
Luis Benjumeda Arrobas y su 'Brut de Mar'. /Foto: Pepe Monforte.
Dos siglos después, El Puerto de Santa María recupera la elaboración de vinos espumosos. La firma Cala y Arrobas comercializará en unas semanas un brut realizado de forma artesanal con la intención de crear el “brut de mar”, un espumoso característico de la provincia.
La idea de Luis Benjumeda Arrobas, empresario, farmaceútico, comercializador y elaborador de vinos no es crear un simple espumoso, sino crear lo que el llama el “brut del mar”, la marca con la que saldrá en el futuro el espumoso que elabora de forma artesanal en El Puerto de Santa María. Su historia, que tiene un toque romántico, enlaza a la perfección con la del bodeguero Ramón Jiménez Varela que, a finales del siglo XIX, sacó al mercado el Champagne Continental, un espumoso que dejaba descansar en unas cuevas que había preparado para ello en la finca El Caracol donde también envejecían jereces. La historia la sacó hace dos años el historiador Javier Maldonado Rosso, toda una enciclopedia en la historia de los vinos del marco. (ver nótula núm. 1.285 en Gente del Puerto).

Publicidad del ‘Gran Champagne Continental’, en un periódico local de la época.
Dos siglos después, a principios del siglo XXI, Luis Benjumeda intenta el mismo proyecto de Ramón Jiménez. Lleva ya trabajando en él varios años, desde el año 2006 cuando vendimió, para sorpresa de los bodegueros, unas partidas de uva palomino, la que se utiliza para los jereces, antes de lo habitual. Lo que desconocían era que Luis iba a destinar el mosto a la elaboración de un espumoso, una idea que por entonces era completamente pionera en la zona. Luis trabajó mano a mano en el proyecto con otro bodeguero de los que siente pasión por los vinos, el jerezano Genaro Cala, que también lleva a cabo otro proyecto innovador y con toque romántico, el de recuperar la elaboración de vermouth en el marco de Jerez.
Benjumeda señala que “Genaro tiene una paladar excepcional para los vinos y me ha ayudado mucho a ir afinando nuestro brut (así se denomina a los tipos de espumoso en función del tanto por ciento de azúcar que lleven)”. En estos años Luis Benjumeda ha ido afinando su producto hasta que este año ya se ha decidido a comercializarlo. Ya se han hecho algunas catas en Jerez, en el tabanco El Guitarrón de San Pedro o en la tienda Calidad en Boca. En ambos, casos, dada la buena impresión que dejaron tras las pruebas, se han quedado en las estanterías para venderlo al público. De todos modos la salida oficial del Brut y el Brut Nature (los dos tipos de espumoso que sacarán al mercado) no está prevista hasta el próximo mes de agosto. Saldrán a la venta 540 botellas a un precio que andará sobre los 15 euros, según los cálculos de Benjumeda.

Champán Continental y y otro reclamos publicitarios de Jiménez Varela, que han sido recuperados para la colección de Antonio García, de quien es la fotografía.
Pero la firma trabaja ya en un nuevo lanzamiento aproximadamente para la campaña de Navidad. Entonces ya el producto lucirá nueva imagen y también nuevo nombre “Brut de mar”. Luis Benjumeda señala que “en este nombre hay mucha filosofía. Aunque utilizamos para elaborar el vino el método champenoise, el mismo que se utiliza para elaborar los champagnes franceses nuestra idea es crear un espumoso con la personalidad del Sur, algo diferente, algo propio que se identifique con nosotros. Nuestra idea es que se animen más bodegas y dado que todos los expertos coinciden en que la uva palomino es buena para la elaboración de espumosos, podríamos crear una nueva línea de vinos en este campo”.
El proyecto de Benjumeda comenzó en una rebotica, en la trastienda de la farmacia de la familia en la plaza Juan de la Cosa en El Puerto. Allí, en unas condiciones de humedad y temperatura optimas, han descansado las botellas hasta su punto óptimo de consumo. La última versión del espumoso, la que saldrá a la venta en verano, es una combinación (coupage se le denomina en el argot) de uvas palomino, la propia del marco, Viura de Extremadura y Zalema de Huelva. Benjumeda señala que “agregar estas dos uvas a la Palomino le da mucho frescor al producto”.

Las botellas con el espumoso de Cala y Arrobas. /Foto: Luis Benjumeda
La elaboración es compleja ya que se emplean en la mezcla distintas añadas de vinos de uva palomino, que se mezclan, antes del embotellado con el vino del año de la Viura y la Zalema. Benjumeda, aunque prefiere no concretar la mezcla exacta señala “que las cantidades de cada una están muy equilibradas. No predomina ninguna”. El método champenoise es el que se utiliza para la elaboración de los champagnes franceses y también los cavas catalanes. En la provincia de Cádiz también emplea este mismo método la firma sanluqueña Barbadillo que ya comercializa también un brut que se realiza con uvas palomino y chardonnay.
La elaboración de espumosos en la provincia de Cádiz es una idea que cuenta en la actualidad con muchas expectativas. Esta “idoneidad” se confirmó el pasado año con el encuentro que hubo en Sanlúcar entre los elaboradores artesanales de champagnes de Francia y bodegas de jereces donde se intercambiaron ideas sobre la elaboración de este tipo de vinos en la provincia. Benjumeda señala que la idea de Cala y Arrobas es aumentar la producción en próximos años “aunque sin abandonar nuestro caracter artesanal”. La empresa también elabora vinos blancos, aunque estos se venden en el extranjero, especialmente en el Reino Unido donde opera esta empresa gaditana. /Texto: Pepe Monforte.

En los últimos años ha hecho irrupción en el mercado una nueva categoría de refrescos –tónicas sobre todo, siguiendo la estela de la moda del gintonic–, elaborados de acuerdo a unos preceptos cualitativos mucho más rigurosos que los que guían a los productores de bebidas carbonatadas industriales. Ni siquiera los consumidores más optimistas de estas bebidas 'premium' imaginábamos hasta qué punto se pueden perfeccionar los procesos de producción para que los mixers, o como quiera que se llamen estos benditos brebajes burbujeantes, se diferencien de sus semejantes y seduzcan a los paladares más exigentes. /En la imagen, Pablo Mora-Figueroa. Foto: Luis de Alas.
TRADICIÓN REIVINDICADA.





Natural de El Puerto de Santa Maria, en este momento se encuentra viviendo en Londres desde hace mas de un año. Hija de Juan Carlos Jiménez Lavi y de Lola Gaseni Palacios es, junto a Pablo, la mayor de dos hermanos. Andrea está formada en los IES La Arboleda y Santo Domingo, así como en las universidades de Valladolid, Deusto y Valparaíso (Chile), esta portuense en la diáspora, colabora en la actualidad con la International Sherry Week, que es como se conoce internacionalmente a la semana de promoción de los vinos del Marco del Jerez, evento divulgativo de nuestros vinos que se celebrará a nivel mundial, entre el 2 y el 8 de junio de 2014.
Andrea es una profesional de Marketing y Eventos que formó parte del departamento de Visitantes en la edición de Alimentaria 2012 en Barcelona, la tercera feria mas importante de Alimentos y Bebidas del Mundo. Colaboró en la Escuela de Creativos ‘Complot’, de Barcelona, como Asistente de Marketing y Account Manager en ‘El Grupazo’, también en la capital catalana. /En la imagen de la izquierda, el logo de la International Sherry Week.
Amante del flamenco, estudió baile flamenco durante su infancia y juventud y participó en los concursos locales de bailes típicos de Andalucia.


El nombre por tanto, tampoco es el azar. "Quisimos recuperarlo y también por la expresión inglesa for a long time, porque queremos que este proyecto sea para un largo tiempo". /A la izquierda, la taponadora de Forlong.









Cada cata viene a durar una hora y media, entre el video de introducción y luego la cata de cuatro vinos. El cliente puede optar por dos posibilidades, una cata de vinos del marco (por ejemplo fino, oloroso, amontillado y Pedro Ximénez) u optar por una cata de vinos viejos, toda una experiencia ya que estos tienen al menos, 20 años de antigüedad. De todos modos tanto José Antonio como su hija Esther destacan “que estamos abiertos a las sugerencias de los clientes. Se pueden hacer catas con vinos de una sola bodega o sólo de finos, o de manzanillas. Hay un campo muy amplio”.
Ramón Varela Campos nació en El Puerto de Santa María el 6 de diciembre de 1879 y murió el 30 de julio de 1939 a los 60 años de edad. Contrajo matrimonio en dos ocasiones a lo largo de su vida. Su primera mujer fue María Josefa Verges Herrera, nacida el 6 de junio de 1879 en la misma ciudad. Se casaron el día 16 de julio de 1907, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la Marina y de los marineros. El matrimonio residió en la calle Santo Domingo [la calle donde han nacido más alcaldes de El Puerto] de esta ciudad. De esta unión, al parecer, no hubo descendencia. Entre 1930 y 1935 Varela enviudó de su primera mujer, y contrajo nuevas nupcias con Manuela Barreda Bonmati, nacida en 1875, hermana de Adelaida Barreda, casada con un notable cirujano, Rafael de Rioja Pineda. Tampoco tuvo descendencia con ella, ni hemos encontrado que Manuela Barreda tuviera hijos antes de su matrimonio con Varela. /En la imagen, Ramón Varela Campos. Foto: Academia de BBAA Santa Cecilia.








En la imagen de la izquierda, carné sindical, con 16 años, en el que figuraba como arrumbador, expedido el 1 de abril de 1938, en plena Guerra Civil.
