Rafael Osborne Fernández --Falele-- nace el 1 de abril de 1951, en la calle Larga, frente a Muebles Pantoja y a Tejidos Rendón, actuando como matrona en su alumbramiento la señora Gabiola. Es hijo de Tomás Osborne Macpherson y de Juana Fernández Rosado; el matrimonio tuvo seis hijas y un hijo, nuestro protagonista: Pilar Mamen, Marta, Rafael, Isabel, María Luisa, y María José.
De chico jugaba en la Plaza de Isaac Peral y en la de la Herrería, debajo de los soportales de la casa existente donde hoy está Romerijo. Recuerda que la pelota para jugar al fútbol --su gran afición-- la compraba en el “Refino de los Muertos”, con nótula 150 en Gente del Puerto. Salían corriendo cuando llegaba el guardia pues, como ahora, estaba prohibido jugar a la pelota en las calles. Jugaba con “el Choco”, Miguel hijo de “Barlete”, Vicente Serrano... De chico le encantaban las tiras de pescado seco que se venían, con mayor o menor abundancia, por la zona de la Ribera y de la Pescadería.
Estudió en el Colegio de Las Carmelitas, donde hizo la Primera Comunión e hizo el Preparatorio e Ingreso en el Colegio de La Pescadería.

Durante la Primera Comunión, de manos del Párroco de la Prioral, Manuel Salido.
El bachillerato lo estudió en Jerez, en el Colegio de los Marianistas entre 1960 y 1964 y luego volvió a los Jesuitas a El Puerto entre 1965 y 1968, terminando en Sevilla el Preuniversitario. Inició los estudios de Derecho que abandona en el curso tercero. Fue socio de 'Memphis' la rama juvenil de la desaparecida y añorada Agrupación Cultural Portuense 'Medusa', con nótula 181 en Gente del Puerto.

Fila superior, de izquierda a derecha, Falele Osborne, Medinilla, El Nene, Emilio Flor, Pepe Grande, Nani Paullada. Agachados, Paullada chico, V.L. Gómez, Mesa, Paco Zamudio, Bellvis. Curso 1958/59.
ENTRE EL CASINO Y LA RIOJA.
Rafael se inicia en el mundo laboral en el Casino Bahía de Cádiz, con la responsabilidad de Control de Juego. En 1985 se marcha a trabajar a la bodega que el Grupo Osborne tiene en La Rioja, Bodegas Montecillo (Fuenmayor), donde empieza a trabajar en el mundo de la bodega desde abajo: con la báscula, tomando muestras, en la vendimia. Luego pasaría a los laboratorios, donde estuvo por espacio de tres años, llegando a hacer 15 o 20 catas de diferentes vinos a diario, para controlar la calidad de aquel rioja. Lo acordado es que estuviera allí por cuatro años pero permaneció nueve, hasta el año 1994 en el que regresa a El Puerto, por la enfermedad de su padre.

Rafael Osborne, en la tonelería de la bodega.
PORTEÑO ANTES QUE PORTUENSE.
Añoraba El Puerto desde fuera, como solo se echa en falta cuando se está lejos. «Me identifico con El Puerto. Lucho y quiero por y a El Puerto». Los sábados, siempre que puede se va a La Placilla a comprar, a respirar los olores de su infancia. «Siempre me he sentido más porteño que portuense. Portuense he sido cuando he ido al fútbol a defender los colores del Racing».

El pequeño Falele, con su padre, Tomás Osborne Macpherson, cuando era presidente del Racing Club Portuense, en el desaparecido estadio Eduardo Dato.
La situación de la crisis generalizada impide que las bodegas Osborne, los altos costos de producción y salarios, quizás impide que en el Departamento de Relaciones Públicas no lleguen a ser tan rumbosos como antaño pero, ¿que bodega lo es hoy? «Lamento que mis paisanos se queden con esa impresión y haya caído en el olvido lo que Osborne ha hecho por la sociedad portuense».
ENTRE JEREZ Y EL PUERTO.
En 1994 se incorpora a las Bodegas Bobadilla (Jerez) propiedad del Grupo Osborne hasta su cierre en 1997. Allí hizo de todo, pues aunque sus funciones fueron las de Director Comercial y de Relaciones Públicas también “miraba el vino”, controlaba el estado de los caldos que se criaban en las vasijas de aquellas bodegas.
LA BODEGA “EL TIRO”.
En 1997 se incorpora, ya en El Puerto, a la Bodega El Tiro (llamada así por haber estado en aquellos terrenos el “Tiro de Pichón”), de elaboración de brandy, como Director de RRPP. En aquellos tiempos se sacó al mercado el brandy “Toro”, más acorde con los gustos de los nuevos tiempos pero no alcanzó la demanda requerida y dejó de embotellarse. Recordamos que Bardem hizo un anuncio en el Museo Guggenheim de Bilbao, como lanzamiento del producto, una apuesta novedosa y moderna de la dirección general de las bodegas de entonces. En El Tiro permanece hasta el año 2007, en el que cesa la actividad de las visitas de forma reglada, realizándose en la actividad bajo demanda.
A partir del año 2008 se incorpora a la Bodega de Mora --en la calle de Los Moros-- donde atiende a los clientes VIP del Grupo Osborne desde el Departamento de RRPP y en la actualidad ocupa la dirección de dicho departamento como Jefe de Relaciones Públicas corporativo, con sede en la Bodega de Mora.

Rafael Osborne en la Bodega de Mora, atendiendo al goleador de 'La Liga de las Estrellas', el delantero madridista Raul González, quien estuvo en El Puerto invitado por Osborne para participar en el programa radiofónico de José María García, junto con el entonces seleccionador nacional José Antonio Camacho. En el transcurso de una cena se le hizo entrega del premio 'Carácter Propio' instituído por la firma porteña a través de una votación popular.
ENTRE DOS JUANAS.
Se casa con Juana Ruiz Barros en 1979 --hace 30 años ya-- con la tiene dos hijos: Tomás y Rafael: el primero es arquitecto y el segundo es publicista y experto en RRPP. Aficionado a la cacería y el fútbol, pudo haber hecho carrera en este deporte ya que “era de los buenos” y fue tocado por un ojeador del Levante, en los juveniles, pero su padre no lo consideró procedente y no autorizó aquella vocación. ¿Quien sabe que papel habría jugado Rafael si se hubiese encaminado por esos derroteros?

Rafael, capitán del equipo de San Luis Gonzaga, durante su etapa de jugador de fútbol en la categoría de juveniles. De izquierda a derecha, fila superior: Juanófeles Ruiz Herrera, Tuti Pastor, Rafael Osborne, Jesús Grande Lassaletta, Tano Fernández y Angel Moreno Zamorano. Agachados, José Manuel Pérez Sánchez --Chicho--, Juan Flor, Manuel González Verano (Taberna Bodega Obregón, con nótula 060 en Gente del Puerto), Alvaro Rendón y Emilio Flor.

Con sus hermanas, en una instantánea tomada el 9 de agosto de 1993. De izquierda a derecha. Pilar, Mamen, Marta, Rafael, Isabel, María Luisa y María José Osborne Fernández.

Esta pandilla, de la que forma parte Falele, está formada desde que tenían 10/11 años y aún se reúnen, casi todos los viernes, a cenar. De izquierda a derecha, de pie Tuty Pastor, Miguel Lizaso, Miguel Silóniz y Juan Carlos Ballesteros. Sentados, Javier Merello, Javier Gómez, Nicolás Terry (Coli), Jorge Gutiérrez y Falele Osborne. Al fondo, sentado, el cuñado de Falele, Paquito.



A muy temprana edad y durante años sucesivos, se matriculó en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, donde recibe clases de dibujo artístico y pintura bajo la dirección del célebre pintor Juan Lara Izquierdo, como profesor, obteniendo notas de sobresaliente, premios y diplomas de reconocimiento. A la finalización de los cursos se exponían los trabajos de los alumnos más destacados. Su primera obra fue adquirida por 200 pesetas en 1952, que ya eran pesetas para la época, cuando apenas contaba quince años. La venta de aquella acuarela le produjo una enorme alegría.
En el año 1959, realiza el Servicio Militar, como cualquier ciudadano de entonces, en el Ejercito de Aire, en la Base Aérea de “La Parra’ de Jerez.. De ese período conserva el recuerdo de buenas amistades, pero también de "no tan buenos momentos vividos". Lo cierto es que Ia denominada "Mili" le pareció interminable. (En la imagen, accediendo a un avión en la Base de Jerez).





Juan Bermúdez Jaén (EL Puerto 1915 - Barcelona 1972), era hijo de Rafael Bermúdez Delgado y Juana Jaén Delgado. Desde muy jovencito ayudaba a su padre en un taller de bicicletas
Se casó con 25 años, en octubre de 1940, con Milagros Tejada Peluffo (El Puerto 1917 - Madrid 2002) conocida como Lalo --hermana del fallecido poeta José Luis Tejada-- era hija de Felix Tejada Mayo y Milagros Peluffo Delgado. El matrimonio se fue a vivir a la Ribera del Río, 37 y tuvieron cuatro hijos: Milagros (Lalote), Juan Luis, Francisco Javier y José Manuel. Conforme iba aumentando la familia, se trasladaron a la Granja de San Javier (frente a lo que queda del Paseo de la Victoria). Le pusieron ese nombre porque su hijo Javier, al nacer, estuvo en serio peligro de muerte y se encomendaron al patrón de El Puerto, San Francisco Javier.
Juan Bermúdez y dos de sus hermanos trabajarían en la Fábrica de Hielo propiedad, a partes iguales, de José León de Carranza y de su suegro Felix Tejada Mayo. A su fallecimiento, Juan le compra a las hermanas Tejada la parte que heredaron, asumiendo la gerencia de dicho establecimiento, hasta que se abrió una nueva fábrica en el Muelle, dejando de ser rentable, ante la fuerte competencia que sobrevino. Juan Bermúdez llegó a afirmar que, sin la fábrica «que ha sido toda mi vida, ya no me quiero quedar en El Puerto». Además llegaba el momento en el que los hijos empiezan a estar en edad de iniciar carreras universitarias y Juan y su mujer Lalo, querían permanecer cerca de sus hijos. Se plantean abandonar El Puerto.
LA GUAGUA 'CAMPANITA'.


Lo de las BBS’s (Bulletin Board System, BBS para los amigos), es muy curioso, yo diría que un preludio muy limitado de la red Internet. Podías chatear, mandar un emails, pero de online casi nada. Tú mandabas un email al ordenador más cercano a tu domicilio, con llamada local; más o menos, ese lo reenviaba a otro, y así sucesivamente hasta que llevaba a su destino. Por cierto, mandar un email con una foto o imagen, ¡¡impensable!!, se atascaría tu línea de casa y la de los demás. (En la imagen un antiguo teclado de IBM).
No hablemos de la tele (¿quién se acordará de la Tele, en singular, no ya de VHS ni UHF, luego vino la Primera, la Segunda, el UHF,...? ¡¡y sin mando a distancia!!, bueno, solía ser uno de los hijos más dóciles que acataba la orden de papá de "cambia a la segunda", y al rato, "cambia ala primera", hasta que te hartabas; claro, y ahora el Satélite, el cable, TDT y ¡¡la TDT de pago!!, aunque cuando uno de sus mandos a distancia no manda bien la señal apretamos con fuerza y lanzamos la señal hacia el aparato como si tal WI fuera; ¡¡ah!! Eso, la WII, fuera los gimnasios con olor a sudor rancio, aerobic…, que ya los tenemos en casa, ¡¡ha llegado la WII!!, No he comentado nada del correo postal, telegramas, postales, felicitaciones de navidad, porque “el valor se le supone”; ni de aquellas tarjetas perforadas como primeros soportes informáticos de IBM para control del personal... (Textos: Juan Mayo Escudero, en la imagen, en la actualidad reside en Lisboa en Comisión de Servicio, 

El Dr. Gómez Benítez nació en El Puerto en el año 1954 y estudió párvulos en el colegio de la Pescadería de D. Miguel Cea y después todo el bachillerato en el colegio de San Luis Gonzaga de los jesuitas. Sus primeros recuerdos relacionados con la bodega datan de cuando siendo niño le llevaba algún recado a su padre Antonio Gómez --su padre-- y se sorprendía a sí mismo minúsculo entre un mar de vasijas de madera que entonces le parecían de tamaño descomunal y rodeado de un olor embriagador, especialmente en el mes de Septiembre cuando veía las botas con mosto en fermentación. Recuerda ese patio de la bodega con una luz cegadora y esas hileras de arrumbadores empujando las botas en calle Valdés. (Y es algo que permanece en la memoria colectiva de quienes conocieron aquel Puerto de bodegas, con un Campo de Guía en plena efervescencia, independientemente de las crisis del sector del momento).



ACADEMIA GOZAVIN.


ANTONIO GÓMEZ, CAPATAZ DE BODEGA.
Comenzó tocando la guitarra a los 16 años con "Los Jerrys", "Los Sombras" y varios grupos más, se marchó a Sevilla para tocar con "Los Bombines". Después marchó a Madrid y empezó a tocar la batería con "Los Payos" donde estuvo un año; luego formó un grupo llamado "Gong" en 1.973, grabando un disco con tendencias flamencas que por no tener promoción no llegó a tener éxito. Volvió a Sevilla y formó un grupo que se llamaba "Gazpacho", grabaron cuatro singles y un L.P., actuandon mucho haciendo sevillanas y rumbas.
A la izquierda, imagen de la portada del disco 'Hijos del Agobio'.



En 1.959, nuestro protagonista comienza a formar parte de la Orquesta Santamaría, tocando el acordeón o la batería, según las circunstancias, con destacados músicos de El Puerto como Alberto Barba y Enrique Galán , ambos extraordinarios saxofonistas, Antonio Pérez y Ramón Zarco maestros del piano, así como Roberto Vega que tocaba el acordeón. Llegando a tocar en numerosas Salas de Fiestas de nuestra Ciudad y la provincia: El Oasis, El Cangrejo Rojo, El Picnic, Balneario de La Palma en Cádiz, ...
SALVATIERRA RADIO.



MARRAJO A LA PLANCHA.
PAPAS BRAVAS, ALIOLI Y RASCACIO.
Regla destaca “que esto es una familia y eso se nota en la atención al cliente, en el interés que ponen todos para que la cosa salga bien y eso me alegra mucho. Todavía me acuerdo cuando los reunimos a los cuatro a principios del 2000 y le dijimos que queríamos poner en marcha un nuevo negocio, La Nueva Dorada, situado a pocos metros de la primera y regentado por José Manuel, el hijo del matrimonio. Pero le dejamos bien claro que sólo lo haríamos si contabamos con su respaldo y nos lo dieron. No podemos estar más contentos porque La Nueva Dorada funciona muy bien, hasta el punto de que nos hemos atrevido a abrir una tercera y eso a pesar de que corren tiempos de crisis”. (En la imagen, parte de la familia, junto a los fundadores de La Dorada: Regla Manzano y Manolo Márquez).




Horas y horas se llevaban las beatas jugando a sacar Ánimas con Padrenuestros, Avemarías y Requiescant... Le daban una vuelta a la perillita: el 3. Miraban en el cuadro: "Se sacará el ánima del Obispo más necesitado de sufragios". Otra vuelta: el 17. "Se saca el ánima de las meretrices a quienes nadie reza". Otra vuelta: el 23. "Se saca el ánima de los marineros muertos en la mar". Otra vuelta: el 51. "Se saca el ánima de los muertos por el rayo y las tempestades". Otra vuelta: el 70. "Se saca el ánima de ..." Y así hasta el 100. Si repetía número, no valía y se volvía a tirar.
Y, la verdad, encuentro menos nocherniego, menos escandaloso, más económico y más efectivo el Juego de la Ruleta de los Sufragios, porque, mientras la beata hacía éso, no estaba haciendo nada malo, sino algo bien provechoso para el alma de los difuntos de todo tipo y condición, no gastaba dinero, ni por su cabeza pasaban, mientras tanto, pensamientos pecaminosos. Además lo hacía, a la vista prodigiosa del altar privilegiado de Rivas, inmenso retablo barroco, coronado por el Resucitado atribuido a La Roldana y presidido por San Miguel Arcángel y, a la puerta de la capilla, entre los zócalos de mármoles y jaspes con los relieves las dos calaveras --cuyas cuencas, de chico, yo hurgaba inmisericorde con mis dedos--, y las cuatro tibias.
Mañana, día de los Fieles Difuntos, echaré en falta la Lotería de las Ánimas Benditas. Se eliminó inexplicablemente cuando la última restauración de las naves laterales de la Iglesia, que, como se dice muy bien, "quien restaura resta-aura". Pero yo cierro los ojos; mentalmente, giro la perillita: el 101. Y oigo una voz de ultratumba que me dice: "Se sacan del Purgatorio a las beatas ludópatas de la Prioral que ya no tienen quienes les recen". Padre nuestro... Ave María... Requiescant... Amén. 


