Enriqueta Castillo Pacheco, Ketty, nació en Santa Fé (Granada) el 6 de septiembre de 1956, hija de José Castillo Padial, granadino y de Enriqueta Pacheco Albalate quien, aunque nacida en Cádiz y vecina de El Puerto, en 1955 se casa el 20 de diciembre de 1955 y se va a vivir a Granada. Era alcalde de El Puerto Luis Caballero Noguera. Su padre, empleado del Banco Hispano Americano, trasladado en los cincuenta del siglo pasado a la oficina de la calle Larga, donde conoció a la que sería su esposa. Ketty es la mayor de tres hermanos, junto con José --ya fallecido-- y Oscar. Está casada en segundas nupcias con Armando Hutchion Azcuy (ver nótula núm. 300 en GdP), celebrando la ceremonia en La Habana (Cuba); su esposo tiene dos hijos que viven en la isla. Aficionada a la lectura y escritura, el senderismo y la jardinería.
SUS ÚLTIMAS NOVELAS.
“La Fuente de las Lágrimas” es la segunda novela de Ketty Castillo. La primera fue “La Mirada Infinita” (Alcalá Grupo Editorial), ambientada en Cuba e inspirada en la historia de su bisabuelo, Francisco Padial Rodriguez, emigrado a Cuba a principios del siglo XX y desaparecido poco después sin dejar rastro. También es autora de un libro de viajes sobre Cuba que aún no ha sido publicado.

Durante la presentación, en abril de 2008, de su primera novela 'La Mirada Infinita', junto al Jefe del Servicio de Fomento y Promoción Cultural, Antonio Ahucha Femenía.
Por tanto, “La fuente de las Lágrimas” (Ediciones El Boletín), es el tercer libro de Ketty Castillo. Esta historia está inspirada en un suceso real ocurrido en 1954 en Granada, en la casa de sus abuelos, en la misma donde ella vivió de pequeña. Narra un crimen pasional en el que se ven implicados un republicano y un falangista que se ven obligados a convivir bajo el mismo techo. Partiendo de ese suceso, Ketty teje una ficción que se confunde con la realidad de una de las etapas más negras de la Historia de España. Novela, negra, novela histórica, drama...

Durante la presentación de 'La Fuente de las Lágrimas, con el editor de Ediciones El Boletín, Eduardo Albaladejo Manzanares, en la Casa de Rafael Alberti el 17 de abril de 2013. El prólogo es de Juan José Téllez.
“La fuente de las Lágrimas” recrea la tragedia de la guerra civil en Granada y la huida de algunos de sus personajes hacia zona republicana, atravesando los montes de la Alfaguara, el bellísimo entorno donde Ketty pasó los mejores veranos de su vida. El mismo donde asesinaron a Lorca y a más de dos mil personas, víctimas de la represión franquista. El título de la novela se debe a un manantial que existe en aquellos parajes, cuyas aguas fueron encauzadas por los árabes para abastecer la Alhambra y el Albayzín. Los árabes la llamaron Aynadamar: La fuente de las Lágrimas. Pero el título también es alegórico a la tragedia que viven sus personajes, marcados por la guerra civil.

La niña Enriqueta, con sus padres en Santa Fé (Granada), con apenas dos años.
De pequeña vivió en Santa Fé (1956-1961) en la calle María Jesús, conocida como ‘la calle del Cine’ donde se ubicaba el único cine del pueblo. Afirma que por eso es tan peliculera. En Grranada (1961-1968) en varias viviendas. Los veranos de 1964 a 1975 los pasaba en una casita de Alfacar, al pie de la sierra de la Alfaguara, donde vivió los mejores momentos de su infancia y adolescencia. Su pubertad y adolescencia la vivió, también por los traslados familiares en Málaga (1968-1978). Después de su primer casamiento continuó en Málaga, hasta su traslado a El Puerto en 1986, donde ha tenido diferentes residencias. Su proyecto: vivir en Cuba.
Estudió entre Santa Fé, Granada y Málaga, donde inició estudios en la Facultad de Medicina. Antes de llegar a la Radio, hizo casi de todo: Clases particulares, cuerpo de limpieza en hotel, cuidadora de niños, vendedora de cursos de inglés sin tener ni idea del idioma, dependienta en una papelería-librería…

De izquierda a derecha, Juan Clavero, Ketty Castillo, Salvador González, Sole Duro, Agustín Álvarez, Fito Carreto y Toñi Flores, en el reciente encuentro celebrado en 'La Andreíta': "Delante y detrás de la noticia', el pasado 1 de junio de 2013.
DE SER PUERTO A CANAL SUR.
A su llegada a El Puerto comienza a trabajar en SER Puerto, en la calle Misericordia, como locutora y periodista. Dos años mas tarde, en 1988, en SER Málaga, tanto en Onda Media como FM. En 1989 aprueba las oposiciones de RTVA, y desde entonces trabaja como redactora en los Servicios Informativos en Canal Sur en Cádiz.

Con un grupo de amigas, en Bodegas Osborne, tras la presentación de su primera novela.
PREMIO 28 DE FEBRERO. La historia de Caparrós.
En 2003 recibe el Premio de Periodismo ‘28 de Febrero’ al mejor programa de radio emitido durante 2002, otorgado por el Consejo Asesor de RTVE-A, uno de los más prestigiosos de Andalucía, por su trabajo de investigación: ‘4-D: la verdadera historia’. En dicho reportaje sobre los sucesos ocurridos en Málaga durante la manifestación pro autonomía del 4 de diciembre de 1977, en la que fue asesinado José Manuel García Caparrós. Se desvela por primera vez en 25 años el nombre de Juan Manuel Trinidad Berlanga, el joven que escaló la fachada de la Diputación Provincial de Málaga, para colocar la bandera andaluza en el balcón principal. Este hecho fue el que desencadenó la brutal carga policial que acabó con la vida de García Caparrós. Durante 25 años, y todavía hoy se sigue haciendo, se había difundido el error histórico de que fue García Caparrós quien colocó la bandera andaluza en la Diputación. El pasodoble de la agrupación carnavalesca ‘Raza Mora’, cae en 1978 en dicho error con su copla ‘Un cuatro de diciembre’.

En el malecón, en La Habana (Cuba) con su esposo Armando y unas amigas.
COMPROMISO POLÍTICO.
De ideología republicana, está afiliada al sindicato CCOO y a la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Colabora con los movimientos de solidaridad con Cuba, cuya revolución defiende sin ambages. En su juventud militó en el desparecido PSA (Partido Socialista de Andalucía), que abandonó cuando dejó de ser un partido de izquierdas; desde entonces no ha vuelto a militar en ningún otro, aunque no oculta sus simpatías por IU (Izquierda Unida), con el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), con Ecologistas en Acción y con el Movimiento 15M.


En mi tremenda incultura, no sabía que España hubiese sido un país productor de seda porque siempre había creído que toda la seda se producía en Asia, en donde la laboriosidad y paciencia de sus habitantes hace que sea posible desenrollar un capullo y sacar un hilo de mil quinientos metros de longitud. No era capaz de imaginarme a ningún otro ciudadano del mundo con la paciencia para desliar el capullo sin que se le rompiese el hilo. Pero luego empecé a pensar en las famosas camisas de seda italiana o pañuelos y corbatas de seda francesas e italiana y aquello me llevó a recapacitar que esos países producían seda, o simplemente que la importaban de Asia y la tejían, creando así una industria preeminente. /En la imagen, Cartilla para la propagación de la Morera y cría del gusano de seda.
Tan importante fue este elemento en la antigüedad que la famosa ruta que unía la China con Europa Occidental, en su paso por Asia, recibía el nombre de Ruta de la Seda. Desde entonces la cría del gusano se popularizó y se extendió a todo el mundo, incluso como divertimento de la juventud y una maravillosa manera de contactar con la naturaleza. Tal era el aprovechamiento económico de aquella industria que al árbol de la morera se le llamaba en Francia “el árbol de oro” y es que, en realidad, la producción de la seda daba muchos puestos de trabajo, sobre todo a mujeres y personas mayores.


La singularidad de este ejemplar se halla en su porte arbóreo, superando los 5 metros de altura y llegando casi al metro de perímetro de tronco. El fuste, aparentemente único, se bifurca a 1,8 metros de altura, dando lugar a dos ramas maestras que sostienen una copa arriñonada y semiaparasolada. Esto último se debe a que en realidad este individuo estaba compuesto por dos brotes de cepa y uno de ellos ha caído al suelo y, aunque sigue vivo, ha dejado a la parte arbórea sin la antigua copa.
El Lentisco del Pinar de Coig II sobresale por el grosor de su tronco y la altura. Es llamativo el porte arbóreo que ha adquirido, con más de un metro de perímetro de tronco medido a 1,30 m. y una altura total de 5,50 m., altura de fuste 1,95 m. y perímetro de la b ase de 1,80 m. Desde la cruz emergen dos ramas gruesas que conforman una copa poco poblada de hojas, con una proyección e 34,7 metros cuadrados, pero que permiten apreciar la belleza de las ramificaciones secundarias.
De nuevo, junto al cercado existente en el Pinar de Coig, se hace notable la presencia de otro formidable ejemplar de lentisco. Es el Lentisco del Pinar de Coig III, que cuenta con un tamaño excepcional, superando los 6 metros de altura. El fuste se encuentra inclinado y se ramifica a 1,85 metros del suelo. Exhibe una gran copa aparasolada y densa.
El sol era un disco granate que apareció sobre los meandros del Guadalete en la amanecida del dos de agosto de 1688, hace justamente 325 años y un día. En esa época del año apenas era perceptible la rociada que habitualmente cubría el suelo marismeño y las copas de los numerosos pinos que, formando manchones, poblaban la isleta que se establecía entre los ríos Guadalete y San Pedro. En esta amplia y llana extensión, alternaban zonas de marismas y otras similares a una tundra, en la que se ubicaban las salinas, con otras de bosquecillos de pinos y terrenos de libre pasto vecinal, zona que respondía al calificativo de “coto de los conejos” por la gran cantidad de estos sabrosos mamíferos nacionales que resultaron todo un descubrimiento cuando griegos y romanos pisaron por primera vez la península ibérica y los conocieron y cataron, según refiere el historiador griego Polibio (siglo II antes de Cristo) que es el que describe por primera vez este animal ibérico, más pequeño que la liebre, que si conocían. /En la imagen, retrato de Luis Francisco de la Cerda. Óleo sobre lienzo, obra de Jacob Ferdinan Voet, que se custodia en el Museo del Prado.
Era hijo de Juan Francisco de la Cerda y Enríquez, VIII duque de Medinaceli, --a la izquierda de la imagen-- el cual, con mucho mundo vivido y un tanto hastiado por las responsabilidades que cayeron sobre sus hombros en años precedentes pasaba grandes temporadas en sus dominios portuenses haciendo vida de prejubilado de Estado, pues siendo aun relativamente joven –tenía 50 años- podía montar, jugar al billar y a los bolos y otras actividades como la caza, negadas a personas de mayor edad, alternando estas acciones ociosas con sus deberes y obligaciones de carácter privado, el despacho, dirección y administración de su Casa y la presidencia del cabildo ducal que regía los destinos de la ciudad. Luis Francisco de la Cerda, en esa fecha, era general comandante de la escuadra de galeras de Nápoles, a las órdenes del virrey de aquel estado español, el marqués del Carpio. Llevaba cuatro años sin ver a la familia, desde que en 1684, contando 24 años, fuese nombrado para tan importante cargo. Aprovechó una escala realizada por la escuadra napolitana en Cartagena, en una de las visitas recíprocas que habitualmente se producían entre esta y la escuadra española de galeras que, como conocerá el lector, hacía años que había trasladado su base desde el Gran Puerto de Santa María a la ciudad murciana de Cartagena, patria chica de Isaac Peral, para acercarse a su ciudad natal y celebrar su 28º cumpleaños con sus padres, el ya mencionado VIII duque de Medinaceli y Catalina Antonia de Aragón, duquesa de Segorbe, que tenía en esa fecha 53 años, y hermanos, en realidad una sola hermana soltera, Ana Catalina, que tenía en esa fecha 25 años. De los catorce hermanos restantes, nueve habían fallecido en esa fecha y solo vivían otras cuatro hermanas: Feliche, Juana, Lorenza Clara e Isabel María, todas casadas y residentes en diversos lugares de la península e Italia.





Los negocios familiares se expandirían, abriendo su hijo Pepe, ya como gerente, La Bodedeguilla del Bar Jamón, en la calle Misericordia en 1989, y que hoy regentan su otro hijo, Rafael y su nuera Mamen. Allí se inventó el Pan de la Casa (pan de cortijo ligeramente tostado, aceite de oliva del bueno, tomate y jamón), al que siguieron otros: de mechada, de queso, de huevo… Y ya lo copian en tantos sitios…. En 1998 se inauguraba el actual Bar Jamón junto a la rotonda del Molino Platero, emblema del grupo Jamefer, nombre comercial de José Fernández Rodríguez e hijos. /El pan de la Casa

El idilio de Francisco M. Arniz Sanz --nacido en El Puerto de Santa María en 1952--, con la pintura viene de lejos, de muy lejos. Vamos, casi desde siempre. Ya en el colegio el pincel y los colores fueron unos de sus mejores amigos. Pero no sería hasta el año 1977 con su primera exposición en Barcelona cuando se empezó a dedicar profesionalmente al mundo del arte. Esta muestra tuvo tinte surrealista y en ella el desnudo femenino fue principal protagonista.






LA INFANCIA.






[Aquel 1913 del siglo XX, hace ahora 100 años, era alcalde de El Puerto de Santa María Manuel Ruiz-Calderón y Paz; lo sería también en un segundo periodo. Ese año un decreto papal declaró festivo el 8 de septiembre, día de la Virgen de los Milagros por la intermediación del Cardenal Enrique Almaraz Santos, quien fue recibido en la Estación de Ferrocarril por la Corporación Municipal Bajo Mazas, con cuyo nombre se rotularía la calle Zarza y quien sería nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad. Ese año volvía a salir la imagen del Cristo de la Veracruz, de salida irregular e intermitente en los últimos tiempos, desde sus capilla de la Sangre en la esquina de Nevería (Castelar) y Palacios (José Navarrete), frente al Bar Apolo donde hace años estuvo el Bar ‘La Mina’ y la Librería ‘Sanjamás’. Pedro Muñoz Seca estrenaba su obra ‘Trampa y Cartón’. En 1913 nació José de los Reyes Santos, ‘el Negro’ cantaor que interpretaba como nadie los ‘martinetes’]. /En la imagen de la izquierda, portada de la Guía Baedeker.
En la imagen de la izquierda, página de la Guía Baedeker, correspondiente a El Puerto de Santa María.
En la imagen de la izquierda, el alcalde en 1913, Manuel Ruiz-Calderón y Paz.