Retrato de María Fernández Calderón realizado con IA
| Texto: Miguel Ángel Díaz Carlier y Eugenia Ciruela Montañés.
La participación de las mujeres en el comercio con la América hispana apenas ha sido estudiada a pesar de las inmensas posibilidades historiográficas que ofrece. Más allá de su papel de esposas o hijas de hombres de negocios, cuatro mujeres ejercieron como cargadoras a Indias en El Puerto de Santa María a mediados del siglo XVIII, demostrando su capacidad para dedicarse con éxito al mundo empresarial del mismo modo que sus homólogos masculinos.
De María Fernández Calderón [nuestra tercera protagonista] disponemos pocos datos procedentes del Catastro de la Ensenada. Con unas ganancias anuales de 10.000 reales, para el tiempo del Catastro era honesta, viviendo con Francisco José Polo y Trujillo, teniente del Contador del público y fiel de carnicerías, y su familia. (1) Para la época de la actualización ya había fallecido. (2)
Manuel Espinar y Ana Perea en la Biblioteca de la Casa de la Memoria La Sauceda
| Texto: Juan Manuel Pizarro. | Fotos: Casa de la Memoria de la Sauceda
Hace unos meses nos llegó un buen aire cargado de memoria, compromiso y simpatía desde El Puerto de Santa María. Manuel Espinar Galán (1937) y Ana Perea España (1939), dos históricos militantes del PCE de la provincia, visitaron la Casa de la Memoria La Sauceda para legarnos su archivo personal y hacer entrega de tres ejemplares de su última publicación: Historia, amor y lucha (1ª ed. revisada y mejorada), editada por Círculo Rojo, en cuya redacción ha participado además Marta Jiménez Aragón.
Pescador arponea un pulpo con su tridente | Mosaico de Dougga. Museo del Bardo (Túnez). Siglo III, Alto Imperio Romano.
| Texto y fotos: Juan José López Amador.
Desde el final del Neolítico, así como en la Edad del Cobre, el Bronce y el Hierro, esto es desde hace al menos 6.000 años, vemos en los restos arqueológicos que encontramos en los silos, en los fondos de cabañas, o en la ciudad de El Puerto de Santa María, donde vivían, infinidad de restos de conchas de moluscos que han sido consumidos. Esto, como es lógico implica la obtención de estos recursos, para lo cual, necesitamos mariscar aprovechando la bajada de la marea, así como la utilización de herramientas especializadas ...continúa leyendo "Mariscadores de la antigüedad #6.093"
Releyendo fragmentos de La arboleda perdida de Rafael Alberti me detuve en el capítulo 7, donde relata la situación de crisis personal por la que pasó en 1928 y a raíz de la cual fue invitado por José María de Cossío a pasar unos días en una casona que tenía en Tudanca. Desde allí realizaron algunos paseos y excursiones por lugares cercanos. Fueron a Santillana y después visitaron las cuevas de Altamira. Alberti pudo visitar la cueva auténtica, no la reproducción que actualmente se muestra al público a fin de preservar la verdadera e impedir que se estropee en un año lo que se ha conservado durante miles.
Arrieros por la calle Ganado, camino de la calería de la calle Jesús de los Milagros
| Texto: Manuel Cruz Vélez | Fotos: Archivo Municipal. …Y en el camino nos encontraremos. La de veces que lo hemos oído, pero no todo el mundo ha podido verlos día sí y el otro también. No había mañana o tarde, de entrada o salida al cole que no te cruzaras con una ristra de burros por la calle Santa Lucía. El arriero con su gorra o boina encasquetá y con el cigarro liáoen la mano, vara en la sobaquera, iba abriendo la marcha, era como si fuera una “Cruz de Guía” de una procesión silenciosa y cansina que, aunque cumpliera con su cometido, eran explotados.
La lucha de Juan Gómez Benítez por el patrimonio bodeguero
| Viñeta: Alberto Castrelo.
Juan Gómez Benítez , nuevo miembro del cuerpo de académicos de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia', es secretario de la Asociación Betilo para la Defensa del Patrimonio Histórico de El Puerto de Santa María.
Juan Rincón y Manolo Morillo escriben sendos obituarios sobre Francisco M. Fernández Lores, Franki, quien nos dejó el pasado lunes 25 de noviembre..
| Texto: Manolo Morillo.
A mi compañero y amigo Franki. Francisco Manuel Fernández Lores, Franki, no solo para los amigos sino para todo aquél que se le acercara con motivo de su actividad laboral relacionada con la educación, o por el simple hecho de tratarlo más cercanamente. Nos conocimos con la edad necesaria para consolidar una amistad de por vida como así ha sido. Entre las aulas y las canchas de baloncesto del colegio La Salle fuimos creciendo junto a Nicolás Jiménez, Luis Miguel Rosso, Antonio Villar, Paco Llamas, Andrés Daza, Manolín Borrás y tantos y tantos otros compañeros que en estos momentos estamos en duelo por su irremediable marcha después de que esa cruel enfermedad que tanto detestamos, se ha cobrado infamemente la vida de nuestro amigo y compañero.
Y cuando la vida se le ha teñido de otoño, no le ha dado tan siquiera la oportunidad para disfrutar de su jubilación tan bien ganada, después de tantos años trajinando actividades para todos los centros escolares de El Puerto a través de la Concejalía de Educación. Vivió como nadie la Oferta Educativa Municipal, y vivió como siempre su firme apuesta por la Muestra de Teatro Escolar que, junto a sus compañeros de laboro peleó hasta que los iletrados de siempre aprovecharon la pandemia para acabar con estas cosas que rentan tan poco.
Para bien o para mal a Franki se le veía venir de frente. Amigo de sus amigos, y siempre de cara con quienes no compartía afinidades por los motivos que fuesen. Él era uno de los artífices que lograba reunirnos en torno a una buena mesa, a principios de cada junio de cada año, para recordar nuestras aventuras colegiales, y para mantener viva la llama de la amistad que nos unía desde pequeños.
Hoy, querido amigo, te decimos adiós con el alma encogida y el corazón roto, sabiendo que donde hayas ido a parar, ya mismo estarás organizando con los compañeros que se fueron antes que tú alguna quedada para ir abriendo boca. Sabes que no nos vamos a olvidar tan fácilmente de ti, pero permítenos echarte de menos la próxima vez que nos reunamos. Será duro, pero la vida nos pone a todos cada día ante el espejo de la partida hacia lo impalpable. Abrazo fuerte, chaval.
Franki en una reunión de antiguos alumnos de La Salle.
| Texto: Juan Luis Rincón Ares.
Franki decidió ser de nuestra familia. De los Rincones y las Ares. Como los buenos. Sin matrimonios, ni noviazgos ni nada. Por amor solamente. Amor a mi padre y a mi madre, a mis hermanas, a toda la prole. Siempre estuvo tan cerca que no dudamos nunca de que debía estar presente en los mejores – y en los peores- momentos. Y estuvo en las bodas de oro, en mi jubilación, en los mil festejos de mi gente… Su querencia le honra más a él que a nosotros.
Franki siempre estuvo cerca. Era cercano. No militó en casi nada pero su presencia confortaba todas las causas que tenían que ver con la libertad y con el progreso. Amaba la educación pública y fue pilar de la Oferta Educativa Municipal mientras fue posible.
Franki amaba la vida y la disfrutó casi casi hasta el final. No fue perfecto ni falta que nos hacía. Lo amábamos con sus debilidades y con sus fortalezas. Y lo echaremos de menos. Como dice en su despedida mi hermana Sole: “A ti qué te voy a decir, que te tomes todas las cervezas que puedas y que fumes lo que te de la gana, ya no hay dolor.”
El concepto de alumbrado público es relativamente moderno ya que antes de 1800, salvo las antorchas impregnadas de resina, protegidas por un fanal metálico, que se colocaban en las fachadas de algunos edificios públicos a la que sustituyeron faroles acristalados con gruesas velas de sebo, de mínima potencia lumínica, durante la primera mitad del siglo XIX, nada más había. Al menos en esta Ciudad solamente existían, espaciados en las principales calles del casco urbano, faroles de aceite, atendidos por un empleado -el farolero- que encendía y apagaba manualmente cada uno de ellos de acuerdo con un horario establecido según la época del año.
En 1829 en París ya utilizaban el gas de hulla, al que denominaron con el nombre de su descubridor: Lebón, para el alumbrado público. A El Puerto llegaría cuatro décadas después esta innovación tecnológica, al construirse en 1870 una fábrica de gas en el extrarradio de la ciudad, monopolizando durante un cuarto de siglo el alumbrado público de la población.
Alejandra Vallejo-Nágera es una reconocida especialista en psicología aplicada al mundo de la comunicación. Articulista y habitual participante en programas de radio y televisión, ha publicado más de una treintena de libros.
| Pilar Villarreal Barranquero.
El puente de diciembre tendrá lugar un Retiro-Taller de escritura creativa y terapéutica llamado La mejor historia del mundo: Taller dedicado al héroe que hay e ti, impartido por la reputada psicóloga y escritora Alejandra Vallejo-Nágera. Será los días 6, 7 y 8 de diciembre en el marco incomparable de la Casa de La Inmaculada, en El Puerto de Santa María. En él, un grupo de un máximo de 25 personas convivirán con la autora, que propondrá las dinámicas y actividades al grupo en un ambiente relajado, de desconexión-reconexión y descanso. Las escapadas empiezan la tarde del viernes y dan fin después del almuerzo del domingo.
¿Es la titular de la Hermandad de la Cena de Jerez?
Santa María de la Paz y Concordia de Jerez
| Texto: Francisco González Luque
La restauración de Santa María de la Paz y Concordia, titular de la hermandad de la Cena de Jerez, aporta nuevos elementos de análisis que posibilitan identificarla con la Virgen de las Lágrimas de la cofradía del Dulce Nombre de El Puerto de Santa María, tallada por Ignacio López en 1683.
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