José García Sanz, --Pepe Sanz-- hació en Ceuta el 14 de diciembre de 1928. Con seis años, en 1934, sus padres se trasladan a nuestra Ciudad y aquí fijó su residencia, formó una familia y colaboró con multitud de causas sociales, educativas y deportivas hasta su óbito, hace ahora tres años. Casado con Milagros González Matiola, el matrimonio tuvo dos hijos. Lasaliano hasta la médula, el Ayuntamiento de la Ciudad le conceció el título de Hijo Adoptivo de El Puerto. Vivió sus últimos años en la calle Jorge Guillén, 4, en una barriada con nombres de calles de escritores y poetas. Su vida laboral la desarrolló en el mundo del comercio, regentando un almacén de comestibles y bebidas en la calle Chanca esquina con Ribera del Río.
HIJO ADOPTIVO DE EL PUERTO.
A lo largo de mas de 30 años ha desarrollado una ingente labor social de forma totalmente altruista en torno a la educación y al deporte. El Ayuntamiento de la Ciudad le distinguió por acuerdo de toda la Corporación Municipal, entregándole en Sesión Extraordinaria y Solemne el título de Hijo Adoptivo de El Puerto de Santa María. Así y tal y como reconocía la Junta Directiva del Club Deportivo La Salle en su escrito de adhesión para el nombramiento de Hijo Adoptivo: “Pepe Sanz, es y significa el estandarte de la Familia Deportiva Lasaliana. Reconocimiento que ésta asociación formaliza con el nombramiento de Presidente Honorífico del Club Deportivo La Salle, y con la celebración anual del Memorial de Futbol Sala que lleva su nombre”.

En la imagen, con su mujer, Milagros González Matiola, el día que recibió el nombramiento como Hijo Adoptivo de El Puerto, en el Salón Ducal del antiguo Monasterio de la Victoria, convertido en Salón de Sesión Extraordinaria de la Corporación Municipal.
PROMOTOR DEPORTIVO.
Nuestro protagonista ha ostentado la Presidencia del Club Depotivo la Salle durante mas de 25 años, volcándose en favor de los niños y jóvenes de todo El Puerto, sobre todo de los mas necesitados, como queda demostrado en sus labores de portavoz de todos los clubes de Fútbol Base de nuestra Ciudad. Además fue fundador del equipo porteño “Victoria Club de Fútbol”. Pepe Sanz nunca escatimó esfuerzos para trasladar en su propio vehículo a los niños a las diferentes competiciones deportivas. Tampoco lo hizo buscando en recursos y medios para que los pequeños mas necesitados no se diferenciaran en su equipamiento a la hora de realizar el deporte, y pudieran efectuar los desplazamientos en igualdad de condiciones que el resto de los componentes de los correspondientes equipos.

En el Colegio La Salle, podemos ver a Guillermo Romero Rivas, 'El Calé', Manuel Rivas Acá, Antonio Bueno, Parra y Antonio Femenía, a la sazón corresponsal de Diario de Cádiz, en unos juegos deportivos organizados por el Centro, en el que tanto y con tanto ahínco y acierto colaboraría nuestro amigo Pepe. La niña del centro, hoy abuela, se llama María Victoria.
Como le confesaba al periodista Francisco Andrés Gallardo en una entrevista que concedía a Diario de Cádiz: “Lo importante en el deporte no es ganar, sino participar. El aliciente es ganar. Eso es lo que hay que transmitirle a los deportistas. Lo bonito es participar y si se gana es mejor. Pero ganar deportivamente”.
PROMOTOR SOCIAL.
Pepe mostró siempre espíritu de colaboración, de forma desinteresada, de forma altruista, en todos aquellos eventos benéficos --que fueron muchos y muy variado--, tanto para que todos los niños pudieran realizar con la mayor dignidad los viajes de Fin de Curso, como para que pudieran disfrutar de regalos de Reyes, en aquellas familias donde el presupuesto no llegaba. Y sobre todo, para que la “Olla de Navidad” pudiera hervir en más de un hogar necesitado. Nunca se resistió, nunca dejó de estar disponible para aquellas actividades organizadas por diferentes ONG.s para la recaudación de fondos destinados a proyectos sociales para el injustamente llamado ‘Tercer Mundo’.

En la imagen, Pepe ante un tradicional Nacimiento.
Con respecto al botellón, Pepe era tajante: “No me iría a la movida del botellón con ellos porque eso no es diversión. Ellos se lo están perdiendo, porque la auténtica diversión no es beber a toda costa, en la calle y hasta las tantas. Hay otras formas muy interesantes y atractivas de disfrutar del tiempo”. El mensaje sigue vigente, como un legado para la posteridad.
FLAMENCO Y TOROS.
Durante más de dos décadas colaboró en la defensa y mantenimiento de la identidad andaluza a través del arte flamenco, formando parte de las respectivas Juntas Directivas de la Peña Flamenca “El Chumi” y de la Peña Cultural Flamenca “Hermanas Cala”, de la que fue su secretario. Igualmente prestó su colaboración con algunas Peñas Taurinas.
De Pepe ha escrito el presidente de los vecinos del Palmar de la Victoria, Ramón Ruiz: “Dios, y las circunstancias, me han permitido conocer en El Puerto a personas que han pasado por el Barrio de la Vida haciendo lo mas difícil y a su vez lo más fácil, como es el Bien. Personas que con su altruismo, comprensión y ayuda a los Demás, han sido verdaderos cimentadores de Solidaridad y Paz. Entre estas personas a las que mi Fe me dice que hoy gozan de la plenitud del Reino de los Cielos se encuentra entre otros mi amigo Pepe Sanz, quien ha dejado en muchos niños de El Puerto --hoy hombres y mujeres--, y en muchas familias necesitadas, un autentico testimonio de Solidaridad y Amistad”.

A los pies de la sierra de San Cristóbal, al borde del antiguo estuario del Guadalete, donde los términos de Jerez y El Puerto de Santa María se confunden, se ofrecen a la vista del viajero
“A la caída de una hermosa tarde de mayo de 1869, caminaba por el arrecife que va de Jerez al Puerto de Santa María, un hombre ya entrado en años, que llevaba delante de si una burra”. Así da comienzo Caín, presentando a Miguel y a Joaquina, su mujer, que a lomos de la burra “Molinera”, recorren el “arrecife” (que sigue, aproximadamente el mismo trazado que la antigua carretera de El Puerto que hoy se conserva) en dirección a Doña Blanca. En su camino, tras encontrarse con Juan Pita, un hortelano que se dirige al mercado de Jerez a vender sus tomates, pasarán por el pequeño Puerto de las Cruces. (D



En Caín, no faltan tampoco las descripciones de las huertas de tomates, melones y frutales que se cultivaban (y aún se cultivan) junto al arrecife, en el Valle de Sidueña, mencionándose, a modo de ejemplo el “cojumbral” de Juan Pita. Se hace referencia también a otros caminos y veredas de estos parajes como el que en cierta ocasión toma Juan Pita, quien se aparta del arrecife y “…por un atajo que llaman La Trocha retrocedió hacia Jerez donde pensaba vender su canasta de tomates”. Aún se conserva todavía La Trocha y esta misma vereda fue trágico escenario de no pocos fusilamientos en 1936. Junto a todo ello, el relato ofrece valiosas referencias a los manantiales de Sidueña, en las proximidades del Castillo de Doña Blanca.
(En la imagen superior, lápida de 1887, indicando la Sala de Máquinas de las Aguas de La Piedad. Podemos ver la lápida en la imagen anterior, sobre el dintel de la puerta. En la imagen de la izquierda, monolito de acceso a la Granja de La Piedad. Fotos JMM).

EL LAZARILLO Y EL CAÑÓN.








Nació en El Puerto el 17 de agosto de 1899, y murió en Sevilla el 28 de julio de 1973. Su vocación por el dibujo y la pintura despiertan en él siendo muy joven, por lo que es matriculado antes de cumplir nueve años en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, de El Puerto: "La vocación por la pintura se despierta en mí desde muy pequeño. Una caja de colores fue siempre mi juguete favorito'. 'Convencidos mis padres de que nada me interesaba tanto como la pintura, sin cumplir aún los nueve años, ingresé en la Escuela de Bellas Artes de Santa Cecilia de mi pueblo, El Puerto de Santa María, donde al mismo tiempo que el dibujo y la pintura estudié un poco de música'. 'Con las mejores notas y algunos premios, terminé mi primera etapa de aspirante a pintor con una preparación suficiente para pasar a completada en ambiente más propicio".
En el cartel de Semana Santa y Feria de Sevilla de 1925, "Juan Miguel Sánchez nos muestra a su Eva flamenca erguida y solemne con la mantilla al viento, un amplio abanico en la mano y una Sevilla estrellada al fondo..."Obtuvo gran cantidad de galardones como el primer premio en el concurso nacional para carteles anunciadores de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1926. Participó asimismo, por primera vez, en dicha exposición, con dos obras, consiguiendo una medalla de tercera clase, en Arte Decorativo, con un cartel titulado "Aurora sevillana", que fue adquirido por el Estado. Participó en la Exposición Nacional, en la sección de Arte Decorativo, en 1932, año en el que también participó otro artista portuense, Serny.
En la Muestra Nacional de 1941 volvió a concurrir con dos obras. Ese mismo año realiza los murales en el vestíbulo de la estación de autobuses de Sevilla. Un año después, en 1942, expuso en Barcelona en la célebre Sala Gaspar, un total de 34 cuadros, entre ellos los siguientes: "Cal y luna", "La cacharrera", "Callejón de la parra", "La fuente del patio", "Salida al mercado del jueves", "En el Rocío", "La fuente del mercado", "Por alegrías", "Bailaora y guitarrista", "Pase de seguidillas", "Chaval con naranjas", "Perfil gitano", "Blandas negras" y "La del clavel rosa". Estos cuadros de composición figurativa se completaban con tres retratos, un paisaje de Alcalá de Guadaira, siete bodegones y nueve "vasos con flores".
En la Exposición Nacional de 1945, concurrió con dos obras: "La Novia" y el formidable "Retrato del profesor doctor Urra", obra esta última con la que obtuvo medalla de segunda clase.


Francisco Javier González Fuentes nació en la barriada Juan Melgarejo Osborne --Sericícola-- en el año 1981, hijo del conocido frutero Genaro González Salas y María Rosa Fuentes Vélez. Es el menor de 5 hermanos, todos nacidos en nuestra Ciudad: Manolo, Ramón, Antonio y Rosa. Francisco, Kiko para todos que es como le conocen en nuestra ciudad,. Estudió en el Colegio Público de la Sericícola, continuando sus estudios secundarios en el INB Pedro Muñoz Seca. Ha practicado artes marciales: kárate, Kick-Booxing americano, y el Aikido del que es monitor. Una vez participó en Telepuerto (cuando tenía 11 años) en un programa para él solo contando chistes. El presentador de entonces era Rafael Morro. Recuerda Kiko que su amigo Juan Barrero, con notula propia en Gente del Puerto, le fue a recoger a su casa con su jaguar. Ha sido voluntario de la Cruz Roja Española. Se considera porteño de pura cepa y se desvive por El Puerto. Además como porteño que se precie, tiene un gran sentido del humor. (Fotografía de la Orla de Perito Judicial).
A Mercedes la llamaban “la Jerezana” en un tiempo en que Jerez parecía el extranjero y Bolivia o Ecuador eran remotos nombres de los libros de Historia y de Geografía. Bautizada en San Pedro y vecina del barrio de San Miguel, muy cerca de la casa donde nació Lola Flores, llegó veinteañera a El Puerto en 1958, cuando su marido, el mecánico Juan Gallardo, vino a trabajar en aquella Base que comenzaba montarse y que trajo un buen puñado de norteamericanos con Mr. Marshall. La familia contaba con dos pequeños y un montón de ilusiones por cumplir. Mercedes no terminó de cumplir una de esas esperanzas que se llevan en el corazón, convertirse en una artista profesional del cante, aunque nunca le faltaron sus cualidades heredadas de su padre, Antonio Alvarado, de Arcos de la Frontera, y uno de los nombres del flamenco arcense de principios del pasado siglo. (En la imagen, Mercedes durante una intervención saetera en la peña El Chumi).



Entre los años 80 y 90, formando parte de la peña El Chumi, Mercedes intervino en diversos recitales organizados por la veterana entidad flamenca.
De los devotos y enamorados de esta Ciudad de El Gran Puerto de Santa María, debo traer hoy aquí a don Diego Angulo Iñiguez. ¿Quién no ha estudiado en su “Manual de Historia del Arte”, en dos tomos? Pues sencillamente el que no haya estudiado Historia del Arte, pero era texto obligatorio en Escuelas de Arquitectura, en Facultades de Bellas Artes, en Facultades de Filosofía, y en cualquier centro donde se cursara algo relativo a las artes.
Cuando saqué mi carnet de conducir, me convertí en su chofer y seguí llevándolo a donde quiso, mientras yo me iba empapando de la riqueza artística de Andalucía. (En la imagen de la izquierda, tres ilustraciones del Manual de Historia del Arte" de D. Diego Angulo).
A mis hijas le contaron este chiste y fue suficiente para que lo relacionaran: Se trataba de un banquete en que era preciso repartir un pollo guisado en pepitoria y el que lo repartía decidió adjudicar cada parte del animal a un comensal según su nombre: "Bengala, para ti las alas; Lechuga, para ti la pechuga; Cantueso, para ti el pescuezo; Paullata, para ti las patas; Angulo, para ti..." Y Angulo, viéndolas venir, dijo que no le gustaba el pollo. La verdad es que yo le reñía a mis hijas con la boquita cerrada aquella maldad para con el maestro, a quien seguía respetando y venerando. Don Diego me dedicó de su mano el "Murillo", "La arquitectura mudéjar sevillana", su "Manual" famoso e infinidad de separatas que conservo con verdadero cariño. (En la imagen superior, la portada del ejemplar de 'Murillo' y en la imagen inferior, la dedicatoria que realizó de dicho ejemplar al autor de este reportaje).








