Saltar al contenido

2

Los dos son caras conocidas de las calles de El Puerto. Ambos han tocado con los dedos el éxito y se han codeado con primeras figuras del arte. Los dos, para comer, han hecho de todo, pero en el fondo el artista que llevan dentro siempre sale a la luz. Saben mas que Briján (o Brian, el inglés), no les ha quedado otro remedio que saber. Y han sabido y saben desenvolverse, aún, en el filo de la jubilación que nunca llega. Uno es catedrático de la calle, el otro primer espada que se hizo el nombre a base de bollos y panecillos. Los dos, juntos, una explosión de conocimientos y retranca. Y un montón de risas con sus ocurrencias cuando hablan, ‘ex cátedra’ de las cosas de la vida. Son Gente del Puerto de largo recorrido. (Texto: José María Morillo).

Para saber más:
Francisco Pérez Bernal, ‘el Kako’, nótula núm. 004 en GdP.
Diego Simón Montes, ‘el Bimbo’, nótula núm. 358 en GdP.

25

Aclaro, que no son perritos calientes, por si alguien asocia el título, a la ingesta de salchichas por parte de un yanqui pobre. La  mañana de antesdeayer , trece y martes, por romper el maleficio, ni me casé ni me embarqué, simplemente hice algo inhabitual. A las 10, hora en la que se supone debería estar trabajando, como el resto de los ciudadanos que lo intentan, me senté en una de las mesas del mentidero de El Puerto, en El Cafetín de la Placilla (ver nótula núm. 003 en GdP); el solícito camarero, al segundo, estaba ante mí dispuesto a recoger la comanda. No había muchos veladores ocupados; de ahí la rapidez en servirme un café con leche y churros recién hechos.

Sonaban las 10 horas; puntual, según me informo, como todos los días, llega a su puesto de trabajo el indigente de los perritos. De la mano, una cuerda que al final se convierte en dos bridas a las que lleva sujetos sendos perritos, humildes, pobres como él, no pertenecen a ninguna raza conocida; tienen escaso tamaño; ojos de listos.

Los perritos obedecen a su amo simplemente observado sus gestos. De inmediato, los perritos, tratan de encontrar la mejor postura, a lo largo del escalón del escaparate de una tienda; mientras él, deja sobre el suelo, un mugriento zurrón, medio saquito de pienso y  una especie de plato, que ha confeccionado sobre la marcha con un trozo de papel de aluminio. Con rutinaria precisión, introduce su mano en el bolsillo, extrae dos o tres monedas y las sitúa en el interior del recipiente que ha fabricado. Mira a sus perritos y les ordena que les dejen espacio para él. Se resisten unos segundos, pues ya había logrado su mejor acomodo. Levanta un poco la voz, y logra que se separen dejando justo el espacio para que él se siente.

Poca gente circula a esa hora; raro, porque es la justa para ir al mercado; desconozco si es a causa de la crisis o del sueño, pues ahora las marías, a falta de otras distracciones, apuran las noches viendo el circo, en el que despellejan entre sí, los comentaristas - copresentadores - indagadores de vergüenzas ajenas y propias de la más… más… y más… y menos… menos… y menos… de las televisiones que padecemos.

El indigente, con su barba cuidadosamente descuidada de seis o siete días;  siempre se le ve igual, con una sonrisa franca, y un poder de comunicación con la que sabe captar la simpatía, y casi siempre, la conmiseración de las gentes; le hace una carantoña al niño que su mamá transporta en el cochecito, al tiempo que levanta la vista hacia la madre, y le dice: «--¡Vaya niño guapo, se parece a su madre!» Y ya tenemos la madre abriendo el bolso y dejándole una moneda. Los sábados por la mañana, no permanece sentado en el escalón, tiene mucho trabajo con el ir y venir de las mamás.

No es ambicioso; debe tener su tope de necesidad y no quiere más. Saca para su tabaco y probablemente para comer; dormir no sé donde lo hará, pero seguro que su simpatía le habrá logrado un refugio.

Esta mañana como digo, no había mucha gente; se quedó sentado en el escalón y mirándome, levantó el saquito de pienso añadiendo: «--¡Este es del caro! ¡No es del corriente!» Yo le respondo: «--¡!Que bien viven los perros!» «--¡No lo sabe Vd. bien, en la carnicería me dan los recortes de jamón y se lo mezclo con el pienso! ¡Viven como reyes!» Así están de dóciles sus perros, y de lustrosos, y de obedientes… ¿y él? Sin duda, es más feliz que el común de los vecinos que cruzamos la Placilla, ensimismados en cómo resolver los grandes problemas con los que nos levantamos a diario. Así tiene siempre esa sonrisa, y sus perros, que no sonríen, siempre están moviendo la cola de alegría. (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

Tweet

8

Pepe Ordóñez García nace el 7 de junio de 1957 en la calle Larga, 8 --en los pisos de Terry--, hijo de Pepe y Teresa, siendo el mayor de cinco hermanos. El mismo día de 114 años antes, en 1843, moría el poeta del romanticismo alemán Friedrich Hölderlin. Casado reincidente, tiene dos hijos de su primera pareja: María, de 23 años --que ya es geógrafa--, y Andrés, de 16, y una de su segunda pareja: Lucia Silvia, que está a punto de cumplir 2 años. Se declara narcisista sin arrogancia.

1957.
El año de su nacimiento se estrenaba en Madrid la versión de Gustavo Pérez Puig de ‘La Venganza de Don Mendo’, con los hermanos Ozores. Nacían, también el pintor Angel Lara Barea;  el escultor Pablo Tejada; el pintor italiano afincado en El Puerto, Franco Policastro; Manolo Morillo, actor. Juan Franco del Valle, maestro coctelero. Fallecían Luisa Butrón, ‘Luisa la del Puerto’ y Norberto Sordo de la Borbolla, uno de los propietarios de la taberna ‘La Burra’, por otro nombre ‘La Andaluza’. Ese año ya existían 16 toros de Osborne en las carreteras españolas.

Francisco García Junquera 'Kiko', Pepe Ordóñez, Díaz y José María Morillo, en una obra de teatro en el colegio La Salle, en el fin de curso de mediados de los sesenta del siglo pasado. /Foto: Rafa. Colección JMM.

Primera Comunión. Fila superior de izquierda a derecha, desconocido, Gatica, Barcala, Juan Luis Pérez Sánchez, Juan Carlos Neva, Manolo Benítez, Rafael García Zarazaga, Cañadilla y Pepe Blanca. Fila central, de izquierda a derecha, Enrique Lechuga, Jarque, Caamaño,  Camacho Barba, Ramón Leal Camacho, Ramos y desconocido. Sentados, Pepe Ordóñez,  los gemelos Luis y Carlos Sánchez, Antonio Galvez Quirós, desconocido, Fernando y tres desconocidos. Sentados en el suelo, Falfosno Sevilla y Couso. 7 de mayo de 1964. /Foto: Rafa: Colección JMM.

DESDE LA AMIGA  A LA UNIVERSIDAD.
Pepe estudió en una ‘amiga’ en la calle Chanca, en el colegio conocido como Asilo de Huérfanas o de San José, en la calle Cielos que, precisamente el año de su nacimiento creaba un internado y medio pensionado bajo los auspicios de la Junta de Protección de Menores. Luego vendría el Colegio La Salle ‘Santa Natalia’ y el Instituto ‘Pedro Muñoz Seca’. “--En todos me calentaron”, recuerda. Luego vendrían las universidades de Sevilla y Granada, en la primera se licenciaría en Filosofía y Ciencias de la Educación, sección Filosofía y en la segunda obtendría el Doctorado en Filosofía. /En la imagen de la izquierda, Pepe en la casa natal de Hegel, durante una estancia en Stuttgart (Alemania)

LA AVENTURA DE LA VIDA.
Se siente suficientemente satisfecho con la vida. Cree que no hay que ponerle exigencias… sólo a los tarugos que habitan entre la clase política. Entre sus inquietudes culturales afirma disfrutar de las normales: “--Ver, gustar, oler, tocar y, sobre todo, escuchar... y que el Cádiz y el Betis se unan y creen el Cabe C.F.”

Ha trabajado para los ayuntamientos de El Puerto y de Tomares (Sevilla); para la editorial sevillana Qüasyeditorial como diseñador gráfico y, por ahora, como profesor en la Universidad de Sevilla. Además, tiene una consulta en la que ejerce como orientador filosófico y como psicoanalistam ya que es socio de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.

LA FILOSOFÍA: SU FORMA DE ENTENDER LA VIDA.
La Filosofía no sólo es su vocación, es sobre todo su forma de vida: lograr vivir como uno piensa. Admira, entre otros, a Schopenhauer, “ese gran maestro, quien nos dejó muy claro que el mundo no está al margen de nosotros ni más allá de nosotros, sino que es lo que nosotros queremos que sea. Sócrates era un pijo de El Buzo”, comenta Pepe Ordóñez.

PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA.

Es profesor del Departamento de Estética e Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla, e imparte clases en la Facultad de Filosofía, en la Facultad de Geografía e Historia y en el Aula de la Experiencia de la Universidad de Sevilla.

Es docente en el Master Universitario en Sexología y en el Master Universitario en Profesorado de ESO. También ha impartido clases y conferencias en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (La Paz. México), y ha sido investigador y conferenciante invitado en el Institut für Geschichte der Medizin der Robert Bosch Stiftung (Stuttgart. Alemania) y en el Institut für Philosophie (Fakultät für Philosophie und Bildungswissenschaft) de la Universidad de Viena (Austria).

PROYECTOS Y PROGRAMAS.
Es responsable del grupo de investigación "Filosofía Aplicada: sujeto, sufrimiento, sociedad", perteneciente al Plan Andaluz de Investigación, de carácter interdisciplinar; participan médicos, sociólogos, psicoanalistas y por supuesto filósofos. Se creó hace 4 años y su objetivo es abordar el malestar en la sociedad contemporánea desde tres áreas de discusión: medicina y filosofía, psicoanálisis y filosofía y orientación filosófica. También es miembro del Grupo ETOR (Educación, Tratamiento y Orientación Racional), un proyecto del que han surgido un master en filosofía aplicada y la próxima creación de una Universidad Popular cuyo objetivo es llevar la filosofía a la gente de la calle y a su vida cotidiana bajo el lema: "Saber pensar para saber vivir".

Entre sus obras y colaboraciones, destacan, ‘Luis Goytisolo: El espacio de la creación’ (Barcelona, 1995). ‘Destino y Poesía: la encrucijada del hombre moderno’ (Sevilla1996). ‘La voluntad de conservación: Notas sobre Estética contemporánea’ (Sevilla,1996). ‘La memoria romántica’ (Sevilla, 1997). ‘Variaciones sobre el cuerpo’ (Sevilla, 1998). ‘La filosofía a las puertas del tercer milenio’ (Sevilla, 2005). ‘Heidegger y la crisis del nihilismo contemporáneo’ (Sevilla, 2005). Pulsando sobre este enlace, podemos ver su ficha personal en el Vicerectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Sevilla, otros proyectos y publicaciones.

SU MARCHA DE EL PUERTO.
Se fue de El Puerto mucho antes de irse a Sevilla. Empezó a dejarlo por asfixia ya siendo bastante joven.

Con el equipo del CRAP, arriba de izquierda a derecha: Antonio, Juan Borras, Juan Calatayud, Juan Padilla (+), Javier Buhígas, Paco Venegas, Epi, Quino, Antonio Márquez, Antonio Ruiz-Herrera, Mazito y Antonio Ortiz. Agachados: Pepe Sánchez, Rafael Pecci, Pepe Ordóñez, Juan Venegas, Santiago Neva, Juan José Padilla, Manuel Lojo, José Manuel Fernández, Javier Neva, Pepe González y Antonio González.

Afirma que “Hay un rincón de El Puerto que nunca he visto, pero que, sin embargo, sé que existe; lo busqué durante mucho tiempo, incluso en sueños, me obsesioné tanto que llegué a creer que realmente existía. Es un rincón que solía ver de madrugada, una calle que sólo veía cuando la vista me fallaba. Lo busqué durante mucho tiempo, imaginaba que lo veía (o lo bebía)... pero cuanto más cerca parecía estar de él se esfumaba. Sevilla fue ese rincón, y ahora busco también aquí otro rincón extraño, otra calle desconocida. El Puerto y Sevilla; no sé cuándo me vine ni sé de dónde, porque yo soy El Puerto y también soy Sevilla”. --Como ve El Puerto en la distancia? “--Turbio, lo veo turbio”,  nos dice. --Como lo ve cuando vuelve? “--Lejos, lo veo muy lejos”, vuelve a contestarnos.

La fachada de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en  la calle Pagador.

LOS MARTES DE LA ACADEMIA.
El pasado año Pepe Ordóñez ofreció una charla dentro del ciclo ‘Los Martes de la Academia’ de Bellas Artes. Así nos lo resume él mismo: “--Fue un verdadero tostón, menos mal que luego hubo copa y tapa. Hablé de las cosas que me interesan: de cómo la técnica no termina de salvarnos de nuestro carácter. Hablé de nuestra arrogancia y nuestra torpeza para vivir mejor y, sobre todo, de no querer saber de nosotros mismos. Creo que me llamaron porque les falló el invitado de turno y no encontraban a nadie de confianza que se prestara a distraer a los jubilados”.

ORDOÑEZ POR EL MUNDO.

Le gusta pasear y cocinar y, sobre todo, el buen vino: “--Tal vez demasiado”, nos dice. Le encanta ir a Portugal a comer pescado con verduras “en esas playas inmensas y sin guiris”. Y nos sorprende con esta otra afición: “También me gusta mucho ver un partido de rugby con mi hijo Andrés, aunque ahora sea sólo por televisión, y explicarle lo hermoso de ese increíble deporte de la vida”. Pepe Ordóñez no es un gran músico, pero nos confiesa que le encanta tocar su guitarra eléctrica a lo bestia o la flamenca para cantar canciones de Hilario Camacho… y viajar, nos dice: “--Ese placer de alejarse, que decía Antonio Machado. Es lo más hermoso, viajar; descubrirse las facultades nunca conocidas: ver, eso es viajar, ver, mirar y asombrarse”.  /En la imagen de la izquierda, junto a la torre en la que vivió el poeta F. Hölderlin, en Tubinga, durante una estancia en Stuttgar (Alemania).

Pepe Ordóñez con su guitarra.

Ha estado en Florencia, Venecia, Siena, Pisa, Roma, Freiburg, Stuttgart, Tübingen, Estambul, La Paz, París, Lisboa y algunas zonas de España… “--Pero no en Marruecos”, comenta, “ése es uno de mis viajes pendientes. Hay que viajar, y mucho. Nos hace respetuosos, abiertos, positivos… y mejores”. Pepe Ordóñez se para, piensa un poco y nos habla: “--Eso sí, sólo se puede viajar en el espacio y gracias a él --y eso si le hacemos caso a Kant y en parte a Einstein-- pero viajar en el tiempo es una auténtica gilipollez. Quien quiera viajar en el tiempo le sugiero que venga a mi consulta, que por un módico precio le vendo un billete”.

Con amigos de la JUFRA (Juventudes Franciscanas), de izquierda a derecha: Pepe Ordóñez, Juan Calatayud, Manolo Polanco, Emilio Aldana y Fini Bejarano, en la Plaza de Isaac Peral delante del monumento a Muñoz Seca.

LA AMISTAD.
Firme defensor de la amistad considera que “--Es una de las cosas más hermosas que uno puede experimentar. Es la relación más libre y más gratificante que puedo vivir. La familia es un imperativo, pero la amistad es un liberativo. Tengo los mejores amigos que pudiera tener, nunca me han fallado, y como dice Alberto, uno de ellos: los amigos son como la Guardia Civil de Tráfico, nunca se les ve, pero siempre están ahí”.

CURIOSO FINAL.
--Profesor Doctor, ¿que es la mayéutica? “--La tradición nos dice, según Platón, que es el arte practicado por Sócrates consistente en ayudar a los otros a sacar a la luz el saber que poseen y que, sin embargo, ignoran. Así es como vulgarmente se entiende el trabajo de la partera.”

--Algo que quiera destacar. “--De pequeño creía que el Papa, los reyes y los curas no cagaban. ¡Ah! Y también que las almejas tenían concha”.

2

En la imagen, 'el Chumi', en el kiosko de helados Camy que existía al principio del Parque Calderón, junto a donde se situaba el fotógrafo Cuellar, autor de la fotografía.

Manuel Quintero García, ‘el Chumi’, da nombre a una Peña Flamenca situada en el centro histórico de El Puerto. ‘El Chumi’ era una personaje que parecía sacado de una novela inglesa de finales del siglo XIX, por su vestimenta y tipo: no superaba el metro cuarenta de estatura, se vestía con una chaqueta que le servía de abrigo y camisa; zapatos muy grandes para sus pies que, cuando iba andando, ‘chancleteaba’, dando la sensación que daba pasos de baile de ‘claqué’ o ‘tap (estilo de baile estounidense en el que se mueven los pies rítmicamente mientras se realiza un zapateado musical).

En el cante dominaba los tonos bajos, de voz muy suave y bonita. Fue un gran admirador de ‘Canalejas’ de Puerto Real’, al que imitaba e incluso le superaba en el cante. En sus últimos años de vida perdió la cabeza.

En la imagen, velada poética dedicada a Rafael de León en la sede de la Peña 'El Chumi', organizada por la Academia de Bellas Artes. /Foto: Noticias 11500.

Tiene una Peña Flamenca con su nombre en el número 15 de la calle Luja y, aunque no fue portuense de nacimiento, si lo fue por arraigo a esta tierra. Nació en Sanlúcar de Barrameda a principios del siglo XX; lo trajeron a El Puerto siendo muy chico, como decimos por aquí.

El limpiabotas ‘El Tigre’, Manolo Otero y ‘El Chumi’, en la puerta chaflán del Hospitalito, cegada por ladrillos. /Foto: Colección Vicente González Lechuga.

Hay portuenses que no están de acuerdo con que le pusieran su nombre a la entidad flamenca que hemos mencionado. No estoy de acuerdo con ellos. He hablado con aficionados viejos, que conocieron bien a este pequeño gran hombre y todos coincidían en que fue un gran cantaor, con duende, que emocionaba a todo el que lo escuchaba. Para mi con esto basta. (Texto: Antonio Cristo Ruiz).

Os invito a recordar mis tiempos mozos cuando yo formaba un revuelo en la playa de Valdelagrana de El Puerto de Santa María. Yo me arrancaba con arte y era un auténtico espectáculo porque yo tenía entonces una buena mata de pelo, mis bañadores meyba y una belleza internacional.

El retrato pertenece a otra época muy distinta, un franquismo lleno de prohibiciones y de censura pero el verano permitía "ciertas" licencias y la gente humilde y con arte sabía disfrutar del mariconeo y del compás en una playa de pueblo, que era los más fresquito que teniamos los jerezanos por aquel entonces.

Recuerdo a familias enteras de jerezanos en el ferrobus de Jerez a El Puerto con las ollas del puchero para pasar una larga y bonita jornada en la playa. Eran las vacaciones de entonces cuando no existía Cancun ni Cayo Coco pero había mucha dignidad y una gran calidad humana. (Texto: María Cala).


María Cala. O Manuel en su carné de identidad. /Foto Kiki.

María Cala de Jerez, jerezana del campillo, del Barrio de San Miguel, mariquita de toda la vida de Dios, de los que se sacaban los pechos con las chuponas del cuarto de baño. Fue ayudante de camerino en los comienzos de Lola Flores en el Teatro Villamarta de Jerez. La faraona es para María Cala su gran pasión. María fue emigrante en París, y trabajó y se educó como mayordomo en las mejores casa ricas de Madrid sirviendo a toda la nobleza decadente, lo que le ha valido saber más por lo que calla que por lo que cuenta. (Berasaluce)

MARÍA EN EL CORAZÓN.
La reina del Magazine Rosa. La actualidad del Corazón. Todos los jueves a las 13.00 horas en el Hoy por Hoy de Radio Jerez Cadena Ser (1026 AM). Escúchame, corazón…

Radio Jerez Cadena SER
El Blog de María Cala.

5

Paco del Castillo Merino-Tellería nació en la calle Larga el 2 de abril de 1936, siendo el segundo hijo del matrimonio formado por Alonso del Castillo, natural de Benaocaz y Josefa Tellería, de El Puerto.  Casado el 27 de diciembre de 1965 con Pilar Otero Rascón con quientuvo tres hijos, Francisco, Daniel y Pilar, falleció con casi 70 años de edad el 26 de marzo de 2006. Entre sus amigos se encontraban Francisco Gómez Real, Luis Ortega García, Abelardo Gil y Javier Díaz Cortés.

1936
En el convulso año del nacimiento de nuestro protagonista, El Puerto conoció varios alcaldes. Ramón García Llano accedió a la alcaldía de forma accidental el 3 de enero, sustiuyendo a José Luis Macías Caro.  En las elecciones municipales celebradas a mediados de febrero resultó elegido Francisco Veneroni Arcos, al frente de la coalición electoral de izquierdas denominada Frente Popular. Al mes siguiente tomó posesión de la alcaldía, el 18 de marzo, José Blandino Mitjes y al mes siguiente el 24 de abril, Manuel Fernández Moro, que es desalojado de la alcaldía tras la sublevación militar del 18 de julio, desapareciendo, sin que hayan sido hallados sus restos mortales. El día de la rebelión ejerció en funciones de alcalde el teniente Fernando Ristori; luego el 27 de julio, el capitán Ramón Iribarren Jiménez ocupa el sillón de primer edil y será el 23 de diciembre cuando, subiendo el escalafón en la graduación militar se hará cargo de la vara de alcalde el coronel Ángel Guinea de León Garavito.

El primero por la izquierda delante es Francisco del Castillo Tellería y junto a él, José Vázquez, el hijo de Luciano (que tenía el almacén en la calle Cielo esquina a Lechería) casado con Josefa Rendón.  Año de la Fundación del Colegio San Ignacio. Curso 1947/1948. El segundo por la izquierda de pie detrás de Don Juan es Estanislao Jiménez González Nandín (padre de Andrés Jiménez, ex director de TelePuerto) /Foto Fabra. San Fernando.

MAESTRO.
Paco vivió de pequeño en la calle Larga, cursó estudios en el colegio de Don Juan ‘el Cojo’, en la calle San Sebastián, 23 y de bachillerato y magisterio en Madrid. A su regreso a El Puerto imparte clases en los colegios de La Pescadería y de San Luís Gonzaga, y, luego durante dos cursos académicos en las Escuelas profesionales de la Sagrada Familia en Andújar (Jaén) de donde regresa, definitivamente, a nuestra Ciudad.

Claustro de Profesores: Arriba, de izquierda a derecha: Francisco del Castillo Tellería, Manuel Sierra, Antonio Muñoz Cuenca, Manuel Montalvo, Francisco Menor, Antonio Montes, Enrique Cabrera. Abajo, de izquierda a derecha: Lino Alonso,  Diego Mora, Doña Vicenta, D. Justo, Ginés Hidalgo Crespo. Imagen tomada en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), también conocida como ‘Escuelita’. Año 1971.

ADUANAS Y AGENCIA MARÍTIMA.
Posteriormente, después de haberle dedicado los mejores años de su vida, abandona la enseñanza, dedicándose a una actividad bien distinta, como es la relacionada con el comercio marítimo, en la que estuvo hasta finalizar su vida laboral, primero como administrativo en la Agencia de Aduanas y, con posterioridad como gerente en una Agencia Marítima. Tuvo su residencia en El Puerto en diversos domicilios, además del citado en Larga, en la calle de la Victoria, Plaza de Cristóbal Colón, Maestro Juan Pinto y por último en calle Mayorga.

CONCEJAL POPULAR.
Se presentó en las elecciones municipales de 1991 como cabeza de lista del Partido Popular para el Ayuntamiento de nuestra Ciudad, ejerciendo como concejal, en la oposición, durante el mandato comprendido entre los años 1991 a 1995 así como Portavoz del Grupo Municipal del dicho Partido Popular. Fue el año en el que Independientes Portuenses alcanzó la alcaldía, liderados por el ex concejal popular Hernán Díaz Cortés. Le acompañaron en aquella lista, Alejandro Moreno, Antonio Requena, que fallecería durante el mandato. /En la imagen de la izquierda, portada del folleto electoral del Partido Popular, con la imagen de Paco del Castillo.

INICIOS EN LA POESÍA.
Desde muy joven fue lector asiduo de los grandes poetas de lengua castellana: Bécquer, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez --quien estudió en El Puerto--, por citar algunos. Eso le empuja a escribir sus primeros poemas, que guardaba para sí mismo y que luego destruía pensando, como el mismo afirmaba “consciente de su pobreza literaria e impulsado por su elevado sentido del ridículo”.

De izquierda a derecha, Tomás Osborne Domecq, Francisco del Castillo Tellería, José Luis Poullet Ramírez, José y Javier Osborne Domecq y José María Benjumeda, en los Carnavales de Cádiz, entonces Fiestas Típicas Gaditanas.

Con el paso del tiempo la lectura de los hermanos Machado, su paisano José Luis Tejada Peluffo, García Lorca, Góngora, Lope de vega y Quevedo, entre otros, aumentará sus deseos “--mis ansias--” afirmaba, de escribir.

De la mano de su amigo, el también poeta portuense Juan Ignacio Varela Gilabert,  --Juanín Varela-- conoce, como él llegaría a afirmar, “un tanto tarde”,  a los hermanos José y Jesús de las Cuevas, a los también arcenses Carlos y Antonio Murciano y al sanluqueño Antonio León Manjón, quienes, junto con nuestro paisano Juanín, le empujan a recitar sus primeros poemas en las recordadas para una generación de amantes de los versos, las “tardes Poéticas de Grazalema”. /En la imagen de la izquierda, Juan Ignacio Varela Gilbert.

Su admiración por otro insigne de las letras de los cincuenta y sesenta, Francisco Montero Galvache, genio de la oratoria y de la poesía pregonera bajo andaluza, en el que encuentra un valioso valedor y consejero merced a una corta pero entrañable amistad, le lleva a mostrar su escondida vocación pregonera, luego de superados “el respeto humano y el temor al riesgo del ridículo”.   /En la imagen de la izquierda, Francisco Montero Galvache.

PREGONES EN EL PUERTO.
Más de sesenta pregones ha proclamado por la provincia gaditana, entre los que cabría destacar el de la Semana Santa de El Puerto de Santa María: el primero de sus pregones en 1983, en la Capilla del Hospital San Juan de Dios. De aquel pregón estas líneas: “Porque si pregonar es alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de una persona, el ejercicio del pregón requiere un conocimiento exacto y perfecto de la persona pregonada. Pero ¿conocemos a Cristo?”. Siguiendo en El Puerto, ese mismo año de 1983 pregonaría, el 5 de noviembre, las Bodas de Plata de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, de la que fue hermano fundador y la que perteneció toda su vida.

Podemos decir que Paco pregonó, exaltó, glosó, emocionó con casi todo en El Puerto. Bueno... todo no, que tenía como todos, sus filias y sus fobias. El 21 de abril de 1984 ofreció el Pregón del Vino Fino. Al año siguiente, el Pregón del Costalero en en marzo de 1985. El año 1987 ofrece el 16 de mayo el Pregón del Rocío. Y se atreve con el Carnaval, en la Peña ‘El Chumi’ en 1988. Al año siguiente, en 1989, el 4 de marzo glosa las Bodas de Plata de la Hermandad de la Flagelación. En 1990, exalta el 150 Aniversario de la Fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, el 27 de octubre. Y en 1992, los actos del Hombre del Mar con la Hermandad del Carmen, el 3 de julio. En 1993, el Pregón de la Virgen de los Milagros, el 5 de septiembre, de cuya tradición era muy devoto. En 1997 nuevo doblete con la Hermandad del Rocío, el 19 de abril.

Paco del Castillo y Juan Villarreal, pregonando la Feria el 8 de mayo de 2001, al alimón.

Y de nuevo, en esta ocasión al alimón con Juan Villarreal Panadero pregonando la Feria del Vino el 8 de mayo de 2001. Y la Exaltación de la Mantilla el 21 de marzo de 2002. La Cruz de Mayo de las Amas de Casa el 31 del mismo mes y año. Al año siguiente, 2003, el 20 de abril, en el Barrio Alto pregonaría la Fiesta de los Patios. Para finalizar su vozarrón, en El Puerto, con las Bodas de Oro de la Hermandad de los Afligidos el 18 de febrero de 2005, un año antes de su óbito.

PREGONES EN LA PROVINCIA.

Paco no descansaba los años que aparecen en blanco desde que empezara con la actividad de pregonero en 1983. Le reclamaban en otros lugares de la provincia e incluso fuera de ella. Exaltaría la Semana Santa, el Rocío y el devenir de diversas hermandades de penitencia en la provincia. Así en Sanlúcar de Barrameda la Semana Santa el 20 de marzo de 1988. La Festividad de San Daniel, en Ceuta, el 30 de abril del mismo año. De nuevo en Sanlúcar, el 24 de marzo de 1990, a las Dolores. El mismo año en Jerez, la Oración Poética de la Semana Santa. el 7 de abril. La Semana Santa de Puerto Real el 17 de marzo de 1991. Un año mas en Sanlúcar, el Rocío, el 27 de abril de 1991.

SEIS PREGONES EN 1992.
En Jerez, donde empezó a sentirse cómodo, fue llamado para que el 21 de marzo de 1992 pregonara al Nazareno y Ntra. Sra. del Traspaso en la iglesia de San Juan de Letrán. El Rocío en Puerto Real, el 24 de mayo de 1992. El Cristo de la Viga en Jerez, el 6 de agosto de 1992. El Pregón de la Cruz, en San Fernando, el 19 de septiembre de 1992. La Navidad, en Jerez, el 19 de diciembre de 1992. Seis pregones, seis, junto con el de El Carmen en El Puerto, pronunciaría el año de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

De nuevo en Sanlúcar de Barrameda, donde actuaría en total en cinco ocasiones, en esta pregonando al Costalero el 21 de marzo de 1993. En Cádiz, ese mismo año pregona a la Virgen de las Penas el 25 de marzo. La Romería de San Isidro Labrador en Rota sería su siguiente intervención el 30 de abril de 1993. Y la Feria del Caballo de Jerez, el 1 de mayo de 1993. La Hermandad de la Virgen del Rosario en Rota, el 6 de octubre de 1993. La Hermandad de la Virgen de la Salud de Cádiz, el 21 de diciembre de 1993. 1993 será otro año con media docena de exaltaciones poéticas.

SEMANA SANTA EN JEREZ.
El 20 de marzo de 1994 Paco pronunció el Pregón de la Semana Santa de Jerez, en la iglesia de San Miguel, presentado por el cofrade jerezano José Luis Zarzana Palma. Al impecable pregón que presentó se unió la polémica por unas declaraciones efectuadas a Diario de Jerez, en la que resaltaban en titulares una frase por el pronunciada “Por fin Jerez ha tenido un pregonero digno en Semana Santa”. Durante días el asunto estuvo rondando en los periódicos, alimentado por el columnista de dicho rotativo Manuel Liaño, hasta que Paco explicó el sentido de sus palabras.

En 1995, de nuevo en Jerez, Paco ofrece en mayo el IX Pregón del Toreo. El 24 de noviembre de ese año, el de la Virgen del Desamparo, de la popular hermandad del Prendimiento, vulgo ‘Prendi’. El 8 de diciembre, en San Fernando, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad. En 1996, el 23 de febrero, el de la Hermandad del Transporte de Jerez, y el 8 de marzo del mismo año, el de la Hermandad de la Virgen de la Piedad jerezana. Y el 3 de mayo de 1996 el del Rocío en la Bodega de La Concha, de González Byass. En 1997, el Descencimiento de Cádiz, el 20 de septiembre. En 1998, el 15 de marzo, en Puerto Real pregona a la Hermandad de la Amargura y en Jerez, el 3 de abril del msimo año, el Pregón Flamenco de la Semana Santa de Jerez. En 1999, el 17 de diciembre pregona a la Hermandad de la Esperanza en Sanlúcar de Barramaeda. El año 2000, en Ubrique, pregona el 14 de abril la Semana Santa. En 2001, la Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 23 de marzo de 2001. La IX Glosa Poética de la Semana Santa de Jerez, el 5 de abril de 2001. La Navidad de Arcos de la Frontera el 21 de diciembre de 2001. /En la imagen, El Prendimiento, de Jerez.

15 PREGONES EN JEREZ.
Quince intervenciones en formato de pregón en la ciudad de Jerez, dos menos que en El Puerto, regaló Paco del Castillo a la ciudad vecina. Un año antes de su fallecimiento, la XXX Oración Poética de la Semana Santa de Jerez, el 19 de febrero de 2005, siendo con ésta cinco intervenciones con dicha temática: Pregón, en dos ocasiones Oración Poética, Pregón Flamenco y Glosa Poética, además de a seis hermandades, amén de haber pregonado la Navidad, la Feria, el Toreo y el Rocío

CHARLISTA , CONFERENCIANTE Y POETA.
Otro medio centenar largo de charlas, presentaciones de carteles, homenajes y conferencias hablan de la facilidad versificadora de este portuense que, “conocedor de mis limitaciones poéticas, me siento incapaz de publicar mi poesía personal e íntima, ante el temor de no poder llegar al corazón de nadie”.   A pesar de ello, publica a finales del año 2002 sus ‘33 Sonetos Insolentes’ donde retrata a caras conocidas de la vida de El Puerto, presentándolo en un multitudinario acto celebrado en el auditorio de San Luis Gonzaga. /En la imagen de la izquierda, portada de su libro.

Practicaba la ironía y el sarcasmo, como lo demuestra esta dedicatoria de su libro, a uno de los asistentes al acto: “A n.n. con mi gratitud por molestarse a venir tan lejos a escuchar mis ‘ripios’. Un abrazo, Fco. del Castillo”. Genio y figura...

COLUMNISTA EN DIARIO DE CÁDIZ.
Es de justicia señalar que su facilidad para el verso, en especial el referente a la poesía satírica, a veces intrascendente y muchas veces irónica como se ha indicado, --“para ser leída entre amigos” afirmaba--, le llevó durante un tiempo a aparecer quincenalmente en la columna de opinión de Diario de Cádiz, en su edición de El Puerto, donde su alter ego, un personaje ficticio de nombre Benito, le contaba cosas de la actualidad local que Paco escribía para deleite de sus seguidores y, en ocasiones, con alguna puya para los personajes objeto de sus críticas.

Joaquín Muñoz-Seca Manzanera con Paco del Castillo, en los habituales cafés que tomaban en el Bar La Herrería.

DEL PREGON DE LA FIESTA DE LOS PATIOS.
“Se lo oí decir a una vecina de Espelete: Dejaron el Barrio, el patio, su rincón de siempre, y se fueron a vivir a un piso cuadriculado y moderno en un bloque, que bien parece una colmena laboriosa en donde cada uno va a lo suyo. Mayores comodidades, por supuesto; pero menor calor humano. Los problemas son ahora de puertas para adentro, personales, intransferibles. No es lugar ni hay momentos para compartir nada: ni la alegría, ni la pena; ni la abundancia, ni la escasez; ni el llanto, ni la risa. La puerta que al patio daba, siempre abierta, estaba tan sólo protegida por una humilde cortina, tela de saco, recia y translúcida, que era como una manera de abrir el corazón a los demás. La puerta del piso nuevo, o del chalet suntuoso, será sabe Dios de qué noble madera; pero tras de ella se termina el mundo. Y, sobre todo, no se sabe si el anafe de la vecina del segundo está apagado, porque no tiene nada que poner a hervir. Y no le falta razón al decir esto. Mientras así decía, yo recordaba el fugaz saludo de un amigo: Me he mudado hace bien poco a un piso nuevo, y no me encuentro bien. No estoy a gusto. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Acaso por pequeño?... ¡Que va!, me contestó. Es amplio, suficiente, con tres cuartos de baño; pero... ¡no veo la luz! Aquella luz, aquel cielo, aquella estrella, aquel sol, que la vecina veía desde su patio”.

DEL PREGÓN TAURINO DE EL PUERTO 1996.
Soñando en la soledad
de la plaza... Olé sonoro
cuando arrastraron al toro:
al toro y a su verdad.
Verdad grande y orfandad
de apaños y componendas.
A él que nadie le reprenda
por su cómoda cabeza,
porque le falte la fuerza,
o ambas cosas a la vez.
Id al dueño de la hacienda,
y preguntadle el "por qué"...
¡Que así, tal vez, se comprenda!

Estrofa del pregón taurino de El Puerto de Santa María de 1996, original de Francisco del Castillo Tellería

5

María Soledad Ibáñez Gándara nace siendo la tercera y última de tres hermanos en una casa de vecinos de la calle Santo Domingo, el número 5, de nuestra Ciudad en 1959, falleciendo en Cádiz el día 20 de agosto de 2006, a consecuencia de un cáncer.

En 1959 era alcalde de El Puerto Miguel Castro Merello y, mientras en Buenos Aires Rafal Alberti publicaba las partes I y II de ‘La Arboleda Perdida’, en El Puerto el poeta José Luis Tejada pregonaba la Semana Santa y se refundaba la Hermandad del Rocío. Santiago Montoto sacaba a la luz una edición limitada ‘El Puerto de Santa María en la liberación de Fernando VII’ y se ponía, por parte del cardenal arzobispo de Sevilla, Dr. Bueno Monrreal, la primera piedra del que sería el Colegio de La Salle. Abría en la calle Misericordia el Bar ‘er Beti’.

SIGÜENZA (Guadalajara).
Con poco más de un año, en 1960/1, sus padres, Eduardo de El Puerto y Josefa de Jerez, y sus hermanos José Manuel y Eduardo Juan, emigran por causas de trabajo a Sigüenza (Guadalajara). Trabajó en talleres mecánicos --y nunca tuvo coche, aunque si una moto marca Montesa, donde viajaban primero madre e hija de paquete, y luego los dos hijos en el segundo viaje--; también trabajó en las fraguas como herrero, la última de ellas de su propiedad en la calle Durango. Será contratado luego como mecánico de vehículos y maquinaria en la empresa Ferrovial.

Vista de Sigüenza (Guadalajara).

En Sigüenza, que según sus habitantes, ‘es mucho Sigüenza’ -y en honor a su historia es verdad, desde el doncel Enrique ‘el Doliente’, al encuentro entre Javier Pérez con Javier Khrae, pasando por su Obispado-- vivirán hasta los cinco años en la calle Hospital número 1, iniciando su periplo de colegios desde aquellos párvulos de la época en el colegio público, alternativa al Colegio Episcopal de la Sagrada Familia.

VIVERO (Lugo).
Sobre 1965 se trasladan a Vivero --hoy Viveiro--, en la provincia de Lugo, donde vive su infancia hasta en una casita de la estación del ferrocarril Ferrol-Ribadeo en construcción. Estos años los vive en plena naturaleza combinado su infancia, la ría de Vivero, sus bosques y pazos. Asiste al colegio público Landro, río que desemboca y forma la ría.

Vista aérea de Viveiro (Lugo).

En 1967 se trasladan a vivir a Zorroza, un barrio de Bilbao; dos años mas tarde, en 1969 el destino será Eibar (Guipúzcoa), para volver a Guadalajara en 1971 y regresar la familia, definitivamente a El Puerto en 1974.

DE NUEVO EN EL PUERTO.
Una de las personas que mejor la conoció, la portuense Isabel Pérez Sánchez,  licenciada en Historia, escribe para Gente del Puerto: «En la época del Instituto Sole llamaba la atención. Su forma de hablar y de expresarse eran muy correctas y su acento, debido a los muchos lugares en los que había vivido, no le hacía parecer de El Puerto. Su madurez e inteligencia en su manera de comportarse daba la impresión de ser una persona muy segura. Tenía las ideas muy claras sobre lo que quería y las exponía con contundencia y de una forma que a todos nos encandilaba. Su visión crítica, su modo de escribir y la lectura de multitud de libros le hacían estar muy por delante de todos los de su misma edad. Participaba en todas las actividades que se realizaban en el Centro: en el periódico, en el teatro, en los libro-fórum, cantando con su guitarra, etc.

EL INSTITUTO.
En 1975 inició 1º de B.U.P. y fue el comienzo de muchas cosas; el despertar de lo que después llegó a ser en la vida. La juventud lo marca todo y desde ese año hasta el verano de 1980 fue una etapa determinante. Participó en manifestaciones y asistió a mítines, reuniones... pero el proceso de la Transición no bastaba, parecía hueco, parecía que con ese cambio no se iban a conseguir las verdaderas libertades, ni se iba a acabar con las injusticias de todo tipo que iba descubriendo. Hablaba con los compañeros y las compañeras del Instituto, analizaba la situación política, y poco a poco, fue descubriendo los ideales que se ajustaban a su forma de pensar.

ACTIVISTA
Decidió que tenía que ser consecuente con sus ideas y no quedarse agazapada sin luchar. Esa conciencia política estaba muy arraigada en Sole. La lucha siempre plantea contradicciones de seguridad personal, de relaciones de familia, de amigos, de futuro... El miedo hay que esquivarlo: hacer pintadas, buzonar octavillas, reuniones, prensa prohibida... En todo te estás exponiendo por unos ideales quizás lejanos, pero en aquellos años todo se concebía posible; uniendo las fuerzas se podía cambiar el mundo y pequeños aciertos iban agrandando ese ideal por poder llegar a conseguir el deseado fin. Entonces, las palabras solidaridad, lucha de clases, conciencia política, cambio social, revolución... tenían sentido, y muchas personas y colectivos luchaban por hacerlas realidad (valga el dato de que a las primeras elecciones de 1977 se presentaron 82 agrupaciones políticas y en las últimas de 2008 sólo 8 contando las regionales).

LA CLANDESTINIDAD.
Pero la Transición y los cauces legales que se estaban imponiendo no satisfacían a muchas personas, entre ellas, Sole (era pan para hoy y hambre para mañana –de libertades-), y decidió dar un paso adelante para seguir luchando. Pasó a la clandestinidad en el verano de 1980. Su lucha fue muy arriesgada pero quería ser consecuente con lo que pensaba y era necesario hacer. Esa exigencia personal le llevó a dar ese importante paso.

PRIMERA DETENCIÓN.
En octubre, tres meses después, la detuvieron en Madrid y fue salvajemente torturada, aplicándosele la Ley Antiterrorista sólo por asociación ilícita, aunque se le inculpó de haber participado en otras acciones. Ingresó en la cárcel de Yeserías, allí estuvo arropada por otras compañeras y muchas presas políticas cuyo único delito fue haber militado en un partido político ilegal.

MUERE SU PADRE.
Salió de la cárcel a primeros de 1981. Su padre murió. Con él mantenía una relación muy estrecha; era un referente y un apoyo muy importante en su vida, por lo que también fue un duro golpe. Quiso continuar estudiando en Cádiz pero no se lo permitieron porque ya el curso había comenzado; la realidad fue que no le quisieron hacer las gestiones pertinentes.

VUELTA A LOS ESTUDIOS.
Sole se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla para continuar la carrera de Geografía e Historia (ya había realizado el primer curso en Cádiz en 1979-80) y rehizo su vida con sus estudios y su pareja, alejándose totalmente de cualquier organización política. A pesar de que iba preguntando en el juzgado si había algo pendiente por su causa condenatoria, no le dijeron nada y el 27 de enero de 1985 la detuvieron sorpresivamente en medio de la calle sin poder avisar a nadie.

Cárcel de Sevilla.

CÁRCEL EN SEVILLA.
En la cárcel de mujeres de Sevilla lo pasó muy mal; compartía con las presas comunes la galería (entonces todas estaban juntas, no existían celdas) y su soledad fue terrible. Sole buscó en los estudios y en la lectura (siempre decía que los libros eran sus salvadores) la fuerza para seguir adelante.

En El Puerto la noticia fue muy dolorosa. Las calles estaban llenas de pintadas ¡SOLE IBÁÑEZ LIBERTAD! y fue la manera de que se hablara de ella, denunciando la injusticia cometida.

REGRESO A EL PUERTO.
Cuando salió de la cárcel y terminada la licenciatura, volvió a vivir en El Puerto. Estuvo trabajando [para el Ayuntamiento] en uno de los contratos de Andalucía Joven en 1987, desarrollando proyectos de investigación de carácter etnográfico sobre las salinas, las casas de campo, las viñas, las bodegas, etc. Trabajó en la casa de la Cultura de administrativa. Sus dotes de buena redactora le permitieron conseguir un trabajo en Diario de Jerez, siendo muy admirada por sus compañeros. Daba clases particulares; participó en la Revista de Historia de El Puerto, etc.

TELEFÓNICA EN MADRID.
En 1991 se presentó a unas oposiciones de telefónica y las aprobó; con ello debía trasladarse a Madrid. Allí se estabilizó y conoció a Jincho, el hombre que le acompañará el resto de su vida. La muerte de su hermano José Manuel vuelve a romperla. Estaban muy unidos y cada vez que venía de Madrid se quedaba en su casa. Él y su cuñada Milagros le ayudaron mucho.

En 1997 consiguió el traslado a Cádiz y continuó trabajando en el famoso “pirulí” de telefónica, estableciendo definitivamente su domicilio en El Puerto.

REFLEXIONES DE UNA AMISTAD
Desde su regreso de Madrid, nos volvimos a ver, pero sólo de vez en cuando. Va a ser a partir de su operación, a primeros de 2003, cuando ya nuestra relación será continuada y asidua. Habían pasado prácticamente 20 años pero un hilo invisible nos unió a esa juventud pasada que compartimos como grandes amigas. Rescatamos el tiempo, y los periodos buenos que le fue dejando su enfermedad lo fuimos aprovechando hasta agosto de 2006 en que falleció con tan sólo 47 años.
Sole fue una mujer muy luchadora, personalmente y a nivel social. Heredera de una familia con tradición de lucha política, tenía una visión del mundo donde lo que podemos conseguir está en nuestras manos, pero han de ser unas manos unidas y solidarias. Su visión marxista le hizo ver la posibilidad de una lucha de clases para alcanzar un régimen igualitario tanto económico como social y cultural, y actuó en consecuencia. Se tragó sus miedos y sus inseguridades y aportó su grano de arena. Su valentía, su afinado espíritu crítico, su sinceridad (decía siempre lo que pensaba, sin dobleces), le hacían ser una persona íntegra. Hoy, donde los ideales parecen haber sucumbido al desencanto y a la frustración, rescatar en este espacio a esta mujer portuense significa que valoramos las luchas pasadas en cualquiera de los aspectos, y que no debemos olvidar que muchas personas dieron su tiempo, sus palabras, sus vidas… por mirar hacia delante y luchar y confiar a pesar de todo.

OTRA DIMENSIÓN.
Para mí Sole tiene además otra dimensión. Tuve la gran fortuna de conocerla desde la juventud y de compartir sus últimos años en los que aprendí tantas cosas; en los que vi a una persona sabia, madura, muy culta, devoradora de libros y de conocimientos hasta el final, incansable pensadora, muy ordenada, activa, inquieta y trabajadora, alegre (a pesar de las difíciles circunstancias) y con una risa fuerte y peculiar, como una marca anunciadora de su presencia. Templadora de mis agobios y malestares, conversadora hasta el amanecer, acompañante, respetuosa, agradecida... y me sigo preguntando si se puede llegar a ser esa mujer plena que fue, sin pasar por una grave enfermedad, sin tener esa espada de Damocles anunciando otra posible caída. Mi inmensa suerte, no me cansaré de repetirlo, es que esa mujer, Sole, era mi amiga. Sé que ella quería pasar desapercibida, no aparecer ni siquiera en estas líneas, pero para todas las personas que la conocimos, Sole siempre estará presente en nuestras vidas.

Estas palabras suyas, encontradas por Jincho en un trozo de papel, son ahora un regalo para todas las personas que se acerquen a conocer a Sole: ‘Alguien que leyó muchísimo, también estudió mucho. Vivió muchas cosas (quizá demasiadas para una sola vida) y en muchas ciudades. Moró en incontables casas... Con los años va perdiendo la memoria, las lecturas, las vivencias, los nombres de las personas... Y un buen día lo recuerda todo de golpe: nombres, casas, libros, cárcel, madre, novios, partido, clases, sueños, clandestinidad, trabajos, amigos, deseos, conocimientos,... y se ahoga de vida en la enfermedad’. », finaliza Isabel Pérez Sánchez, su amiga.

LA CAMPAÑA: SOLE IBAÑEZ, LIBERTAD.
Esto escribe Juan Rincón Ares, sobre la campaña que se organizaó para pedir la libertad de Sole, cuando fue detenida en Sevilla en 1985: «De ‘Sole Ibañez, Libertad’ hubo muchísimas pintadas alrededor del IES Pedro Muñoz Seca y de la Plaza de Abastos.  Justo donde esta la calle San Bartolomé o el que sería el Apartahotel Casa de Los Leones de la tienda de ultramarinos que había enfrente, pusimos una pancarta que fue de vida efímera con el mismo texto. Hubo octavillas pegatinas y hasta un pequeño festival en el parque de la Victoria. Lo que no hubo fue un solo gesto municipal que no fuera el de retirar la pancarta. /Pegatina de la campaña pro libertad de Sole Ibáñez, en 1984.

NOCHE DE PINTADAS.
Aquella noche en la que supimos de la detención de Sole, volvimos a usar los sprays: ¡Sole Ibañez, libertad!. Yo organicé un par de piquetes pero en los días sucesivos salió mucha más gente a pintar lo mismo sin que supiéramos a quién atribuir la firma. A pesar de llevar varios años ausentes de El Puerto, Sole era una persona muy conocida sobre todo en los medios estudiantiles de principios de los 80 tanto del instituto como de la Facultad y tuvimos muchas ocasiones de comprobarlo.

En los días que siguieron a su detención, mucha gente había sido o era amiga suya se puso en contacto conmigo y todo el mundo se ofrecía a ayudar en la manera que pudiera. Algunas daban dinero, otras su teléfono para “lo que hiciera falta…” y otras venían a las reuniones con miedo pero con dignidad.

ASAMBLEA POR LA LIBERTAD DE SOLE IBÁÑEZ.
Formamos la “Asamblea por la libertad de Sole Ibáñez”, una plataforma  que tuvo mucha vida y agitó mucho la tranquila sociedad de la transición y al recién estrenado gobierno socialista local apoyado por AP, que en ningún momento se interesó por su vecina detenida. Tampoco se preocupó de ella la oposición comunista, recién desplazada del ayuntamiento por el pacto PSOE- AP. En su familia, su hermano José y su cuñada Milagros estuvieron muy  implicados. Su tío Paco Ibáñez, a la sazón secretario de de la Unión Local de CCOO, me dejaba hacer --entre yo y él-- los panfletos en la multicopista del sindicato lo que no era poco implicarse en los tiempos tan traidores que corrían. Gracias, Paco.

PARQUE DE LA VICTORIA.
La primera fase de la campaña “Sole Ibáñez, libertad” acabó en un festival que hicimos un sábado por la mañana en un atril de cemento que había en el Parque de la Victoria y fue un éxito de público, aunque siempre hubiéramos deseado más. Nos habíamos empleado a fondo para  que las paredes recordarán a nuestra amiga con pintadas, carteles, pancartas y pegatinas y no dejábamos que pasara una manifestación sin que nuestra reivindicación se hiciera presente, mientras recogíamos fondos para su defensa y una posible fianza futura».

Este soneto del profesor Juan Rincón, la recuerda:

Para Sole.
(Igual se cae de la silla cuando lo lea)

Tú y yo siempre pensábamos – ¡qué herida,
hablar de ti en continuo pasado!-
que una vez este tránsito acabado
ya no habría otro mundo ni otra vida.

Hoy  me sorprendo, la vista perdida,
ora arriba , en  el cielo, ora al costado,
busco donde dejar  este recado
póstumo, esta – supongo– despedida.

Y es que hoy todo mi ser agnóstico,
ateo, racional, se me rebela
porque estás y no estás, y me reboto,

me peleo, por ti, contra el pronóstico
que envía al muerto al hoyo; me consuela
saber que estarás siempre entre nosotros

Agradecemos a Eduardo Ibáñez 'Epi', su hermano, a Isabel Pérez, su amiga, y a su compañero de militancia Juan Rincón, los testimonios y datos facilitados para la confección de esta nótula.

28

Rafael Ceballos Jiménez nació en El Puerto el 7 de septiembre de 1940, mellizo y sietemesino, pero la vida le llevó tierra adentro, su padre, Luis Ceballos Fernández de Córdoba natural de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y su madre, Magdalena Jiménez Sancho, se casaron tal día como hoy, hace... Sobrino nieto del que fuera alcalde de El Puerto Alfonso Sancho y Mateo y  emparentado por parte de madre con las Bodegas Jiménez Varela, aquellas del famoso Fino Amontillado Jardín, es el menor de nueve hermanos, quienes le llamaban ‘Fauco’ y ese es, precisamente el nombre donde se dio a conocer en el mundo de la Magia. Precisamente por su afición a la magia y por el conocimiento con algunos magos coquineros, ha llegado a formar parte, como socio simpatizante, de la Sociedad Gaditana de Ilusionismo, con sede en nuestra Ciudad.

JIMÉNEZ VARELA.
La familia bodeguera Jiménez Varela fue muy laboriosa, y prueba de ello fueron las industrias vinateras que crearon y los afamados productos que en ella se fabricaron: el Brandy Viejísimo Varela, Cacao Varela, Oloroso Los 46, o el Amontillado Fino Jardín, bajo la firma comercial de Hijos de Jiménez Varela. También existe una relación familiar de los Jiménez Varela, pues un familiar de éstos fue el hombre de confianza de Isaac Peral, cuando botó en El Puerto, en la desembocadura del río Guadalete, el prototipo del que fue el primer submarino.

Embotellado de Bodegas Jiménez Varela, donde en la actualidad se encuentra el restaurante del Hotel Bodega Real.

El año de su nacimiento, 1940 fue alcalde de la Ciudad, Ramón Barba Ordóñez. La población censada era de 22.264 habitantes, mientras que la del tristemente célebre Penal del Puerto, alcanzaría los niveles de doblamiento más altos de su historia: 5.479 reclusos, cinco veces más que durante la Guerra Civil. Ese año, el ex presidente del PSOE, Ramón Rubial, permanece encarcelado en dicho recinto. Cuando es descubierta la organización carcelaria de los socialistas, Rubial se hace responsable de la misma para evitar represalias sobre sus compañeros, siendo trasladado a la cárcel de Cádiz, juzgado y condenado a 14 años de prisión, adicionales a la anterior condena, con la pérdida de las reducciones por trabajo y el derecho a la libertad condicional. La cofradía de la Flagelación, fundada un año antes en San Joaquín, realizará su primera salida procesional.

De izquierda a derecha, Jesús Casas --actual Director General del Desarrollo sostenible en el Medio Rural-- y Rafael Ceballos, en las Jornadas de Presentación de las diferentes ramas de la Ingeniería a la Sociedad, donde se afirmó que los ingenieros de Montes tienen hoy más posibilidades que en el siglo XIX, que son menos gestores de montes y más gestores de territorio y más ingenieros ambientales que forestales. Abril 2009.

MÁLAGA, ALMERÍA, MADRID.
Los primeros 25 años de su vida los pasó Rafael en Madrid, donde hizo la carrera de Ingeniero de Montes y diplomado en Ordenación del Territorio y en Ordenación del Paisaje, entre 1957 y 1966, estuvo 13 años entre Málaga y Almería como Jefe de Área del Servicio de Aplicaciones Forestales del Ministerio de Obras Públicas (1966-1978), para regresar de nuevo a la capital de España, donde reside. Allí, entre los años 1978 y 1983 fue Jefe de Servicio de Recursos Naturales del CEOTMA (Centro de Estudios de Ordenación del Territorio) dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Territorio y Medio Ambiente. Entre 1983 y 1990 fue Jefe de Área de Coordinación Ambiental así como el Gabinete de Formación y Documentación del CEDEX (Centro de Estudios de Experimentación y Obras Públicas), organismo hoy dependiente del Ministerio de Fomento y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Rafael Ceballos, el segundo por la izquierda, en la Inauguración del Curso 'Tecnologías y desarrollo sostenible del Olivar'. Octubre 2008.

En el ejercicio de su profesión de Ingeniero de Montes,  dedicó sus primeros años a la gestión forestal de las cuencas hidrográficas del Sur de España, pasando luego a realizar evaluaciones del impacto ambiental que puede originar la construcción y explotación de determinadas obras públicas, concretamente las carreteras y los embalses. Alternó diversos cometidos y cargos, tanto en la Administración Central, durante 25 años, como en la empresa privada.

A partir de 1990 y en la actualidad, presta servicios de asistencia técnica como consultor autónomo en Gestión Ambiental, haciendo el seguimiento de la ejecución de grandes infraestructuras, como la construcción de distintas líneas del tren de Alta Velocidad. En el campo de la prevención, mitigación y corrección de impactos ambientales, realizando asimismo estudios, evaluaciones y peritaciones de daños ambientales sobre el medio natural, las aguas, el suelo y la atmósfera, sumando ya 41 años de experiencia en estas lides.

INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA.
Presidente del Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de la Ingeniería de España y Vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes.  Ejerce como conferenciante, ponente y profesor invitado en numerosos congresos y cursos de especialización en evaluación de impacto ambiental, en España e Iberoamérica;  ha participado en la redacción de más de 300 estudios y proyectos de esta materia. Autor de artículos técnicos en revistas especializadas y colaborador en libros relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras hidráulicas y del transporte.

LA MAGIA, A LOS 16 AÑOS..
Recuerda Rafael que «a los 16 años, en unas vacaciones de Navidad, un compañero de Colegio me hizo un juego ‘Alucinación Colectiva’  y me quedé desconcertado. Después de suplicarle y rogarle que me enseñara ‘la trampa’, me contó cómo era y me prestó el libro. Esas mismas vacaciones me regalaron ‘La prestidigitación al alcance de todos de Ciuró y Magia con cartas de Who (Editorial Sintes). Al volver al internado me puse a estudiar con interés los tres libros y con la ayuda de un sacerdote del colegio (que también estaba aprendiendo magia porque se iba a Misiones y lo consideraba buena herramienta) nos fabricamos la bolsa del huevo, el pañuelo Davenport y alguna cosa más. En las fiestas de Fin de Curso ya hice una sesión en el teatro del Colegio para 500 espectadores.

Celebrando el primer Premio de Micromagia en la SEI (Sociedad Española de Ilusionismo) en el congreso de Cordoba. De izquierda a derecha, Juan Anton, Luis Fernández, Rafael Ceballos Jiménez, Arturo de Ascanio, Ramon Varela, Carlos Muro, Jose Antonio Vega y Juan Escolano. Sobre 1960. /Foto: Colección Juan Escolano.

Al acabar el curso me compré ‘Más de doscientos juegos de manos con la baraja’, también de Ciuró y me pasé todo el verano estudiando. Me regalaron la Caja Misteriosa (La caja de la carta) y el cristal atravesado por una cinta. Con esos dos aparatos y con la baraja me puse a dar sesiones nocturnas, en las noches de verano, en la terraza del Bar Veracruz, en Lo Pagán (Mar Menor). ¡Ah!, mi amigo no volvió a hacer ni un solo juego de magia, pero sigue siendo mi mejor fan. Cuando estudiábamos la carrera y yo “hacía comuniones”, él me llevaba el maletín y luego me hacía la crítica».

El Mago Fauco, en el centro, presentando un Festival en Navalcarnero (Madrid), el pasado año.

PASIÓN POR LA MAGIA.
Y abunda nuestro protagonista: «La magia es pasión, como lo es el compartir mi vida con los amigos; la música y la lectura, son mis aficiones; la gastronomía y los viajes son mi debilidad. Así, para mí, algo del paraíso puede ser viajar con amigos en un lujoso tren, con buen coche restaurante, leyendo un libro recomendado y rodeado de música ambiental --me gustan todos los géneros--. Después de cenar una sesión de magia preparada especialmente para la ocasión --me gusta personalizar mis sesiones-- con una tertulia final sobre cualquier tema de actualidad

El Mago Fauco, en otra actuación, con público en el escenario.

Cuando comencé a todos les gustaba mucho: a mis padres y hermanos; pero a mi padre le preocupaba que pudiera afectar a la buena marcha de mis estudios universitarios. En el momento actual a mi mujer, hijos y nietos, les gusta y se divierten mucho viendo los juegos. Mi mujer me acompaña a Congresos y convenciones; pero no puedo abusar: no acudo a reuniones societarias porque, cuando voy, regreso de madrugada. Están orgullosos de que sea Mago y disfrutan con los éxitos. No saben de dónde saco tiempo para estudiar y ensayar; yo sí: duermo poco».

Con el juego ‘Como Napoleón’ Rafael sintió que se estrenaba como mago. Asistía a las sesiones de los lunes de la Sociedad Española de Ilusionismo, en Madrid. Su maestro fue Arturo de Ascanio, y contemporáneo de Juan Escolano con nótula núm. xxx en GdP, Juan Tamariz, ...

EL BRUJO EN SOCIEDAD.
«¿Conocéis el libro del Tío Cigüeño ‘El Brujo en Sociedad’?, pues así considero yo la magia que hago actualmente. Soy un mago totalmente social y centro mis actuaciones en los grupos de amigos y conocidos con los que tengo cualquier tipo de relación, especialmente de trabajo, y fundamentalmente en la mesa de comedor, después de una buena comida o cena. Debido a mi trabajo, viajo mucho por toda España y mi magia está desparramada por innumerables restaurantes.

Lo que más hago es cartomagia, adobada con algún elemento que le quite aspereza a la baraja, ya que mis sesiones suelen ser esperadas y deseadas, por lo que son algo extensas. Al profano le gusta ver “cositas” y yo se las presento. No suelen faltar uno o dos juegos mnemónicos y alguno donde la técnica manipulativa tiene mucho peso. Todos los juegos los presento de manera encadenada».

Rafael Ceballos conserva muchos programas de mano de sus actuaciones en escenarios y en televisión, cuando solo había una. Su nombre aparece junto a los de Tip y Top, María Luisa Merlo, José Luis y su Guitarra, Los Pekenikes, Antonio Serrano… Nunca había escuchado nuestro protagonista tocar la armónica como él lo hacía, hasta que no hace mucho tuvo oportunidad de escuchar, en un Club de Jazz madrileño, a su hijo, famoso creador de música para películas.


Las Tres Tentaciones. Presentación de cartomagia por el Mago Fauco, para el Círculo Mágico Internacional Don Bosco.

1

Hace tiempo que el virus de la amnesia se instaló en la memoria colectiva, este desorden mental nos llevó al olvido de las hoy, personas anónimas, pero que en su día estaban en primera línea de la lucha por las libertades y la democracia. Sería de justicia un reconocimiento a sus aportaciones desinteresada a esta causa.

Con su padre, en el caballo de cartón del Parque del desaparecido fotógrafo Cuellar.

VIDA LABORAL.
Pepito ‘Alberti’ nació el 1 de marzo de 1946. Pertenece a la promoción de 1965 del Instituto Laboral. Durante su vida ha hecho de todo, especialmente se ha dedicado a la hostelería, después de la Librería Alberti, de la que hablamos a continuación. Fue  Jefe de Partida en el Hotel President (Ibiza). Ha sido Jefe de Comedor del Restaurante Curro El Cojo en Puerto Sherry. Gestionó como autónomo el Asador Don Pollo. Antes de su jubilación ha estado cinco temporadas en el Hotel Torremolinos, como Jefe de Cocina. En la actualidad, aunque jubilado desde el 1 de marzo pasado, ejerce como cocinero a domicilio, por encargo.

En el desaparecido restaurante 'Curro el Cojo' de Puerto Sherry.

LIBRERÍA ALBERTI.
José  Gutierrez Ponce,  más conocido como “Pepito Alberti” por aquello del nombre de su librería es una de estas personas olvidadas y poco reconocidas. En 1973 había que tener mucho valor para poner de nombre a su librería: ‘Librería Alberti’. Cuando vuelvo de vacaciones forzosas [el autor de la nótula ha sido preso político] quiero conocerlo y allí  me recibe en la trastienda y veo a muchos jóvenes que más adelante jugaron un papel importante en la vida cultural y política de El Puerto.

Con el desaparecido Luis Sánchez Matabuena, delante de la fachda de la Librería Alberti, en la calle Alquiladores, punto de encuentro de la disidencia en el periodo previo al cambio político.

En el interior de la Libería Alberti, junto al autor de esta nótula, Miguel Marroquín.

Con Rafael Alberti Merello.

ACTIVIDADES CULTURALES.
Yo creo que con la apertura de la librería se dio un salto cultural progresista de los más importante de esta población. No es que no hubiese colectivos culturales, pero del nivel de esta librería, no. Allí se podía encontrar libros prohibidos editados por Ruedo Ibérico, más adelante fue centro de distribución del Mundo Obrero y punto de contacto de todas las fuerzas políticas incipiente. Pepe organizó conferencias semipermitidas; por primera vez trajo a un desconocido Carlos Cano;  al Grupo Jarcha y algunos más; batalló con denuedo por traer al máximo exponente del cantaor flamenco de denuncias Manuel Gerena, siendo prohibido una y otra vez.

Con el desaparecido cantautor Carlos Cano.

Con un grupo de amigos, camaradas del PCE, de izquierda a derecha, Carmelo Ciria Pino, Jesús Espinar Galán, Luis Sánchez Matabuena, Ana Sánchez Alonso, Lourdes Roselló Tarrío y, sentados, Pepe y su mujer.

ACTIVIDAD POLÍTICA.
Con su ingreso en PCE fue el responsable directo de los actos culturales del mismo: organiza durante la Transición un acto multitudinario en el polideportivo con Manuel Gerena y Carlos Cano. El festival de los Cantes de los Pueblos Ibéricos, fue también un éxito absoluto llenando la Plaza de Toros. Lo daba todo,  y  no quería nada. Yo creo que si Pepe hubiese ido en las lista para las elecciones de 1979, --que no quiso-- y hubiese llevado la concejalía de Cultura, la cultura en El Puerto tendría otros derroteros. Pero como tantos otros, fue devorado por los advenedizos. Hoy disfruta de una merecida jubilación. (Texto: Miguel Marroquín).

6

El termómetro no sube de los 12º y son las 10 de la mañana de finales de enero. Las gaviotas residentes en la lonja de la margen izquierda del río, con probable esclerosis en sus arterias por el escaso batir de sus  alas en busca de alimentos, graznan constantemente con esos gritos lastimosos, que más bien parecen los quejidos aflamencados de una soleá  o de un  martinete. Paso por delante de La Taberna La Gaviota, habitualmente llena de clientes hasta la puerta, donde suele haber algún pescador que en  una cestilla expone a la venta un exiguo ranchillo de peces arrancados con eterna paciencia a la bahía. Hoy no hay nadie y me extraña.

Las mesas de La Gaviota, atiborradas con clientes jugando al dominó.

Vuelvo sobre mis pasos y entro en el bar. Confieso que es la primera vez que la visito en 36 años. Es un pequeño bar de no más de treinta metros cuadrados para clientes y unos veinte de trastienda. Cuatro mesas ocupadas por cuatro pescadores cada una, en dos se juega al dominó, en las otras a las cartas, donde se dirime quien será el pagano del café o simplemente la honrilla del vencedor. Enfrente un mostrador, y a su espalda varias docenas de trofeos adornan las estanterías que no sé si proceden de torneos de estas timbas o de otro tipo de concurso.

En la imagen, José Camacho.

LOS 80 AÑOS DE JOSÉ CAMACHO.
La única mesa sin jugadores está ocupada por un parroquiano que parece ajeno al resto de clientes. «--Buenos días, --le digo--, ¿Puedo sentarme?» «--Naturalmente que sí». Me presento, y le digo que me ha llamado la atención este santuario, refugio de viejos pescadores que apuran el último tramo de su vida entre fichas, cartas, chanzas y que les permite pasar el tiempo en el único reducto posible donde olvidar las penurias de sus indignas pensiones. «--Pues yo me llamo José Camacho. Tengo 82 años». José, está tocado con una gorra de visera de color piel de ratón, camiseta, camisa y chaqueta. Un aspecto sereno, saludable y hasta venerable.

El techo de la taberna, con cuatro ventiladores de aspa.

LA TABERNA POR DENTRO.
Mientras lo saludo paseo mi vista por el resto del local. Un remedo de artesonado mudéjar, huérfano de decoración, donde unas vigas negras son entrelazadas por listones a juego, lucen en su techo como único adorno; de él penden cuatro ventiladores de cuatro aspas, probablemente de los primitivos S&P de mediados del siglo XX, al contrario de sus paredes donde no queda un centímetro sin ocupar. Estas, en su parte superior, a las que están adosados unos arcos de medio punto, sirven de marco para unas pinturas  que representan un paisaje del río Guadalete y al fondo El Resbaladero; en el paramento de enfrente, otra pintura  con rederos en plena faena de reparación y un pesquero amarrado al muelle.

Pintura en la pared donde se ve una antigua representación del río Guadalete, sin los bloques de la Plaza de la Pescadería. Cuadros de especies marinas, relojes, platos, fotos antiguas completan la decoración del paramento.

Debajo, y sobre el techo de los urinarios, reposan desde tiempo lejano unas  enormes botellas de cinco litros de Veterano, Caballero y Anís  del Mono, cuyos golletes están tocados por una gorra de guardia urbano, con esas  cuadrículas de los librillos de papel de fumar Jean, una gorra de plato de algún marino de graduación, y un sombrero de paja que le dan un aire de museo; este marco se remata por la custodia que de ellos hacen sendas escafandras de buzo en un cobre obscurecido por el tiempo.

En primer término, los urinarios donde hasta hace poco estaban las botellas de cinco litros de diversos destilados. Al fondo, el fresco pintado en la pared, con el oficio de cordelero y redero y un salvavidas del 'San Telmo'.

CORDELERO.
José Camacho continúa contándome cómo empezó a trabajar a los catorce años y se jubiló con setenta; cincuenta y seis largos años trabajando en tierra, como cordelero, haciendo  malletas (ver nótula núm. 321 de GdP) para las redes; hoy ‘disfruta’ una pensión de 575 euros. Recuerda como no hace muchos años, en El Puerto amarraban ciento setenta barcos, dos docenas faenaban en ‘el moro’ y el resto pasaban hasta cuarenta días en la mar. Hoy apenas veinte, tratan de sobrevivir en las esquilmadas aguas que median entre Cádiz y Ayamonte, en la frontera con Portugal. «--José, y ¿qué piensa de las pateras?». «--Pues, en las fatiguitas que tienen que estar pasando esas criaturas pa venir a ahogarse aquí, yo no sé la forma de vivir que tienen por ahí, pero cuando vienen, es porque deben estar pasándolo mu mal».

Las paredes no dejan espacio para el vacío, en una especie de 'horror vacui' de un barroco marinero.

EL NAUFRAGIO DE VICENTE.
Al lado está Vicente, ochenta y un años, viudo, cuenta como se embarcó con dieciséis años y pasó más de  diez faenando en el Caribe. Muchas noches de mala mar. Náufrago en dos ocasiones. Cuando me va a contar qué se piensa mientras  se está en el agua a la espera de rescate, unas voces en la mesa colindante celebran alguna jugada que atrae más el interés de Vicente, y decido dejar para otro día oír de viva voz, qué pasa por la cabeza de un  náufrago mientras está en esa situación.

Patio de la casa de la Taberna, vista desde el interior a la calle.

TABERNA, PENSIÓN Y CASA DE TRATO.
Alguien me contó que la taberna tiene como tal, más de ochenta años de antigüedad. En un tiempo fue prostíbulo, dedicando la planta alta a pensión por horas, como mucho, una noche; abajo la taberna donde se alegraban las pajarillas los parroquianos, al amor del coñac y del anís propios de la época, sin desdeñar los ocasionales güisquis  y ginebras.

ENTRE ‘EL CHIGÜI’ Y ‘EL PRINGUE’.
Por cierto que, tomando café con mi amigo Salvador Cortés ‘el Chigüi’, --con nótula núm. 307 en GdP en la imagen de la izquierda-- me contó cómo, con posterioridad a la actividad de comercio carnal, allí se alojó su amigo y compañero de trabajo en VIPA (Vidrieras Palma), ‘El Pringue’, simpático personaje, y que debía este mote a su exagerada afición a los cocidos  con generosa ‘pringá’. En sus años mozos,  ‘El Pringue’, aficionado a la pesca, pedía a los pescadores de caña le permitieran acompañarles, aunque solo fuera ‘para darle sombra al botijo’ y mantener el agua fresquita. ‘El Pringue’  andaba siempre ofreciendo su ayuda a todo el mundo para agenciarse unas perrillas, hasta  que logró entrar en VIPA donde trabajó como palero y después en alguna otra función. Tras las duras jornadas de trabajo, los operarios solían ducharse, más en verano que en invierno. El agua que se utilizaba era fría y al remitir el verano, los más proclives a una higiene diaria, tuvieron que ingeniárselas para lograr agua caliente, y aquí surgió el talento de “El Chigüi”. El horno cuyas temperaturas alcanzaban los 1500º en su interior, irradiaban a una determinada altura setenta u ochenta, justo contra la pared a cuya espalda se hallaban  las duchas. Solo tuvo que elevar las tuberías a ese nivel, para disponer de un sistema de calefacción que permitió a todos disfrutar de gratificante placer. Aquí estaba “El Pringue”, quien no se sabe si por sus enormes atracones de pringá o por su genética, pese a su baja estatura, desarrolló unos enormes atributos sexuales y se jactaba ante sus compañeros desnudos de tales proporciones. No solo presumía de ello, sino que les amenazaba para que no se agacharan a coger el jabón porque corrían evidente riesgo.

El acceso a la casa de la Taberna de la Gaviota, no tiene puerta de la calle, accediéndose directamente al patio donde existe un taller de imprenta y viviendas.

EL MUELLE.
La taberna estaba atiborrada. Busqué como en anteriores ocasiones a Juan Diego, joven patrón que atesora “millones” de anécdotas, como él dice, de su vida en la mar, pero tampoco estaba. Me fui hacia la balaustrada del Guadalete, iniciando un paseo de unos cien metros que separan la taberna del muelle. Mientras camino observo cómo está bajando la marea y deja al desnudo los bloques de protección, que cubiertos con un musgo de verde intenso, son fuente de alimentación de bogas y cangrejos.

Vista del río Guadalete, desde el Edificio Vistalegre. (Foto: Vicente González Lechuga).

‘EL CACHORRO’.
Próximos al embarcadero y sentados en un banco, dos hombres mantienen una animada charla. Me siento al lado de ellos y después de saludarles me presento. Para mi suerte, uno de ellos  es un pescador jubilado: José Mª, 'el Cachorro' natural de Lepe,  78 años, barba de dos días, rala, con zonas menos pobladas que en otras; aprecio una piel escasa de arrugas y de tono sonrosado que desmentiría sus más de cuarenta y cinco años  como marinero; conserva gran parte de un cabello entrecano. Mirada franca en ojos gastados, uno de ellos un tanto enrojecido y tal vez producto de incipiente conjuntivitis, deja ver en su lagrimal una pequeña legaña.

Solo he tenido que preguntarle por la bolsa de pescado situada a sus pies, cuando me enseña su contenido; varios salmonetes de buen tamaño y unas pescadillas; de inmediato, una  catarata de información sobre la procedencia de la bolsa. «--Esta mañana a las siete, ya estaba ayudando a los pescadores en la descarga y haciéndoles “mandaos”, ¿sabe  usté?…». Y continuó con su historia mientras yo observaba un nervioso movimiento de manos acariciándose ora una, ora la otra, que no sabría si atribuirlo a un tic, consecuencia de  los muchos años de jalar de redes, maromas y malletas y que me recuerda aquella escena de la película “Tiempos modernos”, en la que su protagonista, Charlot, trabajaba en una cadena de montaje; toda la jornada en monótona y rutinaria acción de apretar tornillos con ambas manos, derivaban en el regreso a su domicilio, en un acto reflejo del que no podía prescindir en un repetitivo gesto de sus  manos… (Texto y fotos: Alberto Boutellier Caparrós).

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies