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Acerca de Gente del Puerto

Gentes y Habitantes de El Puerto de Santa María (España). Caras conocidas, caras anónimas, la savia del Rey Sabio.

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El campanario de la Iglesia Mayor Prioral.

Imagen de principio de siglo del Campanario de la Prioral

Si traigo hoy a las campanas entre mis personajes, es porque todas tienen un nombre. Yo encontré una vez en una librería de viejo, y lo compré, un raro opusculillo del XVIII que recoge el ritual para la bendición de las campanas, que es como ponerle nombre o bautizarlas. Las campanas tienen nombre y lengua.

LA MATRACA.

Hoy es Domingo de Gloria --Regina Coeli, laetare, ¡Alleluia!-- y me han venido a la memoria, no las campanas, sino la matraca que, desde el Jueves Santo hasta el Sábado de Gloria, hoy Domingo de Gloria, se tocaba en la espadaña de la Prioral y de todas las iglesias importantes del orbe cristiano. Desgraciadamente, estos conservables aparatos han ido desapareciendo de los campanarios por la incuria de la gente, de los curas mal informados, de los arquitectos sin preparación... como en el caso de El Puerto. /En la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado estos días una monumental matraca (en la imagen) fiel reproducción de la anterios existente, que se encontraba en lamentable estado. La matraca está compuesta por cuatro cajas de resonancia rectangulares, colocadas en cruz. Cada una de las cajas presenta una lengüeta que, al rotar sobre un eje con forma de rueda mordisco, las golpea y hace sonar al unísono. Los brazos de la cruz miden algo más de dos metros y medio.

Y yo echo de menos la monumental matraca del campanario en los días que han pasado, ahora que en la Catedral de Santiago de Compostela han inaugurado una monumental matraca, casi tan grande como la que recuerdo en el campanario de la Prioral.

Desmontaje de las Campanas de la Prioral en 1989. En la imagen, el párroco, Julio Juez Ahedo.

Desmontaje de las Campanas.

Lo mismo que echo de menos a aquellos campaneros de El Puerto que daban a cada toque el punto preciso y adecuado con lo que todo el mundo sabía qué era lo que se estaba cociendo y qué anunciaban: la media, (primer toque), el cuarto (segundo toque), la Misa (tercer toque); a muerto, entierro, funeral, a gloria; a  fuego, alarma; la salida del Viático para un enfermo; el Ángelus, la oración, las Ánimas, la salida de una procesión, su entrada, las treinta y tres campanadas --la edad de Cristo-- con que se abría la Puerta del Sol para salir el Nazareno...

A la derecha, uno de los campaniles del Coro de la Iglesia Mayor.

Anoche las campanas de la espadaña de la Prioral y los campaniles de la reja del coro sonaron a Gloria, anunciando la Resurrección --Quia surréxit Dominus vere, ¡Alleluia!. Y estoy seguro de que en todas las páginas web del Vaticano y de todas las Diócesis, con sus respectivos enlaces en las más humildes  hermandades, cofradías, órdenes religiosas e institutos de vida consagrada, habrá saltado la noticia. Porque en internet, se sabe al momento todo lo que ocurre.

El campanario de la Prioral, sin las campanas, durante la restauración de finales de la década de los ochenta del siglo pasado.

Imagen de la reparación de las cubiertas de la Iglesia Mayor, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, hace 20 años.

LOS NOMBRES.

Pero yo me quedo en lo más cercano, en lo más doméstico, en lo de toda la vida de Dios: en las campanas, con su nombre --San Miguel, San Pedro, San Cristóbal... y su lengua, su badajo, aunque, ahora, no las muevan con bramantes y sogas, a mano, volteadas o  amartilladas, sino dándoles corriente con un interruptor, programadas.

Manolo Girón, a la sazón sacristán de la Prioral, con la campana 'San Pedro' desmontada en el patio trasero del templo  y dos operarios, el 30 de marzo de 1989.

La verdad es que quien primero lo supo, sin campanas, ni teléfonos móviles, ni Internet, fue María de Magdala, y se lo dijo un humilde jardinero. Que no hay nada como tener interés por saber y estar al tanto de la noticia, a pie de obra. ¡Felices Pascuas! (Texto: Luis Suárez Ávila).

Una imagen actual del Campanario, visto desde la calle San Sebastián. (Foto: Utrera/Trigueros).

LA SOLEDAD DESFILÓ A PESAR DEL MAL TIEMPO EXISTENTE.
Los romanos de la Humildad escoltaron la Urna.

Lo desapacible del día, lloviendo a intervalos de tiempo con gran intensidad, hizo temer por la salida de la única procesión prevista: la de la Soledad. Afortunadamente para todas las personas que esperaban ese momento, y para los que habían trabajado durante las últimas semanas organizando el desfile, a la hora señalada el cielo estaba despejado, llenándose la plaza de la iglesia de un público ansioso de presenciar la salida, con un ojo en el cielo y otro en el atrio de la iglesia, donde los guardias municipales que iniciaban el cortejo esperaban la confIrmación del hermano mayor para comenzar el desfile. Las esbeltas banderolas, -nuestros genuinos guiones- de Humildad y Soledad tremolaron en la húmeda tarde-noche y los niños del orfanato iniciaron la carrera portando velas encendidas, seguidos de penitentes con túnicas y caperuzas moradas. Estandartes de las diferentes congregaciones religiosas antecedían al pequeño y sobrio paso de la Cruz y después de otra hilera de nazarenos, la Cruz Parroquial de primera clase, con manga negra, ciriales, clero y cantores, así como cuatro acólitos «que no cesan de turificar» precedían al paso con la urna «cuajado de flores naturales.»

Daban escolta una sección de romanos, con lanzas y rodelas. Seguían mas nazarenos, estos con túnicas y capirotes negros y en el centro «palio guiado por penitentes, trompeteros y banderín del Senado y Pueblo Romano» y los miembros de la junta de gobierno, seguidos de numerosas señoras con cirios encendidos, formando filas, precediendo al paso de palio de la Soledad, al que daban escolta cuatro números de la Guardia Civil, tras el que fIgura un cura de la iglesia Mayor ofIciando de Preste, relevado, según la costumbre, al pasar la procesión a la altura del convento de las MM. Capuchinas, en la calle Larga. Cerraba el cortejo la comisión municipal presidida por el alcalde, Luis Portillo, guardia municipal y la banda de música. Dieron las once cuando terminó el tradicional sermón de la recogida, con el paso de la Soledad frente al púlpito, en el interior de la iglesia, a cargo del sacerdote D. Juan Luis Cózar. (Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz, del libro  agotado "Tradiciones religiosas de El Puerto de Santa María").

LOS ARMAOS DE EL PUERTO.
Desde el siglo XIX las crónicas hablan de la centuria romana que acompañaba a la hermandad de la Humildad y Paciencia, que con irregular trayectoria procesionaba intermitentemente en la Semana Santa de El Puerto. Hasta 1947 procesionó con esta cofradía (entonces residente en la Prioral) los romanos que formaban una banda de cornetas y tambores dirigida por Torriguera. En la foto aparecen varios componentes, en el claustro de San Agustín, desaparecido monasterio y patio del clausurado colegio, cuya imagen se encuentra en los archivos de la hermandad, que sufrió especialmente con el saqueo angloholandés de 1702. Paco González Luque está ultimando el libro que se editará con estos 400 años de la Humildad F.A.G.

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Aquel Sábado Santo de 1977, el 9 de abril, la mitad de los españoles disfrutaban de sus vacaciones de Semana Santa o estaba viendo procesiones cuando, llegó la noticia de la legalización del Partido Comunista de España. El presidente del gobierno Adolfo Suárez, y el Secretario del PCE, Santiago Carrillo, habían acordado tras arduas negociaciones que ‘el Partido’, como se le conocía en el periodo predemocrático, sería legalizado aquel Sábado Santo. La paradoja se daría que la legalización del PCE llevó aparejado un claro declive político y electoral, tras tantos años de militancia clandestina.

El libro de Joaquín BardavíO 'Sábado Santo Rojo', publicado en 1980.

La noticia saltó a las seis de la tarde de los teletipos de la agencia de noticias Europa Press y de ahí, a Radio Nacional de España. Un descompuesto Alejo García, que casi sin aliento tras la carrera que se pegó entre la sala de teletipos y el estudio, leía ante los micrófonos de RNE: «Señoras y señores, hace unos momentos, fuentes autorizadas del Ministerio de la Gobernación han confirmado que el Partido Comunista...perdón... que el Partido Comunista de España ha quedado legalizado e inscrito en el... perdón... (ráfaga musical)... Hace unos momentos fuentes autorizadas...(ráfaga musical)». Luego, la televisión, los periódicos...

Resumen de Televisión Española.

¿Donde estaban?, ¿Que pensaron? ¿Que hicieron?

Estos 10 portuenses nos cuentan como vivieron aquella jornada, el momento político más delicado de la Transición Española, hace 34 años.

Francis Gómez Real.
Gerente bar la Draga/Herrería.

"Tenía seis años y no lo recuerdo, pero tuvo que ser muy bonito. Cuando tomé conciencia de que significaba aquello, aprecié la importancia del momento histórico y lo que suponía para la libertad en España, independientemente de mi forma de pensar. No todos tenemos que pensar igual, pero defiendo que cada uno pueda hacerlo libremente".

Miguel Marroquín Travieso.
Jubilado, ex militante del PC."

Tenía 34 años y estaba en casa. Al enterarme por la radio, yo como otros nos dirigimos a la sede oficiosa del Partido Comunista en la calle de Los Toreros. Allí nos congregamos junto a Antonio Álvarez Herrera, mi mujer Maruja, Manolo Espinar Galán, Rafael Gómez Ojeda, mi hermano Pepe Marroquín 'el Bloque', José María García Caballero 'el Carnicero', Antonio Ortega, ... Lo celebramos y preparamos la jornada del día siguiente en la que, en el Parque Calderón voceamos en libertad el periódico 'Mundo Obrero' y vendimos insignias y otros reclamos con los símbolos del PC".

José Puente García.
Estudiante universitario jubilado. Falangista.

"Tenía 45 años y me cogió en Arcos de la Frontera donde estaba con mi mujer y mis hijos para ver las procesiones y el domingo la suelta del toro. Como estaba desconectado de prensa, radio y televisión, relacionándome solo con el pueblo llano, me enteré de la noticia al regresar a El Puerto. No me cogió de sorpresa pues era algo que se rumoreaba desde hacía días. Tuve una sensación confusa al vivir la noticia a toro pasado pues, efectivamente, el gobierno había utilizado el efecto sorpresa. Salvo los interesados, la gente estaba a lo suyo".

Francisco M. Arniz Sanz.
Pintor y Crítico de Arte. Colaboró en la clandestinidad con en el PSUC, versión catalana del PC. Ex concejal del PP.

“El día que legalizaron el PC estaba en Barcelona, donde vivía desde 1971, celebrando con amigos la legalización con champán y tarta personalizada con emblemas del partido. Vivimos la alegría por la legalización del último partido que quedaba por legalizar y que de no haber ocurrido no se hubiesen celebrado unas elecciones completamente libres. Como tampoco hubiese podido regresar nuestro ilustre paisano, Rafael Alberti. Publiqué por esas fechas el libro ‘Homenaje a Rafael Alberti: Del Corazón de mi pueblo’, en edición cuatrilingüe. También, entre marzo y abril, publiqué en Madrid, un estudio bio-bibliográfico sobre el poeta, en la revista ‘Galeradas’.

José Luis Jiménez Alcázar.
Propietario del restaurante 'Pescados Capitales'.

"Tenía 33 años y estaba en Madrid, donde regentaba en el Paseo de la Castellana el restaurante 'Sansofé', que en guanche significa 'bienvenido'. Estaba en mi casa, vivía en la calle Dr. Fleming, 54 donde además tenía la oficina. Al bajar a la marisquería que había en los bajos de mi vivienda, el dueño me espetó: "¿Tu te crees que hay derecho que hoy hayan legalizado a los rojos?". Subí a casa y avisé a mi mujer e hijos que tuvieran cuidado por los posibles altercados que se pudieran producir, algo que no sucedió. A mi también me molestó la fecha elegida".

Paco Artola Beuzón.
Jubilado. Militante del PC.

"Tenía 41 años y estaba viendo una película en el Cine Moderno junto al sindicalista Paco Ibañez, cuyo nombre no consigo recodar. Así que me enteré dos horas mas tarde que el resto de los españoles porque, no fue hasta llegar a mi casa, en la Barriada José Antonio cuando me dieron la feliz noticia. Bien es verdad que en la calle ya había una cierta tolerancia hacia nosotros, los comunistas. Me quedé en casa comentándolo con mi mujer ya que nunca me han llenado los entusiasmos del momento".

Fernando Mora Eliso.
Ex director de SAFA-San Luis.

"Tenía 27 años y venía de viaje desde Bujalance, donde estaba de director del colegio de SAFA en dirección El Puerto. A la altura de Córdoba me enteré por la radio de que se había legalizado el PC. Muchos pensamientos vinieron a mi mente. Yo creía en la democracia y creía que aquello era factible. Me acordé de Julio Anguita, cuya primera mujer era de Bujalance y que me había ayudado en numerosas ocasiones desde Córdoba. En El Puerto me incorporé a los cultos religiosos del Sábado de Resurrección y, a mi regreso a Bujalance, pude compartir la satisfacción de los comunistas sabedores todos que, con aquella legalización, se iba a posibilitar que la democracia lo fuera de lleno".

Enrique Pedregal Valenzuela.
Ex alcalde pre democrático de El Puerto. Empresario.

"Tenía 40 años y formaba parte de la Corporación que presidía Manolo Martínez Alfonso, como Teniente de Alcalde. Con él nos reunimos --yo pensaba que era contrario-- y resultó que le pareció bien la actuación del gobierno pues a su juicio "se iban a acabar las rencillas". También estuve con el ex alcalde Fernando T. de Terry y otros concejales que pertenecieron a su corporación. "¡Bueno se van a poner los militares!", exclamé. Llamé a la Base de Rota donde tenía amistades y hablé con  el almirante ¿Ricardo Cruz? que no lo sabía, creo que por falta de diligencia de los oficiales que estaban de guardia. Recuerdo que afirmé: "Por fin vamos a saber quienes son", pues aunque se conocía a los líderes locales, el grueso militaba en la clandestinidad".

Rafael Gómez Ojeda.
Ex alcalde comunista. Jubilado.

“Tenía 43 años. Sabíamos algo, pero no se podía decir. Estábamos casi convencidos de que iba a pasar. Santiago Carrillo había dado la consigna de que no saliéramos a la calle, ni lo celebráramos con gritos, no fuera a parecer una revancha. Parecía que no iba a llegar nunca y es que nunca llegaba, pero el sueño se vio cumplido. Me acordé de mi padre, fusilado durante la Guerra, que dio su vida por la libertad. Y ya podíamos decirlo, recordarlo, sin temor y expresar nuestros sentimientos. Al día siguiente, los camaradas fuimos al Parque Calderón, con un clavel en la solapa y nos pusimos a celebrarlo invitando a una copa a todo el que quiso que pasaba por allí, en el desaparecido bar existente frente al también desaparecido carrusel de los caballitos.

Fue una alegría mas grande que cuando se murió Franco: una explosión de alegría”.

Fernando Gago García.
Ex alcalde independiente. Emérito de RRPP.

"Tenía 36 años y me  dirigía a la Casa de Ejercicios de 'La Inmaculada' de los Jesuitas a los oficios del sábado santo: la vigilia de Pascua de Resurrección y bendición del Cirio Pascual cuando, por la radio me enteré de la noticia. Y pensé 'Mira que bien, ya estamos todos unidos en paz'. Lo atribuí a los buenos oficios de S.M. el Rey". (Texto: José María Morillo).

Francisco Arniz celebrando, puño en alto, la legalización del PC. Le acompañan Amador Rey Fondo y Javier Aragüez

Rafael Gómez Ojeda, en el centro de la imagen, durante una concentración pro Aministía política en Cádiz, un año antes. Al final de la misma fue detenido junto a Rafael Román, José Ramón Pérez Díez-Alersi (a la izquierda de la imagen) y otros.

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Las agujas del frío de la madrugada las recuerdo clavadas en mi cara infantil, sorprendido, medio despierto de un sueño-vela, inquieto, expectante, ilusionado, cuando salíamos mi padre, mis hermanos y yo, calle San Juan abajo, para la Prioral a eso de la una de la noche del Jueves al Viernes Santo. Mi padre vestía la túnica de nazareno, del Señor, y , nosotros, las dalmáticas de acólitos. /El autor de la nótula, revestido de acólito, en la época que recrea.

Recién peinados, con fijador ‘Lucky’, revestidos de nuestras albas de encaje, planchadas y rizadas por las Madres Capuchinas y, encima, las dalmáticas moradas, con su cuello y su fiador, oliendo a alcanfor, que se mezclaba con el amargo humo de la retama, del horno de pan vecino, con la humedad de la rociada, con el frío, atravesábamos la puerta del Taller. Allí nos esperaba el Arcipreste del Partido, el Cura Propio de la Prioral, el Dr. Don Antonio Cía Moreno, con su sotana, su bonete de borla roja y su larga boquilla liada de 'papel de oficio' del Juzgado que le proporcionaba su sobrino Antonio Carmona, desde que el médico le dijo una vez que se retirara del tabaco.

«--Ya está aquí la Comunidad de Venerables Granujas», decía el Cura, señalándonos a los que vestíamos dalmáticas. Nos habíamos estrenado en salir en el Nazareno, la Venerable, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén, María Santísima de los Dolores, San Juan Evangelista, Orden Tercera de Servitas y Cofradía de Ánimas de San Nicolás de Tolentino, a la imagen y semejanza de la ‘Madre y Maestra’ de Sevilla. La Cofradía se fundó en el siglo XVII, en el convento del Sr. San Agustín, donde tuvo capilla propia, con camarín, un buen retablo, y muchas arañas de cristal que lo iluminaban. El Nazareno, con eso de venerarse en el Barrio de Guía, fue erigido en Protector de las Galeras Reales de España, que tenían su base e invernadero en el frontero río Guadalete desde tiempo inmemorial. /En la imagen, Antonio Cía Moreno, párroco de la Prioral en aquella época.

Aquel era el primer trasnoche de nuestras vidas y todo nos sabía a nuevo, nos sorprendía, nos sobrecogía y nos ilusionaba. Allí, con túnicas nazarenas -del Señor o de la Virgen-, las caras que habíamos conocido en el "desayuno del Nazareno", que se daba en mi casa, no bien acabada la misa de Comunión del Quinario y antes de la Función Principal: Don Francisco Quijano Rosende, Don Antonio de la Torre, José Ríos Santaorosia, Don  José Bononato, Carlos Zamora, 'Poniqui', Antonio González Rivera, Stenterello Rosario Ventura, Fernando Arjona, Eustasio Torrecillas, mis tíos José Moresco y Diego Muñoz, Lorenzo Boragno, Domínguez, Piñero, Rafael, Miguele Forte, Jesús Rodríguez Neto, José Muñoz Carrera, Tato y Paquito Quijano, Arturo Garrido, Paco Blandino y casi para de contar.

Los nietos del autor de la nótula y un nieto de Serafín Álvarez-Campana, de monaguillos, en la procesión de la Patrona.

A la salida procesional, la salvaban, las ‘representaciones’ multicolores, con sus guiones, sus estandartes, sus varas.... y  las mujeres, en tan gran número, que ‘en manada’ como se decía, ocupaban más de un centenar de metros lineales. Le daba cierto toque de ancestral manifestación barroco-religiosa la presencia del ‘Tío de las Cadenas’, y el ‘Tuerto del Resbaladero’ con la cruz al hombro, y Milagros Góngora Caballero, vestida de túnica y antifaz, la única mujer a la se le permitió ceñir el hábito nazareno porque tenía una promesa de ir detrás del Cristo pidiéndole por la salud de su hija Manuela.

Cuando Antonio Bernal Ortega, Antoñito ‘el Sacristán’ se dirigía a la Puerta del Perdón de la Iglesia y tomaba la soga de la campana grande, todo el mundo callaba. Treinta y tres veces sonaba el badajo sobre el bronce. Eran las treinta tres campanadas, por los treinta y tres años de la vida de Cristo. Silencio. Y se hacía un silencio sepulcral. Se abría la Puerta del Sol. La gente se esperaba reverente y callada en la plaza y por la calle Palacios abajo. Se acababa de recoger, en la Capilla de la Aurora la Humildad y Paciencia. Los mismos cargadores que la habían llevado, llevaban ahora los dos pasos de ‘El Silencio’. Yo no sé cómo esos hombres tenían cuerpo para tanto.  Los guiones flameaban por la plaza, las ‘representaciones’ salían tras sus estandartes. Luego, un pequeño número de penitentes nazarenos con la túnica y la capa de lana virgen blanca y los vivos, la botonadura, el cíngulo y el antifaz, morados. En rojo, sobre el hombro de las capas, a la izquierda, campeaba el Corazón de María traspasado por las siete espadas y, dentro de él, la Cruz quíntuple de Jerusalén. El estandarte bordado que hiceron en Valencia, en ‘Casa Garín’, y, por fin, el paso del Cristo. /A la izquierda, Antonio Bernal Ortega, Antoñito 'el Sacristán'.

Luis, Jesús y Juan Suárez Ávila, de pequeños, revestidos para acompañar al Nazareno.

Delante, inquietos, los acólitos de las dalmáticas moradas. Guiándolo, el hermano Luis Suárez Rodríguez, con túnica y antifaz y, debajo, la cuadrilla de los ‘Paquis’: ‘El Niño Chico’, ‘Tarugo’, ‘Panete’ y Gatica, de pateros. Las órdenes, escuetas, casi rumoreadas, sin que se percibieran, sino por ‘los de abajo’: (¿Prevenidos?; ¡Los delante a la derecha los de detrás a la izquierda!, o viceversa y ¡Fondo!). Tan sólo el llamador de hierro rompía aquel silencio. Con paso corto, arrastrando las alpargatas, sin mecido, hacia delante, el Nazareno de Pedro Roldán, con su túnica de terciopelo rojo, que le hiciera doña Cruz Hernández con las cortinas del salón de su casa-bien-venida-a-menos, y su rica Cruz de laca oriental barroca, hacía su aparición, entre los cuatro candelabros con veintiocho parabrisas con sus velones, sobre el ‘paso’, de caoba y cedro, que encargara el hermano Juan Avila y tallara José Ovando Merino.

La Guardia Civil, de gala, con correajes amarillos, y tricornios de fieltro, galoneado de castillos y leones, se incorporaba, escoltando el paso, con los fusiles a la funerala.  Detrás, la figura, escueta y alta, impresionante, del ‘Tío de las cadenas’, un vendedor ambulante de caramelos, que por promesa se ataba a los tobillos unas gruesas cadenas de cinco metros de longitud, ‘ida y vuelta’, que iba arrastrando desde que salía hasta que entraba la procesión. Y el ‘Tuerto del Resbaladero’ y ‘Saldiguera’ y Milagros Góngora Caballero, y multitud de mujeres.

De pronto, en el recogimiento de la noche, cortaba la saeta. ‘Silencio, pueblo cristiano…’ Era Pellicer, o Laynez, o ‘el Azotea’, o Arana, o Juanito Arjona, o Milagritos Forte, o Esperanza López, o Matiola, o Gatica... Cada vez que hacía ‘fondo’ el paso del Cristo, cada vez, una saeta. Era inevitable.  Una saeta, o dos, o tres. Calle Palacios abajo, Vergel, Plaza de las Galeras, calle Luna. Mi padre procuraba ordenar ‘fondo’ al pasar el paso en la esquina con la calle Misericordia y, entre los visillos del balcón, aparecía la silueta de la cara de su madre, mi abuela María de los Ángeles. Y mi padre miraba hacia arriba y se complacía de poder complacerla.

Calle Larga, a la derecha... El escueto paso de palio, con sus diez varales, de la Virgen de Ovando, confortada por el San Juan de Pedro Roldán, firmado tres veces, requiere detenerse en él. Lo primero, por el atuendo de sus imágenes: la Virgen vestía la saya y el manto de tisú de oro que le regaló don Francisco Quijano, el esposo de la camarista, Doña Luisa Aquino y Arnosa, la diadema de plata dorada que diseñó y regaló mi tío Juan Avila. Iba radiante, con el rostrillo de encaje, salpicado de joyas, y, en su mano derecha un pañuelo bordado. El San Juan, que vestía mi madre, llevaba una túnica que había sido del Cristo, y un mantolín que se le hizo del traje de una novia judía-sefardita de Marruecos. Se tocaba la impresionante cabeza de Roldán, con un nimbo de plata barroco que todos los años se le pedía a las monjas Comendadoras del Espíritu Santo. /En la imagen de la izquierda, María Santísima de los Dolores.

El palio, sin ser rico, era elegante. Morado, de terciopelo, estaba bordado en oro con motivos vegetales, cartelas con símbolos de la pasión y, en el fondo, al centro, el escudo de la Hermandad. Los respiraderos fueron obra del maestro Arjona, en lo que a carpintería se refiere, y, de mi padre, las excelentes cartelas pintadas con escenas de la calle de la Amargura. Pero al paso, por lo reducido, le decían ‘la caja de cerillos’. Ahora, que lucía, con la cera ardiendo y los gladiolos y los alhelíes blancos, entresacados con papaver, como el mejor paso de Sevilla.

Lo mandaba el hermano Don Antonio de la Torre González, a quien se conocía, pese a estar su rostro tapado, por cierta berruguita negra con  pedúnculo que tenía en el párpado derecho, junto a la nariz, que le salía por uno de los ojos del antifaz nazareno, y , por la tos, (Ején, ején) que tenía, de vez en cuando, como un tíc nervioso.

Detrás del paso, de preste, siempre iba Don Antonio Lobo, de capa morada, con bonete. Este sacerdote se prestaba humildemente a todos estos menesteres enojosos y cansinos, y estaba presente de celebrante o de capero en todos los entierros y capellanías, porque, aunque suspendidas las licencias para confesar, tenía que ingeniárselas para sacar adelante a su prole clandestina y sacrílega. Murió santamente, como había vivido, aunque esclavo de su fogosidad juvenil y de la carne débil --o dura, según la parte--, en el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla.

Dejamos al Cristo enfilando la calle Larga, a la derecha. Y bien larga que se hacía, porque la procesión llegaba hasta la Plaza de los Jazmines y volvía por la calle Cielos, Vicario y a su templo. Serían las siete de la mañana cuando el Nazareno entraba por la Plaza de la Iglesia, abarrotada de fieles, porque infieles es que no los había en aquellos años, o, por lo menos, no se manifestaban como tales.

El paso del Cristo entrando en la Prioral por la Puerta del Sol.

Nada de palmas, ni de vítores. Un respeto religioso presidía todo el cortejo. Y el ambiente. Silencio. El paso del Cristo daría la vuelta sobre el empedrado de la Iglesia. Con las maniguetas, casi daba en las columnas. Pero no las rozaba. Fondo y para dentro. Acaso una saeta o dos. Silencio. Mujeres; penitentes de la Virgen. A la altura de la casa de don Francisco Muñoz Seca se apreciaba la luz de la cera del paso de palio. Silencio.

Cuando la Virgen con San Juan, daban la vuelta sobre el empedrado y entraban por la Puerta del Sol, las dos pesadas hojas se cerraban. La procesión había terminado. Y el silencio seguía. El Alcalde dictaba todos los años un bando ordenando la suspensión de los espectáculos, la prohibición de la circulación rodada, el cierre de los bares... Silencio. Era ya Viernes Santo y el silencio se estrenó a las doce de la noche, una hora antes de salir por las puertas de la Prioral ‘El Silencio’. (Texto: Luis Suárez Ávila).

Los tres hermanos Rodríguez Román vestidos de Guardia Municipal de Gala, vulgo 'plumeros' a las puertas del antiguo ayuntamiento portuense. Manolo (cabo), Guillermo (casado con Vicenta, la hija de la panadera) y Vicente.

Durante la década de los setenta del siglo pasado, invitados por la Hermandad de Jesús Cautivo --en realidad es Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Trinidad Coronada y del Glorioso Apóstol Santiago--  de Málaga, una patrulla de la Guardia Municipal de Gala de El Puerto, acompañaba junto a una representación municipal a esta imagen en su traslado desde la iglesia de San Pablo a su trono procesional, todos los viernes de Dolores, recorriendo el barrio de la Trinidad malagueña.

José Arena Navarro, Cabo, José Muñoz Martínez, Juan Manuel Marroquín. José Carrasco Mateo. Conducía el Land Rover, en aquellos viajes a Málaga el guardia municipal Manuel Quirós (que no aparece en la fotografía), formados en las calles de Málaga.


La Guardia Municipal de Gala, desfilando por las calles de Málaga. Al frente de la misma, el Cabo Arenas.


Desfile procesional de la representación municipal. De izquierda a derecha,  los tenientes de alcalde Enrique Pedregal Valenzuela, Francisco Javier Merello Gaztelu y Diego Mora.

Durante dicho recorrido se visita a los enfermos en el Hospital. Este Cristo ha sido exaltado hace algunos años por el humorista y cofrade Angel Garó. Desde el año 2010 se ha trasladado al sábado, para propiciar mayor presencia de público y fieles, algo que se ha convertido realmente en una marea humana.

Retablo azulejo de 20 piezas (5x4) existente en la calle de Jesús Cautivo, inaugurado en febrero de 1972.

A la espalda del antiguo ayuntamiento, en la calle Jesús Cautivo, --cuyo nombre ya consta en el nomenclator de calles de 1874, acaso debido a alguna imagen que se pudiera venerar en el antiguo Convento de Descalzos-- existe un azulejo con ese nombre «Calle Jesús Cautivo, milagrosa efigie que se venera en la iglesia de San Pablo de Málaga». El azulejo fue realizado en los talleres malagueños de J. Ruiz de Luna. /Juan Melgarejo Osborne, a la sazón alcalde de la Ciudad, inaugurando el azulejo.

El 28 de febrero de 1972, la Junta de Gobierno de la hermandad malagueña se trasladó a nuestra Ciudad, acompañada por una representación municipal del ayuntamiento de la capital malacitana, para descubrir el azulejo mencionado.  La calle Jesús Cautivo se llamó en la antigüedad, calle Yeserías, acaso por las calerías o polveros existentes en dicha calle que proveían de material de obra para construcción y reformas.

Escuadra mixta de la Guardia Municipal de Gala de Málaga y El Puerto, en la calle Jesús de los Milagros el día 28 de febrero de 1972, durante la inauguración del azulejo que lleva el nombre de la cofradía malagueña.

En la imagen el casco de los uniformes de gala. Como curiosidad se puede decir que uniforme y cascos fueron comprados, de segunda mano, a la Guardia Urbana de Barcelona; aparece el escudo de la Ciudad Condal en el casco. Tradicionalmente el ayuntamiento de la epoca adquiría la uniformidad de los guardias en Sevilla, en los Almacenes Pedro Roldán.

El Ayuntamiento tuvo una escuadra de Agentes de Policía de Gala con uniforme  isabelino y sombrero tipo ros, que estuvo funcionando durante algunos de los mandatos de Independientes Portuenses, habiendo desaparecido en la actualidad.

Los 'plumeros' de gala, cerrando el cortejo de la procesión cívica, con la Corporación Municipal Bajo Mazas, camino de la Iglesia Mayor para asistir a la procesión religiosa de la Patrona. Año 2009. (Foto Juan de Dios Corzo).

Pregón de la Semana Santa 2010. Los 'plumeros' a derecha e izquierda del escenario.

En la actualidad, la Asociación Musical Santísimo Cristo del Amor, que preside Francisco Navarro García, hace las funciones de acompañamiento de gala, tanto en procesiones, como a la Corporación Municipal Bajo Mazas, en Plenos Solemenes de la municipalidad o en el Pregón de Semana Santa. El uniforme, inspirado en 'los plumeros' de la antigua Guardia de Gala porteña, sigue teniendo aceptación, como vitola de solemnidad y distinción en actos públicos civiles y religiosos.

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(continuación).

Existen numerosos ejemplos de Vía–Crucis que se extendió por los diferentes pueblos y ciudades dada la dificultad de visitar los lugares pasionales en Tierra Santa, tiene ejemplos destacables en el siglo XVIII, citaremos el de Umbrete, el del Monasterio de la Encarnación de Osuna, el del convento sevillano de Santa Rosalía o los del Hospital de Mujeres gaditano.

DETERIORO.
El valor de las piezas del patio trasero de la Prioral es innegable, dada la escasez existente en la actualidad, si bien el deterioro que han sufrido es patente. Un estudio de las piezas nos permite contemplar como la ignorancia y el fundamentalismo pueden llegar a destruir una obra de arte, pues tanto las caras como en ocasiones los cuerpos completos de las figuras de sayones, judíos y romanos han sido literalmente picadas en los distintos retablos cerámicos que hemos tenido el privilegio de contemplar. Hay una pieza que se encuentra en estado aceptable y otras dos que aunque con desperfectos nos permiten hacernos una idea de lo que tuvo que ser el Vía Crucis en origen.

Las composiciones son sencillas, presentando los elementos necesarios para entender cada escena. Este conjunto de retablos del siglo XVIII, en su mayoría deteriorados, conforma la serie de piezas cerámicas más antiguas ubicadas en la actualidad en la ciudad. ??Representa los esquemas clásicos y habituales de los Vía Crucis de la época, desarrollando la misma hechura en las piezas, aunque elaborando en ocasiones algo más los dibujos, lo que revela la mano de un artista conocedor del género y que sin llegar a ser de una gran categoría, si es de mayor realce que otros que ejecutaban piezas cerámicas en la época que nos ocupa.

Habiéndose ya localizado las piezas en el interior de dependencias anexas al patio, hemos podido verificar que no se corresponde con el modelo de Jerusalén al tratar el primero de los retablos analizados el episodio de la flagelación en vez del de la Sentencia de Cristo.

Pero volvamos con las Estaciones de Penitencia.

El cuarto azulejo está también partido.

8ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÚS CON LAS SANTAS MUJERES.
La pieza muestra los azulejos de la parte derecha con desperfectos, incluso el cuarto está roto en varias partes. A pesar de todo no es de las piezas más dañadas pues deja ver el rostro de las figuras secundarias, en este caso dos de las santas mujeres. Representa el pasaje bíblico del evangelio en el que Jesús se encuentra con las mujeres y les habla. ?Este pasaje está incluido en el Vía Crucis de Jerusalén.

Incluso las manos del Cristo han sido picadas en esta escena pasional.

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
El retablo muestra evidentes daños, las dos figuras secundarias han sido prácticamente borradas de él y los desperfectos son evidentes incluso en el cuerpo del mismo Cristo. Conjuntamente con las estaciones 1,2, 10 y 14 pertenece al grupo de las más maltratadas.
Este pasaje está incluido en el Vía Crucis de Jerusalén.

Las figuras que desnudan a Cristo han sido literalmente borradas.

10ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
En esta pieza los daños, realizados sobre las figuras secundarias han llegado a alcanzar incluso a la cara de Jesús.

La estación presenta daños hasta en el rompimiento de Gloria.

11ª ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO.
Varias roturas en las piezas, la cara de Longinos ha sido borrada al igual que el soldado encargado de clavar en la cruz a Cristo y hay golpes en los azulejos, de todas formas se deja ver una composición típica de las estaciones de Vía crucis de la época que reflejan este pasaje, incluyendo la cesta con los instrumentos de la pasión y el pequeño montículo desde el que la Virgen acompañada de san Juan contempla la escena, estas dos últimas figuras pudieran ser de una mano distinta a la que ejecutase el resto.
Las piezas 12,13 y 14 que indicamos a continuación se encuentran en dependencias no accesibles actualmente y solo ha sido posible su catalogación gracias a la gentileza de las cofradías de la Misericordia y de la Oración en el Huerto, cofradías portuenses que guardan sus enseres en estas dependencias.

En esta estación ha sido borrada la cara de Gestas el mal ladrón.

12ª ESTACIÓN: JESÚS EXPIRA EN LA CRUZ.
Al encontrarse en el interior del almacén de la cofradía de la Oración en el Huerto se ha preservado de posibles deterioros, amén de haber sido cuidada por dicha hermandad.

Solo presenta un desperfecto en la cara del mal ladrón que ha sido borrada de la cerámica. Este retablo carece de gloria, al igual que las piezas 12 y 13.

La estación trece conjuntamente con la doce y la cuatro son las mejor conservadas.

13ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESCENDIDO DE LA CRUZ.
Conjuntamente con la pieza cerámica correspondiente a la cuarta estación es la que presenta menos desperfectos, estando prácticamente en buen estado salvo una lasca que ha saltado del azulejo número 6.
Al encontrarse en el interior del almacén de la cofradía de la Oración en el Huerto se ha preservado de posibles deterioros, amén de haber sido cuidada por dicha hermandad. Carece de gloria al igual que las piezas 11 y 14.

La estación más deteriorada conjuntamente con la primera es la catorce.

14ª ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO.
La pieza ha sido localizada en el interior del almacén de la cofradía de la Misericordia. Está severamente dañada, presentando pérdida tanto de esmalte como incluso de parte del bizcocho de algunos azulejos. Es la pieza peor conservada, presentando serios desperfectos en todas sus piezas.
Observamos rompimiento de Gloria en las piezas cerámicas comprendidas de la 1 a la 11 figurando la numeración de la estación a la derecha del espectador en las identificadas como estaciones 1, 3, 4, 5, 6, 11 y 13 (azulejo 2), mientras que las demás están numeradas a la izquierda (azulejo 1).
Se observa el empleo en primer plano de piedras y flores en todas las estaciones, que generalmente, salvo en el caso de las piezas 1 y 7 presentan solo los elementos o imágenes imprescindibles para entender la escena, procurando obviar cualquier otra cosa que pueda distraer la atención del espectador, pues este debe concentrarse en la contemplación de las escenas pasionistas. (Texto y fotografías: Alfredo García Portillo).

2

El origen de la devoción al Vía Crucis se debe a la práctica piadosa del ejercicio de recordar el recorrido que realizó Jesucristo desde el Pretorio hasta la cruz y posteriormente al sepulcro. Literalmente Vía Crucis, significa camino de la cruz. A lo largo del Vía Crucis, se representan distintas escenas de la pasión, ante las cuales se reza.

Éstas no siempre han sido las mismas, sino que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, ello deberá ser tenido en cuenta a la hora de realizar el estudio de las piezas.

Al producirse las paradas ante éstas para proceder a rezar tal y como hemos comentado y al constituir propiamente detenciones en la marcha, se dio origen al nombre de estaciones. Cuenta la tradición que la Virgen, recorría el camino que recorrió su hijo Jesucristo y se paraba en aquellos lugares en los que éste había sufrido, besaba el suelo y oraba. Fue una peregrina española, la monja Egeria la que reflejó para sus hermanas de Galicia la idea de recorrer y describir los lugares santos, pararse en cada uno de ellos, leer el evangelio y rezar. Ella misma relata como los fieles durante el Jueves y Viernes Santo realizaban ya esta práctica en Jerusalén.

Acceso al Patio de la Prioral por la puerta contigua a la Capilla de la Aurora.

EXPANSIÓN POR EL MUNDO.
Durante los siglos siguientes son frecuentes las alusiones a esta forma de rezo que realizan los viajeros de la época.??En Jerusalén, a partir del siglo X comienza a existir una división entre las estaciones y en el XIII, se determina el lugar preciso de las paradas. Son diferentes autores los que reflejan también varios tipos de estaciones, llegando a quedar constituida a finales del siglo XVI con la forma que llegan a la actualidad.

Como quiera que las peregrinaciones originaban muchas molestias y gastos a veces cuantiosos, se llegó a esta forma de devoción a la Vía Dolorosa que se fue propagando por todo el mundo. Hoy día la representación del Vía crucis está en casi todos los templos e incluso en las calles de algunas ciudades y pueblos españoles.

Podemos ver dos azulejos en el patio trasero de la Iglesia Mayor Prioral.

PATIO TRASERO.
En una zona poco accesible en la actualidad, se encuentra el que da el título al presente artículo. El lugar, el patio trasero de la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María, deja ver una serie de diez piezas de las catorce de que consta el Vía Crucis.

Las otras cuatro piezas, se encuentran en el interior de dos almacenes construidos por dos de las cofradías portuenses, que tienen sus titulares en el interior de la Iglesia, lo que da por una parte la seguridad de que están siendo bien custodiadas, pero por otra la certeza de que la devoción al citado Vía Crucis caducó hace ya mucho tiempo. /A la izquierda azulejo del Via Crucis del Monasterio de la Encarnación. Osuna (Sevilla).

A la izquierda, esquema de la red modular de las piezas  que es de 2x3 azulejos.

DESPIECE.
El modelo de Vía Crucis que estudiamos podríamos encuadrarlo en la segunda mitad del siglo XVIII y es cercano en cuanto a estilo al del Monasterio de la Encarnación de Osuna.

A diferencia de éste, cada estación está compuesta por seis azulejos (13’5 x 13’5 cms. de lado) con una disposición de 3 filas por dos columnas, aplicable a todas sus piezas, si bien la estructura de la cenefa es variable.Se han utilizado los colores azul, verde musgo, morado, ocre y amarillo, como es común en la azulejería devocional de la época. El conjunto se encuentra enmarcado por una lista azul y exteriormente por una guardilla blanca con motivos ornamentales en azul de 7 cms. de ancho, lo que da una idea de la importancia que en principio tuvieron las piezas para aquellos que lo encargaron. En la parte superior un rompimiento de gloria.

La primera estación no coincide con la Sentencia de Cristo.

1ª ESTACIÓN DEL VÍA CRUCIS.
Se ha localizado la pieza en el interior del almacén de la Cofradía de la Misericordia, habiéndose comprobado que no corresponde a una estación de la Sentencia de Cristo, sino a la flagelación, por lo que no responde exactamente el Vía Crucis al modelo de Jerusalén. Esta escena fue una variación que se dio fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVIII y así  puede verse en otros Vía crucis de la provincia gaditana como por ejemplo el del Convento de los Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda.
Por otra parte, podemos asegurar también que se trata de mutilaciones "de época", pues tanto ésta como el resto de piezas protegidas han sufrido daños en las imágenes de judíos, romanos y sayones que acompañan a las imágenes objeto de veneración en todas las piezas tanto ocultas actualmente, como visibles en el patio.
La escena presenta daños en todas sus azulejos habiendo sido destrozada literalmente una de las figuras de los sayones y presentando la otra imagen e incluso el Cristo daños importantes. La cenefa que lo rodea también está dañada.

La segunda estación presenta también graves deterioros.

2ª ESTACIÓN: JESÚS A LA SALIDA DEL PRETORIO.
Representa el momento en que se le entrega la cruz a Cristo. Tres figuras alredor del Redentor han sido mutiladas, es decir, literalmente picadas de la escena, queriendo que desaparezcan, una en su totalidad y otras, pies, caras y manos.
A diferencia de otros Vía Crucis (Ver por ejemplo piezas del Vía Crucis de los claustros alto y bajo del Hospital de mujeres de Cádiz, del de las calles de la ciudad de Valverde del Río o el de la iglesia de San Juan Bautista de La Palma del Condado), muestra como se le entrega la cruz a Cristo, mientras en éste, al igual que en el caso del de los Capuchinos de Sanlúcar, se le hace entrega de la cruz, presentándosele  de pie para que la abrace. Esta segunda estación se corresponde con la segunda estación del modelo de Jerusalén.

La tercera estación es de las menos deterioradas.

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
De esta escena han sido picadas las caras de los dos soldados que acompañan a la imagen de Cristo, así como los brazos de uno de ellos, aún así no es de las piezas más deterioradas y estaría a tiempo de una intervención.
Esta tercera estación se corresponde con la tercera estación del modelo de Jerusalén. Su tradición es apócrifa.

La estación mejor conservada de las que se encuentran en el patio, es la cuarta.

4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÚS CON SU MADRE.
Es la mejor conservada de todas las piezas que hemos podido ver del Vía Crucis. Revela el uso de los colores más habituales en la azulejería devocional de la época (azul, verde musgo, morado, ocre y amarillo). La iconografía de la pieza nos muestra una tradición apócrifa, según la cual Jesús se encuentra con su Madre en la que luego sería denominada en Jerusalén como calle de la Amargura.

La estación quinta también se corresponde con el modelo de Jerusalén.

5ª ESTACIÓN: SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.
La cara tanto de Simón de Cirene como del soldado que presencia la escena han sido picadas y literalmente borradas, otros golpes han impactado sobre los azulejos que forman la pieza. Las piezas 6 y 7 que indicamos a continuación se encuentran aún tapadas y protegidas al haberse procedido a realizar una restauración del entorno, por lo que su catalogación ha sido posible gracias a los permisos obtenidos.

La estación sexta presenta daños de consideración.

6ª ESTACIÓN: ENCUENTRO DE JESÜS CON LA SANTA MUJER VERÓNICA.
La imagen del sayón que hostiga a Cristo ha desaparecido de la escena.  El azulejo número 3 es el más dañado, y el 4 y el 5 presentan pérdidas de importancia.  La guardilla muestra también evidentes signos de daños.

La estación se corresponde con la sexta del Vía Crucis de Jerusalén. También en este caso se nos representa una tradición apócrifa.

Como en la mayoría de las estaciones en primer plano se muestran piedras y flores.

7ª  ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
Los azulejos 3 y 4 son los que presentan desperfectos más graves, habiendo desaparecido la parte superior de una de las imágenes de los sayones.
En los azulejos dos y cuatro se deja ver una construcción con diferentes tonalidades y colores empleados en la pieza cerámica, lo que revela un determinado interés en el empleo del color y da cierta profundidad a la composición. La estación se corresponde con la séptima del Vía Crucis de Jerusalén. (continuará).
(Texto y fotografías: Alfredo García Portillo).

El Domingo de Ramos de 1877, recibió El Puerto de Santa María la visita de Alfonso XII (1857-1885). El joven monarca de 19 años llegó a la estación a las 10:30 de la mañana desde Cádiz. Lo que sigue es una crónica del acontecimiento acaecido el 25 de marzo de 1877, a través de lo publicado entonces por los periódicos El Comercio y Diario de Cádiz. /En la imagen de la izquierda, Alfonso Francisco Fernando Pío Juan de María de la Concepción Gregorio Pelayo de Borbón y Borbón que reinó, tras la restauración borbónica hasta su muerte prematura con 27 años, víctima de la tuberculosis,  como Alfonso XII entre 1874-1885, con el sobrenombre de ‘el Pacificador’.

El rey entró en la Bahía a bordo de la fragata Vitoria de la escuadra real, el 22 de marzo de 1877. Un mes antes había salido por tren desde Madrid  para embarcarse en Cartagena, recalando la flota en Alicante, Valencia, Tarragona,  Barcelona, Islas Baleares, Almería, Málaga y Cádiz.

La fragata Vitoria, botada en 1865. tenía 90 metros de eslora, que funcionaba a carbón con una dotación de 600 hombres. Tenía 30 cañones lisos de 68 libras (20 cms.) y coraza de planchas de hierro de unos dos metros bajo la flotación hasta la altura de la cubierta alta.

Ante la llegada del monarca, en sesión celebrada el 19 de marzo en las Casas Consistoriales de la calle Santo Domingo (actual Instituto de E.S), había acordado el Ayuntamiento librar "diez mil pesetas para sufragar los gastos que se originen", así como distribuir 500 hogazas de pan para que "las clases más necesitadas participen del júbilo de que se halla poseída la Municipalidad por tan fausto acontecimiento". La Corporación promete asimismo un rancho extraordinario a los presos y a los enfermos del hospital. De igual modo, se socorre a los conventos y al Asilo de Huérfanas con 40 pesetas cada uno. La comisión que organizó la recepción del rey la formaban los concejales de la Comisión de Fiestas, Sres. García Encinas, Barra y Carrera, a la que se agregan los ediles de la Portilla, García Alonso y Pacheco, y como vecinos colaboradores Manuel Rodríguez, Roldán, Carlos Cuvillo, Joaquín Rodríguez Guerra, Juan de Benito y Manuel Pico.

Estación de Ferrocarril en el último tercio del siglo XIX.

Aquella mañana, D. Alfonso descendió del tren en El Puerto con uniforme de capitán General del Ejercito. Le acompañaban, entre otras personalidades, el Presidente del Consejo de Ministros (D. Antonio Cánovas del Castillo), el ministro de Estado (D. Manuel Silvela), el Capitán General de Andalucía, los Gobernadores Civil y Militar de la provincia  y el Sr. de la Viesca, alcalde de Cádiz. En la engalanada estación esperaban el Excmo. Ayuntamiento en pleno bajo mazas, el diputado provincial D. Francisco Nicolau y numerosos vecinos. Le da la bienvenida en nombre de los aproximadamente 22.000 habitantes del municipio, el alcalde accidental D. José de Pazos, que lo era por renuncia del titular  Sr. Gil de Partearroyo, Marqués del Castillo de San Felipe.

Así describía Diario de Cádiz (26-3-1877) las primeras etapas de la visita: "Su Majestad entró en El Puerto en un hermoso carruaje con cuatro caballos castaños, dirigiéndose la comitiva por la plaza de los Jazmines a la C/ Larga, donde había un bonito arco de triunfo; siguió por la C/ de Luna a la Iglesia Mayor Prioral, donde se entonó el "Te-Deum", visitando S. M. a la patrona de la ciudad Ntra. Sra. de los Milagros. Después, siguiendo el camino de la C/ de Palacio, pasando por otro arco construido con vasijería de los envases de vino, que se hallaba colocado entre las calles de San Bartolomé y de Moros. Muchos edificios particulares de la población se hallaban engalanados, distinguiéndose también el Casino, la casa de la Compañía de aguas y el Club de regatas." Los arcos mencionados habían sido diseñados por el maestro mayor de obras, D. Miguel Palacios. El Casino aludido podría ser "El Primitivo" o el "Casino Nuevo", ambos en la C/ Luna. La "Compañía de Abastecimiento de Aguas a Cádlz" tenía sus oficinas en la C/ Larga n° 74, siendo Ingeniero de la misma D. Arturo Wright, quien, además, presidía el "Club de Regatas".

"Pero lo más notable" -escribe El Comercio (27-3-1877)- "era la animación del pueblo, el panorama que formaban tantas mujeres hermosas, ocupando apiñadamente los balcones, agitando con Indecible entusiasmo sus pañuelos, cubriendo de flores y palomas el carruaje del Rey".

El episodio central de la jornada lo constituyó sin duda la visita que hizo Alfonso XII a las bodegas del filántropo gaditano y diputado a Cortes D. José Moreno de Mora Vitón (1825-1908), situadas en la C/ de los Moros (actual bodega 'Mora' de Osborne): "El regio viajero visitó la bodega del Sr. Mora, enterándose minuciosamente de cuanto atañe a la industria vinícola, y haciendo al dueño de la casa preguntas muy oportunas referentes a ella." (Diario de Cádiz)

Bodegas Osborne, en calle Fernán Caballero, a la derecha el actual Teatro Municipal Muñoz Seca se atisba en la esquina.

Recibió el Sr. Moreno de Mora a D. Alfonso a la entrada de la bodega, dirigiéndole breves palabras y terminando con tres vivas al rey, repetidos por los trabajadores. Comienza la visita por la "Bodega Vieja", de vinos añejos, y de allí va a la de "San José", donde inspecciona los lagares, calderas y útiles de vendimia. Después de examinar los jardines y el almijar donde se asolean las uvas, recorre S.M. la tonelería, en cuyo centro había "un primoroso templete de elegantes proporciones que se había formado con duelas, ordenadas de manera que producían una ilusión completa." (El Comercio) Pasó por último Alfonso XII al salón de muestras y al escritorio, firmando en el álbum de visitas de la Casa.

Finalizada la visita, el rey "se dignó aceptar el almuerzo que le fue ofrecido por el Sr. Moreno de Mora en el elegante comedor de su elegantísima casa [C/ de los Moros, 7], y honró a la distinguida esposa de nuestro diputado [Dña. Micaela Aramburu] llevándola del brazo a la mesa y sentándola a su derecha. Sentábanse a la mesa unas 30 personas más, habiendo tenido el Sr. Moreno de Mora la delicada consideración de permanecer de pie atendiendo respetuosa y dignamente a S. M." (El Comercio).

Patio central del Colegio San Luis Gonzaga.

Antes de dejar El Puerto, estuvo Alfonso XII "algunos momentos" en el colegio de San Luis Gonzaga. Allí sería cumplimentado por el rector, P. José María Vélez. La visita del monarca al internado jesuita, aunque breve, prueba el prestigio de un centro docente reabierto sólo un año y medio antes, habiendo sido suprimida la Compañía de Jesús durante la Revolución de 1868. En el curso 1876-77 había en el colegio 184 alumnos (54 externos y 130 internos). Es posible que D. Alfonso hubiese podido saludar ese día al alumno Salvador Bermúdez de Castro O'Lawlor, que llegaría a ministro de Estado durante el reinado de Alfonso XIII.

Se trató de una estancia de unas 4 horas, opinando Diario de Cádiz que "Su Majestad y la regia comitiva abandonaron la ciudad del Guadalete muy satisfechos del recibimiento que habían tenido". Tras visitar Jerez, Sevilla, Granada y Córdoba, llegó finalmente D. Alfonso a Madrid el 5 de abril de 1877. (Texto: Bernardo Rodríguez Caparrini).

5

Hace más de treinta años, le llamaban ‘Loco’ por correr. Salía de trabajar y a correr. Los fines de semana, se levantaba temprano y a correr. Correr, correr, correr... ¿De que o quienes huía Pedro Rizo el ‘Maratón Man’ de El Puerto? ¿Huía de si mismo? ¿Huía de la vida?

Pedro Rizo era de los antiguos: Trabajar mucho en la construcción, fumar sin parar dos 0 tres cajetillas diarias y ennegrecer sus pulmones . Crearse una dependencia con el tabaco que lo iba a matar. Sus copitas... bueno de vez en cuando. Mala vida para un trabajador de la construcción. El se lo notaba pues por la mañana, toser, escupir, el pecho...

Un buen día fue al médico y este lo asustó: O dejaba el tabaco poco a poco o sus pulmones no aguantaban más. En verdad Pedro se acojinó y tomó una decisión radical: dejar el tabaco. Así, sin más. Estaba claro: huía de su enemigo el tabaco, la nicotina. El había encontrado ese remedio providencial y creyó en él. El deporte, la carrera, lo podía salvar. He hablado mucho con él sobre este tema y él cree a pies juntillas en este remedio providencial cuando ya tiene mas de setenta años. Me dice a mí cuando estoy próximo a su edad y tengo algún problema de agobio o de ansiedad, que me ponga a correr.

Cree en lo que hace y su salud se ha mejorado muchísimo. Come de todo, duerme estupendamente, todo le cae bien e incluso comiendo, se toma una copita. Se le quitó la tos, los problemas del tabaco y los que antes se metían con él --porque claro, ver a un tío en calzones blancos corriendo por El Puerto en los años setenta, en que no había cultura del deporte y la salud, manda huevos-- pues los que antes se metían con él ahora lo envidian y andan con bastones, barrigones, y otros que no pueden ni andar.

XVII Carrera Popular de San Silvestre (Chipiona).

XXXI Carrera Urbana Ciudad de Jerez.

Corriendo en El Cuervo (Sevilla).

1935.
Pedro Rizo nació en El Puerto en el año 1935. Menudo año. Nació en el Barrio Alto. Hijo de un trabajador del campo o de lo que saliera, con un montón de hermanos, tuvo una niñez durísima, ¿Cómo no? Pasó hambre... si su padre se quedaba parado, le quitaban hasta el médico y tenían los críos que ir con sus madres si enfermaban --no tenían seguro de paro-- al médico de la Beneficencia en el hospital de San Juan de Dios en Micaela Aramburu. Desde aquí, un recuerdo imborrable a aquellos médicos de Beneficencia que con escasísimos medios y ayudados por la farmacia --preciosa, por cierto-- del hospital y sus monjas las Hijas de la Caridad de inmaculada y almidonada cofia, atendían y aliviaban como podían de tantísimos males todos derivados de la miseria y la pobreza con que malvivía gran parte de la población de El Puerto. Don Servando, Don Antonio García Sánchez, Don Agustín Fernández son un ejemplo de aquellos médicos de la Beneficencia.

Con unos compañeros de carrera. /Foto: Sebas Rey.

LAS CUATRO REGLAS.
Pedro estuvo hasta los nueve afios en el colegio de San José de Calasanz vulgo Hospitalito. Aprendió las cuatro reglas y lo que era menester de lectura para un niño que tenía que trabajar pronto para ayudar en su casa. Y efectivamente se colocó con nueve años guardando vacas en la finca La Carlota. Ganaba un duro y mantenido. Esto de 'mantenido' parece que no pero tiene su importancia: era lo primero que buscaban aquellos padres cuando colocaban a un crío en el campo: por lo menos tenían la seguridad de que comían el plato de potaje caliente. Eso no faltaba en los campos. La olla grande o lo que dice el vulgo 'cucharón y paso atrás'.

EL CAMPO.
Trabajó después con la azada en el campo. Todavía me acuerdo yo de aquellos jornaleros portuenses que al llegar al 'Lejío' (Egido) después de una jornada agotadora, venían andando desde La Negra, Atalaya, o la Canal, tras estar todo el día cavando con la azada. Derrengados, sedientos, los sombreros descoloridos, las manos destrozadas... y llegar a sus casas, aquellos patios corraleros del Barrio Alto a tomarse un lebrillo de gazpacho o lo que hubiera de sustento. Algunos con la 'zoleta' al hombro de escardar trigo o cebada.

Carrera Nocturna de San Silvestre 2010, donde fue homenajeado Pedro Rizo. (Chipiona). /Foto: Sebas Rey

PICAPEDRERO.
Después del campo, Pedro Rizo con 18 años se colocará de 'picapedrero' en la empresa Ginés Navarro, haciendo la carretera Jerez-El Puerto por el nuevo trazado que nosotros hemos llamado siempre 'La Trocha’, es decir el antiguo camino de Jerez sin pasar por El Portal. Ganaba de 'picapedrero', es decir de partidor de piedras a mano, golpeándolas con un martillo de mango largo o 'machota' sujetando a veces las piedras, con los pies con el consiguiente peligro, 214 pesetas la quincena. El golpe tenía que ser certero porque te podías machacar los dedos de los pies. Los accidentes eran frecuentes y había que voltear el martillo sujeto por el extremo del mango con las dos manos, describir en el aire una especie de semi circunferencia y golpear con fuerza la 'piedra madre', es decir la piedra grande. Después las más pequeñas se partían más fácilmente si se puede decir así porque fácil no había nada... las piedras de San José del Valle son muy duras, muy buenas para aquellas carreteras. Picapedrero... un oficio maldito. Manos ensangrentadas, pies hechos de sangre y moratones, gafas de motorista antiguo en los ojos para que las esquirlas de piedra no te dejaran ciego. Ocho horas diarias.

TONELERO.
Después Pedro, nuestro ‘Maratón man’, si él nos permite que lo llamemos así, trabajó --yo creo que Pedro ha trabajado más que maratones ha hecho-- durante cinco o seis años en la tonelería de Jose Luis Huertas en la calle Cruces y luego en la construcción hasta su jubilación.

Pedro Rizo se casó en el sesenta y tres y tuvo tres hijos: dos hembras y un varón. Ha cumplido con ellos en la vida.

RECORRIDOS.
Como ha cumplido en sus carreras y maratones por circuitos de Sevilla (20 maratones); Jerez (10 maratones); Cádiz, San Fernando, Rota y Chipiona; Vía Verde Coripe-Olvera; maratón popular de El Puerto de Santa María, Córdoba, Vejer,  Sanlúcar, Trebujena. De todo ello guarda trofeos, placas, reconocimientos, diplomas, homenajes... en su pequeño piso de una 'corrala' de la calle Santa Clara, en cajones, estanterías, armarios y hasta debajo de la cama, tanto trofeo, tanta chatarrería dorada con santo y seña grabados de sus premios y participaciones. Su mujer soporta con paciencia que le tenga ocupada toda la casa con tanto trofeo, ya que ella no sabe donde meter ni siquiera un paño de cocina. Pero Pedro soporta con estoicidad tanta protesta.

MÉDICO DE SI MISMO.
Moliere, el gran comediógrafo francés, en su obra 'El médico a palos»' creo que insertó la frase «Médico, cúrate a ti mismo». Pedro, sin ser médico, se ha curado a sí mismo y hoy es consciente de la importancia que tiene la decisión que tomó en su día, de correr para buscar la salud ya que el tabaco le iba a matar. Aparte de eso, la carrera y el maratón le ha dado un aliciente en su vida, pues viaja, conoce gente, ha sido nombrado deportista del año en El Puerto, ha recibido galardones, homenajes... de todo. Pero claro eso exige esfuerzo, soledad, el entrenamiento de día a día con lluvia, fría, viento, calor, sudores, sed, calambres. Pedro tiene un correr fácil pues apenas levanta los pies del suelo. Parece que no corre, pero ponte a su lado y verás. /Foto: Miguel Díaz.

A la pregunta que le hago de qué espera ya de la vida, me responde que «--Vivir lo mejor posible». Comer, beber su copita, salir, hasta que le llegue la hora. Cada mañana que se levanta, piensa que tiene un día más de vida. Pedro es muy austero y vive con una pensión corta pero se apaña. Le encanta correr por la sierra pues es un ecologista nato. En el argot de los maratonianos le llaman Pedro 'el Viejo'. Ya es algo para pasar a la historia. Ya saben Pedro 'el Cruel', Pedro 'el Grande'...

De izquierda a derecha, Pedro Rizo, Fernando Mora Eliso, director a la sazón de SAFA-San Luis, Antonio Muñoz Cuenca y Luis Benvenuty Morales, en 2008,, curante la presentación del Libro 'Paisajes y Paisanaje'0 del autor de esta nótula, en el que figura nuestro protagonista. /Foto: Carmen Álvarez.

EL PAISAJE.
Conoce perfectamente todo el paisaje portuense: Camino Viejo de Rota, cañada del Verdugo, camino de los Romanos, Molino Platero... muchas piedras, arbustos y retamas son testigos de su entrenamiento diario y confidentes suyos pues son señales que le indican lo que lleva recorrido, y lo que le falta. En su correr diario, salvo cuando va con amigos del Club Alcanatif, Pedro es un solitario que va .metido en su mundo interior ensimismado, sudoroso. Su entrenamiento diario es su verdadero maratón pues ahí no hay premios, ni halagos, ni trofeos. Está él solo con sus pensamientos y el camino. Como es duro, Pedro va pensando en las mil cosas del día para hacerlo más llevadereo. Y así durante treinta años. Es un guerrero. Su fuerza, su voluntad, su tesón, su esfuerzo... Pedro es un héroe de Salamina, un hombre de la calle Santa Clara... un luchador. Vive y vivirá para contarlo. (Texto: Antonio Muñoz Cuenca).

8

PROFESORES.
De izquierda a derecha: Áureo Sanz Hernangil; Antonio de la Torre González; Eduardo Ballesteros Salas; Diego Muñoz; Federico Verdi; Srta. Sanz (Hija de Don Áureo); Miguel Zea Quiroga (Director); Srta. Maria Teresa Peral Pino (Casada con Guillermo Jiménez); Srta. Paquita Aquino; Manuel Moreno Romero; Siro Morata Torres (era además de maestro, practicante y daría clases en La Salle) y Enrique Pedregal Valenzuela.

EL EDIFICIO.
La fachada lateral del Colegio, por la Bajada del Castillo, junto al edificio que albergó hasta hace escasas fechas los Jugados. En la actualidad, derrumbado el Colegio -que también albergó a la Agrupación Cultural Medusa, oficinas, viviendas y el Restaurante “La Abuela María”, ocupan el espacio que tantos y tantos porteños guardan con buen sabor, entre sus recuerdos infantiles.

LOS PEQUEÑOS.
De izquierda a derecha: 1ª fila.- Alfonso Gutiérrez Colosía; Francisco Rodríguez Rendón; Severo Ruiz Calderón; Rafael Hernández Venegas; Manuel Pasage Martínez; Flor Pedregal; Pinilla García. 2ª fila: ¿Diego Muñoz Ávila?; Desconocido; José Beltrán Serrano; Álvaro Höhr Jiménez; Jose Luis Hernández Venegas; Andrés Soler Ferrer; Ángel Medinilla Cantera. 3ª fila.- Manuel Camacho Villegas; Rafael Muñoz Bellvís; Juan Cárave García; Menchaca; Francisco Javier Muñoz Manzanera; Ángel Moresco Suárez. 4ª fila.- Francisco de Paula Ojeda Román y José Ojeda Román (hijos de José Ojeda Leiva de la panadería Ojeda en la calle Ganado; Roberto Muñoz Ávila; desconocido; desconocido; desconocido; desconocido. 5ª fila.- Desconocido; desconocido; Juan Suárez Ávila;  Ángel Albert Alonso; ¿Ángel Mena Alonso?; Mariano Cantera Farrugia; José Ignacio Jiménez González Nandín; Ignacio Paullada Porras (hermano del que está en Urbanismo). 6ª fila: Desconocido; desconocido; Manuel Sánchez Balber (Marino Mercante, hijo del Sastre que estaba junto a la casa de los Valimaña Lechuga "Macario" y a la barbería de "Rojitas" en la calle Luna y frente al Banco Hispano Americano); Juan Muñoz Ávila; Guillermo Fernández Ahumada; desconocido; Jorge Gutiérrez Colosía; Mariano Medinilla Cantera. 7ª fila.- ¿José Muñoz?; desconocido; José María Giménez Torrent; ¿Juan Luis Villar?; Luis Pastrana Moreno; Jesús Suárez Ávila; desconocido. 8ª fila.- Javier Merchante Gutiérrez; puede ser José López (hijo del que fuera Comandante de los Guardias); desconocido; desconocido (puede ser José Felipe González Gómez); José Antonio Márquez Carrascosa; Javier Bermúdez Tejada; Joaquín Anelo. 9ª fila.- Rafael Bellvís Porras; Nicanor Gómez González; Indalecio Rábago Vega; Ramón Matiola Mayorga; Francisco López Franco; Francisco Basallote Roca y desconocido.

LOS MAYORES.
De izquierda a derecha: 1ª fila.- Antonio Arredondo del Río; Ignacio Sordo de la Torre; Francisco López Cepero; Guillermo Roselló Castell; Rogelio Galán Benegas; Antonio Lebrón Iturriaga (muy amigo de la pandilla de Juan Luis Bermúdez, Vicente González; Jesús Jiménez, Fernando León, etc.). 2ª fila.- Ramón Lizaso Solinís; Emiliano Cristóbal Dato; Guillermo Benvenuty Díaz; Benito Gago García; desconocido;  Francisco Javier Moresco Suárez; Rafael de los Santos Rodríguez. 3ª fila.- José Luís Moresco Suárez; José María Pedregal Valenzuela; Miguel Caccetta de la Rubiera; José Crespo Chacón; José Zaragoza Roselló; Jesús Jiménez Alcázar, 4ª fila.- Desconocido; José María García Maiquez; Manuel García Pérez; Ignacio Enciso; Antonio Márquez Crespo (el procurador); Luís Suárez Ávila;, abogado y colaborador de estas páginas. 5ª fila.- Eduardo Benjumeda Osborne; Pedro Hencho o Enche García; Luís Requino; Miguel Rascón Roselló; Manuel Albert Alonso; Álvaro Osborne Tosar; Ignacio Benjumeda Osborne. 6ª fila.- Manuel Tosar Bayo; Fernando Bootello Reyes; Fernando León García; Juan Luís Perles Giner; puede ser un Calero; Enrique Garcia Máiquez. 7ª fila.- Ángel Mena Alonso; Rafael Gómez Garcia; Jaime Benjumeda Osborne; Víctor Gómez Giménez;  Roberto Rendón Gómez; desconocido; Julio Cristóbal Dato. 8ª fila.- Leopoldo Jiménez Ruiz; Ángel Albert Alonso; Eduardo Ruiz-Cortina Ruiz; Bartolomé Romero Haupold; Miguel Roselló; José Domínguez Camacho; Francisco Rascón Nieto.  9ª fila.- José Gómez Giménez; José Cárave Moreno 'Lele Cárave'; Juan Rodríguez; José Cabrera Ordinez; Sancho Sancho Sancho; Cristino Arredondo del Río.

Orla de la que se han extraído las fotografías que se documentan en esta nótula.

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(*) Nota los Giménez descendientes de los de la Panadería "La Pastora" es con "G", como José y Víctor Gómez Giménez y José María Giménez Torrent (Hijo de Tomás Giménez Benito y Milagros Torrent Sánchez). Ambos dos José han fallecido.

Más nótulas del Colegio de La Pescadería:
107. COLEGIO LA PESCADERÍA. Antiguos alumnos (I).
238. COLEGIO LA PESCADERÍA. Curso 1950/51(II).
239. COLEGIO LA PESCADERÍA. Curso 1959/60 (III)
324. COLEGIO LA PESCADERÍA. Preparatoria. 1959/60. (IV).

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga por su colaboración imprescindible en la elaboración de esta nótula.

1

“¿Qué se encierra debajo aquesa losa?
un cuerpo que abrigaba un alma inquieta;
él era un genio ayer, era un poeta
¡hoy es polvo no más!”

Ángel María Dacarrete.

Ángel María Dacarrete Hernández nace en El Puerto de Santa María el 14 de noviembre de 1827. Su padre, José Luis Dacarrete Ramírez, era natural de Cádiz y su madre, María Regla Hernández Samaniego, era natural de El Puerto. Marcha a Cádiz para estudiar en el Colegio San Felipe Neri. Después fija su residencia en Sevilla y hacia la mitad del siglo se instala en Madrid. Al igual que Espronceda, Patricio de la Escosura y Ventura de la Vega, Dacarrete fue discípulo del poeta sevillano Alberto Lista. Conoció a Bécquer en Sevilla y es, al decir, de José Pedro Díaz, “el más importante precursor de Bécquer”. Si se atiende a la fusión que en su poesía se descubre del alemán y el español, de la balada y el cantar, del “lied” y la “soleá”, tan patente luego en las Rimas del poeta sevillano.

El aislamiento de Bécquer es menos absoluto de lo que a primera vista parece. Como todos los artistas, y por muy individual que sea, Bécquer está ligado a su tiempo y tiene en él, si no justificación, por lo menos una ambientación suficiente. Por lo pronto, Bécquer encontró no diremos una escuela formada, pero sí un clima, un ambiente propicio a la germinación de su obra. De cualquier modo, ya no se puede hablar de Bécquer como de un fenómeno aislado; y siempre al iniciar su estudio, debiera aludirse al grupo de precursores, entre los que destaca Ángel María Dacarrate. /En la imagen de la izquierda, G.A. Bécquer.

Dacarrete tradujo, como Eulogio Florentino Sanz y Augusto Ferrán, a Heine, a quien admiró tanto como a Uhland. José Pedro Díaz significa que “el poeta de la época que más se acerca al tono de Bécquer antes que éste haya publicado ninguna de sus rimas más características, y que debe ser considerado su precursor más inmediato, es Angel María Dacarrete”. Fue, quizá junto a Pongilioni , en su momento el poeta más destacado del ambiente literario de Sevilla; pese a ello la mayoría de las antologías románticas lo tienen en olvido. Todos estos poetas, pues, cultivan un nuevo tipo de poesía y crean el clima que ha de hacer posible la inverosímil aparición de un poeta de las características del gran lírico sevillano.

Dacarrete colaboró, como Bécquer, en La España Musical y Literaria, y en muchas otras publicaciones. Dacarrete, colaboró asiduamente en La América, revista de Madrid, que empezó a publicarse en 1857 y en la que también escribían Emilio Castelar, la Avellaneda, Carolina Coronado, Eulogio Florentino Sanz, Ruiz Aguilera y Campoamor, aparte de otros ingenios menos conocidos, entre ellos el íntimo amigo de Bécquer Luis García Luna. La América, cuya publicación se prolongó bastante años, concedía singular atención a la poesía inglesa, y mayor aún a la alemana, insertando frecuentes imitaciones y traducciones de Goethe, Schiller y, sobre todo de Heine. Uno de los más afortunados imitadores de éste fue Dacarrete. Sólo en el número del 8 de agosto de 1858 se insertan hasta ocho poemas suyos, todos los cuales, tanto por el tema y la manera de tratarlo como por el lenguaje y hasta la estructura métrica, delatan evidente parentesco con la poesía posterior del autor de las Rimas.

Dacarrete estrenó su primera obra dramática titulada Magdalena en 1855, a la que siguieron la zarzuela Mentir a tiempo, con música de Fernández Caballero, la comedia Poderoso caballero con dinero y el drama Una historia del día. Entre sus cargos políticos hay que destacar los de gobernador civil de Valladolid y Burgos. Diputado a Cortes, Director general mucho tiempo de Hacienda y de Gracia y Justicia del Ministerio de Ultramar, Dacarrete sirvió también durante veinticuatro años en el Consejo de Estado, perteneciendo al Tribunal Contencioso y presidiendo la Sección de Hacienda hasta que quedó cesante por reforma en Mayo de 1904.

Estaba en posesión de la Gran Cruz de Alfonso XII. Propuesto para ocupar el sillón “R” de la Real Academia Española de la Lengua el 2 de diciembre de 1900 no llegó a ocuparlo ya que cuando estaba justamente preparando el discurso de entrada, el 13 de octubre de 1904, a las dos de la tarde, le llegó la muerte a causa de una úlcera venal en su domicilio madrileño de la Plaza del Cordón, núm. 2.

Abunda en nuestro poeta la estrofa que luego se llamó becqueriana, compuesta de tres endecasílabos seguidos y de un heptasílabo, que con frecuencia se sustituye por un pentasílabo. En Ensueño, una composición publicada en La América en 1858, aunque se sabe que estaba escrita un año antes, leemos: “Inmóviles los dos y silenciosos, / apoyada la mano sobre el seno, / sonreímos ... ¡Yo estaba al despertarme / en lágrimas deshecho!”. La semejanza de estos versos con alguna rima de Bécquer son tan evidentes que no hay que señalarlas. Lo mismo se podría decir de otras composiciones de Dacarrete: Vigilia, A..., Dime, ¿por qué?, El amanecer. Escribió asimismo Cantares, cuyos contactos con ciertas Rimas becquerianas son casi seguros. Y como dijo el poeta portuense : “¡Ay! ¡Mil ojos se fijan en mis ojos / pero los suyos no! / ¿Por qué extrañar que ante el bullicio aislado / enmudezca mi voz?”. (Texto: Francisco Arias Solís).

OBRAS.
“En nuestra biblioteca Pública, prologada por José Luis Tejada y Francisco M. Arniz Sanz, editada en 1986, permanece a salvo del olvido una buena parte de su obra entre las 88 páginas que componen El Libro del Amor, antología de nuestro poeta y Académico. ” Manolo Martínez Cordero.

Magdalena (1855)
Mentir a tiempo (zarzuela)
Poderoso caballero con dinero
Una historia del día
Julieta y Romeo: drama tragico en cuatro actos y en verso (1858)
Las dulzuras del poder: comedia en tres actos y un prólogo original y en prosa (1859)
La España del siglo XIX (1886)
Martínez de la Rosa. El triunfo de las instituciones representativas
El Duque de Tetuán. La revolución de 1854. La transacción de los partidos
La Unión Liberal y D. Antonio de los Ríos y Rosas
Las guerras de África y de América
Los antecedentes de la revolución de 1868.
Poesías (publicación póstuma, 1906).

4

Matilde Montero García, Maty, nació en Cádiz y si bien sus padres Eloy Montero y Matilde García Pacheco, eran de la capital, sus abuelos maternos eran de El Puerto: vivían en la calle Diego Niño. La familia se vino a vivir a El Puerto y el padre montó una sastrería en la Calle Larga, donde vivió de pequeña en el núm. 114, principal. Segunda de tres hijos, tenía una hermana mayor que ella 19 años, de un anterior matrimonio de su padre, que era viudo.  Vivió con pocos años la explosión de Cádiz, que en El Puerto se hizo notar, rompiendo cristales con estruendo. Se casó con el gallego Arturo Rial, natural de Vigo, en marzo de 1965, con quien tiene dos hijos, Arturo Eloy y María Matilde. Esta es su historia, contada por ella misma.

“Yo nací el 30 de diciembre de 1941, así que acabo de cumplir mis primeros 69 años. Tanto mi padre como mi madre eran naturales de Cádiz, pero mi padre se vino a trabajar al El Puerto, contratado, en la que por entonces era una gran tienda de tejidos con sastrería, porque mi padre era sastre. Pronto se cansó de estar tan sujeto y se estableció por su cuenta trabajando en casa, desde que yo tengo uso de razón.

En la Feria de Jerez, el 30 de abril de 1944, aparecen en la imagen Pura Montero Mela, Paco Montero; Ana, mujer de Antonio Pantoja, natural de Gibraltar y Matilde García Pacheco, madre de nuestra protagonista que contaba ya con poco mas de dos años.

Excursión a Sevilla --visita al Alcázar-- en junio de 1944. Entre otros, aparecen los padres de Maty, Eloy Montero, el sastre de la calle Larga y Matilde García Pacheco;  Paco Montero y Antonio Pantoja y su mujer Ana.

El matrimonio tuvo tres hijos, soy la del medio entre dos hombres, por lo tanto fui la niña querida, el ojito derecho de mi padre. Éste sacándolo de su oficio apenas sabía nada, leer, escribir y poco más. Mi madre, por el contrario había tenido una buena educación para aquellos tiempos; tenía  una letra preciosa, no tenía faltas de ortografía, sabía taquigrafía, mecanografía y las ‘labores propias de su sexo’, como coser, bordar,...; era una maravilla, doy fe de ello, porque me enseñó mucho en mis años de espera para casarme.

CARMELITAS, COLOMA Y LABORES.
Desde los 3 años que fui al colegio de Las Carmelitas hasta que terminé con 16 o 17, puedo decir que fue un periodo muy bonito. Mis recuerdos y anécdotas son todas preciosas; aquellos juegos en el patio de la palmera, aquellas procesiones por las principales calles de El Puerto cantando y llevando en andas a la Niña María. Recuerdo cuando, ya más mayorcitas, nos metíamos en el patio de San José para comernos las deliciosas naranjas mandarinas a escondidas de las hermanas, que claro con lo que huelen pronto nos cogían.

Primera Comunión el 31 de mayo de 1949, contando nuestra protagonista 7 años y medio, Iglesia de HH. Carmelitas. De izquierda a derecha, fila delantera, Maria Teresa Alba Medinilla, Pilar Poullet Ramirez, Carmen Lores Romero, desconocida, Matilde Montero Garcia, Cecilia Sevillano Sánchez, Lourdes Lizaso Solinís, Maria Teresa Tejada Prieto, Manolita Buhigas Cabrera, Maria Luisa Ortega Duran y desconocida. Nombre de las tres desconocidas y no ubicadas: Cristina Respeto Roselló, Maria de la Soledad Pérez Vela y Vicenta Crespo Ivars. Fila segunda, de izquierda a derecha, Marita Enciso, Angelina Crespo, María José Nuchera. Las cuatro de segunda fila: Marita Enciso Dominguez, Angelina Crespo Matiola, Maria Jose Nuchera Alcantara y desconocida. Los niños desconocido Manuel Serrano Garcia, desconocido, Miguel Cachetta de la Rubiera, Javier Moresco Suarez, desconocido, Pepin Nogués Ropero, Jaime LLorca Ortiz y Jose Miguel Merchante Gutierrez. Entre los desconocidos estan estos nombres, pero no sabemos ubicar: Jose Luis Garcia León, Luis Crespo Ivars y Manuel Palomino Galan.

De izquierda a derecha, Pili Guerra, Lisazo, Maty y Lucila Romero Andicoverri, de la farmacia de la calle Cielos que tenía su padre.

Cursé mis estudios de bachillerato yendo a Jerez al Instituto ‘Padre Luis Coloma’ a examinarme. Completados aquellos era imposible seguir estudiando más, a no ser que te desplazara a Cádiz o supongo que a Jerez también, lo que era imposible para la economía familiar, ya que más bien era de subsistencia. Por lo tanto no he desempeñado ninguna cátedra, no he tenido ningún puesto importante en ninguna empresa, pero si he llevado mi titulo de ama de casa con orgullo y responsabilidad. Ese título, ya lo sabéis todo por experiencia, es estar las 24 horas del día de guardia, saber de todo y estar dispuesta para cualquier emergencia.

La Coruña en 1970. Prueba de carga del viaducto de Linares Rivas. /Foto: Alberto Martí Villardefrancos.

VIVIR EN LA CORUÑA.
Dejé El Puerto en 1965, cuando me casé y me fui a vivir a las tierras de Galicia. ¡Que os voy a decir de esas tierras tan divinas! Nunca tuve problemas en ella, la familia de mi marido me recibió de maravilla, y nosotros nos instalamos en La Coruña. Gracias a que mi marido fue y es muy trabajador y, en sus buenos momentos, supo compaginar varios trabajos a la vez, --y bueno supongo que también mis granitos de arena--, nos fuimos situando económicamente bastante bien, sin lujos. Le hemos dado un piso a cada hijo, solo tenemos dos. Y nos quedan los que vivimos allá y acá.

¿HEMOS AVANZADO?
No creo que mi vida sea como para figurar en Gente del Puerto, es igual a todas las demás de mi generación donde en nuestro carnet de identidad en nuestra profesión poníamos 'Sus Labores'. Y o lo digo con orgullo frente a estos tiempos en que todas las chicas están sacando sus buenas carreras y con buenos puestos de trabajo, pero que desde la perspectiva de los años me pregunto ¿hemos ganado? Ahora tienen todo el tiempo ocupado, estresado, no pueden tener hijos sin contar con alguien de confianza que se pueda hacer cargo de ellos; para eso están los abuelos que se ven todos paseando a los pequeños. La casa..., en fin que más queréis que os cuente.

Tramo de la calle Larga, entre Ganado y Plaza de Isaac Peral.

EL PUERTO A FINALES DE LOS 50.
Estos días hablando con unos familiares de la juventud de hoy día me decían: “--En en nuestra niñez y juventud no habíamos disfrutado, no teníamos nada”. Difiero de esa opinión, yo he tenido una niñez plena, durante la juventud me divertí todo lo que pude en aquellos tiempos. Nuestros paseos calle Larga y calle Luna en el invierno. En el verano el Parque arriba y abajo. Y la playa de La Puntilla, eso era el no va más, todos nuestros amigos, conocidos al alcance de la mano, todos hablando nuestro idioma: el portuense. Yo no me quejo al revés lo evoco con cariño.

Reconozco que si tengo una envidia mala corrosiva y maligna con respecto a la juventud de hoy. Aclaro, los medios que tienen para los estudios, el acceso a la cultura, los idiomas y la independencia que pueden desarrollar para llegar a donde se lo propongan.

Patio de la Casa Palacio Oneto, en la calle Larga, frente a calle Luja.

¡QUE PENA ME DA EL PUERTO!
Ni sus habitantes, ni sus políticos hacen nada por él. En todas las ciudades que conozco vivir en el centro histórico es signo de prestigio, distinción y poder económico. Aquí por el contrario, es como si fuera una cosa antigua, de viejos. El Puerto es bonito por muchas cosas, pero esas casa señoriales que, a cada dos pasos tropezamos con alguna de ella, propio de esta parte del país. Pues bueno un tanto por ciento bastante alto están en ruina, cayéndose a pedazos, cerradas, tapiadas u luciendo una valla desde hace mucho tiempo y en la calle más emblemática de la ciudad. ¿No podría el Ayuntamiento, al mismo tiempo que da licencia de obras para bloques en el extrarradio, exigir la reparación de una de estas casas?  Si, ya sé que sería complicado, pero algo se tendría que hacer.

¿Conjunto Residencial? /Foto: Antonio Gutiérrez Ruiz.

Hay otro aspecto que también me apena. ¿Qué pasa que la gente no pasea? Se sale un domingo y no hay ni un alma por las calles, las cafeterías cerradas y a veces te preguntas que, si no tienes algún plan,  es preferible quedar en casa.

Hay una ciudad cercana de la que no quiero dar su nombre, que es un lujo pasear por su centro, sus cafeterías a rebosar, su plaza del Cabildo, su paseo a orillas de la playa... Se echa de menos aquellos paseos de la juventud. Pero para más inri , si hay una fiesta, una procesión o una actividad extraordinaria no se puede andar: todo el mundo a la calle. Y yo digo, si El Puerto es de por sí una fiesta diaria, debían de pensar que cuanto más ambiente más atractivo se ve a los ojos de los visitantes”.

6

Manuel Jesús Bernabé Gatica, Manu, no nació solo el 9 de Febrero de 1962,  sino que también lo hizo su hermana melliza de nombre Eloisa, en Cádiz capital, hijos del gaditano Manuel  Bernabé González-Balbuena y de Eloisa Gatica Lara, natural de El Puerto.

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(*) Capirote: 1. adj. Cucurucho de cartón cubierto de tela que usan los penitentes en las procesiones de Semana Santa. 2. m. Dicho de una res vacuna, que tiene la cabeza distinta del color del cuerpo. || Procede de ‘capirón’, palabra en desuso, que significa cubierta de la cabeza.

1962
En 1962 era alcalde de la Ciudad Luis Portillo Ruiz. Manuel Martínez Alfonso publica su libro «El Puerto de Santa María en la Literatura Española».

Se rueda en El Puerto la película ‘La Becerrada’ con Fernando Fernán Gómez; la Plaza de Toros y el Vapor, espacios inmortalizados, cuyo cartel reproducimos en la imagen de la izquierda.

Rafael Alberti publica ‘Poemas Escénicos’ primera serie. Se inauguraba el Hotel Meliá ‘El Caballo Blanco’. El ayuntamiento concede la Medalla de Oro de la Ciudad al dictador y Jefe del Estado, Francisco Franco.

Se inauguraban las viviendas de La Pescadería, reciente y parcialmente derrumbadas para recuperar la Plaza del Carmen.Empieza a realizar su labor docente el Colegio La Salle que, en septiembre, inaugura el Curso 1962/63.

Nacen el investigador Bernardo Rodriguez Caparrini, el compositor carnavalesco Luis Galán y la actriz Montse Torrent y el navegante Epi Unzueta Melgarejo. El fotógrafo Manuel Bernabé Gatica.

En el colegio 'La Divina Pastora', Manu junto a su hermana melliza, Eloisa.

La infancia de Manu transcurrió en el núm. 52 de la céntrica calle Luna, donde vivió hasta el año 1972. Los estudios de enseñanza primaria, entonces E.G.B., los realizó en el  colegio La Divina Pastora, encima del conocido establecimiento de ultramarinos La Giralda, realizando el segundo ciclo en el colegio La Salle Santa Natalia y más tarde, los estudios de BUP en el Instituto Muñoz Seca. En el año 1978 comienza Formación Profesional en  SAFA, finalizando la FP-2 en el Instituto de Formación Profesional de San Fernando.

Colegio de la Salle. Curso 1973/74. Fila superior, de izquierda a derecha: Angel Magriñán Camacho, Miguel Hermoso López, Juan Antonio Egea Aldana, Ricardo García Moscoso, Eduardo Lojo Lavis, Rafael Velez Díaz, Jesús González Beltrán, Ignacio Perea Rincón, Claudio Bayard Lopez- Cepero. Fila segunda, de izquierda a derecha, Javier Jiménez Aragón, Miguel Rodríguez Peinado, Ricardo Pérez Sánchez, Francisco Rivera López, Fco.  Javier Pérez Cabral, Julio, Antonio González Herrera, Luis Góngora, Juan José Medina Ruiz, José A.Torres. Fila tercera, de izquierda a derecha, Francisco Martínez Cordero,  José Manuel Pérez Pérez, José Rojas Cárdenas, José Áspera López, Antonio Mesa Ortiz, Salvador Blanca Fernández, José M. Rodríguez Sucino, Manuel J. Bernabé Gatica, Eugenio Neva Pérez, Francisco Montesino Gallego, Agustín Velázquez Bocanegra. En el suelo, de izquierda a derecha, Alberto Pérez Izquierdo, Domingo Péculo Fernández, José Bautista Pérez, Francisco Peinado Alcón, Juan Carlos Ordoñez González, Juan Ruiz Rosa, Miguel Mena Rodríguez, Juan Vicente González Jimenez.

En 1992 contrajo matrimonio con Milagros Quintero Utrera con quien tiene dos hijos: Manuel Jesús  (1994) y Nuria (1999).

AFICIÓN POR LA FOTOGRAFÍA.
Apenas tenía nueve años cuando, en un ropero de su casa, encontró una vieja cámara de fotos --de esas que tenían  fuelle--,  que su padre guardaba desde hacía muchos años. Fue entonces cuando empezó a sentir curiosidad por aquella cámara y decidió ponerla a funcionar, siempre y cuando su padre accediera a ponerle un carrete. Así fue y desde aquel día nació su interés por la fotografía. La primera foto que recuerda haber hecho fue un autorretrato, realizado delante del espejo de un ropero. Ese fue el punto de partida. La vieja cámara de fotos se convirtió, al cabo de algún tiempo, en un instrumento más en su vida diaria. /En la imagen de la izquierda, Manu en la Feria de Crevillet de 1980.

Con el paso de los años consiguió hacerse con una cámara más moderna, con carrete de paso universal y más acorde con los tiempos, hasta que al final pudo conseguir su primera cámara réflex, la cual sería, sin lugar a dudas, el paso decisivo hacia ese fantástico mundo. Donde estaba Manu Bernabé, siempre estaba su cámara.

Manu Bernabé, Mariano Serrano, José Antonio García Misa y Eusebio Pérez Fernández en la calle de la Zarza, en Obregón, uno de los últimos reductos del arte tabernero y bodeguero de El Puerto.

Manu Bernabé, Juan Manuel Brea, José Antonio García Misa, Manuel Gutiérrez, Alfonso Loureiro, Juanma Aldana, Manuel Aldana, Pepín Puente. Agachados, Manu Bernabé hij, Nacho Puente y Jesús Puente, durante la Navidad 2010 en el bar 'El Tentaero'.

SEMANA SANTA.
Fue aprendiendo de forma autodidacta y más tarde adquirió algunos libros y enciclopedias de los cuales iba sacando información. Cuando tenía dudas, buscaba la opinión de alguien más avanzado que él o incluso de algún profesional. Al final de la década de los setenta empezó a hacer fotos a la Semana Santa portuense. Primero las hacía en negativo y, posteriormente, en diapositivas. Desde entonces no ha faltado un solo año a su cita con la Semana Mayor, que se aproxima-

LLAMADOR.
Desde el año 2001 hasta hoy ha aportado sus fotografías para la confección de los carteles  e itinerarios de Semana Santa editados por la emisora local Radio Puerto FM, así como de algunas otras entidades y empresas. En la actualidad tiene editados 18 carteles y está en posesión de premios y trofeos entre los que se encuentran:

2º premio del Consejo Local de Hermandades. Año 1985
3º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1995
2º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1996
3º premio Hermandad de la Borriquita. Año 1998
2º premio Hermandad de la Borriquita. Año 2002
1º premio Hermandad de la Borriquita. Año 2003
3º premio Hermandad de la Soledad. Año 2007
VII Antifaz de Plata Hdad del Olivo. Año 2008
1º premio de la ”Madrugá”  Hermandad del Nazareno. Año 2008
3º premio Hermandad de la Soledad. Año 2010

1º premio Hermandad del Resucitado. Año 2010. /En la imagen de la izquierda, Manue Bernabé haciendo entrega a Benito López-Cepero de la Venta 'El Cepo' y el 'Rincón Español' en  el año 2001, del cartel enmarcado del que fue autor y que patrocinó el citado establecimiento hostelero.

En el acto de entrega del Llamador 2011, de manos de Millán Alegre. Detrás los concejales Capdevila y Benavente, el alcalde Enrique Moresco, el Secretario del Consejo de Hermandades, José Manuel Castillo y Angelito García González, mantenedor del acto.

Una conseguida fotografía de Manu Bernabé en la Plaza de Toros de El Puerto.

PLANETA DE LOS TOROS.
En los años noventa sintió curiosidad por la fotografía taurina, aunque desde el tendido, lo cual no le daba demasiadas satisfacciones. En las dos últimas temporadas taurinas de El Puerto, ha colaborado con un  diario de la bahía. Una nueva experiencia desde el callejón.

En la imagen, en los burladeros de la Plaza de Toros de El Puerto, junto al torero Morante de la Puebla y el empresario Briole, propietario de los muebles del mismo nombre.

18

Manuel Moreno Simeón, nació el 30 de octubre de 1938 en el Hotel ‘Vista Alegre’ propiedad de sus padres, asistido en el parto por el Dr. Francisco Muñoz Seca, siendo el tercer hijo del matrimonio formado por Manuel Moreno Moreno y Bella Simeón Rodríguez: Rosario (Charo), Bella (Belli) y Manuel (Lolo).

La abuela materna de Manolo, Rosario Rodríguez, madre de Bella Simeón, fue una notable empresaria, propietaria entre otros del Hotel Vista Alegre, Hotel París, Restaurante La Puntilla, Balneario de Fuente Amarga (Chiclana), Hotel Vista Alta (Córdoba) y Hotel Emperador (Sevilla).

Anuncio del Bar-Restaurant La Puntilla, a cargo del Hotel París, propiedad de la abuela materna de Manolo, Rosario Rodríguez. Almanaque de Verano 1927.

1938
Ese año nacían en Roma y Atenas, cunas de la civilización de occcidente, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, reyes de España. Era alcalde  de El Puerto Antonio Rives Brest. Se estrenaban las películas ‘El barbero de Sevilla’ de Benito Perojo, ‘Carmen, la de Triana’ de Florián Rey. Rafael Alberti publica ‘El Burro Explosivo’ y ‘Poesías (1924-1937)’. Desaparece la Revista Portuense. Se remodela y crea la Plaza de Cristobal Colón. El primer gobierno ‘nacional’ de Burgos, reconocido por el Vaticano ese año, por medio del ministro del Interior, declaraba días festivos con carácter oficial en el territorio ‘nacional’, el jueves y viernes santo..

Anuncio de 'La Antigua de Cabo', en el Almanaque Comercial de 1930. 11 años mas tarde pasaría a ser propiedad de la famiia de Manolo Moreno.

CUATRO VIVIENDAS SINGULARES.
La familia Moreno Simeón vivió a lo largo de los años dentro de los diferentes negocios de hostelería que gestionaron, y que tan buen recuerdo han dejado en la memoria de los porteños (no es de extrañar, así, la vocación hostelera de Manolo): el Hotel ‘Vista Alegre’, que daba a las calles Micaela Aramburu, Guadalete y Bajamar. A partir de 1941 el hogar familiar sería en ‘La Antigua de Cabo’, en la calle Ganado, año en el que se hacen cargo de dicho establecimiento que estaba junto al comercio de Moresco y Salvatierra. Y en 1947, contando Manolo 9 años, en la ya desaparecida Venta ‘El Chorizo’ --hoy solo queda el pozo--, en la Avenida de Jerez, donde Bodegas Terry construiría unas modernas naves bodegueras y que, en la actualidad se ha reorganizado en calles para la construcción de la futura urbanización ‘Bahía Blanca’, junto a la casa del Pico San José. Por último, la familia viviría en la Ribera del Marisco, en la vivienda del primitivo ‘Échate Pa’yá’. /En la imagen, con su familia, de izquierda a derecha, Manolo, Lolita Gil de Reboleño, su padre Manuel Moreno, su madre Bella Simeón, la Tata María, sus hermanas Belli, Charo y la perra 'Linda'.

Avda de la Bajamar, el desaparecido Hotel Vista Alegre, hotel de toreros, donde hoy se encuentra el edificio del mismo nombre, que alberga en sus bajos de cara al río el ‘Bar del Puerto’ en la esquina con la calle Guadalete, que es la que se muestra. /Foto Colección Vicente González Lechuga.

LA COCINERA PIANISTA.
Un día, estando la madre de Manolo, Bella, en la cocina, llegó a comer una familia bastante pudiente. Nada más entrar vieron el piano, un Ronisch y preguntaron que a quien pertenecía. Cuando les contestaron que era de la cocinera, se echaron a reir y pasaron al comedor. Cuando la madre de nuestro protagonista terminó sus quehaceres en la cocina, salió a tocar el piano y, al escuchar la música, la familia salió del comedor a ver quien era el que tocaba tan magnífica pieza, el ‘Improntu’ de Chopin. No salían de su asombro al ver que era, en verdad, la cocinera la que, tan magistralmente operaba entre los dientes de marfil de aquel piano.

VENTA EL CHORIZO.
Nuestro protagonista recuerda, con nostalgia, a un caballo que le regaló su padre: ‘Chico’, de mediana estatura, hijo de un semental de las caballerizas de Terry llamado ‘Arnaig’. Era un potro muy listo, pero con mucha malas ideas. El pequeño Lolo iba todas las tardes de verano a montar con su caballo por la zona de Las Beatillas. Al llegar amarraba a ‘Chico’ con una cuerda y un clavo grande al suelo y disfrutaba de otra de sus pasiones: leer. Una tarde ‘Chico sacó el clavo del suelo con la boca y se marchó de vuelta a casa. Cuando Manolo se dio cuenta no le quedó otra que volver a la Venta El Chorizo andando. Al llegar a casa, allí estaba ‘Chico’, tan contento, en su cuadra. /Manolo y su entonces novia, Lolita Gil de Reboleño, a caballo en la Feria de Primavera.

ÉCHATE PA’YÁ.
Cuando el padre de nuestro protagonista, Manuel Moreno Moreno regentaba el ‘Échate Pa’yá’, una de las tapas estrellas, aparte del Txangurro, era la tortilla de camarones. Y siempre se producía el mismo rito cada vez que le pedían una: al entregarla al cliente decía: “Al que encuentre un camarón, le regalo un televisor en color”.

ESTUDIOS.
A los cinco años su madre lo inscribió en el colegio de las Carmelitas. Con ocho pasó a La Pescadería (San José y San Estanislao), donde permanecería hasta segundo año de Comercio. También, con ocho años, empezó los estudios de Solfeo y Violín en la Academia de Bellas Artes, recibiendo clases particulares de mano de Ramón Zarco, hijo de Doña Virginia Hernández. También estuvo en el Instituto Santo Domingo, hasta que dejaría los estudios.

LA MÚSICA.
Durante los veranos, sus padres regentaron en Rota un restaurante denominado Bar ‘Sur’, en el cual por las noches tocaba una orquesta de Sevilla dirigida por el conocido para la época  Maestro Navarro quien, al ver las dotes musicales de ‘Lolo’ --así era como lo llamaban en familia-- quiso darle clases de solfeo. Y es que Manolo llevaba la música muy adentro. En cierta ocasión le regalaron una armónica y, sin nociones previas, terminó tocándola como si llevara haciéndolo toda su vida. A los nueve años ofreció un concierto de violín en el Salón de la Academia de Bellas Artes, la primera parte solo y la segunda acompañado por Merche Valimaña ‘Macaria’, con nótula núm. 047 en GdP, al piano. /En la imagen de la izquierda, el profesor de música Ramón Zarco Hernández /Foto: Academia Bellas Artes.

Su afición y amor por la música le llevaron a estudiar por su cuenta piano, con los tomos de música de su madre quien, además de ser una magnífica cocinera, fue una gran pianista, licenciada en Solfeo por la Facultad de Cádiz. Poco a poco, Lolo fue soltándose hasta el punto que el piano se convirtió en su gran pasión. En la actualidad, toca a diario en su casa.

PRIMER TRABAJO Y SERVICIO MILITAR.
Con dieciséis años trabajó en el Banco Central de la calle Larga y, con gran pesar, tuvo que dejarlo por enfermedad. Con dieciocho ingresa como voluntario en la Escuela de Especialistas del Aire de Getafe(Madrid), en donde permaneció seis meses; el año siguiente lo pasó en el Cuartel de Tablada de Sevilla.

Manolo, con bigote, a la derecha de la imagen, en su taller de efímera vida en la calle Diego Niño.

TALLER DE MOTOS.
Con 21 años, en 1962, se embarcó en su primera aventura empresarial, montando un Taller de Motos en la calle Diego Niño.  El negoció se fue a pique debido a que aunque vendió muchísimas motos de las marcas Ossa y Lube-Ren, él mismo respondía de las operaciones a plazos con las fábricas y no pudo soportar el déficit con la banca, sumado a que algún que otro cliente le dejó a deber facturas, lo que le llevó a tener que cerrar el taller viéndose obligado a contemplar la posibilidad de irse de emigrante a Alemania.

EMIGRANTE EN ALEMANIA.
Ese mismo año, 1962, consiguió un contrato de trabajo con la fábrica Brown Bovery, en Alemania y se marchó. La jornada laboral en esta empresa era por las mañanas, en una cadena de montaje de frigoríficos y por las tardes trabajaba un par de horas en un taller de motos. Era un trabajo que le gustaba, pero en invierno era imposible manipular bien la mecánica debido a las bajas temperaturas.

Con la orquesta 'Suspiros de España'.

Manolo, al piano, con 'Suspiros de España'.

De su estancia en Alemania el mejor recuerdo que conserva Manolo es  de cuando en el ‘Club de Españoles’ organizaron una orquesta a la que denominaron ‘Suspiros de España’. La dirigía un valenciano llamado Rodolfo que tocaba la trompeta, y la integraban un gallego al contrabajo, otro gallego al clarinete y al acordeón, Ascanio un cordobés de Cabra a la batería, José Luis un onubense a la guitarra y Manolo al piano y al violín.  Actuaban todos los sábados en el Club de Españoles y en algunas fiestas como bodas, bautizos y otros eventos en la Base Americana de Hanau am Main, ubicada en la región de Hesse, una población equivalente a El Puerto, con 88.648 habitantes.

El órgano de la catedral de Frankfurt en el que Manolo, por responsabiliad, se negó a tocar.

EL ÓRGANO DE LA CATEDRAL DE FRANKFURT.
En el Club de Españoles había un sacerdote que se hizo muy amigo de Manuel. Este cura sabía de los conocimientos y de la gran afición a la música que tenía Manolo, así que un día le pidió que fuera a tocar el órgano de la Catedral de Franckfurt. Manuel le preguntó al sacerdote cuales eran las características del instrumento musical, a lo que éste le respondió que normal, mas o menos como el que él tocaba en el Club de Españoles. Con mucho respeto y miedo Manolo terminó accediendo.  Al llegar el día señalado, el sacerdote y él llegaron a la Catedral, quince minutos antes de la ceremonia. Manolo se encontró con el Coro de la Catedral presente ante un órgano de varios siglos, cuyos tubos alcanzaban casi el techo. Le pidió al cura si podía ensayar un poco antes de empezar y éste le dijo que no había tiempo, que no se preocupara, que todo saldría bien. Empero, como persona responsable y respetuosa, Manuel decidió no tocar, pues la ceremonia podía pasar de lo solemne a lo ridículo, pensó.  Así que, Manolo, cogió la puerta de la Catedral, camino de la estación, se subió al tren y se marchó para el pueblo donde residía.

Panorámica de Zurich con torres de aguja de las iglesias.

ZURICH.
Aproximadamente al año de su estancia en Alemania, salió ardiendo la fábrica quedando completamente destruida. Ante esta circunstancia, Manolo pidió ser destinado en Zurich (Suiza), donde por aquel entonces trabajaban sus hermanas Charo y Belli, junto a sus maridos Carlos y Pepe. Allí permanecería por espacio de seis meses. Un fin de semana regresó a Alemania para resolver unos asuntos y comprobó que la fábrica ya estaba de nuevo en funcionamiento e ingresaría de nuevo por seis meses más, luego un periodo de tres meses otra vez en Zurich hasta su regreso definitivo a España.

REGRESO A ESPAÑA
En la frontera española vivió un sorprendente episodio: un cabo de la Guardia Civil le confiscó dos revisas italianas del Festival de Eurovisión dado que, al no entender el idioma, creyó que era propaganda marxista y lo tuvo retenido mas de una hora, hasta que llegó un superior que entendía el idioma y se arregló el malentendido. En total, estaría fuera de España algo mas de dos años.

DE MAQUINISTA A JEFE DE CANTERA
Al poco tiempo de llegar a España, se colocó en una compañía constructora, SATO  (Sociedad Anónima de Trabajos y Obras) como maquinista de una grúa alemana. Gracias a que un proveedor de la empresa, Javier Paz, sabedor de que Manolo tenía estudios, habló para que lo pasaran a oficinas y allí trabajaría durante un año. Ya casado lo destinan a San José del Valle como administrador de la cantera. Allí se encontraban, tanto él como su esposa, muy contentos, pero la llegada de su primer hijo, en marzo de 1966, le impide aceptar el nuevo traslado que le habían propuesto (Bilbao o Almería), por diversos problemas de salud de su primogénito, Manolín, y regresan a El Puerto.

Construcción de la Base Naval de Rota.

DE PEÓN A JEFE DE PLANTA Y DE TRANSPORTES.
Encontró trabajo en la Base Naval de Rota con la empresa Dragados en calidad de peón, pero al revisar su trayectoria laboral lo pusieron de encargado en una Planta Asfáltica y de Jefe de Transportes a los dos meses de empezar.  A los dos años  la obra de la Base en la que estaba la empresa donde trabajaba Manolo finaliza su contrata y Manolo decide comprarse un camión de transportes de construcción.  En Dragados le ofrecen trabajar en la autopista de peaje Cádiz-Sevilla como encargado de una Planta de Hormigón y de los camiones hormigoneros que surtían los trabajaos de la nueva vía.

LA SOLERA.
Al término de la obra del moderno vial, Manolo decide vender el camión y coger el traspaso del bar ‘La Solera’ en la calle Ganado, que por aquel entonces y desde la década de los cincuenta del siglo pasado pertenecía a la familia de su esposa, inaugurándolo con una nueva impronta en Agosto de 1972. Ver nótula núm. 858, Taberna ‘Los 48’ en GdP.

Con su hijo Ramón --también le ayudó Juan Carlos-- en plena faena en 'La Solera'.

En sus comienzos el bar empezó con pocas tapas, pero debido a la gran aceptación que tuvieron fue incrementando la lista. El bar empezaba a ser un establecimiento moderno. Manolo, con su incansable trabajo, buen hacer  y con la ayuda incondicional de Lolita, su esposa y más tarde de sus hijos, consiguió hacer de una tasca un bar de familia, donde los clientes se convertían muchos de ellos en amigos. Estaba especializado en hamburguesas caseras, pepitos de lomo, cordón bleu, chipirones a la plancha, menudo de Bella, croquetas de Carmela y un sinfín de especialidades que hicieron de La Solera uno de los bares de la época más conocidos de El Puerto, cuando las tapas elaboradas empezaron a ponerse de moda.

La recordada y popular hamburguesa de 'La Solera'.

LA HAMBURGUESA.
La receta original de la ‘Hamburguesa Casera’ y las ‘Mini Hamburguesas’, y muchas otras tapas formaban parte del Libro de Recetas familiar. En el caso de las hamburguesas, que eran filetes rusos empanados, nada habitual en la zona, la receta se remonta a su abuela materna, Rosario Rodríguez, madre de Bella Simeón, modernizada con los complementos al uso: ketchup de Conservas Sur, Salsa Picante o mostaza, además de tomate y cebolla, en un panecillo de horno local, nada de bollería industrial. Pasarían los años con Manolo al frente de La Solera, siempre innovando la carta, pero sin dejar de lado las tapas que le dieron el reconocimiento de bar de familia.

TARTAS QUADRO’S.
A mediados de la década de los ochenta del siglo pasado y sin dejar La Solera, comienza una nueva aventura empresarial, haciéndose distribuidor de tartas Quadro’s y dado su tesón y constancia llegará a serlo a nivel provincial. El problema surgirá cuando comprueba que empieza a bajar la clientela del negocio matriz: La Solera, abandonando le distribución y regresando, para dedicarse de lleno, al bar de la calle Ganado. Además, Manolo abrió La Solera II, frente al Ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’, de efímera vida y nada especialmente destacable.

En febrero de 1994 Manuel sufre un infarto de corazón; en marzo le hacen su primer cateterismo y en junio le operan en el hospital Reina Sofía de Córdoba, donde el equipo del Dr. Concha con éste a la cabeza, le implanta un bypass. Tras una lenta recuperación, Manuel continuará en el bar hasta la finalización de los estudios de sus hijos, dando por finalizada su vida laboral y la del propio establecimiento como bar de familia, en septiembre de 2000.

LA FAMILIA.
Manolo se casa el 1 de mayo de 1965 --va  a hacer 46 años-- con su novia de siempre: 11 años estuvieron de novios, con María Dolores (Lolita) Gil de Reboleño Insúa; se conocía desde que él tenía 15 años y ella 13. Tienen tres hijos, dos de los cuales les han dado cuatro nietos.

Manolo y Lolita, con sus hijos con pocos años.

Tuvieron tres hijos varones, Manolín en 1966, que nació con Síndrome de Down, trastorno genético que por entonces --aunque la enfermedad estaba descrita en 1866, hasta 1958 no se descubrieron las causas que lo producían-- era poco conocido, así como su tratamiento. En la actualidad, el cambio de mentalidad de la sociedad han supuesto un cambio cualitativo positivo en sus expectativas vitales, aunque Manolín siempre ha sido la alegría de la casa y de toda la familia y amigos.

En una fotografía actual, el matrimonio con hijos y nietos.

Ramón Manuel fue su segundo hijo, nacido en 1969. Estudió Ciencias Empresariales y tiene Despacho como Asesor Contable, Fiscal, Mercantil y Tributario; tiene dos hijos, Ramón Manuel y Marina Victoria. Juan Carlos, su tercer hijo, nacido en 1974, estudió Medicina, estando especializado en Medicina Deportiva; tiene dos hijos: Juan Carlos y María Jesús.

Casa donde vivieron en la calle Luna hasta el año 2002. /Foto Mata. 2002.

Desde que tuvieron a su primer hijo vivieron en la calle Luna esquina con la Plaza de las Galeras, con unas vistas impresionantes del río Guadalete y el Parque Calderón, arriba del Bar La Garnacha, antes Bar Los Maera. En Diciembre de 2002 se mudaron a la urbanización El Ancla.   Allí viven Manolo y Lolita junto a su hijo Manolín. Como ya hemos señalado, Manuel toca el piano que tiene en el salón de su casa todas las tardes, lo que no se ha dicho es que lo hace por petición y para deleite de su hijo Manolín al que le encanta la música, toda la música, desde la clásica al pop, desde los carnavales a los villancicos, … de la mano de uno de los actores, de una parte importante de la reciente historia de la hostelería portuense.

Nuestro agradecimiento a Ramón Moreno Gil de Reboleño, quien con su inestimable concurso ha hecho posible la elaboración de esta nótula.

2

Si durante las décadas de los años sesenta o setenta del siglo pasado, una persona se hubiese puesto un chándal y lanzado a nuestras calles a correr a diario, como mínimo hubiese recibido de sus conciudadanos, una mirada de burla o de asombro. Muy probablemente, escucharía de cualquiera al pasar las palabras de: “uno, dos, papa y arroz...”, o estas otras más fuertes y que son verídicas: “un pico y una pala...”.

Está claro que en estos últimos tiempos ha cambiado la mentalidad de las personas hacia el deporte. El auge que ha supuesto la práctica deportiva en nuestra sociedad, por los beneficios físicos y psíquicos que conlleva, ha movido a muchas personas en nuestras ciudades ha efectuar una puesta a punto de su cuerpo mediante entrenamientos metódicos y continuados. Uno de estos medios más usados por personas de toda edad y condición ha sido la práctica atlética, en su modalidad de fondo.

Carrera Popular de 'Los Frailes'. 15 de julio de 1984.

Y de esta forma, la demanda de competiciones para poder comprobar el nivel alcanzado por unos y otros durante la temporada, motivó que muchos ayuntamientos, hayan promovido durante estos años un sinfín de carreras populares, conque lograr estos objetivos de salud y concienciar a los menos decididos a su práctica. En el Puerto de Santa María, los primeros pasos dados por las instituciones locales en este sentido son dos competiciones que se inician en 1979 con un gran éxito de participación: el Cross Escolar Ciudad del Puerto,  el día 10 de junio; y el Cross Popular Ciudad del Puerto el día 15 de agosto.

En Las Nieves, 11 de agosto de 1985.

A lo largo de la década de los años ochenta del siglo pasado, surge con fuerza en las distintas asociaciones de vecinos, un sinfín de actividades lúdicas y recreativas que nacen para animar a sus vecinos principalmente a participar, y que tienen su culmen en sus fiestas populares; entre ellas las llamadas “Carreras de Barrio”. No importa el grado de preparación, lo importante es correr y a la vez pasar un buen rato; fueron muchos los portuenses que de alguna manera se animaron a practicar el sano hábito de la carrera. Podríamos hacer referencia a muchas de estas asociaciones: Malacara, Sudamérica, Las Nieves, Valdelagrana, Los Madrileños, Fermesa, San Jaime, Crevillet, San Juan, Los Frailes, etc.; en otras ciudades: La Asunción, San Benito, Murallas de San Carlos, Peña Dosa, Santi Petri, Barrio Jarana, García Gutiérrez, Fuente Amarga, etc.

I Carrera 'Peña Madridista Chiclanera'. 14 de julio de 1985.

ORÍGEN DEL CLUB, GRUPOS.
El club de atletismo Alcanatif no surge de la noche a la mañana, sino que hay un movimiento de atletas autodidactas, casi paralelamente a la recién creada escuela de atletismo en SA.FA., personas de mediana edad, procedentes en su mayoría de otros deportes y aficiones, y que encuentran en el atletismo una válvula de escape de sus obligaciones cotidianas y una filosofía de vida sana. Estos comparten la idea de agruparse como medio para la mejora de su actividad deportiva propia y extensión a todas aquellas personas que puedan encontrar en la misma, el incentivo necesario para su práctica. Estos grupos son varios y de naturaleza distinta:

Carrera Barriada Liberación. Jerez, 7 de julio de 1985.

  • Los practicantes desde carreras populares a maratones, personas que ya tienen amplia experiencia en participación en pruebas cortas y largas. Sus entrenamientos dominicales parten siempre de la explanada del cementerio, y durante la semana lo hacen de forma particular: Pedro Rizo Pérez, Luis Caballero Jurado, Miguel Alvarez Pérez, Fernando Martín Mora, Joaquín Paloma Vega, Gabriel Ponce de León, Miguel Rivas Quintana y su esposa Mª Carmen, Francisco Sánchez Ramírez, José Sánchez Espinola, Antonio Corredera Muñoz, ‘Cheroqui’,...
  • El segundo grupo son participantes en carreras populares y pista, preparan distancias cortas y medias y durante la semana, su lugar de concentración es siempre la pista de atletismo y zonas aledañas. Entre ellos podemos citar: Juan López Reina, Sebastián Jiménez Benítez, Juan Beuzón Zarzuela, Manuel Murillo García, Manuel Gallardo Camacho, Francisco García Hermoso, José Mª Beato Benítez, Luis Caballero Calatraba, Angel González Mendoza, Manuel Redolosi...

Carrera Popular 'Fuente Amarga'. Chiclana, 5 de mayo de 1985.

En poco tiempo se reúnen un nutrido grupo de corredores, que además de entrenarse habitualmente, los domingos acuden a carreras de barrio y populares representando al ‘Bar Transporte’, el patrocinador de aquellos años, que aporta a algunos corredores zapatillas y equipación gratis. Una parte de este amplio grupo,  además prepara la distancia por excelencia, la más emblemática, el maratón, siendo muchos de ellos pioneros en participar con poca preparación y experiencia en la Maratón que nace en Sevilla en 1.985, y que ha cumplido la edición número veinticinco con tres corredores portuenses que han participado en todas sus ediciones.

Barriada 'La Asunción'. Jerez. 6 de junio de 1985.

PRIMEROS PASOS. CONSTITUCIÓN.
El Club de Atletismo Alcanatif e constituyó formalmente el día 28 de octubre de 1.986, según su acta fundacional. Esta fue la culminación de un largo proceso, que llevó a un numeroso grupo de deportistas dispersos por toda la ciudad, practicantes en su gran mayoría de las distancias de medio fondo y fondo, a plantearse esta posibilidad para promover el deporte en general, y muy especialmente cubrir el vacío existente hasta entonces, en la práctica del atletismo en nuestra ciudad. En meses anteriores, se habían venido produciendo muchos encuentros, especialmente durante el verano de aquel año 1.986 en la Ciudad Deportiva, que concluyó finalmente en varias reuniones con la determinación firme de la fundación del club, elaborándose unos estatutos sociales tomando como modelo los correspondientes al club de Rugby Portuense aportados por Miguel Alvarez Pérez.

VIII Carrera Popular 'Ciudad de El Puerto'. 15 de agosto de 1986.

DENOMINACIÓN.
Para la elección de un nombre apropiado, se barajaron varios, todos relacionados o identificados con El Puerto de Santa María, por ejemplo: ‘Vaporcito’, ‘Santa María’, ‘Menesteo’, etc. pero finalmente, destacó la propuesta de quien suscribe de ‘Alcanatif’, porque después de consultar la historia portuense, Alcanatif había sido el nombre antiguo dado a la ciudad por los árabes y cuyo significado es el de "Puerto de las Salinas ó Puerto del Faro".

LOS PRIMEROS SOCIOS.
Se elabora la primera relación de socios, quedando ésta encabezada por Luis Caballero Jurado, como primer Presidente; y a continuación, Pedro Rizo Pérez, al ser el socio de mayor edad, un veterano de cincuenta y un años, ejemplo para todos nosotros, con bastante cualidades y dispuesto a llegar muy lejos.

DIRECTIVA.
La primera Junta Directiva quedó compuesta por los siguientes socios: presidente, Luis Caballero Jurado; vicepresidente, Pedro Rizo Pérez; secretario, Juan Beuzón Zarzuela, tesorero, José María Beato Benítez y vocales Miguel Álvarez Pérez, Manuel Gallardo Camacho, Fernando Martín Mora, Sebastián Jiménez Benítez, Francisco García Hermoso y Juan López Reina.

VIII Carrera Popular 'Ciudad de El Puerto'. 15 de agosto de 1986. Acostado, el famoso 'Ratón'.

INSTITUCIONES.
Los promotores del club, eran conscientes de que la entidad trascendería de sus meros deseos, convirtiéndose en realidad superior con el paso del tiempo. Pero también comprendieron que, todo ello, resultaría mucho más viable si se conectaba con las instituciones deportivas existentes. Por eso, tras la constitución formal del Club, se pasó posteriormente a la inscripción en los Registros Públicos correspondientes, Federación del mismo y sus componentes y conexión con el entonces Patronato Municipal de Deportes del  Ayuntamiento.

Control triangular en pista. 22 de octubre de 1988.

En todo este tiempo, el club ha pretendido ser una institución para el deporte, en el que tengan cabida tanto personas jóvenes como mayores, cualesquiera que sean las motivaciones iniciales de la práctica atlética, pretendiendo a su vez, convertirse en un acicate más para el desarrollo de la misma, agrupando al máximo de deportistas portuenses que, de hecho, practican cualquier modalidad atlética por su cuenta y riesgo, sin ningún tipo de conexión, para que hallen en el mismo, la forma de mejorar su práctica, con la intercomunicación y acceso a medios técnicos de los que se carecerían individualmente.

Cross Chipiona Campo a Través. 20 de noviembre de 1988.

ESCUELA MUNICIPAL DE ATLETISMO.
Ya en octubre de 1991, el club presenta al entonces Patronato Municipal de Deportes un proyecto sobre la elaboración de la futura Escuela Municipal de Atletismo, vieja aspiración de este grupo de atletas, que finalmente tras muchos avatares y no menos altibajos, actualmente atraviesa un magnífico momento, con un gran potencial de niños y niñas, dirigidos técnicamente por varios monitores, que realizan una labor encomiable, al frente del cual se encuentra como máximo responsable Ángel González Perea.

XIII Carrera Urbana de Chiclana. 24 de octubre de 1993.

CONSOLIDACIÓN.
Desde nuestros comienzos en 1986, son ya varias las generaciones de atletas que han mantenido vivo este proyecto de futuro, jóvenes en su mayoría, pero también adultos, que han crecido iniciándose en el atletismo base; y de ellos, algunos han participado y conseguido triunfos en Campeonatos Autonómicos y Nacionales. En la actualidad el Club de Atletismo Alcanatif lo forman un número cercano a doscientos atletas portuenses de ambos sexos, con un número elevado de jóvenes, en edades comprendidas entre los siete y los setenta y cuatro años.

VI Media Maratón de Jerez. 24 de noviembre de 1996.

RECONOCIMIENTO.
No queremos dejar pasar la ocasión para reconocer públicamente el trabajo desarrollado por ciertas personas, que han aportado su tiempo en estos años, en mayor o menor medida, tratando de formar deportistas. Incluso con el riesgo de olvidar mencionar a algunas de ellas, hemos de señalar entre otras a: Juan Alvarez García, Manuel Redolosi, Manuel Acal Díaz y su señora Manoli, Juan M. Cordón, Juan M. Garay Valle, Luis Caballero Calatrava, Lali Espinar Grajera, Juan L. Merino Buhígas, Raúl Gutiérrez Ortega, Alberto Romero Fernández, Ángel Mª González Arias y Ángel Mª González Perea.

En el plano estrictamente deportivo, sus actividades atléticas abarcan todos los campos, tanto competiciones federadas como escolares: competiciones en pista, en ruta, campo a través, triatlones y duatlones, maratones y otros.

V Carrera Popular 'Puerto Menesteo'. 28 de noviembre de 1999.

CARRERA POPULAR.
Uno de los objetivos deportivos de esta entidad siempre ha ido enfocado a intentar fomentar este deporte entre sus conciudadanos, buena prueba de ello ha sido el logro de conseguir organizar la Carrera Popular ‘Puerto de Menesteo’, por cuanto tiene de orgullo y satisfacción una competición de esta índole en un momento en el que no existía ningún tipo de competición atlética popular en nuestra ciudad, y que después de tantas ediciones, desde noviembre de 1995, se ha convertido en un importante referente provincial, alcanzándose en años sucesivos cifras récord de participación de corredores venidos de todos los puntos de nuestra provincia.

Sobre este asunto, queremos agradecer a entidades públicas y privadas, así como a numerosas personas, por su afán de ayudar a conseguir estos resultados en nuestra ‘prueba estrella’, muy especialmente a la disposición de la Concejalía de Deportes por su importante contribución; así como por el reconocimiento público que viene realizando año tras año dicha Concejalía, sobre nuestra Carrera Popular, al considerarla como una de las actividades más importantes que se celebran durante el año en la ciudad.

Excursión a Grazalema. 23 de noviembre de 1999.

OTROS EVENTOS DEPORTIVOS.
También queremos hacer referencia a otros eventos que de manera anual venimos realizando, como son: el comienzo de la temporada, ‘Subida al Puerto de las Palomas’, ‘Travesía Puerto-Rocío’, excursión de primavera o la fiesta final de temporada. Asimismo de la ayuda que venimos prestando en la organización de competiciones: campo a través escolar, liga en pista escolar y milla urbana que celebra anualmente nuestra Concejalía de Deportes del Excmo. Ayuntamiento; así como en otras competiciones de colectivos vecinales o colegios que así lo solicitan.

Con el paso del tiempo se puede ver que son centenares las personas que en un momento determinado se acercaron al club buscando compañeros, planes de entrenamiento, ilusión por mejorar, y también aportaron su forma de ver las cosas y su tiempo para intentar conseguirlas. Por último, no sería justo si después de tantas alusiones y reconocimientos, no se dedicara unas pocas líneas para alabar a las decenas de personas, socios que han ocupado los distintos cargos dentro de la Junta Directiva, con mayor o menor dedicación y acierto, pero indiscutiblemente, sin cuya entrega en todos estos años, no hubiese sido posible conseguir ni el primero de nuestro objetivos.

Si de alguna forma te sientes identificado con nuestras inquietudes deportivas y tienes ganas de aportar tu ayuda a este proyecto, te invitamos sinceramente a participar del mismo. No importa tu preparación o estado físico, ponte en contacto con nosotros, nunca es tarde y serás bienvenido. (Textos: Juan Beuzón Zarzuela).

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Pulsar sobre la foto para ampliar la imagen.

Estos días, en los que se están celebrando actos conmemorativos de la llegada a El Puerto hace 50 años del Colegio La Salle, es buen momento para recordar al equipo de futbol C.D. La Salle.

De pie, de izquierda a derecha, Nico Jiménez, Juan Figueroa, Juan Cairón, Ángel Ceballos, Matiano López, Fali, Paco Güelfo, José Luis Fernández, Rafaelín (+), Entrenador. Agachados, Rafael Tejero (Delegado), Juan Rojas, Manolo Borne Caraballo, Miguel Vázquez, Manuel, Domínguez ‘Chispa’, Javier Molina, Miguel Molina, Manolo Botella.

El equipo, formado por quienes habían pasado o estaban en el Club en ese momento, fueron convocados para un partido homenaje a uno de los porteros mas carismáticos que había tenido dicha agrupación: José Manuel Arenas ‘Curri’. El encuentro, jugado contra el C.D. SAFA, eterno rival, fue disputadísimo y al final la balanza se inclinó de lado de los amarillos. Los vencedores tuvieron la gentileza de entregar el trofeo disputado a la familia del homenajeado. /Foto: Colección Luis García.

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Natalie Hildon nació el 7 de enero de 1976 en Darlington, County Durham, al Noroeste de Inglaterra, año bisiesto, año del Dragón, según el horóscopo chino. Ese año se celebraron los Juegos Olímpicos en Montreal (Canadá). Hija de Jeffery y Norma Hildon, tiene un hermano, Matthew, responsable de proyectos informáticos para la banca. Vive motivada por su pasión por el deporte y hace de su profesión un placer. Hace más de 14 años que trabaja en el sector del Fitness y del Bienestar, es decir de estar en forma y el buen estado físico, estando en posesión de numerosas titulaciones de Group Fitness, además de la Licenciatura de Ciencias del Deporte, por la Universidad de Leeds Metropolitan (Carnegie).

EL PUERTO EN 1976.
El año que nació Natalie,1976 era alcalde de la Ciudad Manuel Martínez Alfonso. El Grupo Blend, el 30 de enero de 1976, ofreció en la Casa de la Cultura un recital sobre la producción musical de los Beatles en la década de los sesenta. En el Cine Moderno se proyectaba, en la Gran Gala Taurina Cinematográfica, un documental considerado como una joya taurina, con las figuras del toreo: Joselito, Belmonte, Manolete, Arruza, Ordóñez y El Cordobés.

SS.MM. los Reyes de España en su fugaz visita a El Puerto el 1 de abril de 1976.

SS.MM. los Reyes de España hicieron una fugaz visita a El Puerto, que presenciamos, en su primer viaje oficial a la provincia, el 1 de abril. El 21 de  agosto de ese año se celebró un Festival de Música, organizado por el Partido Comunista, en el Polideportivo; actuaron Carlos Cano y Manuel Genera desplegándose entre el público una bandera andaluza que los propios comunistas del servicio de orden retiraron. Se corearon gritos de ‘Amnistía y Libertad’ y no hubo que lamentar ningún incidente con las fuerzas del orden. Allí estuvimos para contarlo. En la Librería Alberti se podía leer una pintada «Comunistas de mierda».

Aquel verano se constituyó en El Puerto un grupo político de centro derecha: el Grupo de Acción Regional, primer intento de la Unión Regionalista Andaluza en torno a Luis Jáudenes que afirmaba: «Andalucía reclama una representación proporcionada a su peso político». El Partido Demócrata Andaluz tributa también, en El Puerto,  un homenaje al profesor Carlos Ollero, pionero del reformismo, al que asistió entre otros, Solead Becerril.

El ex alcalde de El Puerto, Fernando T. de Terry, el Secretario del Ayuntamiento y el Jefe de la Policía Local, Jaime Fernández Criado y Manuel López, respectivamente se sentaban en el banquillo de los acusados imputados por  supuestos delitos de usurpación de atribuciones, coacciones y amenazas, prevaricación, detención ilegal y exacción ilegal de impuestos. Aunque resultaron absueltos, fue un bombazo informativo y un aviso de que algo estaba cambiando en España.  Se proyectaba un nuevo complejo carcelario en El Puerto, en la carretera de Sanlúcar, Puerto 1 y Puerto 2, para presos de máxima seguridad y cárcel provincial de preventivos, que llevaría a la desaparición como penal del Monasterio de la Victoria.

Darlintong (Inglaterra).

INFANCIA Y ESTUDIOS.
Su infancia transcurrió en Darlington, hasta que se fue a Leeds estudiar a la universidad. Después de terminar la carrera se trasladó a Newcastle y en 1998 hizo las maletas y se fue a dar la vuelta al mundo. Durante ese viaje se afincó seis meses en la ciudad de Cairns (Australia) para trabajar en un gimnasio. De vuelta a Inglaterra vivió cuatro años en Newcastley otros seis en Durham, hasta que se vino a vivir a El Puerto de Santa María. De los 10 a los 16 años estudió en el colegio Branksome Comprehensive School (Darlington), hasta los 18 en el instituto Darlington Sixth Form College. La carrera en Sport Science la hizo en la  Leeds Metropolitan University.(Carnegie). Después de la carrera continuó estudiando y haciendo diversos cursos en el área del fitness para mantener su alto nivel de conocimiento en esta área.

Leeds Metropolitan University.(Carnegie).

EL MUNDO DEL DEPORTE.
Se puede decir que el deporte es su vida. Empezó la gimnasia con sólo 3 años y hasta los 21 años practicó con regularidad esta actividad. Además, durante ese periodo fue capitán de los equipos de Volleyball y Netball de su instituto. En la universidad continuó con la gimnasia y descubrió las clases de aerobic y con eso su pasión. A partir de entonces, convirtió su hobby en su profesión.

Natalie con su pareja, Robert Kirkland, en un viaje a Méjico.

Con un grupo de alumnas en Inglaterra, la tercera por la izquierda, abajo.

LLEGADA A EL PUERTO.
Gran aficionada a conocer otras culturas, es una entusiasta de la gastronomía a la que le encanta viajar por el mundo, leer y estudiar. Llegó a El Puerto en septiembre del año 2010 dado que su pareja, Robert Kirkland, también inglés, había conseguido una plaza como profesor de Educación Física en un colegio de El Puerto: El Centro Inglés. Dio un giro a su vida viniéndose a vivir a España para disfrutar de la vida al aire libre. De inmediato se enamoró de la ciudad y de su gente. Sobretodo le impresionó la calidez de los portuenses, en contraste con Inglaterra. Le encanta nuestro estilo de vida y nuestra comida. Estos seis meses de estancia solo refuerzan aún más la primera impresión que tuvo de El Puerto.

YAFIT Y HORAS DE SOL.
Al llegar a El Puerto pronto se dio cuenta del potencial que se crea al juntar las muchas horas de sol y un paisaje ideal entre playas y palmeras. Unir su amor al deporte con el paisaje natural fue descubrir la fórmula adecuada: tenía que dar clases al aire libre. Así surge Yafit una empresa de fitness que ofrece una amplia variedad de servicios exclusivos, su mayoría al aire libre.

La visión que mueve a Natalie es proporcionar sesiones creativas para personas que no han sido capaces, hasta ahora, de encontrar un tipo de actividad física que les motive a alcanzar sus objetivos de fitness. Se puede elegir entre clases en grupo y al aire libre con el “Yafit BootCamp”, el “Yafit Outdoor Yoga”, y el “Yafit Outdoor Pilates”, o clases privadas de “Yafit Personal Training” (a domicilio). Además se ofrece el “Thai Massage” a domicilio y Yoga creativo para niños.

ACTIVIDADES DEPORTIVAS.
Durante su jornada laboral da clases de BootCamp, Yoga, Pilates, Personal Training, diferentes modalidades, FightTeam y danza. Después de esta intensa jornada, Natalie todavía tiene energía para hacer su propio entrenamiento, que es al final lo que la mantienen en tan buena forma. Sus actividades preferidas son Ashtanga Yoga para equilibrar su mente y cuerpo, así como entrenar con pesas para mantener un nivel bajo de grasa corporal.

Se la puede ver trabajar con grupos al aire libre en días alternos por las mañanas en la Playa de Santa Catalina, a la altura de El Ancla y por las tardes en la Playa de la Calita.

7

A Vicente Sordo Gómez, con mi amistad.

Es una inacabable algarabía,
donde todo es posible e inaudito:
desde la tapa insigne al numerito,
que vende silenciosa “La Alegría”.

Una alegre y flamenca bulería
en la barra ... Se bebe Fernandito
su quinto “valdepeñas”, como un rito
solemne, alrededor del mediodía.

Todo tiene un acento costumbrista:
en la puerta la foto de un artista
se cuelga del cristal, calladamente.

Y el tiempo que parece se ha quedado,
al pie de La Placilla ensimismado,
colgado en la pared del “Bar Vicente".

Todo tiene el sabor recio y añejo
de aquel Puerto de ayer, tan aldeano,
donde imperaba el trato campechano
no falto de sapiencia y de gracejo.

Baja de La Angelita el Puerto viejo,
campesino y sufrido, al par que humano.
Gesticula al hablar su recia mano,
dando al ambiente un aire de festejo.

“Los Dos Pepes” ayer ... Hoy, padre e hijo,
en un constante y cálido amasijo
de lealtad y servicio a sus clientes,

escriben, sin saberlo, lo que historia
mañana habrá de ser ... Que en la memoria
del Puerto han de quedar los “Dos Vicentes”.

Paco del Castillo.
3 de octubre de 2002.

Fotos: Bar Vicente

Mas información en Gente del Puerto.
014. BAR VICENTE. O Las Mellizas (el Rubio), o Los Pepes.
655. MANUEL GARCÍA GÓMEZ. El Tabique.

4

María Josefa García Granados nació en El Puerto el 10 de julio de 1796 y falleció en Guatemala el 28 de julio de 1848. Desde su juventud llegó a tierras guatemaltecas alrededor de 1810-1811. Mejor conocida por sus amigos y conocidos como Pepita, casada con Ramón Saborío, de Nicaragua. Literata y poeta guatemalteca es una de los exponentes intelectuales de la independencia de Guatemala, primer referente de la poesía feminista de aquel país.

María Josefa era madre de seis hijos y se le conocía por su fuerte carácter y autoridad. Debido a dicho carácter, creó una amistad con los hombres más influyentes de su época, aun antes de 1821 (año de la independencia de Guatemala), ella concurría a las famosas tertulias efectuadas en casa del canónigo José Maria Castilla nacido en Madrid. [Interesante el ‘Sermón’, dedicado a este personaje y escrito junto a su gran amigo y poeta José Batres Montúfar, el mayor exponente de la literatura romántica guatemalteca. Este ‘Sermón’, es una apología del sexo sin remordimiento con la cual los poetas lanzan un reto frontal y una crítica descarnada a una sociedad que se esconde tras una infinidad de apariencias y una falsa moral].

Ciertamente el ingenio y cultura de esta ilustre dama le valió ser reconocida como una de los referentes de la literatura guatemalteca en su época. Fue amiga personal de Pedro Molina, José Cecilio del Valle, Mariano Gálvez, José Milla y de Rafael Carrera. Se dice que su mejor amigo fue José Batres Montúfar, de quien ella fue maestra de canto y guitarra. /Imagen de la izquierda, José Batres Montúfar.

Según Máximo Soto Hall, Pepita era atrevida y valiente. En los tiempos en que los hombres no salían a la calle de noche, ella visitaba a sus amigos sin atender la hora. Según las memorias de Miguel García Granados se sabe que doña María Josefa padecía de histeria, posible razón de su tendencia crítica y satírica, aunque no por ello menos valiosa. Por muchos años publicó el Boletín del Cólera, debido en que aquella época Guatemala estaba siendo atacada por el "cólera morbus"; con este entretenía a la población con sus boletines satíricos.

Como aficionada a la lectura, María Josefa García Granados se cultivó en la poesía, no solamente escribió sátira sino también cantaba poéticamente. Además de "A la ceiba de Amatitlán" otras de sus composiciones son: "Himno a la Luna" (1830), "La Resolución"; "A una hermosa joven -desgraciadamente enlazada con un achacoso viejo-"; "A una abeja"; "Plegaria"; "Despedida". Además tradujo algunos versos de Byron. También cultivó la oda histórica.

En el siglo XIX la mujer se dedicaba de ordinario a las labores de su casa. La sociedad de la época no admitía que el sexo femenino interviniera en asuntos políticos, mucho menos que pudiera exteriorizar sus ideas públicamente. Pero María Josefa García Granados se lanzó a actividades prohibidas rompió esquemas en su época; con el seudónimo de ‘Juan de las Viñas’ para no ser reconocida como mujer. Es sin duda, la primer referente de la poesía feminista en Guatemala. (Texto: Sonia Marroquín).

García Granados, María Josefa. Su poesía. (Poesía). Guatemala: Tipografía Nacional, febrero 2010, 1ra. edición. 184 págs. 12.2 X 18.2 cms. ISBN: 978-9929-8005-0-2. Rústica.

De la contraportada: “En su calidad de mujer se puede perfectamente definirla como el antecedente del feminismo. Su lenguaje desenfadado, desmitificante y procaz todavía escandaliza. Quizás por estas razones el conocimiento de su obra ha quedado restringido a una elite intelectual y a un reducido núcleo familiar. Este libro ofrece una visión distinta de la obra producida por María Josefa García Granados, porque, finalmente, es posible tener reunida y ordenada su obra poética (junto a la de algunos de sus amigos y enemigos), representativa de esos días álgidos de la historia guatemalteca del siglo XIX. También se incluyen escritos narrativos, documentos y testimonios de personas que tuvieron relación con ella”.

EL SERMÓN.
Para Aída Toledo, “Una de las piezas literarias que pasa a ser una lectura no recomendable en las escuelas privadas y públicas de Guatemala -de ayer y hoy- la constituye el recordado "Sermón", escrito en verso y dedicado al canónigo Castilla, y que constituye una pieza cruda y mordaz, y no pornográfica, como se encuentra clasificada. [obra de nuestra Pepita y de su amigo el también poeta José Batres]

La pieza aparece en el contexto de la política post-independencia de Guatemala; es un texto que ataca duramente los excesos del clero y la iglesia católica y que obviamente proviene de las ideas antirreligiosas de la primera mitad del siglo XIX en Centroamérica. Recordemos además que, en el "Sermón", Josefa García Granados transgrede también la normativa de la época, dado que ese tipo de discursos estaba en el campo de lo masculino. El sermón como forma literaria era abordado únicamente por hombres; de esa cuenta el texto, además de atacar fieramente las costumbres y los vicios de la iglesia de aquel momento, puede leerse también como el inicio de una línea imaginaria de tradición subversiva, en donde las apropiaciones del lenguaje masculino están en consonancia con aspectos de tipo formal e ideológico.

El texto en sí mantiene un tono contestatario, a la manera de las invectivas romanas, y se advierte un tono epigramático y sentencioso con el cual se emplaza a ese ‘otro’, masculino y conservador, a quien se dirige. La pieza remeda los sermones ofrecidos por los religiosos en los oficios de la misa, en donde Josefa García también participa de la parodia festiva que va a producir durante el siglo XX -durante el periodo de las vanguardias latinoamericanas de principio de siglo- una literatura mucho más popular en los temas, pero en donde también se advierten las tonalidades cultas de su educación”.

Sermón para el canónigo José María Castilla
(fragmentos)

"O joder o morir, ¡oh almo coño!
que un bello, tierno y virginal retoño,
vale más que la vida y que la gloria
que sólo sirven de adornar la historia".
Así un filósofo pagano,
Octavio Augusto, emperador romano;
¡Oh vosotros, muchachos negligentes
que servís de ludibrio a los vivientes
pasando el tiempo en ocio tan profundo
cual si no hubiera coños en el mundo!
… … … … … …

Y tú, sexo embustero y desaseado,
¿en qué empleas la flor que Dios te ha dado?
Vírgenes tontas, con vosotras hablo,
no sois ni para Dios ni para el Diablo.
Ahora, que inflamado de elocuencia
al predicar la fornicaria ciencia
más que Bossuet y Fenelón me siento,
hembras y machos, escuchad mi acento.
Mas para oír con fruto mis razones,
cada varón empuñe sus cojones
y las hembras su coño y sus dos tetas
que jalan más que doce mil carretas.
… … … … … …

Con carajos y coños juntamente:
¡tened piedad de la afligida gente
que ha escuchado devota mis palabras,
tened piedad que se me van las cabras!
Y entre tanto que el mundo se corrige
y que el carajo al coño se dirige,
sobre las aras de tu santo templo
les voy a predicar con el ejemplo.


Para leer al completo esta «pieza cruda, mordaz y no pornográfica», pulsar aquí.

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