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El cocinero Angel León logra aplicando técnicas de Física Cuántica que sus platos tengan movimiento y una sopa “se mueva” al compás de la música. A partir del próximo año el restaurante de El Puerto contará con una mesa especial para dos en la que servirán platos que simulan el movimiento de las olas del mar.

 

El cocinero Angel León. / Foto: Restaurante Aponiente

Los platos hasta ahora se olían y se comían, pero a partir de principios del próximo año también habrá que dejar unos instantes para comprobar como se mueven porque en 'la mesa mágica',  una nueva experiencia que pondrá en marcha el  cocinero Ángel León (1 estrella Michelín) en su restaurante Aponiente de El Puerto de Santa María, algunos de sus platos también tendrán movimiento, se moverán al compás de la música recordando el vaivén de las olas del mar.

León señala que ha dedicado varios meses a estudiar como hacerlo. «--Era una vieja obsesión que tenía, la de lograr representar en un plato el movimiento del mar, las olas. Por fin este año he logrado encontrar la solución y ya estamos finalizando los trabajos para que a principios del año que viene en Aponiente se sirvan platos con movimiento. Será algo totalmente innovador, una nueva sensación».

El cocinero portuense, una vez más se ha aliado con los científicos para conseguir su objetivo. En esta ocasión han sido las universidades andaluzas las que le han apoyado y le han ayudado a buscar técnicas con las que desarrollar su idea. La solución la han encontrado en algo tan lejano a la cocina como la Física Cuántica, una ciencia que estudia el movimiento de las partículas. El equipo de Angel León, en colaboración con los científicos andaluces, han logrado conseguir que el contenido de un plato se mueva al compás de la música.

La técnica consiste en la construcción de una mesa especial que tendrá dos platos fijos, uno por cada comensal,  sobre los que se colocarán los platos que lleguen desde la cocina. Gracias a un sistema basado en las vibraciones que produce la música sobre este plato especial, se conseguirá que el contenido de este se mueva al compás simulando movimientos que irán variando mientras el comensal consume el plato. «--La idea -señala León- es que simulemos lo más exactamente posible el movimiento del mar. Se verán sus diversos estados, los vientos, el oleaje…». En principio el sistema se aplicará a dos platos. Uno será una sopa marinera con muchos matices que recuerden en olores y sabores al mar, señala el cocinero y otro será un postre.

En principio el sistema tan sólo se aplicará en una mesa del restaurante que habrá que reservar previamente y que se bautizará con el nombre de ‘mesa mágica’ y en la que el cocinero servirá un menú especial «donde habrá muchas sensaciones. Comer será algo más».

Esta nueva innovación del cocinero portuense se inscribe dentro de su idea de acercar cada día su cocina más al mundo marino. De hecho el menú que ha estrenado en 2011 (pulsar aquí para conocer la carta) recorre toda la cadena trófica, el ciclo de vida marino, por lo que comienza ofreciendo platos con placton, las pequeñas partículas con las que se alimentan los animales más pequeños y termina con los pescados más grandes. El cocinero defiende además el uso de los pescados humildes que se pescan en las costas gaditanas en la alta cocina. Así en su nueva carta figuran especies como el sapo, la pijota, la caballa, el tapaculo o la sardina, especies que hasta ahora han sido muy poco usadas en la alta cocina.

Angel León con sus novedosos chorizos hechos con lisas de estero. /Foto: Restaurante A Poniente

La colaboración con los científicos para desarrollar nuevos conceptos de cocina es una constante en el cocinero gaditano. Así muchos de sus platos han sido desarrollados con equipos de investigadores. Fruto de estas colaboraciones han salido el uso de huesos de aceituna como material de combustión para asar pescados, el uso de concentrados a base de vinos de Jerez, la creación de un concentrado de placton marino para aromatizar platos o el desarrollo de embutidos marineros a base de carne de lisa de estero o albur. (Texto: Pepe Monforte).

 

3

«El Puerto es el pueblo más bonito de España», asegura este nieto de Felipe Fuentes, un comerciante que era representante de automóviles y que probó suerte por Barcelona allá por los 50, para buscar las oportunidades que por El Puerto no encontraba. Ese Puerto al que tantas veces ha visitado el periodista y presentador, Manel Fuentes, El Puerto que le hace brillar los recuerdos junto a la sonrisa. El nieto de Felipe es la voz matinal de la radio pública catalana, ‘El matí de Catalunya Radio’, encargo que recibió en 2009 y que de ser la tercera opción entre los oyentes catalanes se ha impuesto como liderazgo.

Manel, licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, fue conocido por el gran público por la faceta del entretenimiento, a raíz de sus imitaciones en ‘Crónicas marcianas’, formando parte de la primera tripulación del comandante Javier Sardá. El público lo descubrió como el alter ego del Rey, de Jordi Pujol o de Luis María Anson, entonces director de ABC. Se presentaba como El Hombre sin Personalidad. Precisamente, él, que le sobra personalidad y una voz de cantante de postín heredada de sus antepasados del Sur.  Alumno aventajado, aquel colaborador de Sardá tuvo su programa propio de entrevistas y humor en  TV3 y en Telecinco, La noche con Fuentes y Cía, que comenzó en 2001 y se extendió durante cuatro temporadas en las  nocturnidades del domingo, consiguiendo un premio Ondas. Manel ya contaba con otros dos caballos alados por su trayectoria radiofónica. Uno de ellos por ‘Problemes domèstics’, también en Catalunya Radio. En la televisión, en Telecinco, llegó a comandar un clásico como ‘Caiga quien caiga’. /En la imagen, ‘Los Encantes Viejos’, mercadillo de Barcelona. /Foto: Eugenio Forcano.

Barcelona en la década de los cincuenta del siglo pasado: Comedia, Avenida Palace y Coliseo.

Es barcelonés de segunda generación, pero su simpatía por El Puerto salta a la primera frase cuando se encuentra con un andaluz.  Su abuelo Felipe  --del que guarda un recuerdo muy especial ya que fue la primera muerte dura que recuerda, con tan solo 10 años-- después de los coches se dedicó a la representación de productos textiles, «y siempre se acordaba de su ciudad natal», como evoca con todo su cariño. Enarbola con orgullo el apellido «Fuentes, de los Fuentes venidos desde El Puerto». Manel tiene el día ocupado con sus mañanas radiofónicas, pero como le sobra algún ratillo, también presenta desde hace dos semanas el programa de imitadores-imitados ‘Tu cara me suena’, en las noches de los miércoles de Antena 3, siendo la pasada edición el programa más visto a nivel nacional.

La calle Larga de El Puerto en la década de los cincuenta del siglo pasado.

Su voz de imitaciones también se puede oír en el cine, lo pueden encontrar como Nígel, uno d elos pelícanos de 'Buscando a Nemo'; como el pingüino  Skipper en 'Madagascar' y aparece como camarero en 'Torrente 2'. He aquí la otra biografía del nieto de Felipe Fuentes, de Manel, cuando representaba en el teatro los monólogos de ‘El Club de la Comedia’…

«…Soy hijo de quien dicen ser mis padres, personas respetables cuyas profesiones nada tienen que ver con la actividad remunerada que realiza un servidor. Sigue siendo un misterio cómo he llegado a dedicarme a esto, y sobre todo, que alguien me pague por ello. Desde la infancia arrastro problemas de identidad. Hasta los 7 años no descubrí que no me llamaba 'Estátequieto', hasta los 10 que los Reyes no eran mis padres (...sino los de Felipe, Elena y Cristina) y hasta los 17 que iba a suspender matemáticas. Eran tantos los problemas de identidad, que en el carné la foto salió borrosa. Fui a la Universidad y estudié Periodismo, y claro, la cosa empeoró. Me refugié de mi inseguridad imitando las voces de otros, pero en vez de ayudarme, a mi costa iban medrando hasta convertirse en cantantes de éxito, futbolistas, alcaldes, presidentes ¡y hasta a Rey, ha llegado alguno! Ninguno me lo agradeció nunca y además, el orden protocolario hacía que para expresarme con mi propia voz tuviera que pasar, por lo menos, media hora.??

Manel Fuentes, con el equipo primigenio de Crónicas Marcianas.

Fue entonces cuando decidí cambiar mi vida. Sacar a la luz mi verdadero yo y relacionarme con todo el mundo. No me costó mucho. Debajo de casa hay un bar con espejos por cristales y con un timbre rojo en la entrada, que está lleno de señoritas muy simpáticas y comunicativas. De todos modos, sale caro.??

Manel en La Noche de Fuentes y Cía, con Santi Rodríguez y Ana Rosa Quintana.

Con el tiempo, he aprendido a negociar, y ahora por ejemplo, para contarles a ustedes mi historia en el teatro, he conseguido incluso ¡no tener que pagar! Eso sí, a cambio de limpiar el patio de butacas al final de cada función. En la actualidad subvenciono gimnasios, en donde no aparezco, me peleo con una guitarra eléctrica que no consigo dominar y comparto piso con el Banco Hipotecario, cosa que voy a seguir haciendo durante los próximos veinte años, porque el Banco ha demostrado tener interés muy alto conmigo, y a los amigos hay que cuidarlos, que tampoco hay tantos. De ustedes ¿Qué puedo decir? Que me fascina que tengan el tiempo libre suficiente para perderlo junto a mí. Quiero que me quieran y que me ayuden a dejar atrás mi timidez. Yo, sólo por escucharme ya les quiero a ustedes. ¡Muchas gracias amigos!». (Texto: Francisco Andrés Gallardo).

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Alfredo Bootello Reyes nació el 25 de abril de 1939 --afirmaba que con él vino la Paz, tras la Guerra Civil, aunque en su carné de identidad decía que había nacido el 1 de Mayo, justificando así la Fiesta del Trabajo--. Fueron sus padres Luis Bootello Campo y Victoria Reyes González, natural de Orense. Alfredo era el cuarto hijo del matrimonio: Juan Luis (ver nótula núm. 682 en GdP), José, Emilio, Alfredo y Fernando. Casi toda su vida vivió en el número 32 de la calle Palacios, --actualmente Papelera Portuense-- y mas tarde y hasta su fallecimiento, en el Edificio Bellavista en el número 7 de la calle Micaela Aramburu.

Entre sus amistades más cercanas se encontraba su propio hermano Fernando, Antonio Gil de Reboleño Insúa, Gil Jiménez, Antonio Gil González de Quevedo, José Joaquín Muñoz Manzanera, Ángel Ferrer Zamacola, aunque para él todo portuense era su amigo.

Arriba Juan Luis, José y Emilio, abajo a la izquierda Alfredo y en brazos, Fernando Bootello Reyes, con sus padres, Luis y Victoria, en una foto de familia numerosa.

Alfredo, en la foto oficial del Colegio La Pescadería.

ESTUDIOS.
De pequeño estudió en el colegio de Alfonso Cárdenas en la calle Luna y mas tarde en el de la Pescadería, (ver nótula 107 en GdP), estudiando el 2º de bachillerato en el Colegio San Juan Bautista de los Hermanos Marianistas de Jerez, coincidiendo allí con su amigo Antonio Gil de Reboleño Insúa (ver nótula núm. 373 en GdP) y la carrera de Graduado Social, en Granada.

De pie, José María Arjona y Manuel Rascón Roselló. Agachados: Alfredo Bootello Reyes, Luís Ortega García el 30 de octubre de 1954.

Su afición principal fue la tauromaquia, aunque desde muy joven, antes de empezar a ponerse grueso jugaba mucho y bien al fútbol, principalmente en el equipo de ‘El Portátil’.

BRILLANTES CALIFICACIONES.
Debido a su enfermedad (Trastorno Bipolar), tenía muchos altibajos, con momentos de euforia y otros de depresión. Cuando tenía 15 años los estudiantes de El Puerto se examinaban de bachillerato en el Instituto ‘Padre Luis Coloma’ de Jerez. Esa mañana, cuando fue despertado por sus padres dijo que no se encontraba con ánimos para ir a Jerez, que no estaba preparado para afrontar los exámenes finales de 6º de bachillerato. A fuerza de la insistencia de padres y hermanos consiguieron convencerlo para que se presentara  a los exámenes, y tuvo que llevarlo su padre ya que, por el retraso no consiguió ir en el autobús que el Colegio de la Pescadería ponía a los examinandos de dicho centro. Al tiempo tuvo que ir al colegio para recoger las notas y cual sería su sorpresa que el resultado de las mismas fueron 5 sobresalientes, 4 notables y 2 aprobados.

En el campo, de pié Federico Romero Andicoverri, Jesús 'el Chulo' que fue paracaidista y murió en Canarias en un accidente de automóvil, José Joaquín Muñoz Manzanera; agachados, Alfredo Bootello y Antonio Gil de Reboleño.

Alfredo con un grupo de amigos en una tasca, en el suelo, en el centro de la imagen.

MEMORIA PRODIGIOSA.
El curso de preuniversitario lo hará en Sevilla, coincidiendo con el cambio de Plan de Estudios, también con su amigo Antonio Gil de Reboleño. Gran aficionado a la Historia y con una memoria prodigiosa, se daba la circunstancia que Alfredo no asistía nunca a dicha clase y cada vez que el profesor pasaba lista, Alfredo estaba ausente. Un día su amigo Antonio lo convenció para que asistiera al menos una vez a clase ya que, caso contrario, le darían de baja y no podría presentarse al examen. Cuando por fin accedió a asistir y en el momento de pasar lista el profesor dijo que «como siempre Alfredo Bootello Reyes está ausente».

Alfredo Bootello, sentado en el centro de la imagen, en los Sanfermines.

Y cual fue su sorpresa que estaba en el aula. Una vez pasada la lista el profesor se dirigió a él y le pidió que le hablara sobre el tema que estaban tratando, ‘La Dinastía de los Avis en Portugal’. De nuevo la sorpresa del profesor fue mayúscula pues Alfredo estuvo hablando todo el tiempo que duró la clase sobre la materia. Finalizada esta el docente le preguntó que como estaba tan preparado sobre ‘La Casa de Avis’, a lo que Alfredo, con el humor suyo característico le contestó: «--Pues que como a mí me gusta mucho la Historia y mi padre tiene en casa la Enciclopedia de Historia Universal, me la he leído entera». A lo que, maravillado, el profesor le dijo: «--Ahora me explico por que no asistía usted a clase». Si bien era un estudiante de Letras destacado, para las matemáticas no tenía dotes y se consideraba nulo en las materias de Ciencias.

EN GRANADA.
Estudiando para Graduado Social en Granada --fue compañero de otros porteños como Antonio Gil de Reboleño y Enrique García Máiquez (ver nótula 821 en GdP), aunque estos estudiaron Farmacia en dicha capital--. Allí se aprendió la historia del Reino Nazarí y los lugares típicos e históricos de la ciudad de la Alhambra. Así, se daba la circunstancia de que cuando un matrimonio de El Puerto mostraba su intención de visitarla, Alfredo se ofrecía como Guía Turístico y con aquella memoria prodigiosa que le caracterizaba, los dejaba muy satisfechos dada la profusión de datos e información que les facilitaba. También los llevaba a un buen restaurante donde le acababan invitando a comer y entonces, el doblemente satisfecho, era él.

Con Francisco Bernal 'Caco' (nótula num. 004 en GdP)  y Conchita Bautista, haciendo claqué en un Festival celebrado en Bodegas Terry a beneficio de la Cruz Roja.

SU AFICIÓN A LA COMIDA.
Alfredo, como se ha dicho no estuvo siempre grueso, de hecho estaba excepcionalmente delgado a pesar de comer de forma desaforada por lo que su padre decidió hacerle un reconocimiento médico para ver donde estaba el problema. Y resultó que el problema se llamaba ‘tenia solitaria’. Su padre cuando la vio dijo que aquella era la ‘solitaria’ mejor alimentada que había visto.

De hecho cuando de joven llegaba a deshoras a la casa paterna en verano, la madre les dejaba preparado a él y a su hermano Fernando la cena; pero como este último llegara más tarde que Alfredo, se quedaba sin cena lo que, con el tiempo hizo que Fernando aprendiera --y lo hace bastante bien-- a cocinar si quería comer algo antes de acostarse.

Debido a su peso y edad estuvo a régimen alimenticio en varias ocasiones. En una de éstas lo encontró un amigo por la calle con un pescado enorme. «--Alfredo, ¿a donde vas con ese pescado tan grande?», le preguntó, siendo su respuesta: «--A mi casa, a que mi madre me prepare el pescado. Es que estoy a régimen y el médico me ha dicho que tome una pieza de pescado y hoy me toca». Otro día se le vió con un melón y una sandía, y era que ese día le tocaba comer dos frutas al día.

Fiesta de Disfraces en el Club Náutico. De izquierda a derecha, José Joaquín Muñoz Manzanera, Milagros Roselló, Fernando Bootello Reyes, una amiga de Huelva, Mariví Jiménez González-Nandín, Alfredo Bootello, Esperanza Jiménez Ruiz y Antonio Gil González de Quevedo. 6 de septiembre de 1966. /Foto: Rafa.

En cierta ocasión se apostó con un amigo a ver quien acababa antes una generosa bandeja de gambas y, viendo que iba perdiendo la apuesta, empezó a comerse las gambas con cáscaras y así le ganó. En otra, en el Bar La Galera, Luis Rivas Acal, Lucky (ver nótula núm. 002 en GdP) le ofreció que si se comía una fuente de huevas recién cocidas entera --no podía dejar nada--, no se la cobraría. Y terminó con la fuente.

El sentido del humor fue una constante de Alfredo, en esta ocasión durante unos Carnavales cuando estalló el caso 'Juan Guerra'.

Alfredo y su hermano Fernando, con sus primas en una playa de Cádiz.

VALDELAGRANA, DE EL PUERTO.
La anécdota más conocida de Alfredo Bootello es cuando quiso poner un Kiosko en la playa de Valdelagrana, o al menos eso se fue a preguntar al Ayuntamiento de Jerez. En la puerta del Ayuntamiento jerezano, en Madre de Dios, le preguntó al ordenanza que donde podía solicitar un permiso para poner un chiringuito y éste le envió al negociado correspondiente de licencias. Una vez allí le preguntó al funcionario que había que hacer para obtener un permiso para poner un Kiosko en Valdelagrana a lo que, la persona que lo atendió le dijo: «--Vd. se ha equivocado de Ayuntamiento, ya que esa playa corresponde a El Puerto de Santa María, y era allí a donde tenía que dirigirse». Entonces Alfredo, con su potente y atronadora voz dijo a todo el que quiso escuchar: «--¡¡Eso es lo que yo quería oírles decir a ustedes, que la playa de Valdelagrana es de El Puerto de Santa María!!».

Alfredo Bootello de jovencito,  en un tentadero el 26 de mayo de 1957.

AFICIONADO A LOS TOROS.
Como se ha dicho, su principal afición fue la tauromaquia. Como premio al día que aprobó con nota los exámenes de bachillerato, su padre, que estaba invitado a una tienta en el Cortijo de Bolaños, se lo llevó consigo coincidiendo con el maestro isleño Rafael Ortega, habitual de dicha finca para sus entrenamientos. En un momento, Alfredo le dijo al Maestro que le gustaría dar unos pases a la vaquilla, a lo que accedió éste y por lo visto no lo hizo nada mal, animándole Ortega. Ahí empezó a soñar con ser torero.

Poniendo un par de banderillas en un Festival celebrado en la Plaza de Toros el 9 de diciembre de 1958.

Con el empresario taurino Enrique Barrilaro, en el centro, el pintor Juan Lara.

Toreó en festivales a beneficio de la Hermandad del Dolor y Sacrificio de la que fue hermano fundador y era inconfundible cuando iba por el centro de la procesión de penitencia rezando el Rosario. Como buen aficionado a los toros fue varias veces a San Fermín y a ver al diestro local José Luis Galloso (ver nótula núm. 368 en GdP), entre otros desplazamientos por mor de los toros.

Alfredo a la izquierda, con el poeta José Luis Tejada. A la derecha los concejales Manuel Lojo, Enrique Pedregal y Rafael Sevilla en la Feria del Libro.

MEDUSA.
Aficionado a participar y colaborar en cuantos eventos culturales, exposiciones, presentaciones, Feria del Libro, festivales, era como se ha dicho una persona con una gran formación en el mundo de las letras y de la historia, ganando algún certamen de relato y de poesía, llegando a ser, en 1971, presidente de la Asociación Cultural ‘Medusa’ que, en aquellos años, contaba con más de 250 socios. Le acompañaban en la directiva como Secretario, Jose Ignacio Buhigas; Tesorero, Miguel León Ortega y Vocales, Pedro Salvatierra Velázquez, Ramón Sánchez Pina (ver nótula 481 en GdP), J.M. Estaban Poullet, Javier Renedo Varela, Teodoro Lavilla Valimaña y Antonio Moreno Basallote.

De izquierda a derecha, Eligio Pastor, Camacho, Juan Lara, Serafín Álvarez-Campana y Alfredo Bootello, durante la inauguración del Aula de Pintura 'Juan Lara', en la actual sede de la Academia de Bellas Artes 'Santa Cecilia'.

VIAJERO.
Debido a que su hermano Fernando estaba trabajando en Madrid, en diversas ocasiones hacía una escapada a la capital de España donde vivían sus tíos Fernando, Alfredo y Juan y, lógicamente, sus primos; solía parar en un bar en la calle de la Victoria, frecuentado por toreros y aficionados taurinos. Hizo algún que otro viaje a Roma, donde vivían sus primas, siendo como era un erudito del que poder disfrutar de sus conocimiento en sus periodos grandes periodos de lucidez en medio de otros de depresión alternados con periodos de euforia. Debido a su enfermedad no tuvo trabajo fijo conocido, aunque en tiempos ayudó a su hermano José, en Algeciras. Se jactaba de vivir bien y, dicho sea en honor a la verdad, fue un trabajador de las cosas de la cultura, algo que fue una constante en su vida. Alfredo nos dejaba para siempre en una fecha señalada, el 25 de diciembre de 1996. Sus amigos le recordaron en su primer aniversario organizando una exposición homenaje a su persona.

Nuestro agradecimiento a Vicente González Lechuga por su especial colaboración en la elaboración de esta nótula.

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Félix Tejada Prieto nació en la calle Nevería --en una casa ya inexistente-- el 19 de diciembre de 1933, segundo de los tres hijos (Pepe, Felix y Jesús) habidos en el matrimonio formado por Eduardo Tejada e Inés Prieto. Felix estudió en La Divina Pastora, con doña Lola, en el Colegio del Carmen  en el Colegio existentes en Santo Domingo, hoy Instituto, conocido como  ‘Bellas Artes’, al encontrarse allí también la Academia de ‘Santa Cecilia’ en aquel tiempo.

«Discurría el verano de 1946, eran tiempos difíciles y muy duros pues estábamos en la posguerra. Un día me encontraba jugando en la calle Santa María  con otros niños al boli --canicas--, cuando escuché a mi madre que me llamaba a voces desde la altura de El Cafetín. Me dijo había hablado con su tío José Gallego Peinado --el maestro Rubio--, dueño de un Taller de Fragua, para trabajar en sus dependencias donde ya trabajaba mi hermano mayor, Pepe. Con los bolis en el bolsillo, a las dos de la tarde, ya estaba en la puerta del taller para empezar mi aprendizaje en la cerrajería y en tareas de forja. Pensé con apenas 12 años cumplidos: ‘Ya soy otro, estoy trabajando’ y es que de pequeño quería trabajar de cerrajero al igual que mi hermano Pepe, quizás también influido por el recuerdo a mi abuelo materno, que había sido cerrajero».

Felix recuerda que no le dio tiempo a despedirse de su  maestro  D. Antonio de la Torre. Desde las ventanas del Taller que se encontraba frente al Colegio, se escuchaban los ruidos y el murmullo de una clase llena de niños, su antigua clase, desde el que era ya su trabajo.

EL APRENDIZ.
«Para mi este taller era un Templo de Arte, de buenos trabajos. Ver a mi maestro, al Maestro Rubio, trabajar era la perfección en la fragua». Las primeras faenas que hace un aprendiz son acarrear agua para el personal, recoger las herramientas, barrer el taller, partir el carbón de fragua puesto que venia en tacos muy grandes, llenar el pilón de agua sacada del pozo para mojar el carbon, templar la herramienta y ayudar a los oficiales.

Premio otorgado por Patrimonio Histórico en el año 2007

A primera hora se encendían las dos fraguas y allí se hacía de todo: cortar, taladrar, soldar, empalmar, machacar, pegar, … de todo. Luego ayudaban a los oficiales, sobre todo en la fragua y aprendió a machacar (que es quien usa el ‘macho’ gordo que acompaña al Oficial o ‘Bocafragua’. Existe un dialecto a base de martillazos entre el Bocafragua y el Machacador que te va marcando la pauta en la faena. Al finalizar la larga jornada el aprendiz recogía las herramientas, las colgaba en el tablero, barría los bancos de trabajo y el suelo del taller.

Con un año aproximado de taller, la faenas eran más duras pero mas gratificantes para el meritorio. Ya empezaba a hacer cosas, chapuzas: paletas para el carbón de la copa o brasero, tenacillas para la cocina de carbón, reparación de planchas de hierro, estañar los peroles, lo que le suponía un suplemento al sueldo de una peseta diaria que cobraba.

LA JORNADA DE TRABAJO.
Las jornadas de trabajo no eran intensivas, antes al contrario eran ‘extensivas’. Entraban a las 8:00 de la mañana hasta las 13:00 horas. Regresaban a las 14:00 hasta las 19:00 y una tercera franja entre las 20:00 y las 00:00 horas cuando había mucho trabajo. Osea, un mínimo de 10 horas diarias que a veces se convertían en 14 horas de jornada laboral. También se trabajaba los sábados y domingos, pero con horarios mas reducidos. «Era tan cruel como bonito. A los tres años de estar trabajando me dieron de alta y ya ganaba tres pesetas diarias», recuerda.

Luego vendrá el taller de José Gallego Huerta --hijo del Maestro Rubio-- en la calle de la Palma y un poco más adelante a la calle Puerto Escondido, en el Taller de Manuel Paz. «Recuerdo la primera faena, hacer unas anillas pegadas 'a fragua' para las vagonetas de la explotación de Las Salinas»

OTROS TALLERES.
Con posterioridad Felix entrará a trabajar en el Taller del primo de su madre: Domingo Prieto Cressi; también  en la Plaza de Toros, en el Taller de Altaraz y, cuando contrae matrimonio con Consuelo Pérez Ramírez se instala en Jerez pues prestará sus servicios profesionales en un taller en la calle Zaragoza, donde llevaban el servicio técnico de tractores Hanomag. De ese matrimonio Felix y Consuelo tienen cuatro hijos, Felix: Jesús, Consuelo y Pedro, llevando los tres varones en la actualidad el taller que se encuentra en la finca ‘El Martillo’ en el Pago de la Valenciana, siendo el taller mas antiguo que se encuentra en activo.

Jesús, Pedro, Felix padre y Felix hijo. Sus descendientes varones, los hermanos Tejada Pérez se han hecho cargo del taller tras la jubilación de nuestro protagonista, hace 12 años, aunque todavía visita y supervisa algún trabajo.

BASE DE ROTA.
Pero volviendo a la cronología de su vida laboral, Felix cambia de empleo y entrará a trabajar en la Compañía Pittsburgh para la Base de Rota, como soldador de autógena y eléctrica especializado en soldaduras de alta presión, donde acabará ocupando el cargo de Inspector, algo que no le satisface pues no hacía nada físicamente con sus manos --solo dirigir e inspeccionar-- y pide la cuenta y se marcha para establecerse por su cuenta y montar su propio taller.

Flotilla de helicópteros en la Base de Rota en 1961.

CALLE CONEJITOS.
Nos encontramos en 1964 cuando Felix, por mediación de Vicente Pérez de la Lastra alquila un corral en la calle Conejitos sin agua, sin luz, techo ni puertas y, por medio de la constructora de éste ‘El Látigo Negro’ acaba acondicionando para taller aquellas cuatro paredes. «Allí empezó mi primera y humilde empresa, ya vivían mis cuatro hijos y sin ingresos ninguno empecé a comprar las primeras herramientas, máquinas y acometer mis primeros trabajos como autónomo».  Hace 39 años, en  1972 se trasladaron a la Finca ‘El Martillo’, en La Valenciana, a una nave que fue propiedad del que fuera alcalde de El Puerto, Francisco Javier Merello Gaztelu donde éste tuvo una imprenta.

El Toro de Osborne en La Muela /Foto: Levijo.

EL TORO DE OSBORNE.
Como ya se ha dicho, Felix estaba acostumbrado a una larga jornada de vida laboral. Al finalizar su jornada durante su etapa en la Base de Rota ayudaba a su hermano Pepe en el Taller, que era quien recibió el encargo de parte de Rafael Osborne Macpherson e Ignacio Osborne Vázquez para realizar la figura del Toro en 1961. «El toro, como casi todas las cosas importantes, nacen casi de casualidad», afirma.

Antes, en 1954 la agencia de publicidad Azor realiza para Osborne un símbolo que serviría para representar al brandy Veterano, y que con el tiempo ha simbolizado al Grupo Osborne y a la imagen de España en el mundo. El artista local, Manolo Prieto, tío de Felix Tejada (con nótula núm. 863 en GdP) Director Artístico y Jefe de Estudio de aquella agencia será el autor de la figura del toro bravo «valla que no es aceptada con mucho entusiasmo por el cliente» según llegaría a afirmar el propio Manolo Prieto. En 1958 se empiezan a colocar las primeras figuras fabricadas en madera, que medían cuatro metros, tenían los cuernos pintado de blanco y un rótulo que anunciaban el producto. /En la imagen de la izquierda, uno de los bocetos primeros de Manolo Prieto.

En 1961, dado que la madera se estropeaba con frecuencia se empezará a hacer de metal midiendo ya siete metros y, al año siguiente, al cambiar la normativa, los 14 metros de altura actuales. Tienen que hacer los cálculos, el despiece, el estudio para el transporte y los camiones… El primer toro lo recortó a cincel, trazado en tres partes pues no cabía en el taller de su hermano en la calle San Bartolomé. Se colocó en la Cuesta de Matajaca, en la carretera de Jerez.

Vista parcial del taller donde se fabrican los elementos que conformarán la sobria figura del toro: diversas plantillas y formas.

En este ínterin, el hermano Pepe sufre una enfermedad que le obliga a abandonar los encargos, haciéndose cargo Felix de la realización y montaje de los mismos por la geografía española. En verano, iba con sus hijos en el camión quienes le acompañaban en unas improvisadas vacaciones, algo que, con el tiempo se convertiría en su propio trabajo.

Felix Tejada en su tallere contemplando una maqueta a escala del famoso toro.

EL TORO EN CIFRAS.
En el taller se realiza esta figura de peso y medidas excepcionales: 4.000 kilos de peso, una altura cercana a los 14 metros --algo así como un edificio de cuatro pisos--. Felix Tejada ha dado explicaciones en mas de una ocasión a ingenieros y arquitectos ya que su instalación viene a ser una obra de ingeniería y de ingenio: se prepara el anclaje de las 4 torretas metálicas que sostienen el toro con un basamento de 4 zapatas de 6 metros cúbicos de hormigón cada una, con un peso total de unos 50.000 kilos.

La familia Tejada en el montaje de uno de los Toros de Osborne.

El toro en su emplazamiento. Las condiciones de luz solar ponen de manifiesto el entramado de planchas que conforman la figura.

EL GANADERO DEL TORO DE HIERRO.
Para montar las piezas que conforman una superficie aproximada de 150 metros cuadros, compuesto por 70 chapas de 90x190 cms. y 2 mm. de espesor, se realizan más de 1.000 taladros para fijar tornillos de doble tuerca. La figura necesitará 50 kilos de pintura para que adopte el color negro característico del Toro de Osborne. Existen 91 toros distribuidos por España, todos realizados en el Taller de Felix Tejadas e Hijos, con una concentración especial en las provincias de Cádiz y Sevilla. Últimamente se ha instalado uno en el continente Africano, en la Ciudad Autónoma de Sevilla.

Felix con con su hijo Pedro, sujetando una de las piezas de la figura del cornúpeta.

Después de más de medio siglo realizándolos, existen toros de varias medidas y formatos: el gigante con 13,80 metros de alto, el novillo, con 6,50 y muchas medidas pequeñas, grandes y medianas. Como dato curioso, señalar que la inmensa mayoría de los toros que se encuentran en las carreteras están datados en 1957 por la Dirección General de Bienes Culturales, por el que se sometía a información pública el expediente para la inscripción específica, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, a favor de los Toros Osborne.

Felix Tejada en las escaleras del Palacio de Purullena.

RESTAURACIÓN
Félix Tejada e Hijos, se encarga también de la restauración de edificios antiguos. La fotografia inferior se corresponde, con los trabajos de restauración de la cerrajería del Palacio de Purullena, en El Puerto de Santa María (edificio que data del siglo XVIII).

En la imagen superior vemos es un arcón con cerradura de once puntos de seguridad. Data de la época de Juan de la Cosa (siglo XV aproximadamente). Fue restaurado en su totalidad y se exhibe en el Museo de Arquelogía y Bellas Artes de El Puerto de Santa María.

Otro de los señalados edificios en los que ha trabajado para su restauración, ha sido la Torre del Oro de Sevilla. En ella, entre otros trabajo, Felix y sus hijos restauraron las puertas, y los cañones. Y para estos últimos construyeron sus soportes.

Ojo de buey de Bodegas Lustau (Jerez), realizado por el Taller de Tejada e Hijos.

Felix Tejada, jubilado desde hace 12 años, está orgulloso del Taller de Fragua, del que afirma que «no se debe perder y recoger sus conocimientos; de ahí nacen muchas cosas del taller de hierro, la creatividad, donde el hombre hace y crea». No es de extrañar tanta sensibilidad pues nuestro protagonista es primo de los desaparecidos poeta José Luis Tejada y el escultor y pintor Javier Tejada.

3

Federico Rubio y Galy había nacido en El Puerto de Santa María el 30 de agosto de 1827, de familia de escasísimos medios económicos más que nada por el talante liberal inquebrantable que sostuvo su padre, precisamente durante el periodo absolutista. Era hijo de un abogado que había sido compañero de Riego y pinta en sus memorias los años niños de su vida empañados por persecuciones políticas y destierros que sufre su padre por mor de su ideología liberal exaltada.

Sus primeros estudios los realiza en ‘amigas’ y escuelas portuenses, alguna, como la de la Aurora, que daba títulos válidos ‘ante el Rey y ante el Papa’. Cuando decide ser médico, tropieza con la estrechez económica que agobia a su familia, y no duda en costearse su carrera dando clases de esgrima --era especialista en florete-- en el colegio gaditano San Felipe Neri.

DE LA DISECCIÓN A SU PRIMER LIBRO.
De estudiante, destacó pronto como disector. [Persona que diseca y realiza las operaciones anatómicas] Todas las horas que podía las dedicaba al anfiteatro, donde pasaba muchas noches a la luz de una vela, descuartizando cadáveres y preparando lecciones de anatomía para sus compañeros. En 1850 termina su carrera. Un año antes había publicado su primer libro: ‘Manual de Clínica Quirúrgica’. Prepara enseguida oposiciones a la cátedra del Hospital Central de Sevilla que no consigue, por causa de su ideología política, a pesar de sus brillantísimos ejercicios. /En la imagen de la izquierda, segundo cuaderno de su primer libro editado en la gaditana Plaza de las Viudad de Cádiz en 1850. Figura su autor como Bachiller en medicina y cirugía, ayudante de disector de la Facultad de Medicina establecida en Cádiz de la Universidad Literaria de Sevilla.

Vista parcial del Hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de Andalucía. Los alumnos de la Escuela Libre de Medicina y Cirugía recibían sus lecciones en sus dependencias.

ESCUELA LIBRE DE MEDICINA Y CIRUGÍA.
Ejerce su profesión durante algún tiempo en Sevilla y funda, en 1865, la Sociedad de Medicina y en 1868, al margen de toda oficialidad, la Escuela Libre de Medicina y Cirugía, donde imprimió a sus enseñanzas tal carácter práctico y objetivo que resultaron verdaderamente innovadoras sus maneras pedagógicas.

EMBAJADOR EN LONDRES.
Al poco tiempo, marcha a Inglaterra como Embajador de España. En Londres, asistió a los cursos del célebre Ferguson y allí lució más como médico que como político el ilustre portuense. En el campo de la política, aparte de Embajador, fue Senador, Presidente de la Comisión de Reformas Sociales y Diputado a Cortes. /En la imagen de la izquierda, cartel anunciador del Congreso celebrado en nuestra Ciudad en septiembre de 2002.

A su vuelta a España, Federico Rubio se reveló genial operador, rompiendo antiguas prácticas y viejas y tradicionales teorías. Realizó, por primera vez en España, operaciones tales como la ovariotomía y la extirpación de la matriz. Fue el primero que, en todo el mundo, extirpó un riñón con feliz resultado y espectaculares logros consiguió operando laringes cancerosas.

RAMÓN Y CAJAL.
Ramón y Cajal dijo de Federico Rubio que «se adelantó a todos en disipar el supersticioso temor que inspiraban las cavidades orgánicas, sobro todo el peritoneo, arca santa ante cuyas paredes se detenía miedoso el bisturí». De estos atrevimientos quirúrgicos fueron aventajados seguidores los doctores Salado, en Sevilla; Creus, en Granada; Toro y Díaz Rocafull, en Cádiz y luego, un sin fin de cirujanos.

RENUNCIA AL MARQUESADO DEL PUERTO.
Lo nombraron Académico de la Real de Medicina, Miembro Honorario del Real Colegio de Cirujanos de Londres, fue Director-fundador de la ‘Revista Iberoamericana de Ciencias Médicas’,  la más avanzada publicación de este carácter que contribuyó en su tiempo a crear un verdadero estilo quirúrgico español. Recibió las Grandes Cruces de Alfonso XII y del Cristo de Portugal. La Reina Regente, Cristina, le ofreció el título de Marqués del Puerto de Santa María, que rehusó cortésmente, fiel a sus ideas políticas.

ESCUELA PRÁCTICA DE ENFERMERAS.
Comprendió que la sola vocación religiosa no facultaba para atender debidamente a los enfermos, entonces confiados a manos monacales. Se propuso capacitar a las mujeres, monjas o no, para llevar a cabo tan delicada misión. Para ello fundó la Escuela Práctica de Enfermeras de Santa Isabel de Hungría. Su idea fue mal interpretada por la opinión pública ya que se pensó que lo que don Federico pretendía era eliminar y sustituir a las monjas en esta labor. Nada más opuesto a su sentir, ya que si era católico ferviente, no era peor amigo de los enfermos. /En la imagen, sello conmemorativo del 175 Aniversario de su nacimiento, celebrando su primer día de circulación el 8 de mayo de 2002.

Instituto Rubio. Pabellón de Dispensarios. /Foto: Laurent.

INSTITUTO RUBIO.
Pero su obra cumbre, en la que más empeño puso, fue la creación del Instituto Quirúrgico que llevó su nombre. El Instituto Rubio fue fundado para cumplir, por un lado, fines humanitarios y, por otro, docentes. Se atendían en él gratuitamente a los enfermos y se impartían enseñanzas de cirugía. El 4 de julio la Reina Regente ponía la primera piedra del Instituto Rubio, construcción que costeara don Federico. Tenía en su fundación un presupuesto anual de sostenimiento de 120.000 pesetas de las que sólo 50.000 eran aportadas por el Estado. El resto, se cubría con dotaciones que para camas hacían varios particulares.

En 1897,después de varios años en los sótanos del Hospital de la Princesa,el Instituto Rubio inauguró nueva sede en los altos de la Moncloa.Su estructura de pabellones por especialidades (Urología,Cardiología,Oftalmología y Ginecología) funcionaba como centro docente,asistencial y de investigación.Y la ubicación fue paradigmática,pues situándose junto al asilo de Santa Cristina anunciaba la emergencia del futuro polo sanitario de la Moncloa,luego completado con el Instituto de Higiene Alfonso XIII y el futuro Hospital Clínico,además de las facultades de medicina,farmacia y odontología.

Como dato curioso en la junta administrativa del Instituto formaban parte un enfermo y una enferma, con voz y voto con que el doctor hacía verdad su idea directriz: ‘Hacer de un hospital una familia de enfermos atendidos y cuidados por una familia de sanos’. 

PINTOR Y COLECCIONISTA.
Fue Federico Rubio pintor de exquisito gusto y esmerado coleccionista de pinturas. En lienzos poseía, entre otros, cuatro Murillos de sus dos épocas y un Greco y su colección ocupaba varios salones de su vivienda.  El deporte de la caza fue una de sus aficiones favoritas. Había adiestrado para ello a su perro ‘Gante’, fiel compañero de sus correrías cinegéticas.

Monumento a Federico Rubio en el Parque Oeste, de Madrid, obra de Miguel Blay.

CALLES EN EL PUERTO, SEVILLA Y MADRID.
Murió Federico Rubio el 31 de agosto de 1902, a causa de los estragos que una arterioesclerosis reumática había hecho en su organismo. Fue enterrado en la capilla del Instituto que fundara y su epitafio redactado por Menéndez y Pelayo. Al finalizar la última guerra civil, los restos del Instituto Rubio yacían entre obuses y bombas. Los nietos de don Federico, con paciencia reverencial, lograron rescatar sus huesos que reposaban en las ruinas de la Capilla.

A Federico Rubio se le dedicaron calles en El Puerto [la antigua calle Pozuelo y el ambulatorio de la Seguridad Social de la calle Ganado que aparece en la imagen de la izquierda], en Sevilla [donde también tiene un busto sin rotular en el dintel de una puerta en la calle Madre de Dios], en Madrid donde tiene una avenida y plaza [y un colegio público en la zona de Cuatro Caminos] y donde, en el Parque del Oeste, se le erigió un monumento obra de Miguel Blay. [También tiene calle en Torrelavega (Cantbria) y en otros municipios españoles]. (Texto: Luis Suárez Ávila).

FRAGMENTO DE SUS MEMORIAS.
«Nosotros continuamos hasta la calle de las Neverías, apeándonos ante un portal oscuro de una casa de la acera de la derecha. Esa casa era de mi abuela materna, o por mejor decir, de su tía doña Francisca Gil. Abierto el portón, tirando de un cordelillo que por el zaguán levantaba el picaporte, entramos en un patio enchinado y limpio, si no lo afeara un caño descubierto que, siguiendo el zaguán, corría a morir en otro caño mayor que iba por la calle. El patio, cerrado por sus cuatro frentes, en cada uno ofrecía una puerta: la de entrada, que pasamos; la frontera, al lado opuesto, y en los muros de izquierda y derecha otra puerta, respectivamente, y una ventana de reja a uno y otro lado de ellas. El patio carecía de corredores y arriates: la planta baja solo».

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Exposición 'Lenguaje de un conflicto: Gaza'. Sala de Exposiciones Fundación Zoilo Ruiz Mateos. Rota

Felipe Lamadrid Pérez nace en el número 17 de la calle Palacios, quinto hijo del total de siete del matrimonio formado por el conocido practicante Felipe Lamadrid y Carmen Pérez. Estudió en las Carmelitas, San Luis Gonzaga y en el Instituto Santo Domingo. Luego vendría estudios en laborales en Puente Genil (Córdoba), Químicas en la Universidad de Cádiz, que no finalizó e Informática graduándose como Analista de Sistemas, obteniendo dos becas, las Kienzle e IBM en 1976. Está casado y tiene tres hijos.

Felipe delante a la izquierda, junto a su amigo Fali (del Horno de Las Cañas), en un concurso de castillos en la arena en la Playa de la Puntilla.

SUS INICIOS EN EL ARTE.
Pero su verdadera vocación está en el mundo del arte desde 1970 que alterna con los estudios reglados: la pintura, el grabado, la escultura, la poesía, … son diferentes facetas que Felipe utiliza para expresarse y sacar al exterior su forma de entender el mundo. Obtendrá diversos premios en la Academia de Bellas Artes ‘Santa Cecilia’. En 1973 participa en la primera Expo Joven Nacional ‘Figuraciones y Bocetos’. Investiga la estética fotográfica sacra. En 1975 comienza a colaborar con poemas y dibujos en revistas literarias tales como ‘Bahía’, ‘Sapina’, en el semanario ‘El Puente’  ‘Siete’ y otras. En 1977 realiza sus primeros proyectos sobre las líneas y sus conjunciones. En 1978 investiga con pigmentos naturales sobre base de madera y materiales pobres, los efectos luminosos del volúmen en el espacio sobre formas geométricas.

Su primera exposición, en Bellas Artes, con Alfredo Bootello, su prologuista.

BECA NACIONAL DE PINTURA.
En 1979 trabaja en las primeras comparaciones del fotograbado en el grabado. En 1980 será becado por el Ministerio de Cultura y obtiene una de las 43 becas nacionales de Pintura y marchará a Madrid instalándose en la capital ese mismo año, allí conoce a Lucio Muñoz, estudiando Grabado y Litografía en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, obteniendo la diplomatura, donde investiga el Collage Gráfico, bajo la supervisión de Antonio Manso, director de grabado de la Casa de la Moneda. En 1984 proyecta el Dibujo Collage, con tintas caligráficas.

En la Escuela de Grabado 'Menéndez Pelayo' de Madrid, con de alumno con Alfonso Sanches Toda, entonces era director de grabado de la Casa de la Moneda, con anterioridad a Antonio Manso.

Exposición en Tres Cantos (Madrid).

PROFESOR DE GRABADO.
Estudiará el grabado y ejerce como grabador y profesor en diferentes instancias e instituciones: En 1982 forma parte del profesorado de pintura del Ayuntamiento de Madrid. En 1985 será profesor del C.E.P y de la Universidad Popular de Alcorcón (Madrid), trabajando en las transformaciones irreales gofradas con ácido puros. En 1986 profesor de Artes Plásticas del Centro Cultural ‘Clara del Rey’ de Madrid  donde estudia las acotaciones estética. En 1987 ejercerá como profesor de Artes Plásticas del Instituto ‘Entrena Cuesta’ (Madrid), centro piloto en actividades extraescolares.

En la imagen, durante  el Taller de Grabado que crea en el Centro Cultural Galileo (Madrid). Entre 1989 y 1991 será profesor de Artes Plásticas del Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), por concurso de méritos.

ESCULTURA.
En 1991 elabora los primeros proyectos en planchas de bronce. En 1993 realiza el diseño de esculturas en bronce y las carpetas de grabados y poemas serigrafiados para la Galería MV de Madrid. Entre 1994 y 1996 crea el Taller de Grabado de la UCA en los Cursos de Verano del Vicerrectorado de Extensión Universitaria. En 1998 realiza el Perfomance Poético y el diseño de maquetas Cubos-Cajas. En 1999 en su Homenaje al Carnaval realiza pinturas expresionistas. El año 2000 es el año de los Poemas Gráficos. En 2001 ejecuta esculturas en hierro y acero - instalación: ARt & LENGUAJE. En el 2002 la instalación de Serigrafía & Hierro: los Poemas Objeto. En 2003 los grabados con metal y en 2004 esculturas en acero y serigrafía de gran formato. /En la imagen, su obra 'Idus de Marzo XIII'.

REGRESO A EL PUERTO.
En ese año 2004, Felipe fue requerido por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UCA y daba clases lunes y viernes, regresando a Madrid el resto de la semana, lo que le hará plantearse regresar a su El Puerto natal donde se instalará de nuevo, en Valdelagrana.

El Atelier, en la calle Litoral, en Valdelagrana, con un grupo de alumnos de Grabado.

En el VIII Curso de Grabado Contemporáneo, con alumnos en el Taller.

ATELIER Y GALERÍA.
Aquí crea el ‘Atelier & Galería Felipe Lamadrid’, taller y sala de exposiciones a un tiempo, centro de producción y edición de obra gráfica original de artistas contemporáneo, especializado en obra sobre papel, donde se realizan tiradas de grabados en carpetas y ediciones facsímile con el propósito de potenciar y enriquecer el desarrollo del mundo del Grabado, así como servir de punto de encuentro y reflexión sobre el arte seriado contemporáneo.

En Madrid, con el colectivo 'La Voz Gráfica' en 1980, el tercero por la izquierda de la fila superior.

COLECTIVOS Y GRUPOS.
Como otros artistas que crean en los mismos tiempos, es figura relevante del grupo ‘La Voz Gráfica’ (Madrid), donde ingresa en 1981, discípulos de Alfonso Sánchez Toda. Es miembro de la Asociación de Pintores y Escultores Españoles y fundador del Colectivo de Pintores Madrileños, en 1984. En 1986 ingresa en el colectivo gaditano ‘Construczión’. En 1987 entra en el colectivo de Artistas Plásticos de Madrid.

Con el Colectivo 'El Ermitaño' en la Fundación Alberti: Faelo Poullet, Verónica Pedemonte, Jesús Graván, María Asunción Mateo, Mariano Rivera, Manolo Dugo, Felipe Lamadrid.

POESÍA.
Como se ha dicho, alterna la enseñanza con la poesía, de hecho publica varios poemarios:  ‘Versos de Otoño’, ‘Color en calma’ ‘Génesis’, ‘La Pluma y otros escritos’ y ‘Soñar con un perfil de lobo’, y otros en solitario o con diferentes colectivos.

En 1985 se cataloga su obra por la Real Calcografía Nacional ‘Museo del Grabado’ y publica en la Revista ‘Luces y Sombras’, ‘Altazor’, ‘Clarín’, ... Utiliza las técnicas de la estampación especialmente el aguafuerte y la serigrafía alcanzando muy altas cotas expresivas. Está incluido en el Diccionario de Arte Contemporáneo de Madrid, Diccionario de Pintores y Escritores, el Diccionario de Artistas Plásticos, Arte Guía y otros.

Con el Jefe del Servicio de Fomento de Cultura, Antonio Ahucha.

EXPOSICIONES POR EL MUNDO.
Ha expuesto desde 1978, además de en su ciudad natal, en repetidas ocasiones y escenarios, en Madrid y municipios de dicha comunidad, Algeciras, Jerez, Chiclana, Cádiz; Ibiza, Málaga, Barcelona, Betanzos, Cadaqués, Calella, Eibar, Ademuz, Lérida,  en Hautefuille (París, Francia), Colliure (Francia), Tolouse (Francia), Massachusetts (EEUU), Seul (Corea), Méjico D.F., Lisboa (Portugal), en 1990 en The Art Societi Krun (en la desaparecida Czeschoslovakia). Honolulú (Hawai - EEUU), Caracas (Venezuela), Santiago (Chile), Buenos Aires (Argentina), Iowa (EEUU), Quilmes (Argentina), Atenas (Grecia), Toronto (Canadá), ... Indonesia, Alemania, Rusia, Malasia, ... y muchas otras que se nos quedan en el tintero para no aburrir al lector. /En la imagen, cartel de la exposición 'Arte de Gaza 2', que permanece abierta hasta el 27 de diciembre de este año, en el Atelier de la calle Litoral, en Valdelagrana.

Grabado: Alternativas Gráficas.

QUIZÁS NO SUPE CONSQUISTAR.
Quizás no supe conquistar
de lejos la confianza.
De buscar entre mis manos
el refugio de la noche.
Heredera del pasado.
Creadora del presente.
Con aullidos de gatos noctámbulos.
Rituales.
Que el viento les hace navegar sin rumbo.
Alos ojos que se embriagan de la obscuridad
para encontrar su mástil y su aliento.

Felipe Lamadrid.
(Soñar con un perfil de lobo. 2000).

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Imagen del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (1884), de la voz 'Porteño', que hace una inequívoca deficinión a los naturales de esta Ciudad.

'Porteño' podría calificarse como un arcaísmo entre los gentilicios, aunque ya que el debate sigue extendiéndose de forma un tanto estéril (característica de lo porteño o portuense: enredarse sin llegar a ninguna parte). En el Diccionario de la Real Academia de 1884 es cuando aparece por primera vez esta acepción: “Porteño: natural del (sic) Puerto de Santa María o perteneciente a esta ciudad”, como hemos recogido hoy mismo de ese volumen. En ese mismo diccionario, poco más adelante, en el adjetivo “portuense” se alude de forma generalizada a “natural de cualquier población denominada Puerto” y en concreto, ya que procede del latín “portuensis”, de los naturales del romano puerto de Ostia.

Fueron los propios porteños o portuenses los que dieron de lado a un gentilicio particular para El Puerto y la acepción “porteño” cayó en desuso. La alusión, sin embargo, permanece en los diccionarios de 1899, 1914, 1925, 1927, 1936, 1939, 1947, 1950, 1956, 1070, 1984 y 1985. En esta última ocasión el término “porteño” se comparte con los de Buenos Aires (“Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires”), los de Valparaíso, localidad turística de Chile, y de Puerto Carreño, en Colombia. En 1989 los académicos dio de baja en la relación a El Puerto y la última inserción de “porteño” en el diccionario de la Academia madrileña fue en 1992. Los  “portuenses” fueron los que decidieron dejar de ser “porteños”. Ahora que en esta ciudad se van perdiendo tantas cosas, para desaparecer o marcharse, bien merecería reclamar un gentilicio, al menos íntimo entre nosotros, con el que durante un tiempo fueron conocidos oficialmente los naturales de esta ciudad. (Texto: Francisco Andrés Gallardo Alvarado).

Bando emitido por el Ayuuntamiento de El Puerto en 1840, que obra en poder del Archivo Municipal y que nos facilita Luis Suárez Ávila, como argumento para validar la antigüedad del gentilicio 'portuense'.

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Durante muchos años, he pasado  por la vida nadando en la superficialidad de la acción comercial, a veces a favor y otras en contra de la corriente. Siempre he tenido la inquietud de la sensibilidad por las artes. Siempre he buscado en los entresijos del corazón de las gentes, pero, nunca lo suficiente, nunca en la profundidad  precisa como para conocer lo que atesora cada extraño, cada conocido o cada amigo que he encontrado a lo largo de mi dilatada vida.

Ahora que los años me han apartado de la superficie, estoy aprendiendo a sumergirme y a descubrir los tesoros que están ocultos tras personas sencillas, modestas, humildes, que pasan desapercibidas para el común de las gentes, que  solo con tomarles la mano, se abren de par en par y descubres lo insólito de sus vidas.

Ya los descubrí en Juan, el vendedor de chumbos, al otro Juan, el de Ugíjar, el gitano canastero que me impresionó con su filosofía de la vida, y que hace tiempo no veo, y me preocupa. Personajes que siempre he visto y he pasado ante ellos como si formaran parte del mobiliario urbano. Que miras sin ver. Rutinariamente. Con cataratas sobre el cristalino. Detrás de cada uno de ellos hay una perla. A veces descubres un rubí, y a veces... un diamante.

Hoy he descubierto uno. Es sábado. Acabo de desayunar en el bar nuevo del antiguo Rueda con mi amigo Arturo Palomino. Caminamos unos minutos por el mentidero de los sábados en El Puerto, que son los aledaños del mercado. El mercado es un hervidero de gentes. Las calles, con las terrazas llenas de personas que charlan ante un opíparo desayuno con churros; o los más madrugadores, que lo hacen ante una cerveza y una monumental tapa.
De pronto, se acerca a mi amigo Arturo, con dos libros en la mano ‘el Chigüi’. En un primer momento, --siempre juzgamos la apariencia, el triste efecto iceberg--, pensé que el gitano, porque ‘el Chigüi’ es gitano, quería venderle algo. Permanecí atento.

«--Toma, Arturo, a ver si te gusta». Ni siquiera le oí decir,  ‘lo he escrito yo’.
Dos libros, uno de poesía y otro prosa. Miré con descaro la portada. ‘Alma gitana’ por Salvador Cortés Núñez 'el Chigüi' y su amigo El Perejil. «--¿Puedo echarle un vistazo?», dije yo. Tomo el libro en mis manos, empiezo a leer, sigo leyendo, sigo leyendo… Arturo y ‘el Chigüi’ mirando. Uno pacientemente, el otro impaciente. Pasaron unos minutos, que para ellos debieron ser largos. No tuve más remedio que decirle, emocionado, «--¡Esto es muy bueno!». Acto seguido, leí en voz alta dos o tres poemas que me pusieron los pelos de punta.

LIBERTAD
Un río para lavarme,
un jato para dormir,
un puente para taparme,
y un campo para vivir

Un camino y una senda,
un puerto donde llegar,
y en el costado del viento
un sueño de libertad.

Gitano libre yo soy,
es mi destino el andar,
y en el camino desgrano,
el alma de mi cantar.

Sinsabores y desgracias,
persecuciones y huidas,
me van siguiendo los pasos
y cerrando mis heridas.

En cuero y descalzo vivo,
pero nunca miro atrás,
llevo en las manos grandeza,
y en el alma libertad.

No soy crítico literario, y mis conocimientos son muy limitados, pero los vivarachos ojos de ‘el Chigüi’ me escudriñaban como si lo fuera. «--Chigüi, le dije, ¿los vendes?», «--No, los regalo». «--¿Me regalarías a mi uno?», «--Ahora mismo». Se metió bajo su tenderete, repleto de trajes, medias y pantys, extrajo de un cajón dos ejemplares de los tres libros que ha escrito, y sin más, me los entregó. Le pedí con toda humildad, si me hacía el honor de dedicármelos. Sin el menor asomo de vanidad, me dedicó ambos libros, cuya reproducción reflejo.

Arturo, tenía que irse. Yo me quedé con ‘el Chigüi’. Estuvimos hablando largo tiempo. Le pedí si me permitía hacerle una foto que encabezara el relato que de él pensaba escribir. Aceptó. Después hablamos, hablamos… y tenemos que hablar, porque aun no tengo claro si su amigo ‘el Perejil’ tiene tantos títulos. Si es una pirueta literaria, mezcla realidad y ficción. Si solo ha hecho la ruta de los mercadillos, o ha sido Estados Unidos, Londres, Ciudad del Cabo… Es tanta su prodigiosa imaginación que no sabes dónde termina la realidad y donde empieza la ficción.

Sí sé, que tiene arte en sus manos, que en vez de vivir del cante o del baile, que quizá lo pudo hacer, prefirió aprender un oficio. Oficio de precisión. Tornero ajustador. Y sacó a su familia adelante. Ya me he leído su “Alma gitana”, he leído y releído sus versos. Algunos muy bien retocados, por la maldita culpa de la rima y de la métrica. Pero si les digo amigos, que aunque peor construidos, sus genuinos poemas, los que conservan su impronta, los de su innata frescura, los robados al dolor, esos son los que me han llegado más cerca del corazón. Chigüi, amigo, nos vemos el sábado que viene. (Texto: Alberto Boutellier Caparrós).

Más de Salvador Cortés Núñez, ‘el Chigüi en GdP’:
307. Salvador Cortés. ‘El Chigüi’.
420. Salvador Cortés, ‘El Chigui’ y el burro ‘Liviano’.
528. Salvador Cortés. Nuevo libro: ‘Alma gitana’.

Nació Ángel María Dacarrete Hernández, el 14 de noviembre de 1827, en El Puerto de Santa María. Sus padres: José Luis Dacarrete Ramírez, natural de Cádiz, y María Regla Hernández Samaniego, natural de El Puerto. Pocas, por no decir ninguna, son las noticias que tenemos de la estancia de Ángel María en su ciudad natal.

En 1838, cuando el poeta portuense aún no contaba los once años, se inaugura en Cádiz el Colegio San Felipe Neri, en el edificio que perteneció a la Comunidad del Oratorio del mismo titular, y que fue asimismo el histórico lugar donde se reunieron las cortes de 1812. Este colegio fue «el mejor sin duda que se conocía entonces en España y, a decir verdad, el mejor en su género que ha existido después hasta hoy día de la fecha», al decir del eminente cirujano portuense don Federico Rubio en su libro de memorias; asimismo, y refiriendo nuevamente al colegio, añade: «Poblaron el colegio los hijos de la gente acaudalada». /En la imagen, Andel María Dacarrete, pintado por I. Verdeja, donado por su hija al Museo de Cádiz.

Don Alberto Lista regentó el colegio hasta su marcha a Sevilla en marzo de 1844, sustituyéndolo don Antonio Alcalá Galiano quien solo lo dirigió unos meses, al igual que su sucesor don José Joaquín de Mora. La estancia de don Alberto Lista en el colegio gaditano marcó sin duda una huella indeleble en su vida del poeta portuense quien le llega a dedicar hasta dos poemas al maestro. Uno, fechado el 9 de mayo de 1844, cuando contaba 16 años, que es precisamente el primer poema que conocemos de Dacarrete, y que lo escribió con motivo de la marcha de su maestro a Sevilla. Y otro, después de la muerte de éste, acaecida en 1848, y que se publicó en Sevilla algún tiempo después. Es de suponer, aunque no lo hemos podido comprobar, que sus relaciones con don Alberto Lista continuaron en Sevilla, pues el poeta portuense se traslada a la ciudad hispalense un año después que Lista y ahí permanecerá hasta 1852. /Portada del Colegio San Felipe Neri, en Cádiz.

Aunque no se conocen documentos de la posible relación de Dacarrete con Bécquer, es muy posible que ésta date del periodo sevillano. Téngase en cuenta que ya en la Corona poética a Lista intervienen los dos: Gustavo Adolfo escribió una oda titulada «A la muerte de don Alberto Lista», que curiosamente es la composición más antigua que se conoce del poeta sevillano, y que no se publicó entonces. /En la imagen de la izquierda, Gustavo Adolfo Becquer.

En la década de los cincuenta, y ya instalado en Madrid, es cuando Dacarrete dará lo mejor de sí en cuanto a su faceta literaria se refiere, tanto en poesía como en teatro. El motivo de su marcha a Madrid era el de terminar en su universidad la carrera de Derecho que había comenzado en Sevilla.

Dado que al aspecto poético nos referiremos más adelante, bueno será dar un somero repaso a su obra como dramaturgo. En 1855, cuando contaba 27 años, estrena en Madrid su drama en tres actos y en versos «Magdalena». Un año más tarde representa su zarzuela en un acto y en verso «Mentir a tiempo», a la que puso música el maestro Fernández Caballero. En 1857 escribió la comedia en tres actos y en prosa titulada «Poderoso caballero es don dinero». En 1858 escribió otra comedia también en tres actos y en prosa, «La dulzura del poder» así como la pieza «Al cabo de los años mil» y el drama «Una historia del día». /Portada de 'Poderoso Caballero es don Dinero'. Madrid. 1857.,

Realizó asimismo adaptaciones de otras obras, como la comedia del Calderón de la Barca «Bien vengas, mal, si vienes solo». Tradujo del francés y adaptó las comedia «Gaspar, Melchor y Baltasar» y «El ahijado de todo el mundo» original de Emilio Souvestu. Adaptó también la comedia en tres actos y en prosa, «Les femmes terribles», de Dumanoir, y la farsa cómic en tres actos «Este cuarto se alquila» de Cogniard y Leroux arreglada para la escena junto con su amigo Enrique Cisnero. También en 1858 escribió un drama trágico en cuatro actos, basado en el famoso de Shakespeare «Romeo y Julieta», al que Dacarrete tituló invirtiendo el orden de los nombres de los amantes.

En septiembre de 1864, siendo Oficial del Ministerio de la Gobernación, es nombrado por Real Decreto Gobernador Civil de Valladolid. Unos meses después, en febrero de 1865, es cesado en su cargo de Gobernador de Valladolid, para ser nombrado Gobernador de Burgos, cargo que ostentaría hasta junio del mismo año.

Por estas fechas contrajo matrimonio con la vallisoletana doña Valentina Alvarez Unzueta, de cuyo matrimonio tendrían una hija: María, que sería quién años más tarde, y una vez muerto el poeta, donará al Museo de Cádiz el retrato al óleo de su padre, obra de I. Verdejo, que ilustra esta nótula.

En julio de 1879 fue elegido Diputado a Cortes por el Distrito electoral de Aguadilla en la entonces provincia de Puerto Rico. A primeros de marzo de 1881 es nombrado Consejero de Estado con destino en la Sección de Ultramar. Dos años más tardes pasó de esa Sección a lo de lo Contencioso. Y en 1885, a la Sección de Guerra y Marina.

Entre 1886 y 1888, Dacarrete compendió los mejores recuerdos de su tiempo en las dos conferencias que dio en el Ateneo madrileño, entre la serie de las que integraron La España del siglo XIX. La primera de estas conferencias versó sobre «Martínez de la Rosa. El triunfo de las instituciones representativas. La regencia de Doña María Cristina de Borbón. El Estatuto real y la Constitución del 37. Origen de los partidos». Y la segunda sobre: «La Unión Liberal. El Duque de Tetuán. La revolución de 1854.
La transacción de los partidos. Don Antonio de los Ríos y Rojas. La guerra de Africa y de América. Los antecedentes de la revolución de 1868».

En noviembre de 1887 es nuevamente destinado a la Sección de lo Contencioso, para, unos meses después, en septiembre de 1888 y por Real Decreto, ser nombrado Ministro de Tribunal de lo Contencioso Administrativo. También por Real Decreto, de 1899, se le nombra Presidente de la Sección de Hacienda y Ultramar. /En la imagen de la izquierda, 'El Libro del Amor. Antología. Angel María Dacarrete', prologado en 1986 por el poeta José Luis Tejada y el crítico de arte, Francisco M. Arniz.

El 4 de enero de 1900 fue propuesto para ocupar la vacante por fallecimiento de don Antonio María Fabié, del sillón ‘R’, de la Real Academia Española. La propuesta la firmaron los Sres. don Eduardo Saavedra, don Eduardo Benot y don  Francisco Fernández González. Fue elegido el 1 de febrero de ese mismo año, si bien no llegó a ocupar el sillón, ya que murió «cuando había comenzado a escribir el discurso correspondiente, que no pasó de los primeros párrafos».

El 17 de mayo de 1904 es declarado cesante como Consejero de Estado por reforma del cargo. Días después solicita su jubilación que le es concedida en junio de ese mismo año. Apenas cuatro meses después, el 13 de octubre de 1904, a las dos de la tarde, fallecía en su domicilio madrileño de la Plaza de Colón núm. 2, a consecuencia de «úlcera venal», este hombre de «ideas templadas y de carácter muy apacible» que firmaba como Ángel María Dacarrete Hernández.

Francisco M. Arniz y José Luis Tejada, durante la presentación de 'El Libro del Amor. Antotología. Angel María Dacarrete', editado en 1986 por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En su poesía se puede señalar una línea evolutiva que, arrancando de su formación neoclásica en su primera juventud, se incorpora muy peculiarmente a un cierto romanticismo tardío, asimilando antes que Bécquer los influjos foráneos (de Musset, Byron, Heine) con el consiguiente gusto por la poesía popular y adelantándose a escribir verdaderas «rimas» en la década de los 50, para recaer luego con otros rumbos más trillados, hasta acabar dejando casi por completo la poesía para consagrarse a la actividad política. (Texto y fotos: Francisco M. Arniz Sanz)

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Amontillado Fino Luna, plantilla publicidad original de 1921, El Puerto de Santa María.

Primera platilla original  del año 1921, (medidas 43 X 21cm). Plantilla Madre de Publicidad, que  es como se llamaba a la Plantilla Muestra, la primera en la que se trabajaba. Hecha artesanalmente en papel acartonado que servía para hacer todas las demás, lo mismo en papel que en madera o hierro. Servían para marcar su impronta en sacos, cajas, botas, cubas y otros elementos para identificar la marca, en las que se embalaban y enviaban las mercancías. Son un referente de muchas industrias andaluzas del primer tercio del siglo XX. Hasta el momento desconocemos que bodega local criaba, ensoleraba y comercializaba este vino fino con tendencia a amontillado.

El amontillado es un vino generoso que se encuentra entre el fino y el oloroso. Su nombre proviene de la región vitivinícola de Montilla (Córdoba), y se dice de los vinos finos que toman mas cuerpo y recuerdan a los vinos de Montilla. Para su crianza se parte del vino fino, pero se deja que la levadura, que determina el gusto, se muera. Por eso, el vino se hace más oscuro, con un gusto diferente, dejando de ser ‘fino’, algo así como un ‘fino pasado’, sin llegar a ser comparable con la ‘manzanilla pasada’.  Aunque en la actualidad se produce este vino de forma intencionada, a veces ocurre sin pretenderlo.

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Estas imágenes, testimonio de un pasado reciente, lugares y objetos inexistentes, desaparecidos ya en la primera década de este siglo XXI, son un recordatorio de hacia donde va El Puerto. Y lo de lo poco que va quedando.

Casa situada junto a la extinta Pensión de la Fruta, en la calle Ganado, donde viviían los padres del 'Arropiero', en cuyos bajos había una accesoria en que vendían, por Navidades, figuritas de nacimientos hechas en barro y alambre de un estilo muy primitivo. /Foto: AGR

Una de las salas del desparecido Museo Ramón Bayo, en la calle San Francisco esquina a Santa Lucía. La familia intentó, sin éxito que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la colección. Hoy, una parte de la exposición se encuentra en un museo gaditano y otra está a la venta por internet.

Puente de San Alejandro, el otro, gemelo que daba servicio a la línea de tren Madrid-Cádiz, salvado in extremis, espera destino para ser colocado en el río San Pedro, a la altura del Parque de los Toruños.

El Restaurante El Cortijo, en el Paseo de la Victoria, durante la celebración de una boda. /Foto: Colección Carlos Pumar Algaba.

Fotograma de la película 'Fugitivas' donde aparece la recientemente desaparecida Estación de Trenes.

Vapor y pesqueros en el antiguo muelle, cuyo edificio hoy está reconvertido por mor del afán recaudatorio de la Autoridad Portuaria en...

Discoteca Joy Sherry, en el edificio inconcluso del palacete al estilo francés 'Petite Trianón', en la carretera de Sanlúcar. Proyectos para hotel y otros usos no terminan de ver la luz. ¿Acabará destruido?

El Teatro Principal, pasto de las llamas ¿y de la especulación? en 1984.

Tabernón de Merello, en la calle Santa Lucía, uno de los últimos vetigios de las tabernas con solera de El Puerto, hoy desaparecido.

Colegio del Asilo de Huérfanas en la calle Cielos, esquina con Cervantes.

Balneario de Aguas Termales en La Puntilla, desaparecido en 1980.

Dunas, pinares, monte bajo y pinares de la playa de Fuenterrabía.

Selección de imágenes de la Colección de Antonio Gutiérrez Ruiz.

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Ayer sentí vergüenza ajena. Unos comerciantes, agrupados en el CCA (Centro Comercial Abierto) le pusieron la cara colorá al Ayuntamiento. Con recursos propios empezaron a tapar pintadas y grafitis del centro de El Puerto. Algunas tienen mas de dos años de solera en su haber.

La céntrica calle Ricardo Alcón, antes de la intervención del CCA.

El mismo sitio poco después, tras la actuación de limpieza y adecentamiento acometido por los comerciantes.

Ayer le dieron una primera mano de pintura antimanchas, en las calles Ricardo Alcón, lugar que recogen las fotografías; Santa María, Plaza de España, Palacios, San Bartolomé, Placilla, Luna, … estando previsto que los trabajos finalizan en la mañana de hoy tras el repaso correspondiente, así como la colocación de letreros con la leyenda «Prohibido Fijar Carteles» y «Prohibido realizar pintadas».

Los comerciantes se sienten indignados con el propio Ayuntamiento que anuncia algunas de sus actividades pegando carteles en puertas y escaparates de casas y comercios abandonados del centro, dando así mal ejemplo a la iniciativa privada que, visto lo visto, cree que está permitido, en una mala práctica de la ordenanza de limpieza pública.

Pintadas en los accesos de la ciudad como en la rotonda de los toros de Osborne que hubo de resanar una empresa privada ante la inactividad municipal en subsanarlo; pintadas en tapias y casas, monumentos y bodegas, y una con solera, como la que existe hace mas de un año en la tapia del Convento del Espíritu Santo, dan una idea del abandono al que se siente sometido El Puerto en cuanto a limpieza se refiere. Esto solo incita a los incívicos a persistir en sus pintadas, dada la permisividad y falta de reflejos de los servidores públicos.

El presupuesto supermillonario que administra la delegación municipal de Limpieza Pública debería sonrojar a su responsable político: un colectivo de empresarios ha desembolsado una cantidad --ni mucha ni poca-- y ha demostrado que querer es poder: «Solo pretendemos mejorar la imagen del centro» han declarado «…ante la inactividad del Ayuntamiento» se les ha olvidado añadir. Y les han dado una cachetá sin mano, demostrando que con voluntad todo es posible y sin salir de los impuestos que ¿para que pagamos? Esperemos que hoy no les multen por hacer una obra menor --el pintado o encalado-- sin licencia. (Texto: El Chicuco de CCA).

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Los dos son caras conocidas de las calles de El Puerto. Ambos han tocado con los dedos el éxito y se han codeado con primeras figuras del arte. Los dos, para comer, han hecho de todo, pero en el fondo el artista que llevan dentro siempre sale a la luz. Saben mas que Briján (o Brian, el inglés), no les ha quedado otro remedio que saber. Y han sabido y saben desenvolverse, aún, en el filo de la jubilación que nunca llega. Uno es catedrático de la calle, el otro primer espada que se hizo el nombre a base de bollos y panecillos. Los dos, juntos, una explosión de conocimientos y retranca. Y un montón de risas con sus ocurrencias cuando hablan, ‘ex cátedra’ de las cosas de la vida. Son Gente del Puerto de largo recorrido. (Texto: José María Morillo).

Para saber más:
Francisco Pérez Bernal, ‘el Kako’, nótula núm. 004 en GdP.
Diego Simón Montes, ‘el Bimbo’, nótula núm. 358 en GdP.

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Era yo casi un niño. Un niño. Estábamos mis hermanos y yo al amparo y custodia de la tata Manuela, bajo el sombrajo de esparto, en nuestra caseta de la playa de La Puntilla, cuando vi, por primera vez a Augusto Haupold Gay. Ni yo sabía quién era, ni lo supe hasta mucho después. Pero el caso es que vi a un hombre, impecablemente vestido de blanco, bajarse del autobús de Bootello. Su pelo era negro como la endrina; su bigote, cuidado, negro también; su cejas pobladas, negras; y en la mano, un maletín, también negro, de piel. El blanco y el negro fue el contraste que me llamó la atención.

EN BAÑADOR Y CON MALETÍN.
La segunda impresión es que la persona que me llamó la atención siguió llamándomela, porque apareció, desde dentro de una caseta frontera a la nuestra, con enorme un meyba verde y un gorro de baño de goma, sin dejar un solo momento su maletín negro de piel. Sentado en la orilla del canal, por donde había unos letreros de "Prohibido bañarse", "Zona peligrosa", allí aquel hombre sacaba unas hojas de papel y se ponía a escribir. Cuando cesaba de escribir, leía libros pequeños, sin duda de poesía. Porque los libros de poesía son siempre pequeños.

Yo no sé quien ha dictado el tamaño de los libros de poemas. Pero a lo lejos se ve lo que son. A menos que fueran otra cosa: el catecismo Ripalda; la Urbanidad de Edelvives; el libro de mareas; o el Calendario Zaragozano. Definitivamente supe después que lo que aquel hombre sentado en la orilla leía eran necesariamente libros de poemas.Porque aquel hombre era, lo supe mucho después, Augusto Haupold Gay.

¿PRESUMIR DE MADRID O DE EL PUERTO?
De aquellas fechas me enteré que presumía en El Puerto de vivir en Madrid; contaba con gracia y con donosura vida y milagros de las gentes distantes de la capital del Reino, que hacían las delicias de las mujeres, chicas jóvenes, pero mayores que yo, con quienes se trataba. En cambio, supe también, que en Madrid presumía de ser de El Puerto.

POLICÍA SECRETA.
Sorprendía, por otra parte, que Merengue, el guardia municipal, no le llamara la atención a aquel hombre por bañarse en el canal del Guadalete y atravesarlo hasta el coto, llegar al monumento de la Virgen del Carmen, y volverlo a atravesar a nado. Sorprendía, pero tenía su por qué. Y es que aquel hombre enigmático era Policía, de la Policía Secreta, de Madrid. Y, por tanto, un corriente y moliente guardia de la porra se veía como impedido para llamar la atención a todo un Comisario con destino en la capital. Su habla me pareció engolada, como quien pronunciaba las palabras medidas, escogidas y bien pronunciadas, creídas y obradas.

¿Quién aquel hombre, que cuando le parecía, volvía a estar vestido impecablemente de blanco, salía de la caseta con su maletín de piel negra y cogía de nuevo el autobús en la rotonda? Esta es la imagen primera que tuve de este poeta.

A nadie pregunté, me quedé con mis dudas, a veces ni siquiera me acordaba de su imagen y, cada verano, puntualmente, aparecía, por la playa y hacía lo mismo. Leía, escribía, se llevaba de calle a un grupo de muchachas que lo escuchaban atentas, se bañaba en el canal y, acabado el verano, desaparecía.

EN LA CALLE LUNA.
Una vez lo vi salir de una casa, ciertamente señorial de la calle Luna, frente por frente del refino de Lolita Serafina, al lado del estanco llamado de "La Rubia" , más arriba de la Farmacia de Ernesto Jiménez, justo al lado de la casa donde vivió Luichi Alcántara y más abajo de la casa de Luis Cuvillo. Pero no pregunté, por cortedad. Me quedé con mi duda. /Con Mercedes Gay, tía del poeta.

SU VIDA Y MILAGROS.
Hasta muchos años después, luego de haberle visto hacer lo mismo, cíclicamente, en la playa, sin preguntarlo, me enfrenté a Augusto Haupold, poeta. Asistí a un recital suyo y me enteré de su vida y milagros. Abogado, Doctor en Derecho, Comisario del Cuerpo Superior de Policía, y sobre todo poeta.

En aquel recital, ni yo tenía edad para apreciarlo, ni puedo decir qué poemas leyera. Me llevaron. Mi padre lo presentó. Se dijeron que estaban hermanados por el paisanaje, por la fe y la poesía. Salieron a relucir las raíces germánicas de los Haupold, su hombría de bien, de como le fluían los versos como de un manantial inacabable... Pero ni siquiera crucé palabra con él ni yo tenía edad, ni fundamento para poder entablar conversación con un poeta.

Al menos ya sabía algo de la biografía de aquel hombre que todos los años aparecía por la playa. Sin embargo, yo no tenía ni idea de qué era un poeta. Acaso yo había oído, canciones, ensalmos, conjuros, romances en boca de mis tatas, sin saber que eso era poesía. Pero todo va calando y rumiándose, acaba por tener uno, al cabo, un horizonte estético creado, que luego le hará comprender muchas más cosas. Ni siquiera hoy podría decir con propiedad qué es un poeta, ni definir con tino la poesía. Pero es que ni lo voy a intentar.

Augusto Haupold y su primo, Manuel Gay.

LOS LIBROS DE AUGUSTO.
A mi padre le llegaban, de sus amigos poetas, libros y libros escritos, editados que leía con atención. En su biblioteca, vi sin atreverme a cogerlos, libros como "Camarada" o "La Virgen María"... Lo recuerdo, pero nunca los leí. Y no por nada, sino porque no me creí que pudiera comprender lo que decían. Había palabras que eran raras para mí, incapaz de coger un diccionario, o acaso tampoco supiera que existían los diccionarios. Lo mejor era dejarlo.

LAS MIL MEJORES POESÍAS…
Yo no sé cómo terminé por acercarme a la poesía. Pero ya tenía conciencia de que muchos amigos de mi padre eran poetas: José Luis Tejada, Juanín Varela, Augusto Haupold, Manolo Barbadillo... Y yo sin saber qué era ser poeta. En tercero de bachillerato, cuando cayó en mis manos aquella conocidísima antología de "Las mil mejores poesías castellanas", volví a encontrar el nombre de aquel hombre de blanco que conocí en la playa. En esa antología figuraba un impecable soneto de Augusto Haupold Gay, para mayor gloria de las letras portuenses.

Y no sé si por los pacientes y reiterados oficios de mi padre al darnos a mis amigos y a mí clases, los fines de semana, de preceptiva literaria, y de métrica y los siguientes años de comentarios de texto, el caso es que mis amigos y yo comenzamos a tener conciencia de lo que era la poesía y, tímidamente, comenzamos a leer, incluso nos atrevimos a escribir un romance, cuya composición duró todo un verano, y entre tres presuntos alevines de poeta, que publicamos en la revista Cruzados.

CURIOSIDAD E INTERÉS.
Pero fue en "Cruzados", donde pude ver otra vez en letras de molde, a Augusto Haupold. En el anual homenaje poético a la Virgen de los Milagros, la Patrona y Titular de esta Ciudad. Y mientras ello sucedía, Augusto, no era ya para mí un enigmático sujeto que aparecía y desaparecía cada verano, sino que se me iba afirmando como una persona que despertaba en mí muchos más intereses que la mera curiosidad. Mientras tanto, Augusto iba publicando sus libros de poemas y le llegaban a mi padre con puntualidad asombrosa, dedicados; llegaban noticias de sus Premios literarios, de la Flores naturales, de sus éxitos poéticos.

PATRONES DE LA POESÍA.
Augusto, de pronto, promovió una idea en Madrid y su noticia llegó aquí. Y la idea prendió y se hizo realidad. Augusto había propuesto, como Santos Patronos Protectores de los Poetas a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, las dos figuras más señeras de nuestra poesía mística. Porque Augusto, que fue poeta de innumerables registros, navegaba por las aguas de la poesía mística y de la poesía religiosa como un pez, con la misma naturalidad con que atravesaba el peligroso canal del Guadalete.

DE LA POESÍA AL DRAMA.
Augusto, desciende a lo mínimo cotidiano, a los "Seres ínfimos", un poemario sobre, las mariposas, las hormigas, los ratones, las cucarachas, los canarios, los grillos, los murciélagos... Y se sube a lo más alto en su "Virgen María" o en "La vida y pasión de Jesús". Vive la nostalgia de EL Puerto en sus muchos poemas que reunió en un libro con el nombre de El Puerto de Santa María. Estrena dramas como su "Dos noches", con gran éxito. Es puntual, oferente y votivo en las fiestas patronales de El Puerto, honrando con un poema anual a la Virgen de los Milagros. /Libro de poesías dedicadas a El Puerto de Santa María.

Nunca negó la limosna de un recital, ni aquí, ni en Madrid, ni donde fuera requerido para ello. Aquel hombre, impecablemente vestido de blanco, me llegó a llamar compañero, por lo de Abogado, me honró con su amistad y sus confidencias, me regaló el poderlo oír muchas veces recitar sus versos, a solas, en su casa, me dedicó todos los libros suyos... Cautivador de la belleza, del ritmo, de la luz, de la eternidad... Espejo de cristal de su corazón es su poesía, limpia, llana, ajustada, transparente.

En la imagen de la izquierda, original de 'Y nació la mujer', propiedad de JMM.

Y una constante: El Puerto. Tanto que se valió de sus versos para quien estaba a su vera a la hora de la muerte, su mujer, María, cayera en la cuenta de aquel poema suyo que comienza:

Si hay alguien que a mí me quiera
me lleve a enterrar al Puerto
el día que yo me muera...

Y hubo esa persona que, piadosamente, lo trajo para que su cuerpo se confundiera con su tierra, hasta parecérsele tanto que fuera la misma tierra. (Texto: Luis Suárez Ávila). (Las fotografías han sido facilitadas por Juan Rodríguez, Juan de Winthuyssen).

Más información de Augusto Haupold en la nótula 1.079 en GdP.

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El 12 de septiembre de 2009 Antonio Arjona Sacaluga, ex propietario de la Finca ‘La Angelita’, publicaba en Diario de Cádiz su versión de los hechos de aquel derribo, uno más, contra el Patrimonio Histórico y Etnográfico --de la memoria visual-- de El Puerto.

«Según consta en los archivos históricos de nuestra Ciudad el “caserío de la Angelita” data de mediados del siglo XVII y desde hace más de 120 años perteneció a la familia Sacaluga. Tanto la familia Sacaluga como el propio caserío, han sido siempre un referente de la ciudad, de ahí que en el argot popular se decía: junto a, o después de, o frente a la Angelita o casa colorá de la Angelita.

En 'La Angelita' entre terneros, de izquierda a derecha, niño desconocido, Carmen Cantera Mesa con el niño Antonio Ojeda Cantera en brazos, dos hijas de los colonos de La Angelita, Mariano y Matilde Cantera Mesa y delante, el niño José Luis Cantera Mesa, que vivían allí en esa época. Año 1933.

El mismo sitio de la foto anterior, en el año 2002, 69 años entre ambas instantáneas.

El caserío de la Angelita era la única edificación prototipo de casa rural que quedaba en El Puerto, cuando en nuestro municipio se vivía de la agricultura. Actualmente el caserío estaba integrado en el núcleo urbano, fue siempre una casa familiar, acogedora, muy alegre, con muchos amigos y conocida por todos los portuenses, que desgraciadamente hoy lamentan su pérdida. Desde la finca de la Angelita, se llevaba con borricos el albero a la plaza de toros y a los diferentes paseos de nuestra ciudad.

Si grande es el dolor que siento por las medidas coactivas utilizadas por el Ayuntamiento contra nuestra familia durante el desalojo, mayor aún es el que percibo por su pérdida y por el daño irreparable que le han hecho a nuestro patrimonio histórico y cultural, porque nuestros ediles deben de saber, que la cultura además de los monumentos, la conforman los modos de vida, las costumbres y el conocimiento que estamos obligados a transmitir a las generaciones que nos preceden.

La Angelita, desde la calle Ganado. Años sesenta del siglo pasado.

El mismo sitio de la instantánea anterior, en el año 2002, avanzando el objetivo sobre la imagen.

El día más triste de mi vida fue el 24 de agosto, cuando el Policía Local número 23, un técnico municipal y dos acompañantes me amenazaron a my y a mi familia en un tono altisonante diciéndonos de manera reiterada que éramos unos ocupa, que nos teníamos que marchar de inmediato y que el recurso interpuesto no valía para nada, que no pensaban contestarnos, que mandarían dos días después al Juez a echarnos a la calle y que ya nos enteraríamos de los millones que tendríamos que pagar por los daños que les estábamos causando. En definitiva amenazas, abuso de autoridad, pero por escrito nada de nada.

El característico color almagra de la casa de 'La Angelita'.

El daño ocasionado ya es desgraciadamente irrecuperable, pero desde esta humilde tribuna sólo le pido a los ediles de nuestro municipio, que estas situaciones de abuso de autoridad y humillación, no se vuelvan a dar con ningún otro ciudadano más y menos aún con gentes de bien. Déjense de mentiras de que la edificación estaba en ruina, déjense de mentiras de que el caserío era incompatible con el planteamiento y digan la verdad. ¿Dónde está el 33, 33% de las viviendas de protección oficial que el Plan General tenía prevista en el PPNO-3 de la Angelita o acaso eso no les preocupa? ¿Por qué han tirado la edificación con tanta prisa y con nocturnidad? ¿Por qué han utilizado la coacción con nuestra familia? ¿Acaso se puede llamar ocupas a una familia que lleva viviendo en el caserío más de setenta años?...

Vista aérea de la zona, a la izquierda, marcada con una cruz, la desaparecida cortijada.

Por favor, tengan un poco más de respeto por sus ciudadanos porque no es grato pasar a la historia por acontecimientos de esta índole, ya que el pueblo siempre les recordará como “aquellos que durante días nos tuvieron incomunicados telefónicamente, no permitiendo el libre acceso al caserío a pesar de ser conocedor de que en su interior estaba mi esposo gravemente enfermo con problemas respiratorios y fundamentalmente por haber atentado contra el caserío de la Angelita y borrar de la historia del Puerto el único caserío emblemático que quedaba integrado en nuestra ciudad”».

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El Vapor se hundió, pero no hace unos días como aparece en los periódicos no, el Vapor se hundió hace años en el olvido de muchas personas y sobre todo se hundió con muchas promesas de las diferentes administraciones, ya saben “políticos” (no me refiero a ninguno en concreto). Antonio Somorrostro (Administrador único de la empresa) y Andrés (Naviero Gestor de la misma) pueden contar muchísimas de las promesas incumplidas a lo largo de los años y desde luego que si no fuera por el cariño de este último, el Vaporcito ya hace años estaría surcando las rías de Galicia, pues ofertas no le faltaron.

No es que sea algo tan importante como para parar el mundo, pero sí para pararnos a pensar que sucede con nuestra Ciudad. Dejamos caer en el olvido las cosas y luego queremos recuperarlas cuando están en el fondo del mar. Una pena que ahora, como dice mi amiga del Facebook Victoria Vega (por la cual vale la pena estar en FB, por desgracia algunos lo utilizan como si fuera el Hola o Diez Minutos) que en nuestra Ciudad se pierdan las Fundaciones Rafael Alberti, Pedro Muñoz Seca, palmeras y un sin fin de emblemas de la misma que se van perdiendo o se van cayendo poco a poco y no pasa nada. Por ejemplo ¿recuerdan aquel movimiento efímero y de medallitas electorales que se inició en FB para restaurar la Iglesia Mayor Prioral? Ahí esta, cada día que pasa más ruinosa y sin nadie que mueva un dedo. Así podríamos contar cada uno de nosotr@s otras muchas cosas ¿y el Museo Taurino de nuestra Ciudad? Prometido y utilizado políticamente a más no poder y que nunca hemos visto. Joder que el monumento más visitado de la ciudad durante años ha sido la Plaza Real y no tenemos ni un triste museo en la misma.

Queremos hacer mas y mas, nuevas construcciones, y nos olvidamos del pasado, de las raíces de nuestra Ciudad que están medio podridas por la dejadez. Queremos vivir del turismo y no tenemos para darle al turista ni un caramelo. La Concejalía de Turismo durante años ha sido como un regalito para fulanito y aquí debería ser nuestro Ministerio de Industria. A El Puerto no van a venir industrias a implantarse, por muchas razones, además de que las que tenemos las hundimos como se ha demostrado en repetidas ocasiones, eso sí, tenemos a los mejores profesionales cualificados repartidos fuera de nuestras fronteras y eso es para hacérselo mirar.

Realmente creo que si el Vapor hubiera estado en algún que otro lugar, sería poco más que el Queen Mary II. Vas a visitar cualquier pueblo perdido y te venden una calle y media iglesia como si fuera el Vaticano, y aquí que tenemos unos mimbres inmejorables no sabemos ni hacer una cesta medio en condiciones. Para eso, está claro que la base fundamental es querer lo nuestro --algo imposible en El Puerto de Santa Apatía-- y cuidar nuestras cosas, ya sea el Racing, los toros, el rugby, la Semana Santa, el carnaval, nuestro vino, cualquier rincón de la ciudad, nuestra cultura, nuestro patrimonio, tan sencillo como vivir lo nuestro y no hundirlo a pedradas con el clásico "eso esta muerto o no vale pa'na". Ya está bien de derrotistas, no necesitamos eso, necesitamos personas que amen nuestra ciudad y lo idóneo seria que cada uno de nosotr@s empezara poniendo su granito de arena.

Por cierto, es alucinante que cuando se hunde el barco aparezca una técnica de la delegación de Cultura de la Junta para decir hay que tener en cuenta que el Vaporcito de El Puerto es un Bien de Interés Cultural (BIC) y que no puede ser desguazado o que una política pida en su muro hoy que se calmen los movimientos en FB sobre el vaporcito. Pues joder como sigamos así recogeremos los escombros de la Iglesia Mayor y diremos, traquiilooos calmaaaa que piedra a piedra esto se vuelve a levantar… Y claro, así nos va.

Durante muchos años en nuestra imprenta se han impreso los tickets del Vapor, era un clásico ver por aquí a Andrés en los albores del año ilusionado con el arranque de la temporada con cara de felicidad y de pesadumbre a la vez, porque cada año se hacían menos. Lo mejor era escucharlo hablar de las mil y una anécdotas que tenía heredadas y vividas, sinceramente lo siento mucho por él pero en realidad quedamos todos huérfanos también. /Nota expuesta en el muelle de acceso al Vapor.

Hoy a las 15:30 no sonará el característico bocinazo avisando que zarpa para Cai, y entonces algunos recordaran que el Vapor se ha hundido y con él miles de recuerdos. Hasta Alberti. (Texto: Juan Manuel Bollullo Díaz).

Las imágenes que ilustran esa nótula pertenecen al Adriano II.

Óleo propiedad de Ramón López Ramos.

Manuel Martínez Alfonso (nótula núm. 1.051 en GdP), profesor, escritor, periodista y alcalde de El Puerto que fue, escribió, como muestra de su amor por todas las cosas de El Puerto y sus devociones, la Salve a la Virgen de los Milagros, un texto muy apreciado por su también desaparecida esposa, Mary. Es una composición poética para creyentes y no creyentes, rezuma portuensismo de alguien que no nació en esta esquina de la península ibérica pero que supo sentirla como pocos.

DIOS TE SALVE, REINA Y MADRE DE LOS MILAGROS.
Reina del Puerto de tu nombre;
Madre de todos los portuenses.

VIDA, DULZURA, ESPERANZA NUESTRA:
Vida, porque, por Madre, nos la das.
Dulzura, porque suavizas nuestra vida con tu amor.
Dulzura. Pero también salinidad: porque en tu belleza morena guardas la gracia salerosa de esta tierra andaluza.
Y esperanza. Esperanza en la gloria de tu reino; en la paz de tu casa celestial.
Pero esperanza también en un mundo terrenal mejor; en un Puerto de armonía y hermandad. En un entendimiento fraternal entre todos los hijos tuyos que habitamos estas azules orillas de la Bahía.

Rostro y rostrillo de la imagen de la Virgen de los Milagros. /Foto Jorge Roa.

DIOS TE SALVE, MARÍA DE LOS MILAGROS.

A TI LLAMAMOS LOS HIJOS DESTERRADOS DE ADÁN Y EVA.
A ti llamamos, Señora de las Moreneces y de la Sal. A ti, vendimiadora de nuestras viñas, marinera de nuestros desamparados barcos pesqueros, rayo de sol de nuestras playas.

A TI LLAMAMOS, GIMIENDO Y LLORANDO EN ESTE VALLE DE LÁGRIMAS;
Porque la vida nos agobia.
Porque la paz está en peligro.
Porque nos atemoriza el odio de los demás.
Porque nos asusta nuestro propio egoísmo.

Por eso lloramos ante tu altar.
Por eso acudimos a la penumbra consoladora de tu Camarín:
Refugio en la tempestad,
Oasis en el desierto,
Fuente de agua fresca en el ardiente verano.

Escudo del salón de sesiones del Ayuntamiento.

SEÑORA Y ABOGADA NUESTRA: VUELVE A NOSOTROS TUS MISERICORDIOSOS OJOS.
Esos ojos que miran con amor y con perdón.
Con sabiduría y comprensión.
Esos ojos, mares azules y tranquilos en que quisiéramos anegarnos.
Bahías de nuestro sueño,
cielos de nuestra esperanza,
viento fresco de la mar.

Cuadro en el Coro de la Iglesia Mayor.

Y DESPUÉS DE ESTE DESTIERRO, MUÉSTRANOS A TU HIJO
Después, cuando terminemos. Como premio inmerecido de nuestro escaso esfuerzo. Pero como regalo infalible de tu bondad.
Después; cuando el perdón de la muerte haya cerrado el tiempo de exilio de nuestra vida.

Pero antes, también. Antes, porque nuestra Fe flaquea, y en medio de las angustias del destierro, corremos el riesgo de seguir tras los falsos dioses del egoísmo, de la insolidaridad, del mal placer.
Faro de los marineros perdidos, alumbra con tu chorro de luz la costa segura: el Camino, la Verdad y la Vida de la palabra de tu Hijo.
Danos la fe, pura y sencilla, del carbonero.
Cámbianos en niños, para que nuestros ojos vuelvan a tener la capacidad del asombro.

Dibujo de Juan Ávila Gutiérrez.

Tócanos con tu gracia, para que de nuevo conozcamos la esencia de lo sobrenatural. El valor del misterio. La autenticidad del Milagro.
Porque solo si aceptamos la verdad de lo prodigioso, solamente si creemos en la posibilidad del milagro, creeremos de verdad en ti, Virgen del Prodigio y del Misterio, Virgen del Milagro.

Grabado del siglo XIX

MUÉSTRANOS A JESÚS, TU HIJO JESÚS, FRUTO BENDITO DE TU VIENTRE.
Sí. Que en medio de las tinieblas, en la soledad de este valle de lágrimas, seguimos defendiendo tu maternidad divina.
Y tu virginidad. Y tu Inmaculada Concepción. Y tu medianería universal. Y tu gloriosa asunción a los cielos en carne mortal.
Quijotes de la Fe. Rebeldes con noble causa.
Amigos de todos, sí. Dispuestos a tender los brazos a todos los hermanos, más o menos separados. Pero firmes en nuestras convicciones. En nuestra devoción a ti. En la afirmación rotunda de nuestro marianismo.
Venderemos, si es necesario, nuestra primogenitura por un plato de lentejas. Pero nunca renunciaremos a aclamarte como Madre de Dios y Madre nuestra.

Azulejo vivienda de trabajadores de Terry en calle Larga.

OH, CLEMENTÍSIMA, OH, PIADOSA, OH DULCE MARÍA, VIRGEN DE LOS MILAGROS: RUEGA POR NOSOTROS,
tus hijos del Puerto; ruega por todos nuestros hermanos de una y otra ribera de la Fe.
Por los que te aman. Por los que te olvidan. Por los que te desconocen. Por los que te disimulan.
Ruega a tu Hijo por nosotros, pecadores, que sufrimos el pecado, que gozamos el pecado, que luchamos contra el pecado, que inventamos el pecado.
Ruega por el intelectual y el albañil, por el gobernante y el pescador, por el arrumbador y el maestro.
Por el que sufre la angustia del desempleo.
Por el que tiene hambre.
Por el enfermo y el subnormal.
Por las madres. Por los hijos.
Por los sacerdotes y los seglares.
Por los perseguidos y los encarcelados.
Por los guardias y los jueces.
Por los inocentes.
Por las víctimas del terrorismo.
Por los terroristas...
Por todos, Señora, Madre, Virgen del Milagro.
Porque todos te necesitamos.
Porque aunque te silenciemos,
aunque te olvidemos,
aunque te odiemos...
No podemos vivir sin ti. No podemos morir sin ti.

Detalle del cuadro de Ramón López Ramos.

RUEGA POR NOSOTROS, OH, MADRE SANTA DE DIOS. PARA QUE SEAMOS DIGNOS
de la mar de tu Bahía;
del aroma de tus pinares;
del encaje de tus olas;
del polvo de oro de tus playas.
Para que seamos dignos, nosotros, portuenses, de esta tierra privilegiada que es la tuya, Tierra de María Santísima, Puerto de la Madre de Dios.
Para que todos -los de una y otra ribera de la Fe- seamos dignos


DE ALCANZAR ALGÚN DÍA LA PROMESA DE GLORIA DE TU HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. AMÉN.

Manuel Martínez Alfonso.

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Si será Dios grande en el Sinaí y si lo será Hércules en el escudo de la Cuna de la Libertad, que a Cádiz se le ha hundido el segundo puente antes de que lo inauguren. ¿Qué Obras Públicas ni qué Ministerio de Fomento ni Ministerio de Fomento? El segundo puente sobre la bahía más hermosa del mundo no era el que andan construyendo de cara al 12, que anda que no le están echando cara al 12 ni ná... / “Muelle del Vapor”. Acuarela de Vicente Vega

El verdadero segundo puente era el Vaporcito del Puerto, sin tantas inversiones ni demoras, que te ponía en un suspiro en Canalejas desde el embarcadero portuense con el nombre más lindo del mundo: Muelle de las Galeras Reales. El Vaporcito era más que un barco. Era un puente viviente y vivo, con Pepe el del Vapor de símbolo de la marinería. Un puente de coplas. Sí, «Puente de Coplas», como se titulaba el espectáculo con el que se retiró Doña Concha Piquer en Isla Cristina, cuando se le quebró la voz y en el espejo del camerino de un teatro de pueblo cuenta la leyenda que puso con el rojo carmín de una barra de labios: «La Piquer ya no canta más».

“El Vapor”. Óleo sobre lienzo de Zampalo. Medias aproximadas 50×40. Bar Santamaría. /Foto: Blog Academia de Bellas Artes.

En gaditano clásico, el gaditano en el que Avieno publicó la «Ora Marítima», Columela sus tratados de Agricultura y Agustín el Chimenea sus descubrimientos sobre el pelachícharos, el partebabetas y el ablandacoles, se escribía «Adriano III», pero se pronunciaba «El Vaporcito». Cuando yo vi en las librerías una obra titulada «Memorias de Adriano», creí que se trataba de una novela coral y caletera que acababa de publicar Fernando Quiñones con las mil y una historias más falsas que verdaderas, como las noches de Pericón, del Vaporcito. Pero no: era una cosa de Margarita Yourcenar, que ni se había montado en el Vaporcito, ni se sabía el pasodoble de Paco Alba en «Los Hombres del Mar» ni nada de nada.

“El Vapor”. Fresco. Obra de Jesús D. Gallego. Bar de Tapas ‘Nuevo Echate Payá’.

Porque el Vaporcito era lo más literario que se despachaba en la Bahía y pieras adyacentes. Yo creo que gracias al Vaporcito, viéndolo zarpar del Puerto, se hizo Alberti marinero en tierra. Cuando Alberti se quería poner farrucamente marinero para trincar la tela de la Diputación, se disfrazaba de Pepe el del Vapor, de patrón del «Adriano III», para lo cual le pedía a Chatín, o al Moreno, o a Monzón la ropa de «Los Hombres del Mar» de Paco Alba: la gorrilla caletera de visera, el jersey a rayas azules y blancas y el pantalón mahón.

“El Vapor” Óleo de Ángel Pantoja.

Se ha hundido el Vaporcito, pero no hay cantiles en el muelle de Cádiz que puedan abrir una letal vía de agua en su casco de coplas. El Vaporcito, aunque se haya hundido, lo saquen a flote o no lo saquen, seguirá por siempre navegando en las coplas, dejando a estribor la Punta de San Felipe y la bocana del muelle. Navegando en su pasodoble, el que en 1965 le escribió Paco (no hay que decir Alba), para los mentados Hombres del Mar, que eran en realidad los hombres de la mar pequeña y familiar del Vapor: «Ay, Vaporcito del Puerto, cuando en ti me embarco, cuando en ti navego...»

“Vapor de El Puerto” Juan Carrero (Costus). Acrílico. Museo Municipal.

Viene a esta tierra un barquito que es, además, el himno oficial de los tajarinas de Cádiz. Dónde va a parar que un tío con el morazo dé el coñazo con el «Asturias, patria querida» a que haga poesía pura cantando el Vaporcito. Vaporcito, que, lo que son las cosas, nunca conoció el vapor, siempre fue a gasoil. Ay, marinero, que se va el vapor a los fondones de la memoria, tanta poesía ahora entre las lisas mojoneras... Pemán dijo que cuando España perdió Cuba era como si a Cádiz se le hubiera muerto alguien de la familia. El pasado martes, con el Vaporcito, ¡otra desgracia familiar gaditana! Al cambio, muchísimo peor que el hundimiento del Titanic, dónde va a parar. Las olas de la Caleta, que es plata quieta, y la marea llena del rediente de la muralla de San Carlos llevaban ayer luto por el Vaporcito. (Texto: Antonio Burgos).

8

Pepe Ordóñez García nace el 7 de junio de 1957 en la calle Larga, 8 --en los pisos de Terry--, hijo de Pepe y Teresa, siendo el mayor de cinco hermanos. El mismo día de 114 años antes, en 1843, moría el poeta del romanticismo alemán Friedrich Hölderlin. Casado reincidente, tiene dos hijos de su primera pareja: María, de 23 años --que ya es geógrafa--, y Andrés, de 16, y una de su segunda pareja: Lucia Silvia, que está a punto de cumplir 2 años. Se declara narcisista sin arrogancia.

1957.
El año de su nacimiento se estrenaba en Madrid la versión de Gustavo Pérez Puig de ‘La Venganza de Don Mendo’, con los hermanos Ozores. Nacían, también el pintor Angel Lara Barea;  el escultor Pablo Tejada; el pintor italiano afincado en El Puerto, Franco Policastro; Manolo Morillo, actor. Juan Franco del Valle, maestro coctelero. Fallecían Luisa Butrón, ‘Luisa la del Puerto’ y Norberto Sordo de la Borbolla, uno de los propietarios de la taberna ‘La Burra’, por otro nombre ‘La Andaluza’. Ese año ya existían 16 toros de Osborne en las carreteras españolas.

Francisco García Junquera 'Kiko', Pepe Ordóñez, Díaz y José María Morillo, en una obra de teatro en el colegio La Salle, en el fin de curso de mediados de los sesenta del siglo pasado. /Foto: Rafa. Colección JMM.

Primera Comunión. Fila superior de izquierda a derecha, desconocido, Gatica, Barcala, Juan Luis Pérez Sánchez, Juan Carlos Neva, Manolo Benítez, Rafael García Zarazaga, Cañadilla y Pepe Blanca. Fila central, de izquierda a derecha, Enrique Lechuga, Jarque, Caamaño,  Camacho Barba, Ramón Leal Camacho, Ramos y desconocido. Sentados, Pepe Ordóñez,  los gemelos Luis y Carlos Sánchez, Antonio Galvez Quirós, desconocido, Fernando y tres desconocidos. Sentados en el suelo, Falfosno Sevilla y Couso. 7 de mayo de 1964. /Foto: Rafa: Colección JMM.

DESDE LA AMIGA  A LA UNIVERSIDAD.
Pepe estudió en una ‘amiga’ en la calle Chanca, en el colegio conocido como Asilo de Huérfanas o de San José, en la calle Cielos que, precisamente el año de su nacimiento creaba un internado y medio pensionado bajo los auspicios de la Junta de Protección de Menores. Luego vendría el Colegio La Salle ‘Santa Natalia’ y el Instituto ‘Pedro Muñoz Seca’. “--En todos me calentaron”, recuerda. Luego vendrían las universidades de Sevilla y Granada, en la primera se licenciaría en Filosofía y Ciencias de la Educación, sección Filosofía y en la segunda obtendría el Doctorado en Filosofía. /En la imagen de la izquierda, Pepe en la casa natal de Hegel, durante una estancia en Stuttgart (Alemania)

LA AVENTURA DE LA VIDA.
Se siente suficientemente satisfecho con la vida. Cree que no hay que ponerle exigencias… sólo a los tarugos que habitan entre la clase política. Entre sus inquietudes culturales afirma disfrutar de las normales: “--Ver, gustar, oler, tocar y, sobre todo, escuchar... y que el Cádiz y el Betis se unan y creen el Cabe C.F.”

Ha trabajado para los ayuntamientos de El Puerto y de Tomares (Sevilla); para la editorial sevillana Qüasyeditorial como diseñador gráfico y, por ahora, como profesor en la Universidad de Sevilla. Además, tiene una consulta en la que ejerce como orientador filosófico y como psicoanalistam ya que es socio de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.

LA FILOSOFÍA: SU FORMA DE ENTENDER LA VIDA.
La Filosofía no sólo es su vocación, es sobre todo su forma de vida: lograr vivir como uno piensa. Admira, entre otros, a Schopenhauer, “ese gran maestro, quien nos dejó muy claro que el mundo no está al margen de nosotros ni más allá de nosotros, sino que es lo que nosotros queremos que sea. Sócrates era un pijo de El Buzo”, comenta Pepe Ordóñez.

PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA.

Es profesor del Departamento de Estética e Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla, e imparte clases en la Facultad de Filosofía, en la Facultad de Geografía e Historia y en el Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla.

Es docente en el Master Universitario en Sexología y en el Master Universitario en Profesorado de ESO. También ha impartido clases y conferencias en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (La Paz. México), y ha sido investigador y conferenciante invitado en el Institut für Geschichte der Medizin der Robert Bosch Stiftung (Stuttgart. Alemania) y en el Institut für Philosophie (Fakultät für Philosophie und Bildungswissenschaft) de la Universidad de Viena (Austria).

PROYECTOS Y PROGRAMAS.
Es responsable del grupo de investigación "Filosofía Aplicada: sujeto, sufrimiento, sociedad", perteneciente al Plan Andaluz de Investigación, de carácter interdisciplinar; participan médicos, sociólogos, psicoanalistas y por supuesto filósofos. Se creó hace 4 años y su objetivo es abordar el malestar en la sociedad contemporánea desde tres áreas de discusión: medicina y filosofía, psicoanálisis y filosofía y orientación filosófica. También es miembro del Grupo ETOR (Educación, Tratamiento y Orientación Racional), un proyecto del que han surgido un master en filosofía aplicada y la próxima creación de una Universidad Popular cuyo objetivo es llevar la filosofía a la gente de la calle y a su vida cotidiana bajo el lema: "Saber pensar para saber vivir".

Entre sus obras y colaboraciones, destacan, ‘Luis Goytisolo: El espacio de la creación’ (Barcelona, 1995). ‘Destino y Poesía: la encrucijada del hombre moderno’ (Sevilla1996). ‘La voluntad de conservación: Notas sobre Estética contemporánea’ (Sevilla,1996). ‘La memoria romántica’ (Sevilla, 1997). ‘Variaciones sobre el cuerpo’ (Sevilla, 1998). ‘La filosofía a las puertas del tercer milenio’ (Sevilla, 2005). ‘Heidegger y la crisis del nihilismo contemporáneo’ (Sevilla, 2005). Pulsando sobre este enlace, podemos ver su ficha personal en el Vicerectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Sevilla, otros proyectos y publicaciones.

SU MARCHA DE EL PUERTO.
Se fue de El Puerto mucho antes de irse a Sevilla. Empezó a dejarlo por asfixia ya siendo bastante joven.

Con el equipo del CRAP, arriba de izquierda a derecha: Antonio, Juan Borras, Juan Calatayud, Juan Padilla (+), Javier Buhígas, Paco Venegas, Epi, Quino, Antonio Márquez, Antonio Ruiz-Herrera, Mazito y Antonio Ortiz. Agachados: Pepe Sánchez, Rafael Pecci, Pepe Ordóñez, Juan Venegas, Santiago Neva, Juan José Padilla, Manuel Lojo, José Manuel Fernández, Javier Neva, Pepe González y Antonio González.

Afirma que “Hay un rincón de El Puerto que nunca he visto, pero que, sin embargo, sé que existe; lo busqué durante mucho tiempo, incluso en sueños, me obsesioné tanto que llegué a creer que realmente existía. Es un rincón que solía ver de madrugada, una calle que sólo veía cuando la vista me fallaba. Lo busqué durante mucho tiempo, imaginaba que lo veía (o lo bebía)... pero cuanto más cerca parecía estar de él se esfumaba. Sevilla fue ese rincón, y ahora busco también aquí otro rincón extraño, otra calle desconocida. El Puerto y Sevilla; no sé cuándo me vine ni sé de dónde, porque yo soy El Puerto y también soy Sevilla”. --Como ve El Puerto en la distancia? “--Turbio, lo veo turbio”,  nos dice. --Como lo ve cuando vuelve? “--Lejos, lo veo muy lejos”, vuelve a contestarnos.

La fachada de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en  la calle Pagador.

LOS MARTES DE LA ACADEMIA.
El pasado año Pepe Ordóñez ofreció una charla dentro del ciclo ‘Los Martes de la Academia’ de Bellas Artes. Así nos lo resume él mismo: “--Fue un verdadero tostón, menos mal que luego hubo copa y tapa. Hablé de las cosas que me interesan: de cómo la técnica no termina de salvarnos de nuestro carácter. Hablé de nuestra arrogancia y nuestra torpeza para vivir mejor y, sobre todo, de no querer saber de nosotros mismos. Creo que me llamaron porque les falló el invitado de turno y no encontraban a nadie de confianza que se prestara a distraer a los jubilados”.

ORDOÑEZ POR EL MUNDO.

Le gusta pasear y cocinar y, sobre todo, el buen vino: “--Tal vez demasiado”, nos dice. Le encanta ir a Portugal a comer pescado con verduras “en esas playas inmensas y sin guiris”. Y nos sorprende con esta otra afición: “También me gusta mucho ver un partido de rugby con mi hijo Andrés, aunque ahora sea sólo por televisión, y explicarle lo hermoso de ese increíble deporte de la vida”. Pepe Ordóñez no es un gran músico, pero nos confiesa que le encanta tocar su guitarra eléctrica a lo bestia o la flamenca para cantar canciones de Hilario Camacho… y viajar, nos dice: “--Ese placer de alejarse, que decía Antonio Machado. Es lo más hermoso, viajar; descubrirse las facultades nunca conocidas: ver, eso es viajar, ver, mirar y asombrarse”.  /En la imagen de la izquierda, junto a la torre en la que vivió el poeta F. Hölderlin, en Tubinga, durante una estancia en Stuttgar (Alemania).

Pepe Ordóñez con su guitarra.

Ha estado en Florencia, Venecia, Siena, Pisa, Roma, Freiburg, Stuttgart, Tübingen, Estambul, La Paz, París, Lisboa y algunas zonas de España… “--Pero no en Marruecos”, comenta, “ése es uno de mis viajes pendientes. Hay que viajar, y mucho. Nos hace respetuosos, abiertos, positivos… y mejores”. Pepe Ordóñez se para, piensa un poco y nos habla: “--Eso sí, sólo se puede viajar en el espacio y gracias a él --y eso si le hacemos caso a Kant y en parte a Einstein-- pero viajar en el tiempo es una auténtica gilipollez. Quien quiera viajar en el tiempo le sugiero que venga a mi consulta, que por un módico precio le vendo un billete”.

Con amigos de la JUFRA (Juventudes Franciscanas), de izquierda a derecha: Pepe Ordóñez, Juan Calatayud, Manolo Polanco, Emilio Aldana y Fini Bejarano, en la Plaza de Isaac Peral delante del monumento a Muñoz Seca.

LA AMISTAD.
Firme defensor de la amistad considera que “--Es una de las cosas más hermosas que uno puede experimentar. Es la relación más libre y más gratificante que puedo vivir. La familia es un imperativo, pero la amistad es un liberativo. Tengo los mejores amigos que pudiera tener, nunca me han fallado, y como dice Alberto, uno de ellos: los amigos son como la Guardia Civil de Tráfico, nunca se les ve, pero siempre están ahí”.

CURIOSO FINAL.
--Profesor Doctor, ¿que es la mayéutica? “--La tradición nos dice, según Platón, que es el arte practicado por Sócrates consistente en ayudar a los otros a sacar a la luz el saber que poseen y que, sin embargo, ignoran. Así es como vulgarmente se entiende el trabajo de la partera.”

--Algo que quiera destacar. “--De pequeño creía que el Papa, los reyes y los curas no cagaban. ¡Ah! Y también que las almejas tenían concha”.

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