Pleno Extraordinario que habría de celebrarse un mes más tarde. Acompañado de estos señores concretó visita con Don Julio Rico de Sanz –Gobernador Civil de la Provincia-, el cual se comprometió a trasladar al ministro del ramo y ‘sin polémica de ningún tipo’ las pretensiones de la Comisión que le visitaba. /En la imagen de la izquierda, Julio Rico de Sanz, a la sazón Gobernador Civil de la Provincia de Cádiz.
La propuesta era la que sigue: el alcalde se comprometía a contribuir con 1 millón de pesetas y la cesión gratuita de 30 hectáreas de terrenos en las inmediaciones de la Sierra de San Cristóbal (entre Jerez y El Puerto), y quinientas toneladas de piedra de la Sierra para la cimentación de las construcciones a los efectos de establecer en nuestro término municipal la futura Ciudad Universitaria Gaditana. Al mismo tiempo la industria y el comercio de Jerez aportaban la nada despreciable cantidad de 30 millones de pesetas.
El Pleno del Ayuntamiento que hubo de celebrarse el 16 de abril de 1969, en reunión previa, propuso al alcalde ‘dejar el asunto pendiente’, a lo que éste se opuso y, sometido a votación se acordó por la unanimidad de los concurrentes ‘quedase pendiente ante una mejor información’. El argumento utilizado para justificar tal decisión fue que entre la primera reunión informal del 11 de marzo a la fecha, se tuvo conocimiento que la Diputación Provincial adquirió unos terrenos (compra/cesión por 1 peseta de 300.000,00 m2) a los señores Derqui -adinerada familia de Puerto Real- en el Pinar de la Algaida, habiéndose firmado escrituras para el emplazamiento de la futura Universidad de Cádiz, creyéndose que una precipitada ratificación de los primitivos propósitos podría ser contraproducente para ‘los superiores intereses de la provincia’. /En la imagen de la izquierda, el alcalde Luis Portillo Ruiz.
Corporación Municipal en 1969.
Los miembros de la corporación allí presentes lamentaron que, en la reunión previa a que antes se hace mención, el Alcalde Presidente Don Luis Portillo manifestase su propósito de presentar su dimisión si no conseguía una ratificación unánime e inmediata del expuesto que presentaba. Después de lo cual se despidió del Pleno, cuya presidencia se le ofreció y declinó, ratificándose en su determinación y firmando la renuncia al cargo. El último pleno de la Corporación Municipal al que asiste es en enero de 1969, aunque seguirá asistiendo a las Comisiones Municipales Permanentes de forma intermitente a causa de enfermedad, al menos hasta finales de marzo y en las de abril, figura en las actas que está ‘con licencia’. Luis Portillo fue sustituido por Juan Melgarejo Osborne el 25 de junio de 1969.
No es fácil encontrar a lo largo de la historia políticos que practiquen el derecho a la dimisión y mucho menos, por defender el desarrollo cultural y humanístico de sus representados. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, los intereses de los dirigentes de la Diputación Provincial, presidida por Fernando J. Portillo Scharfhausen, aliados con una parte considerable de la corporación municipal, dejaron a El Puerto sin ese polo de desarrollo que hubiera supuesto para la Ciudad un revulsivo cultural y económico con la que sería más adelante la Universidad de Cádiz. /En la imagen de la izquierda, Fernando Jorge Portillo Scharfhausen quien, aunque en esta ocasión no favoreció los intereses de El Puerto sería nombrado Hijo Adoptivo de nuestra Ciudad el 5 de febrero de 1971.
El Puerto visto desde la Sierra de San Cristóbal. /Foto: Josemanuelav
Jerez visto desde la Sierra de San Cristóbal. /Foto: Josemanuelav
Con el tiempo, El Puerto ha vivido episodios parecidos en los que los intereses de la provincia han primado por encima de los intereses locales, con el inexplicable concurso de miembros de la corporación local. Por lo visto no aprendemos de la historia pasada.
Hoy día, la Sierra de San Cristóbal y su entorno siguen ofertando su magnífico emplazamiento a la espera de que a nuestros regidores se les ilumine la bombilla de las ideas. (Textos: Manolo Morillo).
Luis Portillo Ruiz alcalde de El Puerto entre 1960 y 1969, nace en Granada en 1897, hijo de Luis Portillo de Pineda –familia de Mariana de Pineda—y de Conrada Ruiz Müller, segundo de los seis que tuvo el matrimonio. Por cierto que el padre de nuestro protagonista fue un industrial procedente de Granada que se instaló en nuestra Ciudad en 1905, quien también fuera alcalde de El Puerto entre 1910 y 1913. Al fallecimiento de éste se descubrió en el buró que tenía el título de abogado por el Sacromonte. Fue diputado a Cortes por el Partido Liberal del Conde de Romanones. La familia Portillo tenía, primero en alquiler y luego en propiedad, el Cortijo de ‘La Negra’, una molienda y una panificadora en el casco antiguo y una fábrica de jabón.
1897
El año 1897 una comisión de ‘romanos’, figurantes en la procesión de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, precedidos de la banda municipal desfilaría en dirección a la casa del Alcalde, donde les sería entregado el Pendón de la Ciudad que formaría parte de la procesión del Jueves Santo.
De 1897 data el óleo de grandes dimensiones, original de J. Delgado Palou ‘Aparición de la Patrona a Alfonso X’, que se encontraba en la escalera de acceso al Ayuntamiento de la Plaza de Isaac Peral y en la actualidad se encuentra expuesto en el Auditorio Municipal San Miguel y que vemos en la imagen de la izquierda.
La Compañía del Ferrocarril de El Puerto de Santa María a Sanlúcar de Barrameda, en cuyas manos estaba la concesión del ferrocarril de dicho tramo, transfirió sus derechos el 10 de febrero a la Compañía Belga de los Caminos Vecinales de Andalucía. El jesuita Juan Oliver Copons, deja de dirigir las congregaciones de San Luis Gonzaga, siendo sustituido, solo ese año, por el P. Francisco Tarín. En 1897 dejaba de ser el edificio de las Casas Consistoriales el Convento de Santo Domingo, que lo ocupó como tal hasta dicha fecha. Ese año nacen el escritor gaditano José María Pemán y el portuense Manuel García Ruíz (hijo de Manuel García Gallardo y de Encarnación Ruiz Chaparro), que emigró muy joven a Salta (Argentina). Muere el político José Luis Albareda y Sezde, quien fuera ministro, diputado y senador del Reino vitalicio.
Los padres de nuestro protagonista, Luis y Conrada, y su hermano Ángel y el propio Luis, en el centro de la imagen.
Nuestro protagonista estudió interno en el Colegio de los Jesuitas, formación que siempre tendrá presente. En 1919, ingresa en la entonces Academia General Militar de Toledo, donde saldría con el empleo de Teniente de Infantería. Con 24 años fue a la Guerra de África, también llamada Guerra del Rif o Guerra de Marruecos, en 1923, donde resultará herido en un brazo, en 1925, durante el Avance y Retirada de Xauen. Luis, convaleciente de sus heridas, sería recibido en El Puerto como un héroe por una multitud que lo aplaudía allá por donde iba./En la iamgen de la izquierda, en una imagen al salir de la Academia General Militar de Toledo.
En la imagen, recibido en las calles de El Puerto como un héroe por la multitud.
Luego, durante su carrera militar, estaría a las órdenes del General Franco, también en el Ejército de Africa –y en la Legión Española—del que decía era un buen organizador y estratega. En 1926 fallece su padre. En 1927 vivía en el número 2 de la calle de la Plata. Ese año crea en El Puerto las Juventudes Patrióticas y lo nombran correspondiente de la Real Academia Hispanoamericana de la Lengua.
En 1931, con la proclamación de la II República se da de baja en el Ejército. Luis había sido abanderado de Alfonso XIII y tenía un tío que era Intendente de Palacio, el Conde de Eibar. De hecho, Luis no juraría la bandera republicana, así que regresó a su domicilio de El Puerto dedicándose a los negocios y asuntos de la familia, siendo muy querido por los empleados. Tenía entonces 34 años.
QUEIPO DE LLANO.
El díscolo general Queipo de Llano vivió una temporada en la calle de las Cruces de nuestra Ciudad, desterrado por el gobierno monárquico, dada su condición de republicano, en la actual casa de Roberto Romero Laffite, entonces propiedad de los Pineda. Estalla la Guerra Civil y Queipo de Llano se dirigió a la Panificadora que dirigía Luis, que le interpeló al llegar: «—Portillo, vamos a salvar la República», a lo que éste le respondió: «—Mi general, lo siento, pero por la República no muevo ni un pelo. Yo soy monárquico. Ni he jurado su bandera, ni cobro de la República, ni tengo nada que ver», a lo que Queipo despectivo le espeta: «--Portillo, quédese con los panecillos». «—A sus órdenes», fue la marcial respuesta de nuestro protagonista. Pero la conversación no quedó ahí pues Queipo salió y volvió a entrar en las dependencias de la Panificadora y le interpeló de nuevo: «--Portillo, vamos a salvar a España». Y la nueva respuesta fue: «—Mi general, por España, vamos». Y lo dejó todo y se incorporó al Ejército con Queipo de Llano, reuniéndose con su pariente Juan Abreu, militar también marchando a Jerez a la casa del Marqués de Casa Arizón, para informarle de la sublevación y a Cádiz con el General Varela, al estar rotas las comunicaciones. Quedaría incorporado al Regimiento Granada Nº 6. Llama la atención que Queipo de Llano, que iba a defender a la República acabaría en el bando de los sublevados.
A partir de entonces estará tres años en diferentes destinos del Ejército. En Sevilla tendrá a sus órdenes a los militares encargados de custodiar las cárceles, a los que adiestrará con piedras, en una Estación de Tren en desuso.
Con su mujer, la porteña Gloria Cía Pino, en el Parque sevillano de María Luisa.
BODA EN SEVILLA.
Con 39 años, al principio de la Guerra Civil, se casa en 1936 en Sevilla con la porteña Gloria Cía Pinto, con la que tendrá seis hijas: Carmen, Gloria, Isabel, Mercedes, María Dolores y Beatriz, quienes les darán 15 nietos y, a día de hoy 21 bisnietos. Se establecen a vivir en Sevilla. En función de posteriores destinos, algunas de sus hijas nacerán en Sanlúcar de Barrameda siendo apadrinadas por los Infantes de Orleans y Borbón.
En cierta ocasión, preguntado por su hija Isabel, adolescente, sobre que hubiera hecho si le hubieran ordenado comandar un pelotón de fusilamiento durante la guerra, la respuesta fue clara, rotunda: «—Me hubiera negado, de ninguna manera hubiera cargado en mi conciencia con la muerte de nadie. Hubiera preferido morir, y negarse, en aquellos tiempos, traía aparejada la pena de muerte». Consideraba que el mejor libro de guerra que se había escrito era “Abajo las armas”, de Berta de Sutner.
Será al final de la contienda civil cuando consigue cobrar los emolumentos de aquellos tres años que sirvió al ejército sin recibir salario ni soldada alguno. Continuó un tiempo en Sevilla, dejando la gestión de la Panificadora a su hermano José hasta su desaparición, y será destinado a Sanlúcar de Barrameda como Comandante Militar de la Plaza.
SANLÚCAR, CÁDIZ, PONTEVEDRA, TENERIFE.
En Sanlúcar, durante la II Guerra Mundial, se construyeron bajo su mando como Comandante Militar de la plaza los bunkers que todavía permanecen en la playa: por Sanlúcar y por la desembocadura del Guadalquivir pasaban convoys del Ejército Aliado y del bando alemán. Luego, en Cádiz le coge la Explosión de 1947, ya con tres hijas en el mundo y su mujer embarazada. Vendrán otros destinos: Pontevedra, Tenerife, como Teniente Coronel Mayor donde padecerá un infarto y decide pasar a la reserva militar activa.
En el Ayuntamiento de Sanlúcar, durante una copa navideña. /Foto: Barro.
REGRESO A LA PENÍNSULA.
Luis y su familia regresan a vivir a Cádiz por espacio de un año. El General Franco selecciona a militares que fueran de su confianza para la actividad política y, a través de Camilo Alonso Vega le ofrece la alcaldía de Sanlúcar de Barrameda en 1954, donde será alcalde por espacio de cuatro años y medio. Allí, en cierta ocasión tuvo que entrar a parlamentar con el líder de los comunistas que permanecían encerrados efectuando unas reivindicaciones, con un tal ‘Santero’, e informó por escrito: «--En Sanlúcar no han leído a Marx ni Engels, en Sanlúcar lo que hay es mucha hambre y necesidad». Estamos hablando de finales de la década de los cincuenta del siglo pasado.
Vista aérea de Sanlúcar de Barrameda.
Allí, entre otras acciones, construirá la carretera de la Jara, el alcantarilado general y abastecimiento de aguas del caso antiguo, alumbrado de la Calzada y buena parte de los Barrios Alto y Bajo, repoblaciones forestales, arregló la carretera de Bonanza y creó la Cooperativa Vitivinícola Sanluqueña. Será nombrado Hijo Adoptivo en 1959.
ALCALDE DE EL PUERTO.
A principio de los sesenta, Luis Caballero Noguera le animó para que fuera alcalde de El Puerto. Le habló tanto de las excelencias de la Ciudad –pero no de los problemas—e insistió tanto que, en abril de 1960, ocuparía el sillón de primer edil con 63 años, sustituyendo a Miguel Castro Merello. Además, por disciplina militar también aceptó ser Jefe Local del Movimiento, aunque no estaba muy conforme con ostentar dicho cargo. Durante su mandato vivió en la vecina Sanlúcar, trasladándose a diario desde la vecina población en su vehículo particular cuyo chófer era un sanluqueño de apellido Hernández. Sería diputado provincial durante el mandato que se iniciaba en 1964. /De izquierda a derecha, n.n., Luciano Sánchez González, Gobernador Civil, Miguel Castro Merello, alcalde saliente y Luis Portillo, con la vara de mando, tras su toma de posesión en el salón de plenos del Palacio Municipal de la plaza de Isaac Peral. /Foto: Rasero. Archivo Municipal.
Tanto en Sanlúcar como en El Puerto, reactivó los sindicatos verticales: estaban anulados y desencantados, poniéndolos en movimiento. Le preocupaba mucho la infravivienda. En aquellos años se construyeron algunos grupos de viviendas en la Ciudad. Le preocupaba mucho el patrimonio de los portuenses, que no fuera esquilmado y que no tuvieran servidumbres innecesarias.
Ante la fachada del Castillo de San Marcos. De izquierda a derecha, Luis Portillo, José González cámara de TVE, de espaldas el Almirante Gener Cuadaro, el teniente Rafael Romero Bustillo yerno de Luis Portillo y su esposa Isabel Portillo Cía, hija de nuestro protagonista, en 1964, año en que el fue Reina de las Fiestas de la Hispanidad.
Durante su mandato vivió varias huelgas de diverso tipo y siempre se negó a que las fuerzas de seguridad entraran en El Puerto a ‘resolver’ los problemas. «--A los civiles no se les puede apuntar con armas», afirmaba abundando que «--Los problemas de El Puerto los arreglo yo, no necesito que venga nadie de fuera».
EL PENAL.
En 1961 hubo un motín en el Penal durante el cual los presos se negaban a entrar en las celdas planteando una serie de reivindicaciones. El alcalde, una vez más, se ofreció a hacer de interlocutor y fue a dialogar con los líderes de los amotinados quienes les contaron sus reivindicaciones sobre cuestiones de salubridad, hacinamiento y otras relativas a derechos humanos, consiguiendo que depusieran su actitud, tras la mediación de nuestro protagonista. Se negó a que le pusieran escolta durante el encuentro con los penados, encuentro que se prolongó durante toda la madrugada, finalizando a las 10 de la mañana y saliendo en dirección a su despacho de la Alcaldía. /En la imagen de la izquierda, el vestíbulo del antiguo Penal.
LOGROS.
La Ciudad había crecido en los últimos años de mandato de Luis Portillo. Como referencia en el acta del Cabildo Municipal de fecha 5 de febrero de 1967, se hacía un balance de lo actuado en el último trienio. El río Guadalete, conocería la mejora de su dragado y la construcción de una escollera; la finalización del Ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’; lo avanzado de la construcción de la Piscina de la Juventud, así como la llegada de nuevos hoteles a la Ciudad. Los funcionarios municipales estarían de enhorabuena, vieron nivelados y mejorados sus haberes en un sesenta por ciento.
Luis Portillo, con los bomberos.
En Obras Públicas, se contemplaban las dos fases de la Gran Avenida de Valdelagrana, y las calles Cruces, Postigo, Santa Fé y Sol. Los alcantarillados de Valdelagrana, Crevillet, colector de la Inmaculada, nivelación de Crevillet. Locales de la Cruz Roja. Reforma del Mercado al por Mayor, Matadero Municipal, Paseo Marítimo y Carreteras de Valdelagrana.
Durante la inauguración del Colegio José Luis Poullet,, de izquierda a derecha, el presidente de Diputación, Fernando Portillo, el Gobernador Civil, Santiago Guillén, Luis Portillo Ruiz y otras fuerzas vivas de la Ciudad, el 27 de julio de 1968. /Foto: Archivo Municipal.
En Educación, se veían reducidos –por innecesarios—los Cursos de Alfabetización. Se crearon 1200 plazas en Comedores Infantiles. Se ponían de manifiesto la necesidad de mejoras en algunas escuelas antiguas y se daban por cumplidas la misión transitoria de las escuelas de emergencia. Subvención a la Escuela de Menores. Inicio de la construcción del Instituto Muñoz Seca.
Durante la bendición de las nuevas viviendas de los trabajadores de Osborne. A la izquierda, la fachada del actual Teatro Municipal. 11 de mayo de 1964. /Foto Archivo Municipal.
En Vivienda, la gran preocupación de Luis Portillo como ya se ha señalado, se pudo haber hecho más si hubiesen respondido los organismos correspondientes a nivel supramunicipal. Estaban cedidos 9.000 metros cuadrados a la Obra Sindical del Hogar para la construcción de viviendas en terrenos de Crevillet, “por un valor de cuatro o cinco millones de pesetas de la época” [sic].
Fragmenteo del acta de la sesión del Cabildo Municipal de fecha 5 de febrero de 1967. /Nuestro agradecimiento al Archivo Municipal.
El acta de la sesión recogía: «Por fin se van terminando las 118 viviendas de la Guardia Civil. Las 96 de la Renfe, las 120 por el Patronato Municipal de la Vivienda que con las 210 construidas por el organismo suman 330, aparte de las 224 ya construidas y entregadas en Crevillet, las 25 para maestros en estado muy avanzado de construcción en La Puntilla y Ventorrillo del Portazgo, las 90 de la Diputación empezadas en estos días y las 40 para los refugiados de la Plaza de Toros, es decir que durante el trienio transcurrido desde la renovación de la anterior corporación, entre construidas y casi terminadas hemos cubierto un programa de 1043 viviendas»
Durante la inauguración de una de las ampliaciones del Hotel Fuentebravía. A la derecha de Portillo, su secretario particular, el recordado Juan Martín Vélez, a su izquierda, el propietario del parador, José Luis Kutz Muñagorri.
En Turismo, El Puerto vivió una época de desarrollo y expansión turística: alojamientos como el Caballo Blanco, la reforma y ampliación del Hotel Fuenterrabía, la creación del Cangrejo Rojo –luego –Club Mediterranee--, la Avda. Eduardo y Felipe Osborne en Vistahermosa o el inicio de la urbanización Valdelagrana, fueron algunos de aquellos hitos que contaron con el respaldo del que fuera ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne.
Manuscrito de Luis Portillo Ruiz.
LA UNIVERSIDAD.
Intentó, sin éxito, traer algunas dependencias universitarias, entonces dependiente de la Universidad de Sevilla, a El Puerto, a la sierra de San Cristóbal. Sin embargo, los intereses de los dirigentes de la Diputación Provincial, presidida por Fernando J. Portillo Scharfhausen, aliados con una parte considerable de la corporación municipal, dejaron a El Puerto sin ese polo de desarrollo que hubiera supuesto para la Ciudad un revulsivo cultural y económico con la que sería más adelante la Universidad de Cádiz. Con el tiempo El Puerto ha vivido episodios parecidos en los que los intereses de la provincia han primado por encima de los intereses locales, con el ¿inexplicable? concurso de miembros de la corporación local. Precisamente en un Pleno de la Diputación Provincial celebrado en nuestra Ciudad el 27 de junio de 1968, se aprobaron las distintas propuestas para el desarrollo universitario de la provincia, entre las que se encontraban las de El Puerto, al amparo del Plan de Expansión Universitaria, para la concesión en la provincia de Centros de Enseñanza Superior, propiciado por el entonces Ministerio de Educación y Ciencia.
Los pozos de La Piedad. Al fondo, la Sierra de San Cristóbal. (Foto García Lázaro).
Este episodio fallido le produjo tal suerte de desencanto que aceleró su dimisión. Renunció al cargo el 16 de abril de 1969 en una reunión previa al pleno que se celebraba ese día, al no conseguir que los miembros de la Corporación Municipal ratificaran un expuesto en el que se proponía la cesión de terrenos en la Sierra para ubicación de la Ciudad Universitaria de Cádiz. El único que le apoyó fue el concejal José Puente., si bien en el acta que recoge la sesión plenaria, consta que fue rechazada 'por unanimidad'. El último pleno de la Corporación Municipal al que asiste es en enero de 1969, aunque seguirá asistiendo a las Comisiones Municipales Permanentes de forma intermitente a causa de enfermedad, al menos hasta finales de marzo y en la las de abril, figura en las actas que está ‘con licencia’.
Cuando asumió la alcaldía el Ayuntamiento tenía 10 millones de déficit y cuando la dejó, un superávit de 20 millones y todos los gastos pagados. Tiempo atrás había planteado su dimisión a Camilo Alonso Vega que no le había sido aceptada. Será sustituido por Juan Melgarejo Osborne el 25 de junio de 1969. (ver nótula núm. 890 en GdP).
Luis Portillo, recibiendo a las puertas del Ayuntamiento, con la Corporación Municipal bajo mazas y formada la Guardia de Gala, al gobernador civil de la provincia, Santiago Guillén Moreno. /foto: Archivo Municipal.
HONORES Y DISTINCIONES.
En un a modo de desagravio iba a ser propuesto para recibir el empleo de General Honorífico, a lo que se negó, harto de recibir honores y de como había finalizado su mandato. Estaba en posesión de las Medallas de Campo, Cruz de Guerra y Cruz Roja M.M. En 1926 recibió la medalla del Sufrimiento por la Patria, en 1963 la Cruz de San Hermenegildo y en 1968 la Orden de Isabel la Católica, entre otras distinciones. Fallecería en noviembre de 1978, con 81 años de edad.
IP, celebrando el triunfo de las elecciones en 1991. /Foto: Fito Carreto.
…Me emocionó reencontrarme en estas páginas, hace ahora una semana, con un viejo amigo del que llevaba años sin noticias. En realidad sigo sin saber de él, porque lo que vi fue una foto del 91. Es esa en la que un grupo de militantes, o lo que sea, de esa formación celebra con indisimulable jolgorio la victoria en votos de las municipales de ese año.
Pero en verdad no parecen los miembros de un partido celebrando un triunfo electoral, sino los socios más desinhibidos de una peña que acaba de ser agraciada con el tercer premio del Sorteo del Niño. Ya intuían que lo que les había tocado era la lotería.
Entre ese batiburrillo de rostros, tan exageradamente risueños que parecen incapaces de gestionar semejante éxito, está el careto lampiño de mi viejo amigo, que entonces tenía veintipocos años y un futuro tan incierto como el de cualquier joven de barrio y algunos llamativos proyectos de regeneración política de los que no se cansaba de hacerme partícipe en cuanto tenía ocasión.
"Lo que se va a acabar aquí es la política", afirmaba, meneando el índice de su diestra al compás del discurso.
Lo que él llamaba política eran los partidos tradicionales, que por aquel entonces estaban empezando a sufrir los primeros envites del desencanto tras la luna de miel de la Transición y con el lomo sucio de los escándalos socialistas emergiendo en los periódicos.
"Necesitamos a gentes del pueblo preocupándose por las cosas del pueblo", sentenciaba con una de esas frases que le ponían el vello de punta a él, y sólo a él.
Un modelo había demostrado su ineficacia e íbamos a ser privilegiados testigos de una nueva forma de gestión de lo público representada por ideólogos como Jesús Gil, Hernán Díaz Cortés o Julián Muñoz: un antes y un después con nosotros en medio.
Me pregunto si seguirá celebrando el fin de la política en el país del Norte de Europa donde se tuvo que largar porque esto se moría; si habrá oído hablar de la honesta deriva de los partidos populistas que nacieron para ocuparse de los problemas del pueblo; cuánto daría por saber que, según me cuentan, un conocido concejal portuense al ser preguntado hace unos días sobre la posibilidad de dejar el cargo como hizo Moresco respondió con sorna al interlocutor que si le veía cara de tonto para dejar de cobrar 47.000 euros al año, más dietas, sin hacer ni el huevo. Y qué fue de sus viejas ilusiones. (Texto: Ángel Mendoza. Escrito el año 2006)
Tadea González de Frago, marquesa de San Jorge nació en El Puerto de Santa María, el 9 de diciembre de 1736. Es precisamente por esta época cuando comenzó a implementarse el régimen virreinal borbónico en Santafé de Bogotá (Colombia). Su ciudad natal había sido recientemente incorporada (1729) a la corona borbónica. Esto nos hace pensar que tanto en España como en Nueva Granada, Tadea González se encontraba en un medio inmerso en el proceso de incorporación no solo de las políticas sino también de la cultura borbónica.
Retrato de La Señora Doña María Thadea Gonzáles Manrique del Frago Bonis, Natural del puerto de santa María, Ilustrísima Marquesa de San Jorge de Bogotá. Óleo sobre tela. Autor: Joaquín Gutiérrez. Fecha: 1775. Museo de Arte Colonial. (Bogotá. Colombia).
El retrato de la Marquesa de San Jorge forma un díptico con el retrato del Marqués de San Jorge, serie que el mismo Marqués encargó a Joaquín Gutiérrez. […]
Exhibir el escudo de armas, el lujo que adorna un cuerpo femenino a través del peinado, el vestuario, los colores, las texturas y el brillo del metal dorado y de las esmeraldas, asociados a los objetos religiosos, y la cartela que aclara su origen de casta, la marquesa era española de nacimiento, y su título nobiliario, además de demostrar el buen gusto, permitía a las familias de la élite neogranadina afirmar no solo la nobleza sino también la virtud, considerada esencial en el ideal de la mujer. /Portada de 'Historia de El Puerto de Santa María, desde su incorporación a los dominios cristianos en 1259 hasta el año 1800', de Hipólito Sancho.
Se sabe que la marquesa era hija de Doña Rosa del Frago y Bonis y del presidente de la Real Audiencia, Francisco González Manrique, oriundo de la villa de El Pedroso, jurisdicción de Nájera (La Rioja), y quien había sido antes capitán del regimiento de Córdoba y castellano (encargado del castillo) en el castillo de San Luis de Bocachica en Cartagena de Indias (Colombia).
El padre de la marquesa ocupaba el cargo de Presidente de la Real Audiencia de Santafé en 1740 cuando se levantó la suspensión del virreinato de Nueva Granada y se nombró a Sebastián de Eslava como nuevo virrey. Al morir en 1747, Francisco González se había casado por segunda vez y, radicado en Santafé, se dedicaba al comercio de tabaco. /Escudo de los Medinaceli.
Se dice que a la muerte de Francisco González Manrique la situación económica de la familia no era muy buena y que el futuro marido de Tadea González, Jorge Lozano, marqués de San Jorge de Bogotá, proporcionó la dote de la novia al contraer matrimonio, sin la aprobación de los Lozano, en la capilla de indios de El Novillero. El yerno además concedió las tierras de Támara y Morcote, en el Casanare, a la familia de la novia para que sus parientes la administraran. /Estandarte de Carlos III.
El cuadro de la marquesa portuense, fechado en 1775 y el segundo matrimonio de Jorge Lozano con Magdalena Cabrera en 1778 sugieren una muerte temprana, después de haber dado a luz nueve hijos, entre ellos, Jorge Tadeo Lozano.
EL MARQUÉS DE SAN JORGE. Retrato de El Señor Don Jorge Miguel Lozano de Peralta, y Varaes, Maldonado de Mendoza, y Olaya, Ilustrísimo Marqués de San Jorge de Bogotá. Octavo poseedor del mayorasgo de este nombre. Ha servido los empleos de Sargento Mayor Alferes Real y otros varios de República en esta corte de Santafé, su Patria. Óleo sobre tela. Autor: Joaquín Gutiérrez. Fecha: 1775. Museo de Arte Colonial. (Bogotá. Colombia).
'Don' Jorge Miguel Lozano, mínima fórmula de respeto con que podría ser interpelado en vida, además de 'Señor', 'Ilustrísimo' o de la enumeración de sus apellidos, fundamentales para su denominación como 'Marqués de San Jorge', junto con sus riquezas y sus "servicios a la Corona", nació en Santafé de Bogotá el 13 de diciembre de 1731 y murió el 11 de agosto de 1793 en el convento de la recolección de San Diego de Cartagena de Indias. Considerado uno de los hombres más acaudalados y poderosos del Nuevo Reino de Granada.
JORGE TADEO LOZANO.
Padres de Jorge Tadeo Lozano, su familia conforma quizá uno de los ejemplos más fascinantes para acercarse a los cambios y permanencias que se sucedieron entre las dos últimas generaciones de la época colonial especialmente desde el punto de vista de una antropología política atenta a la devoción de las élites neogranadinas, tanto criollas como peninsulares, por los signos asociados a la monarquía española y a su nobleza civil, militar y religiosa. /En la imagen, Jorge Tadeo Lozano de Peralta y González Manrique, vizconde de Pastrana (Bogotá, 30 de enero de 1771 - Bogotá, 6 de julio de 1816) fue militar, médico, intelectual y estadista colombiano que presidió el Colegio Electoral de Cundinamarca y fue presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada durante la Independencia.
En la imagen de la izquierda, logotipo del Museo Colonial de Bogotá (Colombia).
Su hijo, Jorge Tadeo Lozano, quien fue el principal impulsor de la "Sociedad Patriótica" de Santafé -cuyo propósito era implementar la modernización económica y social de Nueva Granada bajo el espíritu del despotismo ilustrado-, emprendería, en tiempos independentistas, la malograda creación de una monarquía constitucional cundinamarquesa que respetara el poder de la nobleza española tanto como los principios de una república federalista; y tras años de disputas civiles sería encarcelado y condenado a la pena capital según los principios jurídicos del estado monárquico que defendía. (Textos: Carlos Rojas Coccoma, por cortesía de José Luis Chacón).
Mario en la barra y Juan Carlos en la Cocina, regentan desde septiembre de 2005 el Bar Gonzalo, en la calle Micaela Aramburu. El establecimiento, donde se dan una excelente relación entre la calidad y el precio, ha unido a estos dos hermanos, profesionales de la hostelería, muy conocidos en El Puerto. Mario (41 años), 25 de ellos en hostelería, ha trabajado con anterioridad en el ‘El Otro Tendido’, Restaurante ‘Alboronía’ o el ‘Dinner 24h’. Su hermano Juan Carlos, de 39, conoce los fogones de Casa Flores, Club Náutico con Lastra, Puerto Sherry o el Centro Inglés.
Pocas cosas hay tan sencillas como unas zanahorias aliñás, pero en esa sencillez está la dificultad de hacer de una cosa de todos los días, una cosa extraordinaria como es el caso de este plato del Bar Gonzalo de El Puerto de Santa María. La verdad es que en este establecimiento bordan los aliños y si no te pides las zanahorias pues también están de maravilla las huevas o las papas alioli. Todo, además, se sirve en raciones generosas con lo que el tapatólogo se pone todavía más contento. /La pizarra con las especialidades del Bar Gonzalo, para aprenderlas de memoria.
Aliñosis extrapireñaica. La aliñosis, la ciencia que estudia los aliños, estudia este tipo de fenómenos en el que el vinagre de Jerez y la verdura tiene un papel fundamental. Cuando dentro de la aliñosis nos encontramos con un plato que no es de piriñaca, aún siendo aliño, se le considera extrapireñaica, como en este caso las zanahorias aliñadas.
Las afamadas zanahorias aliñás, con su mijita de comino y orégano.
Lo primero a elogiar en esta zanahoria es la textura de la verdura, ni blandengue ni durengue, en su punto y luego su mijita de comino, su mijita de orégano, el aceitito, sus buenos trozos de cebolla picá, el ajito, muy picao, muy picao, algo de perejil y el punto matemático de vinagre, que también es de artista. Juan Carlos lleva aliñando este plato ya desde hace ocho años.
Cazón frito, sin adobar, fresco y con aceite de oliva extra recién repostado en la freidora.
Marrajo a la plancha, rodaja de tomate a la mitad y mahonesa, junto al aliño de aceite, ajo y perejil.
El arte extrapireñaico se lo enseñó el anterior dueño del establecimiento, Antonio Ganaza, con quien trabajaba. El Bar Gonzalo, que se abrió hace ya 43 años, está ahora regentado por los hermanos Juan Carlos y Mario Gómez Cuevas que además sirven joyas como la raya en tomate y, cuando lo hay, un poquito de cazón en amarillo. Otras tapas, como el cazón frito, el marrajo a la plancha, la caballa en adobo, el mero empanao o los chocos y los huevos de ídem fritos, entre otras exquisiteces, configuran la carta. El bar abre todos los días, excepto los martes. (Texto: Pepe Monforte).
"El Puerto de Santa María vive horrorizada la inminente ejecución de un pobre desgraciado. En los momentos en los que se preparaban las fiestas para la inauguración del puente de San Alejandro, ha llegado la triste noticia. El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de muerte para Antonio Roldán y éste será ejecutado, salvo que medie a última hora el indulto del Rey, en el lugar destinado para ello en El Puerto de Santa María, es decir, la plaza del Polvorista, cerca de la ribera del río. Ayer le fue leída al preso la condena definitiva y, a continuación, fue puesto en capilla. Desde Granada y Albacete han llegado dos verdugos con los terribles instrumentos para ejecutar la pena. El triste cortejo saldrá el domingo de la Cárcel y recorrerá la plaza de la Herrería, Ribera del río, Pescadería, calle de la Aurora y plaza del Polvorista. A las ocho de la mañana debe estar cumplida la pena. El alcalde y las autoridades portuenses están haciendo gestiones para que llegue el indulto y librar a El Puerto de este suceso". Publicado hace 127 años en Diario de Cádiz. 21 de marzo de 1884.
Plaza del Polvorista, en el siglo XIX, con el Cuartel de Artillería al fondo, hoy Teatro Municipal Muñoz Seca y viviendas de empleados de Osborne.
GARROTE VIL.
«El garrote como instrumento ejecutor de la pena de muerte se comenzó a utilizar en España en el siglo XIII, tratándose en un principio en una forma de ejecución por medio de estrangulamiento con un artificio fabricado con cuerdas y palos. Los primeros garrotes eran un simple nudo corredizo con un palo que lo retorcía y estrechaba un círculo en torno al cuello. Esta cuerda fue substituida por una argolla o collar de hierro accionado como un torniquete. Luego se le aplicó un tornillo que al girarlo, reducía el diámetro y estrangulaba .
Ejecución en una cárcel de Cuba.
Ejecución en una cárcel de Filipinas. ¡Vaya trabajito el del verdugo!
Ahora bien, mientras la guillotina no fallaba nunca en aquello para lo que había sido creada, el garrote no siempre causaba la muerte, pues su eficacia dependía en gran meddia de la fuerza física del verdugo y de la resistencia del cuello del pobre infeliz. Aún así, el nada eficaz invento lo exportamos a otros lugares del mundo, como Cuba o Filipinas, con quien tuvimos relaciones desde El Puerto de Santa María». Druida de la Historia.
Francisco Artola Beuzón nació en El Puerto de Santa María el 4 de Marzo de 1927. La rebelión fascista de 1936 le dejó sin padre, un carpintero socialista que murió fusilado. Siendo un niño comenzó a trabajar en distintos oficios hasta que a los 18 años entró en una bodega como arrumbador. Unió su vida a la de Lola Ibáñez en 1954. Militante del Partido Comunista de España desde 1958 ha desarrollado una importante labor sindical y política , sobre todo durante la dictadura. Su trabajo político le llevó a la cárcel durante varios años.
Jueces del Tribunal de Orden Público, en Madrid, finales de la década de los sesenta del siglo pasado.
En 1970 fue detenido junto con unos cincuenta militantes de todo el Marco de Jerez de los que acabaron ingresando en prisión cinco: Paco de las Flores, Paco Artola, Paco Cabral, Emilio Chulián y Manuel Romero Pazos con su hermano Juan. El proceso lo dirigió el tristemente célebre TOP (Tribunal de Orden Público) que aplicaba la ley 45/1959 de Orden público. Fue presidente del Foro de la Memoria Histórica de El Puerto. Y personaje protagonista de un libro parar enseñar español a los noruegos.
Dolores Ibáñez Serero, ‘Lola’, nació en El Puerto el 18 de Febrero de 1927. Trabajó desde muy pequeña para ayudar a sacar adelante a su familia, su madre y dos hermanas. Trabajó en la fábrica de fundas de garrafas que hubo en el Molino y limpió los suelos para otros. Limpiando una de esas casas conoció a Paco que pasaba cada día por la puerta camino de la bodega y allí tenía su paradita para querer y mirar.Por amor, acompañó a Paco en la vida y durante su militancia comunista de 50 años y llegado el momento lo siguió por las diferentes cárceles --Cádiz, Carabanchel, Jaén, …-- donde él cumplió tres años de cárcel; en ella confiaban las familiares de los presos para llevar sus peticiones a los carceleros.
Lola mantenía el contacto de los presos con las organizaciones solidarias del exterior. Sus hijos recuerdan como les aliviaba la ausencia diciéndoles que su padre estaba en la mili. A Lola la recordamos todos y todas trabajando siempre, de pie en la sede, en la calle, en las manifestaciones y cuando las piernas ya no la dejaron, batiendo huevos o pelando patatas en la trastienda de la caseta de la feria, sentada si, pero siempre en su trinchera discreta. Muchos y muchas no sabíamos hasta hoy ni sus apellidos pero hemos aprendido de ella la fuerza del amor y la solidaridad y el ejemplo del trabajo tesonero. Murió en 2009. (Texto: Juan Rincón).
LA VIDA DE PACO CONTADA POR ÉL MISMO.
"Me llamo Francisco Artola Beuzón estoy consumiendo el ultimo tercio de mi vida. Nací en el Puerto de Santa Maria, miembro de una familia modesta, mi padre carpintero, mi madre trabajadora domestica cuando era soltera (antes muchacha de servicios).
Soy el mayor de tres hijos, dos varones y una hembra, esta la mas pequeña. Mi hermana murió muy joven afectada de tuberculosis, por falta de medios económicos no se curó, pues aunque de estraperlo, en el mercado negro se podía adquirir la estreptomicina que a tantas personas salvó en aquella época.
Esto añadió a mi madre uno mas de sus grandes sufrimientos, pues cuando yo tenía nueve años, estalló la Guerra Civil de 1936, a mi padre en Septiembre de ese mismo año lo asesinaron por sus ideas socialistas de Carlos Marx y de Pablo Iglesias, que aun viven, digo la vigencia de su filosofía, aunque sus congéneres actuales traten de enterrarlos en lo mas profundo del globo terráqueo.
A mi madre también la asesinaron, solo que lentamente, pues una vez viuda con tres hijos de corta edad, no tuvo más remedio que ponerse a trabajar de lo que sabia hacer. Hasta para eso le pusieron condiciones.
Mi hermana no estaba bautizada por voluntad de mis padres, aunque mi padre era agnóstico, mi madre creyente y la época fue en plena vigencia de la República, acordaron que fuera ella la que cuando tuviera criterio propio tomara la determinación que más le apeteciera.
Paco Artola y su mujer, Lola Ibáñez, con su hija, en una foto familiar.
Hubo que bautizarla con cuatro años de edad, por imposición, si no era así, no admitían a mi madre en ninguna casa de lavandera. Entre las ricas del Puerto y algunas correveydiles formaban unas conferencias religiosas donde vigilaban las conductas de las personas. Todo menos persuadir a la propia Iglesia de que no apoyaran a quien faltaba al quinto mandamiento de la Ley de Dios, según la Iglesia Católica y única en aquellos tiempos. No quiero contar todas las penalidades que mi madre tuvo que soportar a lo largo de toda su vida, seria largo y muy triste.
Mi padre, profesional de la carpintería, hombre de carácter mas bien serio pero muy bueno, no lo digo yo, se lo he escuchado a muchas personas que habían tenido trato con el, incluidos algunos adversarios políticos, pues lo recordaban como una gran persona. Puedo contar muchas cosas que ningunas serian agradables y por lo tanto sigo con mi vida, aunque palparan como los acontecimientos me marcaron.
ABANDONO DEL COLEGIO.
Salí del colegio con apenas diez años, estaba en un colegio de los llamados de pago, no porque mis padres pudieran pagar, fue por parentesco entre el maestro D. Alfonso Cárdenas y mi madre que eran primos hermanos y por esa razón no le cobraba sus honorarios. Este colegio estaba considerado como uno de los mejores del Puerto, pues a el afluían los niños de clase media y clase media alta.
Escuela de Alfonso Cárdenas, en la calle Luna, frente al desaparecido Teatro Principal, hoy convertida en una entidad bancaria.
Dejé de ir al colegio porque como mi madre se tenia que ir a trabajar desde las nueve de la mañana hasta muy tarde, de noche, nosotros no teníamos quien nos cuidara ni obligara a nada, yo hice mi primera robona, la verdad es que me gusto ese régimen de libertad que experimentaba, sin darme cuenta que estropeaba mi vida para el futuro.
No muy convencido volví al colegio. El nuevo régimen obligo a todos los colegios laicos a dar el catecismo y otras obligaciones religiosas, pues en este colegio en ese aspecto lo único que se daba era Historia Sagrada como asignatura. Varios niños condiscípulos míos iban con indumentarias de flechas falangistas y ornamentadas con muñequeras y cintos cubiertos con balas y balines de fusil o pistola. Estos niños por lo visto escuchaban en sus casas las tropelías que hacían los fascistas y en el colegio las repetían con regocijo delante de mí. D. Alfonso con mucho sigilo pudo prohibir aquellos signos exteriores, pues el también tenia miedo.
Con su mujer, en una playa portuense.
PRIMEROS TRABAJOS.
Trabajé en muchas actividades distintas, cuando esto sucedía mi madre se ponía contenta, lo que no quería era que vendiera periódicos por las calles, que también los vendí, recogí maletas en la estación de ferrocarril y transporte canastas al hombro desde el palenque donde se subastaban los productos del campo a los puestos de fruta y verduras.
Mi primer trabajo donde estaba recogido un porrón de horas, era en una bodeguita pequeña que había en la Plaza Peral donde me aprovecharon bastante, pues aparte de las horas establecidas, tenía que hacer mandados para la casa, hasta que me aburrí y me fui.
DE AYUDANTE DE COCHERO.
Para no entrar en detalles después de la bodega trabajé en un Hotel de mandadero y friega platos, con un coche de caballo, de ayudante. El cochero era un sevillano que acababa de salir del Penal por delito común, un granuja, me llevaba en el pescante del milord no porque le hiciera falta, sino porque eran los tiempos de la Guerra Civil y El Puerto fue deposito de italianos que venían muchos de ellos obligados, para apoyar a los franquistas. Estos cuando pagaban el servicio le daban propina para el picolini, que era yo y el picolini no veía ni un céntimo.
TORTAS CALLEALTA Y ENOLOGÍA POULLET.
Trabaje en un obrador de tortas de polvo, merengues y bollos de leche que los hacia muy ricos Pepe Callealta. En una fabrica de productos químicos y otras materias relacionadas con el vino, su propietario era D. Rafael Poullet, su fabrica era pequeña, pero él un gran emprendedor.
POSGUERRA.
Todo esto dentro del periodo bélico español. A partir de la posguerra nuestra trabaje en una fabrica de mosaicos, de ayudante de estraperlista, en una granja de conejos, en un chalet de cochero, en este trabajo me despidieron por ladrón, pues había una cocinera de un pueblo de la sierra, creo que del Gastor que tenía al marido enfermo y preso en el Penal del Puerto por sus ideas políticas, como es natural necesitaba ayuda y mi madre también. Pues bien yo cogía parte del pienso del que les echaban a las bestias, lo metía en una talega y lo vendía, mitad para la cocinera y mitad para mi madre, esta situación duró poco, pronto me cogieron y me pusieron de patitas en la calle.
Rondaría los catorce años cuando trabajé en una granja, esta de gallinas ponedoras, para ayudar a las muchachas a la limpieza, retirar el estiércol, traer los huevos al Puerto y llevar los componentes de los piensos al campo.
Con su desaparecida compañera, Lola, en una foto para el recuerdo.
Por aquella época yo era una espindarga, solo tenia pescuezo. Cuando intentaba ligar con algunas de las compañeras, que todas me gustaban, (aunque tenía alguna predilección por alguna) me rechazaban, diciendo que era un niño muy largo. En cambio cuando se arrimaba algún camperito con traje a la medida y mascota lo aceptaban, pues estos, con el estraperlo estaban riquitos y los demás no nos comíamos una rosca. En este trabajo me cambiaron de gallinero a cochero. Trabaje la temporada de verano y me auto despedí como en otros trabajos, por incompatibilidad con los que mandaban, o por no transigir con las imposiciones agotadoras en el trabajo.
BODEGAS GONZALEZ BYASS.
La racha de muchos embarques de coñac para la Guerra Mundial, absorbió mucho personal para los embotellados y yo encajé en uno donde me dejaron parado por falta de trabajo. A partir de ahí alterne embotellado con peón de albañil y algunas paradas por medio, hasta que por fin en Octubre de 1945 me colocaron en la bodega de González Byass en El Puerto. Donde salvando los dos años de servicio militar y cerca de tres que me tuvieron secuestrado por antifranquista, fue mi lugar de trabajo hasta mi jubilación.
Un gerente de González Byass D. Rafael Fernández de Haro que vivía en una casa anexa a las bodegas del Puerto, decía de mí que era una lástima no haber estudiado alguna carrera técnica, pues creía que yo tenía aptitudes para ello. Con mi situación de huérfano todo lo más que hubiera sacado era el bachillerato, pues una carrera era del todo imposible y menos con mí lastre, pues el mecenazgo solo lo ejercían los pudientes para la carrera de cura.
EL PARTIDO COMUNISTA.
De joven por influencia quizás de lo que fue mi padre, estuve buscando al Partido Socialista en la clandestinidad, jamás di con el, en cambio no tuve que hacer muchos esfuerzos para contactar con el Partido Comunista de España, en el cual sigo militando y me siento muy honrado, pese a que le auguren un porvenir poco atractivo. Milito en el, desde Marzo de 1958. Antes había colaborado en recogidas de ayudas a los presos políticos y otros cometidos antifranquistas.
Por aquella época el Partido Comunista en la clandestinidad, a través de Radio España Independencia Estación Pirenaica. Hizo un llamamiento al pueblo español invitándoles a una jornada de reconciliación entre los españoles. Este llamamiento me hizo reflexionar y me afilié al partido, yo creo que mas por luchar contra el régimen franquista que por ideología.
En el transcurso del año 67 o 68 un amigo me presentó a un falangista antifranquista, este hombre aunque muy mayor, cuando estoy escribiendo esta líneas aun vive. El no me conocía físicamente pero si la existencia de la familia de Francisco Artola Velázquez, mi padre. Nada mas dirigirme la palabra, me dijo, «--Cuanto daño le hemos causado a sus familias ¿Vd. Que opina?» A mí en esos momentos se me arremolinaron todas las canalladas que había soportado, tanto nosotros como muchas familias, las cuales fueron sutilmente perseguidas por el régimen establecido. Me acordé de la jornada de reconciliación y le contesté: «--Mire Vd., yo no puedo olvidar pero no pienso vivir toda mi vida odiando».«--No esperaba menos de un Artola», me dijo.
Alguien se preguntará ¿Cómo habiendo militado tanto tiempo en un partido y asumiendo cargo en el, no figure en las instituciones? Jamás lo he deseado, pienso que otras personas podrían ser más competentes que yo, además tengo un falso complejo del ridículo y huyo de lo público, el cual tal vez me traicione.
LA FAMILIA.
Dejando esa parte de mi vida y sus implicaciones políticas, hay otras mas alegres de reflejar en esta modesta presentación. Se trata de mi compañera y mis hijos. Vivimos una larga etapa de novios, nueve años, pues no había forma de unirnos por escasos ingresos los míos y nulos los de ella. No quiero contar las vicisitudes que pasamos los dos, esto seria motivo de otro capitulo y no es mi intención.
Con Lola, su mujer, en unos Carnavales.
La verdad es que dentro de nuestras carencias económicas, hemos sido y aun somos muy felices en nuestro matrimonio. Fruto de nuestra pareja tenemos dos hijos, una hembra y un varón, la hembra nos ha dado tres nietas y el varón dos nietos, esta descendencia nos han transmitido un extremado cariño, el cual nos ha servido de estimulo para vivir.
De izquierda a derecha, Paco Artola, Manuel Moro y Carmelo Ciria, durante el Primer Encuentro Provincial Republicano celebrado en las Dunas de San Antón el 10 de octubre de 2009.
Tal vez haya pasado por mi vida la oportunidad de vivir un poco mas desahogado económicamente, pero tengo un hondo sentido de la colectividad y si hubo ocasión no supe atraparla habiendo perjudicado a mi familia, a la cual públicamente pido perdón". (Texto: Paco Artola Beuzón. 14 de febrero de 2008).
José Puente García, nació el 10 de Agosto de 1932, en la calle de San Bartolomé 5, antiguo y 1 moderno, esquina con la calle Luna. Sus padres, ya fallecidos, eran ambos nacidos en la Montaña: Quintín Puente García, natural de Roíz (519 habitantes) y María del Amparo García Ricalde, natural de Cabiedes (304 habitantes); los abuelos paternos, Nicanor Puente García e Inocencia García Valdés, también nacieron en Cabiedes.
1932.
El año de su nacimiento, 1932, el gobierno de la II República dictó diferentes normas y decretos tendentes a la normalización laica del Estado, que pasaría de confesional a laico, suprimiendo ayudas, desvinculando la iglesia de la enseñanza y otros espacios civiles que se encontraban bajo la influencia clerical. Ese año se subleva en Sevilla contra la República, el General Sanjurjo.
En El Puerto era alcalde Francisco Tomeu Navarro. El 2 de febrero, las autoridades provinciales y locales, cumpliendo con el decreto de disolución y confiscación, procedían a clausurar el Seminario de los Jesuitas y la Casa de Ejercicios de ‘La Inmaculada’. Esta decisión trajo paro a la ciudad y perdida económica para los comercios que vivían de abastecer y servir a la Orden. Lo mismo ocurrirá en Semana Santa, al suspender las propias hermandades de penitencia los desfiles procesionales, ante el enrarecido ambiente que se vivía. Los bares y comercios, e industrias auxiliares que vivían de las procesiones, se quejaron de la pérdida de oportunidad de negocio al desaparecer los desfiles. /Anuncio publicitario de los acreditados vinos del abuelo materno de Pepín Puente, publicado en el Almanaque Comercial de Verano de El Puerto. Año 1927.
El Casino Portuense en la calle Larga, a la izquierda de la imagen.
El Casino Portuense se trasladaba a la calle Larga. ‘El Kiosko del Chico’, en el Parque Calderón, se anuncia en la Revista Portuense ofreciendo sus afamados chocolates y buñuelos. La Antigua de Cabo era ya un asentado restaurante n la Calle Ganado, junto al Hotel Loreto y daba a la Calle Ricardo Alcón. Muñoz Seca estrenará en Madrid, ‘El corzo, ‘Marcelino fue por vino’, ‘¡Te quiero Pepe' y ‘La Oca’. Se tardaba 45 minutos en tren omnibus, en el trayecto entre El Puerto y Cádiz. Se produce una transición en la presidencia del Racing Club Portuense: Genaro González dará paso a Bartolomé Sánchez Bela.
El Bar 'Las Columnas' a principios del siglo XX.
JÁNDALOS.
Los padres de Pepín y sus abuelos maternos, vivieron y trabajaron desde muy jóvenes en El Puerto. Eran el prototipo de los ‘jándalos’, es decir los naturales de Cantabria que, emigrando a Andalucía, adoptaban nuestras costumbres y el habla; algunos regresaban y lo relata en este fragmento de ‘Escenas Montañesas’ de José María de Pereda:
«En tanto vagaba el jándalo,
sobre su andaluz bravío,
por callejas y senderos,
reconociendo los sitios
que poco antes frecuentara
con el dalle y el rastrillo...
Porque lo había olvidado
todo, todo... hasta el oficio,
y el lenguaje de su pueblo
y el nombre de sus vecinos».
Quintín Puente, con boina, en una reunión en el Bar Las Columnas. Vemos tambíen de pié, a su izquierda con corbata, a Jesús Aguirre.
CAFÉ BAR ‘LAS COLUMNAS’.
Sus vidas, dedicados al negocio familiar en las actividades propias de un bar cafetería denominado ‘Las Columnas, en la esquina de la calle Luna con San Bartolomé, y a una pequeña bodega en la calle Meleros, 13, dedicada al almacenamiento, crianza y venta de vinos al por mayor entre otros productos y menesteres. La bodega finalizó sus actividades en 1970 y Las Columnas un año antes, en 1969.
José Puente, en la Bodega propiedad de su familia, en la calle Meleros, venenciando con unos amigos
ESTUDIOS.
Pepín inicia su formación escolar con 4 años en el Colegio de ‘La Divina Pastora’, en el número 51 de la calle Luna arriba de Ultramarinos ‘La Giralda’, y por las noches en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, entonces situada en el Instituto Santo Domingo. Continuará su formación escolar junto a su casa, en la academia de Alfonso Cárdenas, en la calle Luna 43, alternando los primeros estudios con el trabajo en el bar y la bodega familiar hasta 1969 de forma alternativa con otras actividades laborales por cuenta propia y ajena.
De izquierda a derecha, Jesús Aguirre, José Puente García y Jesús, empleado de la casa.
SERVICIO MILITAR.
Realiza el servicio militar en la Marina de Guerra Española, perteneciendo al tercer reemplazo de 1952, desde el 1 de Julio de 1952 al 30 de Marzo 1954, habiendo estado embarcado en el Minador Marte, Lanchas Torpederas 23 y 29 y el último destino en la Comandancia Militar de Marina de Cádiz, donde se licencia. Actualmente pertenece a la Reserva Voluntaria Honoraria de la Armada Española.
LA OJ Y EL SEU.
De pequeño Pepín, fue formado en las estructuras juveniles únicas durante la dictadura, ingresando en la Organización Juvenil (OJ) en 1937, fundada en virtud del Decreto de 4 de agosto de 1937, en el cual, además, se aprueban los estatutos de la FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y Juntas Obreras Nacional Sindicalistas) publicado en el BOE núm 291 de 1937. La Organización Juvenil se organiza siguiendo esquemas militares, propios por un lado por la inspiración castrense de la que venía y por otro por el difícil periodo de guerra civil en el que se estaba desarrollado inspirado, igualmente, en el modelo de organización de la Falange y el SEU, durante la II República. Nuestro protagonista está en posesión de la Medalla de Plata de la Constancia del Frente de Juventudes, sección de la FET y de las JONS.
Recibiendo un reconocimiento del Frente de Juventudes.
Ingresó en el Sindicato Español Universitario (SEU) en 1958. El SEU ra la única organización estudiantil legal. Según la Ley de Ordenación Universitaria (LOU) de 1943, se le reconocía su condición de ‘órgano universitario’ y la obligación de afiliarse al mismo tanto para acceder a formación universitaria como para obtener becas. Realmente no tuvo mucha penetración en la vida estudiantil española, llegando a tener un papel mas asistencial que de control sobre los estudiantes, e incluso sería disuelto en 1965.
ESTUDIOS SUPERIORES:
GRADUADO SOCIAL, CRIMINÓLOGO, DETECTIVE PRIVADO, CIENCIAS DEL TRA BAJO, DOCTORANDO.
Inicia los estudios de Graduado Social entre 1958 y 1961 en la Academia de San Raimundo de Peñafort de Cádiz y obtiene el Título de Graduado Social en la Escuela Social de Granada, el 10 de Septiembre de 1961, superando en dicho centro la prueba de homologación académica como Diplomado Universitario, el 2 de Septiembre de 1985.
En julio de 1994, obtiene el título de Experto Universitario en Criminología, expedido por la Universidad de Cádiz. Está en posesión del Certificado de Aptitud en Formación Especializada para el ejercicio de la actividad de Detective Privado por la Universidad de Granada, expedido en Julio de 1996.
Con la Junta de Gobierno de los Graduados Sociales. Primero por la derecha, fila superior, junto a Fernando Arjona González y su hijo Jesús, el segundo por la izquierda, fila superior. Año 1997.
Obtiene la Licenciatura en Ciencias del Trabajo por la UCA el 29 de Septiembre de 2004, superando a continuación en dicha Universidad los cursos del Doctorado, donde obtiene el Diploma de Estudios Avanzados el 24 de Enero de 2007. En la actualidad está trabajando en la realización de la tesis aprobada.
GRADUADO SOCIAL
Se integra en el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Andalucía (Granada), el 31 de Enero de 1962, como Colegiado Ejerciente Libre continuando su colegiación profesional, sin interrupción, en el Colegio Oficial de Cádiz-Ceuta viviendo diversas vicisitudes y encuadramientos en el ejercicio profesional y prosiguiendo en la actualidad en esta corporación colegial como Graduado Social Emérito desde mayo de 2009.
Con la familia, el día que fue distinguido como Graduado Social Emérito, en el Salón Regio de la Diputación de Cádiz.
Ha realizado durante su vida profesional 36 cursos de carácter formativo en relación a su actividad profesional, formando parte como miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz durante tres mandatos consecutivos. Tuvo despachos profesionales abiertos en El Puerto entre 1962 y 1981, y en Cádiz en la calle Corneta Soto Guerrero entre 1973 y 1981.
CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL.
En 1968 fue designado vocal del Consejo Económico y Social de la Bahía de Cádiz. Realizaría una Ponencia de Enseñanza, realizando labores de estudio que le fueron encomendada para la mejora de la enseñanza pública en la provincia de Cádiz.
BASE NAVAL DE ROTA.
Ingresó al servicio de la Marina de Guerra Española como Graduado Social el 1 de Julio de 1972, accediendo mediante convocatoria pública con el número 1 de la misma, siendo destinado a la Asesoría Jurídica de la Jefatura de la Base Naval de Rota, permaneciendo en dicho destino hasta su jubilación en el año 1997. En 1978 le reconocen la Especialidad de Psicotecnia Naval.
Fue elegido para los órganos de representación del personal laboral, como Delegado de Personal, en 1981. En 1992, será nombrado Secretario del Comité de Seguridad e Higiene en el Trabajo de la Jefatura de la Base Naval de Rota (en 1992.
Recibiendo la Cruz del Mérito Naval, el 28 de septiembre de 1990.
HONORES Y DISTINCIONES.
Por la labor realizada en la Armada Española como Graduado Social tiene concedida dos Cruces al Mérito Naval, un Certificado al Mérito en el Servicio Civil de la Marina de los Estados Unidos de Norteamérica, Dos Citaciones públicas en las OO. GG. de la Base Naval de Rota 332/84 y 344/86 Armada, una Mención Honorífica del Ministro de Defensa y cinco felicitaciones escritas y anotadas en su expediente personal entre otras las de la Fiscalía Militar de la Zona Marítima del Estrecho, de los Almirantes Jefe de la Flota, de la Base Naval de Rota y de la Abogacía del Estado de Jerez de la Frontera.
Está en posesión de las Medallas al Mérito Profesional en sus categorías de Bronce, Plata y Oro, Medalla de Plata al Mérito Colegial y Medalla Civil C al Mérito en el Trabajo en su Categoría de Oro. Constan igualmente en su expediente, seis felicitaciones de la Junta de Gobierno de los Colegios de Granada y Cádiz- Ceuta.
En Octubre de 1964, recién casado, con su mujer, Concepción Álvarez.
LA NUEVA FAMILIA.
Contrajo matrimonio con Concepción Álvarez Serrano el día 29 de Octubre de 1964 en la parroquia de San Joaquín y fruto de este matrimonio tienen dos hijos, Jesús e Ignacio, que en la actualidad viven y trabajan en El Puerto de Santa María.
Jurando el cargo de concejal delante del alcalde, Luis Portillo, José Casado López y Francisco Díaz Vance, el 2 de febrero de 1964.
CONCEJAL Y TENIENTE DE ALCALDE.
A partir de 1964 formará parte de la Corporación Municipal, siendo concejal y Teniente de Alcalde con Luis Portillo Ruiz como primer edil. Tuvo a su cargo, entre otras, las delegaciones municipales de Cultura y Educación. A esta última concejalía dedicará especial atención, tanto a la potenciación del profesorado escolar, como en la remoción, saneamiento y puesta en funcionamiento de nuevas unidades escolares; programas de becas municipales y bachillerato nocturno dotando a este de medios materiales y profesorado suficiente para cumplir su misión y tarea docente.
En el Puesto de Socorro de la Cruz Roja, en Valdelagrana, junto a Manu Bernabé. 30 de diciembre de 1988.
CRUZ ROJA ESPAÑOLA.
José Puente fue Secretario de la Asamblea Local de la Cruz Roja Española de nuestra Ciudad y Oficial 2º del Cuerpo de Tropas de Socorro en el Destacamento de El Puerto de Santa María, estando en posesión de las Medallas de la Constancia y de Plata de la Cruz Roja Española.
Luis Conradi y Toro nació en Sevilla el 3 de septiembre de 1924, aunque, por su vinculación con El Puerto de Santa María, donde vivió por espacio de más de 30 años, se sentía portuense desde que lo pisara por primera vez en 1942. Hijo del que fuera decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Domingo Conradi y Soto y de Mercedes Toro Buiza, era el segundo hijo del matrimonio, tras José Domingo, al que siguieron María de las Mercedes, Alfonso, Manuel, Francisco y Fernando. Era descendiente de Juan Bautista Conradi y Gavarrón, nacido en Génova (Italia). /El Padre Conradi, en una imagen de 2002.
Paseo de la Victoria cuando aquel parque neoclásico estaba en todo su esplendor: las cuatro estatuas de terracota representaban a las Cuatro Estaciones.
Con la reciente remodelación, entre los elementos ornamentales clásicos de este Parque, han vuelto a presidir mediado el recinto estas réplicas en mármol de las cuatro estatuas que antaño estaban a la entrada del mismo, cuyos originales se encuentran a salvo de los vándalos en el Museo Municipal. Es decir, que sobre los pedestales donde otrora estaban las terracotas de Las Cuatro Estaciones Vestidas, hoy están Las Cuatro Estaciones Semidesnudas de mármol, acaso más protegidas en el interior, que en la fachada del Paseo. Empero, sin vigilancia ¿cuanto durarán las estatuas y demás mobiliario urbano que se acaba de incorporar al Paseo? /Foto inferior: Fito Carreto.
Fernando Sánchez García nos envía estas cuatro imágenes --óleos sobre tabla de 32x43 cms.--, que fueron pintados cuando los originales desaparecieron de la fachada del Paseo, imaginamos que ante el temor de que sufrieran actos vandálico y que podemos ver en la foto inferior.
Fernando reflexionaba, imaginaba y pensaba que...
De ellas se dice que decían:
I. ¡Estoy de El Puerto hasta aquí!
II. Yo voy a juntar para irme.
III. Yo ya he juntado.
IV. Pues yo ya me voy.
¿se fueron para siempre? ¿volverán?
Fernando Sanchez García.
I. ¡Estoy de El Puerto hasta aquí!
II. Yo voy a juntar para irme.
III. Yo ya he juntado.
IV. Pues yo ya me voy.
«Tu hermosura nos la mostraba antes de entrar en ti, presidiendo tu entrada cuatro cariátides sin arquitrabe que sostener; solo sosteniendo, la inmensidad del espacio. Estas esculturas representaban las cuatro estaciones del año, que por fortuna, después de haber ornamentado el chalet de algún munícipe colaborador del régimen anterior, se encuentran hoy depositadas en el museo municipal para su restauración». Paco Artola Buzón.
Fila superior, de izquierda a derecha, Ramón Lobo Cortés, Enrique La O, Juani ‘Chico’ que jugaba de portero, Paco Romo y Cobos. Agachados, Nono González, Manuel Romero, Miguel Barea y Andrés Fernández Valimaña. 14 de julio de 1978. /Foto: Colección AFM.
Equipo de amigos formados por jovenes tertulianos que se reunían en el Pub Luis XV, que regentaba el conocido Juani ‘Chico’, anteriormente camarero del restaurante ‘Guadalete’. El pub, de reducidas dimensiones se encontraba en la calle Alquiladores, donde hoy se encuentra el edificio de la inmobiliaria Hogar Sur; con posterioridad en dicho local se instalaría, durante los años de la Transición Política, la Librería Alberti, regentada por Pepe Gutiérrrez, librería que sufriría algún atentado en su fachada fruto de la intolerancia de la extrema derecha.
Participaban en la Campenonato de Liguilla de Futbol Sala, que se organizaba anualmente en verano en el Polideportivo Municipal de La Puntilla. Era un equipo muy considerado y gustaba al público asistente a los partidos, ya que casi todos los componentes, por entonces, jugaban en equipos de fútbol de El Puerto y de la provincia, siendo conocidos de los aficionados. Ganaron este campeonato en, al menos, tres ocasiones.
José María Escribano Ivison, Joselito para quienes le quieren, nació en la sevillana calle del Porvenir –al lado de la iglesia de La Paz--, el 3 de junio de 1945. Hijo de José María Escribano Aguirre y de la jerezana Patricia Margarita Ivison Lassaletta, es el segundo de cuatro hermanos: Margarita, José María, Dolores y Mari Paz. Su padre fue Secretario del Consejo de Administración de la Fábrica de Cervezas Cruzcampo, fundada por un portuense, y amigo y compañero en el Tiro de Pichón de Eduardo y Felipe Osborne, por lo que su vinculación con El Puerto venía predestinada.
1945.
El año 1945 era alcalde de la Ciudad Ignacio Osborne Vázquez. En el pleno municipal celebrado el 17 de enero de 1945 se adoptaba el acuerdo de crear la Feria de Primavera con la filosofía de la que ha llegado nuestros días. Eran tenientes de alcalde Eduardo Ciria, Manuel Gago, José Merello y Pedro Salvatierra quienes, junto al alcalde, acordaron su instauración. Rafael Alberti empieza sus obras ‘A la pintura. Poema del color y la línea (1945-19489’ y Poemas de Punta del Este (1945-1956). Manolo Prieto ilustrará las portadas --hasta 30, más de la mitad de la colección de ese año-- de la Revista Literaria Novelas y Cuentos, entre otras ‘Una princesa de Marte’, ‘Juana Eyre’, ‘El Comendador Mendoza’, ‘Ivanhoe’, ‘Fabiola’, ‘El comerciante de antigüedades’, ‘Tu eres la paz’, ‘La portera de la fábrica’, … Juan Botaro restaura el Cristo de la Hermandad de la Flagelación. Hipólito Sancho publica su libro relacionado con El Puerto: «Los Valera y Marruecos». El Plan de Nacional de Embalses de 1945, aprueba la conducción general de agua desde el futuro pantano de Los Hurones (Algar) hasta el gran depósito regulador de la Sierra de San Cristóbal. Nacían la ceramista Pepita Lena de Terry y el peluquero Juan Antonio Paloma Benítez. /En la imagen, jugando a los bolos en Piscinas Sevilla, en 1961.
En 1962 ganó los campeonatos de Sevilla y Andalucía, representando a los Escolapios, en la modalidad de 100 metros libres. En la imagen, con el trofeo acrreditativo y el sacerdote Enrique Culeou-Valera.
EL PUERTO, DESDE CHIQUITITO.
Joselito vería la luz de El Puerto, por primera vez, con pañales. Desde siempre vinculado a nuestra Ciudad, solía pasar temporadas en casa de sus abuelos maternos, en la jerezana plaza de San Juan, número 3, frente a la botica de los Ballesteros –abuelo de Joselo Ballesteros Benjumeda--. La aventura duraba tres días, un día para venir desde Sevilla, el de la estancia propiamente dicho y el de regreso. Y es que el coche familiar con chófer pinchaba las ruedas varias veces en los trayectos. Luego, de Jerez a las playas de El Puerto.
Playa de Fuenterrabía.
Unas veces a Valdelagrana, dejando el coche un poco más adentro de los pinares donde hoy está el Caballo Blanco, andando hasta un chiringuito instalado en la playa. Otras veces a la de Fuenterrabía, o a Vistahermosa, a la Casa Grande, por los vínculos familiares. Nuestro protagonista estudió en los Escolapios de San José de Calasanz, y más tarde Ciencias Químicas en la Universidad de Sevilla.
17 de marzo de 1963, poco antes de ir como voluntario al Servicio Militar, como abanderado de los Escolapios, en el Estadio de la Macarerna. /Foto: Valentín.
De izquierda a derecha, Margarita, Joselito (con 17 años), su madre, Mari Paz, su padre y María Dolores (+), la mayor, en 1962, delante de la Catedral de Sevilla.
SERVICIO MILITAR.
Haría el Servicio Militar en la Base Aérea de Tablada (Sevilla), en 1963. Ese año, con la desaparición del Ala-25 iniciaba su decadencia aérea: sus aviones B-21 pasaron al Ala-27 (Málaga) y Ala-46 (Gando), quedando casi desguarnecida de medios aéreos, pasando a la categoría de Aeródromo Militar. No sería hasta el año 1966, en el que se crea el Mando Aéreo de la Aviación Táctica, superpuesto a la Jefatura de la Región Aérea del Estrecho, cuando se inicia la regeneración de Tablada, coincidiendo con la estancia de Joselito en dicho acuartelamiento militar.
En Tablada (Sevilla), durante el Servicio Militar.
EL MUNDO DEL TRABAJO.
Al finalizar el Servicio Militar se adentrará en el mundo del trabajo con Helados Frigo. Su padre, fundador de ILSA gestionaba desde Sevilla helados Frigo para Andalucía, al tiempo que en Madrid y Barcelona otros empresarios abrían la correspondiente empresa que gestionaba la marca en esas capitales. En El Puerto la Delegación la llevaría Agustín Merello del Cuvillo, quien mas tarde se asociaría con Antonio Cólogan Osborne, en el edificio, hoy desaparecido que se encontraba donde hoy está la plaza de Enrique Bartolomé, frente a un edificio de infraviviendas, denominado eufemísticamente ‘La Casa de los Millones’. Allí colaboraría en los Departamentos Comercial y de Expansión, aficionándose a venir mas a El Puerto viviendo en la casa que la familia posee en la Costa Oeste. Estamos hablando de mediados de la década de los sesenta.
Con sus padres y dos de sus hermanas: Margarita y Mari Paz.
Gestiona en la actualidad otros negocios familiares (concesionarios de coches en Sevilla y El Puerto), como vicepresidente del Consejo de Administración, negocios que fueron fundados en algún caso por su padre en sociedad con Eduardo y Felipe Osborne y otros amigos.
REAL CLUB NÁUTICO.
Será en 1965, cuando contacta con el desaparecido José Luis Caballero Morales –Pepete--, Nicolás Terry Martínez y Juan Carlos Gutiérrez Colosía en el Real Club Náutico, adonde iba con sus padres de pesca en la embarcación ‘La Coral’ adquirida al que fuera presidente de Cruzcampo, Ignacio Ybarra Mendaro quien, curiosamente, se mareaba. Luego vendría el ‘Alicate’ y el ‘Alicate III’ es la actual embarcación de nuestro protagonista.
Con Juan Lara, socio de honor del Club Náutico, en 1992.
Con Rafael Alberti y su viuda, María Asunción Mateo.
Joselito entrará como vocal en la directiva del Náutico en 1979, al fallecer su padre, formando parte de las juntas presididas por Miguel Duro y Ángel Ruiz, sucediendo en el cargo de presidente a Francisco Perdigones, llevando al frente de la entidad marítima y marinera desde 1991, durante cinco mandatos consecutivos.
LA FAMILIA REAL.
Durante sus mandatos ha sabido imprimir al club un extraordinario anfitrionaje, no solo de la entidad, sino de El Puerto, asociando la imagen de la Ciudad a la entidad que preside, y haciendo que los participantes en las regatas de toda clase y entidad que visitaran El Puerto, se sintieran como en casa. Merced a ese trabajo, regatearon en aguas de la Bahía de Cádiz, desde el Club, la infanta de España doña Elena, luego doña Cristina y por último el Príncipe e Asturias, habitual durante muchos años de El Puerto merced a estas pruebas. En 1992 inauguraron las nuevas instalaciones del Club Náutico; una placa en el mástil que preside la torre del Club, recuerda la efemérides.
En la imagen, la infanta Doña Cristina, el príncipe Don Felipe y Jose María Escribano, durante el descubrimiento de la placa de inauguración de las nuevas instalaciones del Club. Precisamente esta fotografía se la ha llevado nuestro protagonista al príncipe, en la audiencia en Palacio que, con motivo de la XL edición de la Semana Náutica dió a los organizadores de la misma. Año 1992.
Don Juan de Borbón, en el Club Náutico con nuestro protagonista, el 24 de agosto de 1992.
El padre de S.M. el Rey, Don Juan de Borbón, visitó en varias ocasiones el Club, a bordo del yate ‘Giralda’ y fue aquí desde donde partiría para la clínica de Pamplona, al sentirse repentinamente indispuesto navegando en dirección a Sevilla por el Guadalquivir, falleciendo poco después. También desde el Náutico se está organizando la regata ‘Doña María de las Mercedes’ que tendrá carácter bianual, y que empezara el pasado año 2010.
Con Pepe Fernández Sanjuan, Pepe 'el del Vapor', patrón del Adriano III, ofreciéndole un homenaje en el Club Náutico el año 2005.
SEMANA NÁUTICA INTERNACIONAL.
La que empezó como Semana del Sherry vivirá este verano su XL edición como Semana Náutica Internacional, una de las pruebas de vela más reconocidas de España, tanto por su organización como por el programa social que lleva incorporado. Y hablando de sherry –o mejor, de vinos del Marco del Jerez—nuestro protagonista usa para sus libaciones los vinos finos, amontillados y olorosos, practicando poco el vino tinto.
En el homenaje ofrecido en el Club a Francisco Rodríguez Ceballos, del Bar 'Casa Paco', que aparece a la izquierda de la imagen, a continuación Ignacio Osborne Vázquez, José Luis Caballero Morales y Joselito Escribano. Detrás N.N. y Alejandro Navarro.
Otras Regatas, como la ‘Barcos de Época', o la de ‘Juan de la Cosa’, destacan en la organización del Club que fue elegido en 1992, ‘Premio a la Promoción Turística’ de El Puerto, con efecto del año anterior. En 1992, también, sería nombrado Juan Lara socio de honor de la entidad.
Escuchando en la Tertulia Flamenca 'Tomás el Nitri'. De izquierda a derecha, Diego Gómez Ángel, Juan Luis Moreno, Javier Ollero, Joselito Escribano, Ramoni Palacios, N.N. Baldomero Rodríguez Sánchez y Antonio Muñoz Cuenca.
TERTULIA FLAMENCA.
Al año de su fundación, en 1974, se hizo socio de la Tertulia Flamenca ‘Tomás el Nitri’, en la calle Diego Niños, siendo introducido por su amigo Baldomero Ceballos, del Bar Casa Paco, donde hará muchas amistades y donde pasará ratos inolvidables de tertulia, escuchando flamenco y participando con buenas reuniones: Juan Lara, Pansequito, Julio Pérez Flores, Pepe Morillo, Robertito Rodríguez, Antonio Núñez, Guillermo Aguilar, Manuel Ceballos Arniz ‘el Fontanero’, … Se involucra tanto que con un equipo de sonido semi profesional realiza grabaciones de los festivales y actuaciones que se celebraban en la entidad, documentos sonoros de una época del cante flamenco de Andalucía la Baja.
De izquierda a derecha, arriba, José María Barrigá (propietario que fue de la Academia San Cristóbal), Joselito Escribano, Carrasco policía municipal, cantando Robertito Rodríguez. Debajo, Juan Lara, Guillermo Aguilar, Manuel Ceballos Arniz 'El Fontanero' y a la sonanta, Antonio Núñez Buhigas. La imagen, en la Tertulia Flamenca.
Durante la imposición de la Medalla al Mérito Naval, con distintivo blanco, el 5 de junio de 1998.
CRUZ AL MÉRITO NAVAL.
S.M. el Rey de España, a propuesta del Ministerio de Defensa, previo informe del Jefe del Estado Mayor de la Armada y del Almirante de la Flota, le concedió la Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco –se concede en tiempos de paz-- que instruyó el contralmirante Manuel Sánchez Baircaztegui.
Joselito se lleva bien con todo el mundo, “con todo el que va por derecho y quiera a El Puerto, no tengo más remedio que llevarme bien, afirma”. Es un talentoso relaciones públicas que lleva el nombre de El Puerto y las bondades de las aguas de la Bahía de Cádiz, allá por donde va, siendo s unos de los actuales ‘hombres de marketing’ de El Puerto, promocionándolo desde una entidad privada sin interés empresarial.
Con SS.AA.RR., los Príncipes de Asturias, el año 2004.
MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD.
Si bien la propuesta inicial era hacerlo Hijo Adoptivo de El Puerto, un tecnicismo reglamentario hizo que desde el Ayuntamiento se optara por otorgarle otra distinción: la Medalla de Oro de la Ciudad. Fue en la sesión plenaria del pasado febrero donde se adoptó el acuerdo y la tarde del 17 de marzo de 2011, en un Pleno Extraordinario y Solemne celebrado en el Teatro ‘Pedro Muñoz Seca’ cuando le fue impuesta, constituida la Corporación Municipal, en presencia de amigos, familiares y colaboradores.
Agradeciendo la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad.
Escenario del Muñoz Seca donde se celebró el acto institucional.
Luego en una conocida bodega de la Ciudad se le ofrecerá un coctel homenaje, destinando una parte de lo recaudado a la ONG Cáritas Parroquial. El Colegio La Salle recibirá igualmente idéntica distinción por sus cincuenta años de docencia en El Puerto y el sacerdote Julio Juez Ahedo, será nombrado Hijo Adoptivo, en el mismo acto.
Con Curro Romero y el futbolista Joaquín.
Fotografía tomada en la puerta del bar 'Casa Paco', propiedad de los hermanos Baldomero e Ignacio Rodríguez, en la Ribera. De izquierda a derecha, N.N., Joselito, José Luis Perales, Merche Macaria, Baldomero, Nano de Jerez, el ganadero de reses bravas Luis Sánchez Sánchez y su hijo. Año 2007.
EA7BMQ Y EL BERQUELIO.
Joselito cuenta entre sus aficiones con la de radioaficionado. Empezó con los hermanos Alejandro y Roberto Romero Laffite y Luis Fernando Terry Muñoz en la banda de los 27 Mh, la banda ciudadana, con el distintivo de ‘Berquelio’ (1) No podía estar de mas actualidad en estos días. Luego vendrían la banda conocida coloquialmente como de los ‘Dos Metros’, donde se sacaría el distintivo oficial de EA7BMQ. En aquellos tiempos aprendió morse y era un mundo nuevo el de la comunicación, hoy superado por la informática, los dispositivos móviles e internet. Pero continúa en posesión de la licencia.
_________ (1) Berquelio.El berquelio es un elemento radioactivo hecho por el hombre (símbolo atómico Bk), número atómico 97 y peso atómico 247. El becquerelio (símbolo Bq) es una unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades que mide la radiactividad. Equivale a una desintegración nuclear por segundo. En la planta nuclear de Fukushima (Japón), se han vertido estos días al mar cientos de litros de agua con, al menos, 90.000 becquerelios.
En 1992 fue Rey Baltasar --Rey Negro-- junto a Luis Hörh y José Cuevas, en la imagen tomada en la capilla de la casa de Antonio Sánchez Cortés, en la Ribera.
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.