
| Texto: Ignacio Moreno Cuñat [*]
El verano se acaba y cuando miras al cielo ves bandadas de gambas en gabardina emigrando a los trópicos, a esos paraísos soñados donde el sol del estío nunca se pone. Al mismo lugar hacia el que corren ilusionadas las sardinas en plateadas manadas, cruzando el mar de hierba de los fondos de algas, sin saber aún que al final del viaje siempre hay un gordo esperando a comernos.
Ves secarse los arroyos de cerveza, ya sólo un rastro de espumilla que vuela por el aire, y dejan de manar las frescas fuentes de tinto de verano. Sopla en el chiringuito un viento frío que lo desmonta tabla a tabla, mesa a mesa y se lleva lejos su tintineo de monedas, su tablón de las comandas y la rumba insensata de sus altavoces.





