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María Luisa Cárave García nació el 19 de octubre de 1940 en la calle Pozuelo, 47, donde vivió toda su vida. Segunda hija del matrimonio formado por Juan Cárave Carrasco --fundador de la desaparecida Droguería Cárave de la calle Ganado, junto a la Divina Pastora-- y María García Escazúa, ambos de El Puerto. Milagros, Juan y Mari son sus otros hermanos. A los 7 años se quedó huérfana de padre, quien fallecería en 1947, con apenas 35 años, no así su madre que nos dejó hace ahora tres años. Luisa fallecía el 26 de diciembre de 2010, hace hoy un año.

Estudió en el Colegio de las Esclavas. Pronto empezaría a trabajar, primero en la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) en la calle Larga, junto a Las Novedades y luego en Gráficas Andaluzas, primero en la calle Alquiladores y posteriormente en el número 27 de la calle Larga, a donde se trasladó la empresa, precisamente donde se alojara el Duque de Angulema, durante la ocupación francesa de 1823 al frente de los ‘Cien Mil Hijos de San Luis’; también en 1832 fue casa del prolongado veraneo del infante Francisco de Paula Antonio y su familia. Trabajaría, pues María Luisa, en una casa que había sido alojamiento de gente muy principal, vecinos de El Puerto por un tiempo.

María Luisa, tercera por la derecha, en la Feria de Primavera de 1968. /Foto: Rafa. Archivo Municipal.

Paseaba por todos los rincones de la Ciudad que recorría de punta a punta. Prueba de su interés por la vida y su tesón fue que, cumplidos ya los 65 años, asistía a la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’ para recibir clases de pinturas, llegando incluso a exponer sus creaciones, con gran éxito. Fue militante del Partido Popular, en cuyas listas electorales figuró no en puestos de salida aunque si testimoniaba con su presencia la pertenencia al mismo. Perteneció a la Archicofradía y Esclavitud de los Milagros y era, también, hermana de la cofradía del Resucitado.

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?Cada vez me asalta más la impresión de que en El Puerto hay, por día, menos portuenses. Porque hay olores, sabores, paisajes e incluso sonidos de toda la vida que no se perciben por casi nadie. Yo, el domingo pasado, día de Santiago, me partí las manos, francamente en solitario, aplaudiendo a la banda Maestro Dueñas, cuando en el paseillo, en nuestra Plaza Real, sonaron las notas del pasodoble de Manolo del Pino “Niño del Matadero”. Era como si se me hubiera llenado el cuerpo de alegría, gozo y nostalgia. Hacía lo menos veinticinco años que no lo oía. Y la última vez fue por la misma banda, pero bajo la batuta de Miguel Leveque.

Yo tengo una placa de gramófono de ese pasodoble, con música y cantado. También tengo la placa con el pasodoble de Miguel del Pino, el otro “Niño del Matadero” y su hermano. Cada vez que éste aparecía por mi casa, cosa que era muy frecuente, yo, le tocaba la fibra sensible y ponía en el plato del tocadiscos, a 78 revoluciones, los dos pasodobles y Miguel salía llorando de emoción.?Pero el pasodoble de Miguel lo ha seguido interpretando la banda. Del de Manuel se decía que se había perdido la partitura. Y yo, que ya no tengo plato de 78 revoluciones, porque se me quemó, y no puedo poner las placas de gramófono, estaba deseandito de poder volver a escucharlo. Porque aquello de “Olé, tu eres el as, tu eres la esencia del arte torero; Olé, tu eres el as, tu eres el Niño del Matadero…” lo tenía como encastrado en mis tímpanos, e incluso en mis martillos, yunques, lenticulares y estribos, desde mi niñez.

Es muy de agradecer a Don Cándido Núñez Aguilar, Director que fue de la Banda Maestro Dueñas, la más torera de todas las bandas, junto con la del Maestro Tejera de la Maestranza de Sevilla, que hubiera revuelto Roma con Santiago y encontrado, conservado por la piedad de los hijos de Enrique Galán, ese músico portuense que hizo carrera en Rota, el pasodoble de Manolo del Pino.?Posiblemente ahora salgan muchos diciendo que tienen la partitura, pero me da lo mismo. Lo importante, para mí fue partirme las manos, en solitario, aplaudiendo el día de Santiago, en la Plaza Real, los sones de ese pasodoble que me conectaban con mi niñez y mi juventud. Solito yo, porque, cada vez hay en El Puerto, menos gente de El Puerto, que esa gente no tiene el mismo paisaje, los mismo olores, los mismos sonidos, los mismos sabores que yo, porque no tienen identidad y habitan –no viven- lo mismo aquí que en Pernambuco o en Sebastopol. (Texto: Luis Suárez Ávila).

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782. MANUEL DEL PINO. Torero y artista polifacético. (I).

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Desde el pasado viernes 16 de diciembre , La Bodeguilla del Bar Jamón y La Herrería-La Draga organizan: Sentidos y equilibrio “Maridaje de vinos y tapas” maridado por Spiritsherry Enoturismo y con la colaboración del Grupo Caballero. Se maridaran cuatro vinos del Grupo Caballero con tres tapas y un postre respectivamente en cada uno de los establecimientos. Un menú de tapas y postre maridados por 15 euros durante todas las fiestas navideñas. Ambos establecimientos pertenecen a la Ruta Urbana del Vino, Brandy y el Vinagre de El Puerto de Santa María.

En asuntos de amoríos gastronómicos lo divertido es experimentar, jugar a combinar sabores y texturas. Y descubrir el placer de acertar y notar que se origina algo nuevo, inédito. Y lo mejor es que cada uno encuentra su propia armonía, o maridaje… y disfruta comiendo y bebiendo…. Quien así lo anuncia es Spiritsherry, la empresa de enoturismo que ha asesorado a estos hosteleros en su propuesta.

La Bodeguilla del Bar Jamón y La Herrería-La Draga ambos situados en pleno centro de El Puerto de Santa María, inician el pasado viernes una interesante experiencia que se prolongará durante todas las fiestas y es la puesta en marcha de un menú especial en cada uno de los establecimientos en el que se proponen 3 tapas y postre acompañados de 4 vinos de bodegas Caballero.

Para ver los menús a mayor tamaño, pulsar sobre la imagen.

El precio de los menús es de 15 euros por persona y están compuesto por tapas especialmente diseñadas para la ocasión y que han sido luego combinadas con los vinos por la empresa gaditana Spiritsherry, especializada en enoturismo.

Mamen y Rafael, de la Bodeguilla del Bar Jamón.

Así La Bodeguilla del Bar Jamón propone el siguiente menú de tapas y postre:
•    Fino Pavon maridado con fritos de pimientos con chistorra navarra
•    Amontillado Don Luís maridado con tortitas de gambas al ajillo
•    Oloroso Rio Viejo maridado con pequeña hamburguesa de Kobe con helado de queso Payoyo
•    Pedro Ximenez maridado con delicia de crema de orujo con nueces de macadamia

Francis, de La Herrería-La Draga.

Por su parte La Herrería-La Draga propone estas tapas y su correspondiente postre:
•    Fino Pavon maridado con mejillones con mousse de pimientos y vinagreta de manzana
•    Amontillado Don Luís maridado con pez de espada con crema de puerros
•    Oloroso Rio Viejo maridado con brascada de mechada con piquillos y mermelada de cebolla
•    Pedro Ximenez maridado con daditos de trufas trucados

Estos menús estarán durante las Navidades en los dos establecimientos y se servirán tanto al mediodía como por la noche, en los horarios habituales de los establecimientos, con el acompañamiento de los vinos del Grupo Caballero. (Textos: Pepe Monforte).

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A la misteriosa desaparición de buena parte de su legado se une ahora la batalla legal por la residencia romana del poeta, que el viernes hubiera cumplido 109 años. Solía decir que escribía para dejar una estela. También ha dejado un oscuro laberinto. Lo contaba ayer, en su edición sabatina, el escritor Benjamín Prados, en el periódico de El País.

Trece de julio de 1990. Roma y El Puerto de Santa María. Mientras en la capital de Italia un camión atraviesa la ciudad lleno de cuadros, dibujos y serigrafías de Picasso, Miró o Tàpies y de cartas y libros firmados por Neruda o Pasolini, en el hermoso municipio de la bahía de Cádiz un coche nupcial empieza a rodar lentamente hacia los juzgados. El primero ha salido del número 88 de la Via Garibaldi, en el barrio del Trastevere, un antiguo convento de color naranja convertido en casa de vecinos, y el segundo de una casa llamada Ora Marítima, construida muy cerca del océano, en la urbanización Las Viñas. Las dos viviendas tienen en común al poeta Rafael Alberti y se diferencian en que una la compartió con quien fue su mujer durante casi 60 años, la escritora María Teresa León, y en la otra va a instalarse con la que está a punto de ser su nueva esposa, una profesora 44 años más joven que él, llamada María Asunción Mateo. Aunque, en realidad, hay otra diferencia importante: la casa junto al río Tíber donde pasó los últimos 14 años de su exilio, era suya y de León; pero la que está en su localidad natal pertenece al Ayuntamiento, que se la ha cedido para que pueda cerrar allí, tranquilamente, el formidable círculo de su vida.

Hoy, 21 años más tarde y a los 12 de haber fallecido Alberti, el chalet Ora Marítima sigue en manos de su viuda; la mayoría de las obras de arte y manuscritos que salieron de Roma para ser conservados y expuestos en una fundación que iba a abrirse en Cádiz se trasladó en medio de un enorme escándalo a El Puerto de Santa María y al final fue disuelta, por falta de fondos, en 2010, han desaparecido; y el piso de Via Garibaldi, donde continúa viviendo su novia de los años setenta, la bióloga catalana Beatriz Amposta, con la que inició una relación cuando María Teresa ya estaba enferma de alzheimer, arrastra una deuda de más de 60.000 euros que los administradores de la finca se disponen a cobrar exigiendo que los herederos se hagan cargo de ella o que la propiedad sea embargada y se subaste. /En la imagen, la primera mujer del poeta, María Teresa León.

LITIGIOS
Dos despachos de abogados de Madrid están a punto de emprender una batalla legal en la que se verán implicados la hija del poeta, Aitana Alberti León; los descendientes de sus dos hermanos por parte de madre, Gonzalo y Enrique de Sebastián; su viuda y su antigua compañera sentimental e inquilina del inmueble, Beatriz Amposta, a la que el autor de Roma, peligro para caminantes escribió un libro titulado Amor en vilo que, hasta el día de hoy, continúa inédito. Rafael Alberti solía repetir que él escribía para dejar una estela; pero como se ve, lo que ha dejado es un oscuro laberinto.

Fachada del número 88 de Via Garibaldi, en Roma, donde vivió el poeta. /Foto: J.M.M.

VIA GARIBALDI
La casa de Via Garibaldi era, efectivamente, el hogar donde Rafael Alberti y María Teresa León habían pasado gran parte de su destierro en Italia, un país al que llegaron después de vivir 24 años en Buenos Aires, tras el golpe de Estado de 1936; y era también una especie de santuario por lo civil al que peregrinaban escritores y políticos antifranquistas ansiosos de conocer a aquella pareja mítica que simbolizaba tantas cosas: la Generación del 27, la República, la Guerra Civil, el éxodo de los derrotados, el Partido Comunista… Por añadidura, no era raro que quienes franqueaban aquella puerta se encontrasen en el interior con Pasolini, Fellini, Vittorio Gassman o cualquiera de los españoles que se dejaban caer por esa ciudad a la que, según sostenía el mismo Alberti, sus compatriotas solo iban por dos motivos: a ver al Papa o a verlo a él.

En Italia, los Alberti habían vivido en Milán y en otra casa en Roma, pero cuando el poeta recibió el Premio Lenin de la Paz, en 1965, utilizaron el dinero del galardón para comprar el piso de Via Garibaldi, que todos los que conocieron definen como un auténtico museo: "Las habitaciones estaban repletas de cuadros de Picasso, Miró, Guinovart, Quatrucci…", contaba en 1976 el pintor y crítico Francisco Arniz Sanz en el libro Aproximación a Rafael Alberti y María Teresa León. Y no solo eso, porque también había muchísimas obras propias, como recuerda la sobrina del escritor, Teresa Sánchez Alberti, que fue la encargada, junto con el director del Patronato de Cultura de la Diputación de Cádiz, el vicepresidente de la Fundación Rafael Alberti y la abogada Cristina Almeida, de ir a retirar los materiales de la casa del Trastevere para que fueran llevados a Cádiz: "Había infinidad de cosas, por ejemplo, muchísimas litografías de mi tío, a veces tiradas enteras, que en algunos casos, al parecer, se vendieron más tarde a la propia Fundación al triple de lo que valían; y cosas inéditas por todas partes, apuntes, esbozos, cuadernos escritos de puño y letra por él y por María Teresa…".

Alberti con parte de las cajas de su legado, en la casa de la calle Santo Domingo. /Foto: Fito Carreto.

EL LEGADO: CAJAS DE PROBLEMAS.
Tras quince días de trabajo, el legado quedó embalado en 386 cajas de cartón. Y cuando el tesoro llegó a la capital andaluza y empezó a hacerse su inventario en un almacén de la calle del Rosario, se pudo comprobar que, sobre todo, esas cajas estaban llenas de problemas.

El lunes 16 de julio, tres días después de su boda con María Asunción, ese legado, que fue tasado por los especialistas en unos dos mil millones de pesetas, fue presentado por el autor de Marinero en tierra y su nueva mujer a la prensa. Fue la última vez que se les vio sonreír, porque a partir de ese instante todo fueron conflictos, malas noticias y sorpresas desagradables.

María Asunción Mateo y su marido, Rafael Alberti, en 1994, cinco años antes de la muerte del poeta. /Foto: Pablo Juliá.

LA SEGUNDA BODA.
Nada más casarse, Alberti se alejó de muchas de las personas a las que quería. Sus memorias, La arboleda perdida, fueron censuradas, como puede comprobarse comparando las primeras ediciones de su segundo tomo y las últimas, y desaparecieron de sus páginas sus amigos más cercanos y en ocasiones hasta su hija Aitana y su sobrina Teresa, que era quien lo había cuidado desde su retorno a España, quien se ocupaba de casi todos sus asuntos domésticos y en cuya casa vivió mientras se recuperaba del accidente de coche que tuvo en 1987. "La boda la organizaron mientras yo estaba en Italia ocupándome de su patrimonio", asegura Teresa. "Yo me enteré de que se había casado por los periódicos. Nada más regresar a mi casa, lo telefoneé y me dijo: 'No quiero que vengas'. Y al día siguiente, llamaron a mi puerta y cuando abrí era un notario que venía a exigirme que le devolviese los poderes que me había dado mi tío para que me ocupase de sus asuntos".

Interior de la que ha sido Fundación Alberti en El Puerto.

LA FUNDACIÓN, A EL PUERTO.
Alberti y su esposa, María Asunción Mateo, que no ha querido participar en este reportaje, empezaron a presentar una queja tras otra en la Diputación de Cádiz, un día porque las tareas de clasificación iban despacio; otro porque el almacén de la calle del Rosario no reunía las condiciones necesarias; o porque se habían mezclado obras de arte con objetos personales que no tenían por qué estar incluidos en la donación. El resultado fue que los políticos que gobernaban la institución accedieron a disolver la Fundación Rafael Alberti y poner en manos de la pareja todo aquello que había llegado a Cádiz por deseo del autor de Cal y canto y pagado con dinero público. El matrimonio anunció entonces que se abriría una nueva Fundación en El Puerto de Santa María, en una casa en la que el escritor vivió de niño, y que en ella, como aún puede leerse en su página web oficial, estarían "depositados no solo los recuerdos de la infancia del universal poeta, sino también la donación que junto a su primera esposa, María Teresa León, hizo en 1978 a su ciudad natal".

Eso nunca fue cierto, porque la gran mayoría de las obras que fueron sacadas de Via Garibaldi nunca han vuelto a salir a la luz y, desde luego, jamás han sido vistas en las salas de ese centro al que el escritor José Manuel Caballero Bonald, falseando una vocal, solía referirse como "la fundición." /En la imagen de la izquierda, Caballero Bonald.

OCHO TESTAMENTOS.
A partir de entonces, Alberti no volvió a publicar más libros de poemas. Sí redactó, en cambio, varios testamentos: firmó uno el 9 de mayo de 1991; otro, 24 horas después; uno más al año siguiente, el 10 de octubre; otros dos el 11 de junio de 1993 y el 25 de mayo de 1995; y finalmente, tres más, el 27 de febrero, el 3 de abril y el 10 de diciembre de 1996. En el definitivo no le dejaba prácticamente nada a su hija Aitana, mientras que a su viuda le otorgaba "todo el contenido de las casas donde han residido" y "el ejercicio de los derechos de explotación de toda su obra, tanto literaria como pictórica, en toda la amplitud prevista por la Ley de Propiedad Intelectual"; y a los dos hijos de esta, los derechos de autor de sus libros más señalados, para él Marinero en tierra, Ora marítima, Baladas y canciones del Paraná y Los ocho nombres de Picasso y para ella La arboleda perdida, Sobre los ángeles, A la pintura y Retornos de lo vivo lejano. De la casa de Via Garibaldi no se decía nada, pero ese silencio tiene una explicación: Alberti no quería dejar desamparada a Beatriz Amposta, y aunque primero le ofreció, como recuerda Teresa Sánchez, vender ese inmueble y comprarle un apartamento, más tarde le mandó un documento en el que la autorizaba a vivir en la casa del Trastevere y la nombraba propietaria del libro que había escrito para ella, Amor en vilo. Todo ello parece combinar mal con las acusaciones a Amposta de tener ocupada su casa, no permitirle entrar en ella y haberle robado un cuadro de Motherwell y una cerámica de Picasso, que están publicadas en un dudoso tercer tomo de La arboleda perdida del que su editor, Mario Muchnik, afirma tener mil pruebas que demuestran, como mínimo, que Alberti no fue su único autor.

BEATRIZ AMPOSTA.
"Rafael y yo mantuvimos una amistad muy intensa tras romper nuestra relación sentimental, que acabó en 1981, tras regresar de un viaje a Nueva York en el que, por cierto, escribió un poema en el que vaticina el derrumbe de las Torres Gemelas", dice Beatriz Amposta; "él me telefoneaba prácticamente todos los días, hasta que hubo una última conversación en la que me dijo: 'No puedo llamarte más, me lo han prohibido'. Cuando se contó que había venido a Roma y que yo no le había dejado entrar en su casa, ¡resulta que estábamos juntos en el Hotel d'Inghilterra! Si yo dejé mi casa en piazza Santa María y me vine a vivir a Via Garibaldi fue porque él me lo pidió, me dijo que le estaban expoliando y me suplicó que me encargara de cuidar sus cosas. Así lo hice, hasta que él mandó a su sobrina Tere a buscarlas. Después, su viuda me llamó para amenazarme, para decirme que me iban a desahuciar y que me preparase, porque la apoyaban Felipe González y el Rey… He estado quince años luchando en los tribunales, que me han dado la razón uno tras otro, porque yo estoy aquí legalmente y tengo mis derechos. Y en cuanto a los famosos 60.000 euros, en Roma como en todas partes las derramas las tienen que pagar los propietarios, no los inquilinos. Si Rafael me hubiera pedido que me marchara, yo le habría dicho: dame tres meses para buscar otro lugar. Pero él no hizo nada de eso, sino todo lo contrario. Y finalmente, en cuanto a la comunidad de vecinos de esta casa, resumo quiénes son recordando que cuando yo le propuse al Ayuntamiento de Roma que se pusiera en la fachada una placa que recordase que aquí había vivido Rafael Alberti, se opusieron".

Aitana Alberti, la hija del poeta.

AITANA ALBERTI.
Aitana Alberti, que vive desde hace décadas en Cuba, cree que la situación no puede tardar en resolverse: "Han pasado 11 años desde su muerte, y es el momento de que se liquide de una vez por todas la sociedad de bienes gananciales que unía el patrimonio común de mis padres. Y esa casa tendrá que pasar a manos de sus herederos. A mí, en cualquier caso, lo que me gustaría es que en Via Garibaldi se abriera alguna clase de centro de estudios del exilio. Esa casa fue un punto de encuentro de todos los antifranquistas, una especie de isla a salvo de la dictadura terrible que había en España, y por ella pasaron los intelectuales más importantes del siglo XX. Creo que son dos razones de peso para ser conservada".

ESTUDIO LEGAL PÉREZ-ALHAMA.
Las palabras destino y sentido son la misma con las letras en un orden diferente. Ahora, dos bufetes de Madrid, Écija Abogados y el Estudio Legal Pérez-Alhama, tratan de volverlas a convertir en una sola para que la casa de Rafael Alberti y María Teresa León no llegue en ruinas al futuro. No será fácil. El abogado Juan José Pérez Calvo, del Estudio Legal Pérez-Alhama, a quien los administradores de Via Garibaldi han pedido que localice a los herederos del inmueble, del cual en el registro solo constan como propietarios el poeta y su esposa, fallecidos, respectivamente, en 1999 y 1988, y que les reclame la deuda, dice que esta se debe "a que no se ha pagado ninguna de las cuotas mensuales desde 1990, ni tampoco el tanto por ciento que le corresponde a ese piso por las reparaciones y restauraciones que se han llevado a cabo en estos años, muchas de ellas impuestas por el Ayuntamiento de Roma. Y si nadie paga, el embargo se pondrá en marcha".

Patio interior del edificio de Via Garibaldi, 88, en Roma. /Foto: J.M.M.

ÉCIJA ABOGADOS.
Otro despacho de Madrid, Écija Abogados, representa a Aitana Alberti y también trata de solucionar el asunto de la casa del Trastevere: "Nosotros pusimos una demanda en Cádiz, donde murió Alberti, y cuando la jueza que la tramitaba se inhibió de ella porque, según dijo, 'el caso le venía grande', pusimos otra en Majadahonda (Madrid), donde falleció María Teresa León, para solicitar que se haga un inventario de los bienes del matrimonio y que se liquide la sociedad de gananciales. En lo que respecta a Via Garibaldi, 88, al ser un bien tangible, las cuentas están muy claras: a Aitana Alberti le corresponde un 66% de la propiedad; a los descendientes de los otros dos hijos de su madre, que viven una en París y el otro en Burgos, un 12% a cada uno; y a la viuda de Alberti, un 10%. Eso es inamovible. En cuanto a Beatriz Amposta, reside allí porque Alberti la autorizó a ello". ¿Entonces? "Bueno, pues entonces habrá que llegar a un acuerdo económico entre las partes", dice Juan José Pérez Calvo, "y si no se alcanza, emprender un litigio. Y en cualquier caso, alguien va a tener que pagar la deuda, o al final la casa será subastada". El horizonte se está poniendo negro sobre la casa de color naranja, cuyo precio de mercado ronda el millón doscientos mil euros. En 1988, a Alberti le pagaron por sus obras completas poco más de seis mil.

Hay demasiadas manos tendidas y una sola llave. El poema sobre las Torres Gemelas al que se refería Beatriz Amposta se publicó en el libro Versos sueltos de cada día y dice, entre otras cosas: "Aquí no baja el viento, / se queda aquí en las torres, / en las largas alturas, / que un día caerán, / batidas, arrasadas de su propia ufanía". Ojalá que esos versos sean menos clarividentes que su autor, que este 16 de diciembre hubiera cumplido 109 años, y no adivinen hoy el futuro de su casa de Roma como él adivinó entonces el de los rascacielos de Nueva York.

LA OTRAS JOYAS DEL POETA.
El legado de Rafael Alberti incluía “obras de Picasso, Miró, Antonio Saura o Tàpies” y otros que citaba el inventario que se hizo de los bienes al llegar estos a Cádiz, donde se recogen obras de “Siqueiros, José Caballero, Hernández Mompó, Kokochinsky, Lucio Muñoz o Viola; dibujos de Vázquez Díaz; grabados de Manuel Ángeles Ortiz, Miró, Genovés o Guinovart; cuartillas con poemas, dedicatorias, cartas y telegramas…”, aparte de obras del propio Alberti y cartas y libros firmados por Pablo Neruda, Louis Aragon, Juan Ramón Jiménez, Paul Éluard, José Bergamín o Pier Paolo Pasolini.  (Texto: Benjamín Prados).

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Ángel Lara, tras el éxito de la carpeta que presentó a finales del pasado octubre ha editado una nueva serie, edición limitada a 100 carpetas con 3 reproducciones de obras del artista portuense, numeradas y firmadas por el autor. La temática no puede ser mas porteña: una imagen del Castillo de San Marcos y dos del Vapor, estas últimas pintadas en 2008. Un motivo  perfecto para regalar El Puerto, en estas fiestas.

El pintor Ángel Lara muestra de nuevo su homenaje a la ciudad donde ha crecido y por la que siente una profunda admiración y pulsión estética. Esta vez lo hace con una nueva carpeta de dibujos editada de forma exquisita, que lleva por título El Puerto romántico, una declaración de intenciones, con la que quiere llamar la atención sobre la pérdida de patrimonio que viene sufriendo la localidad en su propia idiosincrasia y en su legado sentimental, como las centenarias palmeras del Parque Calderón o el vapor Adriano III.

El Adriano III. 2008.

La idea surgió a finales de verano, cuando se produjo el hundimiento de este símbolo de la Bahía. En ese momento, Ángel Lara celebraba en las instalaciones del Real Club Náutico una exposición cuyo cartel anunciador reflejaba precisamente la imagen del vapor atracado en su muelle, en la Plaza de las Galeras. «En esos días ocurrió el desastre del vapor y me di cuenta de que esa imagen se podría no volver a repetir», señala el pintor, que advierte con preocupación que «existe un Puerto al que no dábamos importancia porque creíamos que iba a durar para siempre, pero que estamos perdiendo».

Ángel Lara ha querido exteriorizar su compromiso con su entorno y a modo de homenaje reivindicativo ha editado los dibujos. «Cuando las cosas faltan es cuando meditamos y reparamos sobre la pérdida -observa el artista-. El vapor ha sido un poco de todos. De niño, yo he llevado el vapor hacia Cádiz, y eso era un conocimiento del mar que teníamos la gente de El Puerto. Esta ciudad ha tenido una relación apasionante con el vapor. Ha depositado en el barco su idiosincrasia, su experiencia del mar y la Bahía. Ha sido un placer poder viajar en él», subraya. /La imagen que completa la carpeta, el popular Castillo de San Marcos, una visión recurrente en la vida diaria del artista.

A la vez, con esta colección quiere llamar la atención sobre la pérdida de idiosincrasia cultural, de las «cosas únicas que no tienen otros pueblos. Como sigamos perdiendo estos bienes corremos el riesgo de convertirnos en un pueblo más, un pueblo sin identidad», advierte. Para Ángel Lara la ciudad vendría a ser «como una muchacha hermosa que podría entrar en franco deterioro. Debemos volcarnos y cuidarla algo más», insiste. (Carlos Benjumeda. Diario de Cádiz).

De la carpeta anterior, de octubre de este año, aún quedan seis ejemplares.

Los interesados en la carpeta pueden obtenerlas llamando a los teléfonos 669324546 o 606842363, o bien en el correo electrónico: pintorangellara@gmail.com

Ángel Lara en Facebook.

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La Fábrica de Harinas ‘Virgen de los Milagros’ de la calle Postigo número 8, fue fundada en 1936, el año de la Guerra Civil, por Esteban Fernández Rosado. Se renovó completamente en 1949 tras sufrir un incendio.  En la actualidad la empresa es regentada por sus hijos, los Fernández Lópiz, especialmente Pedro quien, además es director del Instituto de Bachillerato Juan Lara. ¿Quien no recuerda, en el conticinio, en el silencio de la noche, el sonido de sus motores, cuando trabajaba las 24 horas seguidas.

La fábrica es un verdadero tesoro de maquinaría industrial situada en el centro de El Puerto de Santa María. La mayoría de los elementos que se utilizan para moler las harinas son de mediados del siglo XX, cuando a raíz de un incendio, se instala una moderna, entonces, maquinaría de tecnología neumática. El enjambre de tubos y conexiones son todo un espectáculo digno de ver. Sin embargo, al tratarse de un recinto aún en producción, no se puede visitar y la harina se vende en la fábrica tan sólo al por mayor, en horario de mañana de lunes a viernes.

Una de las salas de molienda de la Fábrica de Harina en 1949.

El mismo sitio durante este año 2011.

Producen distintos tipos de harinas como una especial para churros, bautizada con el nombre de ‘El Churrito’, otra especial para pan, muy utilizada para elaborar pan de telera y algo desconocido por el gran público y es que el pan artesano que se fabrica en numerosos municipios de la Sierra de Cádiz son surtidos por esta fábrica.

Cuatro estadios del seleccionado trigo duro durante la molienda.

Su producto más famoso, la harina especial para freír pescado ‘El Vaporcit’o, se vende en pequeños envases para uso doméstico. La harina de ‘El Vaporcito’ se puede encontrar en El Puerto de Santa María en Ultramarinos ‘La Giralda’ (ver nótula núm. 043 en GdP) y también se puede comprar en internet en la tienda La Alacena, que la envía a cualquier punto de España. (Texto: Pepe Monforte).

Logotipo de 'El Vaporcito', la primera harina de trigo de freir del mercado, hecha en El Puerto de Santa María.

RECOMENDADA.
La revista OCU Compra Maestra recomendaba como ‘Compra Maestra’, «para una fritura de buena calidad, use una harina especial. La merecedora del Mejor del Análisis es ‘El Vaporcito’», le siguen ‘¡Miau! Harina especial’ y la Harina de Trigo de El Corte Inglés, en el ranking de nueve marcas analizadas.

Tren de envasado de Harinas 'El Vaporcito'.

No hay que ser un experto para conseguir un auténtico ‘pescaíto frito’, para elaborar el conocido ‘frito gaditano’. En la fábrica de Esteban Fernández Rosado llevan casi un siglo haciéndolo. El secreto está en la harina del mejor trigo autóctono de la provincia de Cádiz, que capea la dura competencia frente a los gigantes de la producción harinera en nuestro país.

Otra maquinaria de molturación de la harina.

La harina de ‘El Vaporcito, pioneros en la harina de freír, sigue un proceso de elaboración heredero de la tradición de antiguas moliendas, lo que le da el característico sabor y propiedades. Un producto totalmente natural que se elabora y envasa a diario: cien por cien trigo duro de altísima calidad, seleccionado, sin aditivos químicos y sin conservantes.

Pedro Fernández Lópiz, gerente de la empresa, a la izquierda, junto al encargado de la Fábrica.

Contínua OCU Compra Maestra: «Una buena fritura debe perder poco peso durante la elaboración, indicativo de que la harina ha formado costra y que el producto final estará mas jugoso. Para ello, la harina debe cubrir todo el producto, adherirse bien y de forma uniforme. Teniendo en cuenta esto, hemos valorado las frituras que hemos realizado. En la degustación, las fruirás realizadas con las harinas especiales, en general, gustaron más, destacando por su adherencia, su aspecto y por lo crujientes las realizadas por las harinas de ‘El Vaporcito’».

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Nada mas levantarse el telón del centenario de Muñoz-Seca cuyos actos se anunciaban en El Puerto de Santa María en torno al 20 de febrero de 1979 --hace cerca de 33 años-- dos fechas aparecían en escena como si fuera a ser protagonistas de una de las famosas ‘astracanadas’ del comediógrafo, en las que el despropósito de las situaciones era uno de los componentes principales. /En la imagen, Pedro Muñoz-Seca en el portuense 'Recreo de los Trapos'.

Un doble motivo, político y sentimental, dieron su origen a una cierta confusión en torno a la fecha del nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Porque consultando una amplia bibliografía, desde Consuelo Burel, en el Diccionario de la Literatura Española, de la Revista de Occidente, a Manuel Ríos Ruiz, en su Diccionario de Escritores Gaditanos, citando a Federico Carlos Saínz de Robles; del Espasa al Diccionario de Autores de Bompiani, en la edición española de González Porto; o desde Díez-Echarri y Roca Franquesa a González Ruiz, en su Literatura Española, publicada en 1943, por edictos ‘Pegaso’, dentro de su colección ‘La Cultura del siglo XX’ e incluso José Montero Alonso, en su libro ‘Pedro Muñoz-Seca. Vida, ingenio y asesinato de un comediógrafo español’, editado en 1939, todos coinciden en que Muñoz-Seca nació en 1881.

EL VATICINIO DE LA ‘CIVILA’.
Y es que el propio Muñoz Seca dijo en una ocasión a un amigo: «He nacido en 1881, capicúa. Moriré en 1991, otro capicúa que se las trae. Viviré por tanto ciento diez años, nada menos ¿Que esto es una broma mía? No. Me lo vaticinó mi ama, casada con un cabo de la Guardia Civil. Hay que creer siempre lo que dicen las ‘civilas’».

En 1950 se celebró en El Puerto de Santa María un homenaje al que asistieron algunos de los hijos de Muñoz-Seca y sus familiares portuenses y en el que estuvo presente el entonces ministro de Justicia, Raimundo Fernández-Cuesta.

MONUMENTO BIBLIOTECA.
Quedaba inaugurado el monumento-biblioteca que se encuentra en la Plaza de Isaac Peral y, con motivo de este homenaje, en los talleres de la viuda de Luis Pérez, se editó un libro conmemorativo. En él aparecen dos fechas para el nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. En la semblanza biográfica que abre la edición leemos el siguiente párrafo: «Nació Pedro Muñoz-Seca el 20 de febrero de 1881 y bajo el agua bautismal de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, Iglesia Mayor Prioral, catedralicia en su construcción, entra a la vida con el marchamo de su origen portuense».

El monumento sirvió para un homenaje de periodistas y escritores  a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. /Foto: Rasero.

Pero en la contracubierta aparece la firma de Muñoz-Seca y la fecha de su nacimiento: 20 de febrero de 1879, así como la de su muerte: 29 de noviembre de 1936.

PARTIDA DE NACIMIENTO.
Además de no aparecer ningún dato referente a 1881, en el archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros se encuentra la partida de bautismo de Pedro Muñoz-Seca. Por otro lado, la partida de nacimiento coincide casi textualmente con la de bautismo.:

Acta de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca.

«En la ciudad del Puerto de Santa María, a las diez y media de la mañana del día veinte y uno de febrero de mil novecientos setenta y nueve, ante D. Ángel Medinilla, Juez Municipal, y don Rafael Cañas, secretario, compareció D. José Muñoz, natural de Cádiz, término municipal de Idem, provincia de ídem, mayor de edad, casado, procurador, domiciliado en esta ciudad, Zarza treinta y cinco, presentando con objeto de que se inscriba en el Registro Civil, un niño y al efecto, como padre del mismo declaró: Que dicho niño nació en la citada casa en el día de ayer a las diez de la noche. Que es hijo legítimo del declarante y de doña María Seca, mayor de edad, natural del Pto. Sta. María, término municipal de ídem, provincia de Cádiz, su ocupación la de su sexo y domiciliada en el de su marido. Que es nieto de D. Francisco, difunto, natural de Megico, y doña Antonia Cesari, viuda, natural del Pt. Sta. María, término municipal de Idem., provincia de Cádiz y por línea materna de don Pedro, natrual del Pto. Sta. María, mayor d edad, de estado casado, de ejercicio propietario, domiciliado en esta ciudad y doña Milagros Miranda, natural del Pto. Sta. María termino municipal de Idem., provincia de Cádiz, difunta. Y que al expresado niño se le pone el nombre de Pedro».

Aporta ésta el dato del número de la calle Zarza donde nació, el 35, y aparece refrendada la concesión por el Rey de la unión de los apellidos ‘Muñoz-Seca’ otorgada al célebre comediógrafo y sus descendientes en 1926. /A la izquierda, portada del libro conmemorativo editado con motivo de la inauguración del monumento a Muñoz-Seca, en 1950, del que se editaron 1000 ejemplares.

TERMINA CON UNO…
Se imponía, por tanto, buscar alguna justificación a este cambio en la fecha de nacimiento de Pedro Muñoz-Seca. Rosario, una de sus hijas que vivía en Madrid, nos declaraba coincidiendo con una de las sobrinas del comediógrafo, Pilar Muñoz Bela, que lo de quitarse años respondía «a su coquetería y porque quería que el año de su nacimiento fuera capicúa». Con todo, y al preguntarle desde cuando se produce, Rosario consultó con su hermano… «Cuando llegó la República él --como una premonición-- manifestaba que desde entonces diría que nació en 1881, porque empezaba con uno y terminaba con uno…»

En esta época, junto al humor, incluye en su teatro la pasión política, combatiendo las ideas republicanas y obras como ‘La hora del reparto’, ‘La Oca’, y ‘Anacleto se divorcia’ van a significar la firma de su ‘sentencia de muerte’.


Placa del homenaje que recibió el escritor en 1920, en la casa donde vivió en la calle Nevería.

YA EN 1920.
Sin embargo, al parecer, Muñoz-Seca se quitaba años de edad bastante antes. La fecha de 1879 aparece también en la lápida que se encuentra en la fachada de la casa que los Muñoz-Seca tenían en la calle Nevería: «Los pueblos que honran a sus hijos ilustres, se honran a sí propios -El Puerto de Santa María a Pedro Muñoz-Seca-- nació este insigne comediógrafo y poeta en esta ciudad el día 20 de febrero de 1879. 8 de septiembre de 1920».

Mientras, en el Teatro Principal se representaban entonces dos obras suyas: ‘Las traineras’ y ‘Pepe Conde’, aquel día de la Patrona, después de la función principal, toda la comitiva oficial se dirigió a la entonces calle Castelar (nevería como la conocen todos los portuenses y que fue rotulada con el de Pedro-Muñoz Seca). La lápida, que había sido costeada por suscripción popular, fue descubierta por el alcalde, señor Ruíz-Calderón, y por el propio escritor. Muñoz-Seca pronunció un discurso en el que, según la Revista Portuenses, dijo que entendía modestamente su labor compensada por el éxito, no hija del talento, sino debida a la fe que en ella imprime y muy principalmente a la protección de la Santísima Virgen de los Milagros, a quien adora. Y añadió: «Este acto para ustedes es un ‘placeré’, para mí es un orgullo, para mis padres que los presencian, es emoción. Yo procuraré ser siempre un digno hijo de este pueblo». /En la imagen, Muñoz-Seca, de blanco, en el escenario durante el descubrimiento de la placa.

«Este acto ha sido --continúa la Revista Portuense-- de una emoción verdaderamente excepcional. La respetable señora madre del ilustre escritor, tras la verja del piso superior de la casa, lo presencia rebosando su alma intensa alegría que asoma a su faz por la que surcan lágrimas de inapreciable valor»... /En la imagen de la izquierda, el busto del comediógrafo expuesto en el patio de la casa de la calle Nevería donde, durante años, ha estado la exposición permanente sobre la vida y obra de Muño-Seca, hoy en el Edificio San Luis.

«Mamá, ya no voy a poder seguir quitándome los añitos que me quitaba», le dijo Pedro Muñoz-Seca, según el testimonio que del procurador jerezano Pedro Lassaleta --«tan seguro como que se dijo delante mía»-- pudimos conocer a través de Manuel Palacios Muñoz-Seca, canónigo de la S.I. Colegial de Jerez de la Frontera, y de su hermana, sobrinos de Pedro Muñoz-Seca, cuyo centenario se preparaba en El Puerto el 20 de febrero de 1979. (Texto: José Ignacio Buhigas Cabrera).

Josefa Galea Rodríguez nació en  Jerez de la Frontera, vivió en El Puerto de cuya vida literaria y cultural fue una muy activa animadora. Se le conocen dos piezas dramáticas: ‘De mujer a mujer’, comedia en un acto y en prosa y ‘Contra envidia y caridad’, comedia dramática en tres actos y prosa, publicada en 1911. Ambas se estrenan en El Puerto de Santa María; la primera el 8 de junio de 1871 en el Teatro de El Puerto, y la segunda en el año 1910.

Colaboró en numerosas revistas gaditanas a finales del siglo XIX: El Último figurín, La Luz del siglo ilustrado, La Hoja popular, El Correo del Puerto, El Porvenir de Jerez, El Medinense (1878-1893).

Escribe asiduamente en la prensa sevillana en la primera década del nuevo siglo: En La Unidad Católica (Sevilla) ‘Al hombre de hoy o la mujer salva o condena’. ‘A los jóvenes’, ‘Variedades. A la puerta de San Pedro o puerta del Cielo’.  ‘Primera y Segunda Judit’. ‘De colaboración: a mis lectoras’. ‘A mis lectoras. De la humildad’. ‘El sabio de hoy’. ‘El pobre y el perro’.  En el Radical (Sevilla), ‘Escuchó las máximas de su madre’.

Hoy 3 de diciembre  se cumplen 322 años  de la formalización oficial en El Puerto de Santa María del culto a San Francisco Javier, quien, junto con San Sebastián (ver nótula 631 en Gente del Puerto) y la Virgen de los Milagros, completan la nómina de patronos de la Ciudad. Pero la existencia y vinculación de estos santos varones con El Puerto pasan desapercibidos hogaño de la feligresía, creyente o no. En 1679 empezó una epidemia de peste -unidas a otras calamidades padecidas en el siglo XVII- que asolarían la Ciudad, con una mortandad de un quinto de la población. La medicina y demás remedios naturales no funcionaban y se recurrió a lo sobrenatural: plegarias al otro co patrón anterior, a San Sebastián y también a la Virgen de los Milagros, a San Roque, San Ruperto, el arcángel Rafael, la Soledad de la Victoria o la Santa Cruz no dieron resultados. Pero hete aquí que se recurrió al misionero jesuita, San Francisco Javier y el 3 de diciembre de 1681 la epidemia empezó a remitir. Así, el Cabildo eclesiástico aprobó celebrar cada 3 de diciembre la festividad del apóstol de las Indias, en la Iglesia Mayor creándose un culto a su figura. Pero poco duró la alegría en la casa del pobre.

A poco la mejoría que experimentó El Puerto tras la epidemia, se vino abajo y la situación empeoró y con ello el culto al jesuita, por lo que los fieles, cada vez menos convencidos del papel intercesor del santo, hicieron que la celebración de dicha efemérides fuera considerada una fiesta menor y hoy se encuentra prácticamente desaparecida. Si consolidaría, aunque de forma intermitente en El Puerto a los Jesuitas, quienes ya contaban en la Ciudad con una compañía para la propagación de la Fé. Así fundarían un oratorio público y posterior colegio en la calle Luna esquina con Nevería, donde se encuentra la torre hexagonal que todavía, cosa rara, hoy se puede ver en pie. La imagen de este co patrono, obra de Juan de Mesa, se puede ver en la Iglesia de San Francisco. La última procesión en honor al patrón, se celebró, de forma excepcional junto a la Virgen de los Milagros el 8 de septiembre de 1991. (Texto José María Morillo.)

CRÓNICA DE UN DESCUBRIMIENTO.
El profesor e investigador Francisco González Luque ha estudiado la talla ubicada delante del presbiterio de la iglesia de San Francisco en la calle del mismo nombre: «En 1924, en el transcurso de una restauración de la talla de San Francisco Javier que llevó a cabo José Bottaro, apareció un documento (¿autógrafo de Juan de Mesa?) en su interior que atestiguaba la autoría y cronología de la imagen. Dicho manuscrito, que celosamente custodian los PP. Jesuitas de El Puerto, está muy bien conservado y la claridad de su letra lo hacen perfectamente legible. Entre otros datos aporta el precio (1000 reales la hechura de la talla y 500 reales su dorado), su paternidad (Juan de Mesa, “discipulo de Juan Martinez Montañes natural de la ciudad de Cordoba”) y fecha (en 1622, “a los primeros de mayo de dicho año”). También se incluyen los nombres de los clientes (los caballeros Veinticuatro de Sevilla), el Papa, el Rey, el Arzobispo y el Rector del Colegio de San Hermenegildo de Sevilla, para donde fue realizada

Será el propio Bottaro quien dé a conocer en 1930 la autoría de Juan de Mesa respecto a los santos jesuitas “que desde los últimos tiempos del Colegio, siendo rector el R.P. Nicolás Campos, se veneran en la iglesia de San Francisco”. El artículo que publicó la Revista Portuense incluía el texto que aquí reproducimos e indicaba que el documento lo entregó a los Padres Jesuitas de El Puerto, “que lo conservan en estima”. Se trató en aquella época de una auténtica revelación, pues la mayoría de las obras de Mesa se atribuían entonces a su maestro Montañés. Se ha calificado el hallazgo de verdadero “bautizo artístico” del imaginero cordobés, eclipsado hasta comienzos del siglo XX por aquél. A partir de este testimonio se disiparon dudas, se aclararon muchas atribuciones gratuitas y, sobre todo, se reconocía por primera vez la ciudad natal de Mesa y el nombre de su maestro. Poco después fueron apareciendo otros documentos igualmente reveladores, como fueron su partida bautismal, el contrato de aprendizaje con Montañés y la autoría de muchas imágenes.

LA IMAGEN.
La imagen conservada en El Puerto es una escultura de talla completa de 172 cm. de altura (sin contar la peana) que representa al santo jesuita navarro todavía joven, de pie, vestido e interpretado con algunos símbolos clásicos en su iconografía. La cabeza es pequeña, cubierta con cabellera corta y mechón central, escasa barba negra, grandes ojos de mirada penetrante bajo cejas finas, nariz recta y boca entreabierta por la que asoman los dientes. Pienso que la actual fisonomía, aunque de facciones que acusan el realismo de Juan de Mesa, no responde a la original del imaginero, pues en la desafortunada restauración que efectuó Botaro, desfiguró algunos rasgos y policromía del rostro, aunque éste mantuviera que apenas alteró el estado primitivo de la talla. Basta comparar con los rasgos faciales de otras representaciones de santos, incluso con la otra figura pareja, San Ignacio de Loyola, en la misma iglesia portuense de San Francisco, que no fue retocada, para percatarnos de la errónea restauración. La belleza y expresividad del rostro de San Ignacio, con facciones típicamente mesinas, han desaparecido en el de San Francisco Javier, que se nos ofrece ahora mucho menos expresivo, más anodino y con menor interés artístico».

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El cocinero y propietario del Bar Pepito, David Fernánez Bonmati.

El bar lo inaugurará José Fernández Gallero “Pepito” en el año 1964, en el número 7 de la calle Crucero Baleares. Es un Bar de tapas muy cuidadas con una terraza y algunas mesas en su interior. La barra es pequeña. En todo el establecimento se puede comer de tapas o por medias y raciones. David Fernández Bonmati, es el propietario, de 44 años, hijo de José, el fundador, se ocupa de la dirección y también de la cocina, que se inició en el bar con tan sólo 13 años para ayudarle a sus padres, . La carta es muy original con propuestas de estilo clásico pero muy cuidadas. Hay desde ensaladilla o un huevo con pisto hasta algunas propuestas de otros cocinas como unos rollitos primavera, unas creppes de rabo de toro o una fajita de pollo. Triunfan tapas como la lasaña de berenjenas, la bomba de patata y queso o el solomillo de queso de oveja. La relación calidad precio muy interesante.
Recomendamos la fabada, la ensaladilla,  el solomillo al queso de oveja y la bomba de patatas y queso.

Amplia presencia de tropezones en la fabada que son de chorizo, morcilla y panceta, el famoso compango de la fabada, pero a lo que David,  incorpora un toque ‘andaluz’ con unos taquitos de jamón picado y la originalidad de unos pedacitos de carrillada.

LA FABADA.
Nos encontramos ante uno de esos guisos en los que una vez que metes la primera cuchará ya no puedes parar hasta el final, que requiere un rebañeo porque la salsa, de esas untuosas, está mejor que un domingo en la playa. Aunque su nombre es fabada, lo cierto es que sabe a un potaje de habichuelas de los de toda la vida. Eso sí, preparado con judiones de la Granja que son como los frijoles de Conil pero mucho más fuertotes, es decir bastante grandes. David Fernández Bonmati, que así se llama el cocinero que realiza esta obra logradísima del potajismo, señala que el guiso es una mezcla entre la fabada y la receta clásica del potaje de habichuelas de su madre, Antonia Bonmati, la primera cocinera del bar que abrieron los padres de David, Antonia y José Fernández Gallero allá por 1964. Apreciamos en el potaje de David tres grandes virtudes. Por un lado el punto de la legumbre, tierna y mantecosa, en segundo lugar, la untuosidad de la salsa, ampliamente comprobada por los inspectores con un ataque de pan pan  masivo (cayeron los dos bollitos de pan en la operación) y la tercera virtud es la amplia presencia de tropezones que son de chorizo, morcilla y panceta, el famoso compango de la fabada, pero a lo que David,  incorpora un toque ‘andaluz’ con unos taquitos de jamón picado y la originalidad de unos pedacitos de carrillada. El guiso se realiza en olla expres y se sirve en unas tapitas abundantes que se cotizan a 1,90 euros y con derecho a rebañá. La tapa la ponen en invierno y especialmente los fines de semana y la tienen desde hace un año aproximadamente. El panidaje se realiza con pequeños bollitos y picos de aceite de la Panadería Santa María de El Puerto.

Impresionante documento donde se puede comprobar la magnitud de la bomba de patata y queso del Bar Pepito.

ENSALADILLA Y BOMBA DE PATATA.
Los inspectores incluyen en el informe dos “piezas” adjuntas, una dedicada a la ensaladilla de la casa (ver el anterior Informe Ensaladilla), también muy original y otra relativa a la bomba de patata, una tapa clásica gaditana y que tanta hambre ha quitado. En cuanto a la primera David, señala que la hacen con una mayonesa hecha en el propio bar con huevo pasterizado y que ahí está la clave de esta ensaladilla de tipo minimalista ya que sólo lleva atún y patatas. La receta es de su madre. La bomba, de tamaño generoso la sirven de masa de patata y de masa de patata y queso. (Texto y fotos: Pepe Monforte).

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Inmaculada Moreno Hernández nació en 1960. Hija de Manuel Moreno Romero y Rosa Hernández, y nieta de aquel famoso pastelero de Confitería ‘La Campana’ y más tarde de 'La Perlita' en la Calle Larga frente a La Perdiz, José Luis Hernández Carvajal. Su padre y su hermano Alejandro han sido concejales del Partido Popular. Estudió en el colegio de Las Carmelitas. Es Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla realizando los estudios de doctorado en la Universidad de Valladolid. Como traductora de poesía ha dado a conocer la obra de la alemana Mascha Kaléko en un trabajo aparecido en Clarín, julio-agosto 2002. Siempre ha residido en El Puerto, la ciudad en la que nació.

El año de su nacimiento, 1960 el número de habitantes de hecho de El Puerto era de 35.505 habitantes y 35.610 de derecho, siendo el número de hogares censados de 7.517. Era alcalde Luis Portillo Ruiz.

En el desaparecido programa de Onda Jerez TV 'Encuentro con los Libros'. Bodega Los Apóstoles de Gonzalez Byass. Programa número 67 con Prudencio López Campuzano, Carlos Jurado Caballero, Inmaculada Moreno y Francisco Javier Pérez de Eulate Vargas. 19 octubre 2010.

En su obra destacan las siguientes publicaciones: ‘Son los ríos’ (1998). ‘Los hombros vulnerables’ (2005). ‘Poemas para sobrinos’ (2006) ‘Como lava oscura’ (2006). Entre otros premios tiene el Ciudad de San Fernando.

De izquierda a derecha, Inmaculada Moreno, Ana Sofía Pérez Bustamante, S.A.R. el Príncipe de Asturias, Ángel Mendoza y Josefa Parra, en un acto en Jerez.

Para Inmaculada Moreno la poesía «…es un intento desesperado de romper la soledad a la que estamos condenados los mortales […] Al fin y al cabo una lee para no sentirse sola, para completar ese diálogo eterno que empezó el día en que leyó unos versos y sintió que la aludían […] Una siente que el consuelo no está en el engaño dulce de un poema, sino en su verdad, en ese conato de dolor compartido que supone la escritura o lectura de un poema». (En Poesía Última, Fundación Rafael Alberti. Actas 2003. p. 145).

El jurado del XV Premio Internacional 'Antonio Machado', con el alcalde de Baeza, Leocadio Marín.

XV PREMIO INTERNACIONAL ‘ANTONIO MACHADO’.
La escritora de El Puerto de Santa María, Inmaculada Moreno Hernández recibió el pasado lunes el XV Premio Internacional de Poesía 'Antonio Machado en Baeza' gracias al Poemario 'Donde la Hoguera Verde'. El jurado había destacado de esta obra --que ha sido seleccionada de entre los 260 ejemplares presentados-- su "buen tono con ligeros toques de misterio y elegía, con sobriedad y buen hacer, carente de artificio baldío, sutil, minucioso y fino, y como dice uno de sus versos con levedad de cuadro de costumbre". Se había presentado al concurso bajo el lema de ‘portuaria’.

El Paraninfo del Instituto de Secundaria Santísima Trinidad de Baeza, donde Antonio Machado impartió clases de francés, acogía el acto de entrega y la presentación del libro de Inmaculada, ganador de este certamen que organiza el Ayuntamiento baezano y que patrocina la Diputación de Jaén. El premio, creado para conmemorar la figura del poeta Antonio Machado, que fue profesor de francés entre 1912 y 1919 en el Instituto Santísima Trinidad de Baeza, está dotado con 6.000 euros, un trofeo en bronce y la publicación del libro por la editorial Hiperión.

Cercado por la noche y el silencio
un hombre
--o una mujer--
escribe un poema:
son los días de todos,
son palabras de todos
y es de todos
el íntimo dolor que lo ocasiona.

De Son los ríos (1998)

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EL SOLDADO DEL MIEDO EN EL MANICOMIO DEL ARTE.
Buen porte, gallardía, andares toreros, pinturería, valor sereno, y pasión desmedida por el toro. No caben dudas de que todas estas cualidades eran parte de la personalidad de Paco Cossío, un chaval espigado y apuesto, cuyas aspiraciones le hacían soñar con llegar a ser un gran torero.

Cuándo Paco cogía, a modo de muleta, cualquier trapo de la cocina de su madre, armaba el revuelo entre los chiquillos y todo aquel que se parara a mirarle. En esa época daba gloria ver a los chiquillos jugar al toro, «--Este chaval apunta maneras!» decían algunas voces. El chiquillo lo tuvo claro, ¡iba a ser Torero!

CUBA Y MÉJICO.
Francisco Cossío González, de origen cubano, nace el 22 de abril de 1928, en San Antonio de los Baños, municipio al suroeste de La Habana. Por circunstancias de la vida, su familia se traslada a México, cuándo el chiquillo recién cumplía su primer año de vida. En México se forma como hombre, pero lejos de olvidarse de la ‘locura del Toro’ comenzó a pensar y sentir en torero, no en vano llevaba el veneno del Toro, en sus adentros. Alentado por un banderillero lusitano, Paco Surco, ese mar de la ilusión, de la esperanza y ojalá de los éxitos, con un pequeño maco-hatillo-, lleno de optimismo, y con la firme convicción de abrirse camino, en este difícil mundo del toro.

 

Una instantánea del municipio cubano de San Antonio de Baños, donde nació nuestro protagonista en Cuba en 1928. /Foto: Robin Thom

1928.
En 1928, el año de su nacimiento, era alcalde de El Puerto, Alfonso Sancho y Mateos. Ese año era refundada la Hermandad del Nazareno, que empezó su desfile procesional a las 3 de la madrugada la noche del jueves al viernes. Pedro Muñoz Seca estrenaba ocho obras de teatro, entre ellas ‘El Teniente de Alcalde de Zalamea’. El 10 de febrero de dicho año se fundaba el Racing Football Club de El Puerto, celebrándose los primeros encuentros en la Plaza del Polvorista. El maestro Antonio de la Torre González era aquel año Secretario de la Sección Juvenil de la Cruz Roja de Medina Sidonia. El 2 de abril de ese año es nombrado Hijo Adoptivo el benefactor local Elías Ahuja y Andria. Antonio Cruzón Moreno, patrón del Vapor ‘Cádiz’ se cayó al agua desde el cantil del del muelle a primeros de junio.

PORTUGAL, SU PUERTA DE EUROPA.
La puerta a Europa de nuestro protagonista fue a través de Portugal. Allí se sorprende al comprobar la forma de banderillear de los toreros lusos. Al no picarse a los toros, estos envestían con más brío y, la suerte, resultaba muy espectacular. Como quiera que su meta era torear en España, abandona Portugal, para recorrer primero, nuestro campo charro: Salamanca. Las numerosas ganaderías allí existentes fueron vitales para su entrenamiento como novillero para, más tarde, pasar por Cáceres, Madrid. etc. La llegada a nuestra tierra se debió a su contratación como novillero por la empresa de la Plaza de Toros de San Fernando.

LLEGADA A EL PUERTO.
Respaldado por su compatriota Joselito Huertas decide instalarse primero en Jerez, y más tarde en El Puerto de Santa María. Sería en nuestra Ciudad cuando, en el año 1951, echaría definitivamente raíces. Durante su estancia en Jerez, Paco conoce a una guapa jerezana, con la que años más tarde se casaría y tendrían la alegría de traer al mundo dos hijos estupendos. Actuó como jefe de cuadrillas en pocas ocasiones, siendo una de ellas: el 12 de Junio de 1955, en Orense, realizando el paseíllo con Antonio Lizarazo y Ángel Teresa. /Recorte de ABC del 6 de septiembre de 1955, en el que señala la actuación del novillero Francisco Cossío en El Barco de Ávila (Ávila).

 ORO Y PLATA.
Tengo entendido, que por aquel entonces, España y México probablemente podrían haber firmado un acuerdo, por el que los novilleros sin caballos mexicanos, no podían torear en nuestro país. De la misma manera los españoles tampoco podían torear en nuestro país hermano. En el año 1956, sopesando las muchas dificultades para poder torear, decide cambiar el oro de los vestidos de torear, por la plata, aunque yo más bien diría, que esa ha sido una plata, que ha brillado tanto como el oro. /En la imagen de la izquierda cartel de la II Gran Fiesta benéfico-taurina a beneficio de la cabalgata de reyes, donde actuaba Francisco Cossio, anunciado como 'el Mejicajo de Oro'. 

BANDERILLERO.
Prácticamente, ha toreado con casi todos los maestros locales y de la zona, tanto a caballos, como sin ellos. Banderillero muy apreciado por todos los profesionales, especialmente por los locales, por su carisma y formas, pues en muchas ocasiones, fue esa voz de aliento entre barreras. «--Niño, tu por qué no coges los palos?» Y el niño ya lo creo que le hizo caso, y esa fue una de las suertes, en las que el niño brillo con luz propia. Gracias Paco por tus sabios consejos.

EL MEXICANO DE ORO.
A destacar la gran generosidad del Mexicano de Oro --así anunciado en los carteles-- siempre dispuesto a ayudar a los chavales, llevándolos en su propio vehículo a las tientas, y hasta los pueblos y ciudades, en donde se anunciaban. A Paco poco le importaba, volver a casa sin siquiera el sueldo, pues sabía de la precariedad de esos chavales. «--¿Por no tener un ‘ponedor’ estos torerillos se iban a quedar sin torear?. ¡Nada de eso!». Por él no iba a quedar echarles una mano. Todos y cada uno de ellos, han tenido en Paco ese ejemplo de pundonor, entrega, y esa voz de la experiencia, enseñándoles, el temple, las distancias, y como salir airoso de la cara del toro.

De izquierda a derecha, Paco Cossío en un festival junto a Miguel Ariza y Antonio Gutiérrez Navarro 'Paco Puerto'. Este último, de la Barriada de los Milagros, es además 'un cantaor de cuerpo entero'.

FESTIVAL DE BANDERILLEROS.
Sería muy largo nombrar a todos los toreros con los que el mejicano ha hecho el paseíllo pero a él le gusta destacar cuando fue con José Luís Galloso, o, con Fernando Heredia Romero, así como con : Cañitas, Cruz Vélez, Curro Luque, Celso Ortega, Marcos Cruz etc. Más de una vez ha toreado en festivales benéficos, en los que los matadores hacían las veces, de subalterno, y como consecuencia los banderilleros, eran los encargados de volver a coger la espada y la muleta. Ni que decir tiene que este tipo de espectáculos, siempre se han dado por una causa altruistas, bien para cubrir las necesidades de unos niños, colaborar con la cabalgata de los Reyes Magos, o para todo aquello, que los toreros hayan sido requeridos.

Igualmente largo sería explicar por qué se ha perdido esta tradición en El Puerto, ya que según creo esta idea inició en nuestra Ciudad y algunas poblaciones cercanas la han continuado como algo tradicional. Recuerdo como a Paquirri, le entusiasmó lo idea pero,  desgraciadamente, no pudo torear en El Puerto, en ese primer festival de los banderilleros. Seguro que hubiera disfrutado como un chiquillo y estoy segura de su colaboración con los organizadores. /En la imagen de la izquierda, Paco Cossío recibiendo en 2003 la distinción que le hacía la Tertulia Taurina 'La Garrocha' por su enterga a la Fiesta durante más de 40 años.

Como tantos otros toreros, desafortunadamente, nuestro mexicano, no ha podido vivir solo del toro, pues nada le hubiera hecho más feliz. A su llegada a El Puerto hizo lo que pudo, desde cargar sacos de cemento a realizar trabajos de escayola principalmente. Y aunque el paso del tiempo es inexorable y desde hace mucho peina canas, Paco siempre será ‘el eterno joven’. Hasta hace poco, daba su vuelta diaria, por nuestra Plaza Real, deseoso de enterarse de algún tentadero, para siquiera poder dar un pase. «--Niño, ¡un torero no puede estar mucho tiempo, sin estar en la cara del toro!». Certeras palabras, indiscutiblemente, de un torero. Y si el  toreo es un arte y por tanto el mexicano es un artista, tal vez la suerte no haya sido su compañera de viaje; puede que el público y los aficionados no le hayan reconocido, sus muchos méritos, aunque si lo han visto moverse, vivir, y sentir como lo que es ¡un gran torero! Sobre todo, Paco ha sabido ganarse el cariño y el reconocimiento y respeto de todos los profesionales. (Texto: María Jesús Vela Durán).

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 Tintín, delante del Castillo de San Marcos.

La película de Spielberg lo ha vuelto a poner de moda. ¿O acaso nunca ha dejado de estarlo? I con E es el acróstico de Iñaki Blanco y Emilio Jiménez, autores de las series de paisajes reales tratados como viñetas de tebeos y que incorporan como actores inesperados a personajes de cómics como Tintín y al resto de sus compañeros de aventuras. Los paisajes reales convertidos en lugares de tebeos son lugares emblemáticos de la provincia de Cádiz --entre ellos El Puerto-- y otros sitios de la geografía española, animados con esos sorprendentes personajes. «En nuestro trabajo, el juego entre realidad y ficción es muy importante --asegura Iñaki Blanco--. Es fundamental que el espectador reconozca referencias que le sean comunes y entre en el guiño que sugerimos».

 

Duelo de avionetas sobre la Plaza de Toros, con los hermanos Hernández y Fernández.

A mediados de la década de los noventa del siglo pasado, Iñaki Blanco y Emilio Jiménez, conocidos en los ambientes del diseño gráfico como  IconE, concibieron un original proyecto: recrear dentro del arte pop las aventuras del legendario personaje de tebeo Tintín, en principio, en espacios urbanos de Cádiz, la ciudad natal de los artistas.

 

Una carabela pirata a la altura del muelle del Vapor, en el remodelado espacio de la Ribera del Río.

Su primera serie de acrílicos sobre lienzo constituyó un éxito fulminante. Las obras se vendieron, se editaron sendas series de reproducciones en formato postal --ya no lo hacen-- y varios pósters. «Y curiosamente, no tuvimos imitadores», aseguran. El éxito de sus acrílicos, del que los autores nunca esperaron alcanzaran tal notoriedad no se hizo esperar. Los primeros cuadros se los quitaban de las manos recién salidos de su pinceles y,  pronto, empezaron los encargos,

 

Tintín y su perro 'Milú' contemplan el desaparecido Vapor Adriano III, llegando al muelle de Cádiz delante del buque escuela Juan Sebastián Elcano.

«Creo que el éxito tiene que ver por el choque entre realidad y ficción y, sobre todo, por el propio personaje, da la casualidad de que tanto Emilio como yo éramos grandes seguidores del personaje. Yo me habré leído sus historias unas treinta mil veces...», asegura Blanco. «Llegó un momento en que nos quedamos estancados con el diseño gráfico, queríamos salir de ahí. No nos agradaba la idea de pasarnos la vida haciendo trabajos para las instituciones», recuerda el artista. Junto a su faceta como diseñadores, el Tintín de I con E fue exportándose: primero a Tarifa, luego a El Puerto de Santa María, más tarde a Sevilla, Madrid, Conil, Extremadura y próximamente, Amsterdam…

Iñaki Blanco y Emilio Jiménez delante del acrílico que reproduce a Tintín vestido de escocés en la Plaza del Castillo.

«Aunque al principio los herederos de Georges Remi parecían a gusto con nuestra iniciativa --rememoran--, luego cambiaron de idea. Controlan muy férreamente todo lo relativo al merchandising del personaje y las reproducciones gráficas, que es lo que da dinero. Sólo se permite el uso de los personajes sobre fondo blanco, como en la campaña de Telefónica. Nosotros nos acogemos al artículo 39 de la Propiedad Intelectual, que permite hacer parodia. Pero, realmente, pensamos que no tendría que haber problema, porque trabajamos con elementos de cultura pop, de manera parecida a lo que hace Antonio de Felipe».

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Hoy queremos traer algunas pinceladas del buen hacer de un prolífico poeta portuense que llenó con sus versos, plenos de fina gracia y de mordaz crítica, muchas páginas de la Revista Portuense en la última década del siglo XIX.  Se llamaba Manuel del Rio y García, y aunque su poesía es de la considerada "menor", gozaba de una gran aceptación entre sus paisanos contemporáneos. Manuel Martinez Alfonso lo cita en varias ocasiones en su obra "El Puerto de Santa María en la literatura"  y se extiende en elogios de una zarzuelita: "Ojeada al Puerto" de la que él era el letrista´y la música del también compositor local Francisco Javier Caballero. La obrita, estrenada en 1895, se anunciaba como revista local cómico-lírica, resaltando la prensa de la época su fácil versificación, fluidez y sonoridad. "Viene a ser la tal "Ojeada" -indica Martinez Alfonso- como un desfile de cuanto había en El Puerto digno de crítica, observación o aplauso".

Señala la Revista Portuense escenas de verdadera gracia y vis cómica, entre ellas la de la Electra Peral Portuense, personaje que tenía en sus manos un tridente, en cuyas puntas lucían tres lámparas eléctricas de diversos colores. El personaje femenino, en un sentido homenaje al que fuera candidato a diputado por la ciudad, declamaba:

Yo soy la luz eléctrica, señores,
la que más se asemeja a la del día;
la que en esta ciudad de Andalucía,
de la ciencia derrama resplandores.

No hay nadie que me mire y no se asombre
en este siglo lleno de portentos:
soy el no más allá de los inventos,
la última prueba del saber del hombre.

Por más que mis ventajas se disputan
cuantos aman la ciencia y el progreso,
víctimas del obscuro retroceso
pocos pueblos de España me disfrutan.

Cabe al Puerto el honor de que él ha sido
uno de los primeros que ha gozado
las ventajas de llevar este alumbrado;
y este honor se lo tiene merecido.

Pues digno de mejoras y de honores
es todo pueblo noble y patriota;
todo pueblo que lucha hasta ver rota
la red en que le envuelven sus traidores.

Y El Puerto, en lucha atroz por la justicia,
la razón, la verdad y el patriotismo,
triunfó de la coacción y el egoísmo,
de la envidia, la saña y la malicia.

Recompensa, no más, a su hidalguía
aquel por quien luchó le ha dispensado,
y si el éxito hubiese coronado
su justa aspiración, más le daría.

Invento que honra el siglo XIX
¿sabéis por quién lo tiene El Puerto?
¿Quién lo instaló con tan notable acierto?
¿Sabéis mejora tal a quién se debe?

Al sabio que hoy admira el mundo entero;
al español hidalgo, genuino;
al ilustre, al patriota, al gran marino
don Isaac Peral y Caballero.

Un cambio laboral trasladó a nuestro poeta a la capital gaditana al comienzo del siglo XX pero desde allí, intermitentemente y hasta bien avanzada la segunda década de dicho siglo, continúo colaborando con la publicación local mas conocida. De la Revista Portuense del 8 de julio de 1904 son estos versos que él mismo protagoniza cuando venía a ver los toros:

Dicen que El Puerto está muerto.
Lo que estaba era dormido.
Pero ya que está despierto
se ve que es el mismo Puerto
que toda la vida ha sido.
¡El mismo!... con sus parejas,
sus jazmines y sus rosas,
sus cierros bajos, sus rejas,
testigos de amantes quejas,
y sus bodegas famosas.
Tierra de las alegrías,
con hembras que son tesoros
de andaluzas simpatías,
que se ostentan en los días
de las corridas de toros.
Pues la fiesta nacional,
conjunto de sol, luz, vida,
colores, bullicio y sal,
tiene en mi tierra querida
un atractivo especial.
¡Oh, Puerto, en eso descuellas,
y del mar surco las olas
para verte, y ver en ellas
lucir a tus hijas bellas
sus mantillas españolas!
Por eso inundan los trenes
de viajeros tus andenes,
y al muelle vienen y van
llenos, y dando vaivenes.
Por eso, cuando hay corrida
marcha a mi tierra querida
toda la provincia entera.
Por eso eres tu mi anhelo
y por verte me desvela
porque es la gloria tu suelo,
o porque tu cielo se ríe
y porque testigo eres
de mis risas y mis lloros,
y porque brindan placeres
la gracia de tus mujeres
y la fama de tus toros.

(Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía).

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José Ramón Salamero Sánchez-Gabriel nace en Madrid el 19 de Noviembre de 1952. La verdad es que debía haber nacido en El Pardo (Madrid), donde su padre, Raúl Salamero Brú, (Castellón de la Plana, 1910), era Capitán de la Guardia Civil, Jefe de la Compañía de Seguridad del anterior Jefe de Estado, pero el parto vino con complicaciones y su madre, María Soledad Sánchez-Gabriel Fernández-Giro, (Toledo, 1919), hubo de ser trasladada de urgencia al Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid, donde tuvo lugar el feliz acontecimiento.

Precisamente, del puesto que desempeñaba su padre viene el primer contacto de su familia con El Puerto, pues, cuando nuestro protagonista accedió a la plaza notarial porteña, su padre, ya retirado, le comentó que visitó El Puerto por primera vez velando por la seguridad de Franco en las visitas vacacionales que hacía a finales de los años cuarenta y primeros de los cincuenta a nuestra ciudad y añadía que nunca le había sabido mejor el fino que cuando tuvo ocasión de probarlo sacado directamente de las botas en una de nuestras bodegas.

El abuelo de José Ramón, Ricardo Salamero Ortiz, de pie, cuarto por la izquierda, en un acto asistiendo a S.M. el Rey Alfonso XIII.

1952

El año de su nacimiento era alcalde de El Puerto Luis Caballero Noguera. Se estrenaba la película ‘La Niña de la Venta’, dirigida por Ramón Torrado y protagonizada por Lola Flores y Manolo Caracol. En julio se celebró en el Tiro de Pichón la tirada de Copa del Campeonato del Puerto de Santa María, con 58 escopetas. La Plaza de Toros es adjudicada hasta dciiembre de 1953 al empresario Manuel Belmonte García, a razón de 50.000 pesetas mensuales. Ese año llegaba a El Puerto, destinado al Instituto Santo Domingo, el profesor de Geografía e Historia Enrique Bartolomé López-Somoza. Mariscos Romerijo iniciaba su andadura empresaria. Rafael Alberti publicaba ‘Buenos Aires en Tinta China’ y ‘Retornos de lo vivo lejano’. El pintor porteño, afincado en Sevilla, Juan Miguel Sánchez pinta el cartel de la Feria de Primavera. Francisco Dueñas Piñero empieza a dirigir la Banda Municipal de Música hasta el año 1982. /En la imagen, Salamero con apenas 8 meses.

José Ramón es el tercero de seis hermanos, de los que cuatro viven en Sevilla y el otro, el mayor, Ricardo, Capitán de Navío de la Armada en la reserva, disfruta de su dulce jubilación también en El Puerto. /En la imagen, Salamero, con 10 años en 1962, en Teruel.

AJETREADA INFANCIA Y ADOLESCENCIA.

La infancia, adolescencia y juventud de José Ramón estuvieron marcadas por la profesión de su padre, pues cada vez que ascendía de grado militar, se producía el correspondiente traslado de ciudad. Así, hasta los dos  años de edad vive en Lugo, hasta los seis en Valencia, hasta los doce en Teruel, hasta los dieciséis en Valladolid y por último hasta los veintiséis años, edad en la que accede a la profesión de Notario, vive en Sevilla, a la que su padre llega con el grado de General (empleo al que también accedió su padre, abuelo de José Ramón, Ricardo Salamero Ortiz) con mando sobre toda la Guardia Civil de Andalucía y Extremadura.

FUGA DE EL LUTE.

Precisamente, bajo el mando del padre de nuestro hombre se produce la fuga de Eleuterio Sánchez ‘el Lute’ de el Penal de El Puerto de Santa María, con el consiguiente disgusto, pues fue él también el que lo había capturado (durante su estancia como Coronel en Valladolid) cuando se evadió tirándose de un tren en Salamanca (hecho al que corresponde la famosa foto en que ‘el Lute’ aparece, entre dos guardias,  con el antebrazo escayolado, por la fractura que sufrió al caer del  tren). No obstante, el General Salamero consideraba al ‘Lute’ (y así lo hacía constar en el retrato psicológico que de él confeccionó) como una persona «muy inteligente» y «valiente», además decía de él que «nunca se enfrentaba a la fuerza pública» para no causar daños personales. /En la imagen de la izquierda, sus padres, Raúl Salamero Brú y Soledad Sánchez-Gabriel Fernández-Giro, en 1948.

José Ramón, en el centro, en 1964, en Teruel en el Colegio de 'La Salle'.

ESCOLARIZACIÓN.

Pero volvamos al pequeño José Ramón. Comienza a ir al Colegio en Valencia a los Padres Agustinos. (Los padres ‘langostinos’ como diría el inolvidable Luis Sanchez Polack ‘Tip’).  Desde el año 1959 hasta el año 1965  José Ramón vive en Teruel, donde cursa hasta  el tercero del antiguo Bachillerato en el Colegio San José de los Hermanos de La Salle. Pero, debido a la férrea disciplina que en él reina, no recuerda con demasiado cariño su paso por ese Colegio.

El instituto 'José Zorrilla' de Valladolid, donde cursó parte del bachillerato.

En el verano de 1964, con 12 años, irá a vivir a Valladolid y cursa 4º y 5º de Bachillerato en el Instituto Público de Enseñanza Media ‘José Zorrilla’. En esos dos años conoce un sistema educativo en libertad y de confianza en el alumno al que se le deja tomar sus propias decisiones y ser responsable de sí mismo.

CESTA Y PUNTOS Y PREMIO EXTRAORDINARIO.

Sin embargo, en verano de 1966 es auténticamente ‘fichado’ por el Colegio de los Hermanos Maristas de Valladolid: a cambio de que José Ramón  participe en el equipo que presenta el Colegio al programa de Televisión Española ‘Cesta y Puntos’, le ofrece matrícula gratis y ningún pago mensual. Cursa, pues, en dicho Colegio, Sexto y Preuniversitario, obteniendo en el año 1968 el Premio Extraordinario de Bachillerato. /En la imagen de la izquierda durante el programa 'Cesta y Puntos' en 1967.

CON EL SECRETARIO DEL AYUNTAMIENTO.

En verano del año  1969 el padre asciende a General y es enviado a Zaragoza; pero allí sólo permanece unos meses, siendo trasladado a Sevilla, en cuya Facultad de Derecho pone el pié José Ramón en Noviembre de 1969, todavía con dieciséis años. Allí cursa la carrera de Derecho, si bien repite el primer curso por una sola asignatura, pues tiene un problema personal con el catedrático. Y cosas del azar, cursa con él la carrera el hoy Secretario del Ayuntamiento de El Puerto Fernando Jiménez Romero.

Su estancia en la Facultad la recuerda con el cariño y la nostalgia de un tiempo feliz;  sus amigos, debido al traspié del primer curso, son los ‘repetidores’ --que, como él dice, "son siempre más divertidos"-- y, hoy día, sus mejores amigos son, todavía, compañeros de Facultad.

ALFEREZ EN LA IMEC.

En el segundo semestre de 1973, comienza a cumplir el servicio militar en la IMEC, obteniendo el grado de Alférez y realizando las prácticas en el CIR 16 de Camposoto en San Fernando. Durante su primer período de formación en Cerro Muriano (Córdoba ) coincide con el portuense Luis Márquez Carrascosa, al que veintitantos años después verá entrar en su despacho como Gerente de Suvipuerto.  

OPOSICIONES A NOTARÍA.

Termina la carrera de Derecho en el año 1975, y, tras el verano, otro día de Noviembre, comienza la preparación de las oposiciones a Notarías. A los tres años, tres meses y veintiún días, es decir, en Febrero del año 1979 realiza el primer examen de la oposición,  que termina en Junio con éxito,  y el 14 de Noviembre (otra vez Noviembre) de 1979, con 26 años, obtiene el título de Notario accediendo a  la plaza de   La Puebla de Cazalla (Sevilla).

José Ramón, en su toma de posesión como Notario.

TENTACIONES.

No obstante, antes de tomar posesión de ésa su primera Notaría, es llamado a Madrid donde el Subdirector General de los Registros y del Notariado le hace un doble ofrecimiento: Quedarse en Madrid como Letrado adscrito (asesor) a la Dirección General de los Registros y del Notariado o ir a Bruselas como miembro de la Delegación del Gobierno español en la Comisión de Armonización del Derecho Civil Europeo. Sin embargo, José Ramón, rechaza ambas propuestas y prefiere empezar a ejercer ya su profesión.

En la Notaría de Onteniente (Valencia) en 1993.

LA PUEBLA DE CAZALLA.

Así, empieza a ejercer como Notario en La Puebla de Cazalla. En 1980 contrae matrimonio con María Dolores Rodríguez- Varo Valverde también Licenciada en Derecho y compañera de Facultad, y casualmente sobrina del que fue Notario de El Puerto de Santa María en los años ochenta y noventa Rafael Valverde Lergo. En 1981, se traslada a la Notaría de  Marmolejo (Jaén ) donde permanece hasta Agosto de 1983. Antes, en 1982, nace en Sevilla su primer hijo, José Ramón. En 1983 nace, también en Sevilla, su segundo hijo, Fernando, y  también en ese año pasa a desempeñar la Notaría de Ubrique, hasta mediados de 1985.

ONTENIENTE.

En 1985 obtiene la Notaría de Onteniente (Valencia), donde decide acabar durante algún tiempo la vida nómada y quedarse un período duradero. En  1987, nace en Alcira (población cercana a Onteniente) su tercera y última hija, Beatriz. Durante su estancia en Onteniente, que se extendió a diez años (1985-1995), José Ramón Salamero y su familia se integraron plenamente en la localidad, guardando un entrañable recuerdo de esa época de su vida. En el aspecto profesional, es de destacar que José Ramón realiza y firma la primera escritura redactada en idioma valenciano en la Notaria de Onteniente. /En la imagen de la izquierda no es José Ramón vestido de Rey Negro sino que está desfilando en la comparsa 'Kábilas' de la Fiesta de Moros y Cristianos de Onteniente.

LLEGADA A EL PUERTO.

Pero los deseos de volver a Andalucía, donde están la familia y amigos del matrimonio, son muy fuertes y en Marzo de 1995 pide y obtiene la Notaría de El Puerto de Santa María. Desde esa fecha reside en nuestra ciudad ejerciendo su profesión de Notario asociado con el también Notario de la localidad Antonio Manuel Torres Domínguez.

En el ámbito corporativo, José Ramón Salamero es, desde el año 2004, por votación de los colegiados, miembro, por la provincia de Cádiz, de la Junta Directiva del Ilustre Colegio Notarial de Andalucía, cargo para el que fue reelegido el año 2008, y en el ámbito profesional, es Vicepresidente de la Asociación de Notarios Empleadores de Andalucía Occidental.

También, en el ámbito local, es Patrono, junto con el Alcalde de El Puerto y su compañero Antonio  Torres Domínguez, de la Fundación Pérez Bruchetti. Destaca también que se le ofreció formar parte, en representación de los impositores, del Consejo de Administración de la Entidad "Unicaja", pero se vio obligado a declinar el  ofrecimiento por las rigurosas normas de incompatibilidad del Reglamento Notarial.

AQUEL PUERTO DE 1995.

La impresión que le causó El Puerto, que no conocía, cuando por primera vez llegó a nuestra ciudad, un nublado día del mes de Febrero, no fue especialmente favorable. Un centro degradado arquitectónicamente, falta de señalizaciones, ausencia de lógica en los itinerarios para entrar y salir de un  centro laberíntico, (que en poco tiempo le costó dos choques de coche), falta de aparcamientos, atascos en los accesos a la ciudad, falta de limpieza, gorrillas  y pedigüeños por doquier. En fin le pareció que había llegado a una Ciudad con un desarrollo urbano muy inferior a la industriosa, ordenada y limpia Onteniente, donde si se veía a alguien pidiendo en la vía pública, la Policía Municipal se ocupaba de él y lo retiraba inmediatamente para que recibiera la correspondiente ayuda social.

Con la Junta Directiva del Colegio Notarial de Andalucía.

Sin embargo el entorno de El Puerto le pareció maravilloso, espectacular, incluso. Valdelagrana, la playa de La Puntilla, las abundantes zonas verdes, Puerto Sherry y su pueblo marinero, las playas de Vistahermosa y el Manantial, el parque de Los Toruños, las urbanizaciones que rodean el casco urbano, e incluso en el centro, las Casas-Palacios y algunos rincones especialmente bellos no tardaron en cautivarle y, si a eso se añade el carácter abierto y el afinado sentido del humor de los habitantes de esta Ciudad, a los pocos meses ya se consideró un portuense más. ‘Paracaidista’, eso sí. (Luis Suarez dixit. Ver artículo de Luis Suárez Ávila en GdP).

Presentando la revista de la Cofradía del 'Dolor y Sacrificio'.

INTEGRADO.

José Ramón Salamero ha participado siempre  en los eventos locales para los que ha sido requerido; así, hizo, en el año 1999, la presentación de la Revista de la Hermandad de Jesús Cautivo y María Santísima del Dolor y Sacrificio y ha participado todos los años en la lectura de poemas de Alberti que su Fundación organizaba para conmemorar la fecha del nacimiento del poeta, con la peculiaridad, de que, en vez de leer, cantaba, acompañado por su guitarra, canciones con letra de Alberti; aunque, eso sí, para evitar, como él dice «sufrir el lanzamiento de productos vegetales», lo hacía siempre a primera hora, cuando el público estaba exclusivamente compuesto por la viuda del poeta, Asunción Mateo, y por algún que otro grupo de sufridos colegiales.

Con sus amigos de El Puerto, de izquierda a derecha, José Ramón, Pepe Arias, Manuel Alfonso, María Parrondo, Casilda Pérez y María Dolores Rodríguez-Varo.

EL PROGRESO.

Preguntado acerca de cómo encuentra a El Puerto en la actualidad reconoce que en los quince años últimos el progreso en infraestructuras y en hacer más agradable la Ciudad ha sido muy grande: la desaparición de la travesía de la Carretera Nacional a Cádiz, con la ejemplar urbanización de la carretera, la variante del Centro Comercial ‘El Paseo’, los desdobles de Vistahermosa y Valdelagrana, puente incluido, el nudo del Oasis, el derribo de las edificaciones junto a Pozos Dulces, la adecuación del Parque Calderón y de la zona de la Pescadería, el Teatro Muñoz Seca, la realización de los polígonos de la Isleta y Las Salinas, tanto de Poniente como de Levante, la continuación de la variante por encima del Polígono hasta la autopista a Cádiz, el desdoble del antiguo puente sobre la vía, la nueva Avenida de la Diputación, el Parque del Vino Fino, la adecuación del Parque de los Toruños, la semipeatonalización o peatonalización total de numerosas calles del centro de la ciudad y en fin, alguna cosa más, que admite haberse dejado en el tintero, hacen que El Puerto sea una población muy distinta, para mejor, de la que conoció al llegar en año 1995.

Familia Salamero al completo: padres, hermanos, cuñados y sobrinos el día de la Comunión de Beatriz, hija de José Ramón, segunda abajo a la izquierda. Año 1997 en El Puerto.

SOBRE EL FUTURO.

Respecto de cual pueda ser el futuro de El Puerto, piensa que, dada su estratégica situación y dotaciones, El Puerto debería convertirse en la ciudad residencial por antonomasia de toda la Bahía de Cádiz. Es decir, cualquier funcionario, profesional, empresario o ejecutivo de empresa que viniera a trabajar o trabaje en Cádiz, San Fernando, Puerto Real o Jerez, debería vivir o aspirar a vivir, como primera opción en El Puerto. Lo mismo debería ocurrir con las pequeñas y medianas empresas, que no duda comenzarán, cuando empiece la salida de la crisis, a instalarse en el Polígono de Las Salinas.

José Ramón, rodando por el Circuito de Jerez.

AFICIONES.

En cuanto a sus aficiones, figura, en primer lugar, la lectura. Siempre tiene un libro entre manos, aunque como él dice «ahora sólo leo best-sellers, los libros difíciles ya los leí cuando era pequeño», (la realidad es que a los once años ya se había leído toda la biblioteca de su padre). También le gusta navegar por Internet buscando información sobre los temas más insospechados. La música también ocupa su tiempo, ya que forma parte, tocando la guitarra acústica y cantando, de un conjunto autodenominado ‘Grupo Las Redes’ que todavía permanece en el anonimato. Le gustan las motos, aunque como él dice «me gusta la moto, pero no soy motero». Practica el paddle y el golf --esto último ‘horrorosamente’, según reconoce--. Y como última peculiaridad, le gusta el belenismo; incluso ha obtenido premios, uno en Onteniente y otro en El Puerto, otorgado por la comunidad de Vistahermosa.

Grupo 'Las Redes', de izquierda a derecha, José Luis Parra 'Peli', Juan Carlos Wiggs, José Ramón Salamero y Fernando Polanco.

ANECDOTARIO.

José Ramón recuerda alguna anécdota que le haya ocurrido en el ejercicio de su profesión en El Puerto, como aquella vez en que la portuense Merche Valimaña vino a su despacho a una firma y terminaron los dos cantando a dúo 'Something Stupid'. O aquélla otra vez, en que un sobrino llevó a su tía a la Notaria diciendo que iba a hacer testamento y José Ramón dijo que pasara al despacho la señora sola. Una vez en el despacho le preguntó que qué deseaba y la señora le dijo: «--Pues mire, señor doctor, la pastilla que me mandó para la garganta me ha ido estupendamente, pero la de la nariz no me ha mejorado nada». Así que, José Ramón hubo de decirle: «--Señora, acompáñeme que su sobrino la llevará al médico».

José Ramón, con su mujer, María Dolores Rodríguez-Varo.

Otra anécdota tuvo lugar en Onteniente, donde, un día , se presentaron en la Notaría dos señores diciendo que su tio acababa de morir en su casa y que venían a encargar su testamento. Entonces José Ramón les dijo: «--Pero, hombre, a quién se le ocurre, si está muerto, cómo va hacer testamento», Y ellos le respondieron : «--No, si eso lo sabemos, por eso hemos pensado que sea el propio Notario el que coja la mano al muerto y haga su firma».

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Es de El Puerto. De El Puerto de Santa María pero se recrió en Sevilla.  En Barcelona estudió danza clásica en el Estudio Fankhanel, escuela bolera y clásico español con Alicia Calado --primera bailarina del Teatre LLiceu de Barcelona-- y Felipe Sánchez. En Sevilla y en Jerez, se especializó en flamenco con Manolo Marín, Merche Esmeralda, Carmen Cortés, Angelita Gómez, Farruco y otros grandes. /Foto: Guillermo Rivas.

ALEMANIA.

Se trasladó a vivir en 1981 a Alemania, en Wuppertal donde conoce a Hans, su marido. Wuppertal es la ciudad de Pina Bausch y su 'Cafe Müller', donde se haya uno de los principales centros para el estudio del clima en la Unión Europea. Es un municipio perteneciente al Bundesland de Renania del Norte-Westfalia, donde estudió Canto con el Maestro Herr Gillessen. Pero no sólo estudió canto sino que impartió clases de flamenco en la Volkshochschule de Wuppertal y en el Tanz-Studio Katia Krüger.

Allí actuará en Jaus der Jugend (Casa de la Juventud),  en el Folklorefest Internacional en la Stadhalle de Wuppertal, en el Junges Theather de Góttingen, y en 1985 al fundarse el grupo ‘Flamenco Vivo’, actuará por toda Alemania. El 24 de Enero 1.986, con motivo del 50 aniversario de la muerte de Federico García Lorca se representa en la Opernhaus (Teatro de la Ópera) de Wuppertal la obra de teatro danza flamenco ‘Alboreá’ dirigida, coreografiada e interpretada por Ángela Cruces y su hermana Charo.

Charo y Ángela Cruces, interpretando 'Alboreá' en el Teatro de la Ópera de Wuppertal (Alemania), en 1986.

El tranvía por debajo de el puente, en Wuppertal (Alemania).

Participa también en ele  Stadhalle y en el Flamenco-Abend e la Musikschule de Bochum. En Dusseldorf  en el Nordrhein-Wesfalen-Fest y participará, en 1987 en la coreografía de la ópera ‘Carmen’ para la Opernhaus. Ese año y el siguiente actuará en Essen, Leverkusen, Bremen, Witten. Unna, Duisburg, Wilhelmshaven y Ludwigshafen. 

REGRESO A ESPAÑA: SAN SEBASTIÁN.

En 1988 regresará a España, estableciéndose en San Sebastián en 1995, impartiendo clases de Flamenco en Temis-Circulo de Actividades Culturales de la capital donostiarra. En 1998 estrena la obra ‘Lorca, poeta en soledad’, dirigida, interpretada y coreografiada por Ángela en la Casa de Cultura Lugaritz de San Sebastián. En 2003 coreografía un fragmento de la zarzuela “La Revoltosa” para la Asociación Lírica ‘Sasibill’ donostiarra. En 2004, estrena la obra “Poesía y Flamenco”, dirigida, coreografiada e interpretada por nuestra protagonista, siendo representada también ese año y el siguiente en la Casa de la Cultura de Egía, en San Sebastián, en el Teatro Amaya de Irún, en Lasarte-Oria y en Andoaín. /El Peine de los Vientos, en San Sebastián.

En Gazteszena (San Sebastián)

ESCUELA TALLER.

Su escuela taller escenario está en un sótano en el número 12 de la calle Carlos I, de la capital vasca, Allí está su academia de baile, de clases de flamenco, sevillana, castañuelas, coreografía… En San Sebastián ha rendido homenaje en distintos espectáculos, como bailaora y coreógrafa además de a Lorca, a la txalaparta, la percusión senegalesa y la poesía. Ha colaborado con Localia TV.

Ángela Cruces, durante una actuación en Rabat (Marruecos).

ENCUENTROS.

El pasado viernes estrenaba en San Sebastián el espectáculo flamenco ‘Encuentros’, donde muestra el rumbo del flamenco que se hace en Guipuzcoa. «El flamenco y el jazz, son primos, como dirían en mi tierra». Y hablando de fusión, «En cuanto llegué a San Sebastián pregunté cuál era la forma de percusión vasca y me encontré con la txalaparta. La incorporé a una coreografía, lógico»

Ángela, en un espectáculo de fusión entre el flamenco y la txalaparta.

LA TXALAPARTA.

La txalaparta es un instrumento de percusión tradicional del País Vasco que, generalmente consta de dos soportes (cestos, sillas, banquetas, etc.), sobre estos algún material aislante (hoja de maíz, sacos viejos enrollados, hierba seca, etc.) y sobre esto un tablón que es golpeado con cuatro palos (dos cada Txalapartari). Aunque tradicionalmente cada txalaparta solía tener dos o tres tablas de madera, recientemente es habitual encontrar txalapartas formadas por una docena de tablas.

En el Teatro Amaya (Irún).

EL FLAMENCO EN LA DISTANCIA.

Ángela explica como vive en flamenco tan lejos de su cuna: «Todos lo que lo vivimos --no se trata de decir 'lo practicamos', el flamenco es una manera de vivir-- estamos siempre en contacto. Nos vemos, nos oímos, nos contamos. Bajo mucho al Sur a inyectarme flamenco en vena. Y cuando estás allá, en Triana o en Jerez, en la Bienal o en un café las horas pasan en un vuelo. Porque puede que aquello que te vaya a entusiasmar, maravillar, enloquecer no suceda ni a las nueve ni a las diez ni a las once de la noche sino a las cuatro de la madrugada, a las seis de la mañana».

LA FUSIÓN.

En cuanto a la fusión entre diferentes estilos y técnicas afirma: «Es ley de vida. Al fin y al cabo, el cajón, que hoy parece algo consustancial al flamenco se lo trajo Paco de Lucía, de Perú. Y es la percusión perfecta. Tú puedes fusionar siempre y cuando tengas muy claro dónde están las raíces, la pureza. Porque si no, tu mezcla, tu baile, tu cante, tendrán los pies de barro». /Cartel de su último espectáculo 'Encuentros'.

EL AGUJETAS.

Recuerda el punto de soberbia de ‘El Agujetas’: «Tenía un cante ancestral. Había trabajado en la fragua, origen del martinete (ay el compás del martillo sobre el yunque...) y vivió mucho en Estados Unidos. Un día dijo: 'Yo puedo cantar 'My Way', a mi manera pero Sinatra nunca podrá cantar flamenco. Ni a la suya'». Y prosigue: «Aprenderás la métrica, la técnica pero sin ‘quejío’, sin 'jipío' nunca cantarás flamenco. El flamenco no cuenta historias en sus letras, sentencia: 'La luna tenía cerco, era noche de muerte'. En cómo dices esa frase está el secreto del cante. Esa pureza suya tan dura».

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Jose Pecho es el nombre artístico y por el que es por todos conocido, José Manuel Pecho Martín. Nace el 5 de junio de 1968 en Cádiz, en el hospital de la Misericordia y San Juan de Dios del barrio Santa María, aunque de siempre ha vivido en El Puerto. Es de una familia humilde y trabajadora. Su padre Manuel es patrón de barco  y su madre Soledad, ama de casa, ambos de El Puerto. Jose siempre se ha sentido muy orgulloso de sus padres y de la educación que le dieron. Tiene tres hermanos, Yolanda, Antonio y Silvia, siendo él el mayor.

1968.
Era alcalde de la Ciudad, Luis Portillo Ruiz. En junio se celebraba en El Puerto un pleno de la Diputación Provincial que se pronunciaba sobre la expansión universitaria en la provincia, algo de lo que El Puerto no se vería beneficiado y que produjo, por su desacuerdo que, un año después Luis Portillo abandonara la alcaldía al no verse apoyado para tal empresa. José Luis Tejada publica ‘El cadáver del alba’. Se proyecta en el Teatro Principal ‘El Planeta de los Simios’. Se estrena en la Scala de Milán, un ballet basado en el poemario de Rafael Alberti ‘Sobre los ángeles’, que ese año publica ‘Roma, peligro para caminantes’.

Se inauguraba el ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’. En 1968 los cofrades de la Veracruz incorporaban la imagen de María Santísima de Consolación y Lágrimas, empezando a procesionar ese mismo año. Desde entonces en la procesión de la hermandad de la Veracruz desfilan delante del paso un grupo de mujeres ataviadas con la mantilla española.  Nace el cantante afincado en El Puerto Enrique Bunbury. /En la imagen, José Pecho, con su abuela en el Parque Calderón.

Son muchas las casas en las que ha vivido nuestro protagonista a lo largo de su vida en El Puerto, en Madrid, en La Pineda (Tarragona) y en Tenerife. Su primera infancia la pasa entre una casa palacio, convertida en casa de vecinos, situada en el número 8 de la calle Santa Lucía, junto a la iglesia Mayor Prioral en pleno centro, y la casa de sus abuelos maternos en una barriada ya desaparecida, la barriada ‘18 de Julio’  que estaba situada junto a la plaza de toros al comienzo de la Avenida del Ejército. De ambos lugares conserva recuerdos inolvidables a pesar de la edad que tenía cuando vivió allí. Posteriormente y de forma definitiva se traslada la familia, ya con los tres primeros hermanos, a un piso en la recién construida barriada Juan Melgarejo Osborne, conocida como barriada Sericícola, donde vivirá su infancia y juventud. Años más tarde se irán a vivir a una casa unifamiliar en el barrio de La Palma donde, en la actualidad, siguen viviendo sus padres.

CANARIAS.
Trabajando ya profesionalmente como actor, en unas mini vacaciones que se toma en Tenerife, después de acabar contrato en una producción teatral, se presenta a un casting para un espectáculo y lo eligen para un papel. Por ello se traslada a vivir a las Islas Canarias donde permanecerá durante casi tres años, tiempo que dura el espectáculo, viviendo en distintas casas. En la actualidad vive en su casa de la calle Palacios, en el centro histórico de El Puerto.

José Pecho con su padre y hermanas, su hermano Antonio es el que hace la fotografía.

OREJAS DE BURRO.
Comienza su aventura escolar en la guardería donde lo matricula su madre, de la que no recuerda el nombre pero sí que estaba situada en la calle Bolos. De allí recuerda la vez que la profesora, la que era muy mayor, por no saber responder correctamente una pregunta, le obliga a colocarse unas orejas de burro y a ir por todas las clases diciendo “soy un burro”. Por supuesto los otros niños se reían a carcajada limpia. Y, aunque no fue un buen momento, no lo recuerda con desagrado. Siempre ha dicho que esa fue su primera actuación ante el público. Era otra época.

José Pecho ha colaborado desinteresadamente en dos campañas de captación de socios para el Racing Club Portuense.

SUS INICIOS EN EL TEATRO.
Su relación con el teatro comienza muy temprano. Estando en quinto curso asiste en el colegio donde está a la función de la obra “Los cuatro Robinsones” de Pedro Muñoz Seca, realizada por compañeros del mismo centro. La primera obra de teatro que ve en su vida. Le llama tanto la atención que desde entonces busca la oportunidad de poder participar en algún montaje; algo que consigue al siguiente curso cuando preparan una obra pero que no llegan a representar.

Estando estudiando en el Instituto Pedro Muñoz Seca, la profesora de literatura crea grupos de trabajo y Jose Pecho decide participar en el de teatro. A lo largo del curso van ensayando varias escenas de “La Celestina” y la representan para los compañeros de clase a final de curso. Al curso siguiente entre los compañeros que participaron en la obra anterior deciden preparar fuera del horario de clase la obra “Amor al prójimo” y consiguen representarla en el salón de actos del centro para todos los estudiantes del Instituto.

Animado, junto con los compañeros de montaje, se apunta a la primera edición de Escuela Municipal de Teatro que crea el Ayuntamiento de El Puerto ese año. Aquí estará durante dos cursos representando las obras “Los Gemelos” de Plauto y “Tres sombreros de copa” de Miura. Al final del primer curso de la Escuela Municipal de Teatro, se incorpora al recién creado grupo de teatro municipal que más tarde sería conocido por T.E.J.A. (Teatro Estable Juvenil Andaluz) cuyo responsable sería durante unos años Paco Teja (ver nótula núm. 785 en GdP). Con este grupo representa “La Voz de su Amo” de Pedro Muñoz Seca y “Los Caciques” de Carlos Arniches. Obras con las que actúa por varios municipios de las provincias de Cádiz y Sevilla.

CODIRECTOR DEL TEJA.
Años más tarde, y ya desaparecido el creador del grupo, asume la dirección del mismo junto a su amigo y compañero Joaquín Perles (ver nótula 190 en GdP) y montan la obra “Camino de Plata” de Ana Diosdado. Con posterioridad, cuando ya vive en Madrid y está estudiando en la Escuela de Arte Dramático y ya como director único del grupo, monta el espectáculo “Historias de siempre”, recopilación de textos de varios autores del momento y donde empieza a crear su método de trabajo en la creación y composición de personajes y en el montaje de espectáculos.

INICIOS DEL GRUPO BALBO.
Formando parte del grupo TEJA, como actor, es tal sus ansias por hacer teatro que compagina su presencia en ese grupo con su incorporación al grupo de Emilio Flor, que por aquella época se llamaba ‘Antinoe’, con el que representa la comedia “Los Gemelos” de Plauto y luego la tragedia “Coéforas” de Esquilo. Al finalizar las representaciones de esta obra el grupo pasa a llamarse Balbo por lo que se puede decir que forma parte del mismo desde sus orígenes. /En la imagen de la izquierda, primera función con el Grupo Balbo.

En el periodo en el que representan estas dos obra, se produce una anécdota muy curiosa. En unas actuaciones en Vejer de la Frontera, a pesar de la proximidad de este pueblo con El Puerto, se decide que el grupo pernocte allí para de esa forma facilitar las labores propias del montaje y desmontaje del decorado de las obras. Pues bien, resulta que el lugar elegido por los organizadores de las funciones para dormir, es la cárcel del pueblo. Les dan como excusa que las dependencias están vacías y no hay intención de meter a nadie allí. En aquel momento bromearon con el hecho de que los habían “arrestado” porque no había gustado la función

Con el también actor Germán Arjona.

Su presencia en el grupo Balbo podemos establecerla en dos etapas. Una durante los primeros años de existencia del grupo donde participa como actor y una segunda, cuando regresa a El Puerto, y asume las labores de director y dramaturgo.

En la primera etapa representa las obras “Los Gemelos”, “Mostelaria” y “Miles Gloriosus” las tres de Plauto, “Electra” de Sófocles y “Coéforas” de Esquilo. Con estas obras el grupo va a actuar a innumerables ciudades y centros de enseñanza. Es el grupo de teatro Balbo el único que participa en el 1º Festival de Teatro Grecolatino para estudiantes que se organiza en España.

ESTUDIOS DE ARTE DRAMÁTICO.
Con treinta años y a pesar de saber que con esa edad puede resultar muy difícil su admisión, decide preparar las pruebas de ingreso en la R.E.S.A.D. (Real Escuela Superior de Arte Dramático) de Madrid. En setiembre se traslada a la capital del Reino a realizar dichas pruebas que supera a pesar de contar con más edad que todos los que junto a él las realizan aquel curso. A partir de entonces se va a vivir a Madrid y allí comienza posteriormente su actividad profesional.

¿QUIEN VIVE AQUÍ?
Cuando se traslada a Madrid a estudiar Arte Dramático, Jose Pecho comparte piso con compañeros y su pareja en el barrio de Antón Martín muy cerca de la plaza de Lavapiés.

De esta época siempre le gusta recordar una anécdota. En aquel momento compartía piso con un amigo italiano que estaba en España completando su formación. Un día regresa a casa después de terminar las clases en la Escuela y cuando abre la puerta de la calle comprueba que la casa está llena de gente, música y mucho bullicio. Sin llegar a entrar un hombre le pregunta «--¿Qué quiere?» y contesta «--Vivo aquí»; el otro lo mira de arriba abajo, se da media vuelta y se va. Una vez dentro comprueba que no conoce a nadie y que parece que están celebrando una fiesta. De pronto aparece su amigo italiano y le dice que invitó a unos amigos porque terminó lo que vino a hacer a España y quería celebrarlo con sus compañeros de estudios. Pero todo esto no le sorprendió a Jose porque su casa en Madrid siempre fue un punto de encuentro entre todos los compañeros, amigos y conocidos o desconocidos, lo que siempre le gustó. Sirvió para que amigos de El Puerto durmieran allí el tiempo que estuvieran en Madrid.

OTROS CURSOS.
Simultanea los estudios en la Escuela con otros cursos para completar más aun su formación. Entre los que realiza destacan los de “Dirección de actores” impartido por Ramón Simó, director del Teatro Nacional de Cataluña, el de "Producción Musical y el método de interpretación estadounidense" a cargo de Keith Nagy y Karen Gigly de la Universidad de John Carroll en EE.UU., "Creatividad teatral" a cargo de Alfonso Zurro, "El actor sinfónico" impartido por el director italiano Mateo Belli o el de "El verso y su mundo sonoro" impartido por Enrique Silva, maestro de maestros.

Teatro Pavón,  Compañía Teatro Clásico de Madrid.

ACTOR EN MADRID.
Estando en Madrid estudiando en la ya citada Real Escuela de Arte Dramático, comienza a trabajar como actor, primero en pequeñas producciones teatrales como: “El Arcón del Comediante” o “La familia Adams” con la compañía Pequeño Teatro de Madrid o “Totum Revolutum Cabaret” con la compañía Los Tres pies del Gato. Luego comienza a trabajar en algunas de las obras de más repercusión en la capital, como son: “Misericordia” de Pérez Galdos y versión de Alfredo Mañas, dirigida por Manuel Canseco y José Luis Alonso, “La Faroles” de Joaquín Calvo Sotelo dirigida por Ramón Ballesteros, “Amadeus” de Peter Shaffer dirigida por Nacho de Diego, “El Día y La Bruma, Becker” de Manuel Muñoz Hidalgo dirigida por Ramón Ballesteros, “Los Cuernos de Don Friolera” de Valle Inclán con la compañía Teatro Clásico de Madrid, “Los Emigrados” de Slawomir Mrozeck y “El Avaro” de Moliere ambas con dirección de Luis Vijuesca.

En algunas de ellas conoce y trabaja con algunos de los actores y actrices más destacados del teatro español. Mencionaremos entre ellos a Luisa María Payán,  María Fernanda d'Ocón, Paco Hernández, Carmen Segarra o Pepe Regueira. Con estos montajes visita gran parte de la geografía nacional, actuando en los principales teatros de las grandes capitales españolas. Ha estado sobre el escenario de los teatros de Madrid (donde hace en dos ocasiones temporada), Barcelona, Valencia, Bilbao, Coruña, Vigo, Santander, Pontevedra, Lugo, Salamanca, Burgos, Las Palmas de Gran Canarias, Ceuta, Melilla, Toledo, Jaén, Huelva, Jerez de la Frontera, Guadalajara, Logroño, Palencia, Cartagena, Murcia… /En la imagen, María Fernanda d'Ocón.

También estudiando en Madrid, pasa unos meses en Tarragona a donde va para trabajar en el Parque de Atracciones Port Aventura. En su etapa en Tenerife representa “La Tempestad” de W. Shakespeare con la que actúa en las siete islas que forman el archipiélago.

Emilio Flor, José Pecho y Paco Crespo entrevistados por Rafa Tardío en el Salón de Actos del Instituto Santo Domingo.

BALBO PROFESIONAL.
Después de un periodo de ausencia en el grupo, Jose Pecho vuelve al mismo cuando regresa a vivir a El Puerto tras su etapa en Madrid y Tenerife. Así, después de un encuentro con Emilio Flor, decide volver al grupo y poner en práctica la idea de éste de crear una compañía de teatro profesional. La compañía llevaría el mismo nombre que el grupo: “Balbo teatro” y junto a cuatro componentes del mismo  producen la obra “Miles Gloriosus” de Plauto versionado por José Luís Alonso de Santos. La obra la dirigirá Jose Pecho junto a Emilio Flor y con ella actuará en el Festival de Teatro de Comedias de El Puerto en el espacio de la Bodega Mora de Osborne, en el Festival Internacional de Teatro Mimarte de Braga (Portugal) o en el Festival Capvespres de Guissona en Lleida. Tras un periodo de dos años deciden que la empresa no puede seguir adelante y dan de baja a la compañía.

Paco Crespo y José Pecho recogiendo el Primer Premio del VI Concurso Nacional de grupos de Teatro Grecolatino de Segóbriga, organizado por el Ministerio de Educación, este año 2011.

Con posterioridad a esto, ya en 2008, toma de forma definitiva las riendas del grupo Balbo junto con Emilio Flor, Sara Nanpéh y Paco Crespo --equipo que sigue en la actualidad siendo, además, el equipo de dirección del grupo--. Aquí pone en práctica su método de trabajo que ya está completamente definido. En estos últimos años dirige Antígona de Sófocles, Aulularia y Rudens de Plauto de la que es el autor de la versión del texto y con la que el grupo consigue ganar el Primer Premio del Concurso de Teatro Grecolatino de Segóbriga en 2011, el premio ‘Buero’ de Teatro Joven en Andalucía y el de mejor vestuario y mejor escenografía en Madrid. También es autor de la dramaturgia “La Mujer en la Tragedia” montaje que igualmente dirige y donde hace un compendio y comparativa de la obra de García Lorca y la tragedia griega. Este texto está publicado por una editorial en España y otra en Portugal. Actualmente ha terminado la versión del texto de Plauto “Epídico” y de “Ifigenia” de Eurípides, esta última junto a Sara Nanpéh, obras que representará Balbo a partir de 2012.

LANCE PRODUCCIONES
En 2007 decide junto a Sara Nanpéh crear una compañía propia. Tras estudiar los pros y los contras deciden arriesgar y formar una productora a la que dan el nombre de LANCE producciones. Bajo este nombre producen un primer espectáculo llamado “En la pecera” de Jaime Salom. Al año siguiente producen “Off Comedia”, una disparatada comedia a base de esketchs que rozaban el absurdo. Con este participan en el Festival de Teatro de Comedias de El Puerto y en el Circuito de Teatro de Castilla-León. Después de este montaje se hacen cargo de “El Militar Fanfarrón” una versión de José Luís Alonso de Santos de la obra de Plauto y un montaje de pequeño formato para estudiantes que denominaron “Encuentros con el teatro” escrito por Sara Nanpéh y donde hacían un recorrido por el teatro, desde sus orígenes hasta la actualidad.

Paco Crespo, José Pecho y Sara Nanpéh en el espectáculo 'Off Comedia'.

El último espectáculo producido, hasta el momento, por LANCE producciones es “Julio Verne, un libro una aventura” de Sara Nanpéh. Esta obra está inspirada en la vida de Julio Verne y hace un pequeño recorrido por algunas de sus novelas más emblemáticas. En la actualidad sigue con la distribución de los espectáculos que tiene en cartel con LANCE producciones.

José Pecho y Sara Nanpéh en el espectáculo 'La Pecera'.

LA TELEVISIÓN.
Conjuntamente con su participación en los montajes teatrales, se introduce poco a poco en televisión, al comienzo con pequeñas apariciones en capítulos de las series que había en el momento, para ir haciéndose un hueco en el panorama televisivo e intervenir con personajes destacados, en algunas de las series más reconocidas por el gran público. Podemos verlo en las series: “Cuéntame cómo pasó” de TVE, donde conoce a Imanol Arias y coincide con Ana Duato y Alicia Hermida, “Yo soy Bea” de Tele 5, “Desaparecida” de TVE donde trabaja junto a Carlos Hipólito, “Como el perro y el gato” de TVE trabajando con Arturo Fernández, Quique Camoiras y Silvia Tortosa o en “Bendito Polonio” serie de producción española que se difundió en un canal de Miami.

También para televisión apareció en distintos spots publicitarios, entre ellos uno sobre los JJ.OO. de Sidney para TVE otro sobre el mundial de rugby para Canal + y la colaboración desinteresada en dos campañas de captación de socios del Racing Club Portuense.

En el rodaje de 'La decisión de los Lupano', dirigida por Nersas Ferrera y producida por Lou Degirogi y la sociedad Film Canary Islands. 

EL CINE.
En cine desarrolla su faceta como actor, en los últimos años. Comienza interpretando personajes para cortos como en “Tomates La Pastora” de Ricardo Pérez y Miguel Arias o en “Cautivos del mal” corto de Jonay Alonso. Ya en otro metraje participa en las películas “La Corbata Colombiana” de Miguel A. Macarrón y “Mirada perdida” de David Pareja; aquí crea un personaje inquietante y aterrador que le sirve para ser nominado como mejor actor por su interpretación en el Festival Jameson.

LA DECISIÓN DE LOS LUPANO.
Su último trabajo por el momento para el cine es el largometraje “La decisión de los Lupano” dirigida por Nersas Ferrera. Es una producción donde Jose Pecho interpreta a Nicola Pagnuzzi, un hombre tranquilo, sereno e implacable, mano derecha y hombre de confianza del Don de la familia Lupano. Con él Jose Pecho se ha enfrentado a uno de los personajes más interesantes de su carrera profesional. Esta película se estrena en el 2012.

Una escena de 'La decisión de los Lupano'.

AFICIONES Y PROYECTOS.
A nivel personal señalaremos que a Jose Pecho le gusta mucho la lectura. Lee especialmente teatro y novela histórica. Que es un hombre que vive por y para el teatro, cuando tiene tiempo libre lo dedica a ver, escribir o leer teatro y conocer autores nuevos. Le apasionan los móviles y todo su mundo al respecto de su tecnología y características. Pero especialmente, y causa principal de que viva en El Puerto, es que le gusta pasear por las calles de El Puerto. Redescubrió ese placer a su regreso de Madrid y fue lo que le decidió a dejar el bullicio y estrés de la capital y cambiarlo por el ambiente, la luz y la tranquilidad de su ciudad. Con la ventaja de que en Madrid está su representante.

Con un grupo de amigos, algunos también del Teatro, en la cafetería Larga, 70, la pasada Semana Santa.

Por el momento Jose Pecho seguirá viviendo en El Puerto y desde ahí se trasladará para realizar los rodajes correspondientes y las funciones que toquen. Sobre la mesa tiene varios proyectos de teatro, cine y televisión que se irán desarrollando a partir de mediados de 2012 y a lo largo de 2013. Esto sin contar que seguirá escribiendo y dirigiendo para el grupo Balbo.

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Luis Bellido Salguero nació en Jerez en el Arroyo, el 1 de noviembre de 1924. De haber vivido ahora, el pasado día de los Tosantos hubiera cumplido 87 años. Hijo de  Antonio Bellido Troncoso,’Guerrerito’ banderillero de la cuadrilla del torero ‘Venturita’,  y de Trinidad Salguero, tenía cuatro hermanos: Antonio, Carlos, Encarna y Javier.  Entró en el Seminario en 1938, con 14 años. /En la imagen, Bellido en 1999, poco antes del homenaje que le tributaron. Era un fumador empedernido.

CURA EN EL PUERTO.
Se ordenó sacerdote el 23 de octubre de 1949, siendo apadrinado por Juan Miguel Pomar García y esposa quien, por encontrarse indispuesta, fue representada por Trininad del Pino, viuda de García Mier. Estuvo tres años en su primer destino: El Puerto de Santa María, entre la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María, ciudad donde le pusieron el apodo de 'Padre Bicicleta' por ser ese su medio de locomoción, tanto para desplazarse desde Jerez como para circular por las calle de El Puerto (vivía en la calle San Juan arriba y cogía carrerilla bajando la cuesta abajo); y no por decir la misa más rápido que nadie -que también-, como algunos creían. Dejó muy buena huella. Y la bicicleta, a su amigo Pepe Morillo, que estuvo en la calle San Juan, núm. 20 durante muchos años.

Luis Bellido, en su primer destino, El Puerto de Santa María, en esta ocasión en el escritorio de la Parroquia de San Joaquín.

Luis Bellido fue cura consiliario de Acción Católica. De pie, de izquierda a derecha, en la superior, José Bononato Sáez, Rafael Felices Morro, Pepe Morillo León, Jacinto Cossi Mora, Luís Jiménez González-Nandín, el Presbítero D. Luis Bellido Salguero, Francisco Rábago Vega, Antoñito Sampalo “El Aceitunero”, Pedro Crespo Blanquer, Andrés Alarcón Cañones, Luís Fernández-Sanz Blanco. Los tres de la fila de en medio: Francisco Basallote, José Luís López Franco, Antonio Pineda Crespo. Y en la fila de los que están sentados en el suelo Enrique Rodríguez primo de Juan Luís de los Santos, Antonio de la Torre González, Guillermo Benvenutty, Alarcón, Manuel Barba y Juan Luis de los Santos. /Foto Colección Vicente González Lechuga.

LA PRIORAL Y SAN JOAQUÍN.
De la Prioral, pasaría también a la parroquia de San Joaquín portuense siendo luego destinado a la iglesia de la Magdalena de Sevilla en 1953, donde nosotros le visitamos una vez, acompañando a su hermano Javier. Y luego el destino sería Jerez en 1956, como coadjutor de San Marcos y encargado, a su vez, de las iglesias de San Lucas y de San Juan de los Caballeros, donde tenía su vivienda, en la cual también recuerdo haberle visitado, en alguna ocasión. Posteriormente pasaría a su último destino, como párroco del templo del patrón de la ciudad, San Dionisio, en cuyas habitaciones anexas vivía con su anciana madre desde 1957.

En El Puerto, en la casa parroquial, con sus amigos Pepe Morillo, Manuel Ortega y Pepe Valiente.

SAN DIONISIO EN JEREZ.
En esta parroquia se entregó en cuerpo y alma, tanto a su labor espiritual, como a la restauración del templo, que le costó la mitad de su vida y su salud. Una obra que duró desde el día de Reyes de 1964, hasta la fiesta de la Inmaculada, de 1977, teniendo nosotros ocasión, por entonces, de entrevistarle sobre las mismas, con motivo de la visita que realizara a la misma un ministro, acompañado de diversas autoridades nacionales, locales y provinciales.

MISA ENTRE ESCOMBROS.
Por cierto que sabemos que hay quien guarda viejas fotografías en la que se ve a Bellido diciendo misa, con la iglesia llena de escombros, montones de arena y paraguas abiertos, en días de lluvia. Porque, en los trece años que duraron aquellas primeras obras de restauración, en las que se acometió la más profunda de las intervenciones, desde los cimientos, al artesonado nuevo, nunca se cerró la iglesia. Decía el sacerdote que si se cerraba el templo, jamás se restauraría. Y para sacar fondos para las obras se las ingeniaba de mil maneras, con carteles en los que aparecía montado en un camión de materiales, vestido con su inseparable sotana. Otras veces compraba cupones y, otras, lotería, pensando siempre en que podría pagar si le tocaban, aunque la diosa Fortuna no fue muy generosa con él. Y pidiendo y dando sablazos a unos y a otros, especialmente a determinados amigos y feligreses adinerados, a los cuales solía ir a buscar incluso a los bares donde paraban, para pedirles dinero para las obras. /Fachada de la iglesia de San Dionisio en los cincuenta.

En una visita, precisamente del ministro jerezano Manuel Lora Tamayo, también está el alcalde Miguel Primo de Rivera y el arquitecto Fernando de la Cuadra (también Rafael Manzano Martos), mostrándole las obras de San Dionisio. Bellido era cura de sotana perenne, afirmando que no gastaba en pantalones ni tenían que estar planchados.

MINISTRO LORA TAMAYO.
Una Semana Santa, cuando el ministro de Educación y Ciencia, Lora Tamayo, jerezano de nacimiento, vino a dar el pregón, al pasar delante del humilladero de San Dionisio, desfilando en la presidencia de una cofradía, Bellido se acercó a él, pidiéndole respetuosamente que le echara una mano en las obras de su templo; a lo que el ministro le contestó que iglesias en ruinas, había muchas en España; saltando inmediatamente el cura, contestándole que sí, «pero que ministros de Jerez solo hay uno» y, sin más, se marchó dejando plantado al ministro.

En 1974, durante la celebración de sus Bodas de Oro sacerdotales, con el Obispo Rafael Bellido Caro.

BELLIDO BARATO.
Bellido Salguero tenía una personalidad muy especial y, sobre todo, mucha gracia de la espontánea; sin perder nunca su seriedad; ya que era un sacerdote muy responsable y comprometido. Una vez dijo al Obispo Bellido, compañero suyo de seminario, que si don Rafael era el Bellido Caro, él era el Bellido ‘Barato’. Otra de sus características principales fue el gran amor por los pobres, socorriendo generosamente a cuantos acudían en masa a su despacho; repartiendo lo mucho o poco que tenía. Y en época de inicio del curso escolar, tenía un convenio con la Papelería Consistorio, de su amigo Pablo, para que diera los libros de texto a muchos niños de familias que no podían adquirirlos; pasándose luego él para pagarlos.

RUIZ MATEOS.
A otro amigo feligrés, dueño de una bodega, acudía de vez en cuando a pedirle dinero, en momentos en que las limosnas no le llegaban; se tomaba un te con él y se iba más que contento, porque ya podía aliviar los problemas de alguien. Sabemos que sufrió enormemente, cuando encarcelaron a José María Ruiz-Mateos, a quien estimaba muchísimo. Y cuando éste quedó libre, mandó repicar a gloria las campanas de San Dionisio, formando un gran alboroto; pues le decía a los monaguillos que tocaran «más fuerte, más fuerte, que se enteren en Madrid». /Con el Obispo Auxiliar de Jerez, José María Cirarda Lachiondo.

A LA INTEMPERIE.
Era tal su delicadeza, que cuando murió su madre, Trini Salguero, a la que amaba con locura, y ya vivía completamente solo, una noche tuvo que salir para llevar los últimos auxilios espirituales a un enfermo, olvidándose las llaves; y cuando volvió, ya de madrugada, para no molestar a nadie, se sentó en los escalones de su vivienda, anexa a la iglesia, donde se quedó dormido y allí pasó, en la puerta de la calle, el resto de la noche. De salud delicada, desde 1984 tenía instalado un marcapasos y sufrió, en total siete operaciones.

LE CURÉ DE SAN DENÍS.
Y algo que muchos desconocen: Luis Bellido Salguero era un extraordinario pintor, en la línea del gran paisajista José Montenegro Capel, al que imitaba perfectamente, firmando sus cuadros, que solía regalar a sus amistades y bienhechores, con el seudónimo de 'Le Curé de San Denís'. Fallecía a las cuatro de la tarde del domingo 5 de marzo del año 2000. (Textos: J.de la P.)

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Vista de El Puerto. Anton van Wyngaerden. Detalle. /Foto: Fito Carreto.

Durante cuatrocientos años aproximadamente, estuvo oculta en Viena una ilustración de El Puerto de Santa María fechada en 1567, y llevada a cabo por el especialista en vistas urbanas: el belga Anton Van den Wyngaerden, quién con una precisión a caballo entre la topografía y el arte del fotógrafo, recorrió la España de Felipe II con el real encargo de realizar grabados de las principales poblaciones del país para editar un Atlas que nunca vio la luz.

Este dibujante recorrió El Puerto del Siglo de Oro. Conoció distintas vistas de la Ciudad y las plasmó en sus obras: El Puerto desde el camino de Sanlucar, desde la otra banda del río Guadalete, desde la Bahía de Cádiz. Se hospedó en pensiones de la época: ¿quizás la de la calle Ganado, por aquel entonces llamada calle de la Zangarriana?.

Wyngaerden recrea El Puerto del último tercio del S. XVI. Recoge en su Vista desde el Sureste detalles de naos en el río Guadalete, algunas como la réplica de La Niña que en breve surcará la Bahía. Esboza “Las Ruynas de puente antyque que solía essre? por porte Real”. Nos deja unas vistas inéditas del Castillo y la Iglesia Mayor, sin sus actuales reformas aquel, o antes de la reconstrucción de ésta. Coloca en lugar preponderante las montañas de sal y la explotación de las salinas porque estas “producían tanta sal que acontece muchas veces cargarse juntas 50 o 60 naos, y varcas de sal para Flandes, Ingalaterra, y otras partes”, según se recoge en crónicas de la época. O vistas de la desaparecida Ermita de Guía en la desembocadura del Guadalete, junto a la Playa de la Puntilla, con un molino de viento al lado.

La vida que se refleja en el grabado --que muy pocos conocían aunque fue editado hace varios años en sendas publicaciones por Richard L. Kagan en su libro Ciudades del Siglo de Oro (1986) y reproducido como cartel promocional por la concejalía de Turismo (2002) y estudiado por el historiador Miguel Angel Caballero (2008)--, es la que hemos imaginado muchas veces oyendo a los especialistas en historia hablar de un El Puerto dinámico, que se empezó a hacer a sí mismo hace 730 años, aunque llevando en su interior lo aprendido con acierto desde la época de los fenicios. La reproducción es de uno de varios bocetos ya que el original pereció en un incendio.

Reproducción completa de uno de los bocetos, el editado por la Concejalía de Turismo. /Foto: Archivo de Oronoz.

Otros autores, con posterioridad, han dibujado El Puerto con la poesía, la literatura, la música, la escultura, la investigación, la gestión política, o la iniciativa empresarial, creando instantáneas de una Ciudad en que siempre ha estado en constante movimiento, que hacía que quienes la habitan y la visitan -no solo en verano- quedaran prendados de su calidad de puerto acogedor. Ahora El Puerto que pintara Wyngaerden reclama otra instantánea, otra fotografía. Esperemos que ésta no quede oculta otros 400 años. (Texto: José María Morillo).

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